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sociales como si el principio de contigüidad estuviera funcionando por inercia

<

más allá del contacto físico.


Aunque la formulación puede invertirse y de esa forma qued~a más clara la
"naturalización" repetidamente mencionada. Son los papeles SOCiales los que se
han naturalizado, se han hecho cuerpo. El pelo social aparece así como la socie-
dad in-corporada.

CUERPO 2
La emergencia del cuerpo
como tema

Ya es bastante significativo que se considere importante justificar la emer-


gencia del cuerpo en la teoría social. Una cuestión antes desdeñada no sólo por
intrascendente sino sobre todo porque se tenía como no problematizada (el
supuesto de trabajo en ciencias sociales ha sido en numerosas ocasiones que los
problemas teóricos han sido antes problemas sociales). Desde esta perspectiva,
la emergencia del tema del cuerpo se plantea como incremento de visibilidad <,

social en las sociedades modernas presumiblemente por haber pasado a ser


caracterizado como "problema". Los relieves más o menos inquietantes de tal
problema tal vez haya que buscarlos en ámbitos dispares. Sólo en el de la ali-
mentación e ingestión de sustancias se podría citar: la extrema desigualdad entre
las sociedades humanas en la distribución de alimentos con numerosas pobla-
ciones que sufren atroces periodos de hambruna, la manipulación de los produc-
tos alimenticios y sus repercusiones en la salud, las perversiones del consumo de
alimentos incluido el despilfarro o el abuso, el desarrollo de la obesidad y a la
vez el incremento de la bulimia y la anorexia en las sociedades modernas avan-
zadas, la extensión de tipos de drogas y su uso más generalizado, el consumo
incrementado de sustancias con efectos en el desarrollo especializado de deter-
minadas estructuras corporales, pero también con no pocos efectos secundarios.
La enumeración se puede alargar casi indefinidamente. Pero es posible que haya
que destacar como problema mayor el impacto de las nuevas tecnologías biomé-
dicas y el desarrollo de la ingeniería genética (Helman 1992, citado por
Strathern). Y si se hace es porque incluso parece entreverse un espectro amplio

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de amenazas tan decisivas que cabría comenzar a hablar de "el fin del cuerpo" cuerpo. Ocupa las exposiciones, las pantallas, los espacios de publicidad. las
(Martin 1990). El enunciado es milenarista si se postula como expectativa de viñetas, etc., y su visibilidad prácticamente omnipresente se concreta en variadas
desarrollo para el siglo XXI, con la presunción del fin de la evolución basada en imágenes que se emiten en los más distintos medios. Cuerpos en ejercicio, cuer-
la selección natural y el comienzo de la era neogenética. pos en acción, cuerpos en esfuerzo, cuerpos en tensión, cuerpos laxos, cuerpos en
Este problema mayor había hallado en la cultura occidental varias formas su desnudez, etc. Tantas imágenes tal vez sean manifestaciones de la relevancia
expresivas, una de ellas -no la única- es un mito literario y a la vez introducido del cuerpo como problema aunque en todo caso 10 sitúan en presencia en los
en la cultura popular, Frankestein. Hacia 1818 apareció una novela titulada ámbitos públicos en la cotidianidad. Ha ido dejando de ser contemplación priva-
"Frankestein o el moderno Prometeo" escrita por Mary Shelley, inglesa que sin da, objeto de percepción casi furtiva en la intimidad, para pasar a ser foco de aten-
embargo atribuyó la acción a un investigador suizo llamado Frankenstein. El mito ción pública si no motivo de e~hibición y de espectáculo. La presencia mucho
celebra el dudoso éxito de la alianza entre la cirugía y la tecnología en la cons- más frecuente del cuerpo desnudo como imagen pública incluso ha ido perdien-
trucción de un cuerpo utilizando órganos y miembros de cadáveres, logrando no do el valor que pudo tener de trasgresión específica, puesto que remitía invaria-
solamente unir unos a otros, sino formar un individuo activo en la vida social. El blemente a la sexualidad, para ir adquiriendo un sentido y un valor más primario
'mito estuvo ligado a una fe eufórica en el poder de la electrícidad cuyo control y más general, el del cuerpo mismo.
por medio de la técnica alcanza como efecto admirable la dotación de ~ida. La Esa incitación a la reflexión como consecuencia del advenimiento del fin ("el
dificultad de otorgar al ser así construido la categoría de humano se aprecIa en su
fin del cuerpo") es un argumento seguramente extremado. Recoge una insinuación
más común clasificación dentro de los "monstruos" y del propio relato mítico
de Lévi-Strauss en Tristes trópicos proponiendo como motivo de la reflexión etno-
dentro del género del "terror". De todas formas, el ser recibió una identidad
lógica sobre los pueblos lIantados "primitivos" precisamente porque y cuando
social, el apellido de su creador, al modo como en esa sociedad se produce el
estaban en trance de desaparecer. Más que el fin del cuerpo es, como reconoce
otorgamiento de nombre de un patero
Emily Martin, el fin de "un tipo de cuerpo y el comienzo de otro tipo de cuerpo".
La función modelizadora de este mito ha sido especialmente efectiva. Sirve y del mismo modo más que hablar de la visibilidad del cuerpo en las sociedades
como ~~i~ c~nÍii~eníos debates sobre los límites de la intervención actual modernas, implicando con ello que en las sociedades tradicionales fuera menos
médica en relación con los transplantes de órganos y miembros ahora ya de la visible, habría que notar el cambio en las formas de hacerse presente el cuerpo.
más variada procedencia (cadáveres, donantes vivos, cultivos en laboratorio,
De hecho la teoría social le ha prestado una atención que antes no le otorga-
células-madre, etc.) a lo que se suma la implantación de placas, tornillos, válvu-
ba y parece haberle dado más relevancia de la que antes tenía. ¿Por qué? Dos
las, prótesis que sustituyen a tejidos y a huesos, bolsas de silicona, chips electró-
explicaciones se abren paso por vías distintas y a propósito de desarrollos etilo-
nicos, etc. Las cuestiones no sólo se centran en cuánto de propio y cuánto de
gráficos en distintos enclaves, uno con sociedades amazónicas, el otro con socie-
ajeno puede llegar a tener un individuo y seguir siendo él mismo, sino otra vez
dades de Nueva Guinea, pero ambos analizando las formas como en esas cultu-
mostrando esa jerarquía entre partes del cuerpo, qué se consideraría determinan-
ras se viven y conciben los cuerpos. Turner (1995) cuyo trabajo de campo se hizo
te de la composición de un individuo y cómo afecta eso a su condición de ser
entre los Kayapo, sugiere que se ha prOducido un cierto abandono de plantea-
natural o de producto artificial y si esta distinción es en verdad relevante. El mito
mientos ambiciosos que buscaban formar constructos totalizadores y utilizaban
era en el siglo XIX explícitamente transgresor. Por un lado parecía ser un ejerci-
categorías abstractas como "estructura social" o "sis~ema" subyugados por la
cio rebelde más ante la muerte dando un giro imaginativo al proceso de corrup-
posibilidad de alcanzar hOrizontestait·oInnicoñipieií;;ivos como "la sociedad" y
ción tenido como irremediable, con la posibilidad de recuperar para la vida
"la cultura", mientras que las actitude~ postDl<xlemas.son más light y se adhie-
miembros y órganos de cadáveres. Hoy se llamaría a eso un circuito de reciclaje.
ren a posiciones menos firmes.y. a asuntos más. concretos y más.asibles. El cuer-
Por otro lado se sugería una usurpación sacn1ega de la función de generación de
po es una buena coartada para esa huida de la abstracción y de la totalización que
vida hasta entonces tenida como exclusiva de la naturaleza y del Creador.
la ciencia social postrnoderna ha emprendido. Como ya apreció Foucault, la
La visibilidad del.cuerpo como prºbl~lJla es lo que marca el mito del "nuevo focalización en el cuerpo es una posición mucho más auténticamente materialis-
Prometeo" cuando descubre un monstruo. Uno de los procedimientos de la sim- ta que ~Marxismo, cuya crítica ideológica se ve así superada, porque l!un(;3
bolización es la exageración -o distorsión- de rasgos disociados. Pero en las cuestionó el sujeto. Cuando el cuerpo es la fuente de conocimiento y de la ver-
sociedades modernas hay muchas otras forotaS y más literales de visibilidad del dad y cuando el postulado es que la experiencia auténtica es la que procede del

