You are on page 1of 85

Diginidad humana.

Filosofía,
bioética y derechos humanos
La dignidad humana
Filosofía, bioética y derechos humanos


Colección: Derechos Humanos para Todos
Serie: Debates y Nuevos desafíos
Cuaderno: La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

1a edición: junio de 2010


La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

Esta publicación fue realizada por la Dirección Nacional de Atención a Grupos en Situación
de Vulnerabilidad dependiente de la Subsecretaría de Protección de Derechos Humanos de la
Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de
la Nación.

Edición, diseño y diagramación: Área de Publicaciones de la Secretaría de Derechos Humanos


del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.

25 de mayo 544. PB. Ciudad de Buenos Aires. Argentina.


www.derhuman.jus.gov.ar

Impreso en la Argentina.


Presidenta de la Nación
Dra. Cristina Fernández de Kirchner

Ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos


Dr. Julio César Alak

Secretario de Derechos Humanos


Dr. Eduardo Luis Duhalde

Subecretario de Protección de Derechos Humanos


Dr. Luis Hipólito Alén

Directora Nacional de Atención a Grupos en Situación de Vulnerabilidad


Lic. Victoria Julia Martínez



La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos
Presentación
Lic. Victoria Martínez 7
Contenido
Conferencia de apertura
Dr. Eduardo Luis Duhalde 9
Palabras de presentación
Dr. Juan Carlos Tealdi 13
Dr. Luis Alén 15
Filosofía y dignidad 17
Dignidad,
Dra. María Luisa Pfeiffer 19
La actualidad del concepto kantiano de dignidad,
Dr. Mario Heler 25
Hegel, la dignidad del sujeto,
Prof. Rubén Dri 30
Bioética y dignidad 37
Dignidad humana y bioética.
Universalidad y fragmentación de la moral,
Dr.Juan Carlos Tealdi 39
Interferencias entre biopolítica, bioética y dignidad humana,
Prof. Patricia Digilio 50
Casos de bioética y derechos humanos 57
El trabajo de la Secretaría de Derechos Humanos,
Lic. Victoria Martínez 59
El trabajo del Equipo Interdisciplinario Auxiliar de la Justicia
de la CONADI: reflexiones éticas,
Lic. Alicia Stolkiner 61
Dignidad, derechos humanos y bioética,
Dra. Andrea Gualde 68


Dignidad y derechos humanos 73
Contenido
Ética y derechos humanos,
Dr. Rodolfo Mattarollo 75
Dignidad humana y derecho comparado
Dra. Laura Saldivia 80
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos


Presentación

La Secretaría de Derechos Humanos desde el inicio de su actual gestión en el año 2003 ha


tomado a la bioética como una prioridad de sus líneas de trabajo por su indisoluble relación con
la garantía de los derechos humanos.
La República Argentina, representada por la Secretaría de Derechos Humanos y el acompa-
ñamiento de los países latinoamericanos, ocupó un lugar central en el proceso de elaboración,
negociación y adopción de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la
UNESCO.

A partir de ello se promueve su difusión y la permanente aplicación de sus principios en la


creación de una política de bioética, respetuosa de todos los derechos humanos, especialmente
con valores de equidad y calidad en el acceso al derecho a la salud desde su integralidad.

En este marco, la Jornada La dignidad humana. Filosofía, Bioética y Derechos Humanos, reali-
zada el día jueves 16 de abril de 2009 en el Salón Auditorio del Archivo Nacional de la Memoria,
se inscribe en este afán por fortalecer el principio de respeto de la dignidad humana como valor
constitutivo e irrenunciable del derecho internacional de los derechos humanos y principio rector
de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de la UNESCO.
Como objetivo específico, la jornada propuso reflexionar, evidenciar y dar respuesta a aque-
llas iniciativas que en el ámbito académico o desde otros ámbitos institucionales han cuestionado
el alcance universal de la dignidad humana y su respeto.

La actividad se desarrolló en cuatro mesas en las que participaron destacados especialistas


y que abordaron las siguientes temáticas: “Filosofía y Dignidad Humana”; “Dignidad Humana
y Bioética”; “Casos de Bioética y Derechos Humanos”; “Dignidad Humana y Derechos Huma-
nos”.
La apertura fue realizada por el Secretario de Derechos Humanos, Dr. Eduardo Luis Duhalde,
quien destacó el trabajo de la Secretaría de Derechos Humanos, a su cargo, en la temática, y
tomó además en su presentación, las palabras que pronunciara Julio Cortázar el 24 de marzo de
1981 en un acto de repudio a la dictadura genocida argentina realizado en el Centro Cultural de
la Villa de Madrid, que él tituló “Las palabras violadas”, como ejemplo en que se encuentra el
debate en torno a la dignidad humana en relación a la bioética y los derechos humanos.
El Dr. Juan Carlos Tealdi, coordinador del Consejo Nacional de Ética y Derechos Humanos
para las Investigaciones Biomédicas de la Secretaría de Derechos Humanos, gestor y coordina-
dor de la jornada, realizó un recorrido histórico respecto de las concepciones sobre la dignidad
en bioética desde 1947 hasta la actualidad, destacando la importancia de una restauración del
universalismo de los derechos humanos en la bioética.
Cerró su exposición haciendo referencia a la manipulación de los laboratorios en relación a
los sujetos que se reclutan y someten a las investigaciones, con una fuerte posición respecto de
la protección de los derechos y la dignidad de los pacientes.


En esta publicación se presentan las ponencias presentadas por cada expositor, con el objeto
de realizar un aporte valioso a la reafirmación del respeto de la dignidad humana.

Victoria Martínez
Directora Nacional de Atención a Grupos
en Situación de Vulnerabilidad
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos


Conferencia de Apertura*

Buenos días a todos, a los partícipes como Decía Julio Cortázar:


ponentes de esta jornada y a los inscriptos. Los que asistimos a reuniones como ésta
Una jornada que realmente para nosotros tie- sabemos que hay palabras-clave, palabras-
ne una enorme importancia en esta reflexión cumbre que condensan nuestras ideas, nues-
sobre dignidad humana, filosofía, bioética y tras esperanzas y nuestras decisiones, y que
derechos humanos. deberían brillar como estrellas mentales cada
La Secretaría de Derechos Humanos viene vez que se las pronuncia. Sabemos muy bien
trabajando en la problemática de la bioética y cuáles son esas palabras en las que se centran
los derechos humanos intensamente desde el tantas obligaciones y tantos deseos; libertad,
comienzo de la actual gestión, en el año 2003; dignidad, derechos humanos, pueblo, justicia
y en la cual es un puntal fundamental Dr. Juan social, democracia, entre muchas otras cosas. Y
Carlos Tealdi, no sólo por su experticia y su ahí están otra vez esta noche, aquí las estamos
nivel científico, sino por su compromiso y los diciendo porque debemos decirlas, porque
esfuerzos puestos en estos últimos cinco, seis ellas aglutinan una inmensa carga positiva sin
años de trabajo conjunto, llevando al plano la cual nuestra vida tal como la entendemos no
internacional la problemática de los derechos tendría el menor sentido, ni como individuos
humanos como indisoluble con respecto a los ni como pueblos. (…) las estamos diciendo,
principios de la bioética. las estamos escuchando. Pero en algunos de
Yo voy a utilizar casi totalidad del tiempo nosotros, acaso porque tenemos un contacto
de esta presentación leyéndoles a ustedes las más obligado con el idioma, que es nuestra he-
palabras que pronunciara Julio Cortázar el 24 rramienta estética de trabajo, se abre paso un
de marzo de 1981 en un acto de repudio a la sentimiento de inquietud, un temor que sería
dictadura genocida argentina realizado en el fácil callar en el entusiasmo y la fe del momen-
Centro Cultural de la Villa de Madrid, que él to, pero que no debe ser callado cuando se lo
tituló “Las palabras violadas”. Ya que hacen al siente con la fuerza y con la angustia con que
punto en que se encuentra el debate en torno a mí se me ocurre sentirlo.
a la dignidad humana en relación a la bioética Una vez más, como en tantas reuniones,
y los derechos humanos. No voy a leer el texto coloquios, mesas redondas, tribunales y co-
completo. He tomado lo que entendí eran sus misiones, surgen entre nosotros palabras cuya
aspectos esenciales. Claro está que esta suer- necesaria repetición es prueba de su importan-
te de genocidio literario que he hecho con el cia; pero a la vez se diría que esa reiteración
texto de Cortázar le hace perder, a lo mejor, lo las está como limando, desgastando, apagan-
esencial de su belleza. Pero seguro que Julio, do. Digo «libertad», digo «democracia», y de
que era un buen amigo, hubiera entendido es- pronto siento que he dicho esas palabras sin
tos cortes para hacer posible hoy su lectura, haberme planteado una vez más su sentido
sacrificando lo estético al carácter instrumen- más hondo, su mensaje más agudo, y siento
tal de sus palabras. también que muchos de los que las escuchan
*Dr. Eduardo Luis Duhalde, Secretario de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos
Humanos de la Nación.


las están recibiendo a su vez como algo que Todo esto sería acaso menos grave si frente
amenaza convertirse en un estereotipo, en un a nosotros no estuvieran aquellos que, tanto en
cliché sobre el cual todo el mundo está de el plano del idioma como en el de los hechos,
acuerdo porque ésa es la naturaleza misma intentan todo lo posible para imponernos una
del cliché y del estereotipo: anteponer un lu- concepción de la vida, del Estado, de la so-
gar común a una vivencia, una convención a ciedad y del individuo basada en el desprecio
una reflexión, una piedra opaca a un pájaro elitista, en la discriminación por razones racia-
vivo. les y económicas, en la conquista de un poder
omnímodo por todos los medios a su alcance,
Y es entonces que en las encrucijadas críti- desde la destrucción física de pueblos ente-
cas, en los enfrentamientos de la luz contra la ros hasta el sojuzgamiento de aquellos grupos
tiniebla, de la razón contra la brutalidad, de la humanos que ellos destinan a la explotación
democracia contra el fascismo, el habla asume económica y a la alienación individual. Si algo
un valor supremo del que no siempre nos da- distingue al fascismo y al imperialismo como
mos plena cuenta. Ese valor, que debería ser técnicas de infiltración, es precisamente su
nuestra fuerza diurna frente a las acometidas empleo tendencioso del lenguaje, su manera
de la fuerza nocturna, ese valor que nos mos- de servirse de los mismos conceptos que esta-
traría con una máxima claridad el camino fren- mos utilizando aquí esta noche para alterar y
te a los laberintos y las trampas que nos tiende viciar su sentido más profundo y proponerlos
el enemigo, ese valor del habla lo manejamos como consignas de su ideología.
a veces como quien pone en marcha su auto-
móvil o sube la escalera de su casa, mecánica- Nuestros enemigos han mostrado su capa-
mente, casi sin pensar, dándolo por sentado y cidad de insinuar, de introducir paso a paso
por válido, descontando que la libertad es la un vocabulario que se presta como ninguno
libertad y la justicia es la justicia, así tal cual al engaño, y si por nuestra parte no damos al
y sin más, como el cigarrillo que ofrecemos o habla su sentido más auténtico y verdadero,
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

que nos ofrecen. puede llegar el momento en que ya no se vea


Hoy, que en muchos otros países del mun- con la suficiente claridad la diferencia esen-
do se juega una vez más el destino de los pue- cial entre nuestros valores políticos y sociales
blos frente al resurgimiento de las pulsiones y los de aquellos que presentan sus doctrinas
más negativas de la especie, yo siento que no vestidas con prendas parecidas; puede llegar
siempre hacemos el esfuerzo necesario para el día en que el uso reiterado de las mismas
definirnos inequívocamente en el plano de la palabras por unos y por otros no deje ver ya
comunicación verbal, para sentirnos seguros la diferencia esencial de sentido que hay en
de las bases profundas de nuestras conviccio- términos tales como individuo, como justicia
nes y de nuestras conductas sociales y políti- social, como derechos humanos, según que
cas. Y eso puede llevarnos en muchos casos a sean dichos por nosotros o por cualquier de-
luchar en la superficie, a batirnos sin conocer magogo del imperialismo o del fascismo.
a fondo el terreno donde se libra la batalla y Poco a poco esas palabras se viciaron, se
donde debemos ganarla. Seguimos dejando enfermaron a fuerza de ser violadas por las
que esas palabras que transmiten nuestras peores demagogias del lenguaje dominante.
consignas, nuestras opciones y nuestras con- Y nosotros, que las amamos porque en ellas
ductas, se desgasten y se fatiguen a fuerza de alienta nuestra verdad, nuestra esperanza y
repetirse dentro de moldes avejentados, de nuestra lucha, seguimos diciéndolas porque
retóricas que inflaman la pasión y la buena vo- las necesitamos, porque son las que deben ex-
luntad pero que no incitan a la reflexión crea- presar y transmitir nuestros valores positivos,
dora, al avance en profundidad de la inteligen- nuestras normas de vida y nuestras consignas
cia, a las tomas de posición que signifiquen un de combate. Las decimos, sí, y es necesario y
verdadero paso adelante en la búsqueda de hermoso que así sea; pero, ¿hemos sido capa-
nuestro futuro. ces de mirarlas de frente, de ahondar en su sig-

10
nificado, de despojarlas de las adherencias de a la bioética y los derechos humanos. Como
falsedad, de distorsión y de superficialidad con toda lucha histórica por los derechos, ésta tie-
que nos han llegado después de un itinerario ne el carácter de un combate que, en el plano
histórico que muchas veces las ha entregado y científico y académico, nos remite al enfrenta-
las entrega a los peores usos de la propaganda miento con ideologías e intereses económicos
y la mentira? y políticos que no por solapados o no expli-
citados dejan de animar, desde esa perspec-
Y así podríamos seguir pasando revista al tiva que cuestionamos, la gran batalla por la
doble juego de escamoteos y de tergiversacio- producción de sentido del discurso en torno a
nes verbales que, como se puede comprobar la dignidad del ser humano, frente a los apro-
cien veces en ese y en tantos otros casos, ter- piadores de palabras y conceptos, al trastocar
mina por influir en mucha gente y, lo que es su sentido. No olvidemos, al reflexionar sobre
peor, golpea a las puertas de nuestro propio este combate, que en Chile, a principios de los
discurso político con las armas de la televisión, 60, un ciudadano alemán, nazi y pedófilo, fun-
de la prensa y del cine, para ir generando una dó junto a otros compatriotas de igual ideolo-
confusión mental progresiva, un desgaste de gía una colonia que llamó “Dignidad”. Y que
valores, una lenta enfermedad del habla, una trece años más tarde, tras el golpe de Pinochet,
fatiga contra la que no siempre luchamos como para coronar la perversidad de la apropiación
deberíamos hacerlo. del concepto, los administradores de la colonia
¿Pero en qué consiste ese deber? Detrás de “Dignidad” celebraron un convenio con el jefe
cada palabra está presente el hombre como de la DINA, el genocida Manuel Contreras, por
historia y como conciencia, y es en la natu- el cual se instaló allí un campo clandestino de
raleza del hombre donde se hace necesario detención y tortura.
ahondar a la hora de asumir, de exponer y de Como ustedes saben, el concepto de bioé-
defender nuestra concepción de la democracia tica es relativamente nuevo y nace a principios
y de la justicia social. de la década del 70. Se le atribuye a Van Rens-
selaer Potter, aunque el verdadero nacimiento
Es tiempo de decirlo: las hermosas palabras se encuentra en el Código de Nuremberg, de
de nuestra lucha ideológica y política no se en- 1947, como respuesta a los experimentos mé-
ferman y se fatigan por sí mismas, sino por el dicos del nazismo.
mal uso que les dan nuestros enemigos y el que Un año más tarde, la Asamblea General de
en muchas circunstancias les damos nosotros. las Naciones Unidas aprobaba la Declaración
Una crítica profunda de nuestra naturaleza, de Universal de los Derechos Humanos, cuyo ar-
nuestra manera de pensar, de sentir y de vivir, tículo primero consagra que todos los seres hu-
es la única posibilidad que tenemos de devol- manos nacen libres e iguales en su dignidad y
verle al habla su sentido más alto, limpiar esas en sus derechos. Desde entonces, se ha venido
palabras que tanto usamos sin acaso vivirlas avanzando en el desarrollo de la bioética y su
desde adentro, sin practicarlas auténticamen- relación con los derechos humanos, donde uno
te desde adentro, sin ser responsables de cada de los hitos fundamentales es la Declaración
una de ellas desde lo más hondo de nuestro de Helsinki de la Asociación Médica Mundial,
ser. Sólo así esos términos alcanzarán la fuerza hasta llegar a la Declaración Universal sobre
que exigimos en ellos, sólo así serán nuestros y Bioética y Derechos Humanos, aprobada por
solamente nuestros. Sólo así lograremos que el la UNESCO, y donde jugó un papel fundamen-
futuro responda a nuestra esperanza y a nues- tal la representación argentina, a través del Dr.
tra acción, porque la historia es el hombre y se Juan Carlos Tealdi, y los países de América La-
hace a su imagen y a su palabra. tina allí representados.
Sin embargo, el desarrollo geométrico tec-
Creo que no podríamos expresarlo de me- nológico, la globalización de la economía
jor manera que Julio Cortázar. Y las palabras capitalista bajo los principios del más salvaje
de éste nos permiten plantear el nudo del de- neoliberalismo y los intereses crecientes de la
bate hoy en relación a la dignidad humana, industria farmacéutica a nivel mundial, han

11
hecho que sus exponentes en el campo de la mentales. Esos valores y esos derechos cons-
ciencia bioética hayan pretendido y sigan pre- tituyen la dignidad humana, que no admite
tendiendo arrasar estos avances históricos en recortes ni menoscabos en su respeto.
medio del “safari de las investigaciones globa- Hace largo tiempo que, en lo personal, y
les a la caza del cuerpo humano”, según pala- mucho antes de que la vida me convirtiera en
bras del Dr. Tealdi, al referirse al crecimiento y un gerenciador de las políticas públicas en
carácter de las investigaciones médicas en los derechos humanos que vengo sosteniendo en
países periféricos. mis escritos y en foros internacionales que la
Pronto olvidaron la razón de ser del Códi- ética en nuestro tiempo es la defensa de los
go Nuremberg y fueron más allá con la per- derechos humanos, convertida ya en filosofía
versa desnaturalización de la Declaración de política referenciadora del contenido demo-
Helsinki, creando un doble estándar aplicable, crático universal. Y por lógica consecuencia, la
diferenciando, a los países desarrollados de los dignidad humana no es un concepto abstracto,
países pobres. Aún hoy, con sus concepciones sino concreto. La dignidad no se agota en cate-
elusivas y sus prácticas discriminatorias y ra- gorías axiológicas atemporales. La particulari-
cistas, cuando no criminales, en nombre de dad de cada ser humano y de su entorno social
una pseudo moral pragmática, y en su negativa no puede generar desigualdades de estándares
a reconocer la unidad indisoluble que existe aplicables, sino por el contrario, enriquecer
entre la bioética y derechos humanos, siguen con múltiples miradas su lugar en el mundo.
dando batalla en el campo científico. Para concluir, quiero señalar que en el ejer-
Y allí radica la importancia que tiene para cicio de la docencia, forzando los principios
todos nosotros la recuperación del sentido jurídicos y normativos, y con el fin de que se
sustantivo de los principios éticos y de los de- haga carne el respeto debido del ser humano,
rechos humanos en relación a la bioética; de suelo decir que los derechos humanos son los
reafirmar que la dignidad como principio rec- derechos del otro y que nos comprende a cada
tor nace de reconocer que el ser humano tiene uno de nosotros, en tanto somos “el otro del
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

una finalidad en sí mismo y no es un medio; otro”. La lucha por el respeto a la dignidad hu-
que tiene poder determinante por sí mismo a mana es nuestro compromiso.
los fines que persigue y que los valores inma-
nentes de su condición humana son absolutos Muchas gracias.
y están representados como derechos funda-

12
Palabras de inauguración*

Buenos días a todos, muchas gracias. Yo una de las misiones y de los deberes funda-
voy a ser muy breve. En realidad el Secretario, mentales de toda ética es ser fiel a la verdad.
el Dr. Duhalde, ha hecho la mejor presenta- No podemos pensar, siquiera, en ningún tipo
ción que se puede hacer de esta convocatoria de ética sin debernos a la verdad. De manera
y ha captado magistralmente, digamos, cuál es que creemos que, los que trabajamos en ética,
la idea central que nos convoca hoy. tenemos que trazar ese eje para el significado
Hoy venimos aquí a defender, a fortalecer, de las palabras.
a trabajar el significado de una palabra, de una Y, finalmente, los derechos humanos. Los
palabra que… tan sólo una palabra, como nos derechos humanos porque, bueno, obviamen-
recordaba Cortázar, nos puede abrir todo un te, la dignidad es un concepto arquitectónico
mundo, o puede ser el cimiento de todo un de los derechos humanos, ¿no es cierto? Es un
mundo. Bueno, esa palabra es “dignidad”. La concepto base. Pero los derechos humanos,
venimos hoy a defender, porque hay quienes la entre las tantas cuestiones que tenemos para
atacan. Y entonces, nuestro deber es estar aquí ver en ellos, hay una cuestión central que tiene
para defenderla y para decir lo que tenemos que ver con el significado de la dignidad, tiene
que decir. que ver con el significado de la ética y tiene
Vamos a trabajar en cuatro sesiones. Una que ver con el significado entero de la historia
de ellas va a ser sobre casos, porque efectiva- de la filosofía. Y es que hay cuestiones de justi-
mente creemos que todo lo que hoy reflexio- cia que no son negociables. Ese es el límite de
nemos, todo lo que venimos aquí a pensar y a las discusiones teóricas, de las palabras, para
hablar y a compartir, finalmente tiene sentido cuando pasamos a los actos. Las palabras con-
en los cuerpos concretos de aquellos que son vertidas en actos tienen un límite, y tienen un
la materialización de la dignidad, ¿no es cier- límite que no se negocia, que no se discute. Y
to?, en el cuerpo de cada ser humano, de cada ese límite lo marcan los derechos humanos.
persona, de cada uno de nosotros. De manera que estos van a ser los tres ejes
Pero vamos a trabajar también desde los concentrados, como digo, pensando en los ca-
ejes de la filosofía, tratando de mostrar que la sos concretos en los cuales se discute el con-
filosofía tiene, entre otras cosas, la misión de cepto de “dignidad”.
ser memoria de la historia crítica del pensa- Finalmente, venimos a hacerlo en este es-
miento. Una filosofía verdadera creemos que pacio, que es lo que fue la Escuela de Mecáni-
tiene que ofrecer eso: la discusión del signifi- ca de la Armada, que fue uno de los epicentros
cado de las palabras. Entonces, vamos a tener contemporáneos del mal absoluto. De manera
la primera sesión dedicada a la mesa sobre fi- que pensar la dignidad en este espacio, para
losofía y dignidad. Vamos a tener otra, porque quienes puedan hablar y escribir sobre la dig-
ha sido uno de los nudos centrales de ataque nidad en otros sitios, habría que convocarlos
al concepto de dignidad, dedicado a bioética y a que hablen de la dignidad aquí. Yo creo que
dignidad. Y creemos que para la ética, para la aquí el significado de las palabras también,
bioética como para cualquier ética, digamos, y de una palabra como “dignidad”, tiene un

*Dr. Juan Carlos Tealdi, Director del Programa de Bioética del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos
Aires, y asesor en Bioética de la Secretaría de Derechos Humanos.

13
peso, pensando en las víctimas, que va mucho nos y de la misma bioética. De eso vamos a
más allá de la filosofía, de los derechos huma- hablar hoy. Muchas gracias.
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

14
Palabras de inauguración*

Buenos días a todas y a todos. Creo que puedan ejercer en plenitud. El sentido de estas
poco se puede agregar a lo que ya dijeron jornadas se inscribe en esa recuperación del
quienes me precedieron, que han explicado carácter ético del Estado, al cual la Secretaría
no sólo el sentido de estas jornadas sino tam- de Derechos Humanos tiene el deber de pro-
bién la manera en que se van a desarrollar y el mover, tiene el deber de ejercitar y tiene el de-
por qué de elegir este ámbito, donde la digni- ber de crear las políticas públicas que perdu-
dad libró uno de sus combates más dolorosos, ren en el tiempo y que excedan los límites de
como para celebrar esta reunión. una gestión.
Simplemente agregar que, como forma de En ese sentido es que hemos convocado a
recuperar el único sentido que puede tener esta reunión. En ese sentido es que esperamos,
el Estado, que es una ética de defensa de los con la participación de todos, que se enriquez-
derechos de todos, de garantizar que los de- ca este debate y que la dignidad recupere ese
rechos humanos no sean simplemente un ca- verdadero sentido que, Cortázar decía, tantas
tálogo que se enuncia de vez en cuando, sino veces fue violado por el enemigo.
una vida que se ejerce plenamente; de crear Nada más y muchas gracias.
las condiciones necesarias para que todos los

* Dr. Luis Alén, Subsecretario de Protección de Derechos Humanos, Secretaría de Derechos Humanos.

15
16
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos
Filosofía y dignidad

17
18
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos
Dignidad*

“El carácter destructivo no vive del sentimiento de que la vida es valiosa,


sino del sentimiento de que el suicidio no merece la pena”.

W. Benjamin

“El concepto de dignidad humana tiene un carácter adscriptivo. Expresa y atribuye una
evaluación positiva; en este caso, moral podría decirse que, en este sentido, predicar la
dignidad de X es lo mismo que predicar su humanidad.
Adscribirle dignidad al ser humano viviente es algo así como colocarle una etiqueta de
valor no negociable, irrenunciable, ineliminable e inviolable, que veda todo intento de
auto o heterodeshumanización.

Consideraré que tanto los unos como los otros se basan en una concepción del ser humano
viviente que veda su tratamiento “solamente como un mero medio”, tal como reza la
segunda fórmula del imperativo categórico kantiano.3 Y “Obra de tal modo que uses la
humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un
fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio”.

Cfr. Fundamentación de la metafísica de las costumbres, traducción de Manuel García


Morente, México D.F.: Porrúa 1983, pág. 44.

Introducción de unos hombres con otros. Las palabras cons-


truyen las relaciones y dan sentido al mundo
Esta reflexión tiene que ver con el peso y el en que nos movemos y somos. No sólo cum-
valor de las palabras, sobre todo frente al em- plen un rol descriptivo sino constructivo y a
peño de algunos bioeticistas actuales en de- veces misteriosamente transformador de la
fenestrar del campo de la bioética la palabra realidad: respecto de esto último pensemos
dignidad y con ella el concepto de dignidad en las palabras que curan, en las que hacen
humana. llover, en las que ganan un combate, en las
Todo lo que somos y lo que nos rodea está que cambian un corazón, las que abren puer-
construido con palabras y no es ni gratuito ni tas y tesoros, en las que en la misa católica
inocente usar unas u otras. Es en la comunidad transforman un pedazo de pan en el cuerpo
lingüística que llegamos a acuerdos y desa- de Cristo.
cuerdos, a consensos o disensos, a formular Pero además de modificar el mundo, las
leyes, a establecer complicidades, a declarar- palabras impiden actuar o empujan a ello,
nos el amor o el odio, a dolernos, alegrarnos, vuelven la acción intrascendente, banal, ab-
admirarnos. Palabras habladas, expresadas con surda, imposible, ajena, indebida, inútil, pe-
el gesto, traducidas, gritadas, murmuradas, in- ligrosa, y entonces justifican dejar todo como
cluso calladas en el silencio compartido. El está, dedicarse a la crítica de la acción de
pensamiento no puede separarse de ellas que otros, dejar todo en manos de Dios, el destino
adquieren peso y significación en la relación o lo que es peor los poderosos que sí saben

* Dra. María Luisa Pfeiffer, doctora en Filosofía, Universidad de París, Sorbonne. Docente de Bioética, Universidad
de Buenos Aires, investigadora de carrera del CONICET.

