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CAPÍTULO 1

GENERALIDADES

Objetivos
General
Deseamos que el lector de esta obra (médico de emergencias y paramédico)
se oriente en la evaluación y tratamiento integral del paciente traumatizado, de
manera que asegure una equitativa y óptima atención para todas las víctimas
del trauma.
Específicos
La lectura de este capítulo permitirá:
1. Identificar los conceptos y principios de la atención primaria y secundaria
del paciente traumatizado.
2. Establecer las prioridades en el manejo.
3. Optimizar y sistematizar la asistencia del paciente politraumatizado en
el servicio de urgencias.

La atención del politraumatizado requiere de decisiones rápidas, bajo presión,


ya que la probabilidad de supervivencia puede disminuir abruptamente con cada
minuto que pasa en la evolución del trauma. Además, una de las consideraciones en el
tratamiento de éste es no causar daño adicional.
Todo intento de atención al politraumatizado posee: estructura, secuencia y va-
riedad de etapas intermedias.

Los pacientes son valorados y las prioridades de tratamiento se es-


tablecen a partir de las lesiones, la estabilidad de sus signos vitales y el
mecanismo de lesión.

En el paciente politraumatizado grave, la secuencia lógica de prioridades de


tratamiento deberá establecerse de acuerdo con la valoración global.
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Capítulo 1 • Generalidades

Las funciones vitales deben ser evaluadas rápida y efi cazmente.


El manejo del paciente debe consistir en:
1. Una rápida valoración inicial unida a la reanimación de las funciones vitales.
2. Un examen secundario más detallado.
3. El inicio de un tratamiento defi nitivo.
Todo este proceso se conoce como el manejo inicial, es decir el ABC del
traumatizado e identifi ca las situaciones que comprometen la vida del paciente.
Durante el examen primario, las situaciones de riesgo vital son identifi cadas y
tratadas simultáneamente. Por tal motivo, se describe una atención vertical, donde se
toman en consideración las prioridades de atención, es decir:
• Vía aérea.
• Ventilación. Nunca se debe omitir ninguno
de los pasos de la secuencia o
• Circulación. pasar al siguiente sin controlar el
precedente.
• Manejo del dolor.
Sumada a la anterior existe una atención horizontal, es decir, la atención simultánea
por parte del equipo de trauma, en la cual cada miembro del mismo se encarga de
forma individual de algún ítem del manejo inicial (Fig. 1.1). Por ello, la atención al
politraumatizado es multidisciplinaria y en conjunto, en el cual cada miembro debe
conocer su rol y ejecutarlo de manera sistemática.

Orden
de Atención
prioridad simultánea

Atención vertical Atención horizontal

Fig.1.1 Atención simultánea (vertical y horizontal) del paciente politraumatizado.

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Manejo integral del Paciente Politraumatizado

Para concluir citamos la defi nición de trauma dada por el doctor José
Trostchansky:

“El trauma es la ciencia y la práctica de la medicina de cuidados


críticos, multidisciplinarios, para pacientes con lesiones, la cual in-
cluye además su organización, administración, docencia, investigación,
evaluación, a través de toda una cadena que se inicia con la prevención y se
apoya en la asistencia prehospitalaria, intrahospitalaria y poshospitalaria
(rehabilitación)”.

LA UNIDAD DE
POLITRAUMATIZADOS
Las muertes prevenibles por trauma en Estados Unidos alcanzan hasta 20% y se
deben a la inadecuada reanimación y sistema de atención (falla en la obtención de una
vía aérea permeable, en el manejo de líquidos y en el reconocimiento del sangrado
interno).
La Unidad de Politraumatizados (UPT) es un eslabón del sistema de trauma;
forma parte de la atención hospitalaria y consiste en un espacio físico que goza de las
siguientes características:
• Disponibilidad las 24 horas del día, los 365 días del año.
• Camillas de transporte con módulos de monitoreo no invasivo.
• Acceso directo al área quirúrgica.
• Personal altamente capacitado para la atención del paciente politraumatizado.
Debe contar con el apoyo de servicios satélites como:
• Unidad de Terapia Intensiva.
• Banco de Sangre.
• Laboratorio.
• Imagenología (TC helicoidal, ecosonograma, fl uoroscopia).
• Rehabilitación.
Además, la UPT debe contar con el apoyo de todas las especialidades las 24 horas
del día, tales como traumatología, cardiología, oftalmología, ORL, cirugía plástica,
entre otras.

