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Infecciones por Helicobacter pylori

Introducción
El Helicobacter pylori (H. pylori) es un tipo de bacteria que causa infecciones en el estómago. Se encuentra,
aproximadamente, en dos tercios de la población mundial. Es posible que se transmita por agua y alimentos
contaminados, pero los investigadores no están seguros. Puede causar úlceras pépticas y cáncer de
estómago.
Si usted tiene síntomas de una úlcera péptica, el médico le hará pruebas de sangre, aliento o heces para
ver si contiene H. pylori. El mejor tratamiento es una combinación de antibióticos y medicamentos que
reducen el ácido estomacal (llamados antiácidos). Usted tendrá que hacerse otra prueba después del
tratamiento, para asegurarse de que la infección haya desaparecido.

Para prevenir infecciones por H. pylori infection, usted debe:


 Lavarse las manos después de usar el baño y antes de comer
 Comer alimentos preparados adecuadamente
 Beber agua de fuentes limpias y seguras
NIH:Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales

Infección por Helicobacter pylori


Helicobacter pylori (H pylori) es un tipo de bacteria que infecta el estómago. Es muy común, afecta
aproximadamente a dos tercios de la población mundial y a cerca del 30% al 40% de las personas en los
Estados Unidos. La infección H pylori es la causa más común de úlceras pépticas. Sin embargo, en la
mayoría de las personas no causa problemas.
Causas
La bacteria de H pylori mayormente se transmite de persona a persona. Esto suele suceder durante la
niñez. Si no se trata la infección permanece durante toda la vida.
No está claro cómo se transmite la bacteria de una persona a otra. La bacteria se puede diseminar así:

 Contacto de boca a boca

 Enfermedades del tracto GI (particularmente cuando se presentan vómitos)

 Contacto con heces (materia fecal)

 Comida y agua contaminada

La bacteria puede desencadenar ulceras de la siguiente manera:

 El H pylori ingresa a la pared mucosa del estómago y se adhiere al revestimiento del estómago.
 El H pylori causa que se produzca más ácido estomacal. Esto daña el revestimiento del estómago, causando úlceras en
algunas personas.
Además de las úlceras, la bacteria H pylori causa una inflamación crónica en el estómago (gastritis) en la
parte superior del intestino delgado (duodenitis).
En ocasiones el H pylori puede causar cáncer de estómago o un tipo de linfoma estomacal poco frecuente.
La infección por Helicobacter pylori (H. pylori) es una infección bacteriana que
provoca inflamación del estómago (gastritis), úlcera gastroduodenal y ciertos
tipos de cáncer de estómago.
 La infección está provocada por un tipo de bacteria llamada Helicobacter pylori (H. pylori).
 Los síntomas de la infección por H. pylori consisten en indigestión (dispepsia) y dolor o malestar en
la mitad superior del abdomen.
 Los médicos suelen basar el diagnóstico en los resultados de una prueba de aliento y en la
exploración del estómago utilizando una sonda flexible de visualización (endoscopia digestiva alta).
 El tratamiento consiste en la administración de antibióticos.

La infección por Helicobacter pylori, un tipo de bacteria, es la causa más frecuente de gastritis y de úlcera
gastroduodenal (úlcera péptica) en todo el mundo. La infección es muy común y aumenta con la edad. A los
60 años, alrededor del 50% de las personas están infectadas. La infección es más frecuente entre las personas
de ascendencia africana, latinoamericana y asiática.

H. pylori se encuentra en las heces, la saliva y la placa dental. Las infecciones por H. pylori se pueden
transmitir de persona a persona, especialmente si las personas portadoras de la bacteria no se lavan las
manos minuciosamente después de cada deposición. La infección también puede producirse si una persona
se lleva la mano a la boca después de tocar un objeto (como una toalla) contaminado por heces infectadas.
Como la bacteria también se puede transmitir a través de los besos u otro contacto cercano, las infecciones
tienden a agruparse en las familias y entre las personas que viven en residencias de ancianos y otras
instalaciones supervisadas.

Las bacterias H. pylori crecen en la capa mucosa protectora del revestimiento gástrico, donde están menos
expuestas a los jugos gástricos, muy ácidos. Además, H. pylori produce amoníaco, que ayuda a protegerla del
ácido gástrico permitiéndole romper la capa de moco y penetrar en su interior. Prácticamente todas las
personas con infección por H. pylori desarrollan gastritis, que puede afectar la totalidad del estómago o solo
la parte inferior (antro). Esta infección puede a veces derivar en gastritis erosiva, y tal vez incluso en una
úlcera gástrica (estomacal). La bacteria H. pyloricontribuye a la formación de úlceras porque aumenta la
producción de ácido, altera las defensas normales del estómago contra el ácido gástrico y produce toxinas.

Síntomas
La mayoría de las personas con gastritis debida a una infección por H. pylori no desarrollan síntomas, pero
quienes sí los desarrollan presentan los típicos de la gastritis, entre los que se incluyen la dispepsia y el dolor
o malestar en la zona superior del abdomen.

Las úlceras causadas por la infección con H. pylori provocan síntomas similares a los de las úlceras causadas
por otros trastornos, incluyendo dolor en la parte superior del abdomen.

Diagnóstico
 Análisis de sangre, aliento o heces
 A veces, endoscopia digestiva alta

La presencia de H. pylori se puede detectar mediante análisis de sangre, pruebas del aliento y análisis de
muestras de heces. Sin embargo, dado que los análisis de sangre pueden seguir dando resultado positivo
hasta 3 años después de que la infección por H. pylori se haya eliminado, a menudo se utiliza la prueba del
aliento para confirmar el éxito del tratamiento.

A veces el médico emplea una sonda flexible de visualización (endoscopio) para hacer una endoscopia
digestiva alta con el objetivo de obtener una muestra de la mucosa gástrica para su examen al microscopio
(biopsia).

Pronóstico
En personas que no han sido tratadas con antibióticos, se estima que la probabilidad de recurrencia de la
úlcera gastroduodenal causada por una infección con H. pylori es mayor del 50% en el periodo de 1 año. Este
porcentaje disminuye a menos del 10% en personas que sí han sido tratadas con antibióticos. Además, el
tratamiento de la infección por H. pylori puede curar las úlceras que se han resistido a tratamiento previos.

La infección a largo plazo con H. pylori aumenta el riesgo de cáncer de estómago.

Tratamiento
 Antibióticos y un inhibidor de la bomba de protones

La infección por H. pylori debe tratarse con antibióticos. El tratamiento más utilizado para la infección
por H. pylori consiste en un inhibidor (ver Fármacos utilizados en el tratamiento de las úlceras
gastroduodenales) de la bomba de protones para reducir la producción de ácido en combinación con dos
antibióticos, como la amoxicilina y la claritromicina, administrados dos veces al día durante 14 días.

La combinación de subsalicilato de bismuto (un fármaco similar al sucralfato), tetraciclina (un antibiótico),
metronidazol (un antibiótico) y un inhibidor de la bomba de protones es otra opción muy generalizada. Sin
embargo, este tratamiento requiere que la persona afectada tome un total de cuatro fármacos hasta 4 veces al
día durante un periodo de 14 días. Las personas que sufren úlceras duodenales o gástricas toman inhibidores
de la bomba de protones durante 4 semanas como mínimo.

Infección por Helicobacter pylori (H. pylori)


Descripción general
La infección por la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori) ocurre cuando un tipo de bacteria
denominada «Helicobacter pylori» (H. pylori) infecta el estómago. Esto ocurre comúnmente en
la infancia. La infección por H. pylori es una causa frecuente de las úlceras pépticas y puede
estar presente en más de la mitad de la población mundial.
La mayoría de las personas no se da cuenta de que tiene una infección por H. pylori porque
nunca se enferma por ella. Si presentas signos y síntomas de úlcera péptica, es probable que
el médico te realice análisis para detectar infección por H. pylori. Si tienes una infección por
H. pylori, puede tratarse con antibióticos.

Síntomas
La mayoría de las personas con infección por H. pylori nunca presenta signos ni síntomas. No
está claro por qué ocurre esto, pero puede que algunas personas nazcan con una resistencia
mayor a los efectos nocivos de H. pylori.
Cuando se manifiestan los signos y síntomas de la infección por H. pylori, estos comprenden:

 Dolor o ardor en el abdomen


 Dolor abdominal más agudo con el estómago vacío
 Náuseas
 Pérdida de apetito
 Eructos frecuentes
 Hinchazón
 Adelgazamiento involuntario
Cuándo consultar al médico
Pide una consulta con el médico si notas signos o síntomas persistentes que te preocupen.
Busca atención médica de inmediato si tienes:

 Dolor abdominal intenso o persistente


 Dificultad para tragar
 Heces con sangre o de color negro alquitranosas
 Vómitos con sangre o de color negro, o vómitos con la apariencia de granos de café

Causas
Todavía no se conoce la manera exacta en que la H. pylori produce una infección. La bacteria
H. pylori puede transmitirse de una persona a otra por contacto directo con saliva, vómito o
materia fecal. La H. pylori también puede transmitirse a través de alimentos o agua
contaminados.

Factores de riesgo
El H. pylori a menudo se contagia en la infancia. Los factores de riesgo para la infección por
H. pylori están relacionados con las condiciones de vida en tu infancia, tales como:

 Vivir en condiciones de hacinamiento. Si vives en una casa con muchas otras personas,
tienes más riesgo de una infección por H. pylori.
 Vivir sin una fuente confiable de agua limpia. Tener un suministro confiable de agua
limpia y potable contribuye a reducir el riesgo de H. pylori.
 Vivir en un país en vías de desarrollo. Las personas que viven en países en vías de
desarrollo, donde el hacinamiento y las condiciones de vida insalubres pueden ser más
frecuentes, tienen más riesgo de infección por H. pylori.
 Vivir con una persona que tiene infección por H. pylori. Si vives con una persona que
tiene H. pylori, es más probable que también tengas H. pylori.

Complicaciones
Las complicaciones relacionadas con la infección por H. pylori comprenden:

 Úlceras. El H. pylori puede dañar la mucosa protectora del estómago y del intestino
delgado. A causa de esto, el ácido estomacal puede producir una llaga abierta (úlcera).
Cerca del 10 por ciento de las personas con H. pylori tienen una úlcera.
 Inflamación de la mucosa del estómago. La infección por H. pylori puede irritar el
estómago, lo que provoca una inflamación (gastritis).
 Cáncer de estómago. La infección por H. pylori es un factor de riesgo importante para
ciertos tipos de cáncer de estómago.

Prevención
En regiones del mundo donde la infección por H. pylori y sus complicaciones son frecuentes,
los médicos a veces hacen análisis a personas sanas en busca de H. pylori. Existe una
controversia entre los médicos sobre si es beneficioso tratar H. pylori cuando no se observan
signos ni síntomas de la infección.
Consulta con tu médico si te preocupa la posibilidad de tener una infección por H. pylori o
piensas que tienes un gran riesgo de contraer cáncer de estómago. Juntos pueden decidir si te
será beneficioso un análisis para la detección de H. pylori.
Exámenes para H. pylori
La Helicobacter pylori (H. pylori) es la bacteria (microbio) responsable de causar la mayoría de las úlceras
duodenales y estomacales y muchos casos de inflamación del estómago (gastritis crónica).
Forma en que se realiza el examen
Hay varios métodos para analizar la infección por H. pylori.
Prueba del aliento (prueba del aliento con urea [PAU] marcada con un isótopo de carbono)
 Hasta 2 semanas antes del examen, usted debe dejar de tomar cualquier antibiótico, medicamentos que contengan
bismuto, tales como Pepto-Bismol e inhibidores de la bomba de protones (IBP).

 Durante el examen, usted traga una sustancia especial que contiene urea. La urea es un producto de desecho que el
cuerpo produce a medida que descompone la proteína. La urea utilizada en este examen ha sido convertida en
radiactiva, pero es inocua.

 Si la H. pylori está presente, las bacterias convierten la urea en dióxido de carbono, el cual se detecta y se registra en su
respiración exhalada después de 10 minutos.
 Este examen puede identificar a casi todas las personas que tienen H. pylori. También se puede emplear para confirmar
que la infección haya sido tratada por completo.
Exámenes de sangre
 Los exámenes de sangre se usan para medir los anticuerpos contra H. pylori. Los anticuerpos son proteínas producidas
por el sistema inmunitario del cuerpo cuando este detecta sustancias dañinas como las bacterias.
 Los exámenes de sangre para H. pylori solo pueden decir si el cuerpo tiene anticuerpos con esta bacteria. No pueden
determinar si usted tiene una infección actual o por cuánto tiempo la ha tenido. Esto se debe a que el examen sigue
siendo positivo durante años aun cuando la infección se haya curado. En consecuencia, los exámenes de sangre no se
pueden usar para ver si la infección se ha curado después del tratamiento.
Examen coprológico
 Un examen coprológico puede detectar rastros genéticos de la H. pylori en las heces.
 Este examen se puede emplear para diagnosticar la infección y confirmar la curación después del tratamiento.

Biopsia
 Una muestra de tejido, llamado biopsia, se toma del revestimiento del estómago. Esta es la manera más exacta de decir
si usted tiene infección por H. pylori.
 Para extraer la muestra de tejido, a usted le practican un procedimiento llamado endoscopia. Este procedimiento se
realiza en el hospital o en un centro ambulatorio.
 Por lo regular, se toma una biopsia si se necesita la endoscopia por otras razones. Las razones incluyen diagnosticar la
úlcera, tratar cualquier sangrado o cerciorarse de que no haya cáncer.

Muestra de materia fecal: antígeno de H.


pylori

Qué es
La bacteria Helicobacter pylori (H. pylori) es la causante de las úlceras pépticas (lesiones en las membranas
del estómago, el intestino delgado o el esófago). En este análisis, la muestra de materia fecal (heces) se
utiliza para determinar si hay antígenos H. pylori en el sistema gastrointestinal del niño. Los antígenos son
sustancias que estimulan al sistema inmunológico a reaccionar contra una infección.

