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Dea Loher

LAS RELACIONES DE CLARA

KLARAS VERHÄLTNISSE

Spanisch von Orestes Sandoval López


Havanna, Cuba 2002

Alle Rechte vorbehalten, insbesondere das der Aufführung durch Berufs- und Laienbühnen, des
öffentlichen Vortrags, der Verfilmung und Übertragung durch Rundfunk und Fernsehen. Das Recht
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Orestes Sandoval de López, Ave 61 N° 5001 e/50y52, Guanjay, Cuba, e-mail:
brartemi@jm.lib.cult.cn

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2
Personajes

CLARA empezando los treinta


IRENE su hermana, entre 35 y 40 años
GODOFREDO el marido de ésta, empezando los cuarenta
JORGE empezando los cuarenta
TOMAS alrededor de 25
ISABEL entre 55 y 60
UN CHINO SIN NOMBRE de edad indeterminada
y Un Extraño

La acción tiene lugar en la ciudad

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1

VOZ EN OFF
Lea.
Lea en voz alta.

Estimado cliente.
Con la plancha ligera de la compañía Buena Elección Usted y su ropa se plancharán
felizmente. Sobre cómo manejar la plancha, infórmese mejor en una de nuestras tiendas
especializadas Buena Elección o a través de un cliente satisfecho dentro de su círculo de
amigos Buena Elección.
Y ahora algunos consejos. No planche Usted personalmente la ropa de cama. Llévela a la
tintorería. Tampoco planche jeans o camisetas ni ropa ligera de verano, a menos que
prefiera ser considerado un excéntrico perfeccionista. Compre, en fin, tanta ropa que no
necesite plancha como sea posible. Así evitará dolores musculares crónicos e inflamaciones
de los tendones que pudieran provocar el monótono ir y venir de manos y brazos durante
horas enteras, así como las várices motivadas por estar de pie sin moverse frente a la tabla
de planchar. De esta manera mejorará significativamente no sólo su aspecto exterior sino
también su clima matrimonial. No debería planchar absolutamente nada más. Planchar roba
tiempo, es enervante y bastante inútil, como lo son, dicho sea de paso, todos los quehaceres
domésticos. Por tanto, renuncie por completo a su plancha. Llévela a una tienda de segunda
mano, ya logrará sacarle unos cuantos marcos con algunas monedas, o, si la ha adquirido
nueva de paquete, diríjase a su tienda Buena Elección con el pretexto de una reclamación y
exija le devuelvan el dinero pagado.

En casa de la hermana de Clara. Tarde en la noche.

CLARA Pues así mismo como les dije.


Me despidieron.
Pero eso no es motivo
Para hacer este tan desagradable
Y aplastante silencio familiar.
Pausa.
Esas cosas pueden pasar.
Una o dos veces en la vida
Puede pasar.
Por lo menos hay que contar
Con esas cosas
Hoy en día.

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Y entonces pensé, Godofredo,
Por eso quería pedirte...
Podrías conseguirme un crédito
En tu Banco.
IRENE Qué descaro.
Pero qué descaro,
Se pierde por dos años,
Una supone sabe Dios qué,
Y luego entra por esa puerta
Porque quiere dinero de nosotros.
CLARA De ti no aceptaría
Ni cinco marcos regalados,
Ni aunque me lo rogaras,
Pero el Banco puede hacer negocio.
GODOFREDO Contigo.
CLARA Tomás y yo nos vamos a casar.
Él puede ser mi fiador.
IRENE Pero no sin una razón.
Eso no pasa sin razón.
No te despidieron sin razón.
Qué
Pasó otra vez,
Clara.
CLARA Pues sí. Sin razón. Lo juro.
TOMAS Es que, por ejemplo, a un cliente,
Mientras estudiaba el manual del usuario de Clara
Se le quedó trabado el cuerpo
Dentro del tambor de su lavadora,
De modo que durante el proceso de secado
Su cabeza recibió grandes daños debido al continuo y rítmico golpe
Con la parte interior de acero del tambor,
Y sufrió sangramientos, heridas y
Cortadas en el cuero cabelludo.
Demandó a la compañía
Y tiene desde entonces un tinitus en el oído.
CLARA Cuando Tomás se pone nervioso, se vuelve un mentiroso crónico.
Mis manuales del usuario
Nunca han dañado a nadie.
TOMAS Y por suerte
El jefe de tu compañía
Lo ha impedido para el futuro.
CLARA Y a ti qué te pasa.
GODOFREDO Yo diría que
Hay cosas peores,
Mucho peores
Que un empleo limpio y bien remunerado,

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Con cierto nivel de responsabilidad,
En última instancia.
CLARA Manuales del usuario para secadoras,
No es precisamente un placer que satisfaga
Y ni hablar de un clímax.
IRENE Es que acaso te puedes dar el lujo
De escoger.
CLARA No.
GODOFREDO Yo me atrevería a decir
Que en los hogares alemanes
Acechan en todas partes potenciales fuentes de peligro,
Especie de bombas activadas, si me permites la expresión,
Debido a la carencia o a erróneos manuales del usuario.
Es por eso que hay tantos accidentes hogareños.
Tostadoras que se incendian,
Cables de planchas quemándose por negligencia;
Ollas de presión que explotan por falta de atención
Y devastan coc inas enteras, incluyendo a sus ocupantes.
Cocinas de gas, siempre cocinas de gas,
Una solita y pequeñita cocina de gas
Sin manual del usuario
Es capaz de volar por los aires a familias enteras,
Casas, bloques de viviendas, cuadras, barrios
Arden en un mar de llamas,
Un infierno sin manuales de uso y cuidado.
Hay que decir
Que has abandonado
Una profesión
De responsabilidad,
Eso no me gusta
Absolutamente nada.
IRENE Y quién va a escribir ahora
Los manuales del usuario,
Quién sabe si un saboteador.
CLARA En cualquier caso
No seré yo.
IRENE Eso es abandono del deber de atención
Hacia los objetos domésticos.
TOMAS De esa manera
Nunca se me ha ocurrido
Ver las cosas.
IRENE Y a quien no le baste una perspectiva como esa
No debería haber interrumpido
Sus estudios.
CLARA a Tomás Es que mi hermana es
Técnica de laboratorio con diploma de honor.

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Lo tiene por escrito.
Pero luego se tuvo que casar
Y convertir al hijo en su profesión.
A Irene Es que acaso no te satisface
Poder ponerle las inyecciones personalmente
A tu chiquillo
Cuando haga falta.
GODOFREDO Nada más llegas
Empiezan las discusiones.
Camina hacia la ventana.
Ya están aquí otra vez.
Mira el reloj.
Esa sí es una razón para irritarse.
Estarán pinchándose frente a nuestra propia casa.
Estará Carola arriba.
IRENE Sí.
GODOFREDO Si le da ahora
Por mirar desde la ventana.
Ojalá que no le dé
Por mirar desde la ventana.
IRENE Está durmiendo.
GODOFREDO Y cómo lo sabes.
Ve a ver.
IRENE Ahora no.
CLARA Voy yo.
Hace dos años que no la veo.
IRENE Ahora no.
La vas a despertar. Y luego se asustará.
No te va a reconocer.
CLARA Acaso ha cambiado tanto.
IRENE No vas a ir.
GODOFREDO a Clara Es igual de terca que tú.
Pausa.
Bueno.
Las cosas no son tan fáciles.
CLARA Por qué no. Por qué no son fáciles.
GODOFREDO Por ejemplo,
No tienes garantías.
CLARA Sí la tengo.
Tomás es mi garantía.
GODOFREDO Para el Banco
Eso apenas tendrá importancia.
Y cuál es su
Profesión.
TOMAS Ehh..., esto, lo otro.
CLARA Tomás...

7
TOMAS Estudié para carnicero.

Silencio

TOMAS Carnicero, picadillero,


Despedazar bestias,
Tácatatácatatácata.
IRENE Sí,
Ya lo entendimos.
CLARA Tomás está bromeando.
Él es...
TOMAS Carnicero.
Estudié para carnicero,
No no,
No estoy bromeando,
A diferencia de Clara
Me tomo mis profesiones muy en serio.
Ahora mismo temblaban en el matadero bajo la picana eléctrica,
Convertidos en pequeños y delicados filetes bajo mis manos,
O pasados por la máquina de moler,
Condumio para amas de casa,
Salami húngaro
Por ejemplo.
GODOFREDO camina otra vez hacia la ventana.
No hay quien mire esto
No tienen vergüenza.
Así están las cosas,
Se suben la manga de la camisa y hacen un torniquete,
Y todo el mundo puede mirar.
Oh, Dios mío, me da ganas de vomitar.
IRENE Entonces ve para allá.
Ve para allá abajo
Y habla con ellos.
GODOFREDO Y qué voy a decirles.
IRENE Acaso tienen que hacer esas cosas
Delante de todo el mundo.
GODOFREDO vuelve a sentarse
Bueno, Clara,
No entiendo,
Cuando uno pierde su trabajo
Lo primero que piensa no es en solicitar un crédito
Que no puede pagar,
La primera idea tiene que ser
Buscar un empleo,
Y luego viene todo lo demás.
Esa es la secuencia razonable de ideas,

8
El orden
Para el que están previstas las cosas.
IRENE Pero Clara siempre
Ha pensado al revés,
Dormir de día levantarse de noche,
Como si viviera en el hemisferio equivocado de la Tierra.
CLARA Porque no tengo ahorros,
Nadie me regala alquiler, comida, electricidad.
Silencio.
Para esas cosas existen oficinas,
Es eso lo que están pensando.
Pausa.
Pero yo no quiero convertirme
En un caso para la tupida red social
Por la que este país está en boca de todo el mundo.
No quiero aceptar dinero ajeno
Y tener que vivir de eso,
Dinero que otra gente tiene puede pagar,
Porque tienen trabajo.
Soy una persona independiente y libre,
Poseo los derechos humanos,
No pueden torturarme
Concediéndome limosnas.
Debo poder ocuparme de mí misma,
Del mismo modo que los niños pequeños aprenden a usar la cuchara
Y a amarrarse los zapatos.
IRENE Tú,
Estoy segura de que tú
No pagas ni las cuotas de radio.
Pausa.
En el fondo mi hermana
No desea un puesto fijo.
Siempre rechazó las reglas.
Siempre faltaba a los primeros turnos
Porque no podía levantarse tan temprano a las siete;
Decía que iba en contra de su reloj interno.
CLARA Tú, en cambio, siempre eras puntual,
Una fanática del deber, como hasta los mismos maestros decían,
Y eso aún hoy
Te molesta.
IRENE Y en resumidas cuentas,
Por qué no se ocupa de ti tu marido,
Tu futuro.
CLARA Es que hay personas
Que no están dispuestas a dejarse mantener,
Ni siquiera en un matrimonio.