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cuerpo, entonces es cuando puede captarse plenamente qué implica una posición reflexionando sobre sociedad y sobre cultura con la esperanza de desembarazar-
materialista. nos de esa artifi~iosidad brillante pero inconsistente que ofrecen los conceptos de
Por otro lado, Strathern (1998), que ha trabajado entre los Melpa y otros pue- estructura o de sistema. Cu_er¡>Oxno es.tJ:II~tlJr~pre!le!lcia y_ n<:l_sis~"-!..3:. ¿Qué tiene
blos, es menos sensible a las veleidades de la postrnÓdernldad'y recuerda que el ~I c~erpo ~ás que la. estructura? .Tiene contacto, interacción, emoción y sujeto
interés por el cuerpo ha venido después del fracaso del funcionalismo-estructu- ImplIcado, tiene también la atracción del rescate de una cuestión innombrable, el
ralista y del configuracionismo (escuela de Cultura y Personalidad) por no haber tour por el lado oscuro de la luna del que no cabía esperar apenas ninguna aven-
podido atender a los procesos de cambio en las sociedades humanas ni a las múl- ~ra. Una terra incógnita, por banal, burda y tosca, incluso escatológica. Las afi-
,.tiples desviaciones de los tipos y normas que insistentemente presenta tanto la cIOnes al cuerpo tenían en tiempos más bien la caracterización de vicios tenta-
conducta de los individuos como las caracterizaciones de las personas en la vida ciones, deb~lidades, irrelevancias, narcisismos, borracheras, etc. El cuadro' repasá
social. El interés por el individuo y la persona que se produjo a continuación tenía t~o el conjunto de razones para desaconsejar darle a esta cuestión un rango teó-
la ventaja de poder situarse en una perspectiva inequívocamente dinámica, yesta- nco. ~I ~u~rpo como cuadro del desentendimiento recoge tanto la tosquedad como
ba dotado de suficiente flexibilidad como para haber sacado partido del contexto la subjetIVidad pasando por el vicio. Lo que revela los tres vértices del desenten-
en el que trascurre la interacción social. Solo que ese interés tomó forma menta- dimiento teórico, al que se uniría el de lo cotidiano y común. Pero también tendría
lista, de modo que tanto el yo como la persona se prefiguraban en tanto que cons- que recon~e~e que, fr~nte a la impresión de intrascendencia, se ofrece hoy un
tructores de significado. El interés por el cuerpo es posterior y ha sido resultado cu~dro mas bien dramátIco, ahora que el cuerpo tiende a la desintegración y que
de un movimiento pendular, tras la incomodidad que produce en ciencia social está .am~nazada la condición de individuo. En suma, esta es la serie de hipótesis
generalmente la proximidad al psicologismo. Representa desde esta otra posición expll_céltlvasde lªi!mergencia del cuerpo como tema de interés: -
igualmente un nuevo materialismo, menos dogmático que el marxista, por Hipótesis 1
supuesto, basado no precisamente en la materia, sino en la experiellcia viyida y
que no tieñe reparo en redescubrir los efectos de lo sociál en lo que antes era con- - La emergencia del cuerpo revela un descenso de tensión teórica o de
siderado meramente físico o biol6gico. ~1!C~pción tras una etapa de ambiciones estructuralistas y sistémicas y se
ofrece como un refugio o un cierto descanso en la batalla de las ideas.
Estas líneas de evolución de las ideas y de las teorías no deberían desdeñar lo
que ha supuesto la irrupción del feminismo en la teoría social, que en su prime- - O bien se trata de un desasimiento de la disociación cartesiana entre
ra oleada reivindicaba para las rriiíjeres la liberación de sus espíritus, o lo que es mente y_cuerpo que representa un desplazamiento pendular hacia el lado
lo mismo, el dejar de ser reducidas a sensualidad y en definitiva a cuerpo, reco- no mentalista, una vez que la reflexión se centró en el yo y la persona
nociéndoles una racionalidad propia, y que después enarboló la bandera de un como entidad.
cuerpo no concebido para otros, sino para ellas mismas (Bordo 1993, etc.). El Hipótesis 2
feminismo en teoría social de una y de otra manera ha llevado siempre el cuerpo
al centro de la reflexión. - Unan_uevll i_l1!age.n delcuerpo ha ido conformándose para una sociedad que
ha alentado su culto hasta el punto de haber fundido y confundido culto y
~ y aún cabría añadir otro fenómeno social de dimensiones crecientes, el de los
cultura en_culturismo. Esa nueva imagen no había sido acompañada de la
. ciudadanos desplazados, sin raíces, obligatoriamente hibridizados por movilidad
reflexión que suele colocarse como la nube que se agazapa en la montaña
de unas a otras culturas, de unos a otros territorios en un mundo global, que pare-
con los problemas sociales.
cen no tener más "casa" ni trasfondo mayor de referencia que su propio cuerpo y
la "memoria" que forman las marcas que se han quedado incrustadas en él - Esa nueva imagen deriva de:
(Strathern y Lambek 1998). a) La transición del capitalismo fordiano al capitalismo tardío.
Parece, sin duda, una irrupción de intrascendencia esta supuestamente nueva b) El impacto de las nuevas tecnologías biomédicas con la intervención en
emergencia del "cuerpo" como tema de teoría si se contrasta con los esfuerzos la construcción y reconstrucci6n dercueipop~i~edio de la sustitución
sobrehumanos puestos en reflexionar sobre sociedad y sobre cultura. Tal vez en ~e órganos por otros de procedencia humana o animal o por artefactos
realidad se trata de buscarles cuerpo porque sin él habían quedado en conceptos Implan~os, o de la programación genética o de la estimulación por
diluidos por la propia inasibilidad de sus contenidos. Seguimos de todos modos sustanCias de desarrollo corporal o psicotrópicas', etc.

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c) Del movimiento feminista liberador de la mujer identificada como "el - Como organismo biológico el cuerpo esindividuo. Aunque individuo .gue
cuerpo". depel!de para su reproducción, alimento, etc., de los inputs sociales de
d) De la generalización de la condición de ~esplazado en las sociedades
otrOS y del ambiente. La individualidad biológica es compkja pues es pro-
aucto de numerosos y casi-independientes miembros, órganos, facultades,
modernas que lo deja como única y singular fuente de radicación de los
estadios de desarrollo, etc. Esta dividualidad interna y las fronteras exter-
individuos. nas de interdependencia le convierten en paradigma no sólo de la indivi-
dualidad sino de las limitaciones de la individualidad. El doble eje de cons-
Hipótesis 3
titución del cuerpo es pues el de la individualidad y la interdependencia por
_ Ahora que parece que va llegando a su fin, que ha perdido su condición
un lado y el del objeto y el sujeto por otro lado. Ambos ejes se cruzan si se
de integración y que ha perdido su condición de individuo singular e i~­
supone que la condición de objeto se sustancia cuando se consideren las
petible, el cuerpo se ofrece a la reflexión porque se supone que este eJer-
partes componentes "individualizadas" y si se considera que la condición
cicio histórico viene siendo un modo básico de cumplir con su acaba-
de sujeto es intersubjetiva.
miento.
- El punto básico de esta concepción es el inextricable carácter social del
Hipótesis 4 cuerpo ~hulIlllIlo enlazado con todas las dimensiones material,·fenoménica,
_ La integración del cuerpo en las ciencias sociales desqe Foucault se había biológica, psicológica y cultural.
convertido en una demanda ineludible. En realidad a la teoría social se le - Es el cuerpo humano tema y motivo común de explicacioness teoríasen
había detectado una laguna que por fin acabó siendo rellenada. Lo que ocu- muchas culturas. Etnoteorías que ilustran la amplitud de la diversidad cul-
rre es que la llegada del cuerpo a la ciencia social ha coincidido o tal vez tural y a la vez la enorme creatividad que ponen en juego los pueblos sobre
ha estimulado la evitación de las cuestiones abstractas. Y aún más el cuer- algo tan inmediato y tan urgente a veces en reclamar atención y razones.
po ha irrumpido como un Iiuevo paradigma, la in-corpol"!lc:ióJ!.
Si hubiera que formular proposiciones fundamentales para que sobre ellas
vaya creciendo una Antropología del cuerpo esas podrían ser (Blacking 1977):
_ El cuerpo es reconocido correctamente como una fundamental categoría
unificadora de la existencia humana en todos los sentidos y niveles: cultu- EMBODIMENT O IN-CORPORACiÓN
ral, social, psicológico y biológico.
_ Es objeto material y a la vez organismo vivo y actuante que posee ru~­
mentarías formas de subjetividad y que después de un proceso de apropIa- El término embodiment requiere de antemano una discusión sobre la adecua-
ción social se convierte en identidad social y en sujeto culturaJ~ Este doble ción de una traducción al español toda vez que fue primero formulado en inglés
papel no s61ó se evidencia en la disociación que produce la muerte, porque y se ha instalado ya en las ciencias sociales con fuerza. Se podría seguir utili-
el cadáver muestra al cuerpo como objeto material, aunque los rituales zando el término en inglés, pero no parece haber adquirido así valor significati-
mortuorios lo niegan. Se evidencia también en el constante juego de la cul- vo en contextos de discurso en español. Sin embargo alguna de las traducciones
tura con este objeto, porque la cultura puede definirse como manipulacio- propuestas lo tiene de suyo. En especial el término "encarnación". Hay otras
nes de y sobre el cuerpo. Pero es a la vez organismo vivo y por tanto a la como "corporización", "corporalidad", "corporalización", no tan atrayentes. Sin
vez sujeto y objeto, identidad que el dualismo mente-cuerpo había mal necesidad de hacer de este problema un mundo podrían tenerse en cuenta los
comprendido ocultándola. siguientes puntos:
_ La apropiación social de la corporeidad es el prototipo de toda producción 1. Hay un sentido de hondura en el término "encarnación", entre otras razo-
social y la persona constituida por una subjetividad socializada y corpora- neJ por tener viejas y sólidas implicaciones religiosas: "El Verbo se hizo carn~".
lizada es el prototipo de todos los productos. "Cuerpo soc~~~~ infor- García Selgas, F. (1994) propone secularizar el término para que quede· ¡¡Sí
dis-
mado" en términos de Bourdieu. ~~ puesto para uso generalizado en ciencias sociales. Pero resulta revelador compro-