Por qué se realiza


Es posible que el médico ordene análisis del antígeno H. pylori en la materia fecal si su hijo presenta
síntomas que pudieran indicar la existencia de una úlcera péptica, como indigestión, dolor abdominal,
sensación de distension, náuseas, eructos constantes o vómitos. También es posible que se ordene
después de que su hijo haya terminado de tomar los antibióticos para tratar H. pylori con el fin de determinar
si se ha erradicado la infección.

Preparación

A diferencia de la mayoría de los análisis de laboratorio, la muestra de heces suele ser recolectada por los
padres en casa, no por un profesional de la salud en el hospital o clínica. Se le pedirá a su hijo que durante
las 2 semanas previas al análisis no tome ciertos medicamentos, como antibióticos, antiácidos, bismuto o
medicamentos para tratar úlcera péptica como inhibidores de la bomba de protones o agentes bloqueadores
H2.

Procedimiento

El médico o el laboratorio del hospital suelen entregar instrucciones por escrito sobre la manera en que se
debe recolectar la muestra de materia fecal. Si no le dan instrucciones, aquí tiene algunos consejos para
recolectar la muestra de heces de su hijo:

1. Asegúrese de utilizar guantes protectores y de lavar bien sus manos y las de su hijo al
finalizar.

2. Los niños más pequeños no siempre son capaces de avisar a sus padres cuando van a mover
el vientre. Por lo tanto, se utiliza recipiente plástico con forma de sombrero para recolectar la
muestra. Este dispositivo se puede colocar rápidamente sobre el inodoro o debajo de la cola de
su hijo para recolectar la muestra. El uso de un dispositivo de recolección puede evitar la
contaminación de las heces con agua o suciedad. Otra manera de recolectar la muestra
consiste en colocar una envoltura plástica floja sobre el asiento del inodoro. Después, la
muestra de materia fecal se coloca en un recipiente limpio y sellado para llevarla al
laboratorio.

3. También se puede utilizar un envoltorio plástico para forrar el pañal de un bebé o un niño
pequeño que aún no usa el inodoro. El envoltorio se debe colocar de manera tal que la orina se
derrame hacia el pañal y no hacia el envoltorio. No permita que la materia fecal toque el
interior del pañal descartable ya que la tela tiene por lo general propiedades antibacterianas
que pueden interferir con el resultado del análisis.

4. Su hijo no debe orinar dentro del recipiente. Si es posible, pídale a su hijo que vacíe su vejiga
antes de mover el vientre.
5. La materia fecal se debe recolectar en frascos de plástico, limpios y secos con tapas a rosca.
Quizás su hijo tenga que recolectar la muestra de heces una o más veces. Para obtener
mejores resultados, es conveniente llevar la muestra rápidamente al laboratorio. Si esto no es
posible, la materia fecal se debe refrigerar y luego llevar al laboratorio lo antes posible.

También es posible que el médico o la enfermera recojan una muestra de materia fecal insertando un
hisopo en el recto del niño.

Qué esperar
Cuando la muestra llega al laboratorio, se coloca una pequeña cantidad de materia fecal en tubitos. Se
agregan ciertas sustancias químicas y coloranter. Al final del análisis, la aparición del color azul indica que
existen antígenos H. pylori.

Obtención de los resultados


Por lo general, el resultado del análisis de H. pylori se informa en un día.

Riesgos

No existen riesgos asociados con la recolección de muestras de materia fecal.

Ayudar a su hijo

La recolección de muestras de materia fecal es indolora. Explíquele a su hijo que la recolección de materia
fecal no le dolerá, pero que es necesario hacerlo con cuidado. Si su hijo es mayor, podrá recolectar la
muestra solo para evitar hacerle pasar vergüenza. Indíquele a su hijo cómo hacerlo correctamente. Si la
muestra se recoge mediante el uso de un hisopo, es posible que su hijo sienta una pequeña presión en el
recto mientras se realiza el procedimiento.

Si tiene alguna pregunta


Si tiene preguntas acerca del análisis de H. pylori en las heces, hable con su médico.

Gastritis
La gastritis ocurre cuando el revestimiento del estómago resulta hinchado o inflamado.

La gastritis puede durar solo por un corto tiempo (gastritis aguda). También puede perdurar durante meses
o años (gastritis crónica).

Causas
Las causas más comunes de gastritis son:

 Ciertos medicamentos, como ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno o naproxeno y otros fármacos similares
 Consumo excesivo de alcohol
 Infección del estómago con una bacteria llamada Helicobacter pylori
Las causas menos comunes son:

 Trastornos autoinmunitarios (como anemia perniciosa)

 Reflujo de bilis hacia el estómago (reflujo biliar)

 Consumo de cocaína

 Ingerir o beber sustancias cáusticas o corrosivas (como venenos)

 Estrés extremo

 Infección viral, como citomegalovirus y el virus del herpes simple (ocurre con más frecuencia en personas con un
sistema inmunitario débil)

Un traumatismo o una enfermedad grave y repentina como una cirugía mayor, insuficiencia renal o el hecho
de estar con un respirador pueden causar gastritis.

H. pylori y úlceras pépticas


¿Qué es la úlcera péptica?
Una úlcera péptica es una llaga en el revestimiento del estómago o el duodeno, que es donde comienza el
intestino delgado. Con menos frecuencia, una úlcera péptica puede aparecer justo por encima del estómago
en el esófago, que es el tubo que conecta a la boca con el estómago.

Las úlceras pépticas en el estómago se llaman úlceras gástricas. Las úlceras que se producen en el duodeno se
llaman úlceras duodenales. Las personas pueden sufrir de una úlcera gástrica y duodenal a la misma vez.
También pueden presentar una úlcera péptica más de una vez en sus vidas.

Las úlceras pépticas son comunes. Cada año en los Estados Unidos, cerca de 500,000 personas desarrollan
una úlcera péptica.1

¿Cuáles son las causas de las úlceras pépticas?


La bacteria llamada Helicobacter pylori (H. pylori) es una de las mayores causas de las úlceras pépticas. Otra
causas comunes, son los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE por sus siglas), tal como la
aspirina y el ibuprofeno. Es poco común que los tumores cancerosos o no cancerosos en el estómago,
duodeno o páncreas causen úlceras.

Las úlceras pépticas no son causadas por estrés ni por comer comidas picantes, pero ambas pueden
empeorar los síntomas de la úlcera. Fumar y tomar bebidas alcohólicas puede empeorar las úlceras y hasta
evitar que sanen.

¿Qué es H. pylori?
H. pylori es un tipo de bacteria—un germen que puede causar infección. La infección por H. pylori es común,
sobre todo en países en vías de desarrollo, y usualmente comienza durante la niñez. Los síntomas por lo
general no aparecen hasta alcanzar la edad adulta, aunque la mayoría de personas nunca presentan
síntomas.

H. pylori causa más de la mitad de las úlceras pépticas en todo el mundo.2 La bacteria causa las úlceras
pépticas al dañar el revestimiento mucoso que protege el estómago y el duodeno. El daño al revestimiento
mucoso permite que los potentes ácidos estomacales atraviesen el sensible revestimiento debajo del
estómago y duodeno. Juntos, el ácido estomacal y H. pyloriirritan el revestimiento del estómago y duodeno y
causan una úlcera.

Sin embargo, la mayoría de personas con H. pylori no desarrollan úlceras. Aún se desconoce porque la
bacteria causa úlceras en ciertas personas pero no en otras. Es probable, que el desarrollo de la úlcera
dependa de las características de la persona infectada; del tipo de cepa de H. pylori presente; y de otros
factores que los investigadores aún desconocen.

¿Cómo se propaga H. pylori?


Los científicos no están seguros de la manera en que se propaga H. pylori, pero creen que puede ser
transmitido por medio de alimentos o agua contaminados. Las personas pueden contraer la bacteria a través
de alimentos que no se lavaron o prepararon adecuadamente, o al beber agua que proviene de un lugar
contaminado o sucio.

Otros estudios están investigando cómo se propaga la infección de una persona infectada a una persona no
infectada. Los estudios sugieren que al entrar en contacto con la materia fecal o el vómito de una persona
infectada, se puede propagar la infección H. pylori. Y también se ha encontrado H. pylori en la saliva de
algunas personas infectadas, de modo que la bacteria también puede propagarse por contacto directo con la
saliva de una persona infectada.

¿Cuáles son los síntomas de la úlcera péptica?


Malestar abdominal es el síntoma más común, tanto de las úlceras duodenales como las gástricas. Este
malestar se siente en cualquier lugar entre el ombligo y el esternón y usualmente

 es un dolor sordo o ardiente


 se presenta cuando el estómago esta vacío—entre las comidas o durante la noche
 se puede aliviar brevemente al ingerir alimento, en el caso de las úlceras duodenales, o al tomar
antiácidos tanto para la úlcera péptica como la duodenal
 dura de minutos a horas
 va y viene por varios días o semanas

Puede haber otros síntomas que incluyen

 pérdida de peso
 falta de apetito
 hinchazón
 eructos
 náuseas
 vómitos

Algunas personas presentan tan sólo síntomas leves o no presentan síntomas.

Síntomas de emergencia
Una persona que tenga cualquiera de los siguientes síntomas debe llamar inmediatamente a un médico:
 dolor de estómago agudo, repentino, persistente e intenso
 heces sanguinolentas o negras
 vómito con sangre o vómito que parece poso de café

Estos síntomas de “alarma” pueden ser señales de un problema grave, tal como

 hemorragia—cuando el ácido o la úlcera péptica rompe un vaso sanguíneo


 perforación—cuando la úlcera péptica perfora totalmente la pared del estómago o el duodeno
 obstrucción—cuando la úlcera péptica bloquea el trayecto de los alimentos tratando de salir del
estómago

¿Cómo se diagnostica una úlcera causada por H. pylori?


Técnicas no invasivas
Si un paciente presenta síntomas de úlcera péptica, el médico comenzará por preguntar sobre el uso de AINE
con o sin receta médica. El médico pedirá a los pacientes que están tomando AINE que dejen de tomarlos,
que reduzcan la dosis, o que cambien a otra medicación.

Después, el médico hará pruebas para ver si el paciente está infectado con H. pylori. Dichos exámenes son
importantes porque el tratamiento de una úlcera causada por H. pylori es diferente del tratamiento de una
úlcera causada por AINE.

Los médicos pueden diagnosticar H. pylori mediante una de tres simples pruebas no invasivas a través de la
sangre, el aliento o las heces del paciente. Debido a que las pruebas del aliento y las heces detectan H.
pylori con mayor exactitud que la prueba de sangre, algunos médicos prefieren usar una de estas dos
pruebas. Las pruebas descritas a continuación se realizan con facilidad, a menudo en un entorno ambulatorio
tal como un consultorio médico o laboratorio.

 La prueba de sangre. Se extrae una muestra de sangre de la vena del paciente, que se examina
para detectar anticuerpos contra H. pylori. Los anticuerpos son sustancias que el cuerpo produce
para combatir sustancias nocivas e invasoras—llamados antígenos—tal como la bacteria H. pylori.
 La prueba de aliento con urea. El paciente ingiere una capsula, líquido o pudín que contiene
urea “marcada” con un átomo de carbono especial. Luego de pocos minutos, el paciente respira
dentro de un recipiente, soltando dióxido de carbono. Si el átomo de carbono especial se
encuentra en el aire expulsado, H. pylori está presente, pues la bacteria contiene grandes
cantidades de ureasa, una sustancia química que descompone la urea en dióxido de carbono y
amoniaco.
 La prueba de antígeno en heces. El paciente proporciona una muestra de heces, que se
analiza para detectar antígenos de H. pylori.

Técnicas invasivas
Si el paciente presenta cualquier síntoma de alarma, el médico ordena una endoscopia o tránsito
esofagogastroduodenal, conocido en inglés como “upper gastrointestinal (GI) series”. Muchos médicos
también recomiendan estas pruebas para pacientes que hayan sufrido los primeros síntomas de úlcera
péptica alrededor de los 50 años de edad. Las pruebas usualmente se realizan como un procedimiento
ambulatorio en un hospital, y ambos procedimientos son indoloros y permiten que el médico vea adentro del
estómago y duodeno del paciente.

Para la endoscopia, se seda levemente al paciente. El médico pasa un endoscopio— un tubo delgado, con una
luz y una cámara diminuta en su extremo—en la boca del paciente que pasa a través de la garganta al
estómago y duodeno. Con este instrumento, el médico puede examinar en detalle el revestimiento del
esófago, estómago y duodeno.
El médico puede usar el endoscopio para tomar fotos de úlceras o para extirpar un pequeño pedazo de
tejido—no más grande que el cerillo de un fósforo—para examinarlo bajo un microscopio. A este
procedimiento se lo conoce como biopsia. El tejido de la biopsia se examina para ver si presenta H. pylori.

Si una úlcera está sangrando, el médico puede usar un endoscopio para inyectar medicinas que ayuden a
coagular la sangre o guiar una sonda térmica que queme el tejido para detener el sangrado—un proceso
llamado cauterización.

Para un tránsito esofagogastroduodenal, el paciente beberá un líquido blanco y terroso parecido al yeso
llamado bario. El bario permite que el esófago, estómago, duodeno y cualquier úlcera aparezcan en una
radiografía. No es necesaria la sedación para este procedimiento.

¿Cómo se trata la úlcera péptica causada por H. pylori?


Las úlceras pépticas por H. pylori se tratan con medicamentos para eliminar la bacteria, disminuir la
secreción de ácido gástrico, y proteger el revestimiento del estómago y duodeno.

Para eliminar a H. pylori se usan antibióticos. Los regímenes de antibióticos pueden diferir en todo el mundo
debido a que ciertas cepas de H. pylori se han vuelto resistentes a ciertos antibióticos, lo que significa que un
antibiótico que antes destruía a la bacteria, ya no es eficaz. Los médicos siguen atentamente las
investigaciones sobre tratamientos antibióticos para la infección de H. pylori para saber que estrategia de
tratamiento destruirá que tipo de cepa.

