You are on page 1of 138

Indicadores conductuales y signos de

sensibilidad usados para evaluar el bienestar


animal durante el sacrificio de bovinos
ARTÍCULO DE
REVISION

Marlyn Hellen Romero Peñuela1, Luis Fernando Uribe-Velásquez1, Jorge


Alberto Sánchez Valencia1

1
Departamento de Salud animal, Facultad de Ciencias Agropecuarias,
Universidad de Caldas, Manizales, Colombia.

marlyn.romero@ucaldas.edu.co

(Recibido: octubre 14, 2013 Aprobado: noviembre 29, 2013 Actualizado: diciembre 20, 2013)

RESUMEN: Los indicadores conductuales y de manejo


consisten en criterios cuantitativos no invasivos para los bovinos, que
permitan hacer un seguimiento durante las actividades de inspección,
vigilancia y control por parte de las autoridades sanitarias en las plantas
de sacrificio. A su vez, pueden hacer parte de los programas de
aseguramiento de la calidad de la industria durante su implementación,
mejoramiento y auditoría, con el fin de evitar pérdidas económicas,
facilitar el manejo del ganado, garantizar la inocuidad de la carne y
evitar riesgos ocupacionales. Las variables evaluadas son: 1) Porcentaje
de animales efectivamente insensibilizados en el primer intento, 2)
Porcentaje que permanecen insensibles, 3) Porcentaje que vocaliza
durante la conducción, 4) Porcentaje que cae durante el manejo, y 5)
Porcentaje que es movilizado con tábano eléctrico. El sistema de
puntuación consiste en una medida estandarizada, que puede ser
fácilmente implementada tanto en grandes como en pequeñas plantas de
sacrificio de bovinos. El objetivo de esta revisión es presentar y
proponer indicadores de comportamiento en el cajón de
insensibilización y de sensibilidad para evaluar el bienestar animal
durante el sacrificio de bovinos en plantas comerciales.

Palabras clave: comportamiento, insensibilización, manejo

Behavior indicators and stunning signs used to assess animal


welfare during cattle slaughter

ABSTRACT: The behavior and management indicators


consist in non-invasive quantitative criteria for cattle, which allow
tracking during the inspection, surveillance and control activitiesbythe
sanitary authorities inslaughter plants. In turn, they may be part of the
programs of quality assurance in the industry during its implementation,
improvement and audit, in order to avoid economiclosses, facilitate the
management of livestock, ensure the meat safety and prevent
occupational hazards. Thevariables measuredare: 1) Percentage of
animals effectively stunned in the first attempt; 2) percentage of
animals that remain stunned; 3) percentage that vocalizes during
conduction; 4) percentage that fall during handling; and 5) percentage
moved with an electric goad. The scoring system is a standardized
measurement that can be easily implemented in both large and small
bovinesslaughter plants. The aim of this review was to present and
propose behavior indicators in the stunning box and sensitivity to assess
animal welfare during the cattle slaughter in commercial plants.

Key words: behavior, stunning, handling

Introducción

El bienestar animal (BA) ha sido considerado como un componente


importante para asegurar la calidad e inocuidad de los alimentos (Fike
& Spire, 2006). Esta tendencia ha consolidado la inclusión de
estándares de BA en la legislación de los países exportadores de carne
(Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos y Uruguay) y en los
emergentes (Chile, México y Colombia), de acuerdo con las
recomendaciones de la Organización de la Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de
Sanidad Animal (OIE) (Schnettler et al., 2000; Rojas et al., 2005).
Colombia actualizó su legislación sanitaria con un enfoque “desde la
granja hasta la mesa”, integrando los lineamientos de BA en la
producción primaria de bovinos y bufalinos y el faenado (ICA, 2007;
Romero & Sánchez, 2011).

El sacrificio (insensibilización y sangría) de los bovinos, es considerado


una etapa crítica, que afecta el BA, la calidad e inocuidad de la carne
(Velarde et al., 2003). Desde el punto de vista del BA, el sacrificio tiene
como finalidad evitar el sufrimiento y estrés a los animales al momento
de provocarles la muerte (OIE, 2012), mediante el uso de sistemas de
insensibilización que garanticen la pérdida de consciencia
instantáneamente, y se mantenga este estado hasta la muerte (MPS,
2007, 2013). A pesar de que la legislación colombiana ha definido
requerimientos de BA para las plantas de sacrificio, es frecuente el uso
de términos ambiguos que no facilitan una evaluación objetiva de su
cumplimiento, así como, la obtención de indicadores cuantitativos no
invasivos que permitan hacer un seguimiento durante su
implementación, mejoramiento y auditoría por parte de la industria y
durante los procesos de inspección, vigilancia y control de las
autoridades sanitarias. El objetivo de esta revisión es proponer y
describir indicadores de comportamiento y de sensibilidad, que son
utilizados para evaluar el BA durante el sacrificio de bovinos,
excluyendo los rituales religiosos.
El concepto del bienestar animal

El BA es una ciencia que tiene implicaciones éticas y productivas. De


acuerdo con la OIE, el BA designa el modo en que un animal afronta
las condiciones de su entorno, por lo tanto, un animal en buenas
condiciones de bienestar está sano, cómodo, bien alimentado, en
seguridad, puede expresar formas innatas de comportamiento, sin
padecer sensaciones desagradables de dolor, miedo o desasosiego (OIE,
2012). Se han descrito como condiciones básicas que aseguran el
bienestar de los animales cinco componentes que se han denominado
“las cinco libertades”: 1) Libre de hambre, sed o un nivel de nutrición
insuficiente; 2) No presentar dolor, heridas o enfermedad; 3) Libre de
temor o angustia; 4) No presentar incomodidad y 5) Libre de manifestar
un comportamiento natural, las cuales deben regir el BA (Broom &
Molento, 2004). El concepto de BA adoptado por la OIE se basa en la
definición propuesta por el profesor Donald Broom (1986), “el
bienestar es un estado del organismo durante sus tentativas de ajustarse
con su ambiente”, por lo tanto, hace referencia a una característica del
individuo en un momento dado, siendo necesario tener en cuenta las
siguientes implicaciones: a) El BA es una característica de un animal,
no es algo que pueda ser proveído a él; las acciones humanas pueden
mejorar el BA, mas no se refiere como BA proporcionar un recurso o
una acción; b) Tiene una escala de valoración, pudiendo variar entre
deficiente o muy bueno; c) Puede ser medido y su interpretación debe
ser objetiva. La falta de bienestar no es necesariamente sinónimo de
sufrimiento (Broom & Molento, 2004).

Indicadores de bienestar animal

Existe una variedad de parámetros de comportamiento, fisiológicos,


inmunológicos, físicos y patológicos que han sido propuestos para
evaluar el BA y las características de manejo del ganado en las plantas
de sacrificio (Figura 1).
Los indicadores fisiológicos están relacionados con el nivel de estrés
sufrido por los animales en diferentes etapas del proceso (Miranda-de la
Lama et al., 2012). Tienen como ventajas que pueden ayudar a entender
el costo biológico de la adaptación de los animales a los procesos del
manejo previo en la finca, durante el transporte, permanencia en la
planta de beneficio y durante el sacrificio (insensibilización y sangría)
(Gallo & Tadich, 2008; Gregory, 2008; Miranda-de la Lama et al.,
2010). Sin embargo, tienen como desventajas que son invasivos,
algunas mediciones requieren de técnicas especializadas, las muestras
se procesan en el laboratorio, los resultados no se obtienen
inmediatamente durante un proceso de auditoría y no discriminan los
factores que los desencadenaron, con la finalidad de implementar
correctivos en las plantas. Es necesario además, interpretar con
precaución los resultados de las mediciones fisiológicas, porque pueden
indicar estados prepatológicos de los bovinos (Broom & Molento,
2004). Dentro de los biomarcadores descritos sobresalen la medición de
cortisol y progesterona, las concentraciones de albúmina plasmática,
urea, globulina, proteínas totales, la actividad de la enzima
creatinfosfoquinasa (CK), ß-hidroxibutirato (ß-OHB), haptoglobina,
fibrinógeno, el volumen celular acumulado (VCP) y el conteo de
leucocitos, entre otros (Gallo et al., 2003a; Amtmann et al., 2006;
Knowles & Warriss, 2006).

Los indicadores patológicos son muy importantes porque el bienestar de


los animales enfermos casi siempre es más pobre que el de los animales
sanos (Figura 1). Se han utilizado como indicadores patológicos la
presencia de bovinos de descarte con mastitis y cojeras, animales
jóvenes con diarrea, las alteraciones del tegumento (pelo, piel, pezuñas
y cuernos) e índice de condición corporal, entre otros (Paranhos da
Costa & Tarazona, 2011). De acuerdo con la legislación sanitaria, todos
los bovinos que ingresan a las plantas de beneficio deben ser sometidos
a un proceso de inspección ante-mortem (MPS, 2007, 2013). Durante la
inspección, se pueden observar algunas condiciones de los bovinos que
son indicadores de problemas de BA en las fincas, durante el transporte
o el manejo, las cuales pueden ser medidas fácilmente en las plantas de
sacrificio. La condición corporal permite identificar la proporción de
animales emaciados o muy delgados, asimismo, el porcentaje de
animales con cojeras, considerados como indicadores de pobre BA
especialmente en pollos de engorde y bovinos de leche (Whay et al.,
2003; Espejo et al., 2006). La presencia de animales muertos puede
estar relacionada con el manejo rudo, problemas genéticos, metabólicos
o sanitarios de los animales y con altas densidades de carga de los
camiones (Fitzgerald et al., 2009). De igual forma, los indicadores
inmunológicos se pueden ver afectados en animales con problemas de
manejo y alojamiento. Un ejemplo de los indicadores inmunológicos
usados para evaluar el bienestar son la relación neutrófilos/linfocitos y
el funcionamiento de las citoquinas, fibroblastos y los linfocitos T
(Broom, 2006). Estos indicadores tienen mayor uso para evaluar los
sistemas productivos y durante el transporte (Broom, 2006).
Los indicadores físicos se pueden evaluar durante la inspección ante-
mortem cuando se evidencian principalmente animales fracturados o
con lesiones como traumatismos severos y hernias. En el caso de
animales fracturados, la planta debe contar con las instalaciones y los
manuales de procedimientos que permitan realizar el beneficio de
emergencia bajo condiciones humanitarias (MPS, 2013). A diferencia,
las contusiones a pesar de que son infringidas en el ganado vivo, estas
solo son visibles durante la inspección post-mortem, en forma de
contusiones de distinta forma, profundidad y extensión; debido al
grosor de la piel de los bovinos, que hace imposible su observación
durante la inspección ante-mortem (Gallo, 2008; Strappini et al., 2009).
Su evaluación se convierte en una importante fuente de información
para establecer los factores de riesgo relacionados con su aparición y
sus probables causas (Nanni Costa et al., 2006; Strappini et al., 2010).
Un ejemplo de los indicadores físicos se observa en la Figura 2, en donde
se presentan contusiones localizadas en la tuberosidad coxal, que
sugieren que el bovino se golpeó contra la carrocería del camión o en
las instalaciones (Figura 2a). En la Figura 2b, se observa una canal con
lesiones múltiples, característica de los bovinos que se han caído
durante el transporte y han sido pisoteados por otros animales (Romero
et al., 2012a; Romero et al., 2013; Strappini et al., 2013).

Los indicadores de comportamiento evalúan condiciones que están


relacionadas con malas prácticas de manejo, negligencia, abuso de los
animales o equipos mal diseñados (Sejian et al., 2011). Estos
indicadores han sido ampliamente recomendados por investigadores.
Asimismo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos
(USDA) los ha implementado durante las actividades de inspección,
vigilancia y control en los frigoríficos de este país. De igual forma,
multinacionales productoras de alimentos seleccionan sus proveedores
de carne de acuerdo con los resultados obtenidos mediante auditorías de
indicadores basados en el animal (Grandin, 2010a). Estos indicadores se
presentarán en detalle a continuación, cuando son usados especialmente
en el cajón de insensibilización.

Indicadores para implementar en las plantas de beneficio

Los indicadores utilizados para evaluar el BA deben tener las siguientes


características: a) basarse en el conocimiento científico; b) permitir
conocer la tendencia de la medición en el tiempo; c) ser medibles
cuantitativamente bajo condiciones comerciales; d) relevantes como
soporte para la toma de decisiones de las plantas de beneficio y e)
suministrar información sobre posibles problemas de BA y sus causas
(Sejian et al., 2011). Los indicadores basados en el animal para evaluar
el bienestar animal durante el sacrificio, tal como lo propone Grandin
(2010c) se basan en la evaluación de cinco criterios: a) Porcentaje de
ganado insensibilizado efectivamente; b) Porcentaje de ganado que
permanece insensible después del izado; c) Porcentaje de bovinos que
resbalan o caen durante el manejo; d) Porcentaje de ganado que
vocaliza durante el manejo y el sacrificio, y e) Porcentaje de bovinos
conducidos con tábano eléctrico. La Tabla 1 presenta un esquema de
estos indicadores, los criterios de evaluación y los niveles de
puntuación empleados. El tamaño de muestra sugerido para la
evaluación es de mínimo 100 bovinos, los cuales se deben seleccionar
aleatoriamente preferiblemente en diferentes días y turnos del proceso
en las plantas de sacrificio (Grandin, 2006b; Grandin, 2010b; Grandin,
2010c). Sin embargo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria
(EFSA) propuso un modelo matemático para calcular el tamaño de
muestra requerido para monitorear el aturdimiento en plantas
comerciales, de acuerdo con los siguientes criterios: población total
sacrificada, la sensibilidad de los indicadores usados para determinar la
recuperación de la consciencia de los animales, la fracción de muestreo
(proporción de la muestra que se evaluará con el protocolo
seleccionado), la exactitud del protocolo del muestreo (% de situaciones
en que se aplicó el protocolo e identificó correctamente la presencia de
consciencia en los animales evaluados), tasa de fracaso del protocolo
(proporción mínima de animales ineficazmente insensibilizados que son
detectados por este) (EFSA, 2013a). La implementación de este sistema
de muestreo de forma rutinaria presenta limitaciones, porque requiere
de un programa estadístico para el cálculo del tamaño de muestra, por
tanto se recomienda el uso del criterio sugerido por Grandin (2010b), el
cual ya fue descrito. A continuación se realizará una descripción de
cada uno de los indicadores propuestos por Grandin (2010c) para
facilitar su implementación (Tabla 1).
Efectividad de la insensibilización y animales que permanecen
insensibles durante la sangría

La efectividad de la insensibilización se logra cuando el impacto con las


pistolas con o sin perno cautivo se realiza en la mitad del hueso frontal,
en el punto de encuentro entre dos líneas imaginarias que parten de cada
ojo en diagonal hacia la base de los cuernos opuestos, en una posición
no superior a los 2 cm de este punto (Figuras 3a y 3b), porque es el sitio
en donde el cerebro se encuentra más cerca de la superficie del cráneo
(Sejian et al., 2011). Este criterio se evalúa mediante la valoración del
número de impactos requeridos para inducir la insensibilidad y su
ubicación. Para ello se utiliza una plantilla que se localiza sobre la
frente del animal, para identificar el área donde se produjo el impacto,
midiendo la distancia (cm) existente entre el orificio dejado por el(los)
impacto(s) del proyectil y el blanco ideal (Figura 3).
Para considerarse como efectiva la insensibilización, es necesario
además que estén ausentes la respiración rítmica regular, el reflejo
corneal o movimiento ocular negativo, la presencia de globo ocular fijo
(no girado), la ausencia de vocalizaciones, el intento del animal de
incorporarse y la presencia de la lengua flácida cuando el animal está
izado (Gregory et al., 2007; Gregory et al., 2009). La evaluación de la
efectividad de la insensibilización se realiza inmediatamente después de
que los bovinos son expulsados del cajón de insensibilización y durante
el izado, registrando la presencia/ausencia de los signos indicadores de
sensibilidad:

- Reflejo corneal o movimiento ocular. Se registra el parpadeo o el


movimiento ocular, cuando el evaluador coloca los dedos sobre la
córnea del bovino (Figura 4a) (Gregory et al., 2007).

- Respiración rítmica regular. La presencia de movimientos rítmicos en


el flanco de los animales se considera como indicador de consciencia y
por tanto de sensibilidad (Figura 4b), o al poner la mano en las fosas
nasales y percibir la fuerza del aire expirado en forma rítmica (Figura 4c)
(Gallo et al., 2003b).

- Vocalización. Se considera presente en aquellos animales que emitan


mugidos, luego del disparo efectivo, ya sea en el cajón de
insensibilización, en el izado, o durante la incisión de los grandes vasos
para producir la sangría (Grandin, 2001).

- Elevación de cabeza y cuello, o cualquier intento de incorporarse. Se


evalúa en el cajón de aturdimiento y hasta la sangría, registrando
aquellos casos en que el animal intente levantar la cabeza o cualquier
otro movimiento que indique un intento de incorporación (Grandin,
2010c).

- Lengua flácida y extendida. Se analiza la posición de la lengua del


bovino izado, la cual debe estar por fuera de la boca, con los músculos
relajados y observarse derecha, sin movimientos de “enroscamiento”
(Gregory et al., 2007) (Tabla 1).

Por ningún motivo se debe apreciar alguno de estos signos durante la


sangría y al inicio de las actividades posteriores (corte de cabeza,
extremidades, entre otros); por lo tanto, tiene un límite de tolerancia
cero (Tabla 1) (Grandin, 2010b).
Los movimientos laterales del cuello con la relajación en pocos
segundos, no son considerados como retorno a la sensibilidad. De igual
forma, los movimientos incoordinados de las extremidades se deben
ignorar porque se deben a reflejos espinales (Grandin, 2010b). En
trabajos realizados en plantas colombianas, los signos de retorno a la
inconsciencia más frecuentes fueron la respiración rítmica, el reflejo
palpebral e intentos de incorporarse (Romero et al., 2012b; Romero et
al., 2012c). El primero denota que la función medular fue parcialmente
afectada, reduciendo las probabilidades de que ocurra falla
cardiopulmonar y generando un mayor riesgo para que los bovinos
recuperen la consciencia (Figura 4b) (Gregory et al., 2007; Bourguet et
al., 2011). El reflejo palpebral es considerado un importante indicador
de inconsciencia (Figura 4a) (Grandin, 2010b), cuyos reflejos involucran
los nervios craneales y circuitos que viajan a través de la protuberancia
y el bulbo raquídeo, hasta el núcleo espinal del trigémino (Bourguet et
al., 2011; EFSA, 2013b). El intento de incorporase es catalogado como
uno de los indicadores más fiables de retorno a la sensibilidad (Grandin,
2010c).

Impacto efectivo

Los autores han encontrado que es frecuente apreciar la falla en los


aciertos con la pistola de insensibilización y la localización de los
impactos en la articulación atlanto-occipital, por problemas de diseño
del cajón de insensibilización, ausencia o ineficiente sistema de
sujeción de la cabeza (Figura 5a) y escasa capacitación de los operarios
(Romero et al., 2012b; Romero et al., 2012c). La localización del
impacto de la pistola en la articulación atlanto-occipital no garantiza la
insensibilización efectiva, porque produce parálisis del animal, sin la
pérdida de la consciencia (Gregory, 2008). Una insensibilización
efectiva depende de la fuerza del proyectil, el ángulo de la pistola y la
localización correcta del impacto (Gallo et al., 2003b; Cáraves & Gallo,
2007). Es prioritario calibrar el equipo de acuerdo con el tipo de ganado
a sacrificar, teniendo en cuenta que la densidad ósea del hueso frontal
en la hembras es más baja que la de los machos, y en el caso de los
búfalos se requerirá mayor presión porque los huesos son más densos,
de esta forma se previene la presencia de animales mal insensibilizados,
siendo necesario aplicar un segundo impacto (Gallo et al., 2003b).
Cuando la presión es excesiva, ocasiona fracturas del hueso frontal,
como se observa en la Figura 5a. Se considera que una planta de
sacrificio tiene una puntuación excelente en este parámetro, cuando el
99% o 100% de los bovinos evaluados quedan insensibilizados en el
primer intento, y como aceptable cuando este criterio se encuentra entre
el 95 y 98% (Tabla 1). Si este parámetro se encuentra por debajo del
95%, indica la presencia de un problema serio de BA y la gerencia de la
planta debe tomar acciones correctivas inmediatas (Grandin, 2010a).

Intervalo entre el impacto efectivo y la sangría

Otro criterio relevante para monitorear es el intervalo entre el primer


impacto de la pistola usada para la insensibilización y el inicio de la
sangría, que se mide usando un cronómetro (EFSA, 2013b). Cuando se
utiliza pistola de perno retenido con penetración debe ser de un minuto
máximo; a diferencia, cuando es con pistola de perno retenido sin
penetración, será 30 seg (Gregory, 2008; Grandin, 2010b). Un intervalo
de mayor duración (>1 min), favorece la recuperación de la consciencia
de los animales y el sufrimiento durante la sangría (EFSA, 2013b). Los
factores que pueden contribuir a retrasar el inicio de la sangría en las
plantas colombianas son: falta de coordinación entre los operarios
responsables de la insensibilización y la sangría, dificultad de expulsar
los animales del cajón de insensibilización por fallas de diseño, pobre
entrenamiento y capacitación del personal, falta de calibración y
mantenimiento del equipo, uso de cartuchos húmedos y cansancio del
personal por sobrecarga de funciones (Romero et al., 2012b; Romero et
al., 2012c). Estos problemas han sido identificados también por otros
investigadores (Gallo et al., 2003b; Bourguet et al., 2011; Miranda-de la
Lama et al., 2012).

Indicadores durante el manejo y en el cajón de insensibilización

El comportamiento de los bovinos refleja una mezcla de diferentes


emociones, siendo el miedo el sentimiento de mayor interés para
evaluar la interacción con el hombre durante el manejo, porque refleja
el acoplamiento del hombre en su estructura social, las experiencias
pasadas con sus manejadores y el tipo de manejo recibido en las granjas
(Breuer et al., 2003). Durante la conducción hacia el área de aturdido y
dentro del cajón de insensibilización, se registra la presencia de las
resbaladas o caídas, el uso de tábano eléctrico y las vocalizaciones de
los bovinos, siendo por tanto necesario realizar esta actividad por lotes,
registrando el total de estos eventos para establecer posteriormente la
frecuencia relativa (%), que resulta al dividir el número de eventos, por
el total de animales evaluados y se multiplica por 100. Este criterio
permite definir si se encuentran en los valores considerados como
aceptables (Tabla 1). Para que la medición sea objetiva, el evaluador se
debe localizar en un lugar donde no interfiera con el comportamiento
natural de los bovinos y con las labores normales de manejo.

Proporción de animales que caen o resbalan

El manejo tranquilo de los animales en el cajón de insensibilización no


es posible si se presentan caídas o resbaladas, por lo tanto los pisos de
esta área deben ser antideslizantes (Gallo et al., 2003b). Se considera
como caída la pérdida repentina de la posición vertical del animal,
cuando alguna parte del cuerpo distinta a las extremidades toca el suelo
(Grandin, 2010a). Cuando se presenta durante la evaluación una
proporción mayor del 1% de caídas, se recomienda revisar las prácticas
de manejo y las características de las instalaciones, principalmente los
pisos (Muñoz et al., 2012).

Uso de tábano o picana eléctrica

El uso de elementos eléctricos para la movilización de los animales es


un factor de estrés para el ganado y los cerdos. Esta práctica es
prohibida por la OIE para ser usada en caballos, ovejas y cerdos
pequeños (OIE, 2012). Se ha descrito que solo puede aplicarse en los
casos en que los animales rehúsen a moverse y cuando el ganado
disponga de espacio suficiente para incorporarse, así como, cuando se
encuentren acostados y no tengan afecciones que interfieran con la
movilización (Manteuffel et al., 2004). La OIE solo autoriza el uso de
estos elementos cuando son accionados por batería y con voltaje no
superior a los 30 V (Grandin, 2001). Cuando el uso del tábano eléctrico
es <5% se considera el criterio como excelente (Tabla 1). En las plantas
colombianas se abusa del tábano eléctrico durante la conducción de los
bovinos principalmente, porque el personal desconoce criterios del
comportamiento del ganado y el diseño de las mangas de conducción es
inapropiado (Romero & Sánchez, 2011). Se ha detectado, además, que
es frecuente la colocación de este elemento en las partes sensibles del
animal como cara y genitales, lo cual en las plantas de Estados Unidos
es causa de pérdida de las auditorías de bienestar animal (Grandin,
2010c). Asimismo, se evidenció su utilización en dos plantas
colombianas para inmovilizar los bovinos en los cajones de
insensibilización (Romero et al., 2012b). Estudios recientes realizados
en Chile y Francia, han descrito la utilización excesiva del tábano
eléctrico, los golpes con la puerta de guillotina para acelerar la entrada
de los bovinos al cajón de insensibilización y la utilización del tábano
eléctrico como sistema de sujeción del animal, para facilitar la
colocación de la pistola, lo cual refleja que son problemas generalizados
y no solo de las plantas colombianas (Bourguet et al., 2011; Muñoz et
al., 2012), haciendo evidente que la insensibilización es una etapa que
requiere de mayor investigación.
Las vocalizaciones

Las expresiones acústicas juegan un papel importante en la


comunicación de muchas especies animales, porque sirven para alertar a
la manada y son un indicador del estatus de BA fácil de medir
(Manteuffel et al., 2004). Se ha encontrado que este indicador es muy
eficiente para identificar problemas de los equipos o de manejo
inapropiado (Grandin, 2010c). Las vocalizaciones se contabilizan
individualmente cuando el ganado interactúa con los manejadores en el
cajón de aturdimiento (Grandin, 2010b). El incremento de
vocalizaciones ha sido relacionado con el uso excesivo de tábano
eléctrico, los resbalones y las caídas (Grandin, 2010a) y durante la
insensibilización con problemas del equipo, calibración,
mantenimiento, capacitación del personal, animales muy nerviosos,
cartuchos húmedos, recuperación de la sensibilidad y la presión
excesiva del sujetador de cabezas (Grandin, 2001; Grandin, 2006a). Las
vocalizaciones deben estar ausentes en el riel de sangría y deben ser
menores del 5% en el cajón de insensibilización, cuando la planta
cuenta con un sistema de sujeción de cabeza (Tabla 1). Tal vez, una de
las fallas más grandes observadas durante la insensibilización, es la
correcta sujeción de la cabeza de los bovinos, porque las plantas
tradicionales carecen de un sistema de sujeción, y en las plantas nuevas
el diseño y el manejo son generalmente deficientes. En la Figura 5b, se
ilustra una aplicación incorrecta, que es frecuente cuando la planta
carece de un sistema de sujeción de cuerpo o cuando los cajones tienen
dimensiones mayores, no acordes con el peso y el tamaño del ganado
colombiano (Romero et al., 2012b; Romero et al., 2012c). Asimismo, se
recomienda que la presión no sea excesiva, porque causa dolor y estrés
a los bovinos, aspecto que dificulta el manejo. En la Figura 5c, se
observa la colocación correcta del sujetador, que debe realizarse en el
cuello del bovino, por un tiempo no mayor de 5 seg, por tanto la
aplicación del impacto en el cráneo del animal debe ser inmediato
(Romero et al., 2012b; Romero et al., 2012c).

Factores que afectan la auditoría de los indicadores

De acuerdo con el manual de auditoría del Instituto Americano de la


Carne de los Estados Unidos, existen condiciones denominadas actos
voluntarios de abuso animal, que son motivo de pérdida inmediata de
una evaluación de BA, entre los cuales se encuentran: a) arrastrar
conscientemente a un animal imposibilitado de moverse; b) aplicación
intencional de picanas o tábanos eléctricos en áreas sensibles de los
bovinos como ojos, orejas, nariz, ano o testículos; c) dar portazos al
ganado; d) dar golpes o palizas al ganado; e) presencia de animales
hipotérmicos sobre el piso o a los lados del camión, y f) colocar y
trasladar intencionalmente otros animales sobre bovinos fracturados o
imposibilitados de movilizarse (Weeks et al., 2002; Grandin, 2010c).
Sin embargo, es necesario tener en cuenta que el proceso de auditoría
solo permite tener una visión instantánea o puntual de la planta, y que
existen muchas variables que pueden afectar la auditoría. Estas pueden
incluir: a) Cambios de personal; puede tomar tiempo a un empleado
nuevo manejar hábilmente el ganado, comparado con un empleado con
experiencia; sin embargo, no se puede admitir ningún acto de maltrato
animal. b) Raza, edad y sexo de los animales, son factores que pueden
afectar el temperamento bovino. c) Manejos previos o falta de contacto
humano en la finca; los animales con mayor contacto humano están más
tranquilos durante el manejo. d) Clima; los animales pueden reaccionar
ante cambios climáticos abruptos, como las tormentas. e) Influencia del
auditor; las personas juegan un papel crítico durante la evaluación del
manejo animal, por tanto deben tener experiencia y habilidad para
interactuar con el personal de la planta durante la auditoría (Grandin,
2010c). Para hacer una evaluación más imparcial de los indicadores, es
posible revisar los informes de auditorías anteriores, en especial para
verificar el cumplimiento de las medidas correctivas y preventivas, así
como, los resultados de seguimiento (Weeks et al., 2002; Warner et al.,
2007). Las principales causas de la pérdida de las auditorías de las
plantas son: personal sin entrenamiento y poco especializado,
distracciones físicas que hacen que los animales no se desplacen
eficientemente, problemas de diseño de las instalaciones y equipos
(Grandin, 2006b).

Necesidades de implementación

La implementación de estándares de BA durante el beneficio de


animales tiene implicaciones éticas, legislativas, sanitarias y
productivas, toda vez que su ausencia afecta la calidad, inocuidad e
incrementa las pérdidas económicas por la presencia de carne contusa y
de menor valor comercial. Los autores han observado que el personal
encargado del manejo de los bovinos en las plantas de beneficio se va
habituando con el sufrimiento del ganado, lo cual se refuerza con la
creencia de que los animales son seres que no sienten y por el poco
conocimiento sobre sus demostraciones de miedo y dolor (Romero et
al., 2012b; Romero et al., 2012c). Uno de los principales objetivos de la
gestión de cualquier planta de beneficio debe ser evitar que las malas
prácticas sanitarias y de BA se conviertan en costumbre. En el caso de
las prácticas de BA, es fundamental el entrenamiento del personal en
prácticas de manejo y comportamiento bovino.

Investigaciones realizadas durante más de 30 años por la profesora


Temple Grandin de la Universidad de Colorado de los Estados Unidos,
permitieron el desarrollo y la adopción de equipos, diseño de
instalaciones y prácticas de manejo de los bovinos por parte de la
industria frigorífica de Estados Unidos, Canadá, Australia, Europa y
Suramérica. Entre los aspectos considerados por la investigadora como
relevantes para lograr la implementación y la mejora de los estándares
de BA en las plantas de beneficio, está el compromiso gerencial, el
entrenamiento del personal y la auditoría de las prácticas de manejo
(Grandin, 2006a; Grandin, 2006b).
La implementación de incentivos económicos para las plantas de
beneficio que apliquen prácticas de BA durante el manejo y el sacrificio
(insensibilización y sangría) de bovinos, porcinos y aves ha sido
efectiva en Estados Unidos, como es el caso de las empresas de
alimentos privadas, las cuales realizan auditorías a sus proveedores de
carne, llegando a suspender o retirar de sus listas de proveedores a las
empresas que incumplían con los parámetros establecidos. Este proceso
permitió que más de 50 plantas de beneficio incluyeran dentro de sus
departamentos de Aseguramiento de la inocuidad, auditores de BA, así
como el entrenamiento y la capacitación de los manejadores de ganado,
la disminución del uso de tábanos eléctricos, mejoras en el diseño de las
plantas de acuerdo con lineamientos de comportamiento animal y la
eficiencia de la insensibilización, entre otros aspectos (Grandin, 2001;
Grandin, 2003). Observaciones realizadas por los autores de este
artículo en Chile, Brasil, Argentina y Uruguay han permitido verificar
que la industria cárnica bovina de estos países ha implementado
lineamientos de BA durante el beneficio, con lo cual han logrado un
posicionamiento en el mercado interno y en el comercio internacional,
incluyendo el BA como un valor agregado de sus productos.

En Colombia, las prácticas de BA animal se encuentran en un nivel


incipiente de conocimiento e implementación, siendo necesario por
tanto que los currículos de las carreras como Medicina Veterinaria y/o
Zootecnia, incluyan en sus programas esta ciencia para preparar a los
futuros profesionales que serán responsables de su implementación en
la cadena cárnica bovina, se fortalezca la investigación en esta área del
conocimiento y se lideren procesos de entrenamiento y capacitación a
los involucrados en el manejo animal. De otra parte, es fundamental que
las autoridades sanitarias exijan los lineamientos de BA incluidos en la
legislación sanitaria e implementen indicadores de BA cuantitativos que
permitan el seguimiento de la implementación en la industria, y
orienten los procesos de inspección, vigilancia y control. Las auditorías
deben ser sistemáticas y periódicas para evaluar las tendencias del
manejo animal y su mejoramiento a través del tiempo, con la finalidad
de establecer si los resultados particulares son hallazgos aislados o un
patrón de manejo.

Conclusiones

La implementación de prácticas de BA durante el beneficio de animales


de abasto es un requerimiento legal incluido en la legislación
colombiana. Desde el punto de vista ético y económico tiene
implicaciones en la productividad de la cadena cárnica bovina. Se
requiere el compromiso de la industria, las autoridades sanitarias, el
sector académico y las instituciones de investigación, para lograr la
implementación de este componente en Colombia.

El uso de los indicadores conductuales y de manejo propuestos en el


presente artículo, puede mejorar el BA durante el sacrificio en las
plantas de sacrificio. Estas medidas, además, pueden estandarizar los
procedimientos de implementación por parte de la industria, así como
las actividades de inspección, vigilancia y control de las autoridades
sanitarias. Esta metodología se convierte en una herramienta sencilla y
práctica de usar, respondiendo a consideraciones éticas y comerciales.

Referencias Bibliográficas

Amtmann, V.A.; Gallo, C.; Van Schaik, G. et al.


Relaciones entre el manejo ante-mortem, variables
sanguíneas indicadoras de estrés y pH de la canal en
novillos. Archivos de Medicina Veterinaria, v 38, n.3,
p.259-264, 2006.

Bourguet, C.; Deiss, V.; Tannugi, C.C.; Terlow, C.


Behavioural and physiological reactions of cattle in a
commercial abattoir: Relationship with organizational
aspects of the abattoir and animal characteristics. Meat
Science, v.88, p.158-168, 2011.

Breuer, K.; Hemsworth, P.; Coleman, G.J. The effect of


positive or negative handling on the behavioural and
physiological responses of non-lactating heifers.
Applied Animal Behaviour Science, v.84, p.3-22,
2003.

Broom, DM. Indicators of poor welfare. British


Veterinary Journal, v.142, n.6, p.524-526, 1986.

Broom, D.M. Behaviour and welfare in relationship with


pathology. Applied Animal Behaviour Science, v.97,
p.73-83, 2006.

Broom, D.M.; Molento, C.F.M. Bem-estar animal:


conceito e questões relacionadas - Revisão. Archives of
Veterinary Science, v.9, n.2, p.1-11, 2004.

Cáraves, M.; Gallo, C. Caracterización y evaluación de


la eficacia de los sistemas de insensibilización utilizados
en equinos en Chile. Archivos de Medicina
Veterinaria, v.39, n.2, p.105-113, 2007.

Espejo, L.A.; Endres, M.I.; Salter, J.A. Prevalence of


lameness in high-producing Holstein cows housed in
freestall barns in Minnesota. Journal of Dairy Science,
v.89, p.3052-3058, 2006.
European Food Safety Authority (EFSA). Sample size
calculation tool for monitoring stunning at slaughter.
EFSA supporting publication EN-541, 2013a. 18p.

European Food Safety Authority (EFSA). Scientific


Opinion on monitoring procedures at slaughterhouses for
bovines. EFSA Journal, v.11, n.12, p.1-65, 2013b.

Fike, K.; Spire, M. Transportation of cattle. Veterinary


Clinics of North America: Food Animal Practice,
v.22, p.305-320, 2006.

Fitzgerald, R.F.; Stalder, K.J.; Matthews, J.O. et al.


Factors associated with fatigued, injured, and dead pig
frequency during transport and lairage at a commercial
abattoir. Journal of Animal Science, v.87, p.1156-1166,
2009.

Gallo, C. Using scientific evidence to inform public


policy on the long distance transportation of animals in
South America. Veterinaria Italiana, v.44, n.1, p.113-
120, 2008.

Gallo, C.; Lizondo, G.; Knowles, G. Effects of journey


and lairage time on steers transported to slaughter in
Chile. Veterinary Record, v.152, p.361-364, 2003a.