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Capítulo 1 • Generalidades

Objetivos
Generales:
• Mejorar la calidad de atención en los pacientes severamente lesionados.
• Disminuir en forma significativa la tasa de morbimortalidad por trauma (muer-
tes prevenibles).
Específicos:
• Reanimación.
• Estabilización.
• Diagnóstico precoz.
• Estancia breve: menos de 6 horas.
• Docencia.
• Investigación.

Características
La UPT debe cumplir con ciertos requisitos tanto físicos como de equipamiento,
con el objeto de brindar un espacio acorde tanto para el paciente como para el equipo
de trauma.
Antes de continuar, es importante definir los componentes de la UPT:
• El ambiente, el cual es el área física (propiamente dicha) donde funciona la
UPT.
• El módulo, que es el conjunto de implementos agrupados para proveer
atención al paciente, entre los cuales se encuentra: la camilla, el monitor, la
toma de aire, el oxígeno y succión, la lámpara y el desfibrilador. Se entiende
que un módulo es para la atención de un solo paciente.
El número de pacientes que pueden ser atendidos en la UPT, en situaciones
ordinarias, está dado por el número de módulos disponibles.
El conocimiento de estos componentes es importante a la hora de clasificar las
unidades de trauma. Existen unidades:
• Tipo 1 uniambientales multimodulares, es decir, un solo ambiente con
varios módulos de atención (Fig.1.2a).
• Tipo 2 multiambientales unimodulares, varios ambientes con un módulo
de atención por cada uno de ellos (Fig.1.2b). En las unidades tipo 2, es ideal
que exista comunicación entre los ambientes, condición a ser utilizada en
situaciones extraordinarias.
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Manejo integral del Paciente Politraumatizado

Para el cumplimiento de una atención de alto nivel se debe contar con personal
entrenado en cirugía mínimamente invasiva, imagenología invasiva para la realiza-
ción de angioembolizaciones y en todas las especialidades médicoquirúrgicas para
la valoración integral de estos pacientes.

Fig. 1.2 Unidades de politraumatizados: a) tipo 1; b) tipo 2.


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Capítulo 1 • Generalidades

El ambiente para cada módulo debe ser de 4 m2, es decir, 16 m de área total,
lo que permite el fácil desplazamiento del equipo de trauma alrededor del paciente.
Los equipos y materiales del área deben ser aéreos, preferentemente, es decir, deben
colgar del techo para evitar contacto con el piso (Fig.1.3).

3 1

4
5
6
9
6

8 8

Fig. 1.3 Equipos necesarios para la conformación de una Unidad de Politraumatizados tipo 1
(2 módulos de atención): 1) soluciones aéreas; 2) carteles informativos; 3) unidades
de almacenamiento; 4) colector de agujas y desechos biológicos; 5) Tomas de O2
y aspiración; 6) monitoreo no invasivo; 7) tabla espinal larga; 8) camilla movible;
9) ecosonograma portátil.
Fuente: Policlínica La Arboleda, Caracas. Venezuela.

A su vez, el piso debe estar recubierto de material antirresbalante y la iluminación


del ambiente debe ser adecuada. Finalmente, deben cumplirse los criterios de
bioseguridad en cuanto a la protección contra radiaciones; por ello las paredes deben
estar recubiertas con plomo y deben existir equipos de protección.
La regulación térmica del ambiente es de suma importancia, ya que el proce-
dimiento inicial para el control de la hipotermia del paciente es el control de la
temperatura ambiental.
Además de los equipos necesarios para la conformación de la unidad de
politraumatizados, es indispensable contar con determinados materiales para la
atención de cada uno de los puntos de la evaluación sistemática. Los materiales
necesarios según el nivel de atención integral del politraumatizado se presentan en
la Tabla 1.1.

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Manejo Integral del Paciente Politraumatizado

Tabla 1.1 Materiales requeridos para la atención del politraumatizado.

Puntos de evaluación Tipo de material


Sondas de succión.
Cánulas de Mayo o Guedel.
Laringoscopio.
Tubos orotraqueales.
A Equipo de cirugía menor.
Traqueostomos.
Collarines rígidos (tipo Philadelphia).
Pinzas McGill.

Mascarillas con reservorio.


AMBU® (dispositivo bolsa-máscara).
B Equipo de cirugía menor.
Tubos de tórax (con o sin guiador).
Trampas de agua.

