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Antonio Orozco Delclós

Fundamentos antropológicos de hace, o qué parece ser el hombre, sino justa-


ética racional (11) mente qué es. Ala primero pueden responder
la física, la anatomía, la biología, la sociología
y otras ciencias empíricas o fenomenológicas,
Antonio Orozco Delclós cada una a su manera. Pero dar cabal respues-
Dr. en Filosofía y Teología ta a la pregunta por el qué del hombre, sólo
puede hacerlo la ciencia que pueda "ver" mas
allá de todo lo físico y fenomenológico, ha de
Continuamos nuestras reflexiones inicia- ser una antropología estrictamente meta-físi-
das en el capítulo anterior acerca de la perso- ca, es decir, una disciplina que partiendo
na y su dignidad, con objeto de dar con el como las ciencias empíricas, de los datos que
fundamento sólido sobre el que poder edifi- ofrece la experiencia inmediata, sin embargo
car una ética consistente por su base y cohe- argumente de un modo puramente racional
rente en su discurso lógico. Es de advertir que hasta dar con la dimensión trascendente del
aunque aquí se viertan expresiones acuñadas ser humano, sin la cual, en puridad, no hay
en el lenguaje cristiano, no es porque resulten hombre ni persona en el sentido profundo de
indispensables para sostener los argumentos estos términos.La ciencia capaz de ello es lo
sobre el valor de la persona y su dignidad, que la gran tradición filosófica de Occidente
sino porque en rigor son conceptos que cual- ha llamado desde hace 24 siglos, Metafísica
quiera puede extraer del conocimiento natu- (literalmente, "más allá de la física", pero no
ral espontáneo de la realidad. Sin embargo no opuesta, ajena o en conflicto, sino distinta por
sería justo ocultar que el pensamiento cristia- su óptica y método). La razón sólo de modo
no con términos decantados a lo largo de metafísico puede desvelar su propia digni-
siglos de reflexión está en el origen de las dad y la del sujeto que la ejerce. O, si se
nociones occidentales de "persona", "liber- prefiere, habrá de ser una antropología de
tad" y "dignidad". índole metafísica, por su método y por su
Fuera del cristianismo, como atestigua la alcance.
Historia, no se han desarrollado estos concep- Las ciencias particulares, abordan al ser
tos, al menos con la fuerza y el vigor, el fun- humano desde perspectivas muy ilustrativas,
damento y alcance con que se ha hecho en el pero siempre sectoriales. Por ejemplo, la psi-
mundo informado por el pensamiento cris- cología experimental estudia el aparecer de
tiano. Ahora nos toca considerar algunas de los actos de inteligir y de querer, de elegir y
las características más relevantes de la perso- de amar; alcanzan su aparecer, pero no "ven"
na que fundamentan y explican la dignidad -porque no cuenta con un instrumento ade-
que tanto y con tanta razón se invoca, pero a cuado para ello el inteligir mismo, el querer
menudo con escasa convicción o fortuna. mismo, la decisión misma, en su brotar del
núcleo personal, del fondo del alma humana.
La antropología metafísica Por eso no alcanza a descubrir la esencia de
Insisto ante todo en que la pregunta an- las facultades intelectuales (entendimiento y
tropológica específica y radical no es qué voluntad) y menos aún el alma humana y el

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Fundamentos antropológicos de ética racional (II)

constitutivo formal de la persona, cuya dig- "yoes" y en esto coincidimos: en el modo de