Los medicamentos que reducen el ácido estomacal comprenden los inhibidores de la bomba de protones
(IBP por sus siglas) y los antagonistas de los receptores de histamina (antihistamínicos H2). Estas medicinas
reductoras de ácido gástrico ayudan a disminuir el dolor ulceroso después de algunas semanas y favorecen la
curación de la úlcera. Los antihistamínicos H2 y los IBP actúan de diferentes maneras:

 Los IBP suprimen la producción de ácido al interrumpir el mecanismo que bombea ácido hacia el
estómago.
 Los antihistamínicos H2 bloquean la histamina, sustancia que estimula la secreción de ácido
gástrico.

Aunque los IBP no pueden eliminar la bacteria H. pylori, los estudios señalan que sí ayudan en combatir la
infección de H. pylori. Los estudios también indican que luego de cuatro semanas de tratamiento, los
pacientes que toman IBP sienten alivio del dolor en menos tiempo y presentan una mayor tasa de curación
que aquellos que toman antihistamínicos H2.

El subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol), recubre las úlceras, protegiéndolas del ácido estomacal. Aunque
el subsalicilato de bismuto puede eliminar a H. pylori, se usa con—y no en vez de—antibióticos en algunos
regímenes de tratamiento.

En los Estados Unidos, la terapia triple basada en claritromicina—o simplemente llamada terapia triple—es
el tratamiento estándar para tratar la úlcera causada por H. pylori. El médico receta el antibiótico
claritromicina, un IBP, y los antibióticos amoxicilina o metronidazol durante 10 a 14 días. Debido a estudios
que muestran tasas más altas de curación durante un tratamiento de 14 días, hoy en día, algunos médicos
recetan la terapia triple por este periodo más largo.

La terapia cuádruple basada en bismuto es otra estrategia de tratamiento que se usa en los Estados Unidos.
El paciente toma un IBP, subsalicilato de bismuto y los antibióticos tetraciclina y metronidazol durante 10 a
14 días. La terapia cuádruple de bismuto se usa para tratar a pacientes en varias situaciones, tales como en
situaciones en la que el paciente

 no puede tomar amoxicilina—un antibiótico derivado de la penicilina— debido a alergia a la


penicilina
 ha sido tratado anteriormente con un antibiótico macrólido, tal como la claritromicina
 sigue infectado con H. pylori, porque la terapia triple no eliminó la bacteria
Tanto la terapia triple, como la cuádruple basada en bismuto, pueden causar náuseas y otros efectos
secundarios que incluyen

 malestar estomacal
 diarrea
 dolor de cabeza
 sabor metálico en la boca
 lengua oscura o heces negras
 enrojecimiento al beber alcohol
 sensibilidad al sol

Los pacientes deben hablar con su médico sobre cualquier efecto secundario molesto; el médico podría
recetar otras medicinas para eliminar la bacteria y curar la úlcera.

Aunque los antibióticos pueden curar entre 80 por ciento y 90 por ciento de las úlceras causadas por H.
pylori, eliminar la bacteria puede ser complicado. Los pacientes deben tomar todas las medicinas tal como
fueron recetadas, inclusive después de que el dolor de la úlcera péptica haya desaparecido.

Al menos 4 semanas después del tratamiento, el médico examina al paciente mediante una prueba de aliento
o de las heces para asegurarse que la infección de H. pylori fue curada. La prueba de sangre no es útil
después del tratamiento, ya que la sangre del paciente puede dar un resultado positivo para H. pylori incluso
después de que la bacteria fue eliminada.

Si la infección persiste, las úlceras pueden repetirse o, con menos frecuencia, se puede desarrollar cáncer del
estómago. De este modo, algunos pacientes necesitan más de una ronda de medicinas para eliminar la
bacteria H. pylori. La terapia cuádruple de bismuto es uno de varios tratamientos que se usan cuando el
tratamiento inicial no da resultado—una estrategia denominada terapia de “rescate” o terapia de
“salvamento”. Durante la segunda ronda de medicinas, el médico receta antibióticos diferentes a los usados
en la primera ronda. Sin embargo, la amoxicilina, se puede usar nuevamente para tratar la infección de H.
pylori ya que la resistencia a este antibiótico es poco común.

¿Pueden los antiácidos o la leche ayudar a curar una


úlcera péptica?
Un antiácido puede hacer que el dolor de la úlcera desaparezca temporalmente, pero no eliminará a H.
pylori. Las personas que están siendo tratadas para una úlcera H. pylori deben consultar al médico antes de
tomar antiácidos. Algunos antibióticos que se emplean para eliminar a H. pylori pueden no actuar de manera
eficaz si se los combina con un antiácido.

Las personas solían pensar que beber leche ayudaba a sanar las úlceras pépticas. Los médicos saben hoy en
día, que aunque la leche puede ayudar a sentir un breve alivio de la úlcera, también aumenta el ácido
estomacal que podría empeorar la úlcera. Los pacientes deben hablar con su médico sobre tomar leche
mientras la úlcera se está curando.

¿Se puede prevenir la infección H. pylori?


Nadie sabe con certeza cómo se propaga H. pylori, de manera que es complicada la prevención. Los
investigadores están tratando de obtener una vacuna para prevenir—e inclusive curar—la infección de H.
pylori. Para ayudar a prevenir la infección, los médicos recomiendan a las personas a

 lavarse las manos con agua y jabón después de usar el baño y antes de comer
 comer alimentos que hayan sido bien lavados y cocinados adecuadamente
 beber agua de una fuente sana y limpia
Puntos para recordar
 Una úlcera péptica es una llaga en el revestimiento del estómago o el duodeno.
 La mayoría de úlceras pépticas son causadas por H. pylori. Otra causa común es el uso de los
AINE, tal como la aspirina y el ibuprofeno.
 Ni el estrés ni la comida picante causan úlceras. Sin embargo, fumar y tomar bebidas alcohólicas
puede empeorar las úlceras y evitar que sanen.
 El malestar abdominal de la úlceras pépticas
– es un dolor sordo o ardiente
– se presenta cuando el estómago está vacío—entre las comidas o en la noche
– se puede aliviar brevemente al ingerir comida, en el caso de las úlceras duodenales, o al tomar
antiácidos, en ambos tipos de úlceras pépticas
– puede durar de minutos a horas
– va y viene por varios días o semanas
 Una combinación de antibióticos con medicinas que reducen el ácido es el tratamiento más eficaz
para las úlceras pépticas producidas por H. pylori.
 Es necesario hacerse exámenes médicos después del tratamiento para asegurarse de que la
infección de H. pylori desapareció.
 Para ayudar a prevenir la infección de H. pylori, las personas deben
– lavarse las manos después de usar el baño y antes de comer
– comer alimentos que hayan sido preparados adecuadamente
– beber agua de una fuente sana y limpia

Referencias
[1] Ramakrishnan K, Salinas RC. Peptic ulcer disease. American Family Physician. 2007;76(7):1005–
1012.

[2] Helicobacter pylori and peptic ulcer disease; economics of peptic ulcer disease and H.
pylori infection. Centers for Disease Control and Prevention website. www.cdc.gov . Accessed February
23, 2009.

Ensayos Clínicos
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK por sus siglas en inglés) y
otras organizaciones del Instituto Nacional de Salud (NIH) conducen y ayudan en la investigación de muchas
enfermedades y condiciones médicas.

Que son ensayos clínicos, y serian una buena opción para usted?
Los ensayos clínicos son parte de la investigación clínica y a la raíz de todos avances médicos. Los ensayos
clínicos buscan maneras nuevas de prevenir, detectar o tratar enfermedades. Los investigadores también
usan los ensayos clínicos para estudiar otros aspectos de la atención clínica, como la manera de mejorar la
calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas. Averigüe si los ensayos clínicos son adecuados
para usted.

Que ensayos clínicos están disponibles?


Para más información sobre los ensayos clínicos que están disponibles y están reclutando
visite: www.ClinicalTrials.gov .

Esta información podría contener contento sobre medicinas y las afecciones que estas tratan cuando se
toman según las indicaciones. Durante la preparación de esta publicación, se incluyó la información más
actualizada disponible. Para recibir información al día, o si tiene preguntas sobre cualquier medicina,
comuníquese con la U.S. Food and Drug Administration (Administración de Medicamentos y Alimentos,
FDA por sus siglas en inglés). Llame gratis al 1-888-463-6332 (1-888-INFO-FDA), o visite su sitio web
en www.fda.gov (en español: www.fda.gov/AboutFDA/EnEspanol ). Consulte al proveedor de atención
médica para obtener más información.
El Gobierno de los Estados Unidos no apoya ni prefiere ningún producto ni compañía en particular. Los
nombres comerciales, patentados y de compañías que aparecen en este documento se usan únicamente
porque se consideran necesarios en el contexto de la información provista. Si algún producto no se
menciona, la omisión no significa ni implica que el producto no sea satisfactorio.

¿Qué es Helicobacter pylori?


Helicobacter pylori, o H. pylori, es una bacteria de forma espiral que crece en la capa mucosaque
recubre el interior del estómago humano.
Para sobrevivir en este medio hostil, ácido, del estómago, la bacteria H. pylori secreta
una enzima llamada ureasa, la cual convierte la urea química en amoniaco. La producción de amoniaco
al derredor de H. pylori neutraliza la acidez del estómago, para hacerlo más acogedor para la
bacteria. Además, la forma espiral de H. pylori le permite penetrar la capa mucosa, la cual es menos
ácida que el espacio interior, o lumen, del estómago. La bacteria H. pylori puede también adherirse a
las células que revisten la superficie interna del estómago.
Aunque las células inmunitarias, las cuales reconocen y atacan normalmente a las bacterias invasoras, se
acumulan cerca de los sitios de infección por H. pylori, ellas no pueden llegar al revestimiento del
estómago. Además, dicha bacteria ha creado medios de interferir en las reacciones inmunitarias locales,
lo que las hace ineficaces para que eliminen esta bacteria (1, 2).
H. pylori ha coexistido con el ser humano por miles de años y la infección por esta bacteria es común.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) calculan que casi dos tercios de la
población mundial albergan la bacteria, y los índices de infección son mucho más elevados en los países
en desarrollo que en las naciones desarrolladas.
Aunque la infección por H. pylori no causa enfermedades en la mayoría de las personas infectadas, sí es
un factor principal de riesgo de úlcera péptica y es responsable de la mayoría de las úlceras de estómago
y del intestino delgado superior. El Instituto Nacional de la Diabetes y Enfermedades del Aparato
Digestivo y de Riñón tiene más información acerca de la bacteria H. pylori y de la enfermedad de úlcera
péptica.
En 1994, la Oficina Internacional de Investigación de Cáncer clasificó a la bacteria H.
pyloricomo carcinógena, o causante de cáncer, en los humanos, a pesar de resultados contradictorios en
aquel tiempo. Desde entonces, la colonización del estómago con H. pylori se ha aceptado cada vez más
como causa importante del cáncer de estómago y del linfoma gástrico de tejido linfoide asociado con la
mucosa. La infección por H. pylori está asociada también con un riesgo menor
de adenocarcinoma esofágico.
Se cree que la bacteria H. pylori se propaga por medio de los alimentos y del agua contaminados y por
contacto directo de boca a boca. En la mayoría de las poblaciones, la bacteria se adquiere en la
niñez. La infección es más probable en los niños que viven en la pobreza, en lugares sobrepoblados y en
zonas con sanidad deficiente.

¿Qué es el cáncer gástrico?


El cáncer gástrico, o cáncer de estómago, se consideraba antes como una sola entidad. Ahora, los
científicos dividen este cáncer en dos clases principales: cáncer gástrico del cardias (cáncer de la pulgada
superior del estómago, donde se une al esófago) y cáncer gástrico no del cardias (cáncer en todas las
otras zonas del estómago).
El cáncer gástrico es la segunda causa más común de muertes relacionadas por cáncer en el mundo y
cobró aproximadamente 738 000 vidas en 2008 (3). Dicho cáncer es menos común en los Estados
Unidos y en otros países occidentales que en países asiáticos y sudamericanos.
En general, la incidencia del cáncer gástrico está disminuyendo. Sin embargo, este descenso se presenta
principalmente en los índices de cáncer gástrico no del cardias (4). El cáncer gástrico del cardias, el cual
solía ser poco común, ha subido en incidencia en décadas recientes (5).
La infección por H. pylori es la causa principal que se identifica para el cáncer gástrico. Otros factores
de riesgo de cáncer gástrico son la gastritis crónica; edad mayor; sexo masculino; dieta rica en alimentos
salados, ahumados o mal conservados, y pobre en frutas y verduras; tabaquismo; anemia perniciosa;
antecedentes de cirugía de estómago por padecimientos benignos; y antecedentes familiares de cáncer de
estómago (6, 7).
H. pylori tiene diferentes relaciones con las dos clases principales de cáncer gástrico. Mientras la gente
infectada por H. pylori tiene un riesgo mayor de cáncer gástrico no del cardias, su riesgo de cáncer
gástrico del cardias no aumenta y más bien disminuye.

¿Qué comprobación científica indica que la infección por H.


pylori causa cáncer gástrico?
Los estudios epidemiológicos han mostrado que los individuos infectados por H. pyloritienen un riesgo
mayor de adenocarcinomas gástricos (1, 2, 8–12). El aumento de riesgo parece estar restringido a cáncer
gástrico no del cardias. Por ejemplo, un análisiscombinado de 2001 de 12 estudios de casos y controles
de H. pylori y de cáncer gástrico calculó que el riesgo de cáncer gástrico no del cardias era casi seis
veces mayor para gente infectada por H. pylori que para gente sin la infección (8).
La comprobación científica adicional de asociación entre la infección por H. pylori y el riesgo de cáncer
gástrico no del cardias proviene de estudios prospectivos de cohortes como lo es el Estudio
de Prevención de Cáncer con Alfatocoferol y Betacaroteno (ATBC) en Finlandia (13). Al comparar los
sujetos que presentaron cáncer gástrico no del cardias con los sujetos de control sin cáncer, los
investigadores encontraron que los individuos infectados por H. pylori tenían casi ocho veces más riesgo
de cáncer gástrico no del cardias (14).

