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FRENTE AL CAMINO DE LA NACiÓN


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UN DILEMA NO RESUELTO: los derechos del hombre y del ciudadano,


¿NACIÓN CULTURAL O NACiÓN POLÍTICA? subsisten en su interior problemas de enver-
gadura que esa hi'storiografía aún no ha re-

L
OS procesos políticos que afectaron a la suelto. El primero de ellos (que tantos "dolores
mayoría de las estructuraciones territo- de cabeza" le ha impuesto a un pensamiento
riales hispanizadas, pertenecientes a la sociológico de orden crítico), se funda en .~I
esfera geopolítica del Virreinato de la supuesto de existencia de una determinación
Nueva Granada, en los primeros veinte años estructural enmarcada en el sistema de valo-
del siglo XIX, no obstante el enorme poder res políticos provenientes de la tradición surgi-
simbólico que tienen en ta.hlstoríoqraña nacio- da en Europa en el siglo XVIII (proyecto políti-
nal, ponen de presente la existencia de niveles co) que, en esos años, tuvo la capacidad de
. problemáticos de. análisis político en la consti- condicionar el desenvolvimiento de la organi-
tución histórica del Estado republicano y por zación política interna del Estado republicano
ende de la nación. En efecto, estudiada la lite- y por lógica consecuencia, de la sociedad sur-
ratura histórica decimonónica y la que' poste- gida en el derrotero de su trayectoria',
riormente surgió en el marco de Instituclonesy El segundo problema, relacionado con el
academias pertenecientes a la organización anterior, abstrae las condiciones reales a tra-.
estatal colombiana y a sus élites culturales re- vés de las cuales se dio la Independencia de
presentativas, se descubre el carácter despó- la Nueva Granada, en favor de los sentidos de
tico de una ideología en tanto que requladora identidad y unidad de la nación". A esta direc-
de la ficción de la Historia'. Ella nos dice que ción- se orientan la mayor parte de los trabajos
la Independencia política frente a España, lo- que tratan de historiar los procesos de inde-
grada con posterioridad a 1810, fue producto
y resultado de un sentimiento nacionalista nu- 1 Con el propósito de diferenciar los niveles de sentido que
trido, por una parte, en las corrientes intelec- compromete la "historia", a lo largo de este ensayo la escribiremos con
mayúscula Inicial para significar la disciplina a que ella alude. De lo con-
tuales surgidas con la Revolución Francesa, trario, cuando no aparezca con mayúscula inicial, slrnplernente signifi-
por el ejemplo independentista de las antiguas cará, narración y relato. .
2 Consultar la primera parte del libro de Hans-doachirn I(bnig .
. colonias inglesas en nortearnérlca .y por el tra- . En el Camino de la Nación. Nacíonallsmo en el Proceso eJe For mación
tamiento dado a los "criollos" por parte de las del Estado y de la Nación de la Nueva Granada. 1:"50 -1856. l:3anco rj",
la República, Santafé de Bogotá, 1994, pp. 19 a 49.
autoridades coloniales y la Corona, en la Nue-
3 Al respecto y como parte de la hegf!n1olliCl logr"'hl P,.'I 1" u.i-
va Granada. dlción política y cultural occidental, Dominique Perrol y Roy Preiswer; •.
afirman: "La unidad es un objetivo del que ciertos autores ponderan los
Sin embargo,. no obstante la fortaleza del beneficios ... Muy frecuentemente, la unidad está asociada a otras cua-
argumento en tanto implícitamente contiene lidades que ella parece llevar en su huella. Es un valor esencial. una ideo
. sólida, una meta, cuya influencia la historia tiene por objeto describir ....
una valoración positiva del logro obtenido con La unldad ... está ... simbollzada por la presencia, en una nación. de vale-
la,lndependencia, enmarcada en la defensa de res tales 'como la energía, el poderío militar la flJerza de aqresión ...
pendencia política dados en la Nueva Grana- historiador del siglo XIX, el colombiano
da, de construcción del ciudadano y del régi- José Manuel Groot, era también un
pintor aficionado, El costumbrismo de
men republicano ulterior. En ellos desaparecen
~su.s~pir;ttur,~s.no,era
muy d¡f~rente al de
las diversas estructuraciones territoriales he- " clertbs p8.'sdjes de' su obra histórica.
redadas del período colonial; las sociedades ,i Refiriéndose a la HistoriaEclesiástica y
de frontera, las diferenciaciones regionales de Civil de la Nueva Granada un contem-
orden cultural, los grupos étnlcos no com- poráneo le mencionaba "los cuadros
prendidos por la categoría colonial de lo "indí- que usted traza y en que se encuentran
gena", las enormes dificultades de comunica- a un tiempo la exactitud de un mapa y
ción las cuales, cuando son mencionadas, só- los amenos atractivos del paisaje ...''.
lo sirven para señalar el carácter épico y heroi- "La exactitud de un mapa" a la que
co de la epopeya independentista. No obstan- aludía el crítico podía referirse a los
te esta pretensión (de la cual nunca fueron ,elementos más o menos abstractos del
conscientes los autores de estas historias), lo discurso, en tanto que la amenidad era
excluído del fundamento paradigmático de la agregada por aquellos; detalles gratui-
tos que remitían 'a una circunstancia
unidad de la nación fue incorporado, en el "me-
precisa de lugar o de "época'",
jor de los casos" , a un sistema de representa-
ciones sociales de carácter "costumbrista". Ficción figurativa y narrativa de orden
"realista" que al crear un "ambiente", un ethos,
"De un lado, las representaciones ale- preludia y anticipa, a través de lo cotidiano, la
góricas que querían perpetuar por en-
virulencia de la oposición contenida en las
cargo un instante solemne del Estado
metáforas clásicas de "civilización" y "barba-
naciente, una batalla, el gesto confiado
y decisivo de una asamblea de próce- rie" que son, precisamente, las que se van- a
res y, de otro, la búsqueda de tipos po- emplear en la descripción de los territorios de
pulares. Acuarelas y bocetos desple- fronteras". En este orden de ideas, de alguna
gaban las tipologías de oficios humil- manera, frente a la contradicción sUrgida en el
des con una condescendencia similar siglo XIX (de un territorio marcado por conven-
a la del costumbrismo literario. Los ciones "familiares" y otros ámbitos que están
criollos, encerrados hasta entonces en allí y de los cuales se sabe muy poco aunque
la imaginería sombría y barroca que hacen parte de la geopolftica de la naciente
adornaba las naves: de los templos o
República), nace una de las paradojas que
los retratos encorsetados de funciona-
rios reales, descubrían con el mismo constituyen la nación, que va a signar de este
aire maravillado de los viajeros extran- momento en adelante los procesos de ocupa-
jeros el mundo extraño y abigarrado de ción del suelo y estructuradón del territorio
su propio entorno. Por lo menos un desarrollados en el oriente neogranádino: la

Otras cualidades que resultan de la unidad son la fuerza, el desarro- sus guerras el hacer prisioneros es una prueba de que la cacería ha
llo econ6mico. el orden, la seguridad .... El termino "unidad" es con- sido buena y festejan el triunfo con bailes y borracheras, y en medio
siderado ... como un valor positivo cuya cualidad no se demuestra. Se de su entusiasmo salvaje matan a las v/ctlmas, beben su sangre, los
señala asimismo (sic) que la "unidad" es a menudo un eufemismo que" descuarttzan y asados se los comen como por un exceso de vengan-
oculta un conjunto de otros valores". Ver: Etnocentrismo e Historia. za no escapándose de su ferocidad ni las mujeres y solamente a los
América Indlgena, Africa y Asia en la Visi6n Distorsionada de la Cul- niños de ambos sexos les conservan la vida para que sirvan como es-
tura Occidental, Editorial Nueva Imagen, México, 1979, pp. 206 a clavos y al efecto son repartidos entre los guerreros de la expedi-
208. Nosotros le agregaríamos que el sentido de "unidad," es, de por ción". Unos párrafos mas allá, al referirse a los Tamas, dice: "Estos in-
si, excluyente: de hombres y culturas diferentes a la hegemonia que dios van como toaantertores, a diferencia de que sus mujeres no es-
se impone: de territorios en los cuales no se han desarrollado grados tán enteramente desnudas, porque llevan un Guayuco. Son pacificos,-
de cohesión social, significados compartidos y hábitos de comunica- cultivadores y afectos a la caza. Con esta tribu fue que se fund6 la
ci6n intercruzantes: de formas especificas de habla, religión,' arte y, antigua misión, del Caguán sobre el río de este nombre ... ". La contra-
pensamiento: de otros sentidos de la historia. Consultar: Andrés de posición entre "clvüización" y "barbarie", no obstante el carácter dis-
Bias Guerrero, Nacionalismo e Ideologias Politicas Contemporáneas, minuido como son presentados los Tamas, es evidente. Está media-
Espasa-Calpe, Madrid, 1984, pp. 35ss. da' por la misión religiosa, que en su proyecto de "vida en policía" es
4 Germán Colmenares, Las Convenciones Contra la Cultura, capaz de transformar valores y costumbres étnicas, "salvajes", para
Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1987, pp. 76 Y 77. Iqg!:Il1'.,lil,Jtranslción a la "civilización" y con ésta al Imaginario hege-
5 Ibidem. Son interesantes, por decir lo menos, las congruen- mónico de la naclell!~.B~RMP..II.c:.~. Po~ su parte, el costumbrista oer-
cias metafóricas y dlscurslvas de estos historiadores, con Agustín Co- dovez Moure, fundado en convenciones retóricas declmonónlcas
dazzl y un costumbrista, sin otras pretensiones, como José Maria Cor- tendientes a reclamara Espa~a su Incuria colonial, frente a los "Indl-
dovez Moure. Al respecto, él Ingeniero 'militar que en la practica era genas", por la misma época de la Comlsi6n Corográfica, declaraba:
Codazzl, al describir un'grupo de los "naturales"-del Caqúetá, guiado "Un pueblo que se alimentaba con escasos artículos de consumo: y
por los Informes de los hermanos Mosquera, del señor Quintero y del no comla carne sino cuando se cogla algún venado en trampa, ava-
cura Albis, afirmaba: "Guaguas llamados antes murciélagos, porque sallado por el frio, mal vestido y con la costumbre de embriagarse
chupaban la sangre de sus enemigos, Esta naci6n, feroz con sus con- con la nauseabunda chicha de malz fermentado y sin dulce, porque
trarios los Guitotos que viven entre el Caquetá y el Putumayo no lo es no conocia la miel de caña, con el item de la poligamia ilimitada, san-
con los traficantes ni con sus vecinos con quienes están en' paz. En cionada por la tradición, que profesaba como culto las más absurdas
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repetición de la empresa colonial con su co- Aunque en el escrito de Bolívar es noto-


rrespondiente reproducción de representacio- ria su referencia a las divisiones políticas que
nes sobre la naturaleza, los hombres y los ani- por esos años se manifestaban entre los "re-
males, característica de la Ilustración y de presentantes del pueblo", no dejan de ser di-
quienes a lo largo de trescientos años habían clentes sus menciones a los blancos y pardos
alimentado la disputa sobre el Nuevo Mundo", lo mismo que a las jerarquías sociales preexis-
Estos dos problemas, cuyas dimensiones tentes. El caos y la anarquía que denunciaba,
no fueron claramente percibidas por los hom- no era otra cosa que la constatación de la au-
bres e historiadores de las élites del siglo XIX en sencia de un discurso hegemónico, capaz de
Colombia, crearon.. progresivamente, una vez imponerse y trazar el derrotero de la nación.
terminada la fase épica y grandiosa de la Inde- De hecho, el límite entre la "comunidad imagi-
pendencia, las condiciones de emergencia de nada" y la "dura realidad social" de los países
un pensamiento profundarriente excluyente y enrnarcados en la metáfora de la Gran Colom-
palmariamente contradlctorlo con el ideario po-
bia, había surgido. Ya río era posible hacer va-
lítico de los prohornbres que con sus ideas so-
ler la utopía del "cubrimiento universal de los
bre el destino manifiesto de la nación habían
derechos del, hombre 'y del ciudadano". Las
dado lugar: a la ruptura con España. De pronto
castas', que durante el período épico de la In-
fue percibido el carácter multiétnico y la diver-
dependencia habían servido a lbs "patriotas"
.sldad cultural de los .componentes del nuevo
Estado que estaba surgiendo y, con éste, el pe- para señalar el oprobio de la dominación es-
ligro de derrumbarse la obra de quienes, desde pañola, constltuían, después de 1821, uno de
el ejercicio de las armas y la retórica política, los factores obstaculizadores, entre otros, de
habían alimentado la esperanza de consolidar la realidad y tranquilidad de la nación",
la- Gran Colombia y la pertenencia a un orden Por ello, los miembros de estos sectores
mundial donde el poderío de 'oaindustrialización étnlcos y culturales que con sus costumbres,
y la ampliación de los mercados eran las nue- formas de ser y maneras de pensar, represen-
vas metas a seguir. No en vano, en 1821', el li- taban losestamentos más bajos de la socie-
bertador le dirigió una carta al General Nariño, dad neogranadina, al igual que en el siglo
en la que le manifestaba:" XVIII, progresivamente fueron sindicados por
"Hay muchas consideraciones que parte de historiadores como José Manuel
guardar en este caos asombroso de Restrepo, de ser los causantes del desorden
patriotas, godos, egoistas, blancos, social y estar contra la República". La antino-
pardos, venezolanos, cundinamarque-
mia era notoria: paradójicamente después del
ses, federalistas, centralistas, republi-
canos, aristócratas, buenos y malos, y deéenio de los años veinte en el siglo pasado,
toda la caterva de jerarquías que se la mayoría de los representantes de los grupos '.
subdividen tan diferentes bandos ..."~.' regionales dominantes, manteniendo susinte-

, .:~
supersticiones, perezoso y sin aspiración ni asomos de cultura inte- mentes tan brillantes como Humboldt, Hegel y aún Marx, repercutien-
lectual, tenia que ser, más que salvaje, una masa humana Inconscien- do con toda su carga eurocéntrica en los hombres de este lado det
te y dispuesta a recibir la servidumbre de quién quisiera imponérse- mundo. '
la". Consultar: Reminiscencias de Santafé y Bogotá, Aguilar, Madrid, 7 Bollvar, citado en: Javier Ocampo López, El Proceso' Ideo-·
1962, p. 456. Este fragmento ¡iterario, por medio del empleo de dico- lógico de la Emanclpaci6n, Las Ideas de Génesis, Independencia. Fu-
tomlas el.ementales, muestra a las claras el pensamiento que anima- turo e Integraci6n en los Origen es de Colombia, E,diciones Tercer
ba a la mayorfa de los representantes de la Intelectualldad del XIX. En Mundo, Bogotá, 1983, p. 320. '
efecto, la ausencia de consumo generalizada, de una dieta cárnica 8 El principio de Igualdad polltica y social entre los "asocia-
(caracterfstica de Europa) y de ciertos tipos de vestuario, le sirvieron dos" en la República. que tfmidamente asomó en la Constitución de
a este autor C0l'l10 elementos dlscursivos para señalar el estado más 1821, era Insostenible en la cotldianidad de la vida lugareña, Los "In-
allá de barbarie y salvajismo en que se encontraban los "aborlgenes" dios", "pardos" y "hombres de todos los colores", con su presencia y
de la Nueva Granada. NI qué decir del señalarníento de polfgamos, de sus costumbres, con los niveles de adscripcl6n social y polftica a que
sus creencias religiosas y de su actitud frente al trabajo. estaban acostumbrados, eran negacl6n de toda posibilidad de "liber-
6 Al respecto, sobre el impacto en el 'pensamiento europeo-e tad y orden" en el territorio de la nacl6n. Lo mismo fueron las institu-
Ilustrado de la época de las tesis de Buffon sobre la Inferioridad de ciones que se quisieron crear, que acercaban a la República al Ideal
las especies' animales en América y de los habitantes de los trópicos, polltlco establecido. Los modelos de sociedades que se quisieron es-
consuttarIa excelente obra de Antonello Gerbl. La Disputa del Nuevo tablecer, en contra y oposlcl6n de 'las tradiciones que habian opera-
Mundo. Historia de una Polémica, 1750 - 1600, Fondo 'de Cultura do en el periodO colonial. dieron pie al surgimiento de un sentimiento _
Económica, México, 1982, y, -La Naturaleza de las Indias Nuevas, de frustracl6n y por ende a una negación de lo nacional. Ibidem,
Fondo de Cultura Económica; México, 1992_~En estos trabajos es pp.322ss. .
claro cómo el sentimiento nacionalista europeo, que irrumpe inequí- 9 Germán Colmenares, "Historia de la revolución por josé'·
vocamente en el siglo XVIII, ,desplaza el bestlario que habla dado fun- Manuel Restrepo: una prisión historiográfica". en: La Independencia.
dación a América en los siglos XV al XVIII, en favor de representaclo- Ensayos de Historia Social, Instituto Colombiano de Cultura. Bogota.
nesavataoas por la ciencia de la época. De este influjo no se libraron 1986, pp. 14ss.

i" •.
I .

