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Instituto Superior De Formación Docente N°35

Filosofía
Profesor: Lic. Ruben Caviglione

TEXTO 1
UNA INTRODUCCIÓN A LA MATERIA

FILOSOFÍA:

La filosofía (del latín philosophĭa, y éste del griego antiguo φιλοσοφία, 'amor
por la sabiduría'). La invención del término «filosofía» suele atribuirse al
pensador y matemático griego Pitágoras de Samos, aunque no se conserva
ningún escrito suyo que lo confirme. Según la tradición, hacia el año 530 a.
C., el tirano León trató de sabio (σοφóς) a Pitágoras, el cual contestó que él
no era un sabio, sino alguien que aspiraba a ser sabio, que amaba la sabiduría
(un φιλο-σοφóς). Para Pitágoras, la vida era como unos juegos olímpicos, en
los cuales hay tres clases de personas: las que van buscando honor y gloria, las
que van buscando negocio, y las que simplemente van a contemplar el
espectáculo, los filósofos.

Todos necesitamos saber. El conocimiento es necesario para nuestra vida. Así,


por ejemplo, es bueno saber - como señala Savater - que si nos tiramos de
un sexto piso y caemos sobre el asfalto, nuestras chances de seguir con vida
son pocas, o que si deseamos convivir armónicamente con los otros, es
preferible respetar sus derechos y evitar, salvo algunas excepciones, las
situaciones de violencia.
Esta necesidad tiene también raíces biológicas. De entre todas las
especies, el ser humano es un ser débil y biológicamente carenciado: sus
instintos no le garantizan por sí mismos la supervivencia. Ninguna otra especie
requiere de tantos cuidados, ninguno otro animal es tan frágil en sus primeros
tiempos de vida ni requiere de un proceso de aprendizaje tan largo para
poder valerse por sí mismo y alcanzar la independencia.
Pero, más allá de estas carencias, el individuo humano presenta una
diferencia que lo enaltece: puede tomar conciencia de estas limitaciones. Es
capaz de conciencia y reflexión. Desea saber y se pregunta. No sólo para
satisfacer sus necesidades y encontrar un sustituto para las limitaciones
biológicas, sino muchas veces, porque experimenta el deseo y la satisfacción
del conocimiento. Es conciente de esta, su situación, e intenta comprenderla
y conocerse.

1. El conocimiento humano.

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Es difícil intentar una clasificación de los conocimientos. Si tomamos en
cuenta su adquisición, vemos que desde los primeros tiempos el hombre debió
resolver dificultades que se le presentaban momento a momento. Muchos de
estos fueron adquiridos de manera experiencial, se transmiten de generación
en generación sin ser previamente organizados y se los denomina
conocimientos vulgares o ingenuos. Por ej.: ”Un pastor conoce los pastos
que hacen daño a su rebaño”.
Pero existe otro tipo de conocimientos que fueron adquiridos de una
manera metódica y que poseen una fundamentación lógica, están
sistematizados y reciben el nombre de conocimientos críticos o científicos.
Por ej.: la formulación de la ley de la gravedad.

Los primeros conocimientos que adquirimos en nuestras vidas son los


conocimientos vulgares. De hechos una persona puede vivir sin poseer
conocimientos científicos (desde ya que su vida, se verá limitada.)

Muchos condimentos científicos pueden devenir en conocimientos


vulgares debido a la información y a los medios de comunicación. Y por otra
parte, podemos tener de una realidad determinada en un primer momento
conocimiento vulgar y luego un conocimiento científico. De pequeños
sabíamos que si dejábamos caer una copa de cristal al suelo esta se rompería;
más tarde pudimos saber por qué se rompe, cuáles son las fuerzas físicas que
intervienen, etc.

2. Filosofía, ciencia y religión.

En el punto anterior pudimos distinguir a los conocimientos críticos, y


entre ellos a la filosofía, del conocimiento vulgar o ingenuo, pues, como
sabemos los conocimientos críticos requieren de un esfuerzo crítico
importante.
De todos los interrogantes y dudas que acosan al hombre las ciencias
han encontrado respuestas a muchas de ellas. Muchas otras son de carácter
filosófico y escapan a las ciencias. Consideremos el siguiente grupo de
cuestionamientos:
1. ¿Existe Dios?
2. ¿Qué es lo que proporciona energía a la célula?
3. ¿Son las cosas tal como las percibimos?
4. ¿Tiene la vida humana un sentido, y si lo tiene cuál es?
5. ¿Pueden las normas morales justificarse racionalmente?
6.¿Por qué se producen los eclipses?

Algunas de estas preguntas son contestadas por la ciencia (ej.: la 2 lo


es por la biología, la 6 por la astronomía, etc.) Para contestar a estas
preguntas las ciencias elaboran hipótesis o teorías que son luego confirmadas
a través de la observación y la experimentación. De tal modo que para cada
ciencia hay un determinado número de teorías que se consideran ciertas en un
determinado momento y que son aceptadas por la comunidad científica.
También sucede que la ciencia progresa y que va mejorando sus descripciones

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y teorías, logrando un mayor conocimiento y dominio de la realidad,
valiéndose de ciertos métodos.
En cambio, las preguntas 1,3,4,5, de la lista no son objeto de estudio
de la ciencia sino de la filosofía.. Las preguntas filosóficas han recibido
muchas respuestas como producto de la reflexión racional a lo largo de la
historia, y no es posible someterlas a un proceso de comprobación
experimental. No hay unanimidad ni tampoco un claro progreso al modo de las
ciencias.
Sin embargo, algunas preguntas como la número 3, pueden ser
indagadas también por las ciencias, por ej.; la psicología, al estudiar el
proceso anímico de la percepción se pregunta por la correspondencia de lo
percibido con las cosas. Por eso podemos considerar que hay una suerte de
zona gris o intermedia entre la filosofía y las ciencias como en ciertas
preguntas que pueden ser abordadas por las dos disciplinas. Por ej.,; si
preguntamos “¿Qué es el espacio?” o “¿Qué es el tiempo?”, que fueron desde
siempre preguntas de reflexión filosófica, son hoy en día estudiadas también
por la física.

