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Nutrición, salud
y alimentos funcionales
Socorro Coral Calvo Bruzos
Carmen Gómez Candela
Consuelo López Nomdedeu
Miguel Ángel Royo Bordonada
(Coordinadores)
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EDUCACIÓN PERMANENTE
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Nutrición, salud
y alimentos funcionales
Coordinadores
SOCORRO CORAL CALVO BRUZOS
CARMEN GÓMEZ CANDELA
CONSUELO LÓPEZ NOMDEDEU
MIGUEL ÁNGEL ROYO BORDONADA
© Socorro Coral Calvo Brutos, Carmen Gómez Candela, Consuelo López Nomdedeu y Miguel
Ángel Royo Bordonada (Coordinadores).
ISBN: 978-84-362-6162-2
Depósito legal: NA 1008-2011
Autores
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ÍNDICE
BLOQUE I
NUTRICIÓN SALUDABLE Y ALIMENTOS FUNCIONALES
BLOQUE II
INVESTIGACIÓN EN ALIMENTOS FUNCIONALES
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BLOQUE III
ALIMENTOS FUNCIONALES EN LA ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR
Y EL CÁNCER
BLOQUE IV
ALIMENTOS FUNCIONALES EN LAS ETAPAS DE LA VIDA
BLOQUE V
ALIMENTOS FUNCIONALES EN OTRAS ENFERMEDADES
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BLOQUE I
NUTRICIÓN SALUDABLE
Y ALIMENTOS FUNCIONALES
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Tema 1
Hábitos alimentarios saludables
1. Introducción
2. Origen de los hábitos alimentarios
2.1. Estructura de la familia
2.2. Sistema académico y laboral
2.3. Recursos
2.4. Reconocimiento y valoración social
3. ¿Es posible modificar los hábitos alimentarios?
4. Algunos principios que constituyen la base de la formación y arraigo de los
hábitos alimentarios
5. ¿Por qué la gente no cambia sus hábitos alimentarios?
6. Hábitos alimentarios y posmodernidad
7. ¿Se han integrado los alimentos funcionales en los hábitos alimentarios de la pobla-
ción española?
8. Resumen
Bibliografía
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HÁBITOS ALIMENTARIOS
ORIGEN MODIFICACIÓN
Producció n y Simbolos
Pensiones Creencias Educació n Publicidad Poder
disponibilidad Influencias
publicitarias Tradiciones nutricional Modas adquisitivo
de Alimentos Religiosas
Nivel
comunidad
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1. INTRODUCCIÓN
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vidad, como es la comida de cada día, se haga de forma adecuada desde el punto
de vista de presencia de alimentos que aporten el contenido en nutrientes
necesario y se adapte al sujeto que la recibe para combatir la enfermedad y
promover la salud.
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Uno de los factores que más directamente ha intervenido en los nuevos hábi-
tos alimentarios, junto a las nuevas modalidades familiares y el trabajo extra-
doméstico de la mujer, ha sido el predominio de la población urbana sobre
la rural, la concentración de la población en los grandes núcleos urbanos
con la necesidad de utilizar un transporte público para acceder a los centros
de enseñanza y a los centros laborales.
Las largas jornadas de trabajo y los horarios escolares producidos en parte
por el tiempo necesario para transportarse ha obligado al uso de los servicios
de restauración colectiva con las ventajas e inconvenientes que esto conlleva.
La responsabilidad de la familia en la formación de hábitos alimentarios
saludables ha disminuido porque se ha ido delegando parcialmente en las
empresas de catering que atienden guarderías infantiles, comedores escola-
res y laborales. Al menos una de las comidas, la del mediodía, que constitu-
ye de un 30 a un 35% del total de las necesidades nutricionales diarias se lle-
van a cabo en estos centros.
En el sector de la restauración infantil se está haciendo un gran esfuer-
zo desde las administraciones sanitarias nacional, autonómica y local (Estrategia
NAOS) para normalizar planes de dietas que respondan a las necesidades de
la población infantil y juvenil contribuyendo de esta forma a la educación
nutricional de este grupo de población.
En el ámbito laboral se han buscado varias alternativas: comedor de
empresa, bonos de comida utilizables en una amplia red de restaurantes que
se acogen a este sistema y provisión de espacios e instalaciones dotadas de
frigorífico y microondas que permitan conservar y recuperar las comidas
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2.3. Recursos
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En relación con las actitudes quisiéramos comentar que las muchas obli-
gaciones familiares provocan entre sus miembros un cansancio que afecta
y debilita las buenas actitudes y relaciones humanas ya que la alimentación
diaria no es una tarea esporádica y esto exige dedicación y disciplina. Por
esta razón sólo el convencimiento de que comer bien protege nuestra salud,
además de la colaboración y apoyo de todos los miembros de la familia,
puede estimular y potenciar una buena disposición.
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tos son más de orden cultural que fisiológico. En nuestra sociedad, general-
mente, no se come por hambre sino por apetito y éste es selectivo, es decir se
dirige a lo que nos gusta que no coincide generalmente con lo que se necesita.
Dadas las circunstancias descritas los hábitos alimentarios son fruto de
las interacciones biológicas, psicológicas y socioculturales y por esta razón
cualquier análisis que se haga sobre el tema no puede ser unidimensional.
Las sociedades del mundo civilizado carecen, en relación con la comida
de lo que se denomina el «saber del cuerpo», es decir, una demanda instin-
tiva que hace que nuestra hambre no sea selectiva... sino fruto de una nece-
sidad. Además el hombre de hoy es sedentario y urbano, incapaz de adaptar,
de forma espontánea, su consumo de alimentos a los gastos en energía y nu-
trientes reales porque sus necesidades biológicas son sustituidas por las de
tipo psicosocial.
Existe conciencia en la población de que muchos de sus problemas de
salud están relacionados con la forma de comer, con los excesos y con los
defectos, pero tienen dificultades para renunciar a lo que les apetece y a
someterse a los controles que puede plantearles una forma de vivir que exige
algunas renuncias.
Una de las razones es que la población no percibe los riesgos de sus hábi-
tos inadecuados para su salud y los más jóvenes creen que las consecuen-
cias de comer mal les pasan a otros o se contemplan a muy largo plazo… (7).
Existe, por otra parte, una curiosa adición a las dietas de alto riesgo. La
población se decanta por alimentos ricos en grasas, un consumo excesivo de
proteínas de origen animal, productos azucarados, alimentos salados, bebi-
das refrescantes en sustitución del agua etc.
A esta situación colaboran los numerosos y atractivos estímulos externos
canalizados, en parte, por las empresas agroalimentarias mediante las altas
inversiones en publicidad y la reiteración de sus anuncios difundidos por los
distintos medios existentes. Por supuesto la mayoría de la publicidad va diri-
gida a productos no esenciales para la salud.
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Margaret MEAD comenta «Si cada día tu expresas quien eres mediante la
comida propia de tu clase o grupo, proponer un cambio supone un drástico
cambio».
No se puede expresar mejor ni sintetizar de forma más completa los ele-
mentos que interfieren en nuestras decisiones alimentarias y en la configu-
ración de los hábitos.
Estas valoraciones siguen siendo actuales y su influencia e importancia
no ha cambiado.
El siglo XXI ha proporcionado una gran plétora de alimentos, cambios
rápidos, nuevas tecnologías y la proliferación de «alimentos servicio», es
decir, aquellos que alivian la manipulación en la cocina. La alternancia de
los productos fruto de la estacionalidad y ligada a las zonas de producción
ha sido desplazada por la alternativa propia de la diversidad y el acceso a
una gran oferta; preocupación de los consumidores por la seguridad ali-
mentaria, la obsesión por lo natural y una cierta pérdida de los ritos que
rodean la comida tradicional como consecuencia de ritmos de trabajo dis-
tintos a los de generaciones anteriores que ha dado lugar a la figura del
«comensal solitario», situación muy negativa para que la alimentación cum-
pla sus fines (9).
Los hábitos alimentarios saludables necesitan de una organización fami-
liar y social que los favorezca pues de lo contrario las dificultades para con-
seguirlos serán insalvables (10).
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Por todo ello hay que conseguir que la información que se indique en su
publicidad y etiquetado sea rigurosa y se ajuste a la realidad sin exagerar los
beneficios y las ventajas para la salud que pueden obtenerse de su consumo.
De este estudio se deduce también que el consumidor español conoce y
utiliza en su lenguaje habitual las expresiones que acompañan a los ali-
mentos funcionales: aumenta las defensas del organismo, favorece la inmu-
nidad, reducen el colesterol, ayuda a controlar la hipertensión, aporta antio-
xidantes, tienen lactobacilos, omega-3, isoflavonas, fitoesteroles, ácido
fólico etc.
De entre los alimentos funcionales los «bio» son los más conocidos y uti-
lizados y la credibilidad que les merecen ciertas marcas se pone de mani-
fiesto. Bien es verdad que, entre los encuestados, quienes tienen un mayor nivel
académico son más críticos en aceptar todas las ventajas que la publicidad
señala.
El fututo de la presencia de alimentos funcionales, a nuestro juicio, está
garantizado en la dieta y la legislación que controle y normalice las expre-
siones que acompañen a su etiquetado y publicidad será muy positiva. El
consumidor demanda veracidad en lo que se le dice y consenso científico
que garantice las bondades del producto que se le vende. Si el precio de estos
productos se encuentra dentro de las posibilidades económicas de la pobla-
ción, su venta no tendrá problema porque el valor añadido que tienen los
ingredientes que los convierte en funcionales es demandado y aceptado.
Como se ha descrito en el Documento sobre Consenso Europeo —Scientific
concepts of functional foods in Europe: consensus document. Br. J.Nutr,
1999 81 suppl. 1, S1-S28— «La concepción y el desarrollo de un alimento
funcional es a la vez un problema clave y un desafío científico que debería apo-
yarse sobre un conocimiento científico de base de las funciones “diana” y su
posible modulación por los componentes alimentarios».
En el futuro y para alcanzar la nutrición óptima los alimentos funciona-
les jugarán un importante papel.
8. RESUMEN
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BIBLIOGRAFÍA
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Tema 2
Actividad física y alimentos funcionales
Pedro J. Benito
Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF-UPM)
1. Introducción
2. Actividad física y salud
2.1. Definición de actividad física
2.2. Diferenciación de actividad física y deporte
2.3. Concepto de condición física
3. Alimentos funcionales en la actividad física y la salud
3.1. Concentrados proteicos (AA)
3.2. Hidratos de carbono
3.3. Grasas
3.4. Vitaminas y minerales
3.5. Agua y bebidas para deportistas
3.6. Bicarbonato sódico
4. Definición y concepto de alto rendimiento
5. Alimentos funcionales en el alto rendimiento
5.1. Cafeína
5.2. Creatina
5.3. L-carnitina
5.4. Antioxidantes
5.5. Beta-alanina
5.6. Probióticos
6. Conclusiones
6.1. Ejercicio aeróbico
6.2. Ejercicio anaeróbico
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
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nientes. Por tanto, el profesional sanitario debe ser muy crítico cuando se
encuentre ante este tipo de literatura.
No obstante, y a pesar de las expectativas que se crean, para muchas de las
ayudas ergogénicas nutricionales no existe suficiente evidencia científica en
cuanto a su uso. Aquí se pueden esgrimir varias razones. Para algunos com-
puestos no existen suficientes estudios científicos bien planteados, para otros no
se puede descartar el efecto placebo. Especialmente en el deporte de alto ren-
dimiento es muy difícil valorar el efecto de una ayuda ergogénica u alimento
funcional, pues en ocasiones se trata de cuantificar la mejora en milésimas de
segundo o en milímetros. Puede darse el caso de que el margen de error propio
del aparato o del método de investigación empleado sea superior a la posible
mejora del rendimiento. Asimismo, la mayoría de los estudios se han realizado
en el laboratorio y el rendimiento en el campo puede ser diferente (3, 5).
En este capítulo, se va a profundizar únicamente en aquellos alimentos
funcionales y/o ayudas ergogénicas para las que existe suficiente evidencia cien-
tífica, diferenciando si su empleo está aconsejado en deportistas aficionados
o en deportistas profesionales.
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Innumerables autores han relacionado los efectos que presentan los nive-
les de actividad física sobre la salud, tanto en adultos (6-8), como en ado-
lescentes y niños (9-11), aunque existe cierta controversia sobre el concepto
de actividad física, el nivel mínimo que provoca las mejoras en la salud (12)
y el concepto de deporte.
Desde luego el concepto integrado de salud más reconocido es el pro-
mulgado por la Organización Mundial de la Salud, manifestado en su
constitución (13), «La salud es un estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermeda-
des», aunque este concepto ha ido evolucionando, desde lo que se ha con-
siderado una salud física, a un concepto más integrado como el que pre-
senta la OMS.
Desde los primeros estudios de Faulkner en 1962 sobre las relaciones
entre la actividad física, la salud y la longevidad (14), muchos investigadores
han trabajo sobre la hipótesis, más que fundada, de que los niveles de acti-
vidad física estaban muy relacionados con la aparición de patologías a lo
largo de la vida y tenían un impacto directo sobre la longevidad (6, 8, 15, 16).
Muchas de las patologías que afectan directamente a la longevidad son
las patologías cardiovasculares, que en el caso de personas jóvenes (menores
de 40 años) suelen ser causadas por anormalidades congénitas o heredita-
rias en el corazón o en el tejido vascular, y en el caso de los mayores las pato-
logías más frecuentes suelen ser las asociadas a la enfermedad de las arte-
rias coronarias, como los infartos de miocardio o los trombos (17). Sobre
todo en personas adultas y que no han tenido precedentes de estas patolo-
gías, se ha demostrado que los niveles de actividad física están íntimamen-
te relacionados con la aparición de las mismas (6, 15, 18).
Existe bastante evidencia que relaciona la actividad física y la salud, y
aunque parece más importante el volumen semanal de minutos de actividad
vigorosa o muy vigorosa (18, 19), también la frecuencia de la actividad físi-
ca se relaciona con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, no encontramos evidencias de que se haya estudiado ais-
ladamente esta variable en ejercicio físico, como indica Haskell y colabora-
dores (21).
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Los niveles de actividad física se calculan como múltiplos del gasto ener-
gético individual en reposo, también conocido como Ritmo metabólico en
reposo o MET en sus siglas inglesas (metabolic equivalent of task). Se consi-
dera la forma más correcta de relativizar las diferentes características de las
personas a los gastos de las tareas a desarrollar, y se ha utilizado con fre-
cuencia en las encuestas de actividad física para lograr conocer con detalle
las necesidades energéticas de cada persona.
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tiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre» (25).
En ambas acepciones podemos encontrar rasgos comunes a la definición de
actividad física, lo importante es descubrir lo que las diferencia. En primer
lugar la reglamentación. La existencia de la contienda bajo unas normas, es
un rasgo diferenciador del concepto deporte frente al de actividad física, ya que
esta última aunque tiene una finalidad, la forma de alcanzarla requiere de un
procedimiento que tan solo está limitado por los resultados obtenidos en la expe-
riencia.
No es misión de este capítulo ahondar en el complejo fenómeno depor-
tivo, tan sólo indicar que en esencia contiene dos significados, el de compe-
tición para lograr ser el mejor en una determinada actividad, y en segundo
lugar la práctica de una actividad física específicamente orientada a la diver-
sión, a la salud o a ambas cosas.
Muchas locuciones se asocian al concepto deporte, como el deporte olím-
pico, deporte recreación o deporte de élite, este último será descrito más ade-
lante, pero en todas residen la misma esencia de las definiciones que se han
planteado previamente.
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• BLAZQUEZ, D. (1993) cit. por ROSA y DEL RÍO (1999: 20): «Una serie de
atributos de la capacidad funcional, ligados a la capacidad de practicar
una actividad física. Estos atributos son los determinantes específicos
de la condición física: la composición corporal, la potencia aeróbica, la
fuerza muscular, la flexibilidad y la resistencia muscular».
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— Ayudar a reducir los síntomas y riesgos asociados con los niveles altos
de radicales libres que se generan durante la actividad física, prote-
gerse de enfermedades relacionadas con la edad y retraso de los efec-
tos del envejecimiento.
— Cubrir las mayores necesidades nutricionales que se producen en la acti-
vidad física como consecuencia del mayor desgaste físico y favorecer
con ello un mejor balance energético.
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3.3. Grasas
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Entre los minerales, han sido propuestos como potenciadores del rendi-
miento los siguientes: hierro, cinc, cobre, selenio y cromo. De todos ellos, el
que presenta mayor problema para los deportistas es el hierro, cuya suple-
mentación está indicada especialmente en ingestas energéticas inferiores a
1.800 kcal.
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En esta parte del capítulo analizaremos sólo las ayudas que correspon-
den a las categorías nutricionales o dietéticas y farmacológicas; y de ellas,
tan sólo aquellas legales e incluso recomendables a los deportistas de alto
rendimiento. sin diferenciar entre alimento funcional y ayuda ergogénica
debido a la ausencia de consenso en la bibliografía.
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Resolución de 17 junio 2002, http://www.csd.gob.es/csd/instalaciones/4CenAltRend/ 1CenAltRen/
02Clasif/
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5.1. Cafeína
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nadas, la cafeína no produce ninguno de los efectos que podrían afectar nega-
tivamente al rendimiento deportivo, como palpitaciones, nerviosismo, ansie-
dad, incapacidad para enfocar, molestias gastrointestinales, insomnio o irri-
tabilidad.
A todo esto hay que añadir que la ingesta crónica de cafeína (> 8 mg/kg
de peso corporal/día) reduce considerablemente la sensibilidad y la respuesta
a la misma, por lo que estas personas deben mantener un período de absti-
nencia de unos 4 días si quieren obtener un beneficio.
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5.2. Creatina
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5.3. L-Carnitina
5.4. Antioxidantes
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5.5. Beta-alanina
5.6. Probióticos
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cambios de horarios, y las múltiples exigencias propias del deporte de alta inten-
sidad. El estrés ligero o moderado es sin embargo vital ya que sin él no podría -
mos vivir. El estrés nos hace vivir más años ya que estimula nuestras defen-
sas, favorece los mecanismos de reparación de las células de nuestro organismo,
incluidas las cerebrales. Las proteínas llamadas del estrés calórico- HSP (heat
stress proteins) ejercen procesos de reparación y reforzamiento celular, eli-
minando los residuos tóxicos. Sin embargo, estos procesos de reparación
fisiológicos comienzan a perder eficacia a partir de los 35 años; no obstan-
te, mediante la práctica de un estrés moderado, «ejercitándolo» podemos
mantener dentro de ciertos límites los mecanismos de reparación.
Hasta hace poco los científicos creían que los nutrientes tenían una fun-
ción determinada: ser metabolizados y procurar energía para las células.
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Hesketh y col. (38) han postulado que al dar un alimento a cinco indivi-
duos distintos, se puede observar un efecto en dos de ellos, mientras que en
los tres restantes no hay ninguna consecuencia. Es lo que conduce al con-
cepto de «nutrición personalizada».
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6. CONCLUSIONES
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días realizar ejercicio físico hasta consumir la mitad de las reservas; con-
sumir > 300 g de HC (poca grasa, poca fibra) 3-4 horas antes del acon-
tecimiento; consumir 300 y 700 g HC inmediatamente después del
ejercicio.
3. Ingesta de proteína: mantener 1,8-2 g proteína/kg/d en entrenamientos
intensos, prestar especial cuidado a la ingesta óptima de aminoácidos
esenciales.
4. Hierro: 15-50 mg de hierro en forma de quelato orgánico, aumentar
la ingesta de hierro hemo y de vitamina C.
5. Cafeína: 3 a 6 mg/kg de peso 1 hora antes del acontecimiento.
6. Vitaminas B: en función de la ingesta energética.
7. Mezcla de antioxidantes: vitamina E 400-800 UI/d; vitamina C 500-
1000 mg/d; beta-caroteno 25000-100,000 UI/d; selenio 100-250 Fg/d.
(en caso de fumadores, no se debe aportar el beta-caroteno). Dar pre-
ferencia a carotenoides y flavonoides.
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BIBLIOGRAFÍA
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Tema 3
La hidratación a través
de las bebidas funcionales
1. Introducción
2. Nutrientes, energía y bebida
2.1. Ingestión adecuada de agua
2.2. Hidratación, salud y bienestar
3. Clasificación de las bebidas funcionales
3.1. Según los consumidores
3.2. Por sus declaraciones y beneficios para la salud
3.3. De acuerdo a sus ingredientes más destacados
4. Bebidas funcionales más destacadas
4.1. Aguas minerales
4.2. Bebidas ricas en antioxidantes (polifenoles)
4.3. Bebidas de reposición
5. Bebidas adecuadas para una correcta hidratación
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
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En este apartado conviene recordar, entre otras cosas, que para los adul-
tos sanos una deshidratación del 2,8% del peso corporal por exposición al
calor o tras un ejercicio fuerte, conlleva una disminución de la concentra-
ción, del rendimiento físico, de la memoria a corto plazo, un aumento del
cansancio, cefaleas así como reducción del tiempo de respuesta (4).
En uno de los escasos estudios llevado a cabo entre personas mayores (hom-
bres sanos entre 50 y 82 años), la deshidratación se relacionó con menor velo-
cidad en los procesos psicomotores, atención más pobre y una memoria dis-
minuida (5). El efecto contrario de la deshidratación aguda sobre la capacidad
de ejercicio físico y sobre el rendimiento está perfectamente establecida, sobre
todo cuando la deshidratación supera el 1-2% del peso corporal (6).
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Las aguas minerales naturales son las bebidas funcionales más antiguas
conocidas. Tradicionalmente, las aguas minerales han sido consumidas por
sus posibles efectos sobre diferentes aspectos de la salud. Como ya sabemos,
este consumo iba muy ligado al manantial y a ubicaciones muy concretas
sobre las que se fue desarrollando el mundo balneario. Posteriormente, los
propietarios de estas instalaciones comenzaron a envasar sus aguas y a dis-
tribuirlas en el exterior.
Aparato digestivo
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Deporte
En el caso de los deportistas, este tipo de aguas bicarbonatadas pueden
contribuir a la recuperación del agua corporal y de sus sales (rehidratación),
facilitar el aclaramiento de nitrógeno y contrarrestar la acidosis metabólica
tan frecuente tras realizar ejercicios extenuantes (13).
Aparato circulatorio
Es conocida desde antiguo la correlación negativa entre la dureza del
agua de consumo y la mortalidad cardiovascular. Así, tiene mayor inciden-
cia la muerte súbita, la enfermedad cerebrovascular y otras patologías vas-
culares en aquellas zonas cuyas aguas de consumo son blandas. Una conse-
cuencia importante de este hecho es el interés que se despertó en su momento
por la posible relación entre el contenido en minerales del agua de consumo
y la patogénesis de la aterosclerosis, de las patologías cardiovasculares y de
la hipertensión arterial.
De este modo, se ha pensado que el papel del calcio, del magnesio, cobal-
to, litio, vanadio, silicio, manganeso y talio puede calificarse como poten-
cialmente beneficioso, mientras que la presencia abundante de otras sus-
tancias como el cadmio, el plomo, la plata, el zinc y el antimonio podrían
ser consideradas como potencialmente perjudiciales, bien es cierto que en
el caso del cobalto y del zinc hay controversia ya que a menudo se les han
adjudicado ambos papeles (14).
En lo que respecta al magnesio, hay evidencias sobre la relación entre su
presencia en el agua de consumo y el riesgo de enfermedad cardiovascular (15).
De hecho, en un reciente metaanálisis (16), se concluyó que concentracio-
nes de magnesio en el agua entre 8,3 y 19,4 mg/L se asocian con una morta-
lidad cardiovascular reducida, aunque es cierto que otros trabajos afirman
que tal relación es completamente inexistente. En este sentido, finalmente,
la OMS ha preferido no realizar ninguna recomendación específica sobre la
dureza adecuada del agua de bebida ni sobre sus posibles efectos sobre la
salud (17).
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Diabetes
Recientemente se ha indicado que el consumo de aguas minerales bicar-
bonatadas ricas en sodio por mujeres sanas posmenopáusicas parece rela-
cionarse con un aumento en la sensibilidad a la insulina. Así, en el ensayo
de Schoppen se estudiaron 18 mujeres postmenopáusicas que habían inge-
rido 0.5 L. de agua mineral bicarbonatada-sódica además de una dieta nor-
mal. Al medir la concentración de insulina en suero, se observó que la sen-
sibilidad a la insulina parecía mejorar, por lo que los autores señalan el
probable beneficio, incluso cardiovascular, de su inclusión en el contexto de
una dieta equilibrada (19).
Hueso
Lógicamente, existe un gran interés en promover la ingestión adecuada
de alimentos ricos en calcio y en otros minerales con el fin de mejorar y man-
tener la densidad mineral ósea. A esta inquietud ha venido a sumarse el posi-
ble papel del agua como fuente de minerales.
Esta posibilidad, hace más de doce años que se estudió en diferentes cir-
cunstancias, sugiriéndose entonces que el calcio del agua mineral estaba ade-
cuadamente disponible. Lo cierto es que el agua, tanto la envasada como la
de consumo público, presenta una gran variabilidad en las concentraciones
de calcio, magnesio y sodio. Tanto es así que en las aguas envasadas comer-
cializadas en España, la concentración de calcio oscila entre 0,5 y 672 mg/L
(el 16% tienen una concentración de calcio superior a 100 mg/L y dos de las
marcas vendidas tenían una concentración superior a los 300 mg/L). Algunas
aguas envasadas de origen europeo también presentan concentraciones muy
altas de calcio (entre 459 y 575 mg/L). En lo que respecta al sodio, sus con-
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centraciones oscilan entre 0,1 y 2.000 mg/L y las de magnesio entre 0,1 y 128
mg/L.
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mismo efecto que cuando el calcio tiene origen alimentario (23), por lo que
podría utilizarse el contenido mineral del agua en la prevención de la degra-
dación mineral ósea.
Hay que tener en cuenta que en el agua mineral, el calcio y el magnesio
están presentes en sus formas solubles que podrán ser absorbidas con faci-
lidad por el organismo. Esto se comprobó en sujetos alactásicos que bebie-
ron agua mineral y leche, viéndose que se obtenían mayores niveles de cal-
cio plasmático en aquellos sujetos que ingerían agua mineral incluso cuando
esta era de mineralización débil. En consecuencia, la biodisponibilidad del
calcio presente en los diferentes tipos de agua (ricas en calcio y con gas) es
similar a la del calcio presente en diferentes productos lácteos e incluso en
suplementos dietéticos.
Hay que tener en cuenta que en el agua mineral, el calcio y el magnesio
están presentes en sus formas solubles que podrán ser absorbidas con faci-
lidad por el organismo. Esto se comprobó en sujetos alactásicos que bebie-
ron agua mineral y leche, viéndose que se obtenían mayores niveles de cal-
cio plasmático en aquellos sujetos que ingerían agua mineral incluso cuando
esta era de mineralización débil.
De este modo, las aguas minerales pueden constituir un importante con-
tribución en la ingestión total de calcio y de magnesio, siendo este tipo de
aguas ricas en los minerales citados una vía para mejorar su ingestión, lo
cual puede ser especialmente importante en aquellas personas que sean no
consumidoras de lácteos por diferentes circunstancias. Es necesario insistir
en que esta biodisponibilidad, en efecto, es prácticamente la misma que en
los productos lácteos (9).
En general, puede afirmarse que el consumo de aguas de bebida con un
elevado contenido en calcio puede representar una fuente nutricional impor-
tante que debe ser tenida en cuenta en segmentos de la población cuya inges-
ta de calcio es insuficiente ya que, además, un contenido elevado de calcio en
el agua habitualmente conlleva un contenido elevado de magnesio. En con-
secuencia, actualmente podemos afirmar que el consumo de aguas minera-
les cálcicas parece mejorar la densidad mineral del hueso (24).