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IRENE No hace falta que me digas esas cosas,
Esto tampoco es un burdel.
CLARA Y entonces, qué hay del crédito.
GODOFREDO Qué clase de carnicería es esa.
Anda bien, el negocio.
TOMAS Hace tiempo que dejé lo de carnicero;
El olor de la carne cruda,
Los cuerpos divididos por la mitad,
Colgando en el frigorífico,
El sonido del hacha
Despedazando los huesos,
Era demasiado para mí.
Me dediqué a actividades más pacíficas,
Primero fui barman,
Luego vendedor de ropa masculina,
Temporalmente chofer de una empresa de envíos por correspondencia,
Y ahora
Soy dueño de una tienda de baratijas.
CLARA Ya era hora.
IRENE Ah, antigüedades.
TOMAS No, baratijas.
En el edificio me llaman el basurero.
Vendo cosas viejas, rotas y malolientes,
Totalmente desvencijadas.
Cosas cuyo destino original,
Cuya razón de existir muchas veces ya no puede determinarse.
Me meto en desalojos de trastos, liquidación de viviendas, ventas de bienes.
Vivo de la basura de otras personas.
A veces aún vivas, a menudo ya muertas.
Elimino los desechos supervivientes.
IRENE Uhh. No sé.
Mejor carnicero.
GODOFREDO Y eso ofrece alguna
Perspectiva.
TOMAS Incluso una increíble,
Una perspectiva increíble.
Penetro en las vísceras
De las biografías humanas.
Cada vez
Que saco los trastos una vivienda,
Revuelvo capas acumuladas,
Bienes relictos,
Las costras de otras vidas.
Antropología aplicada se llama eso.
A partir de lo que alguien se deshace,
Lo que bota, arroja, abandona,

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Esconde u olvida,
Lo que colecciona, amontona, atesora y fortifica a su alrededor,
Puedo dibujarle a usted un rostro
Que es más preciso
Que la descripción de un terapeuta.
Pausa.
Su ropa por ejemplo,
Sí, eso que lleva puesto hoy por la noche,
Cuándo piensa meterlo en un saco
De ropa vieja.
Mañana, el mes que viene, el año que viene...
Ha estado usted alguna vez en una tienda de ropa usada,
No me refiero a una boutique de segunda mano,
Una escombrera de ropa vieja.
IRENE No.
TOMAS Por qué no.
IRENE No sé.
Huele mal.
TOMAS Si tomara su vestido
En mis manos,
Dentro de un año,
Estará zafado
A los lados,
Pues usted habrá subido de peso;
Huelo polvo antipolilla,
Pues usted le teme al bicho
Que pudiera estar escondido en sus escaparates,
Veo los bordes sudorosos
En el corte bajo los brazos y adivino
Que usted se altera con facilidad,
Y también hay algunas manchas pálidas
En su saya,
Y pienso que es esperma seco,
Pero de quién,
De su marido...
GODOFREDO Por supuesto que de su marido,
De quién va a ser.
A pesar de que usted espera ser concuño,
Me parece que va muy lejos...
TOMAS a Godofredo Y luego encuentro su abrigo
En el bolso de la ropa
Y qué me llama la atención...
Nada,
Absolutamente nada.
Ningún olor,
Ningún hilo que cuelgue,

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Ninguna costura rasgada,
Ningún hueco por quemaduras,
Nada de nada.
La tela simplemente
Se ha vuelto demasiado
Fina
Y transparente,
Una pieza raída.
IRENE A diferencia de eso la profesión de carnicero
Resulta sumamente decorosa.
GODOFREDO se levanta y va hacia la ventana
Todavía están ahí,
Dos están tirados en el suelo,
Uno casi yace,
Están fumando,
Una vista deprimente.
Regresa.
Tomás,
Quiero decirle,
Lo que usted hace me parece
Muy honorable.
La idea de que alguien ha muerto
En una casa,
Y usted va allá,
Así como así,
Bueno,
Es verdad que
Alguien tiene que hacerlo,
Pero aun así,
Revolver así las cosas.
Quizás el hombre murió
En el sofá,
Falleció,
Expiró,
Y ahí se encuentra una media
De él tirada,
A lo mejor,
Y en la ventana parpadean desde hace años
Las luces del árbol de Navidad eléctrico.
CLARA Que por ejemplo
Podrías comprar entonces
Donde Tomás.
GODOFREDO Sí, bueno, déjenme decir
Que eso me parece
Muy honorable ,
Lo que usted hace,

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Tiene hasta un componente de servicio social,
Hay que hacer un esfuerzo
Para sobreponerse,
Por no hablar de
Autodisciplina sí autodisciplina
Forma parte de eso,
Probablemente hasta me atrevería
A hablar
De grandeza humana,
Que tú dices, Clara,
Sí, sí,
Y si se tiene en cuenta
Que uno ya ha encontrado bellas cosas
Entre baratijas,
No,
Esto o lo otro,
Y cuando lo colocas en tu propia casa
Y lo limpias y quizás hasta lo pintas,
Prácticamente no huele más,
Es casi como nuevo,
O es que alguno de ustedes
Huele algo desagradable,
Qué dices tú, Clara.
Va hacia la ventana.
Por eso resulta tanto más lamentable
Que al Banco
Le resulten totalmente indiferentes
Sus esfuerzos profesionales,
El Banco no tiene conciencia,
Y el Banco tampoco tiene amigos,
Y por eso no otorga dinero por compasión
O acepta garantías por pura amabilidad,
No en la categoría de precios de ustedes.
Pausa.
El tercero ya se fue.
Pero dos de ellos
Todavía están tirados.
La mayoría de las preocupaciones
No son por uno,
La mayoría son por la niña.
Esos allá afuera también tienen padres,
Será que no se ocupan de ellos.
Pausa.
Ve a ver si Carola todavía duerme.

Irene sale. Clara detrás de ella.

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CLARA Yo también quiero verla.
Vamos.

Silencio.

GODOFREDO Yo les desaconsejaría


Casarse,
Dicho sea entre nosotros.
Desde cuándo se conocen.
A las dos yo las conozco desde niñas.
Clara siempre estuvo en gran peligro,
Inestable, descontenta con todo, de mal genio, altanera,
Igual que su hermano.
No meta las manos ahí.
TOMAS Bueno, eso del compromiso
No es tan en serio.
Clara pensaba que sería mejor
Por la garantía.
Es decir, en realidad no planeamos casarnos,
Bueno, yo no,
No ahora,
Hay que dejar madurar las cosas.

Silencio.

GODOFREDO Gracias.
Personalmente estoy muy contento.
En el Banco soy testigo de tantas miserias a cuatro manos.
Silencio.
Mi esposa grita cuando duerme.
Silencio.
Qué se podrá hacer.

Irene y Clara regresan.

CLARA Carola ha crecido dos metros.


Y ronca como su madre.
GODOFREDO de nuevo en la ventana
Seguro que no ha mirado
Por la ventana.
Cada día, cuando espero por el ómnibus,
Veo las jeringuillas,
Ha veces las he tomado
Para botarlas.
Ese inmaduro vicio por traspasar fronteras

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Nos está aniquilando a todos,
Lento pero seguro.
Si sorprendo aunque sólo sea una vez a mi hija,
Que no esté esperando por el ómnibus,
Sino que ande holgazaneando por ahí
En una casita de esas...
CLARA Vuestra hija
Seguro que no lo hará.
IRENE Por qué lo dices
Con ese tono tan irónico.
Por qué lo dices
Con ese tono tan irónico.
GODOFREDO A veces tengo miedo
De no poder controlar
Eso allá afuera.
Quisiera ofrecerle a mi familia
Un sostén,
Pero cada día
Voy a esa parada
Y tengo miedo
De que mis esfuerzos sean
Absolutamente en vano.
CLARA Miedo por qué, de qué
Una hambruna paneuropea,
Un diluvio, un terremoto, un deslizamiento de tierra,
Qué podría alterar el ritmo de vuestras vidas,
Para ello harían falta varias catástrofes naturales,
Todas juntas.
GODOFREDO Un crash bursátil,
Un crash bursátil mundial,
Eso sí sería una catástrofe.
IRENE Al fin y al cabo nuestro hermano
Se mató a jeringuillazos.
CLARA Sí,
Pero no lo hizo por desesperación,
Sino por el deseo de existir,
Porque gozaba de la embriaguez,
Hasta era un adicto al éxtasis,
Lo que tú no puedes entender,
Es que no le tenía miedo
A la vida,
A diferenc ia de ti,
Que tiene que tomarse un tranquilizante
Antes de cada orgasmo.
IRENE Es lo último que dices
En esta casa,

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Tú, puerca.
GODOFREDO Tiene razón.
Tienes razón, Clara.
Tenemos miedo
De lo que nos pueda seducir,
Quizás deberíamos comernos simplemente
El corazón del enemigo.
CLARA Vamos, Tomás.

Se marchan.

En una iglesia. Una tarde en medio de la semana. Isabel y Tomás. Aparte de ellos un
chino, solitario y hundido en un banco.

ISABEL Y les creyeron eso.


TOMAS Sí. Por qué no.
ISABEL Entonces ustedes causaron
Una impresión feliz.
TOMAS Ese era el objetivo, Isabel.
El objetivo era causar una impresión feliz,
Digna de crédito.
Como si la misma vida
Diera garantías por nosotros,
Por decirlo de alguna manera.
ISABEL Y.
Le dieron el crédito.
TOMAS No.

Silencio.

ISABEL Por qué no se lo dices.


TOMAS Ahora.
ISABEL Ya que terminó el show.
TOMAS En su actual situación.
ISABEL Siempre hay una situación actual.
Además,
Una iglesia,
No hay que llevar el misterio tan lejos.
TOMAS Pero
Tú sigues con miedo
A que te vean.

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Y por qué, vamos a ver.
Es halagador
Para ti.
ISABEL Ajá.
Para ti no.
Pausa.
Para ti no.
TOMAS Aquí yo soy el impostor.
Tomás es malo.
Pero ante Dios
No podemos esconder nada,
Por eso no tenemos nada que esconder.
Se ríe.
Silencio.
Qué tranquilidad. Agradable. Silencioso.
ISABEL Este silencio me atemoriza.
Tiene algo que pesa.
De todas maneras uno se siente...
TOMAS Culpable...
Pausa.
Quiero mostrarte algo.
Aquí, mira...

Lleva a Isabel hacia una columna entre los bancos y señala hacia una inscripción.

TOMAS Ahí,
San Antonio ruega por nosotros,
Y ahí,
San Judas ruega por nosotros.
Pausa.
San Judas ruega por nosotros
Y encima de la pila de bautismo.
Pausa.
Cada domingo venía aquí cuando era niño,
Y a veces también días entre semanas temprano con mis padres.
Me gustaba arrodillarme ante esta columna
Y durante toda la misa miraba fijamente la inscripción,
Que me resultaba enigmática, definitivamente tallada en la piedra
Como las tablas de Moisés.
San Judas ruega por nosotros:
Acaso se referían al Apóstol
Y en ese caso, desde cuándo se permitía rogar a un traidor,
O es que sí se debía hacer, pedirle su intercesión,
Y por qué ese Judas era de pronto un santo,
Montones de enigmas sin resolver e irresolubles,
Sobre los que se rompía la cabeza el niño cada domingo.

17
Si el traidor más grande de las leyendas bíblicas
Se había convertido en santo,
Aquello significaba acaso que había que imitarlo.
Había que ser primero criminal
Para que Dios se ocupara de uno,
Para ser digno de aparecer ante el juicio,
Donde se podía pedir perdón y redención.
Solo el que también conocía el lado oscuro
Sabía apreciar el otro mundo, quizás.
Esa idea no sólo era seductora,
Me hizo ver la religión de mis padres a una nueva luz,
Y sólo entonces le otorgó un sentido.
Toda esta complicada vida
Con sus trampas y durezas
Pareció estar de una vez contenida
En ella y comprendida.
Pausa.
No debí haber preguntado.
Un día pregunté:
San Judas ruega por nosotros.
Y mi omnisciente padre me explicó
Que no se trataba en lo más mínimo de aquel discípulo,
No se trataba de Judas Iscariote
Sino de un tal Judas Tadeo,
Un buen hombre de Aramea,
Insignificante y sin culpas.
Y ahí estaba aquella columna
Despojada de su herética inscripción,
En medio de toda su insipidez y desolación y mezquindad,
A la luz más opaca de la vida buena y sencilla.
Y blanco era otra vez blanco y negro negro,
Y las ovejas descarriadas regresaron arrepentidas al rebaño.
Pausa.
O sea que los héroes auténticos solo podía ser los buenos,
Que luchaban por el bien y por el bien morían.
Exactamente igual que en los Oestes.
Los santos cabalgaban solitarios en dirección a la puesta del Sol
Mientras las mujeres quedaban atrás saludando y llorando,
Actuando a la Virgen María,
Contenidas, entregadas, caritativas.
La fe católica es en principio
Una religión del Oeste,
Masculina y buena,
Y sólo los indios convertidos
Son indios buenos.

18
Se sientan en un banco. De vez en cuando el chino vuelve la cabeza y los observa.

ISABEL Lástima lástima lástima.