nidad permanecerá para ellas siempre insi- ser, en la naturaleza o esencia; pero hay algo
nuada, pero también velada. La antropología en lo que diferimos radicalmente, que es lo
metafísica debe andar por senderos tan leja- que se ha llamado acto de ser. El acto de mi
nos de las divagaciones líricas o crematísticas ser o lo que me hace ser en acto es justamente
a lo Cad Sagan sobre la condición o situacio- lo que me hace ser yo y es radicalmente mío
nes humanas, como del particularismo pro- y de nadie más. Mi existencia, en efecto, se
pio de las ciencias empíricas. manifiesta incomunicable,como mismidad.
La antropología metafísica ha de pregun- Yo soy radicalmente otro respecto a todo lo
tarse por lo específico del "ser" humano; por demás. En el diálogo con las demás "perso-
aquello que esencialmente le defina. Y operar nas" me experimento como una radical alte-
sobre la base de experiencias rigurosas, con ridad. Nadie puede decir yo en mi lugar ni yo
sus propios métodos:la inducción, la deduc- puedo decirlo en lugar de otro. Pues bien, al
ción y la abstracción. Ha de emplear todo el que puede decir "yo" con el sentido expuesto,
rigor de la lógica, para no quedarse en un no como un papagayo le llamamos "persona".
nivel de aficionados que discurren sobre la La mismidad es una característica de la per-
mera superficie de las cosas sin tocar jamás sona: el "ser sí mismo"."Mismidad" y "alteri-
fondo. dad" son términos correlativos.
El punto de partida de la antropología
metafísica han de ser experiencias inmedia- Identidad
tas, íntimas, redescubiertas al margen de la Reflexionando sobre el contenido de la
rutina habitual, que es cuando lo habitual expresión "yo soy yo", se advierte enseguida
resulta tan asombroso como ilustrativo. una identidad entre sujeto y predicado, pero
sólo es verbal, no semántica. El "yo sujeto" es
La experiencia del Yo el mismo que el "yo predicado". Pero no estoy
Un punto de partida válido es, entre otros, expresando una tautología, como cuando
la experiencia rigurosa del yo. En cierto mo- digo "la mesa es la mesa". Tampoco se trata
mento me descubro diciendo "soy yo". Me de una identidad sincrónica, porque al decir
preguntan "¿quién llama, quién es? Y respon- "(yo) soy yo" quiero decir que el "yo" del que
do "soy yo" (si soy conocido en la plaza, con estoy hablando no es sólo el que ahora habla,
eso basta). Pero ¿quién es ese "yo"? ¿Qué sino el mismo"yo" de ayer y de siempre, a
significa la palabra "yo"? Dices que eres tú, pesar de la distancia o la diferencia:el mismo
pero ¿quién es tú? ¿Qué quiere decir esto que que fui hace unos años y el que seré dentro de
parece ser una tautología: "yo soy yo"? x años. Quizá por esto muchas veces nos
parece que "todo" fue "ayer" y que el tiempo
Mismidad y alteridad no pasa (o lo que es lo mismo, que el tiempo
Por de pronto quiere decir que "yo no soy pasa sin sentir.
tú, ni ningún otro".Yo soy lo "otro" que tú, y
tú eres lo otro que yo. "Yo" connota tanto Subjetividad originaria
mismidad como alteridad. Tú y yo somos El "yo" no se dice de nadie más que de sí

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mismo. Mi yo es mío y de nadie más, de por eso, en cierto modo, creador de sus actos
manera que siempre es "sujeto", nunca "pre- (libres). En consecuencia: cada "yo" es sujeto
dicado". El coche es mío, la mano es mía, pero originario y, además, autoposeedor y respon-
yo no soy de la mano ni del coche ni de nadie. sable. En la persona se conjuga la perfección
De mi yo se predican muchas cosas. Mi yo de una substancia con la excelencia de una
entiende, mi yo quiere, mi yo come, mi yo naturaleza intelectual.
decide ... No solemos decir "mi entendimiento
entiende", "mi voluntad quiere", "miímagina- Un craso error: el colectivismo
ción imagina". Porque bajo mi entendimien- Yo soy, pues, un individuo (o mejor, un ser
to, mi voluntad, mi imaginación, mi cuerpo, singular) que existe subsistiendo en sí y no en
está el yo: soy yo quien entiende por medio otro. No soy un "accidente", "predicado", o
de mi entendimiento y el yo quien entiende "adjetivo" de nadie. Yo no existo sobre algún
por medio de mi voluntad, y el yo quien sustrato más profundo o íntimo que yo mis-
puede hacer una caricia o dar una bofetada. mo, como han pretendido las antropologías
No decimos, a no ser en broma: "perdona, colectivistas.
chico, no he sido yo, mi mano te ha dado una El colectivismo quiere entender la perso-
bofetada". No: yo soy el sujeto de todos y cada na como un ser referido enteramente a la
uno de mis actos; yo estoy en todos mis actos; sociedad, de manera que sólo tendría exist-
yo me experimento como origen de mis actos. encia y subsistencia gracias al soporte que la
No son mis ojos los que miran, sino yo; no es sociedad le ofrece. El colectivismo confunde
mi cuerpo el que acaso está hambriento, sino el enjambre con la abeja, el bosque con el
yo. Bien entendido que yo soy sujeto (sub-iec- árbol, la persona con la especie. En este sen-
tum, subyacente) no sólo en el sentido de que tido, hay otro error semejante, a pesar de la
estoy como "debajo", como activamente ema- diferencia: el de pensar que la persona es una
nando y sosteniendo o sustentando mis actos, colección de individuos simplemente yuxta-
sino también en el sentido de que yo estoy puestos, sin vínculos reales profundos, lo que
"en" todos y cada uno de ellos, dándoles vida a la postre viene a resultar lo mismo o peor
real en su totalidad particular. Es decir, yo no que un enjambre. No queda espacio para la
subyazgo como un substrato inerte, sino dignidad personal. Cada uno va a lo suyo. La
como sujeto originario, como fuente de mis persona puede llegar a entenderse como una
actos. Por eso son "míos" y de nadie más, me ostra, como una "mónada" a lo Leibniz, sin
han de ser atribuidos, y, en última instancia, comunicabilidad real íntima con los demás.
sólo yo soy apto para "responder", es decir, Así sucede en buena parte de la filosofía mo-
dar respuesta cabal sobre la razón o porqué derna. Como esas teorías, más o menos ado-
de mi conducta. badas, circulan en estos tiempos, conviene
El río fluye del manantial. El manantial es subrayar tanto la "subsistencia individual" de
origen del río, y de una cierta manera está la persona como su dimensión social. Pero
presente en todo el curso del río, el cual no ahora nos incumbe considerarlas característi-
existiría sin su fuente. La particularidad tras- cas inmanentes a la persona. La persona es lo
cendental del yo es que es un sujeto libre y, más individual que existe (aunque es indivi-