"
reses locales y diferencias políticas, fueron doctor José María del Real. autores de esta.
confluyendo en la construcción de una cons- obra publicada sin sus nombres, al describir el
ciencia nacional en la que lo "indígena" y todo carácter de los habitantes de la Gran Colom-
aquello que recordara el pasado colonial había bia plegaron su mirada y entregaron su pensa-:
de ser desterrado; debía ser enviado fuera de miento y pluma a europeos tan brillantes co-
la Historia. En este orden de ideas y dentro de mo Humboldt o a otros prestigiosos descono-
un movimiento intelectual que comprometió al cidos como M. Depons. De "los Españoles
conjunto de las tradiciones historiográficas de (sic) tanto del Viejo como del Nuevo Mundo",
América Latina, el Continente y la mayor parte esta obra afirmaba:
de las repúblicas que lo constituían, fue repre- ".... ninguna consideración es quiza
sentado como un mundo sumido en la natura- mas importante, que la de, que aunque
leza: un mero objeto etnoqráñco", poseen muchas nobles cualidades,
son igualmente notables por una cir-
El dilema surgido fue el de una nación, cunspección demasiado lenta, si no in-
cultural mente extrañada de si misma. La ten- dolente; y por una observación minu-
sión suscitada entre el primer fundamento pa- ciosa. si no fastidiosa. Esta circuns-
radigmático de la nación (la determinación es-' pección y lentitud caracteriza la mayor
tructural de los derechos del hombre y el ciu- parte de sus acciones .... De aquí nace
que sus victorias no excitan nunca
dadano) en su constitución, y el sentido desva-
pasmo. ni sus reveses desesperación.
lorizado de lo propio, hizo insostenible la origi- Si no juntan caudales en poco .tlernpo,
nalidad del camino y del destino de la nación. su ruina no es ni freqüente ni precipita-
Como lo afirma Germán Colmenares: "El mie- da. Es cierto, que no se podría satisfa-
do al pasado era también el miedo a un mesti- cer a lél ambición con unas maximas
zaje oscuro al que podía atribuirse una heren- de conducta tan moderadas. Sin em-
bargo tienen un aire de ñlosofla, el que,
cia extraña e imprevisible de violencia ances-
si no se halla íntimamente aliado a la
tral. Este miedo de una sociedad bárbara ex- sabiduria, tiene á lo menos su aparien-
cluía absolutamente el sueño de una unidad"". cia ..."'3
Este hecho, desconcertante para quie- De los negros. el texto escogido de Hum-
nes no perciben que la nación es resultado de boldt, no por figurativo y condescendiente de-
procesos sociológico-comunicativos y no un ja de contener la sanción a sus costumbres y
punto de partida", se hizo claramente percep- formas de vivir.
tible en la primera relación geográfica de Co- "Cuando.aldescenderelrio.nosace~
lombia en el siglo XIX. En .Ia edición de esta camas de algunas plantaciones o cha-
cras. vimos las hogueras que los ne-
obra, publicada en Londres en 1822, slrnultá-
gros habian encendido; un humo ligero
neamente en inglés y en español. al referirse a y untoso se levantaba sobre las cimas
la índole de los pobladores de la República, se de las palmas. y daba un color rojo al
hacen evidentes las convenciones retóricas y disco de la luna. Era un domingo por la
representativas de los principales componen- noche; y los negros bailaban al son de
I una guitarra ruidosa y monótona. Los
! tes étnicos y culturales de la nación y la cons-
ciencia negativa que sobre éstos se tenía. africanos, de la raza de negros, tienen
una superabundancia de actividad y de
Fue así como don Francisco 'Antonio alegría en su caracter. Despues de ha-
Zea, el coronei Francis Maceronl, junto con el ber desempeñado las penosas tareas

, o G. Colmenares. op .• cit .• "las Convenciones .,;", pp. 91 a 96. paulatino de formación hasta alcanzar una "complementarledad" so-
t i IlJidem. p. 95. cial consciente. El nacionalismo es concebido entonces como una
12 En este sentido consideramos que la tesis de Karl W. Idaologla que tiende a forzar este proceso mediante una comunica-
Oeutacn. regulada por un concepto sociológico-comunicativo. es la
ción más Intensiva dentro de una colectividad que se identifica por
(juf) or."lor se presta para comprender y explicar el proceso de forma-
compartir un idioma y una cultura'; pp. 27 Y 28. Esto, que de alguna
•••u(. j .,.., la nacionalidad en Colombia. Para éste, "la formación de la
manera hoyes claro,no era posible de entenderse en el siglo pasado.
concíencra nacional y del nacionalismo depende de la extensión, in-
. En este periodo tomó fuerza un razonamiento 'evolutlvo-inecanlclsta
iensttlcaclón y modificación del contenido de sus hábitos y posibili-
dades de comunicación. como resultado de una creciente moviliza- sobre la nación, que consideraba que ésta debia dar lugar a una mar-
ción social y de una progresiva integración". Tratado por K6nlg. en su cha acompasada al fomento del progreso. adscribiéndose a la Histo-
obra ya citada. Más adelante este último investigador, comentando a ria europea, negando la validez de la Historia que precisamente habia
Deutscn, dice: "La importancia de este enfoque radica •...• en demos- estructurado la Nueva .Granada.
trar que la formación misma de una conducta nacional es un proce- 13 Colombia: Relacion Geográfica. Topográfica. Agrlcola, Co-
so social elemental. y no presuponer simplemente la existencia de mercial y Política de este País. Adaptada para Todo Lector en Gene-
naciones como formas sociales dadas. Deutsch concibe a la nación ral y para el Comerciante y Colono en Particular. tomo primero, Bim.
<,r"n,' ,,1 producto de un desarrollo a largo plazo. como un proceso co de la República, Bogotá. 1974. p. 282.
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de la semana, los negros, en los días hamacas. Estas gentes no son más
festivos, prefieren el sonido de la musi- bárbaras que los indios desnudos de
ca, y la danza, a un sueño sin cuidado. las misiones, a quienes enseñan a ha-
iNo reprobemos esta mezcla de negli- cer la señal de la'cruz. Es un error muy
gencia y de liqereza, que suaviza lo comun en Europa, el considerar a to-
amargo de una vida llena de penas y dos los naturales que no están someti-
tristeza!...••'·. dos á los europeos, como tribus erran-
tes que viven de la caza. La agricultura
Sin embargo y no obstante lo deprimido
existía en el continente mucho antes
de estas convenciones retóricas referidas a de la llegada de los europeos. Aun
los componentes de la' nación cuya imagen existe entre el Orinoco y el Río de las
estaba siendo "publicitada" en Europa a tra- Amazonas, en tierras llanas entre los
vés de esta supuesta relación geográfica, fue- bosques, a las que los misioneros no
ron las representaciones sobre lo "indígena" han podido aun penetrar. Lo que el sis-
las que mayormente concentraron toda la car- tema de misiones ha hecho, es dar
mayor valor a la propiedad territorial, li-
ga ideológica justificativa de la escisión de la
gando los indios al suelo, ... Los ade~
nacionalidad. lantamientos son, sin embargo, lentos
"Unas cuantas facciones físicas y mo- y casi imperceptibles, a causa del es-
rales bastan para describir todas las tado de completa isolación en que les
tribus indianas a la vez. Lo que poseen tienen. Pero sería formarse ideas falsas
en común con respecto a su físico es sobre la condición actual de las nacio-
una cabeza grande, frente estrecha, nes del Sur de América, si se conside-
cabello negro, flaco y largo, ojos me- rasen como sinónimas las denomina-
dianos, nariz aguda, boca grande, la- ciones de cristianos, reducidos, y civi-
bios gruesos, y cara ancha. Su color, litado'sry las de paganos; salvajes, e
generalmente, es como el de cobre, independientes. El indio sujeto es a ve-
varía según el temperamento del país ces tan cristiano como el indio inde-
en que viven; y su estatura, comun- pendiente, y este tan idólatra como el
mente de cuatro pies y medio a cinco, otro: los dos, ocupados por las necesi-
lo es en algunas tribus de cinco a seis. dades del momento presente, descu-
Tienen muy poco pelo en las partes del bren una indiferencia notable por las
cuerpo donde nace naturalmente; pero opiniones religiosas, y una tendencia
no son del todo barbilampiños. Sus secreta en adorar la naturaleza y sus
miembros, grandes y musculosos, tie- poderes. Este culto pertenece a la más
nen la apariencia de mucha fuerza; pe- remota infancia de las naciones: exclu-
ro esa apariencia es engañosa pues ye ídolos, y no reconoce otros lugares
con dificultad pueden soportar mucho sagrados mas que las grutas, los va-
trabajo. La pereza, la taciturnidad, la lles, y los bosques?",
inconsideración, la estupidez, la menti-
ra, forman en general su característi- Este texto un poco largo,. conocido por
co... ... Sentimos vernos obligados a Codazzi, junto con los anteriores, señala hasta
usar la palabra salvaje,· pero indica la qué punto en el siglo XIX la nacionalidad esta-
diferencia que hay entre el cultivo del ba escindida en conjuntos étnicos y culturales
indio sujeto a las misiones y del indio li- irteductibles a la concepción ilustrada y poste-
bre e independiente, que a veces sin riormente romántica y liberal contenida en la
embargo se halla contradecido por he- idealización de la nación elaborada por el ima-
chos. En los bosques del Sur de Amé- ginario europeo de la época". Para los neogra-
rica existen tribus de naturales que pa-
nadlnos en general, era indiscutible SU superlo-
cíficamente reunidos obedecen a jefes
(llamados Pecanati, Apoto, o Sibiere- ridad moral, económica, social, política e inte-
ne), y están ocupados en cultivar el lectual, frente a los salvajes que poblaban des-
plátano, el casava, y el algodon, en un conocidos y extensos territorios de la Repú.bli-
terreno bastante espacioso y en tejer ca y aún frente a los "indígenas" y antiguos es-

14 Ibidem. p. 288. mar unas cuantas facciones ffsicas y morales que poseen en común.
15lbidem, pp. 311 a 314. Su cabeza es. por lo regular. más bien grande que pequeña: la frente
16 En la descripción general de los Indios del Caquetá. Agus- estrecha curvada por los lados, los ojos comunmente pequeños •...•
tln Codazzi. sin mencionar la fuente bibliográfica de la relación g6O-
la boca es grande. los labios algo gruesos y la cara más bien ancha
grmica publicada por Zea treinta y cinco años atrás. empleó las mis-
que larga •..no tienen barba en la cara. Alguno de edad avanzada he
mas convenciones retóricas con las cuales los autores de la Geogra-
fla hablan representado al conjunto de la población indiana de la Gran visto con algo de pelo en las partes del cuerpo donde nace natural-
Colombia. En efecto. el Ingeniero Militar, dijo: "Para describir en ge- mente pero el cutis siempre liso. Los cabellos más negros. de ordina-
neral los indios de estas umbrosas y vastas selvas seria suficiente to- rio gruesos, pocos los tienen finos y siempre desgreñados ....
i·,·:.

24

clavos asentados en sitios de ocupación, no José Eusebio Caro, lo mismo que los intentos
organizados a la manera española. La Religión de reforma educativa iniciados en la segunda
Católica y el misionerismo que siempre la ha mitad del siglo XVIII con Francisco Antonio
acompañado, actuaron de tal forma en el pen- Moreno y Escandón, y continuados en el XIX
samiento de las élites y gentes del común, que con los planes de Francisco de Paula Santan-
para ninguno fue indudable que la integración der, Mariano Ospina Rodríguez y Felipe Zapa-
de la nación pasaba por el hiato necesario de ta; este último con la colaboración de la mi-
la adscripción y subordinación de la población sión alemana, en 1872'8.
indiana a este sistema religioso, como una for- -, .Frente a los extensos territorios "baldíos"
ma de transformar el estado de barbarie y sal- del oriente del país, en su conjunto, los grupos
vajismo que originalmente la caracterizaba. gobernantes continuaron reproduciendo el
En otras palabras, la posibilidad de apli- imaginario fantasioso que por tres siglos había
car la metáfora de la nación a grupos étnica- marcado con su impronta el proceso de colo-
mente diferentes a aquellos que fueron inte- nización y poblamiento de la Nueva Granada.
grados por la fuerza, en el período colonial, a Para ello no importaba el desconocimiento
la sociedad hispanizada, creó, hizo surgir a lo que se tenía sobre estas regiones y mucho
largo del siglo XIX, la imposibilidad de consti- menos los riesgos de capital que esta fabula-
tuir culturalmente la nación colombiana. Pese ción generaba'9. Por ello, desde los inicios de
a ello, no se abandonó esta aspiración. Se la Gran Colombia, en el Congreso de Cúcuta,
continuó pretendiendo que la argamasa cultu- se aprobaron leyes favoreciendo la inmigra-
ral que integraría la nación en un sólido cuer- ción de hispanoamericanos de otros países
po de creencias, costumbres, habla y pensa- del Continente y de naturales de otras regio-
miento, era la religión católica y el imaginario nes provenientes de Europa y los Estados Uní-
de sociedad y de ejercicio de poder contenido dos, principalmente. El argumento que sirvió
en ella y en las idealizaciones de la cultura eu- para la aprobación de estas leyes fue triple: se
ropea que por estos años se presentaba como basaba en la promesa de ingentes riquezas
la más alta expresión del intelecto, la técnica y minerales, agrícolas y forestales, en la escasez
;el espírituhunianos. Patética paradoja que de población y en la barbarie de los poblado-
propició, desde los años iniciales de la Repú- res de las selvas y llanuras de la Orinoquia y
blica y gran parte del siglo XX, la negación de Amazonia; este último razonamiento conteni-
Colombia como nación en la diversidad de lo do implícitamente en la relación geográfica de
cultural y el surgimiento de tensiones, conflic- Colombia publicada a raíz de la gestión diplo-
tos y desgarraduras provocadas por el infinito mática de Zea en la Gran Bretaña y en los in-
de sus desencuentros. formes de los misioneros, colonos y viajeros,
La negación del granadino y luego del que transitaban estos territorios en su búsque-
colombiano, en aras del fomento al progreso, da incansable de almas para convertir, de pro-
subrepticiamente estuvo avalada por su des- ductos y materias primas para lIevarlas al "in-
valorización". Con este sentimiento se expre- terior" y comerciar con ellas, y de especies
saron José María Samper, Sergio Arboleda y animales y botánicas por descrtbír=.