Compresas y vendas.
Sondas de Foley (como botón hemostático).
C Yelcos y equipos de infusión.
Soluciones ringer lactato y/o fisiológica (0,9%).

D Fuente de luz (reacción pupilar).

Tijeras especiales para retiro de vestimenta.


Cobijas.
E Mantas térmicas.
Equipo de calentamiento de soluciones(1).

Para el calentamiento de soluciones se requieren equipos especiales como el Level One® y/o Hot Line®;
(1)

sin embargo, es suficiente la utilización de un horno de microondas para tal fin.

Prioridades de atención
La atención a los pacientes politraumatizados va a depender de dos situaciones
definidas:
• El volumen de pacientes que llegan a la emergencia.
• La capacidad del centro que los recibe.
Tomando en cuenta esta condición podemos definir dos tipos:
• Situaciones ordinarias: son aquellas en las que el número de pacientes no
excede la capacidad, física, humana y material del centro; por lo tanto, la
atención está dirigida al paciente severamente lesionado, con compromiso
de la vida.

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Capítulo 1 • Generalidades

• Situaciones extraordinarias: son aquellas en las que el número de lesionados


excede la capacidad física, humana y material del centro; por lo tanto, la
atención está dirigida al paciente con mayor probabilidad de supervivencia,
el cual no necesariamente es el lesionado más grave. Esta conducta podría
acarrear problemas éticos, pero su única intención es la disminución de
muertes prevenibles.

Criterios de ingreso
Todo paciente que a posteriori de un traumatismo presente uno o más de los
siguientes criterios, debe ser ingresado en la unidad de politraumatizados. Los criterios
de ingreso se ajustan principalmente a los planteados en el ATLS®, (1) aunque se han
incluido otras situaciones propias de nuestra unidad. Estos criterios se agrupan de la
siguiente manera:
u Fisiológicos
• Escala de coma de Glasgow (ECG) < 14 puntos (Tabla 1.2).
• Frecuencia respiratoria (FR) < 10 o > 29 por min.
• Presión arterial sistólica (PAS) < 90 mm Hg.
• Escala revisada de trauma (ERT) < 11 puntos (Tabla 1.3).
• Saturación de oxígeno < 90%.

v Anatómicos
• Tórax inestable.
• Dos o más fracturas proximales de huesos largos.

Tabla 1.2 Escala de coma de Glasgow (ECG).

Evaluación
Ocular Verbal Motora
Espontánea 4 Orientado 5 Obedece órdenes 6
Orden verbal 3 Confuso 4 Localiza dolor 5
Palabra
Estímulo doloroso 2 3 Retirada al dolor 4
inapropiada
Palabra
Ninguna 1 2 Flexión al dolor 3
incomprensible
Sin respuesta 1 Extensión al dolor 2

Sin respuesta 1

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Manejo Integral del Paciente Politraumatizado

Tabla 1.3 Escala revisada de trauma (ERT).

Glasgow PAS FR Puntos


13 - 15 ≥ 89 10 - 29 4
9 - 12 76 - 89 ≥ 29 3
6- 8 50 - 75 6- 9 2
4- 5 1 - 49 1- 5 1
3 0 0 0
PAS: presión arterial sistólica FR: frecuencia respiratoria

• Amputación proximal a la muñeca o tobillo.


• Trauma penetrante en cabeza, cuello, tronco y extremidades proximales al
codo y rodilla.
• Estigmas de trauma cerrado de tórax (sospecha de trauma cardíaco).
• Parálisis de extremidades.
• Fracturas pélvicas.
• Combinación de trauma y quemaduras.
• Aplastamientos.
• Sospecha de lesión vascular.
• Estigmas de trauma por cinturón de seguridad.

w Relacionados con el accidente


• Eyección del automóvil, vehículo o motocicleta.
• Muerte de un pasajero, en el mismo compartimento.
• Colisión a alta velocidad ( > 100 km/h).
• Deformidad del vehículo > 50 cm.
• Deformación del volante.
• Tiempo de rescate > 20 min.
• Caídas > de 6 m.
• Volcadura.
• Impacto peatón - vehículo.
• Colisión en motocicleta.
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Capítulo 1 • Generalidades

• Exposición a explosiones.
• Aplastamientos.
• Inhalación de humo.
• Inhalación de sustancias tóxicas relacionadas con trauma.
• Quemaduras de grado II Área de Superficie Corporal (ASC) > 20%.
• Quemaduras de grado III ASC > 5%.
• Lesiones eléctricas por alto voltaje.
• Sustancias químicas y biológicas.