19
del valor de las palabras y cómo y dónde usar- que no es posible pensar la igualdad y desde
las. Pero también puede suceder lo contrario y esta palabra construir sistemas deontológicos
confiar en que las palabras puedan transformar si antes no hemos aceptado la dignidad del ser
el mundo indeseado en que vivimos, y enton- humano, es decir su valor como tal. Toda jus-
ces vale la pena jugarnos por ellas. ticia será parcial y todo derecho conculcable
Los textos de este volumen se aglutinan si no lo pensamos sostenido sobre la dignidad.
alrededor de una palabra: dignidad, empuja- Ésta sostiene lo que consideramos el sistema
dos en parte por la indignación, en parte por político más aceptable para la defensa de los
la obligación que nos exige comprometernos y derechos cual es la democracia. “La premisa
asumir riesgos, fundamentalmente creyendo en más básica de la democracia occidental —
la acción transformadora de la palabra. No es que el gobierno debe ser republicano más que
casual ni gratuito que escribamos sobre la dig- despótico— implica un compromiso con esa
nidad, porque esta palabra genera hoy escozor, concepción de la dignidad humana”.
disgusto, fastidio, en algunos ámbitos del pen-
samiento que tienen que ver con la bioética. El uso de las palabras
Mientras muchos bioeticistas siguen discutien-
do cuestiones lejanas a nuestra realidad como Estoy convencida de que muchas palabras
la clonación o el futuro hombre cibernético, que tienen que ver con el respeto al otro, con
los que saben cuándo, cómo y dónde usar las el ejercicio de la ética, llegan a convertirse en
palabras, escriben artículos en que consideran un fuerte peso sobre las espaldas de los hom-
a la dignidad un concepto inútil, una palabra bres por acumulación y que ello puede generar
inútil que puede ser suplantada por otras más dos movimientos: subirse sobre ellas y crecer
útiles, más operativas, más prácticas. Frente a o tratar de destruirlas. Permitirles que se acu-
esto, la pregunta clave es ¿más útil para qué? mulen en los oídos, en la mente, en el cora-
Éticos como Kant o Mill, por citar dos pen- zón, las convierte en una música, un discurso,
sadores caros a la bioética, suponen que hay un sentimiento, aceptado y valorado. Esto lo
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

palabras como justicia, igualdad, derecho, que saben muy bien los poderosos que nos llenan
mueven a la acción, que tienen el valor de im- de palabras vacuas los oídos, de discursos con
perativos, de leyes, es decir de mandatos que verdades a medias, de referencias a perennes
empujan a abrazar ciertas conductas, a vivir deseos incumplidos como la felicidad; que
de una determinada manera que ellos califican acuden a las mismas palabras que usa el dolor
de humana, de digna. Para ellos, es su reco- de las personas para expresarse cambiándoles
nocimiento por la racionalidad común a todos el contexto y transformándolas en banalidades
los hombres y mujeres, lo que otorga a estas y así hablan de justicia, de libertad, de igual-
palabras su condición de imperativas, y por dad, hablan de vigencia del derecho generan-
ello sostienen y fundamentan sobre ese reco- do cada vez más sociedades desiguales, injus-
nocimiento de la dignidad a toda ética y toda tas, sometidas a la voluntad de unos pocos y
política. Si bien nuestra época ha devaluado la no a los derechos de todos. Deben usar esas
racionalidad, no ha podido devaluar el peso palabras para mentir porque ya pesan de una
imperativo de esas palabras ni de la que las manera ineludible en nuestras espaldas, ya
sostiene que es precisamente: dignidad. Por- resuenan agradablemente en nuestros oídos

1
Macklin, Ruth, “La dignidad es un concepto inútil. No menta otra cosa que la autonomía de las personas”,
Editorial, British Medical Journal, Dec. 2003; Steven Pinker, “La estupidez de la dignidad. La más reciente y más
peligrosa estratagema de la bioética conservadora”, The New Republic, May, 2008; Diego Gracia Guillén, “¿Es la
dignidad un concepto inútil?”, Lexis, octubre, 2008.
2
El reconocimiento de la dignidad que plantea Mill es más de índole personal y tiene que ver con la condición
superior del ser humano en la naturaleza: los hombres no “consentirían en ser convertidos en ninguno de los
animales inferiores porque se les prometiesen la mayor suma de placeres del bruto... Más vale ser un hombre
descontento que un cerdo satisfecho”. John Stuart Hill, El utilitarismo, 1863, pág. 74.
3
Dworkin, Ronald, Life’s Dominion, Nueva York, Vintage Books, 1994, pág. 167.

20
y queremos seguir escuchándolas. Y cuando No se trata de rasgarnos las vestiduras como
descubrimos que esas palabras se usan como comenta alguno de los textos, la indignación,
camuflaje, como elemento estratégico de dis- como lo dice la palabra, nace como respuesta
tracción o confusión, nos indignamos y escri- a la percepción de que estamos siendo ame-
bimos libros donde pretendemos recuperar su nazados en nuestra dignidad. Respecto del
auténtico valor que no es otro que el de sostén trabajo de Macklin, se publicó en una revista
de la justicia. dirigida a los médicos, no a filósofos ni a bio-
Da la impresión que esta palabra, dignidad, eticistas. Tengamos en cuenta que el criterio
tuvo un peso notable en la historia. Viene sien- de útil en relación con la medicina tiene una
do usada desde Roma asociada básicamente al carga mucho mayor, ya que la medicina es un
reconocimiento y honor de los varones prime- saber práctico donde la utilidad juega un rol
ro, de los humanos después. Su significado no preponderante. Tal vez por ese misma razón,
ha podido ser disfrazado. Aunque no hayamos el trabajo que incluso recibió adhesiones de
deliberado mucho sobre ese significado viene parte de bioeticistas, fue fuertemente criticado
impuesto por una fuerza intuitiva que hace por médicos en ejercicio de la profesión, que
que nos aferremos a él a pesar de las muchas consideraban que lo que hacía bueno a un
circunstancias banales en que es usado, a pe- médico, era precisamente respetar la dignidad
sar de que muchos lo convierten en una fór- de sus enfermos en todas las circunstancias.
mula vacía utilizada como eslogan para que- Para ser fieles a la verdad, también algunos
dar bien. Su fuerza la vuelve acontecimiento bioeticistas americanos como Captan salieron
en las declaraciones, las constituciones de al cruce de Macklin afirmando que no puede
los estados, los documentos de asociaciones identificarse dignidad con autonomía. En efec-
privadas y públicas, las proclamas revolucio- to la autonomía es un modo de ejercicio de la
narias y las democráticas, porque todas ellas facultad de la libertad que no siempre puede
ponen a la dignidad como fundamento para ser llevada a cabo, pero ello no impide que
la vigencia de los derechos humanos. Porque debamos reconocer el valor que cada ser hu-
son justamente los derechos humanos los que mano tiene como tal y que es lo que denomi-
enuncian cuáles son las desigualdades que le- namos dignidad. Captan pone ejemplos claros
sionan la dignidad y deshumanizan a la perso- en que respetamos la dignidad ignorando to-
na viviente. talmente la autonomía como es el caso de no
Por ello, y no como una curiosidad sino comer la carne de un cadáver humano o no
como un testimonio de lo que está ocurriendo realizar experimentos sobre enfermos en esta-
hoy en la bioética y lo que de alguna manera do vegetativo, o procedimientos tan cotidianos
nos empujó a realizar las jornadas que dieron como lavar a los moribundos o enterrar a los
origen a este libro, quiero citar y comentar los muertos.
trabajos de tres autores muy influyentes en la Desde el giro lingüístico operado en la
bioética para quienes esta palabra es inútil. El concepción del lenguaje a mediados del si-
primero es el de Ruth Macklin, bioeticista ame- glo pasado, hemos comenzado a comprender
ricana, filósofa, que escribió en el British Medi- que el lenguaje no es un medio que utiliza-
cal Journal de la navidad de 2003 un editorial mos para…. sino que es donde estamos para-
titulado: “La dignidad es un concepto inútil. dos y lo que constituye nuestro mundo. Esta
No menta otra cosa que la autonomía de las reflexión filosófica sobre las palabras que se
personas”; el segundo es el de Steven Pinker, llamó giro lingüístico reconoce lo que había
profesor de psicología en Harvard, publicado expresado Nietzsche, que éstas nacen y se de-
en The New Republic, en mayo de 2008 y ti- sarrollan e incluso muchas veces mueren, es
tulado “La estupidez de la dignidad. La más decir tienen una genealogía y su valor viene
reciente y más peligrosa estratagema de la dado por el hecho de usarlas o no usarlas.
bioética conservadora” y el tercero de Diego Cuando dejamos de usarlas, por consiguiente,
Gracia Guillén, bioeticista español, publicado aquello que significaban pierde presencia en
en Lexis en octubre de 2008, titulado “¿Es la la cultura, va desapareciendo a la par de ellas.
dignidad un concepto inútil?”. Vemos entonces que el concepto de dignidad

21
no nace en la modernidad aunque adquiere en que Wittgenstein denomina “un nuevo juego
ella una significación diferente a la que tenía de lenguaje”, alrededor de la palabra digni-
en el mundo medieval y en el antiguo y que es dad, un juego en que ésta pasa a ser el pivote
el que pretendemos que siga vigente, incluso fundante de una ética entre iguales. De desa-
enriqueciéndolo. parecer la valoración de cada ser humano en
Para el medieval Dios reconoció al hom- cuanto tal como el máximo valor por parte de
bre al crearlo a su imagen y semejanza y era sus iguales, deberíamos buscar el máximo va-
ese reconocimiento, su mirada y su redención, lor en algo diferente de lo humano y por con-
lo que hacía digno al humano frente a Dios. siguiente condicionar la dignidad a ese valor.
Dios era, en consecuencia el origen y el fin Muchos lo hacen de hecho valorando más a la
de la dignidad. Esto era claro y aceptado en razón, a la ciencia que a la humanidad, o a la
una relación tan desigual como la del hombre ley, o al poder y la riqueza. Desde otra pers-
y Dios. Es verdad que históricamente se da- pectiva otros pretenden hoy valorar más lo ani-
ban diferentes dignidades entre los hombres, mal que lo humano en cuanto la animalidad
es decir que había hombres que merecían más que mora en lo más recóndito del hombre es
reconocimiento que otros, pero en un mundo lo único que permite pensar la igualdad soste-
donde se proclama la igualdad de todos los nida por lo instintivo, lo no racional, por lo que
hombres, es el reconocimiento de los iguales permite anular la diferencia entre naturaleza y
lo que asociamos a la dignidad, reconocimien- cultura.
to que se vuelve derecho cuando es exigible. Por otra parte, la afirmación de la inutilidad
¿Es la dignidad un atributo del ser humano, es de la palabra dignidad revela un desconoci-
el ser humano digno en sí mismo, valioso en sí miento del carácter pragmático del lenguaje
mismo o ese valor depende del reconocimien- trabajado por Austin. El acto del habla, para
to del otro? Con Dios formando parte de la vi- Austin, es la unidad más pequeña del lengua-
sión del mundo (Weltanschaung) la respuesta je que realiza en la palabra una acción: una
era sencilla, pues en el mismo acto amoroso promesa, una orden, un pedido, una aserción,
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

de crearlo Dios había reconocido al hombre destinada a modificar la situación de los in-
como hijo y valioso, pero cuando las relacio- terlocutores. La palabra encierra un carácter
nes son solamente entre hombres y mujeres intencional que se cumple cuando dos inter-
iguales, lo que los otros hacen y lo que cada locutores la usan en el mismo sentido. Cuando
uno hace respecto del otro es reconocer su va- los documentos internacionales, las constitu-
lor intrínseco, es decir su dignidad intrínseca, ciones de las naciones, las declaraciones, los
aunque no pueda responder a la pregunta de pactos, las leyes ponen como fundamento del
dónde viene. El hombre tiene valor por sí mis- derecho a la dignidad, tienen implícita una in-
mo, e incluso tiene mayor valor que cualquier tención realizativa (alocuciones en la clasifica-
otro ser de la naturaleza. ción de Austin) que busca al mismo tiempo, sin
No es otra cosa que este giro lingüístico duda, algún tipo de efecto de las palabras (per-
operado por la modernidad al establecer como locuciones), es decir, establecen una relación
máximo valor la vida humana, lo que recono- de compromiso entre el contenido del acto de
ce Kant en su ética que es la formulación de habla y la “realidad”, buscando crear una si-
una nueva manera de relacionarnos entre los tuación nueva. El uso insistente de la palabra
hombres, una manera horizontal. Kant crea, lo dignidad no es gratuito sin que remita a una in-

4
A nivel pictórico recuerdo el comentario de Deleuze respecto de la pintura de Bacon: “Eso que la pintura de
Bacon conforma es una zona de ‘indiscernabilidad’ entre el hombre y el animal. El hombre deviene animal (...)
hasta el punto que la figura más solitaria de Bacon es ya una figura acoplada, el hombre acoplado con su animal”
Deleuze, G., Francis Bacon, logique de la sensation, París, Ed. La Différence, 1984, pág. 20. Se puede ver también
Jean, Baudrillard, De la seducción, Madrid, Cátedra, 1989.
5
Ver Austin, Cómo hacer cosas con palabras. Palabras y acciones, Barcelona, Paidós, 1990.
6
Ver Searle, John, Actos de habla, Madrid, Cátedra, 1994.

22
tención sostenida por una referencia común al go, el más digno, es decir el que merece más
lugar que ocupa el hombre en la sociedad y en riqueza y honor. Cuando concibo la dignidad
la historia. Esta última observación, así como como una propiedad, como algo que pertene-
la referencia a Austin y Searle, es para mostrar ce al humano como un valor adquirido por él
los vínculos incuestionable e ineludibles entre mismo, termino por concluir que no es igual
lenguaje y acción, relación negada al pensar para todos los hombres, sino que algunos son
como inútil una palabra. más dignos que otros. También aquí funciona
Tomando en consideración lo anterior, ve- el reconocimiento pero en relación al poder, o
mos claramente que no es lo mismo sostener al saber, o a la riqueza, o a la santidad, el más
las relaciones humanas tanto éticas como po- poderoso, rico, santo, sabio, es más digno, el
líticas sobre la autonomía que sobre la digni- menos poderoso, el sometido, el dominado, el
dad, la intención de los que usan una u otra marginal, el miserable, el traidor, el asesino, ha
y la intencionalidad de ambas palabras son perdido su dignidad, solo la recuperará cuan-
diferentes y tienen que ver básicamente con do escale la pirámide social y se ubique en los
el respeto valorativo de las personas o sólo de puestos superiores. Falta aquí un ingrediente
alguna de sus capacidades. fundamental para pensar la dignidad que es la
La dignidad no es simplemente un atribu- igualdad. Ingrediente que se incorpora al signi-
to más del ser humano sino el que confiere el ficado de la palabra cuando todos los seres hu-
estado ético relacional de reconocimiento en manos son considerados iguales por haber sido
la igualdad, que unos agentes éticos asignan a creados a imagen y semejanza de Dios, por la
otros o el mismo agente se asigna a sí mismo influencia en la filosofía del judeo-cristianismo.
como a un otro. En efecto, si el reconocimien- Ya no hay hombre ni mujer, esclavo ni dueño,
to de un ser como libre señala a un humano, su niño ni adulto, todos son hijos de Dios, todos
reconocimiento de igual en dignidad lo hace han sido redimidos por Cristo. Parece que esto
merecedor y deudor de respeto, lo hace valio- es lo que hoy queremos perder cuando reem-
so, lo transforma, diría Kant, en fin. La digni- plazamos igualdad por equidad, recuperando
dad humana es un indicador de la condición el significado de dignidad como rango y más
limitada del humano al confrontarlo con otros especialmente como rango ganado.
iguales en valor, pero al mismo tiempo indica Pensar la dignidad como fundante de la
el carácter de valioso de lo humano. El valor, cultura que intentamos construir, significa que
constitutivo de la dignidad, es un concepto re- el humano es libre y valioso en sí mismo lo
lacional: en efecto, algo vale para otro que sí cual no significa por sí mismo, por ello ningu-
mismo. El término dignidad por consiguiente, na acción que realice él mismo u otro le pue-
es relacional y supone la libertad y la igualdad, de quitar ni su libertad ni su dignidad, aunque
no basta con una de ellas. Por ello el libera- puede sí opacar la conciencia de esa dignidad,
lismo que reconoce sólo a la libertad como la conciencia de su derecho a ser reconocido y
atributo de la humanidad olvida o ignora la tratado como igual, la conciencia de la justicia
dignidad cuando no le suma a ésta la igualdad que es el ejercicio de esa igualdad. Negar la
y, podemos agregar, la solidaridad. dignidad como concepto, ignorarla, es sacar la
El hombre libre del liberalismo vale ante piedra que cimenta todo derecho porque impi-
sí mismo en su autoconciencia de la libertad. de pensar como legítimo cualquier reclamo de
No importa qué hace con ella, no importa el reconocimiento a otro igual, y fundamental-
otro, es una concepción del atributo desde la mente a la comunidad como a los otros iguales
propiedad, algo que poseo, no algo que me que deben derecho. La ausencia de un criterio
es reconocido por otro en el ejercicio de la universalista de igualdad en dignidad de todo
responsabilidad. Así sólo puede comprender ser humano, mina las bases de cualquier so-
la dignidad como rango, es decir como lugar ciedad democrática. De modo que los argu-
a ocupar en un espacio social jerárquico por mentos de Macklin son claramente deudores
haberlo ganado u obtenido como propiedad, de una concepción del hombre y del mundo
un espacio donde hay arribas y abajos, el que proveniente del individualismo liberal.
está arriba domina, es el que tiene mayor ran- Haré una breve referencia a los otros dos

23
textos. Pinker coincide con Macklin en cam- los como sustento de los derechos humanos: el
biar dignidad por consentimiento informado que la hace intrínseca al ser humano como tal
bajo el argumento de que ningún ser humano y el que asocia este carácter con el del reco-
tiene el derecho de inmiscuirse en la vida, el nocimiento del otro. Es en las declaraciones de
cuerpo, o la libertad de los demás. Ambos pa- derechos humanos cuya operatividad Gracia
recen ignorar que en la vida de todo hombre, cuestiona, donde vemos operando a este con-
en su cuerpo e incluso en su libertad están pre- cepto cuando se reconocen los derechos del
sentes los otros como límite. El consentimiento ser humano, en razón de su dignidad. Que es-
informado no es un elemento mágico que nos tas declaraciones hayan alcanzado nivel cuasi-
hace libres absolutamente por el arte del co- universal en este momento de la historia no es
nocimiento racional, sino una expresión de la un dato menor y menos aún que sean el lugar
vocación de autonomía que alimenta nuestra donde abrevan las palabras que van constitu-
libertad y un ejemplo claro de nuestra depen- yendo la trama de intencionalidades de respe-
dencia, en primer lugar del que nos informa, to al otro que pretendemos que tenga vigencia
en segundo lugar de los otros y las circunstan- entre nosotros.
cias que esos otros generan, que rodean y con- Que sigamos discutiendo problemas en
dicionan cualquier decisión. bioética alrededor de la vida y la muerte, que
Pero el argumento mayor de Pinkler, tam- busquemos acercarnos a la ley que pueda con-
bién en coincidencia con Macklin, es que aun- vertirse en universal, que busquemos la formu-
que el uso del concepto de dignidad se pre- lación de los derechos en que todos los hom-
senta como una discusión erudita sobre valo- bres encuentren cumplido el imperativo de
res morales universales, nace, en los EEUU de respetarás la vida y de considerar al hombre
un movimiento que pretende imponer sobre la como fin y no como medio, es una muestra de
biomedicina estadounidense una agenda polí- que aún no hemos alcanzado la formulación
tica radical, alimentada por impulsos religio- deontológica deseada, de que somos hom-
sos. Su crítica ad hominen se centra sobre la bres llenos de pasiones, afectos, sentimientos,
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

comisión de ética nombrada por Bush en su raciocinios que nos hacen limitados y pobres
gobierno y en los trabajos realizados por ésta en nuestros logros. La proclamación de la dig-
en que acuden como fundamento, entre otros nidad como fundamento de todo derecho, el
argumentos, al de la dignidad de las personas. reconocimiento de que los derechos humanos
Todos podemos coincidir en los abusos que se tienen carácter absoluto en cuanto están sos-
hace de esta palabra pero ello no significa des- tenidos sobre el valor del ser humano como
terrarla u olvidarla sino que por el contrario, tal, nos permite entablar un diálogo respetuo-
ello debe impulsarnos a encontrar su sentido so con otras culturas, con otras filosofías, con
más fructífero para la defensa de los derechos. otras éticas y políticas. La cultura occidental ha
En cuanto al texto de Gracia, luego de un recorrido un derrotero en que hay palabras que
recorrido histórico sobre el uso de la palabra son fundamento mal que les pese a algunos in-
se detiene en Kant cuestionando, un tanto con- tereses, esas palabras son dignidad, igualdad,
fusamente, que la dignidad sea el fundamento libertad, solidaridad. Sacar estas piedras fun-
de la ética de este autor. damentales, ignorarlas sobre todo apelando al
Las exposiciones de Heler y Dri bastarán argumento de que todo el edificio construido
como para que toda la exposición de Gracia sobre ellas no cumple con su nivel de exigen-
pierda su punto de apoyo que es que dignidad cia, significa tirar abajo la construcción de una
no es un concepto operativo. En Kant y Hegel cultura que, con dificultades y traspiés, va tra-
vemos desarrollados los dos componentes del tando de crecer en el reconocimiento del otro
concepto de dignidad que nos permiten poner- y en su respeto.

24
La actualidad del concepto kantiano de
dignidad*

Somos kantianos, aunque al mismo tiempo a un “plano de inmanencia” (Deleuze: 1995),


estemos alejadísimos de Kant y de su siglo. a partir del cual se construyen y articulan con
Aún están vigentes muchas de las ideas otros conceptos constituyéndose como tales.
kantianas. Todavía hoy nos resulta útil hacer Pero además en Kant, sus conceptos filo-
uso de la distinción entre lo que se debe y lo sóficos cruciales son conceptos trascendenta-
conveniente (para dar sólo un ejemplo). A su les. Por lo tanto, no son principios que operan
vez, han ocurrido muchas cosas que nos dis- cual axiomas de los que se derivan algorítmi-
tancian de su pensamiento. Los totalitarismos camente (es decir, mecánicamente en un nú-
y los genocidios del siglo XX, así como las mero finito de pasos sucesivos, bajo pretexto
guerras del XXI han colaborado en destruir la de deducción) conclusiones taxativas e incues-
limitada ilusión de Kant acerca de las posibi- tionables. Tampoco son atributos, propiedades
lidades abiertas a la humanidad por la Revo- o cualidades inherentes a cosas o sustancias.
lución Francesa. La creencia en el progreso se Son condiciones de posibilidad: hacen factible.
muestra hoy como una total ilusión. Y adopto la palabra “factible”, porque preci-
Por su parte, las críticas a presupuestos y ˘
samente refiere a factum, hecho, y a  facere,
supuestos de su sistema filosófico han desga- hacer. Permite recordar la paradójica pero
rrado y agujerado su trama de significaciones. consistente y elocuente frase de Gastón Bache-
No obstante, en este recién iniciado siglo XXI, lard (1978): los hechos son hechos; entonces
pese a todo, seguimos —no debería ser olvida- se hacen, no están dados. Pero además agrega
do— siendo modernos en cierto sentido básico la idea de proceso —tan cara a poskantianos
y, por ende, también kantianos. como Hegel o Marx, pero ya presente en Kant.
Continuamos entonces usando muchos de Más aún puede también incluirse la connota-
los conceptos kantianos, aunque muchas ve- ción de un hacer o de un quehacer en el que
ces con una distorsión que no sólo los aleja de en el momento anterior no esté contenida la
la filosofía de Kant, sino que además los desfi- novedad del momento posterior, sino que haga
guran hasta vaciarlos de sentido. Un efecto de factible lo excedente y también el excedente
ese vaciamiento es que habilita darles función (Heler: 2008). En el caso de la ética kantiana,
de comodín, pudiendo aparecer equívocos y sus conceptos hacen factible lo humano de y
confusos en discursos contrarios e irreconci- en los individuos, así como la humanidad, y
liables, adjudicándoseles significados acordes de esta manera el proceso de la moralidad y
con cada circunstancia. Tal es el caso del con- la legalidad.
cepto de “dignidad” en algunas discusiones El concepto de “dignidad”, por ejemplo,
actuales en torno a la bioética (por ejemplo, define una diferencia con el “precio” (Kant:
Macklin: 2003; Gracia: 2008; Pinker: 2008). 1980). Una diferencia que nos habla del in-
Pero este vaciamiento y acomodamiento de cipiente capitalismo de la época de Kant (en
los conceptos parece olvidar que se trata de especial en su país) y de su tendencia actual
conceptos filosóficos y que, en consecuencia, a subsumir todas las actividades sociales bajo
responden a un horizonte de sentido, o mejor la forma mercancía. Pero también hace pensar

* Dr. Mario Heler, doctor en Filosofía. Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de
Buenos Aires e investigador de carrera del CONICET.

25
en que es factible realizar esa dignidad, abre natural, sino en darnos nuestra propia ley, un
la posibilidad de que ella acontezca en nues- deber que nosotros mismos decidimos como
tra vida social. Queda así delimitado un ám- obligación.
bito en el que se da el intercambio capitalista Lograr entonces ser autónomos. Pero pode-
donde todo puede ser equivalente, sustituible, mos serlo en tanto podemos pensarnos fuera
siendo medios para otra cosa… el dinero… el de la red de la causalidad mecánica de la natu-
capital. Aunque al mismo tiempo, indica la po- raleza, gracias, dice Kant, a la razón práctica.
sibilidad de una existencia otra: aquella en que Ella es la que nos extrae de esa red, hacién-
los seres humanos se hacen fines en sí mismos, donos libres, pero no sólo libres en el pensar,
haciéndose libres, decidiendo por sí mismos. sino también libres en el actuar. Se trata de una
Por un lado, el precio genera la posibilidad razón que en su uso práctico debe ser practi-
de ejercer el libre arbitrio (una capacidad “na- cada, actuada.
tural”, por ende, resultado de las series causa- Sabemos cómo desde Kant, y con él, la
les que conforman el organismo) y así optar razón se ha hipostasiado y adquirido rasgos
entre las alternativas dadas por la naturaleza, cuasi divinos. Pero para los oídos del presen-
con el agregado —hoy imposible de desco- te (luego de las críticas a los intelectualismos
nocer— de las ofrecidas por el mercado. Los aún presentes… en última instancia de los es-
medios masivos de comunicación interpelan a fuerzos por dejar de separar cuerpo y alma,
nuestra libertad cuando sólo quieren que pon- intelecto y sensibilidad) puede resonar todavía
gamos en juego nuestro libre arbitrio, en todas una idea de razón de nivel humano, una razón
las cuestiones que se someten a la decisión de que convierte al hombre en ser humano, que
los ciudadanos, desde los objetos de consumo lo integre a la humanidad, como ser capaz de
hasta las leyes del país. Pero para elegir entre logos. Entonces —en su sentido más origina-
lo que hay, entre las opciones viables, susten- rio— capaz de reunir, de poner juntos aquello
tables —que no son otras que las que el or- que el hombre se impone como su obligación
den social impone (la legalidad históricamente con las ciegas fuerzas que pueden ordenarse
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

concretada). Un libre arbitrio que se define como naturaleza (es decir, como un conjunto
—deberíamos decir, “se inclina”— por los be- de leyes). Y puede entenderse hoy que es en
neficios resultantes, en un cálculo costo-bene- esta capacidad de reunir y de hacer trabajar
ficio, que remite al precio —al excedente— y, juntos estos elementos tan dispares y opuestos
por tanto, a medios, con la guía de normas aje- que consiste la dignidad del ser humano y de
nas de comportamiento (heteronomía). la humanidad.
Por otro lado, se halla la otra posibilidad, la Por eso es que para lograr la autonomía no
posibilidad propiamente humana y que define alcanza decidir conforme a la buena voluntad,
la dignidad: desprendernos de las series cau- por respeto al deber (no alcanza la intencio-
sales naturales en las que estamos inmersos y nalidad, aunque determine nuestra moralidad,
que nos determinan. Ejercer la capacidad de aunque sea su condición necesaria en Kant). La
autoderminarnos: de no responder mecánica- decisión por deber, más allá de las consecuen-
mente a las presiones de las fuerzas naturales cias (sin confundir el utilitarismo de la regla
tanto internas (la naturaleza en nosotros: la con la ética deontológica kantiana), hace fac-
pasión; hoy podríamos decir tanto el tempe- tible una acción sin antecedente en el mundo
ramento como el carácter de los individuos, y natural y social, una acción no inscripta en las
por tanto incluir así las determinaciones o al series causales usuales y acostumbradas. No
menos condicionamientos sociales de nuestra obstante, tal acción inicia una serie causal que
socialización) como externas (en tanto fuerzas sí tiene que enfrentar al determinismo de nues-
naturales, a través de las cosas con las que nos tro mundo natural y social. En este enfrenta-
relacionamos directa o indirectamente, y tam- miento se juega la realización del Reino de los
bién las relaciones sociales, afectan nuestros Cielos en este mundo, la concreción histórica,
cuerpos, induciendo nuestras conveniencias en el tiempo, del Reino de la Libertad. Y si ya
y preferencias). Esta otra posibilidad consiste no podemos confiar en ese utópico progreso,
en no dejarnos determinar entonces por la ley al menos podemos creer en el desafío de apos-

26
tar por reunir, por medio de nuestro accionar, interpretarlas en el sentido de que se orientan
una mayor igualdad y libertad en un mundo a hacer factible la emancipación de un orden
que deriva hacia la desigualdad y la opresión. social que nos sujeta casi hasta la asfixia (He-
Si volvemos a esta línea de interpretación ler: 2009).
de la filosofía práctica de Kant, la libertad no Sin pretender adjudicar a Alan Badiou y Ja-
puede ni debe confundirse con la libertad (li- cques Rancière ninguna filiación kantiana que
bre arbitrio) de consumo (Heler: 2009a). Por ellos podrían no querer asumir, cabe señalar
el contrario, es una libertad que remite a una el aire de familia que se presenta en ambos
obligación —y a ningún querer arbitrario que autores con esta interpretación de la ética de
fluctúe entre las posibilidades que el mercado Kant, dado el papel en sus concepciones del
ofrece. Una obligación de libertad, que no se “acontecimiento” que perfora lo dado abrien-
reduce a encontrar los medios (humanos o no- do posibilidades de apostar a ser consecuente
humanos) para fines egoístas, sino que requie- (Badiou: 2004) con el principio de la igualdad,
re que todos sean igualmente libres, por tanto y concretándose en una desidentificación sub-
fines en sí mismos, que todos puedan reunir su jetiva (ética) a la par de una lucha política por
accionar con esos fines en sí mismo, ejercien- la instauración de una mayor igualdad y liber-
do la propia dignidad y favoreciendo el ejerci- tad para todos (Badiou: 2000; Ranciére: 1996;
cio de la ajena; una obligación de promover y Heler: 2009).
potenciar la autonomía para la humanidad y Resulta entonces que la dignidad es el con-
para sus representantes: los individuos. cepto pivote en donde las posibilidades de la
La reunión de ambos elementos, humani- libertad e igualdad de todos pueden llegar a
dad e individuo, es quizá lo más diluido en la concretarse (tal vez siempre deficitariamente),
posteridad de Kant en nuestros días. El primer por la capacidad de reunir (racionalmente) a
término se presenta como un hueco vacío en la seres capaces a su vez de ser dignos con sus
actualidad, dejando sólo, y en soledad, al indi- próximos, trabajando juntos por una libertad
viduo frente a las determinaciones del mundo e igualdad en aumento. Y hoy otorgando tam-
de los precios. Si bien hay en Kant cierta osci- bién un lugar de respeto a esa naturaleza que
lación que reduciría la libertad del individuo soporta la dignidad humana, para que pueda
como fin en sí mismo a la libertad e igualdad seguir siendo el soporte de nuestra dignidad.
que el mercado permite
(Heler: 2007: 143 y ss.),
pero también es cierto que
aún el individuo aislado
encuentra el criterio de su
moralidad en la considera-
ción de sí mismo y de los
otros como representantes
de la humanidad.
Los conceptos kantia-
nos de “dignidad”, “liber-
tad”, “fin en sí mismo”,
“deber”, “autonomía” se
muestran así en sus articu-
laciones, sobre un plano
de inmanencia que apun-
tala condiciones de posi-
bilidad que hoy podemos

1
De un orden social que no puede darse más que en la naturaleza que también queda socializada. La tierra
dominada por los agrotóxicos que alimentan… al capital.