La encarnadura de los indios es de un color oscuro rojo casi siempre bia, Universidad Nacional, el Ancora Editores, Bogotá, 1989, p. 66 Y
de color cobrizo. Las taccíones regulares, aunque el conjunto rara vez 67, se va a referir a este sentimiento de inferioridad, destacando el
presenta una bella fisonomla; pero su cuerpo es bien proporcionado, fracaso de la Nueva Granada en atraer expertos extranjeros.
sus miembros grandes y musculosos, tienen la apariencia de mucha 18 Jaramillo, lbidern. Para mayor ampliación y conocimiento
fuerza; pero esa apariencia es engañosa. porque sus fuerzas no es- de las reformas educativas de Santander, ver: David Bushnell, El Ré-
tan ejercitadas ni en levantar y llevar pesos ..:". gimen de Santander en la Gran Colombia, El Ancora Editores, Bogo-
17 En la obra clásica de Jaime Jaramilló Uribe, El Pensamien- tá, 1984, pp. 224 a 236.
to Colombiano en el S!glo XIX. tercera ecnctón, Ed!torial Temis, Bogo- 19 Hacia·1825 una "com'pañl¡¡ minera inglesa inició grandes
tá, 1982, p. 21 ss., este historiador "al referirse·;! la "Critica y Alejamien-
inversiones para ¡'evivir las 'abandonadas minas de' plata de la Nueva
to de la Tradición" efectuada por lo que él n~ó los americanos de
Granada .... La compañía. ..no pudo obtener beneñclos de las minas
los siglos XVIII y XIX, se ve obllg~do a mencionar el complejo de in-
de Santa Ana durante décadas, y el entusiasmo de los tenedores bri-
ferioridad que aquejaba a los miembros de las élites granadinas, tren-
tánicos de bonos no fue retribuido .... En 1844, la provincia de Bogo-
te a las realizaciones de las naciones anglosajonas con su Poder eco-
tá sólo contaba con 275 europeos y norteamericanos, cerca del 0.1 %
nómico proveniente de la revolución industrial y de la planetarización
del total de su población. En 1851, los europeos y norteamericanos
definitiva de sus economías. Esta desvalorización angustiosa de lo
propio, dio paso al intento de formar un tipo nacional que "tuviera del representaban menos del 0.05% de la población de la provincia de
anglosajón su sentido del trabajo y su capacidad de rendimiento eco- Bogotá, y en la totalidad del país, excluída Panamá, habla menos de
nómico". De allí se desprendió el intento de concreción de la utopla 450 extranjeros, cerca del 0.02% de la población general". Safford,
decimonónica, que va a alimentar todas las mentes calenturientas de op., cit., pp. 66 Y 67.
las élites hispanoamericanas. que buscaba "remediar los males de la 20 Aunque esta pretensión de atraer un gran número de inmi-
República" por medio del favorecimiento a las inmigraciones. Con el grantes fracasó, no podemos dejar de destacar la presencia de Ja-
mismo razonamiento Frank Safford, en su libro, Elldeal'de lo Prácti- mes Hamilton, quien fue el pionero de la navegación a vapor por el
co. El Desafio de Formar una Elite Técnica y Empresarial en Colom Orinoco. Bushnell, op., cit., p. 177.

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25

En estas circunstacias no es de extrañar no puede ..aún lanzarse a estas. tie-


que una mente tan brillante como la de Agus- rras...; pero tiempo vendrá en que las
tín Codazzi, reprodujera palmo a palmo en su inmigraciones de la América del Norte,
que rebosan de pobladores, tomen la
relación, los tres niveles argumentativos que
vía que les brinde más prosperidad y
justificaban la futura e hipotética colonización medios para enriquecerse más pronto.
del Caquetá. En efecto, este ingeniero militar, En esa época lbs colonos granadinos y
que con su trabajo (desconocido para la ma- extranjeros bajarán de las altas cordi-
yoría de los colombianos de la época y de hoy) lleras a estas colosales selvas y se in-
dio inicio en el país a la ciencia geográfica, se ternarán en ellas por el Caquetá y Pu-
preocupó por recorrer los caminos y medir sus tumayo al Amazonas ; de manera
que dentro d~ siglo y medio tendrá es-
distancias al mismo tiempo que por contar la
ta República más habitantes que los
población de todos y cada unode los parajes que tiene hoy la Francia y antes de es-
que transitó, para inmediatamente después en ta época la población creciente de
su escrito, liberar su pluma y dejar transcurrir Pasto, Popayán y Neiva se habrá avan-
su imaginación en una labor de prospectiva zado ya al otro lado de la Cordillera
que no atendía las cÓndiciones reales de de- Oriental descuajando sus selvas secu-
senvolvimiento económico, social y político, lares y abriendo caminos, fundando
pueblos y paulatinamente se habrá in-
de Colombia, por estos años. Al respecto, es-
ternado en las grandes planicies para
cribió: ponerse en contacto con los puntos
"Las majestuosas selvas de este país comerciales que se establezcan en la
que se hallan situadas debajo de la lí- ,grande hoya del Amazonas. Este in-
nea del Ecuador..., sorprenden al viaje- menso río será entonces surcado por
ro que no sabe qué admirar más, si el los vapores que desembocarán por to-
vigor y frescura de la vida vegetal o las dos los afluentes que vienen de los an-
variadas formas de las plantas y de las des bolivarianos, peruanos y ecuato-
palmeras... Al ver aquel inmenso desa- rianos trayendo el oro, la plata, el plo-
rrollo de las fuerzas orgánicas vegeta- mo, el cobre, el azogue, el fierro, la hu-
les, aquella riqueza que agobia la tie- Ila yla sal, juntamente con las incalcu-
rra, comprende que se necesita, una lables riquezas que una tierra virgen
numerosa población para poder c:lomi- prodigará a manos llenas a sus habita-
. nar, la exhuberante vegetación. Tiem- dores que, como los granadinos, ha-
po, largo tiempo, se necesita para que brán superado las cordilleras y abatido
los viejos árboles de la selva para apro- .
,t'
el hombre pueda explotar las inmensas
riquezas que la tierra le ofrece con una vecharse del inmenso beneficio co-
profusión incalculable. No será la raza' mercial que presentará entonces la ho-
f ya amazónica... El comercio que habrá
indígena, ..., la que progresando y mul-
tiplicándose pueda descuajar los árbo- abierto el canal que cerca del Estivado .
les seculares Solamente pensando se puede practicar para pasar de las
en el porvenir que está reservado a es- aguas del Cuyabá a las del Arina, ...;
tas apartadas y casi desconocidas re- habrá también superado por canales o
giones, es que el hombre observador exclusas los grandes raudales del Ori-
puede mitigar la pena que experimenta noca, y entonces, desde las bocas de
al encontrarse sólo cara a cara con el este río..., por una navegación Interior
salvaje, con las fieras, en medio del de- no interrumpida se podrá ir hasta Bue-
sierto. Echando una ojeada sobre el nos Aires a distancia de 2000 leguas.
pasado preguntaremos ¿qué había en En esa época grandiosa de una nave-
Europa del otro lado del Rin en tiempo gación interior tan extensa como varia-
de César? Una gran selva desconocida da por sus grandes ramificaciones que
de los romanos, y de ella salían enjam- se encontrarán en la Hoya del Amazo-
bres de bárbaros que invadieron y des- nas en los buques de vapor y en los fe-
truyeron el imperio. Hoy llena de ciuda- rrocarriles, los hijos del Brasil con los
des populosas y ricas ostentan su po- del Paraguay, Montevideo, Buenos Ai-
der reyes y emperadores con una po- res, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador, ve-.
blación de cien millones de habitantes. nezuela y Nueva Granada que habrán
... No sucede así en estas regiones in- concurrido al gran mercado interno,
tertropicales donde las costumbres que abarque a toda la América meri-
son y deben ser diferentes: porque di- dional y las orillas del primer río del
ferentes son el clima, las estaciones y Universo, ..., estarán llenas de las
producciones: por tanto la emigración obras del hombre que habrá converti-
26

do las antiguas selvas en tierras la- qursreron mostrar a sus "conciudadanos" la na-
brantías, pueblos, villas, ciudades, turaleza y los hombres que la poblaban, no sólo
agricultoras unas, artistas otras, y co- tenían como objetivo construir un mapa lo más
merciales todas, en que la ilustración y exacto posible de sus contornos y realidad.
la riqueza habrán marchado a par con
Eran, por así decirlo, la confirmación de una
las artes, los descubrimientos y las
cíencías'?'. constatación más esencial que hacía parte nece-
saria del papel de la ideología y la subjetividad
Analizado desde la. perspectiva del pre- en la creación de la nación política: confirmar
sente el texto de Codazzi, fácilmente se vis- que la Gran Colombia, como Estado nacional,
lumbran los argumentos ideológicos que im- era la negación a ultranza de lo colonial; que sus
pedían construir la nación cultural en el siglo' miembros constitutivos eran tan libres como los-
XIX. En efecto, la naciente Gran Colombia, a hombres de la América del Norte y frente a quie-
viceversa de las realidades nacionales con nes habían dado concreción y realidad a la ges-
mayor tradición en la vida europea como Ale- ta de la Revolucíón Francesa: la idealización del
mania (Prusia), Austria, Dinamarca, España, mundo occidental estaba dada; lo que no pudie-.
Francia, Holanda, Noruega, Suiza, Portugal ron interpretar era su papel en la hegemonía eco-
Reino Unido y Rusla'", no tenía a su favor el nómica mundial y cómo éste era necesario en la
ser consecuencia de una formación estatal re- definición de lo nacional.
lativamente autónoma enmarcada en su pro- Por ello, en los discursos de la época, no
pio territorio geopolítico. Por el contrario, su se habló tanto del colombiano y mucho menos
irrupción como república, era resultado de la se aceptaron los cambios y transformaciones
ruptura de los vínculos coloniales con España económicas necesarias para la consolidación del
y, trágicamente, de .la aceptación acrítica y nuevo Estado nacional. Sobre éste había que
subjetiva del carácter moralmente dlsmlnuldo relevar al ciudadano y con él, mantener con-
de la mayoría de los componentes étnicos de tradictoriamente los vínculos coloniales de suje-
la nación: como tal, era un epifenómeno políti- ción de unos hombres puestos en relación con
co. Un intento malogrado de construcción na- otros, a través del empleo y justificación de la
cional sobre la neqacióndelas tradiciones que fuerza, la opresión, la misión, la explotación y el
habían caracterizado lo colonial. qenocidlo".
De allí que no sorprende la polarización, a En estas circunstancias y tal y como ya
favor del primero, entre el individuo y la comuni- estaba demostrado por una historia de hege-
dad, aceptada por el ingeniero militar. Para éste monía mundial, la nación, y mucho menos el
la apertura de las selvas del oriente del país es- Estado nacional, no requería como su funda-
taba reservada a los colonos granadinos, lo mis- mento necesario la existencia de un grupo
mo que para aquellos provenientes de la Améri- étnico específico. El camino de la nación, to-
ca del Norte, y no para las sociedades que des- mó otros rumbos. En este sentido, recayó en
de la más remota antigüedad habían poblado la el andamiaje estatal la tarea de su creación.
Amazonia. Para ello era necesario consolidar por lo me-
Las convenciones representativas con las nos, el marco institucional que proporcionara
cuales los miembros de la Comisión Corográfica una "demarcación para el gobierno efectiva-

21 Este pensamiento. desbordante de-opttrntsmo fr~nte a las tivos asociados. Esta intencionalidad. expresada indiscutiblemente a
potencialidades comerciales vislumbradas por la mirada de la época. partir de 1808, reforzaba los sentimientos de solidaridad y activación.
tenia en el fondo, una negación: la del hombre, habitante de la selva; Con esta categoría ideológica y Política, se creó un principio de opo-
el salvaje. sición al régimen colonial y a todo el cromatismo de castas y colores
22 Bias Guerrero, op., cit., pp. 38 a 41. por éste instaurado; K6nig, op., cit., pp. 274 a 313. En el. caso de los
23 Este titulo de ciudadano, con el cual se quiso "estimular el "indigenas". quienes a partir de 1821 fueron reconocidos como "li-
patriotismo y la consciencia nacional. de amplios sectores de la po-
bres" con la abolición del tributo, el término deciudadano se aplicó,
blación" (mas no de todos), tenia como fin "impulsar su identificación
por decir lo menos, tímidamente. En el pensamiento de los gestores
con la sociedad y con el nuevo Estado". Como tal. tenía y tiene un
del nuevo Estado resonaban todavfa las expresiones de "reducidos"
doble significado político: daba a entender. en primer lugar. la perte-
y "no reducidos": expresiones que sólo apuntaban a señalar la exi-
nencia de los sujetos a la condición legal de súbdito; en segundo lu-
gencia de su negación. El "Indígena" para ser libre y reconocido co-
gar, consagraba el principio activo de su participación en politica. Es
decir, imponfa un principio de adscripción política a una organización mo ciudadano, al igual que en el período colonial, debía
estatal especifica, como condición necesaria de su reconocimiento negar sus propias tradiciones sociales y culturales e integrarse a la
para elegir, ser elegido, representar y ser representado. y para el go- hegemonia cultural característica de la hispanidad. Esto se hace no-
ce, satisfacción y disfrute. de todos los derechos consagrados por la torio en las descripc.iones de Codazzi, no solamente del Caquetá si-
Constitución y las leyes de la época. De allf que ciudadano. significa- no de todo el territorio geopolítico de la nación. Basta analizar el por
ra para los criollos libertad e igualdad. Con este tftulo no sólo se legi- qué de su insistencia en destacar los rasgos de salvajismo de los po-
timaba a la Gran Colombia como Estado, sino a sus sujetos constitu bladores de las selvas y sabanas, de las tierras no labrantías, del país.
, mente gobernante" y la definición de un terri- las nuevas estructuras de ejercicio del poder y
torio cornún'". la autoridad creadas, y el surgimiento de una
"

El primer derrotero a seguir entre 1819 y específica solidaridad con éstas y con otros
1827, fue el de crear el sistema institucional grupos étnicos y sociales enmarcados por el
encargado de darle concreción a la nación po- cubrimiento del régimen político en la totali-
líticamente definida. Esta tarea, en lo esencial, dad de su territorio y espacio geopolítico.
fue adelantada en el "Régimen de Santander" De alguna manera. para estos años, en el
quien no sólo tuvo que enfrentar los proble- terreno de las relaciones cotidianas y no en el
mas administrativos del sostenimiento de los de la retórica de los principales hombres del
ejércitos y una burocracia mal preparada y Gobierno, era evidente la ficción política, eco-
menos afecta al destino de la incipiente na- nómica, social y cultural de la Gran Colombia.
ción, sino ayudar a consolidar los poderes le- en que se había caído. Los intereses que se
gislativo y judicial en un momento en el cual movían entre los habitantes de los tres gran-
los diputados a las diferentes asambleas, des- des conjuntos integrados (Venezuela.Ja Nueva
de 1821, habían aceptado fácilmente en la Granada y Ecuador, por no decir Guayaquil).
práctica los dispositivos propios de un régi- eran divergentes y, en la mayoría de los casos,
" men de excepción. Sin embargo, los proble- antinórnicos'", El Estado naciente no era ca-
" mas derivados de la constitución de la Gran paz de garantizar la satisfacción de estos inte-
Colombia, no se detenían en la construcción -reses y la seguridad de su permanencia ante
de su plataforma política y admlnlstratlva=. las disensiones internas. El problema residía
Desde un principio el nuevo Estado tuvo que en que si bien, ante el "enemigo externo" que
enfrentar las crisis fiscales derivadas de una fue España. se creó un sentimiento de solida-
estructura de rentas coloniales mal constituí- ridad entre las élites de los sectores sociales
das, de los gastos de la guerra de Indepen- regionalmente dominantes, este sentimiento
dencia y de la negativa de determinados gru- no tuvo continuidad y expresión en ausencia
pos de poder, regionalmente establecidos, de de la amenaza potencial que pudiera presen-
asumir las obligaciones, responsabilidades y tar el antiguo imperio. La nación gran colom-
cargas tributarias que su condición de ciuda- biana definida político-estatal mente. era, bási-
danos les imponía. Desde sus inicios y como camente, un problema de orden práctico.
una regularidad que se va a mantener a lo lar- Fn este sentido, no bastaba la adopción
go de toda la historia política colombiana has- de la categoría de ciudadano para crear ese
ta nuestros días, el Estado fue débil ante los sentimiento de solidaridad nacional y dar pie
'poderes consolidados que lo enfrentaban y al surgimiento de la unidad político-adminis-
trativa demandada por el ideario liberal surgi-
.ante las nuevas exigencias, propias de su sos-
do de la experiencia revolucionaria francesa .
.,.t~nimiento, surgidas con su creación.
·,.:.:.t,·,
:~.} 0-, Para ser realidad histórica la nación y no una
!.:{~T, En contravía de lo que se había dado en . entelequia surgida de un orden trascendente o
~;¡,;uropa,la nación político-estatal col mbiana de la naturaleza, exigía el surgimiento de un
,~.,.o tuvo el poder de expandir autónomamente nacionalismo a la medida del ciudadano y no
~~l.l .acción del centro a la periferia. Mucho me- del particularismo étnico o cultural, este último
·~?Spudo impulsar en estos años, la creación de índole regional27.EIJ<otras palabras, era ne-
}~,1azosculturales nuevos o, en su defecto, el cesario restar valor al peso de las determina-
forzamiento de otros heredados del régimen ciones comarcanas y construir el "mapa de la
;Iohial. No hubo coincidencia posible entre nación". La empresa fue fallida en la época. La
»: ;,'

