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DISCUTIDORES / DISCUSSANTS 149

La biopolítica, la salud colectiva y el Kazajstán:

SALUD COLECTIVA, Buenos Aires, 4(2):149-151, Mayo - Agosto, 2008


de Alma Ata a Borat Sagdiyev. ¿Una mirada atópica?

Biopolitics, collective health and Kazajstán:


from Alma Ata to Borat Sagdiyev. An atopical view?

Luis David Castiel1, Javier Sanz-Valero2

1Doctor en Salud Pública. Investigador Titular del Departamento de Epidemiologia y Métodos Cuantitativos en Salud. Escola
Nacional de Saúde Pública, Fundação Oswaldo Cruz, Brasil. luis.castiel@ensp.fiocruz.br

2Doctor en Salud Pública. Investigador del Departamento de Enfermería Comunitaria, Medicina Preventiva y Salud Pública e Historia
de la Ciencia. Universidad de Alicante, España. javier.sanz@ua.es

Al final de su bello, intenso y necesario de posiciones pasivas, meramente reactivas, sino


texto sobre biopolítica y salud colectiva, Kaminsky a través de una retórica alegórica, trayendo pun-
hace mención a la "célebre conferencia de Alma tos estimulantes para el debate.
Ata (Kazajstán)" donde se repiten los propósitos del El Kazajstán que nos proporcionó la
ideal utópico de salud para todos en el año 2000 notoria conferencia de Alma Ata puede ser ahora
(de 1976), al mismo tiempo que: asociado al personaje "kazajstanés" de caricatura,
Borat Sagdiyev, creado por el inglés Sacha Baron
se advierte con claridad el verdadero pensamien- Cohen para una serie de televisión que terminó
to biopolítico del mundo neoliberal: la salud, convirtiéndose también en película cinematográ-
como cualquier otra cosa, es una fuente de inver- fica (3). Este enredo denuncia los abismales con-
sión económica. (1 p.140) trastes socioculturales, entre su villa natal Kuzcek
en Kazajstán y la sede del neoliberalismo indivi-
Si, por una parte, se oye que los ideales dualista y globalizado (USandA=USA), a través
utópicos en los días de hoy están cada vez más de un falso documental, empleando un humor
frágiles, parece que la hiperlongevidad humana corrosivo, incluso a veces extremadamente gro-
se ha vuelto la única idea que se asemeja a algo tesco. Es en este lugar donde emanan y predomi-
utópico (más cercano a la todavía imposible nan y difunden los modelos biopolíticos critica-
imortalidad) como misión biopolítica en el bles como nos presenta Kaminsky. Para esta
campo de la salud. época hipergrotesca, un humor hipergrotesco.
Pero antes de desarrollar estas cuestio- Quizá, Borat pueda ser interpretado
nes, para acompañar a la perspectiva inmunitaria como un emblema atópico de nuestro tiempo,
presentada por Esposito (2), utilizado por el autor transitando por una parodia que produce un
del artículo, uno puede enunciar que tal vez chocante Don Quijote del tercer milenio. Él,
nuestro punto de vista pueda ser criticado por convive de modo no armónico en una trama
discurrir por lugares atópicos, como si fueran para la que no dispone de recursos de entendi-
manifestaciones inmunológicas de reactividad, o, miento, por tanto, sin ninguna efectividad en
más coloquialmente, de alergia al zeitgeist bio- sus acciones generando un rechazo inmunitario
político indicado por el autor del texto. como un cuerpo extraño, o mejor, como una
Quizá no haya más lugar para las utopí- mente extraña.
as y si las propuestas de resistencia al actual esta- El enredo habla de este personaje que
do de las cosas enflaquecen, en términos de cam- sale de su país para grabar un documental y
bios expresivos y no solamente de ajustes de tra- poder mostrar a su regreso las contribuciones cul-
yectos para un destino ideológico y económico turales que la nación americana puede ofrecerles.
predefinido, un camino aún posible dentro de Su compañero, el productor del documental,
nuestra disconformidad puede existir en el límite Azamat Bagatov, sería el equivalente a Sancho
de reaccionar atópicamente. Pero hay que aclarar Panza, solo que adaptado a nuestro tiempo, en
que estos comentarios no se constituyen a partir este caso un infiel escudero, pues en cierto
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momento lo abandona tras una terrible y obsce- "evidencias", resultantes de las pruebas de estu-
na pelea causada por mancillar la imagen de la dios empíricos robustos y de revisiones sistemáti-
amada de Borat. cas y metaanálisis.
A causa de no ser educado en un Claramente, las creencias populares no
ambiente globalizado individualista, como mues- están legitimadas apropiadamente para que los
tra la reacción de los transeúntes estadounidenses consumidores ejerzan su derecho a elegir prefe-
ante la efusividad boratiana al llegar a "US and A", rencias de manera informada y eficiente, en rela-
Borat es rechazado por la afabilidad propia de su ción al coste-beneficio. Aunque practiquen este
vida comunitaria en Kuzcek, caricaturescamente derecho, son conminados a relajar su actuación
retrógrada y prejuiciosa en muchos aspectos. El política cualificada en el sentido de dedicarse
"kazajstanés" es un elemento desajustado en una intensamente a actuar como actores capaces de
gran metrópoli norteamericana, con las costum- adquirir bienes y servicios con vistas a la preser-
bres y valores de las democracias capitalistas vación más prolongada posible de sí mismo. En
avanzadas, a la vez que evidencia su incapacidad este sentido, en el interior del individualismo
para percatarse de su inadecuada situación, ante exacerbado puede decirse que somos los únicos
su embarazoso comportamiento propio de su representantes de nuestra propia "especie".