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Fundamentos antropológicos de ética racional (JI)

duo en un sentido muy especial). Experiencia de la libertad


Nótese que toda persona es individuo, La experiencia de ser origen y dueño de
pero no todo individuo es persona. También mis actos comporta la experiencia íntima de
son individuos subsistentes el elefante, la la libertad: yo soy origen de mis actos, pero
hormiga, la planta; pero no son personas. La de tal manera que puedo originar una acto
persona implica racionali¡jad (o, mejor, inte- determinado o no originarlo, según mi volun-
lectualidad), al menos capacidad de poder ser tad. Puedo querer o no querer. Puedo incluso
consciente de sí (aunque no lo sea en acto), de querer o no querer mi querer. Esto es lo espe-
su mismidad y de su alteridad respecto al cífico de la libertad: la posibilidad no sólo de
mundo; y llegar a decir "yo" con verdadero querer, sino de querer reduplicativamente, es
sentido. La persona tiene una individualidad decir, de poder querer mi querer o no querer
peculiar, extraordinariamente acusada por su y de poder no querer mi querer o no querer.
naturaleza racional, que le presta tal capaci- y si alguien me fuerza a hacer lo que no
dad de iniciativa que puede dar origen a quiero, entonces se me agudiza más la con-
sucesiones insospechadas e imprevisibles de ciencia de mi pertenencia a mí mismo: me
acontecimientos en el cosmos. irrito ante la negación de mi necesidad de ser
origen de mis actos; me enoja el tra to indigno,
Autoposesión, dominio de Si injusto del que soy víctima; experimento la
injusticia al menos por debajo del respeto
Siguiendo con la experiencia del yo, ad- que se me debe porque corresponde a la cate-
vertimos que "ser sí mismo" comporta la ex- goría ontológica de mi ser. Yo siento la nece-
periencia del dominio sobre lo que uno hace. sidad de hacer las cosas fundamentales "des-
Yo vivo con la convicción de que poseo un de mí mismo" y "por mí mismo".
conjunto determinado de facultades y poten-
cias con las que entiendo, quiero, actúo, pro- Autonomía operativa
yecto, etcétera, que son mías. Yo soy dueño y Yo puedo hacer esto o lo otro. Puedo es-
propietario de mis actos y por tanto de mí coger entre hacer o no hacer, entre hacer esto
mismo. "Ser sí mismo" equivale a "ser de sí o aquello. Es decir, la originalidad operativa,
mismo". ¿De quién es la persona? Es una que me permite ser fuente de mis actos per-
pregunta que no tiene mucho sentido. mite también que yo normalmente sea dueño
La persona no es ni puede ser de nadie de mis actos. Y esta capacidad de"dominio"
más que de sí misma. El color es del pigmen- sobre mis propios actos, de ser "dueño de mi",
to, el peso es del cuerpo, la medida es de la de "poseerme", de "pertenecerme", de "auto-
extensión, el yo no es de nada ni de nadie. La serme" es lo más relevante del ser personal (y
persona es un ser que desde su inicio es com- supone todo lo anterior). Esto me hace capaz
pleto, acabado, clausurado en su existencia de dominar no sólo mis actividades espiritua-
(aunque no en su operación, siempre abierta les, sino también muchas corporales, y mu-
a nuevos actos, a nuevos horizontes y con chas de las cosas que me rodean.
necesidad de enriquecerse en su ser con el El hombre en cierta medida puede domi-
trato con otras personas). nar el mundo porque es el único ser en el

