You are on page 1of 117

Miguel Oscar Ibarburu

__________________________________________

A los hijos.

2
A Sofía a Inés y a los
Hijos.
_______________________________________________

Para que en cada instante de tu transcurso


adulto, logres hallar el ser que has ocultado en
lo más profundo de ti.

3
Si tienes un recuerdo, por mínimo que este sea,
de tú primera niñez, reconocerás aquella
esencia que está del lado opuesto al que tal vez
hoy te diriges.
Y si este camino que has elegido te obliga a ir a
ninguna parte; será la hora de detener tu
marcha y retomar lo que perdiste, ya que ese
niño te llama a gritos desde la bifurcación, que
al tomar en otra dirección, sin darte cuenta, lo
has abandonado en alguna parte y así también lo
has hecho contigo mismo.
Pero si por alguna razón lo has escuchado,
entonces, no renuncies volver a ser, esta vez,
una hija o hijo completo ya que darás en cada
instante lo que tienes a todos los que amas
verdaderamente.

4
CAPITULO I

Al entrar en casa otra vez, de nuevo las vi llorando;


madre e hija aun no habían logrado comprenderse y
me dolía, por que yo tampoco podía comprenderme
bien con mi hija.
Sofía tenía un carácter muy fuerte; era una niña que
cuando pisaba, dejaba huellas por donde andaba. Sus
rastros se los podía seguir, ya que dejaban estelas de
cosas tiradas y sin hacer, que exasperaban a su ma-
-dre y me ponían muy nervioso a mí.
Ya tenía diez años y aun no habíamos logrado
encaminarla por donde queríamos.
Ante la imposibilidad de solucionar aquella rencilla,
enojado, opté por tomar a mi hija del brazo y llevarla
a su cuarto.
La deje allí, cerré la puerta detrás de mí sintiendo
que una vez más me volvía a equivocar.
Escuchaba su llanto sola en su cuarto, y mí dolor se
debatía entre la necesidad de buscar otro método y el
horror de lo que hacia.
¿Pero cuántas veces más iba a abrir la puerta de su
cuarto para indicarle lo que debía hacer y lograr un
poco de entendimiento mutuo?
Por eso entré en mi habitación y me puse a patear la
pared por pura impotencia.
Al rato cenamos en silencio, pero nadie tenía apetito.
Se notaba la gran angustia que padecíamos los tres y
sin desearlo conversábamos de cualquier cosa, menos

5
de lo más trascendente que había ocurrido hacía un
rato.
Miraba a mi hija y a mi mujer, dándome cuenta que
sus reflejos apuntaban hacia mí, y lo que vi, no me
agrado.
Tome mi plato, llevándolo a la cocina, lo deposité en
la mesada y me dirigí al living sin percibir que aun,
ambas, no habían terminado de cenar.
Necesitaba aire fresco, por eso decidí dar una vuelta
a la manzana, para que no me interrumpieran en mi
sufrimiento.
Me sentía muy deprimido por la situación. Ya no
tenía más respuestas, si acaso alguna vez tuve alguna.
Pensando en mí hija, me repetía que tenía todo lo
que un niño puede tener, no solo lo material, sino
también lo afectivo; ella era lo más importante para
nosotros y se notaba que nos quería mucho.
Habíamos recurrido a una psicopedagoga y nosotros
a un psicólogo. Si bien se produjo una mejoría, no
lográbamos la armonía que buscábamos.
Las presiones que los tres teníamos, mi mujer y yo
en nuestros respectivos trabajos y Sofía en la escuela,
eran agotadoras. De todas maneras, eso no había
impedido que siguiéramos juntos como lo que éra-
-mos, una familia.
Creció tan rápido que apenas me di cuenta. Se estaba
transformando en alguien más que solo una niña,
precisamente eso, era lo que más me preocupaba y
sabia que a su mamá también.
Luego de un buen rato volví a entrar en la casa;
observé que ambas se habían acostado en sus
respectivos cuartos. Es que estaba tan absorto por la

6
preocupación, que al darme cuenta, ya había pasado
un lapso de tiempo impotente.
Fui a la habitación de mí mujer y la vi dormida con la
luz encendida. La apagué y de inmediato me dirigí a
la de mí hija; también la encontré durmiendo, con su
muñeco preferido apretado a su pecho y a media luz,
como le gustaba a ella.
Arropándola, me senté en su cama a su lado, dándo-
-me cuenta del tiempo que había pasado de la última
vez que estuve en esa situación.
Al mirarla profundamente, note cuanto me había
alegado sin quererlo de mi hija; mis compromisos
laborales, su crecimiento, mis obligaciones, las suyas,
mí estupidez, su sabiduría innata y mirándola sentí
la imperiosa necesidad de decirle lo que sentía, pero
que no me animaba, porque en mí había un dejo de
orgullo que sacudía mi franqueza.
Mientras me debatía en mencionar aquello que dese-
-aba decirle en voz alta, mí mirada se perdió en la
nada.
De repente Sofía, sin abrir sus ojos, dijo:

S – ¡Por favor dime lo que estás pensando!; sería


muy reparador escuchar lo que sientes y nunca te
has animado a decirme.

Era una voz tan suave y armoniosa que lleno el


cuarto de luz.
Mi sorpresa fue enorme, ya que al mirarla a los ojos,
me percaté que mí hija dormía profundamente.
De todas maneras para comprobar que fehaciente-
-mente era así, la tomé de los brazos moviéndola

7
para cerciorarme que efectivamente estaba dormida,
cuando volví a escuchar…

-¡Estoy dormida papi! Si deseas tomarme entre tus


brazos, me gustaría que sea para que me abrases y
me acerques a ti, así tal vez me cantes una hermosa
canción como solías hacerlo cuando era más chica o
para que me relates el cuento que siempre te pedía,
el del payaso, la nena y el perro.

Quede mudo sin poder comprender la situación y sin


más dijo…

-Hace mucho tiempo que deseo comunicarme conti-


-go, pero también hace mucho tiempo que no esta-
-bas de esta manera junto a mí.

No podía salir de mi asombro; volví a mirarla y


cuando iba a proceder de la misma manera que
antes, me dijo…

-¿Confías en Sofía?- A lo que respondí.


Si, claro que confío en ella, es en la persona en la que
más confío.
-Entonces acepta que duerme. Ya lo has comproba-
-do, pero si insistes romperás esta oportunidad de
volver a conectarte con ella.

Era un hecho difícil de creer.


Su voz no era la misma de cuando estaba en vigilia,
esta no procedía de su garganta y ni siquiera tomaba
aire para llenar sus pulmones y seguir conversando.

8
-Te he extrañe mucho.
-¡Tú voz, no es la de Sofía! Pero procede de mi hija.
-Soy la voz más profunda de ella, agradeciéndote
que hayas regresado, por que si deseas a partir de
hoy, tendrás la oportunidad de escuchar lo que sien-
-te, piensa e imagina.
Esa es la manera de comunicarse que tienen todos
los hijos, y que los padres a veces dejan pasar hasta
que se hace muy tarde.
-Me cuesta creerlo, pero cuando escucho tú voz, algo
dentro de mí, me dice que te he oído antes, me es
muy familiar y al mismo tiempo, difícil de aceptar.
– Esta es la segunda vez que escuchas mi voz. ¿Te
acuerdas cual fue la primera?
– Si, como olvidarlo; era un momento desesperante,
no había quedado nada de aquello que alguna vez viví
y soñé. Todo lo que emprendí, fracasó, como también
mí trabajo; había quedado muy deprimido, estaba
sufriendo esto, cuando escuché tu voz que solo pro-
-nunció mi nombre; en ese momento sentí que eras
un bálsamo para mi alma y lo fue; algo tan efímero y
tan grande a la vez, que hizo, en este momento, vuel-
-va a sentir lo mismo que sentí en aquella
circunstancia.
Pero sabes, estoy sorprendido que hayas vuelto
hablarme así como también no me extraña.
– Solo estaba anunciándote que en cualquier
momento llegaría a sus vidas.
– Tu mamá ¿También escucho tu voz?
– Las madres escuchan de manera natural a sus
hijos. Me escuchó y siempre me escucha, aunque
nos disgustemos, y cuando crezca, me seguirá

9
escuchando, porque he despertado, como hija, su
intuición de madre.
– Esta es una sorpresa muy agradable. Te he
extrañado mucho, más de lo que tú crees.
Suponía que nunca más te volvería a oír; hasta me he
sentido, muchas veces, desamparado.
– Hace más de diez años que me escuchas, pero no
habías percatado que era yo.
– ¿¡Eres Sofía!? Aunque me cuesta asociar tu voz con
la de mi hija.
– Aún no puedes hacerlo, porque no oyes su mismo
timbre de voz; aunque por lo demás, no hay diferen-
-cias.
- ¿Eres el ángel guardián de ella?
– Si quieres puedo serlo, pero también puedo ser
Sofía en su interior más profundo.
– ¿No existe los ángeles guardianes de los chicos?
¡Claro que si! eso y muchas otras cosas más que los
adultos creen que solo es mera imaginación del ni-
-ño.
De hecho tú tienes una experiencia importante de
cuando yo era una beba.
¿Lo recuerdas?
– Como olvidar aquel día.
Siempre te llevaba a la plaza y te paseaba por todos
los juegos que había allí. El que más te gustaba era el
tobogán, ¡pero no el más chico!, no, el más alto y
grande. Claro que yo, por supuesto, te daba el gusto,
aunque temía que te pudiera pasar algo. Entre mi
temor y tu placer, elegía siempre lo segundo, aunque
sabía que también allí, me estaba equivocando una
vez más.
Eras realmente una beba.

10
Te coloqué en la cima, sin darme cuenta de que para
ti, esa altura, superaba la tuya por lo menos seis ve-
-ces más; pero te veías tan feliz allí arriba, que me
arriesgaba a dejarte en ese lugar.
De inmediato me coloqué al costado y a solo unos
pasos de ti. Siempre me quedaba en el medio el tobo-
-gán, para salir corriendo y atraparte cuando te lan-
-zabas; nunca pensé que si te caías para atrás, no
hubiera llegado a alcanzarte, como luego lo compro-
-bé.
Apenas te fuiste de espalda, vi tu cuerpecito en el aire
yendo a una gran velocidad; al suceder eso me di
cuenta en menos de un segundo, de que descuidado
había sido.
Te imaginé en el suelo y también te imaginé sin vida
por el golpe, de verte así, me imaginé sin vida a mí
-mo. Tarde tres pasos en llegar a ti y como un mis-
milagro que fue, te encontré enganchada del bracito
izquierdo de las escaleras del tobogán, llorando y con
mucho susto pero ilesa, totalmente ilesa.
He repasado mil veces esa situación preguntándome,
como era posible que tu brazo izquierdo pudiese ha-
-ber quedado atrapado en las escaleras en ángulo del
tobogán, de tal manera que no solo no llegaste al pi-
-so, sino que también no te hallas quebrado el brazo
o sacado el hombro de lugar.
Nada, ni una cosa ni la otra; a todo esto, luego que
dejaste de llorar, te había parecido muy divertido,
pidiéndome que lo repitiésemos una vez más y
mientras mis piernas temblaban por el suceso, te
lleve, ahora sí, al tobogán más pequeño que era justo
para ti y después de aquello, para mí.

11
Sabes, siempre escuché historias milagrosas de
chicos, pero he escuchado menos frecuentemente,
otras historias de las que no fueron con final feliz.
¿Por qué otros chicos no pueden tener más oportuni-
-dades?
– Hay muchas razones para ello, pero lo sabrás
cuando estés preparado para comprenderlo, ya que
si se respondería ahora a tu interrogante, cerrarías tu
capacidad de entendimiento por tantas sorpresas y
aun no estás preparado para ello.
A la que a ti te concierne es porque si me hubiese
marchado en ese momento, no hubieses completa-
-do, lo que para ti debe ser.
– Sí, creo que es lo que siempre pensé… ¡Eso
significa que tú y yo estamos muy unidos!
– Más de lo que puedes imaginar.
En este caso tú y yo, tanto como mami conmigo y yo
con ella, vivimos en un espacio, que no es material,
de enormes sentimientos afectivos que hacen una
maravillosa causalidad cósmica.
-¿Tu estás refiriéndote al destino?
- Puede que sí, puede que no; tu mismo sacarás tus
propias conclusiones luego de este encuentro.
– Entonces espero que esta sea una gran comunica-
-ción entre ambos.
- Puede serlo, si así lo eliges.
- Por lo que me has revelado en este momento,
debería preguntar ¿Esta comunicación es prmedita-
-tada?
- Podrá decirse de esa manera, tanto como tú
premeditación a volver esta noche a mi cuarto.
- Me acerqué porque te amo.
-Yo también.

12
-…
Papi, hazme un favor antes de que te retires a
descansar.
- ¡Como! ¿Ya me tengo que retirar?
- Por esta noche; mañana a esta misma hora,
volverás si así lo deseas.
- ¡Si Claro que lo deseo! solo quería hablar más
tiempo contigo.
- Ya lo haremos. Y te prometo que no te dejaré,
hasta que aprendas hablar contigo.
- ¡No entiendo!
- Tarde o temprano lo harás.
¿Cuándo lo haré?
_ Cuando logre tocar la esencia de tu corazón.
-…
-¿Cuál es el favor que quieres que te haga?
- Sería muy agradable poder escuchar aquello, por lo
que esta noche te has acercado a mí, tu hija.

Me sorprendió que haya sabido eso como yo sabía


que por esa noche, no escucharía nada más.
Aun no entendía muy bien todo esto que ocurría.
Me la quedé mirando, disfrutaba hacerlo cuando
dormía profundamente.
Ella me despertaba mucha ternura y de repente sentí
la imperiosa necesidad de hacer lo que había venido a
hacer.
Acerque mis labios a su oído y le dije:
perdona por lo que aun no comprendo de cómo ser
un buen papá. Es que no entiendo como ser un padre
para ti y te aseguro que eso es lo que más deseo en
este mundo.
¡Si pudieses entender lo que siento por ti!

13
No deseo pedirte nada porque ya me lo has dado
todo; tu sonrisa alumbra mi andar, tu llanto ayuda a
que me fortalezca para contenerte y acompañarte en
silencio en este duro crecer; tu alegría me sostiene en
los momentos más difíciles y tu ternura hace que me
sienta de nuevo un ser acompañado, sin lapsos de
soledad que lastiman el centro de la existencia de
cualquier consideración intelectual humana.
Tú dulce mirar sostiene tristes insatisfacciones pasa-
-jeras y solo recién puedo reconocer que eres lo más
importante que me ha pasado en la vida. Ahora, es-
-tando a tu lado te pregunto ¿Dónde estas en estos
momentos? ¿Tal vez en el lugar que florecen los
sueños? y ¿De dónde vienes? ¿No será que eres
mayor que yo? ¿Que tú tienes las respuestas, pero la
ignorancia me tapa los oídos para no escucharte?
¿¡Dónde estuve todo este tiempo!?
Quede en silencio y confundido por todas aquellas
palabras que salieron de mí. Era mucho más de lo
que había pensado en un principio.
La arropé, le di un beso en la frente y me fui a des-
-cansar, asombrado por todo.

14
CAPITULO II

Entré a la habitación con muchas dudas. Lo de


anoche me había parecido tan real, y tan difícil de
creer, que al acercarme a ella, lo hice mirando su
rostro para percatarme que realmente dormía.
Pasó algún tiempo y ya sin esperar más escuché.

– ¡Hola papi!
– Hola amor mío. Creí que no hablaríamos esta
noche
– Cuando no esperas más, es el momento de que se
te entregue lo que dejaste de esperar.
-…
-…
– ¿Has tratado de comunicarte antes?
– Si, muchas veces.
– ¿Desde cuándo?
– Aproximadamente desde que empezaste a sentirte
solo.
– Ahora no me siento solo, tengo a mi mujer y te
tengo a ti, mi hija conmigo. Pero sí tuve muchas
etapas de sentirme solo.
– Más bien es lo contrario a lo que estas creyendo.
– ¡No comprendo!
–Te has sentido siempre solo y tuviste épocas cor-
-tas en donde pensaste que no lo estabas. El hecho
de que estés con nosotras, no significa que no te
sientas solo una vez más.
- ¿¡Cómo sabes eso!?
– Lo sé, porque tú también eres hijo.
15
– Amor mío, ya fui un hijo y ahora no lo soy más.
– No creas que puedes dejar de ser hijo cuando te
parezca a ti; tú eres hijo y siempre lo serás.
– He pasado esa etapa, pero en estos momentos
naturalmente soy padre.
– Por supuesto que lo eres y también mucha otras
cosas más.
Los rótulos siempre dan seguridad, así como inesta-
-bilidad.
– Ser esposo, padre, haber sido hijo, como tú dices y
otras cosas más, es lo que soy y me identifica de algu-
-na manera.
– Te identifica para los demás de cierta manera, pero
eso no es lo que eres.
– Soy padre y eso es innegable.
– Eres padre hasta que lo dejas de ser.
– Por supuesto, si algo te pasara, ya no estarías con
nosotros, y allí dejaría de ser padre.
– Seguirías siendo padre, pero sería muy difícil para
ti; te consideraran un padre sin hijos.
- ¿No comprendo?
– Toda mujer, hombre o hijo, son todo eso y lo
seguirán siendo siempre. Los roles se intercambian
de una manera muy dinámica sin que se noten. La
confusión aparece por no darse cuenta de esto
deseando estar parados siempre en el mismo lugar,
en tú caso, el de padre. Cuando no aceptas que
puedes ser, en un momento una cosa y al instante
siguiente otra, es que estás defendiendo tu seudo
personalidad e individualidad.
– Aún no entiendo cómo puedo dejar de ser padre.
– Hagamos un juego, yo te haré algunas preguntas
y tú me responderás.

