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Orientación educativa en la familia y en la escuela.

Casos resueltos
Autores: García Mediavilla, L. y Martínez González, M. C.
Dykinson, Madrid, 2003, págs. 15-28
ISBN: 978-84-9772-087-8

Esta obra está protegida por el derecho de autor y su reproducción y comunicación pública, en la
modalidad puesta a disposición, se ha realizado en virtud del artículo 32.4 de la Ley de
Propiedad Intelectual. Queda prohibida su posterior reproducción, distribución, transformación
y comunicación pública en cualquier medio y de cualquier forma.
LUIS GARCÍA MEDIAVILLA
, , ,
Ma DE CODES MARTINEZ GONZALEZ

,
ORIENTACION EDUCATIVA
EN LA FAMILIA
Y EN LA ESCUELA
CASOS RESUELTOS

DYKINSON
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, puede
reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación
magnética o cualquier almacenamiento de información y sistemas de recuperación, sin permiso escrito del AUTOR
y de la Editorial DYK!NSON, S.L.

© Copyright by
Luis Garcia Mediavilla
M" de Codés Martínez González
Madrid, 2003

Editorial DYKINSON, S.L. Meléndez Valdés, 61-28015 Madrid


Teléfono (+34) 91 544 28 46- (+34) 91 544 28 69
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ISBN: 978-84-9772-087-8
Depósito Legal: SE-4940-20 1O

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http://www.icubo.com e-mail: info@icubo.com
Teléfono (91) 855 14 64

Impreso por:
PUBLIDJSA
CAPÍTULO!
LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA EN LA FAMILIA Y EN LA
ESCUELA: FUNDAMENTOS, FUNCIONES Y ÁREAS DE
INTERVENCIÓN

La orientación educativa en los contextos de las instituciones familiar y esco-


lar está teniendo un amplio desarrollo corno forma de prevención, detección y so-
lución de problemas y conflictos de las personas individualmente consideradas y
de los grupos a los que aquellas pertenecen y en las que se desarrollan. Por otra
parte la orientación se está convirtiendo en garantía de calidad de la enseñanza y
mejora de las relaciones interpersonales en las mencionadas instituciones y de
calidad de vida y bienestar.
Nuestra posición respecto del constructo orientación educativa es entenderla
como el proceso de ayuda al individuo y al grupo familiar y escolar; dicho proce-
so es sistemático y sistémico, y requiere el carácter multidisciplinar y multiprofe-
sional derivado de la teoría general de sistemas en la que se fundamenta el enfo-
que ecológico sistemático; enfoque en el que creernos y que defendemos porque
pensamos que se adecúa a la naturaleza y características evolutivas de las perso-
nas a lo largo de la vida, de los grupos y de los sistemas diversos en los que se or-
ganizan la familia, la escuela y la sociedad. El concepto exige entre otras cosas:
a. Entender la familia y la escuela como contextos específicos de aprendiza-
je y socialización en los que los procesos interactivos implican a todos los
miembros y a los subsistemas en los que se organizan.
b. Desarrollar estrategias con las que facilitar la dinámica de la relaciones in-
terpersonales, prevenir y detectar dificultades, enfrentar y solucionar pro-
blemas.
c. Buscar recursos y gestionar los existentes.
d. Crear servicios de atención a las personas y a los grupos.
e. Urgir el desarrollo de políticas de protección a la familia y a la escuela.
f. Transmitir, clarificar y desarrollar valores.
16 M" de Codés Martínez y Luis García Medíavilla