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mundo que es radicalmente "dueño de sí", y mas o presentimos, que nuestro cuerpo es
por eso es "imagen hecho a semejanza de distinto de nuestro yo. Todo lo que es pura
Dios", como leemos en el libro del Génesis materia ha cambiado en mí, millones de célu-
(aunque pueda perder buena parte de ese las mueren en mí diariamente y son sustitui-
dominio con el abuso de su libertad) das por otras; a causa de la vejez, períodos
extensos de mi vida pueden haberse borrado
Individualidad (singularidad, particu- de mi memoria, pero sé que yo soy el mismo
laridad) que ha atravesado por esas épocas de las que
Volviendo un poco atrás: Yo me distingo no puedo acordarme. Un día moriré, quedará
de todo lo demás, incluidos todos mis seme- el cadáver en la tierra, pero yo seguiré vivien-
jantes otros "yo" , tanto como una manzana se do más allá. Soy algo más, y algo distinto, de
distingue de otra manzana, como un tornillo esos restos, ruinas de hombre que llevarán al
se distingue de otro tornillo. Pero hay algo sepulcro.
más: mi yo es irrepetible. Un tornillo es dis- La materia que hoy constituye nuestro
tinto de otro, pero se puede repetir indefini- cuerpo es totalmente "otra" de la que tenía-
damente y por eso es perfectamente sustitui- mos hace unos pocos años. Sin embargo todos
ble. Pero la persona, no. No hay otro yo como tenemos la íntima evidencia de continuar
yo. No me distingo de los demás sólo como siendo nosotros mismos, yo mismo: mi más
una manzana a otra manzana, como un tor- íntimo ser permanece, a través del cambio, en
nillo se distingue de otro tornillo, sino como cierta modo inmutable. Incluso el anciano
algo que no se puede multiplicar, que no se exhausto e inmóvil tiene conciencia clara de
puede repetir. su identidad personal a lo largo de toda su
La naturaleza humana es multiplicable, vida: es consciente de que algo suyo, inapre-
de hecho se repite por generación, pero la hensible pero real, ha subsistido siempree
persona no. intuye que siempre subsistirá. Es lo que de-
signa con la palabra"yo",lo que subyace idén-
Unidad en la complejidad tico en todos los cambios y por eso necesaria-
Yo soy un ser complejo: uno y complejo. mente distinto al cuerpo en incesante mudan-
Un ente compuesto de cuerpo material y za. La sustancia del yo y del ser que lo dice no
alma espiritual (irreductible a materia, tras- puede ser mudable como lo es el cuerpo, ha
cendente a la materia, y por tanto inmortal). de ser una sustancia distinta a la corporal, y
por tanto también independiente.
Experiencia del yo distinto a mi cuerpo
Hemos de morir, desconocemos el mo- Libertad, prueba de la espiritualidad
mento preciso. Somos, como dice Sartre, con- La libertad es una demostración de la ín-
denados a muerte que, esperando la fecha de dole espiritual del alma humana. El acto su-
nuestra ejecución fallecemos de una gripe premo en el que la libertad se manifiesta es
vulgar. Sé con absoluta seguridad lo que un aquél en el que demuestra su independencia,
día cualquiera, quizá hoy mismo, le sucederá aún mas, su dominio sobre el cuerpo. No está
a mi cuerpo.Pero sé también, todos lo intui- en el mero hecho de escoger, o en el que el