Engañar a Clara
Habría sido según tus teorías de la niñez
Casi un acto de fe,
Pero ahora
Sólo sirve para tener una mala conciencia.
TOMAS Quisiera dejarlo ya, Isabel.
Quisiera dejarlo
Y hacer otra cosa, empezar algo nuevo.
ISABEL Con nosotros...
Tú te avergüenzas de mí,
Una vieja,
Pero
Es por eso que necesitas confesarte.
TOMAS Por supuesto que no.
Hablo del negocio.
Dejar de revolver la porquería de gente extraña,
Acumular su basura en la mía,
En mis manos el olor de la podredumbre,
Tócame...
Y el barniz se desmigara de los pliegues de mi ropa.
Estoy rodeado de muerte,
De lo exánime, finado, extinto.
Toda mi vida la he perdido desperdiciado disipado,
Hasta ahora.
No sé
Qué soy,
Quiero terminar.

Pausa.

ISABEL Aquí huele


De una manera
Tan fuerte.
TOMAS Sí.
Probablemente sea yo.
ISABEL No no,
Huele a...
No sé, no lo hueles tú.
TOMAS Dios mío, claro que no,
Estoy absolutamente embotado
Para los olores.
Alcánzame el pañuelo húmedo
Del maletín.

19
ISABEL Piensas mucho.
Sobre las cosas equivocadas.
Eso te conduce a la parálisis.

Tomás se limpia el rostro y las manos con un pañuelo húmedo.

ISABEL Sabes, cuando me dieron la pensión anticipada


Para hacer lugar
A un maestro joven,
También yo pensé, qué vas a hacer ahora,
Con cincuenta y cinco,
Ante ti, si no sucede nada,
Todavía quedan treinta años.
Treinta años de retiro, treinta años de libertad pagada.
Un tercio de tu vida más allá
De la percepción de otros seres humanos,
A menos que sean pensionistas también.
Pensión anticipada, ese es el interregno de la amnesia.
A una edad en que otros se convierten en gobernantes,
Empieza para nosotros el estado crepuscular,
Si no andas con los ojos bien abiertos.
Disfrutar de la vida,
Ahora puedes disfrutar infinitamente de tu vida,
El cinismo de los que trabajan.
Con ello quieren decir no hacer nada,
Treinta años sin trabajo,
La tortura del aburrimiento,
Cuánto tiempo se soporta eso, ocuparse en cosas razonables,
Viajar en dirección al Sol, aprender un idioma, asistir a un curso deportivo y
Cada día aprender de memoria un poema,
Hornear el pan propio y aprender a dibujar en seda,
La pesadilla en tiempo real hacia el final de la vida.
La existencia de pensionario requiere más disciplina
Que cualquier otra etapa de la vida,
Si no quieres degradarte a anciano
En brevísimo tiempo.
Hoy en día nadie necesita a los viejos,
La sabiduría del mundo está
En la memoria de las computadoras,
Se hereda de generación en generación de discos duros,
Y si nos aproximamos a una tecla clave,
Entonces te dicen en medio del pánico saca las manos,
No tienes experiencia.
Hoy en día
Los Viejos Sabios son cada vez más jóvenes,
Y el mar de ignorantes inútiles

20
Crece hasta convertirse en amenaza.
Yo
Impartía clases de biología,
En una época
En la que se explicaba el origen de la vida
Frente a una charca en el jardín escolar,
Agua podrida, algas, renacuajos,
Y jacintos a la luz del sol primaveral en el alféizar de la ventana,
Hoy los niños de preescolar
Te muestran una simulación por computadora,
Fiesta de la vida.
Aquí huele
Extraño.
TOMAS Quiero saber para qué
Hago todas estas cosas.
ISABEL Pues sólo hay dos posibilidades,
El monasterio o los niños.
TOMAS asustado Niños.
ISABEL riendo Bueno, no conmigo.
No conmigo.
TOMAS Le voy a decir todo a Clara.
Se acabó.
De todas maneras. Todo.

Silencio.

ISABEL Quizás me guste esto en realidad.


El misterio,
Es un placer también.
TOMAS Mmh.

Se besan.

TOMAS De todas maneras podemos seguir encontrándonos en secreto


Y hacer como si
Fuéramos una pareja enamorada pero prohibida.
ISABEL Mmh.

Silencio.

TOMAS Me amas.
ISABEL Creo que sí.
TOMAS Creo creo.
Quieres quitarme mi sensación de culpa.
Pausa.
Me amas.

21
Di que sí.
ISABEL Sí.

Pausa.

TOMAS Qué silencio hay aquí.


Pausa.
Estamos totalmente solos.
ISABEL Casi. Señala al chino.
TOMAS Es sólo un chino.
No nos mirará.
ISABEL Será una lástima
Por el misterio.
TOMAS Mmh.

Se besan y desaparecen detrás del banco. El chino se ve bastante intranquilo, pero se


queda sentado y sólo lanza miradas.

TOMAS sentándose
Qué liberación.
Pausa.
Le diré todo.
Se acabó,
De todas maneras todo.
Ahora yo lo huelo también
ISABEL se sienta y mira detrás del banco.
Dios mío,
Ahí hay un cerdo.
Creo que está muerto.

El chino viene.

CHINO Muchas disculpas


Cerdo muerto
Es para comida,
Chop suey.
Para la devoción dejarlo aquí un momento
Antes de ir a casa,
Muchas disculpas.

Carga el cerdo sobre los hombros y se marcha del lugar.

22
Irene sola en casa.

IRENE En los últimos tiempos duermo mal..., tan intranquila..., y anoche volví a soñar con
la china. Tenía un puesto en la plaza frente a la iglesia, uno igual que los de baratijas.
Gorras, bufandas, guantes, pañuelos. Estaba a un lado, ella misma bien arrebujada, la
capucha de algodón hundida hasta poco antes de las cejas, la bufanda con dos vueltas,
las manos en los bolsillos, inmóvil. Me gustó cómo me miró, la vista clavada en mí, me
miraba fijamente, sin pestañear, los ojos muy oscuros. Pausa. No lo sé, no sé si en
realidad era una china, quizás japonesa, sus rasgos eran asiáticos, el rostro ancho y
plano, los huesos de la mejilla un relieve, de frente su rostro causaba la impresión de una
moneda... Podía haber sido también una mongol. Pausa. No, su mirada no me gustó,
tenía algo que inspiraba temor. Me era desagradable. Porque me sujetaba con sus ojos.
Pausa. Era pequeña, más pequeña que yo, robusta como un campesino y con una
espalda de luchador.
Soñé que la seguía al interior de su tienda, que se hallaba detrás de su puesto, en el
sótano de una casa, la acera casi tapaba por completo las ventanas. Simplemente se
volvió y se fue, y sin decir una palabra yo la seguí hacia allá abajo, donde me esperaba,
y sin hacer ningún tipo de ceremonia me besó en la boca. Pausa. No tuvo que decir
palabra, tenía una fuerza que convertía lo que hacía en lo más normal del mundo.
Silencio.
Ese beso fue tan...tan...fue de una forma que yo pensé que me volvía loca.
Silencio.
En realidad nunca he hablado con ella.
En realidad nunca me le he acercado.
Silencio.
En realidad no me puedo imaginar que yo y una mujer...
Eso sería como encontrarme conmigo misma.
Se ríe.

Clara en la Clínica Universitaria. Sola.

CLARA Esa también es una posibilidad. Esa sí es una oportunidad muy muy singular,
absolutamente increíble. Estar desempleada. Cuándo tenemos una oportunidad como
esa. Al fin tengo ahora un tiempo infinito para pensar qué hacer con mi vida. Qué
sentido le doy. Qué significado. Y a mí. Qué objetivos me propongo. Tengo acaso
alguno. En ese caso, dónde están. Qué quise lograr una vez y qué he logrado. Preguntas
que uno se hace normalmente al final de su vida, empujado al fin hacia la estrechez de
los últimos días por la metafísica abjurada; colgando de la última gota, el
electrocardiograma a veces tiene sus intermitencias y el pánico se apodera de los

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ventrílocuos. Qué quise lograr una vez y qué he logrado. Dónde estoy. Quién soy. Para
qué estoy aquí. Y por último: qué hacer...
No sólo el individuo se hace esta pregunta: qué hacer... Esa es una cuestión decisiva para
toda la humanidad. Y entonces miro los grandes objetivos de la humanidad, que son... no
más guerras... no más enfermedades... no más hambre... no más sed... y... y... bueno, son
esos. A ellos hay que añadir subproblemas, el hueco de ozono, sida, racismo, cotización
de las acciones, rojos y verdes, y los albanos. Y me pregunto, cuál es mi lugar en medio
de toda esta problemática general, de este sistema global, donde todo está relacionado de
alguna manera con todo, es decir, conmigo también, yo también estoy metida en eso.
Dónde estoy y cuál es mi contribución a la solución de los problemas que nos ocuparán
en el próximo milenio.
Silencio.
Entra en escena Jorge (el médico).
Por eso he decidido
Ponerme
A mí,
A mí toda,
En espíritu y cuerpo,
Al servicio de la ciencia.
Para contribuir por lo menos de una forma pequeña menuda diminuta
A la supervivencia y progreso de la humanidad.
Esa es mi oferta.
Por este medio
Me pongo en la totalidad de mi persona
Al servicio de la investigación médica.
JORGE En esa idea
Está contenida
Una cierta poesía,
No.
Estar enfermo para otros,
Sufrir para otros
Para traerle por fin
La curación a los otros.
Eso es de gran belleza altruista
Pero apesta cual infierno
A egocentrismo.
CLARA Nada de martirio secreto
Ni tampoco masoquismo oculto.
Cuando digo
Para la ciencia
Lo digo de manera muy utilitaria,
Un cálculo racional de costo-ganancia,
Con el único pensamiento
De que mi vida
No haya sido en vano.
JORGE Ya lo decía

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Una que busca sentidos.
Se ríe.
CLARA Pragmatismo ideal.
JORGE Y qué ha hecho usted hasta ahora,
Quiero decir, cómo se ganaba el pan.
CLARA He soy fui
Redactora técnica
Instrucciones de servicio y de montaje
Manuales del usuario
Para equipos electrodomésticos,
Multilingües.
Pausa. Insegura.
Provoqué mi despido.
Las tareas que debía cumplir
No me satisfacían. Tengo derecho
A una actividad exigente,
Que me llene y lleve hacia delante.
JORGE Usted no está hablando en serio
Respecto a su solicitud,
No.
CLARA nuevamente bajo control
Claro que sí.
Claro que sí.

Pausa.

JORGE Qué puede ofrecer


Aparte de su voluntariedad.
Tiene experiencia.
CLARA En qué
Por ejemplo.
JORGE Tiene que demostrar
Una enfermedad crónica o incurable hasta ahora
O por lo menos apenas curable,
Por ejemplo, un problemita de leucemia
O un paquete combinado,
Insuficiencia renal más diabetes avanzada,
Un tumor tampoco estaría mal,
En cuyo estado y avance
Uno pueda probar
El efecto de nuevos medicamentos.
Está usted enferma.
CLARA No. Al contrario.
En cierto sentido
Me encuentro aquí para enfermarme.
Vengo como persona sana

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Y me marcho enferma
Y usted trata
De volverme saludable.
Eso debería servirle de algo, supongo.
JORGE Como persona saludable
Usted no tiene ningún valor para nosotros,
Material humano inútil.
CLARA De verdad que no se puede hacer nada.
Estoy dispuesta a todo,
Experimentos genéticos, trasplantes de órganos, pruebas de vacunas.
Imagínese,
Un cuerpo absolutamente fresco desde el punto de vista anamnésico,
Sobre el que usted puede hacer inscribir cualquier enfermedad.
Carece usted acaso de fantasías creadoras.
Además soy muy propensa,
Seguramente estaría rápidamente
Entre las más enfermas,
Si no incluso entre los casos absolutamente
Perdidos.
JORGE Entonces puede regresar en cualquier momento.
CLARA Por favor.
Esta es una oferta única.
Nunca más tendrá una cosa así.
JORGE Es que usted no puede,
Quiero decir,
No debería hacerlo,
Y yo no puedo aceptarlo.
No puedo.
No se puede entregar gratis.
Va contra la ley.
Y probablemente también contra la ética de la investigación.
Ofrecer por nada un cuerpo vivo
Significa humillarlo.
Y aquí está usted de todas maneras
En el lugar equivocado.
CLARA Entonces no me ha entendido bien,
Qué cree usted.
No tengo nada que regalar.
Resultaría apropiada una indemnización,
Por lo menos,
Que me permita
Seguir con mi vida normal.
JORGE Bueno, entonces,
Ah, sí
En ese caso
Usted es una típica candidata

26
A la prostitución farmacéutica.
CLARA Prostitución farmacéutica.
Y eso existe.
JORGE Sísí sísí,
Aproximadamente unos veinte mil conejillos,
Sísí al año,
Tan sólo en Alemania,
Amas de casa, estudiantes, desempleados,
Vidas aburridas, solitarias, endeudadas,
Entre ellos clientes habituales,
Los que necesitan darse un palo, quién sabe.
CLARA Y quién,
A dónde tengo...
JORGE Directamente a las compañías farmacéuticas.
De un lado los ensayos con animales, al lado los laboratorios humanos.
Si no está resfriada o embarazada,
No se droga,
Puede hacer su solicitud en cualquier momento.
Tres semanas arrojan como promedio
Más de cuatro mil marcos.
CLARA Me haré rica.
JORGE Hágase pagar su idealismo
bien caro.
CLARA Y entonces qué soy.
Farmaputa.
JORGE Su decisión.
Debe observar pausas, por supuesto,
Entre los distintos ensayos.
Igual que en los viajes largos,
Ir al volante sin interrupción...
CLARA ...Va contra la ley.
JORGE Exacto.
CLARA Sí.
Exacto.
Exactamente lo que busco, por así decirlo.
Pausa.
Magnífico.
Tendrá usted algunas direcciones.