Persigue como objetivo prioritario mejorar la calidad de la enseñanza-apren-


dizaje y la vida en general de los individuos dentro de la familia y de la escuela
así como facilitar las interacciones entre los distintos grupos o subsistemas que
forman dichas instituciones.
En esta primera parte del libro nos referimos en primer lugar a los principios y
supuestos en los que se apoya cualquier actuación de orientación educativa, tanto
sí se realiza en el contexto escolar como si se hace en el familiar. En segundo lu-
gar hacemos una breve descripción de las funciones que a la orientación se le
asignan cuando sus destinatarios son todos los miembros de ambas instituciones
consideradas como sistemas complejos que interactúan de forma ordenada y res-
pondiendo a las leyes por las que se rigen los seres vivos, desde los más elemen-
tales a los más complejos.
La relación de funciones que presentamos es la síntesis personal que los auto-
res de la obra han elaborado desde una doble perspectiva: la primera la experien-
cia de muchos años trabajando directamente con familias, equipos de profesores
y alumnos; la segunda las tareas que en la actualidad se le exigen a los orientado-
res que trabajan en centros educativos fomentando la interrelación entre la fami-
lia y la escuela. Finalizamos con una breve referencia a las áreas que son priorita-
rias para la orientación escolar y familiar.

l. PRINCIPIOS Y SUPUESTOS QUE FUNDAMENTAN Y VERTEBRAN


LA ACCIÓN ORIENTADORA

Cuando hablamos de principios nos estamos reftriendo a los ejes vertebrado-


res o pilares en los que se fundamentan, dirigen y garantizan las actuaciones o in-
tervenciones más generales y también las concretas del proceso que hemos lla-
mado orientación. Derivan tanto de la concepción filosófica que tenemos del ser
humano como de las teorías en las que hemos fundamentando nuestra definición
de orientación educativa (teoría general de sistemas y teoría conductual-cogniti-
va). Hablamos del principio antropológico, preventivo, evaluativo o de diagnós-
tico y del desarrollo.
El principio antropológico deriva del concepto de persona como ser indivi-
dual a la vez que social, libre, único y singular; implica atender a las personas y a
los grupos en función de su singularidad individual y social, es decir, desarrollar
técnicas, estrategias, programas y políticas en función de las necesidades y de las
características que hacen de cada persona y de cada grupo seres singulares, dis-
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tintos, diversos y, en ocasiones, únicos. Acciones concretas pueden ser estas:


atención a alumnos con necesidades educativas especiales, atención a familias de
alumnos con necesidades especiales por cuestiones relacionadas con el aprendi-
zaje, la cultura, el carácter, los problemas de salud, la superdotación, etc.
Asumir el principio evaluativo o diagnóstico significa que cualquier actua-
ción o proceso de ayuda a la familia y a la escuela ha de ir precedido de un diag-
nóstico riguroso de las necesidades de los destinatarios: individuos, grupos, pro-
cesos, sistemas, subsistemas, y de sus interacciones.
Las actuaciones orientadas a "reducir riesgos y a desarrollar competencias
o habilidades con las que enfrentar situaciones dificultosas" se fundamentan
en el principio de prevención; en este sentido existe una fuerte preocupación
en las autoridades con competencias en temas de educación y de familia pues-
ta de manifiesto en el desarrollo de políticas de ayuda a las familias desfavore-
cidas o en situación de riesgo social, en el fomento de programas de preven-
ción del consumo de drogas y de alcohol en niños y adolescentes, en la
formación de los profesionales (orientadores, psicólogos, trabajadores y edu-
cadores sociales, etc.), así como en la concienciación de los padres y de la so-
ciedad en general.
En el principio de desarrollo se justifica la diversificación de las actuaciones a
lo largo de toda la vida de los individuos, los grupos y los sistemas respetando las
características propias de cada una de las etapas evolutivas; por ejemplo infancia,
adolescencia, juventud, madurez o senectud; constitución de la pareja, nacimien-
to de los hijos, educación de los hijos, abandono del hogar, etc.
El principio de intervención social o ecológico sistémico centra sus actuacio-
nes en los contextos y en los procesos institucionales en los que se originan las
conductas, en el análisis de las interrelaciones que se producen entre los agentes
y los sistemas implicados; por ejemplo: alumno-alumno, alumno-grupo, alum-
nos-centro, padres-hijos, pareja, escuela-centro educativo, etc.
18 M" de Codés Martínez y Luis García Mediavilla

Cuadro no l. Principios: derivaciones prácticas

Principios Derivaciones prácticas

Antropológico - Desarrollar técnicas, estrategias y progra-


mas.
- Fomentar políticas de ayuda a la familia y
a la escuela.
- Atender a alumnos y grupos con necesi-
dades educativas especiales.
- Atender a familias con necesidades espe-
ciales.