27
Sintetizaré con un relato el sentido para puede explicarse por el mecanismo de fuerzas
nuestra actualidad del concepto de dignidad ajenas, y que incluso le permiten transformar
en Kant conforme a la interpretación que he su mundo transfigurando su condición de en-
tratado de exponer: granaje para convertirse en constructor de su
Hundido en un espacio que lo somete a sus propio destino. Obtiene así una condición más
fuerzas, fuerzas que atraviesan y configuran meritoria que la conquista siempre precaria del
todo lo que en ese espacio ocurre, enterrado ideal de la felicidad: se hará digno de ser feliz.
en él, apenas capacitado para optar entre res- De este modo no sólo logra ocupar el lugar que
puestas que esas fuerzas determinan, sin em- le corresponde, sino que además se incluye en
bargo, el ser así enterrado puede atisbar otro un orden superior que él mismo contribuye a
ámbito donde podría eludir, al menos en parte, instituir, un orden que puede alterar también la
las forzosas acciones y reacciones que le acon- vida de los otros seres que viven enterrados y
tecen. Pero, aun si pudiese acceder a ese otro sometidos a fuerzas extrañas.
ámbito, ello no significará que emergerá, de- Ese ser aprisionado en la necesidad de la
senterrándose. Sólo conseguirá respirar un aire causalidad natural que a la vez vislumbra su
que también lo determinará
pero con su propio consen-
timiento, esto es, indepen-
dientemente de la cadena de
reacciones que lo someten.
Una vez concretada esta
posibilidad, todavía resta la
introducción de lo así alcan-
zado en el ámbito en el que
se encuentra sumergido.
Pero con tal introducción,
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

únicamente inaugurará una


acción que si bien no es re-
acción a la mecánica de las
fuerzas que lo encadenan y
conforman, deberá integrar-
se en tal mecánica, respon-
der a su dinamismo. ¿Por
qué no resignarse entonces
a utilizar las respuestas dis-
ponibles en su hábitat natural; por qué intentar emancipación de ella es obviamente el ser hu-
una acción que no tenga un antecedente nece- mano. Un ser que gracias a su razón puede as-
sario en la cadena de relaciones que establecen pirar a algo más que la heterónoma determina-
las fuerzas a la que se encuentra sometido? El ción por parte de fuerzas socio-naturales. Aun
hecho mismo de poseer esa otra posibilidad, su cuando esas fuerzas son regularizadas, me-
capacidad de iniciar por sí mismo una serie de diante la razón, bajo leyes necesarias y univer-
acciones y reacciones, abre un espacio distinto, sales, no llega empero a desarrollar el poder de
un espacio que le otorga a este ser su dignidad; gobernar todos los fenómenos; aunque quizá
lo hace partícipe de otra dimensión que ya no apoyándose en el ejercicio de su dignidad…

28
Bibliografía

BACHELARD, G. 1978. La formación del lo excedente. En Revista Estudios de Filosofía


espíritu científico. Buenos Aires: Siglo Veintiu- Práctica e Historia de las Ideas, Nº 10. Mendo-
no. za: INCIHUSA – CRICYT, en prensa.
BADIOU, A. 2000. Ética y Política, Re- HELER, M. 2009. El orden moral-policial y
flexiones sobre nuestro tiempo. Buenos Aires: la dimensión ético-política. En AMBROSINI,
Editorial del Cifrado. Cristina Marta (compiladora). Ética. Conver-
BADIOU, A. 2004. La idea de justicia. En gencias y divergencias. Homenaje a Ricardo
Acontecimiento. Revista para pensar la políti- Maliandi. Provincia de Buenos Aires: Universi-
ca, Nº 28. Buenos Aires: Grupo Acontecimien- dad Nacional de Lanús, en prensa.
to, pp. 9-22. HELER, M. 2009a. La lógica del excedente
BOURDIEU, P.1999. Razones prácticas. y el actual predominio de la perspectiva del
Sobre la teoría de la acción. Barcelona: Ana- consumidor. En Cuadernos del Sur-Filosofía.
grama. Bahía Blanca: Universidad Nacional del Sur.
DELEUZE, G. y GUATTARI, F. 1995. ¿Qué En prensa.
es la filosofía? Barcelona: Anagrama. KANT, E. 1975. Crítica de la Razón Prácti-
FOUCAULT, Michel (1996). “La ética del ca. Madrid: Espasa-Calpe.
cuidado de uno mismo como práctica de la KANT, E.1980. Fundamentación de la Me-
libertad. Entrevista con Michel Foucault reali- tafísica de las Costumbres. Madrid: Espasa-Cal-
zada por Raúl Fomet-Betancourt. Helmul Bec- pe.
ker y Alfredo Gómez-Muller el 20 de enero de KANT, E. 1981. Filosofía de la Historia.
1984. En Hermenéutica del sujeto. La Plata: México: FCE.
Altamira. KANT, E. 1989. Me­tafísica de las Costum-
GRACIA, D. 2008. “¿Es la dignidad bres. Madrid: Técnos.
un concepto inútil?” En Lexis Nº 0003/ MACKLIN, R. 2003. La dignidad es un con-
014052 ó 0003/014066. cepto inútil. En British Medical Journal del
HELER, M., editor. 2002. Filosofía social & 20/12.
Trabajo Social. Elucidación de una profesión. PINKER, S. 2008. La estupidez de la digni-
Buenos Aires: Biblos. dad. La más reciente y más peligrosa estratage-
HELER, M. 2007. “¿Por qué el otro siempre ma de la bioética conservadora. En New York:
es un medio?” En HELER, M. Jürgen Habermas. The New Republic, 28 de mayo
Modernidad, racionalidad y universalidad. RANCIÈRE, J. 1996. El desacuerdo. Política
Buenos Aires: Biblos. y filosofía. Buenos Aires: Nueva Visión.
HELER, M. 2008. Ensayo sobre la lógica de

29
Hegel, la dignidad del sujeto*

Hegel es el filósofo de la modernidad y, en 1.- La dignidad del sujeto como universal


consecuencia, el primer filósofo universal, en
la medida en que la modernidad desarrolla el Tomando en cuenta esta nueva realidad
primer sistema económico, social y político creada por la modernidad, Hegel expresa que
universal. Por lo tanto es también el filósofo “todo depende de que lo verdadero no se apre-
de la creación política peculiar de la moderni- henda y se exprese como sustancia, sino tam-
dad, el Estado. Es, pues, el filósofo del Estado bién y en la misma medida como sujeto” (He-
moderno. gel, 1973, p. 15). Hasta entonces la categoría
Por otra parte, con la modernidad surge la con la que se denominaba al ser humano era
filosofía del sujeto, siendo su motor las gran- la categoría de “sustancia”, creada por Aristó-
des transformaciones producidas por el sujeto teles.
burgués que al decir de Marx, crea un mundo Hegel no elimina ninguna de las catego-
a su imagen y semejanza. En todas las etapas rías que fueron elaboradas por los filósofos a
anteriores el sujeto individual, la persona hu- lo largo de la historia, sino que las reubica en
mana, se encontraba complemente inmersa en el proceso dialéctico del sujeto, con lo cual ad-
totalidades orgánicas como la etnia, la tribu, el quieren un nuevo sentido. El sujeto es definido
feudo, la familia extensa, el gremio, la iglesia. como “el movimiento del ponerse a sí mismo”
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

La modernidad produce la ruptura de di- (Id. pp. 15-16). El sujeto no es, el objeto es. El
chas totalidades, dividiendo al todo social en sujeto deviene, es movimiento, es proceso, pero
dos ámbitos, el de las particularidades, o sea, no cualquier proceso, sino el de “ponerse a sí
la “sociedad civil”, como la denominará Hegel mismo”. En lugar de “ponerse” podemos decir
y el del universal, o sea, el Estado. En la rela- “crearse”, como el mismo Hegel, con la apro-
ción dialéctica entre el particular y el univer- bación de Marx, lo dice en otro momento.
sal, el individuo particular, la persona, reivin- El movimiento en que consiste el sujeto
dica determinados derechos que se plasmarán es, naturalmente dialéctico y, en consecuen-
en la Declaración de los Derechos del Hombre cia, transita por los momentos del universal
y del Ciudadano. abstracto o en-sí, el particular o para-sí y el
Los derechos del hombre apuntan al ser hu- universal concreto o en-sí-para-sí. El sujeto es
mano como persona particular, cuyo ámbito es universal y lo es esencialmente, pues el sujeto
la sociedad civil, y los del ciudadano apuntan aparece cuando se abre la razón rompiendo
al ser humano como momento del universal, los límites en los que se encuentra encerrada
expresado por el Estado. El individuo particu- la animalidad.
lar de la sociedad civil sólo puede realizarse El animal guarda una plena identificación
en un ámbito de universalidad, es decir, como con la naturaleza sensible. Ésa es su fuerza,
ciudadano, es decir, como partícipe del Esta- pero también su debilidad. El ser humano o
do. sujeto ha roto con esa plena identificación, al
irrumpir la razón que lo abre a la universalidad.

*Prof. Rubén Dri, filósofo y teólogo. Docente de Filosofía y Ciencias de la Educación, Facultad de Ciencias
Sociales, Universidad de Buenos Aires.
1
Ver Hegel, 1973, pp. 120-121; Marx, 1977, pp. 189-190.

30
Ésta es su debilidad, pierde fuerza en el ámbito sólo esta igualdad que se restaura o la reflexión
puramente sensible, pero es también su fuerza, en el ser otro en sí mismo” (Hegel, 1973, p.
pues la razón le permite crear los instrumentos 56).
de dominación sobre la animalidad. Los tres momentos de esta dialéctica son
Ahora bien, el primer momento de la dialé- designados como: Simple - Duplicación o
ctica es el universal no realizado, pobre y por contraposición - Negación de ésta. Lo simple
ello, abstracto. Es este primer momento el que es el universal en su momento de abstracción
corresponde a la “sustancia”. Por lo tanto es o, en otras palabras, el universal “no puesto”,
sujeto pero sólo “en-sí”, abstracto, no realiza- no realizado, inmediato. Este universal debe
do, o no puesto, según la terminología hege- pasar de la abstracción a la concreción. Para
liana. En ese primer momento, pues, el sujeto ello debe desdoblarse, escindirse, escisión que
tiene toda la dignidad, todos los derechos del presente este momento como contraposición
sujeto, pero no es propiamente sujeto porque al primer momento, el de la universalidad.
todavía no se ha puesto, no se ha creado a sí Este segundo momento aparece en primera
mismo. instancia como “indiferente diversidad”. Si el
La dignidad de ser sujeto no le viene a éste movimiento terminase allí, el sujeto se esta-
desde fuera. En realidad, nada de lo que este cionaría en un momento esquizofrénico o de
sujeto devendrá viene de fuera. Todo está en él “conciencia desgraciada” según la categori-
desde siempre, lo que él pone lo pre-supone. zación hegeliana. La segunda negación —la
Poner-presuponer son dos momentos de la dia- primera es la escisión— saca a la indiferente
léctica. En este presuponer que el sujeto pone diversidad de su letargo y la vuelve al universal
se encuentra todo lo que el sujeto puede ser, que ahora no es abstracto sino concreto.
o mejor lo que el sujeto es sólo virtualmente En realidad nunca hemos salido del sujeto,
y que será traducido al acto en el poner. La o sea, del universal. Primera y segunda nega-
dignidad pertenece, pues al sujeto, como pre- ción son momentos de la realización o concre-
supuesto que el sujeto va a poner. ción del universal. El sujeto es el movimiento
Esto debe ser pensado más detenidamente. en que el universal que pasando por la particu-
La realidad del sujeto es un proceso. En lugar larización se realiza como universal concreto.
del sustantivo “sujeto” debiéramos utilizar el Por ello en el ámbito de la eticidad, al referirse
verbo “subjetualizarse”. El problema es que no a la administración de la justicia Hegel expre-
tenemos la capacidad de comprender el pro- sa que “el hombre vale porque es hombre, no
ceso si de alguna manera no lo abstraemos y por ser judío, católico, protestante, alemán,
fijamos, tarea, nos dice Hegel que le corres- italiano, etc.” (Hegel, 1993, # 209).
ponde hacer al entendimiento —Verstand—. La Bildung o educación formativa debe sa-
Éste abstrae y fija los momentos del proceso car al hombre de su “existencia inmediata” en
dialéctico para que los podamos analizar. la que es “en sí mismo un ser natural, exterior
De esa manera, por ejemplo, podemos di- a su concepto” y llevarlo a que “por el cultivo
vidir la historia biográfica de cualquier sujeto de su propio cuerpo y espíritu” se tome “a sí
individual en los tres momentos de la psicolo- mismo en posesión y llegue a ser propiedad
gía clásica, infancia —adolescencia— madu- en sí mismo y frente a otros”. De esa manera
rez. En ningún momento el sujeto ha dejado pone “en la realidad lo que el hombre es su
de moverse, de transformarse, subjetualizarse. concepto”.
Nosotros tenemos la necesidad de frenar ese La pretendida “justificación de la esclavitud
proceso para estudiarlo. Una vez hecho ese […] así como la justificación de una domina-
trabajo, entra la razón —Vernunft— que vuel- ción como simple derecho de señorío en ge-
ve a poner en movimiento lo que el entendi- neral” se basa en la consideración del ser hu-
miento había fijado. mano como puro ser natural. “Por el contrario,
“El sujeto es el desdoblamiento de lo sim- dice Hegel, la afirmación de la absoluta injus-
ple o la duplicación que contrapone, que es ticia de la esclavitud se basa en el concepto
de nuevo la negación de esta indiferente diver- del ser humano como espíritu, como libre en
sidad y de su contraposición: lo verdadero es sí” (Hegel, 1993, & 57).

31
El hombre como espíritu libre posee de- versas formas —Gestalten— como las desplie-
terminados derechos inalienables referentes a ga Hegel en la Fenomenología del espíritu.
todos aquellos que de una u otra manera im- Desde Aristóteles por lo menos sabemos
plican la posibilidad de la “enajenación de la que no hay un ser humano aislado. Las “ro-
personalidad y de su ser sustancial”. Ello impli- binsonadas” con las que comienzan Smith y
ca derecho a ser absolutamente libre de la es- Ricardo ya fueron, constituyen, en realidad
clavitud, de la servidumbre y de todo aquello una “anticipación de la ‘sociedad civil’ que
que lleva a perder la libertad (Id. 66). Por ello, se preparaba desde el siglo XVI y que en el
los padres deben tener en cuenta que los hijos siglo XVIII marchaba a pasos de gigante hacia
“no pertenecen como cosas ni a otros ni a sus su madurez” (Marx, 1974, p. 39). El sujeto es
padres” (Id. &175). esencialmente intersubjetivo, es un inter-suje-
El hombre es, pues, universal, no una parti- to, un co-jeto, o, empleando una terminología
cularidad que sea simple momento de un uni- más sociológica, un “ensamble de relaciones
versal. Pero ese universal no es algo estático, sociales” como dice Marx en la tesis sobre
sino que deviene dialécticamente. Primero es Feuerbach.
un universal abstracto, es decir, vacío, no pues- En este entrelazamiento de relaciones inter-
to, no realizado. Se expresa en Los fundamen- subjetivas las relaciones no son de entrada ho-
tos de la filosofía del derecho como el momen- rizontales sino más bien verticales. El bebé no
to del “derecho abstracto”. En ese nivel es im- nace en el nivel del sujeto, en condiciones de
posible solucionar el problema de la injusticia, igualdad con su madre o con su padre. Nace
porque los contratos se rompen por múltiples en condición de absoluta inferioridad, condi-
motivos. Es el ámbito de la contingencia. ción que lo hace aparecer más bien como un
Para realizarse el universal en que consiste objeto que como un sujeto y, de hecho, en di-
el sujeto debe tomar decisiones que constitu- cha relación siempre está presente la tentación
yen otras tantas particularizaciones del univer- objetualizadora.
sal. Es el ámbito de la moralidad, en la cual Esa relación desigual es la que se presenta
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

comienza a superarse el ámbito de la pura como la relación entre el señorío y la servi-


contingencia, pero como se trata del particu- dumbre, o el señor y el siervo. Ningún sujeto
lar, el deber moral carece de fundamento. El escapa a estas relaciones que son constitutivas.
imperativo categórico es abstracto y en conse- Pero no se trata de relaciones estáticas e irre-
cuencia, queda al arbitrio del sujeto colocarle versibles, sino todo lo contrario. Se movilizan
el contenido. continuamente a través de la lucha por el reco-
Esto se supera finalmente en el ámbito de nocimiento.
la eticidad que radica en la intersubjetividad, El sujeto es sujeto sólo y en la medida en
allí donde los sujetos se reconocen plenamen- que es reconocido como tal por el otro, al mis-
te como sujetos. Ámbito que es supuesto, que mo tiempo que él lo reconoce. Esta lucha la
está desde siempre, que condiciona al sujeto, comienza el bebé no bien sale del vientre ma-
pero que éste con su accionar, a su vez trans- terno, si es que no la comienza antes, para lo
forma. Allí el universal sale de la abstracción, cual necesitaríamos la ayuda de conocimien-
se concretiza. Como universal concreto no es tos que tal vez todavía no tengamos. El bebé
parte de nadie. En él radica la dignidad. llora y patalea no sólo cuando tiene hambre,
. sino también cuando lo dejan solo o no le dan
2.- La dignidad del sujeto en el reconoci- artículo, es decir, cuando no lo reconocen.
miento y la auto-creación En esa lucha por el reconocimiento pare-
ce, a primera vista que quien ocupa el lugar
El sujeto es el movimiento del ponerse a sí del señorío es el vencedor, lo cual constituye
mismo, decíamos. Ahora bien, en el proceso un error de apreciación muy común. Efectiva-
ponerse a sí mismo continuamente es otro que mente el señor ha dominado al siervo, no lo
él mismo, pero ese otro es él mismo. La mis- reconoce, lo ha reducido a un objeto, lo cual
midad del sujeto no es estática sino dinámica. cierra el camino para que él, el señor, pueda
Una mismidad que continuamente asume di- ser reconocido por otro sujeto. El camino del

32
señorío es un callejón sin salida, reduce los su- cimiento es el mutuo reconocimiento del acto
jetos a objetos. creativo de ambos. Ello nos conduce directa-
El camino se abre por el lado de la servi- mente a la relación entre la dignidad del sujeto
dumbre o del dominado en la medida en que y el trabajo, pues crear es trabajar y viceversa.
el siervo se ve obligado a trabajar y al hacer- Por ello afirma Hegel que “La caída de una
lo se ve a sí mismo en el producto que crea. gran masa por debajo del nivel de un cierto
Esto merece un desarrollo, pues entramos en modo de subsistencia, que se regula por sí mis-
la relación esencial que guarda el sujeto con mo como el necesario para un miembro de la
la dignidad. sociedad, y de este modo lleva a la pérdida del
El sujeto es una totalidad sujeto-objeto sentimiento del derecho y de la dignidad de
cuya comprensión no se obtiene a primera existir por el propio trabajo y actividad, conlle-
vista, sino tras un proceso de experiencia y va el surgimiento de la plebe, y ésta por su par-
reflexión. El sujeto como tal es la autoconcien- te a la vez la mayor facilidad para concentrar
cia o implica esencialmente el momento de la en pocas manos riquezas desproporcionadas”
autoconciencia. Ahora bien, hay una dificultad (Hegel, 1993, & 244).
especial para captar la autoconciencia, porque El ámbito de la sociedad civil no es otro que
no es representable y nuestro conocimiento el del mercado que “se regula por sí mismo”.
funciona con la representación. Sólo los ob- Es el tema de la “mano invisible” que Hegel
jetos son representables. Hagamos la prueba acepta con limitaciones. La intervención del
de tratar de representarnos nuestra subjetuali- Estado se hace necesaria. Ello es evidente en
dad o autoconciencia y veremos que ello es la medida en que “una gran masa” cae “por
imposible. Lo que se representa siempre es un debajo del nivel de un cierto modo de subsis-
objeto. tencia”. Ello quiere decir lisa y llanamente que
Por ello, dice Hegel que para llegar a ella una gran parte de la sociedad, la perteneciente
necesitamos de la profunda experiencia que a los sectores populares, cae no sólo en la po-
es la “angustia”. En la angustia se mueve el breza, sino también en la indigencia.
piso en el que nos afirmamos, perdemos pie, Esa caída no es problema solamente eco-
no sabemos dónde estamos parados porque en nómico sino también y, esencialmente, un
realidad ya no estamos parados. El suelo se ha problema ético. Dado que esa gran masa no
desfondado. Ese suelo no es otro que el mo- puede vivir de su propio trabajo experimenta
mento objetual del sujeto que ha desapareci- “la pérdida del sentimiento del derecho y de
do. El sujeto como es la totalidad sujeto-objeto la dignidad de existir”. Hegel retoma, pues, el
necesita la recuperación del objeto, pero esta tema del trabajo, como lo había hecho en la
recuperación sólo puede ser una recreación o Fenomenología, es decir, el trabajo como mo-
mejor, una creación, pues lo otro sería un re- mento de la autocreación del hombre que tan-
troceso y, en consecuencia, un quedar atrapa- to entusiasmó a Marx.
do en el objeto.
El movimiento del reconocimiento, que es El surgimiento de la plebe, dice Hegel, o
movimiento del reconocimiento de la digni- sea, de los desocupados, hace que la riqueza
dad, implica la muerte —por ello Hegel dice en forma desproporcionada se concentre en
“lucha a muerte”— del objeto en ambos ex- pocas manos. En realidad, las cosas suceden
tremos, es decir, en ambos sujetos que luchan al revés, es decir, la concentración de la ri-
por reconocerse. Ello significa que el otro deja queza en pocas manos. El sujeto que no pue-
de ser un objeto para ser sujeto, relación de de crear sus propias condiciones de vida, no
sujeto a sujeto. puede crearse a sí mismo, porque crearse es
Ello implica, por una parte, entonces la crear. Al no poderse crear, pierde todo senti-
muerte del momento objetual de ambos ex- miento de dignidad. Se encuentra completa-
tremos, y por otra, la creación del objeto que mente empobrecido no sólo materialmente,
ambos realizan, los cuales al crear su objeto se sino también y esencialmente en lo espiritual.
crean a sí mismos, en la medida en que crear Surge lo que Hegel denomina la “plebe”, que
es crearse y crearse es crear. El mutuo recono- Marx denominará el “lumpen proletariado” y

33
que nosotros en el Tercer Mundo conocemos tanto en contra del “principio de la sociedad
como los “desocupados”. Hace que aparezca civil”, como del “sentimiento de autonomía y
la desocupación, fenómeno que en la época dignidad de sus individuos”.
neoliberal que se impuso en la década del 80 El principio de la sociedad civil es el de la
se hizo monstruosa. El traspaso de la riqueza particularidad que implica que cada uno crea
o capital de unas fuerzas sociales —las fuer- sus propias condiciones de vida, o, en otras
zas populares y medias— hacia las fuerzas do- palabras, que tiene un trabajo que le propor-
minantes produce el fenómeno de la “plebe” ciona lo suficiente para él y su familia. Ello im-
para decirlo en términos hegelianos. plica, a su vez, el sentimiento de autonomía,
¿Cómo se soluciona, pues, el problema de de independencia. Volvemos a insistir, aunque
la desocupación que afecta a la totalidad de Hegel sea el pensador del todo, nunca olvida
la sociedad civil en la medida en que hace la realización del individuo como tal.
que una “gran masa” pierda todo sentido de Otro aspecto fundamental de la perspectiva
la dignidad y, de esa manera, infecte todo el de la parte de la sociedad civil que vive a ex-
ámbito ético sin el cual la vida del sujeto es pensas de la limosna es la pérdida de la digni-
imposible? Hegel pasa revista a todas las so- dad. Esto es sumamente grave, porque con la
luciones posibles y las que se han intentado pérdida de la dignidad, la eticidad se desmo-
en vano, para terminar, resignadamente, pro- rona, las claves de comportamiento se pierden,
poniendo la suya que, más que salida, es una los valores se difuminan, la vida humana en su
evasión. sentido pleno se hace imposible.
“Si a la clase más rica se le impone la carga
directa, o si en otra propiedad pública (en ri- 3.- La naturaleza divina es lo mismo que
cos hospitales, en fundaciones, en conventos) la humana
existieran los medios indirectos inmediatos
para mantener a la masa reducida a la pobreza La dignidad del hombre, según Hegel, no
en la condición de su modo de vida ordinario, sólo consiste en ser universal, reconocido que,
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

quedaría asegurada la subsistencia de los in- a su vez, reconoce y crea, sino también y espe-
digentes sin estar mediada por el trabajo –lo cialmente, en participar nada menos que de la
que iría contra el principio de la sociedad civil divinidad. Efectivamente, “el espíritu absoluto
y del sentimiento de autonomía y dignidad de se da a sí mismo la figura de la autoconciencia,
sus individuos”. se manifiesta como hombre real” de tal manera
Dos maneras posibles, en las cuales se que “la conciencia creyente vea, sienta y oiga
asegura la “subsistencia”, pero sin que el indi- esta divinidad” (Hegel, 1973, p. 438).
gente tenga que trabajar. De hecho, estando el El espíritu absoluto es Dios, pero no el Dios-
indigente privado de toda posibilidad de traba- sustancia, o el Dios-objeto, sino el Dios sujeto,
jo. En primer lugar, el intento de que la “clase el Dios que deviene sujeto que se subjetuali-
más rica se haga cargo del problema, lo que za. Este Dios “se manifiesta como hombre”,
significa, que los ricos organicen sus obras de se hace presente en el hombre. En un hombre
“caridad” mediante las cuales la limosna fluya especial que es Jesús de Nazaret y que, como
para los “necesitados”. expresión de la divinidad es el Cristo. Es en él
Otra manera consiste en que el lugar de los que se siente, se ve, se oye lo divino.
ricos lo ocupe el Estado, haciéndose cargo de “La conciencia entonces no sale de su in-
los hospitales; o que en lugar del Estado se ha- terior partiendo del pensamiento y no enlaza
gan cargo algunas fundaciones o, en todo caso, en sí el pensamiento de Dios con el ser-ahí.
los conventos. La subsistencia de los indigen- Sino que parte del ser-ahí presente inmediato
tes podría ser asegurada de esa manera, pero y reconoce en él a Dios” (Id., pp. 438-439). El
“sin estar mediada por el trabajo”, lo cual iría sujeto de la divinidad radica en algún hombre,
sea Jesús u otro, sino que parte de sí mismo,

2
Cuando adviene el peronismo en 1945, se produce el conflicto con las “damas de beneficencia” de la oligarquía
que son sustituidas por la acción del Estado.