x Relacionados con la condición del paciente


• Edad < 5 o > 55 años.
• Embarazo.
• Inmunosuprimidos (HIV, oncológicos).
• Cardiópatas.
Establezca el (los) criterio(s)
• Diabéticos. de ingreso descartando las op-
ciones en forma creciente:
• Obesidad mórbida.
• Coagulopatías.
uu vu wu x
Sólo ingresan a la UPT pacientes > 12 años (catalogados como adultos).
La estancia en la UPT debe ser menor a 6 horas, período en el cual se establecerá
el destino del paciente.
Todo paciente que haya sido trasladado por vía aérea (por ala fija o rotatoria) debe
ser ingresado a la UPT.

CATEGORIZACIÓN DE
LOS PACIENTES
El objetivo de la categorización de los pacientes es mejorar la operatividad del
servicio de emergencias y la atención a las víctimas del trauma, ya que, como se
planteó anteriormente, en situaciones extraordinarias la clasificación o triaje de los
pacientes optimiza la capacidad de respuesta ante un desastre.
Debido al alto índice de violencia y a los cada vez más frecuentes desastres natu-
rales que conllevan situaciones con múltiples víctimas, es de fundamental importan-
cia la implementación de un plan ante situaciones de desastre desarrollado en tiempos
de normalidad para ser aplicado en tiempo de desastres.
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Manejo integral del Paciente Politraumatizado

Existe un consenso internacional para la clasifi cación del paciente por colores,
según las características de éste y su prioridad.
• Pacientes prioridad 1 (P1) rojo: cualquier paciente que luego de sufrir
un trauma requiera de reanimación inmediata (al llegar a la UPT), según
los criterios de triaje para el establecimiento de prioridades. Paciente que
requiera de intervención quirúrgica inmediata.
Todo paciente P1 debe ser atendido en la UPT, a excepción de que se declare
situación de emergencia (extraordinaria), como en caso de desastres, y se
habilite otro espacio físico para tal fi n.
• Pacientes prioridad 2 (P2) amarillo: paciente que luego de sufrir un trauma
requiere atención mediata (aquel que por su condición general su tratamiento
puede diferirse dentro de la primera hora de su llegada a la emergencia).
Luego de la evaluación primaria y secundaria requiere hospitalización en el
servicio correspondiente para observación. Entran dentro de esta clasifi cación
aquellos pacientes sometidos a tratamiento conservador (no operatorio).
• Pacientes prioridad 3 (P3) verde: paciente que luego de sufrir un trau-
ma requiere atención diferida (aquel que por su condición general su tra-
tamiento puede diferirse dentro de las primeras tres horas de su llegada a la
emergencia). Luego de la evaluación primaria y secundaria puede egresar
de la UPT, mantenido en observación en la emergencia y posteriormente
egresado con tratamiento ambulatorio y control posterior. Generalmente,
los pacientes categorizados como P3 permanecen menos de 24 horas en
observación.
Algunas clasifi caciones incluyen en
este color a los pacientes agónicos o pa- La priorización de los pacientes
cientes con escasa o nula capacidad de está relacionada con el tiempo de
supervivencia; nosotros preferimos in- respuesta: los pacientes P1 deben
cluir un nuevo color, el gris, ya que en ser atendidos inmediatamente; los
situaciones críticas esta unión tiende a P2 en un lapso no mayor a 1 hora
producir confusión. (60 min); y los P3 pueden esperar
• Pacientes prioridad 4 (P4) gris: hasta 3 horas (180 min).
este tipo de categorización sólo
se emplea en situaciones extraor-
dinarias, es decir, en situaciones
de desastre. Son los pacientes que luego de sufrir un trauma, su condición
es crítica con escasa o nula probabilidad de supervivencia. En situaciones
extraordinarias, es importante brindar la atención y recursos a aquellos
pacientes con probabilidades reales de supervivencia, sobre todo si se trata
de P1 (atención inmediata).