Pausa.

JORGE Yo,
Yo la desaconsejo, por supuesto.
En su lugar no haría eso.
CLARA Necesito el dinero.
JORGE Efectos secundarios:

27
Caída del pelo, vómitos crónicos, punzadas en el hígado,
Sangramiento estomacal, ataques de mareo, taquicardia...
CLARA A usted no tiene por qué importarle.
JORGE Podría ser.
Pausa.
Súbase la manga.

Clara lo hace.

CLARA Quizás estoy enferma


Sin saberlo.
JORGE la conecta a la bomba de extracción de sangre.
Cada tres meses
Puede venir a donar sangre.
Son cincuenta y siete marcos ochenta.
CLARA Cincuenta marcos...
Óigame, esta es mercancía de primera clase,
Me gustaría venderme un poco más caro.
JORGE Entonces diríjase al mercado negro.
Estos son los precios estándar.
Pausa.
Ya encontrará
Alguna actividad lucrativa
Para usted.
CLARA Es usted acaso de la Bolsa de Trabajo.

Pausa.

JORGE Me gustaría verla de nuevo.

Silencio.

CLARA Dígame,
Quién escribe todas las instrucciones de uso
De los aparatos médicos.
JORGE Hay personal especializado para ello.
Pausa.
Por lo que veo
Usted parece tener una relación indestructible
Con las enfermedades.
Debió haber estudiado medicina.
CLARA Otra oportunidad perdida.
JORGE La acompaño
A la colección de historia natural.
A veces buscan personal auxiliar.
CLARA Para qué.

28
Para sacudir el polvo.
JORGE Para los archivos.
Quiere.
Pausa.
Alégrese de tener
Un cuerpo saludable.
CLARA Sí.
Y también
Es bello.

Se marchan.

Clara se muda a donde Tomás.

CLARA Este es el lado bueno.


Si todavía pudiese pagar mi casa,
Nunca viviríamos juntos.
Pero ahora.
Obligados a la felicidad.
TOMAS Otro diría
Destino.
CLARA Qué palabra más grande, no la merecemos.
Para nosotros el destino sólo nos depara si acaso un guiño,
Y apenas si sucede
No nos damos ni cuenta,
Y pasa a ocuparse de los clientes importantes.
TOMAS Si aún tengo alguna libertad,
Entonces propondría que nos pusiéramos de acuerdo
En que cada cual tenga su propia habitación.

Pausa.

CLARA Claro. No hay problema.


Pausa.
Entonces en verano dormiremos
En tu amplia cama,
Ya que el calor
Se meterá entre nosotros,
Y en invierno
Nos acostamos encogidos y temblando de frío
En mi pequeña.

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Y donde nuestros pies se toquen
Temblaremos de frío juntos.
Al amanecer miraremos cómo
Los cristales de hielo se derriten.
Cuando nos levantemos
Se habrá formado un charco de hielo derretido
Y estará goteando en el suelo.
TOMAS Sí. Quizás.

Silencio.

CLARA Estuve a punto de encontrar un trabajo.


Sólo como auxiliar.
En el Museo de Historia Natural. Controlar listas de inventarios.
Pero ya para este año
No necesitan a nadie más.
Pausa.
Pero ahora estoy de nuevo
Llena de optimismo.

Silencio.

TOMAS Clara.
CLARA Sí.
TOMAS No vamos, no vamos a establecer aquí
Una situación duradera.
No.

Silencio.

CLARA Ya lo olvidé,
Que estuviste en casa de mi hermana
Con un cuchillo detrás de mi espalda,
Toda la noche.
Que ni siquiera querías ser mi marido,
Por qué.
Acaso estás avergonzado de mí.
Pero ya lo olvidé.
Al fin y al cabo estoy aquí.

Silencio.

TOMAS Que tú aquí...


Que nosotros aquí...
CLARA Cuando vuelva a ganar dinero
Nos buscaremos una vivienda más grande.

30
Esto aquí, esto deberíamos verlo sólo como una base
Que nos prepara para el ascenso a la cima.
Los días de sacrificio yacen en la niebla,
En lo alto brilla el Sol.
Allá arriba está brillando de tal manera
Que apenas se puede soportar.
Tendremos que desnudarnos hasta la piel.

Silencio.

TOMAS Pero no puede ser


Que yo saque la cara por ti
A largo plazo.
CLARA Ya yo también te he ayudado
Con dinero.
Y ahora por una vez
Es al revés.

Pausa.

TOMAS Me estás mirando


Como una
Hermana.
CLARA Tus ocurrencias locas.
Pausa.
Por qué no te ríes. Una vez.
Normalmente dices
Que las cosas siempre siguen su camino.

Silencio.

CLARA Anteayer doné sangre;


Por cincuenta marcos
Puedes vender la sangre,
Y no te das cuenta
De que te falta algo.
Silencio.
Oye Tomás,
Nos quedaremos juntos,
No...

Tomás asiente.
Entra en escena Irene.

IRENE La última vez que me mudé


Fue hace once años.

31
Fue la segunda y hasta ahora última vez
En mi vida.
Envolví los platos
En papel y papel y papel
Dentro de un cajón.
Y se rompieron de todas maneras.
Aquí hay un servicio de té
Para dos personas.
CLARA Nunca tomo té.
TOMAS Lo nuevo es demasiado delicado.
Lo práctico en las baratijas:
Si entre montones de piezas sueltas
Se rompe una,
No se afecta para nada el juego.
IRENE No quiero disculparme.
Pero olvidemos la discusión.
CLARA Para ser puerca
No soy rencorosa.
IRENE Hay una mujer allá abajo.
Creo que también tiene un regalo.
Lo está desempacando ahora mismo.
TOMAS No puede ser.
IRENE No sé dónde voy a ponerlo.
Me parece conocida...
Tienes ya un trabajo.
CLARA No.
IRENE Yo tendría una solución transitoria.
Trabajo fácil, bien pagado.
CLARA Y qué y dónde.
IRENE Cuidar niños.
CLARA No.
IRENE Cuál es el problema. Es un hombre de negocios. Porcelana.
El juego de tazas lo compré allí.
Agradable, sencillo, dinero rápido, de paso
CLARA No estoy calificada para eso.
IRENE Ridículo. Cosas de niños.
Se lleva en la sangre.
CLARA No. No. No.
IRENE No insisto.

Entra en escena Isabel.

ISABEL a Irene Quién es usted, no sé.


A Clara Y quién es usted lo supongo.
A Tomás Usted es el culpable
Muestra un pequeño paquete en la mano.

32
Aquí tengo un regalo.
Un regalo adquirido en su tienda
Y sobre el que desgraciadamente me veo obligada
A hacer una reclamación.
En otras palabras, no cumple lo que promete.
Es basura
Mírelo usted mismo:
Extrae un corazón del pequeño paquete, aproximadamente del tamaño de un melón y lo
levanta con mucho cuidado; es rojo y henchido.
Este es el regalo de mi novio,
Ahora tengo que decir desgraciadamente
De mi exnovio.
Supuestamente
De vidrio muy valioso y sensible,
Delgado como un cabelo y muy frágil
Con un interior fino, misterioso y también sensible.
Nunca me he atrevido
Ni siquiera a tocarlo,
Por miedo a dejar manchas, alguna marca
O el más pequeño rasguño;
La más pequeña sacudida podría dañarlo.
He tenido más cuidado con este corazón
Que con un huevo crudo.
Pero ahora mi novio me ha abandonado.
Antes ardía incluso en el medio:
Exactamente aquí destellaba al ritmo de los latidos.
Esto, por supuesto, ya dejó de ser así.
Y para que la escena de despedida sea como debe ser,
En correspondencia con la pasión que vivimos una vez,
Quise arrojarle su corazón a los pies,
Para que se rompiera en mil pedazos brillantes y diminutos;
Con suerte
Uno le daría en el ojo
Y caería muerto,
El corazón rompiéndose sería su muerte.
Asumí entonces la pose de Brunildacar menmedea,
Que ya había ensayado ante el espejo,
Y después, mire usted:
Arroja el corazón con todas sus fuerzas al suelo, donde, tras rodar haciendo un sonido
sordo, se detiene cual si fuera un pedazo de arcilla.
No se rompe.
No se rompe en lo más mínimo.
Lanza el corazón contra la pared, donde, tras producir un ruido fuerte, se queda pegado
y luego cae al suelo suavemente, como en cámara lenta, la masa un tanto deforme pero
perfectamente reconocible todavía un corazón pleno.
Este corazón es irrompible,

33
Así que material valioso,
Porquería tan sólo,
Basura de la más burda.
A continuación lo tira contra el escaparate, la mesa, el techo, etc. Siempre se queda
pegado antes de caer suavemente al suelo.
Este corazón es duro como el cuero
Un corazón de cuero de mono duro, soso, a prueba de bomba;
Ni un rasguño ni una grieta
Ni siquiera abolladuras o manchas azules;
Es indestructible, amasable y sin sentimientos,
No siente dolores, no grita, es mudo.
Me han engañado;
Denuncio este corazón,
Exijo indemnización.
TOMAS No conozco este corazón.
Este corazón es original, un corazón extraño para mí.
No soy responsable,
Nunca se lo he vendido a nadie.
ISABEL Regalado.
TOMAS Tampoco regalado.
ISABEL Botado.
TOMAS Tampoco botado.
ISABEL Nadie lo querría así tampoco.
TOMAS Sin dudas este corazón es de
Látex polietilínico,
Un derivado del caucho termoplástico,
Inflamable apenas,
E impermeable,
Un corazón de seguridad;
Nunca he poseído un corazón así,
Nunca andaría por ahí
Con un artículo humorístico de tal índole.
ISABEL Pretende acaso decir
Que mi novio me engañó;
Pretende usted decir
Que mi novio es un mentiroso.

Pausa.

TOMAS Fue,
Quizás fue un mentiroso.
No lo sé,
No conozco a su novio.
ISABEL Tenga, quizás lo necesite alguna vez.

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Isabel arroja el corazón a los pies de Clara y se marcha sin decir una palabra. Clara
aprieta el corazón contra sí.

IRENE Tremenda mujer.


CLARA Y quién es.
Quién es.

Irene se marcha tras Isabel.

Noche. En una calle lateral. Frente a un restaurante con el letrero "Hoy cerrado". Llueve.