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bar que conlleva implicaciones relativas a una noción etnocéntrica del cuerpo.
lismo. Son las visiones del mundo de las sociedades humanas las que hacen los
"Encarnación" aparece como una metáfora sesgada porque alude particularmente
cuerpos, penetran en ellos, y al traslucirse a través de ellos les conforman. Es por
a la carne como cuerpo, como parte privilegiada del cuerpo e incluye las conno-
eso que cabe entenderlo como una in-corporación. Pero esto es un primer senti- _
taciones judeocristianas que la sitúan entre los enemigos del alma. Y por tanto es
do. Hay otros, pero se hace necesario antes de exponerlos adentrarse en la multi-
una asunción de dualismo. La carne es la materia en la cual el espíritu acaba y plicidad de cuerpos.
~Tsibilidad. E~ ';aiidad es la imagen del organismo-cuerpo vivo (la vida
parece concebirse fundamentalmente como carne y sangre). Por supuesto estas
concepciones han sido decisivas en cómo se entiende en la cultura cristiana qué es
un símbolo.
2. Como metáfora implica por paradoja que 1~l1!uerte, sea representada por DOS CUERPOS, TRES CUERPOS
una caIavefa() 'por un esqueleto estrictamente compuesto por huesos y por tanto
careñie ~ carne. Y sin embargo seguiría siendo cuerpo. Pero no vivo, aunque en
ia-i;¡aginación popular pueda estar cargado de actividad y, de todos modos, de
,_Símbolos.,naturales es una obra de Mary Douglas que representa en la Antro-
autonomía. No sólo en las tradiciones populares sino en muchas representaciones pología Simbólica una aportación imaginativa. En los años 60, las sociedades
pictóricas cuando a la muerte se le da figura, se la pinta "viva", es sólo huesos.
modernas se presentaban como antirritualistas, numerosos movimientos juveniles
Aparentemente esta imagen está inducida por el proceso 'de degradación de lo acometían el descubrimiento del mundo como una aventura individual y, a la vez,
orgánico que afecta en primer término a los tejidos grasos y partes blandas ... ; emprendían actividades purificatorias taJes como el desmantelamiento de las vie-
quedan los huesos cuya degradación es más lenta. Es decir, la carne,C:ºIll~va su jas tradiciones sociales, que consideraban vacías ya de contenido y que aparente-
propio dualiSmO: carnechueso. Un lastre que supone la anulación de éste cuando mente habían sido mantenidas de modo rutinario o meramente como fachada
aquelia se considera materia en la que el espíritu acaba social, que la mayor parte de las veces ocultaba la explotación, la manipulación
3. A su vez "corporación" ya tiene significados forjados. Por cierto relativos social, etc. Símbolos naturales se ofreció como explicación del antirritualismo y
al campo de lo sociaIYlas-institucignes. Remite a un concepto de cuerpo que ~ como defensora de la inevitabilidad de los rituales. Y no menos se ofreció a con-
justo la forma de dar entidad a algo abstracto. Una especie de hiperrealismo. Las tracorriente de los análisis marxistas llevando la atención hacia los símbolos y su
corporaciones son instituciones con entidad (personalidad) social. Que dan carác- relevancia social. Seguramente fue una estrategia apropiada para ambas cosas
ter de persona a sus miembros individuales. A su vez individualizadas unas res- centrarse en símbolos básicos como el cuerpo.
pecto a otras. La voz "corporación" es moderna, -pero la de )rtcorpQra,cjQI¡" no-,
y recogía ya en el español clásico uno de los significados de "cuerpo" -un tér-
mino que es un ejemplo paradigmático de polisemia-, el de la_~c~ió!L~ Cuerpo social, cuerpo trsIco
grarse en un_todo (a su vez compuesto por partes). Lo interesante de las corpora- El cuerpo sOcial éondicióna etroodo en que peltibimos ei cuerpo físico. La ex.pe-
-cr~bién todos resultantes de la integración de individuos) es que se ñencia fisica del cuerpo, modificada siempre por las categorías sociales a través de las
refieran a los cuerpos "morales" no a los cuerpos en sentido físico. Parece enton- cuales 10 conocemos. J11IÍntiene a su vez una determinada visión de la sOciedad. Existe
ces sorprendente reclamar ahora ~ante embodiment- el carácter fis~Q.de 1~_c:oJ­ pues ,un continuó intercambio entre los dos tipos de expeñencia de roodo que cada uno
poraciones, pero esTu;¡to lo que-se intenia. de eDOs -viene a reforzar las categorías del olIO. Como resultado de esta interacéi6n, el
cuerpo en Sí COIÍstituye 1}1l medio de éxpresiÓl'l sujeto it muchaS limitaciones. Las for-
- "Fund~entalmente,embodiment habla del cuerpo humano, pero en realidad masque'adopta en-movúniento y en repóSO -expMIIn en -muchos aspectos la presiÓl'l
del~(humano)_c~~ocon~~cción simbólica, no como una realid~ en sí social.. El cuidado que le otorgamos en lo que atafie al aseo, la alimentación, o la ter&-
(Le Breton 1990). Una construcción que se describiría como laJlC::.~1!ªclón'p<>r pía, las teorías sobre sus necesidades con respecto al sw::ño y al ejercicio, o las distintas -
etapas por las qIit bá de paSar, el dolOr'que es capaZ de resistir, su esperanza de vida,
parte de las representaciones s~iales en el interior deL cuerpo, de los cuerpos, etc.; ~ decir, todas las categOrfa!l c:ultural~ por medio de las cuales se le percibe deben
dotáñdofes de imágenes que les sitúan en un lugar en el cosmos_yenJ~t~en() de estar pc!tfectamente de acuerdo con las categorías por medio de las cuales percibimos la
lascomunidades humanas. No es que haya una realidad previa que acoge algo sociedad ya que éstas se deñvan de la idea que del cuerpo bá elaborado la cultura.
-exterior: 'Se-'trata de una situación analítica que pretende deshacerse de un dua- M. Douglas. 1970, 1978, p. 89