Gallo, C.; Teuver, C.; Cartes, M. et al. Mejoras en la


insensibilización de bovinos con pistola neumática de
proyectil retenido tras cambios de equipamiento y
capacitación del personal. Archivos de Medicina
Veterinaria, v.35, n.2, p.159-170, 2003b.

Gallo, C.; Tadich, T.A. Long distance transport and


welfare of farm animals. In: Appleby, M.C.; Cussen,
V.; Garcés, L.; Lambert, L.; Turner J. (Ed). Chapter 10:
South America. Wallingford, UK: CABI, 2008. p.261-
287.

Grandin, T. Cattle vocalizations are associated with


handling and equipment problems at beef slaughter
plants. Applied Animal Behavior Science, v.71, p.191-
201, 2001.

Grandin, T. Transferring results of behavioral research to


industry to improve animal welfare on the farm, ranch
and the slaughter plant. Applied Animal Behavior
Science, v.81, p.215-228, 2003.
Grandin, T. Handling and welfare of livestock in
slaughter plants. In: Grandin, T. (Ed). Livestock
handling and transport. Wallingford, UK: CABI, 2006a.
p.329-353.

Grandin, T. Progress and challenges in animal handling


and slaughter in the U.S. Applied Animal Behavior
Science, v.100, p.129-139, 2006b.

Grandin, T. Auditing animal welfare at slaughter plants.


Meat Science, v.86, p.56-65, 2010a.

Grandin, T. Recommended Animal Handling


Guidelines Audit Guide: A Systematic Approach to
Animal Welfare. AMI Foundation: American Meat
Institute Animal Welfare Committee, 2010b.

Grandin, T. Slaughter plants: behavior and welfare


assessment. In: Encyclopedia of Animal Behavior.
Colorado: Elsevier, 2010c. p.197-202.

Gregory, N.G. Animal welfare at markets and during


transport and slaughter. Meat Science, v.80, p.2-11,
2008.

Gregory, N.G.; Lee, C.J.; Viddicombe, J.P. Depth of


concussion in cattle shot by penetrating captive bolt.
Meat Science, v.77, p.499-503, 2007.

Gregory, N.G.; Spence, J.Y.; Mason, C.W. et al.


Effectiveness of poll stunning water buffalo with captive
bolt guns. Meat Science, v.81, p.178-182, 2009.

Instituto Colombiano Agropecuario (ICA). Resolución


002341. En: Boletín del Estado (No. 46730), 2007.

Knowles, T.; Warriss, P. Stress physiology of animals


during transport. In: Grandin, T. (Ed). Livestock
handling and transport. Wallingford, UK: CABI, 2006.
p.312-328.

Manteuffel, G.; Puppe, B.; Schön, P. Vocalization of


farm animals as a measure of welfare. Applied Animal
Behavior Science, v.88, p.163-182, 2004.

Ministerio de la Protección Social (MPS). Decreto 1500.


En: Boletín del Estado (No. 46623), 2007.

Ministerio de la Protección Social. Resolución 240. En:


Boletín del Estado (No. 48699), 2013.
Miranda-de la Lama, G.C.; Rivero, L.; Chacón, G. et al.
Effect of the pre-slaughter logistic on some indicators of
welfare in lambs. Journal of Livestock Science, v.128,
p.52-59, 2010.

Miranda-de la Lama, G.C; Leyva, I.G; Barreras-Serrano,


A. et al. Assessment of cattle welfare at a commercial
slaughter plant in the northwest of Mexico. Tropical
Animal Health and Production, v.44, n.3, p.497-504,
2012.

Muñoz, D.; Strappini, A.; Gallo, C. Indicadores de


bienestar animal para detector problemas en el cajón de
insensibilización de bovinos. Archivos de Medicina
Veterinaria, v.44, n.3, p.297-302, 2012.

Nanni Costa, L.; Lo Fiego, D.P., Tassone, I. et al. The


relationship between carcass bruising in bulls and
behavior observed during pre-slaughter phases.
Veterinary Research Communications, v.30, p.379-
381, 2006.

Organización Mundial de Sanidad Animal –OIE–.


Código Sanitario para los animales terrestres. Título
7. Bienestar de los animales. Disponible en:
http://oie.int/esp/normes/mcode/E_summry.htm Accesado en:
10/03/12.

Paranhos da Costa, M.J.R.; Tarazona, A.M. Practical


approach on how to improve the welfare in cattle.
Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias, v.24, n.3,
p.347-359, 2011.

Rojas, H.; Stuardo, L.; Benavides, D. Políticas y


prácticas de bienestar animal en los países de América:
estudio preliminar. Revue Scientifique et Technique de
Le Office International Des Epizooties, v.24, n.2, p.49-
565, 2005.

Romero, M.H.; Sánchez, J.A. Implicaciones de la


inclusión del bienestar animal en la legislación sanitaria
colombiana. Revista Colombiana de Ciencias
Pecuarias, v.24, p.93-101, 2011.

Romero, M.H.; Sánchez, J.A.; Gutiérrez, C. Evaluación


de contusiones como un indicador de bienestar animal
durante el pre-sacrificio de bovinos. Revista
Colombiana de Ciencias Pecuarias, v.25, p.267-275,
2012a.
Romero, M.H.; Uribe-Velásquez, L.F.; Sánchez J.A.
Evaluación de la conducta y las prácticas de manejo
durante el sacrificio bovino, como indicadores de
bienestar animal. Revista CES Medicina Veterinaria y
Zootecnia, v.7, n.2, p.22-29, 2012b.

Romero, M.H.; González, L.M.; Cobo, C.G. Evaluación


del bienestar animal por medio de indicadores
conductuales durante el sacrificio de bovinos. Revista
Luna Azul, v.35, p.48-59, 2012c.

Romero, M.H.; Uribe-Velásquez, L.F.; Sánchez JA,


Miranda-de la Lama GC. Risk factors influencing
bruising and high muscle pH in Colombian cattle
carcasses due to transport and pre-slaughter operations.
Meat Science, v.95, n.2, p.256-263, 2013.

Schnettler, B.; Vidal, R.; Silva, R. et al. Consumer


willingness to pay for beef meat in a developing country:
The effect of information regarding country of origin,
price and animal handling prior to slaughter. Food
Quality and Preference, v.20, p.156-165, 2000.

Sejian, V.; Jeffrey, L.; Thaddeuds, E. et al. Assessment


methods and indicators of animal welfare. Asian
Journal of Animal Veterinary Advances, v.6, n.4,
p.301-315, 2011.

Strappini, A.C.; Metz, J.H.M.; Gallo, C.B. et al. Origin


and assessment of bruises in beef cattle at slaughter.
Animal, v.3, n.5, p.728-736, 2009.

Strappini, A.C.; Frankena, K.; Metz, J.H. et al.


Prevalence and risk factors for bruises in Chilean bovine
carcasses. Meat Science, v.86, p.859-864, 2010.

Strappini, A.C.; Metz, J.H.M.; Gallo, C. et al. Bruises in


culled cows: when, where and how are they inflicted?
Animal, v.7, p.485-491, 2013.

Velarde, A.; Gispert, M.; Diestre, A. et al. Effect of


electrical stunning on meat and carcass quality in lambs.
Meat Science, v.63, p.35-38, 2003.

Warner, R.D.; Ferguson, D.M.; Cottrell, J.J. et al. Acute


stress induced by the preslaughter use of electric
prodders causes tougher beef meat. Australian Journal
of Experimental Agriculture, v.47, p.782-788, 2007.
Weeks, C.A.; McNally, P.W.; Warris, P.D. Influence of
the design of facilities at auction markets and animal
handling procedures on bruising in cattle. Veterinary
Record, v.150, p.743-748, 2002.

Whay, R.; Main, D.C.J.; Green, L.E. et al. Assessment of


welfare of dairy cattle using animal based
measurements, direct observations, and investigation of
farm records. Veterinary Record, v.153, n.7, p.197-
202, 2003.

Romero Peñuela, M.H.; Uribe-Velásquez, L.F.; Sánchez Valencia, J.A.


Indicadores conductuales y signos de sensibilidad usados para evaluar
el bienestar animal durante el sacrificio de bovinos. Veterinaria y
Zootecnia, v.7, n.2, p.8-27, 2013.
Efecto de uso del suelo bajo un sistema
silvopastoril estrella (Cynodon plectostachyus) y
leucaena (Leucaena leucocephala) sobre las
simbiosis (Rhizobium, Micorrizas)
ARTÍCULO DE
INVESTIGACIÓN

Jossué Isaac Vargas-Sanjur1, Julián Estrada-Álvarez2, Carmen S. Morales-


Londoño3

1
Estudiante Maestría en Sistemas de Producción Agropecuaria. Universidad
de Caldas, Manizales, Colombia.
2
Departamento de Producción Agropecuaria. Universidad de Caldas,
Manizales, Colombia.
3 Departamento de Desarrollo Rural. Universidad de Caldas, Manizales,
Colombia.

jestrada@ucaldas.edu.co

(Recibido: julio 15, 2013 Aprobado: agosto 09, 2013 Actualizado: diciembre 20, 2013)

RESUMEN: Se evaluó el efecto de la asociación Leucaena


leucocephala - Cynodon plectostachyus de 13 años de establecida,
sobre la efectividad en la nodulación de Rhizobium en leucaena y su
asociación con micorrizas. La pradera se estableció en la granja
Montelindo; ubicada a 75°45’ longitud oeste y 5°04’ latitud norte
(Palestina, Caldas) a 1050 m y 24C°. La evaluación del Rhizobium se
determinó de acuerdo con cantidad, color y diámetro de nódulos
fijadores de nitrógeno; para las micorrizas se realizó la tinción de raíces
para la identificación de esporas efectuando su comparación con la base
de datos INVAM (International Culture Collection of VA Mycorrhizal
Fungi). La pradera a evaluar consta de 4 lotes de 1 ha (4 franjas por lote
en una rotación 10/30); las muestras se tomaron entre 0 y 4, 4 y 8, 8 y
12, 12 y 16, 16 y 20 cm con un barreno sección redonda de acero
inoxidable de 3”. Se identificaron en todas las profundidades analizadas
la presencia de nódulos fijadores (cantidad, color y diámetro) sin
encontrarse diferencias significativas (p>0,05) a las cinco
profundidades evaluadas, excepción para diámetro entre 12 y 16 cm de
profundidad, el cual fue altamente significativo (p≤0,01). Para
micorrizas se encontró presencia del genero Glomus a las cinco
profundidades. Se concluyo que en los 13 años de la asociación, se
conserva la calidad del suelo mediante la asociación, dada la alta
efectividad de la nodulación, presencia de micorrizas y la gran tasa de
crecimiento, vigor y capacidad de recuperación de la leucaena.

Palabras clave: bacterias nitrificantes, micorrizas, microbiología de


suelos
Effects of soil use under an AficanStar (Cynodonplectostachyus)
system andleucaena(Leucaenaleucocephala) trees on the
(Rhizobium, Mycorrhiza)symbiosis

ABSTRACT: The 13 years established association


Leucaena leucocephala- Cynodon plectostachyus effect on the
Rhizobium on leucaena nodulation effective ness and its association
whit mycorrhizal was evaluated. The grassland was established in the
Montelindo farm located at 75°45’ west and 5°04’ North (Palestina,
Caldas) at 1,050 m and 24C°. The evaluation of Rhizobium was
determined according to amount, color and diameter of nitrogen fixing
nodules; for mycorrhizalthe staining of the roots was performed for
identification of spores through a comparison with the IMVAM
(International Culture Collection of VA Mycorrhizal Fungi) database.
The grassland to be evaluated was divided into 4 plots of 1ha each (4
strips per plotin a 10/30rotation); the samples were taken from 0 to 4, 4
to 8, 8 to 12, 12 to 16, 16 to 20 cm with a 3 inches stainless steel bore.
The presence of nitrogen-fixing nodules (number, color and diameter)
was identified at all depths tested without significant differences
(p>0.05) to the five different depths, except for the diameter between 12
to 16 cm deep which was highly significant (p≤0.01). The presence of
the genus Glomus was found formycorrhizae at the five depths. It was
concluded that in the 13 years of the association, the quality of the soil
is preserved the association because of the high effective ness of
nodulation, the mycorrhizal presence and the high rate of growth, vigor
and recovery capacity of leucaena.

Key words: nitrifying bacteria, mycorrhizae, microbiology,mycorrhizas

Introducción

La intensificación de la producción agropecuaria ha ido acompañada de


un gran aumento de la fertilización con nitrógeno (N) y fósforo (P) a
nivel mundial; los cultivos absorben los nutrientes de los fertilizantes de
manera limitada, la mayoría del N se pierde por lixiviación y
volatilización y el P se pierde por fijación; Matson et al. (1997) estiman
que alrededor del 40 al 60% del N que se aplica a los cultivos queda en
los suelos o se pierde por lixiviación. La lixiviación de nitratos del
suelo a los sistemas de abastecimiento de agua produce un aumento de
su concentración en el agua y la contaminación de los sistemas de
abastecimientos superficiales y subterráneos, lo cual se convierte en una
amenaza para la salud humana y para los ecosistemas naturales.

El plan 2019 de FEDEGAN (Federación Colombiana de Ganaderos,


2006), propone aumentar la productividad en la ganadería bovina a
través de alternativas eficientes de producción, en la mitad del área que
actualmente ocupa la ganadería. Una buena opción tecnológica para la
ganadería colombiana son las asociaciones gramíneas-leguminosas, ya
que al ser las leguminosas fijadoras de N brindan a las gramíneas un
aporte mayor de este y aumentan su productividad (Cardona, 1995;
Cardona & Suárez, 1997).

Por las razones expuestas, el desarrollo pecuario en América tropical


debe estar orientado a incrementar la producción bovina a una tasa que
le permita cubrir la demanda de alimentos para una población que crece
aceleradamente, rehabilitar las pasturas degradadas, prevenir el
deterioro de los recursos naturales y asegurar que los productores
locales puedan competir con ventaja ante la apertura de mercados
(Ibrahim et al., 2000).

Se estima que la Leucaena leucocephala, inoculada con Rhizobium,


aumenta la productividad de la gramínea asociada; puesto que ella
contribuye con el 60 a 80% de la fijación biológica de N, permitiendo
que la asociación crezca sin fertilizantes nitrogenados y sin empobrecer
los suelos (Cuadrado et al., 2009). En una investigación realizada en
Venezuela por Camacaro et al. (2004), se encontró que la densidad de
leucaena es importante para la fijación de N, sin embargo, no se
hallaron diferencias significativas entre 4000 y 8000 árboles/ha, pero al
evaluar las parcelas donde se aplicó N químico, la producción de
biomasa en la gramínea fue similar a la cual se le aplicó de 400-800
kg/N/ha/año.

Adicionalmente a los Rhizobium, existen otros organismos simbióticos


en el suelo como las micorrizas (hongos mutualistas), que establecen
asociaciones entre raíces de plantas superiores y el suelo; estos hongos
dependen de la planta para el suministro de carbono, energía y un nicho
ecológico, a la vez entregan nutrimentos minerales a las plantas
(especialmente los poco móviles como el P, por estar acomplejado por
el Ca, el Fe y el Al, especialmente en suelos ácidos); así mismo
imparten otros beneficios como: sustancias reguladoras de crecimiento,
incremento de la tasa fotosintética, ajuste osmótico cuando hay sequía,
aumento de la fijación de N por bacterias simbióticas o asociativas,
resistencia a plagas y enfermedades, mejoras a la agregación del suelo y
mediación en muchas de las acciones de interacciones de la microflora
y microfauna, que ocurren en el suelo alrededor de las raíces
(Bethlenfalvay & Linderman, 1992; Sánchez, 1999).

El presente trabajo tuvo como objetivo evaluar el efecto del uso del
suelo utilizado, bajo un sistema silvopastoril (Cynodon plectostachyus -
Leucaena leucocephala) después de 13 años de establecido, sobre la
nodulación por Rhizobium y la presencia de micorrizas.

Materiales y Métodos

El experimento se realizó en la granja Montelindo de la Universidad de


Caldas, ubicada a 75°45’ longitud oeste y 5°04’ latitud norte (Palestina,
Caldas) a 1050 m y 24ºC de temperatura media. Las muestras
recolectadas se procesaron en los laboratorios del Instituto de
Biotecnología Agropecuaria de la Universidad de Caldas, en Manizales.
En campo se utilizó una pradera establecida en 1999 de 4 ha (16 franjas
de 2500 m2) dividido en 4 lotes experimentales de 1 ha (4 franjas por
lote en una rotación 10/30); uno en monocultivo de Cynodon
plectostachyus y tres en asociación (Leucaena leucocephala - Cynodon
plectostachyus) con una densidad inicial de 10000 árboles/ha. Desde
finales de 1999 estos lotes han sido sometidos a pastoreo directo en
ramoneo, con bovinos comerciales tipo carne, con una carga
equivalente por año entre 1750 a 2000 kg de peso vivo. Al momento de
la siembra se aplicaron al suelo 200 kg/ha de roca fosfórica, además las
semillas de leucaena fueron inoculadas con Rhizobium específico (cepa
4872 CIAT) y la micorriza se aplicó 30 g/árbol a los 45 días de la
siembra, al momento de trasplantarlos al lote. Durante los 13 años de
pastoreo se han aplicado 4 ton de gallinaza/ha al voleo a intervalos de 3
años.

El muestreo para la determinación de Rhizobium y micorriza se realizó


solo en los tres lotes asociados (12 franjas de 2500 m2), donde se
seleccionaron aleatoriamente cuatro plantas de leucaena (L.
leucocephala) por franja a muestrear (12 muestras a 5 profundidades).

La metodología utilizada para la determinación de Rhizobium fue la


propuesta por Bradley & Nolt (1988), que consiste en realizar
perforaciones al suelo con la ayuda de un barreno de acero inoxidable
sección redonda (3” de diámetro), el cual es introducido a golpe de
martillo, separado a 10 cm del fuste de la planta. El barreno posee
varias aberturas laterales, las cuales indican cinco profundidades: 0, 4,
8, 12, 16 y 20 cm (Figura 1).

Las muestras de suelo tomadas a las cinco profundidades fueron


guardadas en bolsas plásticas debidamente rotuladas para su posterior
análisis en el laboratorio; ellas fueron evaluadas tomando en cuenta
características como: cantidad de nódulos presente en cada profundidad,
diámetro del nódulo y color interno (Figura 2).
La evaluación del color interno del nódulo se realizó a través de un
corte transversal; tonalidades rojizas determinan fijación de N activa;
tonalidades blancas representan actividad no funcional, los nódulos
rotos o vacíos no fueron tomados en cuenta.

Para la determinación de micorrizas se utilizó la técnica de tinción


propuesta por Grace & Stribley (1991); el principio de esta técnica
consiste en el aclaramiento del citoplasma y núcleo de las células de la
raíz con una solución de KOH al 10%, y luego acidificarlas con HCl al
10%, para su posterior tinción. La técnica clásica de tinción con azul de
tripano, se reemplazó por azul de metileno, y se modificó el tiempo de
tinción, lo cual no afectó los resultados (Tabla 1).

Posterior a la tinción, las muestras fueron montadas en láminas


portaobjetos para su observación en un microscopio utilizando un
aumento de 40x.

Los resultados experimentales fueron analizados utilizando el paquete


estadístico STATA® V 2012.

Resultados y Discusión

Para el caso de los nódulos (Rhizobium), no se encontraron diferencias


significativas (p>0,05) entre las cinco profundidades estudiadas, tanto
para la cantidad, como para el color; sin embargo, al analizar las
diferentes profundidades en los tres lotes bajo sistema silvopastoril, se
visualizaron algunas tendencias, como se observa en la Tabla 2.
Estas escalas de colores y diámetro se registraron con base en la
metodología propuesta por Bradley & Nolt (1988), como se pueden
observar en la Figura 3.

La efectividad en la fijación de nitrógeno se expresa en el color del


nódulo ya que los de coloración de rosada, roja o marrón indican
actividad en la fijación de nitrógeno molecular, en tanto que los de
color blanco son inefectivos. Por tanto a las diferentes profundidades
evaluadas se observó la mayor actividad del Rhizobium entre 12 a 16
cm, seguidas por las profundidades de 4 a 8 y 8 a 16 cm,
respectivamente

En el análisis estadístico en la determinación del diámetro del nódulo,


se encontró una diferencia altamente significativa (p≤0,01) entre los 12
y 16 cm, respecto a las demás profundidades analizadas. Lo anterior
concuerda con investigaciones realizadas por Sánchez & Urdaneta
(1997), quienes encontraron abundante nodulación hasta 1,5 m de
profundidad y el tamaño predominante fue de 1 a 1,9 mm.

En todas las muestras analizadas a las cinco profundidades, se encontró


presencia de micorrizas en las raíces secundarias (Tabla 3), estas se
identificaron como esporas del género Glomus, con densidad entre 60 y
85 esporas por 50 g de suelo, indicando la efectividad de la simbiosis.
Este resultado concuerda con los trabajos expuestos por autores como
Rey et al. (2005), Flores et al. (2008), quienes encontraron que especies
del género Glomus son las que expresan mejor la simbiosis en leucaena,
aunque ellos reportan entre 66 y 104 esporas por gramo de suelo a 120
días de inoculación en condiciones de vivero; por tanto, se considera
que la actividad de las micorrizas en campo es muy buena y efectiva
(Figura 4).

Conclusiones

Al cabo de 13 años de establecida la asociación, se ha mantenido la


misma carga animal (1750 a 2000 kg/ha), con excelentes ganancias de
peso en los animales (4,5 kg/ha/día vs 3,0 kg/ha/día en monocultivo), lo
cual lleva a concluir que el sistema silvopastoril leucaena-pasto estrella
mantiene activas la simbiosis con Rhizobium y micorrizas y reiteran la
conservación de la calidad y capacidad productiva de los suelos, gracias
a la asociación leguminosa gramínea.

Se ratifica que estos dos microorganismos del suelo son grandes


aportantes de nutrientes para el suelo y la planta, con una alta
efectividad sobre la estabilidad de la pastura y su aprovechamiento por
parte del animal en pastoreo.
Agradecimientos

A la Vicerrectoría de Investigaciones y Postgrados de la Universidad de


Caldas y al Instituto de Biotecnología Agropecuaria por el apoyo
financiero del proyecto código 0613712.

Referencias bibliográficas

Bethlenfalvay, G.J.; Linderman, R.G. Preface. In


Mycorrhizae in sustainable agriculture. Ed. by - G.J.
Bethlenfalvay & R. G. Linderman. Madison, Wisconsin,
USA. ASA Special Publication, n.54. p.45-70, 1992.

Bradley, S; Nolt, K. Simbiosis leguminosa-rizobio.


Manual de métodos de evaluación, selección y manejo
agronómico. CIAT (Proyecto especial CIAT-UNDP).
(Edición Técnica) Cali, Colombia. 1988. 178p.

Camacaro, S.; Garrido, J.C.; Machado, W. Fijación de


nitrógeno por Leucaena leucocephala, Gliricidia sepium
y Albizia lebbeck y su transferencia a las gramíneas
asociadas. Zootecnica tropical, v.22, n.1, 2004.

Cardona, M.C. Producción de carnes en pasturas


asociadas en la zona cafetera. En: Curso manejo de
praderas, forrajes y recursos naturales tropicales.
Fundación CICADEP. Proyecto Colombo – Alemán.
CORPOICA – GTZ. Pereira.1995.

Cardona, M.C.; Suárez, S. Potencial de la producción de


carne y leche en pasturas solas y asociadas con
leguminosas adaptadas a la zona cafetera. Avance
técnico, CENICAFÉ, n.244, 4p., 1997.

Cuadrado, B.; Rubio, G.; Santos, W. Caracterización de


cepas de Rhizobium y Brandyrhizobium (con habilidad
de nodulación) seleccionados de los cultivos de fríjol
caupi (Vigna unguiculata) como potenciales bioinóculos.
Revista Colombiana de Ciencias Químicas y
Farmacología, v.38, n.1, p.78-104, 2009.

FEDEGAN (Federación Colombiana de Ganaderos).


Plan estratégico de la ganadería colombiana.
FEDEGAN-FNG. 294p. 2006.

Flores-Bello, M.R.; Espinosa, S.; García-Calvario, R.;


Zamora-Cruz, A.; Farias-Larios, J.; López-Aguirre, J.G.
Inoculación con hongos micorrícicos arbusculares y el
crecimiento de plántulas de leucaena. Terra
latinoamericana, v.26, n2, p.127-131, 2008.

Grace, C.; Stribley, D.P. A safer procedure for routine


staining of vesicular arbuscular mycorrhizal fungi.
Mycological Research, v.95, p.1160-1162, 1991.

Ibrahim, M.; Camero, A.; Camargo, J.C.; Andrade, H.J.


Sistemas silvopastoriles en América Central:
Experiencias de CATIE. 2000. Disponible en:
http://orton.catie.ac.cr/repdoc/A6121E/A6121E.PDF. Accesado
en: 13/05/2012.

International Culture Collection of (Vesicular)


Arbuscular Mycorrhizal Fungi (INVAM). Classification
of Glomeromycota. Available via DIALOG. 1998.
Disponible en:
http://www.invam.caf.wvu.edu/fungi/taxonomy/classification.htm.
General description. Accesado en: 3/05/2013.

Matson, P.A.; Parton, W.J.; Power, A.G.; Swift, M.J.


Agricultural intensification and ecosystem properties.
Science, v.277, n.5325, p.504-509, 1997.

Rey, A.; Chamorro, D.; Ramírez, M. Efecto de la doble


inoculación de rizobios y micorrizas sobre la producción
y calidad del forraje de Leucaena leucocephala. Revista
Corpoica, v.6, n.2, p.52-59, 2005.

Sánchez, M. Endomicorrizas en agroecosistemas


colombianos. Universidad Nacional de Colombia - Sede
Palmira. Ed. Feriva S.A. 237p. 1999.

Sánchez, M.; Urdaneta, F. Contribución y uso de


fijadores de nitrógeno y micorrizas en la productividad y
sostenibilidad del suelo. Universidad Nacional de
Colombia - Sede Palmira. Boletín Técnico, v.7, p.27-44,
1997.

STATA. Data Analysis and Statistical Software for


Professionals. Stata Corp. USA. 2012.

Vargas-Sanjur, J.I.; Estrada-Álvarez, J.; Morales-Londoño, C.S. Efecto


de uso del suelo bajo un sistema silvopastoril estrella (Cynodon
plectostachyus) y leucaena (Leucaena leucocephala) sobre las simbiosis
(Rhizobium, Micorrizas). Veterinaria y Zootecnia, v.7, n.2, p.28-36,
2013.
Cinética de fermentación de Lactobacillus
plantarum en un medio de cultivo enriquecido
como potencial probiótico*
ARTÍCULO DE
INVESTIGACIÓN

Henry Jurado-Gámez1, Cristina Ramírez2, Diana Aguirre2

1
Universidad de Nariño, Facultad de Ciencias Pecuarias, Departamento de
Producción y Procesamiento Animal, Programa de Zootecnia. Pasto,
Colombia. Grupo de Investigación en Procesos Biotecnológicos Aplicados en
la Producción Animal y Fisiología y Etología PROBIOTEC-FISE.
2
Universidad del Valle, Escuela de Ingeniería de Alimentos, Grupo de
Investigación en Ingeniería de los Procesos Agroalimentarios y
Biotecnológicos GIPAB. Cali, Colombia.

henryjugam@gmail.com

(Recibido: septiembre 23, 2013 Aprobado: noviembre 21, 2013 Actualizado: diciembre 20,
2013)

RESUMEN: El objetivo fue determinar la cinética de


crecimiento de Lactobacillus plantarum en medio de cultivo
enriquecido como potencial probiótico. Las cepas de L. plantarum 1
fueron probadas con el medio comercial MRS; y con 10 g/L azúcar
blanco, 15 g/L leche de soya, 150 g/L suero de leche, 15 g/L salvado de
trigo (Medio 4). Las variables evaluadas durante la cinética fueron:
determinación de pH, viabilidad en placa (UFC/ml), determinación de
azúcar total, determinación de la producción de ácidos orgánicos, y
evaluación de la producción de biomasa. Los mejores resultados para
viabilidad en el Medio 4 (M4) fueron para L. plantarum 1 H1 y L.
plantarum 1 H2 con valores de 3,0 x 1012 y 6,0 x 1011 UFC/ml a las 12
horas de efectuada la cinética. La evolución de pH final fue de 4,21 y
4,07 respectivamente para cada cepa. El azúcar total y la producción de
ácido láctico en el Medio 4 para L. plantarum 1 H1 presentó valores de
8,90 g/L y de 17,66 g/L respectivamente. Para L. plantarum 1 H2
presentó valores de 10,8 g/L y de 13,16 g/L respectivamente. Durante el
proceso de fermentación efectuado, las dos cepas evaluadas alcanzaron
los valores mayores de μh-1. Sin embargo, es de tener en cuenta que
entre las dos bacterias la mejor μh-1 se presentó en L. plantarum 1 H1 y
por tanto, el tiempo de duplicación celular es menor. L. plantarum 1 en
el Medio 4 indicó ser óptimo como inóculo probiótico que podría ser
evaluado en lechones como alternativa al uso de antibióticos.

Palabras clave: antibióticos, biomasa, inóculo, funcional


Fermentation kinetics of Lactobacillus plantarum at a rich culture
medium as a potential probiotic

ABSTRACT: The objective to determine the kinetics of


growth of Lactobacillus plantarum in culture medium enriched as
potential probiotic. The strains of L. plantarum 1 were tested with MRS
commercial medium, and 10 g/L white sugar, 15 g/L soy milk, 150 g/L
whey, 15 g/L wheat bran (Medium 4). The variables were evaluated
during the kinetics: determination of pH, plaque viability (CFU/ml),
determination of total sugar, determination of organic acid production,
and evaluation of biomass production. The best results for viability in
the medium 4 (M4) were for L. plantarum 1 H1 and L. plantarum 1 H2
with values of 3.0 x 1012 and 6.0 x 1011 CFU/ml at 12 hours made the
kinetics.The evolution of final pH was 4.21 and 4.07 respectively for
each strain. The total sugar and lactic acid production in the medium 4
for L. plantarum 1 H1 showed values of 8.90 g/L and 17.66 g/L. For L.
plantarum 1 H2 showed values of 10.8 g/L and 13.16 g/L respectively.
During the fermentation process carried the two strains tested reach
values greater than ofμh-1. However, it is of note that between the two
bacteria the best μh-1 was introduced in L. plantarum 1 H1 and hence,
the cell doubling time is lower. L. plantarum 1 on the medium 4 shown
to be optimal as probiotic inoculums can be evaluated in piglets as an
alternative to antibiotics.

Key words: antibiotics, inoculum, biomass, functional

Introducción

Los Lactobacillus tienen un metabolismo fermentativo, son


principalmente aerotolerantes y otras especies son estrictamente
anaeróbicas. El crecimiento se da a un pH de 4,5-5,8. Son exigentes en
cuanto a aminoácidos, péptidos, nucleótidos, vitaminas, minerales,
ácidos grasos y carbohidratos. Se clasifican en homolácticos y
heterolácticos con base en la vía de fermentación que utilizan. En
condiciones de exceso de glucosa y un limitado uso de oxígeno, los
homolácticos transforman un mol de glucosa a través de la vía
glucolítica de Embden-Meyerhof-Parnas para formar dos moles de
piruvato. El balance redox intracelular se mantiene por la oxidación de
NADH con la concomitante reducción del piruvato en ácido láctico.
Este proceso genera dos moles de ATP por cada mol de glucosa
consumida. Los representantes de las Bacterias Ácido Lácticas (BAL)
homolácticas y heterolácticas incluyen Lactococcus, Enterococcus,
Streptococcus, Pediococcus y el grupo I Lactobacilli (Axelsson, 2004).
En la producción animal el género Lactobacillus, ha sido utilizado en
lechones destetos para prevenir desordenes en el tracto gastrointestinal,
como es el caso de la diarrea, promover el crecimiento, estimular la
inmunidad protectora contra patógenos y aumentar la respuesta inmune
de la mucosa intestinal. El objetivo de este trabajo fue determinar la
cinética de crecimiento de Lactobacillus plantarum en medio de cultivo
enriquecido como potencial probiótico.

Materiales y Métodos

El presente estudio se realizó en los laboratorios de Microbiología y en


los laboratorios de Biocatálisis y Fermentación de la Escuela de
Ingeniería de Alimentos de la Universidad del Valle, sede Meléndez,
Cali, Colombia.

Inicialmente la reconstitución de la cepa se realizó utilizando un agar


nutritivo (Nutrient Agar) marca OXOID CM0003 de 500 g, elaborado
por OXOID LTD, Basingstoke, Hampshire, England, el cual se preparó
de acuerdo a las instrucciones indicadas. Como paso siguiente, a las 24
horas se procedió a la reconstitución de la cepa de acuerdo a las
instrucciones para Microorganismos KWIK-STIK™.

Posteriormente, se confirmó su crecimiento y se pasó a realizar el


repique en cajas con agar MRS comercial, por el método de estrías y se
incubó por 24 horas a 35°C. Este procedimiento se realizó en cámara de
flujo laminar tipo II, para evitar contaminación del medio.

Al día siguiente, se revisó nuevamente su crecimiento en el agar MRS


para constatar su morfología tanto macroscópica como
microscópicamente y mediante tinción de Gram se confirmó su pureza.
Para la conservación de la cepa se realizó cada cinco días en medio
sólido en agar MRS y cada ochos días en caldo MRS, estos preservados
se incubaron por 20-24 horas a 35-37°C y se almacenaron refrigerados
en nevera a 4°C. Asimismo, cada vez que se realizó un nuevo repique o
siembra se confirmó su pureza mediante tinción de Gram.

Posteriormente, se inoculó una alícuota de la cepa en un erlenmeyer que


contenía 40 ml de caldo MRS comercial estéril. Se incubó por 24 h a
35°C. Nuevamente se realizó un repique de 4 ml de esta en caldo a
otros 40 ml de caldo MRS comercial y se incubó en las condiciones
antes mencionadas.

Según Crueger & Crueger (1993), el porcentaje de inóculo se debe


ajustar al 10% v/v, para iniciar la fermentación. Para esto, se prepararon
90 ml de caldo MRS estéril y se adicionaron 10 ml del inóculo
probiótico aplicando la regla. Después de este tiempo se calculó el
número de bacterias por ml.

Del caldo MRS comercial con el inóculo se tomó 1 ml y se hizo lectura


directa en espectrofotómetro a 625 nm, cuando se presentó mayor
población de la establecida se adicionó caldo estéril teniendo en cuenta
el siguiente cálculo matemático de proporcionalidad de acuerdo a
Guerrero (apud Montes et al., 2003):
M1 = población o densidad celular que se debe ajustar
M2 = 0,125 densidad óptica equivalente a 1,50 x 108 bact/ml. Densidad
utilizada primera fermentación
V1 = 1 ml volumen proveniente del inóculo total (10/90)
X1 = cantidad que contiene M2
V2 = lo que se agrega a 1 ml para ajustar a 1,50 x 108 bact/ml
V3 = 100 ml cantidad total del inóculo
X2 = cantidad de caldo MRS comercial estéril que se agrega a V3 para
ajustar la población al valor de M2
Encontramos entonces X1
M1 ------ M2
M2 ------ X1

Enseguida, las cepas de L. plantarum 1 H1 y L. plantarum 1 H2


aisladas microbiológicamente del intestino grueso de cerdos fueron
probadas con cuatro medios de cultivo seleccionados con la siguiente
composición: Medio comercial MRS (Medio 1); 20 g/L azúcar blanco,
14 g/L leche de soya, 130 g/L suero de leche, 30 g/L salvado de trigo
(Medio 2); 15 g/L azúcar blanco, 12 g/L leche de soya, 120 g/L suero
de leche, 10 g/L salvado de trigo (Medio 3); 10 g/L azúcar blanco, 15
g/L leche de soya, 150 g/L suero de leche, 15 g/L salvado de trigo
(Medio 4).

Estos medios fueron evaluados mediante cinéticas de fermentación


(Ramírez, 2005) que se efectuaron en un erlenmeyer de 200 ml a 32°C,
en agitación constante en shaker. Los parámetros evaluados fueron:
evolución del pH, viabilidad en Unidades Formadoras de Colonia por
mililitro (UFC/ml), consumo de azúcar y producción de ácidos
orgánicos. Las mediciones o toma de muestras se realizaron cada tres
horas durante 24 horas.

Se realizó comparando el Medio comercial (MRS) para el crecimiento


de las Bacterias Ácido Lácticas (BAL) con los resultados obtenidos de
células viables, pH y el costo de elaboración de un litro de este Medio
comercial comparado con el costo de la materia prima para la
producción de un litro de inóculo con el Medio 4.