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Capítulo 1 • Generalidades

• Pacientes prioridad 5 (P5) negro:


paciente que ingresa sin signos
vitales ni signos de vida. Es ne-
cesario el registro de estos pacien-
tes así como el conocimiento de
su destino fi nal para informar a los
familiares.
Esta categorización (Fig.1.4) es utili-
zada en situaciones ordinarias hasta la prio-
ridad 3 (P3), y en situaciones extraordi-
narias hasta la prioridad 5 (P5). A todo
paciente en prioridad 4 (P4) en situación
ordinaria se le debe brindar todo el apoyo
disponible en el centro de salud. Cualquier
personal relacionado con salud que sufra
una lesión en el contexto de una situación
extraordinaria es prioridad 1 (P1).
Durante la estancia hospitalaria, un
paciente politraumatizado mantiene la ca-
tegorización según su prioridad. Recuerde
que dicha clasifi cación es un proceso diná-
mico y bidireccional, es decir, un paciente
puede evolucionar satisfactoriamente des-
de una situación P1 hasta P3, o por el
contrario siendo P3 convertirse en P1. Sólo
el juicio clínico, la constante observación
y la aplicación de la apropiada tecnología
diagnóstica pueden reducir al mínimo el
error de categorización.
A continuación presentamos un fl ujo-
grama que refl eja la dinámica intrahos-
pitalaria del paciente politraumatizado que
es admitido en la UPT (Fig. 1.5).

Si tiene dudas con respecto a la


clasificación otorgada a un paciente,
clasifíquelo un grado más alto a la
categorización estimada.
Fig. 1.4 Categorización del paciente
politraumatizado.
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Manejo integral del Paciente Politraumatizado

Fig. 1.5 Flujograma del paciente politraumatizado categorizado según su ubicación hospita-
laria en situaciones ordinarias.

ESTRATEGIAS DE IDENTIFICACIÓN
Y CATEGORIZACIÓN DE LOS PACIENTES
POLITRAUMATIZADOS
Una vez categorizado el o los pacientes, es importante su identifi cación para
evitar confusiones en la administración del tratamiento o en la realización de estudios
paraclínicos; para proveer información a familiares y para mantener el registro de
pacientes atendidos. En situaciones ordinarias es relativamente fácil la ejecución del
registro, pero en situaciones extraordinarias tenemos que disponer de estrategias para
mantener con seguridad la identifi cación
de cada paciente que es atendido en el
área de emergencia. Para ello existen dos La permanencia en la UPT no
mé-todos, uno de ellos es la colocación de debe exceder las seis horas.
una tarjeta de emergencia que no sólo
contenga los datos propios del paciente
sino el color que le corresponda según la clasifi cación de prioridades que anterior-
mente planteamos. En la Fig. 1.6 presentamos un ejemplo de dicha tarjeta.

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Capítulo 1 • Generalidades

Sistema de fijación de la Número de


tarjeta al paciente tarjeta(1)

NO 001 Instructivo NO 001


- Use una tarjeta para cada paciente.
Tarjeta de Emergencia - Coloque la tarjeta en un lugar visible.
- Escriba la información con letra legible. Instrucciones
Datos de Identificación del paciente
- Use tinta indeleble.
para el uso
identificación - Retire la pestaña del color hasta obtener la clasifi-
Nombre: cación de prioridad del paciente. de la
del paciente. RECUERDE: El color de la pestaña más distal corres-
Apellido: ponderá a la clasificación de prioridad del paciente. tarjeta.
Si el paciente fallece, despegue la última pestaña y
Edad: mantenga la tarjeta con el cadáver para su identifi-
cación.

Prioridad 4 Prioridad 4

Prioridad 3 Prioridad 3 Las pestañas


Pestañas de colores
de colores, están impresas
fácilmente también en
desprendibles. Prioridad 2 Prioridad 2 el reverso.

Prioridad 1 Prioridad 1

Anverso Reverso
(1)
Todas las tarjetas deben estar numeradas, y ese número es el que corresponderá al paciente que no pueda
ser identificado.
Fig. 1.6 Características de la tarjeta de emergencia.

El instructivo que la tarjeta contiene en el reverso es el siguiente:


• Use una (1) tarjeta para cada
paciente.
• Coloque la tarjeta en lugar vi-
El color de la pestaña más dis-
sible.
tal corresponderá a la clasifica-
• Escriba la información con letra ción de prioridad del paciente.
legible.
• Use tinta indeleble.
• Retire la pestaña del color hasta obtener la clasifi cación de prioridad del
paciente.
• Si el paciente fallece, despegue la ultima pestaña y mantenga la tarjeta con
el cadáver para su identifi cación.
Una vez identifi cado el paciente, se procede a darle la clasifi cación que según
su estado le será otorgada; para ello se desprende la o las pestañas correspondientes
hasta dejar en el borde de la tarjeta el color que corresponde, es decir, si el paciente es
prioridad 3 (verde), debemos desprender las pestañas amarilla y roja (Fig. 1.7).
La otra forma de identifi car a los pacientes, aunque un poco rudimentaria pero
muy útil, es el rotulado del nombre sobre la piel, tratando siempre, de ser posible, de
utilizar la cara lateral del brazo (Fig. 1.8). Cuando no se dispone de la identidad del
paciente es preciso asignarle un nombre para efectos administrativos, por tal motivo
lo nombraremos desconocido y le asignaremos el número de la tarjeta de emergencia
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Manejo Integral del Paciente Politraumatizado