54 CUERPO Y ESPACIO
CUERPO 2. LA EMERGENCIA DEL CUERPO COMO TEMA 55
Este párrafo abre uno de los capítulos del libro y tan sólo enuncia una corres- menos esto supone una concepción del cuerpo ligada a su entorno y no autocon-
pondencia entre los dos cuerpos, el físico y el social. En ambas direcciones: por tenido en sí mismo .. La concepción del cuerpo físico que de aquí se deriva ya
un lado, cómo se percibe la sociedad deriva de cómo se percibe el cuerpo y, por incluye la idea de interacCión con el entorno. Además, no sóló es el orden y la dis-
el otro, el cuerpo social condiciona el modo de percibir el cuerpo físico. Los ante- ciplina con lo que se "construye" el cuerpo sino que también interviene la noción
cedentes teóricos remiten a Mauss (que luego se analizarán detenidamente), a de pureza/impureza y la experiencia de intimidad. No es por tanto que se tome el
Freud y el concepto de "conversión" de un estado emocional en unestado fí~ic_o cuerpo como un organismo de funcionamiento caótico necesitado de control, sino
(confundido con lo que suelen llamarse "somatizaciones") y a Lévi-Strauss y la también como un foco de valor y un núcleo de organización del entorno.
isomorfía de las estructuras simbólicas. Pero aún más a la teoría retórica clásica
que preconizaba una correspondencia en el estilo entre las formas y los conteni- Sin duda lo que reviste más interés es esa peculiar relación entre los dos cuer-
dos o si se quiere entre el estilo literario y el estilo corporal. Y por lo mismo el pos, por una parte reflejo uno de otro, de modo que el cuerpo social se asemeja
estilo en las relaciones sociales y el aseo y aliño personal. Sugerir una corres- al cuerpo físico en cuanto unidad integrada por miembros, pero por otra parte es
I'~n_dencia parece demasiado simple, pero no es más que un inicio.
más que un reflejo. Aparentemente la presión de un cuerpo sobre el otro no tiene
los mismos resultados, y en realidad la presión sólo va de lo social hacia lo físi-
En un enunciado más ambicioso se propone que el sistema social ~onstriñe
co y comporta la transformación de éste, su descorporización. Se da aquí un salto
todas las expresiones del cuerpo. En particular esto estaba ya anticipado en Freud
no justificado de la doble función de reflejo uno de ótro aTarle presión uno sobre
al menos en lo relativo a lo que éste llamaba "fase anal". Los procesos orgánicos
otro. No se deduce una función de la otra. La primera, la de reflejo, insinúa que
especialmente los relacionados con la digestión se consideran perturbadores de la
trabajan en un plano de igualdad, la otra, la de presión, indica claramente que tra-
comunicación social sobre todo entendida ésta como "formalidad", de modo que
bajan en desequilibrio. y aparentemente una desvirtúa a la otra.
la socialización en sus etapas primarias consiste en estabÍecer una serie de con-
troles sobre las entradas y las salidas orgánicas. Pero no sólo están implicados los Se podría deducir de esto una teoría de la formación del cuerpo como sím-
procesos digestivos sino también la asimetría entre frente/espalda y la distancia bolo en el sentido en que la materialidad de éste parece que se diluye -se tras-
espacial entre los cuerpos. Y en otro aspecto un sentido de pureza/impureza se forma- cuando la carga de significado es honda. O dicho en términos sociales,
superpone a este sentido del orden y la disciplina. De modo que donde existe un la fuerza del sistema social tiene efectos de transformación en el cuerpo en tanto
fuerte control social éste se traduce en imposiciones de control sobre las entradas que -símbOlo, se diría que desfisicalizándolo (sin embargo la moderna teoría aco-
y las salidas del cuerpo y además se otorga a la posición frontal preeminencia y gida bajo la noción de embodiment toma- la condición física del cuerpo como
se establecen distancias estrictas entre los que ocupan las desiguales posiciones irreductible).
sociales. Además allí mismo cuerpo físico y cuerpo social se ~1!~u_~l!!!ª!Ldis-<)cia_~ De todos modos Mary Douglas no habla propiamente de dos cuerpos sino de
dos como si los procesos del primero contaminaran a los del segundo, de mane- uno, el físico, y de su metáfora, social. En realidad los dos cuerpos a los que se
· ·Jf .••
il!- que las normas de pureza imperen en las relaciones sociales. refería eran el yo y la sociedad, "Unas veces están tan cerca que casi llegan a fun-
Este análisis intuitivo sugiere que el incremento de la presión social, de la dirse y otras están muy lejos uno del otro" (Douglas, 1978: 107).
fuerza del sistema social, se traduce en una mayor distinción y distancia entre el La idea de la pluralidad de cuerpos está posiblemente iniciada con Douglas,
cuerpo físico y el cuerpo social, en una descorporeización. Entendiendo por tal la pero expuesta como tal por Scheper-Hughes y Lock (1987).
constricción plena del primero. Por tanto, refinamiento en el comer, limpieza cor-
poral rigurosa, contención de los ruidos corporales, incluida la respiración, sua-
vidad de movimientos, inexpresividad emocional, etc., seríllIlJl~~~__de coIllPO!-
tamiento de las clases aristocráticas-sacerdotales, revestidas por lo mismo de los
valores de y
1a.-pureZa de la cercanía a los seres sobrenaturales.
Hay sin embargo entre estas intuiciones algunos saltos peculiares. En primer
lugar, no es sólo la disciplina del cuerpo entendida como control de entradas y
salidas sino que se asocian a ella las acciones relacionadas con la direccionalidad
en el desplazamiento y la distribución de los cuerpos en el espacio inmediato. Al