¿Qué comprobación científica indica que la infección por H.


pylori puede reducir el riesgo de algunos cánceres?
Varios estudios han detectado una relación inversa entre la infección por H. pylori y el cáncer
gástrico del cardias (14–16), aunque la evidencia no es completamente congruente (17, 18). La
posibilidad de una relación inversa entre la bacteria y el cáncer gástrico del cardias está apoyada por la
disminución correspondiente de los índices de infección por H. pylori en los países occidentales en el
siglo pasado, el resultado de una mejor higiene y el uso extendido de antibióticos y el aumento de los
índices de cáncer gástrico del cardias en esas mismas regiones.
La evidencia epidemiológica semejante sugiere que la infección por H. pylori puede estar asociada con
un riesgo menor de adenocarcinoma esofágico. Por ejemplo, un estudio grande de casos y controles en
Suecia mostró que el riesgo de adenocarcinoma esofágico en individuos infectados por H. pylori era un
tercio de los individuos sin infección (15). Un metanálisis de 13 estudios, incluido el estudio de Suecia,
encontró una reducción de 45% en el riesgo de adenocarcinoma esofágico con la infección por H.
pylori (19). Más aún, como sucede con el cáncer gástrico del cardias, los aumentos dramáticos en los
índices de adenocarcinoma esofágico en varios países de occidente son paralelos a la disminución de los
índices de infección por H. pylori.

¿Cómo puede la infección por H. pylori hacer que disminuya


el riesgo de algunos cánceres pero que aumente el riesgo
de otros?
Aunque no se sabe con certeza en qué forma la infección por H. pylori aumenta el riesgo de cáncer
gástrico no del cardias, algunos investigadores especulan que la presencia por largo tiempo de una
reacción inflamatoria predispone las células del revestimiento del estómago para hacerse cancerosas.
Esta idea se apoya en el resultado de que una expresión mayor de una sola citocina (interleucina-1-β) en
el estómago de ratones transgénicos causa inflamación gástrica esporádica y cáncer (20).
El trastorno celular mayor que resulta del daño celular continuo podría aumentar la probabilidad de que
las células formen mutaciones dañinas.
Una hipótesis que puede explicar por qué hay menos riesgos de cáncer gástrico del cardias y
de adenocarcinoma esofágico en individuos infectados por H. pylori se relaciona con la disminución
de acidez estomacal que se observa después de décadas de colonización por H. pylori. Esta disminución
podría reducir el reflujo ácido en el esófago, un factor principal de riesgo de adenocarcinomas que
afectan el estómago superior y el esófago.

¿Qué es H. pylori con cagA y cómo afecta el riesgo de


cánceres de estómago y de esófago?
Algunas bacterias de H. pylori usan un apéndice como aguja para inyectar una toxinaproducida por
un gen llamado gen A asociado a citotoxina en las uniones en donde se juntan las células del
revestimiento del estómago (21, 22). Esta toxina, conocida como CagA, altera la estructura de las células
del estómago y permite que la bacteria se adhiera a esas células con más facilidad. La exposición a la
toxina por un tiempo largo causa inflamación crónica. Sin embargo, no todas las cepas de H.
pylori portan el gen cagA; las que sí lo portan se clasifican como cagA positivas.
La comprobación epidemiológica sugiere que la infección con cepas cagA positivas está asociada en
especial con un riesgo mayor de cáncer gástrico no del cardias y con riesgos menores de cáncer gástrico
del cardias y de adenocarcinoma esofágico. Por ejemplo, un metanálisis de 16 estudios de casos y
controles llevado a cabo en el mundo indicó que los individuos infectados por H. pylori con cagA tenían
un riesgo doble de cáncer gástrico no del cardias que los individuos infectados por H. pylori sin cagA
(23). Por otro lado, un estudio de casos y controles llevado a cabo en Suecia encontró que la gente
infectada por H. pylori con cagA tenía un riesgo significativamente reducido de adenocarcinoma
esofágico (16). En forma semejante, otro estudio de casos y controles llevado a cabo en los Estados
Unidos encontró que la infección por H. pylori con cagA estaba relacionada con un riesgo menor de
adenocarcinoma esofágico y de cáncer gástrico del cardias combinados, pero que la infección con cepas
sin cagA no estaba asociada con el riesgo (24).
Investigación reciente ha sugerido un mecanismo potencial por el que cagA podría contribuir a la
carcinogénesis gástrica. En tres estudios, la infección por H. pylori con cagA estuvo asociada con la
inactivación de las proteínas supresoras de tumores, incluida la p53 (25–27).

¿Qué es el linfoma gástrico de tejido linfoide asociado con


la mucosa (MALT) y cómo se comprueba que puede ser
causado por la infección por H. pylori?
El linfoma gástrico MALT, (Mucosa-Associated Lymphoid Tissue), es un tipo poco común de linfoma
no Hodgkin que se caracteriza por la multiplicación lenta de linfocitos B, un tipo de célula inmunitaria,
en el revestimiento del estómago. Este cáncer representa aproximadamente 12% del linfoma no
Hodgkin extraganglionar (afuera de los ganglios linfáticos) que ocurre en los hombres y
aproximadamente 18% del linfoma no Hodgkin extraganglionar en las mujeres (28). Durante el período
de 1999 a 2003, la incidencia anual del linforma gástrico MALT en los Estados Unidos fue casi de un
caso por cada 100 000 personas.
Normalmente, el revestimiento del estómago carece de tejido linfoide (sistema inmunitario), pero la
formación de este tejido se estimula con frecuencia como respuesta a la colonización del revestimiento
por H. pylori (2). Solo en pocos casos este tejido hace que surja el linfoma MALT. Sin embargo, casi
todos los pacientes con linfoma gástrico MALT presentan signos de infección por H. pylori, y el riesgo
de padecer este tumor es mayor más de seis veces en personas infectadas que en personas no infectadas
(29, 30).

¿Está asociada la infección por H. pylori con algún otro


cáncer?
Sigue sin aclararse si la infección por H. pylori está asociada con el riesgo de otros cánceres.
Algunos estudios han encontrado una posible asociación entre la infección por H. pylori y el cáncer de
páncreas, pero la comprobación es conflictiva (31, 32). Estudios que investigan la posibilidad de que H.
pylori sea un factor de riesgo de adenocarcinomacolorrectal (33) o de cáncer de pulmón (32, 34) no han
comprobado que esté asociado con el riesgo de estos tipos de cáncer.
¿Puede el tratamiento para erradicar la infección por H.
pylori reducir los índices de cáncer gástrico?
Un seguimiento a largo plazo de datos de un estudio clínico aleatorizado llevado a cabo en Shandong,
China, una región en donde los índices de cáncer gástrico son muy altos, encontró que el tratamiento a
corto plazo con antibióticos para erradicar H. pylori redujo la incidencia de cáncer gástrico. Durante un
período de casi 15 años después del tratamiento, la incidencia de cáncer gástrico se redujo casi 40% (35).
Cuando se combinaron los resultados de este estudio con los resultados de varios estudios más pequeños
para examinar los efectos en la incidencia de cáncer gástrico del tratamiento antibiótico para erradicar H.
pylori, se observó una reducción similar.

¿Quién deberá hacerse un diagnóstico y buscar tratamiento


para una infección por H. pylori?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las personas que
tienen úlceras activas de estómago o de duodeno o antecedentes comprobados de úlceras deberán
hacerse pruebas para H. pylori, y, si tienen la infección, deberán recibir tratamiento. (Hay más
información por parte de los CDC). También se recomiendan las pruebas para la infección por H.
pylori y su tratamiento después de una resección (cirugía) de cáncer gástrico inicial y
para linfoma gástrico MALT de bajo grado. Sin embargo, la mayoría de los expertos están de acuerdo
en que la comprobación científica disponible no respalda que se hagan exámenes generales a la
población para la erradicación de la infección por H. pylori.

¿Qué es Helicobacter pylori?


Helicobacter pylori, o H. pylori, es una bacteria de forma espiral que crece en la capa mucosaque
recubre el interior del estómago humano.
Para sobrevivir en este medio hostil, ácido, del estómago, la bacteria H. pylori secreta
una enzima llamada ureasa, la cual convierte la urea química en amoniaco. La producción de amoniaco
al derredor de H. pylori neutraliza la acidez del estómago, para hacerlo más acogedor para la
bacteria. Además, la forma espiral de H. pylori le permite penetrar la capa mucosa, la cual es menos
ácida que el espacio interior, o lumen, del estómago. La bacteria H. pylori puede también adherirse a
las células que revisten la superficie interna del estómago.
Aunque las células inmunitarias, las cuales reconocen y atacan normalmente a las bacterias invasoras, se
acumulan cerca de los sitios de infección por H. pylori, ellas no pueden llegar al revestimiento del
estómago. Además, dicha bacteria ha creado medios de interferir en las reacciones inmunitarias locales,
lo que las hace ineficaces para que eliminen esta bacteria (1, 2).
H. pylori ha coexistido con el ser humano por miles de años y la infección por esta bacteria es común.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) calculan que casi dos tercios de la
población mundial albergan la bacteria, y los índices de infección son mucho más elevados en los países
en desarrollo que en las naciones desarrolladas.
Aunque la infección por H. pylori no causa enfermedades en la mayoría de las personas infectadas, sí es
un factor principal de riesgo de úlcera péptica y es responsable de la mayoría de las úlceras de estómago
y del intestino delgado superior. El Instituto Nacional de la Diabetes y Enfermedades del Aparato
Digestivo y de Riñón tiene más información acerca de la bacteria H. pylori y de la enfermedad de úlcera
péptica.
En 1994, la Oficina Internacional de Investigación de Cáncer clasificó a la bacteria H.
pyloricomo carcinógena, o causante de cáncer, en los humanos, a pesar de resultados contradictorios en
aquel tiempo. Desde entonces, la colonización del estómago con H. pylori se ha aceptado cada vez más
como causa importante del cáncer de estómago y del linfoma gástrico de tejido linfoide asociado con la
mucosa. La infección por H. pylori está asociada también con un riesgo menor
de adenocarcinoma esofágico.
Se cree que la bacteria H. pylori se propaga por medio de los alimentos y del agua contaminados y por
contacto directo de boca a boca. En la mayoría de las poblaciones, la bacteria se adquiere en la
niñez. La infección es más probable en los niños que viven en la pobreza, en lugares sobrepoblados y en
zonas con sanidad deficiente.

¿Qué es el cáncer gástrico?


El cáncer gástrico, o cáncer de estómago, se consideraba antes como una sola entidad. Ahora, los
científicos dividen este cáncer en dos clases principales: cáncer gástrico del cardias (cáncer de la pulgada
superior del estómago, donde se une al esófago) y cáncer gástrico no del cardias (cáncer en todas las
otras zonas del estómago).
El cáncer gástrico es la segunda causa más común de muertes relacionadas por cáncer en el mundo y
cobró aproximadamente 738 000 vidas en 2008 (3). Dicho cáncer es menos común en los Estados
Unidos y en otros países occidentales que en países asiáticos y sudamericanos.
En general, la incidencia del cáncer gástrico está disminuyendo. Sin embargo, este descenso se presenta
principalmente en los índices de cáncer gástrico no del cardias (4). El cáncer gástrico del cardias, el cual
solía ser poco común, ha subido en incidencia en décadas recientes (5).
La infección por H. pylori es la causa principal que se identifica para el cáncer gástrico. Otros factores
de riesgo de cáncer gástrico son la gastritis crónica; edad mayor; sexo masculino; dieta rica en alimentos
salados, ahumados o mal conservados, y pobre en frutas y verduras; tabaquismo; anemia perniciosa;
antecedentes de cirugía de estómago por padecimientos benignos; y antecedentes familiares de cáncer de
estómago (6, 7).
H. pylori tiene diferentes relaciones con las dos clases principales de cáncer gástrico. Mientras la gente
infectada por H. pylori tiene un riesgo mayor de cáncer gástrico no del cardias, su riesgo de cáncer
gástrico del cardias no aumenta y más bien disminuye.

¿Qué comprobación científica indica que la infección por H.


pylori causa cáncer gástrico?
Los estudios epidemiológicos han mostrado que los individuos infectados por H. pyloritienen un riesgo
mayor de adenocarcinomas gástricos (1, 2, 8–12). El aumento de riesgo parece estar restringido a cáncer
gástrico no del cardias. Por ejemplo, un análisiscombinado de 2001 de 12 estudios de casos y controles
de H. pylori y de cáncer gástrico calculó que el riesgo de cáncer gástrico no del cardias era casi seis
veces mayor para gente infectada por H. pylori que para gente sin la infección (8).
La comprobación científica adicional de asociación entre la infección por H. pylori y el riesgo de cáncer
gástrico no del cardias proviene de estudios prospectivos de cohortes como lo es el Estudio
de Prevención de Cáncer con Alfatocoferol y Betacaroteno (ATBC) en Finlandia (13). Al comparar los
sujetos que presentaron cáncer gástrico no del cardias con los sujetos de control sin cáncer, los
investigadores encontraron que los individuos infectados por H. pylori tenían casi ocho veces más riesgo
de cáncer gástrico no del cardias (14).

