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Iglesia

Membresía
¿Buenas obras o Vida Cristiana

buenas noticias?
Bautismo Julián Bujaldón, esposa
y Mª José (Guarromán) 8 jun
2014

Introducción
Todo el mundo tiene una agenda, escrita o no. La podemos compartir por
Internet con nuestros familiares o amigos. Son de papel o en el móvil. En
ella anotamos todo lo que queremos, cuándo lo queremos y con quién lo
haremos y bajo qué condiciones. Nos ayudan a fijar metas, ordenar
nuestras ideas, programar nuestro futuro. Pero, en ocasiones, un hecho
inesperado nos cambia los planes. ¿Cómo iba a pensar la iglesia en
Guarromán que en su agenda debían anotar que el Señor iba a salvar a
cinco personas más? ¿Quién le iba a decir a Julián y a Jose que sus padres
estarían bautizándose hoy? Porque lo realmente importante no es nuestra
agenda, sino la agenda del Señor.

La agenda del Señor para la iglesia primitiva incluía un hecho inesperado


para los apóstoles: la expansión y extensión del Evangelio de la gracia a los
pueblos gentiles. El Evangelio no quedaría reducido a la salvación de los
judíos, sino que el movimiento histórico de la salvación iba a incluir
también a todo el mundo.

Exposición
En “la agenda” del apóstol Pedro no estaba el ir a predicar a un gentil.
Entrar en casa de un gentil estaba prohibido para un judío, a no ser que
fuera por tema de negocios. Los gentiles eran impíos, inmundos,
pecadores…

El Bautismo 1
Pero “la agenda” del Señor decía otra cosa bien distinta.

Las circunstancias que estaban dándose en la vida del centurión Cornelio


eran totalmente desconocidas para Pedro:

a. Había un varón piadoso y temeroso de Dios, que hacía limosnas y


oraba a Dios continuamente (10.2)

b. Sus oraciones y limosnas subieron como memorial delante de


Dios (10.4)

c. Recibió el encargo de parte de Dios de que enviara llamar a


Pedro, que estaba en una casa a 53 kilómetros.

Las circunstancias que estaban dándose en la vida del apóstol Pedro eran
totalmente desconocidas para Cornelio:

a. Pedro estaba orando y tuvo una visión sobre lo que era inmundo
y lo que no.

b. Alguien desconocido lo hace llamar para que vaya a su casa y le


predique el Evangelio.

Y todo confluye en la agenda de Dios para que Cornelio y su familia puedan


escuchar el Evangelio y convertirse.

El mensaje de Pedro
Jesús es el Mesías, el Mesías es Señor de todos (v. 36). El centro de su
mensaje es el Mesías, investido del poder de Dios para demostrar quién
era y qué hacía mientras estuvo en la tierra de los hombres.

1. Dios no hace favoritismos (v. 34): la salvación y las muestras de gracia y


favor de Dios no serían sólo para el pueblo de Israel, sino para toda nación
(v. 35)

2. Dios se agrada del que le teme y hace justicia (v. 35). ¿Le agrada a Dios
que la gente haga cosas buenas? ¿Son suficientes las cosas buenas para
agradar a Dios? Rom. 2.6-11