CLARA Y ahora.
GODOFREDO Yo tampoco sé.
Silencio.
He pensado tantas veces en ti.
Y ahora esto.
CLARA No conozco el barrio.
Y tú.
GODOFREDO He pensado en ti.
He pensado tantas veces en ti.
Y ahora esto.
CLARA No puedo pagar un taxi.
Es que no tengo dinero.
GODOFREDO Me resulta tan desagradable.
Mi invitación.
CLARA Godofredo. Y ahora adónde.
GODOFREDO Yo tampoco conozco el barrio.

El chino se acerca con una cesta cubierta por un paño.

CHINO gritando Fritos platos.


Horneados platos...
CLARA Un rollito
Y luego a casa.
Cuánto tiempo malgastado.
Es que ando buscando trabajo.
CHINO Fritos platos.
Horneados platos...
GODOFREDO Creo que no tengo hambre.
Clara, media hora más.
Tengo que...

35
Necesito...
CLARA Te escucho.
Al chino Por cierto está mal dicho.
Fritos platos. Horneados platos.
Está mal por completo.
Lo correcto es
Asados y fritas
O platos asados y platos fritos
Qué tiene,
Rollitos y chop suey.
Mire, lo de horneado
Resulta muy problemático.
Horneado, eso provoca
Malentendidos.
Uno lo primero que se imagina son panetelas.
Disculpe mi insistencia.
Alguna vez diseñé menús
Para una cadena hotelera,
Una pedantería profesional.
CHINO Me parece más lindo así,
Da cabeza qué pensar,
Menú tiene que ser como poesía,
Si no el vino sabe antes de probarlo,
No a uvas,
Sino a rancio.
Le voy a dar también un ploma.
CLARA Disculpe.
Un plato, un plato,
Sí, un rollito.
CHINO Pues claro que un ploma.
Más tarde.
Se marcha.
CLARA A dónde va.
Yo sí que no
He pensado en ti.
Voy a comer algo ahora
Y espero que me invites.
Es que no tengo dinero.
GODOFREDO Eso va a cambiar, Clara.
Te voy a conseguir el crédito.
CLARA Condición.
GODOFREDO Ninguna.
CLARA Seguro.
GODOFREDO Seguro.
CLARA Magnífico. Gracias.
Pausa.

36
Nunca podré devolverlo.
Trabajo sólo algunas horas
De niñera,
Eso es...
Eso es rid ículamente humillante
Y ni siquiera un dinero de bolsillo.
GODOFREDO De eso hablaremos después.

Silencio.

CLARA Y sigo sin tener


Garantías.
GODOFREDO Inventos.
Te he inventado
Una leyenda perfecta.
Vamos a engañar al Banco.
Yo engañaré al Banco.
Para qué he participado en todos esos programas de entrenamiento.
Mejor servicio. Mayor eficiencia.
Asesoramiento individual del cliente. Sí, qué otra cosa.
Eso exactamente. Lo voy a hacer.
El Banco... es sólo una entidad abstracta.
Nada le duele. Nada le causa da ños.
No es un organismo. Sólo números.
Pausa.
Nunca me había imaginado
Que podría causar tanto placer.
CLARA Eres un delincuente económico.
GODOFREDO Sólo un asaltante de Banco.
Uno muy pequeño.
Pero estoy creciendo.

Silencio.

CLARA Qué quieres a cambio.

Pausa.

GODOFREDO Nada.
Silencio.
No sé...
No quisiera tener más miedo. Tener que tener.
Que algo se vaya fuera de control. Sí.
Por eso tengo que empezar
A controlar las cosas
No tener más miedo de ser débil.

37
Eso no es lo que soy. Eso no es lo que soy
CLARA Tú no harás eso gratis.

Pausa.

GODOFREDO Ahora.
Agarrar al toro por los cuernos...
Clara,
Tomás te engaña
CLARA calla
GODOFREDO Clara.
Me has oído...
Entendiste lo que dije...
Do you speak english, parlez-vous français.
Tu – novio – te – engaña – con – otra.
CLARA calla
GODOFREDO Clara.
Va hacia ella, la agarra y la sacude y sacude.
CLARA Ah sí.
Silencio.
Ah sí.

Silencio.

GODOFREDO Tampoco entre Irene y yo


Las cosas son como antes.
Pausa.
Grita en sueños.
Y yo estoy tan rígido,
Tan inmovible como un árbol.
Como si algo me tuviese y me echara hacia atrás,
Saliendo de la tierra me agarra y me tiene,
Cuando me quiero dirigir a ella
Abro los brazos,
Pero ya entonces ha vuelto su cuerpo.
Hacia dónde no sé.
A diferencia de ti. Tú por lo menos sabes
Que es otra mujer.
Ya eso es algo. Eso es un enemigo.
CLARA calla
GODOFREDO Ya ni recordaba
Cuán bello es hablar contigo.
Bello...
Cuán vivo me siento, contigo.
En casa siempre hay tanto silencio.
En realidad es como en el Banco.

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No hay nada regado,
Para todo hay escaparates, gavetas y casillas,
Donde sea necesario una cerradura.
Y las llaves
Se guardan en un cajón destinado para ello,
Que a su vez también se cierra,
Como si estuviésemos rodeados de cosas peligrosas
De las que tuviésemos que protegernos
Y estar vigilantes,
Para que no nos ataquen...
Clara, estoy enamorado de ti.
Pausa.
Puedo ayudarte.
CLARA No escucho nada.
Están cerrados.
Ni un ruido.
No huele a comida.
He perdido el Metro.
GODOFREDO Ya veremos cómo se desarrollan las cosas.
Carola ya es grande, se quedará con su madre.
Por supuesto que es un escándalo:
La hermana de mi mujer.
Pero pagaré por ambas.
CLARA Necesito dinero al contado
GODOFREDO Cuánto.
Tengo doscientos aquí.
CLARA No, el crédito.
Quiero todo el crédito al contado.
GODOFREDO Pagado.
CLARA Pagado.
GODOFREDO Me temo
Que eso sea un problema
Que momentáneamente
Está por encima de mí.
CLARA Puedes pensarlo dos veces.
GODOFREDO Y por lo demás.
Pausa.
Me gustaría irme de viaje
Por unos días.
Contigo.
CLARA Crees tú que me puedes comprar.
GODOFREDO No. Consolar.
CLARA Lárgate ahora. Lárgate.

El chino regresa.

39
CLARA Acabo de descubrir
Una laguna en el mercado.
Los rollitos de temporada.
Verano, otoño, de las cuatro estaciones...
CHINO El ploma:
GODOFREDO mientras se marcha Se dice plato, plato.
CHINO El jardín floreciendo
Todo el día cantando
Tu voz que me dice
Tanto que te amo.

La rosa muriendo
La ventana saltando
Tu boca que balbuce
Ya yo no te amo

Oscuridad.

Donde Irene.

IRENE Godofredo se ocupa


De la niña,
Yo,
Es verdad que estoy aquí, estoy en casa, la atiendo
Pero ocuparme...
Yo no lo siento como él,
Yo no quería niños,
Niños de nadie.
Nada de pasarle a otro ser humano la obligación
De tener que vivir.
Tener que vivir,
Pues así mismo lo sentía yo,
Cuando era niña.
Se había dictado sentencia sobre mí,
Sin que nadie me preguntara,
Llamada a vivir, quisiera o no.
La vida ha sido ejecutada en mí a la fuerza,
Eso era lo que pensaba.
Pausa.
Siempre he envidiado a los niños, a los amigos
Que ya al despertar estaban contentos;

40
Quizás incluso antes de despertar,
No como yo
Sólo en sueños;
Pues yo sólo me sentía bien
Cuando dormía.

Pausa.

ISABEL en voz baja Alegre es


La vida de gitanos...
IRENE Sólo podía soportar
Mi condena
Obligándome a la más estricta disciplina.
Un horario rígido,
Un corsé diario,
Que me obligara a respirar.
Así logré sobrevivir.
Pausa.
Godofredo
Fue una póliza de seguros,
Un seguro de vida
Como no lo había encontrado
En mis padres, ni en Clara,
Y en mi hermano mucho menos.
Al casarme con Godofredo
No sucedería nada,
Nada imprevisible, emocionante, revolucionario,
Y era un gran alivio
Y una perspectiva que me libraba de cargas.
Así que dividiría
Todo ese período de vida
Que tenía ante mí
En etapas que enfrentaría regularmente.
Pausa.
E incluso si alguna vez sucedía algo,
Godofredo sería ante cada tormenta
Un salvavidas a toda prueba.
Pero si todo saliese bien,
Entonces no sucedería nada, absolutamente nada;
Ni me atrevía a tener esa esperanza.
Pausa.
El miedo mayor era
Condenar yo misma a alguien a la vida;
La sentencia que me había tocado,
Seguirla pasando.
Por eso no quería niños, nunca.

41
Cuando quedé embarazada
Quise escondérselo a Godofredo, pero
En un instante embriagador y rebelde,
Y en la suposición repentina y equivocada
De reparar en un niño
El daño hecho...
No sé de dónde salió aquello,
Tan imprudente...
Se lo dije y
A partir de ahí ya todo estaba decidido.
Pausa.
Observaba a ese ser vivo extraño,
Miedoso sin cesar,
Tratando de descubrir cualquier señal de hastío, melancolía, temor, apatía,
Y no es difícil ver lo que quieres ver.
Mi propio malestar se incrementó,
Creí no estar en condiciones
De poder ayudar a la niña;
No me permití más
Aproximarme a cualquiera de sus sentimientos,
Por temor a fracasar ante ellos,
Y poco a poco nos fuimos alejando,
Y mantuvimos una relación respetuosa,
Como parientes lejanos,
Y hasta hoy ha sido así.
Pausa.
Y lo entiendo
Pero no puedo cambiar las cosas.
ISABEL Tendrás que dejar
A tu marido.
IRENE Yo...
Ríe.
Nunca podría
Pausa.
No puedo cambiar las cosas
Excepto en sueños.
Pausa.
Cómo se te ocurre.
Pausa.
Acaso he ido tras de ti
Para que me digas tales cosas.
ISABEL Sí.
Y te he esperado,
Te he estado esperando en la esquina de la casa de Tomás,
Para que puedas seguirme y echarme una sonrisa,
Y para que yo te pueda decir

42
Que debes abandonar a tu marido,
Y lo vas a hacer,
Y lo harás por mí.
IRENE ríe
Pausa.
Desde que Clara vino a vernos
Godofredo se ha vuelto muy pensativo.
Creo que lo siente por ella.
Primero desempleada,
Luego Tomás.
ISABEL Le dijiste
Que Tomás y yo...
IRENE Claro, por qué no.
ISABEL Así que ustedes dos
Están alegres por vuestro intacto matrimonio, eh.
En vuestra santurrona plaza de ejercicios de fidelidad, eh.
Si en algún momento
Se encendiera una llama tan solo del tamaño de un fósforo,
O si la presión en la olla subiera tan solo un mínimo,
Una inocente señal de algo de vida,
Entonces se dispararían inmediatamente los aspersores
Que eliminarían a fondo todo peligro de incendio,
De ahí el olor penetrante,
De ahí ese miasma mortal en el aire,
Que sopla incluso desde tus ropas.
IRENE Por qué te alteras de esa manera,
Nos pareció muy lisonjero
Para ti.
ISABEL A ustedes les pareció muy lisonjero,
Sí, ustedes dos...
Era contigo con quien quería hablar del asunto,
No con tu marido...
IRENE Bueno, una relación con un joven así...
Al fin y al cabo es...
Quiero decir,
Es lástima de Clara,
Pero en tu caso sólo se puede decir
Respeto ante el barco de vapor.
ISABEL No hay nada que respetar,
No hay nada lisonjero en eso.
Además ella se mudó para su casa,
Ella para la de él,
Y de todas ma neras hace mucho que se acabó.
Me despedí.
IRENE Estás celosa.
ISABEL Por supuesto que estoy celosa.

43
No estoy celosa en lo más mínimo,
No, no estoy celosa.
Pausa.
No de tu hermana.
IRENE De quién entonces.

Pausa.

ISABEL De tu marido.
Pausa.
De tu marido.

Silencio.