Calcio y bicarbonato. Es bien conocido como las dietas alcalinas dis-
minuyen la resorción ósea en las personas. A este respecto, señalaremos el
trabajo de Wynn en el que treinta voluntarias siguieron todos una dieta si-
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ción en un 23%, absorción que en cualquier caso era dependiente de los de-
pósitos orgánicos iniciales de hierro. Así, en individuos cuyas concentracio-
nes de ferritina eran inferiores a 10 mcg g/I, la absorción fue del 40%,
mientras que en aquellos con cifras superiores a 200 mcg g/I de ferritina,
esta fue inferior al 10%.
Este modo de suplementar hierro puede ser una alternativa al uso de
complementos de sulfato ferroso y de sus, a menudo, inconvenientes efec-
tos secundarios, en especial digestivos. El agua mineral utilizada en este estu-
dio contenía 0.20 mg de hierro por mililitro en forma de sulfato ferroso, de
forma que una dosis de 24 ml aportaba 5 mg de hierro.
En otro estudio similar realizado con el mismo tipo de agua mineral,
McKenna observó como la ingestión de 48 mL. producía, en primer lugar,
un mejor seguimiento de las recomendaciones al no existir efectos secunda-
rios de tipo digestivo. Al avanzar el embarazo (entre las semanas 22 y 28), la
concentración de ferritina disminuyó en un 24% mientras que en las muje-
res embarazadas del grupo control que no tomaban agua de este tipo, la dis-
minución fue del 51% (27).
Efecto antioxidante
La capacidad antioxidante de las aguas minerales ha sido estudiada en
diferentes trabajos, entre los cuales señalaremos los desarrollados sobre
aguas minerales ricas en selenio con un efecto antiinflamatorio indicado en
cultivos celulares de células de Langerhans. En definitiva, si hablamos de
situaciones patológicas y del consumo de aguas minerales, podemos citar
como ejemplo la probable protección de las aguas minerales sulfuradas fren-
te a las enfermedades degenerativas debido a su efecto sobre la reducción
de los procesos oxidativos de los lípidos y proteínas (28).
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otros componentes del agua, como el bicarbonato, también podrían actuar pro-
vocando precisamente la disminución de los cálculos.
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Rehidratación
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Bebidas básicas
Grupo I, 12 raciones/día varones; 9 para mujeres
Agua, infusiones de plantas.
Grupo I, hasta doce raciones al día para los varones y nueve raciones para
las mujeres (agua o infusiones), siendo posible sustituir parte de estas racio-
nes por otras bebidas pertenecientes al resto de los grupos según las reco-
mendaciones aquí expresadas: Grupo II, hasta dos raciones al día (bebidas
lácteas, de soja); Grupo III, hasta dos raciones al día (bebidas refrescantes
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Tema 4
Nutrición y sistema inmune
Sonia Gómez-Martínez
Esperanza Díaz Prieto Ligia
Esther Nova Rebato
Ascensión Marcos Sánchez
Grupo Inmunonutrción CSIC
1. Nutrición
2. Sistema inmune
3. Activación del sistema inmune: respuesta innata y adaptativa
4. Mecanismos de la respuesta inmune
5. Alteraciones del sistema inmune
5.1. Tipo I o inmediata
5.2. Tipo II o dependiente de anticuerpos citotóxicos
6. Concepto de inmunonutrición
6.1. Carbohidratos
6.2. Grasa
6.3. Proteína
6.4. Vitaminas
6.5. Minerales
6.6. Ácidos nucleicos
6.7. Fitoquímicos
7. Conclusión
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. NUTRICIÓN
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2. SISTEMA INMUNE
98
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Cuando las barreras físicas que separan lo propio de lo no propio son vul-
neradas, comienza una respuesta inflamatoria, dentro de lo que se ha llamado
inmunidad innata. En esta etapa, las células necesarias para la respuesta han de
ser atraídas desde la circulación hacia el tejido infectado. Las células endote-
liales que se alinean en las vénulas poscapilares responden a señales del tejido
cambiando de forma y dando lugar a la aparición de oquedades o pasos. Además
se vuelven «pegajosas» expresando moléculas de adhesión en su superficie lumi-
nal y secretan citoquinas que estimulan a los leucocitos de la circulación para
que también expresen moléculas de adhesión. La interacción entre moléculas
de adhesión complementarias permite que las células endoteliales capturen leu-
cocitos y los dirijan a través de los pasos formados al interior del tejido. Los
neutrófilos son las primeras células en responder. Por este proceso de quimio-
taxis o quimiotactismo, estas células migran hasta la zona infectada, donde son
activadas para llevar a cabo la fagocitosis. Las células fagocitadas (ej. bacterias)
son eliminadas por combinación de una combustión respiratoria que da lugar
a la formación de especies reactivas de oxígeno, tóxicas para las células, y la
actividad de las enzimas procedentes de los lisosomas (hidrolasas ácidas). Las
proteínas del complemento se activan por contacto con bacterias y así se ensam-
blan para formar complejos de ataque a la membrana del patógeno. Cuando
un número de estos complejos se insertan en la pared exterior de los microor-
ganismos se produce la lisis celular, lo cual a su vez atrae a más leucocitos y
promueve la fagocitosis para eliminar cualquier rastro del agente invasor.
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6. CONCEPTO DE INMUNONUTRICIÓN
No obstante, hay que tener en cuenta que los nutrientes no sólo influyen
sobre los mecanismos encargados de defender a nuestro organismo de los
patógenos que causan las enfermedades infecciosas, sino que otras funciones
en las que está implicado el sistema inmune, pueden alterarse por desequi-
librios en los niveles de nutrientes o causas relacionadas con la nutrición.
Entre dichas funciones se incluyen:
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6.1. Carbohidratos
6.2. Grasa
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6.3. Proteína
6.3.1. Aminoácidos
6.3.1.1. Arginina
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6.3.1.2. Glutamina
6.3.1.3. Cisteína
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6.4. Vitaminas
6.4.3. Vitamina C
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6.4.4. Vitamina A
6.4.5. Vitamina E
6.5. Minerales
6.5.1. Zinc
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6.5.2. Hierro
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6.5.3. Cobre
6.5.4. Magnesio
Tiene una gran relación con el sistema inmune. En ratones con deficiencia
de este mineral se ha observado una activación de la respuesta inflamatoria,
una elevación de las células inmunocompetentes (especialmente eosinófi-
los), una secreción de citoquinas proinflamatorias (IL-1, IL-6 y TNF-␣) y una
activación de macrófagos, neutrófilos y células endoteliales, todos ellos fac-
tores que contribuyen a la aterosclerosis. Los estudios in vitro han demostrado
que la lisis mediada por células T sobre células diana, es directamente pro-
porcional a la concentración de este elemento, influyendo además ésta sobre
la adhesión molecular (15).
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6.5.5. Selenio
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6.7. Fitoquímicos
7. CONCLUSIÓN
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Tema 5
Nutrición comunitaria
1. Introducción
2. Conceptos básicos implícitos en el término nutrición comunitaria en el marco
de la salud pública
2.1. Nutrición comunitaria
2.2. Cultura alimentaria
3. La función de los profesionales sociosanitarios en los programas de nutrición
comunitaria
4. La promoción de la salud, desde la nutrición comunitaria
5. Acciones de formación de nutrición comunitaria
6. El profesional sociosanitario y su apoyo a los medios de comunicación
7. Programas de nutrición comunitaria
8. Resumen
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
Nutrició n Comunitaria
RECURSOS LA COMUNIDAD
LA POBLACIÓN DIANA
Ancianos
Poblaciones
Desfavorecidas
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1. INTRODUCCIÓN
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NUTRICIÓN COMUNITARIA
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tudes ante la vida. Pues bien, la cultura alimentaria crea el sistema de comu-
nicación mediante el cual las nociones de comestibilidad, palatabilidad, obe-
sidad, malnutrición, entre otros conceptos, se asientan.
Finalmente hay dos conceptos que nos parecen de interés: norma social
y norma dietética.
Norma social
Conjunto de convenciones, relativas a la composición estructural de las
tomas alimentarias y a las condiciones y contenidos de su consumo: ali-
mentos que componen un desayuno, alimentos de fiesta, alimentos de niños,
de mujeres embarazadas, alimentos para hombres que llevan a cabo duros tra-
bajos etc. La mayoría de las veces nada tienen que ver con los nutrientes que
contienen sino con la categoría social asignada por el grupo a los alimentos
en función de una simbología subyacente que trasciende los conceptos de
nutrición.
Norma dietética
Conjunto de prescripciones basadas en conocimientos nutricionales difun-
didos por la comunidad científica. Evolucionan en función de los nuevos
descubrimientos y experiencias.
De estas definiciones puede deducirse que los miembros de una comu-
nidad adquieren su identidad personal y social al compartir creencias, valo-
res y normas comunes que las hacen suyas, que proceden del pasado y se
completan con los nuevos conocimientos y experiencias del presente, como
consecuencia de los avances de la ciencia y el contacto con otros pueblos En
este momento los movimientos migratorios y los muchos contactos que se pro-
ducen entre todas las culturas del mundo están influyendo de forma impor-
tante sobre los nuevos hábitos alimentarios de las poblaciones y ampliando
la variedad de alimentos disponibles.
Desde la nutrición comunitaria se aspira a modificar formas de alimen-
tarse equivocadas y emitir recomendaciones que, teniendo como base los
últimos avances en materia de alimentación y nutrición, consensuados por
la comunidad científica contribuyan a mejorar la salud de la población y a
luchar contra las enfermedades que tienen una clara relación con la forma
de alimentarse de las poblaciones.
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NUTRICIÓN COMUNITARIA
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NUTRICIÓN COMUNITARIA
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Cada vez es más frecuente que los medios de comunicación: prensa, radio,
televisión, Internet, soliciten la colaboración del personal sanitario para la
difusión de contenidos, mensajes, e informaciones sobre salud. Es lo que la
OMS ha denominado la comunicación en salud.
Estas peticiones son acogidas en muchas ocasiones con cierta reticen-
cia por parte de los sanitarios. Esto se produce por varias razones entre las
que se encuentran la frecuente manipulación que los medios hacen de sus
intervenciones, señalando aquellas expresiones más llamativas y dándoles
un marcado matiz sensacionalista. Para captar la atención de la población
se recurre a simplificar los contenidos y a favorecer los mensajes más lla-
mativos.
El interés del periodista es conseguir que su noticia capte el interés del
lector y esto se alcanza más fácilmente con comunicaciones menos pru-
dentes.
El sanitario no se puede prestar a este juego porque su colaboración en
los medios no debe levantar falsas expectativas, ni generalizar situaciones
de excepción.
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NUTRICIÓN COMUNITARIA
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NUTRICIÓN COMUNITARIA
8. RESUMEN
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BIBLIOGRAFÍA
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(5) Guías alimentarias para la población española. Recomendaciones para una dieta
saludable. SENC. Procter and Gamble y Novartis Farmacéutica S.A. S.A. 2001.
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NUTRICIÓN COMUNITARIA
(8) VÁZQUEZ, C.; DE COS AI.; LÓPEZ NOMDEDEU C. Alimentación y Nutrición. Manual
teórico-práctico. Ed. Díaz de Santos. Madrid 2005.
e-mail: eufic@eufic.org
Páginas web de interés sobre alimentación, nutrición y salud
www.fao.org
www.who.org
www.fda.gov
www.mapa.es
www.ificinfohealth.org
www.usda.gov
www.ilsi.org
www.eufic.org
www.aesan.msc.es
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Tema 6
Comunicación e información al consumidor
(etiquetado y publicidad)
1. Introducción y objetivos
2. Etiquetado
2.1. Normativa general
2.1.1. Principios generales
2.1.2. Información obligatoria
2.1.3. Información no obligatoria: etiquetado de las propiedades nutritivas
2.1.4. Futura legislación
2.2. Etiquetado de sustancias causantes de alergia
2.3. Declaraciones
3. Publicidad
3.1. Generalidades.
3.2. Código PAOS
3.3. Internet.
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
2. ETIQUETADO
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1. La información que aparece en la etiqueta debe ser clara, estar bien visi-
ble y escrita en lengua española o en la lengua oficial de una Comunidad
Autónoma, cuando el producto sólo se comercializa en dicha Comunidad.
En el caso de productos importados, éstos deben mostrar traducidos los
datos más importantes.
2. El etiquetado no deberá en ningún caso inducir a error al consumidor:
a. Ni sobre las características del producto alimenticio en general ni,
en particular, sobre su naturaleza, identidad, cualidades, composición,
cantidad, duración, origen o procedencia y modo de fabricación o
de obtención.
b. Atribuyendo al producto alimenticio efectos o propiedades que no
posea.
c. Sugiriendo que el producto alimenticio posee características particulares,
cuando todos los productos similares tienen características idénti-
cas. Así, ningún producto puede hacer gala de no incluir colorantes
cuando legalmente ningún producto de este tipo pueda llevarlos,
como es el caso de los alimentos infantiles.
d. Ni atribuyendo a un producto alimenticio propiedades preventivas,
terapéuticas o curativas de una enfermedad humana, ni mencio-
nando dichas propiedades, sin perjuicio de las disposiciones aplica-
bles a las aguas minerales naturales y a los productos alimenticios des-
tinados a una alimentación especial.
Hay que recordar que las prohibiciones establecidas en estos principios se
aplican de igual forma a la presentación de los productos alimenticios y a la
publicidad.
Estos principios generales, que deben gobernar el diseño de la etiqueta, se
acompañan de una información obligatoria que deben cumplir todos los pro-
ductos alimenticios y que incluye los aspectos que se detallan a continuación.
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a. Denominación
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b. Lista de ingredientes
Se considera ingrediente a toda sustancia, incluidos los aditivos, que se
utiliza en la fabricación o preparación de un producto alimentario y que se
encuentra todavía presente en el producto terminado aunque sea en forma
modificada. En términos generales, la lista de ingredientes debe ir precedi-
da por la mención «ingredientes» y en ella se enumerarán todos ellos en
orden decreciente de acuerdo con su peso en el momento de la fabricación.
Dos aspectos importantes:
1. No se consideran ingredientes y, por tanto, no tienen que aparecer en
la lista los siguientes productos:
• Los aditivos cuya presencia se debe a que forman parte de alguno de los
ingredientes que componen el alimento, pero que no tienen ninguna
función tecnológica en el producto terminado.
• Los productos utilizados sólo como auxiliares o coadyuvantes tecno-
lógicos; es decir, que no se encuentran en el producto final, sino que
sólo se utilizan durante la fabricación.
2. Algunos alimentos están excluidos de la obligación de llevar lista de
ingredientes.
• Frutas y verduras frescas (incluidas las patatas), cuando no han sido
sometidas a pelado, a corte o a cualquier tratamiento similar.
• Aguas gasificadas en las que en la denominación aparezca esta carac-
terística.
• Quesos, mantequillas, leches y cremas fermentados, siempre que estos
productos no contengan más que lácteos, enzimas y cultivos de micro-
organismos necesarios para la fermentación. También en el caso de
quesos que no sean frescos ni fundidos, cuando lo único que se haya aña-
dido durante la fabricación sea sal. Este es un aspecto importante que
deben conocer los ciudadanos, sobre todo aquellos que sean hiperten-
sos o que se encuentren en riesgo de serlo.
• Alimentos constituidos por un solo ingrediente, como el azúcar, la hari-
na, el café, etc.
• Bebidas que contengan más de un 1,2% de alcohol en volumen, como
por ejemplo vinos, cervezas y licores.
• Vinagres a los que no se les haya añadido nada.
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Los aditivos deben figurar en esta lista, que indica la categoría a la que per-
tenecen (colorantes, conservantes...) y su nombre específico o bien el núme-
ro de identificación asignado precedido de la letra E. Que un aditivo ali-
mentario posea un número E indica que ha estado sometido a pruebas de
inocuidad y que se ha aprobado su uso en toda la UE. Esta aprobación se
controla, revisa y modifica a medida que se conocen nuevos datos científicos.
Algunos de los aditivos alimentarios más comunes son los siguientes:
• Antioxidantes: hacen que los alimentos duren más porque evitan que
las grasas, los aceites y determinadas vitaminas se combinen con el oxí-
geno del aire. La oxidación provoca que la comida se vuelva rancia y
pierda color. Ejemplo: la vitamina C, también denominada ácido
ascórbico o E300.
• Colorantes: se utilizan a veces para reemplazar el color natural per-
dido en la preparación o el almacenamiento de los productos, o para
darles un color adecuado. Ejemplo: el caramelo (E150a), utilizado en
salsas y refrescos.
• Emulsionantes, estabilizantes, gelificantes y espesantes: los emul-
sionantes, como las lecitinas (E322), ayudan a mezclar ingredientes
que normalmente permanecen separados, como el aceite y el agua.
Los estabilizantes impiden que los ingredientes combinados vuelvan
a separarse. Un gelificante común es la pectina (E440), utilizada en
las confituras. Los espesantes dan consistencia a los alimentos, de
igual manera que la harina puede espesar una salsa.
• Aromatizantes: aumentan el aroma de alimentos salados o dulces sin
añadir aromas extraños. Ejemplo: el glutamato monosódico (E621)
se añade a menudo a los alimentos preparados, como las sopas, las sal-
sas y los embutidos.
• Conservantes: ayudan a conservar los alimentos sin que se estrope-
en. La mayoría de los que deben almacenarse durante mucho tiempo
los incluyen, a no ser que utilicen otro método, como el congelado,
el enlatado o el secado. Ejemplos: los frutos secos se tratan a menu-
do con dióxido de azufre (E220) para evitar el desarrollo de mohos o
bacterias, y el tocino, el jamón, la cecina y otras carnes curadas se
tratan con frecuencia con nitritos y nitratos (E249 a E252) durante
el curado.
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c. Categoría comercial
La categoría comercial es el grupo en el que se clasifica un producto según
la calidad de los ingredientes que lo componen y la del resultado final. Los
requisitos para pertenecer a una u otra categoría los define la legislación,
siendo diferentes para cada producto. Así, por ejemplo, en frutas y verduras,
las categorías comerciales se basan en la ausencia de defectos externos y la
uniformidad del tamaño de las piezas. En cambio, en los embutidos, la cate-
goría depende del tipo de carne empleado, de la cantidad de grasa y de la
calidad del resto de ingredientes. Existen productos en los que la legislación
no establece categorías, en cuyo caso éstas no podrán anunciarse. Por eso
no tienen sentido las menciones con que se adornan algunos productos como
por ejemplo «selectos», «superiores» o «supremos».
d. El grado alcohólico
Es obligatorio para las bebidas con graduación alcohólica superior en
volumen al 1,2 %. Se expresa como «alc_% vol.».
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peso del producto. Están exentos de esta obligación los productos que pier-
den peso o volumen a lo largo de su vida y las cantidades netas inferiores
a 5 g o ml que no sean especias o plantas aromáticas. Cuando el alimento
está envasado en un medio líquido, la etiqueta debe informar de su peso neto
y del peso neto escurrido, es decir, el peso sin el líquido de cobertura.
No pueden comercializarse por separado los envases individuales que for-
men parte de un gran envase si éstos no contienen toda la información obli-
gatoria que se requiere en cualquier producto alimentario.
f. Fecha de consumo
Ejemplo: «Consumir preferentemente antes del 25-05-2012». El objetivo de
indicar una fecha de consumo es informar al consumidor de la fecha hasta
la cual el producto mantiene la calidad sanitaria y organoléptica, siempre y cuan-
do se haya almacenado correctamente siguiendo las instrucciones del fabri-
cante. Podemos encontrarla indicada de dos maneras: Como fecha de cadu-
cidad, para los productos microbiológicamente perecederos (aquellos que se
dañan en un breve periodo de tiempo), en la que se expresa el día y el mes, o
como fecha de duración mínima para el resto de alimentos. Esta última es
la fecha hasta la cual el fabricante prevé que se mantendrán las característi-
cas de calidad del producto y se expresa en función de su vida útil: a) Para
los productos que tienen duración inferior a 3 meses: «Consumir preferente-
mente antes de (día y mes)»; b) para los productos con una duración entre 3
y 18 meses: «Consumir preferentemente antes de finales de (mes y año)»; c)
para los productos con una duración superior a los 18 meses: «Consumir pre-
ferentemente antes de finales de (año)». No requieren fecha de consumo: fru-
tas y hortalizas frescas, vinos, vinos generosos, cavas y vinos espumosos, vinos
aromatizados y similares, bebidas refrescantes sin alcohol, zumos de fruta,
néctares de fruta, bebidas con más de un 10% de volumen de alcohol, pro-
ductos de panadería y repostería que se consuman durante las 24 horas des-
pués de su fabricación, vinagres, sales de cocina, azúcares en estado sólido, pro-
ductos de confitería (elaborados a base de azúcares), chicles y similares y
porciones individuales de helados.
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h. El modo de empleo
Cuando su indicación sea necesaria para hacer un uso adecuado del pro-
ducto alimenticio.
i. Identificación de la empresa
Como mínimo es preciso que figuren: el nombre, la razón social y el domi-
cilio de alguno de los siguientes operadores de la cadena alimentaria esta-
blecidos dentro de la UE: el fabricante, el envasador o el distribuidor. Es
potestativo un teléfono de empresa o de información al consumidor. Además,
la identificación del fabricante suele venir acompañada del registro sanita-
rio pertinente. Se trata de una clave que consta de una parte numérica y unas
letras que se corresponden con el número asignado a la empresa al darse de
alta en un registro nacional de empresas. En este registro deben inscribirse
todas las industrias que fabriquen alimentos o envases para alimentos, así
como detergentes, desinfectantes y plaguicidas de uso alimentario. No nece-
sitan inscribirse en este registro los productores de hortalizas frescas, los
establecimientos minoristas o los que elaboran comidas sólo para consumo
en el propio establecimiento, como los bares y restaurantes. En algunos ali-
mentos no aparece el número de registro sanitario porque no es obligatorio
ponerlo, pero eso no significa que la empresa no lo tenga.
Para productos procedentes de fuera de la UE, es preciso que figuren los
datos del importador establecido en la UE. Esta información es fundamen-
tal a la hora de pedir y obtener información más precisa sobre un producto.
j. Lote
Un lote es el conjunto de productos que han sido elaborados en condi-
ciones prácticamente idénticas. Cada fabricante determina el volumen del
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2.3. Declaraciones
3. PUBLICIDAD
3.1. Generalidades
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3.3. Internet
Tal vez haya llegado el momento, como postulaban los autores del estu-
dio citado, de formular nuevas normativas legales que reduzcan de forma
clara el impacto negativo de la publicidad en las dietas infantiles, tal y como
piden los expertos en sanidad pública y las asociaciones de consumidores.
Para finalizar no podemos dejar de comentar el reciente uso de Internet
para el acceso a la información. Este es un hecho que ha implicado de forma
plena al sector sanitario en general y al de la nutrición en particular. La ma-
yoría de los profesionales de la salud utilizan hoy Internet como fuente de in-
formación y las páginas web van sustituyendo progresivamente el papel
impreso. La facilidad y la rapidez de acceso a la información que ha supuesto
la disponibilidad de Internet ha favorecido el desarrollo del conocimiento y,
por ello, ha contribuido a la mejora de la práctica de la medicina.
Sin embargo, la utilización de Internet requiere contar con herramientas
que faciliten la selección de las páginas web y de las áreas de éstas que nos
aporten una información bien estructurada y de calidad, ya que la inmensi-
dad del ciberespacio ha hecho que en él se incluyan un gran número de re-
cursos con escaso rigor o con objetivos muy distantes de la mera difusión del
conocimiento. Introducir el término nutrición en el buscador Google (Goo-
gle Inc, Mountain View, CA) muestra actualmente 3.350.000 direcciones, el
término nutrition aparece en 117.000.000, mientras que el de etiquetado nu-
tricional 166.000. Por esta razón las estrategias para una correcta y actuali-
zada selección de las fuentes de información se tornan imprescindibles (17).
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the prevention of obesity.Br J Nutr 2006; 96(Suppl 1): S8-S11.
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BLOQUE II
INVESTIGACIÓN
EN ALIMENTOS FUNCIONALES
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Tema 7
Métodos de investigación epidemiológica
1. Introducción
2. Definición y usos de la epidemiología
3. Tipos de medidas epidemiológicas
3.1. Medidas de frecuencia de la enfermedad
3.2. Medidas de efecto
4. Validez de la investigación epidemiológica
5. Inferencia causal
6. Tipos de estudios epidemiológicos
6.1. Estudios transversales
6.2. Estudios ecológicos
6.3. Estudios de casos y controles
6.4. Estudios de cohortes
6.5. Estudios experimentales o de intervención
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
La epidemiología es, ante todo, una ciencia empírica; y como tal, basada
en observaciones que es necesario medir. La principal observación de inte-
rés para los epidemiólogos es la ocurrencia de la enfermedad y su fin último
la prevención de la misma, meta imposible de alcanzar si no es a través de
la investigación de las causas que la originan y de los factores que contribu-
yen a promover un buen estado de salud, entre los que destacan los hábitos
alimentarios y nutricionales (2). Para conseguir sus objetivos la investiga-
ción epidemiológica sigue un método científico experimental que consta de
las siguientes fases:
1. Observación y medición
2. Formulación de hipótesis
3. Verificación de la hipótesis
4. Resolución de la hipótesis
5. Emisión de una ley general
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Prevalencia
Dada una población determinada, definimos como prevalencia de una
enfermedad la proporción de individuos de esa población que padecen la en-
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Odds
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Tasa de incidencia
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Riesgo atribuible
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Sesgos de selección
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Sesgos de información
Los sesgos de información se producen como consecuencia de errores en
la medición de las variables del estudio, desencadenando un error de clasi-
ficación de los sujetos bien en función de la exposición (clasificamos los
expuestos como no expuestos y viceversa), bien de la enfermedad (clasifica-
mos los enfermos como no enfermos y viceversa). Cuando el error de clasi-
ficación de la enfermedad depende del estatus de la exposición y viceversa,
nos encontramos ante un sesgo de clasificación diferencial, cuya dirección es
imposible de predecir. Por el contrario, si el error de clasificación en un eje
(exposición o enfermedad) es independiente del otro eje, hablamos de ses-
gos de clasificación no diferenciales, que van siempre en dirección del valor
nulo. Es decir, que si encontramos una asociación con un RR=2 y detectamos
un error de clasificación no diferencial, nunca podremos saber el verdadero
valor del RR, pero al menos podremos afirmar que es mayor de 2. Algunos
de los ejemplos más típicos de sesgo de información son el de memoria y el
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Sesgos de confusión
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5. INFERENCIA CAUSAL
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9. Analogía: El hecho de que un factor (un fármaco por ejemplo) cause una
enfermedad determinada, refuerza la credibilidad para demostrar que
otro factor de características similares (otro fármaco del mismo grupo
por ejemplo) provoca la misma enfermedad.
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Figura 3. Estudio de casos y controles en el que la exposición de interés (zona oscura) aumenta el
riesgo de la enfermedad
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que reclutar una nueva serie de casos y sus correspondientes controles. Por
otro lado, no proporciona ninguna medida de frecuencia de la enfermedad y,
en ocasiones, resulta difícil establecer la secuencia temporal de los aconteci-
mientos. Por último, y más importante, la propensión a incurrir en sesgos es
mayor que en los estudios de cohortes. El sesgo en la selección de los casos se
puede producir como consecuencia de que los casos disponibles para el estu-
dio son aquellos que han accedido al sistema sanitario y han sido diagnosti-
cados y no, como sería preferible, una muestra representativa de todos los
casos. Así pues, los casos sin diagnosticar y los muertos o curados sin llegar a
ser diagnosticados quedan infrarrepresentados.