muestra, precisamente, su ausencia de repugnancia ante una de 1994. De Augusto GÓmez. Indios. Colonos y Conflictos. Una Historia
Ifestaclones más contradictorias del naciente Estado nacional Regional de los Llanos Orientales, 1870 - 1970. Siglo XXI Editores.
'manifiesta como realidad irreductible hasta hoy, no importan- Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Colombiano de Antropolo-
onstituci6n de 1991: las misiones religiosas en tierras de sal- gía, BOf;otá, 1991, y. Caucherfas y Conflicto Colombo -Peruano: Tes-
~~ra estos últimos, el titulo de ciudadanos les estaba negado; timonios. 1904 - 1934, Coama, Unión Europea, Santafé de Bogotá,
'debtan ser sujetos y reducidos y. hasta exterminados. Con- 1995. '
"para este último punto, las obras de Camilo Domínguez y Au- 24 Bias Guerrero, op., .cit., p.27 Y 28.
6mez. tituladas: La Economía Extractiva en la Amazonia Co- 25 Bushnell, op., cit., pp. 45 a 81.
a. 1850 - 1930, Tropenbos, Corporación Araracuara. Bogotá. 26lbidem.
[ación y Etnlas. Los Conflictos Territoriales en la Amazonia: 27 En esta reflexión sobre la nación. nos estamos rigiendo
,933, Coama, Uni6n Europea, Santafé de Bogotá. por la visión crítica de Andrés Bias Guerrero. en su obra ya citada ..
28

independencia política de España no se había des y lirnltaciones=. En este sentido, la Carta


logrado a partir del derrumbamiento de los Nacional, cuyo proyecto se comenzó a confi-
grupos de poder, de las redes de clientelas y gurar en 1839, debía desenvolverse y dar res-
de un trastocamiento de los fundamentos puesta a tres exigencias básicas propias del
económicos sobre los cuales se habían erigi- desenvolvimiento de toda nación, política-
do, históricamente en el período colonial, las mente formulada: determinar las presencias
élites que posteriormente, ante el "enemigo de naciones culturales, previamente territoria-
externo", fundaron el Estado Nacional". Por el lizadas; incorporar las nacionalidades cultura-
contrario y así emergieran nuevos "actores so- les desterritorializadas por efectos de las mi-
ciales en el estamento militar que llevó a cabo graciones internas y establecer el marco na-
la Independencia, fue notoria la capacidad de cional preciso y con él la pertenencia de la Re-
los grupos hegemónicos tradicionales de con- pública a un mundo formado .por unidades na-
servar sus privilegios y su preeminencia local y
cionales estatales soberanas, pero integrantes
reqional". Ello significó que se mantuvieran,
de la división internacional del trabajo llevada
prácticamente inamovibles, las características
a cabo a partir de la irrupción a escala mun-
estructurales de la sociedad colonial, por lo
dial, de los efectos propios de la revolución in-
menos, durante la primera mitad del siglo XIX.
dustrial capitalista.
El segundo derrotero, cuya correspon-
Como se, puede comprender, este último
dencia con el anterior va a surgir con el fraca-
so del proyecto formal que había dado lugar a aspecto era de considerable importancia. El
la Gran Colombia, se refiere al reclamo de de- sentido con el cual se pretendía consolidar la
niarcar tanto en el orden interno como en el in- nación política grancolombiana y, ante el .ra-
ternacional, los límites jurisdiccionales del Es- caso de ésta, la granadina, era, al igual que en
tado Nacional Neogranadino. Las exigencias el resto del mundo articulado al capitalismo de
administrativas, el expediente de pagar con la época, asimétricamente excluyente. En
tierras "baldías" los servicios prestados a la efecto, en el siglo XIX con las ideas de igual-
República en las guerras de Independencia y dad, libertad, orden y fomento al progreso,
la necesidad de explorar los territorios que ha- surgieron, en el marco de las relaciones del
bían permanecido "incultos" en el período co- sistema capltalista internacional, nuevos ejes
lonial, dieron pie para establecer las estrate- de poder y por consiguiente periferias que si-
gias y fundamentos orientados a la formación tuaban desigualmente a las naciones que con-
de la "Carta Nacional'?": "el discurso legítimo currían al mercado de productos manufactura-
sobre el territorlo"?'. dos y materias primas, a escala mundial. Ello
Sin embargo, no obstante de lo que se significó, por paradójico que pueda parecer, el
pudiera creer y considerar, esta legitimidad, en fortalecimiento de las estructuras militares en-
la primera mitad del siglo' XIX, no formó parte cargadas de subordinar a la esfera de influen-
de un "discurso explícito de formación patrió- cia y a sus intereses a los otros Estados - na-
tica". Para el proyecto económico nacional li- ciones - políticas, en competencla=. Pero esta
beral de formación de la nación política, las manifestación de una hegemonía política libe-
"existencias" territoriales debían ser "Inventa- ral en la construcción de la nación y las nacio-
riadas" y a la par con ellas, sus potencial ida- nalidades, no se expresó simplemente en el

28 Para comprender mejor el sistema económico que se creó en: La Independencia. Ensayos de Historia Social, Instituto Colombia-
a lo largo de trescientos años de dominación colonial, sus efectos y no de Cultura, Bogotá, 1986, pp. 137 a 180.
capacidad de permanencia en el tiempo, consultar: Gennán Colme- 30 Oiga Restrepo Forero, ULa Comisión Corográfica. Ava-
nares, Historia Económica y Social de Colombia. 1537 -1719, tomo 1, tares en la configuración del aaber", Monografías Sociológicas
Editorial La Carreta, Medellin, 1975; Cali: Terratenientes, Mineros y
No. 14, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, septiembre
Comerciantes, Siglo XVIII, Universidad del Valle, Cali, 1975; Historia
de 1988, p. 50.
Económica y Social de Colombia. Popayán: Una Sociedad Esclavis-
31 Marcelo Escolar, -Territorios ausentes (los límites de la
ta, 1680 - 1800, tomo 2, Editorial La Carreta, Bogotá, 1979. Zamira
legitimidad geográfica), 11 Seminario Latinoamericano de Geogra-
Diaz López, Oro, Sociedad y Economla. El Sistema Colonial en la Go-
bernación de Popayán: 1533 - 1733, Banco de La República, Santa- fía Crítica, Facultad de Filosofía y Letras UBA, Departamento/Ins-
fé de Bogotá, 1994. Guido Barona Becerra, La Maldición de Midas en tituto de Geografla UBA, Departamento de Geografía USp, 25 de
una Región del Mundo Colonial, Popayán, 1730 - 1830, Fondo Mixto noviembre - 3 de diciembna de 1990. '
Cultural .del Cauca, Editorial Facultad de Humanidades, Universidad 32lbidem.
del Valle, Cali, 1995. , 33 Eric J. Hobsbawm, Industria e Imperio. Una Historia Eco-
29 German Colmenares, UCaatas, patrone •• de poblamlen- nómica de Gran Bretafla desde 1750,'EditoriaJ Ariel, España, 1977,
to y conflictos sociales en las provincias del Cauce, 1810 - 1830", pp. 129 a 147.

.~" -. '. - ~~ .. -:. .~.-


29

orden internacional. También comprometió el posteriori. En el segundo caso, para la Gran


ordenamiento territorial interno (en este caso Colombia y luego la Nueva Granada, a partir
de la Nueva Granada) tanto en la definición de de 1824, era necesario redefinir el uti posside-
los territorios como en los proyectos adminis- tis juris de 181037• Ya no servían los límites in-
trativos y educativos de orden instltuclonal". ternacionales establecidos por la demarcación
Al respecto, frente al campo internacio- española colonial, en los tratados de 1750 y
nal, el texto de Magnus Morner que sirve de 1777. De esta manera, la Comisión Corográfi-
Introducción al informe de Carl August Gos- ea de 1849 a 1859, tenía que cumplir con uno
selman, sobre las repúblicas suramericanas, de los objetivos centrales como era el de co¡'~'
es diciente del estado en que se encontraban cretar los límites internacionales de la Nueva
las relaciones mundiales en la época. Granada sobre el terreno, principalmente de
"Las tentativas de ambos fracasaron, aquellos que comprometían el territorio en las
por ser imposible a un país nórdico - fronteras orientales del país.
poder europeo de segundo orden- rea- Las determinaciones estructurales terri-
lizar una política de veras independien-
toriales provenientes del período colonial, al
te en la delicada cuestión hispanoame-
ricana; ante la actitud reaccionaria de continuar regulando la geopolítica de la Repú-
Rusia, Suecia no se atrevió a brindar a blica Neogranadina, habían creado problemas
los nuevos estados un reconocimiento de envergadura en la definición del territorio
diplomático que éstos, ..., fijaron como de la nación: mientras que en algunas regio-
condición básica para conceder a Sue- nes del sur y del noreste los intereses políticos
cia cualquier facilidad o ventaja en el
del Ecuador, Venezuela y la Nueva Granada di-
orden comercial. Nació en cambio, du-
rante el curso de esas estériles nego- vidían internacional mente naciones culturales
ciaciones, la posibilidad de vender a y sociedades locales, en otras, como en el ca-
Gran Colombia y a México algunos bu- so del Perú, Brasil y los territorios del suroes-
ques de guerra suecos. La operación te venezolano, se trataba de delimitar territo-
fue concluída secretamente, pero la re- rios ausentes para los gobiernos asentados en
velaría en 1825 el ministro de España Santafé de Bogotá, Lima y Caracas, y no tan-
en Estocolmo, produciendo un verda-
to para los brasileños quienes muy temprano,
dero escándalo político internacional.
Ante la presión de Rusia, la última de relativamente, habían establecido redes co-
las ventas hubo de ser anulada en cir- merciales que comprometían la amazonia,
cunstancias humillantes..."35. prácticamente hasta el piedemonte oriental de
Pese a ello los intentos por consolidar las la cordillera Central granadina. Por ello, en
relaciones comerciales entre Suecia y la Nue- 1857, Agustín Codazzi manifestaba que:
va Granada, prosiguieron y adquirieron un to- "En la carta del territorio de los anda-
no menor. A ello se debió el viaje de Gossel- quíes he trazado con colores verdes
man al Continente hispanoamericano y las cuatro líneas de límites diferentes, no
descripciones de las repúblicas que visitó. Lo ya para que las haya adoptado como
justas, sino para facilitar al Gobierno
primero que se descubre en su manuscrito, ,
cualquiera concesión que se quisiese
son los "territorios ausentes". Es deci , frente a hacer sobre los límites porqúe hasta
la historia redente de la Nueva Granada el en- ahora no están fijados sobre el terreno.
viado sueco descubre la presencia en su inte- Cual sea mi opinión en esta materia
rior de dos movimientos de índole mundial voy a presentarla.,.pero antes debo
que configurarían la nacionalidad estatal mo- observar que en la descripción de los
derna del siglo XIX: "los que hacen explosión límites he hecho 'como con el Ecuador;
es decir he tomado la parte más desfa-
dentro de los marcos territoriales Nacionales
vorable o mejor dicho la que reduce a
legítimos y..., los que reconstruyen los límites menor extensión el territorio del Ca-
de las Naciones-Estado, sobreimponiendo
nuevos niveles geográficos estatales de trans- 34 alga Restrepo. op .. cit., pp. 10 a 51.
naclonaltdad":". En el primer caso, hacia la pri- 35 earl August Goss.elrnnn. tnrorrrms Snhn' k'l~:; f ~.tnnn~
Sudamericanos en-los Ai'\os de 1837 y 1A~A. nlhllo"';",,, I""tltll
mera mitad de la centuria anterior, ya se esta- to de Estudios Ibero-Americanos de la Escuola de Cif'lnelns Eco-
ban perfilando dentro del marco de relaciones nómicas, Estocolmo, Suecia, 1962, pp. 7 Y A.
36 Ihldem. pp. 113 n 138. Mnrconlo ¡-""olnr. "P. el! A,,¡
económicas que se estaban imponiendo lleva-
mlsrno, enrf Auqust Gossfthnl1n, Vln)a J:lor C(''IlcHnhln. 1n:'!, 1tl:'f"
das de la mano por el capitalismo mundial, na- Banco de la Republlca, Bogotá. 1981. pp. 31 ~ (\ :'<14·.
cionalismos ...tipificables como "regionales", a 37 Oiga Restrepo. 0p .. cit.. p. 51.
... .:.

30

quetá; pero si se debiese tomar el ver- históricos que antecedieron al proyecto de


dadero límite partiendo de la laguna construcción de la nación.
Maraki..., aumentaría el territorio de
1100 leguas cuadradas granadinas y
además habría para la República de LAS FRAGMENTACIONES TERRITORIALES:
Venezuela, de la parte oriental del río
¿EL FUNDAMENTO DE LOS NACIONALISMOS
Negro, 240 leguas cuadradas que le
"REGIONALES"?:
deberían pertenecer".

Para los intereses políticos de la Nueva Finalizado el período colonial con el triunfo
Granada en el siglo XIX, el territorio era más de las armas de los independentistas, el país que
grande que el Estado republicano y éste a su luego sería la Gran Colombia y después, a esca-
la más reducida, la Nueva Granada, no había
vez era más pequeño que la nación. Paradoja
transformado sus condiciones económicas .Yso-
que va a continuar gravitando hasta nuestros
ciales y mucho menos integrado todas y cada
días y que de alguna manera, contiene los de-
una de sus estructuraciones territoriales en un
terminantes ideológicos de nuestros desen- conjunto de relaciones sociales y políticas que lo
cuentros. En este orden de ideas, la nación definieran como Estado nacional, en el marco del
política también debía esperar. El dilema plan- sistema capitalista de la época. Por el contrario,
teado por las concepciones liberales referidas examinados los condicionamientos económicos
al ordenamiento político interno e internacio- de estos años, podemos afirmar que pese a la
nal de los Estados-Nación que estaban sur- voluntad política de los protagonistas que funda-
giendo desde la segunda mitad del siglo XVIII ron la nación, ésta, avanzado el siglo XIX, no ha-
en Europa, en la Nueva Granada no se pudo bía podido romper precisamente con todo aque-
resolver tempranamente. La herencia colonial llo característico de lo colonlal". En otras pala-
que fácilmente podría integrar a los compo- bras era un país fragmentado en "islotes de his-
nentes de la nación en un sólido cuerpo de re- panidad", conformando un "archipiélago nacio-
presentaciones erigido frente al ejercicio de nal" rodeado a su vez de enormes "territorios au-
sentes", a la mirada de su gobierno y pobladores.
poder del imperio español, contradictoriamen-
te sirvió para disolver en pocos años los pro- En efecto, a lo largo del siglo XIX, sin ex-
yectos políticos de constitución de una nación cepción alguna, fue visible para los viajeros que
visitaron la República granadina, que su pobla-
unificada no sólo en la Gran Colombia sino en
ción era demasiado escasa frente al territorio de
las repúblicas que surgieron con su desmem-
la nación. Pero esta no era la situación que, a la
bración. La Nación-Estado, políticamente de-
postre, más lo afectaba. En el interior de las so-
finida, careció de los dispositivos que 'Ie per-
ciedades que habían surgido en el período colo-
mitieran manifestar externamente su poder; nial, se manifestaba la presencia de regularida-
institucionalizar internamente su autoridad; des sociales y económicas que estaban en ca-
establecer claramente un esquema de diferen- pacidad de mantener por muchos años los de-
ciación de sus controles y, a su vez, lnternali- terminantes que impedirían la consolidación del
zar entre todos sus miembros constitutivos, proyecto liberal nacional.
símbolos de identidad colectiva". A estas de- En este contexto podemos afirmar que el
terminaciones nos referiremos en las páginas fracaso de la Gran Colombia no fue provoca-
siguientes, al abordar algunos de los procesos do únicamente por las ambiciones de quienes