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pos individuales. Sin embargo, las ~ constituyentes deí éuerpo"-mente. lnateria. concepción definitoria de la especie humana aun cuando ésta haya sido categori-
psique, alma, yo, etc.- y sus relaciones de una con otra y las formas en l~ que el cuer- zada como animal racional.
pó es acogido y eítperiilíetltado en la Sáhfd y en la enfem'ledild son, evidentemente,
Hay aún otra oposición que se cruza con el dualismo anterior, la de indivi-
muy variables. . . . . .•.. ... ."" duóTsOí:ledadque también debe ser desvelada como un modo "occidental". La
. En un segundotUvel de análisis se siida el cuerpo social; que se refimlrlolusos
representacionales del cuerpo como símbOlo natural c:ol'I el que ~ ~ la~. -conciencia de individuo es en buena medida un fenómeno histórico que parece
leza, la sociedad Y la.cultura,COiDO.sugerfa DOugIas. Aquí nuestra discusión Slgueta haber sido avivada desde el racionalismo moderno y aun marcada con agudos
pauta bien trillada por-antropólagos sociales. simb6licosy estnJcturalisüs ~bán perfiles a partir del pre-existencialismo del que fue portavoz Kierkegaard. (Sobre
detnosttÍIdó· el inren:ambio constante de signifieados t:tUte lOs ~ natural Y!IOtial. la génesis y desarrollo del individualismo puede consultarse a L. Dumont).
El cuerpo en salUd ofrece UIí modelb de totalidad.orgink:á;el cuerpóenenfertnedad
ofrece UIí modelo de inátmoIIÍa sOcial> de conflicto YdesiíttegtaciÓILYIl.la~Ja Se entiende entonces que el dualismo y sus complicaciones actúa como pre-
sociedad en "salud" yen ."enfermedlld" ofreCé urt~top¡.ra com¡mmderel"~. juicio y determina las preconcepciones del cuerpo a la vez conformado como un
En el fercét DiYéi cie Mlá1isis éstatrAet aierpo pO• • ~ se refiere la la rePlaci~ todo integrado por partes, pero parte complementaria él mismo de otro todo. El
roS en
Vigi1anCi8 Ycóntroldé í:tieijiós (individulil Yi:01ectiw) ~ 8.14 ~. sentido que cada uno tiene de sí mismo parece indisolublemente ligado a él. Pero
Y la sexuá1idad, en cuanto al trabajo Y al óclO, en.eúartto a .Ia· enferiDedlid Y Ias otiali eso conlleva una doble posición disociada. Bajo el prejuicio dualista, uno mismo
fótmM dedesvjación y dedifereneia hulIIanas. Hay tn11CIJo8tipos de Orpiizaci6n
tiende a percibirse más como mente en un cuerpo y como individuo en una socie-
pOlítica que van·déSde la aiJarquía acéfala de IIIS. sociédades forngetas:~ ~ bis
cuales los desviados pueden ser castipdoS aIóstracisJnO total ~ ypót~. dad. Y ambas percepciones pueden ser presentadas en paralelo pero no son aná-
te a la muerte. á las jefaturas;. tnonarquíás. óligarqufas; de~ y tstados:totali~ - IOgas. Como recuerdan Scheper-Hughes y Lock,J?.!ll:..klleim llamó la atención
ríos modernos. En todas estaS organizaclónes políticas Iaéstabilidad del étlétpO poIfti- sobre cómo _el cuerpo/mente contribuye a la reproducción de la sociedad por
co reside en suapacidad para tegular las poblaciodeS (el cuerp& social) y para ~ medio de la sexualidad y la socialización, por lo que las percepciones de uno
a disciplina a los cuerpos individnaJes. Ya se ha escrito mucho sobreta reguIacióIl y el
mismo/cuerpo 'i de la sociedad/individuo·están coimplicadas .. En todo caso, el
e
control de tris cóerpos individual YSocial frt taS sociedades tomptejas industrillliza..
cuerpo ajeno y la mente ajena son estados a menudo descritos en distintas cultu-
das. Porejemplo,laobra de FouéaUlt. 1terolio seha ~ tanto sobre tu fórtllllS ,en
las que las sociedades preinduSttildes- controlan SIl poblaclón Y c:íIaleiISOiI b medios ras y del mismo modo son estados posibles e incluso probables en distintas socie-
institucionales para producir cuerpos dóciles Ymentes plegables al .servicio de la defi.. dades el del individuo asimilado plenamente a la sociedad e incluso absorbido
nición de estabilidad y de salud colectivas y del bienestar !IOtial. . . por ella o el del aislado y separado de ella.
Scheper-Hughes, N. y I.ock. M. 1987: 7-8
A ..El~l:.lUlfP9jndividual no es sólo organismo biológico sino además aquello
con lo que se engarza el sentido de ser uno mismo, una experiencia y una
conciencia qu.e vienen dadas desde las culturas. La máS· CIara-referencia de
Para profundizar en los tres cuerpos se requiere comenzar por una toma de lo que se entiende aquí por cuerpo es lo que se suele llamar "imagen del
conciencia de lo que el dualismo cartesiano (y anterior) y sus complicaciones c_u~~", -identificada primero como modelo de uso en psiqu1ii"iífu· yésj,e-
supone dentro de las sociedades·occidentales y de inspiración cristiana. ~l du~­ Cíal objeto de interés en pacientes con algunos tipos de lesiones cerebra-
lismo mente/cuerpo se duplica como espíritu/materia, cultura/naturaleza, irrealI- les-, una noción que se ha extendido para abarcar la imagen (a la vez indi-
dad/realidad ... , y en los dominios médicos, psíquico/fisiológico, mental! físico, vidual y proporcionada desde la cultura) que todos los seres humanos
funcional/clínico, etc. La pervivencia y solidez de este dualismo obliga a enun- tienen de sí mismos y que admite muchas variaciones. La fortaleza y la
ciar las propuestas de consideración del hombre total (como apuntaba Mauss) por debilidad, las tendencias o proclividades, las resistencias, la flexibilidad, la
medio de guiones cuer¡>O-IIl~nte, materia-espíritu, psico-~í~co, etc., que de sensibilidad, la reacción a sustancias, a ambientes o acontecimientos, a
hecho mantienen dualidades aunque~afirn¡en-inlerdependencias. No es sencillo
tipos de personas, etc., el desarrollo, sus fases, sus tiempos, etc., todo ello
formular la condición de unidad. y propuestas como "mindJuI body" tienen muy
forma parte de esa imagen. El papelquese..atribuye.a determinados órga-
difícil traducción castellana, ¿"cuerpo lleno de mente"? "Lleno" sugiereJ~ m~­
nos o partes, al corazón, al cerebro, al hígado, al estómago, a los intestinos,
fora de_ contenedor que tampoco seria aceptable si de lo que se trata es de refe-
al sexo, a los riñones, a los ojos, a los oídos, al pelo, todo forma parte igual-
ru:;,e a u~~\llridad. Con suficientes informaciones etnográficas ya disponibles no
mente de esa imagen. Y también a la cara, la espalda, la mano derecha o la
es posible asumir que el dualismo mente/cuerpo es universal, ni por tanto una
izquierda, el pecho, el culo, etc. Y el valor dado a la sangre, las lágrimas,

58 CUERPO Y ESPACIO
CUERPO 2. LA EMERGENCIA DEL CUERPO COMO TEMA 59
el semen, la leche materna, etc. En la salud y en la enfennedad todo tiene ~r~t'ilitMA iMAGeN oolarnRPOhN LÁ CuLnJRA
relevancia. Todo esto en cuanto cuerpo es a la vez físico y psíquico, natu- ". . ... 'TRADICIONAL EN BSPMtA
raleza y cultura y si se quiere orgánico y moral. Etnografías sistemáticas ~"""<;,. .(FlAsPs III!CHAS tIH~) . .'
como las de M. Griaule y Calame-Griaule sobre los Dogon muestran hasta Mano tonta, Mano de ~to. Manos largas. Mano dura, En buenas manos. Estar una mano sobre
qué punto puede llegar a ser compleja una imagen del cuerpo. otra. Dar la mano. Vemr a mano. Pedir la mano. etc.
En las culturas tradicionales en España hay algunos aspectos de esta Tirarle de la lengua, Sacar la lengua, Ir con la lengua afuera, Meterse la lengua donde le quepa, etc.
imagen insuficientemente estudiados pero merecedores de alguna aten- Subírsele a la cabeza, Tener la cabeza cuadrada, Ser un cabeza dura, Ser una mala cabeza, Tener
la cabeza hueca, Andar de cabeza, Romperse la cabeza, Metérsele en la cabeza. etc.
ción. Por ejemplo, en una monografía sobre una comunidad andaluza,
No tener sangre en las venas. HerVirle la sangre. Thner horchata en las venas. Helársele la sangre.
Pitt-Rivers (1971) ha mostrado cómo al tiempo de la regla se les atribu-
Hacerlo a sangre fría, Echar sangre por los ojos. etc.
yeñ alas mujeres en general determinados efectosen-su-entorno inme- Peg:n- la orej.a, Asomar la oreja, Entrar por un oído y salir por el otro. Ir con las orejas gachas
diato: flores qu~_se_ marchitan, plantas que se secan, hornos que se apa- MOjar la oreja, etc. •
gan, heri~n animales que monten, etc. De determinadas mujeres a las Estar hasta los cojones. Echarle cojones. No tener más cojones que...• Tocarse los cojones. etc.
que de fonna más permanente se les atribuyen tales efectos se dicen que Dec~lo en s~s propias narices. Meter la nariz. Tocarle las narices. Hinchársele las narices.
"tienen calio". Y también en general de las mujeres durante la regla se Partirle las nances. Darle en la nariz, etc.
dice que "están en celo": Y en ambos casos los efectos provocados se sue- Ponerle los nervios de punta, Tener nervios de acero. etc.
len explicar en términos de calor. Ni las explicaciones ni las situaciones Ir con la frente bien alta, Venir de frente. Arrugar la frente. etc.
suelen ser m~y claras pues se trata de asuntos cuya publicidad propia- Romperle el corazón. C1avársele en el corazón. Encogérsele el corazón. Llevar el corazón en la
mente se evita y simplemente se aluden por medio de los términos eufe- mano. Ser duro de corazón. No tener corazón. No caberle el corazón en el pecho. Se lo decía el
místicos. Este aspecto de la imagen del cuerpojl<)_d~!o~o-peligroso se fija corazón. etc.
en un fluido, la sangre menstrual, aunque3{~cta por irradiación a la pro- Ser el ojito derecho .de...• Echar un ojo. Abrir los ojos. Andarse con ojo. frsele los ojos tras ...•
Comérselo con los oJos. Tener mucho ojo. No pegar ojo. Meterle el dedo en el ojo. etc.
pia condición femenina. Es ésta una característica que debe ser subraya-
y ~ co~o: Ponerse de uñas. Meter el hombro. Enseñar los dientes. Meter la pata. Doblar la
da. Las imágenes del cuerpo pueden forjarse como si un solo áspecto,
cet;Iz, Empmar el codo. Ser de puño cerrado. Tener mala leche. Ponérsele entre ceja y ceja, Tener
piiite o órgano cobrara relieve y dejara el resto en la sombra. estómago para, etc.
Algo similar puede decirse del "mal de ojo" (Salillas y La fascinación Dicci?nario fiaseológico del español moderno. Madrid: Gredos. 1996. Diccionario de dichos y frases hechas.
en España). Como observa Pitt-Rivers, análogo al calio en cuanto objeto Madrid: Espasa-CaIpe. 1996. Gran diccionario de frases hechas. Barcelona:Larousse. 200 l.
de atribución de efectos en el e'ntorno -en este caso social- inmediato. Y
de los nervios, los riñones, etc.
Tan sólo es un material ilustrativo que debería ser completado con dis-
l~gar entre u~a ceja y otra, el corazón se ablanda y endurece, la sangre
curso no cristalizado (como estas frases hechas en el cuadro siguiente) y ~erve o se hiela, etc. Pero también acciones o reacciones literales (por
con acciones registradas a propósito de costumbres o de prácticas activa- ejemplo: de puño cerrado, abrir los ojos, doblar la cerviz, etc.) están car-
das ante el malestar, la enfennedad, etc. La iIIlagen de! cu.~rpo resultante gadas de sentidos refinados o refinables en los contextos concretos. No
no es una sino múltiple y fragmentaria, hecha a trozos no" necesariamen- sería posible entender todo ello si no se concibiera todo como una in-cor-
te integrados ni respondiendo a un útilco modelo. Órganos y partes _a poración. Es decir, las_creencias, los valores, las ideologías,_ el sentido que
veces se toman como si fueran autónomos. Pero también como si todo el
se da a las relaciones sociales, los papeles de los suje!os en ías~iedad,
cúerpo estuviera condensado en una parte u órgano. Claramente se entien-
etc., no sólo están en el cuerpo,. son cuerpo.
den operando como elemento de un organismo, como mera cosa extensa,
pesada o como parte sensible de un sujeto sociaIyrncii3í.. Efindividuo es B. Lo que se entiende aquí por.-':uerpo social es la proyección del cuerpo a
cuerpo, pero el cuerpo es uno y es múltiple en sus fragmentos. La imagen otros ámbitos u órdenes. y especialmente a la visión de la sociedad y de
da perfiles peculiares. Por ejemplo, la nariz es singular y es plural, el oído las relaciones sociales en cada cultura. La comprensión de la sociedad
es una entrada y una salida, el corazón habla, los ojos comen, hay algun como un cuerpo puede ser llevada hasta el extremo de considerarla tanto