16
– Bien.
– ¿Cuándo eres padre?
– Cuando estoy contigo.
- ¿Y cuándo más?
– Cuando me preocupo de tu bienestar; cuando trato
de educarte para que seas una persona de bien y
darte todo lo que necesites, también, cuando reco-
-nozco algún capricho que tienes, pero no me doble-
-go por tu llanto, y en la medida que puedo te enseño
los limites que tu misma me pides; cuando me pre-
-guntas lo que no sabes y puedo contestarte; cuando
intercedo en alguna rencilla de tu mamá contigo;
cuando pienso en ti y estoy lejos de casa pregun-
-tándome que estarás haciendo y como la estarás
pasando donde estés; cuando puedo iniciarte en
alguna actividad; cuando te observo y no te das
cuenta que te estoy mirando; cuando me duele que
sufras y te cuido si estás enferma; en realidad siem-
-pre estoy atento y dispuesto a ser tu papá.
– Gracias por todo eso.
– Es mi responsabilidad.
– Alguna vez ¿Te has animado a pensar en la
diferencia que existe entre una responsabilidad y
una obligación?
- ¿Crees que lo hago por obligación?
- No es lo que creo yo, sino tú.
- Entonces creo que no, que para mí lo hago por que
te quiero.
- Papi, deseo aclararte que entre estas dos hay una
línea muy delgada propensa a ser confundida sin
que se note.
- ¿Cómo los roles?

17
- Así es. Tomate tú tiempo para meditarlo, ya que de
otra manera, si no harías algo de aquello, si alguna
vez te olvidaras de algún detalle ¿No serias un padre
responsable?
– Por supuesto.
– Entonces puedo decirte que estarías fallando todos
los días como padre, por que nadie puede hacer todo
eso sin escapársele ningún detalle.
Cuando sin quererlo fallas, es por que te has hecho
demasiado responsable y eso te quita espontanei-
-dad.
– Eso se hace de forma instintiva.
– Me puedes cuidar de forma instintiva, mas no
sabes todo el tiempo por que actuó de maneras
diferentes.
– ¡No, claro que no!
– ¿Nunca se te ocurrió pensar si algún capricho no
era tal?
-Por cierto, se va notando que entras en distintas
etapas del crecimiento y utilizas diferentes recursos,
que si tu mamá y yo no estuviésemos atentos, nos
construyes un puente por encima de nosotros y
terminas haciendo lo que tú quieres.
– Los chicos tienen que experimentar, primero, con
los padres, de esa manera van sabiendo como
funciona las relaciones de todo tipo, para luego
llevarlas al exterior de la familia y es por eso que te
hago esta pregunta ¿No es mejor vivir el rol de
padre sin ningún debería?
– Temo que te sientas no querida.
– Ese fue tu preocupación desde que eras chico.
– Aunque luego reconocí que mis padres me amaban
muchísimo.

18
Tu pasado papi, no es el mió y si crees eso, es que
no me estas viendo a mí, solo estás proyectando en
mí lo que tú crees de ti.
No te preocupes por mis sentimientos, yo se que tú y
mami me aman muchísimo.
– Ya veo, estoy tan preocupado por eso, que me pier-
-do en normas y reglas abandonando lo que realmen-
-te sientes y dejo de ser el padre, el que deseo para ti.
–Y sin quererlo abandonas ese estado de padre y
luego te culpas por no haber completado la lista de lo
que debe ser un padre para su hijo. Te conviertes en
un dictador tratando de gobernarme; no dándote
cuenta que esas leyes son para ti, las que crees que
dan resultado, pero para mí, pueden ser demasiado
estrictas y viéndome triste crees que me siento no
querida.
No papi, me siento muy querida, muy amada por
ambos, pero no me exijas lo que te exiges; déjame
jugar un poco más que ya tendré tiempo para crecer.
Sus límites son necesarios, de hecho un niño que no
los tuvo o no fueron claros con ellos, en la adolecen-
-cia, creen que los que los tienen no son libres; de
esa manera confunden libertinaje con libertad. Cada
vez que reconoces la verdad, te sinceras contigo.
– Disculpa, es que nadie te enseña a ser padre ni
madre, no hay libros para ello.
– Tú escribes tu propio libro cada día y tus hojas
están llenas de “deberías” sin embargo, sientes lo
que haces pero no te permites equivocarte.
– Sé que me equivoco, no soy perfecto, trato de ser
un buen padre.
– Cuando las cosas no salen como deseas y yo no
respondo como tú quieres, tal vez sea el momento

19
de aprender a aceptar que estas aprendiendo y no
hacerte tanta mala sangre por lo que aun no es.
-Es cuando te pierdo de vista, y me preocupo por lo
que deberías ser en lugar de percibir lo que estas
sintiendo.
– Y al no disfrutarlo pierdes de vista lo que siento por
ti. De esa manera, te has desconectado de mí.
– ¿¡Siempre hago eso!?
– No papi, todos los padres lo hace de vez en cuan-
-do, pero algunos no poseen otros recursos; de esa
manera tropiezan con sus hijos, una y otra vez, para
luego convencerse que hicieron todo lo posible por
llevarlos a buen camino y ése es, el que ustedes
recorrieron y que les ha costado mantener por que
sus propios padres deseaban otros para ustedes.
- La verdad es que yo siempre hice lo que me parecía
con lo que había recibido.
-Todos hacemos lo que podemos con lo que
tenemos, cuanto más agregas, mayores son las
posibilidades como también las confusiones.
Hasta mañana papi.
- ¿¡Hasta mañana!?
-…
Amor… mío.

Igual que la noche anterior, se fue, así sin más y


todavía me había quedado preguntarle quien era, ya
que no lo entendido muy bien y me hubiese gustado
seguir este tema de la responsabilidad y la obligación,
pero de nuevo no hubo más palabras y tuve que espe-
-rar hasta la noche siguiente.
Estás en la etapa de crecimiento, de tener un pie en
la infancia y el otro en tú adolescencia, por eso te veo

20
en un momento haciendo cosas de niña y en otros,
me asombra tú manera de proceder en circunstancias
muy difíciles para cualquiera.
Despertaba mi ternura al verla así, abrasadita a su
oso, que a veces temía, no poder soportar si le pasara
algo grabe.

21
CAPITULO III

Esta vez entre a la habitación de mi hija con un poco


menos de resquemor y con muchos interrogantes, pe-
-ro de inmediato y antes de que me sentara me abor-
-do.

- ¡Papi! anoche te escuché decir, que no soportarías


si me ocurriese algo.
Sin embargo siempre me esta ocurriendo algo como
a todos.
– Me refería a si te hicieran algo grave o tuvieses una
enfermedad complicada y sufrieras por ello.
– A todos nos puede pasar algo así.
– Claro que sí, pero es muy doloroso que sufras sin
que los que te aman no te puedan ayudar.
– Sabes, los padres, por lo general, no pueden ayu-
-dar a sus hijos todo lo que quisieran, por que hay
cosas que no dependen solo de ellos.
Lo que sí dependen de ellos es algo que inevitable-
-mente quedará grabado en sus vidas, como la
herencia psíquica, mental y espiritual que luego,
legarán a sus hijos. Por eso, esta comunicación es
para que no te distraigas demasiado.
– ¿Tú eres el alma?
– Aunque te cueste creerlo, represento a todos los
hijos. Los que juegan y los que jugaron, pero de
alguna manera estos últimos, se han olvidado de
divertirse, ya que se convencieron de que pasarla
bien, es deshumanizarse.
– ¿Inclusive de aquellos que alguna vez lo fuimos?

22
– De los hijos internos y externos, y de los que hoy
creen que no lo son.
– ¿¡A qué te refieres con internos y externos!?
– Tal vez quisiste preguntar ¿Cuándo un hijo, niño,
externo, se convierte en un hijo, adulto interno?
– El adulto lleva su recuerdo de niño.
– Lleva en su interior un hijo niño, pero no es su
recuerdo, sino muchas veces su presente.
– ¿Estás diciendo que aun somos inmaduros?
– Estoy diciendo que en muchos aspectos, las per-
-sonas siguen siendo niños representando el papel
de adultos. Ustedes confunden inmaduro con en-
madurez.
- ¿Cuándo hacemos eso?
– Siempre lo están haciendo.
– ¿Bajo qué circunstancias?
– Cuando creen que saben hacer o responder a
algo que realmente no saben.
– Es que nadie puede saber todo de todo.
– Por supuesto que no, pero en ese instante de darte
cuenta que no sabes, tienes la oportunidad de
convertirte de nuevo, en un niño en-madurez, el
mismo que descubriendo es como aprende y al
experimentarlo ya no ignora lo que no sabia; de esta
manera, te has dado una nueva oportunidad de
volver a experimentar tu niño, por que si pierdes la
curiosidad o el interés de saber o explorar más,
también perderás la oportunidad de volver a ser
libre.
– Según tú, cuando comienzo a saber algo, soy como
un niño y cuando lo aprendo… crezco, vuelvo a ser
adulto.

23
– Algo así. Cuando sabes, puedes transmitir lo que
sabes, pero eso no te conviertes automáticamente
en un adulto.
Lo explicaré de esta manera.
Tú y mami me mandan al colegio, pero aun no se
dan cuenta lo que eso verdaderamente significa.
– Vas, para que aprendas.
– No es a lo que me refiero.
– No entiendo.
– Ustedes los padres envían a los hijos al colegio
por que desean que estudien y se eduquen, para
que vayamos progresando en nuestras capacidades.
Lo que nosotros los chicos vemos, es que muchos
padres no hacen lo mismo; nos muestran cual debe
ser el camino, pero ustedes no lo recorren.
– Nosotros ya terminamos el colegio, ahora nos ocu-
-pamos de otras cosas.
– El colegio lo han terminado, pero la vida te exigirá
que te ocupes de la vida y no tanto de tus quehace-
-res diarios, aunque te sean obligatoriamente nece-
-sarios.
– ¿Qué quieres decir con eso?
–Que la vida es igual que el colegio. Uno va pasan-
-do de grado si se lo merece, cuando aprueba lo que
aprendió en el año lectivo.
Ya que si crees que pasarás por el solo hecho de estar
vivo, tardarás tanto como cualquier especie animal en
evolución, exceptuando al ser humano.
Así puedo ir subiendo a un nuevo escalón; luego, en
ese nuevo año, volvemos a estudiar y aprender para
que el año entrante, pueda subir otro escalón más,
esto seria aprobar; lo que los chicos vemos, es que
ustedes no desean pasar de grado; algunos no quie-

24
-ren eso y otros no pueden; también están los que se
resisten por miedo a perder la seguridad y por lo
general, no se dan cuenta de que si no aprueban las
materias de la vida que vienen viendo desde hace
mucho tiempo hasta esta parte, estarán repitiendo
una y otra vez lo mismo. Sin embargo, se enojan con
nosotros porque no estudiamos lo suficiente y ni
hablar si nos hacemos la rabona o repetimos algún
grado.
Los chicos solo repiten lo que los padres hacen,
tratando de identificarse con ellos.
Los niños viven demostrándoles lo que ustedes son;
no lo hacen por gusto propio, solo reiteran lo que ven
y oyen, luego el niño es un dejado o un irresponsa-
-ble y hasta se los castiga, sin darse cuenta que
trataron y tratan de ser lo más parecidos posible a
sus padres, siguen la misma dirección.
Y por lo que se demuestra, no parece dar muy buen
resultado.
Sabes, si esos niños estuviesen en el lugar de sus
padres con lo que hoy son, jamás los sacrificarían
como estos lo hacen con ellos.
– Pensándolo bien, me doy cuenta de que tenemos
muchas reglas para los demás, pero muy pocas para
nosotros mismos y los que terminan pagando las
consecuencias, son nuestros hijos.
– Te equivocas papi, las consecuencias de esto, es
que ustedes pagan su propio precio por la dirección
hacia donde se dirigen, acarrean culpa que queda
sin verse y eso es muy doloroso, pero esta bien
pagado, por que el dolor que se integra, se reconoce
como experiencia conciente y de sabiduría; de lo
contrario, volverán hacer lo mismo manteniendo la

25
culpa con dolor, que luego, en segunda instancia,
será expulsada de ti hacia cualquier objetivo que
sientas merecedor de aquella, pero injustamente
hacia otro u otros y hasta sus propios hijos que es
lo que mas amas en la vida.
Luego cuando los chicos van creciendo y sus padres
no logran la comunicación que desean con aquellos,
la relación se transforma o se deforma, porque el
niño, aunque niño, resistirá siempre lo que no le
pertenece y un adulto sin esa pertenencia no llega a
ser nunca un mayor.
En toda relación hay dos caminos a tomar, la pri--
mera, es la de producir una apertura mutua, la
segunda, es la de no saber que cuando me estoy
sintiendo mal, es porque me he resistido a optar por
la primera; allí uno o ambos, viven las consecuencias
del resentimiento que produjo lo que no se vio ante-
-riormente, cuando aun había otras posibilidades de
producir algo distinto.
– ¡Cuando la relación se deforma se convierte en un
círculo vicioso!
– Por eso es tan doloroso, viven y re-viven el con-
-flicto de la culpa.
– ¿Pero cómo deshacerse de eso, si lo que paso ya
esta dado?
– Esa es la palabra clave, deshacer, diluirlo en
cantidades de comprensión y de conocimiento de
uno mismo.
– ¿Estás diciendo que no nos conocemos?
– Se conocen, claro que se conocen, pero te reitero,
si estas en cuarto grado e inconscientemente repites,
siempre creerás que cuarto es lo máximo, sin saber
que aun no conoces quinto grado.

26
¿Cómo puedes saber que hay más allá, si nunca te
animas a experimentarlo?
– Nos conocemos, pero no lo suficiente.
– Papi, no agregues más culpa a tus pensamientos.
Suficiente nunca basta, no tiene límites, es infinito y
no podremos en este estado de tercera dimensión,
calcular que es eso.
Confía en mí, se conocen, pero a través de vivir en
las limitaciones que les proveen seguridad y pocas
veces miran hacia el frente, que es en donde esta-
-mos nosotros, sus hijos, los mismos que venimos a
que los mayores comprendan qué es esto de amar
casi sin condiciones.
Ustedes nos muestran cómo se hace lo que no
sabemos y nosotros, le mostramos lo que ustedes
pueden hacer con el amor, él mismo que han traído
en épocas distintas a estas, y que sin desearlo ni
quererlo, la mayoría de sus padres lo botaron como
lo hicieron los padres de sus padres, sin darse
cuenta, de que desechaban la oportunidad de crecer
juntos.
-Ellos no podían ni sabían hacerlo, no existía infor-
-mación suficiente y la poca que había apenas llegaba
a las clases más altas.
- Ellos no, pero ahora ustedes, sí pueden hacerlo.
Es orto tiempo, otra época, otra etapa y otro espacio.
– Nunca lo hubiese podido ver así, si no estarías
hablando conmigo ¿Cierto?
– Todos pueden ver esto, pero depende de si nos
están observando realmente.
Ahora tienes que ir a descansar, por que Sofía
necesita ir al baño y ¿Lo que menos desearía, es

27
que esta comunicación terminara aquí? ¿Estás de
acuerdo?
- Si, por supuesto.
Entonces; hasta mañana papi.
-¡Pero tú te vas cuando tengo muchas preguntas para
hacerte!
- En realidad nunca me voy, solo te dejo meditando
cuando has conseguido las repuestas, que hoy para
ti, son las más importantes, por que al conocerlas,
llegará el momento de trabajarlas en las próximas
experiencias.

“Me reconocerás en primera instancia,


solo a través de ti”
-…

Siempre me quedaba con muchas ganas de seguir


hablando con ella y así de repente, se iba con frases
que me dejaban pensando más allá de lo que creía.

28
CAPITULO IV

Los días se me hacían eternos esperando que


anocheciera para estar de nuevo frente a mi hija y
poder seguir esta comunicación que estábamos
entablando, que por cierto, me hacían reflexionar
mucho y también a ver las cosas de distinta manera,
como lo hacia hace tan solo unos días; y tal vez desde
hace muchos años atrás, sin aceptar que lo escondía
por aquello de las culpas.
Cuando entraba a la habitación de mi hija, algunas
veces la esencia de Sofía, aparecía de inmediato, en
cambio otras, tardaba un rato más, pero no mucho.
Lo que me asombraba era que aparecía siempre con
algo que me sorprendía.

– Papi, ¿me extrañas cuando no estas conmigo?


– ¡Claro que te extraño! Desde que tú naciste mi vida
fue cambiando; he aprendido tanto de ti, que mi
mirada hacia los niños, ha dado un giro de ciento
ochenta grados.
– Sí lo se, y aun nos extrañamos con dolor; pero si tu
me enseñas tú verdadera palabra, aprenderé que
esa verdad esta ligada con el amor y al enfrentar la
vida de ésa manera, estarás siempre a mi lado, por
que he aprendido una de las cosas más difíciles, la
simplicidad.
– ¡Amor mío! no puedo enseñarte lo que no sé. Por
lo que hable contigo anoche, no creo saber cual es mi
verdadera palabra.
– Lo sabes, es lo que estas pensando ahora.

29
– Lo que estoy pensando en estos momentos es que
cuando naciste, no estaba preparado para recibirte
como me hubiese gustado.
–En estos diez años de mi vida, has aprendido a
ganarte el corazón de tu hija ¿sabes porqué?
-…
Por esa misma duda que tuviste. No estabas prepa-
-rado para recibir a un nuevo ser en tu vida; te daba
mucho miedo de no poder conseguir lo que para ti
era, darme lo mejor y sin embargo, siempre hiciste la
elección adecuada, la que me hizo sentir que te
importaba mucho; esa era y es, la de estar juntos
aunque estemos físicamente separados.
Estamos unidos más allá de lo que tú crees.
– ¿Cuál es mi palabra verdadera?
– Un niño siempre reconoce, aunque no entienda
muy bien, cuando un adulto habla y se mueve con la
verdad; en cambio a un adulto, esto le cuesta mucho
reconocerlo, por que el niño utiliza puramente su
intuición y un adulto, su razón.
– ¿Mi niño, tiene esa palabra?
–Estás viviendo desde hace algunas noches el
mundo real de los niños, de tú niño y allí descifras
tus propias palabras verdaderas, aquellas que creías
haber perdido cuando dejaste de prestarte atención.
Ese niño que está en ti, espera que le des otra opor-
-tunidad, que lo integres a tu propia vida.
En este tiempo desde que soy tu hija, has aprendido
por mí intermedio, a reconocerlo y ahora llego el mo-
-mento de aceptarlo.
– ¿Que logro con eso?
– Lograrás descubrir la base de toda existencia hu-
-mana, amarte como me amas a mí.