ISABEL Tomás, ese no sabe lo que quiere,


Y nunca lo sabrá.
No se le puede sacar.
Nunca se decidirá por nada, por alguien,
Y mantenerse firme en ello.
Y ni siquiera es infeliz
Por ello.
IRENE A diferencia de nosotras.
ISABEL A diferencia de ti.

Silencio

IRENE Tú no cuentas nada


Sobre tu pasado.
ISABEL No soy tan vieja
Como para que sea más interesante que mi futuro.

Pausa.

IRENE Amas tú a Tomás.


ISABEL No amo a nadie.
Tomás es un entretenimiento
IRENE De Clara
Una no tiene por qué preocuparse.
Esa toma lo que necesite.
Ahora necesita una vivienda
Y volvió a quitarte a Tomás.
ISABEL Quitar quitar,
Hablas de una forma
Que no puede ser más asquerosa,
Como una niña de tres años

44
Imita
MamámamáClaramequitómijuguete,
Por Dios, por Dios, como si fuera lo mismo.

Silencio.

IRENE Quería contarte algo.


ISABEL Sí.
IRENE De un sueño
Que tuve en estos días.
ISABEL Sueño, qué bien.
Vaya si me gusta eso,
Que te cuenten sueños.
Ese fue siempre mi ideal
De una amistad plena.
Pausa.
Te escucho.
IRENE Quizás más tarde
ISABEL De verdad que sólo ves lo que quieres ver
Y escuchas lo que quieres oír.
Acaso crees que no conozco tu sueño.

Silencio.

ISABEL Una vez yo estaba en una represa subterránea,


Una cisterna abierta en la roca a fuerza de martillos,
Unas columnas sostenían el techo,
Y entre esas columnas
Se hallaba una sillería de piedra, más de un metro de alto,
Una cabeza;
Estaba al revés,
El agua llegaba hasta la frente
Y encima estaba, al revés, la cara,
Grabada en la piedra,
Horripilante, una mueca abultada y malvada,
En vez de cabellos crecían serpientes
Que sacaban sus cabecitas del agua,
Los labios de la criatura sonreían llamativamente.
Pero si uno esperaba
A que la superficie del agua se tranquilizara
Hasta yacer límpida y casi inmóvil a la luz del sótano,
Se podía ver el rostro en el espejo del agua
Y reconocerlo, pero de manera diferente:
Claro y pacífico, casi alegre,
Los huesos de la mejilla un relieve,
Un rostro plano y ancho,

45
Que de frente causaba la impresión de una moneda.
Era la cabeza de la Medusa.
Pausa.
Se dice que los anteriores dueños de la cisterna
Nunca se atrevieron a colocar la cabeza correctamente,
Por miedo a los dioses y a las gorgonas;
Pero sabían
Que su imagen,
El rostro verdadero de al revés,
Casi sonriente,
Lo podían mirar
Sin quedar convertidos en piedras.

Silencio.

ISABEL Mírame
Silencio.
Mírame.
Silencio.
Mírame.
IRENE lo hace.

Habitación de Clara. Pensión Rosa. Sórdida.

9.1

JORGE Aquí vives ahora.


CLARA Se puede alquilar semanalmente
E incluso negociar el precio.
Mientras más tiempo, más barato.
Una gran ventaja con respecto a una casa.
En cuanto vuelva a tener trabajo, me largo enseguida.
JORGE Hay algo en perspectiva.
CLARA Ya no puede demorar mucho más.
JORGE Lástima. Si hubiese salido bien lo del Museo,
Habríamos estado muy cerca.
Ideal para la hora de almuerzo.
CLARA Quizás para el próximo año.

Silencio.

46
CLARA Si el tiempo estuviera mejor
Nos habríamos podido ir a pasear.
Me gusta pasear de noche.
JORGE A mí no mucho.

Silencio.

JORGE La próxima vez


Podemos ir también a un buen hotel.
CLARA La próxima vez...
JORGE No quieres.
CLARA se encoge de hombros. Pausa.
Pero un hotel es un hotel.
No es esto lo suficientemente bello.
JORGE Me encantan esas alfombras ranciosas,
Esas capas sintéticas
Que apestan a fumigación.
Uno se siente tan degradado...
Pero esto aquí es prácticamente tu hogar.
CLARA No lo es.
Pausa.
Acaso debería resultarme desagradable, por eso.
No debería despertar aquí
Con un recuerdo de ti.
Recordar cómo tocabas el espejo,
Te recostabas a la mesa,
Te parabas frente a la ventana.
Cómo te acostabas en esa cama, quizás.
Acaso no debería recordar eso.
JORGE Si tú lo prefieres.
CLARA Crees que sería una tortura para mí.
Qué presuntuoso.
Recordar sólo duele cuando lo recordado se acabó.
Sin que uno quiera.
Y hay que dejar que sientan lástima de una, por eso.
JORGE Bueno, como al fin y al cabo todos los hoteles son tan parecidos,
No habría muchas diferencias.

Pausa.

CLARA Tienes hijos.


JORGE No que yo sepa.
Por lo menos no con mi esposa.
No resisto a los niños.
Y ella no puede tenerlos.
CLARA Uno para el otro como quien dice.

47
JORGE No, no es así.
CLARA Y por qué
No puede tener hijos.
JORGE Clara...
CLARA Solo pregunto...
JORGE No creo que en realidad te importe.

Clara sacude la cabeza.

JORGE Tuvo una inflamación,


Absceso en los ovarios,
Cuando era una muchacha,
Y la llevaron muy tarde al hospital.
Pausa.
Para mi esposa estar enferma es casi como
Estar poseída por el Diablo.
En su familia
No se podía hablar
Sobre enfermedades.
Hasta el nivel de gravedad de una gripe
El enfermo recibía medicamentos
Y por lo demás era ignorado.
Casos peores, desde sarampión hasta rotura de huesos,
Quedaban encerrados en cuarentena
En su habitación.
Los que no tenían remedio,
Los enfermos de cáncer, por ejemplo,
Después del primer diagnóstico para el hospital
Y nunca más de vuelta.
Se les permitía esperar su muerte en sanatorios.
Y como nadie les daba valor,
Se quedaban allí y morían.
Nada de preguntar por los dolores,
Nada de intercambio de síntomas,
Nada de quejas, descargas, gemidos, sangre...
Pausa.
Una vida absolutamente aséptica
La de esa casa.
CLARA Y qué eres tú entonces para tu esposa.
Un cura que aleja los demonios.
JORGE Cuando me acostaba a su lado
Me veía a mí mismo como el señor Kurtz en el corazón de las tinieblas,
Que se hace traer a un nativo
Y mientras éste se aproxima
Percibe el temblor en sus ojos.
Ella lo esperaba todo de mí.

48
Si yo la hubiese violado
No se habría asustado.
Ciegamente fiel, casi una pagana.
CLARA Es católica.
JORGE ríe.

Pausa.

CLARA Y... tú...


JORGE Qué.
CLARA Violarla.
JORGE ríe.
CLARA Y ahora... ya no duermen juntos.
JORGE Ya no tenía deseos
De portarme como exorcista.
Pausa.
O como un profanador de cadáveres.
Pausa.
Quiero sentirme vivo.
Pausa.
Como contigo.
CLARA ríe.
JORGE Clara, mi cura de células frescas, mi hemodiálisis, mi oxígenoterapia...

Oscuridad.

9.2.

Varios encuentros más tarde. De noche. Jorge vistiéndose.

CLARA Creo que mi hermano te habría caído bien.


Era un poco como tú.
Siempre de buen humor, y siempre a punto,
Me hacía acompañarlo
A hacer cosas peligrosas.
JORGE Por ejemplo.
CLARA Por ejemplo
Cerca de nuestra casa había un dique,
Y un poco detrás,
En el lugar donde el agua era llevada hacia un canal
Y donde se forman esos remolinos oscuros por debajo del nivel de embalse,
Pasaba un estrecho tubo de hierro por sobre el agua,
Cuadrado, apenas más ancho que la suela de un zapato.
Mi hermano nos instigaba a balancearnos encima de él;
Nos decía que nos sentiríamos como

49
Artistas de la cuerda floja.
JORGE Y, lo hacían.
CLARA Él atravesaba aquello bajo cualquier tiempo,
Una prueba de valor.
Bajo la lluvia era, por supuesto, el momento más peligroso.
Yo no podía mirarlo. Nadie lo miraba en esos momentos.
Y él lo hacía de todas maneras.
Envuelto en su capa caminaba lentamente con los brazos abiertos
Por sobre aquel pilar resbaloso, por encima de las turbulentas aguas,
Un pequeño papalote encerado antes de levantar vuelo.
JORGE Y tú.
CLARA Yo también pasaba.
Sólo nosotros lo hacíamos.
Yo y mi hermano.
Los otros niños nos miraban
Y se sentían avergonzados.
JORGE Estás orgullosa de él
CLARA Sí. Claro
JORGE Y qué pasó con él.
CLARA Muerto.
Sobredosis...
Lo hecho tanto de menos.
Es casi como un dolor fantasma...
Seguramente se le habría ocurrido una idea para mí,
Siempre tenía una solución,
Siempre sabía cómo debían seguir las cosas.
JORGE Evidentemente no.
CLARA Fue un accidente, un accidente, un accidente,
Porque era imprudente, porque no tenía medida, porque
No tenía miedo, porque pensaba que era invulnerable,
Porque no quería contentarse con esta cotidianidad
Que ahoga y oprime, tan triste y sin...
Felicidad...
JORGE Clara Clara Clara.
Te voy a ayudar.
Te buscaré trabajo.
Te diré lo que harás.
Pausa.
Duerme ahora.
Te dejaré aquí algunas tabletas, para que te calmes.

Oscuridad.

9.3.

50
De noche. Clara desvistiéndose.

JORGE Poco a poco entiendo


Lo que le encuentras.
CLARA Encontraba.
JORGE Un tipo ciertamente muy atractivo,
Y, sin embargo, a la vez tan suave.
CLARA No es tan sensible como parece.
Sólo débil.
No sabe lo que quiere.
Un carácter oportunista.
JORGE Y sin embargo nos cae bien.
Pausa.
Sigues sintiendo simpatía por él.
CLARA No tanto
JORGE Reconócelo.
No estoy celoso.
Por el contrario.
CLARA Qué quieres decir.
JORGE Ustedes eran una bella pareja,
Hoy por la noche, ustedes dos.
Es muy... excitante
Observarlos a los dos.
Tomás por lo menos tiene que aclarar la voz a veces
Cuando quiere decirte algo,
De tan nervioso que lo pones.
CLARA Esa es la mala conciencia.
JORGE No lo es, y tú lo sabes.
En lo más íntimo de ti
Disfrutas viendo
Cómo se enreda.
CLARA Quizás tú seas tan sádico, yo no.
Era acaso por eso que deseabas salir a comer con nosotros,
Para observarnos y controlar las señales de amor
JORGE Sí. Así mismo.
Y debo añadir
Que me resulta muy simpático.
Muy simpático.
Y más que eso.
Pausa.
Te mira como
Un dependiente.
CLARA Y tú
JORGE Yo...
Yo te amo, Clara.
Yo te amo.

51
CLARA Lo dices por primera vez.
JORGE Sí, lo sé.
CLARA Quiero decir, a mí es la primera vez.
JORGE Sí, lo sé.
CLARA Y qué quieres que te diga.
JORGE No sé.

Silencio.

JORGE Clara, qué te parece si invitamos a Tomás


A venir con nosotros.
CLARA Con nosotros. Qué significa con nosotros. Para acá.
JORGE Sí.
CLARA Para qué. No me entusiasma nada.
JORGE Quiero decir,
Para nuestra cama.
CLARA Que nosotros qué...
JORGE Por qué no.
Nos caemos bien todos
A mí Tomás también...
Me atrae.
CLARA Te gustan los hombres.
JORGE Yo no lo veo de esa manera
Dogmática.
Fue tu amante
Y yo lo soy ahora
Una combinación ideal.
CLARA Tú qué eres, un mirón.
JORGE Un sibarita.
CLARA De ninguna manera.
JORGE No seas tonta, Clara.
Tú deseas tener vivencias.
Una oportunidad como esa quizás
No se vuelva a dar nunca.
CLARA Por qué no te buscas dos extraños.
JORGE Porque busco la familiaridad.
Y lo desconocido en ella.
Es como ir de expedición
Con un mapa trazado por otros alguna vez.
Ahí hay un camino
Pero no puedes estar seguro
De que aún exista y lo que te espera
Y cuán cambiado uno regrese.