El Bautismo 2
Ni Pedro ni Pablo están afirmando que uno “Dios pagará a cada uno
puede hacer méritos para salvarse de la conforme a sus obras: vida
condenación. Afirman que Dios valora y acepta eterna a los que
perseverando en hacer el
las buenas obras de las personas sin bien, buscan gloria, honor e
parcialidad. Y esto lo sabía Pedro. “Imaginemos inmortalidad; pero ira y
qué desgracia si hubiera entrado en aquella casa y enojo a los que, por
lo primero que le hubiera dicho a Cornelio es que egoísmo, desobedecen a la
verdad y son persuadidos
era un gentil inmundo, y que incluso sus mejores por la injusticia; tribulación
obras eran trapos de inmundicia. Porque Cornelio le y angustia sobre el alma de
hubiera respondido: «¡Pues qué raro, porque el otro todo hombre que obra lo
día vino un ángel y me dijo que Dios había malo, del judío
primeramente y también al
escuchado mi oración y recordado mis limosnas a griego, porque ante Dios no
los pobres!»” (Gooding, p. 242s) hay acepción de personas”
(Rom. 2.6-11).
A la luz de lo que Dios pide sobre la santidad, es
completamente cierto que nuestras mejores obras son trapos inmundos. Si
dependemos de ellas para salvarnos, la ley de Dios nos condena. Pero
Cornelio tenía que ser salvo (11.13, 14). Y Cornelio nunca pretendió que
sus buenas obras y oraciones le salvarían. Si las convicciones de buenas
obras de Cornelio hubieran sido suficientes ¿por qué buscar a Pedro para
que le predicara el Evangelio? Por una razón muy sencilla: “La fe viene
por medio de la predicación, y la predicación, a través de la palabra del
Mesías” (Rom. 10.17).

Una vida de buenas obras es agradable a Dios cuando conduce al


reconocimiento de la impiedad de uno mismo y al reconocimiento de que
sólo en Cristo hay salvación.

“Pero el hecho de que las buenas obras de las personas no les puedan garantizar
la salvación no quiere decir que a Dios no le interese que se hagan, ni que las
personas intenten hacerlas. También es posible que les estemos dando la
impresión equivocada: al enfatizar tanto que no deben depender de las obras
para salvarse, corremos el riesgo de dar la impresión de que no vale la pena que
hagan buenas obras antes de ser salvas, y que al final no importa tampoco
mucho si siguen haciéndolas a pesar de haber sido salvas, porque «la salvación
no es por obras». Así corremos el riesgo de generar una raza de evangélicos que
piensen que son automáticamente mejores que los no salvos por el mero hecho
de ser creyentes, discípulos, santos, incluso si su vida familiar, su ética

El Bautismo 3
profesional y sus obras de caridad son muy inferiores a las de las personas que
no hacen profesión de fe” (Gooding, p. 243).

3. Enfatiza el Evangelio como las buenas noticias de salvación (v. 36): son
noticias de paz, de reconciliación de Dios con el hombre, de la ventana a la
posibilidad de salvación y libertad de los pecados.

4. Enfatiza la vida de Jesús (v. 38) como el hombre que anduvo haciendo
el bien.

5. Enfatiza la injusta muerte de Jesús en manos de los hombres (judíos y


los gentiles Herodes, Pilato…) (v. 39) de la manera más cruel existente en
el momento, asumiendo así la maldición de todo el que es colgado en un
madero (Deut. 21.22). De modo que todos somos culpables de tan cruel
muerte. No hay acepción de personas. Todos pecaron (Rom. 3.23)

6. Enfatiza la intervención de Dios resucitándole (v. 40) y designándole


como Juez de vivos y de muertos (v. 42). “Dios le ha dado la vuelta a las
decisiones de los hombres”: Él resucitó a su Hijo corporalmente: lo trajo de
vuelta a la vida. Y este es el tema del NT: pídele a tu Juez que sea tu
Salvador hoy. O caes en las manos de tu Juez o caes en sus brazos de
Salvador. Él es el Salvador, pero es también el Juez; y Él es el Juez, pero es
también el Salvador.

7. Enfatiza que todo el que cree en Jesús, recibe el perdón de pecados por
medio de su nombre (v. 43). Esta es la única obra que una persona tiene
que hacer para ser salva: creer (Hech. 16.30).

Conclusión
¡Qué sencillo, pero qué trascendente! ¡En ello te va la vida!

¿Buenas obras o buenas noticias? ¿Salvación por tus méritos o por el


mérito de Cristo? Cornelio tenía claro que sus obras no le salvaban, ¿serás
tú mejor que Cornelio? ¿O pensarás como él: estamos aquí delante de Dios
para oír todo lo que el Señor te ha ordenado (10.33)?

El Bautismo 4

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