Se verificó mediante la medición en pHmetro [Modelo digital Atronix


4801 (40HP), New York, USA]; indicando la producción de ácidos
orgánicos cuantificados por HPLC y relacionados con el conteo de
viabilidad.

El análisis de producción de ácidos orgánicos se realizó por


cromatografía líquida de alta eficiencia (HPLC), permitiendo
caracterizar las bacterias en homo o heterofermentativas, estableciendo
un perfil característico para cada especie (Brizuela, 2003), descartando
fácilmente cepas con perfiles idénticos. El caldo de crecimiento se
centrifugó a 8500 rpm, filtrando el sobrenadante por membrana de 0,45
m. Los ácidos orgánicos fueron determinados por HPLC así: solvente
de fase móvil, ácido sulfúrico a pH 1,5; presión 800-900 PSI; volumen
inyectado: 20 L; temperatura del horno: 65ºC; columna BIORAD
aminex HPX87 H con soporte de resina trasplantada H+ (copolímero de
estireno y bisulfato dedivinilbenzeno).

El conteo de microorganismos viables en placa UFC/ml, permitió


determinar la producción de biomasa. No se efectuaron medidas por
peso seco ni por turbidimetría debido a las elevadas cantidades de
sólidos en suspensión del medio de cultivo. Para los conteos se diluyó 1
ml de muestra en 9 ml de agua peptonada al 0,1% y se hicieron
diluciones decimales; de cada dilución se transfirió a cajas de Petri con
Medio MRS con azul de anilina 0,1 ml para siembra en superficie. Las
cajas fueron incubadas a 32°C y observadas entre las 24 y 48 horas. Se
consideraron las cajas de Petri con conteos de UFC/ml entre 30 y 300
colonias. El número de colonias fue multiplicado por el inverso de la
dilución y por 10 para obtener las UFC/ml.

La determinación de azúcar total, permitió determinar el consumo para


el crecimiento de los microorganismos y establecer la relación de
consumo/crecimiento celular. Los azúcares fueron determinados por el
método de Dubois et al. (1956), conocido por el método de antrona. Se
preparó previamente una curva patrón con diferentes concentraciones
de la solución patrón glucosa; los valores obtenidos de la lectura de
densidad óptica (D.O.) a 525 nm. Se graficaron versus la concentración
en mg/L y se obtuvo la ecuación de la recta.

La dosificación de los azúcares presentes en las muestras en estudio fue


efectuado sobre 2,5 ml de muestra previamente diluida en agua
destilada y adicionados 5 ml de antrona preparada en ácido sulfúrico.
Los valores obtenidos de las muestras se calcularon por la ecuación de
la recta, obtenidos en la curva patrón y multiplicados por el factor de
dilución.

La evaluación de la síntesis de ácidos orgánicos se llevó a cabo


siguiendo las mismas condiciones descritas anteriormente en el método
de diferenciación de cepas por la producción de ácidos orgánicos.

Los resultados obtenidos de la evaluación de biomasa permitieron


determinar las cepas que resultaron ser las más adecuadas en términos
tiempo-tasa de crecimiento durante el proceso de fermentación para
establecer el tiempo de duración en la producción de biomasa.

Los cálculos de fermentación para las cinéticas son los definidos por
Crueger & Crueger (1993) y Rodríguez et al. (2004). La velocidad
específica de crecimiento definida por la ecuación tiempo de
duplicación celular. Siendo la velocidad específica de crecimiento
definida por la ecuación:
V max = dln X / dt
El tiempo de duplicación celular:
td = ln 2 / v

Los datos se analizaron usando un diseño experimental con estructura


factorial 2 x 2 en bloques completamente al azar, con la siguiente
fórmula matemática:

Yijk = U + Ai + Bj + Cij + (ABij) + eij, donde:


Yijk = variable respuesta
U = media general
Ai = efecto del medio de cultivo
Bi = efecto del tipo de bacteria
Ci = bloque (horas)
ABij = efecto de interacción cultivo-bacteria.
Eij = error experimental

La variable medida fue las UFC/ml. El análisis estadístico sobre la


viabilidad obtenida de los microorganismos (UFC/ml) para L.
plantarum 1 H1 y L. plantarum 1 H2 en dos medios distintos se hizo a
lo largo de 5 estados de tiempo (tomados en un periodo de 24 horas),
para observar mejor su crecimiento, de esta manera, los tiempos fueron
tomados con intervalo de 6 horas. Las UFC/ml se trabajaron bajo
transformación logarítmica.

Resultados y Discusión

En el estudio se presentaron los mejores resultados para la viabilidad en


el Medio 4 (M4) para L. plantarum 1 H1 y L. plantarum 1 H2 con
valores de 1,0 x 1013 y 4,0 x 1014 UFC/ml. La evolución de pH final fue
de 3,75 y 3,70 respectivamente para cada cepa.

Estos resultados son mejores que los presentados en el Medio comercial


MRS, en el cual L. plantarum 1 H1 y L. plantarum 1 H2 mostraron
viabilidades de 1,0 x 108 y 4,0 x 1012 UFC/ml. De igual manera, los
valores finales de pH fueron de 3,94 y 3,80.

Por lo anterior, se seleccionó el Medio 4 para los diferentes ensayos de


cinética. El menor pH presentado para las dos cepas en el Medio 4 se
debió probablemente a una mayor producción de ácido láctico durante
el crecimiento, siendo esta una característica importante de L.
plantarum (Zamudio & Zavaleta, 2003). La concentración celular
alcanzada en el Medio 4 para los dos microorganismos, es considerada
como óptima de 108 y 109 UFC/g (Kaban & Kaya, 2006), indicando ser
adecuados en la preparación de inóculos con propiedades probióticas.
Zamudio & Zavaleta (2003), afirman que entre los Lactobacillus que
presentan buenas características como potenciales bacterias probióticas
(resistencia a pH 3 y 0,3% de bilis), se encuentra el L. plantarum.
La prueba por HPLC indicó que las cepas de L. plantarum 1 H1 y H2
eran homofermentivas, presentando una producción de ácido láctico
superior al 75% (Tabla 1), el cual podría contribuir a disminuir el pH del
medio y actuar como inhibidor de microorganismos patógenos
(Ramírez, 2005). El 25% restante se evidenció que correspondía a ácido
cítrico, ácido succínico, ácido acético, glucosa y etanol. Tabla 1

L. plantarum 1 H1 en los medios M4 y MRS, presentó el máximo


crecimiento (UFC/ml) a las 12 horas de la cinética, es decir, al alcanzar
la fase exponencial de crecimiento, con valores de 3,0 x 1012 UFC/ml y
de 2,0 x 1012 UFC/ml respectivamente, con una pequeña ventaja para el
Medio 4. En el caso de L. plantarum 1 H2 en los medios 4 y MRS,
obtuvo el máximo crecimiento (UFC/ml) a las 12 horas de la cinética,
con unos valores de 6,0 x 1011 UFC/ml y de 6,0 x 109 UFC/ml
respectivamente, con una ventaja para el Medio 4.

La Tabla 2, describe la viabilidad (UFC/ml) en los 2 medios de cultivos y


las 2 bacterias usadas, evidenciando poca diferencia entre bacterias y
entre medios de cultivo a lo largo del tiempo de crecimiento. Sin
embargo, L. plantarum 1 H1 en el medio de cultivo 4 presentó en
promedio un crecimiento mayor. Para el medio de cultivo 4, los
resultados de UFC/ml presentan mayor variabilidad con respecto a la
media producida por el efecto de las dos bacterias en este sustrato, es
decir, la variabilidad presentada para el Medio 4 es superior al Medio
MRS. Los dos microorganismos presentaron similar variabilidad con
respecto al promedio generado para los dos medios de cultivo, pero se
observa, que la bacteria que presenta mayor desarrollo de UFC/ml es L.
plantarum 1 H1. Esto permite una eficiente colonización en la mucosa
intestinal y la adhesión mediante la unión de manosa en células de la
mucosa. Esta acción se explica por la fermentación de azúcares y fibras
del sustrato (para esta investigación el Medio 4), preferido para
enterocitos, los ácidos grasos de cadena corta. Esto es muy importante
ya que gracias a este hecho, L. plantarum 1 contribuye a la exclusión de
otras bacterias para adherirse, reduciendo la translocación y la
inflamación intestinal; además, de estimular la producción de mucinas
en las células HT-29 in vitro (Mack et al., 2003).
Mediante la cinética el tiempo requerido para obtener el máximo
crecimiento microbiano en los medios 4 y MRS fue de 12 horas,
coincidiendo con los encontrados por Ramírez (2005), quien obtuvo
mayor crecimiento con L. plantarum, con 12 horas de proceso y en un
medio igual a la del Medio 4 utilizado en esta investigación, y con un
incremento celular de 9,6 x 1011 UFC/ml y 8,2 x 1011 UFC/ml
respectivamente, señalando que el tiempo mínimo de duración del
proceso fermentativo con utilización de estos medios fue de 12 horas.
De igual manera, esta autora encontró que el medio MRS presentó una
leve desventaja comparada con el medio 4. Tabla 2

El tiempo sí influye en el proceso de crecimiento (UFC/ml), lo que


lleva a tener en cuenta los efectos que se puedan generar de la
interacción entre las bacterias y el medio de cultivo. Es posible que al
controlar el efecto producido por el tiempo, el error experimental dentro
de los tratamientos disminuya y permita una mejor comparación
estadística entre los tratamientos (Tablas 3 y 4). Tabla 3-4

Se observa que no se presentaron diferencias estadísticamente


significativas (p>0,05) entre el efecto de la interacción entre el medio
de cultivo y las bacterias.

Dado que la interacción entre el medio de cultivo y las bacterias no es


significativa, se evaluó cada factor por separado, donde el factor
bacteria presentó diferencias estadísticamente significativas (p<0,05),
mientras que el factor medio de cultivo no las presentó (p>0,05).

La evolución del pH en los medios 4 y MRS para L. plantarum 1 H1


presentó valores de 4,21 y 4,19 respectivamente a las 12 horas de
efectuada la cinética. Para el caso de L. plantarum 1 H2 presentaron
valores de 4,07 y 4,13 respectivamente. Para estos valores no presentó
diferencias estadísticamente significativas (p>0,05).

El azúcar total en los medios 4 y MRS para L. plantarum 1 H1 presentó


valores de 8,90 g/L y 6,41 g/L respectivamente a las 12 horas de
efectuada la cinética. Para el caso de L. plantarum 1 H2 en los medios 4
y MRS presentó valores de 10,8 g/L y 4,07 g/L respectivamente. El
sustrato del Medio 4 es usado de manera más eficiente en el
crecimiento, que el MRS, por L. plantarum 1 H1 y H2, teniendo en
cuenta que las concentraciones iniciales fueron iguales (15,1 g/L).

La producción de ácido láctico en los medios 4 y MRS para L.


plantarum 1 H1 presentó valores de 17,66 g/L y 16,13 g/L
respectivamente a las 12 horas de efectuada la cinética. Para el caso de
L. plantarum 1 H2 presentó valores de 13,16 g/L y 17,09 g/L
respectivamente (Tablas 5 y 6).

Esta alta viabilidad presentada por L. plantarum 1 y sus altas


concentraciones de microorganismos (>107 UFC/g) (Vargas et al.,
2004), serán un factor decisivo para que estos microorganismos realicen
la colonización del tracto gastrointestinal en los lechones destetos
contribuyendo a mejorar los recuentos de Lactobacillus en el tracto
intestinal en experimentos in vivo (Gardiner et al., 2004). Tabla 5-6

Los resultados de la producción de consumo de azúcar total (g/L) y de


biomasa aparecen en las Figuras 1 y 2, y en la Tabla 7.
La tasa de rendimiento en el Medio 4 no fue calculada, por cuanto no
fue posible la obtención real del peso seco de la biomasa, por la elevada
cantidad de sólidos en suspensión. Estos sólidos son responsables por el
incremento de la producción de biomasa viable en este medio, y esto se
da por la mayor superficie de contacto que brindan para las bacterias.
Este aspecto sería una razón importante para la investigación de los
procesos relacionados con la producción de biomasa y para la
elaboración de inóculos con propiedades probióticas.

Los productos para que sean considerados como probióticos, dependen


de la legislación de cada país. Algunos señalan que deben contar con
una población mínima de 106 UFC/ml, y otros señalan que debe tener la
cantidad necesaria para que se ingiera una cantidad de 109 UFC/ml
(Ouwehand et al., 2002). Sin embargo, para poder sostener los
beneficios en la salud, la bacteria probiótica debe estar viable y
disponible a altas concentraciones, por lo general, >106 UFC/g de
producto (Puupponen-Pimiä et al., 2002). Así por ejemplo, aunque los
sustratos favorecen de manera distinta a los microorganismos, se
obtienen conteos por encima del criterio identificado para la industria
láctea (1,0 x 106 UFC/ml). Teniendo en cuenta lo anterior, se pueden
considerar los alimentos desarrollados como probióticos (FAO, 2010).

Los valores de pH encontrados a las 12 horas de cinética indican que L.


plantarum 1 favorece los procesos de fermentación en la producción de
inóculos. Este pH alcanzado en el Medio 4 y que corresponde al pH del
medio intestinal de los lechones, es debido muy probablemente a que
son bacterias aisladas del intestino de cerdos y que harían que se
adapten más fácilmente en el tracto gastrointestinal debido a la
especificidad del hospedero (Prescott et al., 2002).

Con estos valores de pH las bacterias probióticas aisladas podrán


sobrevivir al tránsito a través del estómago, en donde la secreción de
ácido gástrico constituye un mecanismo de defensa primario contra la
mayoría de los microorganismos. Por consiguiente, L. plantarum se
considera un probiótico único, por su capacidad de soportar valores de
pH más bajos que la mayoría de otros microorganismos y por esta razón
es común encontrarlo en alimentos fermentados naturalmente (Cebezi
& Gürakan, 2003). Esta capacidad de resistir estas condiciones de
acidez, se da por mecanismos celulares (como bombas de extracción de
protones) para mantener el pH intracelular próximo a la neutralidad;
siendo el L. plantarum 1 una de las cepas de mayor capacidad y uso
probiótico (Cebezi & Gürakan, 2003).

Teniendo en cuenta que L. plantarum pertenece a la misma familia de


Lactobacillus que se encuentran en el intestino de los lechones, se
podrían obtener buenos resultados al alimentar los lechones a partir del
destete con los probióticos seleccionados que incluyan estas especies de
bacterias lácticas, y así, se podrá mantener un pH ácido, que puede
determinar un fenómeno de inhibición microbiana a lo largo del tracto
intestinal, previniendo un desorden gastrointestinal (Iñiguez et al.,
2007).

Estos resultados indican que estos microorganismos son óptimos para


ser utilizados en la preparación de inóculos, por cuanto a las 12 horas
de la cinética, en el cual las dos bacterias alcanzan la fase exponencial
de crecimiento, disponen de una concentración suficiente para mantener
esta fase logarítmica, es decir, mantener una viabilidad alta en el
tiempo. Según Ben et al. (2008), el Lactobacillus plantarum puede
utilizar oligosacáridos como estaquiosa y rafinosa durante la
fermentación. La leche de soya es una buena fuente de sacarosa,
rafinosa y estaquiosa, así como de proteínas y magnesio. Durante la
fermentación, más del 60% del contenido inicial de estaquiosa, rafinosa
y sacarosa en la leche de soya se metaboliza por las bacterias y para el
caso de Lactobacillus plantarum estos investigadores obtuvieron
viabilidades de 1,0 x 109 UFC/ml al final de las fermentaciones.

Esta capacidad parece estar en parte vinculada a la síntesis de enzima α-


galactosidasa que podría hidrolizar α-galactósidos (estaquiosa y
rafinosa) durante la fermentación (Connes et al., 2004). Esto confirma
los resultados obtenidos en esta investigación, según los cuales, L.
plantarum 1 crece adecuadamente en medios (como el Medio 4) cuya
composición tiene leche de soya (Nguyen et al., 2003; Pyo et al., 2005).
Los probióticos deben ser viables en el alimento en concentraciones de
106-1011 UFC/ml, durante el tiempo de vida útil, coincidiendo con los
resultados encontrados en el estudio de cinética (Collado et al., 2007).

En general, para que L. plantarum 1 se implante y colonice los


enterocitos, es indispensable que disponga de una dieta rica en sustratos
prebióticos, algunos de estos son de naturaleza lignocelulósica
(oligosacáridos, fructooligosacáridos, fibra, cereales), derivados de la
lactosa (galactooligosacáridos, lactulosa, lactitol), inulina, entre otros,
coincidiendo con el prebiótico salvado de trigo (fibra insoluble)
utilizado en esta investigación (Bielecka et al., 2002; Holzapfel &
Schillinger, 2002).

Esta versatilidad de Lactobacillus plantarum se debe al tamaño de su


genoma, el cual es 50% más grande que la mayoría de BAL y tiene una
gran capacidad metabólica, que le permite utilizar una gran variedad de
fuentes de carbono; propiedad que resulta de un gran número de genes
involucrados en el transporte y utilización de azúcar, y un versátil
metabolismo del piruvato, el cual tiene el potencial de producir D y L-
lactato, formato, acetato, etanol, acetoína y 2,3-butanediol (Ljungh &
Wadstrom, 2009).

Una característica importante del género Lactobacillus es su capacidad


de producir ácido láctico y que tiene una influencia directa en el
descenso de pH presentado en el Medio 4 (M4) y MRS. Esta
producción de ácido láctico se da a partir de la fermentación de las
hexosas a ácido láctico por la vía Embden-Meyerhof, o bien ciertas
bacterias, con producción de ácido láctico, ácido acético, etanol y ácido
fórmico. Esta fermentación también se puede dar a partir de las
pentosas hasta ácido láctico y ácido acético por la vía de fosfocetolasa
inducible. Entre estos microorganismos está L. plantarum (Llanes et al.,
2007).

Uno de los más importantes mecanismos por el cual las BAL inhiben a
sus competidores se da por la producción de ácido láctico, acético y
bacteriocinas. La producción de ácido láctico por parte de L. plantarum
1 es un factor importante debido a que los lechones destetos presentan
una inadecuada capacidad para la acidificación. La producción de ácido
láctico y acético posee un efecto inhibitorio y esto se relaciona con la
estructura no disociada de la molécula, siendo esta capaz de difundirse a
través de la membrana celular y disociarse en su interior para provocar
la muerte de la bacteria patógena. De esta manera, a los dos días de
destetados los lechones gran número de coliformes proliferan en el
tracto intestinal y está fuertemente correlacionado al aumento del pH
del contenido ileal, al tiempo que los Lactobacillus están reducidos
debido a la colonización y proliferación de E. coli por un posible
bloqueo de sus receptores intestinales y secreción de tóxicos
metabólicos. Es así, como, el cerdo lactante emplea muchas formas para
vencer la limitación de la insuficiente secreción ácida; la primera
estrategia implica la conversión de lactosa de la leche de la madre a
ácido láctico por los Lactobacillus que se encuentran en el estómago; la
segunda, el cerdo lactante reduce la necesidad de la secreción de
grandes cantidades de ácido transitoriamente por la ingestión frecuente
de pequeñas cantidades de alimento (Iñiguez et al., 2007).

La producción de ácido láctico se dio a una temperatura de 32°C y con


buenos valores a las 12 horas, y Orozco y Solarte (2003) sostienen que
a 30°C es una temperatura óptima, usando pentosas como sustrato,
presentando la producción de ácido láctico racémico. Esta producción
se incrementa simultáneamente al consumo de azúcares, dándose hasta
el agotamiento del azúcar en el medio, incluso luego del crecimiento
celular se continúa produciendo este metabolito. Según lo anterior, se
puede clasificar la fermentación como in batch tipo I, pues la formación
de ácido láctico deriva directamente del metabolismo primario utilizado
para la producción de energía (Zhan et al., 2007).

El Medio 4 (M4), resultó ser el más adecuado para la elaboración de los


inóculos, ya que durante el proceso de fermentación efectuado las dos
cepas evaluadas alcanzaron los valores mayores de μh-1. Sin embargo,
entre las dos bacterias la mejor μh-1 fue para L. plantarum 1 H1 y por
tanto, el tiempo de duplicación celular es menor, lo que se ve reflejado
en una mayor concentración celular en la fase logarítmica a las 12
horas. Se evidencia una clara diferencia con respecto al Medio MRS,
por cuanto, en este medio los valores de μh-1 fueron inferiores para los
dos microorganismos y con diferencia significativa para L. plantarum 1
H2 que mostró un valor de 0,2875 (μh-1), lo que indica que usar este
Medio comercial para elaborar los inóculos no sería viable debido a que
presentaría un tiempo de duplicación celular muy elevado, lo que
implica que al llegar a la fase logarítmica la concentración celular será
mucho menor, con respecto al Medio 4. Además, confirmaría que son 2
cepas diferentes y que L. plantarum 1 H1 tendría una mejor capacidad
metabólica para utilizar este sustrato (M4 y MRS). En cuanto a que L.
plantarum H2 sería más exigente referente al sustrato ya que necesitaría
de una mayor fuente de carbohidratos como los proporcionados por la
leche de soya, como lo son la rafinosa y la estaquiosa.

Por otro lado, los costos de producción del Medio 4 (M4) y MRS, son
de gran interés por cuanto es factible el proceso de producción a nivel
industrial de estos inóculos para estos microorganismos. De esta
manera, el costo de 500 gramos del Medio comercial MRS es
aproximadamente de US$ 170,44, y el costo de elaboración de un litro
de este Medio comercial es de US$ 19,88; mientras, que el costo de la
materia prima para la producción de un litro de inóculo con el Medio 4
fue de US$ 0,84.

En conclusión, Lactobacillus plantarum 1 mostró en el Medio 4 (10 g/L


azúcar blanco, 15 g/L leche de soya, 150 g/L suero de leche, 15 g/L
salvado de trigo) ser adecuado para la elaboración de inóculos con
características probióticas que podrían ser utilizados en estudios
posteriores para mejorar la salud y producción al ser incluidos en la
alimentación para los lechones destetos.

Agradecimientos

A la empresa CERVALLE por la financiación de este proyecto de


investigación. A la Escuela de Ingeniería de Alimentos de la
Universidad del Valle; al Dr. Germán Bolívar. A todas las personas que
de una u otra manera colaboraron en esta investigación.

Referencias Bibliográficas

Axelsson, L. Lacticacid bacteria: classification and


physiology. In: Salminen, S.; Von Wright, A.;
Ouwehand, A. (Ed). Lactic Acid Bacteria. New York:
Marcel Dekker, 2004. p.61-66.

Ben, W.; Champagne, CP.; Makhloufa, J. et al.


Utilization of tofu whey pre-treated by electromembrane
process as a growth medium for Lactobacillus plantarum
LB17. Desalination, v. 229, p.192-203, 2008.

Bielecka, M.; Biedrzycka, E.; Majkowska, A. Selection


of probiotics and prebiotics for synbiotics and
confirmation of their in vivo effectiveness. Food
Reseacher Institute, v.35, n.2-3, p.125-131, 2002.
Brizuela, M. Selección de cepas de bacterias ácido
lácticas para la obtención de un preparado con
propiedades probióticas y su evaluación en cerdos. La
Habana, Cuba: Instituto Cubano de los Derivados de la
Caña de Azúcar, ICIDCA, 2003. 200p. Tesis doctoral.

Cebezi, A.; Gürakan, C. Properties of potential probiotic


Lactobacillus plantarum strains. Food Microbiology,
v.20, p.511-518, 2003.

Collado, M.; Meriluoto, J.; Salminen, S. Measurement of


aggregation properties between probiotics and
pathogens: in vitro evaluation of different methods.
Journal of Microbiology Methods, v.71, n.1, p.71-74,
2007.

Connes, C.; Silverstroni, A.; Leblanc, J. et al. Towards


probiotic lactic acid bacteria strains to remove raffinose-
type sugars present in soy-derived products. Dairy
Science and Technology, v.84, p.207-214, 2004.

Crueger, W.; Crueger, A. Biotecnología: Manual de


Microbiología Industrial. 3a ed. Madrid: Acribia, 1993.

Dubois, M.; Hamilton J.K.; Rebers, P.A. et al.


Colorimetric method for determination of sugar and
related substances. Analytical Chemestry, v.28, p.350-
356, 1956.

Gardiner, G.; Casey, P.; Casey, G. et al. Relative Ability


of Orally Administered Lactobacillus murinus To
Predominate and Persist in the Porcine Gastrointestinal
Tract. Applied Environmental Microbiology, v.70,
p.1895-1906, 2004.

Holzapfel, W.; Schillinger, U. Introduction to pre-and


probiotics. Food Research International, v.35, n.2-3,
p.109-116, 2002.

Iñiguez, C.; Pérez, R.; Acedo, E. Evaluation of


probiotics properties in Lactobacillus isolated from
small intestine of pigltes. Revista Latinoamericana de
Microbiología, v.49, p.3-4, 2007.

Kaban, G.; Kaya, M. Effect of starter culture on growth


of Staphylococcus aureus in sucuk. Food Control, v.17,
n.10, p.797-801, 2006.
Ljungh, A.; Wadstrom, T. Lactobacillus Molecular
Biology From Genomics to Probiotics. Norfolk:
Caister Academic Press, 2009.

Llanes-Iglesias, J.; Toledo-Pérez, J.; Fernández-Valdez,


I. et al. Estudio del ensilado biológico de pescado como
inóculo de bacterias lácticas en la conservación de
desechos pesqueros. Revista Electrónica de
Veterinaria, v.8, n.9, p.1-6, 2007.

Mack, D.; Ahrné, S.; Hyde, L. et al. Extracellular MUC3


mucin secretion follows adherence of Lactobacillus
strains to intestinal epithelial cells in vitro. Gut, v.52,
p.827-833, 2003.

Montes, A.; Santacruz, A.; Sañudo, J. Efecto in vitro de


Lactobacillus casei subsp. rhamnosus sobre el
crecimiento de un aislado de Helicobacter pylori. San
Juan de Pasto, Colombia: Universidad de Nariño, 2003.
85p. Trabajo de grado (Biólogo).

Nguyen, L.; Champagne, C.; Lee, B. et al. Growth of


Lactobacillus paracasei ssp. paracasei on tofu whey.
International Journal of Food Microbiology, v.89,
p.67-75, 2003.

Organización de las Naciones Unidas para la


Alimentación y la Agricultura (FAO). Programa
Conjunto FAO/OMS Sobre Normas Alimentarias.
Comisión del Codex Alimentarius. Informe de la
FAO/OMS. Ginebra: FAO/OMS, 2010. 33º período de
sesiones.

Orozco, M.; Solarte, J. Búsqueda del mejor medio de


cultivo y modelamiento cinético para la obtención del
ácido láctico a partir de glucosa por vía fermentativa.
Manizales: Universidad Nacional de Colombia, 2003.
104p. Trabajo de grado (Ingeniería Química).

Ouwehand, A.; Salminen, S.; Isolauri, E. Probiotics: an


overview of beneficial effects. Antonie Van
Leeuwenhoek, v.82, n.1-4, p.279-289, 2002.

Prescott, L.; Harley, J.; Klein, D. Normal microbiota


and nonspecific host resistance in Microbiology. 5 ed.
Madrid: McGraw-Hill-Interamericana, 2002.

Puupponen-Pimiä, R.; Oksman-Caldentey, K.;


Myllärinen, P. et al. Development of functional
ingredients for gut health. Trends in Food Science &
Technology, v.13, n.1, p.3-11, 2002.

Pyo, H.; Lee, TC.; Lee, Y. Enrichment of bioactive


isoflavones in soymilk fermented with ß-glucosidase-
producing lactic acid bacteria. Food Research
International, v.38, n.5, p.551-559, 2005.

Ramírez, C. Uso de bactérias lácticas probióticas na


alimentação de camarões Litopenaeus vannamei como
inibidoras de microrganismo spatogênicos e
estimulantes do sistema imune. Curitiba: Universidade
Federal do Paraná, 2005. 190p. Tesis doctoral.

Rodríguez, J.; Bueno, G.; Rodríguez, D. et al. True and


apparent yields and maintenance coefficient and
their significance on fermentation kinetics. In:
Roussos, S. (Ed). New Horizons in Biotechnology.
Marseille: Kluwer Academic Pub, 2004. p.163-172.

Vargas, E.; Gómez, C.; Parra, M. et al. Producción de


microorganismos probióticos como aditivo para
alimentos concentrados para ganado vacuno (primera
parte). Revista de Ingeniería, v.20, p.23-33, 2004.

Zamudio, K.; Zavaleta, A. Estudio del potencial


probiótico de lactobacilos aislados de fuentes naturales.
Ciencia e Investigación, v.6, n.1, p.30-35, 2003.

Zhan, Y.; Bon, J.; Joan, K. Production of lactic acid


from renewable materials by Rhizopus fungi.
Biochemical Engineering Journal, v.35, p.251-263,
2007.

Jurado-Gámez, H.; Ramírez, C.; Aguirre, D. Cinética de fermentación


de Lactobacillus plantarum en un medio de cultivo enriquecido como
potencial probiótico. Veterinaria y Zootecnia, v.7, n.2, p.37-53, 2013.
Sulfur containing aminoacidsnutritional
requirements for semi-heavy laying hens
ARTÍCULO DE
INVESTIGACIÓN

Marcelo Da Silva1, Horácio Rostagno2, William Narváez-Solarte3

1
Nutricionista Aviagen do Brasil, Rua José Morano, 96/112 - Campinas, SP,
Brasil.
2
Federal University of Viçosa, Avenida Peter Henry Rolfs, s/n Campus
Universitário, Viçosa, Minas Gerais, Brasil.
3
Departamento de Salud Animal, Universidad de Caldas, Calle 65 No. 26-10,
Manizales, Colombia.

wnarvaez@ucaldas.edu.co

(Recibido: junio 25, 2013 Aprobado: septiembre 02, 2013 Actualizado: diciembre 20, 2013)

ABSTRACT: To determine the nutritional requirements of


TSAA for semi-heavy laying hens estimated by regression models and
LRP (linear response plateau).288 semi-heavy laying hens distributed in
six treatments were fed from week 22 to week 38 with a basic diet
containing 14.4% crude protein to which levels of DL-methionine was
added (0.00; 0.05;0.10; 0.15; 0.20; and 0.25) in order to obtain
treatments with 0.484, 0.534, 0.584, 0.634, 0.684, and 0.734% TSAA
contents. Theincrease in the level of TSAA in the diet from 0.484 to
0.734% showeda quadratic effect on egg production, egg weight, egg
mass, and feed conversion. A linear effect on the internal quality of the
egg was also observed when measuring theHaugh units and the
albumen index. Using single-slope, broken line methodology, the
minimal levels of TSAA which maximized egg production, weight, and
mass, and showed the best feed conversion were 6.72, 6.68, 6.72, and
6.82 g/kg of food respectively. In summary, the increase of TSAA
using synthetic methionine significantly improved performance of eggs
laying hens. Because of this reason semi-heavy egg laying hens
required 6,735 g TSAA/kg of foodor 775 mg TSAA per hen daily from
22 to 38 weeksof age (with daily feed consumption of 115 g).

Key words: Cystine, methionine, TSSA, poultry

Requerimientos nutricionales de aminoácidos azufrados para aves


de postura semipesadas

RESUMEN: Determinar los requerimientos nutricionales de


Met+Cys para aves de postura semipesadas, estimados por medio de los
modelos de regresión y el LRP (linear response plateau). 288 Aves de
postura semipesadas distribuidas en seis tratamientos fueron
alimentadas de la semana 22 a la semana 38 de edad, con una dieta
básica que contenía 14,4% de proteína bruta a la cual se le adicionó seis
niveles de DL-metionina (0,00; 0,05; 0,10; 0,15; 0,20 y 0,25%), para
obtener tratamientos con 0,484; 0,534; 0,584; 0,634; 0,684 y 0,734% de
Met+Cys. El nivel creciente de Met+Cys en la dieta, de 0,484 a 0,734%
presentó un efecto cuadrático sobre la producción, peso de huevo, masa
de huevo y conversión alimenticia. También se observó efecto lineal
sobre el mejoramiento de la calidad interna del huevo al medir
Unidades Haugh y el índice de albumen. Por medio del modelo LRP,
los niveles mínimos de Met+Cys que maximizaron la producción, peso
y masa de huevos y presentaron la mejor conversión alimenticia fueron
los de 5,53, 5,85, 5,60 y 5,62 g de Met+Cys/kg de alimento,
respectivamente. Ya a través del modelo cuadrático, los niveles de
Met+Cys que maximizaron la producción, peso y masa de huevo y
minimizaron la conversión alimenticia fueron 6,72, 6,68, 6,72 y 6,82
g/kg de alimento, respectivamente. En resumen, el incremento de
Met+Cys utilizando DL-metionina mejoró significativamente el
desempeño de las aves de postura. Por lo anterior, aves de postura
semipesadas requieren 6.735 g de Met+Cys/kg de alimento o 775 mg de
Met+Cys/ave/día de la semana 22 a la semana 38 de edad (con un
consumo diario de 115 g/ave).

Palabras clave: Metionina, cistina, exigencias, ponedoras

Introducción

Based on the ideal protein concept, a protein supplies amino acids in


exactly the amounts and proportions required by animals and can be
100% utilized under appropriate circumstances (Emmert & Barker,
1997; Barker, 2003). If one or two of essential amino acids are
deficient, the excess amino acids will be wasted as N excretion, which
is an environmental pollution source. Methione+cystine (TSAA)
perform a number of functions in enzyme reactions and protein
synthesis. Methionine is the first limiting amino acid in corn soybean
meal diets in laying hens (Schutte & Van Werdem, 1978). Cystine can
supply no more than 52% of the TSAA in chicks (Barker et al., 1996).
There are several commercial crystalline amino acids such as DL-
methionine and L-lysine available in the market. To efficiently use
excess amino acids, the crystalline amino acids such as DL-methionine
and L-lysine can be added to the diets to balance the amino acids.
Novak et al. (2004), Liu et al. (2005) and Wu et al. (2005a) reported
that increasing lysine or TSAA had positive effect on performance of
laying hens.

It is important to know the TSAA and methionine requirements of


laying hens. There are contradicting results in methionine and TSAA
requirements of laying hens. NRC (1994) reported that brown-egg
laying hens required 330 and 645 mg of methionine and TSAA per hen
daily, respectively. Ahmad et al. (1997) reported that TSAA ranging
from 580 to 660 mg per hen daily had no effect on performance of
laying hens. However, Schutte et al. (1994) reported that the
requirement for TSAA was about 740 mg per hen daily, of which about
440 mg was methionine. Cao et al. (1992) also reported that the
requirement of methionine and TSAA were 424 and 785 mg per hen
daily, respectively. In addition, there are differences in TSAA
requirements estimated from different production parameters. Novak et
al. (2004) reported that dietary TSAA level for maximum egg
production was 811 mg per hen daily while TSAA for feed efficiency
was 699 mg per hen daily.

Technological advances in genetics, managements, animal health and


behavior have allowed laying hens to have better feed efficiency, bigger
egg size, and longer persistence of the peak production. Thus, it is
necessary to conduct research in nutritional requirements to optimize
the utilization of nutrients so that laying hens can have the maximum
genetic potential expression. Therefore, this experiment was designed
to determine the nutritional requirements of TSAA for commercial
brown-egg laying hens.

Materials and Methods

This experiment was conducted in Department of Zootechnia of the


Agrarian Science Center of the Federal University of Viçosa, MG,
Brazil. 288 Lohmann® brown hens were used. During the initial and
growth phases the birds were managed following the recommendations
of Lohmann Brown Management Guide (2005). After 17 weeks of age,
the birds were transferred from the growth house to a production house
(60 x 9 m2) with covered ceramic roofing tiles. Two hens were housed
in conventional type cage (25 x 40 x 45 cm3).

From the 18 weeks of age, the birds had received increased stimulation
of light until 17 hours of light daily at 27 week of age. Then 17 hours of
light daily was maintained until the end of the experimental period. The
temperature of air in the interior of the house was recorded at 7:00 AM
for whole trial period. The average maximum (day time) and minimum
temperatures (night) were 28.0 and 16.1ºC, respectively.

Before experiment, birds were randomly distributed to 6 treatments (6


replicates/treatment and 8 hens/replicate) based on body weight and egg
production. From 22 week of age, hens were submitted to the
treatments. Hens can drink water freely. This experiment lasted 16
weeks.

The treatments consisted of 6 diets. The addition of six levels of DL-


methionine (0, 0.05, 0.10, 0.15, 0.20, 0.25%) to a basal diet containing
14.4% protein resulted in 0.484, 0.534, 0.584, 0.634, 0.684 and 0.734%
TSAA contents. DL-methionine was produced by Degussa Corp., and
contained at least 99% methionine activity. The basal diet (Table 1) was
formulated to satisfy nutritional requirements, except methionine and
TSAA, according to recommendations of NRC (1994). The proximal
analysis for dietary energy, calcium, phosphorus, and protein contents
of the basal diet was conducted at lab of animal nutrition Federal
University of Viçosa, MG, Brazil. The amino acid compositions in
ingredients including corn, soybean, and sorghum were analyzed by
Degussa corp. (Sao Paulo, Brazil) to confirm TSAA and methionine
contents in basal diets.