60 CUERPO Y ESPACIO
CUERPO 2. LA EMERGENCIA DEL CUERPO COMO TEMA 61
como un único individuo con personalidad propia que estaría en un mundo mayor relevancia que en lo que afecte al mantenimiento y reproducción
de sociedades a su vez cada una de ellas con personalidad propia. Y en del grupo. Se dice entonces que no sólo las palabras, las acciones. etc.,
cierta medida las explicaciones dadas sobre los llamados caracteres nacio- sino los ojos. la boca, los brazos, etc., de cada miembro son los del grupo.
nales responden acríticamente a esta proyección. De algun modo las pro- Es desde esta perspectiva desde la que_~_coI1lP~nde_n mej()( las etnoteo-
puestas durkheimnianas de solidaridad mecánica y solidaridad orgánica . rías de la reproducción que establecen hasta qué punto y de qué modo el
han favorecido la aceptación no cuestionada como universal del concept() linaje paterno o materno o ambos proporcionan al feto en la gestación la
de sociedad en tanto que organismo. Tomada la sociedad como un todo sangre, los huesos, los músculos, las habilidades, etc. Y el punto y el modo
formadó por solidaridad meéáiiica. los miembros activan su condición de que se determinan se corresponden con la organización del parentesco en
iguales. mientras que si se toma como un todo formado por solidaridad tomo al linaje paterno, materno, a ambos, etc. (Schefler 1973). Todo esto
orgánica activan su condición de complementarios. El cuerpo social en sus es lo que puede cargar de sentido el término de in-corporación. Por intro-
versiones más establecidas en las sociedades complejas toma entidad en ducir un aspecto más de complejidad, se tiene así el cuerpo sirviendo de
las corporaciones e instituciones. las cuales efectivamente engloban a los metáfora o proyectándose simbólicamente en la sociedad y volviendo ésta
individuos asimilándolos hasta el punto de otorgarles una identidad social a proyectarse también simbólicamente sobre el cuerpo.
que anula o reduce la identidad individual y sin embargo tales corporacio- . C. El cuerpo político es una invocación que se ha hecho necesaria después
nes e instituciones se figuran como normas. reglamentos. principios de de la irrupción de las obras de_Foucault en el pensamiento occidental del
acción. organizaciones. desprovistas de cuerpo físico (o más bien el cuer- siglo XX (Historia de la sexualidad, Vigilar y castigar, El nacimiento de
po físico son las personas que las integran). Y. sin embarg()~ es frecuente la clínica, etc., son obras influyentes). El especial impacto de las relacio-.
encontrar diferencias y aún más desigualdades sociales justificadas por !les de poder en los cuerpos individuales y sociales ha sido puesto en evi-
medio del mecanismo llamado "ñaiUralizaéión" como si estuvieran deter- dencia por Foucault hasta en sus'más sutiles formas. Arranca con la críti-
minadas por la biología. Este contrapunto a las corporaciones -que desfi- ca a una noción de poder entendida tan sólo como mecanismo jurídico. es
sicalizan en la dirección que suponía Douglas- a menudo toma tales dife- decir, prohibiciones o prescripciones con las respectivas sanciones de
rencias sociales como inevitables. como inmutables. Aunque parezca una exclusión, rechazo, negación, barreras, etc., para pasar a entenderlo en
contradicción. el conc_epto de "raza" cuando se emplea como una natura- términos de tácticas y estrategias y aplicar este cambio de perspectiva a la
1izaciºll~dedesigu~dades sociales. en realidad se trata de un uso simbóli- historia de la locura y de la sexualidad durante el siglo XIX en Europa. El
co. El fenotipo no tiene como destino necesario una posición social infe- cambio supone desplazarse de una noción negativa del poder (exclusión,
rior o superior. "Raza" tiene entonces una reelaboración simbólica_qll~ se reclusión) a una noción positiva. Y entonces se descubre el poder como
apoya en la biología para absorber de ella el carácter de inevitabilidad. Hay "un conjunto de fuerzas inmanente al dominio en el que se inscriben". No
lllgo más.Tales modos del cuerpo social no son análogos al sentido de per- es el poder una cuestión de soberanía. sino que las relaciones de poder
tenencia al grupo que se suele atribuir de forma casi generalizada (pero no están entre un hombre y una mujer, en la familia, entre un maestro y un
universal) a las llamadas sociedades primitivas. De muchas de ellas se afir- alumno, entre el que sabe y el que no sabe, etc. Es así como "las relacio-
ma que los individuos como tales ni tienen conciencia ni tiene entidad de nes de poder pueden penetrar materialmente en el espesor mismo de los
tales sino que la entidad y la identidad social la tienen y confieren los gru- cuerpos incluso sin tener que ser sustituidos por la representación de los
pos (familias. clanes. tribus. etc.) de los que forman parte. Y de ellos sí se sujetos. Si el poder hace blanco en los cuerpos no es porque haya sido con
podría predicar que son cuerpo social. incluso si fuera necesario afirmar- anterioridad interiorizado en la conciencia de las gentes. Existe una red de
lo,eh el sentirlo físico. No se trata de abrir aquí un debate sobre el indivi- a
bio-poder, de somato-poder que es al mismo tiempo un~red partir de la
dualismo de las sociedades modernas frente al comunitarismo de las socie- cual nace la sexualidad como fenómeno histórico y cultural •..." (Entrevista
dades primitivas. Aún más fundamental es la consideración de que el aparecida en La Quinzaine Litteraire. 1977, 1-15 de enero: 4-6). A esa pers_
cuerpo social y la idea de personalidad social subsuman a cada uno de los pectiva en la comprensión del poder la ha llamado "microfísica del poder"
miembros de los grupos hasta hacerlos invisibles, indiferenciables, sin o en otro lugar "poder capilar". El concepto de cuerpo político tiene en
entidad, fuera de esos. grupos. En sus caracterizaciones más extremas se realidad su punto de partida en los análisis históricos que advirtieron que
indica de esa manera que ni la vida ni la muerte de cada miembro tiene el cuerpo del rey. en la sociedad del siglo XVII, era una realidad política,

