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mismo.
por Fernando Rivero Buxo 54 comentarios
En climas oceánicos, los períodos de siembra son más largos tanto en primavera como en
otoño, al tratarse de climas suaves y húmedos.
En los climas cálidos de las regiones mediterráneas y meridionales, la siembra primaveral
se podrá anticipar a primeros de marzo, e incluso a finales de febrero,
prolongándose hasta mediados de mayo. En otoño, no se deberá empezar a sembrar hasta
primeros de septiembre, prolongándose la época de siembra hasta primeros –
mediados de noviembre.
Para las especies de clima templado, siempre son preferibles las siembras de otoño, ya
que vamos hacia temperaturas más frescas y un tiempo atmosférico más
húmedo, condiciones que agradecen en general las gramíneas cespitosas. Además, en
otoño, la incidencia de malas hierbas es mucho menor que en primavera.
Te recomiendo que prestes atención al tipo de césped que vas a sembrar, preguntando a
los profesionales de tu zona o del Garden Center más cercano porque ellos tienen la
experiencia, o consultando este otro vídeo consejo donde te hablamos de ello. Si tu jardín
tiene condiciones especiales a tener en cuenta como por ejemplo zonas sombreadas, no
las dejes pasar por alto.
Una vez escogido el tipo de césped, es importante que tomes buena nota, no sólo de la
marca comercial, sino de su composición. Anótala y guarda esta información para que en
un futuro, si tuvieses que resembrar de nuevo, puedas hacerlo con el mismo tipo de césped
o con el el césped para regenerar zonas estropeadas más adecuado. Créeme que si plantas
o siembras césped con diferentes tipos de césped, se nota la diferencia, y al cabo de los
años tienes un batiburrillo nada presentable.
UN PASO MÁS!
Si quieres saber qué tipos de semillas sembrar, puedes verlo en este otro vídeo c
3- Si vas a comenzar desde cero, o vas renovar tu césped, haz una falsa siembra, que
significa que debes regar durante unas semanas el terreno como si ya estuviese sembrado
(aunque en realidad no has sembrado nada todavía), así conseguiras que germinen casi
todas las semillas de malas hierbas que tengas en el terreno y luego aplica un herbicida
total para eliminarlas. Si sólo vas a resembrar algunas zonas estropeadas, aprovecha antes
para aplicar un herbicida de hoja ancha para eliminar las malas hierbas, y observa si tienes
musgo, el cual se elimina con Anti-musgo para césped y sulfato de hierro.
Si comienzas desde cero debes labrar el terreno, puedes ayudarte de un motocultor que
puedes alquilar, y rastrillar todas las piedras superficiales antes de aportar la nueva capa
de tierra vegetal. Si vas a renovar tu césped no puedes labrar el terreno porque corres el
riesgo de romper las tuberías del riego, sólo arranca el césped existente en una
profundidad de unos 6 cm. La tierra vegetal puedes mezclarla con un 30% de arena si
necesitas mejorar el drenaje. Finalmente, nivela el terreno con un rastrillo y compáctalo
un poco con un rodillo.
IMPORTANTE:
Tras la segunda siega conviene abonar el césped con un abono específico para césped, organo
7- Con una escoba metálica colocada en posición “al revés”, rastrilla suavemente el área
para semi enterrar las semillas de césped. Se trata de enterrarlas un poco pero sin moverlas
de sitio, con suavidad. En los manuales recomiendan cubrir las semillas con una capa por
ejemplo de mantillo (tierra abonada con estiércol) o (tierra vegetal fina), sin embargo
este trabajo no es imprescindible y te lo puedes ahorrar, las semillas germinarán sin
problemas con el suave rastrillado. Además, aplicar esa capa cobertora requiere de una
cierta habilidad para no mover las semillas o enterrarlas demasiado.
8- También en los manuales verás que aconsejan pasar un rodillo para compactar una vez
semillado el terreno, yo te recomiendo que no lo hagas tampoco, primero porque una vez
el terreno ya ha sido semillado y rastrillado suavemente es mejor no pisar o trastear más,
y segundo porque con el riego la semilla se va a juntar con el terreno sin necesidad de
“aplastarla” con un rodillo.