Eggs were collected every day. Egg production, egg weight (g), egg
mass (g/hen d), feed consumption (g/hen d), feed conversion (g of
feed/g of egg) were determined each 4 weeks. Eggs from each replicate
were sampled for Haugh units, albumen index, and yolk index each 4
weeks. Yolk index = yolk diameter/yolk height. Albumen index =
Albumen height/average of short and long diameter of albumen.

Data for each response criterion were analyzed in ANOVA using the
GLM procedure of SAS (1996). Once differences among treatments
were detected by one-way ANOVA, linear and quadratic effects were
tested by contrast statements. Estimates of TSAA requirements for
performance were estimated by subjecting treatment means to least
squares broken line methodology (Robbins et al., 1979). The treatment
means data for performance also were fitted to quadratic regression
model to estimate TSAA requirements by using maximum or minimum
asymptote.
Results

Methionine is the first limiting amino acid, followed by lysine in corn-


soybean diets. Lysine is one of the most important factors in
formulating diets. The basal diet contained 7.10 g/kg lysine. Based on
average feed intake of 105 g/hen daily, 746 mg lysine was consumed
per hen daily. Because lysine requirement for laying hens is around 720
mg per hen daily (Wu, 2005b), lysine contents in the diets of this
experiment have fulfilled the requirement of lysine and can not affect
the performance of laying hens.

There was a quadratic effect egg production with increasing TSAA in


the diet (Table 2). Methionine supplementation in the basal diet increased
egg production until the level of 6.84 g/kg of diet of TSAA. Increasing
TSAA level from 0.684% to 0.734% had no improvement of egg
production. These results are in agreement with those of Bertram et al.
(1995), Liu et al. (2005) and Wu et al. (2005a). Who reported that
increasing levels of TSAA improved egg production. Low egg
production of hens fed the low TSAA levels in the present study can
partially be attributed to amino acid imbalance, which causes the
decrease of protein synthesis, inhibits absorption, and increases
catabolism of the essential amino acid (Harper, 1956).

Increasing TSAA level had a quadratic effect on egg weight and egg
mass (Table 2). Increasing TSAA level from 4.84 to 6.84 g/kg of diet
increased egg weight and egg mass. However, further increase of
TSAA from 6.84 to 7.34 g/kg of diet had no improvement on egg
weight and egg mass. These results are consistent with those of Bertram
et al. (1995), Liu et al. (2005) and Wu et al. (2005a). Who reported that
increasing levels of TSAA increased egg weigh or egg mass.
Increasing TSAA level had a quadratic effect on feed intake (Table 2).
Hens fed the diet containing 4.84 g TSAA/kg of diet had lower feed
intake than hens fed other diets. Increasing TSAA from 4.84 to 6.84
g/kg of diet increased feed intake. Therefore, Methionine and TSAA
level might be able to regulate feed consumption. Harper et al. (1970)
reported TSAA could modify the plasmatic amino acid profile to
activate appetite of animals.

There was a quadratic response of feed conversion to TSAA level (g


feed/egg g) with increasing TSAA level (Table 2). Feed conversion was
improved as TSAA level increased from 4.84 to 6.84 g/kg of diet.
Increasing TSAA level from 6.84 to 7.34 g/kg of diet had no effect on
feed conversion. These observations were in accordance with the results
of Bertram et al. (1995), Novak et al. (2004), Liu et al. (2005) and Wu
et al. (2005a). The explanation for the improved feed efficiency with
increasing TSAA level might be attributed to more balanced amino
acids.

When TSAA increased from 0.484 to 0.734, Haugh Unit linearly


decreased from 97.07 to 94.57 (Table 3). Haugh Unit is a measure of the
internal quality of an egg. This is done by determining the height of the
albumen in relation to the egg’s weight. The reduction of Haugh unit
with increasing TSAA level might be due to increased egg weight.
Similarly results were found by Wu et al. (2005a). Increasing TSAA
level had a linear effect on albumen index, but had no effect on yolk
index. Decreased albumen index with increasing TSAA level might be
attributed to increased egg size.

Discussion

Using single-slope, broken line methodology (Robbins et al., 1979),


minimal break points for egg production, egg weight, egg mass, and
feed conversion were 5.53, 5.85, 5.60, and 5.62 g TSAA/kg of diet
(Table 4). Based on quadratic model, TSAA level that maximize egg
production, egg weight, and egg mass, and minimize feed conversion
were calculated to be 6.72, 6.68, 6.72, and 6.82 g/kg of diet. There are
several methods used to estimate nutrient requirements. One is least
squares broken line methodology (Robbins et al., 1979), which use
break points as nutrient requirements. 90% of the upper asymptotic
value of a quadratic fitted line was determined to be nutrient
requirements Barker et al. (2002); Parr et al. (2003), estimate nutrient
requirements by using the first intercept X-value of the broken line (on
the plateau) and the quadratic fitted line. Nutrient requirements
estimated from least squares broken line were less than those from
quadratic regression. Similarly, Morris (1989) reported least squares
broken line model might underestimate nutrient requirement. Because
the cost of adding synthetic methionine is usually less than profits
gained from improved performance and synthetic methionine is not
toxic to laying hens, maximum or minimum asymptotic value of a
quadratic fitted line was chosen to estimate nutrient requirement of
TSAA for brown-egg laying hens in this experiment. The average value
of TSAA levels maximizing egg production, egg weight, and egg mass,
and minimizing feed conversion, was 6.735 g/kg of diet.

Because average feed intake from 30 to 38 wk of age was close to or


equal to 115 g/hen d, feed consumption of 115 g/hen d was used to
calculate TSAA requirements. Based on quadratic model, laying hens
required 6.735 g TSAA/kg of diet or 775 mg TSAA per hen daily from
22 to 38 wk of age (with feed consumption of 115 g). These values are
very close to those of Cao et al. (1992); Schutte et al. (1994), who
reported that the requirement for TSAA was about 785 and 740 mg per
hen daily, respectively. NRC (1994) reported that brown-egg layers
required 645 mg TSAA per hen daily. TSAA values estimated in this
experiment are higher than NRC values probably because of improved
egg production performance of laying hens in this experiment.

In conclusion, increasing TSAA by addition of synthetic methionine


significantly improved performance of laying hens. Commercial brown-
egg laying hens required 6.735 g TSAA/kg of diet or 775 mg TSAA per
hen daily from 22 to 38 wk of age (with feed consumption of 115 g).

References

Ahmad, H.A.; Bryant, M.M.; Kucuktas, S. et al.


Econometric feeding and management for first cycle
phase two Dekalb Delta hens. Poultry Science, v.76,
n.9, p.1256-1263, 1997.

Baker, D.H. Ideal amino acid patterns for broiler


chicks. In: D’Mello, F.JP. (Ed). Amino Acids in Animal
Nutrition. 2nd ed. Wallingford: CAB International,
2003. p.223-235.

Baker, D.H.; Batal, A.B.; Parr, T.M. et al. Ideal ratio


(relative to lysine) of tryptophan, threonine, isoleucine
and valine for chicks during the second and third week
of life. Poultry Science, v.81, p.485-494, 2002.

Baker, D.H.; Fernandez, S.R.; Webel, D.M. et al. Sulfur


amino acid requirements and cystine replacement value
of broiler chicks during the period three to six weeks
posthatching. Poultry Science, v.75, n.6, p.737-742,
1996.

Bertram, H.L.; Danner, K.J.; Jeroch, H. Effect of DL-


methionine in a cereal-pea diet on the performance ob
brown laying hens. Arch Geflügelk, v.59, 1995, p.103-
107.

Cao, Z.; Jevne, C.J.; Coon, C.N. The methionine


requirement of laying hens as affected by dietary protein
levels. Poultry Science, v.71, 1992 (suppl.39).

Emmert, J.L.; Barker, D.H. Use of the ideal protein


concept for precision formulation of amino acid levels in
broiler diets. Journal of Applied Poultry Research,
v.6, p.462-470, 1997.

Harper, A.E. Amino acid imbalances, toxicities and


antagonisms. Nutr Rev, v.14, n.8, p.225-227, 1956.

Harper, A.E.; Benevenga, N.J.; Wohlhueter, R.M.


Effects of ingestion of disproportionate amounts of
amino acids. Physiological Reviews, v.50, n.3, p.428-
558, 1970.

Liu, Z.; Wu, G.; Bryant, M.M. et al. Influence of added


synthetic lysine in low-protein diets with the methionine
plus cysteine to lysine ratio maintained at 0.75. Journal
of Applied Poultry Research, v.14, n.1, p.174-182,
2005.

Lohmann Tierzucht GMBH. Lohmann Brown


Management Guide. Germany: German Lohmann
Tierzucht GmbH, 2005.

Morris, T.R. The interpretation of response data from


animal feeding trial. In: Cole, DJA & Haresign, W.
(Eds). Recent Developments in Poultry Nutrition 2.
Boston: Butterworths, 1989. p.1-11.

Novak, C.; Yakout, H.; Scheideler, S. The combined


effects of dietary lysine and total sulfur amino acid level
on egg production parameters and egg components in
Dekalb Delta laying hens. Poultry Science, v.83, n.6,
p.977-984, 2004.

NRC, National Research Council. Nutrients


Requirements of Poultry. Washington D.C.: National
Academic Press, 1994.

Parr, T.M.; Kerr, B.J.; Baker, D.H. Isoleucine


requirement of growing (25 to 45 kg) pigs. Journal of
Animal Science, v.81, n.3, p.745-752, 2003.

Robbins, K.R.; Norton, H.W.; Barker, D.H. Estimation


of nutrient requirements from growth data. The Journal
of Nutrition, v.109, p.1710-1714, 1979.

SAS Institute Inc. SAS® user’s guide: Statistics,


Version 5.0. Ed. Cary, NC, USA, SAS Institute Inc.,
1996. 956p.

Schutte, J.B.; De Jong, J.; Bertram, H.L. Requirement of


the laying hen for sulfur amino acids. Poultry Science,
v.73, n.2, p.274-280, 1994.

Schutte, J.B.; Van Werdem, E.J. Requirement of the hen


for sulphur containing amino acids. British Poultry
Science, v.19, n.5, p.573-581, 1978.

Wu, G.; Bryant, M.M.; Roland, D.A.Sr. et al. Effect of


synthetic lysine on performance of commercial Leghorns
in Phase II and III (Second Cycle) while maintaining the
Methionine+Cysteine/Lysine ratio at 0.75. Poultry
Science, v.84, p.2-22, 2005a (suppl.43).

Wu, G.; Bryant, M.M.; Voitle, R.A.; Roland, D.A.Sr.


Effect of dietary energy on performance and egg
composition in Bovans White and Dekalb White in
Phase I. Poultry Science, v.84, n.10, p.1610-1615,
2005b.

Da Silva, M.; Rostagno, H.; Narváez-Solarte, W. Total sulfur amino


acids nutritional requirements for brown-egg laying hens. Veterinaria
y Zootecnia, v.7, n.2, p.54-62, 2013.
Registro de plantas hospederas de caracoles
Lymnaeidae (Mollusca: Gastropoda), vectores
de Fasciola hepatica (Linnaeus, 1758), en
humedales de la región central andina
colombiana
ARTÍCULO DE
INVESTIGACIÓN

Etna Giraldo-Pinzón1, Luis Álvarez-Mejía2

1
Grupo CIENVET. Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad de
Caldas, Colombia.
2
Grupo Gebix. Profesor Universidad de Caldas, Colombia.

julieth.giraldo@ucaldas.edu.co

(Recibido: septiembre 18, 2013 Aprobado: noviembre 04, 2013 Actualizado: diciembre 20,
2013)

RESUMEN: Con el objetivo de ampliar el conocimiento


sobre las plantas que hospedan caracoles vectores de Fasciola hepatica
y facilitar futuros estudios de control y prevención de la enfermedad en
el departamento de Caldas, se realizó un registro preliminar de las
especies vegetales colonizadas por caracoles de la familia Lymnaeidae
en seis humedales situados entre 2000 y 3000 msnm, al sur del
departamento. El área de estudio está asociada a explotaciones
ganaderas de la Cordillera Central de Colombia y es reconocida como
una zona endémica de fasciolosis. En cada humedal se estableció un
transecto longitudinal de 10 m, sobre el cual se registraron las plantas
visitadas por los caracoles limneidos. Se identificaron cinco especies
diferentes de caracoles: Lymnaea columella (Lymnaeidae), Succinea sp.
(Succineidae), Physa sp. (Physidae) y Biomphalaria sp. (Planorbidae).
Las especies de plantas visitadas por los caracoles fueron: Cuphea
racemosa, Galinsoga ciliata, Arenaria lanuginosa, Castilleja
communis, Polygonum hydropiperoides, Calceolaria mexicana,
Hydrocotyle umbellata, Pennisetum clandestinum, Eleocharis elegans,
Juncus effusus y Nasturtium officinale. No obstante, la más frecuentada
fue Nasturtium officinale (55%) lo cual coincide con los registros de
otros países y a su vez permite determinar que no solo dicha especie
puede hospedar vectores de F. hepatica. Estos resultados son un aporte
para estudios de manejo ecológico de vectores y prevención de
fasciolosis en la región.

Palabras clave: moluscos, plantas acuáticas, trematodos, zoonosis


parasitaria

Register of host plants for Lymnaeidae (Mollusca: Gastropoda)


snails Fasciola hepatica (Linnaeus, 1758)vectors in the Colombian
Andean Central area wetlands
ABSTRACT: In order to expand the knowledge of plants
that host snail vectors of Fasciola hepatica and facilitate future studies
for disease control and prevention in the department of Caldas, a
preliminary register of plant species colonized by Lymnaeidae family
snails was conducted in six wetlands located between 2,000 and 3,000
meters above sea level in the south of the Department. The studied area
is associated with livestock farms in the Central Cordillera of Colombia
and is recognized as afasciolosisendemic area. A longitudinal transect
of 10 m, where the plants were visited by Lymnaeid snails was
established in each wetland. Five species of different snails were
identified: Lymnaea columella (Lymnaeidae) Succinea sp.
(Succineidae), Physasp. (Physidae), and Biomphalaria sp.
(Planorbidae). The plant species visited by the snails were: Cuphea
racemosa, Galinsoga ciliata, Arenaria lanuginosa, Castilleja
communis, Polygonum hydropiperoides, Calceolaria mexicana,
Hydrocotyle umbellata, Pennisetum clandestinum, Eleocharis elegans,
Juncus effusus, Nasturtium officinale. However, the most visited
species was Nasturtium officinale (55%) which is consistent with the
records of other countries and at the same time it allows determining
that not only such species can host F. hepatica vectors. These results
are a contribution to studies of ecological management of fascioliasis
vectors and prevention in the region.

Key words: mollusks,aquatic plants, trematodes, parasitic zoonoses

Introducción

La fasciolosis es una enfermedad que afecta a varias especies


domésticas, entre ellas bovinos, ovinos, equinos, caprinos, porcinos,
conejos, especies silvestres y a los humanos (Espinoza et al., 2010). Es
causada principalmente por dos parásitos pertenecientes al Filo
Platelmintos de la clase Trematoda, denominados Fasciola hepatica y
Fasciola gigantica. Estos parásitos afectan principalmente las vías
biliares y el hígado, causando desde enfermedad leve hasta la muerte
del paciente (Wilches et al., 2009), pero la mayor importancia que se
desprende de estos trematodos es su impacto económico en las
producciones pecuarias. En Colombia se ha registrado Fasciola
hepatica en regiones por encima de los 2000 msnm, donde la
temperatura del agua se encuentra generalmente alrededor de los 10°C.

Fasciola hepatica es originaria de Europa y de distribución


cosmopolita, se desarrolla en aguas dulces con temperaturas entre 5 y
15°C; hoy mantiene la condición de endémica en todos los países de
Suramérica (Kleinman et al., 2006); y es en estos últimos la forma más
común de infección hepática en el ganado, con prevalencia de 5% al
100%, la cual, según Coehlo & Lima (2003), está directamente
relacionada con la presencia y abundancia de los caracoles hospederos
intermediarios.
Inicialmente los huevos de Fasciola hepatica son eliminados en las
heces del hospedero mamífero, estos eclosionan una vez son liberados
en las fuentes de agua dulce, para transformarse en miracidios libres,
estado que infecta caracoles del género Lymnaea, en los que se
desarrollan los esporocistos, que contienen redias madres, redias hijas y
cercarias (López et al., 2007); las cercarias abandonan el hospedero
intermediario y se enquistan para formar metacercarias que se adhieren
a plantas acuáticas. Cuando estas metacercarias son ingeridas por los
mamíferos domésticos o por los humanos, eclosionan y liberan
parásitos juveniles que atraviesan la pared intestinal e ingresan al
parénquima hepático, ubicándose en los conductos biliares donde
maduran y se trasforman en adultos hermafroditas que producen
huevos, cerrando así el ciclo biológico (Cordero del Campillo et al.,
2002).

El hospedero animal, humano u otro mamífero, se infecta al ingerir


plantas acuáticas (entre ellas berros, lechuga, alfalfa) o agua
contaminadas con metacercarias. El desenquistamiento de estas formas
ocurre en el intestino delgado, gracias a componentes de la bilis. Las
formas juveniles atraviesan la pared intestinal, migran a través de la
cavidad peritoneal, penetran el parénquima hepático, donde tienen una
fase de crecimiento que se prolonga unos 2 meses y terminan su
desarrollo en los conductos biliares, hábitat del adulto.

Lymnaeidae es una familia de caracoles pulmonados de agua dulce,


distribuidos en todo el mundo, y reúne muchas especies, con su mayor
diversificación en el norte de América. En Ecuador, Venezuela,
Colombia y Perú se encuentran: Lymnaea bogotensis, L. ubaquensis y
Pseudosuccinea columella, vectores de Fasciola hepatica. En Colombia,
están registrados en Cundinamarca: L. bogotensis en Zipaquirá y
Lymnaea ubaquensis, en la laguna de Ubaqué (Bargues et al., 2011).

Al igual que otras familias en su orden, los limneidos tienen un solo par
de tentáculos sensoriales en la cabeza y un ojo en la base de cada
tentáculo. Todas las especies en la Lymnaeidae tienen tentáculos
anchos, planos y triangulares; y sus cabezas se dividen en dos lóbulos
laterales planos. En su mayoría tienen caparazón dextrógiro (cuando se
ve desde la apertura, las espirales de concha se cruzan a la derecha) y se
encuentran en aguas con moderado a alto contenido de minerales. Las
conchas de las especies de esta familia varían hasta largas espirales en
forma de aguja de formas cónicas y aplanadas, pero la mayoría son
espirales más redondeadas. Como todos los pulmonados, tienen un
espacio dentro de su caparazón, forrado con una membrana
vascularizada, que se utiliza para el intercambio de gas. La mayoría de
las especies mantienen una burbuja de aire en la cavidad y de vez en
cuando la renuevan en la superficie del agua. Unas pocas especies
llenan la cavidad con agua y viven sin tener que acercarse a la
superficie (Brown, 2001).
Muchos limneidos tiene grandes dientes simples en su rádula que
utilizan para raspar los alimentos, y este tipo de estructura dental se
asocia con una dieta rica en algas filamentosas. En comparación con
otras familias, tienden a ser más herbívoros, consumiendo más algas y
menos detritos y materia animal que es típico para otras familias,
aunque hay muchas excepciones (Brown, 2001).

Los limneidos son hermafroditas simultáneos y pueden auto-fertilizarse,


ponen los huevos en masas. Emergen los embriones que completan su
etapa larval dentro del huevo; factores abióticos como la temperatura
afecta fuertemente el ritmo de su ciclo de vida, es así que las
temperaturas más cálidas permiten un crecimiento más rápido.
Probablemente la mayoría de las especies maduran y se reproducen en
9-15 meses, pero en aguas más frías pueden durar varios años, y en las
regiones particularmente cálidas, pueden completar más de una
generación al año (Burch & Jung, 1993; Grant, 2001). Los factores
abióticos considerados más limitantes para su dispersión son la
temperatura y la precipitación, por su efecto en la tasa de crecimiento,
edad de maduración sexual y fecundidad (Salazar et al., 2006;
Prepelitchi, 2009).

En Colombia, los estudios de Lymnaeidae son incipientes, sin embargo,


existen registros de prevalencia hasta del 90% de fasciolosis en el
ganado vacuno en localidades de los municipios de Ríonegro y La Ceja,
en Antioquia (Wilches et al., 2009). En el año 2000, se registraron
pérdidas económicas de 7 millones de dólares, de los que el 5% son por
mortalidad y el 25% es debido a los decomisos en centrales de
sacrificio. A estas pérdidas se suma el uso de antiparasitarios, frente a
lo cual el empleo de los mismos de manera indiscriminada y sin previo
análisis coprológico, con el consecuente peligro de resistencia inducida
(Khan et al., 2009; González et al., 2011).

En la zona de influencia de Manizales, Caldas, a partir del decomiso de


hígados bovinos se estableció que entre los años 2007 y 2009, se
incrementó en 100% el número de individuos positivos para Fasciola
hepatica, siendo más afectadas las hembras (Giraldo-Pinzón et al.,
2011).

Por otra parte, las áreas donde se ha registrado Limneidos en la


Cordillera Central Andina de Colombia se encuentran ubicadas en
alturas mayores a 2000 msnm (Valencia-López et al., 2012), allí
frecuentan ambientes de aguas cristalinas, con pendientes suaves a
onduladas y generalmente con plantas acuáticas; sin embargo, no todas
las especies vegetales presentes en los arroyos y encharcamientos donde
se encuentra el caracol, sirven de apoyo a los mismos (Prepelitchi,
2009). Considerando lo anterior, estudios que amplíen el conocimiento
de las especies vegetales frecuentadas por los caracoles pueden consistir
en una herramienta importante para estudios de manejo ecológico de
vectores y prevención de fasciolosis en la región.
Con el objetivo de determinar cuáles son las especies de plantas
frecuentadas por los caracoles de la familia Lymnaeidae, se llevó a
curso el presente proyecto en una zona con presencia del trematodo
Fasciola hepatica, situada en la región centro sur del departamento de
Caldas, localizada en la zona central de la Cordillera Central Andina de
Colombia.

Materiales y Métodos

El área de estudio corresponde a seis predios dedicados a la producción


lechera, ubicados por encima de los 2000 msnm en el municipio de
Villamaría (Caldas), Cordillera Central de los Andes de Colombia, en la
cuenca alta del río Chinchiná, sus coordenadas centrales son
N4°55,918’ W75°28,065’. A partir de la localización de seis focos
donde se registró Fasciola hepatica, se realizaron visitas a los
manantiales y charcas. En todos ellos se registró falta de aislamiento de
la corriente de agua de tal manera que el ganado cuenta con acceso
libre, y por ende, puede consumir agua y plantas que crecen en los
cauces, en ocasiones contaminadas por la eliminación de excretas sobre
los mismos. La topografía en todos los casos es moderada a ondulada,
el agua cristalina fluye de manera lenta, pero nunca detenida, en general
son áreas libres de cambios bruscos en el caudal y en el contenido de
sólidos, además, dadas las características de la zona donde en general
no se presentan períodos prolongados de déficit hídrico, estos
ambientes no presentan períodos de sequedad.

En cada humedal se estableció un transecto de 10 metros en la dirección


del cauce de agua y sobre el mismo se procedió al registro de las
especies vegetales donde se encontraron posados caracoles, de cada
especie de planta se realizó la colecta de ejemplares, siguiendo la
metodología estándar para muestras de herbario, descrita por Rangel &
Velázquez (1997), para su procesamiento en el herbario FAUC, de la
Universidad de Caldas. De igual manera se realizó el registro de la
abundancia relativa, mediante el conteo de los caracoles presentes en
cada especie. Además, se registró la hora y la posición relativa de los
individuos de caracol respecto al nivel del agua.

Los caracoles se colectaron con tamices y por inspección directa en la


vegetación asociada a las zonas húmedas de cada predio. Los
individuos seleccionados para realizar la identificación fueron relajados,
sacrificados, fijados y conservados (Paraense, 1984). Se utilizó en este
estudio para el conteo de moluscos el coeficiente de correlación de
Spearman. En el laboratorio de Parasitología Veterinaria de la
Universidad de Caldas, se hizo el conteo de los moluscos recolectados
en cada muestreo (un muestreo por cada humedal) y la identificación se
logró en la unidad de investigación de Malacología Médica y
Trematodos del Programa de Estudio y Control de Enfermedades
Tropicales de la Universidad de Antioquia.

Resultados y Discusión
Más de 50 especies de plantas acompañan los humedales evaluados, sin
embargo, solo algunas de ellas registraron individuos de caracoles
posados sobre sus hojas, tallos o raíces, ellas fueron: Hydrocotyle
umbellata, Polygonum hydropiperoides, Nasturtium officinale,
Pennisetum clandestinum, Castilleja communis, Calceolaria mexicana,
Cuphea racemosa, Galinsoga ciliata, Eleocharis elegans, Arenaria
lanuginosa y Juncus effusus.

En la bibliografía consultada, la mayoría de las referencias (Marcos et


al., 2005; Abdul-Hadi et al., 2009; Martínez et al., 2012) registran que
Nasturtium officinale es la especie vegetal característica y de mayor
distribución en los humedales donde se encuentran limneidos, además
se registran Medicago sativa (alfalfa), especialmente en países con
ambientes no tropicales, otras son Salvinia spp. (salvinia), Pistia spp.
(lechuga de agua), Pontederia lanceolata (buchón) y Eleocharis spp.
(junco); en contraste, en este estudio se han reunido 11 especies de
plantas sobre las cuales se ha registrado la presencia de estos caracoles
(Prepelitchi, 2009).

De las plantas registradas, Pennisetum cladestinum es la pastura más


generalizada en la zona y, corresponde a cerca del 90% de las
coberturas de pasto de la franja ganadera superior a los 2000 msnm en
toda Colombia (Estrada, 2002); Cuphea racemosa, Galinsoga ciliata,
Arenaria lanuginosa y Castilleja communis, también registradas en la
zona, son arvenses comunes en todo tipo de zonas cultivadas de la
región, encontrándose tanto en zonas con humedad permanente como
en áreas libres de inundación (Álvarez et al., 2007); Polygonum
hydropiperoides e Hydrocotyle umbellata, son arvenses que se
encuentran generalmente en ambientes con alta humedad y en especial
con alta concentración de materia orgánica, aunque P. hydropiperoides
es también frecuente en áreas con agua corriente (Álvarez et al., 2007).
Calceolaria mexicana, si bien prefiere ambientes iluminados, no podría
calificarse como arvense, pues por lo general no se presenta de manera
espontánea en ambientes de cultivo, aunque sí en zonas con abundante
humedad; por otra parte, Eleocharis elegans y Juncus effusus son
plantas típicamente de zonas húmedas, su denominación común de
juncos hace referencia a su característica ecológica de ser plantas de
humedales, las cuales se presentan desde ambientes simplemente con
nivel freático alto, hasta zonas con aguas corrientes (Álvarez et al.,
2007).

Por último, Nasturtium officinale es la especie considerada en todo el


mundo como principal hospedadora de Lymnaea columella entre otros
limneidos, lo cual coincide con lo apreciado en nuestra zona de estudio,
pues a pesar del registro de una más amplia variedad de plantas que
sirven de soporte a los caracoles, es esta la planta con mayor número de
individuos registrados, y por lo mismo el principal vector, en razón de
su palatabilidad y digestibilidad, ampliamente preferida por los
herbívoros domésticos, una vez tienen acceso a los ambientes de
humedal donde prolifera esta especie. De otra parte, la frecuencia de los
caracoles en una u otra de las especies de plantas presentes en los
humedales también presenta variación, ello se hizo evidente al
comparar los registros de la presencia de estos caracoles, los cuales se
reúnen en la Tabla 1.

Se determinó la presencia de caracoles identificados como: Lymnaea


columella, (Lymnaeidae), Succinea sp. (Succineidae), Physa sp.
(Physidae), Biomphalaria sp. (Planorbidae) y un morfotipo de Bivalvos.
La ubicación geográfica de los humedales y la distribución de los
mismos se presentan en la Tabla 2.

En Colombia han sido encontradas especies de moluscos Galba


truncatula (O.F. Müller, 1774), Lymnaea columella (Say, 1817),
Lymnaea diaphana (Lamarck, 1799), Lymnaea viatrix (Orbigny, 1835),
L. cubensis (Pfeiffer, 1839) (Gonzalez et al., 2011), Lymnaea
bogotensis (Pilsbry, 1935), L. Seudosuccinea columella (Say, 1817), y
algunos caracoles del género Biomphalaria (Preston, 1910), aunque
ninguna de las especies analizadas resultaron portadoras de formas
intramolusco de F. hepatica en el presente estudio. De otra parte, las
áreas donde se ha registrado la presencia de Lymnaea en la Cordillera
Central Andina de Colombia, se encuentran ubicadas en alturas
superiores a 2000 msnm, que determinan ambientes de aguas
cristalinas, con pendientes suaves a onduladas y generalmente con
plantas acuáticas, lo que coincide con lo encontrado en el presente
estudio. En especies de caracoles del género Biomphalaria se presenta
en países de América del Sur como hospedador intermediario de los
paramfistómidos (Bargues et al., 2011, Percedo & Larramendy, 1989),
lo cual sugiere la presencia de esta parasitosis en el área de estudio.

En cuanto a la distribución de Lymnaea columella se encuentra en


segundo lugar en porcentaje de presentación en los humedales
analizados y allí se presenta a lo largo del perfil de vegetación, se pudo
constatar que, en condiciones de la región centro sur del departamento
de Caldas, alrededor de los 5° de latitud norte, los caracoles presentan
migración a lo largo del día, de tal forma que en las horas de menor
incidencia solar, antes de las 10 horas y después de las 16 horas, se
presentan con mayor frecuencia en las partes emergidas de las plantas o
a nivel del agua, mientras que en las horas de mayor insolación, entre
las 10 y las 16 horas, se encuentran preferentemente por debajo del
nivel del agua, esto coincide con lo planteado por Prepelitchi (2009),
quien expone que la frecuencia de esta especie en la vegetación
depende de la humedad ambiental disponible y, en nuestro caso, la
migración diaria podría deberse tanto al mayor efecto de la radiación
que podría causar desecación a estos animales altamente dependientes
de la humedad, pues a estas alturas en los Andes, los procesos de
evapotranspiración se aceleran por efecto de la baja presión atmosférica
y alta radiación solar. Especies del género Succinea sp. estuvieron
como los menos abundantes frente a los otras especies de caracoles y se
encontraron en la vegetación debido a que es una especie hidrófila, que
vive cerca al agua, mas no se observó migración hacia dentro de ella.

Conclusiones

La Región Andina Central de Colombia reúne condiciones (abundantes


manantiales y pequeños cauces con aguas cristalinas entre los 2000 y
3000 msnm) para albergar hospedadores intermediarios de Fasciola
hepatica, como es el caso de Lymnaea columella, Succinea sp., Physa
sp. reportadas en este estudio. Como lo reporta la literatura, L.
columella no es el único vector posible en la zona, por lo cual se hace
necesario desarrollar estudios que permitan establecer la condición y
calidad de otros posibles vectores presentes en la región.

En la bibliografía se registran cuatro especies de sendas familias


botánicas frecuentadas por caracoles de la familia Lymnaeidae, en
contraste, en este estudio se han reunido once especies de once familias,
de las cuales, cinco son consumidas en libre pastoreo por los animales
domésticos y de ellas, dos hacen parte de la dieta de los pobladores, se
determina la necesidad de ajustar las políticas públicas en relación con
la educación en salud e higiene alimentaria de los pobladores de estas
regiones y de la comunidad en general.

Las prácticas de manejo de las áreas ganaderas facilitan los procesos de


infestación y traslado de parásitos, al permitir el acceso de los animales
domésticos a las áreas húmedas, donde se encuentra abundante y
diversa flora con once especies de plantas acuáticas asociadas a
caracoles encontradas de la familia Lymnaeidae, Planorbidae y
Physidae, que se podría suponer actúan como vectores de F. hepatica.
Además se debe buscar hacer reconocimiento en la zona de caracoles
presentes, a partir del cual se puedan plantear estrategias sostenibles de
manejo de las regiones húmedas ubicadas en las áreas de producción
ganadera en las zonas de mayor riesgo.

Referencias Bibliográficas

Abdul-Hadi, S.; Figueira, I.; Madera, C. et al. Estudio de


la fasciolosis hepática humana y parasitosis intestinales
en el caserío Mesa Arriba del municipio Carache, estado
Trujillo, Venezuela. Revista de la Sociedad
Venezolana de Microbiología, v.29, n.2, p.128-132,
2009.

Álvarez, M.L.M.; Sanín, D.; Alzate, Q.N.F. et al.


Plantas de la Región Centro - Sur de Caldas -
Colombia. Editorial Universidad de Caldas, Manizales,
Universidad de Caldas. 526 pp. 2007.

Bargues, M.D.; Artigas, P.; Khoubbane, M. et al. DNA


sequence characterization and phylogeography of
Lymnaea cousini and related species, vector of
fascioliasis en northern Andean countries, whit
description of L. meridensis n. sp. (Gastropoda:
Lymnaeidae). Parasites & Vectors, v.4, n.132, p.22,
2011.

Brown, K.M. Mollusca: Gastropoda in Thorp, J.H. and


A. P. Covich, Ecology and Classification of North
American Freshwater Invertebrates. Academic Press,
New York. 2001.

Burch, J.B.; Young, Y. Freshwater snails of the


University of Michigan Biological Station Area.
Walkerana, v.6, n.15, p.1-228, 1993.

Coelho, L.H.; Lima, W.S. Population dynamics of


Lymnaea columella and its natural infection by Fasciola
hepatica in the State of Minas Gerais, Brazil. Journal of
Helminthology, v.77, n.1, p.7-10, 2003.

Cordero del Campillo, M; Rojo Vázquez, F.A.


Parasitología Veterinaria, MacGraw-Hill.
Interamericana. Capítulo 18, Parasitosis hepáticas,
Fasciolosis. 1. ed. Madrid: Impreso en Edigrafos, S.A.
2002. p.260-12.

Espinoza, J.R.; Terashima, A.; Herrera-Velit, P. et al.


Fasciolosis humana y animal en el Perú: impacto en la
economía de las zonas endémicas. Rev Perú med exp
salud pública, v.27, n.4, p.604-12, 2010.

Estrada, J. Pastos y Forrajes del Trópico Colombiano.


Ed. Universidad de Caldas. Pág. 511 .

Giraldo-Pinzón, E.J.; Pinto, H.A.; Castañeda, P.A.


Prevalencia de Fasciola hepatica (Linnaeus, 1758) a
partir de los registros de decomiso de hígados
bovinos en la central de sacrificio de Manizales. 2007
al 2009. Universidad de Caldas, 2011.

González, R.M.; Pérez, R.M.; Brito, S. Fasciolosis


bovina: Evaluacion de las principales pérdidas
provocadas en una empresa ganadera. Revista de salud
animal, v.29, n.3, p.167-165, 2007.

Gonzalez LC, Esteban JG, Bargues MD, Valero MA,


Ortiz P, Naquira C, Mas-Coma, S, 2011. Hyperendemic
human fascioliasis in Andean Valleys: an altitudinal
transect analysis in children of Cajamarca Province,
Peru. Acta Trop. 120, 119–129.

Grant, S.D. Pennaks Freshwater Invertebrates of the


United States. 4. ed. John Wiley & Sons, Inc. NY. 2001.

Khan, M.K.; Muhamad, S..S.; Muhamad, N.K.; et al.


Bovine Fasciolosis: Prevalence, effects of treatment on
productivity and cost benefit analysis in five disctrits of
Punjab, Pakistan. Research in veterinary Science, v.87,
n.1 p.70-75, 2009.

Kleinman, F.; Petriokovsky, S.; Prepelitchi, L.; et al.


Dynamics of Fasciola hepatica transmission in the
Andean Patagonian valleys, Argentina. Veterinary
Parasitology, v.145, n.3-4, p.274-286, 2006.

López, L.P; Romero, J.; Velásquez, L.E. Aislamiento de


Paramphistomidae en vacas de leche y en el hospedador
intermediario (Lymnea truncatula y Lymnaea columella)
en una granja del trópico alto en el occidente de
Colombia. Revista Colombiana de ciencias pecuarias,
n.21, p.9-18, 2007.