Evaluativo - Desarrollar técnicas, estrategias y progra-


mas de detección de necesidades.
- Diagnosticar de forma rigurosa la situa-
ción inicial del sujeto o de los grupos
como paso previo a la intervención.
- Evaluar el sistema escolar y el familiar y
cada uno de los subsistemas correspon-
dientes.
- Evaluar las relaciones que rigen los siste-
mas y subsistemas en la organización es-
colar y familiar.

Preventivo - Desarrollar programas preventivos de en-


fermedades, consumo de sustancias noci-
vas, etc. para niños y adolescentes.
- Desarrollar programas de formación de
padres y profesores.
- Desarrollar estrategias y programas para
la convivencia.

Evolutivo - Desarrollar programas para las distintas


etapas de la vida de los individuos y de
los grupos.

Ecológico-sistémico - Desarrollar programas de evaluación de


las interrelaciones que se dan entre los
subsistemas que forman los sistemas es-
colar y familiar: padres-hijos, pareja,
equipos docentes-dirección, alumnos-
alumnos, alumnos-profesores.
- Desarrollar estrategias y programas para
mejorar las relaciones escuela-familia,
profesores-alumnos, etc.
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De los principios derivan los supuestos que son principios de carácter más
concreto; se aproximan más a la práctica y sirven de referencia para la planifica-
ción, desarrollo y evaluación de la orientación educativa en cualquier contexto,
en nuestro caso en la institución escolar y familiar. Se caracterizan por ser am-
pliamente generalizables y por lo tanto susceptibles de servir de guía en entornos
diversos. A continuación desarrollamos brevemente los que consideramos que
más se adecúan al concepto de orientación educativa que defendemos.
l. La familia tiene derecho a participar en la educación que se les da a los hi-
jos en la escuela. Es este un derecho emanado de la propia naturaleza de la pater-
nidad/maternidad que reconoce cualquier sociedad democrática; en nuestro país
ha sido recogido en el artículo 27,7 de la Constitución de 1978; posteriormente
ha sido desarrollado en los artículos 4.1, 5.2 y 42.2 de La Ley Orgánica del Dere-
cho a la Educación de 1985; también en los Reales Decretos de 1986 sobre Aso-
ciaciones de Padres y Alumnos.
La familia puede ejercer dicho derecho de formas diversas; tradicionalmente lo
ha hecho desde el momento en que le ha sido posible elegir el centro educativo para
sus hijos; otras formas de ejercer el derecho es a través de las asociaciones (APAs-
AMPAs) colaborando en actividades complementarias y extraescolares o ejercien-
do funciones como toma de decisiones en todos aquellos aspectos en los que la le-
gislación les atribuye competencias. En los centros en los que se ha creado la figura
del padre-madre tutor/a, la participación ha sido mucho más activa en aspectos or-
ganizativos, funcionales e incluso académicos. Desde los modelos (conductuaV
cognitivo y sistémico o ecológico) en los que contextualizamos el trabajo que pre-
sentamos en esta obra, la familia y la escuela constituyen un todo integrado, organi-
zado en subsistemas íntimamente relacionados, de fonna que lo que acontece en
uno influye de forma más o menos relevante en los otros; familia y escuela se com-
plementan a través del ejercicio de las funciones que le son propias.
2. La orientación educativa es un proceso dirigido a las personas individual-
mente consideradas, a los grupos, a los sistemas (familia y escuela) y a los subsis-
temas en los que se estntcturan los sistemas (equipos docentes, equipos directivos,
alumnos, padres-madres, hijos, hermanos, pareja, etc. ) a lo largo de toda la vida o
ciclo vital. Este supuesto se fundamenta en el principio del desarrollo y en la teoría
sistémica. Desde la práctica de la orientación familiar y escolar, implica la ayuda a
todos los individuos y a los grupos en los que aquellos se constituyen a lo largo de
toda la vida y en todas las situaciones: sujetos individualmente considerados en
cada una de las etapas evolutivas: infancia, adolescencia, juventud, adultez, vejez;
20 M" de Codés Martínez y Luis García Mediavilla

