Professional Documents
Culture Documents
Área Estético-Expresiva II
Plástica
Etapas evolutivas del grafismo infantil
según Viktor Lowenfeld
Una parte importante de los dibujos infantiles están generados por el conocimiento
actualizado que los niños tengan de la realidad y por los aspectos perceptivos ligados a su
experiencia de las cosas.
Si bien la evolución del grafismo es personal y por ello varía de un niño a otro, Viktor
Lowenfeld1, en su libro “Desarrollo de la capacidad creadora”, nos habla de la evolución gráfica
como reflejo de la evolución psicofísica del niño.
1
(1903–1960) Profesor de educación artística en la Universidad Estatal de Pensilvania, que ayudó a
definir y desarrollar el campo de la educación artística en los Estados Unidos.
LAS ETAPAS EVOLUTIVAS DEL GRAFISMO INFANTIL
El primer registro gráfico, que adopta la forma de garabato, se da alrededor de los 18 meses
de edad (dependiendo del entorno y las motivaciones que el pequeño reciba) cuando se le da
un lápiz y comienza a trazar rayas sobre el papel. Garabateo, que está estrechamente
vinculado a las experiencias kinestésicas de la infancia. Esos movimientos son incontrolados al
comienzo, pero con su ejercicio mediante
técnicas y motivaciones, los trazos
adquirirán la motricidad necesaria para
darles dirección.
La imposición de ideas que están más allá de la capacidad de una etapa del desarrollo infantil,
pueden resultar en estereotipos y frustraciones, que impidan o interfieran con el buen
desenvolvimiento evolutivo. Considera como una regla de conducta: ningún niño debe ser
interrumpido al garabatear. En esta etapa, como
lo importante es el desarrollo kinestésico, los
ayudaremos dándoles materiales y técnicas
llamativas en superficies grandes.
Este será el momento en que los adultos podrán solicitar a los niños la ejecución, más o
menos correctas de actividades que requieran coordinación motora -conquista más
importante de esta etapa-.
En esta fase, los niños no tienen otras intenciones de creación más que mover el lápiz sobre el
papel.
Finalizando la etapa del garabato, nos encontramos con la fase del garabateo con nombre.
Esta etapa es similar a la que Georges-Henri Luquet llamaba etapa del Realismo Fortuito. El
niño observa los garabatos y les busca un significado: “eso es una casa”, “ese es un niño”. Pero
esta explicación es a posteriori; el niño no intentaba dibujar eso y no hay concordancia de
forma ni color. Además, un mismo garabato puede cambiar de nombre a lo largo del proceso
del dibujo.
Poco a poco, la docente, verá que a través de narraciones, paseos, percepciones directas e
indirectas, los niños comienzan a querer representar la familia, el perro, la mesa, la sala y otros
objetos cotidianos.
El color ocupa un papel secundario en esta etapa. Al niño le gusta usar colores, pero hay que
saber que el uso de los mismos puede distraerlo de lo fundamental que es el establecimiento
de la coordinación motriz.
Los niños que son atraídos por los colores interrumpen frecuentemente la ejecución del
garabateo para manchar de pintura el papel que disponen. Por lo tanto, es preferible darles
uno o dos colores.
ESTIMULACIÓN ARTÍSTICA:
NUNCA debemos colocar frente a los niños una hoja y decir simplemente: dibujen.
Cuando comienza su obra, el niño debe estar pensando en “algo” producto de nuestra
sensibilización. Frecuentemente ese “algo” nos parece insignificante, pero para el niño
significa siempre una confrontación con su propio yo, con su propia existencia.
Si un pequeño garabatea en una esquina de la hoja, no podemos decirle que utilice toda la
hoja, sino que para lograr nuestro objetivo tenemos que aplicar un campo de referencia y
decirle por ejemplo: -“si jugaras con un autito, solamente lo moverías en una baldosa o por
todo el piso. Imagina que tu hoja es el piso y tu auto es el fibrón”.
Las primeras interferencias comienzan en el garabateo cuando los mayores, ansiosos, esperan
ver algo que concuerde con sus concepciones de adulto.
ETAPA PRE-ESQUEMÁTICA
(De los 4 a los 7 años según Lowenfeld; pero de acuerdo a la experiencia actual
podemos decir que se adelanta de los 3 a los 5 años abarcando las 3 salas del jardín)
El niño se siente tan atraído hacia el dibujo, y puede llegar a concentrarse en la tarea durante
media hora. En este momento por primera vez intenta reflejar algo. Aquello en lo que por
primera vez siente interés es en la figura humana.
FIGURA HUMANA:
ESPACIO:
El niño queda satisfecho por representar los objetos en sí, sin necesidad de vincular cada
objeto con los demás. La
incapacidad para correlacionar
debidamente el espacio, es
una clara evidencia de que el
niño todavía no está maduro
para cooperar socialmente, ni
tiene el deseo de coordinar las
letras o de aprender a leer.
Aún no se ha sentido a sí
mismo como parte del medio.
Es por ello que los objetos se
presentan sin orden en la hoja.
COLOR:
ESTIMULACIÓN ARTÍSTICA:
Puesto que todo contacto o comunicación con el medio se establece mediante el “yo”, es de
mayor importancia estimular el respeto al mismo.