Marcos, L.A.; Maco, V.; Castillo, M. Reporte de casos


de Fasciolosis en el Instituto Especializado de Salud del
Niño, Lima - Perú (1988-2003). Revista de
Gastroenterología del Perú, v.25, n.2, p.198-205, 2005.

Martínez, S.R.; Domenech, C.I.; Millán, M.J. et al.


Fascioliasis, revisión clínico-epidemiológica y
diagnóstico. Rev. Cubana Higiene y Epidemiología,
v.50, n.1, 2012.

González, C.L.; Esteban, J.G.; Bargues, D.M. et al.


Hyperendemic human fascioliasis in Andean valleys: An
altitudinal transect analysis in children of Cajamarca
province, Peru. Acta Trópica, v.120, n.1-2, p.119-129,
2011.

Paraense WL, de Souza PE, Braun RF. New foci of


transmission of Schistosoma mansoni in the state of
Pará. Mem Inst Oswaldo Cruz.1984 Jul-
Sep;79(3):389-91.

Percedo, M.; Larramendy. Infestación natural de


Fossaria cubensis, Pfeiffer, 1839, por estadios larvarios
de la familia Paramphistomidae. Rev. Cuba Cienc Vet,
v.20, n.4, p.233-238, 1989.

Prepelitchi, L. Ecoepidemiología de Fasciola hepatica


(Trematoda, Digenea) en el norte de la provincia de
Corrientes destacando aspectos ecológicos de
Lymnaea columella (Pulmonata, Lymnaeidae) y su rol
como hospedador intermediario. Argentina:
Universidad de Buenos Aires, 2009. 185pp. Tesis
(Doctoral).

Rangel-Ch., J.O & Velázquez A. 1997. Métodos de


estudio de la vegetación. En: Rangle-Ch. J.O., Lowy C.
P.D, Aguilar P. M. 1997. Colombia Diversidad
Biológica. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia,
Editorial Guadalupe, 1997. pp. 59-87

Salazar, L.; Estrada, E.; Velásquez, L.E. Effect of the


exposure to Fasciola hepatica (trematoda: digenea) on
life history traits of Lymnaea cousini and Lymnaea
columella (gastropoda: lymnaeidae). Experimental
parasitology, v.14, n.2, p.77-83, 2006.
Valencia-López, N.; Malone, J.B.; Gómez, C.;
Velásquez, L.E. Climate-based risk models for Fasciola
hepatica in Colombia. Geospatial Health, v.6, n.3,
p.S75-S85, 2012.

Wilches, C.; Jaramillo, J.G.; Muñoz, D.L. et al.


Presencia de infestación por Fasciola hepatica en
habitantes del valle de San Nicolás, oriente antioqueño.
Revista Infectio, v.13, n.2, 2009.

Giraldo-Pinzón, E.; Álvarez-Mejía, L. Registro de plantas hospederas


de caracoles Lymnaeidae (Mollusca: Gastropoda), vectores de Fasciola
hepatica (Linnaeus, 1758), en humedales de la región central andina
colombiana. Veterinaria y Zootecnia, v.7, n.2, p.63-74, 2013.
Clinicaland cytological staging of transmissible
venereal tumour at the BotucatuVeterinary
Hospital
ARTÍCULO DE
INVESTIGACIÓN

Luis Mauricio Montoya-Flórez1, 2, Francisco Pedraza-Ordóñez2, Sharlenne


Monteiro1, Cláudia Valéria Seullner Brandão1, Noeme Sousa Rocha1

1
Department of Veterinary Clinics, School of Veterinary Medicine and Animal
Science, Universidade do Estado de São Paulo, Botucatu, São Paulo, Brasil.
2
Veterinary Pathology Research Group, Faculty of Agricultural Sciences,
Universidad de Caldas, Manizales, Colombia.

maomontoya53@yahoo.es

(Recibido: septiembre 18, 2013 Aprobado: noviembre 15, 2013 Actualizado: diciembre 20,
2013)

ABSTRACT: The canine transmissible venereal tumour is a


transplantable neoplasm of great scientific interest for its versatile
biological behaviour and its complex mechanisms of evolution. The
main objective of this research was to obtain information in order to
carry out a better clinical and therapeutic approachof patients with this
tumour, twenty dogs with clinical and cytological diagnosis of TVT
were studied. Theclinical staging (TNM) was carried out,
thecytomorphologicclassification and the nuclear malignancyand
cytoplasmic criteria were obtained. TheChi-square test and the Mann-
Whitney test were used for data analysis. Eighteen animals were mixed
race with a 2 to 10 range of age, and the main location of the tumor was
the external genital and the predominant cellular type was
plasmacytoid. Themalignancynuclear and cytoplasmic criteria,with the
exception of the perinuclear halo,were similar to those described in the
literature. During the RNM classification, two tumours were
categorized as T3M and one as T3N1; the other tumours were classified
in different T degrees. Despite the lack of statistical significance for the
employed method, in general, a good clinical relationship was seen
between TNM staging and cytopathological findings, suggesting that
both provide greater certainty about the degree of aggressiveness,
progression and prognosis in the patients with TVT, as it occurs in other
typesof tumours. Use of staging in this tumour can serve as a criterion
to suggest the possible evolution and type of therapy.Nevertheless we
recommend future research to help define the benefits of using the
TNM clinical staging in TVT.

Key words: cytopathology, dog, plasmocytoid


Estadificación clínico y citológico del tumor venéreo transmisible
en el hospital veterinario de Botucatu*

* Foundation of Support to the Research of São Paulo Estate


(FAPESP).

RESUMEN: El tumor venéreo transmisible canino es una


neoplasia trasplantable que despierta gran interés científico por su
comportamiento biológico versátil y sus complejos mecanismos de
evolución; el objetivo de la investigación fue obtener información para
realizar un mejor abordaje clínico-terapéutico de pacientes con este
tumor, fueron utilizados 20 perros con diagnóstico clínico y citológico
de TVT; fue realizada la estadificación clínica (TNM), la clasificación
citomorfológica y la descripción de criterios de malignidad nuclear y
citoplasmáticos. Para el análisis de los datos se utilizaron los test
estadístico chi-cuadrado y el Mann-Whitney. 18 animales eran mestizos
con un rango de edad entre los 2 a 10 años, la principal localización del
tumor fue a nivel genital externo y el tipo celular más común fue el
plasmocitóide; los criterios de malignidad nucleares y citoplasmáticos
con excepción del halo perinuclear fueron similares a los descritos en la
literatura. Durante la clasificación TNM, fueron categorizados dos
tumores en estado T3M y uno en T3N1, los demás en diferentes grados
de T. A pesar de la ausencia de significancia estadística por el método
empleado, en general, fue vista una buena relación clínica entre la
estadificación TNM y los hallazgos citopatológicos, lo que sugiriere
que ambos son complementarios para proveer mayor seguridad sobre el
grado de agresividad, evolución y pronóstico en pacientes con TVT,
como sucede con otros tipos de tumores. Emplear esta estadificación en
este tumor, puede servir como criterio para decidir una posible
evolución y tipo de terapia, sin embargo, como es el primer trabajo en
este sentido, recomendamos futuras investigaciones que ayuden a
definir las ventajas de utilizar la estadificación clínica TNM en el TVT.

Palabras clave: citopatología, plasmocitóide, perro

Introduction

The transmissible venereal tumour is a contagious and sexually


transmissible neoplasia of unknown origin and, in natural conditions,
only affects dogs, and experimentally, other species. It was first studied
in 1876 by Novinsky, and later by Smith & Washbourn (Marchal et al.,
1997; Rogers, 1997; MacEwen, 2001). TVT was first described as a
transmissible and transplantable tumour (Booth, 1994) and has been
transplantable since the first description, over 100 years ago (Hasler &
Weber, 2000). The neoplasia has spread worldwide, but is prevalent in
tropical and subtropical climates (Ferreira et al., 2000; Varaschin et al.,
2001), mainly in countries with large populations of mongrel street
dogs (Papazoglou et al., 2001).
The transference between dogs is found equally in female as well male
dogs, and occurs by implantation of viable tumoral cells in the mucous
membranes during coitus, or by scratching, licking, biting or smelling a
carrier animal (Varaschin et al., 2001). Besides the genital contact, TVT
also may have an extra-genital localization (Pereira et al. 2000;
Rodrigues et al., 2001; Albanese et al., 2002). TVT usually is restricted
to its points of origin and implantation, except in rare cases (around
2,5%) (Pandey et al., 1989), where it has invaded adjacent tissues,
lymphatic and/or blood circulation and reached distant areas such as
lungs, liver, spleen, brain and other organs as metastatic deposits
(Meuten, 2000; Jubb et al., 2007). There are also reports of multiple
subcutaneous masses (Kroger et al., 1991). This tumour has a behaviour
that is unique, as shown by occurrence of spontaneous regression in
adults, but in newborns and immunocompromised dogs, it is metastatic
and fatal (Cohen, 1973; Yang & Jones, 1973).

The cytological evaluation of superficial injuries is an extremely useful,


simple, quickly done test with low cost and minimal risk to patients
(Cowel & Tyler, 1989; Wright & Parry, 1989; Kroger et al., 1991).

The cytological diagnosis must be precise and able to differentiate TVT


from other round cell cancers, especially lymphoma and histiocytoma;
Cytological examination has also been considered essential for
monitoring of treatment of transmissible venereal tumors (Amaral et al.,
2007).

Amaral et al. (2007) demonstrated different cytomorphological types in


cytological samples of Transmissible Venereal Tumour. There is a
predominance of round cells, scarce cytoplasm, and high nucleus to
cytoplasm ratio in the lymphocytoid pattern. There is a predominance
of ovoid cells, ample cytoplasm, and an eccentric nucleus in the
plasmacytoid pattern. The presence of both morphological types does
not show predominance of either in the mixed pattern. According to
Bassani-Silva et al. (2007) when TVT cells of lymphocytoid and
plasmacytoid morphologies where exposed to extracts of propolis in
vitro, the plasmacytoid phenotype was more resistant.

This could be an indication that the plasmacytoid TVT is more


aggressive than the lymphocytoid (Fonseca et al., 2012) and make us
conclude that this neoplasia has varying degrees of aggressiveness and
different TVT cellular lineages (Roger et al., 1998; Montoya et al.,
2012), with variable biological behaviour (Roger et al., 1998). This
demonstrates the need for a specific treatment for each type of tumour,
which would minimize cost and collateral effects by avoiding excessive
application of chemotherapy. The TNM system was established by the
International Union Against Cancer (UICC), is the most widely used
means for classifying the extent of cancer spread. The TNM system
consists of: the size of the primary lesion (T), the extent of its spread to
regional lymph nodes (N) and the presence or absence of distant
metastases (M). Determining the clinical stage defines the extension of
the tumor. The TNM allows a prognosis to be established and treatment
to be planned, giving precise information to the pathologist concerning
the material submitted for analysis, and in comparing clinical
observations from different sources (Owen, 1980; Morrison, 2002;
Amaral, 2005).

As it is known that some TVTs are resistant to chemotherapy (Brandão


et al., 2002; Bassani-Silva et al., 2007; Gaspar et al., 2010). Thus, the
aim of this study was to use the TNM clinical system in TVT, to
evaluate a possible relationship between the tumour cytological
classification criteria and clinical stage (TNM), that allowed in a future
provide a system for prediction of the clinical treatment.

Material and Methods

This study was approved by the Ethics Committee on Animal


Experimentation of the Faculdade de Medicina Veterinária UNESP-
Botucatu, São Paulo, Brazil. Samples were taken from 20 dogs with
cytological and clinical diagnosis of TVT; none of them had received
any prior therapy. The animals were selected independently of breed,
sex and age, and they originated from the Hospital of Veterinary
Medicine - UNESP at Botucatu.

Triage and clinical staging of the animals

On initial exam a history was done to obtain information on the


evolution, followed by a physical examination of the animal to decide
on the TNM staging. For this, we used the following criteria; (T1 =
Tumor less than or equal to two centimetres; T2 = Tumor larger than
two centimetres but less than five centimetres; T3 = Tumor larger than
five centimetres; N0 = absence of metastasis; N1 = metastasis to
regional lymph nodes; M, metastasis to other organs except the regional
lymph nodes) (Hataka, 2004).

Cytopathological examination

The cytopathogical samples were collected using a gynaecology brush


(external genitalia) and fine needle aspiration, (FNA) depending on the
site of the mass. Two slides were prepared from each tumor, fixed and
stained, one by Giemsa staining and the other by the method of Shorr.
Counting was performed using a common optical microscope at a
magnification of 10X to observe the entire extension of the slide and
evaluate the quality and quantity of the material. At 400X
magnification, the cells were observed individually for counting and
verification of the characteristics of malignancy. A careful and detailed
cytomorphological analysis was done using a reticulated eye piece
(100/25 grid integration with 25 mm2 area) which delimited the field of
cell count, for cellular morphology, plasmocytic type (60% or more of
TVT neoplastic cells with ovoid morphologic standard, abundant
cytoplasm and nucleus eccentrically) or lymphocytoid morphology
(60% or more of typical TVT cells, with round morphology, rare
cytoplasm and central nucleus) and mixed cellularity between
lymphocytic and plasmacytic cell types, in which none surpassed 59%
of the total (Amaral et al., 2007), (Figure 1).

As well, the smears were analyzed for the presentation of nuclear


malignancy criteria as evidenced by moulding, denuded, nuclear
inclusions, evident nucleoli, halo around the nucleolus, slit and
binucleation, and cytoplasmatic characteristics such as tadpole, signet
ring, projections and cannibalism.

Statistic analysis

For the statistical analysis the chi-square test was utilized, with
significance level set at p<0.05. The animals were divided into 2
groups: Group I: animals with a single mass; Group II: animals with
metastasis. The comparison of the malignancy criteria between groups I
and II was done using the Mann-Whitney test at level of p<0.05.

Results

Clinical and epidemiological data of the animals

Eighteen of the 20 dogs were mixed breed, with one French Poodle and
one Belgian Shepherd. Dog ages ranged from 2 to 10 years with a mean
age of 4.1 years. The number of males and females were equal (50%
from each sex). The tumour was most commonly found in the external
genitalia (20 cases); the extra-genital area was not a site for any primary
tumour. Three cases (15%) of metastatic tumour were found in which
the primary tumour was localized in the external genitalia of the dogs.
The tumour evolution time was: early tumours (up to three weeks of
evolution) (2 cases), established (three to eight weeks of evolution) (5
cases) or older (more than eight weeks) (9 cases). There were 4 cases in
which owners did not know the evolution time because they had
recently acquired the animal from the street. Tumor sizes were as
follows: less than two centimetres in diameter (8 animals), between two
and five centimetres (5 animals); and above five centimetres (7
animals). These data are summarized in Table 1.

Cytopathological analysis

The slides were analyzed qualitatively and quantitatively according to


the malignancy criteria observed. Those stained by the Giemsa method
were used for cytoplasmatic and nuclear classification; the Shorr
method was used to determine specific nuclear malignancy criteria. Ten
fields from each slide were analyzed to give average values for each
characteristic. The predominant morphology was the plasmocytoid type
which occurred in 19 animals and the lymphocytoid pattern was found
in 1 animal.

TNM classification

According to the TNM classification, three dogs had metastases. Two


cases were stage T3M, in other words, beyond the primary mass: one
had metastasis in the spleen and the other in the breast. The third case
was stage T3N1 with metastases in the lymph nodes. The other 17
animals were classified into different T stages according to size of the
mass (data summarized in Table 1).

Statistical analysis

There was no statistically significant difference in terms of results of


clinical and epidemiological presentation. Listed in Table 1. In the
statistical analysis between the groups for one of the malignancy
criteria (halo around the nucleoli), the difference was significant, with
higher values found in specimens of animals with metastases. Table 1
and 2.

Discussion

In the cytological service in the Veterinary Hospital-UNESP Botucatu-


SP, TVT is the second most common neoplasm found in dogs,
following mammary cancer. Thus, TVT deserves special attention by
pathologists, oncologists and surgeons (Amaral et al., 2004).

The use of cytological exam for diagnosis of round cell neoplasia was
recommended by Duncan and Prasse in 1979, as these authors
considered it more accurate than the histopathological exam. Since
then, the cytological exam has been considered essential for diagnosis
and monitoring of treatment of transmissible venereal tumors (Amaral
et al., 2007).

The predominant morphologic cell type cell in both the secondary and
primary TVTs was the plasmacytic pattern, found in 95% of the cases
in our study. These results are similar to those described by Fonseca et
al. (2012), who found this cell type in 82% of their Cases. In two
studies, one with 132 and the other with 576 TVT samples, the relevant
percentages of plasmacytic cells found were 53% and 74% (Amaral et
al., 2004; Amaral, 2005).

One possible analysis of these results may suggest a probable tumour


progression to more aggressive forms, in the patients treated at the
hospital.

This may be explained by previous studies done at the Laboratory of


Investigative Pathology FMVZ Botucatu, where TVTs of different
degrees of aggressiveness have been under evaluation (Amaral, 2005;
Bassani-Silva, 2005; Gaspar, 2005). According to Bassani-Silva et al.
(2007) when TVT cells of lymphocytoid and plasmacytoid
morphologies were exposed to extracts of propolis in vitro, the
plasmacytoid phenotype was more resistant. Comparing the results of
response to chemotherapy among the 2 morphological groups, it can be
noted that the plasmocytoid group was significantly less sensitive to
chemotherapy in relation to the lymphocytoid (Gaspar et al., 2009;
Gaspar et al., 2010).

It has been shown that TVTs with plasmacytoid morphology have


fewer DNA breaks (Amaral et al., 2011), larger nucleolar sizes
(Amaral, 2005), a high reactivity of Ki67 (MBI-1) (Gaspar, 2005), a
higher proportion of metastases (Amaral et al., 2007), and increased
expression rates of p-glycoprotein (Gaspar et al., 2010). A direct
consequence of this is the higher number of chemotherapy applications
required to obtain initial regression (Gaspar et al., 2010). This results in
increasing costs for owners and of side effects in animals such as
anorexia, myelosuppression and nephrotoxicity. However, further
research on this condition is required to confirm this hypothesis.

Similarly, in the three metastatic cases seen, the predominant


morphology pattern was plasmacytoid, a result that is corroborated by a
previous study, in which plasmacytoid cell type was more commonly
found in metastases and recurrent lesions (Amaral, 2005), providing
additional evidence that tumours with higher possibility of aggression,
have cells with plasmacytic morphology.

The evaluation of nuclear and cytoplasmic malignancy provides


information on changes in the cell cycle, division, maturation,
behaviour and cellular function, all important characteristics predicting
the degree of benignity or malignancy of the tissue under consideration.

In general the nuclear and cytoplasmic malignancy criteria observed in


different TVTs analyzed, did not differ from the literature (Table 1
through 3); however, the perinucleolar halo found in 45% of samples
was different between the groups (p<0,05), with higher values in
samples of animals with metastases. Amaral (2005) reported the a
perinucleolar halo in 87% of the cases, without differences between
groups.

The scientific literature does not refer to this finding in transmissible


venereal tumour, perhaps because in the routine veterinary practice,
looking for the cytologic characteristics of malignancy which were
considered in this study, is infrequently done (Greenings, 1993).
However based on our results, further studies should be undertaken to
validate this characteristic as indicating a more aggressive, malignant
and metastatic type of TVT.

Our study showed that use of the TNM staging as well as the
quantitative and qualitative assessment of cytoplasmic and nuclear
changes can both contribute more information on cases of TVT to the
clinical veterinarian.

TNM staging, established by the International Union Against Cancer


(UICC), consists in separating the tumour cases into staging groups.
The UICC believes that it is important to determine disease extension to
each anatomic location, because the accurate clinical description and
microscopic classification of the neoplasm can contribute to better
planning of therapy, a more accurate indication of prognosis;
improvement in the evaluation of the treatment results; facilitate the
exchange of information between the treatment centers; and contribute
to cancer research.

Likewise, this is classification is a dual system that includes a clinical


(This is based on evidence acquired before treatment) and a
pathological (postsurgical histopathological) classification. It is
imperative to differentiate between these classifications because they
are based on different methods of examination and serve different
purposes.

Thus, due to the increasing number and increasing aggressiveness of


cases of naturally occurring TVT, and the advantages of the cytological
exam in this tumour, we decided to use clinical staging to provide a
system for prediction of the clinical treatment based on the tumour
cytological classification.

Despite the fact that clinical TNM has not been used for this tumour,
our results are similar to described for other tumours in humans and
animals, such as lung (Mountain, 2002), breast (Karayannopoulou et
al., 2005), prostate (Cheng et al., 2012).

After TNM staging, the neoplasm was evaluated microscopically


looking for cytological indications of tumour aggressiveness which
could be correlated to the TNM stage. Although our study included
only twenty animals, our microscopic findings, were similar to those
previously reported (Amaral, 2005). These cytologic criteria of
malignancy are important to note, because one of these animals in
which they were found had one of the highest TNM stages (T3N1), and
the three cases with a secondary metastatic mass always had a primary
mass greater than 5 cm (T3). Our data suggest that the clinical TNM
and cytopathological information are complementary, giving better
diagnostic and prognostic accuracy, and helping guide the choice of
appropriate therapy, and monitoring.
The TNM staging was easily done in applied in all animals in the
present study, demonstrating that this classification method is possible
and should be used routinely to improve TVT diagnosis, and for better
determination of tumour extension.

By using the TNM staging system for naturally occurring TVTs, the
oncologist will be able to exchange information more readily with
others. This would enable a more rapid switch of therapeutics in the
case of non responders.

The epidemiologic data we obtained agrees with literature reports


stating no predilection for sex or dog breed (Nieslsen & Kennedy,
1990; Cowell & Tyler, 1999; Das & Das, 2000). Eighteen (90%) of the
20 animals studied were mixed-breed dogs (MB), in agreement with
descriptions by Brandão et al. (2002), Amaral et al. (2004), Lefebvre et
al. (2007) and Fonseca et al. (2012). These authors grouped the MB
dogs into a population characterized as homeless and therefore more
exposed to the transmission of this tumor. The ranged of age in affected
animals was from 2 to 10 years, the sexually active stage of the lives of
these animals, which is as expected, given TVT is a venereal disease
(Amaral et al., 2004; Amaral, 2005).

The predominant tumor localization was genital in comparison with


extra genital sites, which is the most common site for naturally
occurring TVT in male and female dogs (Nieslsen & Kennedy, 1990;
Rogers, 1997) corroborating the results by (Das & Das, 2000; Nak et
al., 2005; Amaral et al., 2007; Fonseca et al., 2012). Tumor metastasis
to other organs has been described (Ferreira et al., 2000; Hasler &
Weber, 2000; Park et al., 2006). Metastases were found in three cases in
our study (15%), with the primary tumor being found in the external
genital area.

The occurrence of metastasis in TVT has been estimated by various


authors, according to Ferreira et al. (2000), may vary between 1.5% and
6%, both (Roger, 1997; MacEwen, 2001) found an incidence between
0% to 17%. These studies agree with our findings, however, this is less
than the incidence of 25% reported by Amaral (2005). TVT metastases
sites include: lung, spleen, liver, kidneys and lymph nodes (Park et al.,
2006). In our study of three metastatic cases, the sites were the lymph
nodes in a male, and spleen and breast in the females. In TVT,
metastasis to regional lymph nodes is well established (Rogers et al.,
1998; Das & Das, 2000) and metastasis in breast (Amaral, 2005) and
spleen (Romero et al., 2010) already have been described.

With respect to time of evolution of the masses, 10% took 3 weeks,


25% appeared between 3 and 8 weeks, while 45% of the tumors had
been present for eight weeks or more at clinical examination. In 4 cases
the date of appearance was unknown. According to the literature, tumor
growth appears 15-60 days after implantation (Duarte et al., 2006).
However, it remains difficult to infer the time evolution in cases of
TVT (Santos, 2008).

With respect to the size of the masses, there were approximately equal
numbers of tumors smaller than 2 cm and larger than 5 centimeters,
with seven and eight observations respectively. The remaining tumors
were between 2 and 5 cm. Our tumor measurements were within the
range cited in the literature which reports lesions less than 1 cm
diameter to large, multilobular nodules of 10 cm diameter (Cohen,
1985; Das & Das, 2000; Goldshmidt & Hendrick, 2002).

Conclusion

This is the first report on the use of TNM staging in TVTs. While more
studies need to be done to confirm its practicality, we found it easy and
accurate to use. We found only one statistically significant difference
(halo around the nucleolus) between the group without metastatic
disease and the group with metastases. Despite the lack of statistical
significance, in general, a good clinical relationship was seen between
TNM staging and cytopathological findings, suggesting that use of both
together provide greater certainty regarding degree of aggressiveness,
progression and prognosis in the patients with TVT, as occurs in other
tumour types. We believe that more extensive use of the TNM staging
system will assist in a number of objectives such as: estimating survival
times, evaluating treatment results, and aiding in choice of therapies for
patients with TVTs.

Acknowledgements

Financial Support: Foundation of support to the research of São Paulo


estate FAPESP.

References

Albanese, F.; Poli, A.; Millanta F. Primary cutaneous


extragenital canine transmissible venereal tumour with
Leishmania-laden neoplastic cells: a further suggestion
of histiocytic origin? Veterinary Dermatology, v.13,
p.243-246, 2002.

Amaral, A.S. Tumor venéreo transmissível canino:


critérios citológicos de malignidade e caracterização
citomorfológica correlacionada a imunocitoquímica e
lesões de DNA. Botucatu, Brasil: Universidade Estadual
Paulista, 2005, 228p. Tese (Doutorado em Medicina
Veterinária) - Faculdade de Medicina Veterinária e
Zootecnia.
Amaral, A.S.; Bassani-Silva, S.; Ferreira, I. et al.
Cytomorphological characterization of transmissible
canine venereal tumor. Revista Portuguesa de Ciências
Veterinárias, v.102, p. 253-260, 2007.

Amaral, A.S.; Gaspar, L.F.; Bassani-Silva, S.


Cytological diagnostic of transmissible venereal tumour
in the Botucatu region, Brazil (descriptive study: 1994-
2003). Revista Portuguesa de Ciências Veterinárias,
v.99, n.551, p.167-171, 2004.

Amaral, A.S.; Ferreira, I.; Colodel, M.M.; Fávero, D.M.;


Rocha, N.S. DNA damage in canine transmissible
venereal tumor. Revista Lusófona de Ciência e
Medicina Veterinária. v 4, p. 1-5, 2011.

Bassani-Silva, S. Efeito da própolis sobre a


agressividade do tumor venéreo transmissível canino:
ensaios in vitro. Botucatu, Brasil: Universidade
Estadual Paulista, 2005. 104p. Dissertação (Mestrado em
Medicina Veterinária) - Faculdade de Medicina
Veterinária e Zootecnia.

Bassani-Silva, S.; Sforcin, J.M.; Amaral, A.S. et al.


Propolis effect in vitro on canine transmissible venereal
tumour cells. Revista Portuguesa de Ciências
Veterinárias, v.102, p. 261-265, 2007.

Booth, M.J. Canine transmissible venereal tumour and


ovarian papillary cystadenocarcinoma in a bitch.
Journal of Small Animal Practice, v.35, n.1, p.39-42,
1994.

Brandão, C.V.; Borges, A.G.; Ranzani, J.J. et al. Tumor


Venéreo Transmissível: estudo retrospectivo de 127
casos (1998-2000). Revista Educação Continuada
CRMV-SP, v.5, p.25-31, 2002.

Cheng, L.; Montironi, R.; Bostwick, D.G. et al. Staging


of prostate cancer. Histopathology, v.60, p.87-117,
2012.

Cohen, D. The biological behavior of the canine


transmissible venereal tumour in imunosupressed dogs.
EUR j. Cancer, v.9, p.253-258, 1973.

Cohen, D. The Canine transmissible venereal tumour: a


unique result of tumour progression. Advances in
Cancer Research, v.43, p.75-112, 1985.
Cowel, R.L.; Tyler, R.D. Cytology of cutaneous lesions.
Veterinary Clinics North America: Small Animal
Practice, Philadelphia, v.19, p.769-794, 1989.

Cowell, R.L.; Tyler, R.D. Diagnostic cytology and


hematology of the dogs and cats. American Veterinary
Publications, 1999. 206p.

Das, U.; Das, A.K. Review of canine transmissible


venereal sarcoma. Veterinary Research
Communications, v.24, p.545-56, 2000.

Duarte, R.; Niero, R.; Doretto, J.S. Eritrocitose associada


a tumor venéreo transmissível em cão: relato de caso.
Arquivo Brasileiro de Medicina Veterinária
Zootecnia, v.58, n. 6, p.1018-23, 2006.

Ferreira, A.J.; Jaggy, A.; Varejão, A.P. Brain and ocular


metastases from a transmissible venereal tumour in a
dog. Journal of Small Animal Practice, v.41, n.4,
p.165-168, 2000.

Fonseca, L.S.; Mota, L.S.; Colodel, M.M. et al.


Spontaneous Canine Transmissible Venereal Tumor:
association between different phenotypes and the
insertion LINE-1/c-myc. Revista Colombiana Ciencias
Pecurias, v.25, p.402-408, 2012.

Gaspar, L.F.J. Caracterização citomorfológica do


tumor venéreo transmissível canino correlacionada
com danos citogenéticos, taxa de proliferação e
resposta clínica à quimioterapia. Botucatu, Brasil:
Universidade Estadual Paulista, 2005. 143p. Tese
(Doutorado em Medicina Veterinária) - Faculdade de
Medicina Veterinária e Zootecnia.

Gaspar, L.F.; Amaral, A.S.; Bassani-Silva, S.; Rocha


N.S. Imunorreatividade à glicoproteína-p nos diferentes
tipos citomorfológicos de tumor venéreo transmissível
canino. Veterinária em Foco; v.6, n.2, 2009.

Gaspar, L.F.; Ferreira, I.; Colodel, M.M. et al.


Spontaneus canine transmissible venereal tumour: cell
morphology and influence on p-glycoprotein expression.
Turkish Journal Veterinary Animal Science, v.34, p
447-454, 2010.

Goldschmidt, M.H.; Hendrick, M.J. Tumours of the


skin and soft tissues. In: Meuten, D.J. (Ed). Tumours in
domestic animals. Ames. Iowa: Iwoa State, 2002. p.45-
117.

Grenings, S. Clinical cytology and cytotechnology. In:


Keebler, C.M.; Somrak, T.S. The manual of
cytotechnology. 7.ed. Chicago: American Society of
Clinical Pathologists, 1993. Chap.2, p.5-16.

Hasler, A.H.; Weber, W.T. Theriogenology question of


the month. Transmissible venereal tumour (TVT).
Journal of American Veterinary Medical Association,
Schaumburg, v.216, n.10, p.1557-1559, 2000. Errata:
Theriogenology question of the month. Journal of
American Veterinary Medical Association, Schaumburg,
v.217, n.1, p.42, 2000.

Hataka, A. Citologia aspirativa com agulha fina e


histopatologia: valor e significado para o diagnóstico
e prognóstico do câncer de mama em cadelas.
Botucatu, Brasil: Universidade Estadual Paulista, 2004.
90p. Tese (Doutorado em Medicina Veterinária) -
Faculdade de Medicina Veterinária e Zootecnia.

International Union Against Cancer (UICC). TNM


classification of malignant tumors. 5 th and 6 th eds.
Geneva: UICC, 1997 and 2002.

Jubb, K.V.F.; Kennedy, P.C.; Palmer, N. Editado por


Maxie, G. Pathology of Domestic Animals. Nervous
system, 2007, v.1. 7th ed. Elsevier Health Sciences.
p.415.

Karayannopoulou, M.; Kaldrymidou, E.; Constantinidis,


T.C. et al. Histological grading and prognosis in dogs
with mammary carcinomas: application of a human
grading method. Journal Comparative Pathology,
v.133, p.246-252, 2005.

Kroger, D.; Grey, R.M.; Boyd, J.W. An usual


presentation of canine transmissible venereal tumour.
Canine Practice, v.16, n.6, p.17-21, 1991.

Lefebvre, G.N.; Bonamin, L.V.; Oliviera, C.M.


Tratamento de tumor venéreo transmissível (TVT)
canino utilizando Viscum álbum em associação à
quimioterapia. Clinical Veterinary, v.70, p.78-86, 2007.

MacEwen, E.G. Transmissible veneral tumour. In:


Withrow, S.J., MacEwen, E.G. 3th ed. Small animal
clinical oncology. Philadelphia: W.B. Saunders, 2001.
p.651-656.

Marchal, T.; Chabanne, L.; Kaplanski, C.


Immunophenotype of the canine transmissible venereal
tumour. Veterinary Immunology and
Immunopathology, v.57, n.1-2, p.1-11, 1997.

Meuten, D.J. Tumours in Domestic Animals. London:


University of California Press. 4th ed., 2000. p.115-117,
435, 572.

Montoya, M.; Pedraza, F.; Grandi, F. et al. Cytologic


subtypes of canine transmissible venereal tumour.
Veterinary Clinical Pathology, v.41, n.1 p.4-5, 2012.

Morrison, W.B. Cancer in dog and cats: medical and


surgical management. Printed About in China, Teton
New Media, 2 ed., 2002. p.58-60.

Mountain, C.F. Staging classification of lung cancer.


Clinics in Chest Medicine, v. 23, p.103-121, 2002.

Nak, D.; Nak, Y.; Cangul, I.T. et al. clinic-pathological


study on the effect of vincristine on transmissible
venereal tumour in dogs. Journal Veterinary Medicine,
v.52, p.366-70, 2005.

Nieslsen, S.W.; Kennedy, P.C. Tumors of the genital


systems. In: Tumours in domestic animals. 3a edição.
Editor: Moulton, J.E. University of California Press
(Berkeley, Los Angeles, London), 1990. p.479-517.

Owen, L.N. World Health Organization TNM


classification of tumors in domestic animals. Geneva:
WHO, 1980.

Pandey, S.K.; Chandrapuria, V.P.; Bhargava, M.K.;


Tiwari, S.K. Incidence, treatment approach and
metastasis of canine transmissible venereal sarcoma.
Indian Journal of Animal Sciences, v. 59, p. 510-513,
1989.

Papazoglou, L.G.; Koutinas, A.F.; Plevraki, A.G.


Primary intranasal Transmissible Venereal Tumour in
the dog: a retrospective study of six spontaneous cases.
Journal of Veterinary Medicine Series A, v.48, n.7,
p.391-400, 2001.
Park, M.S.; Kim, Y.; Kang, M.S. Disseminated
transmissible venereal tumour in a dog. Journal of
Veterinary Diagnostic Investigation, v.18, n.1, p. 130-
133, 2006.

Pereira, J.S.; Silva, A.B.; Martins, A.L.


Immunohistochemical characterization of intraocular
metastasis of a canine transmissible venereal tumour.
Veterinary Ophthalmology, v.3, n.1, p.43-47, 2000.

Rodrigues, G.N.; Alessi, A.C.; Laus, J.L. Intraocular


transmissible venereal tumour in a dog. Ciência Rural,
v.31, n.1, p.141-143, 2001.

Rogers, K.S. Transmissible venereal tumor. The


Compendium on Continuing Education for the
Practicing Veterinarian. Princeton Junction, v.19, n.9,
p.1036-1045, 1997.

Rogers, K.S.; Walker, M.A.; Dillon, H.B. Transmissible


venereal tumour: a retrospective study of 29 cases.
Journal of the American Animal Hospital
Association, v.34, n.6, p.463-470, 1998.

Romero, R.R.; García de Jalón, J.A.; Nevárez, A.M. et


al. Transmissible venereal tumour with metastasis to a
spleen hemangioma in a bitch. Veterinary México,
v.41, n.4, p.305-310, 2010.

Santos, F.G.; Vasconcelos, A.C.; Nunes, J.E.; Cassali,


G.D.; Paixão, T.A. Martins, A.S.; Silva, S.S.; Martins,
R.F.; Moro, L. Apoptosis in the transplanted canine
transmissible venereal tumor during growth and
regression phases Arquivo Brasileiro de Medicina
Veterinária e Zootecnia, v.60, n.3, p.607-612, 2008.

Varaschin, M.S.; Wouters, F.; Bernins, V.M. Tumor


venéreo transmissível canino na região de Alfenas,
Minas Gerais; formas de apresentação clínico-
patológicas. Clínica Veterinária, v.6, n.32, p.32-38,
2001.

Wright, P.J.; Parry, B.W. Cytology of the canine


reproductive system. Veterinary Clinics of North
America: Small Animal Practice, Philadelphia, v.19,
p.851-874, 1989.

Yang, T.J.; Jones, J.B. Canine transmissible venereal


sarcoma - Transplantation studies in neonatal and adult
dogs. Journal of National Cancer Institute, v.51,
p.1915-1918, 1973.