30
¿Te has preguntado alguna vez dónde se han
separaron tú como adulto y tú como niño?
– ¡Eso! ya pasó hace mucho tiempo.
- Si te dijera qué lo has perdido en alguna época, no
tan lejana, ¿te agradaría reencontrarlo?
– Estoy muy confundido con todo esto.
- ¿Qué es lo que te confunde?
- Tú me confundes.
– Mi última intención es confundirte.
– Pero lo haces. ¿Quién eres? Sofía duerme muy
profundamente.
– Así es, duerme, por eso puedo hablar contigo al
mismo nivel en el que estas tú.
– ¿Cuál es ese nivel del que hablas?
– El de la persona que ha adquirido experiencia de
las etapas vividas y que ahora puede vincularlas con
su entorno para no repetir los errores del pasado. A
esto le llaman ser adulto. ¿Cierto? Aunque siempre
vuelven a caer en la misma equivocación.
– Entonces ¿Quién eres?
– Ya te lo dije, soy Sofía en tú mismo nivel.
– Pero Sofía solo tiene diez años.
– La conciencia que experimenta aquí, solo ha acu-
-mulado ese tiempo, pero un ser humano no solo es
esa conciencia.
– ¿A qué te refieres con aquí?
–Disculpa, aquí en esta etapa del viaje.
- No creo en la reencarnación.
– Papi, eso en realidad no importa. ¿Acaso
cambiaria algo si creyeses en esa idea?
– ¡Claro que cambiaria! Supongo que estaría
ocupado en otras cosas de las que estoy hoy.

31
– Sí y también seguirías siendo el mismo con
diferentes experiencias.
– Por lo tanto, cambiaria mi manera de pensar.
– Cambiarían tus creencias, pero no tú esencia de
pensar.
- ¿¡Mi esencia de pensar!? ¿Tenemos algo así?
– Estas hablando con la esencia de pensar de Sofía.
De aquí en más estás habilitado en creerlo o no.
– ¿¡Tú eres la esencia de pensar de mi hija!? Pero no
estoy muy al tanto de lo que significa eso.
– Que soy el pensamiento original de Sofía.
Te lo explicaré mejor.
Subyacente a toda creencia hay un sinnúmero de
energías que afluyen en orden hacia nosotros y que
son simultáneas. Lo difícil, no es incorporarlas ya
que esto se hace naturalmente, sino descifrarlas e
interpretarlas.
Cada uno de nosotros está aquí, en este planeta,
haciendo experiencias distintas; una buena pregunta
para hacerse sería: ¿porque casi todos terminan
haciendo lo mismo?
– Eso es fácil de responder, si no lo hacemos, no
comemos y si no comemos, no podemos seguir ade-
-lante, todo acaba allí.
– Por lo tanto estas obligado a alimentarte.
– Así es, pero también es un placer.
– También puede ser una trampa que te pones para
conformarte.
- No me conforma es necesario, si no como, no pien-
-so y si no pienso no puedo traerte el sustento que
necesitas para tú futuro y para el nuestro.
- Una cosa puede ser necesariamente placentera o
no. Se puede convertir algo que en principio no es
32
agradable, en algo placentero, por la misma necesi-
-dad de sobrellevarlo, eso te dirige al fin de una
situación, al objetivo deseado, que producirá en
definitiva el resultado del placer; es decir, que el
resultado sea lo placentero y el fin una necesidad, de
esa manera justificar el medio por los placeres que
obtienen con respecto a ese fin.
Si observas bien, el placer te puede seducir tanto,
que te lleve a creer que eso, es lo más importante,
abandonando la verdad y tú identidad, por ese
placer. Esta seducción también te someterá a
elegirla para otros fines, y al no registrarlo, vivirás
seducido por la seducción.
De esa manera, lo incorrompible se corrompe y crea
un estado de sueño que no da lugar al verdadero
pensamiento esencial de cada uno.
– Muchas personas piensan que el fin justifica los
medios.
- Papi, confía en mí y deja que tú corazón intervenga
en este concepto; de esa manera iremos más al fon-
-do de la cuestión.
La trampa está allí y ésta elección es de ética y de
moral, que en esta época a pasado de moda; sin
embargo es y será lo más valioso que posee el ser
humano; cuando pasa eso en una sociedad, se
están confundiendo o tienen más valor, los placeres
que los medios de cómo se llega a procurarse los
fines cualquiera que estos sean.
¿Entiendes papi?
- Trato de entender quién eres.
– Soy y esa es, la esencia del pensamiento de
Sofía.
– Explícame más, por favor.

33
– Sería conveniente que encuentres por ti mismo tú
esencia de pensamiento y que luego asumieras tú
verdadero rol en este lugar, y así transmitirme a mí,
desde tú conciencia esencial, la manera de buscar
transmitírselo a Sofía.
– ¿Acaso no se lo transmites ya?
– Con tu ayuda todo sería más armonioso y comple-
-to; siempre recordaría tu aporte a mí crecimiento.
Cuando más recuerdo algo de ti, de mami, de las
personas que me ayudan a crecer y amo, más valoro
todos los esfuerzos por ser alguien que cada día
puede aportar algo más, como lo hicieron ustedes
conmigo.
– ¿Por eso me hablas aquí y ahora?
– Se que desconfías, ya que preguntas una y otra
vez lo mismo.
– Es que aun me cuesta creer lo que esta pasando.
- Siempre te he hablado papi, con la mirada, acer-
-cándome a ti para que me oigas cantar y me veas
bailar; siempre te estoy llamando la atención en un
abrazo y en un beso y cuando discuto con mami y
con tigo, es para que se den cuenta que estoy viva,
pero sobre todo para que se den cuenta que ustedes
también pueden estarlo.
Todos los niños estamos vivos, pero vamos murien-
-do poco a poco cuando nos convierten en, lo que
ustedes llaman ser adultos, sin darse cuenta que son
niños deseando ser adultos.
– No puedo dejar de ser adulto.
-No me malentiendas papi, no te pido que no lo
seas, ya que si necesito un padre adulto que guié;
que sea amigo y hermano, un padre que no se
escape por temor de enfrentar a su propio hijo, que

34
se ría y llore, que muestre que no lo sabe todo y que
puede tropezar en cualquier momento; que se caiga
y enseñe como hay que levantarse para seguir ade-
-lante, que ponga los limites aunque su hijo le caiga
mal para saber hasta donde puede ir y no invadirle
por demás con las inseguridades del crecimiento;
por que un padre que ve a su hijo, jamás olvidará ver
a su padre, con todo lo que eso significa.
No pretendo que estés todo el día conmigo, solo
desearía que cuando estés a mi lado, me trasmitas
tu calidad.
-Ese deseo es hermoso, pero muy difícil de lograr. De
alguna manera me debería olvidar de mí.
-Si te animas a pasar de grado, no te olvidarías de ti
ni de mí, ya que elegirías ambas posibilidades.
-¿¡Tú sientes eso, que me olvido e ti!?
-Eso ya lo hablamos papi, no es un reproche, solo es
una situación que puedes lograr transformar.
Para todos nosotros, los niños, lo más importante en
la vida son nuestros padres, como para ustedes,
para casi todos los padres, lo más importante somos
nosotros, sus hijos. Así te pregunto
¿De qué otra manera podríamos comunicarnos y
llegar realmente a ustedes?

Me la quede mirando con mucha ternura, pero sin


entender mucho lo del adulto niño y de la esencia de
mí pensamiento.
Le levante el acolchado hasta su cuello para taparla
mejor y así no tuviese frío, pero faltaba algo.
-Siempre siento en lo más profundo de mí, tu deseo
de ofrecerle el beso de buenas noches a Sofía.

35
Acerque mis labios a su frente y la bese, así dormida
como estaba, atrapó mi cuello entre sus brazos lo
cual hizo que me costara salir de esa posición, sin que
se despertase.
Todo ocurría de esa manera, que era la manera de
una niña; de repente hablaba y enseguida volvía a
jugar a su juego favorito, el de esconderse para que
la busque y la trate, una vez más, de encontrar.

36
CAPITULO V

Esta vez me sorprendió, porque parecía estar un poco


enojada y eso me hizo notar otra parte de la esencia
del pensamiento de mi hija, que estaba tratando de
entender.

- Hoy deseo comunicarles a los padres desde ti, algo


que ustedes han olvidado y llevan consigo todo el
tiempo, pero no meditan en ello y no por que no
quieran, sino por que se hace muy difícil que obser-
-ven de otra manera su realidad.
Muchos hijos no pueden decir lo que piensan cuando
sus padres obtienen todo lo que les tratan de vender
allí afuera, sean estas cosas materiales y sobre todo
las inmateriales, las intangibles que muchos com-
-pran como una guía que los llevará alguna parte.
- ¿Acaso no disfrutas lo que procede de afuera?
- Lo disfruto, pero tienes que ayudarme a no ser
hipnotizada por aquello que brilla y llama mucho la
atención, ya que así es posible que reemplace mi
tiempo, sin percatarme que este pasará y ya no lo
podré alcanzar. Si me lo enseñas, es posible que
ocurran dos cosas, una, es que lo disfrutare más y la
segunda es que no perderé una etapa del crecimien-
-to del hijo, no dejaré pasar la oportunidad de sanar
las propias heridas, que abandoné por miedo al do-
-lor.
- Eso es lo que hacemos algunos adultos.
Algunos, otros llegan al extremo de reemplazar las
mujeres por las muñecas y el balón por las ganan-

37
-cias y como pisan el respeto, todo da lo mismo. Los
que hoy son mayores, alguna vez fueron niños.
-Estas diciendo que no les dedicamos suficiente tiem-
-po.
-Estoy diciendo que si sé divertirme conmigo misma,
sabré divertirme con los demás; si me amo, te ama-
-re, si me odio te odiare.
Nos aman a su manera y sin desearlo nos intoxican
con lo que creen que es lo mejor para nosotros.
– Aunque he escuchado historias terribles de padres
que castigan a sus hijos hasta a veces quitarles la vi-
-da, ¿Eso es amar a un hijo?
– ¿Tú crees que lo hacen porque lo desean así?
– Quiero creer que no.
– Entonces date la oportunidad de saber más sobre
ese asunto tan desagradable.
Sacar de contexto un hecho, hace que sea muy difícil
soportar las cosas que pasan en este mundo y de
esa manera, no entenderás ni comprenderás el por
qué.
– Es posible que así sea, pero no justifico ni entiendo
que se pueda violar a un recién nacido o a un niña, ni
torturarlo o usufructuarlo para conseguir drogas y
muchísimas cosas más.
– Siempre hay una razón que está más allá de lo
que nos permitimos entender.
– ¿Sofía lo entiende?
– Su esencia de pensamiento y la tuya lo entienden.
– ¿¡Y no te da bronca, rabia!? Porque a mí como a
casi todos, una cosa así me desencaja, me violenta
mucho, me gustaría que le pasara lo mismo al que le
hace el daño al niño.

38
– De alguna manera eso ocurre, los hechos que te
han contado o escuchaste, fueron develados por
alguna denuncia, por eso se pueden contar.
– Sí, claro eso es cierto.
– Tarde o temprano todo se sabe, con el tiempo nada
queda en la sombra; la gente saca lo mejor de sí
cuando pueden ponerse en el lugar del damnificado
y así se solidarizan y pueden ayudar en lugar de si-
-lenciar.
– Pero se sabe una vez que pasó.
– ¿Ustedes creen que su mundo es perfecto?
– ¿Quiénes son ustedes?
– Los que creen ser adultos.
– No, pienso que queremos que sea perfecto, que es
distinto.
– Si buscas la perfección aquí en la tierra, temerás
por todas las cosas que puedan pasar y pasan todos
los días.
- A veces pienso que soy solo un niño asustado.
- A veces sí y a veces no.
- ¿Qué quieres decir con eso?
Que a veces tienes el pasado en tu presente y vuel-
-ves a sentirte niño, pero esta vez re-sintiendo esa
época.
- Explícamelo mejor.-
- En la época cuando fuiste niño, había mucho miedo
a tu alrededor; tu papá casi nunca estaba porque
viajaba continuamente; te arrancaron de tú lugar
para llevarte a otro país, no fuiste bien recibido
donde llegabas; tu timidez y silencio hicieron que los
demás desconfíen de ti y por defensa terminante por
desconfiar de ellos.

39
Tu mamá estaba muy ocupada tratando no solo de
criar a cuatro hijos, sino que también tratando de
odiar menos a su propia mamá y olvidarse de que la
trataron como una muchacha que hacia, menos de
hija, de todo.
Su abuelo la levantaba de la cama muy temprano
para que ella lavara, hiciera los recados, cebara el
mate y le comprara grapa y cuando se emborracha-
-ba, que eso ocurría todos los días, la terminaba
corriendo de la casa con un revolver, por que tu
madre le contestaba o por que no le hacia más caso
y solo tenia nueve años de edad.
Claro que ella sintió que su mamá se la había
sacado de encima cuando la envió a vivir con la
familia de su abuelo.
Ves que todo viene de hace mucho tiempo. Todo
tiene una razón, sin embargo lo sabes, pero es tan
doloroso que te cuesta verlo con claridad; por ese
motivo aparece oscuro para tus ojos y tú conciencia.
Tú madre con su gran amor ha podido perdonar todo
aquello y hoy lo puede contar como una anécdota.
Otro tanto ocurrió con tu padre, sin embargo eso no
hizo que abandonara su pensamiento esencial,
aunque él no creía en nada de esto, pero sí lo intuía,
y eso es inevitable como la necesidad de beber
agua, gracias a esa intuición inconsciente, mantuvo
su moral y su ética para que ustedes la heredaran.
- Su pasado lo transformó en una persona rígida y no
se conectaba con sus…
- ¿Hijos?
- Como me pasó a mí, antes de que Sofía fuese mi
hija. Sin embargo, él también se dio cuenta, tanto
como yo de cuanto nos amábamos.

40
- Y es por eso que te terminó dando su apoyo afecti-
-vo y solo tú sabes cuanto eso le costaba.
-Sabes, siempre me he arrepentido de haberle hecho
una guerra personal.
- Tú amabas a tu padre y para ti, en tú desconoci-
-miento, era la única forma que tuviste de llamarle la
atención. Errado o no, lo más importante fue que lo
hacías por ti y por él, lo hacías intuitivamente, lo ha-
-cías con tu esencia de pensamiento, con tú intui-
-ción.
Imagínate ahora, cuanto más doloroso es para los
niños que en algún momento llegan a ser padres y
repiten aquello con sus propios hijos, la clase de
torturas psíquicas, corporales, de maltrato y violen-
-cia, de vejaciones que tuvieron y tienen que sufrir.
Como consecuencia repiten eso, ya que para mu-
-chos, si no han sido amados, nadie merece ser
amado.
– Esa es una vida muy oscura.
– Lo más rápido y fácil es juzgar, en lugar de buscar
alguna respuesta, pero no para justificar, sino que
para crecer.
También es fácil decir “el día que te pase a ti,
veremos si buscas comprenderlo para crecer”.
– Eso es así, cuando le pasa a uno desaparecen todos
los entendimientos.
–Hay muchas personas que pasaron por eso y
buscaron ayuda entre otros que vivieron lo mismo.
¿O es qué acaso, si bien esto también pasa, irías a
vengarte por tus propias manos?
- Realmente no se que haría si te pasara algo terrible,
no se como actuaría.

41
- Dependiendo del hecho, harías lo que tienes que
hacer y una vez allí, eso definiría tú destino; si así lo
eliges, esta bien, lo has meditado y aceptas las con-
-secuencias; ahora si lo hace por venganza, estarás
haciendo lo mismo que le hicieron a tu hija y todo
termina allí, como tú dices.
– Viéndolo de esa manera lo mío no es nada.
- Pero eso no significa que tu experiencia con tus
padres no haya sido significativa para ti.
–...
– Si crees que lo de alguien que no le haya tocado
vivir eso no es significativo, no podrás vincularte con
tus sentimientos.
Cuando eras chico, para ti, tú hogar era de lo que
estaba hecho el mundo.
- Ahora que lo dices, siento y recuerdo las pesadillas
que tenia de niño, pero también tuve momentos de
gran felicidad.
- Por supuesto que los has tenido como casi todos
los niños, pero los momento dolorosos se tapan o se
ocultan bajo la mascara del adulto, ignorando que
laten permanentemente allí donde quedaron atrapa-
-dos por el temor, la incomprensión, la soledad, la
impotencia, el abandono o la injusticia como si todo
esto fuera muy fácil de sobrellevar, cuando uno deja
aquellos lugares tan conocidos que viven en todos y
en todo momento.
Otras veces se niega el pasado de tal manera, que
se aparenta lo bien que esta todo para esa persona.
Papi, siempre te voy a decir esto para que nunca te
olvides; aunque te disfraces de otra cosa, tu ser, ja-
-más dejará pasar sin más, la oportunidad que hoy
tienes de comprender todo lo que has vivido, ya que

42
hoy puedes darte ese magnifico regalo de saber y de
emprender tú verdadero camino de vida.
- Pero eso es muy difícil, ya tengo una vida armada.
– No estoy diciendo que dejes lo que armaste hasta
aquí.
– Entonces ¿Qué quieres decir?
– Solo deseo que comprendas que puedes agregar
siempre algo más a esa vida y lo puedes hacer des-
-de tú verdad; pero para eso será necesario que
primero te veas tal como eres hoy, aquí y ahora y
desde allí, integres tu real pensamiento a tú existen-
-cia a pesar de que esto, no pueda caer a muchas
personas agradablemente.
– Eso es imposible de hacer. Todos tenemos cosas
desagradables que guardamos y no expresamos.
– No estoy diciendo que lo hagas con otros, sino
contigo mismo.
– ¿Me estás proponiendo que cambie?
– Te estoy proponiendo que encuentres y deseches
con paciencia lo que ya no necesitas, por haber
agregado algo verdaderamente significativo a tú
realidad.
No puedes cambiar, puedes deshacer, diluir, pero no
cambiar.
Tú esencia nunca cambia siempre suma, encuentra
y desecha lo que ya no te hace integro, es decir
cada vez más completo, eso es estar cada vez más
cerca de tú ser.
– ¡Te repito que eso es muy difícil de hacer!
- Difícil, sí. Por eso tienes, en esta dimensión, el
tiempo y el espacio, es decir, si trabajas con ellos
observando realmente como funcionan, tendrás
siempre otra oportunidad; de lo contrario acabaras