o si no disponemos de ésta lo nombraremos de acuerdo con el número de pacientes


desconocidos que ingresen a la unidad de politraumatizados; así, se asignarán los
números en orden creciente: desconocido 1, desconocido 2, etc.

a
N 001
O

Tarjeta de Emergencia
Identificación del paciente

Nombre: Pedro

Apellido: Pérez Rodríguez

Edad: 30

Prioridad 4

Prioridad 3 b

Prio
rida
d2
Prio
rida
d1

Fig. 1.7 Ejemplo de personalización Fig. 1.8 Rotulación de identificación a pacien-


de tarjeta de emergencia con tes politraumatizados en el caso de si-
identificación de la víctima y tuaciones extraordinarias: a) paciente
clasificación de prioridad. con identificación conocida; b) pa-
ciente sin identificación.

PROTECCIÓN UNIVERSAL
La atención al paciente politraumatizado en la UPT debe comenzar con la
protección del personal que labora en dicho espacio físico, con el objeto de minimizar
el riesgo de transmisión de enfermedades.
El uso de batas impermeables, guantes, tapabocas, gorros y lentes debe ser
obligatorio. El material con riesgo biológico, tales como agujas o catéteres, debe ser
depositado en recipientes para tal fin (Fig. 1.9).
Los implementos de protección deben ser utilizados por los miembros del equipo
que tienen contacto directo con el paciente; las batas de protección deben cubrir desde
el cuello hasta las rodillas, además de la totalidad de los brazos. Recuerde siempre el
uso de calzado cerrado e impermeable.

15
Capítulo 1 • Generalidades

a b c

Fig. 1.9 Señalizaciones para el personal que labora en la emergencia: a) uso de lentes, tapa
boca, gorro; b) uso de guantes; c) riesgo biológico.

Cualquier procedimiento quirúrgico


Trate a todo paciente que se realice en la UPT (toracotomía mí-
como potencialmente in- nima, toracotomía reanimadora, lavado
fectado. peritoneal u otros ) debe cumplir las me-
didas de asepsia y antisepsia; igualmente,
debe realizarse con suficiente luz.

ORGANIZACIÓN DEL
EQUIPO DE TRAUMA
Con la finalidad de proveer una mejor atención al paciente víctima de un trauma,
cada miembro del equipo tendrá una posición y un objetivo; de esta manera se
abordarán simultáneamente cada una de las esferas de atención.
Debe existir un líder (amarillo), el cual será el miembro del equipo con mayor
experiencia en la atención al trauma. En líneas generales el líder no ejecuta ninguna
acción más que la de dirigir al resto del equipo (a menos que existan sólo cuatro o
menos miembros del equipo para la atención al politraumatizado).
Se establecen tres esquemas de atención según la cantidad de miembros:
• Esquema A con cinco miembros.
• Esquema B con cuatro miembros.
• Esquema C con tres miembros (Fig. 1.10).

Objetivos de cada miembro


Cada miembro del equipo, estratégicamente ubicado, debe atender un área
específica de la evaluación sistemática, de la manera siguiente:

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Manejo integral del Paciente Politraumatizado

• Miembro I:
✔ Vía aérea


✔ Control de la columna cervical

• Miembro II (1):

✔ Ventilación
✔ Circulación, control de la hemorragia


✔ Valoración neurológica
✔ Exposición y control de la hipotermia

• Miembro III:

✔ Circulación, control de la hemorragia

✔ Valoración neurológica

✔ Exposición y control de la hipotermia
✔ Registro del paciente

• Enfermera(o):

✔ Circulación, control de la hemorragia
✔ Exposición y control de la hipotermia


✔ Manejo del dolor

(1)
La posición del miembro II puede variar de derecha a izquierda según las lesiones del paciente.