Montoya-Flórez, L.M.; Pedraza-Ordóñez, F.; Monteiro, S.; Seullner


Brandão, C.V.; Sousa Rocha, N. Cytological and clinical staging of
transmissible venereal tumour at the Veterinary Hospital of Botucatu.
Veterinaria y Zootecnia, v.7, n.2, p.75-91, 2013.
Prevalencia y factores asociados a la mastitis
subclínica bovina en los Andes peruanos*
ARTÍCULO DE
INVESTIGACIÓN

Crish Stefani Santivañez-Ballón1, Oscar Elisban Gómez-Quispe1, Ludwing


Ángel Cárdenas-Villanueva1, Max Henry Escobedo-Enríquez1, Renzo Hernán
Bustinza-Cardenas2, Jaime Peña-Sánchez3

1
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional
Micaela Bastidas de Apurímac, Perú.
2
Municipalidad Provincial de Abancay - Apurímac, Perú.
3
Fondo de Desarrollo Ganadero, Agrícola y Agroindustrial - Apurímac, Perú.
* Proyecto financiado por la Dirección de Investigación Universitaria de la
Universidad Nacional Micaela Bastidas de Apurímac, Perú.

oegomezq@hotmail.com

(Recibido: noviembre 18, 2013 Aprobado: diciembre 12, 2013 Actualizado: diciembre 20,
2013)

RESUMEN: Con el objetivo de determinar la prevalencia y


los factores asociados a la mastitis subclínica, se utilizaron 209 de 459
bovinos en producción de leche del distrito de Tamburco (Abancay,
Apurímac, Perú). En el ámbito el tipo de ordeño fue manual, con
temperaturas que oscilan entre 18°C a 1,3°C y localizada entre 2700 a
3100 msnm. Para determinar la prevalencia de la enfermedad se utilizó
el California Mastitis Test (CMT) y para hallar los factores asociados se
usó la regresión logística multivariada. Se encontró 72,25% (151 de
209) de prevalencia de mastitis subclínica, considerando trazas como
positivos, y 65,55% (137 de 209) de prevalencia de mastitis subclínica
sin considerar trazas como positivos. De 15 variables estudiadas, solo 3
fueron consideradas en el modelo de regresión logística. Se encontró
dos veces más riesgo a la mastitis subclínica en vacas de raza Holstein
[exp (β) = OR = 2,117] que en aquellas de otras razas, y en vacas con
ausencia de higiene de manos antes del ordeño [exp(β) = OR = 2,096]
que en vacas donde se realiza esta higiene; sin embargo, la edad de 3 a
4 años de las vacas [exp(β) = OR = 0,396] fue un factor de protección
que aquellas mayores a 4 años. Se concluye que la inclusión de trazas
en la estimación de la prevalencia no incrementa su valor; existen
factores de riesgo y de protección que están asociados con la ocurrencia
de mastitis subclínica en bovinos.

Palabras clave: CMT, inflamación, regresión logística, riesgo, vaca


Prevalence and factors associated with subclinical bovine mastitis
in the Peruvian Andes

ABSTRACT: With the aim to determine the prevalence and


factors associated with subclinical mastitis, 209 of 459milk production
bovines were used in the district of Tamburco (Abancay, Apurimac,
Perú). In the area the type of milking was done manually, with
temperatures ranging between 18°C and 1.3°C and located between
2,700-3,100 meters above sea level. To determine the prevalence of the
disease California Mastitis Test (CMT) was used and to find the
associated factors multivariate logistic regressionwas used. 72.25%
(151 of 209) prevalence of subclinical mastitis considering traces as
positive, and 65.55% (137 of 209) prevalence of subclinical mastitis
without considering traces as positivewas found. Of all the 15 variables
studied, only 3 were considered in the logistic regression model. Twice
the risk to subclinical mastitis was foundin Holstein cows [exp (β) =
OR = 2.117] than in those other races, and in cows with no hand
hygiene before milking [exp (β) = OR = 2.096] than in cows for which
hands hygiene was notperformed before milking; however, the 3 to 4
years of the cows[exp (β) = OR = 0.396] was a protective factor which
did not happen with those cowsolder than 4 years. It isconcluded that
the inclusion of traces in estimating the prevalence increases itsvalue;
there are risk and protective factors which are associated with the
presence of subclinical mastitis in cattle.

Key words: CMT, inflammation, logistic regression, risk, cows

Introducción

La mastitis es una enfermedad muy costosa y serio problema de la


industria lechera en todo el mundo (Fetrow et al., 1991), induce a la
disminución de la producción de leche entre el 4 al 30%, reduce la
calidad de leche, incrementa los costos del cuidado de la salud del hato
y ocasiona un desecho prematuro de animales genéticamente mejorados
(Bedolla & Ponce de León, 2008).

Esta enfermedad es causada por microorganismos que invaden la ubre


(Andresen, 2001). Además, puede ser provocada por lesiones físicas,
mala desinfección de las ubres en el ordeño, máquinas de ordeño mal
utilizadas, deficiente sellado post-ordeño, mal estado de las camas,
entre otros factores, que predisponen al ingreso de microorganismos
patógenos a las glándulas mamarias causando daño físico al tejido y
provocando así su inflamación (Acuña & Rivadeneira, 2008).

Un gran número de glándulas con mastitis no se detecta fácilmente


(mastitis subclínica) mediante la palpación, ni por el examen visual de
la leche (Patiño, 2008). Según Relova et al. (2008), las vacas lecheras
están expuestas a contraer mastitis, y dependiendo del grado de
afectación de la ubre, esta enfermedad puede manifestarse o permanecer
inadvertida. Una de las técnicas empleadas para evaluar la afección de
las glándulas mamarias es el California Mastitis Test (CMT) dado su
practicidad, bajo costo, simplicidad, rapidez en la obtención de
resultados diagnósticos, aplicabilidad y efectividad. La identificación de
los factores de riesgo facilita el control de la enfermedad; en este
contexto, la regresión logística se ha convertido en un paradigma muy
usado en ciencias de la salud, debido a que permite construir modelos
predictores y estimar parámetros que tienen una interpretación en
términos de riesgo.

Entre las actividades a las que se dedican los habitantes de los valles
interandinos en los Andes peruanos está la crianza de ganado vacuno
con fines de comercialización de leche; sin embargo, uno de los
problemas de esta crianza es la presentación de mastitis que ocasiona la
disminución de la calidad y cantidad de leche, y con ello pérdidas
económicas. El objetivo de la investigación fue determinar la
prevalencia y los factores asociados a la presentación de mastitis
subclínica. Actualmente, en el ámbito son limitados los estudios al
respecto, lo que impide la realización de programas de control contra la
mastitis.

Materiales y Métodos

Localización y muestra. La investigación se desarrolló en el distrito de


Tamburco (Kerapata y anexos), provincia de Abancay, departamento de
Apurímac (Perú) en el último semestre del 2012. El ámbito estuvo
caracterizado por estar ubicado entre 2700 a 3100 msnm, con
temperatura máxima y mínima de 18 a 1,3°C respectivamente, humedad
relativa entre 59 a 70%, y precipitación anual entre 641 a 1119 mm/año.
La mayor parte de los productores (94,4%) pastoreaba todos los
animales, utilizando el sistema de pastoreo a estaca y campo libre, con
una alimentación basada en pastos naturales (Pennisetum clandestinum,
Trifolium sp.), forraje (Medicago sativa), seguido de chala de maíz (Zea
mays) y la suplementación de concentrado casero (afrecho, maíz grano,
cebada grano, soya, sal común y suplemento mineral comercial); y la
producción de leche alcanzaba un promedio de 10,8
kilos/vaca/día/productor (Quispe et al., 2009). Asimismo, en el lugar se
ordeñaba manualmente dos veces por día con presencia de ternero, con
5 bovinos en promedio por finca y 2 vacas en producción por finca, con
una composición racial del rebaño de 54, 33, 8 y 5% de raza Holstein,
Criolla, Cruzada y Brown Suis, respectivamente. El estudio fue de tipo
transversal, el tamaño de la población fue 459 vacas en producción, de
ella se utilizó una muestra aleatoria de 209 vacas (p = 0,6 y nivel de
confianza de 95%), que correspondía a 95 productores, distribuyéndose
por conglomerados según la metodología propuesta por Mateu & Casal
(2003) para muestreos en epidemiología.

Diagnóstico de mastitis subclínica mediante Califórnia Mastitis


Test (CMT). La toma de muestras se realizó antes del ordeño del
animal (2 ml aprox.), después de eliminarse el primer chorro de leche.
Se tomó una muestra de cada cuarto de la vaca para cada pozo de la
raqueta del CMT, respectivamente; luego se adicionó un volumen
similar del reactivo de CMT (detergente alquilarilsulfonato de sodio) y
se procedió a homogeneizar durante 10 a 20 segundos, para luego
interpretar los resultados, según la metodología descrita por Blowey &
Edmonson (1995).

Estimación de los factores de riesgo. Previamente, se diseñó una ficha


de recolección de datos, la cual fue probada para corroborar si las
preguntas eran entendibles y fáciles de responder por los productores.
Esta ficha incluía preguntas agrupadas de acuerdo con su
correspondencia en características inherentes al animal (raza, edad,
periodo de lactación, parto múltiple, condición corporal), prácticas de
manejo (conocimiento sobre prevención de mastitis, ordeño a mano
llena, higiene de manos, despunte, lavado de pezones, sellado de
pezones, ordeño último de casos clínicos, número de vacas del hato) y
medio ambiente (higiene del lugar de ordeño, higiene de dormidero),
según los antecedentes indicados por Novoa et al. (2005), Ramírez et al.
(2011) y los propuestos por nosotros, dada la capacidad de medición en
el momento de la investigación; las mismas que fueron consideradas
como variables independientes. Del mismo modo, se consideró a la
condición de salud (considerando trazas como positivos) como variable
dependiente. La toma de datos y la recolección de información se
realizaron antes, durante y después del ordeño. La estimación de las
variables se realizó de la siguiente manera: la condición de salud se
determinó por la prueba de CMT, la raza por evaluación visual, la edad
por cronometría dental y verificación de registros, el periodo de
lactación por contraste con los días de lactancia, el número de parto por
verificación de registros y entrevista, la condición corporal utilizando el
Diagrama de Ferguson (Ferguson et al., 1994) establecido para los
animales lecheros en una escala de 5 puntos, el conocimiento sobre
prevención de mastitis por entrevista al usuario con el uso de guía de
preguntas; las variables como ordeño a mano llena, higiene de manos,
despunte, lavado de pezones, sellado de pezones, ordeño último de
casos clínicos e higiene del lugar de ordeño fueron determinados por
inspección de los ordeños, el número de vacas del hato por entrevista y
la higiene de dormidero por inspección del lugar.

Técnicas de procesamiento y análisis de datos. La prevalencia de


mastitis subclínica para vacas (con al menos un cuarto afectado), por
cuartos totales y cuartos individuales se procesó de acuerdo con las
siguientes fórmulas:

Prevalencia = (N° de vacas positivas / N° total de vacas muestreadas)


*100

Prevalencia total de cuartos = (N° total de cuartos positivos / N° total de


cuartos muestreados)*100
Prevalencia de cuartos individuales= (N° total de cuartos individuales
positivos / N° total de cuartos muestreados)*100

En la estimación de la prevalencia no se incluyó los cuartos ciegos o no


funcionales. Para la determinación de los factores asociados a la
mastitis subclínica se utilizó una regresión logística múltiple de la
siguiente forma:

Los datos fueron analizados con el paquete estadístico SPSS V8


utilizando el método automático por pasos, hacia delante, que utiliza la
prueba de la razón de verosimilitud para comprobar las variables a
incluir o excluir.

Resultados y Discusión

Debido a que en los resultados de la CMT, se considera a la reacción


traza como dudosa o sospechosa de la enfermedad, se estimó la
prevalencia de mastitis subclínica con y sin trazas. Tabla 1

Prevalencia de mastitis subclínica en vacas. Considerando trazas


como positivos (Tabla 1), se encontró 72,25% de prevalencia; esta
información difiere al 62,2% reportado por Novoa (2003) en Cuba. Para
el Perú este dato fue, muy superior a 8,82% encontrado por Coronel et
al. (2011) en la Estación Experimental Agropecuaria de Satipo (Junín),
mayor a 33% hallado por Zambrano & Alemán (1991) en el distrito de
la Joya (Arequipa), superior a 56,7% informado por Martel et al. (2011)
en la comunidad campesina de Ticlacayan (Cerro de Pasco), y diferente
a 62,3% indicado por Cuayla (2010) en el distrito de Majes (Caylloma,
Arequipa). En los valores reportados por Novoa (2003), Cuayla (2010),
las investigaciones fueron realizados en situación de ordeño
mecanizado y con mejor manejo de la rutina de ordeño; respecto a
Zambrano & Alemán (1991), las muestras se tomaron de los porongos
de leche; en cuanto a Coronel et al. (2011), su estudio fue realizado en
la selva peruana donde las vacas evaluadas fueron de raza cebú. Esta
disparidad de resultados se atribuye a la influencia de una gran cantidad
de factores intrínsecos en cada lugar que condicionan la presentación y
forma de manifestación de la enfermedad.

La prevalencia encontrada sin considerar trazas como positivos (Tabla 1)


fue 65,55% similar a la prevalencia de 72,25% estimada considerando
trazas como positivos (p>0.05); sin embargo, esta prevalencia aun fue,
mayor al reportado por Ramírez et al. (2011) en el altiplano norte de
Antioquia (Colombia) que hallaron prevalencias de 39,3 y 54,8% para
ordeño manual y mecánico, respectivamente; superior a 39,3%
reportado por Ruiz et al. (2011) en muestras obtenidas por ordeño
manual en Pernambuco (Brasil); superior al 39% informado por Torrez
& Duartes (2006) en el municipio de Paiwas (región Autónoma del
Atlántico Norte, Nicaragua); mayor al 38% reportado por Solís (2007)
en el ganado de doble propósito en el municipio de Nagarote (León,
Nicaragua); mayor al 23,6% encontrado por Alfonso et al. (2008) en
vaquerías de la provincia de Villa Clara (Cuba); y mucho mayor que el
10,67% reportado por Acuña & Rivadeneira (2008) en la provincia de
Pichincha (Sangolqui, Ecuador), aunque en este caso se tomaron en
cuenta los casos positivos solo a partir del grado dos de la prueba CMT.
La baja prevalencia encontrada por Ramírez et al. (2011) respecto al
nuestro, se debería a que en las fincas de esa región colombiana se
ordeña manual y mecánicamente, aunque no se garantizan las
condiciones y materiales necesarios para efectuar el ordeño mecánico
de calidad, ya que reportaron una prevalencia menor con ordeño manual
y mayor con ordeño mecánico. En nuestro ámbito, es limitada la
información respecto a esta prevalencia; sin embargo, es menor a 83,3%
de prevalencia de mastitis subclínica encontrada por Adrianzén &
Rodríguez (2007) en la comunidad Unión Paqchaq (Huamanga,
Ayacucho, Perú), pero el método de diagnóstico utilizado fue la prueba
modificada de Whiteside.

Prevalencia de mastitis subclínica en cuartos totales. Considerando


trazas como positivos (Tabla 1), se obtuvo una prevalencia total de
cuartos del 48,67%; esta prevalencia es mucho menor a 77% reportado
por Relova et al. (2008) en una lechería especializada de La Habana
(Cuba); es probable que esta diferencia se deba al incumplimiento de la
rutina de ordeño, ya que en ese lugar no se realizaba una adecuada
terapia de vacas clínicas, ni de vacas secas, constituyendo así una fuente
constante de infección; contrariamente, fue superior a lo encontrado por
Pastor & Bedolla (2008), quienes reportaron una prevalencia de cuartos
afectados con mastitis subclínica de 41,12% en el municipio de
Tarímbaro (Michoacán, México) debido a la falta de conocimiento de
los ganaderos sobre la práctica de manejo, higiene y desinfección de las
ubres de las vacas antes y después del ordeño; y mucho mayor a lo
reportado por Coronel et al. (2011) que señalaron una prevalencia de
6,06% para cuartos mamarios en la provincia de Satipo (Junín, Perú) en
vacas cebú.

En cuanto a los resultados sin considerar trazas como positivos (Tabla 1),
se encontró una prevalencia de mastitis subclínica del 42,27%; esta
prevalencia es menor a 45,5% hallado por Solís (2007) y a 43,45%
reportado por Torrez & Duartes (2006); pero mayor a 20,7%
encontrado por Ramírez et al. (2011).

Prevalencia de mastitis subclínica en cuartos individuales.


Considerando trazas como positivos (Tabla 1), se hallaron que los
cuartos anterior derecho (48,79%) e izquierdo (48,33%), cuartos
posterior derecho (49,28%) e izquierdo (48,29%), tenían similares y
cercanas prevalencias a 49%. Esta información es menor a lo reportado
por Flores & García (2005) en el municipio de Camoapa (Nicaragua),
donde los cuartos anteriores fueron los que presentaron mayores
reacciones positivas y el más afectado fue el cuarto anterior derecho
con el 75,8% de prevalencia.

Sin considerar trazas, se tiene que el cuarto posterior izquierdo es el


menos afectado con una prevalencia del 40% y el cuarto posterior
derecho fue el más afectado con una prevalencia del 45,41% (Tabla 1).
Estos resultados son cercanos a los resultados hallados por Torrez &
Duartes (2006) en el municipio de Paiwas (Nicaragua), donde los
cuartos anteriores fueron los que presentaron las mayores reacciones
positivas y el más afectado fue el cuarto anterior derecho con el 48,5%
de prevalencia; asimismo es próximo a los encontrados por Duarte
(2004) en la Finca Santa Rosa (Managua, Nicaragua), donde los cuartos
anteriores fueron los que presentaron mayores reacciones positivas y el
más afectado fue el cuarto anterior derecho con una prevalencia del
38,46%; contrariamente difieren con las prevalencias obtenidas por
Solís (2007) en las que los cuartos anteriores fueron los que presentaron
las mayores reacciones positivas y el más afectado fue el cuarto anterior
derecho con el 100% de prevalencia en ganado de doble propósito en el
municipio de Nagarote (León, Nicaragua).

Factores asociados a la mastitis subclínica. Existe una variedad de


factores ambientales, de manejo por intervención del hombre (Novoa et
al., 2005) e inherentes al animal, que en conjunto predisponen a la
presentación de mastitis subclínica; en el estudio solo 15 variables
fueron evaluadas (Tabla 2).
De los cuales solo las variables raza Holstein, edad de 3 a 4 años y
ausencia de higiene de manos, constituyeron factores que afectan a la
presentación de mastitis subclínica en nuestro ámbito de estudio, ya que
los parámetros βs del resto de variables no han sido significativos
(p>0,05), por lo que no han sido incorporadas en el modelo. Tabla 3

Analisis de riesgos. Los Odds Ratio (OR) expresados en exp(B),


indican que la raza Holstein [exp(β) = OR = 2,117] tiene 2,1 veces de
riesgo que si fuera de otra raza (Criolla o Jersey), así como la ausencia
de higiene de manos antes del ordeño [exp(β) = OR = 2,096] presenta
un riesgo de 2,1 veces que si hubiera presencia de higiene de manos
(Tabla 3); y existe una protección a la presentación de mastitis subclínica
en vacas con edad entre 3 a 4 años [exp(β) = OR = 0,396] que en
aquellas que tienen mayor edad.

Análisis predictivo. Siendo el modelo de regresion logística lineal, de


la siguiente manera:

Entonces:
Z = Ln(Odds) = 0,497 + 0,750 (raza Holstein) – 0,926 (edad 3 a 4 años)
+ 0,740 (sin higiene de manos antes del ordeño)
Z = Ln(Odds) = 0,497 + 0,750(1) – 0,926(1) + 0,740(1)
Antilog 1,061 = 2,8893
Luego p = 2,8893/(2,8893+1) = 0,7429.

Por tanto, la probabilidad que una vaca Holstein, de 3 a 4 años y sin


higiene de manos al ordeño, padezca de mastitis subclínica es 74,29%.

La variable Holstein como factor de riesgo, concuerda con lo hallado


por Ramírez et al. (2011), quienes revelaron un mayor riesgo de
presentación de la enfermedad con respecto a otras razas; aunque según
Philpot & Nickerson (2000), la prevalencia de la infección de mastitis
en vaquillas resultó ser de aproximadamente el doble en las Jersey que
en las Holstein.

La variable ausencia de lavado de manos antes del ordeño como factor


de riesgo (OR = 2,096) reportada en este artículo, es similar al
encontrado por Ramírez et al. (2011), quienes informaron que esta
variable es un factor de riesgo (OR = 2,074) en el norte altiplánico de
Antioquia (Colombia), y la presencia de lavado de manos antes del
ordeño fue un factor de protección contra la enfermedad (OR = 0,360)
en comparación con no hacerlo. Al respecto, Solís (2007) indica que los
procedimientos de higiene durante el ordeño como el lavado de manos,
entre otros (lavado de la ubre y pezones, uso de desinfectantes, secado
con toallas desechables individuales antes de cada ordeño, higiene de la
unidad de ordeño y utensilios, y desinfección o sellado de los pezones
con materiales que tengan la capacidad desbloquear y/o inhibir el
crecimiento y desarrollo microbiano), previenen la transmisión de
microorganismos a través del ordeñador a las vacas, disminuyendo la
población microbiana sobre la piel del pezón.

La variable edad de 3 a 4 años (OR = 0,396), es un factor de protección


frente a la presentación de mastitis subclínica en vacas mayores de 4
años; es decir, las vacas con mayores edades serían más susceptibles a
contraer la enfermedad, lo que concuerda con lo reportado por Novoa et
al. (2005), quienes indican que las edades avanzadas (mayor a 5 años)
generan más del doble de posibilidades de presentación de mastitis
subclínica (OR = 2,191). Una explicación a este fenómeno podría ser,
que la leche de vacas viejas que normalmente tienen alto recuento de
células somáticas, debido al mayor periodo de exposición a múltiples
microorganismos entre ellos los productores de mastitis, son
susceptibles a mastitis crónicas dando lugar al incremento de tejido
conjuntivo en la ubre, aún después de eliminadas las infecciones por
medio de terapias; además, que el sistema inmunológico de las vacas
viejas pueden no ser tan eficiente como de las vacas jóvenes, y esto
contribuiría a un aumento en la tasa de infección (Philpot & Nickerson,
2000).

Conclusiones

La prevalencia de mastitis subclínica en vacunos en producción en el


ámbito de estudio fue alta, pero similar al considerar trazas como
positivos que al no considerarlos. La raza Holstein y la ausencia de
higiene de manos antes del ordeño, son factores de riesgo que
posibilitarían contraer la enfermedad; en cambio, la edad de 3 a 4 años
es un factor de protección que contribuiría en parte a la presentación de
resistencia a la enfermedad que los mayores a esta edad.

Agradecimiento

A la Mag. MV. Sebastina Virginia Bernilla de la Cruz y a la Lic. Fanny


Henao López, por sus contribuciones en la revisión y mejora de esta
publicación.

Referencias Bibliográficas

Acuña, V.; Rivadeneira, A. Aislamiento, identificación


y antibiograma de patógenos presentes en leche con
mastitis en ganaderías bovinas de la provincia de
Pichincha. Ecuador: Escuela Politécnica del Ejército,
Carrera de Ciencias Agropecuarias, 2008. Tesis (Título
de Ingeniero Agropecuario).

Alfonso, D.; Pérez, C.; Silveira, E. Evaluación


epizootiológica de la mastitis bovina en cuatro
vaquerías. Revista Electrónica de Veterinaria, v.9, n.7,
p.1-9, 2008.

Adrianzén, G.; Rodríguez, L. Bacterias que causan


mastitis subclínica bovina y resistencia a antibióticos -
Ayacucho, 3550 msnm - 2007. In XIX Congreso
Nacional de Ciencias Veterinarias, Puno, Perú, 2008.
Memorias… Colegio Médico Veterinario del Perú;
2008.

Andresen H. Mastitis: Prevención y control. Revista de


Investigaciones Veterinarias del Perú, v.12, n.2, p.55-
64, 2001.

Bedolla, C.; Ponce de León, M. Pérdidas económicas


ocasionadas por la mastitis bovina en la industria
lechera. Revista Electrónica de Veterinaria, v.4, n.4,
p.1-26, 2008.

Blowey, R.; Edmonson, P. Mastitis control in dairy


herds. UK: Farming Press Books, 1995.

Coronel, O.; Bazán, M.; López, M. et al. Diagnóstico


bacteriológico y prevalencia de la mastitis en vacas cebú
en selva alta Satipo. In: XXXIV Reunión Científica de la
Asociación Peruana de Producción Animal - APPA,
2011, Perú. Memoria… Universidad Nacional de
Trujillo; 2011.

Cuayla, E. Prevalencia de Mastitis subclínica bovina


en las secciones C, D y E en establos inscritos en el
comité zonal de productividad lechera, distrito de
Majes, departamento de Arequipa. Perú: Universidad
Católica de Santa María, 2010. Tesis (Medicina
Veterinaria y Zootecnia).

Duarte A. Prevalencia de mastitis subclínica en el


ganado criollo Reina en la finca Santa Rosa de la
UNA en época de verano. Managua, Nicaragua:
Facultad de Ciencia Animal, Universidad Nacional
Agraria, 2004. Tesis (Ingeniero Agrónomo Zootecnista).

Ferguson, J.; Galligan, D.; Thomsen, N. Principal


descriptors of body condition score in Holstein cows.
Journal Dairy Science, v.77, n.9, p.2695-2703, 1994.

Fetrow, J.; Mann, D.; Butcher, K. et al. Production


losses from mastitis: carry -over from the previous
lactation. Journal Dairy Science, v.74. n.3, p.833-839,
1991.

Flores, C.; García, J. Utilización de la propolina en el


control de la mastitis bovina en la finca el Carmen
del municipio de Camoapa, departamento de Boaco.
Camoapa, Nicaragua: Facultad de Ciencia Animal,
Universidad Nacional Agraria, 2005. Tesis (Médico
Veterinario).
Martel, W.; Cubas, P.; Ariza, E. et al. Determinación de
la prevalencia de mastitis bovina subclínica mediante la
prueba california (CMT) en la comunidad campesina de
Ticlacayán - Cerro de Pasco. In: XXXIV Reunión
Científica de la Asociación Peruana de Producción
Animal - APPA, 2011, Perú. Memorias… Universidad
Nacional de Trujillo; 2011.

Mateu, E.; Casal, J. Tamaño de la muestra. Revista de


Epidemiologia y Medicina Preventiva, v.1, p.8-14,
2003.

Novoa, R. Evaluación epizootiológica y económica de


la mastitis bovina en rebaños lecheros especializados
de la provincia de Cienfuegos. Cuba: Universidad
Agraria de la Habana “Fructuoso Rodríguez Pérez”,
2003. 116p. Tesis (Máster en Ciencias, Especialidad de
Medicina Preventiva Veterinaria).

Novoa, R.; Armenteros, M.; Abeledo, M. et al. Factores


de riesgo asociados a la prevalencia de mastitis clínica y
subclínica. Revista de Salud Animal, v.27, n.2, p.84-88,
2005.

Pastor, J.; Bedolla J. Determinación de la prevalencia de


mastitis bovina en el municipio de Tarímbaro,
Michoacán, mediante la prueba de California. Revista
Electrónica de Veterinaria, 9(10): 1-34, 2008.

Patiño, N. Resistencia a antimicrobianos del


Staphylococcus aureus en vacas lecheras con mastitis
subclínica de tres municipios del estado de
Michoacán. Michoacán, México: Universidad
Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2008. 33p. Tesis
(Título de Médico Veterinario y Zootecnista).

Philpot, N.; Nickerson, S. Ganando la lucha contra la


mastitis. 2ª ed. Naperville, IL, USA: Wesfalia Surge,
2000. 192p.

Quispe, U.S.; Flores, J.A.; Flores D.C. et al.


Caracterización del sistema de producción bovina del
distrito de Tamburco - Apurímac - Perú. In XXXII
Reunión Científica de la Asociación Peruana de
Producción Animal-APPA, 2009, Trujillo. Memorias…
Universidad Nacional de Tumbes; 2009. p.6.

Ramírez, N.; Arroyave, O.; Cerón, M. et al. Factores


asociados a mastitis en vacas de la microcuenca lechera
del altiplano norte de Antioquia, Colombia. Revista
Medicina Veterinaria, n.22, p.31-42, 2011.

Relova, D.; Armenteros, M.; Capdevila, J.


Caracterización de la situación clínico - epizootiológica
de la mastitis bovina en vacas primerizas Holstein de una
lechería especializada. Revista Electrónica de
Veterinaria, v.9, n.8, p.1-12, 2008.

Ruiz, A.; Ponce, P.; Gomes, G. et al. Prevalencia de


mastitis bovina subclínica y microorganismos asociados:
Comparación entre ordeño manual y mecánico, en
Pernambuco, Brasil. Revista de Salud Animal, v.33.
n.1, p.57-64, 2011.

Solís, M. Utilización de la solución hipertónica (agua


de mar) en el tratamiento de la mastitis bovina en la
finca “Guadalupana”, del municipio de Nagarote,
departamento de León. Managua, Nicaragua:
Universidad Nacional Agraria, 2007. 65p. Tesis (Médico
Veterinario).

Torrez, F.; Duartes, O. Estudio preliminar de la


utilización de la manteca de armadillo
(Dasypusnovemcinctus) en el tratamiento de la
mastitis bovina en el municipio de Paiwas,
departamento de Región Autónoma del Atlántico
Norte. Managua, Nicaragua: Universidad Nacional
Agraria, 2006. Tesis (Médico Veterinario).

Zambrano, P.; Alemán, J. Incidencia y epidemiologia


infecciosa de la mastitis bovina en la Irrigación la
Joya - Arequipa. Perú: Universidad Nacional del
Altiplano, 1991. Tesis (Médico Veterinario).

Santivañez-Ballón, C.S.; Gómez-Quispe, O.E.; Cárdenas-Villanueva,


L.Á.; Escobedo-Enríquez, M.H.; Bustinza-Cardenas, R.H.; Peña-
Sánchez, J. Prevalencia y factores asociados a la mastitis subclínica
bovina en los Andes peruanos. Veterinaria y Zootecnia, v.7, n.2, p.92-
104, 2013.
Desempeño productivo y reproductivo de vacas
F1 estimuladas con somatotropina
recombinante bovina (r-bST) en clima cálido
ARTÍCULO DE
INVESTIGACIÓN

Pablo Andrés Motta Delgado1, 2, 3, Betselene Murcia Ordoñez2, 4, Jorge Luis


Beltrán González1, 2, Milton Emiliano Peñaloza Galeano1, 2, Fabio Augusto
Collazos Perdomo1, 2

1
Médico Veterinario Zootecnista. Universidad de la Amazonia, Florencia
(Caquetá), Colombia.
2
Grupo de Investigación en Biodiversidad y Desarrollo Amazónico (BYDA),
Universidad de la Amazonia.
3 Grupo de Investigación en Mitigación en Cambio Climático en la Amazonia,
GIMCCA.
4 Docente universidad de la Amazonia. Estudiante de Doctorado en Fisiología
Animal, Universidad Peruana Cayetano Heredia.

pmottamvz@gmail.com

(Recibido: julio 07, 2013 Aprobado: agosto 30, 2013 Actualizado: diciembre 20, 2013)

RESUMEN: Fue evaluado el desempeño productivo y


reproductivo de vacas F1 Bos taurus taurus x Bos taurusi ndicus
estimuladas con somatotropina recombinante bovina (r-bST). Se utilizó
un diseño de bloques al azar, con tres grupos y repeticiones desiguales:
T1 (n = 23), T2 (n = 16) y T3 (n = 30), tres aplicaciones, nueve
aplicaciones y control, respectivamente. Fue evaluada la producción de
leche por tratamiento, por número de lactancias, por días en lactancia
(DEL), por estado reproductivo y el desempeño reproductivo (en
términos de demostrar celo y preñarse). La producción de T1, T2 y T3
fue de 20,80±3,71; 17,50±2,71 y 12,46±2,34 kg, respectivamente,
existiendo diferencia estadística (p<0,05) entre la media de los tres
grupos, solo T2 tendió al incremento. La producción por lactancias para
L1 (1-2 lactancias n = 12), L2 (3-6 lactancias n = 15) y L3 (>6
lactancias n = 12) fue de 18,69±3,21; 20,88±3,46 y 18,43±3,01 kg,
respectivamente, donde solo L1 tendió a incrementarla, existiendo
diferencia estadística entre L2 con L1 y L3 (p<0,05). La producción por
DEL fue de 18,54±3,39 y 17,99±2,78 kg para vacas menores y mayores
a 100 DEL, respectivamente, no existiendo diferencia significativa
(p<0,05). El estado reproductivo mejoró al final en T2 y T3 con el 100
y 93% de las vacas servidas o preñadas, mientras se mantuvo igual en
T1 con el 52% de vacas servidas o preñadas, además las vacías
producen más leche que las preñadas. En conclusión, vacas tratadas con
r-bST producen más leche que las no tratadas, incrementan la
producción con nueve aplicaciones sin efecto sobre el desempeño
reproductivo.
Palabras clave: híbrido, lactancia, multipara, persistencia, primípara

Productive and reproductive performance of F1 cows stimulated


with recombinant bovine somatotropin (r-bST) in warm climate

ABSTRACT: the productive and reproductive performance


of F1 cows Bos Taurus taurusx Bos Taurus indicusstimulated with
recombinant bovine somatotropin (r-bST)was evaluated. A randomized
block design with three groups and unequal repetitions was used: T1 (n
= 23), T2 (n = 16) and T3 (n = 30), three applications, nine applications,
and control, respectively. The milk prodution was evaluated per
treatment, per number oflactations, per days on lactation(DOL), per
reproductive state, and reproductive performance (in terms of
demonstrating zeal, and pregnancy). The T1, T2 and T3 milk
production was 20.80±3.71; 17.50±2.71 and 12.46±2.34 kg,
respectively, with statistic difference (p<0.05) between the averages of
the three groups; only T2 tended to increase. Milk production by
lactation for L1 (1-2 lactations n = 12), L2 (3-6 lactations n = 15) and
L3 (>6 lactations n = 12) was 18.69±3.21; 20.88±3.46 and 18.43±3.01
kg, respectively, where only L1 tended to increase, existing statistic
difference between L2 with L1 y L3 (p<0.05). The milk production by
DOM was of 18.54±3.39 and 17.99±2.78 kg for cows smaller and
bigger than 100 DOM, respectively, not existing significant difference
(p<0.05). The reproductive state improved at the end in T2 y T3 with
the 100 and 93% of the cows served or pregnant, while it stayed equal
in T1 with 52% of the cows served or pregnant, and also the empty ones
produce more milk than the pregnant ones. In conclusion, cows treated
with r-bST produce more milk than the not-treatedcows; they increase
the milk production with nine applications without effect on
reproductive performance.

Key words: hybrid, lactation, multiparous, persistence, primiparous

Introducción

La somatotropina es el principal regulador del crecimiento en


mamíferos (Gülay & Hatipoglu, 2005) y tiene efecto único en el
desarrollo de la glándula mamaria y en la lactación (Bauman, 1992). La
administración de somatotropina recombinante bovina (r-bST) aumenta
la producción de leche entre el 3 al 40% (2 a 5 kg/día), la eficiencia de
la producción, mejora la persistencia de la lactancia, y no ejerce
influencia sobre la composición de la leche (Bauman, 1992; Etherton &
Bauman, 1998; Santos 2001; Stehr et al., 2001; Carriquiry et al., 2008).

Los efectos de la somatotropina bovina (bST) en animales lactantes han


sido objeto de interés durante los últimos 70 años, siendo Azimov &
Krouze (1937) los primeros en evaluar el efecto de la bST en vacas
lecheras. Según Peel et al. (1985), Bauman (1992) y Crooker et al.
(2004), a partir de la década de los ochenta, con los nuevos
descubrimientos en biotecnología fue posible la obtención de bST en
escala comercial mediante el uso de DNA recombinante, que permitió
la diseminación de su uso en las producciones lecheras.

La bST incrementa significativamente la producción de leche y grasa en


vacas de alta o media producción (Lucci et al., 1998). El incremento de
la producción de leche ocurre debido al efecto homeorrético de la
hormona, es decir, dirige los nutrientes del organismo a la glándula
mamaria para la síntesis de leche (Velez & Donkin, 2004), por medio
del incremento en la síntesis y concentración plasmática del Factor de
Crecimiento Insulínico Tipo Uno (IGF-I) y proteínas transportadoras
del Factor de Crecimiento Semejante a Insulina (IGFPB) que son sus
mediadores hormonales en los procesos metabólicos (Lucci et al., 1998;
Neumann, 2003).

La presente investigación evaluó el desempeño productivo y


reproductivo de vacas mestizas F1 estimuladas con somatotropina
recombinante bovina (Lactotropina® 500 mg-Elanco) en Cartago, Valle
del Cauca, Colombia.