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hombre se proyecte según sus posibilidades, dad, cuando mi cuerpo se convierta en un


como dice Heidegger. El hombre, al elegir o cadáver, mi espíritu se verá libre de las atadu-
al proyectarse, puede obedecer más o menos ras temporales.
conscientemente a mil condicionamientos Sé que lo que no es materia sobrevivirá,
que le son extrínsecos; elige, por ejemplo, ser como lo han sabido de un modo u otro pero
médico o ser abogado quizá porque su padre siempre los hombres de todas las civilizacio-
o alguno de sus r>arientes próximos ejerce nes que nos han precedido. Si yo soy ser
esta o aquella profesión.Pero existe la libertad espiritual, no puedo morir del todo. Heráclito
suprema, signo de la espiritualidad del alma: decía, con mucha razón, que si el sol fuese
la libertad de decir no, aun yendo contraco- consciente de su ocaso, sería inmortal. Ga-
rriente de mi corporeidad y contra todos los briel Marcel gustaba decir: "yo soy mi cuer-
condicionamientos imaginables. po". Esto es verdad con tal de añadir: "pero
Mi cuerpo, lo que en mí es pura materia, mi cuerpo no es yo", porque yo no soy sólo mi
puede estar arrojado a un calabozo inmundo, cuerpo; yo soy más que cuerpo, soy también
mis manos y mis pies encadenados, pero a y ante todo, alma espiritual. Por mi cuerpo
pesar de ello sigo siendo libre, y aun cuando soy mortal y por mi alma, inmortal. Mi cuer-
no sea dueño de mi corporalidad siempre po es una dimensión natural de mi yo, pero
podré decir no a lo que se me pide. El hombre no tan esencial como mi alma, que puede
es libre porque su espíritu está por encima de subsistir sin él.
todos los poderes terrenos, y son muchos los
seres humanos que han demostrado así la El ser personal trasciende la dimensión
victoria del espíritu sobre el cuerpo, el triunfo biológica
de lo que no es visible en su ser, sobre aquello ¿Podría subsistir el ser humano en el
que podemos percibir con nuestros sentidos. mundo si fuese mera vida biológica? ¿Hubie-
Escribe Sartre una frase en la que, sin darse ra podido llegar a multiplicarse y formar una
cuenta, afirma la existencia del espíritu: "tor- pluralidad de miembros, si fuese un producto
turar a otro es obligarlo a renegar identificán- meramente intracósmico? Es un lugar común
dose con su cuerpo que sufre". Mi yo, mi la inferioridad de condiciones en que nace el
alma, que es la que da vida a mi cuerpo hombre en comparación con otras especies
informándolo, pero siendo distinto y supe- inferiores.5i fuese sólo animal no hubiera po-
rior a él, siempre puede decir no y si acaso la dido subsistir.
tortura u otra fuerza extraña me vence, tengo El hombre es el único ser que no se vale
la impresión de haber traicionado mi ser, lo por sí sólo. No nace, como los demás animales
mas íntimo de mí mismo, y en el fondo, aun sabiendo localizar el alimento y distinguir lo
vencido y humillado, continuo para mis comestible de lo letalmente indigesto. Ya en
adentros diciendo no. y si aconteciera que el siglo IV antes de Jesucristo,Platón escribió
este decir no, me llevara a la muerte, marcha- en Protágoras el mito de Epimeteo y Prome-
ría hacia ella no como quien va a terminar su tea, que son la descripción de la inviabilidad
existencia, sino con la íntima e intensa satis- del ser humano como mera biología. La expe-
facción de que al desligarse de la corporei- riencia histórica no ha hecho más que confir-