El registro del paciente generalmente


En la UPT sólo debe permane-
lo realiza el miembro III; sin embargo,
cer el equipo de trauma, ya que
este procedimiento puede realizarlo el
personal ajeno al área puede obs-
miembro del equipo con menor ocupación
taculizar la atención al paciente
en el momento de la atención del politrau-
politraumatizado.
matizado.

Fig. 1.10 Organización del equipo de trauma, según la disponibilidad de miembros.


17
Capítulo 1 • Generalidades

ASPECTOS PSICOLÓGICOS
EN LA ATENCIÓN
A POLITRAUMATIZADOS
Dentro de los pilares fundamentales que se imponen en la atención al paciente
politraumatizado, se encuentran: el control emocional, la agilidad en los razona-
mientos, la atención al problema real y la seguridad en las decisiones.

Control emocional
Realmente no existe un estereotipo de cómo debería ser el perfil psicológico del
personal que atiende emergencias y desastres; sin embrago, se espera una cierta prepa-
ración emocional y mecanismos psicológicos de afrontamiento lo suficientemente
adecuados y maduros como para tolerar la exposición a situaciones que suponen un
alto nivel de exigencia y pericia bajo presión.
Una de las fortalezas psicológicas que deben estar presentes en el personal de
emergencias es sin duda el control emocional, el cual se refiere a la habilidad de moderar
la propia reacción emocional a una situación, es decir, autocontrol, entendiendo por
éste no ahogar o reprimir las emociones, sino regular, controlar o eventualmente
modificar estados anímicos y sentimientos (o su manifestación inmediata), ya que
los sucesos traumáticos pueden, en una persona sin esta habilidad, desencadenar
reacciones emocionales graves e inusitadas, las cuales podrían ser inconvenientes
o perjudiciales e interferir con su capacidad para la toma de decisiones durante la
atención al paciente.
La posibilidad de modificar estados emocionales negativos se fundamenta en el
moderno y exitoso modelo cognitivo que explica estas experiencias. Usualmente se
piensa en la ansiedad, la tristeza o irritabilidad como productos automáticos de la
situación externa que se vive. En este caso, el personal que se enfrenta a situaciones
de emergencia o desastre puede atribuir su pánico, culpa o incapacidad emocional
directamente a la emergencia que presencia. Esto es totalmente inexacto. En el
modelo cognitivo la causa directa del estado emocional no es el hecho externo sino
la cognición o interpretación que da la persona al hecho externo. La secuencia real de
eventos es la siguiente:
1. Situación de emergencia o desastre que se presenta para la atención.
2. Interpretación o pensamientos sobre la emergencia o desastre.
3. Estado emocional consecuencia de 2.
4. Acciones conductuales específicas (selección de un procedimiento médico
sobre otro, manera de implementarlo, uso de ayudantes o no, etc.) como
consecuencia de 2 y 3.

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Manejo integral del Paciente Politraumatizado

La clave del control emocional se halla en segundo evento. No se dan estados


emocionales aislados de los pensamientos específi cos sobre la situación. Pensamientos
extremistas, distorsionados y en general irracionales generan estados emocionales de
tonalidad negativa que, a su vez, dan lugar
a acciones inefi cientes. Tal vez un ejemplo
ayude a aclarar esto. Si ante una emergencia Puede modificar sus estados
la persona responsable automáticamente emocionales modificando su inter-
piensa: “Es terrible que esto ocurra. No pretación de la emergencia. Si su
debería ocurrir”, lógicamente seguirá un interpretación es extremista e irra-
estado emocional negativo limitante que cional, su estado emocional será
difi cultará las acciones terapéuticas ne- igual. Pero está en nuestro poder
cesarias. Nadie puede enfrentarse exito- criticar nuestras interpretaciones
samente a una situación que evalúa como distorsionadas y dar pie a formas
imposible, inaceptable o terrible solo de de pensamiento más racionales,
contemplar. Si la misma persona pensara: que originen estados emocionales
“Es desagradable que ocurran estas cosas, no limitantes para la calidad de
pero situaciones así le pueden ocurrir a la atención al paciente a nuestro
cualquiera”, el estado emocional sería me- cargo.
nos limitante. La persona racionalmente
acepta la posibilidad de situaciones semejantes y por lo tanto es más libre de actuar
sin la presión que supone enfrentarse a lo inaceptable.
Así que revisar la manera de pensar sobre las situaciones que se presentan, es el
instrumento fundamental para evitar limitantes emocionales. Cada persona, de acuer-
do con sus experiencias vitales y su constitución, desarrolla un estilo de pensar sobre
las cosas. Algunos estilos están marcados por el extremismo y el catastrofi smo, es
decir, por la tendencia a evaluar diferentes situaciones como terribles, inaceptables e
inmanejables en la práctica. Este estilo es modifi cable a través de la crítica racional.
El personal de emergencia constantemente debe explorar qué pensamientos me-
dian entre la situación real y su respuesta emocional. Al criticar las formas irracionales
de pensar se logra la modifi cación de las emociones. El control emocional debe estar
presente en todos y cada uno de los miembros del equipo de trauma y más aún en el
líder del equipo.
La aplicación de esta estrategia debe cumplirse tanto durante la atención prehos-
pitalaria, es decir en el lugar del incidente, como en el área hospitalaria, ya sea en la
unidad de politraumatizados o en el área de shock. Ambas áreas tienen características
propias. La primera de ellas generalmente
inmersa en situaciones de desastre o he-
chos con múltiples víctimas, aquella con Es imposible pretender contro-
niños o adultos heridos de gravedad, ca- lar emocionalmente a un paciente
dáveres o partes de éstos, o la exposición si nosotros mismos no lo estamos.
a la pérdida de compañeros de trabajo. Tal
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Capítulo 1 • Generalidades