38 Oscar Oszlak, "The Historical Fonnation of the State in La- Siglo XXI Editores, Bogotá, 1987, pp. 87 a 117. Asi mismo, Frank Saf-
tin America", LARR, No 16, USA, 1981. Guido Barona Becerra, "El Es- ford, Aspectos del Siglo XIX en Colombia, Ediciones HOmbre Nuevo,
tado colombiano: ¿"ficción" o realidad?", Problemas Políticos Colom- Medellín, 1977, pp. 153 a 199. David Church Johnson, Santander, Si-
bianos, año 1, No 1, Popayán, diciembre de 1993. glo XIX. Cambios Socioeconómicos, Carlos Valencia Editores, Bogo-
39 Al respecto, para comprender la situación económica en
tá, 1984, pp. 25 a 45. Para analizar el efecto de las regularidades po-
que habia quedado el antiguo Virreinato de la Nueva Granada con
Iiticas y sociales coloniales, en el siglo XIX, ver: Jaime Jaramillo Uri-
posterioridad a la Independencia, desde perspectivas teóricas y me-
be, "La controversia jurídica' y filosófica librada en la Nueva Granada
todológicas diferentes, consultar: Luis Ospina Vásquez, Industria
en torno a la liberación de los esclavos", Ensayos Sobre Historia So-
y Protección en Colombia, 1810 - 1930, FAES, Medellln, 1979, pp. 25
a 254. William Paul Mcgreevey, Historia Económica de Colombia, cial Colombiana, tomo 1, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá,

1845 . 1930, Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1975, pp. 7 a 99. José 1974, pp. 235 a 269; así mismo; de este historiador: La Personalidad
Antonio Ocampo, Colombia y ..la Economia Mundial, Fedesarrollo, Histórica de Colombia y Otros Ensayos, Biblioteca Básica Colombia-
Siglo XXI Editores, Bogotá, 1984, pp. 21 a 77. Salomón Kalmanovitz, na, COlcultura,·Bogotá. 1977. De Fernando Uncoechea, Estado Y Bu-
Economia y Nación. Una Breve Historia de Colombia, Cinep, Univer- rocracia en Colombia, Universidad Nacional de' 'Colombia, Bogotá,
sidad Nacional de Colombia, Siglo XXI Editores, Bogotá, 1985, pp, 93 1986, pp. 47 a 63. De Margarita Garrido, Reclamos y Representacio-
a 168. Hermes Tovar Pinzón, "La h~nta ruptura con el pasado colo- nes. Variaciones Sobre la Política en el Nuevo Reino de Granada.
nial (1810 - 1850)", Historia Económica de Colombia, Fedesarrollo, 1770 - 1815, Banco de La Rep~blica, Santafé ~e Bogotá, 1993.

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31

habían participado en su Independencia, ya sociales que llevarían al traste a la Gran Co-


fueran éstos burócratas ilustrados o persona- lombia y a la vez le crearían a la República gra-
jes dedicados al ejercicio de las armas. La nadina obstáculos que retrasarían la consoli-
desmembración de la nueva República se dio dación del Estado y la nación, años después.
porque en su composición no se atendieron En el camino trazado las dos metáforas
las fisuras en el ejercicio del poder que desde empleadas para constituir el fundamento de la
1810 claramente se presentaron". No era po- legitimidad y soberanía de la República en
I sible fundar una república económica y social- embrión, el cuerpo de la nación o el pueblo
mente liberal allí donde se mantenían las con- naciente, señalan el peso de la contradicción
diciones en que prevalecían los grupos e inte-
creadora de la dualidad práctica, y la ficción
reses hegemónicos provinciales y aún locales.
de la nación
II Desde este punto de vista, "los' neogranadinos
se preocuparon más por la consolidación de la En efecto, las lealtades a través de las
soberanía de las provincias, que por la defen- cuales se organizaron 10$ ejércitos indepen-
I sa común contra las represalias por parte de dentistas, en un principio no estuvieron dadas
1 España":". frente al sentido de la nación unitaria y centra-
I De hecho, desde' los primeros momentos lizada que se impondría un tiempo después.
f'.' en que se intentó fundar la nación, se presen- Precisamente la insistencia que se dio de or-
h~ tó una contradicción política que conllevaría al ganizar estatal mente la nación en una confe-
surgimiento de una :dualidad práctica en el deración, pone en evidencia dónde estaba el
ejercicio de la soberanía de la República. Tal y
arraigo de las lealtades y el origen de la legiti-
como se desarrollaron los procesos entre
1810 Y 1816 (año que marca el inicio de la Re- midad: denota el primer polo de la contradic-
conquista del Nuevo Reino de Granada por ción y el nivel basarnental de la dualidad que
parte de España), las pretensiones de lideraz- posteriormente iría a aparecer.
90 de la élite de Santafé de Bogotá, que en el Pero así mismo, las metáforas aludidas (a
Acta de Independencia se había declarado co- través del sentido paradigmático que su cons-
mo la Junta Suprema del Nuevo Reino, se vie- trucción impuso), muestran que el principio de
ron severamente confrontadas por parte de subordinación de los poderes provinciales
las provincias que como Antioquia, Cartagena, frente a la nación, debía darse por medio de su
Tunja y el Socorro, estaban en disposición de desaparición gradual en la escena nacional a
reclamar un principio de autonomía sobre el
que habían dado lugar. El segundo polo de la
aval de su extensión, población y peso econó-
contradicción fue de orden abstracto, constitu-
mico. Ello explica el por qué, en noviembre de
1811, se formó la Confederación de las Pro- yendo de esta manera el nivel que le daría ori-
vincias Unidas de la Nueva Granada para lle- gen a una intencionalidad política: la nación
gar, cada una de ellas, en los tres años si- colombiana posterior.
guientes a promulgar sus respectivas consti- Cuerpo y pueblo, de esta.manera, van a
tucíonesv. fundar en el imaginario político de principios
No obstante la calificación que recibió del siglo XIX una nueva significación de la so-
este proceso por parte de la historiografía de- beranía nacional y, por lo tanto, a su vez pro-
cimonónica y oficial, "patria boba" ,lo cierto poner e imponer un desplazamiento del senti-
fue que en su desarrollo se manifestaron fuer- do tradicional, dinástico y divino, de la antigua
zas políticas y condicionantes económicos y soberanía del Rey,

40." ...• para los granadinos cambió el puntó de referencia de 41 Ibidem, p. 189. Las provincias heredadas del Virreinato de
su lealtad y de su identificación, Pues la república de Colombia abar- la Nueva Granada a la sazón éran: Panamá, Riohacha, Santa Marta,
caba. además de la Nueva Granada. los territorios de la antigua Ca- Cartagena. Pamplona. Chocó, Antioquia, Socorro. Tunj a. Casanare.
pitania General de Venezuela y de la Presidencia de Quito .. ,. La cla- Santafé, Mariquita. Neiva y Popayán.
se dirigente debió referir entonces al territorio de Colombia sus de- 42 Tunja lo hizo en diciembre de 1811, Antioquia en mayo de
claraciones y medidas en procura de la formación del Estado y de la 1812 y. posteriormente, en julio de 1815, Mariquita y Neiva en junio
nación. Más que nunca se trataba de crear en la población una con- de 1815, mientras que la Confederación no proclamó constitución al-
ciencia colectiva nacional •. ,.• como base para el funcionamiento del guna. Dentro de la correlación de intereses políticos y económicos
nuevo sistema político. Simón Bolívar ...• reiteradamente señaló el sig- que estaban en juego, y que de alguna manera señalan el peso de las
nificado y la necesidad de una tal conciencia nacional, de un "espíri- determinaciones provinciales. "Bogotá formó un Estado propio por
tu nacional" y de una "opinión" .... La posibilidad de crear una con- fuera de la confederación, primero con la Constitución de abril de
ciencia colectiva colombiana. a pesar de los intereses dívergentes, 1811, instituyéndose como monarquia constitucional de Cundina-
dependia de lograr un consenso en aquel punto que había conduci- marca la que luego; tras la reforma constitucional de abril de 1812.
do a la formación del nuevo Estado, es decir el lnterés.,' .• en sacudir- cambió a república de Oundtnarnerca .... ; sólo hasta diciembre de
se de forma definitiva dei dominio coionial español y expulsar a las 1814 pasó Cundinamarca a formar parte de la confederación, más o
tropas españolas de América mediante esfuerzos militares conjun- menos forzosamente tras la derrota que sufriera frente a las tropas de
tos"; K6nig. op., cit., pp. 327 a 330. las Provincias Unidas ..."; ibidem, pp. 189 a 192.
32

Del mismo modo, estas dos metáforas tos infraestructurales que había arrastrado en
intentaron descentrar las viejas lealtades loca- su conformación.
les y provinciales de los hombres de todos los Dar lugar a un nuevo orden político na-
colores, que no eran la representación del cional, que fuera reconocido internacional-
pueblo y de lo nacional, con sus señores y con mente, no era resultado simplemente del ejer-
los símbolos de unas élites que habían ejerci- cicio y expresión de una voluntad y un con-
do un poder en sus distritos y localidades. senso, sino de las transformaciones económi-
Expresado de otra manera, quienes ade- cas y sociales que lograra consolidar: romper
lantaron el proceso de Independencia y con él las redes de clientelas y de adscripción pro-
dieron origen al Estado republicano, liberal na- vincial; dar lugar a la aparición de condiciones
cional, tuvieron que enfrentar desde posicio- nuevas de mercado interno e internacional,
nes diferentes y ante intereses muchos de con la negación de las relaciones de esclavi-
ellos antagónicos, los dos niveles de domina- tud y servidumbre e imposición del régimen
ción tradicional en que históricamente había salarial; componer estos mercados por medio
transcurrido el mundo colonial granadino: el de la adecuación e integración de la red de ca-
del Rey y el de los grupos de poder local y re- minos heredada y la creación de nuevos siste-
gional. mas de comunicaciones, capaces de articular
el interior de las provincias neogranadinas en-
Frente al primero las dos metáforas men-
tre si y con los mercados de Europa y los Es-
cionadas, consagraban' el desplazamiento de
tados Unidos; dar lugar a la formación de un
la soberanía de la nación al pueblo. En rela-
artesanado eficiente y una élite empresarial;
ción con el segundo estas construcciones
establecer y reglamentar un sistema moneta-
ideológicas, francamente eran amenazante s
rio y de medidas de la tierra y de áridos unifi-
para los miembros de las élites locales y pro-
cado, en todo el territorio de la nación; descu-
vinciales. De allí se desprendió el carácter de
brir nuevos productos y materias primas con
la contradicción y la dualidad práctica del ejer-
los cuales concurrir a los mercados de los paí-
cicio de la política, que ésta presentó",
ses industrializados y, finalmente, crear lazos
Este enfrentamiento, que va a signar toda de solidaridad y lealtad con la nación por me-
la historia política de Colombia en el siglo XIX dio de la internalización de símbolos capaces
y hasta bien entrado el siglo XX, no se desen- de derrumbar la legitimidad y prevalencia de
volvió únicamente en los terrenos de las cons- antiguas adscripciones'" ~
tituciones, de la retórica política y las armas. Sin embargo, pese a ello, esta empresa
El Estado Nacional republicano tuvo que que para los visionarios de la nueva República
dar lugar a un combate en el que se. dirimiría era posible de emprender, durante los prime-
su futuro en el espacío de las relaciones capi- ros setenta años del siglo XIX, se vio sometida
talistas internacionales de estos años y, por a los avatares producto de las confrontaciones
consiguiente, transformar los condicionamien- del gobierno central con los grupos y sectores

43 Para Max Weber la dominación tradicional hace referencia bién se puede constatar que pese a los enfrentamientos tanto feda-
a que "la autoridad se basa en la creencia del carácter sagrado de los ralistas como centralistas aceptaron la referencia a este campo de
ordenamientos y poderes consuetudinarios y en cuanto se obedece acción inherente en la noción de patria. porque comprendía más que
a un señor consagrado por la tradición. en cuyas manos deséansa el una mera delimitación territorial". De hecho. fue necesario crear sím-
poder soberano. pero quien por su parte es obligado a preservar los bolos nacionales que en oposición a los que había fundado la tradi-
derechos y las costumores del territorio"; citado por Konig. p. 196. ción colonial. dieran pertenencia a los granac!inos con la nación y no
Sin embargo. el examen del período colonial en su conjunto. revela la sólo con sus territorios muchos de los cuales eran ausentes. Uno de
existencia de un hecho hasta ahora intuído y poco estudiado: que las los primeros símbolos a surgir. fue el de la familia. Su profundo senti-
élites locales y provinciales. aún a costa de la burocracia colonial. do polisémico aseguraba niveles de adscripción de los neogranadi-
asumieron dentro del conjunto de sus representaciones simbólicas nos. no importando el peso de sus diferenciaciones políticas. étnicas
de tradición. poder y legitimidad. muchas de las obligaciones de la y culturales. En un principio el Nuevo Reino de Granada era el hijo
administración española Y. por lo tanto. del Rey. En este sentido. fun- mayor que necesitaba emanciparse. La metáfora de la familia com-
daron un principio de soberanía que no sólo comprometía la figura del prometía el sentido sagrado reconocido a la autoridad política en
Monarca. sino a sus pro píos míembros. Para mayor ampliación. con- tanto consagraba la relación entre dominación y patria potestad. Sig-
sultar: Guido Barona Becerra. La Maldición de Midas ...• pp. 124 a 127 nificaba un orden histórico y con él la legitimidad de la pertenencia a
y 189ss. Así mismo. John Lynch. Hispanoamérica 1750 -1850. Ensa- una comunidad política y de su procedencia. Pero lo más importan-
yos Sobre la Sociedad y el Estado. Universidad Nacional de Colom- te. este símbolo relacionado con el del árbol de la libertad. asegura-
bia. Bogotá. 1987. ba la pertenencia de todos los neogranadinos a un mismo tronco. sin
44 En referencia con este último punto Hans-Joachim Konig. tener en cuenta en qué parte de éste estuvieran. y su compromiso
manifiesta: " ...se puede decir que e, patrícnsmodet movimiento na- con la libertad. En referencia a esta última palabra hay que hacer. una
cional no era sólo un sentimiento patriótico vinculado al territorio. si- aclaración: en el período colonial libertad no comprometió lo mismo
no que representaba una politica decisiva en el proceso de formación que en el siglo XIX. tanto en Europa como en la Nueva Granada. En
del Estado y de la nación de la Nueva Granada. En este contexto tam un principio. y haciendo parte de una muy antigua tradicion del con-
. - !
33

olíticos defensores unos del proteccionismo mún no importando la realidad y presencia


atal y otros de la libre concurrencia en el de diferentes grupos de población (crisis de
rcado nacional e Internaclonat=. identidad); lograr un amplio reconocimiento
'o, De hecho la República estaba dividida y de su gobierno y del sistema político operan-
gmentada. El proyecto político estatal que te (crisis' de legitimidad); asegurar una ade-
había creado y dado lugar, al centrarse en la cuada y equitativa distribución de los bienes
,ptura con España y, a través de ésta, en el y recursos de la sociedad entre todos sus
tablecimiento de nuevas relaciones con los miembros constitutivos (crisis de distribu-
'lados europeos, postergó las soluciones ción):". A estas crisis nos referiremos mos-
'os.en su puesta en escena estaban en ca- trando cómo por medio de ellas se fortalecie-
acidad de dar lugar a la concreción de un ron las estructuraclones territoriales tradicio-
'stado centralizado dentro del modelo clási- nales centrifugando la nación.
'-~cie
.t..
centro periferia". La irrupción de la Nueva Granada a una
:;"Planteado de otra manera, por muchos estatalidad propia, no produjo alteraciones
"s'la República no pudo crear un mínimo substanciales en el manejo de las cosas ati-
integración nacional desde el punto de nentes al bien público en todos y cada uno
'a'soclal. Siguiendo el hilo discursivo de de los pueblos y localidades en que se asen-
j.'Konig, la Nueva' Granada, al igual que la taba su población. Por el contrario, tal y co-
Varía de estados nacionales de la época, mo lo dejan ver los documentos de cabildos
~vio enfrentada a seis problemas o desa- de finales del período colonial y del siglo XIX,
'de cuyas soluciones dependían sus po- los grupos familiares hegemónicos mantu-
llidades reales de integración y su capaci- vieron su ascendiente en las corporaciones
.de control y reducción de las crisis que edilicias así sus cargos ya no provinieran di-
ntinuamente se le presentaron: definir un rectamente de los favores del Monarca o de
\lema de administración efectivo cuya co- su compra a la administración virreinal.
;hura comprometiera a todos los sectores La crítica a las reformas borbónicas, que
cíales sin excepción (crisis de penetra- -¡., desde la segunda mitad del siglo XVIII se ve-
n); establecer esquemas de integración nía haciendo, evidentemente no estaba enca-
ira todos los sectores y estratos sociales, minada a cuestionar el desalojo de estas élites
ila vida pública nacional (crisis de integra- ~, de los oficios de poca monta que nunca de-
Ón); asegurar la participación política de sempeñaron, en la administración provincial y
"pHossectores ciudadanos (crisis de parti-(~ de las municipalidades. El reproche que se ha-
iacíón): crear una consciencia nacional co- cía tenía que ver más con la pérdida de efica-
~=~:

