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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES


“EZEQUIEL ZAMORA”
SAN CARLOS ESTADO COJEDES
SUB-PROYECTO: ORIENTACION EDUCATIVA

Participante: Yolimar García


C.I.: 9221929
Áreas de Desarrollo de la Orientación Educativa

Realizar una delimitación conceptual de la orientación educativa y sus áreas de


desarrollo es un tanto ambiguo. Son diversos los autores que la conceptualizan desde
perspectivas muy acertadas pero con gran variedad de connotaciones. En mi apreciación, una
de las acepciones más completa, la presenta Medrano (2013), quien señala a la orientación
educativa como un conjunto de conocimientos, metodologías y principios teóricos que
fundamentan la planificación, diseño, aplicación y evaluación de la intervención
psicopedagógica preventiva, comprensiva y continuada dirigida a personas en el contexto
institucional y comunitario.
En efecto, la orientación educativa es el proceso sistemático que sirve de guía, tutela,
acompañamiento, capacitación y ayuda, a través del cual, el orientador propende prevenir,
desarrollar e identificar aspectos en la vida de los discentes que necesiten cambios o
fortalecimientos mediante principios teóricos-prácticos y pedagógicos que permiten
correcciones y cambios de actitud para facilitar y promover el desarrollo integral de los
sujetos a lo largo de las etapas de su vida, con implicación de agentes tanto educativos como
sociales.
Como se puede inferir, la orientación educativa en sus diferentes áreas es necesaria
en el proceso educativo para la formación integral de los educandos mediante programas que
contribuyan al desarrollo de competencias y, a su vez, atiendan las áreas de acción:
institucional, escolar, vocacional y psicosocial tan notables en el proceso de enseñanza-
aprendizaje. Es así como Molina (2002) sustenta que es necesario que la orientación
educativa se divide o trabaje alrededor de áreas para abarcar la mayor parte de las etapas de
desarrollo académico y personal de un individuo mediante la intervención continua de
estrategias metodológicas que permitan la aplicación de sus grandes funciones, invasivas y
de proceso.
En lo que alude a área institucional, el mismo autor acota que la orientación educativa
esta intrínsecamente relacionada con el ideario, misión, reglamentos, valores institucionales
de identidad y de pertenencia. Evidentemente, en esta área es fundamental orientar al
estudiantado en el desarrollo de actitudes y aptitudes en pro de la puesta en práctica sus
habilidades psicológicas y sociales para el logro de una mejor integración con la institución,
con el ideal de consolidar su plena adaptación en el entorno escolar y social, propiciando el
sentido de pertenencia.
En este mismo contexto, la orientación educativa en ámbito escolar según Bisquerra
(2002), indica que ésta proporciona a los discentes habilidades de pensamiento, hábitos de
estudio, nemotécnicas, monitoreo de niños o jóvenes con inteligencias múltiples, estilos
propios de aprendizaje, desarrollo de destrezas ante el rezago académico e incluso estrategias
de aprendizaje. Indiscutiblemente en este campo, la orientación educativa proporciona a los
estudiantes, el conocimiento de los procesos que se desarrollan en el acto de aprender y las
respectivas estrategias para mejorar en su aprendizaje, así como la adquisición de hábitos de
estudio que lo conlleven al máximo aprovechamiento del proceso de aprendizaje.
Bisquerra (2002) también plantea que frecuentemente se confunde a la orientación
educativa con una connotación solo vocacional y está en total desacuerdo debido a que desde
esta perspectiva, está dirigida al específicamente al asesoramiento en carreras universitarias
nacionales e internacionales, a la profesiografía, psicometría, tendencias económicas-
laborales y sociales de las profesiones. Pude constatar que sí existe esta confusión;
preponderantemente, el área vocacional de la orientación educativa permite a los estudiantes
enfrentar la toma de decisiones de manera asertiva respecto a la elección de las diferentes
opciones educativas y laborales que ofrece el entorno. Si la decisión se concretiza con los
estudios correspondientes, entonces puedo aseverar que se delinea el proyecto de vida del
estudiante.
Por último y no menos importante, considero que el área psicosocial en la cual
también cumple sus funciones la orientación educativa, enfatiza específicamente a las de
riesgo social y las actitudinales; propiciando en el estudiante, el desarrollo de
comportamientos y habilidades favorables para la vida a través del establecimiento armónico
y empático entre el entorno social, sus relaciones inter e intrapersonales y su personalidad.
En este orden de ideas, Busot (1998), agrega que el área psicosocial de la orientación
educativa está vinculada con la prevención de riesgos psicosociales, ratificando que se
refieren a: mantenimiento de la salud física y psicológica, tales como adicciones,
drogadicción, depresión, anorexia, bulimia, ansiedad, consumismo, sexualidad, violencia y
bullying, entre otras afectaciones que deterioran el sano desenvolvimiento de los educandos.
Finalmente, es imperante resaltar que la orientación educativa como proceso debe
estar presente desde la incorporación de los sujetos al sistema educativo; en cada uno de los
niveles o subsistemas del proceso de enseñanza-aprendizaje, es decir, que les ha de
acompañar a lo largo de su vida, contribuyendo a su éxito personal, académico y profesional.
Cabe destacar que dicho éxito y su inserción en el campo laboral no se lograría en plenitud
sin el monitoreo y mejoramiento, de ser necesario, de las relaciones afectivas y de superación
con el apoyo familiar.

Referentes:
Bisquerra, R. (2002). La práctica de la Orientación y la Tutoría. Praxis.
Busot, A. (1998). Orientación y Selección; un reto para los Orientadores. Maracaibo:
EDILUZ
Medrano C. (2013). Orientación Educativa e Intervención Psicopedagógica: concepto,
áreas, modelos, programas y evolución. Editorial: ALJIBE
Molina, D. (2002). Orientación Educativa: Diversidad y Aproximación. UNELLEZ.
Venezuela

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