situación podría propiciar un trauma emocional. Sin embargo, el personal debe estar
preparado para afrontar tal condición, adoptando actitudes racionales que sustituyan
los pensamientos e interpretaciones irracionales mediadores del malestar emocional.
Por otro lado, la unidad de politraumatizados es un área que especialmente re-
quiere un buen autocontrol, sobre todo en situaciones de múltiples víctimas, ya que
precisa de decisiones rápidas tomadas con la mayor serenidad, para el establecimiento
de las prioridades de cada uno de los pacientes.
Un paciente que sufre un evento traumático puede presentar cualquiera de las
variaciones emocionales que presentamos a continuación:
• Ansiedad.
• Afl icción.
El estado emocional del pa-
• Negación. ciente politraumatizado que llega
• Pánico severo. a la emergencia es de gran te-
• Miedo. mor; además, se encuentra mu-
• Irritabilidad. chas veces confundido por el he-
cho. Sin embargo, cada paciente
• Tristeza.
responde de una manera distinta
• Pérdida del control emocional. a cada situación.
• Frustración.
• Culpa: a los demás o a sí mismo.
Tales sentimientos también pueden presentarse en el personal que atiende
emergencias.

Agilidad en los razonamientos


Toda situación traumática que no se acompañe de un adecuado control emocional
para el personal que asiste al paciente politraumatizado, tal y como se expresó ante-
riormente, puede causar una desorganización cognitiva que afecta la capacidad de
atención, el nivel de interés, participación y la capacidad para adquirir la información
que suministra el personal asistencial. Por tal motivo, si disponemos de un adecuado
autocontrol y además de un conjunto de conocimientos previamente adquiridos, será
más fácil la aplicación de pautas y procedimientos preestablecidos para la adecuada
atención del politraumatizado.

Atención al problema real


El pleno conocimiento de la situación a la que estamos expuestos nos da la
posibilidad de establecer las prioridades de cada paciente, además de dirigir nuestra
atención al problema más serio que presente la víctima, es decir, el que comprometa

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Manejo integral del Paciente Politraumatizado

su vida de forma inmediata, dejando a un lado las lesiones distractoras y centrándonos


en la verdadera prioridad del enfermo. En este punto es de suma importancia la ex-
periencia del personal que asiste a la víctima; por ello el líder del equipo, que dirige la
asistencia a víctimas del trauma, debe ser
quien disponga de la mayor experiencia
y entrenamiento en tales situaciones. Se Nadie busca y mucho menos
asevera en términos de estrategia que un encuentra lo que no conoce.
paso para vencer al enemigo es conocerlo.

Seguridad en las decisiones


Obviamente, si cumplimos con los tres pilares anteriormente expuestos, no será
difícil que las decisiones que tomemos en cuanto a manejo y tratamiento de pacientes
víctimas del trauma sean tomadas en un marco de seguridad, en relación con la salud
de la víctima.
Con frecuencia el equipo de trauma no está consciente de la necesidad de cuidarse
y de preservar su bienestar emocional y físico, especialmente cuando las actividades
incluyen atención a altos volúmenes de pacientes y largas horas de trabajo.

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