Materiales y Métodos

El presente estudio se realizó entre los meses de julio a noviembre de


2011 en la Hacienda La Miranda, ubicada a los 4°41’23” Norte y
75°54’43” Oeste, en la inspección de Zaragoza del municipio de
Cartago, Valle del Cauca, Colombia, a 900 msnm, precipitación anual
media de 1800 mm, temperatura promedio de 25°C y humedad relativa
del 60%, zona clasificada según las zonas de vida de Holdridge como
Bosque Seco Tropical (Beltran & Abreo, 2013).

Las vacas utilizadas son híbridos F1 obtenidos del cruzamiento entre


taurino (Holstein) y cebuíno (Gyr, o Brahman, quienes pastoreaban en
piquetes o módulos de 3200 m2 de Panicum maximum cv. Mombasa, o
Tifton 85 (híbrido del pasto Bermuda Cynodon dactylon), con
capacidad para 40 vacas durante 1,5 a 2 días. Las vacas se ordeñaban
dos veces al día en sistema de ordeño mecánico tipo Tandem. Posterior
a cada ordeño las vacas se suplementaban en módulos de alimentación
de acuerdo al lote de producción en que se hallasen (élite >16 kg, alta
>13 kg, media-alta >10 kg), con una dieta con base en ensilaje de grano
húmedo de maíz, concentrado comercial de 40% de proteína bruta, urea
y sulfato de amonio, para una ración promedio del 16% de proteína
bruta y 13,3 Mcal ENL/kg de materia seca, balanceada cada quince días
teniendo en cuenta el promedio de producción del lote, peso promedio
(450 kg), días en lactancia y condición corporal del lote de ordeño
(3,0/5,0). Todas las vacas (tratadas y no tratadas) fueron sometidas al
mismo sistema de alimentación y manejo como se describió
anteriormente. Se realizó pesaje de leche al día siguiente de cada
aplicación y ocho días después con medidor tipo WaikatoTM.
El criterio de selección de las vacas para aplicación de r-bST
(Lactotropina® 500 mg-Elanco) cada 14 días por vía subcutánea en la
base de la cola fue: más de 60 días abiertos (DA), actividad ovárica
funcional de acuerdo a diagnóstico de folículos o cuerpo lúteo mediante
palpación rectal, servidas por inseminación artificial o preñadas, con
producción mayor a 12 kg de leche por vaca por día y entre una y diez
lactancias.

Se utilizó un diseño de bloques al azar con tres grupos y repeticiones


desiguales, [T1 = tres aplicaciones desde los 86,00±32,13 días en
lactancia (DEL) (n = 23), T2 = nueve aplicaciones desde los
109,56±59,54 DEL (n = 16) y T3 = grupo control 89,16±40,87 DEL (n
= 30)]. A T1 se le realizaron tres (3) aplicaciones de r-bST entre
septiembre a noviembre y a T2 nueve (9) aplicaciones de r-bST entre
julio a noviembre, donde los factores evaluados fueron: producción de
leche por tratamiento, producción por número de lactancia, producción
por DEL y efecto en el desempeño reproductivo (en términos de
capacidad de demostrar celo y concebir preñez), además de la
correlación entre DEL-producción, número de lactancias-producción, y
estado reproductivo-producción.

El análisis de la producción por DEL se hizo agrupando las vacas de T1


y T2 con menos de 100 (n = 30) y más de 100 DEL (n = 9) en grupos
separados. Para la producción por número de lactancias se realizaron
tres bloques al azar con repeticiones desiguales así: L1 = vacas entre
uno y dos partos 83,42±40,99 DEL (n = 12), L2 = vacas entre tres y seis
partos 99,87±52,64 DEL (n = 15) y L3 = vacas con más de seis partos
102,67±43,89 (n = 12).

La estadística descriptiva e inferencial para el análisis de datos se


realizó mediante el programa Microsoft Office Excel (2007) para el
cálculo de promedios, desviación estándar y las pruebas Fisher, T-
student y Tukey a un nivel de significancia del 0,05, respectivamente.

Resultados y Discusión

La producción de leche a lo largo del estudio para cada uno de los


grupos se muestra en la Figura 1.
El promedio de producción durante el tratamiento con r-bST para T1
fue de 20,80±3,71 kg, T2 con 17,50±2,71 kg y T3 con 12,46±2,34 kg de
leche por vaca por día, respectivamente. De igual manera, mediante
líneas de tendencia se observa descenso semanal en la producción en T1
y T3 de 0,6 y 0,5% respectivamente, e incremento en T2 de 0,7%.

Mediante la prueba de Tukey (p<0,05), existe diferencia estadística


entre T1 con T2 y T3, y entre T2 con T3, por tanto, las vacas
estimuladas con r-bST (T1 y T2) producen mayor cantidad de leche que
las vacas no tratadas. Asimismo, las vacas de T1 en promedio
produjeron 15,87% (3,30 kg) más leche con tres aplicaciones de r-bST
que las vacas de T2 con nueve aplicaciones, siendo entre otros factores
que los individuos de T1 en promedio tenían menos de 100 DEL y
fueron trabajados en otra época del año, mientras los de T2 más de 100
DEL.

Cestonaro et al. (2012), en vacas estimuladas con 250 mg de r-bST


durante cinco aplicaciones refieren un incremento de 26,27% en la
última aplicación, siendo similar al comportamiento de T2 que
incrementó la producción en 13,2% a la novena aplicación, sin
embargo, T1 disminuyó en 11,1% en tres aplicaciones, comportamiento
similar al observado por Almeida & Viechnieski (2011), que
observaron una reducción del 30,8% en cuatro aplicaciones (56 días).

Vacas Holstein ordeñadas dos veces al día y estimuladas con r-bST


incrementan la producción de leche de manera significativa respecto al
grupo control con una media diaria de 26,32 kg versus 22,63 kg
respectivamente (Terzano et al., 2007), como se puede observar en T2.
Se halló un incremento en la producción de leche en vacas Holstein del
14% (Huber et al., 1997), mientras que en vacas mestizas (Hartón del
Valle x Holstein) se halló un incremento del 7,4% respecto al grupo
control (Vargas et al., 2006). Asimismo, Huber et al. (1997), Oliveira
Neto et al. (2001), Rennó et al. (2006), Terzano et al. (2007), Cestonaro
et al. (2012), describen un incremento en la producción de leche en
vacas tratadas con r-bST respecto al grupo control.

Según Huber et al. (1997), Bauman et al. (1999), Dunlap et al. (2000),
Rennó et al. (2006), la aplicación de r-bST en vacas mestizas tiene un
marcado efecto sobre la curva de lactancia con una producción muy
estable después de alcanzar el pico a los 60 días postparto, el cual es
aumentado y extendido por mayor periodo de tiempo como lo enuncian
los anteriores autores, permitiendo mayor producción de leche ajustada
por lactancia como lo referencian Rodrigues (2008) y Palacios-
Espinosa et al. (2010), quienes en vacas Holstein estimuladas con r-bST
incrementaron la media de producción de leche ajustada a los 305 días
hasta en un 5,325% al realizar mayor número de aplicaciones de la
hormona. Sin embargo, es de anotar que vacas mestizas presentan una
persistencia al día 280 de la lactancia muy estable como lo referencian
Motta-Delgado et al. (2012), quienes hallaron en híbridos F1 Gyr x
Holstein una persistencia natural del 52,42%.
La producción de leche por número de lactancia para L1, L2 y L3 fue
de 18,69±3,21; 20,88±3,46 y 18,43±3,01 kg, respectivamente, donde
por medio de regresión lineal se observa que L1 tendió a incrementar la
producción en 0,16% semanal, mientras tanto los subgrupos L2 y L3
tendieron a disminuirla en 0,1 y 0,44% semanal, respectivamente.
Mediante la prueba de Tukey (p<0,05) no se evidenció diferencia
estadística entre L1 con L3, pero sí entre L2 con L1 y L3 (Figura 2). Al
realizar el análisis de correlación entre número de lactancia y
producción de leche se obtiene un valor de 0,09, que pese a ser bajo,
indica que a más lactancias mayor producción de leche, siendo cierto
para vacas entre tres y seis partos que presentaron el mayor promedio
de producción.

Molina & Hard (1995), hallaron que, vacas Holstein primíparas


producen menor cantidad de leche que las vacas multíparas, no
obstante, en el presente trabajo, las vacas primíparas (L1) produjeron
0,26 kg más de leche que las multíparas de L3 (>6 lactancias), pero
2,20 kg de leche menos que L2.

La producción de las vacas con menos de 100 DEL fue de 18,54±3,39


kg y con más de 100 DEL de 17,99±2,78 kg, respectivamente.
Mediante el test de Fisher (p<0,05) se determina que no existe
diferencia entre las varianzas de los grupos (11,24 y 3,55 para cada
grupo respectivamente). Además, es posible observar una reducción
semanal de 0,50 y 0,30% en la producción para los dos grupos
respectivamente (Figura 3). Sin embargo, las vacas menores a 100 DEL
producen 3,0% (0,56 kg) más leche que las mayores a 100. Al realizar
el análisis de correlación entre días en lactancia y producción de leche
se obtiene un valor de -0,14 que pese a ser bajo, indica que a mayor
DEL menor producción de leche, siendo coherente con los resultados
hallados.
Lo anterior coincide con Bertoni et al. (2002), quienes refieren que
tanto individuos en estados iníciales y tardíos de la lactancia responden
a la aplicación de r-bST incrementando los niveles basales de la
Hormona de Crecimiento (GH), IGF-I, con mayores niveles de glucosa
y menores niveles de urea sanguínea en vacas con lactancias avanzadas,
lo cual sugiere que, los animales responden positivamente al
tratamiento independiente del tercio de lactancia en el que se
encuentren, sin embargo contrastan con los resultados de Rennó et al.
(2006), quienes hallaron un incremento en la producción de leche de
vacas en el primer tercio de lactancia en 9,9% (3,10 kg) respecto a las
vacas en el segundo tercio de lactancia.

El estado reproductivo inicial para hembras vacías de T1, T2 y T3 fue


de 47,8; 68,8 y 43,3%, respectivamente, hembras servidas con una tasa
de 39,1; 25,00 y 40,0%, respectivamente, finalmente hembras preñadas
una tasa del 13,0; 6,26, y 16,67%, respectivamente; lo cual indica una
tasa moderada (<45%) de hembras sin actividad reproductiva
evidenciada mediante palpación rectal. Al final el estado reproductivo
de T1, T2 y T3 fue de 47,8; 0,0 y 6,7% vacías, respectivamente, 0,0; 6,3
y 33,3% servidas, respectivamente y 52,2; 93,8 y 60,0% preñadas,
respectivamente (Tabla 1).

Es posible observar en la Tabla 1, que la capacidad reproductiva al final


del estudio mejoró notablemente en T2 y T3, mientras que se mantuvo
constante en T1 pues las vacas vacías no fueron servidas, ni preñadas,
tan solo se evidencia que las servidas se preñaron satisfactoriamente.
Sin embargo, al comparar T2 y T3 quienes presentan un periodo de
estudio mayor, demuestra que la r-bST no interfirió con el desempeño
reproductivo de las vacas de T2 puesto que el 100% se hallaba servido
o preñado, comportamiento similar mostrado por el grupo control con
más del 90% de los animales servidos o preñados.

Las hembras vacía, servidas y preñadas al final del estudio presentaron


medias de producción de 20,77±3,98; 17,89±0,0 y 18,97±2,63 kg de
leche, evidenciándose mayor producción de leche en las hembras que
finalizaron en estado reproductivo vacío. Se realizó la correlación entre
el estado reproductivo final y la producción de leche, asignado valores
de 1, 3 y 5 al estado vacía, servida y preñada, respectivamente, hallando
un valor de -0,26 lo que indica que a mejor desempeño reproductivo,
menor producción de leche, siendo que la preñez puede modificar los
efectos de la r-bST (Burton et al., 1994).

Los resultados hallados por Aleixo et al. (2005), quienes evaluaron la


dinámica folicular en vacas estimuladas con r-bST, ratifican que la
hormona no ejerce influencia sobre el ciclo estral bovino, pese al
incremento de la producción lechera diaria y a la mayor demanda
energética.

Conclusiones

Vacas F1 (Bos taurus taurus x Bos Taurus indicus), tratadas con r-bST
independientemente de los días en lactancia producen más leche que
vacas no tratadas y tienden a incrementar la producción con nueve
aplicaciones, además entre la tercera y sexta lactancia producen mayor
cantidad de leche que vacas mayores y primíparas, no obstante, estas
últimas tienden a incrementar la producción, mientras las multíparas a
disminuir. Asimismo, vacas tratadas con r-bST con menos y con más de
100 días en lactancia no presentan diferencias estadísticas en la
producción y tienden a disminuirla semanalmente entre el 0,5 y 0,3%
respectivamente. Para tratamientos prolongados la r-bST no interfiere
en el desempeño reproductivo de las vacas, no obstante, estas producen
mayor cantidad de leche cuando se encuentran vacías.

Agradecimientos

El equipo agradece a Juan Marín, propietario. A Gabriel Alfonso


García, veterinario, y a Enrique Lopretto, veterinario inicial del
proyecto. Y muy especialmente a Dumar Alonso Zapata, mayordomo,
por el apoyo logístico y técnico en el desarrollo del presente trabajo.
Referencias Bibliográficas

Aleixo, M.A.; Kozicki, L.E.; Weiss, R.R. et al. A


somatotropina recombinante bovina (bST) e a dinâmica
folicular em bovinos leiteiros. Archives of Veterinary
Science, v.10, n.2, p.19-27, 2005.

Almeida, R.; Viechnieski, S.L. Efeito da suplementação


de duas formas comerciais de somatotropina bovina
(bST) na produção de leite de vacas de alta produção.
Journal Dairy Science, v.94, E-Supl.1, 2011.

Bauman, D.E. Bovine somatotropin: Review of an


emerging animal technology. Journal of Dairy Science,
v.75, n.12, p.3432-3451, 1992.

Bauman, D.E.; Everett, R.W.; Weiland, W.H. et al.


Production responses to bovine somatotropin in
Northeast dairy herds. En: Cornell Nutrition Conference
for Feed Manufacturers. Rochester. Memorias… Anais
Rochester; 1999. p.109-117.

Beltrán, J.L.G.; Abreo, C.M. Evaluación de la


producción lechera en vacas F1 estimuladas con
somatotropina recombinante bovina (r-bST) en
Cartago-Valle del Cauca. Florencia, Caquetá:
Universidad de la Amazonia, 2013. 52p. Trabajo de
grado.

Bertoni, G.; Lombardelli, R.; Piccioli-Cappelli, F. et al.


Basal levels and diurnal variations of some hormones
and metabolites in blood of dairy cows treated daily with
r-bST in early and late lactation. Italian Journal
Animal Science, v.1, p.127-141, 2002.

Burton, J.L.; McBride, B.W.; Block, E. et al. A review


of bovine growth hormone. Canadian Journal Animal
Science, 74, p.167-201, 1994.

Carriquiry, M., Weber, J.W., Crooker, B.A.


Administration of bovine somatotropin in early lactation:
a meta-analysis of production responses by multiparous
Holstein cows. Journal of Dairy Science, v.91, n.7,
p.2641-2652, 2008.

Cestonaro, M.; Carbonera, J.; Machado, K.M. et al.


Resultados da utilização de somatotropina recombinante
bovina como melhorador de desempenho produtivo em
vacas leiteiras holandesas. Memorias... XII mostra de
iniciação científica; 2012.
Crooker, B.A.; Otterby, D.E.; Linn, J.G. et al. Dairy
Reserch and bovine Somatotropin. 2004. Disponible
en:
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:http://blo
g.wsd.net/jegelund/files/2012/02/Dairy-Research-and-Bovine-
Somatotropin.pdf

Dunlap, T.F.; Kohn, R.A.; Dahl, G.E. et al. The impact


of somatotropin, milking frecuency, and photoperiod on
dairy farm nutrient flows. Journal of Dairy Science,
v.83, p.968-976, 2000.

Etherton, T.D.; Bauman, D.E. Biology of somatotropin


in growth and lactation of domestic animals. Physiology
Review, v.78, p.745-761, 1998.

Gülay, M.S.; Hatipoglu, F.S. Use of bovine somatotropin


in management of transition dairy cows. Turkish
Journal of Veterinary and animal Sciences, v.29, n.3,
p.571-580, 2005.

Huber, J.T.; Wu, Z.; Fontes, Jr.C. et al. Administration


of recombinant bovine somatotropin to dairy cows for
four consecutive lactations. Journal of Dairy Science,
v.80, p.2355-2360, 1997.

Lucci, C.S.; Rodrigues, P.H.M.; Santos, Jr.E.J. et al.


Emprego da somatrofina bovina (bST) em vacas de alta
produção. Brazilian Journal of Veterinary Research
and Animal Science, São Paulo, v.35, p.46-50, 1998.

Molina, J.R.; Hard, D.L. Efecto de la somatotropina


bovina (preparación de liberación lenta) sobre la
producción de leche en vacas Holstein y Jersey, bajo
condiciones tropicales. Agronomía Costarricense, v.19,
n.2, p.19-24, 1995.

Motta-Delgado, P.A.; Rivera-Calderón, L.G.; Mariño,


A.A. et al. Desempeño productivo y reproductivo de
vacas F1 Gyr x Holstein en clima cálido colombiano.
Veterinaria y Zootecnia, v.6, n.1, p.17-23, 2012.

Neumann, N. Relações nutrição-reprodução em


rumiantes. Seminário apresentado à disciplina de
Endocrinología da Reprodução do Programa de Pós-
Graduação em Ciências Veterinárias da UFRGS. 2003.
Disponible en:
http://www.ufrgs.br/lacvet/restrito/pdf/nutr_end.pdf

Oliveira Neto, J.B.; Araripe, M.A.A.; Miranda, N.J.N. et


al. Indicadores de estresse térmico e utilização da
somatotropina bovina (bST) em vacas leiteiras mestiças
(Bos taurus x Bos indicus) no semi-árido do nordeste.
Revista Brasileira de Zootecnia, v.30, n.2, p. 360-367,
2001.

Palacios-Espinosa, A.; Espinoza-Villavicencio, J.L.; De


Luna, R. et al. Extension model of lactation curves to
evaluate the effect of the recombinant bovine
somatotropin on milk yield in Holstein cows. Arquivo
Brasileiro de Medicina Veterinária e Zootecnia, v.6,
n.1, p.124-129, 2010.

Peel, C.J.; Sandles, L.D.; Quelch, K.J. et al. The effects


of long term administration of growth hormone on the
lactational performance of identical twin cows. Animal
Production, v.41, p.135, 1985.

Rennó, F.P.; Lucci, C.S.; Silva, A.G. et al. Efeito da


somatotropina bovina recombinante (rBST) sobre o
desempenho produtivo e reprodutivo de vacas da raça
Holandesa. Arquivo Brasileiro de Medicina
Veterinária e Zootecnia, v.58, n.2, p.158-166, 2006.

Rodrigues, M. Impacto da utilização da


somatotropina bovina (bST) sobre a produção de
leite e a avaliação genética de bovinos da raça
Holandesa. Dissertação. Universidad de São Paulo -
Facultad de Medicina de Ribeirão Preto, 2008. 80p.

Santos, R.A. Efeito de diferente doses de somatotropina


bovina (bST) na produção e composição do leite.
Ciência e Agrotecnología, v.25, n.6, p.1435-1445,
2001.

Stehr, W.; Twele, B.; Rosales, L. Uso de somatotrofina


recombinante em vacas lecheras. Archivo de Zootecnia,
v.50, p.419-422, 2001.

Terzano, G.M.; La Regina, F.; Grifoni, G. et al. Friesian


cow experimentally treated with recombinant
somatotropin (r-bST): effects on productive and
reproductive parameters. Italian Journal Animal
Science, v.6, n.1, p.481-483, 2007.

Vargas, A.; Osorio, C.A.; Loaiza, J. et al. Efecto del uso


de una somatotropina recombinante (STbr) en vacas
lecheras a pastoreo bajo condiciones tropicales. Archivo
de Medicina Veterinaria, v.38, n.1, p.33-38, 2006.
Velez, J.C.; Donkin, S.S. Bovine somatotropin increases
hepatic phosphoenolpyruvate carboxykinase mRNA in
lactating dairy cows. Journal Dairy Science, v.87,
p.1325-1335, 2004.

Motta Delgado, P.A.; Murcia Ordóñez, B.; Beltrán González, J.L.;


Peñaloza Galeano, M.E.; Collazos Perdomo, F.A. Desempeño
productivo y reproductivo de vacas F1 estimuladas con somatotropina
recombinante bovina (r-bST) en clima cálido. Veterinaria y
Zootecnia, v.7, n.2, p.105-116, 2013.
Virus de la leucemia felina: un patógeno actual
que requiere atención en Colombia
ARTÍCULO DE
REVISIÓN

Juan Felipe Calle-Restrepo1, Laura Fernández-González1, Laura Marcela


Morales-Zapata1, Julián Ruiz-Sáenz2

1
Escuela de Medicina Veterinaria, Facultad de Ciencias Agrarias,
Universidad de Antioquia, Medellín.
2
Grupo de Investigación en Ciencias Animales - GRICA, Facultad de
Medicina Veterinaria y Zootecnia, Universidad Cooperativa de Colombia,
sede Bucaramanga.

julianruizsaenz@gmail.com

(Recibido: agosto 20, 2013 Aprobado: septiembre 29, 2013 Actualizado: diciembre 20, 2013)

RESUMEN: El virus de la leucemia felina (FeLV) es un


gammaretrovirus que afecta a felinos domésticos de todo el mundo y
esporádicamente a felinos salvajes. La forma más común de contagio es
la transmisión horizontal, siendo más frecuentes las infecciones por
contacto con saliva y por consumo de leche de una gata infectada.
Recientemente se han logrado grandes avances en la comprensión y la
clasificación de los gatos infectados por el FeLV, reconociéndose en la
actualidad cuatro diferentes tipos de infección. Clínicamente, la
enfermedad se caracteriza por el desarrollo de enfermedades
neoplásicas, no neoplásicas y enfermedades reproductivas; su
diagnóstico definitivo se puede realizar por medio de pruebas como
ELISA, inmunocromatografía y PCR. El tratamiento en los animales
clínicamente enfermos se basa principalmente en el manejo
sintomático, aunque se han logrado progresos en el uso de
medicamentos antivirales. Dada su fácil transmisión, es de suma
importancia la prevención del contagio en gatos sanos a través del
aislamiento de animales enfermos y la vacunación. En Colombia se han
realizado algunos estudios exploratorios que han demostrado
prevalencias superiores al 20% en gatos domésticos; sin embargo, a la
fecha no se han realizado estudios moleculares que permitan la
caracterización del FeLV circulante en el país ni se ha logrado la
implementación de medidas más enfocadas de prevención y control.

Palabras clave: diagnóstico, epidemiología, gammaretrovirus, PCR


(Fuente: Bireme)
Feline Leukemia Virus: A current pathogen requiring attention in
Colombia

ABSTRACT: The feline leukemia virus (FeLV) is a


gammaretrovirus that affectsdomestic felines all over the world and,
sporadically wild felines. The most common form of transmission is the
horizontal infection being more frequent the contact with saliva and
milk consumption from a FeLV infected cat. Recently great advances
have been achieved in the understanding and classification of FeLV
infectedcatsbeing possible today to recognize four different types of
infection. Clinically, the disease is characterized by the development of
neoplastic, non-neoplastic and reproductive diseases.Thier definitive
diagnosis can be performed by ELISA, PCR and
immunocromatography. The treatment in clinically ill animals is mainly
based on symptomatic management, although progress has been made
in the use of antiretroviral therapy. Given its easy transmission,it is very
important the prevention of infection in healthy cats through isolation
of sick animals and vaccination. In Colombia some exploratory studies
have been carried out which have shown that prevalence ishigher than
20% in domestic cats; however to date, there have been neither
molecular studies which allow characterization of the
FeLVdevelopingin the country nor implementation of measures more
focused on prevention and control have been fulfilled.

Key words: diagnosis, epidemiology, gammaretrovirus, PCR (Source:


MeSH)

Introducción

El virus de la leucemia felina (FeLV) fue descrito por primera vez por
William Jarret en 1964, cuando se observó mediante microscopía
electrónica la presencia de partículas virales en la membrana de células
tumorales de un gato con linfosarcoma (Jarret et al., 1964a), lo que
demostró que el virus puede ser transmitido y causar la misma
enfermedad cuando es inyectado de forma experimental en gatos
saludables (Jarret et al., 1964b) confirmándose así que la presencia viral
es el factor necesario para el desarrollo de la neoplasia linfocítica en
felinos (Willett & Hosie, 2013). Este virus afecta a gatos domésticos de
todo el mundo y de manera esporádica a algunos felinos salvajes,
siendo responsable de una gran variedad de síndromes, algunos no
neoplásicos como anemia no regenerativa, inmunosupresión; y otros
neoplásicos, de los cuales los tres tipos que más origina son
linfosarcomas, fibrosarcoma y trastornos mieloproliferativos. Otros
problemas originados por el virus, pero menos comunes, son algunas
enfermedades inmunomediadas (anemia hemolítica, glomerulonefritis,
poliartritis), enteritis crónica y trastornos reproductivos como
reabsorción fetal, abortos o muerte neonatal (MacLachlan & Dubovi,
2011).
La infección por FeLV es considerada una de las infecciones de mayor
impacto global en la salud de los gatos domésticos (Little, 2011;
Hartmann, 2012) y para algunas especies de felinos silvestres (Meli et
al., 2010; Risi et al., 2012). Durante muchos años después de su
descubrimiento, el FeLV se consideró el mayor causante de muertes en
gatos domésticos y el agente causante de mayor cantidad de síndromes,
al estimarse que provocaba aproximadamente la tercera parte de las
muertes por cáncer en gatos, y que una cantidad aún mayor de gatos
infectados morirían por anemia y por enfermedades infecciosas
asociadas a los efectos supresores del virus sobre la medula ósea y
sobre el sistema inmunológico (Willett & Hosie, 2013). Sin embargo,
hoy en día los datos de prevalencia del virus han mostrado una
disminución de la tasa de infección, debido principalmente a la
instauración de programas de erradicación basados en el uso rutinario
de vacunas y el mejoramiento de la pruebas de diagnóstico
(MacLachlan & Dubovi, 2011). Aun así sigue siendo uno de los virus
con mayor prevalencia en Colombia, y a la vez de los menos
estudiados, razón principal por la cual el objetivo de la presente
revisión sea abordar diferentes áreas de estudio sobre el FeLV, su
estructura, transmisión, etc.; haciendo especial énfasis en la prevención
y control de la infección lo cual permitirá entender mejor este
importante patógeno, facilitando así la instauración de programas más
adecuados de control, los cuales sean útiles para la población felina
nacional.

Clasificación del FeLV

El FeLV pertenece a la familia Retroviridae, a la subfamilia


Orthoretrovirinae y al género Gammaretrovirus. El FeLV está
compuesto por un genoma de ARN de cadena simple que, en la célula
blanco, se une a través de una fusión de la envoltura viral con la
membrana celular y libera la nucleocápside con ARN viral al
citoplasma, el cual se transcribe mediante la enzima transcriptasa
reversa (RT) a ADN, que es transportado al núcleo celular donde se
integra posteriormente al genoma celular denominándose “provirus”.
Durante la mitosis celular, las células hijas heredan el provirus
generando que el gato pueda permanecer infectado durante toda la vida
(Dunham & Graham, 2008).

Con base en pruebas de interferencia, neutralización viral y capacidad


para replicarse en tejidos no felinos, el FeLV ha sido clasificado en tres
subgrupos principales: A, B, C; y un cuarto grupo recientemente
asociado a los linfocitos T; de todos los subgrupos mencionados, el
FeLV subgrupo A (FeLV-A) es el único contagioso gato-gato en estado
natural (Willett & Hosie, 2013).

Al igual que la mayoría de especies de vertebrados, los felinos tienen en


su genoma algunos elementos virales endógenos conocidos como
“retrovirus endógenos”, los cuales son fragmentos de retrovirus
ancestrales que se han integrado y han permanecido en su especie
huésped durante millones de años sin producir partículas virales
infecciosas (Anai et al., 2012). El FeLV-B es generado a partir de la
recombinación entre un virus exógeno (FeLV-A) y los transcriptos de
los retrovirus endógenos felinos (Overbaugh et al., 1988; Anai et al.,
2012), lográndose por tanto, la generación del subgrupo B solo en co-
infección con el FeLV-A y encontrándose éste en al menos el 50% de
los gatos que padecen linfoma. Es válido resaltar que este proceso de
recombinación ha sido comprobado tanto in vivo como in vitro en
modelos experimentales (Sheets et al., 1992; Stewart et al., 2013) y que
recientemente, se ha descrito la presencia de secuencias génicas de
retrovirus endógenos felinos en el genoma de gatos domésticos, sin
encontrarse evidencia de los mismos en otras especies relacionadas del
género Felis (Roca et al., 2004, 2005; Stewart et al., 2011).

El FeLV-C es muy poco frecuente y se considera una mutación del


subgrupo A. El mecanismo exacto por el cual son generados estos virus
FeLV-C no está completamente esclarecido a la fecha; sin embargo,
recientes hallazgos sugieren que el FeLV-A puede sufrir mutaciones
puntuales en la glicoproteína de envoltura, la cual le permite unirse a su
célula huésped; dichas mutaciones pueden estar favoreciendo una
mayor replicación viral in vivo y la posterior conversión a FeLV-C
(Stewart et al., 2012).

El subgrupo más recientemente descrito es el subgrupo de FeLV-T, el


cual recibe su nombre dado su exclusivo tropismo por los linfocitos T,
sobre los que provoca un fuerte efecto citopático (los demás subgrupos
no son citopáticos y salen de la célula mediante gemación (Anderson et
al., 2000); este FeLV-T, también es una variante del FeLV-A, en el cual
se han fijado mutaciones en gen que codifica la proteína de envoltura,
responsables de alta citopatogenicidad de los virus de este subgrupo T.
Para su replicación efectiva, el FeLV-T requiere de la presencia de dos
proteínas específicas del huésped en los linfocitos T (Shojima et al.,
2006; Nakaya et al., 2010). En la Tabla 1 se resumen las principales
características clínicas asociadas a cada uno de los subgrupos del FeLV.
Tabla 1
Genoma y proteínas del FeLV

Al igual que todos los miembros de la familia Retroviridae, la


secuencia génica del FeLV contiene repeticiones terminales largas
(LTRs), que son secuencias repetidas que poseen una función
reguladora y controlan la expresión de los otros genes virales, pero en
general no codifican ningún producto proteico. Desde el extremo 5’ a 3’
el orden genético es LTR- gag-pol-env-LTR (véase Figura 1). Dentro de
las LTR, la presencia de regiones repetidas en tándem han sido
encontradas frecuentemente en virus causantes de leucemias mieloides
agudas de gatos y se cree que están asociadas con oncogénesis (Hisasue
et al., 2009; Bolin & Levy, 2011).

El gen gag es el gen del antígeno asociado al grupo, la base para


pruebas de inmunofluorescencia y ELISA. Codifica las proteínas
estructurales internas (core): P15c (proteína de matriz), P12 (función
desconocida), P27 (proteína de cápside), P10 (proteína de
nucleocápside). La proteína P27 se produce en células infectadas por el
virus, en cantidades que exceden las necesarias para la unión de nuevas
partículas virales. Por lo tanto es abundante en el citoplasma de células
infectadas individuales y en el plasma de gatos infectados, razón por la
cual la mayoría de pruebas inmunocromatográficas disponibles están
diseñadas para detectar esta proteína, que no solo circula en plasma,
sino también en saliva y lágrimas (MacLachlan & Dubovi, 2011).

El gen pol codifica para la polimerasa viral o transcriptasa reversa,


responsable de copiar el ARN viral en un ADN complementario
(transcripción inversa), el cual podrá ser integrado posteriormente.

El gen envo, gen de la envoltura, codifica los diferentes componentes de


la misma (gp70 y p15e). La glicoproteína gp70 define el subgrupo viral
y está fuertemente implicada en la inducción de inmunidad específica.
Los anticuerpos anti-gp70 son específicos de subgrupo y dan como
resultado neutralización viral e inmunidad a reinfección. Por lo tanto,
esta proteína es importante en la resistencia natural y como blanco para
la producción de vacunas. Por otro lado, se considera que la proteína
p15e se comporta como una proteína transmembranal cuya presencia
interfiere con la respuesta inmunológica celular del huésped y así
facilita la persistencia viral. Recientemente se ha descrito que su
función inmunosupresora es de gran importancia in vivo, llegando
incluso a inhibir el correcto desarrollo de inmunidad humoral post-
vacunación (Schlecht-Louf et al., 2014). Figura 1

Para el caso del estudio del genomaviral, se han desarrollado diversos


esquemas basados en la reacción en cadena de polimerasa (PCR) para
evaluar el provirus integrado, los cuales, además de su uso en el
diagnóstico de rutina, han cobrado importancia para el estudio y
caracterización de los distintos subgrupos del FeLV. En la Tabla 2 se
presentan algunas de las secuencias de cebadores de mayor relevancia
en la caracterización y diagnósticos de los subgrupos del FeLV.Tabla 2
Signos clínicos

El resultado de la infección en los animales positivos es muy variable,


incluyendo fiebre, letárgica, pérdida de apetito y de peso. Los gatos
infectados pueden sufrir varias manifestaciones clínicas al mismo
tiempo (Hartmann, 2012).

En un 25% de los animales infectados se produce anemia, ya que el


virus puede infectar a la línea roja en la médula ósea, causando
reducción de los hematíes o una producción anormal de eritrocitos que
no funcionan adecuadamente; en otros casos se da una destrucción por
el propio sistema inmune del gato a causa del virus; y en un 15% de los
gatos infectados se desarrolla cáncer, el más común es el linfosarcoma,
que origina tumores sólidos (observables en varios sitios como
intestino, riñones, ojos y cámara nasal) o leucemia (Muñoz, 2005).

Aunque se ha mencionado que la enfermedad periodontal puede


observarse en pacientes felinos con FeLV, recientes estudios de casos y
controles no han logrado encontrar asociación entre la presencia de
gingivoestomatitis y la presencia de antígenos del FeLV (Quimby et al.,
2008; Belgard et al., 2010).

Patogénesis y estadios de la infección

El resultado por infección de FeLV es muy diferente en cada gato. A


pesar de que depende principalmente del estado inmunológico y la edad
del gato, el desenlace final también se ve afectado por la patogenicidad
de la cepa, subtipo de virus infectante y la concentración del virus a la
cual se expone el animal susceptible. Adicionalmente, se ha reportado
una mayor tasa de mortalidad para animales infectados que conviven en
hogares con múltiples gatos (50% de mortalidad en dos años y el 80%
en tres años) en comparación con gatos que están bien cuidados y que
se mantienen estrictamente dentro de hogares donde hay un solo gato
(Hartmann, 2012). Sin embargo, la expectativa de vida de un gato
infectado con FeLV sigue siendo 2,5 veces menor de la de un gato sin
infección. Estudios de casos y controles realizados en más de 1000
gatos infectados con FeLV en los Estados Unidos, comparados con más
de 8000 gatos controles sin infección, demostraron que los gatos
infectados por FeLV tienen una edad media de supervivencia de 2,4
años en comparación con 6años para los gatos sin infección (Levy et
al., 2006).

Aunque durante años se han conocido varias clasificaciones o estadios


de infección por el FeLV en gatos domésticos, el uso de modernos
métodos de diagnóstico y la combinación de estos, nos han llevado a
encontrar cuatro diferentes desenlaces de la infección (Tabla 3) cuya
relevancia clínica y rol epidemiológico aún están por esclarecerse. La
actual clasificación de los estados de infección por FeLV incluye:
infección abortiva (comparable a los antiguos “gatos regresores”),
infección regresiva (comparable a la antigua “viremia transitoria”
seguida de “infección latente”), infección progresiva (comparable a la
antigua “viremia persistente”), y focal o infección atípica (Hartmann,
2012). Tabla 3
Infección abortiva: después de la entrada del virus, este se replica en el
tejido linfoide local en la orofaringe. En algunos gatos
inmunocompetentes (anteriormente llamados “gatos regresores”), la
replicación viral puede ser bloqueada por respuesta inmune (humoral y
celular) eficaz; estos gatos nunca desarrollan viremia aunque pueden
presentar altos niveles de anticuerpos neutralizantes y en ellos no es
posible detectar ni antígeno (p27), ni ARN viral o ADN proviral en la
sangre. Este tipo de infección abortiva es probablemente causada por la
exposición a bajas dosis de virus en un individuo con un sistema
inmune competente (Major et al., 2010).