grupos de trabajo (equipos docentes y directivos, asociaciones, padres-profesores,


etc. ) en todas y cada una de las etapas de constitución y desarrollo del grupo; de to-
dos y cada uno de los subsistemas en que se organizan la institución familiar y la es-
colar. Implica también atender a los individuos y a los grupos con necesidades es-
peciales: enfermedad, deficiencias fisicas o psíquicas, pérdida de seres queridos,
dificultades de aprendizaje y las derivadas del paro, divorcio o separación, etc.
3. La orientación educativa ha de basarse en una rigurosa evaluación del con-
texto, detección de necesidades y diagnóstico de problemas y de situaciones de
riesgo . La formulación del supuesto y cuanto implica se fundamenta en el principio
que hemos denominado evaluativo o de diagnóstico. Tenerlo en cuenta es garantía
de calidad en la planificación de las actuaciones concretas ya sean de carácter pre-
ventivo o remedial. Cualquier plan de acción, para conseguir los objetivos pro-
puestos, ha de partir del conocimiento de las necesidades que tienen tanto la familia
como la escuela, los grupos o los individuos, así como de las características de los
contextos en los que se originan las conductas y de las situaciones de riesgo en las
que viven o a las que están expuestas las familias y los centros educativos. Este su-
puesto está a la base de numerosos programas y servicios que se han creado para la
prevención de ludopatías, drogadicción, alcoholismo y conductas delictivas en ni-
ños y adolescentes; otro ejemplo es la ayuda en la toma de decisiones respecto de la
elección de estudios y también en la selección de personal.
4. Las actuaciones profesionales de orientación educativa en la familia y en
la escuela, así como los proyectos, servicios y programas tienen que elaborarse e
implementarse en función de los destinatarios. Una de las características delco-
lectivo destinatarios es precisamente su diversidad. La orientación educativa tan-
to en el contexto escolar como en el familiar ha de respetar la diversidad de fami-
lias, hijos y padres, escuelas, alumnos, equipos docentes. Urge pues la
implementación de servicios, programas y actuaciones encaminados a ayudas a
grupos y a sujetos que son diversos en función de la cultura, la raza, la religión, la
ideología política, las capacidades y habilidades, los intereses, los niveles so-
cioeconómicos o las sihmciones especiales que puedan estar viviendo de forma
permanente (enfermedades crónicas, minusvalías, etc) o transitoria.
5. Las actuaciones profesionales de orientación educativa, los proyectos y
programas han de implementarse sobrepasando los límites materiales de la fa-
milia y de la escuela. Este supuesto es una consecuencia lógica del principio de
intervención social según el cual el marco de actuación de la orientación se am-
plía y centra en los entornos materiales y humanos en los que se generan las con-
Orientación educativa en la familia y en la escuela. Casos resueltos 21

ductas, se forman y desarrollan las personas y los grupos. Cualquier actuación


profesional del orientador ha de tener en cuenta los factores positivos y negativos
que afectan a dichos entornos con el fin de potenciar los primeros y prevenir o
evitar los segundos. Es especialmente necesario en casos en los que las familias,
los centros educativos o las personas están expuestos a situaciones de riesgo per-
manente o viven en entornos desfavorecidos que dificultan el nonnal desarrollo
personal, profesional, social; también para requerir a la comunidad los recursos
materiales y humanos que la familia y la escuela necesitan.
6. Prevalencia de lo preventivo sobre lo remedia/ en las actuaciones profesio-
nales, los proyectos y los programas. El supuesto se basa en el principio de pre-
vención que hemos desarrollado anteriormente. Significa trabajar potenciando
los aspectos positivos individuales y del entorno, fomentando conductas social-
mente aceptadas, desarrollando competencias y habilidades sociales, el senti-
miento de la propia valía y la motivación de logro.
7. Todo cuanto acontece en la institución escolar y familiar ha de comprenderse,
analizarse y enfrentarse como un sistema total. Según el modelo sistémico la fami-
lia y la escuela son sistemas de comunicación íntimamente interrelacionados; cual-
quier problema o situación dificultosa es el resultado de una disfuncionalidad del
sistema por lo que la intervención ha de dirigirse más al sistema que al sujeto que
presenta el problema. Las personas se ven influidas por el sistema y ellas mismas in-
fluyen en la naturaleza y en la dinámica del sistema institucional familiar o escolar.

