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LA ELECCIÓN ES EL MÉTODO GLOBAL

En el campo del entrenamiento del futbol muchos autores han planteado diferentes
metodologías y procesos metodológicos para alcanzar el mayor desarrollo de las
diferentes capacidades y componentes del rendimiento; la técnica es un
componente del rendimiento deportivo de gran importancia para toda modalidad
deportiva.
Existe en la literatura varios métodos para el entrenamiento de la técnica, en una
recapitulación de diversos autores se plantean tres grandes métodos para el
entrenamiento y desarrollo de la técnica deportiva: el método global, el método
analítico y el método analítico progresivo. Para el presente se ha elegido el método
global como mejor opción para la enseñanza del fútbol, pero ¿Por qué este método
precisamente?
En primera instancia, es importante saber que el método global o integral se da a
través de pequeños juegos de 3 x 3, 4 x 4… - ello dependiendo de la cantidad de
jugadores - y en espacios con diferentes dimensiones, pero siempre en espacios
reducidos (Pacheco, 2004).
Partiendo de esto, resulta que este método es de gran motivación para los
participantes, pues supone que para superar a un contrario requiere la intervención
automática de sus capacidades físicas y mentales (imaginación, creatividad, entre
otras). Aquí el jugador se enfrenta ante una situación problema y decide resolverla,
escogiendo aquella acción que crea más conveniente, en lugar de utilizar, de forma
obligada y dirigida, aquella que ha determinado el entrenador.
Por tanto, el método global impacta juntamente en lo que respecta a los aspectos
técnicos, tácticos, y físicos, ya que son su común denominador. Estas se utilizan
como medio para la mejora de las habilidades psicológicas, visuales y físicas. Y
también se combinarán de distinta forma para diseñar micro ciclos y sesiones según
el objetivo que se quiera conseguir.
Cabe resaltar que el entrenamiento por este método en el fútbol comporta una gran
especificidad. A través de la técnica y la táctica se puede trabajar con exactitud los
músculos y capacidades que el deportista solicita en el transcurso de las
competiciones, fenómeno que facilita la modelación del entrenamiento. A su vez,
supone un tipo de estímulos más motivantes para el futbolista pues lo que realmente
encuentra interesante es la práctica de su disciplina. También es necesario que la
dificultad de las habilidades técnico-tácticas vaya en consonancia de la mejora de
las capacidades condicionales que se pretenden.
Teniendo en cuenta lo anterior, algo que no se puede dejar de lado es la toma de
decisiones del entrenador, ya que el buen entrenador es el que planifica y programa
las sesiones de entrenamiento en función de las características de su equipo y la
forma en la que quiere que juegue y no basa los entrenamientos en reproducir
sesiones que han utilizado otros entrenadores en sus respectivos equipos.
Este para la enseñanza de los niños o jóvenes establecerá simulación del juego real
(11 contra 11), en el cual introducirá progresivamente la noción del oponente, la
acción y el gesto en una fase de juego completa (estratégicamente para novatos y
los de experiencia), realizar el entrenamiento en situaciones próximas a la
competición, controlar la evaluación durante el juego, establecer nuevas normas y
va de la táctica a la técnica.
Además, partiendo de los intereses y motivaciones de los aprendices se debe
adaptar el contenido de los entrenamientos a los conocimientos y capacidades
previas del jugador, proporcionar estimulación para que los jóvenes se sientan
eficaces y competentes en el juego, proporcionar información precisa y útil de los
errores que se cometen durante los aprendizajes, orientar la retroalimentación
proporcionada por el entrenador más hacia la comprensión y correcta ejecución,
que hacia el resultado competitivo y presentar contenidos de entrenamiento que
coincidan con los intereses de los jugadores, que reforcemos si se presentan las
conductas deseadas, sugiriendo, no reprochando y centrándonos en su
conducta/acción y no en el resultado.
Como por ejemplo, si en una tarea de entrenamiento un jugador no marca gol ante
una ocasión clara no le diremos “Vamos, que hay que hacer gol”. Se tratará de
orientarle acerca de su acción, para que se centre en su conducta y no en el
resultado de la misma que finalmente puede provocarle ansiedad y como
consecuencia pueda aparecer el miedo a fallar. Centrarse en la acción no en el
resultado, fundamental para el aprendizaje.
Después, con la intención de aprendizaje y mejora continua juntamente vincular las
tareas y ejercicios del entrenamiento al interés principal del jugador, que no es otro
que el de jugar al fútbol: el mejor maestro para el aprendizaje del juego es el juego
mismo, favorecer la similitud entre el juego diversión (en el entrenamiento) y el juego
de verdad (en el partido), programar la dificultad de los ejercicios acorde a los
aprendizajes previos observados en los niños, evaluar los aprendizajes en base al
nivel previo que tenían los jugadores y antes de iniciar el proceso de aprendizaje y
de aplicar contenidos en busca de la consecución de ciertos objetivos se tendrá que
conocer cuál es el nivel inicial de los jugadores. A partir de ahí se trabajará en busca
de objetivos alcanzables.
A continuación, llevar a cabo un proceso de diversificación de los ejercicios y
situaciones en el aprendizaje de los nuevos fundamentos (técnicos, tácticos, físicos,
entre otros), ya que situaciones de juego en las que se aplican estos fundamentos
son muy variadas: por ello la diversidad de ejercicios, tareas, y espacios facilitará la
transferencia de los aprendizajes. Para ello se debe alternar las condiciones de
realización de los ejercicios introduciendo variables como número de jugadores,
oponentes, orientación espacial, dimensiones, finalidad del ejercicio; interrelacionar
las situaciones cambiantes con los conocimientos previos adquiridos; utilizar tareas
variadas en busca del mismo objetivo dando a entender que las situaciones de juego
en el fútbol son muy variadas, se dan en situaciones cambiantes;
Como por ejemplo: el 2 contra 1, se puede progresar a un 2 contra 1 atravesando
la línea con la ayuda de un 2º defensor que corre por la espalda, para pasar a un 2
contra 1 en una zona determinada del campo,…para poder terminar con situaciones
de juego en las que se presenten acciones de 2 contra 1 claras y que los jugadores
sean capaces de identificar.
Y por último, favorecer que los niños establezcan una red interrelacionar entre
todos los fundamentos aprendidos, como por ejemplo, no enseñar el ataque
organizado de manera aislada sino relacionado con los conceptos de repliegue y
cobertura entre las líneas del equipo. Otro ejemplo sería no enseñar el concepto y
la forma del marcaje relacionado con el desmarque, cobertura, vigilancia defensiva
y temporización.
Se deben aplicar estrategias que faciliten el aprendizaje y la interrelación entre los
fundamentos con ilustraciones o dibujos claros y sencillos en las explicaciones y
también ser capaces de transmitir contenidos de entrenamiento, de tal forma que
los jugadores sean a su vez capaces de relacionarlos dentro de la estructura global
del juego.
A manera de conclusión, el objetivo final perseguido en la aplicación del método
global en la enseñanza del futbol durante el proceso de aprendizaje de los
fundamentos es que los niños consigan ser lo más autónomos posibles para un
autocontrol durante todas las etapas del proceso.
Deben tener conocimiento real de lo que aprenden para tener a su vez un
conocimiento objetivo de lo que saben y de lo que son capaces. Esto posibilitará y
asegurará experiencias de éxito y fracaso controladas. Los jugadores serán
capaces de evaluar sus propias actuaciones en base a lo que son capaces de hacer
y de lo que realmente han hecho tanto a nivel individual como grupal.

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