También algunas de las preguntas que son presentadas como filosóficas


adquieren respuesta desde las distintas religiones o concepciones globales de
la realidad. Las religiones tienen una visión global de la realidad que es
elaborada desde una determinada perspectiva, es decir, unilateralmente. Así,
por ej.; se puede hablar de una concepción cristiana del mundo, de una
concepción judía, o musulmana.
La filosofía presenta una doble diferencia con la religión. En primer
lugar muchos interrogantes filosóficos no tienen interés para la religión
porque no revisten un carácter práctico (ej: la noción de infinitud), así como
muchos puntos de interés de una religión no tienen interés filosófico. Pero la
mayor diferencia se encuentra en que las religiones tienden a dar respuestas
más o menos dogmáticas a las preguntas como la número 4, que deben ser
aceptadas pues provienen de una autoridad. (ej.: porque así lo hicieron
nuestros padres, porque lo exige la Revolución, porque Dios lo pensó así).
Sin embargo, también hay zonas grises entre filosofía y religión, pues
hay cuestiones comunes, y, porque, o bien a veces los filósofos o sus
seguidores se vuelven dogmáticos o bien -excepcionalmente- las religiones se
abren a un diálogo crítico o una discusión filosófica de sus doctrinas.
La relación entre religión y filosofía presenta múltiples respuestas que
se hallan en profunda relación con la cuestión de la verdad y si esta es una o
múltiple.
Una propuesta posible podría ser la de pensar las relaciones de este
modo: como tres clases que se intersección de modo que pueden haber
productos exclusivos o zonas grises. Gráficamente:

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FILOSOFIA

CIENCIAS RELIGIONES

Al abordar estos problemas, la filosofía se distingue del misticismo, la


mitología y la religión por su énfasis en los argumentos racionales, y de la
ciencia porque generalmente lleva adelante sus investigaciones de una
manera no empírica,
Muchos filósofos importantes fueron a la vez grandes científicos, teólogos o
políticos, y algunas nociones fundamentales de estas disciplinas todavía son
objeto de estudio filosófico. Esta superposición entre disciplinas se debe a
que la filosofía es una disciplina muy amplia. En la actualidad sin embargo y
desde el siglo XIX, la mayoría de filósofos han restringido su área de
investigación, y se caracterizan por estudiar las cuestiones más
fundamentales y generales.

♣ Preguntas para pensar:

1) ¿Qué tienen en común las ciencias, las religiones y la filosofía? ¿En qué
se diferencian?
2) ¿Cuáles de las preguntas que hicieron en el ejercicio de clase pueden
ser consideradas filosóficas? ¿Por qué?
3) ¿Por qué decimos que “la adquisición del saber filosófico requiere de
esfuerzo”?

La indagación filosófica no es algo que acontezca de modo permanente


en la vida de las personas. Es muy difícil que una persona esté filosofando
todo el día o todos los días de su vida; la razón es muy sencilla: tenemos
muchas ocupaciones, trabajos, distracciones, necesidades que hacen que
estemos ocupados en otras cosas. Algunas personas parecen tener una
disposición especial a reflexionar mientras que otras suelen considerarlo una
pèrdida de tiempo. Ahora bien; ¿es posible que alguien nunca se haya
formulado una pregunta filosófica? ¿Será posible vivir sin nunca cuestionarse
sobre las cuestiones más importantes?

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Y vos, ¿recordás alguna vez haberte formulado este tipo de preguntas?
¿Cuándo? ¿En qué situación? ¿Cuál es para vos la pregunta filosófica más
importante?

La filosofía es una actividad que se ha seguido originando y se sigue haciendo


en los individuos y los pueblos. Jaspers examina los motivos que nos obligan o
nos invitan a filosofar.

Un poco de historia: El comienzo de la filosofía.

Aunque las palabras ‘“comienzo’ y ‘origen’ suelen utilizarse como


sinónimos, no lo son. El comienzo se refiere a un momento histórico-concreto
y determinado. Cuando hablamos de origen, nos referimos a aquello que
origina, que da motivo para que surja algo. La filosofía, entendida como el
pensar occidental que signa nuestra historia ( también habría una filosofía
oriental), tiene un comienzo más o menos preciso: la Grecia antigua (S. VII
a.C.) y adquiere una forma definida en la llamada Grecia clásica. (S. IV a. C.).
En la Grecia Antigua se opera un paso muy importante para la cultura
occidental: el denominado “ paso del mito al logos”. El lento abandono del
pensar mítico al pensar racional.
Veremos más adelante cuáles son los orígenes que nos movilizan a
filosofar.

Ahora bien, ¿qué son los mitos? El siguiente texto nos ilustra sobre el
tema:

“ Entonces, ¿qué es el mito? El mito es una ‘ explicación’. Procura dar


razón. Intenta aclarar alguna situación última de la existencia humana. El
mito responde a interrogantes ineludibles tales como ¿cuál es el origen de
todo, cómo surgió el hombre, hay Dios o no hay, qué significa la muerte,
habrá una nueva vida? La necesidad de hallar un sentido a la vida y a las
propias acciones hacen que se constelen fondos de creencias para saber a qué
atenerse.
El mito es, pues, una respuesta a las cuestiones más profundas y más
graves que el grupo humano se plantea. Ningún hombre por muy primitivo que
sea deja de hacerse aquellos interrogantes. Y la cuestión más grave es la
muerte.
Por esto el mito lleva a la ‘ sabiduría’. Sabiduría es el conocimiento de
las altas verdades y de las profundas razones de todo. El mito es con todo
derecho ‘un saber sapiencial’. No decimos que lo haya logrado totalmente,
decimos que lo intenta, lo persigue.
Esta explicación mítica es imaginativa. Una imagen es una
representación mental de algo concreto como las cosas, los hombres, los
dioses antropomórficos(…) Imágenes son el diluvio, la planta de la vida, la
lluvia, etc.