Pausa.

52
CLARA Pero Tomás no querrá.
JORGE Sí querrá
CLARA Cómo lo sabes.
JORGE Lo he observado.
Confía en mí.
Él querrá.

Silencio.

CLARA Creo que es esa Isabel.


Con la que me engaña.
JORGE Te engañaba.
CLARA Sí.
JORGE Y... es bonita.
CLARA Es... un poco mayor.

Pausa.

JORGE Está todavía tan enamorado de ti.

Pausa.

CLARA Y tú haces eso también con tu esposa.


JORGE Nunca.
CLARA Por qué no.
JORGE No tiene amistades masculinas.

Silencio.

JORGE Has recibido alguna respuesta.


CLARA Sólo negativas
JORGE Y qué hay con la Oficina de Trabajo.
CLARA No voy más allá.
JORGE Por qué no.
CLARA Un empleado desagradable.
JORGE Y la recalificación.
Clara, te dejaré dinero en la gaveta.
Alcanzará para la próxima semana.

Silencio.

JORGE Por cierto, creo


Que mi esposa sospecha.
CLARA Y...
JORGE Pude convencerla.
Pausa.

53
Virgen Santa, vaya escenas las que puede hacer.
Y mi suegro al lado
En la sala.
Muy desagradable.

Pausa.

CLARA Tú, Jorge.


JORGE Hm.
CLARA Tú no te divorciarías, no.
JORGE ríe y sacude la cabeza.
CLARA Por qué no.
JORGE Pero, Clara, yo la quiero

10

Tomás, en la habitación del hotel de Clara, esperando por ella.

TOMAS Una sorpresa.


Pausa.
Qué sorpresa podrá ser.
Pausa.
No merezco sorpresas.
Tú sigues siendo amable conmigo.
Mientras que Isabel, es decir la mujer con la que...
Tú sabes, ella es una, una, una
Exmaestra de biología en retiro anticipado,
Una pensionista temprana
Eso lo dice todo,
Nunca se casó,
Hay que añadir eso...
No, no quiero hablar mal de ella ahora,
Pero a mí por lo menos me hace un vacío.
Ya no me conoce.
Tú, tú sigues siendo amable conmigo.
Esa es una diferencia.
Pausa.
Pero también es cierto que las dos me han abandonado.
Pausa.
Quizás
Si ustedes se hubiesen conocido
Se entenderían muy bien.
Pausa.

54
La habitación ya es suficiente sorpresa.
Un espacio, uno confortable,
Debería estar hecho de forma tal
Que el ojo pueda reposar sobre él
Con cierta satisfacción,
Recorrerlo y reposar,
Por decirlo de alguna manera un efecto óptico de descanso habitacional.
Por tanto en una habitación así
Deberían encontrarse sobre todo cosas
Sobre las que la vista
Descanse contemplativamente
Con cierto placer.
En ese sitio
Uno preferiría en realidad
Cerrar ambos ojos.
Ni como vendedor de baratijas
Puedo ver una ganancia
En estos objetos.
No en la práctica
Y ni hablar
De la estética.
Silencio,
Clara.
Pausa.
En realidad no soy nada.
Ni como vendedor de baratijas
Tengo valor alguno.
No soy nadie. Nada. Nadie.
Escrito en minúsculas.
Un nadie escrito en minúsculas.
Y eso que mis antepasados son húngaros.
Mis abuelos emigraron de Hungría,
Y mi padre, un húngaro nacido en Austria,
Viajó incluso a Hódmezövasarhely,
Extra,
Para traer a una húngara nacida en Hungría,
Porque de allí son los gansos,
Los famosos gansos para la famosa pasta de hígado de ganso,
Y las muchachas de allá tienen que ser muy fuertes
Para poder rellenar los gansos que se resisten a la estrangulación.
Mi padre pensaba que
Una muchacha con músculos en el brazo
Como un pesista y dedos fuertes,
Que logra vencer el cuello de un ganso renuente,
También podría enfrentarse a él.
Pues mi padre se veía a sí mismo

55
Como testarudo, pescuezudo.
No estoy hecho como él.
Para mi carácter
No bastó el ganso relleno.
Pausa.
Y de verdad
Que mi padre conoció a mi madre
En una iglesia.
Bueno, más bien en una capilla.
Cuidaba gansos
En una capilla derruida
Cerca de Kyskunfélegyháza.
Llamando a las cosas por su nombre
Era incluso una ruina,
No lejos de Jakabszállás;
El cielo era el techo,
Moho rojo formaba una alfombra en el suelo.
Bueno, muy romántico.
Se conocieron
En la ruina,
Poco a poco,
Y cuidaban los gansos.
Fui procreado
En una ruina.
De ahí mi predilección por las baratijas
Y mis dientes malos.
Silencio.
Estoy solo.
Pausa.
Clara.
Quiero que me perdones.
Es verdad, eres como una
Hermana para mí.
Eso no está mal.
Por una hermana
Se tienen también sentimientos tiernos.
No se le quiere hacer daño,
Se la quiere proteger.
Pausa.
A veces pienso que
Hago muchas cosas solo
Para que alguien me perdone después.
Pausa.
Pero muchas veces las cosas resultan distintas.

Entran Clara y Jorge.

56
11

Habitación del hotel de Clara. Clara, Jorge, Tomás.

CLARA Durante unos instantes el silencio es total. Sólo estamos sentados ahí, yo en el
medio, y nuestras manos yacen unas sobre otras, como si fuéramos niños perdidos en el
mar, que ahora contemplan desorientados el horizonte infinito de olas. Hay silencio. Está
bien, pienso, voy a hacerlo. Algo que nunca he hecho. Y es como un destino casual. Es
decir, sucede así y podría ser una intención. Es decir, no tendría que hacerlo, lo podría
evitar. Depende de mí. ¿Depende de mí?
Miro a Tomás, que con sus cabellos largos causa hasta cierto punto la impresión de una
muchacha. Y eso no me facilita mucho las cosas que digamos. Me inclino hacia él y lo
beso, rápido. Esa es mi despedida, Tomás. Esta es mi última vez, en la que te engaño, tal
y como tú lo hiciste antes. Pero me tendrás que mirar, espero que que me. Me vuelvo a
reír, pero esta vez no me pueden ver, escondo tan bien la risa en la boca que no logra
salir, es sólo mía, me la trago, y allí, dentro de mi pecho, salta sobre el diafragma como
en un trampolín. No se trata del sentimiento; durante tanto tiempo pensé que en última
instancia eso es lo que hace posible todo, mi sentimiento, qué equivocación, es mucho
más fácil vivir según decisiones, y el sentimiento se doblegará. Sentimieeento, cuánto
odio esa palabra. Me río. Esta vez en voz alta. Se asustan. Jorge pone ojitos duros,
espera mi decisión, todavía no está seguro de lo que haré, le gustaría obligarme, le
gustaría doblegar mi voluntad, se lo veo en la cara, cómo se esfuerza en hacerme sentir
su voluntad. Es un tonto, ya no siento por él otra cosa que sordera, la risa en mi pecho
me llena de sordera, no sabe que sólo yo tengo el control, que no haré nada por darle el
gusto, que lo usaré. Cerraré los ojos para sonsacarle sus deseos, y cuando los abra veré
ante mí sus rasgos olvidados de sí, que me mirarán suavemente, rogantes, porque
dependen de mis movimientos, de mis sonidos. Sabré cuán lejos puedo ir, de qué soy
capaz, a sangre fría, eso te lo debo a ti.
Sentimieeento, lentamente lo dejaré morir con ayuda de ellos y no me asustará cuán
poco duele.
Pero mi ternura será para Tomás, aun cuando ya no lo amo más, toda la dulzura de la
que soy capaz. Porque no lo amo ya, le daré una última vez lo que ha perdido. A él, al
más joven, más suave, más cobarde y falso de nosotros tres; a él, que desprecia a Jor ge y
lo envidia por los escrúpulos que él, Jorge, no tiene, pero que es capaz de reafirmar en
medio del temperamento efervescente y hacer valer para él. Tomás amará a Jorge y lo
idolatrará por lo que tienen en común, su bien cuidado aspecto exterior, la va nidad con
que hablan, el deseo de que los días de incesante movimiento, de plena belleza y
sorpresas no cesen nunca, de no tener que dormir nunca más. Después de esta noche
también Jorge dejará de amarme y para Tomás habré caído definitivamente en los
abismos del pasado...

57
12

Clara e Irene en el parque del hospital.

CLARA Acaba de hablar.


Me pediste que viniera.
Por qué.
Estás enferma.
IRENE Tengo que presentarte a alguien.
CLARA Tú a mí.
IRENE Por favor.
Ya tú conoces a la persona.
Pero no lo sabes todo.
Por favor...
Esperémosla.
Pausa.
CLARA Alguien del personal.
IRENE Una paciente.
Pausa.
Por favor...
No te alteres.
Acaba de sufrir
Una complicada operación de
Cálculo biliar.
CLARA Ella.
IRENE Sí.
Tú... dejaste
Ese trabajo de niñera.
Por qué.
CLARA No quiero hablar ahora de eso.
IRENE Por qué no.
CLARA Te dije
Que no puedo hacer esas cosas.
Aparte de que
No alcanza para vivir.
IRENE Pero es dinero.

Silencio.

CLARA Creo que le hice daño al niño.


Creo que lo herí.
Sin querer. Nada malo. Pero sin embargo.
Lloró y le calenté su leche
Y se la di en el biberón,

58
Y de repente un sobresalto y un llanto,
Y yo, yo no me di cuenta...
Creo que la leche estaba muy caliente,
Tiene que haber estado muy caliente,
Le quemé la garganta al niño,
Y no lo pensé,
Simplemente no lo pensé,
Y entonces estuvo claro para mí
Que nunca más yo...
A ti te ha pasado eso alguna vez...

Entra Isabel. En bata.

IRENE Para eso está el dorso de la mano. No.


Clara, tú eres absolutamente irresponsable.
Siempre lo fuiste. Alguna vez sale mal.
Ahí está. La pobre vesícula.
ISABEL Más bien la mujer sin vesícula.
Por completo sin vesícula. Desgraciadamente.
Puedo entenderla.
Los niños son un horror.
CLARA A su edad
Ya no existe por suerte
El peligro
De infestar el mundo
Con niños.
ISABEL Tuve suf iciente
Con el hecho de tener que enderezar
Los hijos de otros.
CLARA Enderezar.
La mano de hierro del personal docente, eh.
Yo pensaba que la gente como usted
Estaba en peligro de extinción;
Pedimos protección natural
O dejamos que la naturaleza siga su curso.
A Irene
Qué quieres de mí.
IRENE Voy a separarme de Godofredo.
A fin de mes me mudo.
Y voy voy voy
Eh
Voy a vivir con Isabel.

Silencio.

CLARA Tú...