62 CUERPO Y ESPACIO CUERPO 2. LA EMERGENCIA DEL CUERPO COMO TEMA 63


de modo que su presencia física era condición necesaria para el funcio- mente inform:Wos. TI~ne el mismo objetivo que el de la adopción como paradig-
namiento de la monarquía (E. Kantorowics 1985). Por el contrario. la' ma de embodiment o m-corporación (T.J. Csordas 1990)...• el deshacerse de los
Revolución Francesa que instala la República no instala su cuerpo. No dualismos (naturaleza/cultura, mente/cuerpo. realIirreal). Insistir en ello es deci-
hay tal. Y sin embargo es el cuerpo social al que se protege y. en lugar de sivo aun c~do propiamente se esté encarando a la vez la enorme dificultad que
los rituales que se aplicaban al cuerpo del monarca. (resulta muy intere- s~pone. Tan mstalados están que tal vez sería más 'prudente admitir que aun no
sante apreciar cómo el cuerpo simbólico del rey después de muerto man- disueltos del todo pueden ser reconducidos o superados. entre otras razones por-
tenía su presencia). se libran recetas. se programan terapias. se dictan que tampoco son segregaciones tan distanciadas que no se contemplaran a veces
reclusiones. se eleva la vigilancia en vez de ordenar castigos. que conlle- con elementos interpenetrados o mediales.
van la separación de enfermos. locos. contagiosos. delincuentes. etc .• bajo
criterios de asepsia institucional y regido todo por saberes aplicados (cri-
minología. eugenismo. medicina social. educación. etc.). _E:~c_I!~~J!~!í­
ticono es sólo el que sufre la represión sexual sino el que es !Ilfitado al
la
deseo por acción delpooer. No es una acción ésta tan mecánica, tan
HABITUS E IN-CORPORACIÓN
burda. Es la que fomenta la concienCia del cuerpo por la gimnasia, el desa-
rrollo muscular. la desnudez. la exaltación del cuerpo bello. etc.• la que
provoca la reivindicación del cuerpo contra el propio poder. del placer
contra las normas morales del matrimonio. de la búsqueda del riesgo Embodiment o in-corporación a través de la perspectiva de los tres cuerpos
deportivo contra la tranquila seguridad del juego regulado. etc. Esta ten- se ,v~ ~lel1ando de contenidos y de complejidad. No es que no fuera
visible antes,
sión de complejidades. esta confrontación. es un proceso más pertinente mas bIen es que se ha convertido en una lente. un foco para reflexionar sobre las
a la perspectiva foucaultiana que ese otro al que más comúnmente se cos~. sobre las culturas. Esta lente debe mucho de su nueva posición en el pen-
alude y que es descrito como una contundente y severa represión. inhibi- SamIento contemporáneo. por supuesto. a las reflexiones de Merleau-Ponty
ción. contención. etc. Dicho en palabras de Foucault: ..... Aquello que (1985). Aunque tendría que ser fundamentalmente tomada como uno de los'desa=
hacía al poder fuerte se convierte también en aquello por lo que es ataca- ~llos de la ~eoría de la práctica. Sería un error tomar embodiment ó in-corpora-
do. El poder se ha introducido en el cuerpo. se encuentra expuesto en el clOn c~mo SI fuera una entidad. Por eso es importante seguir el modo como
cuerpo mismo.... y la batalla continúa" (Entrevista publicada en Quel _Bourdleuha resucitado el viejo habitus como nueva categoría en la teoría de la
Corps. 2. septiembre 1975.2-5). . práctic~ (l?72. 1980). Para ser más exactosLhabitus se sitúa entre la estructura y
El cuerpo. político tiene muchos perfiles o volúmenes. Es el cuerpo la¡mictica. y de hecho es una superación de la vieja antinomia entre' deterrninis-
políticamente correcto. pero también es el bulímico o el obeso. Es el cuer- moy.mx~rta~ entre .constricciones objetivas y arbitrariedades subjetivas. entre
po productivo del capitalismo y el consumista a la vez eficiente y urgido co~sclente e mconsclente. entre individuo y sociedad. También es pues la supe-
racIón de un dualismo. '
por necesidades siempre insatisfechas. El controlado por la medicina, por
la justicia. por la psiquiatría y por las propias ciencias sociales que han - ~~()1!.diciones pw:ticulares de existencia producen habitus. que son sis-
trabajado en torno a la definición de la normalidad. Y es el que pudiera temas de disposiciones ,estables; dunlderas: transPonible~;' ~go así como
resultar de las clonaciones o al menos el que ya está imaginado por A. estructuras estructuradas, predispuestas para funcionar como estructuras
Huxley en "Un mundo feliz". Y es el.cuerpo de la tortura física y psíqui- e~tructurantes ..Es decir. principios que generan y organizan las prácticas y
ca. y el del que una vez adoctrinado para esperar un paraíso después de T~ representaCIOnes y que están objetivamente adaptados a los resultados.
ser portador de explosivos y bomba viviente se hace él y hace con él esta- sm presuponer metas conscientes o un dominio expreso de las operaciones
llar a otros sólo por ser otros y por ser cuerpos por eso mismo polí~cos. necesarias para lograrlas (p. 53).
Los tres cuerpos es en definitiva una perspectiva que adopta la tipificación - ~()n_regulados y regulares' pero no producto de obediencia a reglas.
como estrategia expositiva para abandonar una concepción exclusivamente física Pueden estar orquestados colectivamente pero no son producto de la acción
de ellos. En todos los casos se trata -como diría Bourdieu- de cuerpOs social- organizadora de un dirigente (p. 53).

64 CUERPO Y ESPACIO CUERPO 2. LA EMERGENCIA DEL CUERPO COMO TEMA 65


_ Como una necesidad hecha virtud, elhabitus implica que las antic~paciones ción del mundo de sentido común, autoevidente y a la vez objetivo por el
que genera tienden a ignorar las restricciones a las que. se ~ubordma. Tales consenso que proporciona el significado de las prácticas y del mundo,
. anticipaciones son hipótesis prácticas basadas. en ~xpenencIas del pasado y . reforzados continuamente por experiencias similares o idénticas (p. 58).
dan ~n peso desproporcionado a las expenencIas más. tempranas .. ~us ~sta se~e de puntos sintetizan literalmente lo que Bourdieu ha propuesto para
estructuras son producidas desde las estructuras de dete~adas .condicIo- reconocei1os habitus y, aunque no utiliza estrictamente el concepto de embodi-
nes de existencia (por ejemplo, fonnas de división del trabaJo, objetos en la ·ment, .sús alúsiones al término son claras e integradas en su propuesta que está
casa modos de consumo, relaciones padres-hijos, etc.) pero a su vez son la más centrada en aquellos. Ciertamente tienen en el cuerpo su asiento más básico
base' de percepciones y apreciaciones de las experiencias posteriores (p. 54). y más propiamente han sido presentados como objetivaciones en los cuerpos. Lo
que requiere una explicación porque ya se supone que los cuerpos son objetos,
_ Es un producto de la historia individual y cole~tiva, lo que se entiende
pero habrá de entenderse entonces lo que importa las objetivaciones en ellos. Se
como que las experiencias del pasado están d~posltadas en f~nna de esque-
trata de un modo peculiar de objetivación, un modo que viene definido, nombra-
mas de percepción, de pensamiento y de ~cClón que g:rrantizan la .c?rrec-
do, por el soporte, es decir, una in-corporación.
ción de las prácticas y su constancia en el tIempo. Un sIstema adqumdo d~
esquemas generativos. Un pasado presente que tiende a perpetuarse a SI La etnografía iluminada por estos conceptos fue realizada por Bourdieu en
mismo al reactivarse en prácticas similarmente estructuradas (p. 54-55). las Ka~!I~_~~elinas. ..