9- ¡Y a regar!, como la semilla está en la capa superficial del terreno, debes mantenerla
siempre húmeda. Para ello riega pocos minutos pero muchas veces al día, porque la
superficie del terreno se seca rápido, sin embargo no necesitamos que el terreno esté muy
húmedo en profundidad porque allí no hay semillas. Te recomiendo 3 riegos al día, a las
7 de la mañana, a la 1 del mediodía, y a las 6 de la tarde. Por la noche no hace falta porque
se mantiene la humedad al no haber sol. El tiempo de riego dependerá del diseño del
sistema de riego que tengas y de la época en la que estés sembrando. Recuerda, la idea es
mantener los 2-5 centímetros superficiales húmedos, por lo que puedes comenzar por
ejemplo con 10 minutos y vigilar los primeros riegos para comprobar si hay que
incrementar o reducir el tiempo de riego. Sobre todo que no se hagan charcos porque cada
charco va a ser una futura calva que luego tendrás que resemillar de nuevo. Conforme el
césped va creciendo hay que ir reduciendo el riego, pasando a sólo dos veces al día cuando
el verde ya cubra el terreno, y a una vez al día después de la primera siega que entonces
ya debes programar por la noche.
10- Una vez nacido el nuevo césped, y después de alguna que otra siega, abónalo como
comentábamos antes, eso sí, cuando ya hayas terminado las pequeñas resiembras de las
posibles calvas que te hayan surgido, no te preocupes que es normal que todo no esté
perfecto a la primera. Vigila si ves algo raro, por si acaso el exceso de riego durante la
siembra haya podido provocar algún problema por hongos en el nuevo y frágil césped,
aunque esto no suele ocurrir. Si ves un color extraño en alguna zona aplica un fungicida
de amplio espectro (para varios tipos de hongos) y repite a los 15 días.
Y ahora … ¡A disfrutarlo!
Consiste en una serie de cuchillas verticales que giran alrededor de un eje horizontal que
a su vez es movido por un motor. Las cuchillas penetran a una profundidad variable, entre
5 – 12 mm. Penetran en la base del césped (fieltro) y arañan los milímetros de suelo
más superficiales.
El escarificado elimina la materia vegetal muerta que se acumula en la base del césped.
Mejora por lo tanto la infiltración del agua y el aireado del suelo. Mejora el estado
sanitario del césped, al eliminar materia orgánica en descomposición que puede ser
un caldo de cultivo para la aparición de enfermedades patógenas.
Elimina también el musgo y las algas que pudieran aparecer en praderas húmedas y
umbrías. Es por lo tanto una excelente acción preventiva desde el punto de vista sanitario.
En los céspedes muy deteriorados, compactados e invadidos de malas hierbas, puede ser
aconsejable hacer un escarificado más severo: con una mayor profundidad de trabajo y
dando dos pases cruzados. El primer pase se realizará a una profundidad de 5 mm, y el
segundo a 10-12 mm. El aspecto del césped después de la operación puede alarmarnos.
Sin embargo, el escarificado no puede tener más que un efecto positivo en el césped. El
riego y una fertilización adecuada, permitirán que se recupere favorablemente en pocos
días.
La épocas más favorables para la realización del escarificado son la primavera y el otoño.
En primavera, debe realizarse una vez pasada la época de heladas, y cuando las
temperaturas permitan garantizar la actividad vegetativa irreversible del césped. De esa
manera su recuperación será rápida y vigorosa.
En otoño temprano (septiembre), el escarificado es también una operación muy
beneficiosa, al estimular el desarrollo radicular.
Los restos resultantes del escarificado, deben ser eliminados de la superficie del césped,
a fin de garantizar la eficacia de la operación.
Cuando el césped está contaminado de musgo o de algas, tres o cuatro días antes del
escarificado, hay que hacer una aplicación de Anti-musgo para césped (30 gr/m2) o con
sulfato de hierro. El musgo muere con rapidez tomando un color negruzco.
El escarificador eliminará sus restos con facilidad.
IMPORTANTE:
Después de una labor de escarificado, es muy conveniente hacer una fertilización con
abono. El abonado estimulará aún más el desarrollo del césped. Regar siempre después
de aplicar el abono.
En cuanto a la resiembra:
El escarificado sirve para abrir vías de penetración en el césped, que permitan a la semilla
ponerse en contacto directo con el suelo, garantizando así su germinación. Después de la
resiembra, es aconsejable dar un pase de rulo para incorporar la semilla al terreno.
Para terminar, recordar que las primeras siegas, deben darse preferentemente en dirección
perpendicular al escarificado.
Por otro lado para terrenos compactados es muy aconsejable realizar un aireado seguido
de recebado, y nos gustó este vídeo de otro canal que habla sobre su necesidad y explica
cómo hacerlo:
Programador y aspersor
La mayoría de las veces no hay que hacerlo, pero en suelos arcillosos o que reciban
mucha agua de los alrededores puede haber problemas por acumulación de agua, se
encharcan y pudren al césped. Mira los métodos para mejorar el drenaje.
Las que salgan mátalas con un herbicida total como es el Glifosato (hay otros herbicidas
totales, pero este es el más usado).