34
del hombre real que él es y allí reconoce a aquél que está a tu izquierda en el Gólgota, el
Dios pues éste no es sino la autoconciencia, es mal ladrón, también es Dios”.
decir el sujeto autoconsciente.
“El sí mismo del espíritu que-es-ahí tiene de En la religión absoluta la esencia divina de-
este modo la forma de la perfecta inmediatez; viene sabida como espíritu, como saber de sí
no se pone ni como pensado o representado ni mismo en su ser-otro. “En esta religión se re-
como producido, como ocurre con el sí-mis- vela la esencia divina. Su ser revelado consis-
mo inmediato, en parte en la religión natural y te, patentemente, en que es sabido lo que esa
en parte en la religión del arte, sino que Dios esencia es. Pero cabalmente al devenir sabido
deviene inmediatamente un sí-mismo, un real como espíritu es sabida como esencia que es
hombre singular sensiblemente intuido; sólo esencialmente autoconciencia” (Id. p. 439). Es
así es autoconciencia” (Id. p. 439). decir, la esencia divina se ha manifestado cla-
En la religión natural el espíritu se represen- ramente, es la autoconciencia, el ser mismo en
ta en elementos de la naturaleza, ya sean éstos su ser-otro y sabe que lo es.
pertenecientes al ámbito mineral, al vegetal o Pero “para la conciencia hay algo secreto
al animal. Tal sucede en la religión de los pue- en su objeto”, ella va detrás de ese secreto, el
blos orientales, de la India a Egipto. En Gre- cual aparece finalmente como espíritu, esto
cia, por su parte, el espíritu es producido en la es, autoconciencia. El sí mismo es el universal
figura humana. En el cristianismo en cambio, inmediato, cosa que no entiende el “pensa-
en su expresión luterana, “Dios deviene un sí- miento razonador” que no puede entender al
mismo”, es inmediatamente el sujeto humano, sujeto si no es poniéndole como una especie
la autoconciencia. de percha de la que cuelgan los predicados.
“Esta encarnación humana de la esencia Dice que Dios es justo, bondadoso, santo. De
divina, o el que ésta tenga esencialmente y de esa manera los predicados quedan afuera del
este modo inmediato la figura de la autocon- sujeto al que se los pega de alguna manera.
ciencia, es el contenido simple de al religión De otra manera, el sujeto es como una
absoluta” (Id. p. 439). La religión absoluta es la bolsa o un saco en el que se colocan cosas,
religión cristiana a la que pertenece la doctrina cuando, en realidad “el sujeto mismo […] es
hecha dogma de la encarnación de Dios, es revelado como sí mismo, pues este sí mismo
decir, que Dios se hizo hombre en la persona es precisamente este interior reflejado en sí
del personaje histórico, Jesús de Nazaret, pro- que es allí de un modo inmediato y que es la
clamado como el Cristo. propia fuerza de aquel sí mismo para el que es
Ahora bien, Hegel sostiene que no se trata ahí” ( Id. p. 440). Los predicados no son algo
de un hecho histórico como se sostiene en el agregado, sino que son momentos del mismo
ámbito religioso. Es debido es a que la religión sujeto, de su autodespliegue.
se mueve en el ámbito de la representación “El espíritu es sabido como autoconciencia
—Vorstellung—. Pero en realidad no se trata y es inmediatamente revelado a ésta, pues es
de un hecho histórico, pues si se tratase de tal ésta misma; la naturaleza divina es lo mismo
cosa no saldríamos de lo contingente cuando que la humana y es esta unidad la que devie-
en realidad se trata de la realidad trascendente. ne intuida” (Id. p. 440). El sujeto no necesita
El verdadero significado de la encarnación es salir de sí mismo para experimentar el momen-
que “el hombre es divino”. to divino que lo constituye, pues éste se hace
No podemos menos que citar unos versos presente a la autoconciencia, experiencia que
del poeta español León Felipe que el Che Gue- siempre estuvo presente en los grandes místi-
vara había copiado de su puño y letra y llevaba cos.
en su mochila, en la selva boliviana: “Te amo, Con el relato transformado en dogma de la
porque no bajaste de una estrella, sino porque “encarnación” parece que Dios ha descendido
me revelaste que el hombre tiene lágrimas y del cielo a la tierra, con lo cual la simplicidad
congojas, llaves para abrir puertas y cerrarlas se fractura, cuando en realidad es en la “encar-
a la luz. Tú me enseñaste que el hombre es nación” cuando alcanza su “esencia suprema”.
Dios, un pobre dios en pecado como tú y que La impresión de que la simplicidad se fractura

35
es debida al pensamiento representativo, pro- La muerte del Jesús histórico es el momento
pio del entendimiento. Sólo el “pensamiento de lo negativo que negado, a su vez, aparece
especulativo” logra captar que en lugar de ello como “autoconciencia universal de la comuni-
en la encarnación Dios alcanza su esencia su- dad”. Es en la comunidad o, en otras palabras,
prema, pues ésta se logra en la “simple pureza” en la intersubjetividad donde se experimenta
que es la “abstracción absoluta”, la cual, a su lo divino. Lo experimenta cada uno pero no
vez es “pensamiento puro y, con ello, la pura aisladamente, sino en su relación intersubjeti-
singularidad del sí mismo, así como en razón a va. La expresión hegeliana “Dios es la comu-
su simplicidad es lo inmediato o el ser” (Id. p. nidad” adquiere, de esa manera, sentido y es
440). la máxima expresión de la dignidad del sujeto
“En la desaparición del ser-ahí inmediato, humano en el pensamiento de Hegel.
de lo sabido como esencia absoluta, adquiere
lo inmediato su momento negativo; el espíritu Bibliografía citada
sigue siendo el sí-mismo inmediato de la rea-
lidad, pero como la autoconciencia universal Hegel (1973), Fenomenología del espíritu.
de la comunidad, que descansa en su propia México DF, Fondo de Cultura Económica.
sustancia, así como ésta es en dicha concien- Hegel (1993), Fundamentos de la filosofía
cia, sujeto universal; no el singular para sí, sino del derecho. Madrid, Libertarias/Prodhufi.
conjuntamente con la conciencia de la co- Marx, Karl (1974), Introducción general a la
munidad, y lo que es para ésta es la totalidad crítica de la economía política/1857. Córdoba,
completa de este espíritu” (FE p. 442). Cuadernos de Pasado y Presente.
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

36
Bioética y dignidad

37
38
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos
Dignidad humana y bioética.
Universalidad y fragmentación de la moral*

La bioética es un campo normativo que en tidos, que incluían esterilización involuntaria,


su desarrollo histórico ha mostrado visiones experimentos genéticos, privación de agua y
contrapuestas acerca de las relaciones entre alimentos, exposición a infecciones, tóxicos
ética y derechos humanos. Desde su origen a y congelamiento, uno de los más tempranos
mediados del siglo XX es posible distinguir en fue la eutanasia. El programa nazi de eutana-
ese desarrollo a cuatro concepciones en dis- sia se organizó en 1939 con el código secreto
puta. Al modelo fundacional de indisociable Aktian T 4, para terminar con la “vida indig-
asociación entre ética y derechos humanos na de ser vivida”. Fue aplicado especialmen-
se le han presentado sucesivas alternativas de te a niños recién nacidos con retraso mental,
creciente disociación. Así, a comienzos de este malformaciones físicas u otras características
siglo, una de esas concepciones ha llegado a establecidas por el Ministerio de Salud y que
sostener que el concepto de dignidad humana, debían ser denunciados al nacer por quienes
piedra fundamental de la arquitectura de los asistieran el parto. Una junta de tres médicos
derechos humanos, es un concepto inútil para calificaba con una cruz roja o un guión azul a
la ética y ha de ser abandonado. En este traba- cada niño. Con tres cruces rojas se aplicaba la
jo presentaremos una reseña histórica de esas eutanasia. El programa se aplicó rápidamente
concepciones principales para poder com- a niños mayores y adultos con esquizofrenia,
prender el lugar de la dignidad en la bioética, sífilis, epilepsia, demencia senil, y diversas
y concluiremos postulando una alternativa de afecciones neurológicas, así como a los in-
respuesta a esa polémica. ternados en instituciones de salud mental por
más de cinco años. En agosto de 1941 Hitler lo
1) La concepción fundacional universalista suspendió cuando ya se habían eliminado más
de la bioética de los derechos humanos (1947- de cien mil personas. Desde el año anterior,
1970) sin embargo, se había establecido el campo
El 9 de diciembre de 1946 se dio apertu- de Auschwitz y la experiencia del programa
ra al juicio realizado en Nuremberg contra los de eutanasia era utilizada allí para continuar
médicos nazis que habían causado sufrimien- con el exterminio. La sentencia del Juicio a los
tos atroces y habían eliminado a centenares Médicos fue acompañada de diez principios
de miles de personas. El fiscal dijo ese día: que debían respetarse en la experimentación
“Los acusados en este caso tienen cargos de con seres humanos para poder satisfacer con-
asesinato, torturas y otras atrocidades cometi- ceptos morales, éticos y legales. Ese decálogo
das en nombre de la ciencia médica. Las víc- se conoce como Código de Nuremberg y es el
timas de estos crímenes se cuentan en cientos documento de mayor impacto en la historia de
de miles”. El 19 de agosto de 1947, el Tribunal la ética médica después del Juramento Hipo-
Internacional dictó sentencia de culpabilidad crático. El Código fue la primera fuente norma-
por crímenes de guerra y crímenes contra la tiva de origen de la bioética que nació así de
humanidad. Entre los numerosos actos come- la condena por crímenes contra la humanidad

* Dr. Juan Carlos Tealdi, Director del Programa de Bioética del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos
Aires y asesor en Bioética de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos
Humanos de la Nación.
1
George, Annas y Michael, Grodin (eds.), The Nazi Doctors and the Nuremberg Code. Human Rights in Human
Experimentation, New York, Oxford University Press, 1992.

39
a los experimentos científicos que redujeron a derechos humanos, en el respeto común de la
millones de personas a la categoría de “subhu- dignidad humana frente a la inmoralidad de
manos cuya vida no merecía ser vivida”. las sentencias sobre las “vidas indignas de ser
El 10 de diciembre de 1948 se aprobó la vividas”. Esto significó una afirmación univer-
Declaración Universal de Derechos Humanos. salista de los valores éticos de la modernidad
En explícita oposición al concepto de “la vida y en particular de la dignidad humana según
indigna de ser vivida”, acuñado por los nazis, las concepciones kantiana y hegeliana. Pero a
la declaración expresó que el reconocimien- la vez, este origen enlazó a la bioética con la
to de la dignidad intrínseca y de los derechos crítica a la idea de progreso que la Ilustración
iguales e inalienables de todos los miembros había atribuido dogmáticamente al desarrollo
de la familia humana es la base de la liber- de la razón científica y tecnológica. El Juicio
tad, la justicia y la paz en tanto fines de los de Nuremberg dejó en evidencia que el de-
pueblos de las Naciones Unidas. Esa expresión sarrollo del conocimiento por la racionalidad
asoció en cada palabra, con alcance univer- instrumental de la tecnociencia, y el progreso
salista, a la ética y los derechos humanos. El de la humanidad por la racionalidad moral,
concepto hegeliano de reconocimiento del eran cuestiones distintas que no iban nece-
otro, el kantiano de la dignidad intrínseca, y sariamente unidas para progresar juntas. Este
el de los derechos iguales e inalienables de la punto de inflexión de la historia fue una “re-
Declaración de los Derechos del Hombre y velación de la razón disociada”. Y la bioética
del Ciudadano, se conjugaron entonces para surgió en este punto abismal como reclamo de
todos los miembros de la familia humana. La asociación entre razón moral y protección le-
Declaración Universal de Derechos Humanos gal universalista. La bioética nació como me-
fue así la segunda fuente normativa de la bioé- moria de las víctimas de una ciencia que había
tica, estrechamente asociada con el Código de tratado a los seres humanos como cosas sin
Nuremberg en su universalismo ético para la valor alguno. Nació poniendo como fin a las
medicina y las ciencias de la vida. personas antes que a los intereses de la ciencia
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

Las dos fuentes normativas de origen de y la tecnología. Y nació privilegiando la razón


la bioética serían consolidadas y ampliadas comunicativa frente a la manipulación de los
años más tarde. En 1964 la Asociación Médica sujetos experimentales. La bioética de los de-
Mundial estableció la Declaración de Helsinki rechos humanos nació entonces como una éti-
sobre investigaciones con seres humanos, he- ca de la dignidad, la igualdad y la protección
redera del Código de Nuremberg, que pasó a de los seres humanos como sujetos morales y
ser el instrumento de mayor respeto internacio- de derechos, en el marco de una visión multi-
nal en la materia. En 1966 las Naciones Uni- lateral de las relaciones internacionales entre
das aprobaron los pactos de Derechos Civiles y los Estados.
Políticos, y de Derechos Económicos, Sociales
y Culturales, que afirmaron a la Declaración 2) La concepción liberal de la bioética de
Universal de Derechos Humanos. Este itinera- principios fundamentales (1970-1990)
rio de origen de la bioética fue reconocido por Aunque la bioética como campo norma-
la Unión Interparlamentaria en 1995 al decir: tivo universalista de las ciencias de la vida y
“Recordando que la bioética deriva de la De- la salud tuvo su origen entre 1947 y 1948, y
claración Universal de Derechos Humanos y se consolidó durante la década de los sesenta,
los acuerdos y convenciones internacionales el término “bioética” fue acuñado en 1970 en
sobre protección de los derechos humanos, los Estados Unidos y a partir de entonces se
así como del Código de Nuremberg, la Decla- generó un modelo liberal de la misma que co-
ración de Helsinki de la Asociación Médica menzó a debilitar la noción fuerte de respeto
Mundial”. de la dignidad humana. Hay diversas razones
La bioética nació entonces asociada a los que explican la configuración progresiva de

2
Véase la historia del término bioética, surgido en 1970-1971, en Warren Reich, “The Word ‘Bioethics’: Its Birth
and the Legacies of Those Who Shaped Its Meaning”, Kennedy Institute of Ethics Journal, 1994, Vol.4, Nº4, págs.

40
este nuevo modelo a partir de los países indus- des en el acceso a la atención y obligaba al
trializados de Occidente. En primer lugar, en establecimiento de prestaciones médicas obli-
la segunda mitad del siglo XX, la ciencia y la gatorias para garantizar el derecho universal a
tecnología aplicadas a la medicina y las cien- la salud. Asimismo, la aparición de nuevas en-
cias de la vida mostraron el mayor salto teórico fermedades y epidemias como las de VIH-Sida,
y práctico de su historia y el país que lideró el envejecimiento, las enfermedades crónicas
esos desarrollos fue Estados Unidos. La medi- y los trastornos cognitivos, renovaban el recla-
cina y las ciencias de la vida iniciaron durante mo de vinculación entre bioética y derechos
los años cincuenta una sucesión creciente de humanos. Es por eso que la nueva concepción
descubrimientos e innovaciones en genética, liberal de la bioética no se presentó como una
trasplantes de órganos, reformulación de la de- ruptura con el modelo fundacional sino como
finición de muerte por criterios neurológicos, una alternativa de “refundación” del campo
terapias de sostén vital en terapia intensiva, re- cuya potencia de crecimiento y expansión in-
producción asistida y expansión de la industria ternacional —a partir de su origen en los Esta-
farmacéutica, entre muchos otros. Esos desa- dos Unidos— le daría un lugar dominante.
rrollos introdujeron tecnologías de alto poder En 1974, y debido al escándalo de un es-
para la intervención sobre el cuerpo humano tudio sobre evolución natural de la sífilis no
que movilizaron grandes intereses económi- tratada en población negra, el Congreso de
cos. La cuidadosa ponderación de riesgos y los Estados Unidos creó una comisión nacio-
beneficios de dichas intervenciones para el de- nal para la protección de los seres humanos
bido respeto de la dignidad humana comenzó en las investigaciones biomédicas, a la que se
a ser considerada una dificultad ‘extremista’ le encargó que estableciera principios éticos
para el progreso del libre mercado; y la revi- que regularan las mismas. Después de cuatro
sión exigente de las investigaciones comenzó años, esa comisión redactó el Informe Belmont
a parecer ‘lenta’ frente al acelerado desarrollo que estableció tres principios éticos a respetar
científico y tecnológico. Y la medicalización en las investigaciones: respeto por las perso-
de la sociedad, que pasó a buscar en la medi- nas, beneficencia y justicia. Se dio comienzo
cina una vía de consumo individual y bienestar así a un enfoque de la bioética que ampliado
utópico, formó parte asimismo de las nuevas en 1979 por Beauchamp y Childress a cuatro
condiciones para un modelo liberal de la bio- principios (beneficencia, no maleficencia, au-
ética. Así, la bioética universalista de los dere- tonomía y justicia), tendría un enorme impac-
chos humanos comenzó a ser reformulada. to internacional en las décadas siguientes. A
Sin embargo, el contexto de esa reformu- partir de entonces, la versión dominante de la
lación se postulaba en un marco donde las bioética liberal fue la de un enfoque basado
decisiones autónomas de los pacientes y fa- en principios éticos. La justificación moral del
miliares, fortalecidas por una cultura de pro- principialismo consistió en ponderar los dis-
tección de los derechos humanos, entraban en tintos principios ‘prima facie’ para determinar
conflicto con el tradicional poder unilateral de cuál de ellos tenía más peso que los otros y
la medicina. Por otro lado, el enorme aumento debía guiar la acción. Ese enfoque se caracte-
de los costos sanitarios con la introducción de rizó por ser reduccionista, abstracto y funda-
esas nuevas tecnologías, generaba desigualda- mentalista. Fue reduccionista porque redujo a

319-335. Sobre el autor y textos que se consideran fundacionales del término bioética véase: Van Rensselaer Pot-
ter, “Bioethics, science of survival”, Persp. Biol. Med. 1970, Vol.14, págs.127-153; Van Rensselaer Potter, Bioethics:
Bridge to the Future, Englewood Cliffs, N.J., Prentice-Hall, 1971. Sobre historia de la bioética véase Albert Jonsen,
The Birth of Bioethics, New York, Oxford University Press, 1998; David J. Rohtman, Strangers at the Bedside. New
York, Basic Books, 1991.
3
U.S.Congress, National Commission for the Protection of Human Subjects of Biomedical and Behavioural Re-
search, The Belmont Report: Ethical Principles and Guidelines for the Protection of Human Subjects of Research,
Washington, Government Printing Office, 1979.
4
Tom L. Beauchamp, James F. Childress; Principles of Biomedical Ethics, New York, Oxford University Press, 1979
(trad.española de la 4ª.ed., Principios de Ética Biomédica, Barcelona, Masson, 1994).

41
cuatro principios éticos el amplio conjunto de la dignidad según el modelo fundacional uni-
valores y principios de la bioética de los de- versalista de la bioética.
rechos humanos, transformando a la idea de En medio del período dominante de la bio-
justicia —rectora de todos ellos— en un prin- ética liberal, sin embargo, en Argentina ope-
cipio más. Fue abstracto porque autonomizó a raba una dictadura que renovaba el horror del
los principios éticos como obligaciones ‘prima nazismo. La ética de las ciencias de la vida y la
facie’ frente a las obligaciones concretas de salud no se focalizaba aquí en los problemas
los derechos humanos. Y fue fundamentalista del desarrollo de la tecnociencia sino en la
porque atribuyó a los principios éticos el fun- transgresión perversa de todo supuesto moral
damento de la bioética y subordinó a los dere- básico. La Escuela de Mecánica de la Armada
chos humanos a esos principios. fue el mayor centro de torturas y exterminio.
La expresión de esa disociación entre bio- Las mujeres detenidas y embarazadas eran
ética y derechos humanos operó a través de la atendidas con ayuda de enfermeros por el mé-
reformulación de la idea de justicia y del signi- dico del Hospital Naval Jorge Magnacco bajo
ficado del derecho a la salud. La idea de justicia las órdenes del Dr. Ricciardi, jefe de Sanidad de
fue relativizada al ser convertida en principio la ESMA. Se decía que las detenidas eran man-
ético ‘prima facie’ que podía llegar a tener me- tenidas con vida hasta el parto por una postura
nos peso frente a otros principios como el de contraria al aborto de los militares pero que
autonomía. Y el derecho a la salud fue partido para ellas después eran las generales de la ley:
en dos introduciendo una diferencia entre de- podían vivir o no. Tiradas en el suelo en col-
recho moral y derecho legal a la misma. Pero chonetas, esperaban el nacimiento de sus hijos
esta distinción sólo era posible en un sistema mientras el prefecto-represor Héctor Febres en
de salud como el de Estados Unidos, ya que modo cínico les hacía escribir notas dirigidas
no tenía sentido en los sistemas universalistas al familiar que ellas eligieran para que cuida-
europeos, ni en los sistemas socialistas, ni en ra al recién nacido. Sin embargo, después de
la salud como derecho humano en las Nacio- ser asistidas en esa maternidad clandestina, los
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

nes Unidas. De ese modo se disoció igualdad bebés eran entregados a familias de represores.
y protección moral de igualdad y protección Así nacieron en cautiverio los hijos de Alicia
legal. Por eso es que la bioética liberal mostró Alfonsín de Cabandié, Patricia Julia Roisinblit
una visión angloamericana unilateral del desa- de Pérez y Cecilia Viñas de Penino entre mu-
rrollo de la tecnociencia, que a través del Infor- chos otros. Y así nació también la hija de Ma-
me Belmont y el fundamentalismo normativo ría Hilda Pérez de Donda —Victoria— la nieta
de los principios moderó la crítica filosófica a número setenta y ocho que recuperaron las
la idea ilustrada de ‘progreso’, bajo el supuesto Abuelas de Plaza de Mayo, a quien su madre
de que la enseñanza de los procedimientos de le puso al nacer unos hilos azules para que la
justificación moral podía lograr una correspon- reconocieran en caso de que se la arrebataran
dencia aceptable entre desarrollo tecno-cientí- o que ella fuera desaparecida. Sus primeras
fico y progreso moral. Sin embargo, la bioética palabras con las abuelas, luego de la confir-
de principios, caracterizada por la condición mación genética de su identidad fueron: “Soy
de ‘neutralidad’ manifiesta en su procedi- la de los hilitos azules”. El color azul fue así un
mentalismo, quedó disociada de la noción de símbolo de vida. Pero el color rojo, también
progreso moral. La bioética liberal fue así el como en Auschwitz, fue símbolo de muerte: “A
primer quiebre regresivo para el significado de los condenados a muerte se les ponía una cinta

5
Para una crítica del principialismo véase J.C.Tealdi, “Los principios de Georgetown: análisis crítico”, en Estatuto
epistemológico de la Bioética, México, UNAM, Red Latinoamericana y del Caribe de Bioética, 2005, págs. 35-
54.
6
Véase Hernán Fuenzalida-Puelma y Susan Schölle Connor (eds), El Derecho a la Salud en las Américas. Estudio
constitucional comparado, Washington, Organización Panamericana de la Salud, Publicación Científica N°509,
1989. Véase el criterio sobre atención de la salud de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el Caso
Ximenes Lopes vs. Brasil. Fondos, reparaciones y costas, Sentencia de 4 de julio de 2006.

42
roja en el cuello. Todas las noches un camión Dolly y se comenzó a especular a partir de allí
recogía a los sentenciados para trasladarlos al con la posibilidad de la reproducción humana
campo de exterminio” (testimonio de Fermín por clonación. Se disparó entonces un debate
Núñez, Conadep, Legajo N°3185). Por eso es público, político y filosófico, en torno al esta-
que en estos años, y de allí en más para siem- tuto moral del embrión humano y las nuevas
pre, la bioética en Argentina no podía tener configuraciones familiares. Al año siguiente
otro significado que el del modelo fundacional se identificaron las primeras células madre
de una bioética de los derechos humanos. embrionarias que prometían grandes avances
terapéuticos. Se trataba de células a partir de
3) La concepción neoliberal de la bioética las cuales podían generarse cualquiera de los
pragmática global (1990-2003) diversos tejidos del organismo para su aplica-
El modelo liberal se extendió durante vein- ción a enfermedades que tuvieran dichos teji-
te años hasta el Consenso de Washington en dos dañados. Y aunque esas células madre po-
1990. Hasta entonces, la reformulación del dían obtenerse a partir de células de individuos
modelo fundacional se hizo sosteniendo —re- adultos, también podían obtenerse con mayor
tóricamente al menos— la obligación de res- posibilidad de éxito a partir de embriones hu-
peto del universalismo moral de los derechos manos como los embriones excedentes conge-
humanos. Y esto aunque en los hechos se co- lados luego de un procedimiento de reproduc-
metían reiteradas violaciones encubiertas a los ción asistida. A partir de entonces, el cultivo,
mismos. Pero a partir de entonces, y mientras la reproducción y las investigaciones sobre
se profundizaban los problemas éticos del de- células madre para su implante, generaron una
sarrollo científico y tecnológico, el modelo gran polémica internacional. Y un nuevo salto
universalista de la bioética fue asediado en tecnológico acompañado de una profundiza-
modo explícito por los intereses corporativos ción de la tensión entre valores e intereses se
de la tecnociencia globalizada con apoyo polí- observó en el año 2000 cuando Clinton y Blair
tico y académico. Las privatizaciones en salud, anunciaron al mundo que se había alcanza-
durante los noventa, fueron el modo activo de do el primer borrador del Genoma Humano.
demoler el derecho a la salud, y las investiga- Ese anuncio lo hicieron flanqueados por Craig
ciones médicas volvieron a violar a la ética y Venter, exponente de los intereses de la indus-
sus valores. tria biotecnológica privada, y John Sulston, el
El desarrollo científico y tecnológico con- académico que había liderado el equipo bri-
tinuó sorprendiendo en modo creciente con tánico de secuenciación del genoma y que
sus innovaciones al mismo tiempo que fue lograría el Premio Nobel por ello. Pese a las
creciendo en visibilidad la demanda social explícitas diferencias entre las posiciones esta-
por decisiones individuales de los pacientes dounidense y británica respecto a la cuestión
al comienzo y el final de la vida. En 1994 la del patentamiento genético, donde los prime-
eutanasia fue despenalizada en Holanda y en ros defendían la posibilidad de comercializar
el año 2002 fue legalizada, mientras los casos ese conocimiento como uso privado frente a
de pacientes que solicitaban asistencia para la oposición británica que pedía el uso públi-
suicidarse iba creciendo en el mundo. Veinte co y universal del mismo, esa foto prefiguraba
años más tarde del comienzo de la reproduc- la conjunción del nuevo complejo corporativo
ción asistida, se hizo pública en 1997 la noti- político-industrial-académico de los países ri-
cia del nacimiento por clonación de la oveja cos.

7
El 31 de enero de 2008, la Asociación Madres de Plaza de Mayo tomó posesión del primer edificio de la Escuela
de Mecánica de la Armada, que fuera el mayor campo de exterminio durante la dictadura argentina 1976-1983 y
convertido por la democracia en Espacio para la Memoria, para transformarlo en Centro Cultural Nuestros Hijos.
Su presidenta Hebe de Bonafini dijo entonces: “¡Los quemaron vivos y no pudieron, los tiraron vivos al río y no
pudieron, los enterraron debajo de las autopistas y no pudieron! ¡Nuestros hijos no son huesos, son vida que nace
siempre como semilla en cada uno de ustedes!”. Citado en “La Asociación Madres de Plaza de Mayo tomó pose-
sión del ex Liceo Naval. ‘Están aquí más vivos que nunca’”, Buenos Aires, Página 12, 1° de febrero de 2008.

43
Un giro radical en el campo de la ética dad universal de protección de las personas.
de las investigaciones biomédicas ocurrió sin Es una concepción polarizada en los países
embargo en 1997 cuando fueron denunciados ricos productores de medicamentos y biotec-
varios experimentos no éticos llevados a cabo nologías bajo el liderazgo de Estados Unidos
en países pobres por organismos públicos ad- y el Reino Unido. Es una concepción de ata-
ministrativos y académicos de los Estados Uni- que a las normas universalistas que propone
dos. Se trataba de investigaciones sobre trans- su reemplazo por las normas corporativas del
misión de VIH-Sida de la madre embarazada a complejo industria-academia-políticas centra-
los recién nacidos. Esa transmisión ya disponía les. La filosofía deja de ser crítica y se propone
de tratamiento para ser evitada y su indicación neutra ante los conflictos, limitándose a pre-
era obligatoria en los Estados Unidos. Pero a sentar analíticamente a los argumentos en dis-
las mujeres de países pobres que participaban puta. La bioética neoliberal resulta ser así el
en las investigaciones no se les brindaba trata- segundo momento regresivo para el significa-
miento porque, se decía, lo normal en sus paí- do de la dignidad propio de la bioética de los
ses era que no fueran tratadas. Se proponía así derechos humanos.
un doble estándar moral para países ricos y po-
bres. A partir de ese escándalo, Estados Unidos 4) La concepción regresiva radical y el fin
comenzó a presionar para lograr la revisión de de la bioética (2003-…)
la Declaración de Helsinki particularmente en El año 2003 es particularmente significati-
cuanto al uso de placebo, la exigencia de be- vo para considerar ya que en él se observa la
neficios para los países huésped, y las garantías emergencia de una nueva concepción respec-
de acceso a tratamiento para los pacientes des- to a la bioética. El hecho destacado de ese año,
pués de las investigaciones. En el año 2000 la en perspectiva del desarrollo tecno-científico,
Asociación Médica Mundial revisó la Decla- fue la finalización de la secuenciación com-
ración de Helsinki pero reafirmó su concep- pleta del genoma humano, uno de los avances
ción original. En los dos años siguientes, sin considerados con mayor impacto a futuro en
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

embargo, un informe de la Comisión Nacio- el campo de las ciencias de la vida y la salud.


nal de Bioética USA (2001) y otro informe del Como hemos visto, el anuncio del borrador del
Nuffield Council UK (2002)10 sobre ética de la genoma realizado por Clinton y Blair en el año
investigación en países en desarrollo, así como 2000 prefiguraba la constitución de un com-
las Pautas CIOMS-OMS sobre investigaciones plejo corporativo político-industrial-académi-
biomédicas (2002), contribuyeron a consolidar co de los países ricos que en esta etapa traza-
el enfoque del doble estándar. De ese modo ría su pretensión de justificación académica y
la Declaración de Helsinki era atacada en su política. Así, en diciembre de 2003, la bioeti-
esencia universalista11. cista Ruth Macklin publicó un editorial en el
La bioética neoliberal se caracteriza así por British Medical Journal, sosteniendo que la dig-
su negación del deber moral y legal a la igual- nidad es un concepto inútil en la ética médica

8
Peter Lurie, Sidney M.Wolfe; “Unethical trials of interventions to reduce perinatal transmission of the human im-
munodeficiency virus in developing countries”, New England Journal of Medicine 1997; Vol. 337, págs. 801-808.
Marcia Angell. “The ethics of clinical research in the third world”, New England Journal of Medicine 1997, Vol.
337, págs. 847-849.
9
Levine, Robert “The need to revise the Declaration of Helsinki”, N Engl J Med 1999; Vol. 341, págs. 531-534.
10
USA, National Bioethics Advisory Commission, Temas sobre la ética y la política en la investigación internacio-
nal: ensayos clínicos en los países en desarrollo – Resumen Ejecutivo, Washington, abril 2001; Nuffield Council on
Bioethics, The ethics of research related to healthcare in developing countries, Londres, abril de 2002 (un primer
borrador de discusión apareció en 1999). Véase en www.nuffieldbioethics.org
11
K.J.Rothman, K.B.Michels; “For and Against: Declaration of Helsinki should be strengthened: For”, British Medi-
cal Journal 2000 (August 12), Vol.321, págs.442-445; R.J.Lilford, B.Djulbegovic, U.Schuklenk, K.J. Rothman, and
K. B Michels, “Declaration of Helsinki should be strengthened”, British Medical Journal, 2001(February 3), Vol.322
(7281), pág. 299. Peter Singer, Solomon Benatar, “Beyond Helsinki: a vision for global health ethics”, British Medi-
cal Journal 2001 (31 March), Vol. 322, págs.747-748.