43
dándote la cabeza contra la pared y volverás a tus
mascaras para que nadie se entere de quien eres y
sobre todo, te esconderás de ti mismo.
No es que tengas que ser conocido por otros, sino
que tienes que saber conocerte. Esa es la oportuni-
-dad que el universo junto a tú corazón y cerebro
están siempre a disposición para que los descubras.
No, no es fácil para nosotros integrar lo nuevo cuan-
-do se nos ocurre, ni siquiera cuando hacemos el
gran esfuerzo para ello, esto es por que no va a ser
cuando queramos, sino cuando tenga que ser;
nosotros simplemente podemos desde nuestra
pequeña conciencia, preparar el terreno, arar esa
tierra, para que cuando llegue la semilla, todo este
listo para sembrarla.
- ¿Cómo se hace para preparar la conciencia?
- Sabiendo la verdad.
- ¿¡La verdad! realmente crees que nuestro dolor se
ira sabiendo la verdad?
- La verdad es la única energía que puede liberar la
conciencia y también lo que se haya alrededor del
corazón, de creencias que tienen las raíces puestas
en el dolor.
- Discúlpame, pero realmente no creo que el dolor se
pueda marchar solo con recordar lo que hemos vivido
hace mucho tiempo.
- Por supuesto que no.
- ¿¡Entonces!?
– Hay que saber usar la memoria.
Si vives en tu pasado, no estarás en armonía con la
memoria, solo re-vivirás lo que ha pasado.
La mente posee un depositario de recuerdos para
disponer de su uso cuando lo cree necesario que es

44
casi siempre; pero también trabaja con la intuición,
para crear algo distinto utilizando esa memoria. La
diferencia es que no la re-vive, sino que estas siem-
-pre creando, para ti, otra posibilidad de manifestar lo
que eres.
Curaras cuando reemplaces con la verdad, aquello
que creías tan doloroso.
– ¡Me estas hablando de crear, de ser creativo!
– Sí, pero también de no caer en la trampa y usar la
memoria para ponerse en victima.
– ¡Jamás! me pongo en victima.
– Todos en algún momento lo hacemos. Lo bueno
es que, de esa manera, puedes aceptar e integrar, y
así verlo con los propios ojos, ya que estar en un es-
-tado pasajero o no de victima, hace que uno conoz-
-ca cual es la mejor manera de utilizar la memoria.
– Seria muy útil que me repitieras de otra manera
esto último.
- En el pasado nada es lo que parece, pero
permanece como si fuese algo oscuro para ti.
–Mi verdadero pasado es aquel que en un principio
estaba oscuro para mí.
–Ese no es tú verdadero pasado, en gran parte,
vives allí, por lo tanto si lo estas re-viviendo, aun no
es tu pasado. Se puede decir que estas varado en
esos recuerdos y así no permites que sea tu verda-
-dero pasado. Solo cuando salgas de allí con la
verdad, podrás dejarlo tras de ti y se transformaran
en una cicatriz como muchas que tienes en el cuer-
-po, pero esta será una cicatriz psíquica, que no te
molestara y cada vez que la observes, producirá solo
un recuerdo de cuanto has crecido por intermedio de
aquellas experiencia y al saberte más integro, por

45
haber reconocido la verdad de aquel hecho, camina-
-rás por tu real senda, la que espera desde hace
mucho tiempo por ti, por todos los padres y todos los
hijos.
–Eso es muy abstracto.
–Tus creencias son muy concretas y todo lo que no
pertenezca a esas creencias, será muy abstracto.
Es algo que tendremos que aprender a construir si
queremos seguir adelante, ya que es un don, el de
distinguir que es cierto y que no lo es.
¡Sabes! algunos padres les pesa tanto la responsa-
-bilidad de tener hijos, que hasta son capaces de
hacer cualquier cosa para no enfrentarse con ese
hecho y esto no significa que no desean amar a ese
ser, sino que como no pueden con ellos mismos,
tampoco pueden con alguien externo a ellos, no
dándose cuenta que si un bebe aparece sin haberlo
planeado antes, ese ser trae una gran oportunidad
para hacerse cargo de uno mismo, no se dan cuenta
del maravilloso don que recibieron.
– Ese es el famoso pan que trae el niño debajo del
brazo.
– Es el pan de la vida, el don del alma y el milagro de
la existencia.

De nuevo se fue, esta vez sin decir hasta mañana.


¿Dónde debería buscarla ahora?

46
CAPITULO VI

- Anoche se me pasó hacerte una pregunta que tenia


que ver con el tema de los padres violentos ya que
algunos chicos mueren en esa experiencia. La pre-
-gunta es ¿Por qué muere un niño?
– ¿Y porque no?
– Por que le falta toda una vida por delante y allí se
acaba todo para ese niño.
– Si crees que lo único que tienes, es esta vida y
luego no hay otra cosa, otra oportunidad, aquí en
otra parte u otra dimensión, tú conclusión será que
todo el universo es injusto acarreando la angustia
que eso conlleva.
La violencia en el mundo también nace en ese pen-
-samiento. “Matemos, robemos, violemos y tenga-
-mos esclavos, hagamos desaparecer razas comple-
-tas de seres humano y animales, hagamos lo que
se nos de la gana, de todas maneras, una vez que
me muera nadie se acordara quien fue” o “La vida se
vive una sola vez, puedo reventar al que se me de la
mismísima gana, da igual, y si reclaman algo no me
importará, porque habré desaparecido para siempre”
y cosas por el estilo.
Pero sabes, gracias a personas como vos y mami,
que dedican su vida a algún significado, el ser huma-
-no ha llegado hasta aquí, ya que si fuese por los
que profesan inescrupulosamente el poder, hace
rato que esta civilización no existiría más.
El día que el pueblo sepa que tiene mayor poder que
unos cuantos titiriteros manejando las sociedades,

47
ese mismo pueblo comprenderá su poder y desapa-
-recerán los titiriteros y los títeres.
– Hay países que utilizan este poder.
– Claro que si, porque les tocan el mismo punto a
casi todos.
– Aquí se esta dando que cuando hay injusticia, la
gente sale a la calle para pedir por ella, por justicia.
– Y cuando se comprenda ese verdadero poder,
saldremos todos a pedir justicia por los seres ultra-
-jados del mundo entero.
-¿¡Llegará ese día!?
– Llegará la hora de no dejar pasar más la opotuni-
-dad de observar lo que ven todos los días y hacer
algo cada uno desde donde este, pero no ahora,
llegará cuando muchos comiencen hacerlo sin
esperar que el otro de el primer paso.
– Lo tuyo me parece demasiado optimista.
– La vida es optimismo, y cuando la escucho, por
que he aprendido a oírla, creo en ella, en ti y en
todos los hijos.
La ciencia, las artes, la educación son optimismo, ya
que son el fiel reflejo de descubrir la vida; puede ha-
-ber temor y de esa manera, creer que eres pesimis-
-ta, pero en la medida que decidas seguir viviendo,
aceptando las imperfecciones del ser humano,
aunque no lo desees, estas siendo optimista creyen-
-do que eres pesimista.
– Tengo la sensación de que todo esto que me dices
tiene un orden, pero aún no puedo descubrirlo y
siento que algunas cosas ya lo he escuchado, por que
me las repites una y otra vez.

48
– No papi, te repito de distintos ángulos lo mismo
para que puedas vincular lo que escuchas con tu
imaginación.
Por eso los hijos siempre insistimos en preguntas
que ya nos contestaron.
– Eso lamentablemente a veces me enoja.
– Hasta hoy era así, pero una vez que logres intuir
tus respuestas, ya no te enojara tanto.
– Creí que ibas a decir que no me enojaría más.
– Puede ser que así sea, también puede ser que
trabajes con el tiempo para descubrir por que real-
-mente te enoja algo.
– Claro, si lo descubro pasaría de grado.
– E irías hacia un nuevo comienzo sin empezar de
nuevo, sino con la experiencia de los grados anterio-
-res en tú haber.
- ¡Bueno! eso es la vida.
– Eso es la vida en toda circunstancia y dimensión.
– ¿¡Dimensión!? Ya es la segunda vez que mencio-
-nas esa palabra.
– Desde las cosas que tú crees que son más impor-
-tantes para ti, hasta las más insignificantes que
generalmente los padres dejan para otro día.
- Esto último no lo entiendo muy bien.
- Me refiero que muchas veces lo importante, no lo
es tanto como lo no importante.
- Todo es relativo.
- Por eso experimentas la dualidad.
- Mi dualidad es que tu estas ahí y yo aquí.
- La primera dualidad es tú interior y exterior, y
ninguno es más importante, se necesitan ambos por
igual, aunque las sociedades viven en un continuo
exterior.

49
- Conozco muchas familias que viven así y parecen
estar bien.
- Si alguien viniese de afuera creería que en cual-
-quier familia tipo, todo marcha perfectamente y que
los problemas que existen, son solo el producto de
cualquier familia común. Lo que nunca ve el visitante
es el peso que lleva cada integrante de esa familia,
por tratar de armonizar con desconocimiento, un
grupo que desde el comienzo esta desarmonizado.
Lo que parece ser papi, siempre se muestra en
primer lugar.
- Lo que ves no es lo que es.
- Pocos saben que hay detrás y al no enfrentarse
con lo que dejan pasar, todo se arma como se vive y
si algo te molesta en tu vida, sin desearlo lo coloca-
-ras allí, en el lugar más común que para ti es el sitio
adecuado; y te lo vuelvo a repetir, se lo trasladaras a
las personas que más te importan, creándote un sin-
-números de culpas y con ellas la evasión de enfren-
-tar la verdadera responsabilidad, esa es, la de en-
-frentarte a ti mismo.
- Es distinguir entre la maraña mental y emocional,
cuáles son realmente míos y los que no. Los pensa-
-mientos, las ideas, las reacciones, los deseos, el
rencor, la critica, entre otros ¿Son míos? ¿O también
he heredado una gran parte que se transformaron en
mi propiedad y los re-vivo como norma impuesta de
lo que le debo a las personas que me dieron la vida?
- Tú haces a la sociedad como ella te hace a ti.
Si dejas pasar eso, mañana creerás que puede ser
tarde.
- Pero no si conozco la verdad.
– Noto que has retenido lo que estamos hablamos.

50
– ¡Claro que lo retuve! es como si tu voz me inspira
a recordar lo más importante y se que no es tu voz,
sino tu amor.
– A mi me pasa lo mismo. Es por esa razón que
desearía decirte algo, por que aun confundes algo
que te deja en un callejón sin salida. ¿Me das tu
permiso?
- Claro, adelante.
- Papi, se que en estos días te vienes haciendo una
pregunta muy importante, que no te deja tranquilo
solo por el hecho de habértela planteado.
– Me hago muchas desde que estoy manteniendo
esta charla contigo.
– Me refiero a una en especial. Te has preguntado y
te preguntas, sin algún dejo de culpa por ahí, si tus
padres te han dado la vida.
– Sí, me he estado preguntando eso, por lo que aquí
estoy escuchando.
- Te lo vienes preguntando hace mucho más tiempo
de lo que tú crees. Por eso muchos niños se llegan a
plantear si son adoptados. Lo importante es saber
que deseas responderte.
–Ahora no estoy muy seguro. Aunque se que no soy
adoptado, no logro armar del todo mí verdadera pre-
-gunta.
– Esta es otra verdad que se deja pasar por alto. Su
respuesta es simple, pero da mucho temor a des-
-prenderse de una creencia, que si así no lo hace-
-mos nos confunde sin poder alcanzar lo que busca-
-mos.
– ¿¡Qué no podemos alcanzar y qué buscamos!?

51
– Tus preguntas suenan muy descreídas. Cada uno
en su esencia sabe, inconscientemente, qué es lo
que esta buscando.
– Particularmente busco la felicidad, pero aun no
tengo claro que podemos alcanzarla.
– ¿Deseas alcanzarte a ti mismo?
– Sí, ya recuerdo, viendo en mí interior para poder
amarme.
– Sin olvidarse que primero podría ser necesario
enamorarte de ti mismo.
– ¿¡Enamorarme de mi mismo!? Suena un poco
descabellado.
– Sí, como el de saber que tus padres no te dieron la
vida.
- ¿Cómo es eso?
– Tus padres te pueden proveer de un cuerpo, mas
no de la vida de ese cuerpo.
– Eso es muy difícil de aceptar y no se si es así.
– ¿Porqué no?
– El óvulo y el esperma están vivos cuando se inte-
-gran.
– Están vivos porque tú vives, pero no vivirían si así
tú no lo estuvieras.
– Si… es cierto. Sin embargo el instinto procede del
cuerpo.
– La genética, aun esta en pañales.
–De las células del cuerpo.
– Las células están llenas de energía de vida, pero
que no es dada por el cuerpo, sino que por la vida
misma. Las células solo reaccionan a un estimulo de
energía.
– Las células están llenas de memoria

52
– Las energías mueven esas memorias, pero están
allí como en todo ser o cosa creada.
– ¿Tú quieres decir Dios?
– ¿Tú lo quieres decir así?
– Sí, me gusta creer en Dios.
– Bien, entonces sí, Dios es la vida misma.
– ¿No existe Dios?
– Si no existiese, no estaríamos aquí hablando ni tu
ni yo.
– Pero entonces ¿por qué me dices eso de que si yo
quiero decirle Dios?
– Por que si no tuvieses un pensamiento limitado en
la creación, podrías llamar a esa energía de otra
manera, ya que la palabra que tú eliges, fue y es
usada, para cualquier excusa que vaya bien con lo
que conviene en el momento.
Las palabras pueden ser muy confusas o revelado-
-as, dependiendo de cuan honesto se es con uno
mismo.
– Sí, estoy de acuerdo. Entonces lo llamaré… amor.
– Bien.
– ¿Tu como lo llamas?
– Vida.
– ¿Y porqué no amor?
– Por que puedo comprender mejor la vida que el
amor.
– ¿No puedes comprender el amor?
– ¿Tú puedes?
– Creo que voy comprendiendo el amor mediante la
vida.
– Por eso le llamo vida.
– Claro, tú la esencia de Sofía también esta
evolucionando.

53
– Por supuesto que así es; sabes, me gusta pensar
que evolucionamos como la mariposa, pues la vida
misma me lo reveló.
– ¿¡Como la mariposa…!?
– Si, una analogía de nosotros con su viva
experiencia. ¿Quieres escucharla?
– Desde luego, dime.
– La vida me susurro al oído desde su gran amor y
me dijo esto para que lo comparta contigo.
Somos una mariposa en el universo.
Evolucionamos como su vuelo, en una línea recta de
ilusorio desplazamiento hacia los lados.
Nos fortalecemos al transformarnos como hace ella
cuando renace.
Desde que sale de su capullo, esta continuamente
luchando contra las adversidades del medio ambien-
-te, sin embargo al salir, se fortalece y este hecho le
permite comenzar su recorrido hacia su objetivo úni-
-co.

“Sé como la mariposa, que solo se detie-


-ne para descansar un corto tiempo y
luego retomar su rumbo.
Si lo haces por un largo espacio, es posi-
-ble que sin darte cuenta, te atrape la no-
-che y una vez allí, puedas perecer en la
oscuridad de lo que no eres.
Recuerda que sin luz puede venir un de-
-predador y confundirte con su carnada.
No te quedes en el placer que causa la
belleza inmediata. Sin embargo observa
la belleza del camino por transitar, y si

54
tienes que detenerte de nuevo, solo hazlo
para recobrar tu sentido de orientación y
seguir adelante.
La vida te ve como tú ves a la mariposa,
con amor y compasión, pero sabiendo
que lo lograrás, por que es su naturaleza
y la tuya.
Eres como una mariposa, desplegando su
diseño inconfundible e irrepetible, ese es
el símbolo de tu rostro, tus manos, tu
cuerpo, tu alma, tu ser, por que cuando
haces algo, siempre eres tú mismo,
diferente a todo lo demás, en su consep-
-ción e igual en su misión.
Lleva esto en tú mente y en tu corazón y
sabrás, cuando te sientas solo, que hacer
en cada momento de la vida.
Te amo como me amo y cada vez que
aprendas más a amarte, comprenderás
que mi amor por ti no tiene ni principio ni
fin. No te amo en cantidad, te amo eter-
-mente, mas cuando sepas reconocerlo,
te sentirás más amado, ese es tu legado.
Continuamente te estoy alentando para
que recuerdes esto, así de esa manera,
reconocerás que tu reflejo vive en mí.
Estoy en todo esfuerzo que haces para
crecer, y también cuando confundes el
recorrido, te animo en cada tarea que
ocupa tu tiempo material, ya que cual-
-quiera que esta sea, te conduce hacia tu
55
amor, aunque muchas veces creas que no
puedes con lo que acarreas.
No renuncio cuando te ves abatido, por
que se quién eres, mas tú aun dudas de ti
mismo, sin darte cuenta que siempre eres
recompensado con más vida, la misma
que te hace estar allí y que has elegido
para ti”.

– ¿¡Eso te dijo la vida!?


– Eso y muchas otras cosas más, como nos dice a
todos a cada momento, por que somos hijos…
- …de la vida.
– Tú y mami tienen una tarea, la de guiarme, a su
vez yo tengo otra, la de dejarme guiar y allí, reside la
confianza de los hijos en la vida, cualquiera sea la
guía y pase lo que pase si confío y reconozco la
verdad, mí destino se hará realidad, como la maripo-
-sa, llegaré a donde voy y te amaré como amo a la
vida, por que de esa manera reconocí amarme.
Y aunque muchas veces no este de acuerdo con
ustedes, los seguiré llamando, mamá y papá, sin
olvidar que también son hijos como lo soy yo.
Dar gracias por la vida, es reconocer la verdad y la
única verdad es la vida, por eso la muerte, como la
conocemos, no es real, lo que sí puede parecer real,
es el temor a transformar ese estado, cualquiera que
este sea; de esa manera, puedo creer que estoy
muerto en vida, sin darme cuenta que estoy vivo y
así no doy gracias por la vida, y al no hacerlo, me
pierdo de la oportunidad de experimentar con mi

56
cuerpo, mi mente y mi alma, lo que ella tiene para
mi.
–…Gracias vida.
– Gracias papi.