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Cuando el mito da razón de algo, la causa última es una persona(…) El
mito va directamente al quien para explicar cualquier fenómeno y ese quien
es siempre un dios personal…”
Fernanadez Sabate, “Lecciones de filosofía’” ed. Guadalupe, Bs.As., 1977,
extractos de las págs. 37 –39.

PENSAMIENTO MITICO Y RACIONAL

1. Condiciones históricas.

El pensamiento racional nació en Grecia en el siglo –VI - VII. Posiblemente se


debió a los siguientes factores:
 La península helénica, durante el siglo –XII fue ocupada por los Dorios,
un pueblo guerrero que desconocía la escritura, y que espacialmente se
organizaba en torno al palacio-fortaleza en una estructura social
jerárquica y cerrada. A partir del siglo –VIII comienzan a surgir núcleos
urbanos de comerciantes que se irán constituyendo como polis en las
que aparecerán los primeros sistemas democráticos.
 El comercio: junto al intercambio de mercaderías se da un intercambio
de ideas e información. Se generaliza el uso de la moneda permitiendo
el desarrollo del pensamiento abstracto, y el uso de la escritura.
 Los griegos tenían una religión politeísta sostenida en mitos y leyendas,
en los que sus personajes eran dioses y héroes con características
humanas. Carecían de libros sagrados, y por tanto de dogmas ni castas
sacerdotales que los custodiasen. Esto favoreció una manera de pensar
más crítica y diversa.
 El sistema democrático exigía la participación de los ciudadanos y el
debate sobre las cuestiones de la ciudad. La imperfección de la
democracia (ciudadanía restringida, existencia de esclavos) favorecía la
existencia de una clase ociosa que tenía tiempo libre para dedicarse a
actividades intelectuales.

2. El paso del mito al logos.

 Características del pensamiento mítico:


Conjunto de mitos y leyendas que personifican los fenómenos
naturales, haciéndolos depender de la voluntad arbitraria de dioses,
seres o fuerzas sobrenaturales. Es un pensamiento concreto y ritual.
 Características del pensamiento racional:
A través de los sentidos se capta una realidad plural y en permanente
cambio. El pensamiento racional intenta encontrar detrás de esta
apariencia sensible lo que las cosas realmente son, es decir su unidad,
lo que permanece de ellas, su esencia. Las explicaciones racionales
tienden a ser abstractas y universales, necesarias (no arbitrarias) y
coherentes (lógicas).

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¿Qué significó el paso del mito al logos?

Fueron los primeros intentos de buscar explicaciones terrestres,


naturales al misterio. Intentaron los primeros pensadores presocráticos darle
una respuesta a la pregunta sobre la constitución del universo. Y entre otras
respuestas propusieron elementos materiales tales como el agua, el aire, el
fuego, etc. Como se ve, este tipo de explicaciones, aunque muy limitada,
deja de ser una explicación mítica para acercarse a una explicación de tipo
racional o crítica.
Muchas de las cuestiones que resolvieron los primeros filósofos son hoy
respondidas por las ciencias naturales. En la antigüedad la denominación
“filosofía” abarcaba también ciertos conocimientos que hoy a tribuimos a las
disciplinas científicas. Más adelante veremos la diferencia entre los distintos
tipos de saber que se dan entre la filosofía y la ciencia actualmente.
En el texto de “El mundo de Sofía” o en algún otro podrás encontrar
parafraseadas algunas de las respuestas que dieron los primeros filósofos-
científicos de la naturaleza. Lamentablemente, muchos de los escritos de
estos primeros filósofos se han perdido o quemado y poco sabemos de ellos
sino de modo indirecto y a través de otros comentaristas. Los primeros
filósofos griegos recibieron el nombre de “presocráticos”, porque, de algún
modo, la aparición de Sócrates supone en la filosofía un cambio drástico en
cuanto a la calidad de la reflexión y especialmente a sus temas.
Para hacer honor a la verdad, no deberíamos dejar de lado a estos
pensadores. Tampoco es correcta la denominación de “ presocráticos”, pues
es una simplificación excesiva. Si algo tienen en común todos ellos, como ya
dijimos, es el hecho de diferenciarse de las explicaciones míticas que poseían
sus antepasados (en el caso griego la mitología homérica) y el intento por
encontrar explicaciones naturales a los fenómenos de la naturaleza

El ocio

Ciertamente la filosofía surge en los hombres y en los pueblos cuando


las necesidades básicas primordiales están satisfechas. Nadie puede dedicarse
a filosofar si está abrumado por el trabajo o preocupado por una catástrofe o
defendiéndose de un ataque.
Pero la palabra “ocio”, como tantas otras, ha adquirido actualmente
un significado distinto al que nos referimos. Para la cultura griega el ocio
tenía una connotación positiva y era un tiempo especial y altamente
privilegiado. En el marco de la sociedad esclavista griega, el trabajo manual
no era propio de los hombres libres sino de los esclavos, y todas las tareas
ligadas a la obtención del sustento material no gozaban de la estima de los
hombre libres. Por el contrario, la actividad política, el diálogo y el ejercicio
de la palabra, la indagación y la búsqueda de la verdad, caracterizaban la
verdadera vida humana.

El ocio era, pues, el tiempo libre, apto para el disfrute que proporciona
el conocimiento y el ejercicio de la vida política entre los iguales.
“Trabajamos para vivir”, pero no “vivimos para trabajar” o “Estamos no
ociosos (negociamos), para poder estar ociosos” son frases que representarían
con bastante claridad el orden que según los griegos debería tener la vida

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humana. Tal vez algunos fenómenos d ela vida moderna como la
sobrevaloración de las riquezas y las posesiones materiales, el consumo y el
exceso de trabajo que –en algunos casos- adquiere la forma de una adicción,
no serían propios de la naturaleza humana según la mentalidad griega.

Los orígenes de la filosofía.