44
y puede ser abandonado sin ninguna pérdida a los intereses de la industria farmacéutica y
de contenido ya que no es más que respeto biotecnológica. En 2005, año en que fue apro-
por la autonomía de las personas12. También bada la Declaración Universal sobre Bioéti-
en el 2003, la FDA, organismo regulador del ca y Derechos Humanos de la UNESCO, los
medicamento en Estados Unidos, comenzó a bioeticistas Landman y Schüklenk publicaron
considerar seriamente el abandono de la De- un editorial con una crítica despectiva sobre
claración de Helsinki. Y no menos importante la misma, diciendo en su título que “UNESCO
aún para el modelo universalista de la bioética ‘declara’ universales sobre derechos humanos.
de los derechos humanos, fue la autorización Muchas inesperadas verdades son desenterra-
administrativa realizada ese año por el gobier- das por el organismo de Naciones Unidas”.
no de los Estados Unidos (aunque diseñada ya Y haciendo aún más transparente su posición
el año anterior) para el uso de la tortura con los regresiva radical afirmaban: “...el actual bo-
llamados ‘combatientes ilegales’ en violación rrador de Declaración podría quedar confor-
a la Convención de Ginebra entre otros instru- tablemente bien en la honorable tradición en
mentos del derecho internacional13. el tiempo de las proclamas inconsecuentes de
Este conjunto de hechos que señalaron la la UNESCO. Nuestro favorito al respecto es el
aparición de una nueva concepción acerca de Artículo 10: Se habrá de respetar la igualdad
la bioética y del significado de la dignidad hu- fundamental de todos los seres humanos en
mana para ella, serían reforzados en los años dignidad y derechos, de tal modo que sean
siguientes. En 2004, la FDA hizo efectivo el tratados con justicia y equidad. Es un misterio
abandono de la Declaración de Helsinki y su para nosotros qué parte de este artículo es una
reemplazo por las Guías de Buena Práctica consideración bioética”15.
Clínica de la Conferencia Internacional de Ar- En 2007, el economista de Harvard Alvin
monización de los países industriales produc- Roth publicó un artículo en el que se pre-
tores de medicamentos y biotecnologías14. De guntaba ¿por qué considerar ‘repugnante’ al
este modo, después del reconocimiento inter- mercado de órganos, cuando el concepto de
nacional de cuarenta años a la declaración en repugnancia limita mercados potenciales que
tanto heredera del Código de Nuremberg y la deberían ser librados a los cálculos de utilidad
defensa de los derechos humanos, los Estados individuales, privados y libres?16 Y siguiendo la
Unidos dieron un giro radical privilegiando escalada de esta nueva concepción, en 2008

12
Ruth Macklin, “Dignity is a useless concept. It means no more than respect for persons or their autonomy”, Brit-
ish Medical Journal Vol. 327, 2003 (20 December), págs.1419-1420.
13
Neil A.Lewis y Eric Schmitt, “Lawyers Decided Bans on Torture Didn’t Bind Bush”, Washington, The New York Ti-
mes, June 8, 2004. United States Military Commissions Act of 2006, Pub.L.N°109-366, 120 Stat.2600 (Oct.17, 2006),
enacting Chapter 47ª of title 10 of the United States Code. En el tratamiento del proyecto de esta ley regresiva, el
senador Arlen Specter propuso una enmienda para preservar el habeas corpus. La propuesta de Specter fue rechaza-
da por 51 votos contra 48. Edward Kennedy había propuesto declarar ilegales técnicas específicas de interrogatorio
tales como el “submarino”. El vicepresidente de Bush, Dick Cheney, había afirmado que él no creía que la inmersión
en agua fuera una forma de tortura sino una herramienta muy importante para usar en interrogatorios incluyendo el
de Khalid Sheikh Mohammed, considerado el principal arquitecto de los ataques del 11 de septiembre.
14
USA, Federal Register: June 10, 2004, Volume 69, Number 112, Proposed Rules, Pages 32467-32475: “to re-
place the requirement that such studies be conducted in accordance with ethical principles stated in the Dec-
laration of Helsinki with a requirement that the studies be conducted in accordance with good clinical practice
–GCP-”. ICH-Harmonized Tripartite Guideline o Pauta Tripartita Armonizada de la Conferencia Internacional para
la Armonización para la Buena Práctica Clínica, 1997.
15
Willem Landman, Udo Schüklenk, “Reflections on the UNESCO Draft Declaration on Bioethics and Human
Rights”, Developing World Bioethics, Special Issue: Reflections on the UNESCO Draft Declaration on Bioethics
and Human Rights, Vol.5, N°3, 2005, págs.iii-vi: “Still, the current Draft Declaration would fit quite comfortably
in the time honoured tradition of inconsequential UNESCO proclamations. Our favourite in this quarter is Article
10, ‘The fundamental equality of all human beings in dignity and rights is to be respected so that they are treated
justly and equitably. It is a mystery to us which part of this article is a bioethical consideration.” (la traducción al
español es nuestra).
16
Alvin E. Roth, “Repugnance as a Constraint on Markets”, Harvard Business School, Working Paper Publication

45
Diego Gracia defendió la posición presentada con otros principios pueden verse obligados a
años antes por Macklin acerca de la inutilidad ceder, esta nueva concepción abre las puertas
del concepto de dignidad para la bioética y a sostener que se debe respeto a las vidas autó-
sostuvo ahora que los derechos humanos son nomas pero se puede justificar el terminar con
principios de deber ‘prima facie’ que en caso las vidas no autónomas. Si esto no es así, hace
de conflicto con otros principios pueden verse falta otro concepto que el de autonomía para
obligados a ceder17. poder dar una explicación a la diferencia.
En este marco de fenómenos, puede decirse
que las características principales de la con- 5) Por una restauración del universalismo
cepción regresiva radical son la pretensión de moral de la bioética de los derechos humanos
reemplazar la ética del sistema internacional Las concepciones liberal, neoliberal y re-
de derechos humanos por la ‘ética’ del domi- gresiva radical, postularon en modo creciente
nio normativo global de la mega corporación la disociación, negación, abandono y aniqui-
Industria-Academia-Administración de los paí- lación de la bioética fundacional de los dere-
ses ricos. Se propone el abandono del concep- chos humanos. Sin embargo, en la medida en
to de dignidad que es la piedra fundamental de que esa hostilidad crecía, se fueron observan-
la arquitectura universalista de la bioética de do respuestas progresivas a la misma. En 1997,
los derechos humanos y su reemplazo por el y como consecuencia del conflicto planteado
respeto de la autonomía de las personas. Hay en la secuenciación del genoma humano entre
una negación de los valores éticos universales el valor académico de la búsqueda desintere-
con un regreso a los supuestos de la Ilustración sada de la verdad y los intereses comerciales
tardía (Weber) como persecución y ataque de de la industria privada que buscaban el pa-
toda verdad universal por considerarla supers- tentamiento de los datos, la UNESCO aprobó
tición metafísica, proponiendo guiarse por el la Declaración Universal sobre el Genoma
criterio pragmático de ‘utilidad’. La filosofía se Humano y los Derechos Humanos como res-
muestra anticrítica y se vuelve sofística: todo es puesta que pretendía sostener la concepción
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

argumentable. universalista. Esa declaración sería seguida en


Puede decirse, finalmente, que la bioética 2003 por la Declaración Internacional sobre
regresiva radical es el momento de aniquila- los Datos Genéticos Humanos. Pero ambos
ción del deber de respeto de la dignidad y del instrumentos fueron los antecedentes de lo
principio universal de igualdad de los seres que marcaría —pese a todas las limitaciones
humanos como sujetos morales y de derechos. propias de la polémica constructiva de la mis-
No resulta exagerado pensar que se han deja- ma—, una reafirmación de la bioética de los
do sentados los fundamentos para volver a sos- derechos humanos: la Declaración Universal
tener el concepto de “las vidas indignas de ser sobre Bioética y Derechos Humanos aprobada
vividas” aunque de un modo renovado en los por la UNESCO en 2005. Otros hechos tales
términos: negado el concepto de dignidad deja como publicaciones y reuniones académicas
de tener sentido la distinción vida digna/vida acompañaron esa renovada postulación de
indigna al ser reemplazada por la distinción la concepción fundacional universalista de la
vida autónoma/vida no autónoma. Si antes se bioética.
debía respeto a la vida digna de ser vivida pero Debe entenderse que sesenta años después
con el nazismo llegó a justificarse el terminar de su constitución, la pretensión de reafirmar
con las vidas indignas de ser vividas, al afirmar la bioética de los derechos humanos o de res-
que los derechos humanos son principios de taurarla sólo puede hacerse desde una revisión
deber ‘prima facie’ que en caso de conflicto crítica de la misma que la actualice a la luz

Nº 07-077, May 24, 2007.


17
Véase Diego Gracia, “La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos. Algunas claves para su
lectura”, en H.Gros Espiell y Y.Gómez Sánchez (coords.), La Declaración Universal sobre Bioética y Derechos
Humanos de la UNESCO, Granada, Editorial Comares, 2006, págs. 9-27.

46
de las concepciones que se le han ido enfren- critor italiano que estuvo prisionero en aquel
tando históricamente. Para comprender el sig- campo, clausuró: “Existe Auschwitz, no existe
nificado que las distintas concepciones que Dios”. La historia de la ética se había disuelto.
hemos presentado puedan tener, es necesario Porque ¿de qué podían haber sido superación
volver atrás antes de realizar una propuesta de esas escuelas de mecánica del exterminio que
superación. Y esa comprensión del lugar que la se extendieron después por todo el siglo XX?
ciencia y la tecnología han ido ocupando en la ¿Dónde estaba la diferencia con la animalidad
sociedad desde la segunda posguerra mundial pura, sin sabiduría alguna, irracional y aliena-
hasta hoy, visto desde una perspectiva ética y da? Esas catástrofes no eran un eslabón más de
de derechos humanos, nos exige comprender una cadena de hechos históricos a ser asimi-
el sentido que tuvo el desarrollo tecno-cientí- lados por una nueva síntesis. Esas catástrofes
fico hasta entonces y cuál fue la razón de su eran una ruptura de la civilización sin sentido
crisis. Repasemos brevemente ese trayecto. alguno. Y si la historia no tenía sentido, la ne-
La concepción dominante de las relaciones cesariedad de la dialéctica universal hegelia-
hombre-naturaleza durante el mundo moderno na se había roto. La repetición de la barbarie
y globalizante, fue la del hombre como “domi- era la negación de la realización humana y el
nador” de la naturaleza. El desarrollo científico automatismo de los seres humanos era la ne-
y tecnológico, la revolución industrial, y la co- gación de la libertad. Adorno acuñó el título
lonización europea del mundo, representaron “Dialéctica negativa”.
un modelo de racionalidad dirigido tanto a do- Esa evolución hacia la integración total se
minar instrumentalmente el mundo de la na- interrumpió después del nazismo, y fue seguida
turaleza mediante la técnica, como a dominar por la emergencia de un mundo administrado
estratégicamente el mundo social —en modo sujeto al derecho internacional de los derechos
abierto o encubierto— mediante la influencia humanos. Pero esa interrupción fue breve y la
sobre las elecciones racionales de las personas. voluntad de dominio continuó su camino a tra-
La Ilustración se configuró así como dominio vés de guerras imperiales y dictaduras, y de un
sobre la naturaleza y sobre el hombre. De ese creciente complejo corporativo entre industria,
modo, la razón instrumental pretendió cono- política y academia. La subjetividad protegida
cerlo todo, dominar la naturaleza, y dominar por los derechos humanos fue desgastada por
al hombre, reemplazando los viejos mitos que la conversión del sujeto humano a objeto de
fueron el primer modo de responder a la cues- consumo o a objeto excluido. Y el concierto
tión del bien y el mal, por el nuevo mito del normativo entre los Estados fue reemplazado
progreso. Y así el siglo XX llegó a tener tres ejes por la desregulación normativa para liberar las
de su “razón”: 1. la voluntad de dominio de fuerzas del “progreso”. Como consecuencia, el
todas las esferas de la vida humana individual desastre ambiental a principios del siglo XXI
y colectiva; 2. la idea de un “Estado autorita- era ya inocultable y la amenaza apocalíptica
rio” (fascista y comunista) como instrumento; llegaba desde la naturaleza y por el calenta-
y 3. la racionalización instrumental de la vida miento global. Pueblos enteros eran margina-
individual y colectiva como finalidad. Las con- dos de toda condición humana y la autodes-
secuencias fueron la pérdida de libertad y de trucción de la razón instrumental no era seguro
sentido en el vivir. que pudiera detenerse.
El horror nazi fue la negación de una dia- La razón de dominio que el hombre como
léctica que Hegel había visto desenvolverse en “dominador” de la Naturaleza y de los hom-
positivo. Al pensar el nazismo, Adorno pronun- bres llevó adelante en la Modernidad, fue auto-
ció dos sentencias conmocionantes que han destructiva. Su “voluntad” fue una compulsión
llegado a tener posteriormente muchas versio- cosificadora que convirtió progresivamente al
nes: “Después de Auschwitz escribir poesía es sujeto dominante en un ser sin sujeción a ley
una barbarie” y “Después de Auschwitz toda alguna. Ese actuar perverso —sin normas— al-
cultura es basura”. El escritor irlandés Samuel canzó a las relaciones entre los propios domi-
Beckett, en Final de partida, completó: “Ya no nadores. Por eso, finalmente, no se trataba sólo
queda mucho que temer”. Y Primo Levi, es- de dominio de clase (de dominante sobre do-

47
minado, del amo y el esclavo), sino de corrup- marginados del mismo en el presente y recor-
ción o degradación de la clase dominante que, dar las voces acalladas de las víctimas.
sin código ni para ella misma, concluía en la Por eso es que en la propuesta de restaura-
propia cosificación. Uno de los males mayo- ción del modelo universalista de una bioética
res de la Ilustración fue entonces su “voluntad de los derechos humanos, debía proponerse
de vida” que reducía todas las relaciones del una racionalidad estética que atravesara los
hombre —con la Naturaleza y entre los hom- distintos discursos permitiendo una conjun-
bres—, en relaciones sujeto-objeto. El hombre ción de razón e imitación de la naturaleza
magnificaba su lugar de sujeto y todo lo demás —mimesis—, para no atentar contra ella (hoy
era cosa u objeto degradado. La degradación crece el discurso de los ecologistas y el de los
de la Naturaleza y del ser humano fue el re- pueblos que reivindican a la madre-tierra). De-
sultado. bía recuperarse el decir simbólico del mito y
En esa situación, la filosofía crítica y la ética la religión, para no excluir esa dimensión hu-
se encontraron ante una dificultad irresoluble. mana (hoy se observa al respeto de la diversi-
Su trabajo era analizar la autodestrucción de dad religiosa como necesidad para la paz). Y
la Ilustración como proyecto de progreso de como la lógica del dominio con la que opera
la razón, pero para hacerlo necesitaban recu- la razón ilustrada olvida a sus víctimas, debía
rrir a la razón misma. Si su tarea era exitosa alcanzarse una razón que recuperara la espe-
eso significaría que la razón había progresado. ranza que habían tenido las mismas. Una ra-
La conciencia de esa dificultad marcó los lí- zón que recuperara la razón de los vencidos
mites para la radicalización de la crítica. Re- para alcanzar la reconciliación. Una razón que
conociendo a la Modernidad la conquista de cultivara la memoria, no para conservar el pa-
la idea de libertad, tres caminos mayores se sado sino para recuperar sus esperanzas (hoy
abrían por delante: continuidad, restauración la UNESCO coordina la iniciativa internacio-
o ruptura. Una opción era la ruptura radical nal del Programa Memoria del Mundo). Eran
con el proyecto moderno para orientarse a una algunas cualidades necesarias, aunque no sufi-
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

época posmoderna de un pensamiento prag- cientes, para elegir un nuevo destino.


mático, utilitario, desvinculado de esa relación Esa restauración de la función histórico-crí-
con la verdad que introdujo Platón. Este fue el tica de la filosofía frente al desarrollo tecno-
camino que siguieron las concepciones liberal, científico debe ser acompañada por una exten-
neoliberal y regresiva radical de la bioética. sión de la condena de las acciones ejercidas
Otra opción era, abandonando la continuidad, por el Estado sobre las “vidas indignas de ser
realizar la crítica desde adentro de la Ilustra- vividas” a las omisiones del Estado para prote-
ción como autorreflexión de la razón para una ger la dignidad de las personas en tanto dere-
restauración de los elementos legítimos del cho a trazar sus propios proyectos de vida. Se
proyecto moderno. Un filósofo que hizo ese debe fortalecer la primacía de la dignidad del
intento fue Habermas. ser humano frente a los intereses de la ciencia
Habermas se enfrentó con su filosofía a la o de la sociedad. Para esto es necesario que la
reducción a una relación sujeto-objeto de todas universalización abstracta de la práctica por la
las relaciones humanas. Y para superar esa lógi- forma mercancía que ofrece la ilusión de una
ca de dominio propuso una teoría de la acción universalidad del tener, sea reformulada por la
comunicativa como proyecto de una razón universalización concreta de la forma dignidad
universal intersubjetiva. Quiso reemplazar a la en la corporización de un sujeto moral y de
razón del dominio por el dominio de la razón. derechos. En esto ha de darse prioridad a indi-
Privilegió el entendimiento y el consenso plu- viduos y grupos en situación de vulnerabilidad.
ral. Pero a su sistema tan completo y de valiosos Frente a la problemática del mundo actual, la
aportes, se le señalaron debilidades a ser reela- idea de justicia ha de plantearse en términos
boradas. Ni la felicidad, ni la compasión, ni la globales para un nuevo orden económico, so-
memoria, ni el símbolo, tenían en su sistema un cial y cultural a escala internacional atendien-
papel importante. Y para que el consenso fuera do a las prioridades de la pobreza y el medio
legítimo había que incluir en el diálogo a los ambiente. Hay que pasar de la razón autodes-

48
tructiva de dominio instrumental autónomo a víctimas de la razón de dominio instrumental
una razón constructiva de cooperación soli- para defender el lugar de las esperanzas frus-
daria cosmopolita. La bioética tiene la misión tradas y así abrir la posibilidad de una razón
de recuperar la memoria del sufrimiento de las reconciliada.

49
Interferencias entre biopolítica, bioética y
dignidad humana*

Procuro en este trabajo establecer una co- si hay una forma de desmantelar ese poder,
nexión entre las nociones de bioética, biopo- esa función, ésta consiste en demostrar que
lítica y dignidad humana —aunque no voy a esa visión del mundo es una, y no la única, ni
desarrollar explícitamente la idea de dignidad necesaria ni natural. Este reconocimiento es el
humana en lo que hace a su contenido y di- primer paso, la condición necesaria —aunque
mensión axiológica. Estrictamente quiero refe- no suficiente— para la producción de senti-
rirme a esa trama de sentidos que se produce dos distintos y por eso mismo para oponer al
en el entrecruzamiento entre bioética y biopo- discurso que se presenta como ortodoxia do-
lítica porque es en ese entramado en el que el minante otros discursos, otros sentidos, otras
tratamiento de la dignidad humana tiene lugar. visiones del mundo y por lo tanto otras formas
Y esto obedece a dos razones, la primera, una de acción en el mundo.
inclinación personal: la preferencia por discu- De manera que si los conceptos no vienen
tir el significado y el alcance de los conceptos dados y si la filosofía es la disciplina que con-
no de manera abstracta sino en el conjunto de siste en crear conceptos hay que decir tam-
las relaciones sociales y políticas en el que los bién que esta creación no es un puro producto
conceptos se inscriben considerando especial- de la contemplación ni de una reflexión desen-
mente las condiciones de ejercicio del poder, carnada sino que forma parte de ese campo
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

de desigualdad, de opresión y subordinación de fuerzas en el que el poder se dirime como


presentes en esas relaciones. La segunda, obe- lucha por el sentido.
dece a la convicción de que ningún sistema de Sobre la base de estas consideraciones es
organización político, económico y social se que propongo pensar la relación entre bioéti-
sostiene solamente en la fuerza. Requiere de la ca, biopolítica y dignidad humana en su ins-
conformación de ese sistema simbólico que lo cripción en este nuestro tiempo.
refuerza, lo mantiene y lo naturaliza. El poder Un tiempo que anuncia un cambio civiliza-
de estos sistemas simbólicos radica justamente torio. Y efectivamente, reside aquí una verdad
en que las relaciones de fuerza que están allí que todavía no ha sido planteada en todo su
presentes no se expresan como tales sino que espesor. También la sensación de que empren-
se manifiestan de una manera que las vuelve demos un camino para el que estamos muy
irreconocibles puesto que toman la forma de poco pertrechados y que la palabra “progreso”
relaciones de sentido. Si como sabemos la fun- ya no puede ser el conjuro que nos salve de
ción de los sistemas simbólicos es la de hacer la barbarie. Es preciso entonces interrogarnos
ver, hacer creer, la de confirmar “una visión sobre el fondo y las condiciones que hacen
del mundo” no hay que olvidar que ese poder, posibles las metamorfosis que afrontamos para
esa función se mantiene como tal en tanto esa poder dimensionar su profundidad y comple-
visión del mundo es por un lado, reconocida y jidad.
aceptada como legítima y natural y por el otro Conviene detenernos en los mecanismos
desconocida como arbitraria. De manera que del lenguaje que han acompañado y acompa-

* Prof. Patricia Digilio, profesora en Filosofía. Magíster en Políticas Sociales de la Universidad de Buenos Aires,
profesora e investigadora, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires.
1
Deleuze, Gilles y Guattari, Félix , ¿Qué es la filosofía? Barcelona, Anagrama, 1993, traducción de Thomas Kauf,
pp. 7 y ss.

50
ñan estas transformaciones para poder reco- Estos esfuerzos del pensamiento convergen
nocer la fuerza, sutil y pregnante, con la que con aquellos otros que desde la economía y las
el discurso se instala. Y hay que destacar aquí finanzas fueron socavando las bases del llama-
el empeño con el que los “simplificadores del do Estado de bienestar hasta poner en cuestión
pensamiento” se abocan a la tarea de difundir los principios organizadores de la solidaridad y
“afirmaciones” y “verdades universales” y al la concepción misma de los derechos sociales.
amparo de coartadas democrático-mercantiles Estado de bienestar que también mediante una
ir construyendo un lenguaje racionalizador del operación del lenguaje pasará a denominarse
status quo, generando así las condiciones para Estado proveedor o Estado benefactor y de cu-
la introducción de un discurso único que se yas calamidades la mano mágica-invisible del
convierte en una estructura firme y familiar que mercado vendría a salvarnos introduciendo un
se asume, se utiliza y se repite sin discusión. sistema político-económico y social autopro-
Quiero volver la atención por un momento clamado único, tan exclusivo como excluyen-
sobre estos deslizamientos del lenguaje con un te y devastador en la práctica.
ejemplo que ahora puede parecer poco perti- De manera que no parece un simple jue-
nente pero que cobrará sentido en el conjunto go del lenguaje interrogarnos hoy sobre qué
de esta presentación. porta el discurso cuando reintroduce catego-
A finales de los años 60 y principios de los rías y dicotomías que parecían superadas y
años 70 , una importante corriente de teóricos vuelve sobre la validez de ciertos conceptos
y filósofos de las ciencias políticas y sociales y principios ahora para pensar la condición
y otras disciplinas se avocaron a la revisión humana misma. Y se trata de pensar en este,
de conceptos y categorías de la teoría social y nuestro tiempo. Un tiempo signado por esos
política a fin de identificar aquellos conceptos dos interrogantes que lo atraviesan: ¿Qué es la
que ya sea por tener una extensión excesiva, vida? Al que inmediatamente le sigue este otro:
ya por resultar “contraintuitivos”, podían reco- ¿Qué es ser humano? Y se trata de hacernos es-
nocerse como obsoletos para dar cuenta de las tas preguntas en un mundo dominado por una
nuevas realidades socio-políticas. Entre esos perspectiva científico-técnica y en el que ese
conceptos, quiero recordar, se encontraban los biocrático sueño de la infinita perfectibilidad
de igualdad y justicia. Conceptos que paulati- técnica de lo que por el momento conocemos
namente fueron desapareciendo de cierto len- como “ser humano” alcanza inéditas posibili-
guaje académico, de documentos, agendas y dades. Se trata de interrogarnos por el valor de
programas para ir siendo sustituidos por otros los valores éticos, esos que por inmateriales no
como equidad e imparcialidad. Si bien no de- pueden medirse, en un mundo dominado por
sestimo el valor axiológico de estos conceptos, el espíritu racional del cálculo y en el que los
es posible observar que unos no significan lo criterios de eficacia y eficiencia parecen ser
mismo que los otros. Y que los últimos care- los únicos que rigen la relación entre medios
cen del potencial emancipador que sí poseen y fines.
los conceptos de igualdad y justicia, que con Es con este telón de fondo que esas pregun-
su “exceso de sentido” alimentaron los ideales tas ¿qué es la vida?; ¿qué es ser humano? se
que orientaron las luchas sociales y políticas enuncian.
de los siglos XIX y XX. Entre las concepciones que compiten entre
Otros se apresuraron en firmar el certifica- sí para dar respuesta a estas preguntas la pers-
do de defunción de la “historia”, “las clases pectiva biotécnica alcanza gran significación
sociales”, “el sujeto”, para hablar de “escena- pero además, como resultado de las formas de
rios” donde había historia, de ciudadanos/as, comprensión de la vida que la biología mo-
actores sociales, consumidores (en ese orden) lecular introduce, la acción biotecnológica
donde había sujetos y clases sociales. también alcanza hoy un poder inédito: la efec-

2
Por supuesto que estas revisiones se extienden en el tiempo y cobran especial énfasis en los años 80 y 90.

51
tiva posibilidad de una transformación dirigida ca clásica es posible observar una profunda
de lo viviente en general y del ser humano en transformación de los mecanismos de poder y
particular. Los desarrollos de la biología y de que esa transformación consiste en el pasaje
la genética predictiva y diagnóstica, y su im- del derecho del soberano de hacer morir o de-
plementación mediante la ingeniería genética jar vivir a un poder de hacer vivir o abandonar
configuran —y esto es un hecho— un dispositi- a la muerte. De manera que si: “Durante mile-
vo capaz de la transformación del hombre por nios el hombre siguió siendo lo que era para
el hombre mismo. Capaz de una transforma- Aristóteles: un animal viviente, y además ca-
ción de la especie por la especie misma. Esta paz de existencia política; el hombre moderno
situación, en la que saber y poder se entrelazan es un animal en cuya política está puesta en
es, indudablemente, de una gran significación entredicho su vida de ser viviente”.
política y también ética porque habría que pre- Identifica entonces una forma nueva de
guntarse si esta perspectiva de conocimiento y poder al que llama biopoder. La biopolítica
esta posibilidad de tecnificación de lo humano es expresión de ese biopoder. Y al desarrollar
no modificará la autocompresión ética de la Foucault esta noción de biopolítica introduce
especie de tal forma que ya no podamos ver- la dimensión política como una condición in-
nos como seres vivos éticamente libres y mo- separable del problema de la comprensión de
ralmente iguales. la especie.
De manera que se trata de una cuestión que Pero ¿cuál es el objeto de la biopolítica?
presenta dimensiones políticas y éticas y que El objeto de la biopolítica es la población. La
compromete tanto a la biopolítica como a la población como problema a la vez político y
bioética. científico, biológico y de poder. ¿Y cuál es el
Biopolítica y bioética son términos que tie- objetivo de la biopolítica? El objetivo de la bio-
nen en común la palabra bíos. política es establecer mecanismos globales de
Cada uno de estos términos supone una in- regulación de los fenómenos propios de la vida
teracción entre las palabras que lo componen. de la especie mediante acciones que se con-
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