57
CAPITULO VII

- La experiencia de que podamos comunicarnos de


esta manera, está produciendo en mi algo raro.
No sé como explicarte lo que siento, pero no es lo
mismo que sentía antes de estar hablando tan abier-
-tamente de todo esto.
– ¿Qué es lo que sientes?
– Literalmente sentí, que mí caja toráxica se abría
como si alguien de afuera, con sus manos, estaría
separando mis costillas y de inmediato, una sensa-
-ción de alivio se apodero de mí. Es como si me
hubiesen acomodado el corazón más en el medio del
pecho. Sin embargo no hubo dolor alguno, solo sor-
-presa.
– ¿La misma sorpresa cómo cuando escuchaste mi
voz por primera vez?
– Ahora que lo mencionas, así es, ¿¡Tú lo provocas!?
– Yo solo provoco lo que pasa en mí.
– ¡Entonces! ¿Que significa?
– Te lo voy a repetir de esta manera; tú solo
provocas lo que pasa en ti.
– ¿Quieres decir que fue mi imaginación?
– Has dicho en principio, que había sido una
experiencia muy real.
- Así es, lo he sentido en mi propio cuerpo y nunca
tuve miedo de que sea algo perjudicial como un
infarto; sabia, no se cómo, que era algo distinto a
otras experiencias corporales que he tenido, de echo,
no me dolió nada, es más, fue muy placentero.
– Hay cosas que suceden ahora, pero que son para
más adelante.
58
- ¿Cómo es eso?
– Solo te preparas para lo que va a venir.
- ¿¡Qué es lo que va a venir!?
– Dímelo tú.
– ¿Lo que pienso?
– Mejor lo que intuyes.
– Lo que intuyo podría estar confundido con lo que
quiero.
– Sí, por eso es muy importante que disciernas qué
es lo que deseas y qué es realmente lo que puedes
captar desde tú mente no racional.
– No estoy muy acostumbrado hacer eso, no se muy
bien como hacerlo.
– Quieres decir que no estas muy acostumbrado a
hacer arte.
- ¿¡Arte!?
– Sí, a vincular lo desconocido con la razón.
- ¿¡Lo desconocido con la razón!?
– Lo oculto y misterioso de la vida con el intelecto.
– Eso desconocido son las cosas que no vemos.
– Las que la mayoría de los adultos no ven, porque
han insistido e insisten en ver todo solo con la razón.
Están rodeados de cosas tangibles que han creado
desde la razón, sin embargo viven haciendo esas
cosas por medio de la mente abstracta.
– Tratamos de buscar explicación a todo.
– No es incorrecto hacerlo, pero si solo lo buscan
con el intelecto se pierden el arte que hay detrás de
cada cosa, de esa manera no se dan cuenta que en
cada elemento del universo esta el universo mismo.
El niño lo sabe, por eso juega con su imaginación
todo el tiempo, la excusa de tener algo en la mano
es para que los mayores no se preocupen o duden
59
de su cordura, si no fuera por los prejuicios de los
padres no necesitarían nada para imaginar que lo
que quieren ya lo tienen, porque saben crear como
nadie, son la vida misma y esta, es arte en su maxi-
-ma expresión.
– Crear es hacer arte, pero eso es lo difícil.
– ¿Crear o hacer arte?
– Ambas, para hacer una creación artística uno debe
prepararse, estudiar.
– Estás creando y haciendo arte continuamente,
pero una vez más te has condicionado para creer
que el artista es aquel que hace cosas distintas,
apoyado por sus estudios o por alguna enseñanza
en alguna materia artesanal y plasma su idea en algún
material.
– Eso es hacer arte.
– En cada elección hay una creación, eso es hacer
arte y lo que no se plasma en algún material se plas-
-ma en ti y en otras personas que registraron esa
manifestación; allí estás haciendo tu arte que es de
palabra, de acto, de pensamiento, de silencio y de
muchas otras maneras. Desde ese lugar procede el
verdadero arte que algunos estudian para darle ma-
-yor expresión a las cosas simples de la vida, como
agradecimiento de su belleza.
– Pero algunos solo lo hacen por su propia vanidad.
– Hay toda clase de artistas como hay toda clase de
expresiones y cada hecho que produzca un ser vivo,
es arte; si lo sabes observar e interpretar, lo verás en
toda la creación de la vida.
La vanidad solo es la excusa de la persona que
intenta olvidar sus prejuicios.

60
– Entiendo, porque la vida es el creador. Lo creado a
través del creador.
- Toda especie que tenga vida, se encontró con algo
ya creado y usufructúa lo que hay, a su vez crea
para si mejores condiciones en beneficio de su sobre
vivencia. El ser humano evoluciono mucho más
rápido que cualquier otra especie y ahora crea a
través del descubrimiento de su ámbito, el que cree
que le es necesario.
– Eso nos esta llevando a autodestruirnos.
– Puede que si o puede que no.
– Toda civilización que avanzó sin tener en cuenta
su evolución espiritual, se a destruido a si misma.
– Necesariamente.
- ¿¡Cómo, estas queriendo decir que debía destru-
-irse!?
– Si no se mantiene el equilibrio, en todo aspecto,
cualquier cosa puede llegar a desparecer, para luego
volver a reaparecer con mejores condiciones.
– ¿Tú crees qué el equilibrio es la condición de
sobrevivencia?
– El equilibrio es una ley universal como lo es la ley
de gravedad, pero existen muchas más que ya están
descubiertas por el ser humano, y quedan muchas
otras que aun no.
En la medida que estas leyes, que aun no fueron re-
-veladas, sean descubiertas, nos dará el secreto de
dónde venimos
- ¡Eso me deja pasmado!
– Sin embargo tú ser lo sabe.
- ¿Lo sabe?
– Sabe eso y muchas otras cosas más.
– Continúa por favor.

61
– Somos una formula en el universo como lo es todo
y estoy diciendo todo lo que existe, se vea o no.
– El amor entonces es una formula.
– Una formula de lógica universal.
– ¿Qué quieres decir con eso?
– Que las formulas de todo tipo que el ser humano a
descubierto aun son muy rudimentarias comparadas
con las formulas del universo; esto es como las leyes
del hombre que se han creado aquí en la tierra,
comparadas a las que existen en el cosmos; como
esta leyes se pueden transgredir a veces fallan, por
que no son perfectas, son vulnerables, las leyes del
universo no, son perfectas en su origen.
Cualquier desequilibrio produce la corrección, en
última instancia, de la desaparición de lo desequili-
-brado.
Puedo descubrir como funcionan y crear algo para
usufructuarlas como la misma ley de gravedad,
gracias a que sabemos que es, el hombre creo un
aparato que vuela, aunque las aves, lo descubrieron
mucho antes que nosotros.
– Eso también me interesa, pero no quiero apartar-
-me de las formulas.
– Lo del ave es para decirte que todo es un símbolo,
que se puede descubrir lo que uno aun no sabe, a
través de ellos. Esto es así porque la creación no
esconde nada, por eso la mentira tarde o temprano
se deshace, le falta equilibrio y se autodestruye.
La mentira también es una formula como lo es la
verdad, pero la primera, es incompleta con respecto
a la segunda, ya que esta posee algo más que la
mentira no tiene, posee un agregado fundamental
que es la esencia de la verdad y es la fórmula

62
madre; es eso a lo que el ser humano denomina
amor y que da vida a todo; si se descubre esa formu-
-la, se descubre la vida misma, se descubre como
crear vida. Vida en abundancia como decía un gran
maestro.
Por lo tanto, si nos acercamos a estas formulas sin
respetar las leyes universales, no solo no podremos
descubrir lo que buscamos, sino que podemos
autodestruirnos en un intento de sortear pasos y así,
caer en la falsedad, en la mentira producida por
desear un avance sin equilibrio; pero la creación es
tan perfecta, que siempre tiene recursos para
avisarnos si estamos haciendo lo correcto y por
donde debemos ir, que caminos tomar para llegar
allí. El que lo veamos o no, depende del grado de
educación de los pueblos y sobre todo, de la calidad
de esa educación.
– Y todo eso esta en la energía del amor.
– Esta allí y en todas partes, pero aquí en occidente,
se comprende más a través de las formulas, en cam-
-bio en oriente, esto ya se sabe, la diferencia es que
en el primero, se trabaja por el estimulo del éxito y la
recompensa que eso conlleva, es decir por el ego-
-centrismo.
- Oriente frena eso.
- De otra manera, ya hubiésemos tenido un acciden-
-te fatal.
Ya estoy un poquito cansada papi, hagamos algo, tú
me darás un beso para que mí sueño sea más repa-
-rador y yo a su vez te daré otro para que lo lleves en
tú corazón.

63
De inmediato pensé -Me deja así, con todo eso, sin
más y con un montón de preguntas para hacerle.
La bese, claro que la bese, con mi más tierno amor.

64
CAPITULO VIII

– ¡Hola papi! ¿Cómo fue tu día?


– Hola amor mío.
Mi día fue de puros interrogantes.
– Me alegra que hayas tomado mayor confianza.
– La duda no me parece que me de mucha seguir-
-dad.
- Se que no estas dudando de mí, pero sí, de lo que
escuchas cuando te acercas a seguir hablando.
– Al principio dude de ti.
Digamos que esto no es muy común.
– Sin embargo, puedes ser tú mismo el que produce
todo esto.
- ¿¡Qué quieres decir con eso!?
– Que puede ser que tú te preguntes y te contestes
frente a mí.
– Puede ser, pero elijo que estoy comunicándome
contigo, ya que así lo siento.
– ¿Sabes el por qué de esa elección?
– No, solo siento que esa es la verdad.
– ¿Puedes darte cuenta de donde procede ese
sentimiento?
– ¿Por qué me preguntas todo esto?
– Porque hoy deseo hablarte de tú corazón.
– ¿¡De mi corazón, me pasará algo!?
– Siempre nos esta pasando algo.
– Me refiero a si estoy mal del corazón.
– ¿Te sientes mal del corazón?
– Disculpa, creí que ibas a decirme algo sobre mi
salud.

65
– La persona que te ama de verdad, nunca te pide
que te disculpes por que crees que te has equivoca-
-do, ellas saben que lo único que has hecho es to-
-mar el camino de la preocupación.
A lo que me refería es al corazón como inteligencia
superior, no a los problemas fisiológicos del cora-
-zón.
– ¿El corazón piensa?
– El corazón no piensa como el cerebro, él sabe.
– El corazón es sentimiento.
– E intuición.
- ¿¡Intuición! creía que la registraba el cerebro?
– Sí, pero su origen no es de allí. El proceso es del
cerebro y utiliza todo lo que tiene para descifrar la
intuición que procede del corazón.
- ¡El corazón es un músculo!
- Que posee el latido de la vida.
– Eso tiene mucho sentido, allí se entiende por qué
las personas con síndrome de down son tan afectivas.
– Igual que los bebes y los niños más pequeños.
– Esto es muy interesante y revelador para mí.
– Por eso te lo dije.
– Explícame más por favor.
– El corazón y el cerebro funcionan como un todo,
pero puede haber vida sin cerebro, mas no sin
corazón.
Hoy la medicina de investigación está descubriendo
esto, ambos se unen por terminales fisiológicas del
cuerpo. Pronto saldrá a la luz desde la ciencia y con
el tiempo, esto hará el cambio fundamental en la ra-
-za humana. Pero también habrá muchas preocupa-
-ciones por esta verdad.

66
– Claro, es una verdad revolucionaria y muchos
tienen la vida depositada en inversiones del cerebro.
– Cualquier persona que esta cómoda allí, no
querrá cambiar de forma de pensar, no deseará
perder su prestigio económico, moral ni social.
- Ya que debería reformular muchas cosas que ha
aprendido como ciertas.
– Por eso no se aceptará en un corto lapso de
tiempo.
– Quizás tome mucho tiempo.
– Un maestro hablaba de ello, sin embargo no lo
entendieron, ni antes ni ahora.
– Es que realmente si esto es así, a mí mismo me
cambia la manera de pensar y de ver las cosas.
– Cuando entraste hoy a esta habitación, me dijiste
que habías tenido un día con muchos interrogantes y
los tenias por qué no sabias esto, esta ficha no esta-
-ba en tu juego de rompecabezas, aunque lo has
vivido, todo sufrimiento afectivo se siente allí, en el
corazón y duele tanto que hasta puede provocar la
detención de su función, el de dar vida a todo el
organismo.
– Ahora voy entendiendo un poco más.
– ¿¡Sí!, me quieres contar?
– Todo son símbolos y su significado esta buscando
la verdad. El corazón significa la vida. Pero tengo una
duda.
– ¿Cuál es?
– Cómo encuentro la verdad y si creo que la he
hallado ¿cómo me daré cuenta si es esa la verdad?
– Solo sigue lo que dice tú corazón.
– Pero eso no es fácil de hacer.

67
– Para nosotros, los seres humanos no lo es, ni aquí
en occidente ni allí en oriente, aunque ellos en ese
sentido les llevan mucha ventaja al occidental.
Hay una forma científica de terminar con la duda. Y
te lo digo así, por que tus dudas provienen de la
cabeza y como la razón busca razones para com-
-prender y creer, es necesario que lo hagas de esa
manera hasta que puedas incorporar, darle lugar a la
intuición, que es la energía que te llevará a la verdad.
– El cerebro está para procesar esa energía.
– Y todas aquellas que notes con tus sentidos del
cuerpo.
El cerebro procesa todo y con equilibrio nos entrega
la idea, la relación de unas cosas con otras, sean
estas emocionales, materiales, espirituales o menta-
-les. Cuando no se logra hacerlo con equilibrio, se
aleja de la verdad, así uno puede estar muy desco-
-nectado de ella y causar todo tipo de trastorno,
hasta el de irse del cuerpo por cualquier razón.
- Es decir morir.
– Claro, morir como ustedes llaman al proceso de
transmutar este estado.
– Lo que más me asombra es que siempre las res-
-puestas están a la vista y no le queremos prestar
atención.
– ¿A qué te refieres papi?
– A la conclusión de los chicos y las personas con
síndrome de down, pero lo entiendo, es que le dimos
tanta importancia al cerebro, que nos parece que los
que no pueden usar su mente en el máximo poten-
-cial, no vale la pena tenerlos en cuenta.
Lamento, lamento en el alma de este gran error, ya
que siento que eso me trastornaba y ahora me doy

68
cuenta que lo intuía, pero no sabia donde depositar-
-lo, y sobre todo, pienso en los padres que no tratan
bien a sus hijos sabiendo el dolor de estos por que no
quisieran ser así, y lo son, están convencidos de la ra-
-zón, sin quererlo tratan mal a las personas que más
aman, solo porque creen que ellos están en lo cierto,
que pueden pensar y los chicos no, cuando en reali-
-dad, unos necesitan de los otros para que se produz-
-ca el equilibrio.
– “Discúlpalos padre porque no saben lo que hacen”.
¿Recuerdas esas palabras?
- Como olvidarlas.
-Tus lágrimas me conmueven papi, pero más te con-
-mueven a ti.
Llegaste a esa conclusión desde tú mente, pero tu
dolor está en el corazón, por que de allí proceden las
verdades más reveladoras que son las del amor.
– Gracias amor mío, no sabes que peso siento que se
me va de los hombros.
– Gracias también a ti y a todos los padres y los hi-
-jos, por que sin ellos, sin todos nosotros, la vida no
sería.
Hasta mañana papi, no te olvides de darme tú beso
de buenas noches.

Me la quede mirando tan profundamente y deseando


de corazón que esto que estaba pasando aquí, estu-
-viese pasando en muchos lugares a la vez.
Otra vez me dejo hasta mañana sin respuesta de
cómo encontrar la verdad de manera científica.
Te amo hija y ojalá aprenda también vida, a amarte a
ti como ellos te aman.

69
Gracias por tanto y disculpa por tan poco, es que creí
ser grande, adulto y solo era producto de la ignoran-
-cia.
Enséñame vida, enséñame de nuevo, ya que supuse
haber entendido, pero lo único que se es que poco
entiendo de las cosas que veo, escucho y siento.

70
CAPITULO IX

- Hoy todo el día estuve pensando en aquello de la


verdad y el corazón ¿Me dirás hoy como se la puede
encontrar?
– Te lo diré como dicen los científicos.
– ¿¡Como dicen ellos!?
–A toda idea alocada hay que refutarla, si no se
consigue hacerlo, es porque allí hay algo.
– Y allí hay algo muy grande.
– Hay algo simple que te lleva a lo grande.
Por otra parte papi, fue muy bello lo que anoche
digite en silencio.
– ¿Me escuchaste?
– Escucho tú corazón cuando permaneces en
silencio.
Eso también me lo dijo la vida.
– ¿Que más te dice la vida?
– La vida me susurro al oído con su gran amor y me
dijo esto para que lo comparta contigo.

“Te daré la mente para saber, te daré el


cuerpo para experimentar lo que deseas
saber, te daré el sentimiento para que lo
comprendas, te daré el libre albedrío para
que elijas cuando regresar si así lo dese-
-as, estaré siempre muy cerca de ti, tan-
-to que confundirás tú respiración con la
mía y te daré mi amor para que sepas
quien eres; aprende a buscarlo y nunca
más confundirás que es lo que eliges

71
encontrar y si lo haces sin hallarlo, es
porque aun no lo has hecho en tú propio
corazón”

-¿Te gustó, papi?


– Tan bello como la analogía de la mariposa.
– Cuando descubras aquello que buscas y reconoz-
-cas de corazón, lo darás sin condiciones, por que lo
has encontrado en ti, ese es el verdadero mensaje
para todos los hijos.
– Que difícil es llevar esto todo el tiempo y volcarlo a
la realidad diaria.
- Has de esto tú vida, como cuando creías que los
bebes no te gustaban y hoy sabes que tú corazón
rebosa de amor hacia ellos, pero lo único que
sucedía era que no te habías dado cuenta que ese
pensamiento ocultaba la verdad que luego fue
revelada por tu hija Sofía, al nacer ella, develó tú
verdad. Volviste a ser un bebe, un hijo, un padre, un
hermano, y volverás a tú esencia, la que nunca
desapareció, por que siempre estará allí esperando a
que la reconozcas y así te conocerás cada día un
poco más, ya que al reconocerte reconocerás a la
vida misma.
Esta es la realidad, lo demás es ilusorio.
-…
-…
– Es decir que un deseo puede ser una confusión.
- Si el deseo surge de la mentira inconsciente, siem-
-pre es una confusión, pero si surge de la verdad, es
decir del corazón, te llevará a otro descubrimiento en
primer lugar, de ti mismo y luego, de los demás.