Supuestos de la Orientación Educativa en la escuela y en la familia

1. La familia tiene derecho a participar en la educación que se les da a los hijos en la escuela.
2. La orientación educativa es un proceso dirigido a las personas individualmente considera-
das, a los grupos, a los sistemas (familia y escuela) y a los subsistemas en los que se estructu-
ran los sistemas.
3. La orientación educativa ha de basarse en una rigurosa evaluación del contexto, detección de
necesidades y diagnóstico de problemas y de situaciones de riesgo.
4. Las actuaciones profesionales de orientación educativa en la familia y en/a escuela, así como
los proyectos, servicios y programas tienen que elaborarse e implementarse enfimción de los
destinatarios.
5. Las actuaciones profesionales de orientación educativa, los proyectos y programas han de
implementarse sobrepasando los límites materiales de la familia y de la escuela.
6. Prevalencia de lo preventivo sobre lo remedia/ en las actuaciones profesionales, los proyectos
y los programas.
7. Todo cuanto acontece en la institución escolar y familiar ha de comprenderse, analizarse y
enfrentarse como un sistema total.
22 M" de Codés Martínez y Luis García Mediavil/a

2. FUNCIONES GENERALES DE LA ORIENTACIÓN EDUCATIVA


EN LA FAMILIA Y EN LA ESCUELA

En este apartado nos referimos a las funciones generales derivadas del con-
cepto de orientación educativa que hemos defendido en el apartado anterior así
como de las responsabilidades que han de asumir los orientadores que trabajen
bajo la cobertura de los modelos sistémico y conductual-cognitivo; son funcio-
nes que guardan entre sí una fuerte interdependencia aunque en ocasiones se pue-
den ejercer con cierta independencia. Las describimos brevemente obviando las
múltiples clasificaciones que pueden verse en la bibliografía especializada, en
manuales y monografías; nos referimos a las siguientes: prevención, asesora-
miento, apoyo, información, diagnóstico-evaluación, información, coordina-
ción, planificación, mediación.
La función prevención se concreta en acciones encaminadas a dificultar o re-
ducir la aparición de problemas; se lleva a cabo mediante el diagnóstico precoz,
la detección de dificultades, situaciones de riesgo, entornos deprimidos, etc. tan-
to en la familia como en la escuela, y el desarrollo de habilidades o competencias
con las que poder enfrentar los posibles problemas. Los destinatarios son los in-
dividuos, los distintos grupos en los que se estructura la comunidad escolar y la
familiar, la propia familia y la escuela consideradas como instituciones y siste-
mas de comunicación e interrelación. Se actúa, por Jo tanto, sobre los sujetos, los
sistemas y subsistemas institucionales, los entornos comunitarios y sociales.
Ejemplos de la concreción de la función de prevención son los planes y progra-
mas de apoyo a las familias, los proyectos de prevención de drogas dirigidos a ni-
ños y adolescentes, el desarrollo de habilidades sociales en la familia y en la es-
cuela, los programas de formación de padres, la formación permanente del
profesorado o los planes para el acercamiento familia-escuela. La mayor pmte de
las estrategias que describimos en el apartado modelos pueden emplearse como
instrumentos.
La función asesoramiento se ejerce en los contextos familiar y escolar consi-
derados ambos como instituciones o sistemas, con las personas (niños, adoles-
centes,jóvenes, adultos, etc.) y con los grupos o subsistemas en los que se organi-
zan (equipos docentes, padres, hijos, alumnos, pareja, etc.); también con las
instituciones sociales con responsabilidades en temas de familia. Ejemplos de
concreción de esta función pueden ser, entre otros: sugerir planes de actuación
general, elaborar y aplicar programas específicos para necesidades educativas
especiales, aconsejar la derivación a otros profesionales o servicios sociales de
Orientación educativa en la familia y en/a escuela. Casos resueltos 23