Puede decirse que se produce una interacción forman según la secuencia población-procesos
entre ética y bíos y una interacción entre po- biológicos-mecanismos reguladores-Estado. Su
lítica y bíos. Y es fundamental comprender el función tiene efectos tanto disciplinarios como
carácter que se le imprime a este bíos para de regulación. Es también esa matriz en la que
analizar esta interacción. se gesta ese “ordenamiento” que permite iden-
tificar en la población lo sano y lo enfermo, lo
Algunas consideraciones sobre el concepto normal y lo anormal, lo productivo y lo impro-
de biopolítica ductivo y a partir de esta identificación llevar
adelante acciones de separación, marcación,
En la última década el uso del término “bio- exclusión y desplegar esos mecanismos polí-
política” se ha extendido tanto que entre el uso tico-sociales de control y regulación, de inte-
y el abuso nada parece quedar hoy por fuera gración y disciplinamiento que hacen al buen
de la biopolítica por lo cual corresponde hacer funcionamiento del cuerpo social. Patología,
algunas precisiones. higiene, salud son categorías que correspon-
Foucault, quien dedicó buena parte de su den a la biopolítica y que requieren de la com-
trabajo intelectual a la identificación de los petencia de disciplinas específicas capaces de
procedimientos técnico-políticos que permiten producir las formas de conocimiento y los con-
asegurar el funcionamiento de las relaciones ceptos que permitan organizar y diseñar las
de dominación, hace notar a propósito de sus formas de intervención para ese buen funcio-
estudios sobre el poder, que a partir de la épo- namiento del cuerpo social produciéndose así

3
Habermas, Jurguen, El futuro de la naturaleza humana. ¿Hacia una eugenesia liberal?, Barcelona, Paidós, 2002,
traducción de R.S. Carbó.
4
Foucault, Michel, Historia de la sexualidad I. La voluntad de saber, México, Siglo XXI, 1984, edición al cuidado
de Juan Almela, pág. 173

52
la conexión no analógica, no metafórica sino Parece correcto aventurar profundas modi-
concreta, real y material de la política con la ficaciones en la constitución de los dispositivos
biología y la medicina. de la biopolítica misma. Nuevos entrelazamien-
La biopolítica consiste en una suerte de tos entre saber y poder que podrían dar lugar
administración económico-política de la vida a una nueva tecnología biosociopolítica, cuyo
—de la vida humana— de manera que la for- funcionamiento no podemos todavía precisar
ma que la biopolítica adopta no es indepen- pero sí estamos en condiciones de afirmar que
diente del sistema político–económico y de la estará implicada aunque no necesariamente
cuestión de la gobernabilidad. En una econo- determinada por el alcance y la significación
mía incipiente, en un orden político fundado que justamente adquiera la propia noción de
en la idea de la autonomía y el desarrollo del bios y con el valor que se le atribuya a la “vida
Estado, en un mundo en el que “la fuerza de humana” de lo cual a su vez dependerán las
trabajo” como mercancía, y el mantenimiento consideraciones y prerrogativas que a ésta se
de un ejército de reserva son centrales para ese le concedan.
desarrollo y para la regulación de las relacio- Esta vida humana que cuando es definida y
nes políticas, sociales y económicas ese poder comprendida como cargada de valor ético/po-
de hacer vivir o abandonar a la muerte debe lítico se sitúa por encima de la vida común de
ser comprendido en esta clave: mantenimien- las otras especies, cuando es definida y com-
to y reproducción de la vida, producción de prendida bajo la forma biológica-mecánica y
cuerpos útiles para el trabajo, dóciles política- es substraída de toda forma jurídica-política
mente. conduce a la reintroducción de una antigua
Ahora bien, si los nuevos conocimientos distinción: la distinción entre bios y zoe. Es
provistos por la biología y la biomedicina per- decir, la distinción entre la vida calificada y el
miten introducir una nueva interpretación de simple hecho de vivir común a todos los seres
la vida, al mismo tiempo que ponen en entre- vivos.
dicho otras y hacen posible, la directa intru- ¿La biopolítica remite al término bios como
sión en la génesis misma de lo viviente, nece- la vida calificada o al simple hecho de vivir,
sariamente inauguran también un nuevo hori- común a todos los seres vivos? Pero ¿es con-
zonte de compresión, de significaciones y de cebible una vida humana natural, despojada
acciones en relación con los procesos biológi- de todo rasgo formal? ¿O justamente ese des-
cos que interesan a la biopolítica y si al mismo pojamiento es el resultado de una operación
tiempo la concepción de “ejército de reserva” político-discursiva que hace del bios zoe?
para considerar a una parte de la población Consideremos para pensar esta cuestión
comienza a ser sustituida por la de población otra perspectiva sobre la biopolítica además
absoluta excedente: aquellos que no pueden de la aproximación que sobre las lecturas
ser empleados ni siquiera como mano de obra de Foucault hemos esbozado. Tras los para-
económica (porque pueden o podrán ser re- digmas organicista y humanista respecto de
emplazados por instrumentos automatizados la biopolítica se institucionaliza en 1973 en
más eficientes y todavía más económicos) ni el mundo anglosajón, el enfoque naturalista
pueden ser considerados como consumidores para pensar la relación entre biología y polí-
dado sus niveles de indigencia: los llamados tica. Este enfoque refiere a la naturaleza como
supernumerarios de hoy ¿en qué clave, en es- parámetro privilegiado de determinación po-
tas nuevas condiciones, debe leerse ese poder lítica y en contraste con la tradición política
de hacer vivir o abandonar a la muerte? moderna, que encuentra su expresión en las

5
Empleo el término “supernumerarios” en el sentido que le imprime Robert Castel.
6
Ver Sloterdijk, Peter, Normas para el parque humano, Madrid, Siruela, 2000 y del mismo autor Experimentos con
uno mismo, Valencia, Pre-Textos, 2003.
7
Me remito aquí a algunos de los desarrollos que Roberto Esposito expone en su libro: Bíos. Biopolítica y filosofía,
Buenos Aires, Amorrortu/editores, 2006, traducción de Carlo R. Molinari Marotto.

53
teorías del contrato social donde la naturale- los seres humanos son capaces de imaginar
za es una instancia que debe ser superada por de otra manera lo que es y lo que puede ser
el orden político, esta perspectiva biopolítica y por lo tanto de intervenir sobre el curso de
naturalista —en especial la línea norteameri- los hechos. Es por eso que la acción no pue-
cana— considera a la naturaleza no sólo como de predeterminarse ni calcularse y es por eso
el fundamento del orden político sino también que puede esperarse de los seres humanos lo
como la única referencia regulativa posible. En inesperado en tanto seres capaces de realizar
oposición a una perspectiva que comprende lo que parece infinitamente improbable en lu-
los acontecimientos sociales en su compleja gar de estar determinados. En esta posibilidad
inscripción cultural e histórica, estos, como radica la grandeza de la acción y lo propio de
puede leerse en los trabajos de la renaciente la vida política en la que se revela esta única
sociobiología, son analizados y comprendidos cualidad de los humanos de no ser distintos
como dinámicas que pueden expresarse en sino diferentes. Son estos los modos en que los
términos biológicos remitiéndose al bagaje ge- humanos se presentan unos a otros no como
nético del sujeto y a las necesidades evolutivas objetos físicos, sino en tanto humanos.
de la especie que corresponde en este caso la Por lo tanto, lo que se anula en esta pers-
humana, que difiere cuantitativamente pero no pectiva es ese movimiento de autoinstitución
cualitativamente de la animal. De allí que los en que los hombres aparecen como hombres
comportamientos políticos que pueden identi- igualmente políticos.
ficarse en la historia como “recurrentes”, espe- En rigor carece de sentido, hablar de na-
cialmente aquellos que refieren a la expansión turaleza humana porque no existe una natu-
del territorio, la sujeción de un grupo por otro, raleza humana definible, e identificable como
la guerra misma son conductas que se arraigan tal, independiente de los significados impresos
en la naturaleza humana, constitutivas de esa por la cultura y la historia. La misma idea de
naturaleza que aflora siempre inevitable y sis- “naturaleza humana” tiene una inscripción
temáticamente. cultural y política en los saberes que la han
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

Como puede inferirse en esta perspectiva la tematizado.


política queda subordinada al orden natural. Carece de sentido pero la noción de “natu-
En particular al orden biológico y la historia raleza humana” es hoy objeto de múltiples in-
humana reducida a ser expresión de “nuestra terpretaciones, definiciones y consideraciones,
naturaleza”. Indudablemente que esta inter- algunas de las cuales parecen renacer desde
pretación transforma radicalmente la relación muy atrás en el tiempo. A la vez que asistimos
entre bíos y política que habíamos desarrolla- a la extensión de toda una corriente del pensa-
do. Porque el concepto no remite aquí al modo miento político que corresponde al enfoque de
en que la vida es administrada por la política los cientistas políticos que se valen de concep-
sino al modo en que la política es limitada por tos biológicos (provenientes en especial de la
esa vida sujeta a su condición natural. En este teoría evolucionista darwiniana) y de técnicas
paradigma natural la vida humana pierde su de la investigación biológica para estudiar, ex-
contenido histórico/social. Lo que se disuelve plicar, predecir e incluso prescribir el compor-
es la historicidad de los hombres en sociedad, tamiento político.
su libertad. Esa capacidad que Arendt recono- Indudablemente estudiar, explicar y pre-
ce como propia de la condición humana que decir no es lo mismo que prescribir. Cuando
es la acción y que se revela en la vida políti- se alude aquí a la función de prescribir lo que
ca que es únicamente humana en tanto solo queda oculto es justamente el valor que se le

8
Arendt, Hannah, La condición humana, Barcelona, Paidós, 1998, traducción de Ramón Gil Novales.
9
La referencia citada por Esposito corresponde a A.Somit y S.A. Peterson, “Biopolitics in the year 2000”, en Re-
search in biopolitcs, Amsterdan,-Londres- Nueva York- Oxford- Paris-Shannon-Tokio, vol. VIII, pág. 181. La misma
puede confrontarse en Esposito, Roberto, Bios. Biopolítica y filosofía, Buenos Aires, Amorrortu, 2006, traducción
Carlo R. Molinari Marotto, pág. 40.

54
otorga a la naturaleza como hecho y como de- reconocimiento de las atrocidades efectuadas
ber. Lo que de esta manera se elude, lo que contra los seres humanos durante la Segunda
queda sin explicitar es la operación político- Guerra Mundial. Pero también convendría to-
discursiva que consiste en subsumir la política mar conciencia de que la barbarie del nacio-
a la naturaleza. nalsocialismo no fue improvisada, ni espontá-
Y esto al mismo tiempo que desde la éti- nea, sino racional y científicamente pensada,
ca se alzan voces que ponen en cuestión el organizada y preparada antes de ser llevada a
reconocimiento de la dignidad atribuida a los cabo, lo cual de ninguna manera la legitima
seres humanos. La noción de dignidad es un ni la justifica pero sí debe interpretarse como
principio y una exigencia moral tanto desde el una señal de alerta que nos mantenga atentos.
punto vista ético como del político pero no se Convendría también disipar la ilusión de que
extrae de “la naturaleza” ni tiene ninguna tra- ciertos hechos son solo posibles en los “tota-
ducción biológica, es un valor que la biología litarismos” porque en las democracias, estruc-
ignora y del que una aproximación naturalista turalmente desiguales, atravesadas por rela-
tecnobiologicista a la condición humana pue- ciones de opresión, subordinación e injusticia
de prescindir. también cada uno de estos principios pueden
ser violentados y esto sin negar su validez uni-
Biopolítica y bioética versal. Es preciso también advertir que si en al-
gunos casos hay acciones que no se realizan es
La bioética debería entonces estar más porque se tiene conciencia de que la sociedad
atenta a esta conexión que se produce entre aun no está psicológicamente y políticamente
ella y la biopolítica en función de ese bios que preparada para aceptarlas. Que en todo caso
comparten. se trata de esperar el momento oportuno, que
No debería desconocer su dimensión po- la opinión debe madurar y ser conducida en
lítica a menos que se resigne, recordando a ese sentido.
Adorno, a ser esa disciplina degradada y me- Si las observaciones a la exigencia moral
lancólica que tan solo permite reflexiones des- del reconocimiento de la dignidad inherente
de la vida dañada. A menos que se resigne a y de los derechos iguales para todos los seres
ser solamente un centinela de una precaria humanos apuntan a la amplitud y vaguedad de
frontera siempre en movimiento entre lo que estos principios, esa amplitud —propia, por
se puede hacer y lo que se debe hacer y de la otra parte, de todo principio y que no es lo
que ya sabemos cuál es su lado más débil. Pero mismo que vaguedad— no puede ser el funda-
si no se resigna deberá reconducir sus esfuer- mento para declarar su obsolescencia o su in-
zos más allá de la supervisión de los actos y utilidad. Mejor, antes de abandonar o de reem-
abandonar esa carrera detrás de la ciencia y la plazar ciertos principios, se trata de dar disputa
flexibilidad y esa capacidad de adaptación con por su contenido, su alcance y su significado.
la que en muchos casos ha venido operando Pero para no engañarnos ni engañar con fór-
para demostrar el coraje de adoptar posiciones mulas repetidas hay que insistir en que no es
de principios firmes. suficiente con dar disputa por los sentidos si
En esta disputa por los sentidos, la embes- esos sentidos no fundan la voluntad política
tida contra ciertos principios tiene su función capaz de generar las acciones que produzcan
ideológica: tranquilizar las conciencias de las las condiciones materiales y simbólicas para el
sociedades democráticas haciendo ver sus re- efectivo cumplimiento de esos principios.
gresiones como revisiones y como avances. Afirmar la común dignidad de los seres
Convendría tomar conciencia de que el re- humanos es la condición para reconocernos
conocimiento de la dignidad inherente y de los como iguales. Iguales en nuestras diferencias.
derechos iguales para todos los seres humanos Pero hay que recordar que sobre la idea de
no es producto de la contingencia ni una de- igualdad avanza siempre como su sombra la
claración caprichosa sino que tiene su inscrip- alteridad y que cuando esa alteridad se vuelve
ción histórica; es la respuesta ética y política al radical no conduce sino a la deshumanización

55
del Otro, ya sea en la forma de la victimiza- Convendría no perder de vista esta inextri-
ción, la exclusión, la asimilación o el extermi- cable relación en tiempos en que es la condi-
nio. La sombra que proyecta la biopolítica es la ción humana misma lo que está bajo interro-
de la tanatopolítica y la línea que separa a una gación.
de otra es tan difusa como débil.
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

56
Casos de bioética y derechos humanos

57
58
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos
El trabajo de la Secretaría de Derechos
Humanos*

La realización de esta jornada es muy im- manos para las Investigaciones Biomédicas en
portante para reflexionar acerca de la dignidad el ámbito de la Secretaría de Derechos Huma-
humana porque justamente es la esencia de nos, integrado además de por la Confederación
nuestro trabajo, la dignidad es inherente a los Médica de la República Argentina (COMRA) y
derechos humanos. la Asociación Bio&Sur de Bioética y Derechos
La Secretaría de Derechos Humanos tiene Humanos, por representantes de organismos
entre sus competencias la promoción y pro- públicos del Poder Ejecutivo Nacional (Minis-
tección de los derechos humanos a partir del terio de Salud de la Nación; ANMAT, Secreta-
impulso y diseño de políticas públicas que ría de Ciencia, Tecnología e Innovación Pro-
plasmen este enfoque. ductiva) y de ambas Cámaras del Honorable
Desde el año 2003, a través de la Dirección Congreso de la Nación (Comisiones de Salud
Nacional de Atención a Grupos en Situación y de Derechos Humanos) y expertos de las
de Vulnerabilidad, se vienen desarrollando ac- disciplinas involucradas y un representante de
ciones dirigidas a posibilitar que los derechos los trabajadores de la salud, y el Defensor del
humanos constituyan el marco de referencia Pueblo de la Nación, en calidad de observador
para las políticas públicas, incluido el desarro- participante.
llo de la bioética. De esta manera se trata de El Consejo es un ámbito de articulación in-
que en ellas prevalezcan criterios éticos y de terinstitucional y de evaluación y análisis de las
derechos humanos que garanticen fundamen- investigaciones biomédicas, de carácter con-
talmente la dignidad, la igualdad, la identidad, sultivo, que tiene por objetivos principales la
la libertad, la justicia, la integridad, la equidad evaluación de aquellas investigaciones que le
y el bienestar de individuos, familias y comu- sean sometidas, la elaboración de dictámenes
nidades. técnicos, el asesoramiento y el diseño de pro-
La población en situación de pobreza, con puestas de regulación a organismos públicos y
dificultades en la accesibilidad a la salud, el privados sobre cuestiones de ética y derechos
resurgimiento de enfermedades sociales, los humanos de las investigaciones; el desarrollo
grupos vulnerables de la población requieren de un sistema nacional de revisión y evalua-
de políticas activas para la restitución de sus ción de las investigaciones; y la promoción de
derechos. También nos preocupa lo relaciona- acciones tendientes a la educación en ética de
do con el sistema público de salud, los dere- la investigación.
chos del paciente y el carácter de agente moral En el marco de las acciones iniciales, ex-
que hoy debe asumir el hospital público. Te- pertos, funcionarios y técnicos argentinos y
niendo en cuenta estas temáticas, es que en el latinoamericanos llevamos a cabo el Semina-
año 2004, decidimos avanzar con la Confede- rio Regional de Bioética: Un desafío interna-
ración Médica de la República Argentina y con cional, hacia una Declaración Universal. El
Bio&Sur en un convenio marco para trabajar mismo tuvo lugar en Buenos Aires los días 4 y
articuladamente en este sentido. 5 de noviembre de 2004, y tuvo como resulta-
Como parte de esta política integral se crea do un importante impacto sobre los trabajos y
entonces el Consejo de Ética y Derechos Hu- discusiones en curso, lo que fue retomado en

* Lic. Victoria Martínez, Directora Nacional de Atención a Grupos en Situación de Vulnerabilidad, Secretaría de
Derechos Humanos.

59
la Conferencia General de la UNESCO como Reporte de Investigaciones Biomédicas cuya
aporte del enfoque de derechos humanos. realización vaya en contra de los derechos
El 28 de enero de 2005 el Comité Interna- humanos y las libertades fundamentales, re-
cional de Bioética de UNESCO (CIB) aprobó comendaciones relativas a la creación de un
el anteproyecto de una declaración relativa Registro Nacional de Comités de Ética, e infor-
a las Normas Universales sobre Bioética y lo mes y dictámenes técnicos sobre normas vin-
elevó al Consejo Ejecutivo. El texto recogía culadas a las temáticas de bioética y derechos
los trabajos del grupo de redacción del CIB y humanos.
las consultas en el plano nacional e interna- También se sometieron a consideración y
cional. Finalmente durante la 33ª Conferencia evaluación distintos protocolos presentados,
General de la UNESCO, el día 19 de octubre uno de ellos al Comité de Ética del Hospital
de 2005, fue adoptada por aclamación la De- de Clínicas sobre un estudio con pacientes con
claración Universal de Bioética y Derechos HIV, en el que se expondría a consecuencias
Humanos, plasmando el enfoque de derechos graves sin beneficios particulares a los pacien-
humanos. Este hecho significa un gran avance tes; y otro referido a la experimentación de va-
que proporciona un marco universal de princi- cunas para meningococo en los hospitales de
pios fundamentales y procedimientos básicos Córdoba y Santiago del Estero, evaluando res-
para orientar a los Estados en la formulación ponsabilidades especialmente ligadas al con-
de sus legislaciones y políticas en el ámbito de sentimiento informado.
la bioética y para servir de base para dar a las Como parte de la cooperación con Bio&Sur
instituciones, agrupaciones y personas intere- apoyamos la Consulta Pública para un Siste-
sadas orientaciones en la materia. ma Nacional de Ética y Derechos Humanos en
Entre otras acciones también se colaboró en las Investigaciones Biomédicas, realizada en el
la organización de la Reunión Nacional de Ex- Honorable Senado de la Nación, el 14 y 15 de
pertos sobre la aplicación de la Declaración In- septiembre de 2006.
ternacional sobre los Datos Genéticos Humanos Como parte de las acciones de difusión de
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

(UNESCO) y su aplicación en materia de de- la declaración y en colaboración con el Foro


sapariciones forzadas y catástrofes en el 2005. de América Latina para la aplicación de la De-
Además desde el Consejo se apoyó la redac- claración Universal sobre Bioética y Derechos
ción que algunos de sus integrantes realizaron Humanos de la UNESCO, se realizó en la sede
de un Código Argentino de Ética y Derechos del Honorable Senado de la Nación, un semi-
Humanos para las Investigaciones Biomédicas, nario regional, en conmemoración del primer
en la afirmación de la tradición universalista año de su sanción el 19 de octubre de 2006.
de la Declaración de Helsinki de la Asociación Todas estas acciones dan cuenta de la re-
Médica Mundial y que se enmarca dentro de levancia de este tema en el enfoque integral
los derechos y garantías reconocidos por la que las políticas de derechos humanos deben
Constitución Nacional y de las normas de de- tener para su aplicación efectiva en la idea de
rechos humanos ratificadas y aprobadas por la avanzar para que cambien las condiciones de
Nación, muchas de las cuales integran el texto vida, la dignidad en la vida cotidiana.
de la Constitución Nacional. Esta jornada es un ejemplo de cómo pode-
Se elaboraron y presentaron Pautas para el mos contribuir en ese sentido.

60
El trabajo del Equipo Interdisciplinario Auxiliar
de la Justicia de la CONADI (Comisión Nacional
por el Derecho a la Identidad): reflexiones éticas*
“La ética de la dignidad presupone, con su reconocimiento de
los otros como actores posibles y necesarios, un progreso moral.
Esta dignidad, hay que decirlo, solo puede aprehenderse desde la
indignación”.
Diccionario Latinoamericano de Bioética

Introducción en el que intervienen muchas personas y or-


ganismos, nuestra actividad es posible porque
En esta exposición trataremos de abordar existen esas otras instancias. Entre ellas la ac-
la dimensión ética y las preguntas que se for- ción constante y sostenida de las Abuelas de
mulan en la tarea que desarrollamos. Para ello Plaza de Mayo.
comenzaremos por definir el marco institucio- La misma forma burocrática de la institu-
nal, los orígenes y los objetivos de nuestra ac- ción judicial hace que, frecuentemente, las
tividad, delimitando también los alcances del dimensiones subjetivas y humanas de los in-
problema al que nos abocamos. volucrados queden omitidas. Por otra parte, la
La actividad del Equipo Interdisciplinario situación objetivamente favorece acciones en
Auxiliar de la Justicia de la CONADI consis- que los jóvenes son poco reconocidos como
te en colaborar por solicitud de la justicia, en sujetos.
aquellos casos en que sucede un proceso de Nuestra intervención sucede en un proce-
restitución de identidad de un o una joven que so que entraña paradojas. Estos jóvenes adul-
fue apropiado durante la dictadura y cuya iden- tos son víctimas de un delito imprescriptible
tidad fue suprimida y reemplazada por otra en ligado a la operatoria del terror de Estado. No
el marco de un delito del terror de Estado. obstante, el mismo proceso en el cual se di-
El equipo está constituido de manera inter- lucida su identidad suele ser, simultáneamen-
disciplinaria y tiene como objetivo cooperar te, un proceso penal contra las personas que
con los jóvenes en vías de restitución de iden- consideraron sus padres y con las cuales ha
tidad en el marco de tales procesos judiciales, transcurrido su vida. En ese proceso penal, su
generando un espacio de intermediación y diá- identidad genética, obtenida a través del aná-
logo en el que se trata de preservar su volun- lisis de ADN, es simultáneamente una posible
tad y sus necesidades dentro de un escenario prueba contra esas personas y la vía de diluci-
complejo. Somos un actor más de un proceso dación de su origen y de re-vinculación con

* Lic. Alicia Stolkiner, Coordinadora del Equipo Interdisciplinario Auxiliar de la Justicia. Directora de CONADI:
Claudia Carloto. Miembros del Equipo Interdisciplinario: Fernanda López Puleio, Magdalena Barbieri, Norberto
Dorensztein, Analía Lanza y Viviana Vicente. Fueron miembros fundacionales del Equipo hasta que asumieron
cargos públicos que limitan su posibilidad de desempeñarse en él: Héctor Sagretti y Sergio Abrevaya. Su
participación definió buena parte del perfil de trabajo.
1
Varios autores, Tealdi, Juan Carlos (Director), Diccionario Latinoamericano de Bioética, Universidad Nacional de
Colombia (Sede Bogotá), Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNES-
CO, Red Latinoamericana y del Caribe de Bioética, 2008, Bogotá, Colombia, pág.274.

61
su familia biológica. Se configura así una si- En esta complejidad se funda la necesidad
tuación paradójica en la que resulta inevitable de que las disciplinas intervinientes articulen
la reflexión ética. Baste señalar que su cuerpo lo jurídico con lo psicológico en un abordaje
es prueba de un delito del cual son víctimas, y que se propone ser integral a fin de contribuir
que tienen una relación primaria con los posi- a preservar la dignidad de los jóvenes.
bles victimarios. Las herramientas jurídicas no La magnitud del problema se comprende
siempre se adecuan a una situación paradójica si se tiene en cuenta que, como lo señalan
de esta índole. Hemos encontrado ejemplos las Abuelas de Plaza de Mayo, con los niños
de ello, como el caso de un joven que tenía apropiados se produjo una filiación falsa, am-
interdicción de salida del país, aún cuando su parada en el terrorismo de Estado, que les im-
situación no era, obviamente, de imputado. pidió el derecho a vivir con su familia, fueron
Los jóvenes que fueron niños apropiados sustraídos de un sistema de parentesco e in-
son víctimas, pero víctimas no querellantes. cluidos violentamente en otro y, mientras esa
La querella la presentan, en general, las fami- situación no se esclarezca, son desaparecidos,
lias que los buscan y/ o la institución Abuelas permanecen desaparecidos. Por otro lado, para
de Plaza de Mayo. Queda, entonces, un vacío las familias que los buscan, la situación no es
en cuanto a cómo ser escuchados en el ámbi- algo que sucedió en el pasado sino un presente
to jurídico. Este vacío suele ser cubierto por que está sucediendo de manera continua. La
el defensor de los presuntos apropiadores, im- certeza de que en algún lugar está ese o esa
plicándolos fuertemente en la estrategia de la joven de cuyo contacto y vida han sido borra-
defensa de quienes están acusados de ser sus dos configura, a nuestro entender, una tortura
victimarios. Aun cuando frecuentemente existe psicológica constante que encuentra alivio en
un deseo de saber sobre el origen y una nece- la búsqueda activa, pero que sólo puede cesar
sidad de recuperación de identidad, coincide en el reencuentro.
muchas veces con el hecho de que dilucidarlo La pregunta que la dimensión ética plantea
por la vía de la prueba voluntaria de ADN pue- alrededor de la voluntareidad o no de la obten-
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

de incriminar o complicar la situación penal ción de las muestras para el análisis de ADN
de los que consideraba sus padres, desencade- es sobre el aparente conflicto entre dignidad y
nando posiciones de culpabilización. autonomía, como lo trataremos de desarrollar
Dado que ya han llegado a la mayoría de al final de esta exposición. Existe simultánea-
edad, no corresponde —como sucedía antes— mente un debate jurídico sobre los alcances de
la presencia del Defensor de Menores que los la búsqueda de muestras para obtener el ADN
representaba en el proceso con el objetivo de sin consentimiento.
velar específicamente por ellos. Se los consi-
dera sujetos autónomos en la toma de decisio- El marco institucional y la actividad
nes, por ejemplo la decisión de acceder o no a
dar la muestra para que se analice su fórmula La Comisión Nacional por el Derecho a la
genética y se la coteje con las muestras exis- Identidad (CONADI) es una entidad con sede
tentes en el Banco de Datos Genéticos recae en el Estado pero con gestión interjuridiccio-
sobre ellos. No obstante han sido objetivados nal, de la que forma parte Abuelas de Plaza
a lo largo de su historia. de Mayo.

2
Sólo excepcionalmente se ha dado el caso de que adhieran a la posición de querellantes.
3
La expositora participó junto con uno de los fundadores del Equipo Interdisciplinario en un proceso en el que el
joven era menor y la presencia del Defensor de Menores facilitó mucho la generación de un espacio específico
para él en el proceso judicial. Ese proceso tuvo una buena revinculación con la familia de origen, trabajada en
equipo y sostenida por el defensor de menores.
4
http://www.abuelas.org.ar/index.php
5
Cuando se realizó esta exposición todavía no había tenido lugar el fallo de la Corte Suprema de Justicia que da
marco legal a la búsqueda de muestras, aunque no a la extracción de sangre sin consentimiento.