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Entre las ventajas de los estudios de cohortes cabe destacar que su di-
seño establece con claridad la secuencia temporal de los acontecimientos,
permite obtener medidas de incidencia de la enfermedad y presenta la po-
sibilidad de estudiar la relación entre la exposición y diferentes enferme-
dades o eventos de interés. Además, están menos sujetos a los sesgos que
afectan a los estudios de casos y controles, como los de selección o los de
información (la medición de la dieta es más precisa, al no basarse en la me-
moria, y está libre del sesgo que podría producir el conocimiento del esta-
tus de la enfermedad). Asimismo, pueden realizarse mediciones repetidas de
la dieta de forma periódica para poder tener en cuenta los cambios en los
hábitos alimentarios a lo largo del tiempo. Entre las desventajas podemos
citar la ineficiencia para estudiar desenlaces raros, unos costes económi-
cos y una duración mucho mayores que los estudios transversales y de casos
y controles, y la posibilidad de incurrir en sesgos derivados de la pérdida de
parte de los individuos de la cohorte a lo largo del seguimiento. Para tratar
de minimizar este último problema es conveniente excluir del estudio aque-
llos individuos que se sospeche que tienen una elevada probabilidad de
abandonar el estudio y efectuar un seguimiento exhaustivo de todos los in-
dividuos de la cohorte.
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Tema 8
Epidemiología nutricional
1. Introducción
2. Nutrientes
3. Variación de la ingesta alimentaria y análisis de datos nutricionales
4. Instrumentos de recogida de información alimentaria y nutricional
5. Alimentos funcionales
6. Dieta mediterránea
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
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EPIDEMIOLOGÍA NUTRICIONAL
2. NUTRIENTES
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EPIDEMIOLOGÍA NUTRICIONAL
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donde:
CNi = Contenido en nutriente por alimento i (gramos por ración)
PCi = Ración/Porción comestible de alimento i
FDi= Frecuencia diaria de consumo del alimento i (raciones por día)
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EPIDEMIOLOGÍA NUTRICIONAL
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Biomarcadores
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EPIDEMIOLOGÍA NUTRICIONAL
Recordatorio de 24 horas
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EPIDEMIOLOGÍA NUTRICIONAL
Huevos (uno)
Embutidos (50 g)
Croquetas (3 unidades)
Galletas (4 unidades, 50 g)
* Con fines ilustrativos, hemos incluido alimentos diversos, aunque en la práctica real cada apartado del
CFCA contendría un listado de alimentos del mismo grupo (lácteos, verduras...).
** Cuando incorpora información sobre el tamaño de la ración, el CFCA se denomina semicuantitativo.
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Historia dietética
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EPIDEMIOLOGÍA NUTRICIONAL
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5. ALIMENTOS FUNCIONALES
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EPIDEMIOLOGÍA NUTRICIONAL
En este tipo de ensayos, el registro de siete días por doble pesada es el mé-
todo de elección para recoger la información alimentaria y nutricional, puesto
que proporciona la máxima precisión posible para medir y, por ende, poder
controlar, los potenciales factores de confusión nutricionales, incluyendo la
ingesta calórica total.
Una alternativa menos precisa, si los recursos disponibles no permiten apli-
car el método de registro, son los recordatorios de 24 horas, que poseen la ven-
taja de poder hacerse por teléfono sin avisar previamente del día en que se
realizarán, evitando una modificación en la ingesta debida al conocimiento
del momento exacto en que se va a llevar a cabo la entrevista. En todo este
proceso, resulta de capital importancia demostrar fehacientemente que el con-
sumo del alimento en cuestión no altera los hábitos de alimentación saluda-
ble ni afecta negativamente a otros procesos fisiológicos del organismo (11).
Desde el 20 de diciembre de 2006, fecha de publicación del Reglamento
1924/2006, del Parlamento Europeo y del Consejo, relativo a las condiciones
nutricionales y de propiedades saludables de los alimentos, la Comisión Eu-
ropea ha autorizado una única declaración de propiedades saludables para la
prevención de enfermedades en adultos, la relativa a los fitoesteroles/ésteres de
fitoestanol, actualizada por el Reglamento de la Comisión Europea 384/2010,
de 5 de mayo, sobre la autorización o denegación de autorización de deter-
minadas declaraciones de propiedades saludables en los alimentos relativas a
la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y la salud de los niños.
De acuerdo con el citado reglamento, las condiciones de uso de la decla-
ración permitida son las siguientes:
«Información al consumidor de que el efecto beneficioso (reducción del
colesterol sanguíneo) se obtiene con una ingesta diaria de 1,5 a 2,4 gramos
de fitoesteroles/fitoestanoles. Solo podrá hacerse referencia a la magnitud
del efecto para los alimentos incluidos en las siguientes categorías: grasas
amarillas para untar, productos lácteos, mayonesa y aliños para ensaladas.
Cuando se haga referencia a la magnitud del efecto, deberá comunicarse al
consumidor el rango completo “del 7 % al 10 %” así como el período a par-
tir del cual surte efecto “de dos a tres semanas”».
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EPIDEMIOLOGÍA NUTRICIONAL
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6. DIETA MEDITERRÁNEA
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EPIDEMIOLOGÍA NUTRICIONAL
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BIBLIOGRAFÍA
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EPIDEMIOLOGÍA NUTRICIONAL
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Tema 9
Estudios preclínicos con animales
de experimentación
1. Introducción
2. La ciencia del animal de laboratorio: orígenes e historia
3. Aspectos éticos y legislación
3.1. Ética en experimentación animal
3.2. Legislación
4. Modelos experimentales biológicos
4.1. Tipos de modelos biológicos
4.2. Clasificación de los modelos animales
5. Modelos animales en nutrición y alimentos funcionales
5.1. Consideraciones en el uso de animales como modelos de nutrición huma-
na
5.2. Modelos animales de enfermedad y alimentos funcionales
6. Perspectivas futuras en experimentación animal
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
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Más adelante, a finales del siglo XVIII y principios del XIX, fueron Crawford,
Lavoisier y Laplace los que utilizando cobayas estudiaron la respiración y la
producción de calor por el cuerpo. Lavoisier y Laplace desarrollaron un calo-
rímetro de hielo y compararon la cantidad de hielo fundido por el cobaya con
la cantidad de dióxido de carbono producido. Estos estudios, experimenta-
dos posteriormente por Lavoisier en el mismo y sus asistentes, les llevaron a
la conclusión de que la respiración era una combustión de carbono e hidró-
geno, la cual transformaba el oxígeno en dióxido de carbono, similar a la com-
bustión de una vela. Investigadores alemanes a finales del siglo XIX, realizaron
numerosos trabajos en perros para estudiar las proteínas y el metabolismo
energético. Finalmente, Voit (1831-1908) demostró el «Balance de Nitrógeno»,
y observó como este variaba en función del contenido proteico de la dieta.
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Reemplazar, siempre que sea posible, el animal por otro modelo experi-
mental. Su finalidad es la utilización de métodos alternativos como son los sis-
temas vivos (p. ej. cultivos celulares), sistemas inertes (baños de órganos), mode-
los matemáticos o el uso de técnicas de simulación por ordenador. Este campo
es probablemente el más activo en los últimos tiempos. Por una parte, la pre-
sión de los grupos contrarios al empleo de animales en investigación ha forza-
do a la búsqueda de dichos procedimientos, pero también ha influido la duda
científica a aceptar la fiabilidad de los resultados obtenidos en animales (5).
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3.2. Legislación
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Órganos aislados
Constituyen un modelo de gran utilidad en el estudio de muchos proce-
sos fisiopatológicos entre los que se pueden destacar el estudio de técnicas de
conservación de órganos para trasplante, el estudio de fenómenos de isque-
mia-reperfusión, o los efectos de diferentes variables hemodinámicas sobre
la perfusión del órgano.
En comparación con el uso del animal tienen la ventaja de aislar el órga-
no de los procesos homeostáticos generales del organismo, permitiendo some-
terlo a condiciones que de otra manera serian imposibles de conseguir y ade-
más evitan las posibles interferencias de otros mecanismos de regulación
independientes del órgano. Implican, sin embargo, la utilización de técnicas
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Modelos animales
Constituyen el nivel más alto de complejidad de todos los modelos expe-
rimentales y por tanto el más próximo a las condiciones reales. Son, por dere-
cho propio, el modelo por excelencia y la fuente principal de conocimiento
de la fisiopatología.
Un modelo animal puede definirse como un ser vivo o parte de él que nos
recuerda a otro o bien es imagen de otro y es utilizado para investigar cir-
cunstancias fisiológicas o patológicas. Se crea y utiliza para estudiar la causa,
naturaleza y tratamiento de los fenómenos funcionales y de las enfermeda-
des humanas y animales.
Frente a otros modelos de estudio, los modelos in vivo presentan varias
ventajas entre las que podemos destacar las siguientes:
• Permite la evaluación integral de los efectos sobre el metabolismo, la
defensa del huésped y el sistema endocrino de los nuevos métodos te-
rapéuticos y de prevención.
• Dan la oportunidad de examinar relaciones causa-efecto, en un am-
biente in situ, influenciado por otros factores presentes en el sistema.
• Reduce la variabilidad genética presente naturalmente en las pobla-
ciones humanas.
• Permiten manipulaciones genéticas y se puede determinar el papel que
desempeñan dichas manipulaciones en el curso de la enfermedad.
• Se prestan para el diseño de experimentos que semejen los patrones
de consumo de componentes de la dieta humana.
• Son económicos, ahorran tiempo, y son ideales para abordar aquellas
interrogantes que por razones éticas no se pueden contestar con la in-
vestigación en sujetos humanos.
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Modelo inducidos
Como su nombre indica estos modelos utilizan animales sanos a los que
se induce de forma experimental las condiciones objeto de estudio. Por ejem-
plo, la inducción de la diabetes mellitus mediante administración de estrep-
tozotocina.
La variable a investigar puede inducirse experimentalmente mediante
diversos procedimientos:
— Manipulación quirúrgica: por ejemplo resección parcial del hígado.
— Administración de substancias biológicamente activas: como la induc-
ción de un shock endotóxico mediante la administración de lipopoli-
sacáridos bacterianos.
— Administración de dietas modificadas: administración de dietas caren-
ciales en nutrientes, o todo lo contrario, administración de dietas enri-
quecidas en alguno de sus componentes (p. ej., para el estudio de hiper-
lipidemias) o simplemente la valoración de alimentos funcionales.
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Modelos espontáneos
Estos modelos se generan de forma natural como consecuencia de muta-
ciones espontáneas. En ellos la variable a estudiar aparece de forma espon-
tánea a partir de la variabilidad genética expresada en una determinada línea
animal.
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Enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares suponen la primera causa de mor-
talidad y morbilidad en los países desarrollados y su incidencia aumenta
progresivamente en los países en vías de desarrollo. Un gran número de enfer-
medades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, la hipertensión
arterial y la enfermedad vascular periférica tienen su origen en la aparición
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Obesidad
Los estudios realizados en cepas de ratones geneticamente obesos (ob/ob) y
diabéticos (db/db) o ratas (fa/fa), confirman que existen factores hereditarios
que pueden contribuir a la obesidad. Estas cepas obesas son además resisten-
tes (db/db y ratas Zucker fa/fa) o deficientes en leptina (ratones ob/ob), hor-
mona producida por los adipocitos involucrada en la regulación del apetito.
Esto se traduce en un incremento de la ingesta y una elevación de los niveles plas-
máticos e hipotalámicos del neuropéptido Y. La obesidad en estos modelos se
ha asociado con hiperinsulinemias, una tolerancia a la glucosa anormal y una
composición corporal alta en grasa a pesar de recibir una dieta normal.
Las ratas genéticamente no predispuestas a la obesidad incrementan la inges-
ta y la termogénesis en respuesta a una dieta «cafetería», entendida ésta como
una mezcla de comida humana (13).
Cáncer y dieta
Existe una importante relación entre la mortalidad causada por el cán-
cer y la dieta. Gracias a diversos estudios con animales, fundamentalmente
en ratas, se ha observado que el desarrollo tumoral se ve potenciado con la
administración de dietas de alto contenido en grasas (14), especialmente
aquellas ricas en ácidos grasos poliinsaturados -6, y no en -3. Los efectos
de las dietas de alto contenido en grasas no se han podido diferenciar del
efecto de dietas con alto contenido energético.
Otro modelo animal ha demostrado el efecto inhibidor del selenio en di-
versas fases de la tumorogénesis, concretamente la iniciación y prolifera-
ción. Los efectos de algunos componentes de la dieta pueden depender del
sitio, tipo y estado evolutivo del tumor, así como los requerimientos nu-
tritivos relativos del hospedador y el propio tumor. Así, la deficiencia en
zinc en los animales aumenta la incidencia de carcinoma de esófago in-
ducido por metilbencilnitrosamina pero disminuye la producida por 3-me-
tilclorantreno (15).
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Osteoporosis y dieta
Las dietas bajas en calcio o altas en fósforo producen un incremento de
la reabsorción del hueso y por tanto disminuyen la masa ósea en ratas, ra-
tones, gatos, perros y primates no humanos. Al contrario que en los mode-
los animales, el equilibrio del calcio en el hombre es relativamente insensible
a elevadas concentraciones de fósforo en la dieta.
Otro dato interesante a tener en cuenta a la hora de buscar modelos de
osteoporosis ligados a la menopausia es que prácticamente no existen ani-
males que experimenten un fallo ovárico espontáneo en la mitad de su vida,
como ocurre en la mujer. Los modelos quirúrgicos, resección de ovarios, se
utilizan habitualmente como modelos de pérdida ósea semejante a la que
ocurre tras la menopausia en las mujeres. Concretamente, en la rata se pro-
duce una rápida pérdida de masa ósea tras la ovarectomía. Esto está aso-
ciado al igual que en la mujer a un incremento en la reabsorción ósea. Se ha
descrito también una disminución de la absorción intestinal de calcio, una
mayor pérdida de masa ósea trabecular (16) y una respuesta similar a agen-
tes protectores o regeneradores óseos como los estrógenos, bisfosfonatos,
hormona paratifoidea, calcio, vitamina D y ejercicio.
Numerosos estudios en animales han puesto en evidencia la relación entre
los componentes de la dieta y la salud ósea. Así, se ha evidenciado que los com-
puestos fenólicos, como las isoflavonas y sus ligandos, disminuyen la pérdida
de masa ósea (17). De forma similar, los antioxidantes, además de eliminar
los radicales libres de oxígeno, inhiben la resorción ósea y estimulan la for-
mación de hueso. La vitamina K mejora el balance de calcio y actúa como un
cofactor necesario para la g-carboxilación de osteocalcina.
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Diabetes mellitus
La diabetes mellitus comprende un grupo de enfermedades con una carac-
terística común: la hiperglicemia. Ésta puede ser debida a un déficit casi
absoluto de insulina (diabetes tipo 1, juvenil o insulina-dependiente) o a un
déficit relativo de la misma (diabetes tipo 2) (18).
De forma experimental, la diabetes puede inducirse quirúrgicamente
mediante la extirpación del páncreas o inyección de toxinas para las célu-
las ß pancreáticas como la estreptozotocina o el aloxano. En 1974, se ob-
servó que una rata en los laboratorios de BioBreeding en Canadá desarrolló
espontáneamente diabetes con insulitis y cetoacidosis. Algunos años más
tarde, un ratón que también desarrolló diabetes e insulitis espontáneas fue
descubierto en Japón. Ambos modelos, la rata de BioBreeding (BB) (19) y
el ratón diabético no-obeso (NOD), se han convertido en los modelos ex-
perimentales más importantes de diabetes tipo 1. No obstante, la investi-
gación se encuentra más avanzada en el caso del ratón NOD, ya que las
tecnologías genéticas tipo knock-out y transgénicos tienen mayor difusión
en ratones, y se disponen de una mayor variedad de anticuerpos específi-
cos. Además, la rata BB se caracteriza por un tipo de inmunodeficiencia
grave que la distancia del patrón humano.
La diabetes mellitus tipo 2 representa un heterogéneo grupo de enfer-
medades caracterizado por un aumento en la resistencia a la acción de la
insulina en los tejidos periféricos y un deterioro en la secreción de dicha hor-
mona por parte de la célula ß pancreática. Entre los modelos animales más
utilizados destacan:
3. Modelos espontáneos:
• Análogos:
— La rata Goto-Kakizaki (GK)
— El ratón obeso de Nueva Zelanda
— El ratón KK
— Psammomys obesus (rata israelí de la arena)
— La rata OLETF (Otsuka Long-Evans Tokushima fatty rat)
• Intrínsecos:
— El ratón db/db
— El ratón ob/ob
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— El ratón Agouti
— La rata Zucker (fa/fa)
• Modelos inducidos
— Inducción hormonal
— Administración de fármacos
— Manipulación genética
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ABREVIATURAS
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Tema 10
La investigación en alimentación y nutrición
en humanos
1. Introducción
2. Tipos de investigación en alimentación y nutrición en humanos
2.1. Por el propósito o finalidad perseguida
2.2. Por el tipo de técnica utilizada para recoger los datos
2.3. Por la clase de medios utilizados para obtener los datos: documental, de
campo o experimental
2.4. Por el nivel de conocimientos que se adquieren: exploratoria, descriptiva o
explicativa
3. Características y fases del proceso de investigación
4. Apartados de una propuesta de investigación
4.1. Antecedentes
4.2. Objetivos e hipótesis
4.3. Material y métodos
4.4. Calendario/cronograma
4.5. Presupuesto
5. Puesta en marcha de un proyecto de investigación
6. Recogida de datos
7. Análisis de datos e interpretación de resultados
8. Presentación de resultados
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
Ó
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1. INTRODUCCIÓN
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4.1. Antecedentes
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cual es problema a investigar y que propósitos generales son los que llevan
a plantear el estudio. Es muy importante hacer una justificación expresa del
proyecto, dejar claro cual es su interés y relevancia científica y social, ya que
muchos proyectos se financian con dinero público. Además, todas las insti-
tuciones de financiación cuentan con mecanismos de evaluación ante los
que debe destacarse la originalidad de la idea o la aportación novedosa de
la propuesta que se presenta.
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4.4. Calendario/cronograma
4.5. Presupuesto
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4.5.1. Personal
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4.5.6. Imprevistos
Mucho antes de que se inicie el trabajo con los sujetos de estudio los
lugares y condiciones de trabajo deben estar establecidos, así como la logís-
tica general organizada y el equipamiento necesario preparado. Debe pre-
verse la factibilidad del reclutamiento de los sujetos participantes y su per-
manencia durante todo el tiempo de duración del proyecto. En el caso de
los alimentos funcionales hay que tener en cuenta diversos aspectos logís-
ticos como es su reparto y comprobación de ingesta por parte de todos los
participantes. Y en el caso de ensayos controlados se debe recoger en la
planificación del estudio el tiempo necesario para que la industria prepa-
re el producto placebo, y si se trata de productos con fecha de caducidad,
también contemplar esta limitación temporal (4).
Referencia especial requiere el organigrama del personal y el reparto de
las responsabilidades, que deben asignarse desde el inicio, e incluye a todo
el equipo de trabajo: investigador principal, coinvestigadores y resto de co-
laboradores. El investigador principal es el encargado de realizar el diseño,
el asesoramiento científico y la ejecución del estudio propiamente dicho y
los coinvestigadores serán el resto de investigadores que participen en el
proyecto.
El tipo de estudio a realizar determinará el equipo de profesionales
implicado.
Por ejemplo, en un ensayo clínico los profesionales implicados además
de los sujetos del estudio y los investigadores y coinvestigadores serán:
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6. RECOGIDA DE DATOS
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Una vez recogidos los datos éstos deben someterse a un proceso de codi-
ficación y organización que permita manejarlos para su posterior análisis.
De forma óptima, tras este proceso se cuenta con una base de datos depu-
rada con la que se puede comenzar el plan de análisis. Las bases de datos
pueden crearse en distintos programas informáticos, como son ACCESS (de
Microsoft) o Epi-info (de acceso libre, disponible en http://www.cdc.gov/epiin-
fo/epiinfo.htm). Los posteriores análisis estadísticos deben hacerse con los pro-
gramas informáticos que tengan la capacidad de realizar los análisis pro-
puestos, como pueden ser el mismo Epi-info u otros paquetes estadísticos
como son SAS, SPSS o STATA. También hay investigadores que prefieren
crear sus bases de datos directamente en los programas de paquetes esta-
dísticos con el que vayan a realizar el análisis.
A la hora de analizar los datos e interpretar los resultados, las mediciones
tienen primero que convertirse en índices (combinaciones de mediciones), que
a su vez se aplicarán dando lugar a indicadores de interpretación directa. En
relación a las variables de los proyectos en Alimentación y Nutrición en
Humanos están son algunas de las consideraciones a tener en cuenta en esta
fase:
— Antropométricas: Con objeto de valorar el estado nutricional a partir
de medidas antropométricas, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) recomienda utilizar el Índice de Masa Corporal (IMC) para la
población adulta y los puntos de corte recogidos en su informe técni-
co de uso e interpretación de la antropometría9. Para población infan-
til los índices recomendados son peso para la talla, talla para la edad
e índice de masa corporal para la edad, y para su interpretación se
recomienda la comparación con los Nuevos Estándares de Crecimiento
de la OMS para niños de 0 a 5 años y con la Referencia 2007 de la
OMS para niños de 5 a 19 años. Para trabajar con ambas poblaciones
de referencia hay disponible un programa informático de acceso gra-
tuito (10).
— Bioquímicas: Para valorar alteraciones nutricionales en función de
la bioquímica existen rangos específicos de normalidad estadística
por grupo de edad y sexo que hay que tener en cuenta. También hay
que tener siempre presentes los mecanismos de homeostasis de los
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8. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS
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BIBLIOGRAFÍA
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Tema 11
Nuevos alimentos, alimentos funcionales
y nutracéuticos
Guillermo Reglero
Universidad Autónoma de Madrid
1. Introducción
2. Alimentos de uso específico para la salud
2.1. ¿Necesitamos alimentos de uso específico para la salud?
3. Clasificación de los alimentos de uso específico para la salud
3.1. Tipos de alimentos de uso específico para la salud
3.2. Nutracéuticos
4. Alimentos funcionales
4.1. El concepto de «alimento funcional»
4.2. Normativa que regula los alimentos funcionales
4.3. Principales tipos de alimentos funcionales
4.4. Diseño de alimentos funcionales
4.5. Importancia de los alimentos funcionales en el ámbito alimentario en la
actualidad
5. Dietéticos
5.1. El concepto «dietético»
5.2. Normativa que regula los dietéticos
5.3. Comercialización de los dietéticos
6. Complementos alimenticios
6.1. El concepto de «complemento alimenticio»
6.2. Normativa que regula los complementos alimentarios
7. Nuevos alimentos
7.1. El concepto de «nuevo alimento» o «»novel food»
7.2. Normativa que regula los nuevos alimentos
7.3. Procedimientos para solicitar la comercialización de un nuevo alimento
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
Todos los alimentos son saludables cuando forman parte de una dieta
equilibrada, siempre y cuando cumplan con los requisitos básicos de segu-
ridad y con las excepciones de las alergias o de las intolerancias.
Tradicionalmente, la ciencia de la nutrición ha estudiado las necesidades
del cuerpo humano en cuanto al aporte de productos a través de la alimen-
tación y ha ido estableciendo pautas dietéticas con el fin de que dicho aporte
diese lugar al mejor estado de salud.
Hasta la mitad del siglo XX, la nutrición fue constituyendo las dietas me-
diante la incorporación de los alimentos que la ciencia y tecnología iba po-
niendo a su disposición. Hasta entonces, el procesado de los alimentos estuvo
basado en la mejora de la seguridad, de las propiedades sensoriales, de la
conservación y de la conveniencia. Sin embargo, en la segunda mitad del
siglo XX, el desarrollo de las ciencias de la salud puso de manifiesto enormes
posibilidades de incluir en la dieta productos alimentarios diseñados espe-
cíficamente para tratar de lograr efectos sensibles en la prevención o en la
mejora de enfermedades.
El objetivo del presente capítulo es estudiar los alimentos de uso específico
para la salud que se comercializan en la actualidad. Va dirigido a personas no
expertas en el tema. En primer lugar, se pretende propiciar la reflexión sobre
la necesidad o utilidad de estos alimentos. Se trata también de clarificar la ter-
minología y los conceptos básicos característicos de los mismos.
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Pero hay que tener en cuenta que seguir una dieta equilibrada no es sen-
cillo ya que requiere tener ciertos conocimientos de Nutrición y de las pro-
piedades y composición de los alimentos. Requiere contar con el tiempo
necesario para abastecerse de alimentos adecuadamente y de voluntad y dis-
ciplina suficientes para poder seguir una dieta bajo parámetros correctos,
con continuidad. Además, ya se sabe que la dieta adecuada tiene compo-
nentes de individualidad atribuibles a las características genéticas de cada
persona.
Por ello, varias circunstancias están provocando que los alimentos de uso
específico para la salud estén dando lugar a un fenómeno con extensas y pro-
fundas implicaciones:
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Sobre los avances de las ciencias antes mencionadas fue apoyándose el pro-
greso de la Nutrición, con objetivos y metodologías comparables en nivel
científico a aquellas y con nuevos enfoques resultantes del mayor conoci-
miento científico y de la adaptación a las nuevas demandas de la población.
Los alimentos de uso específico para la salud pueden ser la mejor herra-
mienta de los nutricionistas-dietistas y de los médicos para conseguir dietas
adecuadas a todo tipo de situaciones fisiológicas, ya que permiten aumen-
tar el catálogo de alimentos utilizables, de manera que se incorporen a la
dieta nutrientes esenciales y productos con actividades saludables y al mismo
tiempo, se retiren o disminuyan los ingredientes menos recomendables.
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Alimentos a los que se han añadido uno o varios ingredientes bioactivos (general-
Alimentos
mente pocos), no contenidos de forma natural en elalimento en cuestión (o con-
Funcionales
tenidos en muy baja cantidad), que poseen una determinada actividad biológica
capaz de afectar de modo positivo al desarrollo de los mecanismos biológicos cor-
porales relacionados con ciertas enfermedades, fundamentalmente cardiovascu-
lares, inflamatorias, neurodegenerativas y tumorales.
3.2. Nutracéuticos
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Los alimentos son habitualmente definidos como artículos para «la comi-
da» y «la bebida», mientras que los medicamentos, fármacos o drogas son
definidos como artículos de usos en la prevención, diagnóstico, tratamiento
o curación de enfermedades. Tradicionalmente se ha establecido una clara
distinción entre alimentos y medicamentos. Sin embargo, cada vez es más
evidente que, cuando son adecuadamente diseñados y procesados, median-
te los primeros también se pueden obtener efectos beneficiosos para la enfer-
medad.
4. ALIMENTOS FUNCIONALES
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Como para cualquier tipo de alimento, las empresas que comercializan ali-
mentos funcionales deben estar inscritas en el Registro General Sanitario de
Alimentos (Real Decreto 1712/1991, de 29 de noviembre).
Es de especial relevancia en la comercialización de Alimentos Funciona-
les poder realizar declaraciones nutricionales y de propiedades saludables.
La regulación de estas declaraciones está establecida por el Reglamento (CE)
Nº 1924/2006 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 20 de diciembre de
2006, relativo a las declaraciones nutricionales y de propiedades saludables
en los alimentos y Reglamentos derivados de modificaciones y desarrollo.
Puesto que en otros capítulos se desarrolla con amplitud la regulación
del etiquetado y publicidad, en este apartado no se hará más incidencia al
respecto.
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5. DIETÉTICOS
Los dietéticos son productos alimentarios de uso para la salud con tres carac-
terísticas específicas establecidas y reguladas por normas comunitarias:
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6. COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS
7. NUEVOS ALIMENTOS
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En general, la normativa exige que para ser clasificado como nuevo ali-
mento un producto debe demostrarse que tiene el carácter de alimento y no
de fármaco y que es nuevo, no simplemente resultante de la mejora de un
producto sea sanitaria, composicional, sensorial, de presentación o de con-
veniencia.