Infección regresiva: este tipo de infección se desarrolla después de una


respuesta inmune eficaz; en esta, a diferencia de la abortiva, la
replicación del virus y la viremia se encuentran antes o poco después de
la infección de la médula ósea. Después de la infección inicial, el FeLV
se replica por vía sistémica a través de las células mono nucleares
infectadas (linfocitos y monocitos). Durante esta etapa, los gatos
presentan resultados positivos en las pruebas que detectan el antígeno
libre (p27) en el plasma (ELISA o inmuno-cromatografía), excretando
grandes cantidades de virus, principalmente en saliva. En los gatos con
infección regresiva, esta viremia se termina en cuestión de semanas o
meses (por lo que antes se les denominaba gatos con “viremia
transitoria”). Debido a la infección en médula ósea, aunque los gatos
logren eliminar la viremia no pueden eliminar la infección por el FeLV,
puesto que el ADN proviral se encuentra integrado en las células madre
de médula ósea. Esta condición ha sido llamada “infección latente”
(actualmente clasificada como parte de la infección regresiva).

La base molecular de la latencia es la integración del genoma viral


(provirus) en el ADN celular sin producción activa de partículas virales;
por lo tanto, los gatos con infección regresiva tienen resultados
negativos en todas las pruebas que detectan el antígeno del FeLV y
positivo en pruebas de ADN proviral. Durante la división celular, el
ADN proviral se replica y es pasado a las células hijas, lo cual lleva a
que los nuevos linajes celulares puedan contener ADN proviral del
FeLV sin que se realice la traducción de proteínas o se produzcan
partículas virales infecciosas, lo que representa que los gatos infectados
regresivamente no arrojan FeLV y no son infecciosos para los demás
(Hofmann-Lehmann et al., 2001).

Infección progresiva: la infección inicial por el FeLV puede llegar a


diversos órganos y tejidos, con una fase inicial de replicación viral en
tejidos linfoides, médula ósea, la mucosa y los tejidos epiteliales
glandulares. Los gatos con infección progresiva desarrollan una viremia
persistente y son la principal fuente de infección para otros gatos
durante el resto de su vida. Esta condición ha sido llamada “viremia
persistente” y ahora está clasificada como infección progresiva. Los
gatos con infección progresiva desarrollan enfermedades asociadas con
el FeLV, y la mayoría de ellos van a morir en unos cuantos años. Las
infecciones regresivas y progresivas se pueden distinguir a través de
pruebas seriadas de antígeno viral (p27) en sangre periférica, los gatos
infectados regresivamente se volverán negativos en unas semanas
después de la infección, mientras que los gatos infectados
progresivamente seguirán siendo positivos. Inicialmente, tanto
infecciones regresivas como progresivas están acompañadas de la
persistencia de ADN proviral de FeLV en la sangre (detectado por
PCR) pero más tarde se asocian con diferentes cargas de FeLV cuando
se mide por PCR cuantitativa, en la cual la infección regresiva se asocia
con una baja carga viral, mientras que las infecciones progresivas
presentan siempre altas cargas de virus (Torres et al., 2005; Pepin et al.,
2007). Como se observa en la Tabla 3, las infecciones regresivas son
provirus positivas y antígeno negativas, mientras que las progresivas
tienen tanto provirus como antígeno positivo.

Infecciones focales: también conocidas como atípicas. Se han reportado


hasta en el 10% de los gatos infectados experimentalmente o en casos
poco comunes en condiciones de campo. Se caracterizan por una
persistencia de la replicación viral en tejidos atípicos, como en las
glándulas mamarias, la vejiga o los ojos. Esta replicación puede llevar a
una producción débil o intermitente de antígeno, y por tanto estos gatos
puede tener resultados positivos débiles o discordantes en las pruebas
de antígeno o pueden alternar entre resultados positivos y negativos
(Levy et al., 2008).

Transmisión

El FeLV puede transmitirse por diferentes vías. La transmisión


horizontal es la más frecuente y se produce por contacto estrecho entre
individuos que eliminan virus (virémicos tanto sanos como enfermos,
ya que ambos eliminan virus por igual) y gatos susceptibles (Figura 2).
La eliminación del virus se realiza principalmente por saliva y leche,
aunque también en menor cantidad por orina y heces (Cattori et al.,
2009). Los hábitos sociales de acicalamiento en común, compartir
comida, bebederos y zonas de deposiciones dentro de las colonias
felinas favorecen la diseminación del FeLV; la transmisión horizontal
por medio de fómites es posible, aunque menos frecuente, ya que el
virus se inactiva al contacto con el medio ambiente en pocos segundos
(Willett & Hosie, 2013).

La transmisión vertical de madre a feto es posible y puede producir


abortos; sin embargo, aproximadamente un 20% de los gatos infectados
nacerán y saldrán adelante, entre ellos habrá un porcentaje de gatos con
“infección progresiva” desde el primer momento y otro que se
mantendrá no virémico durante semanas o meses, hasta que el provirus
inicie su replicación (Figura 2) (Dunham & Graham, 2008).

Se han descrito casos de transmisión viral asociados a vectores como


las pulgas (Ctenocephalides felis), en las cuales se ha detectado la
presencia de FeLV en sangre y heces (Vobis et al., 2003), así como
también se ha demostrado la transmisión iatrogénica a través de agujas
contaminadas, instrumentos o transfusiones de sangre, entre otros
(MacLachlan & Dubovi, 2011). Figura 2
Diagnóstico

La infección persistente por FeLV se traduce en la presencia continua


del virus en la sangre, de antígenos virales solubles y de glóbulos
blancos que contienen antígenos del virus. Las proteínas del FeLV son
muy inmunogénicas (capaces de inducir una respuesta inmunitaria
específica) y antigénicamente idénticas para todos los subgrupos de
FeLV. La proteína de la cápside viral p27 se sintetiza en gran cantidad
y se encuentra tanto en el citoplasma celular como en el medio
extracelular como antígeno libre (Sand et al., 2010); existen diferentes
pruebas analíticas que pueden detectarla, algunos como los test rápidos
diseñados para realizarlos en las clínicas veterinarias (ELISA e
inmunocromatografía), y otras que deben ser realizadas en laboratorios
de análisis especializado (inmunofluorescencia). Desde finales de los
años ochenta, el diagnóstico serológico de animales seropositivos se
basa en el uso de pruebas de detección de antígeno (p27), por lo que a
diferencia de otras infecciones de importancia en felinos, la detección
de anticuerpos no tiene generalmente valor clínico y en la actualidad no
es tenida en cuenta para la caracterización de los estadios clínicos,
como sí lo es la presencia de antígeno (Jacobson & López, 1991;
Hartmann et al., 2007).

ELISA: detecta el antígeno viral extracelular libre en plasma (proteína


p27). Tiene alta sensibilidad (90%) y alta especificidad, excepto en
lágrimas y saliva, estas dos no deben utilizarse para esta prueba, ya que
la liberación viral en estos fluidos es intermitente; la muestra ideal es
plasma o suero, los cuales se han demostrado que funcionan mejor que
el uso de sangre entera. Como esta prueba detecta los antígenos virales
y no la presencia de anticuerpos, no se ve afectada por la presencia de
anticuerpos maternales en calostro o por los anticuerpos generados por
la vacunación (Dunham & Graham, 2008).

Inmunofluorescencia directa (IFD): detecta el antígeno viral p27


intracelular en el citoplasma de neutrófilos, plaquetas y médula ósea. A
causa de la infección de la médula ósea, los neutrófilos y las plaquetas
salen a torrente sanguíneo infectados por el FeLV, por lo que estas
células solo arrojan resultados positivos aproximadamente tres semanas
después de la exposición. La IFD fue el primer método desarrollado
para el diagnóstico de rutina del FeLV; sin embargo, como requiere
equipos especializados, ahora es usada solo para evaluar el pronóstico
del paciente o para confirmar muestras positivas o sospechosas. Puede
presentar falsos positivos cuando hay trombocitopenia o neutropenia;
cuando los frotis de sangre son muy gruesos, cuando la prueba es
preparada o interpretada por alguien sin experiencia (Hardy et al.,
1973).

Reacción en cadena de la polimerasa –PCR/RT-PCR: detecta


secuencias de ácido nucleico viral (ADN proviral o ARN viral). Es una
prueba altamente específica para diferencias desde el subtipo hasta la
cepa; sin embargo requiere buenas condiciones de laboratorio y
personal calificado, pues a la menor alteración del manejo de muestras
pueden destruir el delicado ácido nucleico o introducir cantidades
mínimas de contaminación cruzada, llevando a falsos positivos o a
falsos negativos. La mayoría de las pruebas de PCR detectan ADN
proviral (secuencia de genoma viral integrado en el genoma del
huésped), siendo por tanto de gran utilidad para la confirmación de
infecciones regresivas o focales en las cuales no hay replicación viral o
es mínima y las pruebas que detectan antígenos darían resultados
negativos (Cattori & Hofmann-Lehmann, 2008; Stützer et al., 2011).

Por su parte, la RT-PCR permite la detección directa del ARN viral


libre, pudiéndose realizar a partir de muestras de sangre entera, suero,
plasma, saliva y heces. Un resultado positivo a esta última es un
indicador de viremia al detectar ARN viral. Es de utilidad en colonias
para detectar positivos en gatos poco manejables utilizando saliva, ya
que es muy sensible; y realizándola de forma cuantitativa (qRT/PCR),
permite evaluar la carga viral del paciente, lo cual es de gran utilidad en
el manejo y pronóstico terapéutico cuando se usan antirretrovirales
(Arjona et al., 2007; Cattori et al., 2008).

Inmunocromatografía o pruebas rápidas: hoy en día se hace uso de


técnicas rápidas basadas en un principio similar al ELISA, los ensayos
inmunocromatográficos, en los cuales se genera una banda o un spot de
color como resultado de una reacción inmunológica demostrando la
presencia del antígeno viral p27. Son comercialmente conocidos como
“SNAPs” (nombre dado por la casa comercial IDEXX® quien los
licenció inicialmente) y son los más utilizados por su fácil manejo, su
rápido resultado y su alta sensibilidad; además, entre sus ventajas se
incluye el hecho que la prueba cuenta con controles positivos y que
pueden simultáneamente detectar varios patógenos de importancia en
medicina veterinaria, tanto virales, como el caso del virus del sida
felino (FIV), o parasitarios. Distintos trabajos de investigación han
demostrado la gran utilidad de estas pruebas rápidas pues logran una
baja o casi nula tasa de falsos positivos o falsos negativos, con la gran
ventaja que su realización no requiere ningún tratamiento previo de la
muestra del paciente (sangre o suero), lo que los ha posicionado como
la mejor alternativa para el diagnóstico del FeLV en los hospitales y
clínicas veterinarias del mundo (Hartmann et al., 2001; Eto et al., 2003;
Sand et al., 2010).

Tratamiento y pronóstico

Algunos gatos se recuperan de la infección espontáneamente o reducen


el número de partículas virales a un nivel tan bajo que muchas pruebas
de antígeno de FeLV pueden dar negativas y los gatos se mantienen
sanos. No hay un tratamiento comprobado que elimine la infección viral
(ABCD, 2009). Se ha intentado hacer una terapia con drogas antivirales
e inmunomoduladores, pero no es curativa. Los gatos FeLV positivos
no requieren de tratamiento específico si tienen buena salud. Los que sí
presenten síntomas deben tratarse con medicamentos y terapia de apoyo
específica para la condición clínica que presenten (pérdida de apetito,
anemia, tumores, etc.) (Greggs et al., 2011).

Gatos FeLV positivos con enfermedad clínica: a estos gatos se les


puede aplicar tratamiento sintomático y, si han desarrollado un linfoma,
quimioterapia. Sin embargo, la opción de la eutanasia deber ser
seriamente considerada porque estos gatos tienen una esperanza de vida
corta y en su tiempo restante no tienen una buena calidad de vida;
sumado al hecho que estos felinos son una importante fuente de
infección para otros gatos sanos (ABCD, 2009).

Gatos FeLV positivos clínicamente sanos: estos gatos pueden seguir


viviendo con buena salud durante un período considerable de tiempo,
pero la gran mayoría tendrán una menor esperanza de vida (meses o
algunos años). Deberían ofrecérseles los mismos cuidados generales
que a los no infectados, pero adicionalmente, habría que aislarlos del
contacto con gatos que padezcan otras enfermedades infecciosas y
evitarles cualquier tipo de estrés. Debido a que estos animales excretan
virus en distintos fluidos corporales (saliva, leche, orina, etc.), no se les
debe permitir el contacto con gatos susceptibles a los que podrían
contagiar el FeLV (Greggs et al., 2012).

Las opciones de tratamiento específico para FeLV son limitadas,


asociadas a algunos efectos secundarios potencialmente graves y en
algunos casos acarrean altos costos potenciales en medicamentos. El
desarrollo de fármacos utilizados para tratar retrovirus humanos, como
es el caso del virus de la inmunodeficiencia humana tipo 1 (VIH-1), ha
sido muy rápido y aunque existen diferencias estructurales entre el
VIH-1 y el FeLV, las similitudes en su mecanismo de replicación
sugieren que algunos medicamentos anti-VIH-1 también pueden inhibir
el FeLV. Los fármacos antivirales empleados en medicina humana,
tales como la 3’-azido-2’, 3’-didesoxitimidina (AZT), han sido
utilizados contra el FeLV con resultados poco concluyentes. Varios
estudios en los cuales se ha tratado a gatos infectados de forma natural
por FeLV con AZT y dosis altas de interferón-α humano subcutáneo,
han mostrado que, a pesar de no evidenciarse efectos adversos de estas
terapias solas o en combinación, los tratamientos con AZT y/o
interferón-α humano no conducen a ninguna mejora estadísticamente
significativa en los parámetros clínicos, de laboratorio o virológicos
comparados con grupo control tratado con placebo (Hartmann et al.,
2002; Stuetzer et al., 2013). Por otro lado, se ha demostrado la actividad
anti-FeLV de cuatro fármacos aprobados por la FDA (Food and Drug
Administration de los EE.UU) in vitro en cultivos celulares, en
concentraciones terapéuticas no tóxicas (tenofovir, raltegravir,
decitabine y gemcitabina). Estos fármacos pueden ser útiles para el
tratamiento de FeLV, pero se debe investigar el mecanismo de acción y
la idoneidad para el uso veterinario, dado que por su reciente
descubrimiento, aún no han sido probadas en felinos (Cattori et al.,
2011; Greggs et al., 2012).
Otra alternativa terapéutica potencial es el uso del interferón omega
felino comercial (rFeIFN-ω VIRBAC®), el cual usado como
tratamiento en gatos con signos clínicos asociados a infección por
FeLV y con coinfección por FIV en condiciones de campo, usando una
dosis subcutánea de 106 UI/kg, una vez al día, durante 3 series de 5 días
consecutivos; demostró lograr tasas significativamente menores de
mortalidad en los gatos tratados, comparados con gatos que solo
recibieron placebo (De Mari et al., 2004; Doménech et al., 2011; Gil et
al., 2013).

Prevención

La base de todo programa de prevención es la vacunación para lograr


una efectiva inmunidad. En 2010, la Asociación Mundial de
Veterinarios de Pequeños Animales-WSAVA, publicó la guía
internacional para vacunación de felinos. Para el caso de FeLV, el
comité de expertos indica que aunque la vacunación no hace parte del
ciclo básico, su uso puede estar determinado por el estilo de vida y el
riesgo de exposición de los gatos y la prevalencia de la infección en el
entorno local. Se recomienda que cualquier gato de menos de 1 año de
edad que pueda tener posibilidad de contacto con el exterior de su
vivienda, reciba 2 dosis de la vacuna administrada con 3-4 semanas de
diferencia a partir de las 8 semanas de edad. Es necesario recalcar que
dicha guía WSAVA solo recomienda vacunar los gatos FeLV
negativos, por lo cual resalta la importancia de realizar pruebas
serológicas de diagnóstico antes de la vacuna. Para las revacunaciones,
la recomendación es administrar una dosis un año después de la última
dosis de la serie inicial, y luego revacunar cada tres años en los gatos
con altos factores de riesgo de exposición (WSAVA et al., 2010). La
revacunación con más frecuencia que cada tres años no es necesaria y
puede aumentar riesgo de desarrollo de sarcomas en el lugar de la
inyección, tal como ha sido asociado en varios estudios (WSAVA et al.,
2010; Ladlow, 2013).

En cualquier comunidad felina, los gatos infectados por el FeLV


deberían mantenerse separados de los gatos sanos. También se debería
evitar el vagabundeo, para prevenir tanto la diseminación del virus en el
vecindario, como la exposición de dichos gatos FeLV positivos a
enfermedades (son animales con su sistema inmune comprometido);
esto último también sería aplicable a la hospitalización en centros
veterinarios, donde deberían mantenerse en jaulas individuales y en una
zona distinta a los gatos con enfermedades respiratorias (FAB, 2009).
Se debe evitar dar carne cruda para prevenir infecciones bacterianas o
parasitarias (toxoplasmosis) y tanto machos como hembras deben ser
castrados para evitar montas y trasmisión del virus en las mismas y en
la gestación (Rivas et al, 1996).

En lugares donde conviva más de un gato, si uno de ellos es


diagnosticado como positivo a FeLV, todos los residentes deben ser
evaluados para determinar su estado serológico. Si se encuentra algún
otro positivo, deberían irse evaluando periódicamente e ir separando o
retirando los positivos. La mejor manera de prevenir la diseminación de
la infección es aislar a los individuos infectados y evitar la interacción
con los sanos (Rivas et al., 1996). Sin embargo, en la vida real, es muy
difícil que un propietario se decida a separar gatos que llevan
conviviendo años y formar dos grupos separados; si los dueños deciden
mantenerlos juntos, los gatos sanos deben ser vacunados contra el
FeLV, para intentar aumentar sus niveles naturales de inmunidad. Los
gatos deben permanecer separados al menos dos meses hasta que se
complete la vacunación, para permitir el desarrollo de una inmunidad
efectiva (MacLachlan & Dubovi, 2011).

FeLV en Colombia

El incremento gradual de la población felina en Colombia y algunos


países está acompañado de la aparición de enfermedades que ponen en
riesgo la salud animal. La leucemia felina es una de las principales
enfermedades retrovirales de mayor morbilidad y mortalidad en los
felinos en Colombia, por lo que requiere de un diagnóstico oportuno
que permita tanto el control del virus como la prolongación de la vida
de estos animales (Benavides, 2000).

Estudios realizados hace ya algunos años en Colombia en la ciudad de


Bogotá mostraron inicialmente prevalencias que oscilaban entre el 4 y
el 13% de los animales muestreados (Quintero & Yepes, 1994;
Benavides, 2000) utilizando una prueba de ELISA que detecta antígeno
p27. Recientemente, un estudio realizado por la Universidad de
Córdoba, utilizando la prueba inmunocromatográfica SNAP combo
FeLV Ag/FIV ab® de IDEXX®, la cual detecta el antígeno p27 viral,
demostró una prevalencia del 23,3% para leucemia felina en felinos
domésticos de la ciudad de Montería (14 positivos de 60 individuos
muestreados), la cual es una de las prevalencias más altas reportadas
para felinos domésticos en el mundo (Tique et al., 2009). Cabe resaltar
que aunque la mayoría de animales se encontraban en buenas
condiciones de salud, los hallazgos clínicos más relevantes en esta
población estudiada fueron la presencia de heridas en el cuerpo (13%),
pérdida de peso (5%), inapetencia y decaimiento (5%), vómito y diarrea
(2%) (Tique et al., 2009).

Los estudios publicados sobre este virus en Colombia son pocos y con
un enfoque clínico (Ortiz, 2011). Sin embargo, nunca se han realizado
estudios que esclarezcan qué variante o subgrupo viral del FeLV se
encuentra circulando en nuestro país, por tanto se hace necesario no
solo el desarrollo de estudios de prevalencia, incidencia y frecuencia de
la enfermedad, sino también sobre los subgrupos virales que están
afectando con mayor frecuencia la población felina colombiana, su
distribución, la respuesta terapéutica, entre otros, lo cual redundará en
un control oportuno y efectivo del FeLV en Colombia.
Conclusiones y perspectivas

Aunque en Colombia poco se ha abordado la problemática, el FeLV es


uno de los agentes de mayor repercusión en la salud de los gatos y la
ecología de las poblaciones felinas del mundo. Aunque solo existe un
serotipo del FeLV, este tiene varios subtipos, cuyo estudio y evaluación
es de crítica importancia para entender la circulación del virus, su
presentación clínica y los riesgos para la comunidad animal, dado que
no todos tienen la capacidad de transmitirse entre gatos.

Los recientes avances en el desarrollo de nuevas pruebas de diagnóstico


han cambiado dramáticamente la clasificación clínica de los gatos con
infección por FeLV, es por tanto necesario, que tanto los clínicos de
felinos como las escuelas de formación de veterinarios, actualicen su
conocimiento de la infección y de los posibles desenlaces de la misma;
sin pasar por alto que el gremio veterinario debe actualizarse en el uso
de técnicas de diagnóstico de vanguardia, las cuales nos permitirán
realizar no solo un correcto y oportuno diagnóstico, sino también una
valoración clínica y pronóstica más acertada de nuestro paciente felino
en riesgo de infección por el FeLV.

En los últimos años, el poco conocimiento de la infección, de su


correcto diagnóstico y de su tratamiento, ha llevado a errores en el
manejo de los pacientes felinos con pruebas positivas para FeLV;
incluso en algunos criaderos se recomienda la eutanasia como la
“única” alternativa ante una posible infección en un gato. El
entendimiento de los diferentes estadios clínicos y de las medidas de
prevención y tratamiento, pueden lograr que un gato positivo a FeLV
tenga una mejor calidad de vida y con un buen plan de manejo no sea
un riesgo de infección para los demás gatos con los que pueda convivir.

Referencias Bibliográficas

ABCD - European Advisory Board on Cat Diseases.


Infección por el virus de la leucemia felina. Ficha
técnica. p.3, 2009.

Anai, Y.; Ochi, H.; Watanabe, S. et al. Infectious


endogenous retroviruses in cats and emergence of
recombinant viruses. Journal of Virology, v.86, n.16,
p.8634-844, 2012.

Anderson, M.M.; Lauring, A.S.; Burns, C.C. et al.


Identification of a cellular cofactor required for infection
by feline leukemia virus. Science, v.287, p.1828-1830,
2000.
Arjona, A.; Barquero, N.; Doménech, A. et al.
Evaluation of a novel nested PCR for the routine
diagnosis of feline leukemia virus (FeLV) and feline
immunodeficiency virus (FIV). Journal of Feline
Medicine and Surgery, v.9, n.1, p.14-22, 2007.

Belgard, S.; Truyen, U.; Thibault, J.C. et al. Relevance


of feline calicivirus, feline immunodeficiency virus,
feline leukemia virus, feline herpesvirus and Bartonella
henselae in cats with chronic gingivostomatitis. Berliner
und Munchener Tierarztliche Wochenschrift, v.123,
n.9-10, p.369-376, 2010.

Benavides, H. Presente y futuro de la leucemia viral


felina y del virus de inmunodeficiencia adquirida felina
en Santafé de Bogotá 1996-1999. Seminario en medicina
felina, Bogotá. Memorias. p.114-128, 2000.

Bolin, L.L.; Levy, L.S. Viral determinants of FeLV


infection and pathogenesis: lessons learned from
analysis of a natural cohort. Viruses, v.3, n.9, p.1681-98,
2011.

Cattori, V.; Hofmann-Lehmann R. Absolute quantitation


of feline leukemia virus proviral DNA and viral RNA
loads by TaqMan real-time PCR and RT-PCR. Methods
Mol Biol, v.429, p.73-87, 2008.

Cattori, V.; Pepin, A.C.; Tandon, R. et al. Real-time


PCR investigation of feline leukemia virus proviral and
viral RNA loads in leukocyte subsets. Veterinary
Immunology and Immunopathology, v.123, n.1-2,
p.124-128, 2008.

Cattori, V.; Tandon, R.; Riond, B. et al. The kinetics of


feline leukaemia virus shedding in experimentally
infected cats are associated with infection outcome.
Veterinary Microbiology, v.133, n.3, p.292-6, 2009.

Cattori, V.; Weibel, B.; Lutz, H. Inhibition of Feline


leukemia virus replication by the integrase inhibitor
Raltegravir. Veterinary Microbiology, v.152, n.1-2,
p.165-8, 2011.

Coelho, F.M.; Bomfim, M.R.; De Andrade Caxito, F. et


al. Naturally occurring feline leukemia virus subgroup A
and B infections in urban domestic cats. Journal of
General Virology, v.89, n.11, p.2799-2805, 2008.
De Mari, K.; Maynard, L.; Sanquer, A. et al. Therapeutic
effects of recombinant feline interferon-omega on feline
leukemia virus (FeLV) infected and FeLV/feline
immunodeficiency virus (FIV)-coinfected symptomatic
cats. Journal of Veterinary Internal Medicine, v.18,
n.4, p.477-82, 2004.

Doménech, A.; Miró, G.; Collado, V.M. et al. Use of


recombinant interferon omega in feline retrovirosis:
from theory to practice. Veterinary Immunology and
Immunopathology, v.143, n.3-4, p.301-6, 2011.

Dunham, S.; Graham, E. Retroviral infections of small


animals. Veterinary clinics small animal practice.
Veterinary Clinics of North America Small Animal
Practice, v.38, n.4, p.879-901, 2008.

Eto, N.; Yazaki-Takayama, N.; Takayama, Y. et al.


Immuno-chromatographic assay for diagnosis of feline
leukemia virus infection. Cytotechnology, v.43, n.1-3,
p.65-72, 2003.

FAB - Felin Advisory Boreau. Virus de la leucemia


felina (FeLV). 2009.

Geret, C.; Cattori, V.; Meli, M. Feline Leukemia virus


outbreak in the critically endangered Iberian lynx (Lynx
pardinus): high-throughput sequencing of envelope
variable region A and experimental transmission.
Archives of Virology, v.156, n.5, p.839-854, 2011.

Gil, S.; Leal, R.O.; Duarte, A. et al. Relevance of feline


interferon omega for clinical improvement and reduction
of concurrent viral excretion in retrovirus infected cats
from a rescue shelter. Research in Veterinary Science,
v.94, n.3, p.753-763, 2013.

Greggs, W.M.; Clouser, C.L.; Patterson, S.E. et al.


Broadening the use of antiretroviral therapy: the case for
feline leukemia virus. Therapeutics and Clinical Risk
Management, v.7, p.115-122, 2011.

Greggs, W.M.; Clouser, C.L.; Patterson, S.E. et al.


Discovery of drugs that possess activity against feline
leukemia virus. Journal of General Virology, v.93,
pt.4, p.900-5, 2012.

Hardy, W.D. Jr.; Hirshaut, Y.; Hess, P. Detection of the


feline leukemia virus and other mammalian
onornaviruses by immunofluorescence. Bibliotheca
Haematologica, v.39, p.778-799, 1973.

Hartmann, K. Clinical Aspects of Feline Retroviruses: A


Review. Viruses, v.4, n.11, p.2684-2710, 2012.

Hartmann, K.; Brunner, K.; Lutz, H. Treatment of feline


leukemia virus infection with 3-azido-2,3-
dideoxythymidine and human alpha-interferon. In:
Proceedings 20th Annual American College of
Veterinary Internal Medicine –ACVIM– Forum, 2002,
Dallas - TX. Memorias. 2002. p.779.

Hartmann, K.; Griessmayr, P.; Schulz, B, et al. Quality


of different in-clinic test systems for feline
immunodeficiency virus and feline leukaemia virus
infection. Journal of Feline Medicine and Surgery,
v.9, p.439-45, 2007.

Hartmann, K.; Werner, R.M.; Egberink, H. et al.


Comparison of six in-house tests for the rapid diagnosis
of feline immunodeficiency and feline leukaemia virus
infections. Veterinary Record, v.149, n.11, p.317-20,
2001.

Hisasue, M.; Nagashima, N.; Nishigaki, K. et al.


Myelodysplastic syndromes and acute myeloid leukemia
in cats infected with feline leukaemia virus clone33
containing a unique long terminal repeat. International
Journal of Cancer, v.124, n.5, p.1133-41, 2009.

Hofmann-Lehmann, R.; Huder, J.B.; Gruber, S. et al.


Feline leukaemia provirus load during the course of
experimental infection and in naturally infected cats.
Journal of General Virology, v.82, p.1589-1596, 2001.

Hulo, C.; De Castro, E.; Masson, P. et al. ViralZone. A


knowledge resource to understand virus diversity.
Nucleic Acids Res. 2011. Disponible en:
<http://viralzone.expasy.org/all_by_species/67.html> Accesado
en: 09/02/2014.

Jacobson, R.H.; López, N.A. Comparative study of


diagnostic testing for feline leukemia virus infection.
Journal of the American Veterinary Medical
Association, v.199, p.1389-1391, 1991.

Jarrett, W.F.; Crawford, E.M.; Martin, W.B. et al. A


virus-like particle associated with leukemia
(lymphosarcoma). Nature. v.202, p.567-569, 1964a.
Jarrett, W.F.; Martin, W.B.; Crighton, G.W. et al.
Transmission experiments with leukemia
(lymphosarcoma). Nature, v.202, p.566-567, 1964b.

Ladlow, J. Injection site-associated sarcoma in the cat:


treatment recommendations and results to date. Journal
of Feline Medicine and Surgery, v.15, p.409-18, 2013.

Levy, J.K.; Scott, H.M.; Lachtara, J.L.; Crawford, P.C.


Seroprevalence of feline leukemia virus and feline
immunodeficiency virus infection among cats in north
america and risk factors for seropositivity. Journal of
the American Veterinary Medical Association, v.228,
p.371-376, 2006.

Levy, J.; Crawford, C.; Hartmann, K. et al. American


association of feline practitioners' feline retrovirus
management guidelines. Journal of Feline Medicine
and Surgery, v.10, p.300-316, 2008.

Little, S. A review of feline leukemia virus and feline


immunodeficiency virus seroprevalence in cats in
Canada. Veterinary Immunology and
Immunopathology, v.143, n.3-4, p.243-245, 2011.

MacLachlan, J.; Dubovi, E. Fenner’s Veterinary


Virology. 4a ed. Elseiver. 2011. p.259-262.

Major, A.; Cattori, V.; Boenzli, E. et al. Exposure of cats


to low doses of felv: Seroconversion as the sole
parameter of infection. Veterinary Research, v.41,
n.17, 2010.

Meli, M.L.; Cattori, V.; Martínez, F. et al. Feline


leukemia virus infection: a threat for the survival of the
critically endangered Iberian lynx (Lynx pardinus).
Veterinary Immunology and Immunopathology,
v.134, n.1-2, p.61-67, 2010.

Muñoz, L. Neoplasias hematopoyéticas en 10 gatos


positivos al virus de leucemia felina. Archivos de
Medicina Veterinaria, v.37, n.1, p.71-76, 2005.

Nakaya, Y.; Shojima, T.; Hoshino, S. et al. Focus assay


on FeLIX-dependent feline leukemia virus. Journal of
Veterinary Medical Science, v.72, n.1, p.117-21, 2010.

Ortiz, J.F. Leucemina viral felina simultánea con otras


patologías en tres casos clínicos diferentes. Revista
Colombiana de Ciencias Pecuarias, v.24, p.55-62,
2011.

Overbaugh, J.; Riedel, N.; Hoover, E.A. et al.


Transduction of endogenous envelope genes by feline
leukaemia virus in vitro. Nature, v.332, p.731-734,
1988.

Pepin, A.C.; Tandon, R.; Cattori, V. et al. Cellular


segregation of feline leukemia provirus and viral rna in
leukocyte subsets of long-term experimentally infected
cats. Virus Research, v.127, p.9-16, 2007.

Quimby, J.M.; Elston, T.; Hawley, J. et al. Evaluation of


the association of Bartonella species, feline herpesvirus
1, feline calicivirus, feline leukemia virus and feline
immunodeficiency virus with chronic feline
gingivostomatitis. Journal of Feline Medicine and
Surgery, v.10, n.1, p.66-72, 2008.

Quintero, G.; Yepes, J. Estudios preliminares de la


leucemia viral felina en Santafé de Bogotá. Bogotá,
Colombia: Universidad de la Salle, 1994. Trabajo de
grado.

Risi, E.; Agoulon, A.; Allaire, F. et al. Antibody


response to vaccines for rhinotracheitis, caliciviral
disease, panleukopenia, feline leukemia, and rabies in
tigers (Panthera tigris) and lions (Panthera leo).
Journal of Zoo and Wildlife Medicine, v.43, n.2,
p.248-55, 2012.

Rivas, R.; Ginel, D.; Camacho M. Enfermedades por


inmunosupresión asociadas al virus de la leucemia
felina. Clínica Veterinaria de Pequeños Animales –
Avepa, v.16, n.3, p.142-164, 1996.

Roca, A.L.; Nash, W.G.; Menninger, J.C. et al.


Insertional polymorphisms of endogenous feline
leukemia viruses. Journal of Virology, v.79, p.3979-
3986, 2005.

Roca, A.L., Pecon-Slattery, J., O’Brien, S.J.


Genomically intact endogenous feline leukemia viruses
of recent origin. Journal of Virology, v.78, p.4370-
4375, 2004.

Sand, C.; Englert, T.; Egberink, H. et al. Evaluation of a


new in-clinic test system to detect feline
immunodeficiency virus and feline leukemia virus
infection. Veterinary Clinical Pathology, v.39, n.2,
p.210-4, 2010.

Schlecht-Louf, G.; Mangeney, M., El-Garch, H. et al. A


Targeted Mutation within the Feline Leukemia Virus
(FeLV) Envelope Protein Immunosuppressive Domain
To Improve a Canarypox Virus-Vectored FeLV Vaccine.
Journal of Virology, v.88, n.2, p.992-1001, 2014.

Sheets, R.L., Pandey, R., Klement, V. et al. Biologically


selected recombinants between feline leukemia virus
(FeLV) subgroup A and an endogenous FeLV element.
Virology, v.190, p.849-855, 1992.

Shojima, T.; Nakata, R.; Miyazawa, T. Host cell range of


T-lymphotropic feline leukemia virus in vitro.
Biochemical and Biophysical Research
Communications, v.345, n.4, p.1466-70, 2006.

Stewart, H.; Adema, K.W.; McMonagle, E.L. et al.


Identification of novel subgroup A variants with
enhanced receptor binding and replicative capacity in
primary isolates of anaemogenic strains of feline
leukaemia virus. Retrovirology, v.9, n.48, 2012.

Stewart, H.; Jarrett, O.; Hosie, M.J. et al. Are


endogenous feline leukemia viruses really endogenous?
Veterinary Immunology and Immunopathology,
v.143, n.3-4, p.325-31, 2011.

Stewart, H.; Jarrett, O.; Hosie, M.J. et al. Complete


genome sequences of two feline leukemia virus
subgroup B isolates with novel recombination sites.
Genome Announcements, v.1, n.1, 2013.

Stuetzer, B.; Brunner, K.; Lutz, H. et al. A trial with 3’-


azido-2’,3’-dideoxythymidine and human interferon-α in
cats naturally infected with feline leukaemia virus.
Journal of Feline Medicine and Surgery, v.15, n.8,
p.667-71, 2013.

Stützer, B.; Simon, K.; Lutz, H. et al. Incidence of


persistent viremia and latent feline leukemia virus
infection in cats with lymphoma. Journal of Feline
Medicine and Surgery, v.13, n.2, p.81-7, 2011.

Tique, V.; Sánchez, A.; Álvarez, L. et al.


Seroprevalencia del virus de leucemia e
inmunodeficiencia felina en gatos de Montería, Córdoba.
Revista de la facultad de Medicina Veterinaria y
Zootecnia, v.56, p.85-94, 2009.

Torres, A.N.; Mathiason, C.K.; Hoover, E.A. Re-


examination of feline leukemia virus: Host relationships
using real-time pcr. Virology, v.332, p.272-283, 2005.

Vobis, M.; D’Haese, J.; Mehlhorn, H. et al. Evidence of


horizontal transmission of feline leukemia virus by the
cat flea (Ctenocephalides felis). Parasitology Research,
v.91, n.6, p.467-70, 2003.

Willett, B.J.; Hosie, M.J. Feline leukaemia virus: half a


century since its discovery. The Veterinary Journal,
v.195, n.1, p.16-23, 2013.

WSAVA Vaccination Guidelines Group, Day, M.J.,


Horzinek, M.C. et al. WSAVA guidelines for the
vaccination of dogs and cats. Journal of Small Animal
Practice, v.51, n.6, p.1-32, 2010.

Calle-Restrepo, J.F.; Fernández-González, L.; Morales-Zapata, L.M.;


Ruiz-Sáenz, J. Virus de la leucemia felina: un patógeno actual que
requiere atención en Colombia. Veterinaria y Zootecnia, v.7, n.2,
p.117-138, 2013.

You might also like