¿Qué comprobación científica indica que la infección por H.


pylori puede reducir el riesgo de algunos cánceres?
Varios estudios han detectado una relación inversa entre la infección por H. pylori y el cáncer
gástrico del cardias (14–16), aunque la evidencia no es completamente congruente (17, 18). La
posibilidad de una relación inversa entre la bacteria y el cáncer gástrico del cardias está apoyada por la
disminución correspondiente de los índices de infección por H. pylori en los países occidentales en el
siglo pasado, el resultado de una mejor higiene y el uso extendido de antibióticos y el aumento de los
índices de cáncer gástrico del cardias en esas mismas regiones.
La evidencia epidemiológica semejante sugiere que la infección por H. pylori puede estar asociada con
un riesgo menor de adenocarcinoma esofágico. Por ejemplo, un estudio grande de casos y controles en
Suecia mostró que el riesgo de adenocarcinoma esofágico en individuos infectados por H. pylori era un
tercio de los individuos sin infección (15). Un metanálisis de 13 estudios, incluido el estudio de Suecia,
encontró una reducción de 45% en el riesgo de adenocarcinoma esofágico con la infección por H.
pylori (19). Más aún, como sucede con el cáncer gástrico del cardias, los aumentos dramáticos en los
índices de adenocarcinoma esofágico en varios países de occidente son paralelos a la disminución de los
índices de infección por H. pylori.

¿Cómo puede la infección por H. pylori hacer que disminuya


el riesgo de algunos cánceres pero que aumente el riesgo
de otros?
Aunque no se sabe con certeza en qué forma la infección por H. pylori aumenta el riesgo de cáncer
gástrico no del cardias, algunos investigadores especulan que la presencia por largo tiempo de una
reacción inflamatoria predispone las células del revestimiento del estómago para hacerse cancerosas.
Esta idea se apoya en el resultado de que una expresión mayor de una sola citocina (interleucina-1-β) en
el estómago de ratones transgénicos causa inflamación gástrica esporádica y cáncer (20).
El trastorno celular mayor que resulta del daño celular continuo podría aumentar la probabilidad de que
las células formen mutaciones dañinas.
Una hipótesis que puede explicar por qué hay menos riesgos de cáncer gástrico del cardias y
de adenocarcinoma esofágico en individuos infectados por H. pylori se relaciona con la disminución
de acidez estomacal que se observa después de décadas de colonización por H. pylori. Esta disminución
podría reducir el reflujo ácido en el esófago, un factor principal de riesgo de adenocarcinomas que
afectan el estómago superior y el esófago.

¿Qué es H. pylori con cagA y cómo afecta el riesgo de


cánceres de estómago y de esófago?
Algunas bacterias de H. pylori usan un apéndice como aguja para inyectar una toxinaproducida por
un gen llamado gen A asociado a citotoxina en las uniones en donde se juntan las células del
revestimiento del estómago (21, 22). Esta toxina, conocida como CagA, altera la estructura de las células
del estómago y permite que la bacteria se adhiera a esas células con más facilidad. La exposición a la
toxina por un tiempo largo causa inflamación crónica. Sin embargo, no todas las cepas de H.
pylori portan el gen cagA; las que sí lo portan se clasifican como cagA positivas.
La comprobación epidemiológica sugiere que la infección con cepas cagA positivas está asociada en
especial con un riesgo mayor de cáncer gástrico no del cardias y con riesgos menores de cáncer gástrico
del cardias y de adenocarcinoma esofágico. Por ejemplo, un metanálisis de 16 estudios de casos y
controles llevado a cabo en el mundo indicó que los individuos infectados por H. pylori con cagA tenían
un riesgo doble de cáncer gástrico no del cardias que los individuos infectados por H. pylori sin cagA
(23). Por otro lado, un estudio de casos y controles llevado a cabo en Suecia encontró que la gente
infectada por H. pylori con cagA tenía un riesgo significativamente reducido de adenocarcinoma
esofágico (16). En forma semejante, otro estudio de casos y controles llevado a cabo en los Estados
Unidos encontró que la infección por H. pylori con cagA estaba relacionada con un riesgo menor de
adenocarcinoma esofágico y de cáncer gástrico del cardias combinados, pero que la infección con cepas
sin cagA no estaba asociada con el riesgo (24).
Investigación reciente ha sugerido un mecanismo potencial por el que cagA podría contribuir a la
carcinogénesis gástrica. En tres estudios, la infección por H. pylori con cagA estuvo asociada con la
inactivación de las proteínas supresoras de tumores, incluida la p53 (25–27).

¿Qué es el linfoma gástrico de tejido linfoide asociado con


la mucosa (MALT) y cómo se comprueba que puede ser
causado por la infección por H. pylori?
El linfoma gástrico MALT, (Mucosa-Associated Lymphoid Tissue), es un tipo poco común de linfoma
no Hodgkin que se caracteriza por la multiplicación lenta de linfocitos B, un tipo de célula inmunitaria,
en el revestimiento del estómago. Este cáncer representa aproximadamente 12% del linfoma no
Hodgkin extraganglionar (afuera de los ganglios linfáticos) que ocurre en los hombres y
aproximadamente 18% del linfoma no Hodgkin extraganglionar en las mujeres (28). Durante el período
de 1999 a 2003, la incidencia anual del linforma gástrico MALT en los Estados Unidos fue casi de un
caso por cada 100 000 personas.
Normalmente, el revestimiento del estómago carece de tejido linfoide (sistema inmunitario), pero la
formación de este tejido se estimula con frecuencia como respuesta a la colonización del revestimiento
por H. pylori (2). Solo en pocos casos este tejido hace que surja el linfoma MALT. Sin embargo, casi
todos los pacientes con linfoma gástrico MALT presentan signos de infección por H. pylori, y el riesgo
de padecer este tumor es mayor más de seis veces en personas infectadas que en personas no infectadas
(29, 30).

¿Está asociada la infección por H. pylori con algún otro


cáncer?
Sigue sin aclararse si la infección por H. pylori está asociada con el riesgo de otros cánceres.
Algunos estudios han encontrado una posible asociación entre la infección por H. pylori y el cáncer de
páncreas, pero la comprobación es conflictiva (31, 32). Estudios que investigan la posibilidad de que H.
pylori sea un factor de riesgo de adenocarcinomacolorrectal (33) o de cáncer de pulmón (32, 34) no han
comprobado que esté asociado con el riesgo de estos tipos de cáncer.

¿Puede el tratamiento para erradicar la infección por H.


pylori reducir los índices de cáncer gástrico?
Un seguimiento a largo plazo de datos de un estudio clínico aleatorizado llevado a cabo en Shandong,
China, una región en donde los índices de cáncer gástrico son muy altos, encontró que el tratamiento a
corto plazo con antibióticos para erradicar H. pylori redujo la incidencia de cáncer gástrico. Durante un
período de casi 15 años después del tratamiento, la incidencia de cáncer gástrico se redujo casi 40% (35).
Cuando se combinaron los resultados de este estudio con los resultados de varios estudios más pequeños
para examinar los efectos en la incidencia de cáncer gástrico del tratamiento antibiótico para erradicar H.
pylori, se observó una reducción similar.

¿Quién deberá hacerse un diagnóstico y buscar tratamiento


para una infección por H. pylori?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las personas que
tienen úlceras activas de estómago o de duodeno o antecedentes comprobados de úlceras deberán
hacerse pruebas para H. pylori, y, si tienen la infección, deberán recibir tratamiento. (Hay más
información por parte de los CDC). También se recomiendan las pruebas para la infección por H.
pylori y su tratamiento después de una resección (cirugía) de cáncer gástrico inicial y
para linfoma gástrico MALT de bajo grado. Sin embargo, la mayoría de los expertos están de acuerdo
en que la comprobación científica disponible no respalda que se hagan exámenes generales a la
población para la erradicación de la infección por H. pylori.
H. Pylori o Helicobacter Pylori, es una bacteria que se aloja en el estómago o en el intestino
perjudicando la barrera protectora y estimulando la inflamación, pudiendo provocar síntomas como
dolor y ardor abdominal, además de aumentar el riesgo para el desarrollo de úlceras y cáncer.
Esta bacteria normalmente es identificada durante el examen de la endoscopia a través de una
biopsia o de una prueba de ureasa, que son los métodos más comunes para la detección de la
bacteria.
El tratamiento es hecho con una combinación de medicamentos como Omeprazol, Claritromicina y
Amoxicilina prescritos por el médico general o gastroenterólogo, siendo muy importante adoptar en
conjunto con la medicación una dieta que ayude a eliminar los síntomas de la gastritis, debiendo
aumentar el consumo de vegetales, carnes blancas y evitar el exceso de salsas, condimentos y
alimentos industrializados.

Cómo se hace el tratamiento


Es muy común tener la bacteria Helicobacter pylori sin presentar síntomas, muchas veces siendo
encontrada en una examen de rutina, sin embargo el tratamiento es indicado cuando hay
presencia de situaciones como:
 Úlcera péptica;
 Gastritis;
 Tumor intestinal del tipo carcinoma o linfoma gástrico;
 Síntomas como malestar, ardor o dolor de estómago;
 Antecedentes familiares con cáncer gástrico.
Esto porque el uso innecesario de antibióticos aumenta la probabilidad de resistencia de las
bacterias al medicamento y puede provocar efectos secundarios.
Medicamentos para tratar la Helicobacter Pylori
El esquema de medicamentos más común para curar la H. pylori implica un protector gástrico que
puede ser Omeprazol 20 mg, Lansoprazol 30 mg, Pantoprazol 40 mg o Rabeprazol 20
mg combinado con un antibiótico, siendo generalmente Claritromicina 500 mg, Amoxicilina 1000
mg o Metronidazol 500 mg, los cuales pueden ser ingeridos por separado o en conjunto en un sólo
comprimido.
Este tratamiento debe ser hecho en un período de 7 a 14 días, 2 veces al día o con orientación
médica y debe ser seguido rigurosamente para evitar el desarrollo de bacterias resistentes a los
medicamentos.
Otras opciones de antibióticos que pueden ser usados en caso de infecciones resistentes al
tratamiento son Subsalicilato de bismuto, Tetraciclina, Tinidazol o Levofloxacino.
Tratamiento casero
Existen alternativas caseras que pueden complementar el tratamiento con medicamentos,
ayudando a controlar los síntomas estomacales y evitar la proliferación de bacterias, sin embargo
no sustituyen el tratamiento medico.
El consumo de alimentos ricos en zinc como por ejemplo, ostras, carnes, germen de trigo y granos
integrales además de fortalecer el sistema inmune, favorecen a la cicatrización de úlceras y
disminuyen la inflamación en el estómago.
Otros alimentos que pueden ayudar son los ricos en probióticos como el yogurt y aquellos que
poseen propiedades antimicrobianas como por ejemplo, el tomillo y el jengibre.
Además de esto existen alimentos que controlan la acidez y disminuyen el malestar causado por la
gastritis como la banana y la papa. Vea como debe ser la dieta durante el tratamiento de la
gastritis y úlcera.
Cómo se transmite
La infección por la bacteria H. pylori es muy común, existen indicios que se puede transmitir a
través de la saliva o del contacto oral con agua y alimentos que estuvieron en contacto con heces
contaminadas, sin embargo, su transmisión todavía no es totalmente clara.
Así que para prevenir esta infección es muy importante tener cuidados con la higiene, lavándose
bien las manos antes de comer y después de ir al baño, además de evitar cubiertos y vasos de
otras personas.
Cómo identificar y diagnosticar
Es muy común que la infección por esta bacteria no presente síntomas, sin embargo, puede
destruir la barrera natural que protege las paredes internas del estómago e intestino, sufriendo así
los efectos del ácido gástrico y aumentando la inflamación de los tejidos de esta región. Esto
provoca síntomas como:
 Dolor o sensación de ardor en el estómago;
 Falta de apetito;
 Mareos;
 Vómitos;
 Heces con sangre, como consecuencia de la erosión de las paredes del estómago;
 Anemia si hay pérdida de sangre por las heces.
El diagnóstico de la presencia de H. pylori se realiza generalmente con la recolección de
una biopsia del tejido del estómago o duodeno, con la que se realizan pruebas para determinar la
presencia de la bacteria, estas pueden ser: la prueba de la ureasa, el cultivo de la bacteria o la
evaluación del tejido.
Otras pruebas posibles son la prueba por detección respiratoria de la urea, la serología por
examen de sangre o la prueba de detección fecal. Vea otros detalles sobre cómo identificar
los Síntomas de la Helicobacter pylori.

¿Qué es la Helicobacter pylori?


Se trata de una bacteria microaerófila, gramnegativa, de crecimiento lento y
forma helicoidal con abundantes flagelos. Se encuentra en la capa mucosa
que recubre el interior del estómago, la que se encarga de proteger tanto al
mismo como al duodeno. Pese a habitar en un medio ‘hostil’ (el fluido gástrico
es altamente ácido), puede sobrevivir a él. La infección por su causa no
provoca enfermedades en la mayoría de las personas, pero sí en otras. De
hecho, está relacionada con la mayoría de las úlceras de estómago y del
intestino delgado. También se asocia al mal aliento, a la gastritis aguda y
crónica, y en especial a la gastritis crónica atrófica, el cáncer gástrico, la
hiperplasia nodular gástrica, los adenomas gástricos y el linfoma MALT.
Existen estudios en marcha que la involucran en el desarrollo de otras
patologías, como el cáncer de páncreas, pero aún no son concluyentes.
¿Cuáles son sus causas?
Aunque aún se desconoce la razón exacta del contagio, sí se sabe que la
infección por el microorganismo generalmente se produce en la infancia. Su
transmisión puede ocurrir de una persona contaminada a una sana por medio
de la boca o del contacto con vómitos o heces. En el caso de las heces,
generalmente bajo la forma de aguas o alimentos contaminados.
¿Cuáles son los principales síntomas?
Los signos que delatan su existencia son dolor o sensación de quemazón en
la parte superior del abdomen, inflamación abdominal, mayor sensación de
saciedad tras la ingesta de alimentos aunque sean porciones pequeñas,
cambios en las heces, náuseas, vómitos, dolor nocturno con el estómago
vacío, pérdida inexplicable de peso, debilidad, anemia, eructos y
regurgitación.
¿Cómo se diagnostica?
Existen varias pruebas que pueden detectar su presencia y será el médico el
que determine cuál de ellas se debe llevar a cabo. Entre ellas destacan:
la prueba del aliento con urea, análisis de anticuerpos en la sangre,
detección de antígenos en las heces o biopsia de estómago con endoscopia.
¿Cuál es el tratamiento?
Habitualmente se basa en la toma de tres medicamentos con una pauta de
administración de entre 7 a 14 días. Un inhibidor de la bomba de protones
(omeprazol, pantoprazol o lansoprazol), más dos antibióticos, como
claritromicina y amoxicilina o claritromicina y metronidazol.
Después de concluir la terapia, el paciente debe realizarse los exámenes no
invasivos para confirmar la eliminación de Helicobacter pylori.
Pautas dietéticas
El primer paso es evitar las comidas copiosas y realizar varias al día (de cinco
a seis) de cantidades más moderadas. Es importante comer despacio,
masticando bien y con tranquilidad, así como dejar que la comida repose.
Se debe beber suficiente agua, pero evitar los zumos, especialmente el de
naranja y tomate, así como excluir las bebidas con gas, el café o el
alcohol. Es importante realizar una preparación de alimentos sin fritos,
rebozados o grasas y utilizar los condimentos con moderación. Se
recomienda, además, la ingesta de alimentos que eleven el pH, como la
zanahoria y la patata, y evitar el chocolate.