72
Pregúntate a cada instante de tú vida diaria si es eso
lo que buscas, y si respondes afirmativamente a
través de estar en paz y en armonía, es porque has
encontrado lo que estabas buscando.
No des por sentado que lo has encontrado para
siempre, cuando vuelvas a estar confundido, hazte
de nuevo la pregunta. Por que la vida diaria, como tú
la llamas, te confundirá, te sacará del equilibrio nece-
-sario hasta que no lo haga más. Para eso existe el
tiempo, trabaja con él, a favor de él, y serás uno con
él, de esa manera aprenderás otra ley universal,
darás otro paso para seguir encontrándote en tu
corazón.
Jamás renuncies a lo que deseas, pero primero trata
de refutarlo y si no lo logras es porque allí hay algo,
confía es eso y encontraras la verdad.
– Ahora me doy cuenta de algo importante que hace
que comprenda lo que hablamos anteriormente.
– ¿Que es eso que te diste cuenta papi?
– Que la mente puede ser engañada.
– Pero jamás podrán engañar a tú corazón
– Aunque esta lleno de corazones rotos.
– ¿Estas hablando por ti?
– Por mí y por todos. ¿Quién alguna vez no sintió su
corazón hecho pedazos?
– Pero luego fue reparado, una vez más.
– El tiempo lo repara.
– El tiempo nos da el lugar para repararlo, pero él no
lo repara.
– Claro, nosotros hacemos algo y utilizamos el tiem-
-po para repararlo.
– Eso es correcto.

73
– La pregunta es entonces ¿Qué hacemos para repar-
-lo?
– El dolor nos extiende dos caminos, el de la ilusión o
el de la verdad.
– Cuando se toma el camino de la verdad, se produce
el milagro de la sanación, por el contrario cuando se
recorre el camino del odio, seguirá resentido y con el
dolor a cuesta envenenando e intoxicando todo lo
que se toque y se acerque a mí.
– Si siempre nos damos la oportunidad de repasar lo
que pensamos de lo que creemos, tendremos una
nueva oportunidad, podremos reparar el error de lo
que creíamos que era lo correcto y que sin desearlo
esa creencia nos destrozo el corazón.
De nuevo si pienso que puedo estar en lo incorrecto,
podré abrir mi mente para descubrir y corregirlo el
error, así reconoceré la experiencia vivida y si
deseo, evitarla, dando lugar a una distinta, a una
nueva que me llevará a responderme otra pregunta.
“Parirás con dolor a tus hijos” del cuerpo, de la
mente y del corazón, por que si aprendes a sufrir,
habrás aprendido a re-nacer, esta vez con sabiduría
y reconocerás a la vida en cualquier lugar donde
estés.
- ¿Cómo es que sabes tanto?
- ¿Cómo no sabes que sabes?
– Yo no creo saber eso.
– Más bien diría que no te animas a sacarlo de ti, de
tú corazón y de tú mente.

“Despierta hija, hijo mío, que si duermes


demasiado se escapara como agua entre

74
tus manos la vida que crees estar
viviendo.
Se tenaz para despertar, mas no olvides
no llevar nada hacia donde vas, por que
todo espera por ti.”

– ¿¡Eso también te lo dijo la vida!?


– También.
– Déjame interpretarlo.
– Ese es un muy buen comienzo. Tú interpretación
hace que te comprometas con la verdad.
– Habla de despertar, por lo tanto estoy dormido.
Dormido para muchas cosas. Es decir, paso por alto,
tal vez, lo más importante, como cuando no sabía lo
del corazón. La ignorancia nos duerme.
– Y también estas soñando.
– Sueño, el sueño es una ilusión, no es real por lo
tanto, dormir es ignorar y esta es ilusionar. Si hago
esto todo el tiempo, se me escapará la verdadera vida
como agua entre las manos. La verdadera vida es
conocer mí corazón cada día un poco más, ya que la
intuición me hará reconocerme por que es la verdad
de lo que soy y que me indica para qué y por qué
estoy aquí.
Tenacidad para despertar ya que temo dejar lo
conocido y enfrentarme a lo desconocido, a la
seguridad. No llevar nada, significa dejar las creen-
-cias y pensamientos que hasta este lugar me han
traído y como naceré de nuevo, como un bebé, no
llevaré nada de lo antiguo; todo espera por mi es,
todo lo que es mío siempre lo será. ¿Pero que es mío?

75
– Todo lo que tenga que ver con el amor es tuyo y
nuestro, de todos, esta en cada uno elegirlo, crearlo,
creerlo o no.
Siempre llevarás esto en tu corazón, aunque no lo
recuerdes ahora, con el tiempo despertaras, desper-
-taran todos los que deseen abandonar la creencia
de que no saben que existe su interior.
Despertarán los que realmente deseen despertar, los
demás seguirán inventando excusas para lastimar al
que desea despertar, por que en lo profundo de su
alma, temen quedarse solos, en sus sueños.
-…
-…
No te enojes papi, pero ahora voy a dormir.
– Tú no duermes, Sofía ya esta durmiendo.
– Sí, solo velo su realidad.

Me quede de nuevo solo, pero esta vez sin sentirme


solitario.

76
CAPITULO X

Como podía ser. No entendía lo ocurría y estábamos


muy tristes todos.
No sabia como unir las charlas con la esencia de Sofía
y las cosas que hacia en el día.
Nunca me había enojado tanto como esta vez y tal vez
fue así por que su esencia misma me había aclarado
el tema de la mentira. Ella tan chica y su mentira tan
grande.
Es la primera vez desde que voy a su habitación que
pasa algo grave y estoy aquí para seguir nuestra co-
-municación nocturna.
¿Se presentará? ¿Podremos seguir hablando?
Espere un largo rato meditando mi actitud. No
estaba enojado con ella, solo con la situación. Mi
preocupación pasaba por tratarme de explicar, su
desconfianza hacia nosotros y no contarnos sus
dudas, por lo tanto mi actitud de creer que le estoy
dando espacio para que confíe en mí, parecería ser
que no lo registra o creo que le estoy dando ese espa-
-cio y sin embargo no se lo doy. Que complicado se
vuelve todo es ciertos momentos.

– Hola Papi.
– Hola amor.
– Gracias.
– ¡Por qué gracias!
– Porque tú enojo hizo que Sofía no se quede pen-
-sando que puede mentir y salir del problema de esa
manera. Y se que ese enojo fue pasajero.

77
– Estuve pensando en eso y no se porqué me enoje
tanto, creo que era la única manera de que viera que
no puede llevar la mentira en su vida como base de
su pensamiento diario.
– Para ti era en ese momento lo que creías mejor.
– Pero no me siento bien y cuando siento esto hay
algo que falta, no creo que este legando algo comple-
-to.
– Sabes, todos los padres que aman a sus hijos
tienen dudas sobre esto, y estas son muy necesa-
-rias, porque es la manera de acercarse más a sus
temores.
- ¡Eso es lo que siento! temo que mi hija se quede
creyendo que la mentira la puede llevar a alguna
parte beneficiosa.
– Hay una manera de sentirte seguro en lo que
haces con respecto a ella.
– Dímela por favor.
– Es simple como la vida y por eso completa que te
llevará primero, a hacerlo contigo mismo.
Confía en ella, más allá de cualquier circunstancia
pasajera, por que lo que le recibe, tanto de ti como la
madre, está arraigado en su comprensión y ya no
se podrá borrar por ninguna razón, lo correcto y lo
que no lo es, esta incorporado en su mente, y solo
puede ser desvanecido, por su corazón cuando ella
crezca y enfrente otras circunstancias de la vida.
No todo procede de los padres, su esencia proviene
de otro lugar.
Tienes que confiar en eso que ustedes no pueden
darle y que solo el hijo o la hija podrá reconocer a
través de su propia confianza.
-¿Qué es eso que no le podemos dar?

78
- Lo que no esta en tus manos, la vida.
- El tema de la vida que no se la dan los padres.
- Lo has pensado.
- Lo estoy pensando.
- Entonces agrega esto; acaso si muriese, si los
médicos lo declararan muerto ¿Podrías revivirlo?
¿Podrías darle de nuevo la vida?
Mejor es que dejes el enojo y levantes tú ánimo y
veras que teniendo como base la confianza, todo
será lo que debe ser.
– De todas maneras, no puedo estar enojado mucho
tiempo con ella. En realidad con nadie, por eso nun-
-ca pude de chico pelearme, en el medio de la rencilla
se me pasaba, pero mi orgullo era tan grande que te-
-nia que actuar el enojo. Creo que no tenía carácter.
– Lo tenías y eso no solo te pasa a ti, le pasa a casi
todos.
– Si no es falta de carácter ¿Qué es?
– Hay una comprensión intuitiva del asunto.
– Explícame eso por favor.
– La intuición procede del corazón, si allí se deposi-
-tan muchas capas de resistencia, esta intuición no
podrá salir e informarte a través de tú razón que es lo
que estas experimentando.
– Esas capas de resistencia son… ¿Qué son?
– Heridas sin cerrar.
– ¡Odio!
– Odio, resentimiento, envidia, pesar, incompren- -
sión, egoísmo, temor, una lista casi interminable.
– Todos sentimientos negativos.
– Pero pasajeros como las emociones.
– ¡No son para siempre!
– Nada es para siempre.

79
– Menos mal.
– Pero sí, pueden quedarse allí por mucho tiempo.
– ¿Qué es mucho tiempo?
– Hasta que algo o alguien toque su corazón, que
haga vibrar sus fibras internas más profundas y que
remueva lo que esta estancado como agua en des-
-composición.
– ¿¡Así es lo que hay allí!?
– Energías condensadas que pueden causar todo
tipo de reacciones mentales, físicas y emocionales y
que por lo general, llevan al colapso en esos tres
niveles de conciencia.
– Como cuando la persona que siente culpa deposita
esta en otros.
– Así es. El dolor, el temor y la culpa son muy gran-
-des y hacen que se actúe con reacciones que pro-
-ducen malestar, estas reacciones nunca te sacan de
ese lugar, te depositan y te dejan allí, de nuevo en el
dolor, el temor y la culpa.
- Como un ahogado tira manotazos al aire hundién- -
dose cada vez más rápido, este tira la culpa para
sacársela de encima ignorando que no podrá hacerlo
o compartirla para no sentirse solo en su desgracia.
Si estoy mal, mejor acompañado.
– Algo así.
– Ya veo. De todas maneras lo que no comprendo es
la mentira de Sofía.
– Si recuerdas el porqué, tú, cuando eras niño como
es ella ahora, mentías, podrás entender muchas de
las cosas que pasan en estos momentos, desde
donde estas parado como padre.
– Creo que mentía para que las cosas se acomoden
como me hubiesen gustado que sean.

80
– Por que detrás de eso estaba el temor.
– Claro, no sabía como enfrentar la situación e
inventaba algo para salir del paso sin saber que era
peor, ya que tarde o temprano, se descubría y lo
único que me quedaba era agachar la cabeza.
– Alguna vez, si recuerdas, le has pedido a tu
hermana que falsificara la firma de tú madre y así,
entregar las notas de clasificación sin que ella lo
viera.
– Es cierto, me había olvidado de eso. Con razón
notaba que su mentira me era familiar.
¡Es más parecida a mí de lo que me imaginaba!
– Muy parecida, como si fueses tu cuando eras niño.
– Parece una copia.
– Tu pasado es el presente haciendo el futuro.
Quédate con lo positivo de la experiencia. Si has
aprendido la lección, le darás a ella lo que a ti te hizo
crecer.
– La pregunta es si la he aprendido.
– Cuál es tu respuesta.
-…
– Lo sabes, si no fuese así, no habrías entendido lo
que hasta aquí venimos charlando tú y yo.
– Lo estoy aprendiendo.
– Correcto, y también sabes por que es de esa
manera.
– Por que sigo siendo hijo.
– Tu te sientes padre de tu hija sin darte cuenta que
tu hija, siempre esta actuando de tu maestra.
– Ya veo, como dijiste alguna vez, subyacente a lo que
creo que estoy enseñando, hay algo fundamental que
estoy aprendiendo.

81
– Nunca en este tiempo que venimos comunicando-
-nos dije eso, lo estas diciendo tú. ¡Que interesante!
¿Cómo es eso?
- Estoy tratando de enseñarle a mi hija que no mien-
-ta, cuando no lo consigo como pretendo, tengo dos
caminos a tomar, el enojo o la confianza, lo que elija
será lo que obtenga. ¿Es así?
– Claro que es así, será así para ti de ahora en
adelante, gracias al amor que profesas a tú hija.
Ahí tienes algo muy profundo para que cuando algo
se reitere, que así va a ser, puedes depositarlo en el
corazón y en tú mente, cuando logres hacer de eso
una parte de tú vida, no volverás a enojarte y la
razón es por que has aprendido a confiar en ti
mismo.
– Y le transmitiré eso a Sofía.
– A Sofía y a todo ser que este abierto para
encontrarlo en sí mismo.
Acuérdate que enseñas y aprendes a través de los
ejemplos más que cualquier otra cosa. Los chicos
ven y copian lo que hacen sus padres, ya que su
mundo esta regido por ellos.
– En lo posible hay que evitar caer en creer que uno
sabe todo para sus hijos.
– Tú sabes que no lo sabes todo, pero ellos no, es
muy bueno que también les transmitas esto.
La confianza genera más confianza, el no decirles
que no lo sabes todo, es un desacierto que lleva a
ocultar la verdad.
– A mentir.
– Así es como lo llaman, mentir, pero suena muy
cerrado, muy taxativo, un juicio para una condena
posterior.

82
– ¿¡Una condena!? ¿Por qué?
– Cuando hay un juicio de valores, supuestamente
hay alguien que debe ser condenado, este se debate
entre la culpa o la inocencia, si es inocente aprende-
-rá a confiar, si lo declaran culpable deberá pagar un
castigo y dará por resultado un resentimiento que
luego puede convertirse en odio por miedo a no ser
aceptado y el miedo como sentimiento, mata, aniqui-
-la a propios y ajenos, hace desaparecer lo que se
teme, para estar mejor y más seguro.
Como dijiste antes, una persona que este en el agua
sin saber nadar o desesperado en esa circunstancia,
dará manotazos al aire como queriéndose asirse de
algo que no hay, no dándose cuenta que de esa
manera se hunde cada vez más rápidamente y es
muy difícil ayudar a alguien que este en esa circun-
-stancia, a menos que se deje ayudar o el que va en
su ayuda, sepa muy bien lo que hace, de lo contrario
se hundirán los dos.
– Un final anunciado.
– Un final triste, por que esa persona actuó de esa
manera en todos los momentos de sus crisis.
– Claro, no es casual su reacción.
– La tuya tampoco.
– ¿¡Me estás retando!?
– No papi, te estoy amando.

“Confía en tu corazón, así sabrás de don-


-de procedes y hacia donde te diriges,
deposita la verdad en el amor y me verás
en todas partes”

83
-Cuando temes perder es por que has depositado tu
confianza en lo que tienes, y lo que tienes hace tu
mundo, es por eso que da miedo perderlo.
Para los adultos, eso se llama inseguridad y lo es,
por que la pérdida de la esencia se produce por
arraigarte en algo que consideras inevitablemente
necesario.
Ustedes mezclan el amor con necesidad, desde allí
nunca podrán encontrarlo ese amor para siempre.
Medita en la palabra verdad y sabrás donde encon-
-trarlo para siempre.

Se fue, lo hace de esa manera, dejándome algo para


más adelante, esta vez me dejo la mayor lección de
todas, la confianza.

84
CAPITULO XI

– Sabes, anoche vi una película, un caso real.


Un padre que busca justicia para su hijo que fue
asesinado, pero la incompetencia de las persona que
allí les toca investigar el caso es tan grande, que las
pruebas se van deshaciendo poco a poco y sabiendo
quienes son los culpables, no pueden hacer que los
juzguen y que paguen lo que hicieron. Por tal razón el
padre se va metiendo con esta gente para tratar de
robarle una confesión del crimen y pasa por todos los
lugares del submundo de la droga.
– La vi contigo.
– ¿Cómo que la viste conmigo? Tú dormías muy
profundamente.
– Sofía dormía profundamente, su esencia nunca
duerme.
En realidad te estaba acompañando.
- ¿Para que?
– ¿Por qué, para qué? Hay cosas que se hacen y
nada más.
–….Por lo tanto sabes que es lo que más me dolió e
impacto.
–…
- ¿Te interesa?
– ¿Tú qué crees?
-…
Prosigue por favor.
– Impotencia, es la palabra que definiría mejor lo
que siento.
Esa mujer dependiente de las drogas, ultrajada,
violentada por su marido que la obligaba a trabajar

85
de prostituta, inutilizada por su estado y que al final
muere en su lugar de trabajo o el tartamudo que se
desespera por que la ve de esa manera, sin saber ni
poder hacer nada y también el chico que era puro
corazón, que se le muere su mujer de sida y entrega a
su hijita al convento.
Todo muy doloroso y eso pasó y pasa en todos los
lugares a cada momento.
– De inmediato te has hecho una pregunta.
– ¿Porque los gobiernos de los países miran para otra
parte?
– Que deseas responderte.
– Que en un país en donde la prioridad no sea la
salud y educación, deja de ser tal para convertirse en
una desgracia social y en eso estamos metidos casi
todos.
– ¿Cual sería tú probable solución?
– No lo se, es un tema muy complejo. Yo solo puedo
decir lo que veo.
– ¿Qué ves?
– Veo que hay más presupuesto para cosas de
segundo orden que para la educación, pero aunque
eso es muy grabe, lo peor creo que esta en la misma
educación. Hace años que tratan de formar a los
chicos de una manera determinada y aunque no
resulta del todo, insisten en seguir con los mismos
argumentos educativos. Acaso no pueden ver que ya
no da resultado, si es que alguna vez lo dio.
Dictan horas, semanas y años de matemáticas, como
si todos seguirían la carrera de ingeniería. Un chico
que no siga alguna carrera que no tenga matemáticas
en su estudio, jamás usara de nuevo muchas cosas
que se ven hasta que se termina el ciclo lectivo.