59
Pausa.
Vaya gusto maleable el de ustedes.
Las cosas se toman como vienen, eh.
A Irene Parece que tu formación como laboratorista
Ha valido la pena.
Todo parece indicar la existencia de un caso de cuidado.
A Isabel
Ya en la edad de retiro.
De ahora en adelante loma abajo
Hacia la fría y húmeda tumba.
ISABEL Era sólo un cálculo biliar.
Muy pequeño.
Eso no tiene que ver para nada con la edad,
Hay casos de jóvenes con diecisiete años
Que piden llevar a casa sus vesículas operadas
Después de bañarlas en resina líquida
Para usarlas como pisapapeles,
Como recuerdo de la fragilidad
De nuestros órganos internos,
Y la colocan sobre el escritorio,
En una fila junto con el cálculo renal, el apéndice,
Algún que otro diente de leche enchapado en oro;
No es cuestión de edad,
Es una cuestión de la constitución personal
Y de la disposición general.
Y sobre todo una cuestió n
De actitud espiritual.
Yo por mi parte
No ansío
Tener ante mis ojos
En la misma mesa
Las distintas partes que componen mi persona;
Creería que me habría
Disuelto de alguna manera,
Disociado, sí,
Hasta medio multiplicado incluso.
Pero esas bolas de resina
Sólo se pueden producir
Si esas dolorosas piedras
Como en mi caso
No se pueden romper a martillazos ultrasónicos,
O convertir en polvo con ayuda del láser,
Y sacarlos del cuerpo por esfuerzo propio
Y enviarlos al alcantarillado.
Pero también es absolutamente cierto
Que sin necesidad de un certificado de

60
Autenticidad biológica-orgánica
Se puede vivir más de cien años,
Con una cadera plástica, un intestino de goma
E incluso con un corazón artificial.
La vejez sólo hay que entrenarla;
Yo por ejemplo recibo en el restaurante
Un plato de la tercera edad,
A ustedes les ha llamado la atención
Que un plato de la tercera edad es casi idéntico
A un plato de niños,
Imagínense esa humillación,
No, no lo es,
Es parte del entrenamiento,
El que sobrevive al palto de la tercera edad
Lo sobrevive todo.
Con tal dignidad,
Mi querida Clara,
Usted sólo puede soñar.
IRENE Y a propósito.
Yo de verdad
Pienso
Volver a trabajar.

Pausa.

CLARA En qué.
IRENE En el parque de diversiones.
En la tienda de souvenirs
Buscaban una vendedora.
CLARA Y te aceptaron
A ti.
IRENE Jefa de venta
Ya es un comienzo.
CLARA Y Carola.
IRENE Puede quedarse muy bien con Godofredo.
CLARA a Isabel.
Otra vez ha tenido
Usted suerte.
Nada de niños en el matrimonio.
ISABEL Puede tutearme
Y decirme "mi cuñada".
CLARA No pudiste buscar
Una amiga de mejor gusto.
A Isabel
Usted pequeña y arrogante hija de puta
No necesita empinar su pecho vulgar

61
De tanto orgullo desbordante
Por haber arruinado la familia de mi hermana.
ISABEL Debería estarme
Un poco más agradecida
Al fin y al cabo
Le hice un favor.

Entra Tomás, harapiento y trasnochado, con flores.

CLARA Un favor.
Porque me engañó.
Qué significa eso.
ISABEL Bueno... engañar...
Liberar...
La liberé de su amante.
Un sabueso horriblemente devoto.
TOMAS Isabel Isabel te estuve buscando toda la noche y la noche anterior y todos los días
y noches...
ISABEL Lo que usted haya hecho
Con eso
Es su problema.
Se marcha rápidamente para no encontrarse con Tomás.
TOMAS tras ella Isabel Isabel te amo Isabel te he estado esperando...
IRENE también tras ella, a Clara
Ahora ya lo sabes
CLARA sola Pobre Godofredo.

13

Banco, parque cerca del Museo. Clara sola.

CLARA Yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo yo intento decir yo todo el tiempo.


Pausa.
Estuve en el Museo de Historia Natural mirando todos esos abortos de la naturaleza.
Gemelos siameses, una cabeza dos cuerpos, dos cabezas un cuerpo, un tronco una
cabeza dos extremidades, hidrocefalias, fetos medio pez medio hombre, embriones con
pellejo con manos de topo con cola de dragón con espaldas abiertas incluso un cíclope se
encontraba entre ellos, podrías escucharlos, con voz de gatos. Pausa. Estuve esperando.
Estuve esperando escucharlos. Que se movieran, doblaran sus dedos soldados, giraran
sus ojos ciegos, emitieran una señal, toc aran el vidrio, distribuyeran el formol,
rompieran los cristales entre los que se encuentran como hortalizas muertas. Nada. Todo
permanece tranquilo. Nada se mueve. Pausa. El latido del propio corazón, el respiro, el
murmullo de la propia sangre en las venas propias el único ruido.

62
Yo.
Esperé una respuesta. Qué pasará. Qué debo hacer. Inútilmente.
Un niño de dos padres. Fue lo que pensé. Eso sí será lindo. Tiene lo mejor de nosotros
tres. Lo único que lo diferenciará de los otros de su especie será: que nacerá con dos
corazones. Cuando aguzo el oído, escucho una vez latir un corazón luego el otro, una
vez el corazón rápido y claro, luego el corazón oscuro y lento. Un corazón de día, un
corazón de noche. Puede ser una ventaja en la vida. Más tarde. No.

El chino, que ha escuchado a Clara, se acerca.

CHINO Señora. Tener fiebre. La llevo a casa.


CLARA A casa.
CHINO Dónde vive usted.
CLARA Pensión Rosa.
CHINO Vamos.
CLARA Cuando muera, quiero que me incineren.
Cuando el niño muera, que lo incineren también.
Ya no habrá sitio para tumbas. Es muy oscuro y frío.
CHINO Y por qué va a morir usted.
CLARA Sí. Sólo podrá ser: el niño o los dos juntos.
Sea como sea. Estará bien para todo el mundo.
CHINO La acompaño.
CLARA Por cuánto tiempo. Para siempre. A dónde. Será un sueño largo.
CHINO Hasta el final.
Me quedo con usted.
Pausa.
Alguna vez fui sepulturero.
Antes. En mi país.
Por eso me gusta
Pasear por los muros.
La tranquiliza eso.
CLARA Sí.
Cuente usted. De antes.
Cuando la gente iba a casa en camisas blancas.
Acompañados del incienso y del óleo del sacerdote.
Ungidos con desvanecimiento.
CHINO Yo también perdí mi trabajo.
Porque la gente no quiere ser enterrada.
Como usted.
Cada vez más ansían tener residuos limpios,
Higiénicos y que ahorren espacio.
Los crematorios tienen que construir nuevos hornos.
Ya no me necesitan para abrir nuevas tumbas,
Necesitan albañiles para levantar los nichos de las urnas,
Y técnicos de calefacción.
Una profesión un tanto peligrosa.

63
Antes alguno de nosotros
Se caía dentro de la recién abierta tumba.
Porque llovía y resbalaba sobre la hierba,
Porque estaba borracho o era miope;
Hoy algunos vuelan por el aire
Porque un marcapasos explotó en el horno.
Pausa.
Sepulturero se ha vuelto una profesión triste.
Ya no honramos a los muertos,
Ya no, dándoles aquello
Que llevaban en el corazón.
Un anillo, un amuleto, una imagen, una muñeca, una jarra.
Sino que los destripamos
Y les arrancamos lo que los mantenía con vida;
La máquina cardiaca tiene que
Ser extraída de ellos,
Para que el aparato de incineración
No corra peligro.
CLARA Yo yo yo yo también quisiera ser incinerada.
Pausa.
Sí asunto limpio.
Pausa.
No hay nada que decir en contra.

Silencio.

CLARA Pero luego


Formarán pequeñas bolas
Con mi ceniza.
Pequeñas bolas
De forma y tamaño no totalmente regular.
Que emitan destellos de color verde.
Verde como las aguas poco profundas,
Verde como la masa de los cactos,
Verde como el aire
Visto a través del vidrio de una botella.
Con eso se hará una cadena,
Y el niño que nunca he tenido
La llevará.
Prométamelo...

14

64
Clara sola, en la calle, frente a un pedazo de parque. Un extraño se acerca, espera un
momento, luego se une a ella.

EXTRAÑO Yo tampoco tengo nada que hacer.

Silencio.

CLARA Yo sí.

Silencio.

EXTRAÑO Ah, bueno. Pausa. Es usted...


CLARA Soy exactamente lo que usted piensa.

Silencio.

EXTRAÑO Bueno, entonces...


CLARA Sí.
EXTRAÑO Bien.

Se marchan.

15

Pensión de Clara.

GODOFREDO Aquí tienes


Sesentayochomilcuatrocientosveintisiete marcos y sesenta peniques.
Al contado en la mano.
Lo logré, yo.
Como lo deseabas.
CLARA Sesentayochomil...
GODOFREDO cuatrocientosveintisiete, aha, bueno, redondos.
Tú lo querías al contado, no.
CLARA Claro.
GODOFREDO Qué pasa.
No es suficiente.
CLARA Para empezar de nuevo en otro lugar
No es mucho que digamos.
GODOFREDO Era eso lo que querías.
CLARA No sé.
GODOFREDO Creo que sesentayochomilcuatrocientosveintisiete
Es una buena cantidad.

65
Y si te portas bien
Una cantidad tremendamente buena.
En el caso del dinero se produce además
Una multiplicación a partir de sí mismo.
Y eso, eso es por lo menos casi
El precio de la propiedad de una casa.
CLARA En la Baja Baviera quizás.
GODOFREDO Bueno, más no se podía sacar
En este momento.
CLARA Todas las mentiras y falsificaciones y engaños
Por sesentayochomil.
Podrías haber mentido
Por medio millón,
Tampoco lo podría devolver,
Pero podría haberme largado con él.
GODOFREDO Este no es tu crédito.
No es ni un crédito.
Simplemente lo desfalqué. Bueno, no fue fácil.
CLARA Robado.
GODOFREDO Sí. Y es sólo el comienzo.
Sólo estoy empezando.
Ya se asombrarán.
CLARA Arriesgas tu trabajo
Y montas todo un fraude
Por unos miserables sesentayochomil.
Sabes tú cuánto tiempo pueden vivir dos personas con esto.
GODOFREDO Sólo para ti Clara
Todo es para ti.
Eso te sacará de lo peor.
CLARA Qué te crees
Que tú eres el Robin Hood
Del negocio bancario o qué.
GODOFREDO No te preocupes.
El asunto es seguro por completo. Nunca se enterarán.
CLARA Godofredo, yo no quiero eso.
GODOFREDO No tienes que gastarlo todo enseguida.
Puedes ahorrar una parte.
Y esto es sólo el comienzo.
Clara, querías eso, te querías largar.
Porque, yo me iría contigo, en cualquier momento.
Sólo tienes que decirlo. Depende de ti.
CLARA A dónde.
GODOFREDO Africa quizás.
Un bello recorrido.
Y luego, vivir algo peligroso,
Algo excitante.

66
Podemos hacer un safari
En el Parque Nacional...
CLARA Y luego.
GODOFREDO Luego, no pienso tan lejos.
He dejado tras de mí
Mis planes futuros;
Trabajosamente me he reconquistado
Mi espontaneidad originaria.
Enfrentaré las inseguridades
De los nuevos días con...
Con confianza y combatividad.
Devorar el corazón del enemigo.
Demasiado tarde ya.
Yo no escondería el dinero debajo de la cama,
La sirvienta podría encontrarlo.
CLARA Aquí no hay ninguna.
GODOFREDO Pero ladrones quizás.
Hasta pronto.

16

Clara sola.
Clava el corazón en la pared.
Luego hace un paquete postal con los fajos de billetes y escribe sobre el mismo Para el
chino sin nombre, lo coloca de forma bien visible encima de la mesa.

CLARA escribiendo Ahora


Ahora podrán tenerme
Absolutamente gratis
A mí y mi hijo
Por este medio me pongo
En tanto unidad irrepetible
A disposición de la ciencia
De la investigación médica
Me podrán emplear en todo
Preparaciones genéticas trasplantes de órganos donaciones de tejidos
Soy muy propensa
Seguramente con rapidez
Estaría entre los
Casos más graves, absolutamente perdidos
Para que mi vida
No haya sido en vano.

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Coloca la carta en un sobre y lo sujeta también a la pared. Escribe encima: Indicaciones
para el uso. Ábrase después de mi muerte.
Luego se sienta en la cama, ingiere tabletas, se queda dormida.

17

Frente a la puerta de Clara. El chino aguza el oído y toca.

CHINO Clara, Clara, mujer, estás en casa...

Aguza nuevamente el oído, abre la puerta, despierta a Clara. El corazón en la pared


empieza a centellear tímidamente.

FIN

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