, ,de las lenguas indoeuropeas, libre y libertad estuvieron relacio- Independencia y en los inicios de la estatalidad propia, enaltecer la
, 'os con la pertenencia a un sistema de parentesco, a un tronco ét- imagen del indio por medio de la exaltación de las facultades espiri-
, designado por una metáfora de crecimiento vegetal. De hecho, tuales reconocidas en el imaginario de las élites que habian dado lu-
:fuetMora conferla un privilegio que los extranjeros, los 'esclavos y gar a la Reptiblica. Pero este era un indio abstracto. imaginario, no
':SlerVos no tenlan: nacer y desarrollarse conjuntamente; conocer' existente. que en el discurso, 'y tinlcamente alli, sólo servía para fun-
"áscendencla '1 reconocer su descendencia; Claude Meillasoux, dar la historia como instrumento promotor de identidad. Pero este in-
, pologra de la Esclavitud, Siglo XXI Editores, México, 1990: Gui- dio para pertenecer a la familia, la comunidad política instaurada y ac-
'Barona Becerra, Legitimidad y Sujeción: Los Paradigmas de la ceder a la libertad, debia tranforrnarse en ciudadano y romper con la
vención" de América, Colcuftura, Santafé de Bogotá, 1993. En el sujeción impuesta a través de la aceptación del proyecto de abolición
to XIX, la Idea de nación politica, definidaá la manera francesa, de los tributos. Por ello nunca hubo contradicción en 'el señalamiento
fue adoptada en la Nueva Granada, al erigirse por encima de la del salvajismo y barbarie de los habitantes de los territorios ausentes
"'16n cultural, desplazó el eje. tradicional sobre el cual se había del oriente granadino, que se hizo años después. De esta manera el
stnJIdo hist6ricamente el significado de libre y libertad. Esta últt- juego de los simbolos. junto con el de la Carta Nacional que se va a
de este momento en adelante, fue subordinada a la pertenencia buscar consolidar con la Comisión Corográfica. con su imposición,
. a.comunldad política y no a un grupo étnico. El árbol de la liber- aseguró el relativo rompimiento de las fragmentaciones territoriales,
.al plantarse en todas las localidades, integraba en su tronco to- Para mayor ampliación, consultar de K5nig, pp. 205 a 313.
Iasralces étnlcas y culturales de la nacionalidad dando o corts- 45 En otras palabras, el proyecto liberal debió enfrentar "las
ndo un sentido de pertenencia en la familia a todos sus miem- tres aristocracias que se oponían al avance de la Nueva Granada": "la
constitutivos; pero ya esta pertenencia se lograba a través del de la raza. la del clero y la territorial": Gerardo Molina, Las Irle.as Li·
pleo y legitimación de otra metáfora: la del ciudadano, Con ésta berales en Colombia, 1849 - 1914, Tercer Mundo. Bogotá. 1971. p.
rompla el principio del parentesco biológico, inherente a la tradi- 62. Luis Ospina Vásquez, op., cit .• pp. 105 a 26'1. David Bushnell. op.,
Indoeuropea, y se lograba un nuevo nivel de adscripción politi- cit .• pp. 101 a 140 y 166 a 203. José Antonio Ocampo. Santiago Mon-
'en, la nacionalidad. La metáfora de "la familia no sólo revela cíer- tenegro. Crisis Mundial. Protección e Industrialización. Ensayos de
:~ndamento de justificación para la emancipación, la autonomia y Historia Económica Colombiana. Cerec. Bogotá. 1984. pp. 235 a 295.
independencia o bien su rechazo en el seno de la retórica politica. Hermes Tovar Pinzón. op .• cit .• pp. 110 a 112.
", 'que también permite percibir la correspondiente autovalora- 46 Andrés de Bias Guerrero. op .• cit .• p. 29.
" ". De alll que fuera relativamente fácil, en los años anteriores a la 47 Op., cit .. pp. 28 Y 29.
r

34

cia simbólica de los cargos por éstos ocupa- permitirse largas esperas, ponían su fe en los
dos, que con el extravío de la función adminis- procedimientos directos y rápidos?",
trativa colonlar". La crisis de penetración hizo así presen-
Para estos sectores sociales el manejo cia en los territorios demarcados geopolítica-
de los asuntos comarcanos hacía parte de su mente por parte del Estado granadino, ya fue-
patrimonio y, lo que es más importante, daba ran éstos ausentes o no. En el primer caso la
lugar a rituales de la cotidianidad que integra- no' existencia de sectores hegemónicos en su
ba en un sólido cuerpo de creencias y cos- interior, no fue obstáculo para limitar la acción
tumbres a estos personajes con las represen- estatal. El profundo desconocimiento de' 'la
taciones sacralizadas del ejercicio de la justi- geografía, de los recursos naturales de estas
cia y la administración. En estas circunstan- vastedad es selváticas, de los naturales qUe
cias, tanto las reformas de los borbones en el las poblaban, por parte de los encarqados'del
siglo XVIII como las que propuso y llevó a ca- gobierno y la administración pública,act~ó
bo Santander a lo largo de su administración, para ver reducidos sus esfuerzos en la irnplan-
tenían un punto en común y de hecho revolu- tación de un sistema administrativo eficaz 'en
cionario por contradictorio que pueda pare- estos territorios y favoreció, al mismo tieiO p.Q,
cer: el de "reivindicar para la administración la presencia de colonos que coattqadoscón
pública un espacio de decisiones constituído ciertos empresarios y aventureros de fortuna,
por una lógica propia, por una legitimidad impusieron normas y procedimientos a los
propia, por una normatividad propla":". De allí grupos que hacían presencia en estas tierras,
el protagonismo que adquirieron las "aristo- que se aproximaban en mucho a los emplea-
cracias territoriales y las del clero", al decir de dos por los españoles en el período épico.de
don Salvador Camacho Roldán, en la repúbli- la conquista y sujeción de América".
ca granadina. El poder gubernativo, centrali- En el segundo caso, los sectores hege-
zado en Santafé de Bogotá, no pudo penetrar mónicos tradicionales, ante la escasez y ca-
en todas las estructuraciones territoriales por rencia de recursos del Estado, progresivamen-
carencia de recursos económicos y porque te fueron expropiando a éste del control y ma-
los pocos funcionarios' con los cuales conta- nejo de los funcionarios encargados de la ad-
ba. desconocían en la práctica, teórica y ope- ministración pública. Para ello adoptaron una
racionalmente, los cánones administrativos nueva modalidad frente a la tradición histórlce
novedosos que necesitaba la República en su que con su ejercicio representaban. Emplea-
ron mecanismos de endeudamiento del Esta:
proceso de construcción del Estado nacional.
do para el pago de su burocracia y construc-
El planteamiento de Gerardo Molina sobre las
ción de obras orientadas al bien común o sírn-
diferencias entre gólgotas y draconianos
plemente adelantaron a los funcionarios esta-
apunta a establecer, por fuera de las tesis we-
tales los salarios correspondientes a sus me-
berianas. esta diferencia y realidad: "los gól-
sadas. Una y otra situación, coallclonadas
gotas eran amigos de los cambios graduales, produjeron efectos demoledores en la capaci·
pues para ellos las únicas reformas que se dad de penetrar el Estado las administracio·
ajustan a la razón son las paulatinas, como nes provinciales. Se redujo considerablemen·
ocurre por lo demás en el orden de la natura- te el campo de su acción hasta quedar ésts
leza. Sus émulos en cambio, convencidos de confinada, prácticamente, a su ciudad capita
que las sociedades en formación no pueden y a las principales ciudades provinciales de

48 De hecho. estamos haciendo referencia al proceso de pa- reformas administrativas borbónicas y por las que impulsó Santande
trimonialismo de la función estatal ejercido en el Virrelnato de la Nue- desde 1819 en adelante. De alguna manera sentían perder, con ~
va Granada y heredado en el momento de fundación del Estado nacio- consolidación de una burocracia estatal Independiente de su esfar.
nal granadino. Como tal. el patrimonialismo es una de las grandes for- de Influencia y decisión. el patrimonlalismo de la función gubematiV¡
mas de dominación tradicional que va surgiendo en la medida en que inherente al papel que históricamente habían desempeñado.
la comunidad doméstica patriarcal se va diferenciando económica- 49 Ibídem. p. 34.
mente y provoca la emergencia de grupos de funcionarios encargados 50 Op .• cit •• p. 64 .:
de la administración de los bienes propiedades del Sei'ior. En este or- 51 Consultar: Camilo Domínguez. Augusto Gómez. op .• cit.
den de ideas. las prebendas patrimoniales están asociadas al cargo 'pp. 37 a 46.57 a 65,123 a 136.151 a 234. Augusto GÓmez. op., cit.
desempeñado y no al funcionario; Fernando Uricoechea. op., cit .• pp. Mlndios ..•", pp. 171 a 175. 231 a 379. Augusto Górnez, et al. Cauche
48 a 50. Ello deja ver por qué los señores de las élites locales en la .rtas y Conflicto ...• Augusto GÓmez. "Traíclón a la patria". Universita
Nueva Granada. que a su vez eran cabezas visibles de núcleos fami- Humanística. 37. Año XXII, Santafé de Bogotá. Enero-Junio de 199<
liares importantes y redes de clientelas. protestaron vivamente por las pp. 6 a 24.

L
El-
interiar. El resta del territorio quedó sometido la degradación en lugar de marchara
a la expropiación patrimanial ejercida, ya sea la perfección. Seremos, pues, adver-
par parte de grupas hegemónicas tradiciana- sos a las doctrinas de los niveladores,
que pretendiendo la libertad y la igual-
les, a par nuevas actores sociales que habían
dad, quieren que se anule la inteligen-
hecha rápidas fortunas en 10'$ territarias au- cia, el saber y la riqueza para que la
sentes par media de la implantación en su in- única igualdad que haya sea la igual-
teriar, de economías extractivas dirigidas a las dad de la desgracia .,;"
mercadas internacianales de Europa y las Es-
tadas Unidos'". Si esta la planteaba una de las mentes
más lúcidas del liberalismo' granadino en la
I La intensidad de la crisis de penetración
primera mitad del sigla XIX, ¿qué no dirían
: y las efectas que provocó en la constitución
los hambres cuya pensamiento' estaba rnol-
1 histórica de la República y en la capacidad de
deada par el conservadurismo religioso y el
1
cobertura de su arganización estatal, rápida-
patrimanial? De hecha, Flarentino González,
mente candujeran a que en su interiar no' se
separaba ladinamente la división política de la
. vieran representadas las diferentes estratos y
f-'~ 'estamentas saciales .cornprornetidos en la
República en tres partidas cuyos nombres no
fueron, ampliamente conservados por la me-
...
:'ft•.' nación. También en este nivel de la vida poli-
f: t tica neagranadina, la herencia colonial actua-
,c,. ba cama impedimento' de consolidación de la
moría oficial: el Niveladar, que, según él, ama-
ba la igualdad hasta el punta de darle preemi-
nencia frente a los demás valores ciudadanos;
1,,, utopía liberal canstitutiva del Estada nació-
el Canservadar, que propugnaba por el esta-
r,;" nal. El sistema político' que se impuso' y la so-
blecimiento' de un culta exagerada al orden y al
f- ciedad granadina que surgió, actuaran al uní-
statu qua, y el Maderada, encargado de equi-
¡ sana para continuar excluyendo' de la vida
librar las extremas alcanzados par estas das
I pública nacional a las estratos sociales que formas de pensamiento' político de la época y,
i en la colonia habían representada a las horn-
al misma tiempo', de lagrar las metas del pro-
iI bres de todos las colores. En este arden de
gresa propuestas":
ideas, no' bastaba que la Canstitución política
de 1821 y pasteriares, decretaran para las De hecha, el proyecto liberal de crea-
esclavos la libertad de partas y de vientres y ción del Estada nacional, se desenvalvía en
el régimen de manumisianes que se estable- niveles de exclusión social determinadas por
ció. Tampoco sirvió el que a las indígenas se las realidades provinciales. En efecto, dentro
les aboliera el tributa. La realidad de la Repú- del sistema clasificatorio de la saciedad de es-
blica era, estaba determinada, par la jerarquía tas años, se encantraban claramente diferen-
social de las colores y el cromatismo' de las ciadas las conjuntos de hambre~ y ciudadanos
pieles aque sus mezclas daban lugar. Una de que el sistema político estaba dispuesta a re-
las piezas retóricas que mejar ilustra las nive- conocer: las camerciantes, dirigentes de la ac-
les de exclusión sacial que imperaban en la tividad ecanómica nacional, asentados princi-
Nueva Granada, es el escrita de Flarentina palmente en Santafé de Boqotá. Antiaquia, la
González, de mediadas del sigla XIX, en el Casta Atlántica y el actual Santander, fueran
que decía: básicamente las in-termediarias entre las mer-
• cadas internacianales y algunas pocos nació-
"Mas para que la injerencia en los ne-
nales, can las economías extractivas la maya-
gocios sea provechasa, es necesario
que sea ilustrada, que sea dirigida por ría de las cuales estaban situadas en las terri-
un móvil capaz de producir buenos torios ausentes de la República. Los producto-
efectas. Queremos, pues, una demo- res de aro, cuya actividad se desenvalvía en
cracia ilustrada, una democracia en la Antiaquia, Chacó, el Rapasa, Barbacoas y alu-
que la inteligencia y la propiedad diri- vianes de las valles interandinas del Cauca y
jan los destinos del pueblo; no quere- Magdalena; este sector; conservando la tradi-
mos una democracia bárbara en la que ción colonial, manetizó la ecanamía republica-
el proletarismo y la ignorancia ahoguen
na ante la carencia de un banca central emi-
los gérmenes de la felicidad y traigan la
sociedad en confusión y desorden ...le- sor'". Las manufactureros y artesanas, que re-
vántese la clase pobre e ignorante al
nivel de la clase ilustrada y rica; pero
52 Ibidem. Ocampo, op., cit., ••Colombia .¿", pp. 21 a 138.
no se destruya la inteligencia y la rique- 53 Ibidem, p. 57.
za para igualarla con aquella. No, mil 54 Consultar: Guido Barona Becerra. op .. cit .. "La Maldición
veces no; porque esto sería marchar a de Midas ..;".
cibieron los beneficios del proteccionismo tremendo perjuicio de los que le pasaron el cerro-
económico impuesto por los gobiernos repu- jo, ella no vendrá a ser obra salvadora del patrio-
blicanos hasta 1846, año en el cual Florentino tismo, sino vergonzosa farsa de charlatanes?",
González, Secretario de Hacienda de Tomás A esta altura del siglo XIX, era relativa-
Cipriano de Mosquera, inició la conversión ha- mente fácil incluir dentro del programa de in-
cia el libre cambio; por lo general vivían en las tegración de la nación a los desposeídos. Al
concentraciones urbanas provinciales y en la fin y al cabo en las llamadas guerras civiles de
Capital". Los hacendados, propietarios de este período las conscripciones forzadas, el
grandes extensiones, orientadas a la produc- monopolio de tierras y del capital financiero,
ción de tabaco, mieles, ganado, pita y otros
aseguraron para unos pocos un nuevo senti-
productos en el Oauca y Patía, valle del Mag-
do patrimonial del Estado en todas y cada una
dalena y en las sabanas de la depresión mom-
de las provincias en que éste se dividió. El su-
posina y Costa Atlántica colombiana. Los cul-
tivadores, surgidos en los límites de las hacien- fragio universal en la práctica fue ficción tan-
das y en las tierras de resguardos, encargados to en el centro de la República como en su
de abastecer los incipientes mercados locales periferia".
y, en algunos casos como en Ambalema, las Colombia, en estas circunstancias, conti-
nacientes experiencias exportado ras. Final- nuaba siendo una república desintegrada. El
mente, los herederos de la expropiación patri- peso de las determinaciones provinciales uni-
monial del Estado, los arrendatarios de las ren- do a la crisis de penetración del Estado había
tas públicas, que ante la escasez de numerario impedido su integración política y social. Sería
del gobierno y su ineficiencia administrativa, se preciso recorrer. nuevos derroteros de dese n-
convirtieron en contratistas tanto de créditos cuentros en el siglo XX para aproximarse, así
internos como externos'".
fuera de manera desdibujada, al modelo ideo-
En otras palabras, con diferentes niveles lógico del Estado liberal que pugnaba por un
de integración política, el único sector social esquema unitario de centro - periferia, tal y co-
reconocido por la organización estatal grana- mo estaba representado en el imaginario que
dina, fue el de los propletaríos". Todos los de- se tenía sobre el mundo europeo.
más fueron excluídos, creándose de esta ma- La crisis de penetración y la crisis de in-
nera la crisis de integración que impediría la tegración al hacerse. presentes desde los pri-
consolidación de la democracia en la Repúbli- meros años de la República, provocaron un
ca que surgió en nombre de la libertad y la alejamiento de grandes sectores de la pobla-
igualdad. Hasta tal extremo se llevó esta ex- ción de la vida política nacional. En estos años
clusión que un personaje como Rafael Nuñez, había surgido una relación significativa entre la
todavía en 1891, alegaba que: prebendalización propia de la expropiación
"Si la Regeneración nose empeña en abrir la patrimonial del Estado y sus incipientes es·-
era del sufragio libre por tanto tiempo cerrada con fuerzos por desarrollar formas burocráticas de