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marla intuición del filósofo griego. De otra cias (que es lo que tiene que hacer cualquiera
parte, la facultad intelectiva no puede enten- si científico pretende ser), niega las experien-
derse como resultado evolutivo de formas cias más relevantes de la vida humana. Si el
inferiores de vida, por lo mismo que la forma materialismo fuera verdad,"nuestro mundo"
de vida del hombre no hubiese logrado sub- personal sería imposible, no habría podido
sistir más que un breve tiempo, insuficiente a llegar a ser. Quien conserve un cierto sentido
todas luces para el largo periodo que una metafísico por lo demás, natural al ser huma-
evolución semejante requeriría. La perviven- no desde que despierta al uso de razón, pue-
cia biológica del hombre sólo se explica si él de entender perfectamente lo que dice segui-
es fundamentalmente espíritu, ser extra cós- damente John Eccles: Del alma podemos co-
mico (es decir, substancia irreductible a ma- nocer muchas cosas: los sentimientos, las
teria), que no tanto se adapta al medio, como emociones, su percepción de la belleza, la
hacen los brutos, sino que lo transforma y creatividad, el amor, la amistad, la libertad,
convierte en habitable lo que no lo era. los valores morales, los pensamientos, las
intenciones ... Es decir, todo "nuestro mundo";
en otras palabras: lo más específicamente hu-
La superstición materialista mano. Porque todo esto que acabo de men-
Es de advertir que esta concepción del cionar se relaciona con la voluntad. y es en la
hombre como trascendenteal cosmos es muy experiencia de la voluntad donde se estrella
razonable, aunque haya quienes no la com- el materialismo y cae por su base. El materia-
prendan. Me parece obvio que hay muchas lismo no puede explicar el hecho de que yo
razones para sostenerla. En cambio, como quiera hacer algo y lo haga.
escribe el premio Nobel de Medicina Sir John De una parte, la actividad cerebral nos
Eccles el materialismo carece de base científi- permite realizar acciones de modo automáti-
ca, y los científicos que lo defienden están, en co. Hay mucho automatismo en nuestra con-
realidad, creyendo en una superstición. El ducta. Pero también es claro que existe un
materialismo lleva a negar la libertad y los nivel de conciencia en el que la originalidad
valores morales, pues la conducta sería el de la decisión es patente. Por ejemplo, cuando
resultado de los estímulos materiales. El ma- camino, "quiero" ir más deprisa o más despa-
terialismo niega el amor, que acaba siendo cio. Incluso podemos envolver casi todo en la
reducido a instinto sexual: por eso, Karl Pop- conciencia: "quiero" andar con aire de Char-
per, uno de los pensadores actuales de más lot, pensando cada paso y cada movimien-
prestigio, ha podido decir que Freud ha sido tO ... Sobre la fácil pero falsa reducción del
uno de los personajes que más daño han he- alma a cerebro es también ilustrativo lo que
cho a la humanidad en el último siglo. dice el eminente científico: Hasta hace poco,
Popper trabajó hace muchos años en una nada sabíamos de ondas electromagnéticas y
clínica de Viena donde se aplicaba el método de áreas cerebrales, y hay gente que no lo sabe
freudiano y tuvo ocasión de comprobar que tampoco ahora. Pero todos, y desde antiguo,
el método de Freud no era científico. El mate- sabemos de "nuestra vida". Y nuestra vida la
rialismo, si se lleva a las últimas consecuen- expresamos en palabras y acciones, para lo

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Fundamc11tos antropológicos dc ética racio11al (lI)

cual necesitamos obviamente el cerebro, pero Como se puede demostrar la espirituali-


también necesitamos muchas veces de la la- dad del alma
ringe o de los músculos de la mano; y ni la Precisamente partiendo de sus operacio-
laringe ni la mano son el origen o la explica- nes principales podemos concluir que el alma
ción de "nuestra vida". Tampoco lo es el ce- humana es espiritual, por serlo sus operacio-
rebro. El cerebro no explica qué es y cuál es el nes: conocimiento intelectual y volición libre,
origen de "nuestra vida" humana, personal, irreductibles e independientes de la materia.
inteligente y libre. Desde luego es muy im- Ahora bien, esta demostración no podrá ser
portante investigar sobre la físico química de tipo físico o biológico, en una palabra,
cerebral, pero quien sabe de "nuestra vida" es empírico. La ciencia empírica no tiene autori-
nuestro "yo", no el cerebro. y nuestro "yo" no dad ni método ni objetivo para pronunciar
es en modo alguno un producto físicoquími- algún veredicto sobre la existencia o inexis-
ca. tencia de un alma espiritual, precisamente
porque, por definición, lo que sea espiritual
no puede entrar en el campo de observación
Concepto de "espiritu" de las ciencias que experimentan magnitudes
Este es un concepto que, según Zubiri y la cuantificables de un modo material.
mayoría de los historiadores, escapó a la Fi- Las ciencias naturales sólo alcanzan obje-
losofía griega. Es, sin embargo, el concepto tos materiales y sensibles. Los buenos cientí-
con el que comienza la especulación metafí- ficos comprenden bien: que las ciencias natu-
sica en el Occidente europeo. La filosofía cris- rales no puede decir nada sobre la sustancia
tiana lo ha depurado y caracterizado, tanto espiritual, que es natural que el hombre no
desde el punto de vista positivo como nega- reduzca su conocimiento a lo que puede ser
tivo. a) Negativamente: el "espíritu" o "sus- conocido, observado y experimentado por la
tancia espiritual" no es un ser extenso, espa- ciencia natural (física, biología, etcétera) que
cial, sensible ni meramente psíquico; tampo- es muy plausible la afirmación de la espiri-
co es temporal, aunque viva en el tiempo: tualidad del alma humana. No se tambalean
sobrepasa y está mensurada por una dura- las pruebas de la espiritualidad del alma
ción superior al tiempo; es una vida que tras- cuando algún científico la niega. También lo
ciende a las leyes físicas y a las operaciones niegan algunos labradores y poetas, con el
biopsíquicas de crecimiento, metabolismo e mismo grado de competencia que ellos en
instintos. b) Positivamente: es una sustancia este asunto. Esto no es nuevo. En el siglo XIII
simple, y por ello indivisible de suyo: consti- Tomás de Aquino se refiere a la creencia de
tuye un todo en sí misma; es de suyo subsis- muchos que pensaban que lo que no es cuer-
tente: subsiste en sí y por sí, con inde- po no tiene ser, los cuales no tuvieron valor
pendencia de la materia; sus operaciones para trascender la imaginación, que versa
principales entender y querer libremente únicamente sobre lo corpóreo. Opinión que el
puede ejercerlas al margen del cuerpo. En libro de la Sabiduría (Sab 2, 2) atribuye a
consecuencia: es incorruptible e inmortal, y, los"insensatos" (insipientium), que dicen del
para existir ha de ser creado por Dios. alma: "humo y aire es nuestro aliento, y el