62
En 1992 la disposición N° 1328/92 de la a quienes constituirían el equipo original para
Subsecretaría de Derechos Humanos creó, por realizar un intento de mediación en la re-vin-
iniciativa de las Abuelas de Plaza de Mayo, una culación de un joven con la familia de origen,
comisión técnica para “impulsar la búsqueda en un caso que había llegado a la Comisión
de niños desaparecidos y determinar el para- Interamericana de Derechos Humanos.
dero de niños secuestrados y desaparecidos Algunas de las especificidades de nuestra
con identidad conocida y de niños nacidos en intervención devienen de este marco insti-
ocasión de encontrarse la madre privada ile- tucional. Somos parte de una institución del
gítimamente de libertad”. También se plantea- Estado y como tales nos presentamos ante los
ba “aportar al cumplimiento del compromiso jóvenes. Esa posición nos habilita para una
asumido por el Estado Nacional al ratificar la cierta prescindencia con respecto al proceso
Convención sobre los Derechos del Niño en lo judicial penal, lo que nos permite centrarnos
atinente al derecho a la identidad”. específicamente en la situación de restitución
En 2001 por la ley N° 25.457 se creó la de identidad. Esta prescindencia es funcional:
Comisión Nacional por el Derecho a la Iden- no somos querellantes, ni defensores, ni fisca-
tidad. En su artículo 1º establece que tendrá les, ni jueces. Tampoco obramos como peritos
por objeto: y nuestro compromiso con los jóvenes es de
-Coadyuvar en el cumplimiento del com- confidencialidad.
promiso asumido por el Estado nacional al ra- Nuestras intervenciones son diversas: a-
tificar la Convención sobre los Derechos del compañamos a los jóvenes y al personal del
Niño — ley N° 23.849—, con rango constitu- juzgado en la notificación de la causa (a veces
cional desde 1994, en lo atinente al derecho a es en ese momento que el o la joven se in-
la identidad; forma de que no es hijo biológico de los que
-Impulsar la búsqueda de hijos e hijas de considera sus padres), tratamos de proveer la
desaparecidos y de personas nacidas durante mayor cantidad de herramientas y espacios de
el cautiverio de sus madres, en procura de de- reflexión para facilitar la decisión voluntaria de
terminar su paradero e identidad; hacer la prueba de ADN y participamos de la
-Intervenir en toda situación en que se vea información y elaboración psicológica de los
lesionado el derecho a la identidad de un me- resultados de la prueba cuando se realiza. Si
nor. la misma concluye con la localización de la
En su artículo 2° plantea su configuración familia biológica, podemos trabajar con la fa-
interjuridiccional, que incluye una entidad de milia y el joven en el proceso de re-contac-
la sociedad civil. La comisión está confor- to. Nuestras intervenciones varían según cada
mada por dos representantes del Ministerio caso y según las características particulares de
Público, uno de la Procuración General de la cada juzgado y proceso. En ocasiones, es el
Nación y uno por la Defensoría General de la personal judicial el que ha solicitado reunio-
Nación; a ellos se suman dos representantes de nes para reflexionar sobre estas particulares si-
la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y dos tuaciones e, inclusive, para tener elementos a
representantes del Poder Ejecutivo nacional, fin de decidir estrategias. Nuestra intervención
a propuesta de la Subsecretaría de Derechos implica a todos los actores, es puntual y ac-
Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos tuamos en la situación tal como se desarrolla.
Humanos. Siempre se trata de que el joven sea escuchado
El Equipo Interdisciplinario Auxiliar de la y que mantenga el máximo de posibilidad de
Justicia fue creado en 2002, en el marco de los toma de decisiones dentro de la complejidad
Juicios por la Verdad de la ciudad de La Pla- de la circunstancia.
ta. Algunos de sus miembros habían sido con-
vocados con anterioridad para intervenir en
procesos de restitución de identidad. Recono-
ce un antecedente en una solicitud del Estado

63
Las preguntas y el accionar de la justicia judicial. La justicia debió tener en cuenta que
había otras víctimas del proceso cuyos derechos
(….) “Tenemos, por lo tanto, dos con- merecían ser considerados, los familiares, y que
cepciones absolutamente heterogéneas de la
libertad, una concebida a partir de los dere-
la sociedad ameritaba esclarecimiento de los
chos del hombre y otra percibida sobre la base hechos. Veamos algunas fundamentaciones:
de la independencia de los gobernados (con “Se determinó que en modo alguno podía
respecto a los gobernantes)”. otorgársele un alcance tal al derecho de la su-
Michel Foucault
puesta víctima que implicase la anulación de
los derechos de otros a conocer el destino de
sus familiares sustraídos. Sobre estos presu-
Antes de adentrarnos en las preguntas so- puestos se concluyó que de acuerdo a las cir-
bre la dimensión ética del problema al que nos cunstancias del caso, no existía norma alguna
abocamos, quisiera señalar brevemente el de- que le otorgase al consentimiento de la per-
bate preexistente. Apenas retornada la demo- sona cuya filiación se cuestionaba un alcance
cracia, cuando las Abuelas de Plaza de Mayo tal capaz de impedir la realización de estudios
protagonizaron las primeras restituciones de genéticos o la investigación misma de la ver-
niños, hubo quienes plantearon que lo mejor dad genética ante requerimientos de terceros
para protegerlos hubiera sido no esclarecer la que ostentan un interés legítimo (art. 262 del
situación. Mirado retrospectivamente, tal argu- Código Civil).
mento no deja de ser un claro emergente de “A la par de la potestad del Estado para la
las huellas de la dictadura en el “sentido co- represión de los delitos, o del ejercicio mediato
mún” de buena parte de la sociedad. Quienes de los intereses de los directamente afectados
lo sostenían se amparaban en el derecho prio- por ellos, este tipo de investigaciones conce-
ritario del bien del menor. Se le respondió con den el espacio para hacer realidad y revelar la
una nutrida fundamentación teórica sobre el verdad misma con la fuerza de derecho. Aquel
lugar de la dilucidación de la identidad como que “asiste a las víctimas de violaciones mani-
derecho fundamental y necesidad subjetiva, y
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

fiestas a los derechos humanos y violaciones


también con la necesidad del conjunto de la graves al derecho internacional humanitario,
sociedad de esclarecimiento de estos hechos así como a sus familias y a la sociedad en su
aberrantes de su historia. conjunto,de conocer la verdad sobre tales
Cuando los jóvenes llegaron a la mayoría violaciones de la manera más completa posi-
de edad y, simultáneamente, el avance científi- ble, en particular la identidad de los autores y
co hizo posible obtener importantes grados de de las causas, los hechos y las circunstancias
certeza sobre la filiación genética a partir del en que se produjeron”. (Del voto del Dr. Ba-
análisis del ADN, los debates fueron de otro llestero).
tipo. Teniendo en cuenta su paradójica situa-
ción de víctimas vinculadas primariamente a C.C.C. Fed. Sala I    Freiler - Ballestero - Farah
sus posibles victimarios y su implicación en el 6.3.2009                       A. Hidalgo Garzón”
proceso penal de los mismos, muchos jóvenes
no accedieron voluntariamente a la extracción Nos encontramos entonces con una situa-
de la muestra de sangre necesaria para el estu- ción práctica particularmente paradójica: se
dio. La justicia, entonces, tomó distintas deter- usaba la fuerza para obtener las muestras de
minaciones, salvo excepciones hubo consenso una supuesta víctima, invocando derechos de
en no obtener la muestra por extracción de otros. La paradoja estriba en que en ese mis-
sangre sin el consentimiento voluntario. mo proceso se operaba en la restitución de
Distinta fue la posición con respecto a ob- la identidad de la o el joven, restituyendo un
tener muestras a través de incautar prendas u derecho que le había sido privado. A las ta-
objetos del domicilio de los jóvenes, por orden reas de nuestro equipo se sumó trabajar sobre

6
Foucault, Michel, Nacimiento de la Biopolítica, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2007, pág.61.
7
Subrayado nuestro.

64
estos procedimientos de obtención de mues- específicos de des-subjetivación, del cual el
tras y actualmente la CONADI participa en la campo de concentración es el paradigma, se
capacitación de quienes los realizarán en el introduce como tercer elemento en este deba-
futuro, para atemperar la violencia inherente te. No podemos dejar de recordar la novela La
a los mismos. No creemos necesario señalar decisión de Sophie de William Styron10, en el
el impacto de estas medidas en la vida y en punto en donde una persona queda sometida a
la subjetividad de los jóvenes, incluyendo el un dispositivo que la priva de la posibilidad de
hecho de que a veces la escena parecía remitir decidir, salvo la de negarse a ello11.
a la violencia del terror, según apareció en las
entrevistas de algunos de sus protagonistas. Dignidad, identidad y autonomía en el
No nos asombró, no obstante, encontrar- marco de este problema. Dilemas12
nos con que algunos jóvenes se comportaban
como si esa decisión de la justicia hubiera “Si se le pidiera al autor que resuma en una
aliviado una situación insoportable. A partir frase su mayor problema durante el tiempo que
de la elucidación de su origen —obtenida sin estuvo en el campo respondería así: proteger su
mediar su consentimiento—se vinculaban con yo de manera tal que, si por alguna eventuali-
sus familiares biológicos, revisaban aspectos dad afortunada, lograba nuevamente la libertad,
fuera aproximadamente la misma persona que
centrales de su vida y ponían en marcha un había sido cuando perdió su libertad”.
difícil camino de reintegración de su identi-
dad. En ese camino se redefinía, de las más Bruno Bettelheim
variadas formas, la relación con la que —hasta
“La esencia de la identidad es el valor del
ese momento—habían considerado su familia. respeto a la dignidad humana”.
En aquellos casos en que la obtención de la
muestra no resultó en compatibilidad con al- Diccionario Latinoamericano de Bioética
gunos de los grupos familiares que buscan un
miembro, se cerró un largo camino judicial y
se inauguró la incertidumbre con respecto al La reflexión ética sobre nuestra práctica re-
origen. En estos últimos casos se evidencia una quiere, en primer lugar, de una explicitación
cierta continuidad ideológica entre la práctica de nuestro concepto sobre la ética misma. En
consuetudinaria de adopciones ilegales natu- algún trabajo anterior, la expositora ha defini-
ralizada por la sociedad y la apropiación de do la ética como un posicionamiento reflexivo
niños durante la dictadura como política pla- en relación al reconocimiento del otro como
neada. sujeto y a su autonomía13.
De todos modos, hay una pregunta inelu- Retomaremos el final del punto anterior
dible que suscita esta situación. Es la referen- para señalar que los dispositivos del terror de
te al sujeto de la decisión, y resulta pertinente Estado son, fundamentalmente, “artefactos”
al debate planteado en esta jornada. La ope- tendientes a suprimir la dignidad de la perso-
ratoria del terror de Estado y sus dispositivos na, alterando de manera profunda su identidad

8
Por Resolución N° 1229/09 del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos se ha creado un grupo
especial que asistirá a la justica en estos procedimientos de obtención de pruebas y al cual se capacitará espe-
cialmente.
9
Las revinculaciones con la familia biológica son procesos en los que el o la joven construyen nuevos vínculos y
se reincorporan en una filiación.
10
Styron, William, La decisión de Sophie, Belaqua, Barcelona, 2007.
11
Al personaje central, una mujer prisionera en un campo de concentración nazi, se le ofrece la posibilidad de
elegir uno de sus hijos pequeños para que sobreviva a la selección de los que van a la cámara de gas, entregando
“voluntariamente” al otro.
12
Los capítulos anteriores de este escrito reflejan la elaboración colectiva del equipo. La reflexión de este último
punto es responsabilidad individual de la expositora.
13
Stolkiner, Alicia y Garbus, Pamela, “Ética y Prácticas en Salud Mental” en el libro Bioética, Salud Mental y Psi-
coanálisis, comp. Juan Carlos Fantin y Pablo Fridman, Ed. Polemos, Buenos Aires, 2009, pág. 171-186.

65
y limitando de manera radical su autonomía. un rasgo estructural inherente a la forma mer-
No se dirigen solamente al individuo sobre el cantil de la sociedad, tal como lo desarrolla
que operan sino al conjunto de la sociedad a Marx al abordar el fetichismo de la mercancía.
fin de lograr adhesión al poder anulando la ca- Se trata de ese curioso efecto estructural por
pacidad de las personas y los grupos de posi- el cual aparecen “relaciones propias de cosas
cionarse como actores de su situación. Ponen entre personas y relaciones sociales entre las
en cuestión, por su sola existencia, la idea de cosas”17. En la extrema mercantilización de
sujeto autónomo abstracto del liberalismo. nuestra época todo lo que tiene sentido para
Contrariamente a lo que el sentido común la vida humana —e inclusive la vida humana
indica, no operan fundamentalmente por el misma o sus órganos— puede adquirir “situa-
miedo sino por la anulación. Esa anulación se ción mercantil”18 o sea, ser colocado en el lu-
construye en la brecha jurídica que significa el gar de “cosa”, objetivado. El fenómeno de la
“estado de excepción”, operación de suspen- objetivación se extiende más allá de la inter-
sión del orden jurídico en nombre del mismo, al cambiabilidad concreta de cada caso y conlle-
que Giorgio Agamben14 define así: “…el estado va, necesariamente, la anulación de la persona
de excepción no es ni externo ni interno al or- como sujeto de derecho. Lo antagónico de la
denamiento jurídico, y el problema de su defi- objetivación se sitúa en la línea de la vigencia
nición concierne precisamente a un umbral, o a de los derechos.
una zona de indiferenciación, en el cual dentro Curiosamente, desde una perspectiva fi-
y fuera no se excluyen sino que se indetermi- losófica distinta, Kant define la dignidad jus-
nan. La suspensión de la norma no significa su tamente como la no intercambiabilidad mer-
abolición y la zona de anomia que ella instaura cantil: …“Las cosas, dice Kant, tienen precio,
no está (o al menos no pretende estar) totalmen- pero el hombre, en cambio, tiene dignidad. Lo
te escindida del orden jurídico”. Procede a se- que tiene precio es intercambiable, puede ser
ñalar “…el significado inmediatamente biopo- mercancía, servir de medio para otros fines. La
lítico del estado de excepción como estructura dignidad del hombre implica, por el contra-
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

original en la cual el derecho incluye en sí al rio, que todo ser humano sea fin en sí mismo,
viviente a través de su propia suspensión…”15. insustituible, nunca intercambiable ni tomado
Sólo en tal marco es pensable que sucedie- como objeto o cosa, como instrumento o mer-
ra una política de apropiación de niños como cancía. En eso se cifra su dignidad y esta es
la que existió en la Argentina y que puede ser intrínseca a todos y cada uno de los seres hu-
considerada, en sí misma, un dispositivo del manos por el solo hecho de ser humanos. Esto
terror de Estado. permite apuntar una definición de dignidad
En trabajos anteriores16 hemos mencionado como el valor intrínseco de todo ser humano,
que el antagonismo central de nuestra época en tanto que humano.(…) dignidad, autono-
es la tensión entre la tendencia a la “objetiva- mía y persona. En su íntima conexión”19.
ción” y la tendencia a la “subjetivación”. Estos jóvenes fueron objetivados en el pro-
La tendencia a la objetivación condice con ceso de apropiación. Ese es el núcleo de la

14
Agamben, Giorgio, “Estado de Excepción”, Adriana Hidalgo Editora, Buenos Aires, 2ª. Edición. 2005, pág. 58-
59.
15
Análisis que el autor aplica a la puesta entre paréntesis de cualquier tipo de derechos de los prisioneros su-
puestos de ser terroristas, en la doctrina Bush y que podemos afirmar sería extensible a la Doctrina de Seguridad
Nacional aplicada por las dictaduras de América Latina en los 70.
16
Stolkiner, Alicia, “Antagonismo y violencia en las formas institucionales de la época” en el libro “Pensando la
Institución”, Moise-Rosa, Cecilia y Goldstein, Mirta (Comp.), Ed. El Escriba, Buenos Aires, 2001.
17
Marx, Karl, El Capital-Crítica de la Economía Política, Editorial Siglo XXI, 4ª Edición, 1975.pág 70.
18
Arjun Apparudai (Apparudai Arjun: “La vida social de las cosas-perspectiva cultural de las mercancías” Ed.
Grijalbo, México 1991) define la situación mercantil en la vida social de cualquier cosa “…como la situación
en la cual su intercambiabilidad (pasada, presente o futura) por alguna otra cosa se convierte en su característica
socialmente relevante”, pág. 29
19
Diccionario Latinoamericano de Bioética, pág 277.

66
injuria en su dignidad. La apropiación es un Nuestro trabajo reconoce este marco, y a
proceso paradigmático de objetivación y la la vez sostiene en cada acción la necesidad
restitución de su identidad debe ser, simultá- de que la palabra de estos jóvenes sea reco-
neamente, un proceso de recuperación de su nocida y escuchada en el concierto de actores
dignidad y capacidad de decisión. Para ello, del proceso, de que sean tenidos en cuenta sus
es necesario que la justicia cumpla la función tiempos y necesidades, y de que se evite co-
que socialmente le compete. No es separable locarlos como responsables de una situación
su derecho del de las otras víctimas, por ejem- dilemática que los excede.
plo los familiares, ni del derecho del conjunto Cada una de las causas en que hemos inter-
de la sociedad. Mucho menos es posible plan- venido ha planteado problemas y necesidades
tear un antagonismo entre ellos, más allá de nuevas. En todas nos hemos visto implicados
cuáles sean las vivencias subjetivas de la si- como sujetos de esta historia común. En todas
tuación, porque la resolución reparatoria sólo hemos tenido la evidencia de que es absolu-
puede ser integral. tamente indispensable para la sociedad la ga-
Como sociedad somos responsables de que rantía de que estos hechos no se repitan nunca
el daño producido encuentre vías de repara- más.
ción que, no obstante, es imposible que borren
las huellas de lo sucedido.

67
Dignidad, derechos humanos y bioética*

Buenas tardes a todas y todos, la comunidad internacional se diera cuenta de


que era necesario construir mecanismos que
Por regla general se espera que cualquier ayudaran a prevenir las violaciones masivas
exposición comience por la conceptualización de derechos fundamentales, a castigar a quie-
del tema a tratar. Sin embargo en este caso, me nes cometieran estas violaciones, y a rechazar
permito solicitarles me releven de esbozar el cualquier intento de repetición.
concepto de dignidad, por haber sido tratado La comunidad internacional reaccionó y
por quienes me precedieron en el uso de la se organizó. Se creó la Organización de las
palabra. Prefiero concentrar estas palabras en Naciones Unidas. El derecho internacional
fundamentar, casi diría en militar, la conside- de los derechos humanos inició un desarrollo
ración ineludible de este concepto para hablar ininterrumpido hasta hoy, desde la Declara-
de derecho, de salud, de bioética. ción Universal de 1948 que citaba recién, y
Para eso es necesario reflexionar cómo, la Convención para la Prevención y Sanción
porqué y en qué contexto el derecho ha ido del Crimen de Genocidio del mismo año, has-
tomado la noción de dignidad y en general la ta la Declaración sobre el Derecho a la Verdad
perspectiva de derechos humanos. y la reciente Convención Internacional para la
Tanto la “dignidad humana” como los Protección de todas las Personas contra la De-
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

“derechos humanos” encierran conceptos de saparición Forzada.


universalidad capaces de traspasar cualquier Tampoco es casual que la Argentina co-
sistema político-social. Son valores idénticos mience a formar parte de un sistema regional
comunes a toda la familia humana y que los de protección de derechos humanos al ratifi-
Estados deben reconocer y garantizar. car la Convención Americana sobre Derechos
Como bien recordaba hoy el Secretario Du- Humanos recién en 1984, cuando la sociedad
halde en la apertura, el artículo 1° de la Decla- emergía de la peor dictadura de su historia.
ración Universal de Derechos Humanos dice: Este sistema regional, en el que participa-
“Todos los seres humanos nacen libres e igua- mos y cuyas decisiones estamos obligados a
les en dignidad y derechos y dotados como es- acatar, replica el contenido de la declaración
tán de razón y conciencia, deben comportarse universal de 1948 y de la declaración ameri-
fraternalmente los unos con los otros”. cana del mismo año cuando en su artículo 1°
No es casual que sea en este instrumento impone a los Estados parte el deber de respe-
fundacional del derecho internacional de los tar los derechos y libertades reconocidos en
derechos humanos que se incluya la noción de la Convención y a garantizar su libre y ple-
dignidad de la persona. no ejercicio a toda persona que esté sujeta a
¿Por qué? Porque todo el derecho interna- su jurisdicción sin discriminación alguna por
cional de los derechos humanos tal como lo motivos de raza, color, sexo, idioma, religión,
conocemos hoy surge en plenitud luego de la opiniones políticas o de cualquier otra índole,
segunda posguerra. origen nacional o social, posición económica,
Las atrocidades cometidas durante la Se- nacimiento o cualquier otra condición social.
gunda Guerra Mundial y la Shoá llevaron a que Y por si quedaran dudas, en el segundo

* Dra. Andrea Gualde, Directora Nacional de Asuntos Jurídicos en materia de Derechos Humanos, Secretaría de
Derechos Humanos.

68
apartado del artículo define persona como completo, con objeto de respetar y asegurar el
todo ser humano. efectivo goce a las personas que se encuentran
Como vemos, en todos los instrumentos in- dentro de su territorio y jurisdicción de los de-
ternacionales de derechos humanos, y en to- rechos humanos, siendo ilegítimas e ilícitas las
das las constituciones democráticas, la noción acciones u omisiones de sus agentes, que en el
de derechos humanos se introduce como una ejercicio de sus competencias y atribuciones,
categoría que los Estados deben garantizar y o abusando de ellas, violen tales derechos.
respetar. Los derechos no se otorgan desde el La obligación del Estado de garantizar los
poder estatal, sino que se deben garantizar en derechos le exige a éste asegurar la eficacia
su pleno ejercicio. Aquí está palmaria la mani- práctica de los derechos humanos con todos
festación de la noción de dignidad que permea los medios a su alcance, estableciendo institu-
transversalmente todos los instrumentos jurídi- ciones y procedimientos formativos y jurisdic-
cos. cionales que permitan superar las amenazas,
Aparece así una primera reflexión: hablar perturbaciones o privaciones al ejercicio de
de derechos de las personas sin considerar tales derechos por las personas, restablecien-
la noción de dignidad no solo lastima la más do el derecho, reparando los daños causados,
básica de las nociones del derecho sino que investigando seriamente los hechos para esta-
conduce y ha conducido, como la historia es blecer la verdad, determinar los responsables y
generosa en ejemplos, a las aberraciones más aplicar las sanciones pertinentes.
inimaginables. En materia específica de derechos econó-
La lucha por la vigencia de los derechos micos, sociales y culturales, rige un principio
humanos ha sido, principalmente, el esfuerzo fundamental y es que los Estados no pueden
por limitar el ejercicio del poder estatal a los adoptar políticas y medidas que empeoren la
imperativos que emanan de la dignidad de la situación de los de los que gozaba la pobla-
persona humana y sus derechos. El Estado y sus ción al momento de ratificar el Pacto de De-
agentes tienen la responsabilidad de la efectiva rechos Económicos, Sociales y Culturales. Esta
vigencia de los derechos humanos dentro del obligación estatal de mejorar la situación de
ámbito territorial donde ejercen su poder y ju- estos derechos tiene como contrapartida lógica
risdicción, siendo función primordial de éstos la prohibición de reducir los niveles de protec-
la prevención y sanción de toda violación de ción de los derechos vigentes o, en su caso, de
los derechos de las personas. derogar los derechos ya existentes.
Los derechos humanos constituyen así obli- Debemos conectar este principio con la
gaciones que asume el gobierno del Estado pequeña historia que estamos reseñando sobre
respectivo, ejerciendo su potestad para asegu- el origen del derecho internacional de los de-
rarlos, respetarlos, promoverlos y garantizar- rechos humanos y efectuar una precisión adi-
los. Como consecuencia de ello, el Estado y cional. La codificación que reseñábamos an-
sus agentes responden ante la comunidad in- teriormente, fruto de la organización de la co-
ternacional por su violación. Por eso concep- munidad internacional frente a la barbarie de
tualmente, sólo los Estados son quienes vio- la segunda guerra, pone a la persona humana
lan los derechos humanos. Esta es la segunda en el centro de la escena. El derecho interna-
distinción que me permito compartir hoy con cional ya no es más una relación entre Estados.
ustedes: solo los estados pueden incurrir en Ahora el individuo, sea nacional del Estado
violaciones a los derechos humanos. que sea, es sujeto del derecho internacional y
En otros términos: el rasgo fundamental y puede interpelar a un Estado hasta el punto de
característico de las violaciones de los dere- comprometer su responsabilidad internacional
chos humanos es que son cometidos por el frente a sus pares.
poder público o a través de las potestades, Dicho así, ningún instrumento internacio-
competencias y atribuciones que éste pone a nal podría ser regresivo en materia de derechos
disposición de los agentes estatales. ni ningún Estado podría ejecutar políticas que
El Estado tiene la obligación de respetar los resulten regresivas. Por ejemplo, en el tema
derechos, vale decir, su ordenamiento jurídico que nos convoca, los principios ya acuñados

69
y que rigen internacionalmente el derecho a la servación de la vida y la salud de las personas.
salud y la bioética no permiten ir hacia atrás. Este es, precisamente, el caso de la profesión
Los logros de consenso internacional para in- médica, cuya regulación posee un notable
corporar la perspectiva de derechos humanos componente ético (Caso De La Cruz Flores, de
en la regulación o la actuación de los Estados fecha 18 de noviembre de 2004, en el voto ra-
sobre cuestiones de bioética no tienen vuelta zonado del Juez Sergio García Ramírez)
atrás, sin comprometer su responsabilidad in- Asimismo, que las “…personas que se en-
ternacional. cuentran recibiendo atención médica, y dado
Además, podríamos agregar, los actores que que la salud es un bien público cuya protec-
intervienen en la formación de estos consensos ción está a cargo de los Estados, éstos tienen la
internacionales tienen el imperativo de atender obligación de prevenir que terceros interfieran
las lecciones de la historia. indebidamente en el goce de los derechos a la
Estoy pensando —por ejemplo y en el tema vida y a la integridad personal, particularmente
que nos ocupa hoy— en el rol de esos actores vulnerables cuando una persona se encuentra
en el marco de la UNESCO, en tanto organis- bajo tratamiento de salud” (sentencia en caso
mo internacional en cuyo seno hubo grandes Ximenes Lopes vs Brasil – Fondo, reparaciones
avances en materia de bioética, dignidad y y costas del 4 de julio de 2006).
derechos humanos, y que en ese carácter fue, Por su parte, en cuestiones vinculadas con
es y seguirá siendo epicentro de las grandes la salud mental, la Corte ha dicho que: “Los Es-
discusiones entre países centrales y periféricos tados tienen el deber de supervisar y garantizar
alrededor de estas nociones. que en toda institución psiquiátrica, pública o
En este escenario, ¿qué pasaría —por hi- privada, sea preservado el derecho de los pa-
pótesis— si extirpáramos del universo jurídico cientes de recibir un tratamiento digno, huma-
la noción de dignidad de la persona? No ya no y profesional, y de ser protegidos contra la
por cuestiones que obedezcan estrictamente a explotación, el abuso y la degradación”.
ideologías totalitarias o dictatoriales, sino por Contrastemos ahora estas afirmaciones con
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

meros intereses económicos. Me atrevería a las conclusiones de los juicios de Nuremberg,


decir, sin temor a exagerar, que pasaría lo que en el capítulo en que se juzgó a los médicos
ya pasó en determinados momentos oscuros del nazismo. El juicio se abrió el 9 de diciem-
de la historia de la humanidad. Pensemos por bre de 1946 y se pronunció el 19 de agosto
ejemplo en el ejercicio de la medicina en el ré- de 1947, condenando a siete médicos (Karl
gimen nazi y décadas más tarde, aquí mismo, Brandt, Rudolf Brandt, Kart Gebhardt, Joachin
durante la dictadura militar argentina. Mrugowsky, Victor Brack, Wolfram Sievers y
María Luisa Pfeiffer, en el Diccionario Lati- Waldemer Hoven) por crímenes de guerra y
noamericano de Bioética -Vida, Cuerpo y Dig- crímenes contra la humanidad sobre la base
nidad Humana afirma que: “El reconocimiento de pruebas documentales de los experimentos
de la dignidad que exigimos en el otro, y que médicos ejecutados durante el nazismo.
estamos obligados a ejercer como respeto, no Resultó probado que el Régimen Nazi a tra-
requiere más que la presencia corporal huma- vés de su política destinada a la consolidación
na. Desde aquí se puede asociar dignidad al de la raza aria como raza humana perfecta,
concepto secularizado de sacralizar el cuerpo. operó un cambio en los principios de la moral
El cuerpo es sagrado en tanto y en cuanto no médica vigentes en ese momento, rompiendo
se lo puede tocar, no se lo puede violar, no se con el paradigma de la buena medicina.
puede penetrar en él; esto es lo que consagra Recordemos la organización de programas
el derecho a la integridad. De modo que la oficiales de eutanasia tendientes a la elimina-
dignidad humana no solo tiene que ver con la ción de personas señaladas como enfermos
identidad del humano sino, tan básicamente incurables, niños con problemas hereditarios,
como lo anterior, con su integridad”. delincuentes, enfermos mentales, discapacita-
En palabras de la Corte Interamericana de dos físicos, homosexuales y, en general, adul-
Derechos Humanos: “Una de las más antiguas tos o ancianos considerados ‘improductivos’ y
y nobles actividades es la destinada a la pre- programas de esterilización masiva para que

70
no hubiera descendencia de tales personas. no aptos para la vida, o que luego se hubieran
 ¿Qué ideas sirvieron de base a las políticas convertido en tales, se daba por sentado. Lue-
sociales y sanitarias del nazismo? go vino la fase, que continúa hasta el presente,
• Supervivencia del más apto. en que, finalmente, preservar su existencia, no
• Vidas que no vale la pena ser vividas. importa cuán desprovista de valor, representaba
• Dignidad como atributo propio de ciertos el valor moral más elevado. Llegará una nueva
humanos y no de todos. era-operando con una moral superior y con
• Razas no aptas para reproducirse (por gran sacrificio que terminará dejando de lado
ende eliminación de los no aptos). los requisitos de un humanismo exagerado y la
Recordemos las investigaciones neuropsi- sobrevaloración de la mera existencia”.
quiátricas como parte de programas de inves- Me podrán decir, que esto fue felizmente
tigación sobre retraso mental y epilepsia cuyo superado. Que ya nadie se animaría a decir
desarrollo incluía la evaluación neuropsicoló- hoy tan claramente algo así. Que estoy ha-
gica, fisiológica y terapéutica de los pacientes ciendo mención de una situación extrema de
en vida y el estudio anatomopatológico de sus la humanidad. Que los responsables de tales
cerebros después de someterlos al programa crímenes fueron juzgados y condenados. Ver-
de eutanasia. dad a medias.
Recordemos los experimentos de los que Para no ir ni muy lejos en el tiempo ni en
fueron víctimas prisioneros sanos tales como: el espacio, en nuestro país, hace pocos años y
• Ensayos de congelación. aquí mismo, y en cientos de lugares de nuestra
• Inoculación de bacilos de tuberculosis. geografía, profesionales de la salud participa-
• Amputación de miembros. ron en:
• Esterilizaciones quirúrgicas sin anestesia. 1. la evaluación de la condición física de
Recordemos el ensayo de distintas sustan- los detenidos para la aplicación de métodos de
cias farmacológicas (por los vínculos entre tortura.
grandes corporaciones farmacéuticas con el 2. la asistencia a los partos y firma de certi-
centro del poder nazi) generalmente para el ficados falsos para apropiación de niños naci-
tratamiento de enfermedades infecciosas como dos en cautiverio.
el tifus, escarlatina, que finalizaban ineludible- 3. la administración de hipnóticos o sedan-
mente en la muerte. tes (pentonaval) en los vuelos de la muerte.
¿Qué denominador común atraviesa todas Mejor que nadie lo dijo Rodolfo Walsh en
estas prácticas aberrantes? su Carta Abierta a la Junta Militar del 24 de
La concepción de que toda vida humana marzo de 1977: “La falta de límite en el tiempo
tiene dignidad inherente se reemplazó por la ha sido complementada con la falta de límite
de que algunas vidas humanas no valían la en los métodos, retrocediendo a épocas en que
pena, dejándose de lado todo principio ético se operó directamente sobre las articulaciones
de respeto a las personas. y las vísceras de las víctimas, ahora con auxi-
Veamos alguna de las fuentes de “justifica- liares quirúrgicos y farmacológicos de que no
ción” de semejantes atrocidades, y que pro- dispusieron los antiguos verdugos...
viene nada menos que de dos “académicos” “Mediante sucesivas concesiones al su-
reconocidos y respetados de la medicina y el puesto de que el fin (…)justifica todos los me-
derecho (Karl Binding y Alfred Hoche). Porque dios que usan, han llegado ustedes a la tortura
esto me parece importante destacar aquí hoy: absoluta, intemporal, metafísica en la medida
todo se puede justificar en la argumentación. que el fin original de obtener información se
Y esto es lo peligroso y a lo que debemos estar extravía en las mentes perturbadas que la ad-
atentos. Relativizar hasta la inexistencia la no- ministran para ceder al impulso de machacar
ción de dignidad humana, con algún esfuerzo la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle
retórico, se puede justificar. Y, si no, repasemos perder la dignidad que perdió el verdugo, que
lo que en 1920 escribían algunos “académi- ustedes mismos han perdido”.
cos” y cito: “Hubo un tiempo, hoy considera- Y qué decir de las condiciones en que vivie-
do bárbaro, cuando eliminar a quienes nacían ron y dieron a luz las embarazadas en cautiverio.