86
Estoy de acuerdo en que hay que aprender lógica,
pero me parece un poco excesivo.
- ¿Con qué reemplazarías esas horas demás?
– Ocuparía el tiempo en el descubrimiento de uno
mismo, charlas con el mismo grupo de clase compro-
-metidas con la vida diaria, donde el maestro seria
tal, una persona que también participara guiando,
ordenando el caos, calmando y conteniendo como
adulto, aprendiendo lo subyacente de la experiencia
de enseñar, que junto al hogar familiar sean coheren-
-tes con lo que le dan los padres y maestros de escue-
-la a los chicos.
También puede ser de otra manera, lo importante es
que se pueda abrir un debate de cómo queremos que
nuestros hijos aprovechen todos esos años que son
los más importantes en su formación.
– Muchas personas piensan lo mismo y están de
acuerdo con eso.
– Sin embargo no deben ser tantas, por que si no son
las suficientes parecería ser que no vale la pena
transformar algo y estoy diciendo transformar y no
excluir, sumar y no restar. Como por ejemplo, las
potencias más grandes derivan una cantidad enorme
de su capital para la investigación de nuevos mundos
y largan al espacio, satélites que cuestan millones de
dólares, desean ir más allá cuando aun no resolvieron
lo de acá.
No estoy diciendo que no se haga, pero me parece
que podrían destinar un poco menos de dinero para
eso y ese dinero volcarlo a la educación y la salud.
- Una hormiga exploradora puede descubrir nuevos
mundos materiales y pasar un sinfín de vicisitudes,
sin embargo nunca ha salido del mismo jardín de
87
donde empezó su aventura. Por lo tanto parecería
que lo hacen para vigilar-se.
–Así es, pero el costo es demasiado alto, una civili-
-zación que cada vez esta más neurótica, estresada,
muertes de toda clase de personas, niños y adultos,
sin sentido alguno por falta de valores humanos que
llevan a la violencia, una carrera a ver quien descubre
antes lo que aun no se necesita para acumular rique-
-zas, que no podrán llevarse a ninguna otra parte, ni
comprar lo más valioso de la ida como lo es el afecto
verdadero; un desplazamiento de personas que si no
son útiles para la maquinaria social se desechan
como cosas sin valor alguno. Talentos desperdiciados
por todo el mundo, desechos humanos que se vuel-
-can a la droga y a la violencia porque no hay lugar
para ellos ni para la gente más sensible y verdadera.
Tal vez no tenga una respuesta, pero tengo preguntas
que hago por lo que veo y siento.
¿Para dónde miran los responsables de los países? Y
¿Por qué y para qué miran donde miran sin prestar
atención a donde deberían mirar? Lo mismo para la
gente que los vota y hacen de ellos sus representan-
-tes. ¿Cuáles serán sus prioridades? ¿Cómo será su
sensibilidad? ¿Trataran así a sus hijos, a los que
dicen amar más que cualquier cosa? ¿Por qué y para
qué vigilan? El control es para los robots, no para los
seres humanos.
– Calma, detente, son muchas cosas en tan poco
tiempo.
– ¡No entiendo!
– ¿Tú crees que el ser humano tiene mucho tiempo
sobre la tierra?
– Lleva aquí el tiempo suficiente.

88
- ¿Suficiente para qué?
– ¿¡Cómo para qué!? Para resolver esto.
– En la escala universal, el ser humano ha llegado
aquí hace solo cinco minutos.
- ¿¡Tan poco tiempo tenemos de llegados!?
– Casi nada. Y hace menos tiempo que utiliza su
cerebro en alguna proporción, aun muy baja, pero
suficiente como para seguir creciendo en su fe, en la
búsqueda de su “si mismo”.
– Entonces ¿por qué muchos se dan cuenta y otros
no?
– Esa es una muy buena pregunta. Podrías hacer de
ella una búsqueda hacia la respuesta.
– ¿Quieres decir comprometerme con la pregunta?
– Esa es otra pregunta.
– Comprendo, si me comprometo con las preguntas
encontrare la manera de responderlas, pero puede
que la respuesta sea falsa o parcialmente incorrecta.
– Cada pregunta que te hagas, ha de llevarte a otra
oportunidad de ver las cosas desde otro ángulo de
percepción, si observas, si pones a prueba la
respuesta y no falla, es por que allí tienes algo y
sobre todo, si te animas a no cerrar una pregunta
con algo incierto, tendrás más respuestas a tus
interrogantes. Luego el siguiente paso será plasmar
la respuesta en lo que haces diariamente y vivirla,
por que al vivirla la muestras y al hacer esto alguien
notara que puede hacer lo mismo, como por ejemplo
tu hija.
– Ya comprendo, por eso aún más sabiendo esto,
insisto, que importante que es la educción, pero
sobre todo y más que la información general, la
profundización de esta.

89
– Ambas son necesarias, pero siempre se obtiene
algo más cuando hay calidad.
– Eso es lo que deseo.
– Entonces hazlo, comprometerte con ello, empieza
por ti, trasládaselo a alguien más haciéndolo, lleván-
-dolo a cabo cada vez que puedas, sin llamar dema-
-siado la atención, has como las leyes universales
que no se ven ni se escuchan, pero que siempre
están, para ti, para mi, para mami y para todos.
– Es que a veces solo protestamos sin hacer nada.
– Necesariamente necesitas sacar afuera lo que
llevas dentro como el pensamiento, aunque esto se
hace en todos los niveles ya sea, mental físico,
psíquico, afectivo o espiritual, es la manera como
podemos reconocer que es lo que hay allí, luego
generalmente se puede hace algo con ello, si solo
queda en teoría no estarás creando, sino solo re-
viviendo.
- Ya veo, tengo que experimentar lo que pienso o
siento.
– Aunque te equivoques, de otra manera será difícil
reconocerte.
– Hace tan poco que estamos aquí, me refiero al ser
humano, y hemos avanzado, tal vez, demasiado tec-
-nológicamente.
– La mente es algo maravilloso, es neutra como el
cuerpo y el amor, no te pedirá nada, no te reclamara
nada, ni siquiera te obligara hacer lo que no deseas,
pero está solo para ayudarte a saber que quieres
hacer con ellos, si te extralimitas, habrá consecuen-
-cias que pueden afectar a muchas personas y en
principio, a ti mismo.

90
Como uses esos dones que posees, es solo tu res-
-ponsabilidad y muchos dependen de ti como tú de
ellos.
- Aunque el cuerpo te pide que lo cuides.
- El cuerpo no te pide eso, siempre te informa que es
lo que esta errado en tus pensamientos. Si te mien-
-tes, te lo hará saber, te reclamará que hagas algo al
respecto con aquello, por que no está produciendo
equilibrio natural del organismo, ya que ese cuerpo
esta conformado en su totalidad por células y estas
solo buscan el equilibrio perpetuo.
– Es decir que si no aprendemos a usar esos dones
sería como darle una navaja a un mono.
– Te cortaras y cortaras a los que amas, así habrás
aprendido con sufrimiento lo que implica tener en tu
mente algo que aun no sabes manejar muy bien.
– De esa manera aprendemos los seres humanos.
– Por el momento.
– ¿¡Que quieres decir por el momento!?
– Hace tan poco tiempo que estamos aquí.
– ¿Estás diciendo que debemos aprender a aprender?
– Estoy diciendo, que esta es una primera etapa del
aprendizaje, pero no nos quedaremos por siempre
allí. De nuevo, cuando reemplaces la palabra apren-
-der por recordar te enfrentarás con lo que puedes
desechar.
– Y esta primera etapa es la de recordar con dolor.
– Necesariamente, parirás a tus hijos con dolor.
– Si ya me lo habías dicho antes.
– Lo importante es que se pueda comprender.
– Bien, deseo interpretar eso.
– Adelante.

91
-… Los hijos corporales, mentales, espirituales… no
son nuestros.
– Son de la vida, pero los hacen suyos. El apego
siempre causa dolor a través de la perdida.
– Investigamos más nuestro exterior que nuestro
interior.
– Cuando la dualidad se desequilibra, el poder se
transforma en déspota, egoísta, eso mata, destruye,
aniquila, y hace del mundo un lugar siniestro de
hambre y drogadicción, de seres humanos sin valor
para otros humanos, que no valen nada para los que
ejercen ese poder, creyendo y ocupando el lugar de
Dios, como ellos lo llaman.
Propietarios de sus esclavos, esclavos de sus
temores. Una ilusión dolorosa pero pasajera de lo
que han creado en sus propios corazones, mancha-
-dos con resentimiento y odio, tapando la verdad de
lo que son.
– Tú sabes que esos valores cada vez más están en
extinción.
– Tanto como la raza humana optimistamente
creativa.
– ¿¡Pero entonces, vamos inevitablemente hacia una
autodestrucción!?
– “Hombres de poca fe” Dijo un maestro. La primera
sílaba de la palabra feliz es, fe.
– Que difícil.
– Nadie dijo que iba a ser fácil, pero sí, se puede
intentar hacerlo simple.
– A través de las leyes universales.
- Del equilibrio.
– Cuéntame ¿Qué más te dijo la vida?

92
– La vida me susurro al oído y me dijo algo muy bello
desde su amor que ha depositado en nuestro cora-
-zón, para que lo comparta contigo; que nos ama
más allá de lo que aun no podemos recordar saber,
entender ni comprender.
- De nuevo gracias Vida.
– De nuevo gracias Papi.

La besé en la cabeza como bendiciéndola que era lo


mismo que hacían conmigo cuando era niño.

93
CAPITULO XII

- Quisiera que sigamos hablando del tema de la


confianza.
- Claro papi.
- Cada vez que me pongo a meditar sobre la confian-
-za, me aparece una imagen que en ese momento me
pareció muy tierna, pero cuando me doy cuenta de su
símbolo, se transforma en despiadada.
- “A través de los símbolos sabrás que
estoy en todas partes”. Me dijo la vida.
- Como respuesta.
- A lo que experimentas.
- Sin meditar lo que hago, cuando procede del
corazón.
- Para que encuentres.
- Lo que no veo.
- Pero sientes.
- Una vez más lo que parece oculto.
- Aunque no lo esta.
- Solo parece.
- Ya que tu verdad y tu confianza están depositadas
en lo materialmente literal.
- Perdiéndome la dicotomía de la experiencia.
- ¡Papi lo tienes! lo has observado y ahora lo puedes
ver. Cuéntame entonces del símbolo que te llevo a
comprender.
-Un día de lluvia estando en mi casa, apareció un
gato muy pequeño en la puerta de entrada. De inme-
-diato fui a ver y cuando abrí la puerta, lo que vi fue a
un animalito que estaba allí muy lastimado,

94
maullando y todo mojado. De inmediato lo entre y se
convirtió en mi mascota para siempre.
Lo primero que hice fue secarlo, darle un poco de
leche y le conseguí una caja no muy grande. Al rato
vino tú mamá y al verlo pensó que con una bolsa de
agua caliente recuperaría su tónica, cosa que ocurrió.
Al día siguiente lo llevamos a la veterinaria y con sor-
-presa nos informo que tenía que tratarlo en forma
urgente por todo lo que le había encontrado.
Aquello no pareció una cura, más bien era para el
gato, una tortura.
Aparte de que estaba descalcificado, herido en el lo-
-mo con la piel desgarrada, pulgas, piojos y otros, no
podía orinar por una infección que traía y mientras le
aplicaban inyecciones de todo tipo, le hacían una
apertura de uretra y todo esto sin anestesia.
Con tú mamá no sabíamos para donde mirar.
El pobre gato se retorcía de dolor y nuestra angustia
iba en aumento, aquel suplicio término quedando
todos aliviados de que así haya sido.
De vuelta a nuestra casa y una vez llegado, deposité al
gato en el suelo y lo primero que hizo inmediatemen-
-te que lo dejé, fue ir y meterse en la caja que lo había
resguardado la noche anterior, como si fuera que en
ese lugar ya no podría pasarle nada más, que nadie
más vendría a agredirlo, ni a lastimarlo y sin embar-
-go nada lo hubiese salvado de algo.
Muchas veces me viene esa imagen a la cabeza cuan-
-do veo y observo que hacemos lo mismo; se nos vie-
-ne el agua o la lava encima y nos metemos en casa
creyendo que será suficiente, que pasara y seguirá de
largo y cerrando la puerta todo estará bien; que po-
-demos denigrar, criticar, ser irrespetuosos siempre

95
con los más débiles y sacarnos los paquetes de enci-
-ma para entregárselos a otros. Creemos que hacer-
-cándonos a lo que se usa, estaremos en la cresta de
la ola y no estoy hablando solo de la ropa.
- ¿Cual crees que es la manera de comprender
mejor y curar definitivamente un estado de perocu-
-pación, de impaciencia, de falsedad o mentira, de
tristeza, de celos y engaños y de muchas más
emociones?
- ¿Estas diciendo que actuar de esa manera es pura-
-mente emocional?
- Si no lo es ¿Qué es?
- ¿Entonces?
- Entonces, repetirás, como ahora que te repito algo
que ya te mencioné, tantas veces sea necesario,
hasta que lo puedas transformar, darte cuenta que
puedes conocer y conocerte a través de haberlo
vivido y revivido, ya que si eres un experimentado en
lo que practicas, podrás dominar esa materia y
enseñarlo a los que vienen detrás de ti como tu vas
detrás de otros observando de cómo se hace.
Si en esto pones tu apertura en todo nivel, sea
espiritual, mental y físico, podrás aceptar de corazón,
que el único refugio es tú libertad, por que en esta
hay una responsabilidad, la de seguir en cada mo-
-mento de esa experiencia mirándote a ti mismo,
para saber que si te refugias en un lugar que no es
adecuado, pasará algo y te llevara con lo que no
deseas. Solo cuando aprendas a no refugiarte, es
cuando pasará, todo pasara, pero tu esencia, respe-
-to, afecto, sinceridad, en definitiva todo lo que salga
del amor, quedará.
- De nuevo la confianza.

96
- Mientras sospeches, no habrá paz para ti ni para
las personas que te rodean, siempre estarás dudan-
-do de alguien, creyendo que te están haciendo algo
que no mereces. Nadie te puede hacer nada, solo te
lo puedes hacer tú, a ti mismo.
Sí, de nuevo la confianza, por que algo nuevo, para
este mundo, es eso. Seguirá siendo nuevo hasta que
realmente se ponga en práctica.
Es una de las cosas más difíciles de hacer, como la
de saber de qué dudar, ya que hacerlo es
relativamente sencillo, dudo de esto y de aquello sin
miramientos, pero para confiar hay que saber dudar.
Las personas que dedican su tiempo a lo que aman,
lo saben. Saben dudar, saben confiar y se encami-
-nan hacia la fe, que aun no vislumbran muy bien,
pero confían que llegarán.
- Creí que anoche habíamos hablado de la confianza y
en realidad me doy cuenta que solo la rozamos y que
hoy avanzamos un poco más.
- Y mañana sabrás algo que te acercará al final de lo
que estés repitiendo con tú experiencia y un día ter-
-minará y comenzarás de nuevo, para llegar a donde
vas, sea lo que sea que hayas elegido.

Me acerqué, la besé y me fui a descansar.

97
CAPITULO XIII

– Sabes algo, estoy más tranquilo.


– ¿Y a que se debe eso papi?
– Es que estuve meditando lo que la vida nos dice.
– ¿Deseas escucharla?
– Eso seria un milagro.
– La vida misma es un milagro, cada uno de noso- -
tros es uno.
– Me haría muy feliz escucharla, como lo haces tú.
Dime ¿como lo logras?
– No logro, solo la escucho.
– Bien, allí tengo algo, no debo esforzarme para
lograrlo.
– Tienes que esforzarte para otras cosas, pero no
para escuchar a la vida, ella es la más bella obra de
arte que existe, solo prepárate interiormente para
disfrutarla. Todos los chicos saben esto, ellos no se
esfuerzan y están permanentemente hablando con la
vida. Sin embargo muchos padres no les creen.
- ¿Cuándo un chico esta hablando con la vida?
- Cuando juega y ríe, cuando comparte esa alegría
y sus bienes más preciados, cuando ilumina la vida
de los mayores, cuando crece, cuando se anima y
anima a los demás chicos, cuando no compite para
ganar sino que para experimentar, cuando sufre
contigo y te invita a reírte, cuando expresa sus
gustos, y sabe que se siente protegido por la vida,
por que su único objetivo es vivir y lo que le toca
vivir. Toda su alma, su afecto su cuerpo y su psiquis,
esta puesta allí. Esa es su fuerza, su don y si tiene

98
que irse de este planeta en esa forma de niño, lo
aceptará, por que está muy cerca de la vida misma.
De esa manera se comunican con la vida. Su con-
-fianza en ella, le hace muy fuerte, que es algo que
el adulto generalmente pierde en su camino a la
adultez.
– Estas diciendo que la fe hace eso.
– La fe mueve montañas, montañas de creencia
interiores de los adultos que están cristalizadas hace
mucho tiempo en lo más profundo de su lógica
inseguridad.
– ¿Porqué lógica?
– Por que si estas en cuarto grado…
- … No comprenderás quinto.
- De esa manera te convencerás de tus montañas
interiores y si no las mueves con la fe, no las podrás
mover en absoluto.
– Recién estoy viendo el tema de la confianza, por lo
tanto esto de la fe es aun más complejo para mi; por
ahora diré que hoy solo puedo tener esperanza.
– Esta última es hija de la fe, pero hay que saber
cuando esperar. No siempre es conveniente esperar,
no siempre es conveniente actuar.
- Para comunicarme con la vida debo esperar y
actuar.
– Debes en algunos momentos actuar y luego
esperar, en otros momentos debes esperar y luego
actuar.
– Me estoy haciendo un lío con esto.
– Observa a los chicos, ellos saben naturalmente
cuando hay que esperar y cuando hay que actuar.
Los mayores también lo hacen, pero por lo general,
confunden actuar con esperar y esperar con actuar,

99
de esa manera pierden la fe, la confianza y hasta la
esperanza en el intento de creer en algo que no
pueden ver y así se van desanimando, luego utilizan
la voluntad para todo lo demás; vuelven a ser adultos
sin recuerdo de que alguna vez fueron chicos
comunicándose con la vida.
– Y perdemos la esencia, la misma con la que estoy
hablando, es decir tú.
– No hay cosa más triste que le pueda pasar a un
adulto.
De todas maneras perderla, no significa para siem-
-pre, solo indica que es por un momento y tu eliges
cuan largo será ese transcurso de tiempo y espacio
que te das para reencontrarla.
Cuando pierdes la esencia, puedes volver hallarla si
te acuerdas cuando fue la última vez que la viste y
en donde crees que la has dejado.
–La verdad es que pensé que sería más fácil.
– Nada es fácil, pero todo puede ser simple.
- Me lo habías dicho.
- Te lo reiteraré siempre que lo pidas.
– Explícame un poco más eso por favor.
– Si intervienes demasiado perderás más que tú
esencia, perderás también la oportunidad de reen-
-contrarte contigo mismo y andarás triste tratando de
encontrar sustitutos de la esencia y de la vida; claro
que si antes no te autodestruyes.
– Por eso hay veces que las cosas no funcionan como
a uno le gustaría.
– Desde ese lugar, no hay nada que funciona para ti
como para los demás, de esa manera, siempre esta-
-rás empezando para lograr el mismo resultado,

100
hasta que busques de verdad lo que te llevará a ser
fe-liz.
-…
-…
– Tengo una mezcla de miedo y tristeza.
– ¿Porqué y de qué papi?
– Tengo miedo de que cuando dejemos de hablar, de
tener estas charlas, me sienta solo una vez más y eso
me parece triste. Por qué así va a ser ¿Cierto?
– La vida me susurro al oído con su gran respeto y
su gran amor y me dijo esto para que lo comparta
contigo y con los hijos.