aquellos casos que exceden las competencias del orientador escolar y familiar.
La entrevista, las técnicas de grupo y la consulta son los medios más comunes
utilizados por los orientadores como instrumentos para ejercer la función de ase-
soramiento.
La función apoyo a los centros escolares y a las familias se lleva a cabo a tra-
vés de acciones concretas de asesoramiento sobre servicios sociales de ayuda o
planes de actuación, colaboración en la detección de necesidades o elaboración y
ejecución de programas, diseño y evaluación de planes, programas e intervencio-
nes. La función de apoyo no es exclusiva del orientador; con frecuencia éste se
convierte en mediador entre las familias y la escuela y entre ambas y los servicios
que la comunidad (ministerios, municipalidad, empresas, etc.) pone a disposi-
ción de las personas, las familias y los centros educativos.
La función información corresponde ejercerla fundamentalmente al orienta-
dor; es básica y puede concretarse en actividades muy diversas en función de las
características de la institución familiar y escolar. Algunos ejemplos pueden ser
estos: proporcionar datos de interés para mejorar la calidad de vida de las fami-
lias, de las relaciones institucionales o interpersonales, informar sobre servicios
sociales públicos y privados de ayuda a las familias, sobre opciones profesiona-
les para los jóvenes, programas de formación de padres-madres, solución de pro-
blemas. En los centros educativos la información a los equipos directivos sobre
necesidades de los distintos colectivos, dinámica de las interacciones entre los
distintos estamentos y resultados de las evaluaciones son actividades muy de-
mandadas a la vez que necesarias para mejorar el sistema educativo.
La función diagnóstico-evaluación es una de las básicas para el buen desarro-
llo de cualquier proceso educativo que se lleve a cabo en la familia, la escuela o
en la interacción escuela-familia. Se concreta en actuaciones que varían en fun-
ción de quién sea el destinatario: sistema-institución, grupo-subsistema, persona
individualmente considerada, etc.; también según las características del contexto
y los objetivos que se persigan; algunos ejemplos son la detección de familias y
escolares en situaciones de riesgos (paro, violencia, indisciplina, drogadicción),
necesidades educativas especiales, evaluación institucional .
En cualquier caso el diagnóstico-evaluación implica un proceso de tres fases
con objetivos específicos en cada una de ellas. En la primera fase o evaluación
inicial se detecta el estado de "la cuestión", las necesidades a las que atender, los
problemas sobre los que se va actuar; es el punto de partida para cualquier tipo de
intervención posterior. La segunda fase o evaluación formativa tiene carácter au-
24 M" de Codés Martínez y Luis García Mediavilla

tocorrector y regulador de las actividades y del proceso, permite introducir en la


