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COMBATE DEL 2 DE MAYO

El 2 de mayo de 1866, a las 10:00 la escuadra española, que se hallaba fondeada en la isla de
San Lorenzo, comenzó a levar anclas para marchar en dirección a El Callao. El buque insignia, la
fragata "Numancia", encabezaba una formación en V, sirviendo además de protección y buque
insignia para los demás barcos. Desde una perspectiva técnica esta formación pudo haber sido
mejorada, según diversos autores,1217 si el ataque hubiera sido tomando a las baterías del sur
entre dos fuegos incluyendo por retaguardia, se hubiera bombardeado a la población para
finalmente lanzarse sobre las defensas del norte. Pero, por una cuestión de honor militar la
intención del almirante español era atacar las baterías de frente.

A las 11:30 la "Numancia" largó la señal de zafarrancho de combate. La escuadra española se


dividió en dos grupos. El primero (I División), compuesto por la "Numancia", la "Blanca" y la
"Resolución" se dirigió hacia las defensas de la zona sur. El segundo, compuesto por la
"Berenguela" y la "Villa de Madrid" (II División) y por la "Almansa" y la "Vencedora" (III
División), se dirigió hacia el norte. La II División debía atacar las defensas de la zona norte y la
III debía enfrentarse con la flota peruana y bombardear el muelle y la población.

Pintura de Rafael Monleón (1847-1900) que representa el bombardeo de El Callao, en el


centro, la Numancia.

A las 11:50 la "Numancia" comenzó el bombardeo, siguiéndola a continuación la "Blanca" y la


"Resolución". Al tercer disparo del buque insignia español, los cañones de la Torre de La
Merced respondieron al ataque. Esto es debido a la actitud de José Gálvez, ministro de la
Guerra, quien no permitió a los artilleros disparar hasta que no lo hicieran los españoles. Al
preguntarle el porqué, respondió: «Justifiquemos nuestra causa». A continuación todas las
baterías de la zona sur abrieron fuego, mientras el ministro gritaba «Españoles, aquí os
devolvemos el tratado del 27 de enero». Este hecho hizo perder a las defensas del sur la
iniciativa estratégica. Ningún disparo peruano hizo blanco. Por lo que hubo que reapuntar los
cañones. Esta pérdida de tiempo (los grandes cañones tenían una cadencia de fuego de entre
veinte y veinticuatro minutos) se podría haber evitado si la artillería peruana hubiera
comenzado a disparar mientras los buques españoles tomaban posiciones (momento en el que
se encontraban prácticamente indefensos). Esto no pasó así en el frente norte, donde las
baterías peruanas sí aprovecharon esos momentos críticos para abrir fuego.

Al poco de comenzar el combate el "Cañón del Pueblo", un Blakely de 500 libras, tras realizar
su primer disparo se descarriló de su afuste por el retroceso, quedando inservible durante
todo el combate.

A las 12:10 el vapor "Tumbes" comenzó a salir del muelle con la intención de impactar su
torpedo de botalón contra un buque español. Los disparos de la "Numancia" y la "Almansa" le
hicieron retroceder y guarecerse de nuevo en el puerto.

A las 12:30 la "Berenguela" llegó a su posición, abrió fuego contra las defensas del norte y fue
respondida desde las baterías peruanas.

Pintura de Antonio Muñoz Degrain (1840-1924), que representa el momento en que el capitán
de navío Casto Méndez Núñez, es herido en el puente de la fragata blindada Numancia.

Algo más tarde de las 12:30 un disparo probablemente procedente del monitor "Loa" fue a
parar a la barandilla del puente de la "Numancia", donde se encontraban el Capitán de Navío
Juan Bautista Antequera y Bobadilla, Comandante del buque, y Casto Méndez Núñez,
Comandante General de la Escuadra. La bala produjo ocho heridas de cierta gravedad a
Méndez Núñez, que exclamó: «Me han llevado el brazo». A pesar de la insistencia de los
oficiales, el Comandante General se negó a retirarse al hospital de sangre, hasta que
finalmente se desplomó por la pérdida de sangre. Antes de que se lo llevaran del puente
ordenó que no se arriara su pabellón para no desanimar a las tropas.

Entre las 12:45 y las 13:00, la "Villa de Madrid" llegó a su destino y paró las máquinas para
colocarse en posición de combate. Mientras maniobraba, un certero disparo procedente de la
Torre "Junín" cayó sobre ella, destrozando su tubo de conducción de vapor, matando a 13
hombres e hiriendo a 22. La bala dejó inmovilizada a la fragata. La "Almansa" comenzó a
maniobrar para socorrer a la "Villa de Madrid", pero al ver que la más ágil "Vencedora" ya iba
en su ayuda, continuó con el combate. Mientras era remolcada fuera del combate, la fragata
llegó a efectuar 200 disparos.

Pasadas las 12:45 la Torre "Junín" cesó de hacer fuego.