Sabemos de forma aproximada que hubo un comienzo histórico de la


actividad filosófica en Occidente. Sin embargo, los hombres de hoy en día -y
de todos los tiempos- siguen cuestionándose acerca de planteos
fundamentales que parecen repetirse e incitarnos a la reflexión.
¿Qué es lo que nos lleva a filosofar? El filósofo existencialista Karl
Jaspers distingue tres orígenes o motivos fundantes.
LECTURA DEL TEXTO “La filosofía”, capítulo 2, Fondo de Cultura Económica,
1978. Te invitamos a leerlo.

Los problemas de la filosofía y las disciplinas filosóficas.

Los ya mencionados tres orígenes de la filosofía conducen a distintos


problemas o cuestiones filosóficas y a una división del campo de la filosofía.
El primer acceso a la filosofía, el asombro ante la realidad lleva a
preguntarse ¿qué es lo que hay?, ¿qué es lo aparente y qué es lo real? ¿qué
tipos de entes hay?, ¿hay un ente fundamental capaz de dar razón de todo?
Este tipo de cuestionamientos constituyen lo que globalmente se designa con
el nombre de ontología o metafísica.
La segunda puerta de acceso a la filosofía, la duda frente al
conocimiento, lleva a cuestiones tales como ¿qué es el conocimiento?, ¿qué
distintos tipos de conocimiento hay? ¿qué es la verdad?.etc. Este tipo de
cuestiones se agrupan en un rama de la filosofía que se denomina gnoseología
o teoría del conocimiento. Cuando se refiere al conocimiento científico, su
posibilidad y alcance se convierte en filosofía de la ciencia o epistemología.
El tercer origen de la filosofía las situaciones límites en la vida del
hombre conduce a un primer grupo de cuestiones antropológicas: ¿qué es el
hombre? ¿en qué se distingue de los demás seres de la evolución?; estos
cuestionamientos dan origen a la antropología filosófica. Pero las situaciones
límites llevan también al problema del obrar humano ¿qué debo hacer de mi
vida? ¿qué es el bien? ¿qué es la felicidad?, problemas que constituyen el
problema ético o moral.
Si bien estas son las principales disciplinas filosóficas no son las únicas.
Existe también una filosofía del arte o estética, una filosofía social y una
política, filosofía de la educación y de la naturaleza. y otras disciplinas más.

♣ Preguntas para pensar:

1) Una cuestión que hizo pensar a muchos a estudiosos es la siguiente:


¿por qué la filosofía comenzó en Grecia y no en otro lugar? Piensen
posibles respuestas fundamentadas a este fenómeno.

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2) Busquen algún mito en un libro de historia o enciclopedia y señalen
cómo se observan las características de este tipo de relatos en el que
Uds. eligieron.
3) Para pensar: ¿qué experiencias nos hacen asombrarnos, dudar y qué
situaciones límites podrían llevarnos a filosofar?
4) En virtud de los visto en estas dos primeras clases, ¿Qué responderían a
la siguiente afirmación “Todos somos filósofos”?
5) Averiguen qué tipo de problemas interesan a los filósofos de hoy que no
interesaron a los filósofos de otros tiempos.

3.Las primeras preguntas filosóficas.

Los interrogantes que se formularon los primeros filósofos alcanzaron, de una


manera muy rudimentaria, prácticamente todos los ámbitos de la existencia
humana. Así se preguntaron por la naturaleza (phisis), el conocimiento y el
ser en general.
 Pregunta por la naturaleza: ¿Puede haber, por debajo de toda la
diversidad existente, algo estable que no cambie nunca? La respuesta
se tradujo en la búsqueda del arkhé o primer principio.
 Pregunta por el conocimiento: ¿Qué nos merece más confianza para
conocer, lo que nos muestran los sentidos o lo que comprendemos
mediante el pensamiento?
 Pregunta por el ser: ¿Qué es lo que realmente existe, el cambio que
captamos a través de los sentidos, o la esencia permanente que
captamos mediante nuestra razón?
La pregunta por la naturaleza será acometida por los primeros filósofos jonios.
El problema del cambio y de la pluralidad será abordado por Heráclito y
Parménides, y posteriormente por los filósofos pluralistas. El giro
antropólogico de la filosofía griega, iniciado por los sofistas y Sócrates,
conducirá al pensamiento de Platón que dará respuesta al problema del
conocimiento.

4. Los primeros filósofos.

Tales de Mileto (Jonia – Asia Menor, finales del siglo –VII). Arkhé: el agua.
Anaximandro (siglo –VI). Arkhé: lo indeterminado (apeiron).
Anaxímenes (finales siglo –VI). Arkhé: el aire.

5. Importancia de los jonios.


 Buscaron la explicación de los fenómenos naturales en un elemento
unificador o primer principio (arkhé). De esta forma estaban
acercándose a una de las características del pensamiento racional: la
determinación de algo estable que explique la realidad plural y
cambiante de los fenómenos naturales. Claro está que el hecho de
determinar ese elemento unificador y estable como una sustancia
material indica que todavía faltaba recorrer un largo camino para
llegar a la madurez de las explicaciones racionales: aquel estadio del
pensamiento en el que lo unificador y permanente son los conceptos y

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las teorías abstractas, esto es, separadas de los fenómenos captados
por los sentidos.
 En segundo lugar el arjé era un elemento que pertenecía a la propia
realidad natural. A diferencia del pensamiento mítico que explicaba el
mundo recurriendo a elementos sobrenaturales, personificando o
endiosando los fenómenos de la naturaleza.
 Finalmente, el hecho de acudir sólo a la observación del mundo y al uso
de la propia razón para llegar a determinadas conclusiones, sin recurrir
a la tradición o a la autoridad de las enseñanza o explicaciones
anteriores, es una manifestación más de la nueva actitud racional. Un
hecho significativo que muestra esta autonomía de criterio es que
Anaximandro, siendo discípulo de Tales, no dudó en discrepar de su
maestro respecto a cuál debía de ser la sustancia primera que explicara
todo lo existente.