Descripción general

La infección por la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori) ocurre cuando un tipo de bacteria
denominada «Helicobacter pylori» (H. pylori) infecta el estómago. Esto ocurre comúnmente en
la infancia. La infección por H. pylori es una causa frecuente de las úlceras pépticas y puede
estar presente en más de la mitad de la población mundial.

La mayoría de las personas no se da cuenta de que tiene una infección por H. pylori porque
nunca se enferma por ella. Si presentas signos y síntomas de úlcera péptica, es probable que
el médico te realice análisis para detectar infección por H. pylori. Si tienes una infección por
H. pylori, puede tratarse con antibióticos.
Síntomas

La mayoría de las personas con infección por H. pylori nunca presenta signos ni síntomas. No
está claro por qué ocurre esto, pero puede que algunas personas nazcan con una resistencia
mayor a los efectos nocivos de H. pylori.

Cuando se manifiestan los signos y síntomas de la infección por H. pylori, estos comprenden:

 Dolor o ardor en el abdomen

 Dolor abdominal más agudo con el estómago vacío

 Náuseas

 Pérdida de apetito

 Eructos frecuentes

 Hinchazón

 Adelgazamiento involuntario

Cuándo consultar al médico

Pide una consulta con el médico si notas signos o síntomas persistentes que te preocupen.
Busca atención médica de inmediato si tienes:

 Dolor abdominal intenso o persistente

 Dificultad para tragar

 Heces con sangre o de color negro alquitranosas

 Vómitos con sangre o de color negro, o vómitos con la apariencia de granos de café

Causas

Todavía no se conoce la manera exacta en que la H. pylori produce una infección. La bacteria
H. pylori puede transmitirse de una persona a otra por contacto directo con saliva, vómito o
materia fecal. La H. pylori también puede transmitirse a través de alimentos o agua
contaminados.

Factores de riesgo

El H. pylori a menudo se contagia en la infancia. Los factores de riesgo para la infección por
H. pylori están relacionados con las condiciones de vida en tu infancia, tales como:
 Vivir en condiciones de hacinamiento. Si vives en una casa con muchas otras
personas, tienes más riesgo de una infección por H. pylori.

 Vivir sin una fuente confiable de agua limpia. Tener un suministro confiable de agua
limpia y potable contribuye a reducir el riesgo de H. pylori.

 Vivir en un país en vías de desarrollo. Las personas que viven en países en vías de
desarrollo, donde el hacinamiento y las condiciones de vida insalubres pueden ser más
frecuentes, tienen más riesgo de infección por H. pylori.

 Vivir con una persona que tiene infección por H. pylori. Si vives con una persona que
tiene H. pylori, es más probable que también tengas H. pylori.

Complicaciones

Úlceras
Las complicaciones relacionadas con la infección por H. pylori comprenden:

 Úlceras. El H. pylori puede dañar la mucosa protectora del estómago y del intestino
delgado. A causa de esto, el ácido estomacal puede producir una llaga abierta (úlcera).
Cerca del 10 por ciento de las personas con H. pylori tienen una úlcera.

 Inflamación de la mucosa del estómago. La infección por H. pylori puede irritar el


estómago, lo que provoca una inflamación (gastritis).

 Cáncer de estómago. La infección por H. pylori es un factor de riesgo importante para


ciertos tipos de cáncer de estómago.

Prevención

En regiones del mundo donde la infección por H. pylori y sus complicaciones son frecuentes,
los médicos a veces hacen análisis a personas sanas en busca de H. pylori. Existe una
controversia entre los médicos sobre si es beneficioso tratar H. pylori cuando no se observan
signos ni síntomas de la infección.

Consulta con tu médico si te preocupa la posibilidad de tener una infección por H. pylori o
piensas que tienes un gran riesgo de contraer cáncer de estómago. Juntos pueden decidir si te
será beneficioso un análisis para la detección de H. pylori.

Diagnóstico
Las pruebas y procedimientos usados para determinar si tienes una infección por H. pylori son:

 Análisis de sangre. Al analizar una muestra de sangre puede detectarse evidencia de


una infección por H. pylori activa o anterior en el organismo. Sin embargo, la prueba del
aliento y los análisis de heces son mejores que el análisis de sangre para detectar las
infecciones por H. pylori activas.

 Prueba del aliento. Durante la prueba del aliento, debes tragar una pastilla, líquido o un
alimento fácil de digerir que contiene moléculas de carbono marcadas. Si tienes una
infección por H. pylori, el carbono se libera cuando la solución se digiere en el estómago.

El cuerpo absorbe el carbono y lo expele cuando exhalas. Debes exhalar dentro de una
bolsa, y el médico utiliza un dispositivo especial para detectar las moléculas de carbono.

Los medicamentos para suprimir el ácido gástrico, conocidos como «inhibidores de la


bomba de protones», el subsalicilato de bismuto (Pepto-Bismol) y los antibióticos pueden
interferir en la precisión de esta prueba. El médico te pedirá que dejes de tomar esos
medicamentos por una o dos semanas antes de realizarte la prueba. Esta prueba puede
realizarse en adultos y los niños.

 Análisis de heces. Un análisis de laboratorio llamado «análisis de antígenos en las


heces» busca proteínas (antígenos) asociadas con la infección por H. pylori en las heces.
Al igual que en la prueba del aliento, los inhibidores de la bomba de protones y el
subsalicilato de bismuto pueden afectar el resultado de este análisis, por lo que el médico
te pedirá que dejes de tomarlos por dos semanas antes del análisis.

 Endoscopia. Para este examen, que se denomina «endoscopia superior», estarás


sedado. Durante el examen, el médico te introduce un tubo largo y flexible, equipado con
una pequeña cámara (endoscopio), por la garganta y el esófago hasta llegar al estómago
y el duodeno. Este instrumento le permite ver irregularidades en la parte superior del tubo
digestivo y tomar muestras de tejido (biopsia).

Estas muestras se analizan para detectar la presencia de H. pylori. Por lo general, esta
prueba no se recomienda solo para diagnosticar una infección por H. pylori, ya que es
más invasiva que una prueba del aliento o un análisis de heces, aunque puede usarse
para diagnosticar úlceras por H. pylori o cuando es necesario descartar otros trastornos
digestivos.

Tratamiento

Por lo general, las infecciones por H. pylori se tratan con, al menos, dos antibióticos diferentes
a la vez para evitar que las bacterias se vuelvan resistentes a un determinado antibiótico.
Además, el médico te recetará o recomendará un medicamento para inhibir el ácido a fin de
que cicatrice el revestimiento del estómago.
Los medicamentos que pueden inhibir el ácido son:

 Inhibidores de la bomba de protones. Estos medicamentos suspenden la producción


de ácido en el estómago. Algunos ejemplos de inhibidores de la bomba de protones son:
omeprazol (Prilosec y otros), esomeprazol (Nexium y otros), lansoprazol (Prevacid y
otros) y pantoprazol (Protonix y otros).

 Bloqueadores de la histamina (H-2). Estos medicamentos bloquean una sustancia


llamada «histamina» que desencadena la producción de ácido. Algunos ejemplos son la
cimetidina (Tagamet) y la ranitidina (Zantac).

 Subsalicilato de bismuto. Conocido más comúnmente como Pepto-Bismol, este


medicamento actúa revistiendo la úlcera y protegiéndola del ácido estomacal.

El médico puede recomendarte análisis de H. pylori al menos cuatro semanas después del
tratamiento. Si los análisis muestran que el tratamiento no tuvo éxito, puedes someterte a otra
ronda de tratamiento con otra combinación de antibióticos.

Preparación para la consulta

Consulta con tu médico de atención primaria si tienes signos o síntomas que indican una
complicación de la infección por H. pylori. El médico puede analizarte y tratarte por la infección
por H. pylori o derivarte a un especialista que trate enfermedades del aparato digestivo
(gastroenterólogo).

Como las consultas pueden ser breves y suele haber mucho para hablar, es aconsejable que
te prepares bien para la consulta. La siguiente información te ayudará a prepararte para la
consulta y a saber qué esperar del médico.

Qué puedes hacer

Cuando programes la consulta, asegúrate de preguntar si hay algo que debas hacer con
anticipación, como restringir tu dieta. Antes de la consulta, sería conveniente que hicieras una
lista de respuestas a las siguientes preguntas:

 ¿Cuándo comenzaron los síntomas?

 ¿Hay algo que los mejore o los empeore?

 ¿Tus padres o hermanos han tenido alguna vez problemas similares?

 ¿Qué medicamentos o suplementos tomas habitualmente?


Tu tiempo con el médico es limitado; por eso, preparar una lista de preguntas para hacerle te
ayudará a aprovechar al máximo el tiempo de la consulta. En el caso de las infecciones por H.
pylori, algunas preguntas básicas para hacerle al médico son las siguientes:

 ¿Cómo ocasiona la infección por H. pylori las complicaciones que tengo?

 ¿H. pylori puede ocasionar otras complicaciones?

 ¿Qué tipo de pruebas necesito hacerme?

 ¿Estas pruebas requieren alguna preparación especial?

 ¿Qué tratamientos hay disponibles?

 ¿Cómo sabré si el tratamiento dio resultado?

Además de las preguntas que hayas preparado para hacerle al médico, no dudes en hacerle
otras que se te ocurran durante la consulta.

Qué esperar del médico

Es probable que el médico te haga una serie de preguntas. Estar listo para responderlas
puede darte tiempo para tratar otros temas que quieras abordar. El médico puede preguntarte
lo siguiente:

 ¿Los síntomas han sido continuos u ocasionales?

 ¿Cuán intensos son los síntomas?

 ¿Tomas analgésicos de venta libre, tales como aspirina, ibuprofeno (Advil, Motrin IB y
otros) o naproxeno sódico (Aleve)?

Dieta para combatir el Helicobacter Pylori y la


gastritis asociada
¿Qué es el Helicobacter Pylori?
El Helicobacter Pylori es una bacteria gramnegativa con forma helicoidal o de
espiral con flagelos y que se “atornilla” en la mucosa del estómago y puede quedarse
suspendida en la mucosa gástrica o adherirse a las células epiteliales gracias a las
adhesinas que produce y generar o no sintomatología
Se trata de una bacteria exclusiva del estómago humano, se estima que dos tercios de
la población mundial está infectada por ella y que el 70% de las infecciones son
asintomatológicas.
¿Cómo puede ser que entre una bacteria en el estómago y sobreviva a
un pH tan ácido o que nuestras defensas no la ataquen?
Por dos motivos:
1. Altera el pH: Estas bacterias segregan una enzima llamada ureasa que transforma
la urea en amoníaco y en dióxido de carbono neutralizando parcialmente la acidez
gástrica natural del estómago. El medio ácido del estómago nos ayuda a disolver los
alimentos y a matar la mayor parte de las bacterias digeridas, pero estos aspectos que
se ven perjudicados a causa de la invasión del Helicobacter Pylori. Además, el
amoníaco es tóxico y daña las células que se encuentran en la superficie de la mucosa
estomacal produciendo gastritis e incluso úlceras.
2. Nuestro sistema inmune no la ataca: El Helicobacter Pylori que ha coexistido
con el ser humano durante miles de años y actualmente su infección sigue siendo muy
común. Esto es debido a que nuestras células inmunitarias no pueden llegar al
revestimiento del estómago, a lo que debemos sumar que la bacteria ya ha
desarrollado la capacidad de interferir en las reacciones inmunitarias locales. Se ha
observado que las células defensoras pueden acercarse y acumularse cerca de la
infección, pero nunca llegan a alcanzar el revestimiento del estómago.
¿Cómo se contagia y cómo lo puedo prevenir?
No conocemos con total seguridad las fuentes de contagio y por ello es difícil
establecer unas pautas determinadas que aseguren su prevención. Sin embargo,
principalmente se sospecha que puede propagarse por medio de los alimentos
infectados, agua contaminada o por contacto directo de boca a boca.
Para prevenir la infección por Helicobacter Pylori se recomienda:
 Tener una buena higiene de manos a diario, sobre todo después de ir al baño y antes
de manipular alimentos e ingerirlos.
 Seguir unas buenas pautas de higiene alimentarias.
 Beber agua de una fuente limpia y sana.
 Cuidado regular de la salud bucodental.