intervención que se esté llevando a cabo cuantas modificaciones sean necesarias
para alcanzar los objetivos formulados para esta fase. En la última fase o evalua-
ción sumativa se verifica en qué medida y con qué calidad se han alcanzado los
objetivos de las intervenciones programadas. En determinadas evaluaciones de
orientación con familias y escuelas se requiere la ayuda de profesionales exter-
nos o pertenecientes a campos disciplinares distintos, por ejemplo, psicólogos,
médicos o sociólogos.
La función coordinación está tomando especial importancia en la interven-
ciones psicopedagógicas y socioeducativas que tienen como finalidad fomen-
tar la interacción entre la escuela y las familias; también en todo lo relacionado
con la organización y funcionamiento de los centros educativos. Algunas ta-
reas concretas pueden ser la coordinación de las ayudas, de los proyectos con-
juntos, de la metodología de intervención y de los procesos, del sistema de eva-
luación. El orientador utiliza la técnica de la reunión, la entrevista y la
dinámica de grupos.
De la función planificación depende en gran medida el éxito o el fracaso del
trabajo de los orientadores familiares y escolares. En cualquier proceso de plani-
ficación con independencia del campo profesional, la función se ejerce en fun-
ción de núcleos de referencia esenciales al proceso: a) las necesidades o deman-
das de los destinatarios que en nuestro caso son la familia y la escuela como
instituciones formadas por grupos y personas; b) los objetivos que se quieran al-
canzar y que pueden ir desde la prevención de problemas, la detección de los mis-
mos o de necesidades, la solución de problemas o mejorar la calidad de vida de la
familia o de la educación; e) la forma de trabajar o método; este apartado se refie-
re al modelo elegido (programas, servicios, consulta, etc.) y a las estrategias e
instrumentos; d) la evaluación del proceso, de los resultados y del programa si se
trabaja con este modelo.
La función mediación en orientación educativa está dirigida fundamental-
mente a las personas individualmente consideradas, pero en ocasiones se ha em-
pleado con grupos y con las propias instituciones. Dicha función se concreta en el
trabajo del mediador facilitando la comunicación entre las partes implicadas con
el fin de conseguir la colaboración, el acuerdo y la solución de conflictos. En el
ejercicio de su trabajo, el mediador utiliza estrategias como la tormenta de ideas,
el contrato, el refuerzo verbal positivo, la escucha activa.
Orientación educativa en la familia y en la escuela. Casos resueltos 25

Cuadro no 2. Funciones y actuaciones psicopedagógicas

Funciones Actuaciones psicopedagógicas

Prevención - Diagnóstico precoz


- Detección de necesidades, situaciones de
riesgo, entornos deprimidos.
- Planes y proyectos de apoyo a la familia y
a la escuela.
- Proyectos de prevención del consumo de
sustancias nocivas.
- Programas de desarrollo de habilidades
sociales.
- Programas de formación de padres y de
profesores.
- Proyectos de acercamiento familia-es-
cuela.

Asesoramiento - Sugerir planes de actuación general.


- Elaborar programas para necesidades es-
pecíficas de la comunidad educativa.
- Aconsejar la derivación a otros profesio-
nales o servicios sociales de los casos que
excedan las competencias del orientador.

Apoyo - Información sobre servicios sociales y


planes de ayuda.
- Colaboración en la detección de necesi-
dades, elaboración y ejecución de progra-
mas.
- Colaboración en el diseño y evaluación
de planes o programas.

Información - Proporcionar datos de interés.


- Informar sobre servicios sociales públi-
cos y privados.
- Informar sobre opciones profesionales
para jóvenes.
- Transmitir información a los directivos de
los centros sobre las necesidades de los de-
más colectivos.
- Dar a conocer cómo funcionan las reJa-
ciones entre los distintos subsistemas que
componen la familia y la escuela.
26 M" de Codés Martínez y Luis García Mediavilla

Diagnóstico-evaluación - Detectar familias y alumnos en situación


de riesgo, paro, violencia, drogadicción,
etc.).
- Detectar necesidades educativas especia-
les.
- Evaluar las instituciones: la escolar y la
familiar.

Coordinación - Coordinar las relaciones familia-escuela.


- Coordinar ayudas, proyectos, metodolo-
gía y sistema de evaluación de los cen-
tros.

Planificación - Elaborar proyectos de acción global (plan


organizativo y funcional del centro).
- Elaborar planes de gestión de los recursos
materiales y humanos.
- Elaborar planes de búsqueda de recursos,
colaboración con empresas o con otras
entidades.
- Planificar los planes generales de orienta-
ción educativa o de acción tutoría!.

Mediación - Facilitar la comunicación entre las partes


implicadas en un conflicto.
- Mediar en la solución de problemas.
- Facilitar el consenso entre las partes im-
plicadas en el conflicto.