LOS PRIMEROS FILOSOFOS

Como la mayoría de los pensadores de la cultura griega, los filósofos


presocráticos fueron influenciados por ideas míticas provenientes de los
poemas épicos, distinguiéndose por la aplicación de la racionalidad en la
búsqueda de la verdad y por su concepción del hombre y la naturaleza como
una unidad.
Estos filósofos trataron de buscar el origen de todas las cosas pero no
pudieron explicar la diversidad.
Para Tales, (siglo VI a. de C.), fundador de la filosofía occidental, cuyo
pensamiento representa el fin de la mitología, la fuente de todas las cosas es
el agua, porque la humedad y el calor las hacen posible; y todo en la
naturaleza tiene vida, incluso la materia aparentemente inanimada.
El agua para Tales es de índole metafísica más que física porque según este
filósofo todo surge de un principio primordial divino.
Anaximandro, (siglo VI a. de C.), discípulo de Tales, fue el primero en
formular el concepto de evolución y la idea de la existencia de innumerables
mundos, con el mismo origen y que terminan volviendo a ese principio único,
que denomina “apeirón”, una especie de sustancia indefinida, en cuyo núcleo
germinan los opuestos.
Para Anaxímenes, (siglo VI a. de C.), discípulo de Anaximandro, también
existe un principio último, que él considera el aire, como base del cambio,
inspirado también por de una intuición metafísica de la existencia de una
unidad universal.
Pitágoras, (siglo VI. a. de C.), considera que la esencia de todas las cosas es el
número y que el alma es inmortal, con la capacidad de vivir múltiples vidas.
Su doctrina propicia la moderación, la austeridad y una moral severa,
asemejándose más a los conceptos de la cultura egipcia, en cuanto a sus
contenidos místicos y supersticiosos.
Como todos los demás cosmólogos, Heráclito, (siglo VI. a. de C), se eleva
también sobre lo verificable empíricamente y propone al fuego como origen
común de todas las cosas, planteando un nuevo enfoque filosófico, con la
afirmación de que lo único real es el devenir, porque todo cambia.

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Parménides, (siglo V. a. de C.), representa lo opuesto de la filosofía del
devenir de Heráclito, y rechaza el conocimiento a través de la experiencia
sensible, que sólo conduce a la opinión sin fundamento, porque el
conocimiento científico exacto y verdadero del ser real sólo se obtiene por vía
racional y es inmutable, inmóvil, indivisible, eterno, como una esfera
compacta y rígida, porque lo real no puede ser una cosa y luego otra.
Por lo tanto el mundo sensible para Parménides es una ilusión e identifica al
Ser con el pensar, formulando el principio de identidad y determinando una
nueva forma de interpretar la realidad, que aún continúa hoy en día
ejerciendo influencia en el conocimiento científico: el hombre separado de la
naturaleza, que no puede comprender su vida sensible con la razón porque lo
único que se considera real es el pensamiento racional.
Anaxágoras, (siglo V. a. de C), intenta comprender la diversidad proponiendo
como principio de todas las cosas un amalgama compuesto de infinitas
partículas diferentes, cuyo predominio determina la naturaleza de las cosas.
Esta amalgama indiferenciada, está ordenada por una inteligencia que además
de ser principio de orden es también principio de movimiento.
Demócrito, (siglo IV. a. de C.), introduce la tesis de la existencia de dos
realidades fundamentales, la materia y el espacio (lo lleno y lo vacío);
descubriendo que el espacio es necesario para la existencia del movimiento.
Postula la doctrina de los átomos, según la cual la materia está formada por
unidades indivisible que denomina átomos, siendo las cualidades de las cosas
producto de la composición de esos átomos.
Los átomos son eternos, igual que su movimiento y las aglomeraciones de
estos átomos son los que producen los cuerpos.
Los filósofos presocráticos sientan las bases de la filosofía occidental,
aportando elementos útiles para esclarecer y formular principios que aún hoy
en día forman parte de nuestro conocimiento científico.
Heráclito (siglo VI a. de C.) fue un filósofo griego que se adelantó al
pensamiento de filósofos contemporáneos.
Las respuestas hasta ese momento sobre la verdad de lo que realmente existe
eran diversas.
Los cuatro elementos, inspiró a la mayoría de los filósofos presocráticos, como
Thales que afirmaba que era el agua, o Anaxímenes que creía que era el aire
o Heráclito que proponía que era el fuego.
Pero es Heráclito el que cambia totalmente de orientación del pensamiento al
observar que todo en la realidad está en perpetuo cambio y que es imposible
definir algo porque de inmediato esa cosa se modifica y ya deja de ser lo que
era para ser otra.
Nunca tenemos la misma experiencia ni vemos dos veces lo mismo porque las
cosas cambian en un constante devenir.
Para Heráclito las cosas no tienen un Ser inmóvil siempre el mismo, lo que
existe es un Ser en movimiento que se transforma.
Por lo tanto para Heráclito sólo el cambio existe.
A Heráclito se lo llama “el Oscuro” por la dificultad que encierran los
fragmentos que se conservan de su obra.
Heráclito atribuye realidad a lo concreto, múltiple y cambiante, es decir, a un
Universo formado por contrarios en perpetua oposición, a lo que el logos o
razón, conduce a una síntesis armónica. Existe devenir porque hay tensiones
entre contrarios y la realidad es la unidad de los opuestos.