55 Molina. op .• cit .• pp. 41 Y 42. • tada por los legisladores de la Nueva Granada anteriores a 1853 ... En
56 Ibidem. pp. 42 Y 43. una sociedad sin considerable desarrollo económico. donde no exis-
57 -La idea de que sin sociedad no se puede ser libre. ni respon- tían -fuera de las comunidades religiosas- corporaciones ni estamen-
sable. ni tener discernimiento suficiente para participar en los quehace- tos de vigorosa consistencia. ni noblezas o clases cerradas de anti-
res del Estado. ha tenido mucha vigencia en la historia de las ideas polí- guos y hereduartos privilegios. los únicos estamentos diferenciado-
ticas. y la existencia de hombres sin propiedad alguna se ha considera- res •.. " eran la propiedad territorial y el dinero. Habia. por otra parte.
do siempre como un factor de descomposición social. ... En Inglaterra. cierta base para juzgar que la clase propietaria o la burocracia que
.... el comisario lreton.v., habia dicho ...•. argumentando contra quienes poseia rentas constituia el elemento politico más ilustrado y capaz de
sostenian que el derecho de la ciudadanía no podía tener limitación algu-
asumir el papel de dirigir el Estado". Jaime Jaramilló Uribe. op .• cit .•
na y debía concederse a todos los habitantes del reino: "Perrnitidrne de-
El Pensamiento Colombiano ...• pp. 123 Y 124 ...
ciros que si convertís esto en regla. creo que habeis de refugiaras en un
58 Ibidem. p. 166.
derecho natural absoluto y negar todo derecho civil ... Por mi parte creo 59 "E114 de mayo de 1896 la plana principaL... formada por los
que ninguna persona tiene derecho a un interés o participación en la dis- generales Marceliano Vélez y Pedro Nel Ospina. y por patncíoscomo don
posición o participación en los asuntos del reino ni en la elección de Abraham Moreno, describía asl las elecciones de.1dia anteriqr en Mede-
aquellos que han de determinar por qué leyes hemos de gobernamos. si llin: abierta la votación para Representantes al Congreso. las mesas en
no tienen un interés permanente y fijo en el reino ... esto es. las personas donde estaban las urnas fueron Invadidas por la Fuerza Pública Nacional
en las manos de las cuales está la tierra y las que participan en las cor- y Departamental. ..con el fin ostensible de votar. pero más con el propósi-
poraciones en cuyas manos está todo el comercio ...". Una solución se- to de impedir el que ejercieran ese derecho los que no llevaran la consig-
mejante a la preconizada por el comisario del ejército purita no fue adop- na oficiaL."; ibidem. pp. 166 Y 167.

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37

administración, características del Estado rno- Si la crisis d~' ¡n';~:~;ad8rthat;(idejado;


derno=. por fuera grandes estratos de la población
La confiquración estatal proveniente de colombiana, por medio de la exaltación de
la colonia, al establecer relaciones políticas y la función política y social de la propiedad,
dinámicas diferentes entre-la sede administra- la crisis de participación, en unión con la an-
tiva virreinal y las otras localidades de asiento terior, creo un espacio común de exclusión
de la administración provincial, favoreció la con la normatividad establecida para el
emergencia de dos niveles de exclusión en co- ejercicio del sufragio en la República. Pero
su acción, no se detuvo allí. La estructura-
rrespondencia con el carácter patrimonial del
ción burocrático-patrimonial del Estado
Estado y sus tentativas de modernización. Por
granadino, dio pie a la imposición de nuevos
un lado, en la Audiencia y en sus órganos ad-
niveles de separación del conjunto de la
ministrativos asociados, las reformas borbóni-
población nacional del ordenamiento y del
cas habían procurado negar la participación funcionamiento político colombiano.
en la toma de decisiones políticas, a los miem- Si negamos el principio que simple-
bros del patriciado criollo que a lo largo de dos mente afirma el carácter instrumental de la.
siglos y medio habían- cimentado su hegemo- burocracia y aceptamos que ésta con su ac-
nía y legitimidad en eJ1erritorio del Vlrrelnato'". ción crea y constituye un marco de acciones
Por el otro, en las provincias más alejadas de políticas y de ejercicío del poder determina-
la influencia de la Audiencia, mantuvo las for- do, fácilmente nos es comprensible el por
mas de prebendalización de las administra- qué la educación fue el dispositivo elegido
ción al aceptar que los miembros de los gru- para exceptuar de la actividad política a
'pos hegemónicos ejercieran un poder consi- grandes sectores de la población en el siglo
derable en todos aquellos aspectos relaciona- XIX. En efecto, al intentar delimitar el proyec-
dos con la administración de los recursos to santanderista un espacio racional de de-
orientados al establecimiento y consolidación cisiones jurídicas y económicas, propio y
de la vida en policía". privilegiado, por medio de la formación y au-
El resultado final de estos procesos fue la tonomización de una burocracia especializa-
da, creaba la posibilidad de surgimiento de
Consolidación, con la fundación de la Repúbli-
un marco amplio y generalizado de ruptura
ca en el siglo XIX, del Estado burocrático-pa-
con el Estado patrimonial anterior. Esto, por
trimonial. El peso ejercido por las estructura-
obvia consecuencia (no obstante el optimis-
cienes territoriales provinciales y las dinámi- mo que deja traslucir el historiador nortea-
cas desenvueltas en su interior, gravitó de tal mericano David Bushnefl cuan ido describe y
forma que no fue posible romper por muchos analiza el período comcrendtoóentret a t 9 y
años la influencia y ejercicio de poder de unas 1826),63 no fue aceptado y permitido a lo lar-
élites que habían logrado reafirmar la expro- go de la centuria pasada por'parte de quie-
piación patrimonial del Estado, hecha desde el nes en nombre del proyecto liberal veían en
período colonial. De allí que la crisis de parti- la educación una de las herramientas del
cipación sea el cimiento principal del modelo progreso de la República, siempre y cuando
. de crisis propuesto y aceptado. mantuviera los privilegios alcanzados por

, 60 Uricoechea. op .• cit .• p. 51 . con los de la Audiencia. La expropiación patrimonial del Estado. por
.,'. <,t. 61 John Lynch. en su obra ya citada. califica este proyecto lo general se concentró en áreas periféricas de éste o por lo menos
:,,'bOrbónico con el nombre de la segunda conquista de América. Para tuvo mayor fuerza allí donde los mecanismos de control eran mas dé-
:;"este historiador, de lo que se trataba era de desalojar de los altos car- biles frente al poder ejercido por sectores hegemónicos locales. Con-
;:::gos de la administración colonial a los miembros de las élites hispa- sultar: "El Estado colonial frente al poder local y regional". Nova Ame·
:;:"noamericanas. Esta pretensión, no obstante los conflictos que produ- ricana. No 5. Torino, 1982.
tJó; fue fallida en atención a la velocidad como se desarrollaron los 62 En el trabajo de investigación ya citado. del historiador
";::'movlmlentos independentistas en varias regiones del Continente. Guido Barona, es notoria la concentración de poder ejercido por cua-
l:'Hemies Tovar Pinzón, en un escrito sobre las relaciones' del patricia- tro familias principales en el cabildo de Popayán. Ver: La Maldición de
Edo criollo con la administración virreinal. pone en evidencia los meca- Midas .... pp. 124 a 126. Igualmente. los trabajos de Germán Colme·
}f.nlsmos empleados por estas élites para acceder con su poder al sts- nares, Call: Terratenientes, Mineros y Comerciantes ..."e, Historla Eco-
;:\téma adrnlnlstrativo central del Virreinato y adquirir mayor influencia. nómica y Social de Colombia. Popr.yán ... , muestran claramente las
~:,Eriefecto, los lazos de sangre ylas alianzas matrimoniales, relaciones formas de apropiación de la función administrativa colonial. por par-
;,iJ:aracterlsticas del Estado patrimonial, se impusieron sobre las refor- te de una élite local. •
?:~'masadministrativas de los borbones, hechas en su proyecto de con- 63 "La educación continuaba siendo asi una de las primeras
ri:.iiolidar un estado moderno. En este sentido no es gratuito que esta preocupaciones de los legisladores colombianos. Apenas un mes
!i:JnJerencladel patrimonialismo en la administración moderna de un después de la Batalla de Boyacá, Bolivar ..... ordenó que el convento
&f.Estadocolonial, se haya dado entre miembros de la élite de Mompox abandonado ...fuera convertido en una escuela pública ... Sucedió que

~í~··

; .....

38

ciertos grupos y sectores en los años finales suprimieron las universidades a cargo del era-
del período colonial'". rio público".
En el seguimiento de esta línea de pensa- De esta manera, treinta años después de
miento, durante el período de Santander y has- la Batalla de Boyacá, se consolidaron las bases
ta la primera mitad de la década de los años que harían de la Nueva Granada un Estado bu-
cuarenta del siglo pasado, se fortaleció la edu- rocrático-patrimonial en manos de los grupos
cación primaria y un poco la de nivel superior; hegemónicos instalados en el gobierno central
no así la universitaria. Fuera de las universida- como en todos y cada uno de los gobiernos pro-
des fundadas por el régimen español en Bogo- vinciales. La crisis de participación, quedaba así
tá, Caracas y Quito, se crearon en la práctica las consagrada. La libertad de enseñanza decreta-
de Tunja y Popayán. De estas dos, sólo la Uni- da no dio por resultado el fortalecimiento de las
versidad del Cauca pudo funcionar". artes y las ciencias y mucho menos de un posi-
tivismo jurídico capaz de garantizar el cumpli-
Caído el régimen de Santander, pocos
miento de los tres principios básicos en la admi-
años bastaron para derrumbar los esfuerzos que
nistración del Estado burocrático moderno: la
se habían hecho en torno de la creación de una
economía, la simplicidad y la eficacia.
burocracia estatal eficiente y escindida del patri-
Con base en el conservadurismo conteni-
monialismo del Estado. La reacción, en este
do en las ideas de Bentham, y en el de los fun-
sentido, se orientó hacia el debilitamiento de la
dadores de la República, grandes sectores de la
capacidad normativa del gobierno en reglamen-
sociedad colombiana se vieron excluidos del ac-
tar la enseñanza. No se dirigió, como algunos lo
ceso a los niveles de toma de decisiones políti-
han sugerido, a imponer nuevamente los princi-
cas, puesto que la calidad de la educación que
pios de la filosofía escolástica en el sistema edu--
se les ofreció estaba muy alejada de los reque-
cativo del país. Al fin y al cabo la Revolución In-
rimientos administrativos de un Estado moder-
dustrial, el desarrollo logrado en pocos años por
no. El patrimonialismo-burocrático fue así el ins-
los Estados Unidos y la expansión de los impe- trumento por el cual los ciudadanos del común
rios capitalistas europeos a escala mundial, ha- tuvieron que optar. Sólo por este medio podían
cían ver que los conocimientos científicos y tec- ser incluídos en los cargos públicos, pues de lo
nológicos eran necesarios para fomentar el pro- que se trataba era de garantizar los privilegios
greso en todo el territorio de la República. de unos pocos en detrimento de la acción del
Con este criterio, en abril de 1848, un año Estado. Por ello no fue necesario asegurar nive-
antes de que se formalizara definitivamente el les de eficiencia en la acción estatal. Paradójica-
proyecto de la Comisión Corográfica dirigida mente, con el debilitamiento de la capacidad re-
por Agustín Codazzi, se propuso que el Estado guladora del Estado en materia educativa, se
no regentara la enseñanza y no monopolizara la había fortalecido una de las perversiones políti-
instrucción que los granadinos debían recibir. cas características de los territorios periféricos:
Finalmente, el 15 de mayo de 1850 se ordenó el manejo de las cosas atinentes al bien público
la libertad educativa al mismo tiempo que se por medio del afianzamiento de los I~os de

la referida escuela nunca se abrió, pero de todos modos el decreto que en sus primeras obras rechazaba expresamente la teoría del pac-
de Bolivar constituyó un modelo para los futuros esfuerzos de propa- to socíal. Por esto precisamente, y por la defensa que hacía de la ins-
gar las facilidades educativas ...": op., cit., pp. 224ss. , titución de la propíedad y de las virtudes burguesas, ... , habla en el
64 Uno de los puntos críticos que mas polémicas y enfrenta- pensamiento benthamista un elemento de conservadurtsmo que no
mientos suscitó, estuvo relacionado con el decreto de Santander que - debia escapar a la inteligencia de hombres como Santander, Azuero,
obligaba el estudio del texto de Jeremías Bentham sobre principios Rojas y demás benthamistas neogranadinos". Lo anterior implicaba
de legislación, en todas las escuelas de leyes que tenía el país; ibi- que la teorla de Bentham hacia parte de una concepción que conll!r
dem, pp. 234 Y 235. también, Fernan E. Gonzátez, Partidos Políticos vaba a una racionalización del Estado, bajo tres principios cíaramen-
y F~~ Eclestásucc, Cinep, Bogotá, 1977, pp. 80 a 82. Fuera de la te establecidos: economia, simplícidad y eficacia "Prectsarnente esO
tendencia que reforzaba el benthamismo de impulsar la investigación mismo buscaban los organizadores de la república en Colombia: W,i
de la naturaleza y la observación de los hechos, su mayor atractivo sistema racional de legislación que hiciese eficaz el Estado y rempla-
consistía en el racionaJismo jurídico y la ética burguesa, que propo- zase por un sistema uniforme y sencillo de códigos y normas, lo qu¡¡';
nía. En estricto sensus, sus planteamientos sólo eran expresión de la ... lIamaba entonces la "barbarie de la legislación española"". JIIirJ'MI -
moderna doctrina del positivismo juridico. Aquella que afirmaba que Jaramillo Uribe, op., cit., El Pensamiento colombiano ... , pp. 135..• :
el derecho es creación del Estado y no de un orden trascendente. 1~ ~i
"Por otra parte, Bentham no aceptaba la teoría de la soberanía popu- 65 Bushnell, op., clt., p. 229. - ;'w.:'
lar, ni creia en la existencia de normas jurídicas universales que íirni- 66 Gerardo Molina, -op., cit., pp. 28 ~ 30. Asl mismo, A1Yl!-¡
tasen la voluntad del legislador ... Rechazó expresamente la idea de Helg, La Educación en Colombia, 1918 - 19~7. Una Historia Soci¡\l{í
los derechos del hombre y no aceptaba que !a libertad pudiese ser el Económica y Política, Cerec, Bogota, 1987, pp. 17-832, Un análi$~G
principio constitutivo de la ley fundamental del Estado si alguna interesante de esta problemática se encuentra en el Úbro de Jesús·Áir·
vez llegó a introducir en su sistema la teoría de la voluntad popular berto Echeverry Sánchez, Proceso de Constitución de la Instrucc§j¡ -
como base del gobierno, lo hizo contra sus iniciales convícciones, ya Pública, 1819 - 1835, Universidad de Antioquia, Medellin, 1984. ';~l