Síntomas de la infección por Helicobacter Pylori


Los síntomas más comunes son:
 Sensación de quemazón y/o reflujo en la parte superior del abdomen.
 Hinchazón o inflamación del estómago.
 Percepción de saciedad cuando se ha ingerido una pequeña cantidad de alimentos.
 Dolor de estómago.
 Náuseas o vómitos.
 Debilidad.
 Anemia
 Deposiciones oscuras.
 Pérdida de peso.
¿Cómo puedo saber si tengo Helicobacter Pylori?
Existen diferentes exámenes para evaluar si existe la infección: Prueba del aliento,
examen de sangre, examen coprológico y biopsia.
La prueba más común y menos invasiva es la prueba de aliento y consiste en la ingesta
de una solución con urea la cuál es transformada por la bacteria en dióxido de carbono,
detectable por el aire expirado tras 10 minutos.
La recomendación previa a la prueba es que, hasta dos semanas anteriores a realizarla,
se eviten los antibióticos y los medicamentos que contengan bismuto (por ejemplo, los
inhibidores de la bomba de protones).
Si deseas realizarte la prueba de detección, consulta a tu médico.
¿Qué debo hacer si el diagnóstico es positivo?
Acudir lo antes posible a tu médico para realizar un tratamiento adecuado.
El tratamiento médico consiste en la toma de un inhibidor de bomba de protones
(omeprazol, lansoprazol, pantoprazol, etc.) acompañado por uno o dos antibióticos.
El tratamiento consigue la erradicación de la infección en el 80-84% de los casos y
consigue aliviar la gastritis, mejorar en cierta medida la función gástrica y reduce las
complicaciones que favorecen la carcinogenia.
Asegúrate de realizar un tratamiento acompañado de un médico y tras el tratamiento,
realiza la prueba una segunda vez para asegurar la eliminación de la bacteria.
Debemos tener en cuenta que, a lo largo del tiempo, y debido al abuso de la ingesta de
antibióticos que realiza la población, las bacterias han desarrollado resistencias lo que
en consecuencia genera una nueva necesidad de utilizar nuevos antibióticos. Por ello,
siempre que tomemos este tipo de medicación debe ser bajo supervisión médica.
Evita terapias alternativas ya que un tratamiento inadecuado e inefectivo puede
permitir el agravamiento de la infección y puede tener graves consecuencias.
¿Cuáles son los riesgos de tener Helicobacter Pylori?
A consecuencia de la infección se produce inflamación en la zona afectada del
estómago (gastritis) y el riesgo de complicaciones se incrementa conforme aumenta la
duración de la infección.
En primer lugar, es común que produzca gastritis e incluso puede llegar a producir
ulceración. De hecho, el Helicobacter Pylori es el factor principal de riesgo de úlcera
péptica y responsable de la mayoría de úlceras estomacales y del tramo superior
del intestino delgado.

La infección por Helicobacter Pylori es una de las causas principales de desarrollar


un cáncer gástrico, tanto es así que la Agencia Internacional de Investigación del
Cáncer (www.iarc.fr) ha clasificado esta bacteria dentro del grupo I de carcinógenos y
se han establecido protocolos de erradicación de esta bacteria con el objetivo de
prevenir el cáncer de estómago.
La gastritis es un síntoma típico de la infección, sin embargo, las úlceras sintomáticas
suceden en el 10%-15% de las personas afectadas y aproximadamente el 1%
desarrollará cáncer gástrico.
Fuente: IARC Helicobacter pylori Working Group (2014). Helicobacter
pylori Eradication as a Strategy for Preventing Gastric Cancer. Lyon, France:
International Agency for Research on Cancer
(IARC Working Group Reports, No. 8). Disponible
en: http://www.iarc.fr/en/publications/pdfs-online/wrk/wrk8/index.php
Si padeces infección por Helicobacter Pylori y quieres adaptar tu alimentación para
mejorar las molestias y/o mejorar las funciones digestivas no dudes en contactar con
nosotras llamando al 93 348 65 57 o enviando un correo electrónico
a info@juliafarre.es.

Gastritis asociada a la bacteria


La gastritis es asociada a la bacteria produce la inflamación e hinchazón de la
mucosa gástrica y puede durar desde varios días (aguda) a años e incluso ser
permanente (crónica).
Las 3 causas más comunes de gastritis es el abuso de medicamentos (por ejemplo, de
ácido acetil salicílico e ibuprofeno), el consumo excesivo de alcohol y la infección por
Helicobacter Pylori.
Como tratamiento es esencial seguir unas pautas médicas y alimentarias con el
fin de sanar la inflamación de la mucosa gástrica. Si no es así, la gastritis puede
evolucionar a gastritis atrófica, es decir un estado inflamatorio de la mucosa
estomacal crónica en la que se alteran tanto las glándulas y las células que éstas
pierden la capacidad de producir ácido clorhídrico para realizar las digestiones e
incluso puede desaparecer el factor intrínseco. Este factor, consiste en una proteína
que ayuda a absorber la vitamina B12 (se absorbe en el estómago), nutriente el cuál es
esencial para la formación de glóbulos rojos y el correcto funcionamiento del sistema
nervioso entre otras funciones.
Es importante valorar los niveles de B12 en sangre para averiguar si existe
malabsorción, por lo tanto, si es preciso aplicar inyecciones de esta vitamina.

Alimentos desaconsejados en la dieta contra el


Helicobacter Pylori
Cuando el diagnóstico de Helicobacter Pylori es positivo y existen síntomas como
molestias, gastritis o ulceración debemos tener en cuenta que la valoración e
intervención médica son esenciales. Sin embargo, la alimentación es un factor clave
en la mejora de la mucosa estomacal y en la recuperación de las funciones digestivas.
Recordemos, se trata de una infección que produce inflamación e irritación de la
mucosa estomacal, por lo que la dieta deberá ser de “fácil digestión”, “blanda”
o también llamada “de protección gástrica” y debemos evitar todo aquello que
pueda favorecer la irritación e inflamación del estómago, aquí tienes 12 ejemplos:
Dieta recomendada y otros aspectos importantes
Se aconseja que con el fin de asegurar el éxito del tratamiento dietético y evitar
posibles riesgos, siempre que se quiera hacer una dieta adaptada a cualquier situación,
se cuente con el asesoramiento y apoyo de un dietista-nutricionista.
Como comentaba anteriormente, la dieta de fácil digestión, blanda o de protección
gástrica es la más indicada para recuperar las funciones digestivas y reducir el estado
de irritación e inflamación de la mucosa producido por la infección.
El siguiente cuadro resumen creado por Lucía Martínez y Aitor Sánchez describe
perfectamente en qué consiste esta dieta:
FUENTE: Infografía DIETA BLANDA Y DE PROTECCIÓN GÁSTRICA. AUTORES:
Lucía Martínez (Dieta blanda o de protección gástrica) y Aitor Sánchez (Infografía
dieta blanda).
No es una dieta que la persona afectada deba seguir siempre, sino que debe hacerse
durante un período limitado de tiempo lo más estrictamente posible y posteriormente,
ir introduciendo progresivamente alimentos como las frutas, las legumbres o los
vegetales crudos.
En el caso que fuera necesario realizar esta dieta durante mucho tiempo, el dietista –
nutricionista deberá valorar las carencias nutricionales de la dieta y suplementar en
los nutrientes que crea necesarios.

Pautas generales: El estilo de vida


No solo influye la medicación y la alimentación en la evolución o erradicación de la
infección por Helicobacter Pylori, nuestro estilo de vida también juega un gran papel:

 Estrés: ¿Sabías que el estrés puede ser un factor único desencadenante de gastritis?
Si sumamos el estrés y la infección por Helicobacter Pylori se complica todavía más la
recuperación de la mucosa gástrica y sus funciones.
 Tabaco: Fumar es un hábito irritante e inflamatorio. Cuando se aspira el humo parte
de él pasa al estómago irritándolo y agravando los efectos y síntomas de la infección
por Helicobacter Pylori. Debemos tener en cuenta que parte del humo pasa por el
sistema digestivo, tanto es así, que este mal hábito aumenta el riesgo de padecer
cáncer de boca, estómago, esófago, hígado, páncreas, colon y recto, entre otros.
 Ejercicio físico: El sedentarismo es un factor que produce acumulación de gases, los
cuales pueden generar distensión gástrica e intestinal y perjudicar al tejido e incluso
acentuar los síntomas. Hacer ejercicio físico ayuda a mejorar la evacuación de los
gases y a regular el tránsito intestinal.
 Cuidar la higiene personal: ¿Recuerdas cuáles eran las principales (sospechosas)
causas de contagio? La higiene es un factor clave, sobre todo la higiene de manos de
forma regular a lo largo del día.
 Tener unas buenas pautas de higiene alimentaria: Seguir las técnicas
adecuadas para evitar la multiplicación bacteriana en los alimentos, desde que los
compramos hasta que los consumimos, teniendo especial cuidado con su
manipulación y conservación.

Ejemplo de menú de protección gástrica


Este es un ejemplo de menú de un día cuando la persona afectada y con síntomas
está en la fase más restrictiva.

Desayuno Media mañana Comida Merienda

Vaso de bebida de Yogur desnatado natural Boniato, calabacín y zanahoria al Biscotes blancos
avena tibia + vapor con merluza. aceite de oliva
+ Compota de manzana sin + +
Biscotes blancos con azúcares añadidos Yogur desnatado natural Pera al microon
queso fresco

Conclusiones
 La figura del médico es importante tanto en la detección como en el
tratamiento adecuado de la infección por Helicobacter Pylori.
 La alimentación tiene un papel clave: una dieta blanda o de protección gástrica
adaptada a la persona y al tratamiento que pueda estar realizando, contribuye a una
mejor evolución, la reducción/erradicación de los síntomas y molestias y recuperación
de la mucosa digestiva y de las funciones gástricas.
 Una dieta para la gastritis provocada por Helicobacter Pylori debe estar elaborada
y supervisada por un dietista-nutricionista, con el fin de que el tratamiento sea
existoso y evitar riesgos como pueden ser las carencias nutricionales (vitamina C,
vitamina B12, etc.).

HELICOBACTER PYLORI

CONCEPTO Y CAUSAS – HELICOBACTER PYLORI


El Helicobacter pylori (HP) es una bacteria con forma de espiral y posee unos flagelos (como pelos
móviles) en uno de los extremos, lo que le confiere movilidad.
Este patógeno fue cultivado por primera vez en 1983 por Robin Warren y Barry Marshall, a los que les
fue concedido el premio Nobel de Medicina en 1995 dada la importancia de su descubrimiento.
Es una de las infecciones humanas más prevalentes, afectando aproximadamente al 60% de la población,
aunque en poblaciones con nivel socioeconómico más bajo y peores condiciones sanitarias llega a ser del
80%.
La infección se suele producir en la infancia, siendo muy poco frecuente la infección de novo en adultos.
La infección se puede provocar vía fecal-oral o bien oral-oral. En países desarrollados se produce
habitualmente entre personas (principalmente dentro del ámbito familiar, padres-hijos o entre hermanos),
pero en países en vías de desarrollo, la vía fecal-oral a través de aguas contaminadas parece ser la vía
principal de infección.
Aunque la infección raramente se resuelve espontáneamente y suele persistir durante toda la vida, solo
provoca síntomas en un porcentaje pequeño (10-25%) de los infectados.
Una vez que se produce la infección gástrica, se desarrolla una respuesta inflamatoria en el estómago,
provocando una gastritis crónica. Aunque como se ha indicado anteriormente solo un porcentaje
pequeño de pacientes va a desarrollar síntomas a pesar de padecer esta gastritis. Parece que depende
tanto de factores del huésped como de la cepa de HP que provoque la infección.
La infección por HP se ha demostrado que es la principal causa de la úlcera gastroduodenal y sus
complicaciones y también se conoce su papel patogénico en el desarrollo del cáncer gástrico y el linfoma
MALT gástrico. A veces los síntomas no son tan intensos y solo se manifiesta como molestias gástricas
y malas digestiones, lo que se conoce como dispepsia funcional, que mejora en numerosas ocasiones
tratando la infección por esta bacteria.

SÍNTOMAS – HELICOBACTER PYLORI


La gastritis crónica o duodenitis crónica producida por la infección por la bacteria Helicobacter pylori es
en la mayoría de los casos asintomática (no provoca ningún síntoma). Puede asociarse o empeorar los
síntomas de dispepsia como dolor o molestia en la parte media-alta del abdomen tras las comidas,
distensión abdominal y pesadez postingesta, náuseas, etc.
Algunas personas desarrollan complicaciones tales como úlceras gástricas o duodenales. Las úlceras
también pueden no tener síntomas; cuando los hay, los más frecuentes son:

 dolor o molestia en la parte alta y central del abdomen, bajo en esternón,


 distensión,
 saciedad precoz,
 falta de apetito,
 náuseas y vómitos,
 oscurecimiento de las heces pudiendo llegar a ser negras como el alquitrán,
 las úlceras que sangran pueden causar anemia y cansancio.
Menos frecuentemente, la gastritis crónica puede producir cambios en el revestimiento o capa interna del
estómago, como la gastritis atrófica (o “desgaste/afinamiento” de la mucosa gástrica – capa más interna
del estómago) o en casos muy excepcionales el cáncer de estómago. Es muy poco frecuentedesarrollar
cáncer gástrico por una infección por Helicobacter pylori. Sin embargo, al ser la infección
por Helicobacter pylori tan común, hay que tener en cuenta dicha posibilidad, estando indicado el
tratamiento erradicador para Helicobacter pylori en pacientes con familiares directos con cáncer
gástrico.