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Interpretado a veces como un relativista por su afirmación del cambio, hoy es
generalmente considerado como un gran metafísico y como el fundador de la
dialéctica, método filosófico que trata de la razón y sus leyes, que procura
definir y resolver las contradicciones del pensamiento y de la realidad
histórica.
Esta concepción la volveremos a encontrar en algún filósofo antiguo, como
Plotino (siglo I después de Cristo), filósofo helenístico nacido en las costas
egipcia que combina el pensamiento del mundo griego con una disposición
personal mística; y en un filósofo moderno, como Bergson, con algo de
escepticismo en la capacidad del hombre de llegar a descubrir lo que
verdaderamente existe.
En su cosmología, el fuego constituye el principio material básico de un
Universo ordenado, y también el éter en la atmósfera superior.
Por primera vez Heráclito adopta una doble postura, que a partir de él va a
ser ejemplar para todos los filósofos; una que consiste en criticar la forma de
pensar de sus predesores que no coincidían con él y la otra en proponer una
postura propia
Cuando Heráclito termina su actuación filosófica, surge Parménides(siglo VI a.
de C.), analizando la idea misma del devenir, del fluir y cambiar de las cosas
y encuentra que la idea de Heráclito presenta una contradicción lógica: el Ser
deja de Ser lo que Es, para Ser otra cosa.
Parménides dice entonces que la filosofía de Heráclito es absurda, e irracional
y se dedica a cambiar el pensamiento metafísico en una dirección que aún hoy
se mantiene, descubriendo el principio de identidad.
Cada cosa es igual a si misma, el Ser no puede ser igual al no Ser, el Ser Es, el
no Ser no es.
Parménides creía que la razón era lo único confiable para el hombre. Se
resistía a creer en el cambio y tenía la idea, común en esos tiempos, que
todas las cosas de este mundo siempre existieron; porque lo que Es nunca
pudo no haber sido ni tampoco dejar de Ser, por lo tanto, para él, el cambio
no era pensable.
Sus sentidos le revelaban algo muy diferente a lo que la razón le imponía; sin
embargo decidió confiar solamente en su pensamiento.
Estaba convencido que todo lo que parece que existe en la realidad no es real
precisamente porque no coincide con lo que le señala la razón.
Esta forma de pensar, centrada en la razón humana, en filosofía se considera
racionalismo, cuando la razón es la única fuente de conocimiento.
A los filósofos de esa época siempre les preocupó el problema del cambio y
trataban de solucionarlo imaginando un principio que permanecía
eternamente, siempre igual, infinito, y diferente para cada cosa, con el poder
de formar todo lo que existe.
Sin embargo, Parménides no es considerado por la mayoría como un idealista
al identificar al ser con el pensar, porque se reduce a describir un principio
formal sin un contenido objetivo, convirtiéndose en apenas una estructura
que no contiene ninguna realidad. Su teoría por lo tanto es realista.
En este sentido, lo mismo sucede con Zenón de Elea y su idea sobre la ilusión
del movimiento, que resulta admirable como razonamiento pero inadmisible
en la práctica.
O sea que en estos filósofos la comprensión de la realidad los lleva a una
concepción del mundo puramente formal, sin ninguna consistencia.

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Platón se da cuenta del punto débil de los argumentos de Parménides cuando
confunde existencia con esencia, es decir las estructuras formales del
pensamiento con las reales del ser.
Una de las influencias de Parménides sobre Platón es que el camino del
conocimiento no puede ser otro que el pensamiento y la razón.
Platón también toma de Parménides la teoría dualista que propone la
existencia de un mundo ilusorio relacionado con los sentidos y otro verdadero
de intuiciones intelectuales.
También utiliza Platón la discusión como método para llegar a la verdad, que
recibe de Zenón de Elea y de Parménides, y que desarrolla profusamente en la
práctica denominándola dialéctica.
Sin embargo tampoco Platón logra desunir la esencia de la existencia, con la
diferencia que amplía este pensamiento proponiendo una multiplicidad de
seres que para Parménides sólo eran uno.
Además Platón le confiere a las cosas del mundo sensible una cierta calidad
inferior de ser como fenómenos aparentes debido a su relación con las ideas,
pero este argumento resulta desde el punto de vista racional, incomprensible.
Aristóteles también señala a Platón las debilidades de la teoría de las ideas y
la inutilidad de la dualidad de mundos que para él no son necesarias.
Pero la más importante objeción de Aristóteles es la afirmación de Platón que
las ideas son trascendentes, porque precisamente esta objeción es la que
inspira a Aristóteles para intentar con su obra a retornar esas ideas al mundo
sensible.
SOFISTAS (VER EN CARPIO)

Vida y pensamiento de SÓCRATES

Biografía
1.
Sócrates nació en Atenas el año 470 a. c. de una familia, al parecer, de clase
media. Su padre era escultor y su madre comadrona, lo que ha dado lugar a
alguna comparación entre el oficio de su madre y la actividad filosófica de
Sócrates. Los primeros años de la vida de Sócrates coinciden, pues, con el
período de esplendor de la sofística en Atenas.
2.
El interés de la reflexión filosófica se centraba entonces en torno al ser
humano y la sociedad, abandonando el predominio del interés por el estudio
de la naturaleza. Probablemente Sócrates se haya iniciado en la filosofía
estudiando los sistemas de Empédocles, Diógenes de Apolonia y Anaxágoras,
entre otros. Pero pronto orientó sus investigaciones hacia los temas más
propios de la sofística.

Pensamiento
1.
Sócrates no escribió nada y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores,
nunca creó una escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas fueron
iniciativa de sus seguidores. Acerca de su actividad filosófica nos han llegado
diversos testimonios, contradictorios entre ellos, como los de Jenofonte,
Aristófanes o Platón, que suscitan el llamado problema socrático, es decir la