“Confía en mi como lo hace tu esencia,


por que ella es una célula de mi amor.
Enfrenta todo lo que te he dado y sigue
caminando, hazlo primero con esperanza
y cuando hallas recorrido un cierto tra-
yecto, encontraras la confianza, una vez
que la re-conozcas, te aliviara grande-
-mente; así esa nueva energía te impul-
-sara y llevará a encontrar, esta vez, el
don más grande que te puede dar, la fe.
Cuando la integres a tu vida diaria, sen-
-tirás y sabrás, que siempre te entrego
aquello que puedas resolver para que
encuentres por último, la verdad, la de
que nunca estuviste ni estarás solo, en
ningún momento ni por ninguna razón.
Crees estar solo pero nunca podrás es-
-starlo a menos que así tú lo dispongas

101
por algún momento, por que también te
he dado mi compañía en cada ser que
encuentres en tú propio camino”.

Surgieron lágrimas de mis ojos al mimo tiempo que


me preguntaba si alguna vez comprendería aquello
de la esperanza, la confianza y la fe.
Veía a Sofía con todo lo que representaba para su
madre y para mí y de repente comprendí el milagro;
mi hija, los hijos éramos el milagro.
Al darme cuenta de esto más lágrimas siguieron
saliendo, cuando escuche.

“Eres una melodía infinitamente tierna y


dulce que llevo continuamente en mí
corazón, mi susurro es el canto que le
dedicas a la vida, tuya es la partitura y tú
creación magnifica nuestra relación.
Te cuento al oído interior quien eres, y te
lo habré de recordar en cada momento,
ya que estaré para siempre en ti, como tu
lo estas para siempre en mi”.

Bese a mi hija y sentí que todos mis dolores y duelos


de crecimiento, se convertían en dulces recuerdos
que la vida traducía a través de ella.

102
CAPITULO XIV

- ¡Hola Papi! Esta noche deseaba verte.


- ¿Más que otras noches pasadas?
- Siempre me gusta verte y hablar contigo, pero esta
noche es muy especial para ti.
-¿Te refieres a lo que me está pasando?
- Sí.
- Lo has hecho de nuevo y a veces temo que sepas
todo lo que estoy pensando y viviendo.
- No tienes por que temer.
- Es que así no tengo privacidad.
- No te preocupes por eso, la tienes, es que aun
ignoras algo sobre otra ley que me permite, como a
toda esencia, saber.
- ¿Me puedes contar sobre ella?
- Es una ley universal que habla del compromiso que
cada uno tiene con su semejante. Pero antes de que
te hable de ella, deseo hacerte una pregunta.
- Si, con mucho gusto, ¿Si puedo contestarla?
- Puedes, siempre puedes, cuando confías en ti y en
tu hija.
- Ya que vengo cada noche a nuestro encuentro.
- Por que te llamo desde mi corazón.
- Y escucho tus latidos que son de vida.
- Que también oyes en tu mente cuando dejas las
preocupaciones de lado.
- Entonces te contestaré siempre con mi verdad.
Me gusta mucho cuando logramos entendernos de
esta manera.
- A mí también papi.
-…

103
-…
Esta es mi pregunta ¿Qué es lo que más te inspira
para seguir adelante con todo esto? Me refiero a ti,
no a mí.
- Por lo tanto no vale la respuesta, tú me inspiras.
- No. Piedra libre para papi, que se esconde detrás
de su hija.
- Ni de tú mamá.
- Piedra libre para papi, que se esconde detrás de
mami.
- Si no puedo esconderme, entonces te diré que lo
que más me inspira, es algo que aun no puedo
descifrar muy bien. Siento como si lo tuviese en la
punta de la lengua, pero me es muy difícil decirlo y
no es porque no lo desee, sino es que, no encuentro
las palabras exactas para dilucidarlo.
- Es como el color índigo siempre tan difícil de definir.
- Exactamente así, y también difícil de hallar.
- Cuando algo sea reacio de encontrar en tu mente,
como en este caso, siempre es conveniente no hacer
ningún esfuerzo, ya que de otra manera coartarás la
posibilidad de saber lo que procede de tú ser.
- Volvemos al tema de la preocupación.
- Una y otra vez hasta que se desvanezca.
- Para lograr eso hay que comprenderla.
- Así es papi, intentar detener ese proceso es obser-
-varlo, de esa manera puedo enmarcarlo y darle pro-
-piedad, notar de donde procede y hacia donde se
dirige.
- Es como una puerta de entrada y de salida.
Al suceder eso la estructuro, le doy identidad… ¿Y
luego?

104
- Luego, si no te has dejado arrastrar por ella, como
tú dices, la identificas le proporcionas una imagen
que crea un símbolo, de esa manera se revela ante ti
como una o varias palabras.
- Muy interesante, una vez que pasa eso, con las
palabras la nombro y cada vez que escuche, lea o
piense en ella, sabré específicamente de que se trata.
Por lo tanto los símbolos son fundamentales.
- Tan importantes que pueden revelar el estado de la
mente.
- ¡El cerebro del ser humano es un milagro!
- Hasta que deje de serlo.
- ¡Ay!, me atrapaste de nuevo.
- Sé donde te escondes.
- Así, nunca podré ocultarme.
- Jamás podrás ocultarte, esconderte, hacer trampa,
espiar sin ser descubierto, maltratar sin que te vean,
curar sin que te sanes, subir sin que te bajen, robar
sin que te pillen, despreciar sin que te odies, por que
si no es hoy, mañana serás descubierto por algo, o
por alguien y hasta por ti mismo, ya que nunca
estarás solo, aunque eso que escondes se extienda
hasta que te toque partir, y cuando estés en orto
sitio, te lo revelarán o te lo revelaras y no importa si
deseas creerlo o no, cuando suceda, lo reconoce-
-rás.
- Tú estás muy conectada a la vida.
- Tú también, pero aun no te diste cuenta.
-Prosigue por favor.
- El cerebro trabaja con símbolos, la palabra es el
primer símbolo, sin embargo nos hemos acostum-
-brado tanto a ellas, que olvidamos de que lo es. De
esa manera podemos reemplazar la verdad por algu-

105
-as palabras sin saber a ciencia cierta si la queremos
usar o solo sale por costumbre.
- Entiendo, no habría que apropiarse de ellas.
- Si eso ocurre, perderás la libertad de elegir la
palabra que exprese mejor lo que sientes, y al no
practicarlo, luego no saldrá con fluidez, aquello que
deseas hacer entender.
- Bien, intentaré de nuevo expresarte lo que tengo, lo
que siento.
- No mires la preocupación, déjala pasar.
- Bien, lo hago.
- Visualiza lo que hay detrás, una vez que lo has
observado, reconoce su símbolo, pero aun no elijas
ninguna palabra, esta luego viene sola a darle el
titulo de ese símbolo.
- ¿Me estas enseñando a pensar?
- A recordar cómo descifrar.
- ¡No es nada fácil!
- Hasta que te acostumbras, pero no te recuestes
mucho sobre eso, se sabio como la mariposa.
-…
- Papi, No pongas tu voluntad en tratar de encontrar,
deja que te invada y desde allí “Busca y encontra-
-rás”.
- ¡Lo tengo! Parece mentira, me inspira el dolor del
alma.
- Pero es verdad.
- No sabía esto de mí.
- Cuando no te escondes de ti, logras encontrarte.
- Ya veo.
¿Puedes contarme de cómo llegaste allí?
- Reconozco que estaba en mi cabeza, así como
reconozco que vino de otra parte, ¿salio de mi

106
corazón? Una vez que pude distinguir la imagen me
di cuenta que el símbolo era la música, la palabra
dicha con amor, del gesto sin interés, la ayuda
solidaria, del hambre de chicos y grandes, de la
guerra, pero también de la paz, de las enfermedades
terminales como la de mi padre, de su grito de dolor
que me destrozaba ese mismo corazón, en una pala-
-bra de la dualidad que causa la tristeza.
- Y la alegría.
- El dolor… y la alegría… Entonces me inspira el
reconocerme, por que conociéndome conozco a la
vida.
-Si papi, es por eso de esta ley que deseaba com-
-partir contigo, la cual se la denomina la del libre
albedrío.
- Es la más difícil de comprender.
- Una de las más complejas, pero a la vez una de las
más simples cuando realmente la vives, como la
felicidad de la alegría y la tristeza que causa el dolor.
- El hecho de vivirla hace que la comprenda.
- El hecho de respetarla, hace que la comprendas.
- Tienes razón, porque cuando respeto puedo com-
-prender.
- Solo podrás comprender si respetas, solo podrás
saber si ofreces respeto por aquello que deseas
encontrar, develar, saber, interpretar, ayudar, dar,
perdonar, decir, besar, mirar, escuchar, en una
palabra como tú dices, amar. Y esta funciona como
el común denominador para esas y muchas cosas
más. Tanto es así, que sabré lo que sientes y pien-
-sas, pero nunca lo diré, por que te respeto, tanto
como te amo.

107
El amor es real como tu lo eres y es lo único real que
existe.
Posees la libertad de seguir tú albedrío, siempre de-
-pendiendo que hayas elegido vincular tus instintos
con el corazón y la razón o solamente con esta ulti-
-ma. Una es completa, la otra te llevará a no encon-
-trarte y por ende, a no encontrarme. La vida también
me ha recordado esto.

“No intercederé directamente con tus


elecciones, pero te daré las leyes para
que recuerdes por donde ir.
Si deseas encontrar los símbolos que te
llevan a las respuestas, nunca te olvides
de empezar por ti, por tú centro que es la
totalidad, como cuerpo alma y espíritu”.

- Junto con la mente y la razón.


- Tu alma se encarga de eso, ella une la psiquis, la
mente y la razón con el cuerpo y el espíritu, porque
el alma es el cuerpo del espíritu como el instinto es el
cuerpo del alma. Lo que no ves es de lo que estamos
hechos, casi en su totalidad.
Al aire no puedes percibirlo con el sentido de los
ojos, pero si con otros.
- Eso es un símbolo.
- Todo lo que percibes con tus cinco sentidos lo son.
- Todo lo que sientes lo es, el viento y el afecto lo son,
el significado de la palabra lo es, la inspiración y mi
amor a ti.
¡Es simple, pero complejo!

108
- Papi, la vida me susurro al oído desde su gran
amor esto, para que lo comparta contigo.

“Disfruta mientras me buscas, de lo que


te he otorgado.
Disfruta de tu cuerpo, tu alma y tu espíri-
-tu, mientras lo haces, estate atento, ya
que cuando veas dolor, es solo para indi-
-carte que existe la posibilidad de com-
-prender lo que para ti es más importante
y una vez sanado, extender tú mano, así
otros hijos como tú disfruten contigo, esa
sanación.
Ese es tu albedrío y eres libre para saber-
-lo, revelarlo y compartirlo.
Siempre extiendo mi mano en aquellos
momentos que más te ves afligido y la
reconoces, por que alguien viene desinte-
-sadamente en tú auxilio”.

- El milagro de que la vida este siempre cuando más


la necesito.
- Siempre habrá milagros, para que sepas cuan
cerca de la vida estas.
- ¿El milagro me acerca a la vida?
- No quieras responderte todo, ya que habrá tiempo
y espacio para ello.
Trata de no poner nada como prioridad, ni siquiera la
sabiduría, todo esta en un mismo nivel, todo es un
equilibrio constante, todo abarca todo, nada es todo.
Tú luz puede iluminar eso, mientras tanto, eres un

109
reflejo de la vida, vívela, hazla vivir y encontraras tu
albedrío para hacerte libre.
Solo serás libre si ayudas a los que como a ti, te han
ayudado.
Ten como base el respeto y descifraras los símbolos
que aun son milagros y si olvidas esto, tendrás siem-
-re una nueva oportunidad de volver a intentarlo,
hasta que sepas que eres libre de respetar el albe-
-drío de los demás hijos.
- Aun temo que sepas lo que pienso en cada momen-
-to.
- Papi, solo puedo saber lo que piensas cuando
nuestros sentimientos son similares, de lo contrario,
si no me invitas, no podré saber nunca lo que pien-
-sas, solo reconozco lo que te hizo crecer, ya que es
lo que me hace crecer a mi también, porque me lo
has transmitido.
No temas, el hijo que puede hacer esto, tiene muy
claro lo que significa el libre albedrío, ya que si así no
fuese, jamás podría leer a nadie su sentimiento y
menos saber que está pensando, por que en tu men-
-te, solo estas tú y nadie más.
No es la realidad, es tú realidad, no es la verdad, es
tú verdad, no es el gusto, es tú gusto, no es el egois-
-mo, es tú egoísmo, no es el resentimiento, es tú re-
-sentimiento. Por esto el mundo está en guerra, por
eso no sanan ni encuentran, por eso compiten y
odian.
-…
-…
- Tengo otro símbolo para esta ocasión.
- Dime.

110
Sabes papi, con los ojos del cuerpo, puedes mirar
muy poco tiempo directo al sol, pero sí puedes mirar
a la luna todo lo que desees.
- El sol representa el corazón, y ¿La luna, la mente?
- La mente, la psiquis.
- Eso quiere decir que podemos ver nuestra mente
todo el tiempo, pero no así la intuición.
-Y también quiere decir, que estamos viviendo solo a
través de un pequeño reflejo del sol que ilumina a la
luna, la mente y la psiquis pueden captarlo en su
totalidad, pero nosotros, aun no nos acostumbramos
a saber más y elegimos, por que no recordamos, lo
que creemos que es lo mejor para nosotros; otras
veces nos encontramos, supuestamente con elec-
-ciones que no hicimos, pero lo hacemos desde
nuestra intuición más profunda y que si no fuera por
ello, nuestra estancia aquí, duraríamos tan poco que
no existiría la posibilidad de saber nada.
- ¿Qué quieres decir?
- Que todo en el universo tiene un orden y es por eso
que tú y yo nos pudimos encontrar aquí, por que
hemos elegido con nuestro libre albedrío…

“Ilumino tu andar en lo que llamas


noche y día, pero no puedo iluminar tu
mente, si así no me lo permites hacer,
respetaré siempre lo que elijas, por que
te he dado libertad para que tú lo
decidas, mas crees no poder mirarme
directamente, pero si supieras que sí
puedes, lo harías”.

111
- Papi, siempre confía en tu inspiración, por que ella
procede del corazón, y verás a la vida, ya que esta
se reconoce mediante aquella.
- Te amo Sofí.
- Te amo papi, siempre te he amado.

112
CAPITULO XV

Sabía que esta era la última noche, lo presentía.


Reconocía mi temor por enfrentar aquello que no
deseaba que pasara.
Y si es de esa manera ¿Cuál debería ser mi pregunta
más importante? y una vez más ¿Sería capaz de
comprender su respuesta?
Esperé como todas las noches anteriores que me
dijera “¡Hola papi!” Pero hubo solo silencio, tanto
silencio, que escuché de nuevo, aquella voz que una
vez me dio la esperanza, y que luego con el tiempo
pasó a ser confianza, y que hoy por estar a tu lado,
solo tal vez, pueda transformarse en fe.

Confía en ti y sabe que ya has comprendido el amor


que despierta en ti Sofía, por que ella toco esa fibra
que dormía en tú corazón, la de saber cuanta belleza
hay en un bebe, en un niño o en un hijo.

Y al escuchar aquello, me di cuenta; sí que me di


cuenta de lo que había guardado en mi propio cora-
-zón.

Aprenderé a darte lo que siento por que tu sonrisa


me hace feliz, aprenderé a pedir tus lamentos para
contenerte y comprenderte.
Cuéntame tus silencios para escucharte en cada
experiencia transcurrida en nuestras vidas; déjame
oír tu palabra la que llena de ternura mi corazón.

113
Y cuando crezcas tendrás hijos que lo llamaras vida
y amor, como así he aprendido a llamarte yo.
Déjame besarte una vez más en la frente, para
bendecir tus pensamientos y por favor has lo mismo
conmigo, porque cuando lo haces, puedo sentir en lo
más profundo de ti, quien eres y quien soy.
Te diré siempre que te amo, más allá de lo que
pueda imaginar.
Estaré disculpado si me equivoco contigo, por que
me daré cuenta que en principio estaré errado con-
-migo.
Pasará el tiempo y te reconoceremos en donde
estés, no podrán alejarnos de ti, por que eres sangre
de nuestro cuerpo y espíritu de la vida.
Recuerda que cuando creas encontrarte sola, esta-
-remos contigo para seguir comprendiendo algo más
de ti, de nosotros y de la vida.
Te doy gracias por que hiciste de mi búsqueda, lo
que creía haber perdido para siempre.
Reconozco en lo que eres, aquella persona que hace
de tu madre y tu padre.
Cuando te miro, veo a los demás hijos del vientre del
espíritu.
Hija, temía que te hubieses marchado, pero estas
aquí y siempre lo estarás, envolviendo con tú alma,
ese maravilloso cuerpo, y me dirás y expresaras con
la mirada, que nos amas tanto como nosotros te
amamos a ti.
Sabes amor, la vida me susurro al oído algo muy
hermoso, para que lo podamos compartir.

“Guardare tus lagrimas junto con tus


sonrisas y los depositare en tu corazón,

114
para que cuando recurras a ellas, recuer-
-des que siempre podrás compartirlas
con los seres que llamaras esencia y si no
puedes reconocer alguna, te diré: no
temas, soy el que te ama y solo estaré
por un tiempo escondido detrás de estos
hijos, hasta que vuelvan a recordar
dónde han creído dejarme.
De esa manera me reconocerás y reco-
-brarás lo que habías creído perder para
siempre.
Así te daré una nueva bienvenida, para
que sepas que nunca me he alejado ni me
alejaré de ti, es que solo cuando se debi-
-lita un poco tú fe, crees alejarte de mí, y
aunque te retires a cualquier parte, me
llevas en lo más profundo y estaré siem-
-pre donde estés.
He depositado en tú centro del cuerpo, el
mapa de la vida y cuando tu mente re-
-cuerde quien soy, habrás reconocido tu
mayor don, el de guiarte en tu propio
destino, elaborado con el mismo amor,
hija de la vida del alma y del corazón”.

115

You might also like