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http://www.aesan.msc.es/AESAN/docs/docs/evaluacion_riesgos/nue-
vos_alimentos_y_ogm/esquema_procedimiento_autorizacion.pdf
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ABREVIATURAS
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FOSHU: Foods for Specified Health Use (Alimentos de uso específico para la
salud)
FUFOSE: Functional Food Science in Europe (Ciencia de la alimentación fun-
cional en Europa)
GOS: Galactooligosacáridos
LDL: Low Density Lipoproteins (Lipoproteinas de baja densidad)
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Tema 12
Ingredientes bioactivos
1. Introducción
2. Ácidos grasos poliinsaturados
3. Ácidos grasos mono-insaturados
4. Esteroles vegetales y ésteres de fitoesteroles
5. Compuestos minoritarios de naturaleza lipídica: vitaminas liposolubles y toco-
feroles, carotenoides
6. Otros lípidos bioactivos: alquilgliceroles, diacil-gliceroles, fosfolípidos, etc.
7. Prebióticos
8. Probióticos
8.1. Principales efectos beneficiosos para la salud
8.2. Productos probióticos en el mercado
9. Compuestos fenólicos
10. Ingredientes funcionales de nuevas fuentes: algas, setas, microorganismos, sub-
productos
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
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Entre todos los ingredientes bioactivos, los ácidos grasos omega-3 son
probablemente los menos controvertidos y los que despiertan un mayor
consenso tanto por sus probados e importantes beneficios para la salud,
que se empezaron a estudiar hace décadas y ahora mismo siguen siendo
objeto de intensas investigaciones, como por la necesidad de aumentar la
ingesta de estos omega-3 para la población general, mediante un mayor
consumo de fuentes naturales como los pescados grasos o mediante el con-
sumo de alimentos enriquecidos con omega-3 o cápsulas con concentrados,
o mediante ambas estrategias. Existe una gran cantidad de artículos cien-
tíficos reflejando los resultados más interesantes de numerosos estudios
realizados con omega-3 a nivel de laboratorio, en estudios pre-clínicos y en
estudios clínicos.
La investigación ha demostrado que ácidos grasos poliinsaturados de ca-
dena larga (PUFAs) tienen efectos fisiológicos específicos en humanos y los
efectos positivos en la salud de EPA y DHA han sido revisados recientemente
en distintas monografías (ver Referencias al final del capítulo). En general,
las actividades biológicas de estos ácidos grasos se basan en dos mecanismos
de acción principales:
• Regulación del metabolismo de ácidos grasos y eicosanoides.
• Regulación de la fluidez de membranas y de la actividad enzimática
ligada a membranas.
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
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La ingesta de DHA puede contribuir al normal desarrollo del ojo del feto,
del infante y de los niños pequeños
Omega-6
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
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Figura 1. Estructuras del colesterol, de los esteroles vegetales más comunes y de los estanoles.
Esta estructura hace que los esteroles sean una molécula bastante rí-
gida o sólida (del griego Stereos = sólido) que se encuentra en las mem-
branas de las células animales para darles rigidez y permeabilidad, y es
relativamente poco soluble incluso en lípidos (y totalmente insoluble en
agua) por lo que el exceso de colesterol en plasma puede contribuir a pro-
ducir depósitos que generan una serie de problemas bien conocidos, es-
tando establecido que un exceso de colesterol sanguíneo es un factor de
riesgo cardiovascular.
Los esteroles vegetales más abundantes en la naturaleza tienen un doble
enlace en posición 5, pero también se emplean como ingredientes los este-
roles saturados llamados estanoles, que no cuentan con dicho doble enlace,
es decir, con una reducción-5␣. Normalmente los estanoles son mucho
menos abundantes que los esteroles, y cuando se habla en términos genera-
les de esteroles vegetales se suele hacer referencia a estos últimos. Los este-
roles pueden ser convertidos a estanoles por hidrogenación química.
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
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Tocoferoles y tocotrienoles
Tocoferoles y tocotrienoles engloban un grupo de ocho compuestos lipo-
solubles que reciben el nombre genérico de vitamina E, con un carácter esen-
cial reconocido desde hace más de cuarenta años. Los tocoferoles y toco-
trienoles tienen una estructura química similar: ambos tienen una estructura
común que consiste en dos anillos, uno fenólico y otro heterocíclico, y una
cadena lateral de 16 átomos de carbono, que es saturada en los tocoferoles
e insaturada en los tocotrienoles. Los tocoferoles tienen tres centros quira-
les en su cadena lateral saturada. Dependiendo del número y la posición de
los grupos metilo en el anillo fenólico, estos compuestos se designan como
(␣-, -, ␥- y -tocoferoles) (12).
Los tocoferoles se encuentran presentes en semillas oleaginosas, hojas y
otras partes verdes de plantas superiores. En la naturaleza, solamente los
organismos fotosintéticos son capaces de sintetizar tocoferol El ␣-tocoferol
es el más abundante en la dieta europea y el que mayor actividad antioxi-
dante tiene in vivo, aunque según el diseño de cada estudio se obtienen mejo-
res resultados in vitro para otros isómeros (-, ␥-, -tocoferol), lo que tiene
cierto interés económico porque el gamma-tocoferol es más abundante en
el aceite de soja mayoritario en América.
Los tocoferoles han atraído mucha atención debido a su uso como antio-
xidantes naturales, tanto para proteger el propio alimento y alargar su vida
útil (papel tecnológico, sustituyendo a antioxidantes sintéticos) como para pro-
ducir un efecto beneficioso en el organismo humano.
Como en el caso de otros ingredientes, el ␣-tocoferol puede ser de origen
natural o sintético. Industrialmente, los tocoferoles se producen llevando a
cabo varias reacciones químicas, teniendo una aceptación más limitada, por
lo que su extracción a partir de fuentes naturales como destilados desodori-
zados de aceites, es una buena alternativa con fuerte crecimiento. Los toco-
feroles obtenidos a partir de fuentes naturales tienen una gran aceptación
en la industria alimentaria y están autorizados tanto en Europa como en
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
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Carotenoides
Existen más de 600 carotenoides diferentes, responsables de muchos pig-
mentos amarillos, naranjas y rojos en el reino vegetal, que se agrupan en dos
familias según sean no oxigenados (carotenos, como el beta-caroteno con
función de pro-vitamina A) o carotenoides oxigenados o xantofilas (como la
astaxantina o la luteína). Son relativamente estables y constituyen los colo-
rantes liposolubles más usados en la industria de alimentos. Químicamente
son cadenas hidrocarbonadas con 40 átomos de Carbono y poliinsaturadas,
que pueden tener oxígeno o no, pero no otros elementos aparte del hidró-
geno, por lo que son lipofílicos.
Inicialmente se han incluido como ingredientes funcionales por su pro-
bado papel pro-vitamínico y antioxidante, pero se ha encontrado que algu-
nos de ellos presentan funciones específicas en complicados procesos, como
por ejemplo, la luteína y zeaxantina en el desarrollo visual y en la prevención
de enfermedades relacionadas con la degeneración macular, o como el lico-
peno que parece ser responsable del papel preventivo hallado para la salsa
de tomate en el desarrollo del cáncer de próstata.
Sus fuentes principales son frutas, hortalizas y microalgas, y normal-
mente se presentan como mezclas naturales de varios carotenoides, con
composición muy variable dependiendo de su origen natural, aunque al-
gunos ya se encuentran comercialmente como concentrados y otros son
de origen sintético. Determinadas microalgas y otros microorganismos
producen carotenoides en concentraciones muy elevadas, lo que permite su
explotación comercial como fuente natural, y algunas de ellas están apro-
badas desde hace tiempo para uso alimentario, como es el caso del alga
Dunaliella, que produce beta-caroteno, del alga Haematococcus, que pro-
duce el carotenoide antioxidante llamado astaxantina y otras fuentes de li-
copeno como el hongo Blakeslea que ya ha sido considerado equivalente al
tomate como fuente de este caroteno por las autoridades alimentarias eu-
ropeas y de otros países.
Un punto importante en relación con los carotenoides en general es la
diferente bioactividad de los isómeros con sus dobles enlaces en configura-
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
ción todo-trans frente a otros isómeros que tengan uno o varios enlaces en
configuración cis, lo que produce diferente biodisponibilidad y efectos fisio-
lógicos en el organismo (14). Los todo trans suelen ser mayoritarios, pero
en extractos naturales se suelen encontrar combinados junto con otros isó-
meros cis-trans, formando mezclas complejas, y pueden producir efectos
diferentes de los carotenos obtenidos sintéticamente, por lo que es un campo
de activa investigación, puesto que algunos carotenos (beta-caroteno, lico-
peno) están autorizados con ambos orígenes, natural y sintético.
El principal efecto positivo que se atribuye a muchos carotenoides es su
actividad como antioxidante lipofílico natural que capta radicales libres, en
ocasiones con gran actividad antioxidante, pero este efecto genérico no es ad-
mitido como un beneficio fisiológico por la EFSA, por lo que deben reali-
zarse estudios clínicos más concretos. Aunque algunos de ellos están
aceptados como aditivos alimentarios o colorantes naturales desde hace
tiempo, su uso como ingredientes funcionales requiere profundizar en la in-
vestigación de cada caso concreto, como se vio en estudios pioneros en los
noventa que encontraron efectos negativos para la combinación de vitamina
E y betacaroteno en el caso de fumadores, un tema controvertido que aún se
sigue estudiando. Otros beneficios encontrados y generalmente aceptados
son el potencial anticancerígeno atribuido al licopeno del tomate ya co-
mentado, aunque no se ha descartado que haya otros compuestos del tomate
involucrados en este efecto beneficioso comprobado y sigue también en es-
tudio, y la contribución del beta-caroteno como provitamina A al funciona-
miento de la visión y de la piel y mucosas, en este caso aprobado
recientemente como alegación de salud para alimentos.
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7. PREBIÓTICOS
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
8. PROBIÓTICOS
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un beneficio para la salud de quien los ingiere, por lo que se pueden definir
como: «Microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades
adecuadas, aportan un beneficio para la salud de quien los ingiere».
Los criterios que deben cumplir los microorganismos para ser incluidos
en alimentos y bebidas probióticas son:
— Resistencia a las condiciones ácidas del estómago, y a las enzimas
digestivas normalmente encontradas en el tracto humano, para que
lleguen activos y puedan colonizar el intestino humano.
— Además deben ser obviamente seguros para su consumo por las per-
sonas y tener una eficacia científicamente probada.
Con estos simples criterios, la lista de bacterias que pueden ser incorpo-
radas en los alimentos es realmente corta, especialmente en lo que se refie-
re a la evidencia científica de su efecto, que en general resulta difícil de com-
probar. Este punto de la comprobación científica por encima de toda duda
para probar su eficacia tiene especial relevancia hoy en día en Europa, cuan-
do está entrando en vigor la nueva legislación alimentaria que exige una
aprobación previa muy rigurosa de las alegaciones de salud de un alimen-
tos funcional, que exige realizar estudios clínicos en humanos controlados y
aleatorizados.
Inicialmente se recomendó también que las bacterias probióticas fue-
ran de origen humano, para facilitar su aprobación por las autoridades re-
gulatorias y su aceptación por el consumidor, pero debido a la dificultad
de encontrar bacterias adecuadas, hoy en día se aceptan bacterias de dis-
tintos orígenes. Igualmente parece superado el debate entre los defensores
de que los alimentos probióticos incluyeran bacterias vivas y los que con-
sideraban esto como un punto secundario, con una clara tendencia de los
consumidores y productores de alimentos a incluir microorganismos vivos
en sus productos probióticos, que se extiende a los organismos regulatorios
(15).
Los principales microorganismos estudiados como probióticos se mues-
tran a continuación en la tabla 1. Aunque está lista crece rápidamente y tam-
bién se están considerando otros tipos de microorganismos, como algunas
levaduras con potencial probiótico, por ejemplo Saccharomyces boulardii,
tanto en alimentos como en nutracéuticos.
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
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9. COMPUESTOS FENÓLICOS
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
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— Vino y de la uva
— Aceite de oliva
— Té
— Cacao y chocolate
— Frutas determinadas como la manzana o la granada
— Frutos rojos
— Cítricos
A todos ellos se les han atribuido importantes beneficios para la salud, que
aunque no estén inequívocamente demostrados, sí tienen ya una sólida base
científica sobre la que se continúa trabajando (19), y a esta lista se añaden
nuevas fuentes de compuestos fenólicos cada año. Entre los efectos benefi-
ciosos observados en estudios epidemiológicos se destacan su potencial efecto
anticancerígeno, hallado para flavonoides de distinto origen, y su efecto anti-
trombótico y el protector de vasos capilares de la rutina y hesperidina de cí-
tricos para el tratamiento de varices, además del principal efecto de inhibir la
peroxidación lipídica y de lipoproteínas, por lo que se ha asociado este efecto
con los beneficios encontrados en poblaciones que consumen mayores canti-
dades de frutas y verduras, donde algunos tipos de cáncer se reducen drásti-
camente, aunque de nuevo es probable que este efecto se deba a una suma de
factores y la relación causa-efecto debe ser demostrada científicamente.
La complejidad y extensión del tema excede a los objetivos de este capí-
tulo, pero existen numerosas referencias bibliográficas para ampliar la in-
formación (17,19).
Numerosos grupos de investigación en todo el mundo están estudiando
aspectos relacionados con los compuestos fenólicos, y en algunos casos la
falta de resultados concluyentes se debe a la complejidad de la composición
natural en los alimentos. Aunque en muchas ocasiones se ha tratado de iden-
tificar un compuesto fenólico destacado en un alimento, como las catequi-
nas y el canferol en el té o la epicatequina en el cacao y chocolate, la mezcla
variada de compuestos originales hace que se comporte de manera muy di-
ferente un extracto de un alimento que un determinado componente aislado.
También hay variaciones debidas al diferente comportamiento de los poli-
fenoles en los estudios in vitro e in vivo, que depende de la biodisponibilidad
de ingredientes como los flavonoides in vivo, muy pequeña en algunos casos,
y de la concentración accesible tras la digestión y absorción.
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INGREDIENTES BIOACTIVOS
Por este motivo es cada vez mayor el interés en los extractos naturales
ricos en polifenoles de algunos alimentos determinados, en lugar de in-
tentar aislar un solo compuesto más activo que el resto. Con la actual re-
glamentación europea, los ingredientes funcionales deben estar bien
caracterizados, lo que hace más complicado el trabajo con estos extractos
naturales complejos, y también dificulta la obtención de evidencias cientí-
ficas de la relación causa-efecto. Por ejemplo, en el campo de los ingre-
dientes funcionales, se ha considerado tradicionalmente beneficioso un
contenido en antioxidantes mayor de lo habitual, pero la falta de eviden-
cia científica de la relación entre la actividad antioxidante y un beneficio
concreto para la salud, hace necesario concretar los compuestos a estudiar
y sus efectos más allá de la actividad antioxidante. Esto puede llevar a in-
vestigar y sustentar alegaciones de salud de determinados grupos de poli-
fenoles, por ejemplo los compuestos fenólicos del vino que estén bien
caracterizados (o los del té o del cacao), para los que se establezca un de-
terminado efecto beneficioso concreto y se diseñe un estudio clínico espe-
cífico, siendo un campo de investigación del máximo interés a nivel
mundial y con un gran futuro por delante.
305
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BIBLIOGRAFÍA
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ABREVIATURAS
308
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Tema 13
Regulación de las condiciones de uso
de los alimentos funcionales
Javier Morán
Food Consulting@Associates, Murcia
Marta Hernández Cabria
Corporación Alimentaria Peñasanta, Asturias
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MAPA CONCEPTUAL
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312
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el comercio mundial, ya que los países que están desarrollando una nueva le-
gislación a menudo utilizan las normas del Codex. Las discusiones en el
Codex se encuentran en una fase temprana y las áreas clave que requieren
más trabajo antes de que se alcance un consenso incluyen la reducción del
riesgo de enfermedad, la necesidad de un fundamento científico y los pro-
blemas de etiquetado. A nivel internacional, en 1979 el Codex Alimentarius
adoptó directrices generales para el uso de las declaraciones, que fueron re-
visadas en 1991. Estas directrices siguen dos principios: primero ningún ali-
mento debe ser descrito o presentado de una manera falsa o mal orientada
o que genere una impresión errónea sobre sus características en cualquier as-
pecto y, segundo, la empresa que elabora el producto tiene que justificar la
declaración hecha. También describe las declaraciones en alimentos que de-
bieran prohibirse como son declaraciones que no pueden sustentarse, de-
claraciones que señalen que una dieta balanceada o alimentos ordinarios no
cubren las cantidades adecuadas de todos los nutrientes y la capacidad del
alimento para la prevención, tratamiento o cura para enfermedades. Espe-
cíficamente las directrices para el uso de declaraciones nutricionales han
sido adoptadas por el Codex Alimentarius desde 1997. Éstas proporcionan
definiciones para «la declaración del contenido del nutriente» y «declara-
ciones comparativas» y «declaraciones de función del nutriente» así como de
las condiciones que sustenten tales declaraciones. Inicialmente las declara-
ciones saludables se incluyeron en estas directrices, sin embargo la discusión
sobre este tipo de declaraciones demostró que era complejo y controvertido
su tratamiento, por lo que en mayo de 2003 se determinó que la definición
y las condiciones para las declaraciones saludables se acordaran en el Comité
del Codex sobre Etiquetado de los Alimentos. En este sentido, el debate en
el Codex Alimentarius se encuentra en diferentes niveles de revisión y el prin-
cipal tema en el que se debe trabajar es en las recomendaciones sobre la base
científica de las declaraciones de propiedades saludables.
En la Unión Europea, existe desde hace poco una legislación armoniza-
da sobre las declaraciones de propiedades saludables. El camino hacia esta
regulación comunitaria tuvo sus inicios en varios países como Francia, Suecia,
Países Bajos y Reino Unido. En la mayoría de estos países se formaron gru-
pos con expertos de la industria, autoridades regulatorias, grupos de consu-
midores y científicos que han estado involucrados en la elaboración de las
normas de la justificación científica de las declaraciones y su comunicación
y forma de presentación.
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3. LA REGULACIÓN EUROPEA
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tricionales en relación con los ácidos grasos omega-3, las grasas monoinsa-
turadas, las grasas poliinsaturadas y las grasas insaturadas.
4. EL TRABAJO DE EFSA
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EFSA además ha preparado una guía sobre cómo presentar una solici-
tud de declaración, basada en un amplio proceso de consulta con la indus-
tria y otras partes interesadas y ha proporcionado orientación en este campo
desde 2007 tanto a través de consultas en línea como mediante la celebra-
ción de reuniones científicas. Entre 2010 y 2012 EFSA continuará su diálogo
con las partes interesadas con el fin de explicar con más detalle cómo se
está llevando a cabo su labor y ofrecer a los solicitantes información más de-
tallada sobre la preparación de aplicaciones sobre declaraciones de propie-
dades saludables. EFSA ha organizado una serie de reuniones sobre temas
específicos para proporcionar orientación adicional a los solicitantes. Adi-
cionalmente, en 2007 EFSA publicó un documento que resume las respues-
tas a las preguntas más frecuentes acerca de la preparación y presentación
de las solicitudes de declaraciones de reducción de riesgo de enfermedades
y sobre el desarrollo y la salud de los niños de conformidad con el artículo
14 y sobre las nuevas declaraciones de función con arreglo al artículo 13.5
del Reglamento. El documento revisado tiene en cuenta las observaciones
recibidas durante la consulta celebrada en mayo de 2009, así como los de-
bates y los comentarios recibidos en una reunión técnica con los solicitan-
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Food Safety Authority. EFSA’s Modus Operandi for Article 13 (3) Health Claims
of Regulation (EC) Nº 1924/2006. Parma, 07 May 2010
http://www.efsa.europa.eu/en/ndaclaims13/docs/art13modusoperandi.pdf
325
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Tabla 1
Condiciones de
Alimento Declaración aprobada Artículo
uso
Acerola Metabolismo energético normal >15 % CDR 13.1
Mantenimiento de las concentraciones normales de
ALA >15 % CDR 13.1/13.2
colesterol
Niños de 3-6 años. >
ALA Desarrollo cerebral 0,6 g ALA por 100 g 14.1 (b)
o 100 ml o 100 kcal
>0,3 g ALA y >2,1 g
ALA+LA Crecimiento y desarrollo adecuado de los niños LA. Niños de 1 a 12 14.1 (b)
años. 15% RDA.
Benecol Reducción de colesterol y del riesgo cardiovascular 2g/día 14.1 (a)
Mantenimiento de las concentraciones normales de
beta-Glucanos 3 g/día 13.1/13.2
colesterol sanguíneo
Biotina Metabolismo de macronutrientes >15 % CDR 13.1/13.2
Biotina Metabolismo energético >15 % CDR 13.1/13.2
Biotina Mantenimiento de piel y mucosas >15 % CDR 13.1/13.2
Biotina Función normal del sistema nervioso >15 % CDR 13.1/13.2
Biotina Mantenimiento normal del pelo >15 % CDR 13.1/13.2
Biotina Funciones psicológicas normales >15 % CDR 13.1
Calcio Mantenimiento normal de huesos y dientes >15% CDR 13.1
Calcio Mantenimiento normal de huesos y dientes >15 % CDR 13.1/13.2
Calcio Función muscular y neurotransmisión normales >15 % CDR 13.1/13.2
Calcio Coagulación normal de la sangre >15 % CDR 13.1/13.2
Calcio Metabolismo energético >15 % CDR 13.1/13.2
Calcio Función normal de las enzimas digestivas >15 % CDR 13.1/13.2
Crecimiento y desarrollo normales de los huesos en
Calcio >15 % CDR 14.1 (b)
niños
Calcio División y diferenciación celular normales / 13.1
Chicle sin azúcar Neutraliza los ácidos de la placa dental Niños > 3 años 13.1/13.2
Chicle sin azúcar Mantiene la mineralización dental Niños > 3 años 13.1/13.2
»
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Condiciones de
Alimento Declaración aprobada Artículo
uso
Chicle sin azúcar Reduce la sequedad oral Niños > 3 años 13.1/13.2
Chicle sin azúcar Reduce el riesgo de caries dental 2-3 gramos. Niños >3 años
Danacol Reducción de colesterol y del riesgo cardiovascular 1,6 g/día 14.1 (a)
DHA/ARA Desarrollo visual en niños Niños <12 meses. DHA >0.3% de los
Desarrollo visual en
AG 14.1 (b) Enfamil Premium
niños
Niños <12 meses. Esteroles/Estanoles
AG 14.1 (b)
DHA >0.3% de los vegetales
Mantenimiento de
de colesterol sanguíneo 0,8g/día 13.1
los niveles normales
Fibra de trigo Reducción del tiempo de tránsito intestinal 10 g 13.1
»
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Condiciones de
Alimento Declaración aprobada Artículo
uso
Fólico Función inmune normal >15 % CDR 13.1/13.2
Hierro Desarrollo cognitivo normal en niños >15% CDR. Niños 14.1 (b)
Reducción del aumento de glucosa plasmática tras las
HPMC 4 g. Adultos 13.1
comidas
Mantenimiento de los niveles normales de colesterol
HPMC 5 g. Adultos 13.1
sanguíneo
Mantenimiento de las concentraciones normales de
Konjac >4g/día 13.1/13.2
colesterol
Konjac Reducción de peso corporal >3g/día. Adultos 13.1
»
328
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Condiciones de
Alimento Declaración aprobada Artículo
uso
Magnesio Reducción de cansancio y fatiga >15 % CDR 13.1
»
329
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Condiciones de
Alimento Declaración aprobada Artículo
uso
Pantoténico Reducción de cansancio y fatiga >15 % CDR 13.1
»
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Condiciones de
Alimento Declaración aprobada Artículo
uso
Mantenimiento de las concentraciones normales de tri-
Salmón 2g/día. Adultos 13.1
glicéridos
Salvado de trigo Reducción del tiempo de tránsito intestinal 10g/día. Adultos 13.1
Al menos «alto en
Salvado de trigo Incremento en el bolo fecal 13.1
fibra»
Selenio Protege las células del daño oxidativo >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina B12 Función normal del sistema inmune >15 % CDR 13.1/13.2
»
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Condiciones de
Alimento Declaración aprobada Artículo
uso
Vitamina B6 Función normal del sistema nervioso >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina B6 Formación de hematíes >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina B6 Función normal del sistema inmune >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina B6 Regulación de la actividad hormonal >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina B6 Impacto en la conducta (mujeres) / 13.1/13.2
Vitamina B6 Metabolismo normal de homocisteína >15 % CDR 13.1
Vitamina B6 Metabolismo energético normal >15 % CDR 13.1
Vitamina B6 Funciones psicológicas normales >15 % CDR 13.1
Vitamina B6 Reducción de cansancio y fatiga >15 % CDR 13.1
Vitamina B6 Síntesis normal de cisteína >15 % CDR 13.1
Vitamina C Protección celular de daño oxidativo >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina C Formación normal de colágeno >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina C Función normal de huesos, dientes y cartílagos >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina C Incremento de la absorción de hierro no hem >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina C Función normal del sistema nervioso >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina C Función inmune normal >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina C Metabolismo energético normal >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina C Reduce el daño de los radicales libres / 13.1/13.2
Vitamina C Protege el ojo del daño oxidativo / 13.1/13.2
Mantiene la función inmunitaria normal antes y tras el
Vitamina C >200 mg/día 13.1/13.2
ejercicio
Vitamina C Reducción de cansancio y fatiga >15 % CDR 13.1
Vitamina C Funciones psicológicas normales >15 % CDR 13.1
Vitamina C Regeneración de formas reducidas de vitamina E >15 % CDR 13.1
Vitamina D Mantenimiento de huesos y dientes normales >15 % CDR 13.1/13.2
Absorción y utilización normal de calcio y fósforo.