Para enriquecer el conocimiento activo del “yo” es necesario estimular el concepto infantil de
las PARTES DEL CUERPO, mediante experiencias individuales a través de los sentidos (mirar,
tocar, jugar con el cuerpo, etc.). Un simple ejemplo ilustrativo: para que dibujen su boca,
primero se los estimula dándoles de comer un caramelo. Los chicos lo mastican, lo saborean,
se observan haciéndolo, y luego dibujarán sin dificultad la boca en sus esquemas.
Gracias a las actividades lúdicas, las vivencias reales o sustitutas, la observación del mundo
que lo rodea, poco a poco, los elementos representados se irán apoyando en una línea de
base, esta es la transición que marca el comienzo del ESQUEMATISMO.
ETAPA ESQUEMÁTICA
(De los 7 a los 9 años según Lowenfeld; pero de acuerdo a la experiencia actual
podemos decir que se adelanta de los 4-5 años hasta los 8 años, abarcando salas de 4 y
5 y primer ciclo de primaria)
ESPACIO:
El niño descubre que forma parte de un todo más grande donde existe un orden. En sus
representaciones aparece la línea de base, que representa el terreno. En cuanto al cielo, el
niño sabe y siente que está por encima de nosotros, por eso lo representa con una franja en la
parte superior de la hoja. Toma conciencia de que existe cierto orden en las relaciones
espaciales, ya no piensa en objetos aislados, sino que establece relaciones entre los
elementos.
El docente debe poner especial atención en el esquema espacial, sin dejar de lado el corporal.
La observación del entorno, de obras de arte de diferentes referentes, historias que describa
lugares significativos, harán que los niños comiencen a ensayar representaciones espaciales.
Es peculiar ver que a todos los elementos los dibujan perpendicular a la línea de tierra.
El esquema representa el conocimiento activo que el niño tiene de ese objeto, no es una
plasmación de lo que ve.
FIGURA HUMANA:
El niño dibuja cabeza con ojos, nariz y boca -a veces con cabellos y/u orejas-, tronco con
brazos y dedos, piernas y pies. Incluso llega a representar actitudes que simulan el
movimiento. Repite constantemente su esquema.
COLOR:
ESTIMULACIÓN ARTÍSTICA:
El niño está buscando un modelo o una estructura dentro de su medio. El concepto de sí
mismo que se desarrolle en este momento, puede ser un factor importante en sus relaciones
con la capacidad de aprendizaje y con la gente. Los propósitos básicos del programa de plástica
para ellos, deben tender a “desarrollar una imagen positiva de sí mismos, alentar a la confianza
en los propios medios de expresión y proveer la oportunidad para que se origine el
pensamiento divergente constructivo”2.
Hacia los 9 años la representación esquemática y las líneas geométricas no bastarán para
permitir que el niño se exprese; intenta ahora enriquecer su dibujo y adaptarlo a la realidad. El
dibujo es más natural. Es la edad de la pandilla, una época en que sus pares adquieren una
gran importancia. Descubren su independencia social. Los chicos disfrutan con sus reuniones y
códigos propios, en ese mundo lleno de emociones que los mayores no comprenden. Es un
momento ideal para formar hábitos de cooperación grupal, respeto y consideración.
FIGURA HUMANA:
2
ACERETE, Dora. Objetivos y didáctica de la educación plástica.
ESPACIO:
Respecto del espacio, se puede apreciar un cambio desde la representación simbólica que
conocemos con el concepto de línea de base hasta una representación mucho más naturalista.
El niño descubre que el espacio entre las línea de base adquiere significado. A través de la
página, en la parte superior del dibujo, sino que ahora se extiende hacia abajo, hasta el
comienzo que puede haber sido la línea de base, pero que gradualmente adquiere el
significado de horizonte. En este momento, sin embargo, aún no ha llegado a comprender el
significado de horizonte; inicia sus primeros pasos hacia el concepto de profundidad, a pesar
que todavía no ha desarrollado una percepción visual consciente del mismo.
ESTIMULACIÓN ARTÍSTICA:
En esta etapa, a los niños les cuesta mucho pintar y hay que incentivarlos continuamente.
Durante esta etapa hay una fuerte presión sobre el niño para que se adapte a los esquemas o
gusto de los adultos, a la sociedad y al grupo. Es un riesgo caer en el estereotipo o la
frustración. –“Ella dibuja mejor que yo”. –“A mí no me salen tan bien”. Por ello, es de vital
importancia, favorecer los intentos individuales, darles confianza para que hallen sus propias
respuestas y puedan resolver problemas.
BIBLIOGRAFÍA:
LOWENFEL, Viktor. Desarrollo de la capacidad creadora. Buenos Aires: Kapelusz, 1974.
PALOPOLI, María del Carmen. Didáctica de las artes plásticas en el nivel inicial: el lenguaje
visual, un camino con nuevos desafíos / María del Carmen Palópoli y Cristina Laura Palópoli. -
1ª ed. – Buenos Aires: Bonum, 2009.
3
Pág. 235. LOWENFEL, Viktor. Desarrollo de la capacidad creadora. Buenos Aires: Kapelusz, 1974.