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fijación de la auténtica personalidad de Sócrates y del contenido de sus
enseñanzas. Si creemos a Jenofonte, a Sócrates le interesaba
fundamentalmente la formación de hombres de bien, con lo que su actividad
filosófica quedaría reducida a la de un moralista práctico: el interés por las
cuestiones lógicas o metafísicas sería algo completamente ajeno a Sócrates.
Poco riguroso se considera el retrato que hace Aristófanes de Sócrates en "Las
nubes", donde aparece como un sofista jocoso y burlesco, y que no merece
mayor consideración.
2.
Más problemas plantea la interpretación del Sócrates platónico: ¿Responden
las teorías puestas en boca de Sócrates en los diálogos platónicos al personaje
histórico, o al pensamiento de Platón? La posición tradicional es que Platón
puso en boca de Sócrates sus propias teorías en buena parte de los diálogos
llamados de transición y en los de madurez, aceptándose que los diálogos de
juventud reproducen el pensamiento socrático. Esta posición se vería apoyada
por los comentarios de Aristóteles sobre la relación entre Sócrates y Platón,
quien afirma claramente que Sócrates no "separó" las Formas, lo que nos
ofrece bastante credibilidad, dado que Aristóteles permaneció veinte años en
la Academia.
3.
El rechazo del relativismo de los sofistas llevó a Sócrates a la búsqueda de la
definición universal, que pretendía alcanzar mediante un método inductivo;
probablemente la búsqueda de dicha definición universal no tenía una
intención puramente teórica, sino más bien práctica. Tenemos aquí los
elementos fundamentales del pensamiento socrático..
4.
Los sofistas habían afirmado el relativismo gnoseológico y moral. Sócrates
criticará ese relativismo, convencido de que los ejemplos concretos encierran
un elemento común respecto al cual esos ejemplos tienen un significado. Si
decimos de un acto que es "bueno" será porque tenemos alguna noción de "lo
que es" bueno; si no tuviéramos esa noción, ni siquiera podríamos decir que es
bueno para nosotros pues, ¿cómo lo sabríamos? Lo mismo ocurre en el caso de
la virtud, de la justicia o de cualquier otro concepto moral. Para el
relativismo estos conceptos no son susceptibles de una definición universal:
son el resultado de una convención, lo que hace que lo justo en una ciudad
pueda no serlo en otra. Sócrates, por el contrario, está convencido de que lo
justo ha de ser lo mismo en todas las ciudades, y que su definición ha de valer
universalmente. La búsqueda de la definición universal se presenta, pues,
como la solución del problema moral y la superación del relativismo.

5.
¿Cómo proceder a esa búsqueda? Sócrates desarrolla un método práctico
basado en el diálogo, en la conversación, la "dialéctica", en el que a través del
razonamiento inductivo se podría esperar alcanzar la definición universal de
los términos objeto de investigación. Dicho método constaba de dos fases: la
ironía y la mayéutica. En la primera fase el objetivo fundamental es, a través
del análisis práctico de definiciones concretas, reconocer nuestra ignorancia,
nuestro desconocimiento de la definición que estamos buscando. Sólo
reconocida nuestra ignorancia estamos en condiciones de buscar la verdad. La
segunda fase consistiría propiamente en la búsqueda de esa verdad, de esa

14
definición universal, ese modelo de referencia para todos nuestros juicios
morales. La dialéctica socrática irá progresando desde definiciones más
incompletas o menos adecuadas a definiciones más completas o más
adecuadas, hasta alcanzar la definición universal. Lo cierto es que en los
diálogos socráticos de Platón no se llega nunca a alcanzar esa definición
universal, por lo que es posible que la dialéctica socrática hubiera podido ser
vista por algunos como algo irritante, desconcertante o incluso humillante
para aquellos cuya ignorancia quedaba de manifiesto, sin llegar realmente a
alcanzar esa presunta definición universal que se buscaba.
6.
Esa verdad que se buscaba ¿Era de carácter teórico, pura especulación o era
de carácter práctico? Todo parece indicar que la intencionalidad de Sócrates
era práctica: descubrir aquel conocimiento que sirviera para vivir, es decir,
determinar los verdaderos valores a realizar. En este sentido es llamada la
ética socrática "intelectualista": el conocimiento se busca estrictamente como
un medio para la acción. De modo que si conociéramos lo "Bueno", no
podríamos dejar de actuar conforme a él; la falta de virtud en nuestras
acciones será identificada pues con la ignorancia, y la virtud con el saber.

7.
En el año 399 Sócrates, que se había negado a colaborar con el régimen de los
Treinta Tiranos, se vio envuelto en un juicio en plena reinstauración de la
democracia bajo la doble acusación de "no honrar a los dioses que honra la
ciudad" y "corromper a la juventud". Al parecer dicha acusación, formulada
por Melitos, fue instigada por Anitos, uno de los dirigentes de la democracia
restaurada. Condenado a muerte por una mayoría de 60 o 65 votos, se negó a
marcharse voluntariamente al destierro o a aceptar la evasión que le
preparaban sus amigos, afirmando que tal proceder sería contrario a las leyes
de la ciudad, y a sus principios. El día fijado bebió la cicuta.

La influencia de Sócrates
Sócrates ejercerá una influencia directa en el pensamiento de Platón, pero
también en otros filósofos que, en mayor o menor medida, habían sido
discípulos suyos, y que continuarán su pensamiento en direcciones distintas, y
aún contrapuestas. Algunos de ellos fundaron escuelas filosóficas conocidas
como las "escuelas socráticas menores", como Euclides de Megara (fundador
de la escuela de Megara), Fedón de Elis (escuela de Elis), el ateniense
Antístenes (escuela cínica, a la que perteneció el conocido Diógenes de
Sinope) y Aristipo de Cirene (escuela cirenaica).

2. Sócrates, el creador de la ética.

El ambiente cultural y las preocupaciones de Sócrates son las mismas que de


los sofistas. Pero más allá de una crítica [a lo establecido] tan radical como
fuera la de los demás sofistas, domina en él su absoluto empeño por "buscar la
verdad", convencido de su existencia y de la posibilidad de alcanzarla.

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A esta tarea convoca a sus conciudadanos y particularmente a los más
jóvenes, a los que insta a que indaguen por sí mismos la verdad en torno a la
condición humana.

2.1 La tarea moral. Para Sócrates el saber fundamental es el saber acerca del
hombre. La tarea más importante de cada uno es el cuidado del alma, y la del
político, hacer mejores a los ciudadanos. El saber que defiende es, pues, ante
todo, moral o práctico y, además, universal. Se trata de conocer para poder
obrar bien. Sostiene que en el conocimiento está el secreto de la actuación
moral. El conocimiento es virtud, el vicio es la ignorancia, y el remedio está
en que la virtud puede ser enseñada. Cuando el hombre conoce el bien, obra
con rectitud: nadie se equivoca a sabiendas. La causa de que los hombres
obren mal no está en una debilidad sino en un error intelectual: juzgan como
bueno o conveniente lo que no es tal.