condición gauche extrema. Esto genera una hila- Agnes Heller (4) critica los autoritaris-
ridad a veces vergonzante, a veces grosera, pero mos de estas democracias que presentan una
siempre contundente al participar de situaciones doble faceta: una de ellas, político-liberal que
sociales comunes a los contextos inmunitarios se propone lidiar con las injusticias causadas
del mundo globalizado. por los desequilibrios económicos propios del
Borat se vuelve delirante en los "US and capitalismo en términos nacionales y la otra,
A" por ser un extraterrestre desbocado y obsceno económico-liberal general que provoca des-
frente a los valores socioculturales y tecnológicos igualdades a escala mundial. Esta configuración
dominantes. Sintomáticamente, por las imágenes se caracteriza por: su tendencia a uniformizar
de la televisión, se apasiona por una Dulcinea al individuo; la intolerancia a lo insólito y
virtual, semivestida con un provocante traje de excéntrico; su inclinación a la dictadura de las
baño, el personaje CJ (Pamela Anderson) de la mayorías y su predilección por modelar una
obsoleta serie de TV "Los vigilantes de la playa". "opinión correcta colectiva".
En busca de la consumación de su pasión/misión Borat, en síntesis, personifica la subver-
imposible, decide recorrer la nación norteameri- sión de todas estas posiciones con su comporta-
cana para ir a su encuentro. miento singularmente anómalo, patéticamente
En el inicio de la película, cuando se incompatible con los valores liberales dominantes.
muestra el pueblo donde reside, Borat presenta a Rotundamente, no se trata aquí de
su madre, una señora envejecida, que parece hacer apología de las tendencias no-democráti-
tener más de 70 años y que en verdad tiene 43 cas de ordenación de las formaciones sociales y
años, según él manifiesta. Al llegar a los "US and económicas, incluso porque la propuesta bora-
A" declara traer guardadas lágrimas de gitanos tiana también resalta jocosamente formas de
para protegerse del sida. ordenación precarias, retrógradas e injustas;
Podemos considerar estos dos breves pero, sí resaltar la directriz persecutoria que asu-
momentos como sugestivas menciones ilustrati- men las (bio)políticas actuales de la promoción
vas del pensamiento biopolítico en negativo. Es de la salud (5).
plausible afirmar que, en términos esquemáticos, De alguna manera, ellas intentan camu-
los individuos de las denominadas naciones flar precariamente la inexorable finitud de la vida
euro-americanas poderosas están condicionados humana y establecer como meta la mayor prolon-
por la posibilidad, en relación a la preservación gación posible de su límite. La Señora de la
de la vida, de alcanzar una impresionante longe- Guadaña, con su hoz implacable, está siendo sus-
vidad. Por tanto, deben apoyarse en productos tituida y fragmentada por los factores de riesgo,
tecnológicos y en prácticas de salud sustentadas, supuestamente más controlables (6). Al mismo
en la medida de lo posible, por el vigor de sus tiempo, adoptar comportamientos saludables de
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evitación de los riesgos no puede ser tomado en su condición? ¿Será que esta cuestión se vuelve
serio como solución del problema, como si anacrónica, debido a que la subjetividad puede
dependiese exclusivamente de ello el futuro de la dejar de existir, una vez que no sea identificada
humanidad, tal como parece, en ocasiones, pre- por los dispositivos empiristas de visualización,
conizar la vehemencia de las autoridades sanita- significación y valorización que serán alzados a
rias (3). No hay razones suficientes para que se los jueces últimos que establecen la existencia de
produzcan tantos debates en relación a las razo- las cosas? Lo que sobre, como sugiere Agamben
nes científicas de estas perspectivas persecutorias (9), ¿solo se encontrará en los museos?
y totalitarias que instituyen un sentimiento de En el inicio de la peregrinación de Borat
culpabilización colectiva. y Azamat por los "US and A" se oye al tema
Los riesgos serían imágenes negativas "Born to be wild" del grupo Steppenwolf,
tornadas objetos, solo que virtuales, de las utopías ("Nacido para ser salvaje" en el sentido de "rebel-
(7). El control total y mantener los riesgos que nos de", de la banda sonora de la película "Easy
amenazan a distancia sería considerado como la Rider" de Dennis Hopper, del final de la década
nueva utopía. En el límite, se trata de vencer el del '60, época que marcaba que "el sueño
pasaje del tiempo y ser lo más "inmortal" posible acabó" en relación a las promesas biopolíticas
controlando, utópicamente, todos los riesgos que utópicas contraculturales de este período). Y en
nos acechan. Todas estas objetivaciones nos con- Borat el tema reaparece como caricaturesca ale-
ducen a preguntar no solamente cómo queremos goría atópica ante los modelos biopolíticos actua-
vivir, sino también, cuánto tiempo y en qué condi- les. Quizá en este contexto, "salvaje" quiera decir
ciones. ¿Será que ya no estamos más en una uto- ahora solamente alguna cosa biopolíticamente
pía, acaso procurando vivir en una ucronía? (una "incorrecta" por ser inconveniente o impropia al
idea imaginaria de tiempo en la historia) (8). conservadorismo paranoico de esta época. Pero
En este contexto, ¿aún cabría indagar imprescindible para criticar al duro pensamiento
por la cualidad humana de la humanidad? Sin único dominante, como hace el artículo de
embargo, ¿hay sentido en discutir ontológicamen- Kaminsky.
te la subjetividad humana como instituyente de