Vitamina D Mantenimiento de las concentraciones plasmáticas nor- >15 % CDR 13.1/13.2
males de calcio
Vitamina D División celular normal >15 % CDR 13.1/13.2
Función inmunitaria normal y respuesta inflamatoria
Vitamina D >15 % CDR 13.1/13.2
saludable
Vitamina D Función muscular normal >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina D Función tiroidea normal / 13.1/13.2
>15 % CDR. 3-18
Vitamina D Crecimiento y desarrollo normales de hueso en niños 14.1 (b)
años
Función inmunitaria normal y respuesta inflamatoria
Vitamina D3 >15 % CDR 13.1/13.2
saludable
»
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Condiciones de
Alimento Declaración aprobada Artículo
uso
«Vitamin E contributes to the protection of cell consti-
Vitamina E >15 % CDR 13.1
tuents from oxidative damage»
«Vitamin E contributes to the protection of cell consti-
Vitamina E >15 % CDR 13.1
tuents from oxidative damage»
«Vitamin E contributes to the protection of cell consti-
Vitamina E >15 % CDR 13.1
tuents from oxidative damage»
Vitamina K Mantenimiento normal del hueso >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina K Coagulación sanguínea normal >15 % CDR 13.1/13.2
Vitamina K2 Mantenimiento normal del hueso >15 % CDR 13.1/13.2
Vitaminas K1 y K2 Coagulación sanguínea normal >15 % CDR 13.1/13.2
3 g WSTC I o 150 mg
WSTC Agregación plaquetaria normal. Flujo vascular normal WSTC II. Adultos 35- 13.5
70 años
2-3 g de goma de
Xylitol Reducción del riesgo de caries en niños mascar, tres veces/ 14.1 (b)
día. Niños > 3 años
Yodo Crecimiento y desarrollo normales en niños >15 % CDR 14.1 (b)
Yodo Funciones cognitiva y neurológica normales >15 % CDR 13.1
Yodo Metabolismo energético >15 % CDR 13.1
Yodo Función tiroidea normal >15 % CDR 13.1/13.2
Yodo Mantenimiento de la piel normal >15 % CDR 13.1/13.2
Yogurt Mejora de la digestión de lactosa 108 CFU 13.1
Zinc Función inmune normal >15 % CDR 13.1/13.2
Zinc Síntesis normal de DNA y división celular >15 % CDR 13.1/13.2
Zinc Protección celular de daño oxidativo >15 % CDR 13.1/13.2
Zinc Mantenimiento del hueso >15 % CDR 13.1/13.2
Zinc Función cognitiva normal >15 % CDR 13.1/13.2
Zinc Fertilidad y reproducción normales >15 % CDR 13.1/13.2
Zinc Metabolismo normal de ácidos grasos >15 % CDR 13.1/13.2
Zinc Metabolismo ácido-base normal >15 % CDR 13.1/13.2
Zinc Metabolismo normal de vitamina A >15 % CDR 13.1/13.2
Zinc Mantenimiento de la visión normal >15 % CDR 13.1/13.2
Zinc Mantenimiento de la piel normal >15 % CDR 13.1
Zinc Síntesis proteica >15 % CDR 13.1
Zinc Concentraciones normales de testosterona >15 % CDR 13.1
Zinc Metabolismo normal de carbohidratos >15 % CDR 13.1
»
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Condiciones de
Alimento Declaración aprobada Artículo
uso
Zinc Mantenimiento de pelo y uñas >15 % CDR 13.1
Zinc Metabolismo normal de macronutrientes >15 % CDR 13.1
ABREVIATURAS
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Tema 14
Evaluación de la actividad biológica de ingredientes
bioactivos y alimentos funcionales
1. Introducción
2. Criterios para la evaluación científica de las alegaciones
2.1. Caracterización del ingrediente/alimento funcional
2.2. Establecimiento de la base científica
a) Grupos de estudio
b) Controles
c) Tiempo de exposición
d) Caracterización de los grupos de estudio
e) Dosis del alimento o constituyente
f) Efecto de la matriz alimentaria
g) Control de seguimiento
h) Poder estadístico
2.3. Marcadores
2.4. Requisitos de los marcadores:
a) Validez biológica
b) Validez metodológica y control de calidad
2.5. Significación del efecto
2.6. Consenso en las evidencias
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
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la calidad de los datos que describen el impacto de los alimentos o sus com-
ponentes en la salud o el bienestar.
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a) Grupos de estudio
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b) Controles
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c) Tiempo de exposición
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g) Control de seguimiento
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«no respuesta», por ejemplo que no ha ocurrido el efecto funcional. Este re-
sultado «falso negativo» no muestra claramente la ausencia de un efecto,
pero a menos que se tenga constancia de un bajo cumplimiento por parte de
los voluntarios no es posible darse cuenta. De manera similar, este criterio
ayuda a valorar si es necesario un estudio sistemático para determinar si
hay o no un efecto positivo. Ejemplos de medidas de cumplimiento incluyen
análisis a nivel de sangre o tejidos del compuesto conocido o sus metaboli-
tos, como la composición de los fosfolípidos de la membrana de eritrocitos,
la excreción de hidrógeno en el caso de los compuestos fermentables y la ex-
creción urinaria de metabolitos. Cuando se aplican medidas de seguimiento,
los resultados generalmente reflejan que el seguimiento fue mucho más bajo
de lo esperado y la exclusión de los sujetos que no cumplieron el protocolo
puede ser la mayor diferencia en la interpretación de resultados. Algunos
cambios en la dieta, como aquellos en los que hay un cambio en la ingesta
de grasa, pueden ser controlados mejor que cambios dietéticos más globa-
les, por ejemplo la reducción del consumo de carne empleada en algunos es-
tudios de prevención de cáncer. Por lo tanto, el desarrollo de marcadores de
ingesta es de una gran necesidad en el progreso de esta área.
h) Poder estadístico
Los estudios que se utilizan para apoyar las evidencias relacionadas con
una alegación alimentaria deben indicar el criterio estadístico que fue utili-
zado en el diseño de los ensayos de intervención. Cuando se realiza el diseño
de un estudio, es necesario estimar el tamaño del estudio, también conocido
como poder, necesario para alcanzar un nivel de significación estadística.
Este es el tamaño mínimo para observar un efecto biológico o práctico per-
tinente. Para estimar el tamaño del estudio es necesario tener un conoci-
miento de las características estadísticas de los resultados de la medida (por
ejemplo, la varianza esperada).
Una vez realizado el estudio, la estimación del grado del efecto y su sig-
nificación estadística son calculadas para permitir llegar a conclusiones vá-
lidas. Es importante puntualizar que el poder estadístico puede dar resultados
diferentes a los estimados inicialmente, por ejemplo la varianza obtenida de
la variable puede ser diferente a la esperada (11). En casos en los que la mag-
nitud del efecto es sustancial pero no alcanza la significación estadística, los
349
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datos, normalmente, por si solos no son suficientes para mantener una ale-
gación. Sin embargo, pueden ser útiles para fundamentar investigaciones fu-
turas y no deben ser descartados completamente. Al comparar estudios con
diferentes resultados, el mayor peso se le debe atribuir a aquellos que tengan
el mejor diseño y un número adecuado de sujetos. Los ensayos controlados y
aleatorizados deben cumplir con las recomendaciones del «Estándares Con-
solidados Referentes a Ensayos (12), y considerar la directiva europea
2001/20/EC de las Buenas Prácticas Clínicas.
2.3. Marcadores
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a) Validez biológica
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— Relevancia biológica.
Los datos que avalen las evidencias deben de ser obtenidos con marca-
dores validos (ver los criterios 3, 4 y 5). Ocultar datos dependiendo si apo-
yan o no la alegación no es aceptable. La evaluación de los datos disponibles
puede dejar algunas preguntas por resolver. En estos casos, se debe consi-
derar si estas preguntas necesitan ser respondidas por investigación adicio-
nal o si por el contrario el global de las evidencias no apoyan la alegación
propuesta. Todos los estudios publicados deben ser revisados y los datos no
publicados, incluidos aquellos que no se vayan a publicar por razones de
confidencialidad, deben de ser igualmente tenidos en cuenta.
BIBLIOGRAFÍA
Este capítulo está basado en las recomendaciones emitidas por el proyecto PASS-
CLAIM y publicadas en el European Journal of Nutrition en 2005 (Eur J Nutr (2005)
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da y revisada por ILSI-Europe (http://www.ilsi.org/ Europe/Pages/HomePage.aspx)
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Tema 15
Nutrigenómica y nutrigenética
Andreu Palou
Catalina Picó
Universidad de las Islas Baleares
1. Introducción.
2. Conceptos de nutrigenómica o genómica funcional y nutrigenética
3. El ámbito de la nutrigenómica
4. Técnicas en nutrigenómica
5. Ejemplos de efectos nutrigenómicos y nutrigenéticos
5.1. Efectos nutrigenómicos
5.2. Interacciones nutrigenéticas
6. El reto de la nutrigenómica: hacia una nutrición personalizada
6.1. Beneficios de la nutrición personalizada
6.2. Posibles riesgos de la nutrición personalizada
7. Conclusión
Bibliografía
Palabras clave
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
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NUTRIGENÓMICA Y NUTRIGENÉTICA
3. EL ÁMBITO DE LA NUTRIGENÓMICA
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NUTRIGENÓMICA Y NUTRIGENÉTICA
4. TÉCNICAS EN NUTRIGENÓMICA
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Figura 2. Representación esquemática de las etapas implicadas en la expresión génica, las técnicas de
genómica funcional usadas en el análisis de estas etapas, y los puntos de modulación por la dieta. Las
fuentes de variabilidad en la respuesta individual a un determinado alimento o nutriente vienen
determinadas por las características funcionales de cada sistema (generales para toda la población)
junto con las particularidades genéticas y epigenéticas que son propias e irrepetibles en cada individuo.
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y verduras debería tener más éxito en una persona con predisposición ge-
nética establecida a padecer un cáncer de colon, así como la de dejar de
fumar en una con una predisposición a padecer un cáncer de pulmón. Cabe
señalar que esta ventaja potencial todavía no se ha probado y es discutible.
En efecto, no se puede excluir que, en algunos individuos, el conocimiento
de una predisposición genética podría llevar a una actitud fatalista y un cum-
plimiento reducido con cualquier intervención.
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NUTRIGENÓMICA Y NUTRIGENÉTICA
7. CONCLUSIÓN
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BLOQUE III
Tema 16
Alimentos funcionales en la enfermedad
cardiovascular
1. Introducción
2. Alimentos funcionales y dislipemias
2.1. Alimentos ricos en fibra
2.1.1. Recomendaciones nutricionales
2.2. Ácidos grasos
2.2.1. Recomendaciones nutricionales
2.3. Fitoesteroles y fitoestanoles
2.3.1. Recomendaciones nutricionales
2.4. Proteína de soja
2.4.1. Recomendaciones nutricionales
3. Alimentos funcionales e hipertensión
3.1. Péptidos y compuestos bioactivos derivados de la leche
3.1.1. Recomendaciones nutricionales
3.2. Polifenoles (Flavonoles)
3.2.1. Recomendaciones nutricionales
4. Alimentos funcionales e hiperhomocisteinemia
4.1. Vitaminas B6, B9 (Ácido Fólico) y B12
4.1.1. Recomendaciones nutricionales
5. Alimentos funcionales con capacidad antioxidante
5.1. Radicales Libres
5.2. Antioxidantes
5.2.1. Recomendaciones nutricionales
6. Recomendación nutricional general
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
Sin embargo, muchas de las muertes, así cómo las complicaciones cró-
nicas asociadas a la ECV (dislipemias, hipertensión, obesidad central, y dia-
betes), podrían ser prevenidas actuando sobre los principales factores de
riesgo de la misma: dieta poco saludable, escasa actividad física, hábito ta-
báquico.
Sin embargo, los nuevos estilos de vida han provocado que se abando-
nen determinados hábitos de alimentación saludables que durante años han
formado parte de nuestra historia y tradición. La falta de tiempo para coci-
nar, el ritmo de vida actual y la enorme oferta de alimentos que hace difícil
la toma de decisiones adecuadas, conduce a que muchas personas no sigan
una alimentación equilibrada, y por tanto, no ingieran todos los nutrientes
que necesitan o las cantidades adecuadas.
Por estas razones, los alimentos funcionales, siempre que estén dentro
del contexto de una dieta variada y equilibrada, podrían ayudar a compen-
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Las dislipemias son una serie de estados patológicos cuyo elemento común
es una alteración del metabolismo de los lípidos, con la consecuente altera-
ción de las concentraciones de lípidos y lipoproteínas en la sangre.
Los compuestos bioactivos que mayor evidencia científica están demos-
trando en la prevención y/o tratamiento de las dislipemias son la fibra, los
ácidos grasos insaturados, los fitoesteroles y fitoestanoles, y la proteína de
soja. A continuación se describen las propiedades de cada uno de ellos.
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Por otro lado, conocemos que los AGP esenciales, tanto de la serie omega-
6 (especialmente el ácido linoleico (AL) y el ácido araquidónico (AA)) como
de la serie omega-3 (de la que son los más importantes el ácido linolénico
(ALN), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docohexaenoico (DHA)),
son imprescindibles para el crecimiento y desarrollo y además juegan un
papel fundamental en la prevención y tratamiento de la ECV, hipertensión,
diabetes, artritis, cáncer y otras enfermedades inflamatorias (8).
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Al igual que con la fibra, para poder ingerir con la dieta fitosteroles/fi-
tostanoles en las dosis efectivas es importante incorporar más de 5 raciones
al día de frutas y verduras y además consumir más de 6 raciones de alimen-
tos del grupo de cereales (cereales de desayuno, arroz, pasta, pan). En aque-
llos casos en los que sea difícil cumplir con estos requerimientos, los
alimentos funcionales enriquecidos en fitoesteroles/fitoestanoles podrían
ayudar a cumplir la recomendación.
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5.4. Antioxidantes
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Vitamina E (␣-Tocoferol):
La vitamina E es un potente antioxidante, y tiene gran importancia en la
prevención de la oxidación de los AGP, recomendándose en la dieta una ade-
cuada relación vitamina E (mg.)/AGP (g.) = 0,4-0,6.
Esta vitamina participa en funciones importantes que pueden ayudar a
promover la salud. De hecho, aumentar la ingesta de vitamina E, con el con-
sumo diario de 5-8 raciones de frutas y verduras, puede ayudar a reducir el
riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y a mantener la función in-
mune en diferentes etapas de la vida. La vitamina E también es importante
en el prevención del Alzheimer, ya que parece estar relacionada con la pre-
vención del daño oxidativo inducido por la placa amiloide y retrasa la pér-
dida de memoria y el daño cognitivo.
La vitamina E está presente en aceites vegetales, aceites de semilla, ger-
men de trigo (pan integral), las carnes, el pollo, el pescado y algunas verdu-
ras y frutas. Y en algunos alimentos funcionales ha sido incorporada.
Vitamina C:
Diversos estudios han constatado que individuos con mejor capacidad
funcional y mental tienen mayor ingesta de dicha vitamina. Otras investiga-
ciones relacionan el aumento de la ingestión de vitamina C con una eleva-
ción del HDL-colesterol, menor oxidación del LDL-colesterol y disminución
del riesgo cardiovascular. Las frutas cítricas y los vegetales son las princi-
pales fuentes de vitamina C.
Carotenoides:
Los carotenoides tienen un importante papel como antioxidantes y se
relacionan con la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer y
patologías oculares. Podemos obtenerlos como beta carotenos (en verduras
y frutas amarillas y anaranjadas y verduras verdes oscuras), alfa carotenos (en
la zanahoria), licopenos (en el tomate), luteínas y xantinas (en verduras de hoja
verde, como el brócoli) y beta criptoxantinas (en frutas cítricas).
Selenio:
El selenio es cofactor de la enzima antioxidante glutation peroxidasa. Este
mineral está relacionado con la protección frente a enfermedades cardiovas-
culares y con la estimulación del sistema inmunológico. Además, disminuye el
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A pesar de todo, son necesarios más estudios que confirmen el papel bene-
ficioso de los antioxidantes, sobre todo en sujetos de alto riesgo cardiovascular,
como es el caso de los fumadores, o en situaciones de estrés, donde las inges-
tas recomendadas se ven aumentadas.
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Tema 17
Alimentos funcionales en la obesidad
405
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MAPA CONCEPTUAL
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1.1. Introducción
407
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potencial que tienen los alimentos para promover el estado de salud, mejo-
rar el bienestar y reducir el riesgo de enfermedad. En este sentido, surge el
concepto de alimentos funcionales. La obesidad aparece como una diana
clave para el desarrollo de los mismos, dado que su prevención es el proble-
ma nutricional más importante y uno de los retos sanitarios prioritarios en
las sociedades occidentales.
En líneas generales, se pueden definir diversas estrategias para el diseño
de alimentos funcionales para el control del peso corporal; unas dirigidas a
la inhibición de la ingesta o limitando la biodisponibilidad de nutrientes,
otras produciendo un descenso en el contenido calórico de los alimentos,
también estimulando el gasto energético (termogénesis); y finalmente regu-
lando la distribución de nutrientes entre tejidos, o al limitar (la expresión
que se prefiera) el acumulo de grasa.
Los alimentos funcionales para el control de la obesidad pueden incluir
también alimentos que afecten a la homeostasis de la glucosa-insulina y me-
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joren los factores de riesgo para enfermedades asociadas, tales como la dia-
betes y/o la enfermedad cardiovascular. El uso de combinaciones apropiadas
de nutrientes que afecten a diferentes procesos podría ser una estrategia in-
dicada para hacer frente al control de la obesidad (4).
1.2. Concepto
Sin embargo, existen múltiples estudios que han demostrado que una re-
ducción moderada del exceso de peso (10%), puede disminuir la mortalidad
de sujetos obesos, lo que justifica una actitud terapéutica adecuada enca-
minada a conseguir tanto la pérdida de peso como su mantenimiento a lo
largo del tiempo.
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1.4. Tratamiento
a) Dietoterapia
La dieta es el componente esencial de las intervenciones para reducir de
peso, incluso cuando se opta por el uso de fármacos o cirugía. Para la ela-
boración de la prescripción dietética, es fundamental determinar la ingesta
nutricional, los requerimientos calóricos y las comorbilidades. Lo más reco-
mendado es aportar diariamente 500 calorías menos que el gasto calórico
total estimado para mantener el peso actual. De esta forma se puede inducir
una reducción de 0,5 a 1,0 kg de peso aproximadamente, por semana. La uti-
lización de dietas muy bajas en calorías (≤800 cal/día) no se recomienda, de
forma generalizada y debe, ser supervisadas estrictamente.
Las recomendaciones mas aceptadas sugieren una distribución de 20-30%
de las calorías como grasa, 40-65% como carbohidratos, 15-30% como prote-
ínas y un aporte de fibra de 20 a 40 g al día. En caso de comorbilidades espe-
cíficas se debe adaptar la dieta a las premisas específicas de cada patología.
Frente a este enfoque oficial existen múltiples modelos de modificacio-
nes dietéticas que pretenden lograr una mayor pérdida de peso y una mejor
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Alimentación hipocalórica
Fomentar la actividad física
Objetivo: Cambios estilo de vida
27-29,9
Pérdida del 5-10% del peso corporal Controles periódicos
Evaluar asociación de fármacos si no hay resultados tras
6 meses
Alimentación hipocalórica
Objetivo: Fomentar la actividad física
Pérdida del 10% del peso corporal Cambios estilo de vida
30-34,9
Control y seguimiento en unidad de obesidad si Controles periódicos
coexisten comorbilidades graves Evaluar asociación de fármacos si no hay resultados tras
6 meses
FRCV: Factores de riesgo cardiovasculares. DMBC: dieta de muy bajo contenido calórico
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b) Actividad física
Aunque el ejercicio aislado sólo induce una reducción del 2 al 3% del
IMC, éste es más efectivo cuando se asocia al tratamiento dietético. El ejer-
cicio físico induce un consumo energético, que mediante un entrenamiento
adecuado, puede ser de gran utilidad para contrarrestar el balance energético
positivo de la ingesta. También hay que destacar su efecto inductor de la
lipólisis. Por otra parte, realizar actividad física regular, es el componente
del tratamiento que más ayuda en el mantenimiento a largo plazo del peso
perdido. Los programas de pérdida de peso sin ejercicio, se asocian a una
reganancia de peso en más del 80% de los individuos a los dos años (5).
c) Modificación conductual-cognitiva
Las terapias de cambios de conducta son estrategias para modificar los
hábitos de alimentación y de actividad física de los pacientes. Es importan-
te establecer metas realistas en cuanto a la reducción de peso, manejo de la
autoestima y prevención de recaídas.
d) Farmacoterapia
El uso de fármacos se recomienda en pacientes con IMC ≥30 o con IMC
≥27 asociado a otras patologías relacionadas. Su uso debe estar asociado a
modificaciones del estilo de vida
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La insulina y leptina son las principales señales reguladoras del balance energético a largo plazo. Ambas actúan a
nivel central inhibiendo la ingesta y activando el gasto energético. La grelina también puede ejercer su función a
corto y largo plazo y sus efectos orexigénicos parecen ser opuestos y competitivos con los anorexígenos de la leptina.
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la salud. Los posibles efectos de los componentes de la dieta van desde fa-
vorecer la síntesis de receptores, alterar las concentraciones de substratos
o intermediarios e influir positiva o negativamente sobre las rutas de se-
ñalización.
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alizar 45-60 min de actividad física diaria (315-420 min/semana) como ac-
ción preventiva para evitar que las personas con sobrepeso puedan evolu-
cionar hacia la obesidad, y la segunda, que va dirigida a las etapas de
mantenimiento del peso perdido, propone dedicar de 60 a 90 min diarios
(420-630 min/semana) a la realización de actividad física de intensidad mo-
derada, para evitar la recuperación del peso perdido.
Se debe plantear comenzar con un plan de actividad física lento pero
progresivo, durante varias semanas, hasta alcanzar los objetivos plantea-
dos. Como primera medida, conviene reducir el sedentarismo, fomentando
el incremento de las actividades cotidianas que generen un gasto calórico
(utilizar transporte público, subir tramos de escaleras, caminatas, etc.). A
medida que la persona pierde peso y aumenta su capacidad funcional, pue-
den incrementarse tanto la intensidad como el tiempo de dedicación a estas
actividades, hasta alcanzar un mínimo de 45-60 min diarios. Sin embargo,
a fin de que la actividad física sea eficaz para adelgazar y/o mantener la
pérdida ponderal a largo plazo, es necesario que se realice con una deter-
minada intensidad o esfuerzo. Sólo los ejercicios de actividad moderada o
intensa, como caminatas a paso rápido, natación, bicicleta, gimnasia ae-
róbica, deportes (tenis, baloncesto, fútbol), etc., permiten alcanzar dicho
objetivo (6).
La restricción dietética combinada con un plan de ejercicio de resis-
tencia supone una estrategia efectiva para promover la pérdida de pero y
reducir la masa grasa en pacientes obesos. Los programas de ejercicio sin
restricción dietética son menos eficientes. Sin embargo, incluir un pro-
grama de ejercicio es importante para disminuir la masa grasa, con una
menor masa grasa visceral, mejorar el cumplimiento de la dieta y mante-
ner el control del peso por un largo período. El modelo de ajuste de ma-
cronutrientes en la dieta también puede tener algún interés, ya que las
dietas hipocalóricas y altas en proteínas pueden inducir una mayor pér-
dida de peso y una mejor composición corporal al aumentar la masa libre
de grasa (16). La relación entre el gasto total de energía durante la reali-
zación de ejercicio y la pérdida total de masa grasa ha sido establecida fir-
memente. El tipo de ejercicio, juega también un papel relevante en los
programas de intervención para la pérdida de masa grasa. La forma de en-
trenamiento es un mayor predictor de la pérdida total de masa grasa que
la intensidad del entrenamiento (17).
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Por acción de la enzima CPTI, la molécula de acil-CoA pierde el coenzima A uniéndolo a la carnitina y originando acil-
carnitina. A continuación la proteína transportadora translocasa la transfiere hacia la matriz mitocondrial y nueva-
mente la enzima CPTI une una molécula de CoA de la matriz del ácido graso, regenerando el acil-CoA. La carnitina se
devuelve al espacio intermembrana por la proteína transportadora y reacciona con otro acilCoA, repitiéndose el ciclo.
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a) Hidratos de carbono
Los carbohidratos, hidratos de carbono, sacáridos o glúcidos (del
griego σάκχαρον que significa «azúcar») son moléculas orgánicas com-
puestas por carbono, hidrógeno y oxígeno. Son solubles en agua y se clasi-
fican de acuerdo a la cantidad de carbonos o por el grupo funcional que
tienen adherido. Son la forma biológica primaria de almacenamiento y con-
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lismo de la glucosa. Al igual que como otras sustancias, está siendo más es-
tudiado por sus posibles efectos beneficiosos para la salud. El Piruvato se
usa como suplemento dietético por su supuesta capacidad para: aumentar la
pérdida de grasa y peso, mejorar la capacidad de ejercicio de resistencia, re-
ducir el colesterol, y servir como un potente antioxidante. Sin embargo, estas
afirmaciones se basan principalmente en extrapolaciones teóricas de las
pruebas preliminares o no concluyentes (24). Existen escasos datos científi-
cos de su efecto clínico sobre la pérdida de peso o su utilidad para limitar la
re-ganancia. Estos se han logrado reproducir con dosis de suplementación
muy elevadas en sujetos obesos mórbidos controlados en una unidad de es-
tudios metabólicos.
b) Proteínas
Las proteínas son macromoléculas formadas por cadenas lineales de ami-
noácidos. El nombre proteína proviene de la palabra griega («prota»), que
significa «lo primero» o del dios Proteo, por la cantidad de formas que pue-
den tomar. Las proteínas desempeñan un papel fundamental para la vida y
son las biomoléculas más versátiles y más diversas. Son imprescindibles para
el crecimiento del organismo. Realizan una enorme cantidad de funciones
diferentes, entre las que destacan: estructural (colágeno y queratina), regu-
ladora (insulina y hormona del crecimiento), transportadora (hemoglobina),
defensiva (anticuerpos), enzimática (sacarasa y pepsina), y contráctil (acti-
na y miosina).
Los alimentos ricos en proteínas inhiben el apetito, ejerciendo general-
mente un mayor efecto saciante que los ricos en hidratos de carbono. No se
han descrito diferencias remarcables entre diferentes tipos de proteínas. El
efecto saciante de las proteínas se debe probablemente a la activación de la
liberación de péptidos gastrointestinales anorexígenos. La saciedad puede
ser inducida tanto por proteínas intactas, como por algunos aminoácidos
específicos (Trp, Phe y Tyr parecen ser los más efectivos) o por péptidos,
tales como el dipéptido L-aspartil-L-fenilalanina metil éster (4).
c) Lípidos
Los lípidos son un conjunto de moléculas orgánicas compuestas princi-
palmente por carbono e hidrógeno y en menor medida oxígeno, aunque tam-
bién pueden contener fósforo, azufre y nitrógeno, que tienen como
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(Picó C., et al. Alimentos funcionales y obesidad: estrategias, eficacia y seguridad. Rev Esp Obes 2006; 4 (3): 156-174.)
LCT y MCT son digeridos en sus respectivos ácidos grasos, LCFA y MCFA. Los primeros se empaquetan en los quilo-
micrones como LCT para ser transportados por la circulación periférica. Por el contrario los MCFA no requieren de
quilomicrones para su transporte y viajan directamente a hígado vía portal. Dichos son oxidados completamente por
lo que no se acumulan en tejido adiposo y en menor proporción también pueden elongarse a LCFA e incorporarse en
lípidos complejos. Por su parte los LCFA sí se depositan en el mismo.
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Nuestro grupo acaba de terminar el estudio «Efecto de una leche con CLA
sobre la composición corporal de un colectivo de personas sanas con sobre-
peso grado II sin intervención dietética. Valoración de la seguridad del pro-
ducto», ensayo clínico de intervención, prospectivo, doble ciego y controla-
do con placebo realizado en 67 pacientes, que está en fase de publicación en
este momento. Nuestro estudio clínico tenía por objetivo principal valorar
la eficacia del consumo de un envase de 200 ml leche de vaca semidesnata-
da con CLA, sobre la composición corporal, comparándolo con el consumo
del mismo producto con placebo añadido. Nuestros resultados parecen mos-
trar un efecto positivo del consumo del lácteo con CLA en la disminución de
los principales parámetros indicadores de obesidad (Peso, IMC, cintura, % Masa
Grasa).Como segundo objetivo de este estudio se planteó valorar la seguridad
del consumo diario del lácteo que contiene una mezcla de CLA trans-10,cis-
12 y cis-9, trans 12 y no se han encontrado cambios en parámetros indicadores
de riesgo cardiovascular como el perfil lipídico sanguíneo, ni en la glucosa plas-
mática, ni en el índice HOMA a largo plazo (6 meses). Tampoco se han encon-
trado cambios en ninguno de los marcadores de función renal o hepática
medidos, transcurrida la intervención. En conclusión, los resultados de este
estudio muestran que el consumo de esta leche no supone ningún riesgo para
la salud a largo plazo. Los datos obtenidos nos permiten sugerir que un pro-
grama combinado de intervención dietética junto con el lácteo suplementa-
do con CLA en sujetos con sobrepeso, podría suponer una intervención sinér-
gica y que aporte mejores resultados de los habituales.
