Reseña 4

Enfrentamiento Estado – Iglesia (1819-1887)

Rosa María Buitrago Garzón
María Camila Ávila Contreras

“El gobierno, como gobierno, no tiene ni puede tener religión, sea cual fuere la creencia
del individuo que ejerce el poder público; (…), ninguno de sus actos debe afectarse de las
ideas de ninguna religión” (Villegas, 1981, p.42)

A través de la constitución de 1991, Colombia es consagrada como un estado laico,

permitiéndole así una libertad de conciencia, de culto o religiosa, implicando que cada
ciudadano es libre de escoger sus creencias y convicciones, sin que esto implique la
discriminación por otros grupos de carácter religioso o social, además de esta libertad está
amparada ante la garantía a la libertad de culto, establecida en el artículo 19 de la
constitución política que rige actualmente en el país.
Un estado colombiano laico implica que las instituciones gubernamentales y los partidos
políticos no deben tener preferencias religiosas, y las decisiones que se toman en estos
puestos deben tener un carácter independiente de las creencias del individuo que
desempeña el cargo público. A pesar de esto, actualmente existen partidos políticos
fuertemente ligados a la religión católica y cristiana -una de las religiones de mayor dominio
en el país- brindándole a estos partidos un gran poder ya que desde la influencia de la
religión y la iglesia católica y cristiana se ofrece un apoyo político de gran magnitud obtenido
de los feligreses y creyentes. Lo perjudicial de esta relación, es que esta conexión con la
iglesia permite una manipulación más fácil de creencias, actitudes y opiniones hacia
políticas contrarias al movimiento político apoyado (conservador, de derecha o
ultraderecha), lo cual conlleva a que los ciudadanos tomen una posición política sin tener
en cuenta un razonamiento sobre los efectos que esta posición y apoyo tendrían en la
sociedad y en cómo esta está estructurada.
Otra consecuencia de la asociación religiosa con un partido, es el desarrollo de actitudes
de discriminación y odio hacia posturas contrarias, que no solo atacan las propuestas de
política del partido, sino que a su vez se crea una percepción de “ataque” hacia la moral
construida en el culto religioso. Un ejemplo de esto, es un suceso de reciente polémica en
Colombia: la discusión sobre la posibilidad de adopción por parte de personas
homosexuales. En este caso vimos a partidos de derecha y ultraderecha tener un gran
apoyo por parte de la iglesia, al sentirse esta agredida al influir en su concepción de “familia
tradicional”, permitiendo así que este partido político obtenga mayor poder sobre la
población al ser el “defensor” de ideas tradicionales de la religión.
De esta forma nos preguntamos si es posible que, a lo largo de la historia política de
colombiana, se pueda lograr una secularización completa de los cultos religiosos
(principalmente católico y cristiano) y de los partidos políticos tanto de derecha como de
izquierda.
Referencia
 Villegas, J. (1981). Colombia: enfrentamiento Iglesia-Estado 1819-1887. La carreta,
Bogotá, pp.21-69.