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 5. Castiel LD, Álvarez-Dardet C. A saúde perse-


cutoria: os limites da responsabilidade. Río de
1. Kaminsky G. Del nonato al póstumo. Apuntes Janeiro: Fiocruz; 2007.
biopolíticos en salud colectiva. Salud colectiva.
2008;4(2):133-142. 6. Bauman Z. Modernidade líquida. Río de
Janeiro: Jorge Zahar; 2000.
2. Esposito R. Immunitas. Protección y negación
de la vida. Buenos Aires: Amorrortu; 2005. 7. Beck U. Risk Society. Towards a new moder-
nity. Londres: Sage; 1992.
3. Baron Cohen S. Borat: Cultural learnings of
America for make benefit glorious Nation of 8. Instituto Antônio Houaiss. Dicionário Houaiss
Kazakhstan. [DVD]. Reino Unido: Twentieth da Língua Portuguesa. Río de Janeiro: Objetiva;
Century Fox Film Corporation; 2006. 2001. Ucronia; p. 2796.

4. Heller A, Féher F. Biopolítica. La modernidad 9. Agamben G. Profanaciones. Barcelona:


y la liberación del cuerpo. Barcelona: Península; Anagrama; 2005.
1995.

FORMA DE CITAR
Castiel LD, Sanz-Valero J. La biopolítica, la salud colectiva y el Kazajstán: de Alma Ata a Borat Sagdiyev. ¿Una mirada
atópica? [Debate]. Salud Colectiva. 2008;4(2):149-151.

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