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a) Vitaminas
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b) Minerales
Se definen como sustancias sólidas, naturales, homogéneas, de origen
inorgánico y de composición química definida. Algunos de ellos se han rela-
cionado con la presencia de ciertas enfermedades. Concretamente frente a la
obesidad existen referencias del:
1. Calcio
El calcio de los productos lácteos podría ejercer un papel en la regula-
ción del peso corporal, aunque se han publicado resultados controvertidos al
respecto. Un mecanismo teórico podría ser su capacidad de unirse a las gra-
sas en el intestino, resultando en la formación de jabones de ácidos grasos y
calcio insolubles que reducen su absorción. Además, se ha demostrado que
un incremento en la cantidad de calcio de la dieta reduce la concentración
de 1,25-dihidroxivitamina D, lo cual conduce a una menor transferencia de
calcio dentro de las células adiposas y pancreáticas. El aumento en la inges-
ta de calcio y productos lácteos, inhibe la lipogénesis y promueve la lipolisis.
La asociación inversa entre el consumo de calcio y el peso corporal es más
fuerte cuando la fuente de calcio son los productos lácteos. El calcitriol regu-
la la localización y expansión de la deposición de grasa en el tejido adiposo,
promueve la apoptosis de células adiposas y puede jugar un importante papel
en la modulación de las citokinas involucradas en el metabolismo energéti-
co. La asociación entre consumo de calcio, ya sea con la dieta o suplemen-
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2. Zinc
Existen datos epidemiológicos y algunos modelos animales donde se evi-
dencia una relación entre el déficit de zinc y la obesidad, adiposidad central
y la inflamación. En animales, la deficiencia de zinc puede incrementar la
grasa corporal. El déficit de zinc, a nivel celular, incrementa el estrés oxi-
dativo y la respuesta inflamatoria en individuos obesos. Algunos estudios
epidemiológicos asocian un bajo consumo de zinc poblacional con un in-
cremento de la prevalencia de obesidad, diabetes y otras enfermedades car-
diovasculares.
3 Hierro
También en este caso, se conocen datos epidemiológicos que relacionan
un mayor riesgo de obesidad en poblaciones con consumo deficitario en hie-
rro (NHANES III). Esta relación puede deberse a que los individuos obesos
tengan un menor consumo del mismo y una menor absorción o un secues-
tro tisular por el proceso inflamatorio crónico de bajo grado. Sin embargo exis-
ten datos de que su consumo no es significativamente diferente a otras pobla-
ciones, por lo cual estas diferencias deben relacionarse con otros factores
aun no bien conocidos.
4. Otros oligoelementos
Son sustancias que se encuentran en cantidades ínfimas (menos de un
0,1%) en los seres vivos y tanto su déficit como una concentración elevada
puede ser perjudicial para el organismo. En el ser humano se consideran
oligoelementos: Boro, Bromo, Cromo, Cobalto, Cobre, Flúor, Hierro,
Manganeso, Molibdeno, Níquel, Selenio, Silicio, Vanadio, Yodo y Zinc. De
ellos, al Picolinato de cromo, en los estudios clínicos realizados se le puede
atribuir un descenso de entre 0,08 a 0,2 kilos por semana en intervenciones
de entre 6 y 14 semanas, aunque también hay resultados publicados en los
que no se supera el efecto del placebo. También hay que considerar, que
el consumo (superior a 1.000 microgramos/diarios) de este tipo de sustan-
cia, inductora de la liberación de radicales libres, puede producir rabdo-
miolisis y daño renal (3).
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1. Fibra dietética
En general, la ingesta de fibra se asocia inversamente con el peso y la
grasa corporal; por lo que el aumento de la ingesta de fibra puede ser impor-
tante en la prevención de la obesidad. Los resultados de los estudios de inter-
vención en humanos son diversos, aunque la mayoría de ellos coinciden en
que un incremento en la ingesta de fibra, tanto de la soluble como de la inso-
luble, disminuye la ingesta y, por consiguiente, el peso corporal. Se han suge-
rido muchos mecanismos por los cuales la fibra dietética puede ayudar a
controlar el peso corporal, incluyendo la promoción de la saciedad, el descenso
de la absorción de macronutrientes y la alteración de la secreción de hor-
monas gastrointestinales. En estudios de intervención, la suplementación
con fibra en individuos obesos, aumenta significativamente la pérdida de
peso (30). Las fibras más utilizadas son la goma de guar, el psillium, el plán-
tago, el glucomanano y el nopal, con las cuales se ha reportado mínima pér-
dida de peso y mejoría de la hiperglucemia e hipercolesterolemia.
El glucomanano es una fibra muy soluble, que posee una excepcional
capacidad de captar agua, formando soluciones muy viscosas. Se ha demos-
trado que puede ser eficaz en la obesidad a una dosis de 2-3 gramos/día, por
la sensación de saciedad que produce. Es necesario tener en consideración
sus posibles efectos de intolerancia digestiva y de limitación de la biodispo-
nibilidad de otros fármacos.
Por último destacar el papel creciente de los FOS (fructooligosacáridos),
que tienen importantes efectos fisiológicos beneficiosos, tales como un efec-
to prebiótico, de mejora en la absorción de los minerales y disminución de
los niveles de colesterol sérico y triglicéridos. Se están incorporando en deter-
minados alimentos como fuente de fibra y por su efecto prebiótico.
2. Probióticos
La microbiota intestinal se considera un nuevo factor implicado en la re-
gulación del peso corporal y las enfermedades asociadas a la obesidad. La
función metabólica de la microbiota intestinal es esencial para la obtención
de la energía de la dieta, la generación de compuestos absorbibles y la pro-
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3. Edulcorantes
Son sustancias de diversa naturaleza utilizadas para sustituir al azúcar
de los alimentos. Inicialmente su uso se limitaba a pacientes diabéticos, pero
debido a su menor valor energético (de 1,5 a 3 kcal/g), se ha generalizado su
uso en la población y principalmente en la industria, para reducir la energía
de sus productos (productos «ligth»). Algunos de estos se han propuesto
como base de reducción energética y también por los efectos de algunos de
ellos, aunque ligeros, sobre la supresión del apetito (p. ej., la polidextrosa o
el xilitol). Otros alcoholes se utilizan en la alimentación y en nutrición arti-
ficial para disminuir la carga glucémica de los productos. Según el patrón
individual de ingesta de azúcares, se podrían llegar a reducir hasta unas 400
Kcal al día si se consume habitualmente productos light, que contengan edul-
corantes acalóricos. Con estos edulcorantes artificiales (tales como el ace-
sulfamo potásico, aspartamo, ciclamato, sacarina o sucralosa), sin embargo
todavía no existe un consenso total sobre su utilidad como sustitutos de la saca-
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rosa para controlar el peso corporal puesto que no hay datos experimentales
fiables a largo plazo.
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A. Catequinas (Te Verde), B. Efedrina (Efedra Sínica), C. Sinefrina (Citrus Aurantium), D. Ácido hidroxicítico (Garcinia
Cambogia), E. Acido Pinólenico (Pinus Koraiensis), F. Genisteína (Soja), G. Ginsenósidos (ginseng) y H. Salvia Hispánica.
Figura 6. Imágenes de diversas plantas que contienen sustancias funcionales con un potencial
uso en obesidad.
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También existe algún dato básico de que el cacao podría prevenir la obe-
sidad derivada del consumo de dietas ricas en grasa a través de una modu-
lación del metabolismo lipídico, especialmente al disminuir la síntesis de
ácidos grasos y su sistema de transporte, así como al potenciar parte de los
mecanismos de termogénesis en el hígado y en el tejido adiposo.
6. CONCLUSIONES
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Tema 18
Alimentos funcionales en la prevención
y tratamiento de la diabetes mellitus
1. Introducción
2. Efectos funcionales de los hidratos de carbono
2.1. Índice glucémico (IG)
2.2. Carga glucémica (CG)
2.3. Clasificación del índice glicémico y carga glucémica
2.4. Edulcorantes
2.5. Fibra
2.6. Fructooligosacáridos (FOS)
3. Proteínas
3.1. Proteínas y nutrición
3.2. Potencial efecto funcional de proteínas, péptidos y aminoácidos
4. Grasas
4.1. Alimentos con ácido oleico
4.2. Alimentos con ácidos grasos omega-3
447
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
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Los valores absolutos del índice glicémico y la carga glucémica, son poco
prácticos para su uso rutinario. Se han clasificado en valor alto, medio y
bajo, para facilitar su uso en la investigación y en la práctica clínica. En el caso
del índice glicémico, estos valores se definen como:
• bajo si es inferior a 55
• medio, entre 56-69
• alto si es superior a 70.
En el caso de la carga glucémica, las categorías son:
• baja si es inferior o igual a 10
• media entre 11-19
• alta cuando es superior a 20.
Se expresa gráficamente en la figura 1.
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2.4. Edulcorantes
Actualmente son de gran aplicabilidad por sus efectos, entre ellos el aca-
lórico, frente a numerosas situaciones:
• disminuir el peso
• controlar la DM y evitar hipoglucemias reactivas
• cuidado dental
Se pueden agrupar en:
• acalóricos naturales
• acalóricos artificiales (sacarina, ciclamato, aspartamo, acesulfame k,
D-tagatosa, y L-glucosa)
• calóricos naturales (sacarosa, fructosa, glucosa y lactosa)
• calóricos artificiales (sorbitol, manitol, xilitol, maltitol e isomaltitol)
Los sustitutos del azúcar se desarrollaron originalmente para ser utili-
zados por diabéticos y personas con problemas específicos de salud; sin
embargo, hoy en día se ha incrementado la demanda de productos bajos en
calorías por parte de los consumidores. Algunos de estos hidratos de car-
bono utilizados como edulcorantes (por ejemplo polidextrosa o xilitol) se
han propuesto como ingredientes de alimentos funcionales útiles para el
control de la ingesta por su bajo contenido energético (ya que no son me-
tabolizados o no completamente) y también por los efectos de algunos de
ellos, aunque ligeros, sobre la supresión del apetito. Otros azúcares alco-
holes como el sorbitol, lactitiol, y el xilitol están siendo cada vez más uti-
lizados como edulcorantes en la obtención de productos «sin azúcar».
Estos productos son absorbidos de una forma incompleta por el tracto di-
gestivo, por lo que tienen un contenido calórico útil menor que el del azú-
car (de 1,5 a 3 kcal/g).
Otro de los edulcorantes, conocidos recientemente es stevia. Se emplea
como sustituto del azúcar. Tiene un sabor más lento al comienzo y una du-
ración más larga que la del azúcar, aunque algunos de sus extractos pueden
tener un sabor amargo o como gusto a regaliz en altas concentraciones. Con
sus extractos, que tienen hasta 300 veces el dulzor del azúcar, stevia ha lla-
mado la atención con la creciente demanda de bajos carbohidratos y ali-
mentos bajos de azúcar en la alimentación alternativa. La investigación
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2.5. Fibra
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3. PROTEÍNAS
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4. GRASAS
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AGMI omega-9 72 % 20 % 83 %
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5. MICRONUTRIENTES
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ABREVIATURAS
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Tema 19
Nutrición y cáncer
1. Introducción y objetivos
2. Estudios epidemiológicos en nutrición y cáncer
3. Evidencias disponibles de la relación dieta y cáncer
3.1. Alimentación y cáncer: generalidades
3.2. Tóxicos de consumo y tóxicos ambientales
3.3. Frutas y verduras y cáncer
3.4. Fibra y cáncer
3.5. Cereales integrales y cáncer
3.6. Grasas y cáncer
3.7. Alimentos y cáncer
4. Bibliografía
5. Glosario de términos
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN Y OBJETIVOS
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NUTRICIÓN Y CÁNCER
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NUTRICIÓN Y CÁNCER
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NUTRICIÓN Y CÁNCER
— Las aflatoxinas son toxinas producidas por ciertos hongos que conta-
minan los cereales en determinadas condiciones de almacenamiento.
El consumo excesivo se ha relacionado con una mayor incidencia de
carcinoma hepático.
— Las aminas heterocíclicas son compuestos nitrogenados que se for-
man durante el cocinado de carnes rojas y productos cárnicos. La evi-
dencia sobre el riesgo asociado a las carnes en el carcinoma
colorrectal podría relacionarse con la presencia de estos compuestos
más que con la carne o la grasa asociada.
— El tabaco se considera un factor de riesgo para el cáncer de pulmón,
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y enfermedad car-
diovascular (ECV) entre otras. Se considera una de las principales
causas de mortalidad en EE. UU., donde el 90% de los cánceres de
pulmón y hasta un tercio de los cánceres de otras localizaciones se
atribuyen a este tóxico. El tabaco contiene más de 4.700 compuestos
químicos, de los cuales muchos tienen poder carcinogénico como las
especies reactivas de oxígeno, nitrógeno, hidrocarburos policíclicos,
etc... Aunque es posible que el mecanismo por el cual resultan lesivos
sea diferente para cada compuesto, se cree que el mecanismo funda-
mental está relacionado con el daño oxidativo.
— El arsénico es un elemento químico que se ha empleado en algunas in-
dustrias no alimentarias y que puede llegar al organismo a través de
aguas contaminadas. La exposición crónica a altas concentraciones de
arsénico se ha asociado a lesiones cutáneas, enfermedad vascular pe-
riférica, hipertensión, la enfermedad de los pies negros y cáncer de
diferentes localizaciones, especialmente de vejiga. En España, la con-
taminación podría catalogarse de intermedia baja. Su mecanismo le-
sivo está relacionado con el estrés oxidativo.
— El cromo se encuentra en dos formas fundamentales: el cromo que
ingerimos con la dieta es la forma trivalente y se considera un micro-
nutriente esencial para el organismo; sin embargo, el cromo hexava-
lente se considera un agente carcinógeno, efecto que ejerce mediante
aumento del estrés oxidativo. La exposición al cromo hexavalente
tiene lugar a través de la vía respiratoria, por ello se considera un fac-
tor de riesgo para el desarrollo de cáncer de pulmón, pero se cree que
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NUTRICIÓN Y CÁNCER
neas generales, los pacientes con mayor ingesta de frutas y verduras pre-
sentaban una menor incidencia global de cáncer. Los datos parecían más
consistentes para las frutas y verduras que para las vitaminas antioxidan-
tes de forma aislada, esto responde a la dificultad de estimar la ingesta real
de vitaminas en estudios epidemiológicos y porque probablemente, exista
cierto sinergismo entre éstas y otros componentes de las mismas. No obs-
tante, hay estudios experimentales con suplementos de —carotenos, sele-
nio o vitamina E, que concluyen que, si bien las dosis masivas de vitaminas
antioxidantes podría traducirse en efectos no beneficiosos, la ingesta fre-
cuente de los mismos mediante frutas y verduras no se asocia a efectos ad-
versos, comportándose como un factor protector consistente frente a la
gran mayoría de cánceres.
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NUTRICIÓN Y CÁNCER
a) La fibra se une a los ácidos biliares secundarios generados por las bac-
terias del colon, a los que se atribuye cierto efecto en la promoción
del cáncer en general, y del colorrectal en particular.
b) Al modificar el pH intestinal, la fibra modifica las condiciones del
medio en el que la actividad enzimática bacteriana tiene lugar, regu-
lando y/ o modificando dicha actividad.
c) La fibra podría alterar los niveles de estrógenos al interferir en la cir-
culación entero-hepática de los mismos, fenómeno que se ha plantea-
do como un posible mecanismo de acción de la fibra en su efecto pro-
tector frente al cáncer de mama.
d) Se piensa que al estimular el tránsito intestinal y favorecer la dilución
en agua, la fibra insoluble limitaría el tiempo de contacto entre agen-
tes carcinogénicos y la mucosa intestinal.
En lo que respecta a otras localizaciones, se ha observado, como vere-
mos más adelante, un efecto protector de la fibra (estimado a través de la
ingesta de frutas y verduras) en el cáncer de páncreas, gástrico, etc.
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NUTRICIÓN Y CÁNCER
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NUTRICIÓN Y CÁNCER
Soja y cáncer
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Té verde y cáncer
Los estudios sugieren que el consumo de té podría promover el estado
de salud y bienestar, así como prevenir frente a ciertos tipos de cáncer (10).
El té verde proviene de la Camellia Sinensis; los diferentes tipos de té surgen
de los diferentes tipos de cultivo y tratamientos posteriores. El té es rico en
compuestos polifenólicos, de los cuales los más característicos se conocen
como catequinas; dentro de las cuales encontramos diferentes tipos (epica-
tequina, epigallocatequina, etc.), con distintos niveles de bioactividad. Además
de las catequinas, podemos encontrar otros polifenoles en menor cuantía
como son la quercetina, Kaempferol, myricetina y alcaloides como la cafeí-
na o teobromina. Entre los mecanismos por los cuales el té y/o sus compo-
nentes podrían ejercer su efecto frente al cáncer, destacamos los siguientes:
a) Potentes antioxidantes.
b) Inhibición de factores de transcripción clásicamente implicados en la
carcinogénesis como TNF alfa, el AP1.
c) Reguladores de la proliferación celular bloqueando de forma directa
proteínas como las ciclinas o las quinasas, mecanismo involucrado en
ciertos tipos de tumor: mama, epiteliales, cabeza y cuello, próstata,
etc.
d) Inducción de apoptosis en varias líneas celulares, incluyendo leuce-
mia, piel, pulmón, estómago y próstata.
e) Inhiben la angiogénesis, invasión y por tanto, la capacidad de metas-
tatizar de una línea tumoral; f) Inhiben el metabolismo del ácido ara-
quidónico a prostaglandinas y leucotrienos.
El té inhibe la carcinogénesis inducida por rayos UV y carcinógenos
químicos en ratones, así como la tumorogénesis espontánea en ratones
salvajes y modificados genéticamente. Los órganos frente a los cuales el
té ha demostrado ejercer efecto protector incluyen pulmón, piel, cavidad
oral, esófago, estómago, hígado, páncreas, vejiga, intestino, colon y prós-
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NUTRICIÓN Y CÁNCER
tata. Parece que las células más susceptibles de beneficiarse de las pro-
piedades del té y sus compuestos son las que entran en contacto directo,
esto es las células del tracto digestivo. Los estudios epidemiológicos lle-
vados a cabo en humanos, sin embargo, resultan contradictorios. Así, en
algunos trabajos se observa una asociación inversa entre el consumo de té
y el riesgo de cáncer esofágico, gástrico y mamario, pero no en todos. Esta
dificultad en la interpretación de resultados podría explicarse por la dis-
tinta biodisponibilidad de los compuestos activos del té según el tipo de
té, la forma de preparación, la combinación con otros alimentos (té con
leche), etc. Se han realizado algunos estudios de intervención en pacien-
tes fumadores con leucoplasia oral, para medir el efecto antioxidante, en-
contrando reducción de las mismas; en pacientes con cáncer de próstata,
con disminución del marcador tumoral PSA (antígeno prostático especí-
fico). Los resultados son prometedores, pero son necesarios más estudios
al respecto.
Por sus propiedades beneficiosas sobre la salud y por los posibles efec-
tos protectores frente al cáncer en humanos, el té y sus componentes son
actualmente objeto de estudio de numerosos grupos de investigación, por lo
que en futuro será posible hacer recomendaciones respecto a la ingesta de
té. Actualmente, con la evidencia disponible, únicamente podemos decir que
el consumo de té verde resulta saludable.
Ajo y cáncer
Los efectos de las liliáceas sobre la salud, son bien conocidos. De ellas
probablemente la más representativa sea el ajo, pero también el puerro, el
cebollino, etc. Se les atribuyen propiedades antiinflamatorias, antitrombóticas,
antimicrobianas, antiarrítmicas, hipoglucemiantes. Recientemente, los estu-
dios en el campo de la alimentación y el cáncer sugieren el efecto antitumo-
ral del ajo. Se desconoce qué componente/s del ajo ejercerían este efecto,
aunque parece que los más importantes son los compuestos órgano sulfu-
rados; los oligosacáridos, por su importante efecto sobre la flora y/o la fun-
ción del tubo digestivo; la arginina por su efecto antiinflamatorio; el selenio,
los flavonoides...
Este efecto protector es dosis y tiempo dependiente, reconocible en el ajo
entero, pero también en derivados como el aceite de ajo, o el ajo seco. Los meca-
nismos por los cuales ejercería este efecto podrían resumirse en los siguien-
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NUTRICIÓN Y CÁNCER
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Micronutrientes y cáncer
1. Zinc
El carácter esencial del zinc se descubrió hace no más de 45 años. La defi-
ciencia de zinc es muy prevalente en la población general, afectando a más
de 2 billones de personas en el mundo. De todas las consecuencias del défi-
cit de zinc, las que más nos interesan son su papel en el sistema inmuno-
lógico, su poder antiinflamatorio y antioxidante. Se asocia a retraso de cre-
cimiento, hipogonadismo masculino y deterioro cognitivo. A nivel inmunológico,
el déficit de zinc se asocia, entre otras cosas, a una menor activación de
factores de transcripción como el NF-kβ, muy relevante por su implicación
en la apoptosis celular y la tumorogénesis. Además, como ya hemos seña-
lado en el párrafo anterior, la oxidación y la génesis de RLO forman parte
de los mecanismos propuestos en el proceso de tumorogénesis, por lo que
la capacidad antiinflamatoria y antioxidante del zinc podría ser de utili-
dad en la prevención de tumores. El déficit de zinc se ha asociado en pacien-
tes con ciertos tipos de cáncer a mayor número de complicaciones rela-
cionadas con el tratamiento, hospitalizaciones no programadas, mayor
carga tumoral, etc.
2. Selenio
3. Calcio y Vitamina D
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NUTRICIÓN Y CÁNCER
• Vegetales crucíferos
Estudios epidemiológicos en humanos y experimentales en animales pare-
cen mostrar un efecto protector de los glucosinolatos presentes en estos vege-
tales frente al desarrollo de cáncer de colon.
• Otros
El alcohol, probablemente, se comporte como un factor de riesgo, así
como una dieta pobre en folatos. La talla adulta como marcador indirecto
del estado nutricional durante la infancia parece asociarse discretamente a
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GLOSARIO DE TÉRMINOS
Aflatoxinas: micotoxinas producidas por hongos y mohos que crecen en los frutos
secos, cereales y piensos para animales cuando se almacenan en ambientes húme-
dos y calurosos. La aflatoxina más tóxica es la B1. Se trata de un potente carci-
nógeno en los animales de experimentación, se cree que puede ser la causa del
cáncer hepático primario del hombre en ciertas zonas de África.
Fitoquímicos: son compuestos que encontramos en los alimentos vegetales con acti-
vidad biológica, que no se consideran nutrientes pero que pueden ejercer efec-
tos beneficiosos en el ser humano. Son por ejemplo los carotenos o los flavo-
noides.
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BLOQUE IV
Tema 20
Alimentos funcionales en la infancia
Adriana Horrisberger
Samara Palma Milla
Carmen Gómez Candela
Hospital La Paz, Madrid
1. Introducción
2. Alimentos funcionales: líneas de investigación en Pediatría
3. Crecimiento, desarrollo y alimentos funcionales
3.1. Ácido fólico
3.2. Ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga
3.3. La leche materna como alimento funcional
3.4. Contenido de pre y probióticos
4. Probióticos en la alimentación infantil
5. Prebióticos en la alimentación infantil
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
1. INTRODUCCIÓN
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El suministro de los AGPI-CL con la dieta, debe seguir durante los segun-
dos seis meses de vida, pero actualmente no existe suficiente información
cuantitativa para dar recomendaciones precisas de adición de AGPI-CL a ali-
mentos y fórmula de continuación o complementarios.
Por su parte, las guías alimentarias americanas publicadas en el 2005 (7),
recomiendan que la ingesta total de grasa para niños de 2 a 3 años de edad
debe encontrarse entre el 30 al 35 por ciento de calorías, y para niños y ado-
lescentes (de 4 a 18 años) entre 25 y 35 por ciento de las calorías totales, con
la mayoría de las grasas provenientes de fuentes de grasas poliinsaturadas y
ácidos grasos monoinsaturados, tales como pescado, nueces y aceites vege-
tales pero no se especifican cantidades precisas.
El suministro subóptimo de otros nutrientes durante la etapa pre y pos-
natal, por ejemplo yodo y hierro, pueden afectar el desarrollo neurológico
(11). El yodo es un componente esencial de al menos dos hormonas tiroide-
as necesarias para el neurodesarrollo; la deficiencia de hierro puede retra-
sar significativamente el desarrollo del sistema nervioso central. Algunas
vitaminas como las del complejo B, la vitamina D y el colesterol también
pueden ser importantes en el desarrollo cerebral del feto (10).
Todos estos nutrientes y muchos otros más, pueden resultar útiles como
ingredientes de alimentos funcionales que favorezcan en crecimiento y el
desarrollo de distintos sistemas (Tabla 1).
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Los lípidos son de vital importancia durante este período por varias razo-
nes. En primer lugar, son una fuente importante de energía para apoyar el
crecimiento apropiado; tanto en la leche materna como en las fórmulas infan-
tiles el aporte de aproximadamente la mitad de sus calorías es en forma de
grasa. Además, aportan AGPI-CL (como omega-3 y omega−6) que son nece-
sarios para el crecimiento y maduración normal de múltiples sistemas de
órganos sobre todo, como se comentó anteriormente, para el cerebro y la
retina (11); los bebés nacen con un sistema visual poco desarrollado, pero
durante el primer año de vida, se desarrolla rápidamente. Hay estudios obser-
vacionales que encontraron que los niveles de DHA de la leche materna se
correlacionaron positivamente con el desarrollo visual en los bebés alimen-
tados con leche materna (10).
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que depende del estado de lactancia (ya que es mayor en el calostro que en
la leche madura). La lactoferrina posee actividad antibacteriana, antifúngi-
ca, antiviral y antiparasitaria. La mayoría de las funciones de la lactoferri-
na están avaladas por estudios en niños, por lo que existe la tendencia gene-
ral de adicionar lactoferrina a las fórmulas lácteas. Por su parte, la lisozima
posee también actividad bacteriostática y antiviral, y actúa de manera sinér-
gica con la lactoferrina (15).
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Incremento bifidobacteria
Tipo
(log 10)
Palatinosa 3,3
Oligosoja 2,7
Glucosa 1,8
Polidextrosa 1,7
Oligofructosa 1,6
Sacarosa 1,5
Oligomaltosa 1,4
Oligoxilosa 1,4
Oligogalactosa 0,9
Lactulosa 0,8
Almidon 0,7
Oligoglucosa 0,5
Fructosa 0,4
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BIBLIOGRAFÍA
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Tema 21
Alimentos funcionales en la mujer
adulta y menopausia
1. Introducción
2. Ganancia de peso en la menopausia
3. Diabetes mellitus de tipo 2 en la mujer menopáusica
4. Hiperlipemia
5. Aumento del riesgo cardiovascular
6. Obesidad y riesgo de cáncer
7. Osteoporosis
8. Alimentos funcionales en la menopausia
a. Soja
b. Ácido linoleico conjugado (CLA)
c. Esteroles vegetales
d. Omega 3: pescado, frutos secos y alimentos enriquecidos
e. Péptidos antihipertensivos
f. Alimentos enriquecidos en calcio y vitamina D
g. Café
h. Arándanos
i. Probióticos
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
Los objetivos que se van a abordar en el tema son los principales pro-
blemas que se producen a partir de la menopausia y los alimentos funcio-
nales que pueden ser útiles en esta etapa.
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4. HIPERLIPIDEMIA
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7. OSTEOPOROSIS
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• Dieta basada en productos vegetales, con frutas (2-3 raciones al día) y vegetales (2-3 raciones al día)
• Aumento de alimentos ricos en calcio, especialmente los lácteos, dentro del contexto de una dieta
equilibrada.