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sangre, de las redes de clientelas, de las alian- las escuelas urbanas se reducían a lecciones
zas y los compadrazgos. Pero así mismo, se ha- de lectura, escritura y, en algunos casos,
bía reducido la participación política en la toma muy limitados por cierto, de aritmética. El
de decisiones ciudadanas en tanto los niveles resto de su enseñanza se completaba por
de adscripción impuestos dentro del Estado bu- medio del catecismo y la retlqtón=. En estas
rocrático-patrimonial impedían el surgimiento de circunstancias era muy difícil, si no imposi-
las libertades y entre ellas, la libertad de cons- ble, que surgiera un principio de identidad
ciencia. Ello pone de manifiesto por qué a partir más allá de la lugareña, con una integración
de 1853, los legisladores de la Nueva Granada sociopolítica mayor.
establecieron la vigencia,en todo ,el territorio de La reforma educativa de Francisco Anto-
la República, del sufragio universal". nio Moreno y Escandón y la Expedición Botá-
nica de Mutis, a finales del. siglo XVIII, no lo-
Los niveles de exclusión impuestos, el no graron transformar substancial mente esta rea-
reconocimiento dentro de la vida política na- lidad'". Sus .efeotos sólo comprometieron un
cional de los diferentes estratos de la pobla- grupo muy reducido de la sociedad santafere-
ción colombiana y la 'debilidad estructural del ña de estos años y a miembros de familias
Estado granadino, que no fue capaz de hacer prominentes de provincia que, como Francis-
presencia efectiva con sus órganos adminis- co José de Caldas, pudieron sentir el influjo y
trativos en los territorios provinciales, condu- la corriente renovadora de estas transforma-
jeron rápidamente ala aparición de dos nive- ciones educativas y del pensamiento científico
les de crisis en la conformación de la naciona- de ese entonces";
lidad: crisis de identidad; crisis de legitimidad. El hecho cierto y a todas luces innegable,
Para el primero el peso de las fragmen- era la carencia de conocimientos y recursos
raciones territoriales, la obstensible incomuni- educativos capaces de fortalecer un principio
cación de los pueblos, lugares y ciudades, el de identidad de los neogranadinos con la socie-
alejamiento de los estratos sociales entre sly dad nacional y el sistema político que la regula-
la vastedad de la topografía granadina, actua- ba. Además, el analfabetismo generalizado era
ron de tal forma en el pensamiento y mentali- un obstáculo difícilmente superable por la esca-
dad de los colombianos que hasta bien entra- sez de recursos del Estado y la enorme disper-
do el siglo XX prácticamente desconocían las sión de la población. Con esta realidad, la edu-
características sociales y culturales propias cación no fue la vía ideal para formar una cons-
que los hacían claramente distinguibles del ciencia política y nacional colectiva y, mucho
conjunto de hábitantes de países de América menos, el instrumento más idóneo para despla-
Latina. A esto se agregaba la carencia de tex- zar el único nivel de lnteqraclón-que tenían los
tos y conocimientos capaces de solventar, a neogranadinos entre si y con la sociedad en su
través del deficiente sistema educativo; la ig- conjunto: la religión católica y romana".
norancia multisecular a que los había someti- Tampoco lo fue el costumbrismo porque,
do el régimen colonial y los proyectos políti- con la excepción dé Eugenio Díaz Castro,' és-
cos posteriores. te era expresión de grupos sociales muy reduci-
Para los granadinos de ese entonces, dos cuyos miembros eran comerciantes como
con excepción de un minúsculo grupo de pri- don José María Vergara y Vergara o grandes pro-
vilegiados, los conocimientos aprendidos en pietarios de la tierra,en trance de formar una éli- -

67 Jaime Jaramillo Uribe. op .• cit •• El Pensamiento Colombia- 71 El discurso religioso católico, proveniente de la contra-re-
no...• p. 124. forma. por su capacidad de "hablar en sfmbolos" significantes tanto
68 Aline Helg. op .• cit .• p. 18. para el más "sabio como para el más ignorante". fue realidad de vi-
69 Jaime Jaramillo Uribe. La Personalidad Histórica ...• pp. da. Los ciclos estacionales, en todos los pueblos. lugares. áreas ru-
242ss. rales y ciudades, estuvieron regulados por las fiestas religiosas. Todo
70 Para comprender in extenso la situación en que se encon- lo que tenia que saber un hombre. de Dios. del mundo y de las co-
traba la educación universitaria en la segunda mitad de siglo XVIII. sas, estaba contenido en este discurso. Las normas de conducta y la
principalmente. consultar la obra de Renán Silva. Universidad y moral. asf como el respeto a la autoridad. hacian parte de su entra-
Sociedad en el Nuevo Reino de Granada. Contribución a un Análisis mado. En este sentido. integraba a los hombres entre si y con Dios;
Histórico de la Formación Intelectual de la Sociedad Colombiana. fuente legitima de toda autoridad. En estas circunstancias. como rea-
Banco de la República. Santafé de Bogotá. 1992. Asl mismo. la tesis lidad de vida. desde el periodo colonial. habia provocado el surgi-
doctoral de John Lane Young. UniverSity Reform in New Granada. míento entre los granadinos de formas de consciencia y de identidad.
1820 - 1850. Columbia University. 1970. muestra un hecho ineludible: Más aún cuando las imágenes religiosas fueron adquiriendo formas
que en los primeros cincuenta años del siglo XIX. la universidad co- de representación. sfmbolos y figuraciones interpretativas. provenien-
lombiana estaba totalmente alejada de los fundamentos cientfficos tes del "imaginario popular". Para comprender el papel del cristianis-
que imperaban en el mundo de la Revolución Industrial y sólo eran mo en la formación de una consciencia burguesa. o en su obstaculi-
centros de iteración de un saber escolástico y retórico. zación. consultar: Bernhard Groethuysen. La Formación de la Con
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te literaria e intelectual". Para quienes ejercieron do, la crisis de identidad, y, con ella, la de legiti-
las funciones de gobierno en los primeros cin- midad del Estado, debía superarse. El camino
cuenta años de fundada la República, era clara elegido fue el de construcción de la Carta Nacio-
la necesidad de crear símbolos de identidad na- nal y con ella, el establecimiento de las marca-
cional entre los neogranadinos. En este orden de das diferencias de los granadinos avaladas por
ideas, no es gratuito que algunos de los nombra- los procesos históricos que habían dado lugar al
dos en la Comisión Corográfica, que a su vez era surgimiento y diversidad de las estructuraciones
la encargada de formar la Carta Nacional, el ma- territoriales características de la República".
yor símbolo de identificación territorial, fueran
costumbristas". Sin embargo, la obra de estos El país, no obstante las cartas geográficas
escritores, al pretender dibujar con palabras los con que contaba desde finales del siglo XVIW6,
paisajes y hacer bocetos de los hombres y sus no había podido precisar sus límites internacio-
costumbres, no penetró las mentes de los co- nales y el de todas y cada una de sus provincias
lombianos de ayer y cuando lo hizo fue para des- constitutivas". Esto significó, para la Nueva
valorizar, en nombre de una moral religiosa y no Granada, el mantenimiento y existencia de un
de una ética laica, hábitos y tradiciones pertene- doble nivel carencial de lo geográfico y la pér-
cientes a las clases sociales más bajas de la so- dida de sus posibilidades de construir la identi-
ciedad del siglo XIX74. dad nacional, con base en el conocimiento sis-
No obstante estos límites y dificultádes, temático y científico de su territorio: los neogra-
muchas de las cuales todavía no se han supera- nadinos no conocían ni siquiera los contornos

ciencia Burg,:esa en Francia en el Siglo XVIII, Fondo de Cultura Eco- hombres y, por lo tanto, del grado <.le proximi::lnd o lejanía GOJeástos
nómica, MéXICO, 1985. tenían frente a la barbarie y civilización. Tal y como lo expresa Jaime
72 Frente a quienes pretenden afirmar que el costumbrisrno Jaramlllo Uribe. " ...producida la Independencia de los países latinoa-
se acercaba a una realidad cotidiana e inmediata que podia reprodu- mericanos, las nuevas repúblicas recibirían esta herencia sociaL En el
cir por su misma familiaridad con ella, es necesario manifestar que el nuevo orden político que ellas se dieron basado en la concepción de-
"lenguaje costumbrista se esfuerza por aproximarse no a la realidad mocrática e inspirado en los derechos del hombre. formalmente fue-
bruta sino a las formas de composición de los grabados de la épo- ron eliminadas las distinciones de la sociedad colonial, pero en ella
ca". Eugeliio Díaz. como la mayoría de los costumbrístas sino todos, persistieron las antiguas "preocupaciones" como euterntsttcamente
proporcionaron una etnografía elemental y no, "la afirmación orgullo- ilamaron a los prejuicios raciales los escritores ilu~trados de la épo-
sa y melancólica de una cultura". Por ello, tampoco produjeron y en- ca. En la historia social de América Latina esos prejuicios y los con-
tregaron simbolos de identidad colectiva. Consultar: Germán Colme- 'llictos que generan continuarán vivos. actuando como elemento de
nares, "Manuel a, la novela de costumbres de Eugenio Díaz", Manual revoluciones y guerras civiles. y es muy probable que aun sigan pe-
de Literatura Colombiana. tomo 1. Procultura. Planeta. Colombia. sando en la vida social contemporánea"; "El mestizaje y la formación
1988, pp. 249 a 266. de la sociedad latinoamericana". De la Sociología a la Historia. Edi-
73 "La Comisión Corográfica influyó notablemente en la me- ciones Uniandes, Santafé de Bogotá. 1994. pp, 109 Y 110.
jor literatura costumbrista. al relacíonar sus cuadros y relatos con la 70 alga Restrepo Forero. op .• cit., pp, 66 a 69.
investigación científica y la pintura detallada y precisa de las regiones 76 Plan Geográfico del Virreinato de Santafé de Bogotá y del
y sus personajes. Dentro de este espíritu pueden considerarse las na- Nuevo Reino de Granada. de Francisco Antonio Moreno y Escandón,
rraciones de don Santia,¡o Pérez: "Apuntes de un viaje por el sur de en 1772; Plano Geográfico del Arzobispado de Santafé en el Nuevo
la Nueva Granada, 1853". "la Pirámide de la Itica-Pol" y "Navegación Reino de Granada y Santa Marta. de Domingo Esquiaqui, en 1806; la
por el Chocó". Los cuadros de Manuel Pombo: "Una excursión por el división de limites proveniente de la Cédula Real del 15 de febrero de
Valle del Cauca" o "Bajando el Dagua"; el "Viaje a Oriente". de Andrés 1786, de Oomingo Esqulaqul, en el mismo año de 1806; Mapa Coro-
Posada Arango; "El buque de vapor". de José Maria Vergara y Verga- gráfico del Nuevo Reíno de Granada, de Vicento Talledo Rivera. en
ra; "El puente de Icononzo", de José Maria Angel Gaitán, "Un viajero" 1808; mapas de la costa norte de Colombia. de la Expedición Fidat-
y "Seis horas en un champán'. de José Joaquín Borda; "Algo sobre 90. entre 1793 y 1802. publicados en 1817; Mapa General de Colom-
tierra caliente", de Salvador Camacho Roldán; "Panorama de las lla- bia, de Humboldt, en 1823; Atlas de una Parte de América Meridional
nuras de San Martin", (je Nicolás Pardo; diversas descripciones del que comprende desde el Istmo de Panamá hasta las Bocas del Ama-
Salto del Tequendama, como las del Manuel Anclzar. José Manuel zonas y desde las Costas de Maracaibo y. Venezuela hasta la Orilla
Groot, Juan Francisco Ortiz, José Maria Salazar y. muchos otros ...• la Austral del Marañón. de Francisco José de Caldas. en 1811; Mapa de
obra de don Manuel Ancizar, La peregrinación de Alpha. debe desta- la Provincia de Antioquia de la f'\epública de Colombia y de sus Mi-
carse corno uno de los trabajos más elaborados y valiosos escritos nerales ...• de José Manuel Restrepo. en 1822. yampüado por Carfos
en pleno desarrollo de la Comisión Coroqráñca"; ver: Carfos José Re- Hauswolff. en Londres en 1824; Atlas de Colombia. de J. Lanz, en
yes, "El costumbrismo en Colombia". Manual de Literatura Colombia- 1827; Mapa de la República de la Nueva Granada dedicado al barón
na, tomo 1. Procultura. Planeta. Bogotá. 1988. pp. 226 Y 227. Humboldt. de Joaquín Acosta, en 1847; La Carta General de la Nue-
74 Esta desvalorización no fue intencional. Ella hacía parte de va Granada, de Agustín Codazzi y Miguel Bracho. en 1849. Ibidem,
una forma de pensamiento que. a pesar de la Ilustración. no pudo su- pp. 156ss. Además. el mapa de W. Lewis Herndon, sobre el Amazo-
perar los prejuicios heredados de concepciones del mundo medieva- nas, de 1853.
les, tanto en Europa y los Estados Unidos. como en Hispanoamérica. 77 A raíz de la disolución de la Gran Colombia. las provincias
Además, perteneciendo esta tradición al núcleo de una concepción que íntegraban la Nueva Granada. eran: Antioquia. Bogotá, Buena-
religiosa misionera, ya fuera en su vertiente católica como luterana. ventura. Cartagena, Casanare, Chocó. Mariquita. Mompós. Neiva
sus clasificaciones de los hombres se vieron reforzadas por la exigen- Pamplona. Panamá. Pasto. Popayán. Riohacha. Santa Marta. Soco-
cia de salvación. Occidente y cristianismo fueron adquiriendo a nivel rro, Tunja y Veraguas. Hacía 1850. ario en que realmente se inicia la
mundial un nuevo significado que comprometla el capital. el respeto Comisión Coroqráñca, las anteriores provincias se hablato transforma-
de la propiedad privada y un amor acendrado al trabajo. En este te- do en función de las conveniencias políticas de los sectores y grupos
rreno, quienes describie:on las costumbres de los granadinos. dota- hegemónicos que tenlan presencia tanto en ef centro de la Repúbli-
dos con el saber de representaciones del mundo y de los hombres, ca. como en su periferia. En este orden de ideas. la Nueva Gr:anada
propuesta por el sistema religioso cristiano-occidental. reprodujeron. ya no contaba con dieciocho divisiones adrníntstrativas territoriales,
sin saberlo, convenciones retóricas que hablaban de jerarquías de los sino COn treinta. A las anteriores se agregaron: Azuero, Barbacoas.

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