A las 13:00 una granada, muy probablemente disparada desde la "Blanca", cayó sobre los
saquetes de pólvora de uno de los cañones de la Torre de La Merced. Al estallar hizo saltar por
los aires la torre, pereciendo 41 hombres, entre ellos el ministro José Gálvez, el ingeniero
colombiano Cornelio Borda, el jefe de la torre, Coronel Enrique Montes, el Capitán de Artillería
chileno Juan Salcedo y el Coronel Toribio Zavala, hermano de Juan de Zavala, ministro de
Marina de España. Después de la explosión, la "Resolución" se separó de la I División y se
dirigió hacia el muelle para apoyar a la III División. Tras bombardear la población y la flota
peruana durante un largo espacio de tiempo, regresaría a su posición original para cañonear el
Fuerte Santa Rosa.

Sobre las 13:00 la "Berenguela" que luchaba en solitario contra las defensas del norte (la "Villa
de Madrid" había tenido que abandonar el combate), recibió una bala de 500 libras,
proveniente del Fuerte Ayacucho, que impactó bajo la línea de flotación abriendo un boquete
de 14 pies de largo por 4 de ancho. Poco después, un nuevo disparo del "Ayacucho" atravesó
el costado del barco, provocando un incendio en el departamento contiguo al pañol de la
pólvora. Mientras se intentaba taponar la vía de agua con colchones, coys y otros materiales,
se trasladaron todos los cañones a babor, se desaguaron los aljibes de estribor y se pusieron
en funcionamiento todas las bombas. Al tiempo, se trataba de extinguir el incendio.
Finalmente, se logró contener el agua y apagar el fuego. El buque, ladeado, se retiró del
combate. Al pasar frente a la corbeta británica "Shearwater", su comandante les ofreció ayuda
y gritó: «¡Valiente "Berenguela", aquí estoy yo para recogeros!», a lo que el comandante del
barco español, Manuel de la Pezuela y Lobo respondió: «De nada necesito», y continuó hacia
el fondeadero. Con dos fragatas imposibilitadas de seguir combatiendo, la II División de la
Escuadra había sido rechazada por las defensas peruanas.

A las 13:30 la "Vencedora" regresó de nuevo al combate tras poner a salvo a la "Villa de
Madrid". Tras colocarse en su posición continuó con el bombardeo sobre las defensas del
norte, los buques peruanos y la población.

Estado del caso de la fragata Almansa después del combate.

A las 14:30 una enorme granada explotó en la batería de la "Almansa", provocando la


inflamación de los guardacartuchos. El incendio se propagó por el sollado hasta llegar al
antepañol de la pólvora. El Comandante de la fragata, Victoriano Sánchez Barcáiztegui, tras
recibir tres partes en los que se solicitaba anegar el pañol para que la pólvora no explotara,
exclamó: «Yo hoy no mojo la pólvora, volaremos antes». Mientras el buque seguía disparando
sus cañones, el Comandante ordenó izar la señal de "fuego a bordo" y separarse de la cercana
"Numancia", para evitar así que le afectara la posible explosión de su barco. Una vez que se
consiguió sofocar el fuego, la "Almansa" volvió a su posición original, reanudando el cañoneo a
las 15:00 sobre el Fuerte Santa Rosa, la flota peruana y la población.

A las 14:30 una bala procedente del Fuerte Santa Rosa cayó sobre la "Blanca", destrozando el
almacén de agua y causando la muerte a 8 hombres. Entre los heridos se encontraba el
Comandante del buque, Juan Bautista Topete, que regresó curado diez minutos después. Al
poco la munición se agotó, por lo que el Comandante decidió retirarse del frente. Tras dirigirse
hacia la "Berenguela" y comprobar que no precisaba ayuda, volvió hacia el frente, colocándose
entre el Fuerte Santa Rosa y la población. A las 15:30 se agotaron definitivamente todas las
balas y los cohetes incendiarios. Entonces, el buque se colocó entre la I y la III División para
prestarles auxilio en caso de necesitar ayuda.

A las 15:40 la "Vencedora" trató de disparar cohetes incendiarios sobre el puerto y la


población, pero al reventar el disparador, tuvo que volver a usar los cañones.

A las 16:00 únicamente tres cañones del Fuerte Santa Rosa responden desde tierra al fuego
español (según fuentes españolas eran los únicos que lo hacían).

A las 16:45 la escuadra española decide dar por finalizado el combate. A las 17:00 se da la
orden de finalizar el bombardeo. A las 17:30 la "Almansa" detiene el cañoneo. Tras dar tres
vivas a la Reina, la "Numancia", la "Blanca", la "Resolución", la "Almansa" y la "Vencedora"
salieron de la rada del Callao y se dirigieron al fondeadero, donde esperaban el resto de
barcos.

Sobre las 17:50, cuando la escuadra ya estaba cercana a la isla de San Lorenzo, los tres cañones
del Fuerte Santa Rosa que aún respondían al fuego español, efectuaron sus últimos disparos.
Según el parte dado por Méndez Núñez estos se realizaron sin bala.18

El último disparo lo efectuó el monitor peruano "Victoria". A las 18:00 la Escuadra llegó al
fondeadero.

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