• Adecuada exposición a la luz solar «No es necesario tomar el sol». Si no es posible, se recomienda
consumo de lácteos enriquecidos en vitamina D
• Práctica de alguna actividad física de forma habitual
• Moderación en el consumo de proteínas animales
• Moderación en el consumo de sodio, sal y salazones: previene la hipertensión y la osteoporosis: con-
dimentación basada en especias
• Evitar el tabaquismo
• Moderación en el consumo de alcohol
• La ingesta de café debe asociarse a una ingesta adecuada de leche (o de otros alimentos ricos en calcio)
• Dieta rica en fibra, pero sin excesos ya que el consumo excesivo de salvado de trigo reduce la absor-
ción de calcio
• Consumo de productos derivados de la soja, especialmente si no hay tratamiento hormonal sustituti-
vo
• Moderación en el consumo de grasas saturadas para evitar las alteraciones lipídicas y el aumento del
riesgo cardiovascular:
— Disminución de los alimentos animales (carnes, embutidos), bollería industrial
— Utilización de aceites de semillas o de oliva
• Consumo semanal de legumbres 2 veces por semana (incluyendo soja)
• Consumo diario de 2 o más frutas, y de 2 o más raciones de frutas y verduras.
• Disminución del valor calórico de la dieta, para evitar el sobrepeso
a. Soja
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vidad antiestrogénica, en ciertos tejidos. Por ello, pueden ser útiles dismi-
nuyendo los síntomas de la menopausia, como los sofocos.
Las tasas de cáncer de mama en occidente son unas 4-7 veces mayores a
las observadas en la población oriental. En los estudios epidemiológicos se
ha encontrado que el riesgo de cáncer de mama es menor en las mujeres con
mayor ingesta de fitoestrógenos. Utilizando la determinación de fitoestró-
genos en la orina, en los estudios realizados en China se ha comunicado un
efecto protector de estas sustancias frente al cáncer de mama.
Asimismo, los fitoestrógenos también pueden tener un papel protector
frente a enfermedades cardiovasculares, ya que el riesgo cardiovascular en
las poblaciones asiáticas es menor que en la población occidental. En estu-
dios científicos se ha demostrado que la proteína de soja logra una reducción
significativa del colesterol, y por lo tanto, es posible que pueda reducir el
riesgo cardiovascular. Sin embargo, también pueden influir otros factores,
ya que el alto consumo de soja es solo uno más de los muchos factores po-
tencialmente protectores, en relación con el estilo de vida, que distinguen a
la población asiática de la occidental. Por ejemplo, los orientales tienen
menor prevalencia de obesidad y una dieta global más saludable, con menor
ingesta de grasas saturadas, y tienen mayor actividad física.
El miedo hacia los posibles efectos secundarios del tratamiento hormo-
nal sustitutivo (THS) a nivel cardiovascular y mamario ha hecho que su uso
haya disminuido tremendamente en los últimos años desde la publicación de
los estudios Heart and Estrogen/Progestin Replacement Study (HERS) y
Women Health Initiative (WHI). Por esta misma razón muchas mujeres se
han volcado en la medicina complementaria y alternativa, incluyendo los
suplementos dietéticos, y los alimentos funcionales (11).
Los precursores de los lignanos se encuentran en los cereales integrales,
semillas de lino, frutas vegetales y legumbres. Las bacterias intestinales con-
vierten los lignanos de las plantas en lignanos mamíferos (enterolactona y en-
terodiol) y las isoflavonas a isoflavonas activas no conjugadas (genisteína,
daidzeína, y equol).
Las isoflavonas son miembros de un heterogéneo grupo de moléculas que
tienen en común al menos un sistema de anillo aromático hidroxil-susti-
tuido. Aunque no son esteroides, las isoflavonas tienen una estructura quí-
mica similar al anillo estrogénico y, por ello, pueden tener actividad
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Graduación de
45 g de harina sofocos.
Murkies 58 mujeres con 14 sofocos por semana 45 g de harina de soja por semana(no se
3 12 de trigo por Graduación de No diferencias
1995 (30-70 años) conoce el contenido exacto de isoflavonas)
semana síntomas meno-
páusicos
Reducción en número de
104 mujeres sin reglas durante al menos
Albertazzi 60 g de Registro diario de sofocos con soja vs. con-
4 6 meses, con >7 sofocos moderados a 12 60 g de polvo e soja (76 mg isoflavonas)
199 caseína sofocos trol a 4, 8 y 12 semanas
severos al día FSH elevada (45-62 años)
(P<0.01)
52 mujeres sin reglas durante 12 meses, 45 g de soja (52.64<104>8.68 mg isoflavo- Los sofocos mejoraron en
Dalais 45 g de trigo Frecuencia de
3 FSH alta y >14 sofocos por semana 12 nas) o 45 g linaza (contenido en isoflavo- todos los grupos. No se
1998 al día sofocos
(edad media54 años) nas no conocido) compararon entre ellos
177 mujeres con 5 sofocos al día. Sin Diario para regis- No diferencias significati-
Upmalis 50 mg de extracto de isoflavonas al día
3 reglas durante al menos 6 meses (edad 12 Placebo tro de síntomas vas entre los grupos (ten-
2000 (0/50 genisteína y daidzeína) en 2 tabletas
media 54.8 años) vasomotores dencia positiva)
Cuestionario para
St 69 mujeres con 10 sofocos/ sudores noc-
Proteína de soja rica en isoflavonas (80.4 Proteína de percepción de Diferencia no significativa
Germain 4 turnos por semana con más de 12 meses 24 weeks
mg) o pobre en isoflavonas (4.4 mg)/ día trigo cambios de los entre los grupos
2001 (27) del último periodo (edad media 50 años)
síntomas
En las «respondedoras»
Cápsulas disminución de los sofo-
Drapier 75 mujeres con menopausia natural o 2 cápsulas de fitosoja 2 veces al día (total Registro de los
4 16 weeks similares de cos en el 65.8% en el
Faure 2002 quirúrgica con 7 sofocos al día (53 años de 70 mg de geisteína y daidzeína sofocos
placebo grupo con soja vs. 34.2%
en el placebo (P<0.005)
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En una revisión muy reciente, realizada por Messina et cols. (16) sobre
los estudios clínicos y epidemiológicos realizados sobre el tema, se han iden-
tificado 15 ensayos clínicos que examinaban los efectos de las isoflavonas o
de la proteína de soja sobre la densidad mineral ósea. La mayoría de los en-
sayos realizados habían sido de un año o menos de duración e incluyeron un
número de pacientes relativamente pequeño (menos de 30 por grupo). Los
hallazgos de estos estudios sugieren que las isoflavonas reducen la perdida
ósea en las mujeres postmenopáusicas recientes. Igualmente, los datos epi-
demiológicos generalmente demuestran que entre las poblaciones asiáticas,
la ingesta de isoflavonas se asocia con una mayor densidad mineral ósea.
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todos ellos de especial interés en la mujer adulta. Parece que existe una clara
especificidad de los 2 isómeros, demostrándose que es el C18:2 c9, t11 el que
muestra propiedades anticancerígenas mientras que el C18:2 t10, c12 es el
que está relacionado con la variación de la composición corporal o los efec-
tos beneficiosos sobre el hueso, motivos por el que es utilizado por mujeres
adultas, en la menopausia.
El interés del CLA por el control del peso corporal se produjo a raíz de
los resultados obtenidos en animales de experimentación, donde la admi-
nistración de CLA en la dieta habitual se acompañaba de una reducción del
30 al 60% de la grasa corporal. Sin embargo, los resultados en humanos no
han sido tan llamativos, entre otros motivos porque los roedores tienen una
tasa metabólica por gramo de tejido mucho más elevada que en humanos.
En la práctica habitual, la administración de CLA suele presentarse en
una proporción al 50% de los dos tipos de isómeros (cis-9, trans-11 [c9,t11]
y trans-10, cis-12 [t10,c12]) obtenidos a partir de la extracción del aceite de
cártamo (Tonalin ®). La dosis con la que se encuentra el mayor efecto es de
3,4 g/día, habitualmente en un vehículo lácteo. Existe controversia en rela-
ción a los efectos de la administración de la mezcla de isómeros sobre el peso
corporal en humanos, ya que no todos los estudios son concluyentes en este
sentido y las modificaciones del peso corporal tras la administración de CLA
son escasas, pero en cambio, sí resultan significativos la pérdida de masa
grasa, y el incremento de masa magra.
c. Esteroles vegetales
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Las semillas de lino son una buena fuente de alfa-linolénico (ALA), fibra
y lignanos. En un estudio aleatorio se evaluaron los efectos de 49 gramos de
estas semillas, frente a los marcadores de riesgo cardiovascular en 62 muje-
res menopáusicas con LDL-Colesterol entre 130 y 200 mg/dl frente a un
grupo control con dieta baja en grasa y colesterol. Las semillas de lino dis-
minuyeron significativamente el colesterol LDL-C a las 5 semanas (–13%, p
< 0.005), pero no a las 10 semanas (–7%, p = 0.07), y además redujeron la Lp
(a) un 14% (p = 0.02), y el índice HOMA un 23.7% (p = 0.03) . Los autores
concluyen que, además de disminuir el colesterol LDL, mejoran la sensibi-
lidad a la insulina en pacientes hiperlipidemicas (25).
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Otros péptidos con capacidad hipotensora derivan de las proteínas del huevo
como la ovokinina y la ovokinina 2-7 que son hipotensoras, con capacidad vaso-
dilatadora directa dependiente de endotelio, mediada por óxido nítrico. En
general la incorporación de estos péptidos bioactivos en base láctea puede con-
tribuir a disminuir las cifras de presión arterial en sujetos hipertensos.
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que los productos enteros y sin embargo contienen menos grasa, por lo que su
aporte calórico es netamente inferior.
No solamente influye la cantidad de calcio sino también la biodisponibili-
dad del mismo, que significa el porcentaje de calcio ingerido que se absorbe.
En este sentido la lactosa, presente de forma natural en la leche, aumenta la absor-
ción del calcio. Así mismo la presencia de Vitamina D en el organismo, tam-
bién aumenta la absorción de calcio.
Otros nutrientes pueden disminuir la absorción intestinal de calcio, y aumen-
tar la excreción urinaria del mismo: el consumo excesivo de fósforo, muy pre-
sente en carnes, pescado, huevos, y bebidas de cola. Así mismo las dietas exce-
sivamente ricas en proteínas y en sodio aumentan significativamente la
eliminación urinaria de calcio, lo cual puede conducir a un balance negativo
de calcio. Hay que recordar que la principal fuente de sodio es la sal común,
y los alimentos salados, y que el sodio también representa un factor de riesgo
en la aparición de hipertensión. Por otra parte la presencia de fitatos y oxala-
tos presentes en cereales integrales y verduras de hoja oscura parecen ser tam-
bién limitadores de la absorción del calcio, y lo mismo ocurre con el salvado
de trigo. La cafeína también aumenta la excreción urinaria de calcio. Sin embar-
go la asociación de una menor densidad ósea en las mujeres con consumo
habitual de café en cantidades significativas no se observa cuando la ingesta de
café se consume como café con leche, ya que el calcio contenido en la leche
serviría para contrarrestar los efectos negativos de la cafeína. La soja contie-
ne isoflavonas con efecto estrogénico, y parece que puede reducir potencial-
mente el riesgo de osteoporosis, así como el cáncer de mama, y las alteracio-
nes lipídicas.
La vitamina D se forma en la piel por acción de la luz ultravioleta del sol,
por lo que se puede decir que la exposición a la luz solar, es la principal fuen-
te de esta vitamina. Además, son alimentos ricos en vitamina D, el hígado, los
pescados azules (salmón, caballa), la yema de huevo, el aceite de hígado de
bacalao y las leches enriquecidas. En España todavía las leches enriquecidas
son de consumo escaso. Pero con solo 10-15 minutos diarios de exposición
solar son suficientes para evitar deficiencias. La vitamina D favorece la absor-
ción del calcio, lo que contribuye mantener normales los niveles de calcio y
fósforo en la sangre y, ayuda a prevenir la osteoporosis y las fracturas. En un
metanálisis de Bischoff-Ferrari en el que se evaluan los estudios prospectivos
randomizados y controlados con suplementos de vitamina D en los ancia-
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g. Café
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el peso, por su efecto sobre la saciedad, por el aumento de la lipolisis, por un efec-
to termogénico o por su capacidad de aumentar los niveles de adiponectina.
El café contiene vitaminas, minerales y cientos de compuestos diferen-
tes, incluyendo aminoácidos y otros compuestos nitrogenados, polisacári-
dos, azúcares, diterpenos (cafestol y kahweol), compuestos fenólicos (ácido
clorogénico). Pero el principio activo del café que más se ha estudiado hasta
la fecha es la cafeína. Un café expreso contiene 7 g de café, lo que equivale
a aproximadamente a 40-100 mg de cafeína. La cafeína se considera una sus-
tancia GRAS (sustancia generalmente reconocida como segura) y la FDA
establece que la ingesta de cafeína del orden de 300 mg/día (3-4 tazas de café
diarias) en los adultos sanos no implica riesgos para la salud.
En el caso del café descafeinado, «otros componentes del café», pudie-
ran tener también algún efecto beneficioso. En este sentido, ciertos compo-
nentes del café no filtrado llamados «diterpenos», como «cafestol «y «kah-
weol», son sustancias lipídicas parecen influenciar sobre los niveles de
colesterol en sangre. Quizás también, algunos efectos del café pueden ser
debidos al ácido clorogénico; este es un compuesto fenólico que in vitro se
comporta como antioxidante.
En los estudios epidemiológicos sobre café y diabetes, destacan los estu-
dios realizados en países nórdicos. En un estudio (27) realizado con 16.600
participantes de Finlandia y 12 años de seguimiento, mediante cuestiona-
rios autoadministrados, el riesgo de diabetes disminuía con el consumo de
café. En otro estudio, en casi 8.000 suecos (28), el consumo de café también
se relacionó de manera inversa con el riesgo de presentar diabetes o intole-
rancia a la glucosa. Tras un seguimiento de 18 años en suecos, se encontró
que el efecto protector era dosis dependiente (29).
Se han realizado dos metaanálisis sobre el efecto protector del café en la
diabetes. En un primer metaanálisis (30) publicado en 2005, que incluyó 9 estu-
dios con casi 200.000 participantes en los que se produjeron 8.394 casos de
diabetes tipo 2, el riesgo relativo era de 0,65 para la ingesta de 6-7 tazas al día,
comparado con la no ingesta habitual de café (figura 1). En el segundo meta-
nálisis (31) con datos de 18 estudios con información de 457.922 partici-
pantes. Se encontró una asociación inversa entre el consumo de café y el
riesgo de diabetes: por cada taza de café diario se observó una disminución
del riesgo de diabetes en un 7%.
550
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Figura 1. Riesgo relativo de diabetes entre el consumo más alto de café y el no consumo.
Tomado de: van Dam RM, Hu FB. Coffee Consumption and risk of type 2 diabetes: a systematic
review. JAMA 2005;294:97-104.
h. Arándanos
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Tema 22
Alimentos funcionales en personas
de edad avanzada
1. Introducción
2. Nutrición y envejecimiento
3. Intervención nutricional
4. Nutrición y prevención de enfermedades crónicas
5. Cáncer
6. Prebióticos y probióticos
7. Radicales libres y oxidación
8. Restricción calórica
9. Demencia
10. Conclusión
Bibliografía
557
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1. INTRODUCCIÓN
A los 65 años 9.0 – 9.2 14.7 – 17.9 15.5 – 19.1 16.7 – 20.7
A los 95 años 1.1 – 1.0 2.3 – 2.3 2.0 – 2.1 2.2 – 2.2
559
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2. NUTRICIÓN Y ENVEJECIMIENTO
560
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3. INTERVENCIÓN NUTRICIONAL
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• Cáncer
• Enfermedades cardiovasculares
• Diabetes
• Osteoporosis
• Sarcopenia
• Catarata
• Degeneración macular
• Infección
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1. Enfermedades cardiacas
2. Cáncer
3. Enfermedades cerebrovasculares
4. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica
5. Neumonía
6. Diabetes
7. Accidentes
8. Septicemia
9. Nefritis
10. Enfermedad de Alzheimer
563
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5. CÁNCER
El cáncer es una enfermedad con una alta incidencia en las personas ma-
yores. Adultos de 65 años y más, tienen diez veces más riesgo de desarrollar
cáncer que los menores de 65 años. En Europa el 60% de nuevos casos de cán-
cer y el 70% de las muertes debidas a cáncer ocurren en pacientes mayores de
65 años. De nuevo recordar el importante papel de la nutrición en la preven-
ción de esta enfermedad. La dieta mediterránea, rica en verduras y frutas, ha
demostrado su protección frente al cáncer en diferentes estudios epidemioló-
gicos. Hoy en día existen investigaciones en varios países para tratar de iden-
tificar aquellos componentes de la fruta y las verduras que protegen frente al
cáncer. Un área de investigación que está ganando considerable atención es el
posible papel de varios fitoquímicos dietéticos como los flavonoides, isotio-
cianatos y carotenoides como agentes preventivos del cáncer. Estos compo-
nentes en la nutrición funcional no sólo parecen ser beneficiosos frente al
cáncer, sino también en otras enfermedades asociadas al envejecimiento como
las del sistema cardiovascular, digestivo área neurocognitiva y oftálmica.
De nuevo y hablando del futuro deberán desarrollarse alimentos que ayu-
den a mantener el peso en aquellos pacientes afectos de cáncer, así como
564
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aportar una nutrición innovadora con productos de fácil ingesta como bebi-
das, suplementos líquidos, pudding, etc., en estos pacientes con un gran com-
ponente de debilidad generalizada
6. PREBIÓTICOS Y PROBIÓTICOS
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567
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8. RESTRICCIÓN CALÓRICA
9. DEMENCIA
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10. CONCLUSIÓN
Estudios con
Factores dietéticos Estudios sin asociación
asociación positiva
Alonso et al. (2009), Solomon et al
Colesterol básico elevado Hayden et al. (2006)
(2007), Stewart et al (2007)
Akomolafe et al. (2006), Luchsin-
Diabetes y prediabetes
ger et al (2001), Xu et al (2004)
Chiang et al. (2007) Rosengren et
Obesidad y sobrepeso Alonso et al. (2009)
al (2005) Whitmer et al (2005)
Fisher et al. (2008), Kivipelto et al Aisen et al. (2008), Morris et al
Vitamina B6 B12, folatos
(2009), Maswell et al (2008) (2006)
Engelhart et al. (2002), Helmer et
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BLOQUE V
ALIMENTOS FUNCIONALES
EN OTRAS ENFERMEDADES
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Tema 23
Alimentos funcionales
y enfermedades del aparato digestivo
1. Introducción
2. Fibra dietética y sus aplicaciones en gastroenterología
2.1. Compuestos no carbo-hidratados
2.2. Características nutricionales de la fibra
2.3. Efecto prebiótico de las fibras solubles
2.4. Aplicaciones
2.5. Nutrición enteral
3. Flora. probióticos, prebióticos y simbióticos
3.1. Enfermedad inflamatoria intestinal
4. Otros posibles ingredientes funcionales
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
El término dieta del griego dayta o «régimen de vida» hace referencia al ré-
gimen alimenticio, o «conjunto y cantidades de los alimentos o mezclas de
ellos que se consumen habitualmente». Este ha condicionado la evolución y
características fisiológicas de la actual especie humana: bipedestación, ta-
maño cerebral, morfología de la mandíbula y de los dientes o la mano (1).
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tudio de productos alimenticios con efecto beneficioso sobre una función fi-
siológica para mejorar el estado de salud y/o reducir el riesgo de aparición
de enfermedades. Otro organismo: International Life Sciences Institute
(ILSI) analiza los temas de seguridad alimentaria, toxicología o medio am-
biente, y en conjunción con FUFOSE establecen guías y recomendaciones
acerca de este tipo de alimentos. Un alimento puede definirse funcional si en
su procesado se le ha realizado:
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— Celulosa. —Lignina
— Taninos
— Almidón resistente
— Suberina
— Gomas — Proteínas
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de alto peso molecular que forma la fibra insoluble en la que el grado de lig-
nificación afecta a su digestibilidad.
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Fibra y ácidos grasos de cadena corta: Los AGCC son utilizados por la
mucosa intestinal, o absorbidos a través de la pared del colon hacia la cir-
culación portal evitando la circulación enterohepática, y de allí transporta-
dos hacia la circulación general. Particularmente el butírico tiene acciones
fisiológicas y efectos favorables sobre la salud:
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Plántago ovata: Herbácea original del sur de Asia que aparece también
en el área mediterránea. Los productos farmacéuticos utilizan tanto la semi-
lla como su cutícula denominada ispaghula. La semilla contiene fibra solu-
ble e insoluble en una relación 20/80; mientras que la cutícula invierte esta
proporción a favor de la fibra soluble hasta alcanzar valores 79/30. Su acti-
vidad terapéutica la determina el contenido en mucílago (30%) cuya frac-
ción soluble la constituyen D-xilosa (63.6%) y L-arabinosa (20.4%). El muci-
lago, muy hidrófilo, facilita la evacuación en caso estreñimiento y actúa como
absorbente en presencia de diarrea. Retrasa y disminuye la absorción de azú-
cares y grasas, aminora el aporte calórico de la comida y la concentración
de glucosa en sangre, un efecto a considerar en pacientes debilitados pues
su uso prolongado podría causar pérdida de potasio y deterioro de la home-
ostasis. Aunque su mecanismo no ha sido aclarado la fermentación de plan-
tago ovata inhibe las beta-glucorinadasas bacterianas cuya actividad parece
incriminada en el incremento de la tasa de cáncer colorrectal. Por su com-
posición las semillas de plantago ovata parecen la fuente ideal de fibra cum-
pliendo la recomendación de la Food and Drug Administration (FDA) de
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con dosis de 5gr o estar ausentes a dosis de hasta 40 gr en las que resultan tole-
rantes. Una dieta normal provee unos 5-10 gr por día de carbohidratos no
digeribles de origen vegetal (fundamentalmente fructooligosacáridos) y esta
debe considerarse la dosis mínima recomendada para el adulto sano. No dis-
ponemos de oligosacáridos que constituyan estímulo selectivo frente bacte-
rias concretas y los experimentos en humanos muestran que contraviniendo
la idea de que estimulan el crecimiento de bifidobacterias o lactobacilos hay
gran número de bacterias que pueden fermentarlos. De este modo la efecti-
vidad de los mismos debe medirse por su capacidad de modificar el meta-
bolismo pero no por la estimulación de cepas específicas bacterianas.
Inulina: El nombre que procede de la primera planta en que se aisló —el he-
lenio (Inula helenium)—, designa a una familia de polisacáridos de cadenas de
fructosa que se encuentra generalmente en las raíces, tubérculos y rizomas de
plantas fanerógamas como la achicoria, cebolla, ajo, cardo, alcachofa, diente de
león, yacón, etc. Forma parte de la fibra alimentaria es soluble en agua y no di-
gerible por los enzimas digestivos, sino por los de los microorganismos pobla-
dores del intestino. Una vez ingerida, la inulina libera fructosa en pequeña
proporción, pues el organismo humano carece de enzimas específicas para hi-
drolizarla y no es degrada por la ptialina ni la amilasa salivar o pancreática
dado que sus enlaces X(1-2) resisten su acción. Los subproductos de su meta-
bolización aumentan el peristaltismo intestinal y facilitan la absorción (en un
efecto limitado en el tiempo) de minerales como el calcio, magnesio y fósforo.
Al estar disponible para su metabolización por la microbiota, favorece el des-
arrollo de bifidobacterias y lactobacillos adquiriendo actividad prebiótica y
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efecto bifidogénico que les suponen utilidad terapéutica como elemento ais-
lado o combinado con probióticos en el tratamiento de la EEII.
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Este efecto beneficioso de los probióticos sobre la EEII puede estar me-
diado por mecanismo similar a los prebióticos junto a su capacidad de des-
componer antígenos intraluminales, sobre-regular la expresión de defensinas
deteriorada en portadores de EC, y la secreción de antimicrobianos.
Lactobacilos: Constituyen el grupo más estudiado desde que Ilya Metch-
nikoff (1845. Járkov. Ucrania-1916. Paris. Francia) creyó encontrar en los
microbios del yogourt la solución al problema del envejecimiento. Consti-
tuyen anaeróbicos facultativos y la mayoría convierte la lactosa y otros mo-
nosacáridos en ácido láctico, creando ambiente ácido que inhibe el
crecimiento de bacterias dañinas. Las lactobacillales más conocidas son: L.
acidophilus útil en el tratamiento de de diarreas agudas al eliminar elemen-
tos bacterianos nocivos, L. plantarum eficaz en el control sintomático del
colon irritable, L. casei con beneficio sobre el sistema inmunológico y el tra-
tamiento de la diarrea por rotavirus tan eficaz como la asociación de L.
rhamnosus 10970 y L. reuterii DSM12246.
Lactobacilus GG ha mostrado capacidad para reducir el riesgo de infec-
ciones gastrointestinales y respiratorias en población pediátrica hospitali-
zada, en la prevención de reacciones atópicas y eczema y alergias alimenta-
rias. En un modelo de ratones IL-10 deficientes, L. reuteri previene el desarrollo
de colitis al incrementar niveles de IL-10 que reduce la producción de inter-
feron gamma (ITF-g) crucial en la formación de granulomas, lesión que iden-
tifica la EC (Tabla 3).
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Tema 24
Alimentos funcionales y enfermedades
del sistema nervioso
1. Introducción
2. Fundamentos
2.1. Epidemiología y etiopatogenia de las enfermedades neurológicas
2.2. Papel de la nutrición en el crecimiento, desarrollo y función neurológica
2.3. Papel de la nutrición en las enfermedades neurológicas
2.4. Enfermedades neurológicas y su impacto en el estado nutricional de un
individuo
3. Alimentos funcionales en el sistema nervioso central
3.1. Macronutrientes
i. Hidratos de carbono
ii. Aminoácidos
iii. Lípidos
3.2. Micronutrientes
i. Minerales
ii. Vitaminas
3.3. Patrones alimentarios, alimentos y otros
4. Alimentos funcionales en los principales síndromes neurológicos
4.1. Enfermedad de Alzheimer (EA)
4.2. Enfermedad de Parkinson
4.3. Enfermedad cerebrovascular
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
2. FUNDAMENTOS
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602
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Sin embargo, como veremos más adelante, no todos los nutrientes son
igualmente importantes para el cerebro: la glucosa es la principal fuente de
energía y, de otro lado, el único hidrato de carbono que éste utiliza; algunos
aminoácidos son necesarios para la síntesis de neurotransmisores; las gra-
sas, muy abundantes, se destinan a funciones estructurales (membranas ce-
lulares) y la formación de las bandas de mielina que facilitan la propagación
del impulso nervioso; los minerales, como el yodo, primordial para lograr
un adecuado desarrollo neurológico, cuyo déficit durante el periodo fetal se
asocia a un retraso mental grave que se conoce como cretinismo, o las vita-
minas implicadas en la visión, en la función cognitiva, etc.
Los requerimientos nutricionales, no obstante, van cambiando dependiendo
de la fase de desarrollo en la que nos encontremos, de tal forma que un deter-
minado nutriente puede ser esencial en un momento dado y tóxico en otro.
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3.1. Macronutrientes
605
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Antioxidantes, antiamiloide,
Curry Curcumina
antioxidantes
Vino tinto Resveratrol Antioxidante y antiinflamatorio
Ginkgo biloba Flavonoides y terpenos Antioxidantes
Frutas y verduras Vitaminas A, C, E Antioxidantes
Tomate Ácido ferúlico Antioxidantes
3.1.2. Aminoácidos
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transmisores, término que alude a las sustancias químicas que transmiten in-
formación de una neurona a otra atravesando el espacio que las separa. Para
llegar a las neuronas y poder ser convenientemente utilizados, los aminoá-
cidos deben atravesar la barrera hemato-encefálica (BHE), una estructura
que hace de filtro, compitiendo entre sí, de ahí la importancia de la concen-
tración plasmática de cada aminoácido, factor que, entre otras cosas, de-
pende de la ingesta.
