Professional Documents
Culture Documents
Escoge amigos que beneficien tu alma, amigos que realmente puedas respetar, amigos que
quisieras tener junto a ti en tu lecho de muerte, amigos que viven la Biblia y no tienen miedo de
hablar de ella contigo, amigos de los cuales no te avergonzarás cuando venga Cristo, y llegue el
Día del Juicio.
Pero sí te aconsejo que tengas mucho cuidado cómo escoges tus amigos.
No brindes tu amistad a alguien sólo porque es inteligente, agradable, de
buena casta, popular y bondadoso. Todas estas cosas serán muy buenas,
pero no lo es todo. Nunca te satisfagas con la amistad de alguien que no
es útil a tu alma.
Dale esta ayuda, y le importará muy poco qué otra armadura tienes para
protegerte contra él. Satanás sabe muy bien que tu buena educación, tu
buena moralidad, los sermones, los libros, tu hogar cristiano, las cartas de
tus padres, de poco te valdrán si te juntas con amigos inconversos.
Joven, te pido que atiendas mi consejo. Antes de dejar que alguien sea tu
constante compañero, antes de que te acostumbres a contarle todo, a
recurrir a él con todos tus problemas y todas tus alegrías, piensa en lo que
he estado diciendo. Y pregúntate: “¿Será ésta una amistad provechosa
para mí o no?”
Enfatizo mucho este punto porque tiene que ver, más de lo que parece a
primera vista, con tus perspectivas en la vida. Si te casas, es más probable
que escojas una mujer entre las conocidas por los amigos con quienes
andas. Si Jeroboam, hijo de Josafat, no hubiera entablado una amistad con
la familia de Acab, lo más seguro es que no se hubiera casado con la hija
de Acab. ¿Y quien puede estimar la importancia de escoger correctamente
nuestra pareja matrimonial? Es un paso que según un dicho antiguo: “O
hace al hombre o lo deshace.”
¿Me preguntas qué clase de amigos debes escoger? Escoge amigos que
beneficien tu alma, amigos que realmente puedas respetar, amigos que
quisieras tener junto a ti en tu lecho de muerte, amigos que viven la Biblia y
no tienen miedo de hablar de ella contigo, amigos de los cuales no te
avergonzarás cuando venga Cristo, y llegue el Día del Juicio.