Si por lo que sea no riegas para provocar que salgan hierbas, trata las que haya en el
terreno con Glifosato. Cuando el herbicida haya matado las hierbas (después de unos 15
días), labra el suelo.
Esto en la mayoría de los casos tampoco no se suele hacer, pero en algunos suelos sí es
muy necesaria.
La enmienda orgánica (estiércol, mantillo, turba, etc.) se hace para mejorar una
tierra que es muy mala o para mejorar el drenaje de suelos arcillosos.
La enmienda con arena se hace en caso de que el suelo sea muy arcilloso y por tanto,
haya que mejorar su drenaje, su capacidad de evacuar agua en profundidad.
Motocultor
- Azada, siempre que sea una superficie pequeña, porque labrar una parcela a base de
'zoletazos' (aquí a la azada se le llama 'zoleta') es un trabajo muy duro.
Como abono de fondo puedes emplear 5 ó 6 kilos por cada 100 metros cuadrados de
fertilizante complejo 15-15-15 (este abono incluye nitrógeno, fósforo y potasio).
7. Nivela el suelo con el rastrillo y quita las piedras, plásticos, palos y todos los
residuos que salgan.
La siembra se realiza echando las semillas a mano (a voleo), al paso. Lo que hay que
procurar es distribuir uniformente las semillas.
Moviendo el rastrillo de delante hacia atrás y avanzando. Con que queden ligeramente
tapadas por la tierra es suficiente. En algunos libros te dicen que tapes las semillas con
un "cubresiembras". Esto es mantillo o turba, solo o mezclado con arena; pero es algo
opcional, puesto que enterrando ligeramente con el rastrillo, germinan sin problemas.
11. Riego
Una vez que se ha sembrado, debe regarse de 2 a 4 veces por día. La cama de siembra
debe estar húmeda de 2.5 a 5 centímetros de profundidad. Cuando las plantas llegan a
los 2 centímetros de altura debe reducirse la frecuencia de riego gradualmente, y regar
en cambio, más profundamente.
Si llueve no se riega.
A la semana ya habrá salido el Ray-grass, que es el más rápido en germinar; las demás
semillas de la mezcla irán germinando más tarde.
Las siembras en primavera y verano tienen el riesgo de que las semillas recién
germinadas sean atacadas por hongos. Para evitarlo, es bueno hacer un tratamiento
preventivo con fungicida de amplio espectro (es decir, que vale para muchos hongos)
cuando tienen 2 ó 3 hojas. Repetir el tratamiento al cabo de 10 ó 12 días.
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Una de las cosas más llamativas con las que puede contar un jardín, además de la
variedad de flores y plantas, es con un hermoso y frondoso césped. Para llegar a
obtenerlo es suficiente con conocer todo el proceso para plantar césped, desde lo más
básico como lo es la tierra, hasta la manera de sembrar sus semillas.
Primeros pasos
Al plantar césped, lo más importante es verificar la tierra en donde se van a sembrar las
semillas, para hacerlo de manera correcta hay que revisar que el terreno tenga una muy
buena salida de agua en caso de que se presenten lluvias, ya que de lo contrario, se
formarán pozos y esto dañará todas las semillas o brotes que hasta ese momento estén
germinando.
Una vez hecho este paso, se procederá a examinar que la tierra cuente con los nutrientes
y abonos necesarios para que el césped crezca de manera satisfactoria y con la
uniformidad que le dará en el futuro una agradable apariencia.
En este punto del proceso, hay que tener muy en cuenta que al plantar césped, este va a
necesitar mínimo de diez centímetros de profundidad de una buena tierra para poder
subsistir durante todo su periodo de vida.
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Si el terreno cuenta con todas las condiciones anteriores, solo hay que agregar un buen
fertilizante y comenzar a hacer un riego general para que crezcan las malas hierbas,
proceso que tomará unas dos semanas. Una vez que broten serán removidas con un
herbicida y la tierra ya estará lista para la siembra de las semillas. Se recomienda que la
mejor temporada para realizarla sea durante la primavera o el otoño.
Las semillas hay que repartirlas de manera uniforme por todo el terreno y con un
rastrillo lograr que profundicen en la tierra. En caso de que haya algún hormiguero, hay
que removerlo con los productos hechos para este fin. Al plantar césped, hay que
comenzar a cuidar el riego moderado del terreno para mantenerlo húmedo, esto debe
hacerse varias veces en el día.
Cuando empiece a crecer el césped, la frecuencia en el riego debe ser más reducida. Una
vez que se obtienen todos los resultados deseados, es solo cuestión de un buen
mantenimiento, para lo cual es recomendable asesorarse de un experto en el tema que lo
aconseje de la mejor forma.