Así, la tirosina y su precursor, la fenilalanina, son utilizados en la sínte-
sis de dopamina y noradrenalina; la lecitina, también conocida como fosfa-
tidilcolina, es un precursor de la acetilcolina y el triptófano lo es de la
serotonina. Este último, por ejemplo, juega un importante papel como mo-
dulador del apetito y la saciedad, el sueño y alteraciones del comportamiento
entre otros.
Algunas enfermedades se han relacionado con un déficit de determinados
neurotransmisores, como ocurre en la depresión, que responde a una menor
concentración de dopamina, serotonina, noradrenalina y ácido gammahi-
droxibutírico; o la miastenia gravis, una enfermedad de origen autoinmune
caracterizada por debilidad muscular y fatiga, que tiene en su origen una
disminución del estímulo acetilcolinérgico; o la enfermedad de Parkinson, en
la que existe un déficit de dopamina. Este hecho no ha pasado desaperci-
bido para la industria farmacéutica, de hecho, algunos de los fármacos que
se utilizan para el tratamiento de las enfermedades neurológicas tienen su
base en incrementar el aporte de una determinada sustancia para que lle-
gue en mayor cantidad al cerebro para la síntesis de neurotransmisores, al-
gunos ejemplos son la lecitina, la fosfatidilserina, la carnitina etc.
Otros síndromes neurológicos se relacionan más directamente con la
ingesta de aminoácidos:
— En la encefalopatía hepática, un cuadro que aparece en pacientes con
afectación hepática severa, los síntomas neurológicos se deben a una
alteración en el ratio de aminoácidos (Aa) aromáticos sobre los rami-
ficados, como consecuencia del menor aclaramiento de los primeros.
Como parte del tratamiento de este proceso, se recomienda la admi-
nistración de Aa ramificados y la restricción de proteínas.
— En los pacientes con Parkinson que reciben tratamiento con L-dopa,
dado la competición entre Aa para acceder al SNC a través de la BHE,
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3.1.3. Lípidos
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3.2. Micronutrientes
3.2.1. Minerales
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Magnesio
El magnesio es el segundo catión en importancia en el medio intracelu-
lar. A pesar de que sus funciones principales están relacionadas con sistema
musculoesquelético, también participa en procesos relacionados con la ex-
citabilidad del sistema nervioso central, a través de la acetilcolina; con la de-
fensa antioxidante y tiene un importante papel como estabilizador de
estructuras celulares.
Cromo
El papel del cromo a nivel del sistema nervioso central no es bien cono-
cido, aunque se conoce que su déficit puede asociarse entre otras cosas a
daños cerebrales y nerviosos. De forma indirecta, su déficit podría afectar al
cerebro en tanto que regula el metabolismo de la glucosa y de los lípidos.
Cobalto
El cobalto va ligado en sus funciones a la vitamina B12 en tanto que es cia-
nocobalamina. También participa en la formación de sistema nervioso.
Manganeso
Su déficit se ha relacionado con alteraciones neurológicas. La base etio-
patogénica de estas manifestaciones podría asumirse asociada a su función
como cofactor de enzimas relacionadas con la defensa frente al estrés oxi-
dativo. En caso de acúmulo a nivel cerebral resulta neurotóxico.
Litio
El litio se ha utilizado en el tratamiento de numerosas enfermedades, si
bien, actualmente, su papel ha quedado reducido al campo psiquiátrico: de-
presión, psicosis maniacodepresiva. Su déficit se traduce principalmente en
alteraciones enzimáticas que, a nivel neurológico, pueden traducirse en al-
teraciones en el comportamiento.
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Molibdeno
La deficiencia de molibdeno también se asocia a síntomas neurológicos,
aunque son menores las evidencias al respecto.
3.2.2. Vitaminas
Vitamina A
La vitamina A y los carotenoides pertenecen a la familia de las vitaminas
antioxidantes y por este motivo se le atribuyen propiedades beneficiosas
frente al cáncer, enfermedad cardiovascular, inmunidad, etc.
Entre sus funciones biológicas, la vitamina A desarrolla un importante
papel en la visión y en la diferenciación celular. A nivel ocular es responsa-
ble de la foto transducción y previene la xeroftalmia.
La vitamina A es fundamental para la proliferación y diferenciación de las
células nerviosas durante el periodo fetal y permite el inicio y desarrollo de
las funciones cognitivas en tanto que favorece el establecimiento de las co-
municaciones interneuronales en el hipocampo cerebral. En el adulto la vi-
tamina A es necesaria para el mantenimiento de la función cognitiva,
aprendizaje y memoria.
Se le atribuyen propiedades preventivas frente al deterioro cognitivo y
demencia basadas en su capacidad antioxidante, impidiendo la oxidación
de los fosfolípidos de membrana que condicionan la permeabilidad y fun-
ciones de la misma, directamente implicados en la transmisión del impulso
nervioso, liberación de neurotransmisores, etc.
La concentración de retinoides disminuye con la edad, pero esta dismi-
nución es más marcada entre los pacientes que desarrollan una enfermedad
de Alzheimer (EA) de inicio tardío. Por ello, son muchos los estudios que se
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Vitamina E
Al igual que la vitamina A, la vitamina E es un potente antioxidante na-
tural. El término vitamina E alude, en realidad, a varios compuestos de vi-
tamina e biológicamente activos: alfa/beta/gamma/delta tocoferol y sus
respectivos isómeros. Sin duda, su función principal es la de antioxidante,
protegiendo los ácidos grasos poliinsaturados de la peroxidación, hecho que
ha determinado su conexión a la enfermedad cardiovascular. Algunas de sus
funciones, no obstante, son independientes de su capacidad antioxidante,
como la inhibición de la proliferación celular, la agregación plaquetaria, etc.
Su suplementación junto con otros antioxidantes se ha postulado como
una posible estrategia terapéutica en la prevención del deterioro cognitivo.
Vitamina D
El término vitamina D hace alusión a dos moléculas distintas: la D2 o er-
gocalciferol y la D3 o colecalciferol. Probablemente, la función más cono-
cida de la vitamina D esté relacionada con la homeostasis mineral ósea. Sin
embargo, en los últimos años se han descubierto receptores para la vitamina
D en muy diversas localizaciones no relacionadas con el metabolismo óseo,
lo que sugiere nuevas funciones. En concreto, se sabe que participa en los
procesos de regulación celular en el sistema nervioso y sistema inmunoló-
gico, hecho que determina que se le haya relacionado con la incidencia de en-
fermedades como el cáncer, infecciones, enfermedad cardiovascular,
deterioro cognitivo y demencia. Respecto a esto último, se han aislado re-
ceptores para vitamina D a nivel de sistema nervioso central y se conoce que
tiene lugar la síntesis in situ de esta vitamina. Se le atribuyen propiedades
neuroprotectoras y los mecanismos que avalan esta hipótesis podrían resu-
mirse en los siguientes: a) participa en la apoptosis y rediferenciación de de-
terminadas células nerviosas, lo que podría constituir una forma de
protección frente al cáncer; b) induce la síntesis en ciertas células nerviosas
de factores neuroprotectores denominados neurotrofinas; c) inhibe la for-
mación de óxido nítrico a nivel cerebral, un agente que resulta tóxico para
las neuronas y otras células de sistema nervioso central. Niveles bajos de vi-
tamina D se han relacionado con enfermedades como la esclerosis múltiple,
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Vitamina C
La vitamina C es uno de los agentes antioxidantes más potentes que exis-
te frente a una gran variedad de agentes, incluyendo hierro y cobre; además
actúa como cofactor de múltiples enzimas. Es una vitamina hidrosoluble y
su papel a lo largo de la historia ha estado muy relacionado con la enferme-
dad que genera su déficit: el escorbuto. Este poder antioxidante es eficaz y rápi-
do, lo que la convierte en una posible diana terapéutica en la enfermedad
cardiovascular, EA, etc., en cuya etiopatogenia el estrés oxidativo juega un papel
determinante.
A nivel de sistema nervioso central, además de su actividad antioxidante,
la vitamina C participa en la regulación de la síntesis de determinados neu-
rotransmisores como es el caso de la hidroxilación de dopamina a noradre-
nalina.
Combinado con otros antioxidantes naturales en forma de suplementos
ha sido objeto de multitud de publicaciones, como veremos, más adelante, des-
tinadas a estudiar su papel protector frente a la demencia, fundamental-
mente tipo EA. También se ha usado como suplemento, enfrentado a los áci-
dos grasos omega-3 en casos de síndrome de hiperactividad/ déficit de atención
con resultados similares.
B1 o Tiamina
Esta vitamina hidrosoluble desempeña un papel fundamental en algunas
de las reacciones clave en el metabolismo de los hidratos de carbono. Ejerce
una acción detoxificante sobre los radicales libres e interviene en el inicio
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B2 o Riboflavina
Destaca su imprescindible papel en el metabolismo de carbohidratos, lípi-
dos y aminoácidos. También participa como cofactor de enzimas implica-
das en la defensa antioxidante. Su deficiencia no se ha asociado a síntomas
neurológicos.
B3 o Niacina
Tanto el ácido nicotínico como la nicotinamida quedan englobados bajo
la palabra Niacina. Al igual que sus precedentes, la niacina se comporta
como una coenzima en tanto que participa en distintas reacciones químicas
implicadas en el metabolismo de los principales macronutrientes y en los
procesos de oxidación-reducción. Además, el ácido nicotínico en grandes
dosis se ha utilizado como hipolipemiante. La niacina ejerce una doble de-
fensa frente al estrés oxidativo, de un lado minimizando su efecto y de otro
participando en la reparación de los daños ocasionados sobre el DNA. La
niacina ha demostrado en estudios experimentales con animales tener un
efecto protector frente al daño neurológico traumático o vascular. Tanto el
déficit como el exceso de niacina se asocian a la aparición de síntomas neu-
rológicos.
B6 o Piridoxina
La piridoxina es una de las vitaminas de mayor empleo terapéutico; en el
campo que nos ocupa, se ha utilizado en el tratamiento de la depresión, po-
lineuritis, corea de Huntington y crisis convulsivas en el recién nacido. La vi-
tamina B6 interviene en distintos tipos de reacciones que afectan a los
aminoácidos, gluconeogénesis, conversión del triptófano a niacina, síntesis
de esgingolípidos y neurotransmisores, función inmune y regulación de las
funciones de las hormonas esteroideas.
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B12 o Cobalamina
La vitamina B12 interviene en la síntesis de DNA, ciertos procesos a nivel
de sistema nervioso central y en la producción de metionina a partir de ho-
mocisteina. Su deficiencia se asocia, por tanto, a elevación de homocisteina,
un factor de riesgo cardiovascular menor y al que recientemente se le atri-
buye carácter neurotóxico asociándose de forma positiva con el deterioro
cognitivo; pero también polineuropatía por desmielinización progresiva; ane-
mia macrocítica, etc.
A pesar de que la asociación es fuerte, aun no se dispone de suficiente evi-
dencia para la suplementación rutinaria con idea de prevenir el deterioro
cognitivo, si bien, este es un tema que suscita gran interés en la comunidad
científica siendo muy numerosos los estudios en marcha en relación a este
aspecto.
Ácido Fólico
Como ocurre con otras vitaminas el término ácido fólico incluye a toda
una familia de moléculas con actividad biológica. Las funciones del ácido
fólico en el sistema nervioso central son múltiples: a) regula la síntesis de
DNA en todas las células del organismo incluyendo las nerviosas; b) su su-
plementación en mujeres embarazadas previene la aparición de defectos del
desarrollo del tubo neural, malformaciones congénitas que pueden llegar a
ser muy graves e incompatibles con la vida; c) regula la síntesis de metionina
a partir de homocisteina, un factor de riesgo independiente para la enfer-
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Chocolate, café y té
Estos alimentos o sus componentes estimulan la liberación de endorfinas,
las cuales, pueden condicionar el estado de ánimo. Algunos pacientes nece-
sitan tomarlas para encontrarse mejor, situación que se ha quedado en de-
nominar chocolatismo. Las metilxantinas son un grupo de alcaloides
estimulantes para el sistema nervioso central, las encontramos en el té (teo-
filina); chocolate (teobromina); café (cafeína).
Acetil– L– Carnitina
Es una amina cuartenaria que se sintetiza en hígado, riñón y cerebro a
partir de de dos aminoácidos esenciales: Lisina y Metionina. Su función prin-
cipal guarda relación con la producción celular de energía y la retirada de los
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Fosfatidilserina
Pertenece a la familia de los fosfolípidos, componentes esenciales de las
membranas celulares. La fostatidilserina es el fosfolípido más abundante en
el cerebro, donde regula la permeabilidad, flexibilidad y fluidez de las mem-
branas celulares, así como la liberación de ciertos neurotransmisores como
la acetilcolina y la dopamina. Se preconiza su uso en el tratamiento de la de-
presión, de la enfermedad de Alzheimer y como potenciador de la memoria.
Citicolina
La citicolina, un intermediario en la síntesis de fosfatidilcolina a partir
de colina, se comporta como psicoestimulante, neuroprotector y nootrópico.
Posee propiedades antiedema y consigue mejorar la respuesta a la hipoxia y
la isquemia; de ahí que se preconice su uso en las fases iniciales del ictus.
Existe una revisión Cochrane del año 2005 sobre su posible efecto bene-
ficioso en la memoria y el comportamiento a corto-medio plazo. Concluyen
que, aunque la evidencia global es fuerte, son necesarios estudios más estu-
dios y con periodos de seguimiento más largos.
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Lípidos
Los lípidos juegan un papel fundamental en la etiopatogenia de la EA (6).
La Apo E es una molécula perteneciente a la familia de las lipoproteínas que
encontramos formando parte de los quilomicrones. Su función consiste en
regular el transporte del colesterol en sangre, sistema nervioso central y lí-
quido cefalorraquídeo. Además, unas de sus funciones principales es la de re-
parar las neuronas y sus estructuras aportando los lípidos necesarios. Uno
de los alelos de esta proteína, el ε4, se identifica como factor de riesgo para
el desarrollo de EA. El mecanismo parece residir en la función anormal de
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Quelantes metálicos
El cerebro es un órgano especialmente vulnerable al estrés oxidativo,
como ya se ha visto en apartados anteriores. Las concentraciones de meta-
les como el hierro y cobre son muy altas en el cerebro. Éstos están altamen-
te implicados en la formación de radicales libres de oxígeno y el daño cere-
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PACIENTES y
REF INTERVENCIÓN SEGUIMIENTO RESULTADOS COMENTARIOS
MÉTODO
(2) Año 21 pacientes con 240 mg de DHA 90 días Mejoría en aquellos Los propios auto-
2006 deterioro cogni- frente a placebo pacientes con lesio- res concluyen que
tivo moderado. (aceite de oliva) nes orgánicas pre- presentan grandes
ECA. vias (infartos, trau- errores metodoló-
mas, hemorragias) gicos
(3) Año 204 pacientes 1.7g DHA y 0.6g 6 meses No diferencias en Concluyen que los
2006 con EA modera- EPA frente a pla- los test cognitivos. beneficios son
da. ECA. cebo mayores para los
sujetos en fases
más tempranas de
la enfermedad.
(4) Año 64: 23 pacientes 1.8 mg de PUFA 24 semanas Mejoría en los A pesar del resul-
2008 y 23 con deterio- frente a placebo pacientes que reci- tado positivo, no
ro cognitivo (aceite de oliva) bían la interven- ajustaron en fun-
moderado. ECA ción. ción de Apo e.
(5) Año 485 individuos 900 mg DHA 6 meses Mejoría de los test Se le ha criticado
2010 sin enfermedad. cognitivos. Aumen- que el objetivo pri-
ECA to de DHA en plas- mario se modifica-
ma ra tras un primer
análisis.
(6) Año 402 pacientes 2g/día DHA Encontraron algu-
2010 con EA modera- nos problemas al
da. ECA iniciarlo y lo consi-
deraron negativo.
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Vitamina E y antioxidantes
Son numerosos los hallazgos que sugieren que el estrés oxidativo es uno
de los mecanismos lesivos que acontecen en la EA (7). Primero, el análisis
anatomo-patológico de los cerebros de los pacientes con EA revela que acu-
mulan lesiones atribuibles al estrés oxidativo; segundo, encontramos una
elevada proporción de agentes antioxidantes, dato que indica la tendencia
prooxidante de dicho órgano; tercero, los estudios in vitro indican que los
agentes antioxidantes disminuyen la formación de placas de amiloide. Por
todo ello, se ha planteado la hipótesis de que los antioxidantes de la dieta
podrían reducir el riesgo de desarrollar EA.
La vitamina E como importante antioxidante que es, podría tener un
papel protector frente a la EA, pues el estrés oxidativo es uno de los meca-
nismos lesivos que se proponen en el establecimiento del deterioro cogni-
tivo. En estudios epidemiológicos se han observado cifras más bajas de
vitamina E en los pacientes con EA con respecto a los que no la presentan.
Sin embargo, cuando se suplementa en ensayos clínicos bien diseñados no
se observa protección o mejoría del deterioro cognitivo, por lo que es nece-
sario que se realicen más estudios al respecto. Por otro lado, parece que
este efecto protector es mayor cuando la suplementación de vitamina E se
hace a través de la dieta, hecho que podría tener que ver con el sinergismo
entre la vitamina E y otros componentes de los alimentos. En la revisión que
hace The Cochrane Collaboration en 2009 (8), los autores concluyen que
no hay suficiente evidencia, a partir de los estudios publicados, para afir-
mar la eficacia de la vitamina E en la prevención de la EA o del deterioro
cognitivo moderado.
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Polifenoles
Los polifenoles son sustancias naturales presentes fundamentalmente en
las plantas pero también en el vino y en el aceite de oliva. Dentro de los po-
lifenoles, los flavonoides son los más importantes. Recientemente, a los fla-
vonoides del té, por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y
quelantes de metales como el hierro, se les han atribuido propiedades neu-
roprotectoras. Por otro lado, el «extracto mega natural de uva» parece in-
fluir en la formación de las placas de amiloide y en la restauración del
deterioro cognitivo. Por todo ello, se cree que los polifenoles podrían ser una
intervención eficaz frente a la neurodegeneración.
Vino
El papel del vino en la EA está relacionado con su alto contenido en po-
lifenoles y alcohol. El polifenol por excelencia del vino tinto es el resvera-
trol. La relación del alcohol con la enfermedad es complicada: de un lado,
bebido con moderación, parece ejercer un efecto protector frente a la enfer-
medad cardiovascular (ECV), íntimamente relacionada con la EA; de otro,
el alcohol en exceso presenta efectos neurotóxicos que podrían favorecer el
deterioro cognitivo y la EA. Actualmente, se están investigando los efectos de
un extracto concentrado de zumo de uva rico en polifenoles sobre el dete-
rioro cognitivo y la demencia tipo Alzheimer. En resumen, en la actualidad,
frente a la EA, únicamente se puede hacer una recomendación genérica
sobre el consumo moderado de alcohol, preferentemente vino, de forma si-
milar a como se hace para la ECV.
Especias
A raíz de los datos arrojados por estudios epidemiológicos que indicaban
una prevalencia entre 4 y 5 veces menor de EA entre la población hindú, se
empezó a relacionar esta información con posibles factores dietéticos. La
curcumina, presente en el curry, es un antioxidante natural más potente que
la vitamina E y con actividad frente a determinados metales. Además, parece
tener efectos antiinflamatorios en SNC y ejerce una importante acción pro-
tectora frente a la peroxidación lipídica. En estudios en animales, la curcu-
mina reduce las placas de depósito amiloide características de la
enfermedad. Por todo ello, la curcumina es objeto de múltiples estudios pues,
por las propiedades que exhibe, podría ser una posible estrategia de trata-
miento frente a la EA.
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para el paciente con EP, los estudios realizados abogan por un papel pro-
tector frente a la enfermedad de ciertos nutrientes, como es el caso de las
vitamina E, C, los antioxidantes y polifenoles, y el café; mientras que, algu-
nos nutrientes parecen comportarse como factores de riesgo, tal es el caso
de la vitamina A y de las grasas animales. No obstante, de forma similar a la
EA, aunque son necesarios más estudios bien diseñados, los hallazgos de
estudios epidemiológicos señalan una asociación fuerte entre dieta y enfer-
medades neurodegenerativas.
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Tema 25
Alimentos funcionales y otras patologías
relacionadas
1. Introducción
2. Alimentos funcionales y hueso
2.1. Factores nutricionales implicados en la salud ósea
2.2. Alimentos e ingredientes funcionales de utilidad en la patología ósea
3. Alimentos funcionales y visión
3.1. Factores nutricionales implicados en la Degeneración Macular Señil (DMS)
3.2. Alimentos e ingredientes funcionales de utilidad en la función visual
4. Alimentos funcionales y piel
4.1. Nutrientes implicados en la salud de la piel
4.2. Alimentos e ingredientes funcionales de utilidad en la salud de la piel
4.3. Aspectos nutricionales de algunas enfermedades con repercución sobre la piel
Bibliografía
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MAPA CONCEPTUAL
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1. INTRODUCCIÓN
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De los 800 mg que habitualmente aporta la dieta, solo del 20 al 50% son
absorbidos en el intestino, del cual el 99% pasa al comportamiento óseo y el
resto desarrolla otras funciones metabólicas. El tejido óseo es el principal
reservorio de calcio en el organismo; por tanto, un apropiado suministro de
dicho elemento es esencial para mantener la homeostasis o equilibrio del
hueso en todas las etapas de la vida.
El riñón excreta diariamente unos 100-200 mg de calcio. La regeneración
del calcio óseo es muy lenta. El calcio plasmático se encuentra en un 45%
en forma ionizada, el resto unido a la albúmina. Los niveles plasmáticos se
controlan estrechamente gracias a la acción de la paratohormona (PTH) (que
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Figura 2. Fisiología y metabolismo del calcio (Gómez Candela C.; Loria V.; De Miguel E. Salud a la
carta para el paciente con artrosis. You & US. S.A. Madrid. 2003).
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2.1.3. Vitamina C
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2.1.5. Vitamina K
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2.1.7. Oligoelementos
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Leches enriquecidas Con ácidos omega-3 (EPA y Pueden reducir los procesos inflamatorios, presen-
DHA)* tes en enfermedades como la artrosis. Mejoran las
funciones visuales.
Con calcio Ayudan al desarrollo de huesos y dientes. Pueden
prevenir la osteoporosis.
Con vitaminas A y D Favorecen la función visual y la absorción del calcio,
respectivamente.
Con fósforo y cinc Ayudan al desarrollo de los huesos.
* EPA: ácido eicosapentaenoico y DHA: ácido docosahexaenoico (ácidos grasos omega-3 de cadena larga)
2.2.1. Té
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2.2.2. Fitoestrógenos
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2.2.5. Glucosamina
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Existen diferentes estudios que evalúan los efectos del empleo de suple-
mentos de vitaminas antioxidantes o minerales, solos o en combinación,
sobre la progresión de la DMS. Existen dos ensayos grandes, con duración del
tratamiento y del seguimiento extensos, de 4 a 6 años (AREDS y VECAT).
El ensayo AREDS aporta pruebas de que los suplementos con vitaminas
C, E, betacarotenos y zinc para las personas con DMS, reducen a largo plazo
el riesgo de progresión de la enfermedad y de pérdida de agudeza visual. El
beneficio general es moderado, con una reducción del riesgo del orden del
20% al 25%.
El estudio VECAT indica que la población general no debería tomar vita-
mina E con miras a prevenir la incidencia o la progresión de DMS. Sin embar-
go, el estudio no tuvo el poder estadístico suficiente para responder a la pre-
gunta si las personas con signos de DMS, como aquellas que participaron en
el estudio AREDS, deberían tomar vitamina E.
Con respecto a la utilidad del empleo de suplementos de zinc existen datos
contradictorios, algunos demuestran efectos similares a emplear suplemen-
tos vitamínicos, otros muestran buenos resultados y otros resultados nulos.
Tras esta revisión, la conclusión a la que llegan los autores es que las per-
sonas con DMS pueden mostrar un retraso moderado en la progresión de la
enfermedad con los suplementos de vitaminas antioxidantes y de minerales.
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Dado que este hallazgo se extrae de un único ensayo grande realizado en una
población estadounidense, se requieren más ensayos a gran escala en otras
poblaciones para poder aplicar estas conclusiones a la pobalción general.
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Figura 3. Equilibrio entre radicales libres y antioxidantes en la prevención del estrés oxidativo.
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4.1.1. Vitamina C
4.1.2. Vitamina E
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animales. Estudios in vitro, revelan que los niveles bajos de CoQ10 en las
mitocondrias se asocian con un aumento de la muerte celular, daño oxida-
tivo del ADN, y reducción de la síntesis de ATP.
4.1.4. Licopeno
4.1.5. Té verde
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4.1.8. Resveratrol
4.1.10. Granada
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Entre los muchos factores que pueden contribuir a minimizar las interac-
ciones, una opción puede ser la de separar vitaminas y minerales en dos pre-
mezclas individuales, o encapsular ciertas vitaminas o minerales, o utilizar
una forma particular de un ingrediente específico, por ejemplo, yoduro de
potasio o fosfato de magnesio.Aunque los antioxidantes, ciertos carotenoides
y los ácidos grasos poliinsaturados son el centro de gran parte de los alimen-
tos funcionales vinculados al cuidado de la piel, existen otros ingredientes
emergentes en estudio. Algunos de estos nuevos ingredientes naturales son
enumerados en la Tabla 3.
Acai
Gogi
Mangostán
GABA
Aloe Vera
Curcumin
Glucosamina
Botánicos
Probióticos
Mar-Espino
Fruto de Dragon
Gooseberry India
Yumberry
Semilla de uva
Soja
4.3.1. Psoriasis
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ABREVIATURAS
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Los alimentos funcionales son productos de uso cotidiano que incorporan ingredientes de probada
actividad biológica, con capacidad para reducir el riesgo de contraer enfermedades crónicas no
transmisibles o favorecer determinados efectos saludables. Su diseño debe estar sustentado por
criterios científicos de alto nivel, y su comercialización sometida al cumplimiento de una normativa
rigurosa y avanzada (Reglamento sobre alegaciones nutricionales y propiedades saludables en los
alimentos de la Unión Europea). Amparada por este Reglamento, la industria alimentaria tiene la
oportunidad de comercializar productos exclusivos, con actividad preventiva o de mejora de
enfermedades, validados por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
El diseño de alimentos funcionales requiere combinar criterios científicos avanzados procedentes de
muy diversas áreas como la biomedicina, la nutrición, la toxicología, la ciencia y tecnología de los
alimentos y la legislación alimentaria. La sociedad demanda alimentos funcionales de efectos
saludables demostrados, seguros y correctamente prescritos por profesionales de la Medicina o de
la Nutrición.
El temario de este manual está dirigido a todos aquellos profesionales del sector alimentario (industria,
distribución, administraciones públicas competentes en calidad y seguridad alimentaria), del sistema
de salud (médicos, dietistas) y titulados superiores en Ciencias o Ciencias de la Salud que deseen
adquirir conocimientos especializados en el diseño, recomendación y adecuada prescripción de
alimentos funcionales.
El objetivo fundamental de este manual es proporcionar la formación integral, específica y avanzada
necesaria para el diseño, la producción y la validación de alimentos funcionales, incluyendo los
aspectos científicamente más novedosos, su enfoque nutrigenómico y los criterios a aplicar según la
normativa europea que regula la comercialización de alimentos funcionales.
Los autores de este manual, profesionales de prestigio en este campo, coordinaron el trabajo para
ofrecer un contenido claro, didáctico, riguroso y científico que aborde todo lo relacionado con este
tema desde su diseño hasta la aplicación en patologías de alta prevalencia en nuestra sociedad.
ISBN: 978-84-362-6162-2
88167
educación
Editorial
permanente
9 788436 261622
0188167EP01A01