Por esta razón invita a cada uno a preguntarse sobre qué‚ sea el bien, en la
confianza de que –sin necesidad de "molestar a los dioses"– la razón que anida
en cada uno puede alumbrar ese conocimiento. Esta búsqueda le da al hombre
su felicidad.

Establece así esta secuencia:

–Conocer. ¿Para qué? –Para obrar bien.


–Obrar bien. ¿Para qué? –Para ser feliz.
–El sabio es feliz.

2.2 Superación del relativismo. También Sócrates, como los demás sofistas,
es crítico con lo establecido. No se trata de aceptar los valores
tradicionalmente admitidos o las opiniones establecidas aunque sean las de la
mayoría.

Es preciso buscar lo que las cosas son y, en concreto, qué sea la justicia, la
virtud o el bien. Paradójicamente admite con los sofistas que la virtud puede
enseñarse, pero no admite que haya maestros, porque el conocimiento se
encuentra en nosotros y sólo se necesita un método adecuado –que desde
luego no es la retórica– para sacarlo a luz.

Lo importante es buscar lo auténtico por uno mismo; sólo el individuo


autónomo puede dar razón de sus actos, estableciendo así la prioridad de la
"razón" (conciencia) como instancia última moral, culminando y superando, de
esa manera, la crítica sofística y el relativismo moral, porque no se puede
separar lo que es bueno para uno de lo que es bueno sin más.

2.3 La virtud es conocimiento. Al considerar que todas las virtudes morales


son formas de conocimiento, Sócrates entiende que seríamos justos si
conociéramos la justicia, porque no interesa un saber teórico sino práctico,
porque no queremos, en último término, saber qué es la justicia sino "ser
justos", o que cosa sea la valentía, sino "ser valientes".

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2.4 Ambigüedad socrática. Parece claro que en Sócrates, juntamente con
afirmaciones audaces, encontramos una buena dosis de ambigüedad,
posiblemente querida por ‚uno mismo, y que se expresa frecuentemente con
la intención de confundir a sus interlocutores o de convencerlos de la
inconsistencia de sus opiniones m s que contestar claramente las cuestiones
planteadas.

Tal vez lo que pretendía Sócrates era simplemente, desde su posición de


crítica profunda a las instituciones atenienses, poner de manifiesto que los
términos ‚ticos, tan pomposamente utilizados por sus conciudadanos. Estaban
lejos de ser claros y consistentes, y que el sentido de dichos términos no debe
depender del significado que quiera darles el filósofo o el gobernante de
turno, sino que tienen que ser el resultado de una tarea intelectual, de una
"definición" de los mismos que no existe aún y que ‚uno tampoco lleva a cabo;
sólo indica el camino: emprender un tipo de indagación intelectual para
descubrir conceptos no ambiguos, útiles en la práctica, que no queden a la
interpretación de cualquiera. Esta tarea es la que pretendieron seguir
filósofos posteriores como Platón, Aristóteles, etc.

Ciencia y tecnología

CIENCIA:
La ciencia (del latín scientĭa 'conocimiento') es el conjunto de conocimientos
sistemáticamente estructurados, y susceptibles de ser articulados unos con
otros.
 La ciencia surge de la obtención del conocimiento mediante la observación
de patrones regulares, de razonamientos y de experimentación en ámbitos
específicos, a partir de los cuales se generan preguntas, se construyen
hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y sistemas
metódicamente organizados.
 La ciencia utiliza diferentes métodos y técnicas para la adquisición y
organización de conocimientos
 Uno de los objetivos de la ciencia es tratar de establecer leyes captando las
regularidades del mundo
 Intenta explicar y predecir los fenómenos

Esquema de clasificación planteado por el epistemólogo alemán Rudolf Carnap


(1955):
Ciencias formales Estudian las formas válidas de inferencia: lógica -
matemática. No tienen contenido concreto; es un contenido formal, en
contraposición al resto de las ciencias fácticas o empíricas.
Ciencias naturales Son aquellas disciplinas científicas que tienen por objeto el
estudio de la naturaleza: astronomía, biología, física, geología, química,
geografía física y otras.
Ciencias sociales Son aquellas disciplinas que se ocupan de los aspectos del
ser humano —cultura y sociedad—. El método depende particularmente de
cada disciplina: administración, antropología, ciencia política, demografía,

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economía, derecho, historia, psicología, sociología, geografía humana, trabajo
social y otras.

TECNOLOGÍA:
Es una palabra de origen griego, τεχνολογία, formada por téchnē (τέχνη, arte,
técnica u oficio, que puede ser traducido como destreza) y logía (λογία, el
estudio de algo). Aunque hay muchas tecnologías muy diferentes entre sí, es
frecuente usar el término en singular para referirse a una de ellas o al
conjunto de todas.
 Tecnología es el conjunto de conocimientos técnicos, ordenados
científicamente, que permiten diseñar y crear bienes y servicios que facilitan
la adaptación al medio ambiente y satisfacer tanto las necesidades esenciales
como los deseos de las personas.
 La actividad tecnológica influye en el progreso social y económico, pero su
carácter abrumadoramente comercial hace que esté más orientada a
satisfacer los deseos de los más prósperos (consumismo) que las necesidades
esenciales de los más necesitados, lo que tiende además a hacer un uso no
sostenible del medio ambiente.
 La tecnología también puede ser usada para proteger el medio ambiente y
evitar que las crecientes necesidades provoquen un agotamiento o
degradación de los recursos materiales y energéticos del planeta o aumenten
las desigualdades sociales. Como hace uso intensivo, directo o indirecto, del
medio ambiente (biosfera), es la causa principal del creciente agotamiento y
degradación de los recursos naturales del planeta.

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