_ Las obras y prácticas generadas por el mi~.mo. habitu~ o"uno homólogo


como los que dan unidad a lo que se llama estIlo de VIda de un grupo.o
de una clase social no pueden describirse como productos de una esenCIa , >

o como actos de continua creatividad. Mas bien el habitus siendo produc- . La postura ~ es mitología política reálit.ada, incorporada, vuel~ ooa disposi-
to de un tipo particular de regularidades objetiv~ tiende a generar ~o~­ Cloo permanente, unafonna dutadera de estar, de hablar, de pasear, y por lo mismo de
ductas razonables o de sentido común que son pOSIbles dentro de l~s IIrru- sentir Yí1e péIIsat tá oposición entre lo masculino y Jo femenino tIe realiza tu la pos-
tura, en los gestos y movitiúentos deJ cuetpO. en la fórma de la oposición entre lo dere-
tes de esas regularidades y que es pro~able que ~e:m sancIOnadas cho.y 10 Úlclinado;entre la. firmeza, la postura rectá,.la dirección (un. hómbre va de
positivamente porque están ajustadas a la lógIca caractenstIca de un ~ampo frente..tIlÍnIJId() y em:ontr6ndose directamente con Su adversarib) Y el comedimiento,
concreto (p. 55-56). Ja resmá y la tiexibiJidád. Como se muestra por el hecho de que muchas de las pala-
bras que.se refieren a posttmIS corporales evÓC8D las virtudes y los estados de la mente,
_ Es historia incorporada, intemali,zada como una segunda ~atu~aleza. Da~ estas dos relaciones establecidas con el cuerpo esWl endJrtadas de las dolIreJaciones
ras ·practIcas una relativa autonomía respecto a las det~fffilnacIOnes exter- con Iu otrti g&re¡ el otro tiempO Yel otro mundo ya través de eUas también 4e los dos
'ñas~elpresente inmediato. La autºno.mía a la ~ue aqUI se refiere .t!s.la que sistémas de valores. 'La KabiJa es como el brezo, antes' se rompería que doblarse' . El
da el pasado activado x.actuante. como un capItal acumulado que produce hombre de hoitor camina a paso firme.detenninativo. Su manera dem~ es la del
hombre que sabe a dónde va y sábe que estará allí atieinpo, sean ctJalés fueren los obs-
historia teméñdo como base la historia y de esa fonna asegura la penna-
táculos. b;~ fuerza Yresoluci6il, como opuesto al andar dubitativo (thildi tlromah-
nencia dentro del cambio que constituye al individuo en un mundo dentro matft)qae an\mCÍÍI indeclsiórl, prdmesal; a inediaS (áWál alfiahmah), miedo a compro-
del mundo (p. 56). misos''ó ineapacidad dé cumplirlos. Es un paso medido, que contta5tamucbo con la
prisa del hombre que-calnÚlacon grandes zancadas, como si fuera un bailarín, o con la
_ En tanto que la contrapartida de la objeJivación eIl,Ja!}I!~!i~~~o!l~S, es la
pereza dél hombre que va pasando~ , ., .. ... :. ',. . .,' .
La miSma Oposición reaparece en las ~ de~. ~ ~ el uso debl boca:
obje!ivación en los cuerpos. Dos objetivaciones en la hIstona, dos estados
del capital, objetivizado e in-corporado (p. 56-57). un hombre conteña con toda la boca, con mordiscos rotundos y Do conío hace una
, .
_ Las practIcasque 1os hab't
I us generan son mutuamente inteligibles
.............. ,'-. _o
e inme-
•••• _ -
nmjefjWltc) tolllOl libios, ~ es; a mtdi<JtatriUo con ~'Y comedimieittó, pero
dlatamente ajustadas a las estructuras'y de esa fonna obJetlvament: c~n- también tOMiillimulo,hip6critantente (todas las virtudes doftIinadas iIon ambiguas, lo
mismo. quejas palabras que las.desigmin¡ ambas siempre pueden volVerse malas). Y
riadas y dotadas de significación objetiva que las hace a la vez umtanas luego en el ptmo:. un hombre de honOr no ,debe comer ni demasiado rápido ni con ansia
ce .. 1 ts
y sistemáticas, trascendiendo las intenci~nes subjetIvas y os proyec o o glotónetúí, ni demaSiado despáció; uÍla y ritrá fonnason concesiones a la naturaleza.
conscientes ya sean individuales o colectIvos. Uno de los efectos de esta . &'urdia í980. Le seru practique. Par/s: Les Editi~ de Minuú, p. 69-70
armonía entre el sentido práctico y el significado objetivado es la produc-

CUERPO 2. LA EMERGENCIA DEL CUERPO COMO TEMA 67


66 CUERPO Y ESPACIO
Las._in.~co1p(Jraciones a las que se alude aquí son algo tan concreto como pos- agentes o lo que es lo mism . .
turáS corporales o. fomÍas de comer. En suma, se trata de prácticas del cuerpo. Y • . -- ' . o, m-corporan las creencIas. Es posible qu 1 .
ClOnes de la normalidad cotidiana no permitan verlo tan 1 e as sIt~a-
sin duda se podrían proponer incontábles. Pe~el que sean presentadas como
haya hecho un gran esfuerzo para contemplar en ellas p=~ ,::~~:!ou~dleu
"mitología política" es el modo retórico de darles hondura, dimensión. En reali- La d· 1 . nCla.
dad seóa innecesario decirlo si no estuviera de fondo el dualismo cartesiano que . ISO u~lón de los dualismos debe ser destacada en la com rensión
hizo del cuerpo algo superficial y definitivamente lastrado por su referente gené-
embodlment (m-corporación) pero aún más te dó ~. del
, n a que ser entretejIdo con 1
rico, "la cosa extensa". Si fuera posible liberarse de ese dualismo, efectivamente esquemas que forman la tensión entre el suieto y el obieto Una te . , os
POrta el des doblamIento
. "J.
o la mediación. Estas ideas son 1
nSlon que com-
.
estas prácticas presentadas como in-corporaciones seóan mitología, creencias,
valores, etc. Tal vez convenga insistir que no se trata simplemente de representa- ;o~~os ~e 1:;: c~ítulos siguiente~. El primero, el de la Piel~~~~~:::l:~~~sd:::~
ciones o del cuerpo como imagen o reflejo de esos valores, etc. Al realizar las o amIen. s. ~egundo se fija en los múltiples desplazamientos del cue
entre el objeto, elmstrumento y el sujeto. rpo
prácticas no se está "representando", ni se trata de una simple imitación. Ei pro-
ceso de adquisición es más bien míD1~is e implica una relación general de iden-
tificaci6n:ElcuerpoacttiaasC actUaliza el pasado, activa las ideologías, encarna
las mitologías, es agente. Estas son otras "maneras de mesa" que las mitologiza-
das que glosó Levi-Strauss. Ha sugerido Bourdieu también que precisamente en
las sociedades "primitivas" esta situación es palmaria, puesto que el conocimien-
to heredado sólo puede sobrevivir en estado de in-corporación. ¡Hasta tanto lle-
van en el cuerpo! Y no menos cabria decir entonces de las sociedades ilustradas
que ¡hasta tanto han descorporalizado el cuerpo al trasladar esas trascendentes
tareas de portar el pasado, las ideologías, por medio de los sistemas objetivistas
de representación!
Si el término y concepto de "encamación" tenía fuertes connotaciones reli-
giosas, es un hecho que el de embodiment o in-corporación al ser propuesto
como paradigma (Csordas 1990) ha ido igualmente asociado a la experiencia
religiosa para la que la sugestión o el entrenamiento y por lo mismo el trance, las
catarsis y los estados alterados de'conciencia como fórmulas explicativas no se
han mostrado válidas. El don de lenguas como fenómeno en las Iglesias
Pentecostales o la permanencia en el espíritu en los Movimientos Carismáticos
Católicos suele tener adjunta una sombra de sospecha de inautenticidad, pero
ciertamente no debeóa buscarse su contrario, la autenticidad, en las perturbacio-
nes fisiológicas o en la anormalidad del estado psíquico. La sospecha que ronda
a estos fenómenos asume como incuestionable un dualismo (alma-cuerpo, creen-
cia-práctica, ...) que nunca permite ajustes perfectos. Y no tendóa por qué tener-
se como supuesto.
Parece que los contextos_religi(!sos proporcionan.paradigmas ya__Ilº_~JQ
sociales com(!prQpOJÚa Durkheim_sin(>.~~1.~~~. Y así estos fenómenos o expe-
ileñCiás y en particular los de carácter extático permiten captar la in-corporación
en su mayor carga de significado. No se trata de anormalidades sino de la diso-
lución de dualismos como el de creencia y práctica. Tales fenómenos muestran a
los creyentes en su condición plena. Y a la vez sus cuerpos no son pacientes sitÍo

68 CUERPO Y ESPACIO
CUERPO 2. LA EMERGENCIA DEL CUERPO COMO TEMA 69

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