71
Como señala Eduardo Duhalde en su obra derechos humanos que ya mencionamos— o
El Estado Terrorista, la apuesta básica del to- considerarla como un objeto.
talitarismo es la demostración de que todo es Aunque resulte poco ortodoxo académi-
posible, y en esa posibilidad se inscribe este camente me permito para concluir reproducir
método perverso que implica el uso de la ma- algunas líneas del monólogo del comandante
dre como objeto descartable. del campo de concentración en “La Lista de
Todos conocemos los desgarradores testi- Shindler”, porque me parece que refleja muy
monios acerca de esas madres. De las condi- gráficamente las reflexiones que quise com-
ciones en las que fueron secuestradas, tortura- partir hoy con ustedes.
das, mantenidas con vida. Las circunstancias Decía el horrible personaje a una prisione-
en las que vivieron y parieron. No es mi inten- ra: “No eres una persona en el sentido estricto
ción recrear la magnitud de ese horror, porque de la palabra….Los comparan con ratas…”
retumba en estas propias paredes. Y luego aparece un atisbo de duda y conti-
Tampoco voy a extenderme sobre los as- núa: “¿Pero son estos los ojos de una rata? ¿No
pectos que ya abordó Alicia Stolckiner sobre la tienen ojos los judíos?”
apropiación de los niños. “No… por poco me convences…” Y dicho
Simplemente lo menciono para volver al esto, la destroza a golpes.
inicio de estas palabras: lo imprescindible de Por poco me convences… ¿de qué por poco
contener la noción de dignidad cuando de de- se convencía, parece la pregunta obligada?
rechos hablamos. La respuesta que casi se desprende tam-
El fenómeno concentracionario —el nazi bién obligadamente a esa pregunta es que casi
y el argentino— niega la esencia misma de la se convencía de que ella era una persona. Y
dignidad. Se negó el nombre de la persona, como no “se convenció” cualquier aberración
se negó su vida, se negó su muerte y se negó le era permitida.
su trascendencia a través de la negación de la No cabe, en nombre de ningún interés
identidad de sus hijos. pretendidamente ideológico, económico o de
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

Entender el valor de la dignidad de las per- ningún tipo discutir, ni siquiera en ejercicios
sonas como elemento inescindible y constitu- teóricos, la magnitud de la noción de la dig-
tivo de toda disciplina que tenga a la persona nidad humana. Defender y militar a ultranza
como sujeto no admite ambigüedades, ni me- esto, que parece tan obvio, es el único escalón
dias tintas. No hay lugar para los ensayos retó- que nos separa y aleja —aunque parezca exa-
ricos. El concepto de dignidad es el único es- gerado plantearlo así— del alambre de púas de
calón que separa considerar a la persona como los campos de concentración.
ser humano —como dicen los instrumentos de Gracias.

72
Dignidad y derechos humanos

73
74
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos
Ética y derechos humanos*

Parto para esta exposición de que lo moral nidad, lo que tiene precio es intercambiable,
es lo que se somete a un valor y que lo inmoral lo que tiene dignidad es insustituible.
es lo que se opone o es indiferente a un valor. Kant lo enuncia de la siguiente forma: “En
Asimismo propongo como noción de los el reino de los fines todo tiene un precio o una
derechos humanos la siguiente: atributos inhe- dignidad. Aquello que tiene precio puede ser
rentes a la dignidad humana, jurídicamente sustituido por algo equivalente, en cambio, lo
protegidos. que se halla por encima de todo precio y, por
La dignidad humana es el concepto clave tanto, no admite nada equivalente, eso tiene
que entiendo corresponde tanto a los valores una dignidad”.
morales como a los derechos humanos. Detengámonos por un instante aquí. Por
La fuente común de los valores morales y reino de los fines entiende Kant el enlace de
de los derechos humanos es precisamente el distintos seres racionales por leyes comunes.
enunciado de que la vida humana es valiosa y El reino de los fines es un reino en el que,
como tal debe ser respetada. conforme a su conocida formulación, “cada
La protección de la vida humana parece ser humano debe tratarse a sí mismo y tratar a
un requisito indispensable de todo sistema de todos los demás nunca como un medio, sino
convivencia. siempre como un fin en sí mismo”.
Se trata de algo que puede justificarse ra- Antes había enunciado el principio según
cional y empíricamente. Como se ha afirmado, el cual todo ser racional, si actúa moralmen-
el derecho a la vida y a la integridad y seguri- te, lo hace de manera que su conducta pueda
dad de la persona —tal como está garantizado convertirse en una ley universal, a la que él
y protegido por los instrumentos internaciona- mismo se somete al mismo tiempo.
les de derechos humanos— responde al hecho Esto es precisamente lo que le permite res-
comprobable de que “en todas las sociedades ponder a la pregunta que el mismo Kant se
conocidas la mayor parte de las personas pre- formula: “¿qué es lo que justifica tan altas pre-
fiere vivir a no vivir y además desea un tipo de tensiones de los sentimientos morales buenos
vida más rica y compleja que la que les daría o de la virtud?”. A su juicio la respuesta se en-
la mera supervivencia física”. cuentra en la participación del ser racional en
También puede buscarse un fundamento la legislación universal.
filosófico no empírico de los derechos huma- Una idea similar ha sido formulada por
nos. Sobre la idea de dignidad humana como una corriente filosófica contemporánea —la
fundamento de los derechos humanos, se pue- filosofía analítica norteamericana— mediante
de partir de la distinción que efectúa Kant en- la paradoja del mejor legislador, quien sería
tre precio y dignidad, cuando afirma que en el aquél que pudiera ver cambiada su identidad
reino de los fines todo tiene precio o tiene dig- y situación en la de un ser de otra condición,

* Rodolfo Mattarollo, asesor en Derecho Internacional de los Derechos Humanos, Secretaría de Derechos Huma-
nos.
1
Ver Fernández, Eusebio, Teoría de la Justicia y Derechos Humanos, Editorial Debate, Madrid, 1984, pág. 116.
2
Kant, Immanuel, Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres, traducción de Manuel García Morente,
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Capítulo II.

75
y lo supiera. De acuerdo a ese razonamiento 1.Que una norma jurídica positiva las reco-
hipotético se trataría del legislador que al día nozca (normalmente con rango constitucional
siguiente pudiera amanecer no como empre- o de ley ordinaria).
sario, sino como asalariado, no como hombre, 2.Que de dicha norma derive la posibilidad
sino como mujer, no como perteneciente a para los sujetos de derecho de atribuirse como
una raza o etnia dominante, sino a otra desfa- facultad, como derecho subjetivo, ese derecho
vorecida, etc. fundamental.
La vida humana no tiene precio, tiene dig- 3.Que las infracciones de esas normas, y,
nidad. por lo tanto, el desconocimiento de los dere-
Del valor moral de la vida y del respeto de chos subjetivos que derivan de ellas, legitime
su dignidad se desprende su protección jurí- a los titulares ofendidos para pretender de los
dica y la sanción del homicidio por todos los tribunales de justicia el restablecimiento de la
sistemas legales. situación y protección de derechos subjetivos,
Los derechos humanos no han sido creados utilizando si fuere necesario para ello, el apa-
por el derecho escrito. Este los reconoce y los rato coactivo del Estado”.
confirma. Ahora bien, junto a los derechos humanos
En este sentido los derechos humanos no consagrados, existen los derechos humanos
son una concesión del Estado, éste debe reco- emergentes. Se trata de aspiraciones a espacios
nocerlos, protegerlos y garantizarlos. de libertad que aún no han sido reconocidas
Si esto es así, los derechos humanos tienen por la norma positiva.
una fundamentación ética y constituyen la pro- El ejemplo que se suele dar son los dere-
tección jurídica e institucional de una serie de chos de las diversas minorías o de sectores
condiciones para poder vivir una vida digna, postergados de una sociedad y el camino his-
vale decir vivir una vida conforme a la idea de tórico hacia su reconocimiento pleno en el or-
que la vida humana es valiosa y como tal debe den jurídico e institucional.
ser respetada y protegida. En este sentido parece difícil negar que
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

Los derechos humanos en este sentido son existiera un derecho de una mujer de raza
algo que el ser humano tiene por su misma negra a permanecer sentada en un transporte
condición de tal. público en los Estados Unidos de América y
No es otra la concepción de la Declaración no ceder su asiento a un blanco, aunque el de-
Universal de Derechos Humanos, cuando en recho positivo estableciera en su momento lo
el primer párrafo de su preámbulo afirma “que contrario.
la libertad, la justicia y la paz en el mundo tie- Se ha afirmado que de la idea de la dig-
nen por base el reconocimiento de la dignidad nidad del ser humano se desprenden, como
intrínseca y de los derechos iguales e inaliena- consecuencias, las de su libertad e igualdad,
bles de todos los miembros de la familia hu- valores también protegidos por los derechos
mana”. humanos.
El paso de los atributos de la dignidad hu- Conviene recordar que los conceptos de
mana como valores morales a derechos hu- libertad e igualdad también estaban presentes
manos jurídicamente exigibles supone que se en el artículo primero de la Declaración Uni-
cumplan los requisitos a que se refiere el dis- versal: “Todos los seres humanos nacen libres
tinguido jurista español Gregorio Peces-Barba e iguales en dignidad y derechos…”
cuando afirma lo siguiente: “Las exigencias Al mismo tiempo voy a poner en corre-
necesarias para que la filosofía de los derechos lación la idea de los derechos humanos y el
humanos se convierta en derecho positivo vi- sistema político al afirmar que la legitimidad
gente en un país determinado son las siguien- del sistema político se mide por su capacidad
tes: de garantizar la vigencia real de los derechos

3
Citado por Eusebio Fernández, en Teoría de la Justicia y Derechos Humanos, Editorial Debate, Madrid, 1984,
pág. 109 nota 75.

76
humanos sin incurrir en discriminaciones ne- tes para todos.
gativas. A nuestro juicio, decía el informe de la Co-
Esto supone que el sistema político debe misión, nada se logrará si no se pone el bienes-
garantizar junto al derecho a la vida y la inte- tar humano en el centro de las políticas na-
gridad de la persona, la libertad y la igualdad cionales e internacionales y se trata de asumir
entre todos los seres humanos, entendida ésta individual y colectivamente, “el desafío del ser
última como igualdad de oportunidades y de humano”.
trato, como lo establece el artículo 75 inciso Se está en este caso ante el desafío plantea-
23 de nuestra Constitución Nacional. do por las cuestiones humanitarias, que requie-
El derecho a la vida y la integridad de la ren a la vez el enfoque ético y de los derechos
persona se ha considerado como garantía del humanos, ya que una vez más lo que está en
valor seguridad, el valor libertad funda los de- juego es el respeto de la dignidad humana en
rechos civiles y políticos y el valor igualdad los cuanto tal, en sus dimensiones de seguridad,
derechos económicos, sociales y culturales. libertad e igualdad.
El concepto de libertad ha tenido históri- La Asamblea General de las Naciones Uni-
camente dos vertientes, las llamadas en la fi- das en su momento tomó nota de los trabajos
losofía política la “libertad de los antiguos” y de la Comisión (resolución AG 42/120 de 7 de
la “libertad de los modernos”. Esta última, la diciembre de 1987).
libertad de los modernos, o libertad negativa, Existen documentos más recientes sobre es-
que aparece históricamente afirmada como tos temas. Sin embargo lo que deseo resaltar
una garantía básica del Estado liberal en el sen- para los propósitos de esta reunión es el en-
tido político, se asimila habitualmente a la no foque de este documento cuando afirma que
interferencia del Estado en la esfera privada de lo humanitario implica una orientación ética:
los individuos, que no están obligados a hacer “una ética de la solidaridad humana”.
lo que la ley no manda, ni privados de hacer lo Se trata de afirmar un consenso sobre el
que ella no prohíbe. contenido de un programa para los derechos
La llamada “libertad de los antiguos”, o humanos y el desarrollo humano, sobre la
libertad positiva, es la participación activa en base de valores comunes, a partir de los cuales
la cosa pública, es la libertad que postula las construir una solidaridad humana.
formas originarias de la democracia y la sobe- La Comisión consideraba que la base de
ranía popular. esa ética de la solidaridad humana estaba ci-
La relación entre ética y derechos humanos mentada por los derechos humanos, el dere-
se afirma también en la dimensión de las cues- cho internacional humanitario, y vinculaba la
tiones que tienen que ver con los derechos de ética a la acción en todos sus niveles.
incidencia colectiva y los derechos de los pue- Se afirmaba también que el mayor obstácu-
blos, derechos que cuando está en peligro la lo a la solidaridad comunitaria fundada sobre
supervivencia de la humanidad, corresponden un consenso ético es la brecha entre ricos y
a la humanidad en su conjunto, en primer lu- pobres.
gar el derecho a la paz, el derecho al desarro- Se decía que se asiste a la emergencia de cla-
llo humano y sostenible, el derecho al medio ses sociales transnacionales que han cortado los
ambiente sano y equilibrado. lazos con otras clases de su propia sociedad.
Hace veinte años la Comisión sobre las “La brecha psicológica es tal que está cerca
Cuestiones Humanitarias Internacionales de- de alcanzar un umbral crítico …Es por lo tanto
cía que a finales del siglo XX, la humanidad extremadamente urgente —desde el punto de
se encontraba en una encrucijada. Un camino vista ético y práctico— impedir que esa brecha
conduce a la autodestrucción, el otro ofrece la se profundice aún más, para lo cual se debe re-
posibilidad de una prosperidad sin preceden- forzar el sentido de la solidaridad humana”.

4
“Le défi de l’être humain”, Rapport de la Commission sur les Questions Humanitaires Internationales, Berger-
Levrault, París, 1988.
5
Informe citado en la nota anterior, pág. 18.

77
La vinculación de la ética, los derechos Habermas implícitamente considera la di-
humanos y los problemas del desarrollo está mensión ética irrenunciable de la democracia
inspirada en cuestiones de principio. Pero es- y la civilización de los derechos humanos y su-
tas cuestiones deben también ser atendidas giere que es imperioso buscar la unión entre la
porque condicionan toda posible búsqueda de libertad negativa y la libertad positiva.
equilibrios políticos y sociales a nivel nacio- Afirma en efecto que el “Estado de derecho
nal, regional y universal. constituido democráticamente no sólo garanti-
Con referencia directa al Estado de de- za libertades negativas para los miembros de la
recho y el respeto de los derechos humanos sociedad preocupados por su propio bien, sino
lo afirmaba el preámbulo de la Declaración que, al ofrecer libertades comunicativas, mo-
Universal, cuando consideraba “esencial que viliza también la participación de los ciudada-
los derechos humanos sean protegidos por un nos del Estado en el debate público en torno
régimen de derecho, a fin de que el hombre a temas que afectan a toda la colectividad. El
no se vea compelido al supremo recurso de la “vínculo unificador” perdido es un proceso en
rebelión contra la tiranía y la opresión”. el que se discute, en última instancia, la inter-
Una vez más para mantenernos en el mar- pretación correcta de la Constitución.”
co conceptual de esta exposición, recordaré Y añade: “Así, por ejemplo, en las discu-
que la relación entre ética, derechos humanos siones actuales en torno a la reforma del Esta-
y cuestiones humanitarias, se ha afirmado en do de bienestar, la política de inmigración, la
el informe antes citado de la Comisión con guerra de Irak y la abolición del servicio militar
gran rigor. obligatorio, lo que se juzga no son meramente
Afirmó la Comisión: políticas concretas, sino también, en todos los
“El cuadro conceptual comporta un núcleo casos, la interpretación correcta de los princi-
ético susceptible de favorecer un nuevo con- pios constitucionales, y, de modo implícito, el
senso. Las piedras angulares son los valores modo en que queremos entendernos a noso-
que, desde tiempos inmemoriales, pertenecen a tros mismos como ciudadanos de la Repúbli-
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

la conciencia colectiva de la especie humana y ca Federal Alemana y como europeos, a la luz


han asegurado su supervivencia y su bienestar. de la multiplicidad de nuestras formas de vida
Mencionemos a este respecto: culturales y del pluralismo de nuestras ideolo-
• El respeto de la vida; gías y convicciones religiosas”.
• Los deberes frente a las generaciones fu- Más adelante afirma: “Piensen ustedes en
turas; los discursos político-éticos en torno al ho-
• La protección del medio ambiente; locausto y la criminalidad masiva, que han
• El altruismo concebido a partir de la per- permitido a los ciudadanos de la República
cepción del interés mutuo y de la dignidad y el Federal ser conscientes del logro que represen-
valor humanos”. ta la Constitución. El ejemplo de una política
Se advierte aquí un intento de sintetizar las de la memoria (algo que hoy en día ya no es
concepciones del empirismo utilitarista y del excepcional, pues también está presente en
jusnaturalismo que afirma la existencia de va- otros países) muestra hasta qué punto la propia
lores objetivos. política puede ser un caldo de cultivo para la
Para concluir mencionaré posiciones de un formación y renovación de los vínculos del pa-
conocido filósofo alemán contemporáneo, Jür- triotismo constitucional.
gen Habermas, que se refieren a las cuestiones “Al contrario de lo que sugiere un malen-
rápidamente evocadas en esta breve exposi- tendido muy frecuente el ´patriotismo consti-
ción. tucional´ significa que los ciudadanos hagan

6
Informe de la Comisión, pág. 24.
7
Habermas, Jürgen, Fundamentos morales prepolíticos del Estado liberal, Academia Católica de Munich, 2004,
diálogo con el entonces cardenal Joseph Ratzinger.

78
suyos los principios de la Constitución, no sólo por ciudadanos del mundo (si tal cosa llega a
en su contenido abstracto, sino en su significa- existir algún día).
do concreto, desde el contexto histórico de su “Entre los miembros de una comunidad
respectiva historia nacional”. política, la solidaridad, tan abstracta como se
Y sobre la importancia de que los principios quiera, y jurídicamente mediada, sólo puede
se encarnen en las conductas, en la educación surgir en el momento en que los principios de
y la cultura, sostiene: “El proceso cognitivo no justicia encuentran acomodo en el entramado,
basta para que los contenidos morales de los más denso, de las orientaciones de valor cul-
principios fundamentales se afiancen en las turales”.
convicciones de los ciudadanos. El razona- Sin duda la relación entre ética y derechos
miento moral y la coincidencia mundial en la humanos, uno de los temas más fecundos de la
indignación ante las violaciones masivas de los filosofía política contemporánea, está apenas
derechos humanos sólo bastarían para fomen- esbozado en estas breves consideraciones.
tar la integración de una sociedad constituida Muchas gracias por su atención.

79
Dignidad humana y derecho comparado.
Su elasticidad interpretativa. Su relación con los derechos de las mujeres*

(I) los cuales hacen referencia explícita en su


Constitución a dicho concepto.
Frente a los horrores de la Segunda Guerra En Francia, la dignidad humana ha sido
Mundial y de otras formas de gobiernos tota- reconocida judicialmente como un valor fun-
litarios, la comunidad internacional adoptó damental a pesar de no existir una protección
a la dignidad humana como el valor central constitucional explícita de la misma. A partir
que debe fundamentar, informar y enriquecer de este reconocimiento judicial ha sido apli-
el contenido de los derechos humanos y las cada en una infinidad de contextos. Lo mismo
protecciones constitucionales. Tal es el caso, sucede en Canadá.
como ya se ha mencionado en el transcurso de La Constitución de la República India men-
la jornada, de la Declaración Universal de De- ciona a la dignidad sólo en su preámbulo. No
rechos Humanos en cuyo artículo primero se obstante ello, su Tribunal Supremo ha afirma-
estipula que, “todos los seres humanos nacen do que el preámbulo contiene los aspectos
libres e iguales en dignidad y derechos y, dota- fundamentales de dicho país y que por lo tanto
dos como están de razón y conciencia, deben puede ser utilizada para determinar el alcance
comportarse fraternalmente los unos con los de los derechos.
otros”. Por su parte, la Corte Suprema de los Esta-
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

Muchos otros instrumentos internacionales dos Unidos se ha referido a este valor esporá-
de derechos humanos también incluyen el tér- dicamente. Sin embargo, varios jueces y aca-
mino. Así por ejemplo, el Pacto Internacional démicos han promovido el uso de dicho con-
de Derechos Civiles y Políticos reconoce en su cepto para modernizar el constitucionalismo
preámbulo que estos derechos se derivan de la estadounidense y así mantenerlo a tono con la
dignidad inherente a la persona humana. comunidad internacional.
Como se sostuvo en una ponencia prece- Por consiguiente, la dignidad humana se ha
dente, el reconocimiento de la dignidad hu- desarrollado como un valor central no sólo en
mana se encuentra transversalmente en todo el el derecho internacional de los derechos hu-
sistema internacional y regional de los dere- manos sino también en el constitucionalismo
chos humanos. También se encuentra recono- moderno.
cida en el derecho humanitario. Por ello, y más allá del significado concreto
  que la dignidad humana haya tenido sesenta
años atrás en la declaración universal, lo cierto
(II) es que la mayoría de los tribunales supremos
y constitucionales contemporáneos en todas
La elevación del concepto de dignidad partes del mundo han desarrollado una rica
humana en la Declaración Universal de De- jurisprudencia sobre la dignidad humana que
rechos Humanos, ha servido de base e inspi- refleja las preferencias comunitarias y demo-
ración para el derecho constitucional en varios cráticas de la comunidad internacional y del
países tales como Alemania, Sudáfrica e Israel constitucionalismo moderno.

*Dra. Laura Saldivia, asesora de la Secretaría de Derechos Humanos.

80
En la gran mayoría de las democracias legales conforman el uso moderno que se hace
constitucionales la dignidad ha sido conside- del término.
rada además de un valor específico, un valor Ante disputas concretas, los tribunales
fundacional, uno que fundamenta/justifica los constitucionales o supremos encargados de re-
derechos, un valor de donde se derivan y por solver cuestiones constitucionales han tomado
ende, se definen, las obligaciones que tiene el el ideal abstracto de la dignidad y lo han hecho
Estado con sus ciudadanos. concreto integrándolo con otros valores con-
  temporáneos para cada caso en particular.
Estoy convencida de que a medida que
(III) más democracias constitucionales se juntan
en acuerdos internacionales respecto de la uti-
Ahora bien, todo esto no obsta a que la pre- lización que harán del término y comparten
cisa definición de la dignidad humana sea en miradas sobre la dignidad al emitir opiniones
última instancia elusiva. No hay una definición jurisdiccionales donde se analiza cómo el uso
universalmente aceptada. Ello se observa en el y significado del término difiere o se asemeja,
hecho de que este término ha sido utilizado en es que es posible desarrollar un entendimien-
ocasiones para justificar desde miradas contra- to compartido de lo que significa el término
puestas derechos en pugna. Esta contrariedad dignidad.
no significa que no exista consenso universal
respecto de la necesidad de que el valor de  
la dignidad humana informe, alimente y sea la (IV)
fuente más destacada de los derechos. Sin em-
bargo, cabe tener presente que esto no asegura Finalmente, no puedo dejar de mencionar
que la aplicación e interpretación que se haga la importancia de leer al término dignidad hu-
de los distintos derechos descansen necesaria- mana teniendo en cuenta la realidad de de-
mente en un mismo entendimiento o significa- sigualdad estructural que vive la mujer. Esto
ción ideológica universal de dicho término. obliga a incorporar en las distintas definiciones
Tal conflictividad en el uso de la dignidad de dignidad humana que se han brindado du-
humana se observa, por ejemplo, cuando por rante la jornada, una perspectiva que dé cuen-
un lado, en razón de ella, no se autoriza la eu- ta de la indignidad estructural que cotidiana-
tanasia, mientras que, por el otro, enarbolando mente afecta a las mujeres. En consecuencia,
el mismo principio en su formulación como se debe analizar si la dignidad humana tiene
derecho a morir con dignidad, se solicita el sui- un género.
cidio asistido. Asimismo, la dignidad del feto Una de las relaciones que se estableció du-
ha servido de argumento para quienes están en rante esta jornada fue la del principio de digni-
contra del aborto, mientras que la dignidad del dad con el de igualdad (además de su relación
cuerpo de la mujer, de su capacidad de elegir con el principio de autonomía y de respeto de
qué hacer con él, ha servido de fundamento la persona). Al respecto, cabe tener en cuen-
para quienes están a favor del aborto. ta que no todo entendimiento de la igualdad
La conflictividad que presenta la interpreta- es respetuoso de la dignidad, y por ende, de
ción de la dignidad humana no la desnuda de los derechos de la mujer. ¿Es suficiente para
importancia, sino por el contrario. Justamente la protección de los derechos de las mujeres
el valor de la dignidad humana proviene en una igualdad formal (es decir, meramente jurí-
gran parte de su naturaleza plástica, permea- dica) entre los hombres y las mujeres? Tal vez
ble, maleable y evolutiva que permite que con- este concepto acotado de igualdad no sea su-
tinuamente se esté reformulando, extendiendo ficiente y haya que agregar algo más para que
y mejorando su contenido. Tanto su encanto, el ideal de dignidad como igualdad se realice,
como sus dificultades, descansan justamente como pueden ser las medidas de acción afir-
en su contenido amorfo. Ello es así dado que mativa y de prevención de la violencia contra
distintos conceptos de dignidad con sus res- la mujer. En este sentido no puede soslayarse
pectivas largas historias sociales, religiosas y que la manera en la cual se entienda a la igual-

81
dad es clave para bregar por los derechos de de las mujeres que las sitúa como inferiores
este grupo de personas. a los hombres —circunstancia que determina
Asimismo, no debe soslayarse que la pre- que sean oprimidas por ellos—. En principio,
dicación de la dignidad en términos de auto- hace falta un entendimiento de la dignidad
nomía adscribe a la dignidad características humana que dé cuenta de la situación de dis-
de individualidad que no se llevan bien con criminación y violencia estructural en la que
ciertos argumentos de teorías feministas que se encuentran las mujeres. A dichos efectos es
afirman que las personas están situadas en un fundamental que desde la bioética se analicen
contexto determinado y que son actores inte- y discutan dos temas claves como son los de-
rrelacionales, que por lo tanto derivan su dig- rechos de salud reproductiva y de aborto no
nidad de su habilidad de imbuirse y imbuir a punible, sobre los que no se ha discutido en
otros con la capacidad de ser empática/o, de esta jornada. Es de esperar que en un próximo
florecer y potenciarse.  encuentro se analice a la dignidad humana en
En este contexto, cabe preguntarse una vez su relación concreta con otros derechos, como
más qué clase de medidas deberían adoptar- sería el caso de los derechos que atañen al gru-
se para, por ejemplo, cambiar el estereotipo po de las mujeres.
La dignidad humana. Filosofía, bioética y derechos humanos

82

You might also like