3. ÁREAS DE INTERVENCIÓN EN LA ESCUELA Y EN LA


FAMILIA

Al término áreas de intervención se le han dado múltiples significados en el


campo de la psicopedagogía; no vamos a entrar en discusión sobre el uso del mis-
mo; sólo decir que en esta obra seguimos la interpretación que del mismo hicie-
ron Maher y Zins (1989). Cuando se trabaja con familias y comunidades educati-
vas el concepto áreas de intervención abarca los fines u objetivos de la
intervención (para qué intervenir), los modos o formas (cómo intervenir), los
contenidos (qué o sobre qué intervenir), en qué contextos o sistemas intervenir
(escuela: equipos docentes, alumnos, equipos directivos; familia: pareja, padres-
hijos, abuelos, etc.), dificultades que prevenir, problemas que resolver, necesida-
des a las que atender. En un trabajo anterior referido a la orientación en la escuela
(Martínez otros 2002), hicimos la siguiente clasificación:
Orientación educativa en la familia y en la escuela. Casos resueltos 27

l. Orientación vocacional o desarrollo de la carrera. El área trata de alcanzar


objetivos relacionados con el mundo laboral
- Conocer el mundo de trabajo, es decir, puestos de trabajo, condiciones y
requerimientos, características, exigencias, compromisos.
- Conocer el nivel de aspiraciones y los intereses de los jóvenes y de los as-
pirantes a los puestos de trabajo.
- Analizar la relación existente entre las aptitudes y actitudes de los aspiran-
tes y los requisitos de los puestos de trabajo.
- Informar y formar a los escolares de Secundaria y a los universitarios en
relación a la elección de canera y de posibles puestos de trabajo.
- Desarrollar las capacidades, habilidades y destrezas para la comunicación
y la convivencia en los grupos.
- Fomentar el desarrollo de habilidades de búsqueda de información profe-
sional e interpretación de la misma.
- Desanollar hábitos de trabajo eficaz y actitudes de crítica constructiva.
- Explorar el mundo laboral y preparar para el mismo a través de contratos
en prácticas, prácticas voluntarias y simulación de casos.
- Sensibilizar y formar a profesores, padres y demás agentes implicados en
la educación de los jóvenes.
- Elaborar y desarrollar propuestas de educación para la carrera buscando
recursos nuevos y optimizando los existentes.
2. Desarrollo personal y social. En esta área se trabajan contenidos relaciona-
dos con campos como los que especificamos a continuación:
- Desarrollo y clarificación de valores.
- Autoestima.
- Habilidades sociales.
- Habilidades vitales.
- Control de la propia conducta.
3. Desarrollo cognitivo o desarrollo de la inteligencia en sus múltiples formas
o manifestaciones.
- Memoria y atención.
- Razonamiento abstracto, verbal, lógico-matemático, espacial, etc.
- Inteligencia práctica.
- Inteligencia emocional.
28 M" de Codés Martínez y Luis García Mediavilla

4. Atención a las necesidades educativas especiales


- Discapacidades mentales.
- Discapacidades físicas y sensoriales.
- Retraso escolar.
- Dificultades de aprendizaje.
- Dislexias.
- Superdotación.
5. Apoyo a los procesos de enseñanza-aprendizaje. En este área se desarrollan
contenidos relacionados con los factores que afectan al aprendizaje:
- Capacidades cognitivas.
- Técnicas instrumentales y de estudio.
- Técnicas de trabajo intelectual.
- Motivación de logro.
- Rasgos de personalidad.
- Autoestima.
-- Control de la conducta y del aprendizaje.
- Intereses y nivel de expectativas.
- Estilos de aprendizaje.
- Estilo educativo.
- Toma de decisiones.
En orientación familiar las áreas de intervención psicopedagógica y socioedu-
cativa coinciden en gran medida con las de la orientación escolar; entendemos
que las diferencias provienen de la diversidad familiar; en este sentido diferen-
ciamos las siguientes áreas: apoyo a familias en procesos de adopción y acogi-
miento familiar, en situación de conflicto, violencia doméstica o riesgo social,
con miembros discapacitados, con personas mayores a cargo, con hijos de altas
capacidades. En la mayor parte de las áreas citadas se desarrollan contenidos re-
lacionados con: autoestima, servicios de apoyo que la sociedad pone a disposi-
ción de las familia, procesos de mediación, formación para la paternidad respon-
sable, cuidado de los hijos, violencia familiar y escolar, técnicas de
enfrentamiento de las dificultades y solución de problemas.

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