DIAGNÓSTICO – HELICOBACTER PYLORI


Existen diferentes pruebas para poder diagnosticar la presencia de la infección por Helicobacter
pylori. Recientemente se han reunido en Maastricht un grupo de expertos en este tema y han establecido
unas guías de recomendación que incluyen también el diagnóstico. Es el conocido como Consenso de
Maastricht V.
Hay que tener en cuenta que la capacidad para detectar la presencia del Helicobacter pylori se ve
afectada en cualquiera de los test por el uso de los inhibidores de la bomba de protones, es decir, el
omeprazol y derivados, ya que tienen actividad anti-H. pylori. Por ello deben suspenderse 14 días antes
de realizar el test. Lo mismo ocurre con los antibióticos, si bien estos deben suspenderse al menos 4
semanas antes del test.
Estas son las pruebas diagnósticas de las que disponemos:

 Test del aliento con urea marcada con carbono 13. Esta prueba consiste en tomar una pastilla
de urea que está “marcada” con C13, un isó En presencia del Helicobacter pylori, este
descompone la pastilla de urea liberando el C13 que pasa a la sangre y de aquí a los pulmones,
expulsándose con el aliento. Esto permite analizar el aire expulsado e identificar las moléculas de
C13 en un aparato, considerando que el test es positivo (es decir, hay infección por Helicobacter
pylori) al detectar determinada cantidad de C13. Previamente a la toma de la pastilla de urea
marcada se hace una determinación “basal” del aliento. Además el test es mucho más fiable si se
utiliza el llamado “protocolo europeo”, esto es, administrando previamente un poco de ácido
cítrico (zumo de limón) que mejora la capacidad de detección. Este test es considerado el mejor
para el diagnóstico, pues tiene un coste aceptable, no es molesto para el paciente y alcanza una
fiabilidad muy alta.
 Determinación del antígeno de Helicobacter pylori en heces. Consiste en buscar en las heces
del paciente la presencia del antígeno del Helicobacter pylori.Esta prueba es más incómoda, pues
precisa de la toma de esa muestra fecal que el paciente tiene que entregar. Aunque es muy fiable,
el consenso de expertos determina que debe analizarse mediante un método determinado,
llamado ELISA monoclonal, para alcanzar una fiabilidad parecida al test del aliento.

 Test seroló. Consiste en la determinación en sangre de la presencia de anticuerpos frente


al Helicobacter pylori. Su fiabilidad depende mucho del método comercial que se utilice, y
además necesita ser validado en la población que se va a utilizar. Hay determinadas
circunstancias que disminuyen de forma importante la capacidad de los tests previamente
mencionados para detectar el Helicobacter pylori, tales como la hemorragia gastrointestinal,
gastritis atrófica y determinados tumores del estómago (carcinomas y linfoma MALT). En estas
circunstancias, los tests serológicos validados son la mejor opción.

 Test invasivo (endoscopia digestiva alta). En muchas ocasiones es necesario realizar una
gastroscopia para poder examinar directamente el estómago por dentro. En estas circunstancias es
posible determinar la presencia del Helicobacter pylori tomando una pequeña muestra del tejido
gástrico y realizando un test de ureasa, que es un test parecido al del aliento, en el que se pone
en contacto la muestra de tejido con un medio que contiene urea marcada. En caso de tener la
infección, el pylori descompondrá la urea y el medio tomará un color determinado que indica su
presencia. Para asegurar su detección, existen unas normas para la toma correcta de esas biopsias
en cuanto a número y localización (sistema Sydney). También es posible analizar la presencia
del Helicobacter pylori directamente al microscopio al examinar las biopsias de tejido gástrico
con tinciones histoquímicas e incluso con técnicas más específicas como la inmunohistoquímica,
si bien ésta última no es de uso frecuente.
Una vez diagnosticada la infección y tratada como se verá más adelante, es necesario confirmar que se
haya eliminado la infección. Para ello tal y como se indicó al principio, habrá que esperar al menos 4
semanas sin tomar antibióticos y 14 días sin consumir omeprazol o derivados. El test del aliento con C13
es la mejor opción para confirmar la erradicación de la infección, pudiendo usarse la detección de
antígeno en heces monoclonal como alternativa.
TRATAMIENTO – HELICOBACTER PYLORI
Ante todo, queremos anunciar que la información recogida en este apartado NO sustituye a la valoración
del médico que presta la asistencia, quien adecuará los regímenes de tratamiento e indicaciones a cada
paciente.
La infección por el Helicobacter pylori se ha relacionado con la gastritis crónica, la úlcera péptica y el
cáncer gástrico. Se estima que el 50% de la población en nuestro país presenta esta bacteria.
Dada la magnitud de la patología asociada a este germen, se han organizado a lo largo de los últimos
años, reuniones de expertos a nivel nacional e internacional para abordar el problema, estableciendo unas
recomendaciones de tratamiento que se plasman en diferentes guías. En el caso de España, el último
documento ha surgido de la IV Conferencia Española de Consenso sobre el tratamiento de la infección
por Helicobacter pylori publicado en 2016. En el se han realizado modificaciones sobre el consenso
previo atendiendo a un problema de gran importancia como son las resistencias antibióticas del germen.
Por eso se dan unas pautas de tratamiento, que a priori tienen una mayor tasa de eficacia frente
al Helicobacter pylori, optimizando el uso de estos fármacos.
A QUIEN TRATAR:
En la III Conferencia Española de Consenso sobre el tratamiento de la infección por Helicobacter
pylori, se hacen unas recomendaciones sobre a quién ofrecer el tratamiento, que se mantienen en la
actualidad:

 En los pacientes con úlcera péptica e infección por pylori.


 En los pacientes con dispepsia no investigada menores de 55 años y sin síntomas ni signos de
alarma con infección por la bacteria como primer escaló
 En los pacientes con dispepsia funcional e infección por pylori como estrategia terapéutica.
 En aquellos pacientes que van a requerir tratamiento con antiinflamatorios o ácido
acetilsalicílico de manera continuada no se recomienda investigar y tratar sistemáticamente la
infección por pylori. En aquellos pacientes con antecedentes de úlcera que van a requerir
tratamiento con AINE o AAS de manera continuada se recomienda investigar la infección por H.
pylori y realizar tratamiento.
 En pacientes con linfoma MALT gástrico de bajo grado con infección de la bacteria realizar
tratamiento erradicador como primera opción terapé
 En pacientes con resección quirúrgica o endoscópica de un cáncer gástrico se recomienda
investigar y tratar la infección por pylori como prevención de la recidiva neoplásica.
 En los familiares de primer grado de los pacientes con cáncer gástrico se recomienda investigar
y tratar la infección por pylori.
 En pacientes con atrofia mucosa gástrica o metaplasia intestinal asociada a infección por pylori.
 En pacientes que van a requerir tratamiento con IBP de manera continuada no se recomienda
investigar sistemáticamente la infección por pylori.
 En pacientes con anemia ferropénica de causa no aclarada se recomienda investigar y tratar la
infección por pylori.
 En pacientes con púrpura trombocitopénica idiopática se recomienda investigar y tratar la
infección por pylori.
 En pacientes con déficit de vitamina B12 no explicable por otras causas se recomienda investigar
y tratar la infección por pylori.
 En pacientes con rosácea no se recomienda investigar y tratar la infección por pylori.
 En pacientes con urticaria crónica no se recomienda investigar y tratar la infección por pylori.
 A todo paciente diagnosticado de infección por pylori se recomienda ofrecer tratamiento
erradicador.
¿CUAL ES EL OBJETIVO DEL TRATAMIENTO?
Evidentemente es resolver la infección por la bacteria, es decir, eliminarla en el 100% de los casos
tratados. Pero esto es un objetivo que no siempre se consigue en la práctica diaria, debido al desarrollo
de resistencia a los antibióticos por parte de la bacteria.
Uno de los fármacos que más problemas plantea en la práctica diaria es la Claritromicina, ya que llega a
presentar en algunas zonas tasas de resistencias de hasta el 20-25%, haciendo invalidas las pautas que la
emplean en esas áreas.
Actualmente se aconseja, siguiendo las recomendaciones de los consensos nacionales e internacionales,
que un tratamiento erradicador sea considerado efectivo cuando sea capaz de curar la infección por H.
pylori mayor o igual al 90%, siendo optimo más del 95%. De aquí que se hayan cambiado las pautas de
tratamiento empírico.
Lo ideal sería conocer la susceptibilidad del germen que presenta cada paciente, realizándose un cultivo
y un antibiograma para dirigir el tratamiento específico. Pero esto no es viable en la practica diaria, ya
que se precisarían estudios invasivos para obtener la muestra y la dificultad para cultivar este germen en
el laboratorio. Por eso se aplican unas pautas generales que a priori deben conseguir el objetivo buscado
de la eliminación del germen, es decir, tratamientos empíricos.

FACTORES QUE INFLUYEN EN EL ÉXITO DEL TRATAMIENTO:


Como en cualquier tratamiento que instauramos en una patología existen:
Factores del paciente:

 Aquí lo más importante es el cumplimiento de la pauta de tratamiento como se indica, tanto en


dosis como en tiempo de duració
 Presencia de alergias a fármacos que impidan el uso de antibióticos a priori con mayor
sensibilidad.
Factores del pylori:

 Si presenta o no resistencias antibióticas y a qué fá


Factores farmacológicos:

 Tipo de antibiótico utilizado.


 Pauta de administració
 Efectos secundarios o no deseados de los mismos (ej: sabor metálico en el uso del metronidazol)
PAUTAS DE TRATAMIENTO:
No es el objeto de este documento enumerar todas las pautas de tratamiento recomendadas entrando en
las distintas indicaciones o situaciones del paciente. Este documento NO sustituye al criterio del médico
que le presta asistencia.
La pauta más importante es utilizar aquello que conocemos que funciona en el área sanitaria donde
estemos realizado el tratamiento. Así, según las tasas de resistencias locales del Helicobacter pylori, se
pueden recomendar pautas de fármacos más clásicas o antiguas si tiene un porcentaje de éxito mayor o
igual al 90-95%. Por esto es importante que de forma local se tengan registros de eficacia de las
diferentes estrategias terapéuticas.
Como tratamiento se usan antibióticos asociados a un Inhibidor de la Bomba de Protones (IBPs) como es
el omeprazol, pantoprazol, esomeprazol, etc.
Según el IV Consenso Español, la opción de tratamiento empírico de primera elección es la que emplea
4 fármacos: IBPs (omeprazol o derivados) junto a antibióticos (dos o tres tipos según la pauta) asociados
o no al uso de bismuto; durante 14 días. No debiendo olvidarse lo apuntado en párrafos anteriores sobre
la sensibilidad local de cada centro y las peculiaridades de cada paciente.
¿POR QUÉ SE USA OMEPRAZOL O DERIVADOS EN EL TRATAMIENTO
DEL H. PYLORI?
El estómago tiene un pH ácido, entorno a 3-4 en los adultos. Conocemos que el H. pylori sobrevive en
un ambiente ácido entre 4-8, siendo su pH ideal entorno a 6 o algo superior, ya que a ese nivel de acidez
es cuando es capaz de replicarse (reproducirse y formar más bacterias). Sabemos que los antibióticos son
más eficaces en la fase en la que se está replicando la bacteria. Por este motivo usamos fármacos de la
familia del omeprazol, ya que conseguimos que el pH del estómago suba, induciendo a la bacteria a
cambiar y entrar en fase replicativa que es la más vulnerable frente a los antibióticos subiendo nuestras
posibilidades de éxito para eliminarla.
¿ES RECOMENDABLE ASOCIAR EL USO DE PROBIÓTICOS?
Según los datos actuales no hay evidencia científica para recomendarlos de forma generalizada,
precisando que se realicen más estudios. Aunque están apareciendo datos que apoyan que el empleo de
determinadas cepas, como el Lactobacillus reuteri gastrus, ya que parecen mejorar las tasas de
erradicación. No solo ayudan a aliviar las molestias secundarias a la alteración de la flora intestinal por
la antibioterapia, si no que tienen un efecto directo sobre la cinética del H. pyloriaportando un efecto
sinérgico junto a los antibióticos aumentando los porcentajes de eliminación de la bacteria.

RECOMENDACIONES NUTRICIONALES PARA PACIENTES CON


INFECCIÓN POR HELICOBACTER PYLORI
Los pacientes que tengan la infección por Helicobacter pylori (HP) no necesitan ningún tipo de
restricción dietética, se aconseja llevar una dieta variada y equilibrada y excluir de la dieta sólo los
alimentos que el paciente considera que le sientan mal. Es muy importante evitar el tabaco.
Si bien es cierto en los casos que la infección por Helicobacter pylori se asocie a úlcera péptica, sobre
todo en la fase aguda algunos pacientes se pueden beneficiar de las recomendaciones dietéticas que a
continuación detallamos. No obstante hay que aclarar que no hay estudios que demuestren una
asociación entre el tipo de dieta y la aparición de úlcera péptica, ni la influencia de la dieta en la
cicatrización de la úlcera.
RECOMENDACIONES GENERALES:
1. Evite las comidas abundantes. Coma en cantidad moderada y varias veces al día; lo ideal es
repartirlas en 5-6 tomas (desayuno, media mañana, comida, merienda, cena y algo antes de
acostarse)
2. Coma despacio y en un ambiente tranquilo. Mastique bien.
3. Repose sentado media hora después de las comidas principales.
4. Beber suficiente cantidad de agua, en pequeñas cantidades, fuera de las comidas, 30 o 60
minutos antes o despué Evite los zumos de naranja, tomate y las bebidas gaseosas.
5. Realice cocinados sencillos: hervidos, en su jugo, plancha, vapor, horno y evite los fritos,
rebozados, empanados, salsas, guisos y en general todas aquellas cocciones que lleven adición de
grasas y aceites.
6. Las legumbres pueden producir “gases”. Para evitarlo cambie el agua de cocción una vez hayan
hervido 10 minutos y páselas por el pasapurés para mejorar su digestió Si no tolera los cereales
integrales sustitúyalos por refinados.
7. Utilice la sal, especias y condimentos con moderació
8. Evite los alimentos estimulantes (café, té, refrescos de cola, alcohol, chocolate…) y aquellos que
aún estando permitidos, note que no tolera bien de forma repetida.
A continuación se detalla una tabla con alimentos que suelen tolerarse bien y otros que suelen tolerarse
peor, por grupos de alimentos:

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