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Antonio Or02co Deldós

pensamiento una centella del latido de nues- modo de sí mismo y penetrar en la realidad
tro corazón. Sin embargo, los científicos em- de las cosas,"intus-legere", leer "dentro" de
píricos son personas, y como tales gozan de ellas, descubrir su verdad, desvelarla y dis-
entendimiento y libre voluntad, par lo que tinguirla de lo irreal; identificarse cognosciti-
como todo ser humano-, si quieren, son capa- vamente con todo lo que no es el yo y volver
ces de pensar también al modo del filósofo y de nuevo adentro de sí y establecer una espe-
comprender que hay un dimensión humana cie de diálogo consigo mismo en. un espacio
que es imposible explicar por medio de la íntimo, interior, en el que puede vivir como a
ciencia empírica. Por ejemplo,en el simposio solas consigo mismo.
de la Academia Internacional de Filosofía de La intimidad es autopresencia y supone
las Ciencias celebrado en Bruselas el año 1980 la capacidad reflexiva. El hombre, la persona,
se trató el tema de "lo corporal y lo mental". se revela como dotado de una intimidad ra-
De ahí salió la obra colectiva "Le mental et le dical que no es hermética, al contrario, desde
corparel". Allí la mayaría de los científicos y ella puede interiorizar todo el mundo. Por lo
filósofos asistentes todos especialistas cono- cual Aristóteles afirmó sin restricciones que
cidos admitían la existencia del espíritu hu- "el alma (humana) de alguna manera 10 es
mano, al extremo que provocó cierta irrita- todo". Aquí se manifiesta ya de una manera
ción en el pequeño grupo que lo negaba. muy clara la excelencia del ser personal, que
Por lo demás, la superación del materia- quiere expresar la palabra "dignidad". El
lismo no va unido necesariamente a creencias hombre es el único ser verdaderamente libre,
religiosas. Importantes pensadores sin nin- íntimamente libre, que hay en nuestro uni-
guna creencia religiosa afirman la existencia verso material. Y esto es así, es posible, por-
de dimensiones humanas irreductibles a lo que nuestro horizonte no tiene límite, es es-
material. Por ejemplo, tanto Shopenhauer trictamente hablando irrestricto: todo lo que
como Popper (contrarios El la creencia en la de algún modo "es", incluso el Ser que Es par
inmortalidad) entienden que el materialismo Esencia (Dios) puede ser objeto de nuestro
radical es la filosofía de un sujeto que ha conocimiento.
olvidado tenerse en cuenta a sí mismo.
Que significa "ser libre"
Intimidad e intersubjetividad Ser libre quiere decir, pues: a) que no sólo
La persona se experimenta como indivi- se es capaz de optar o no optar y de elegir
duo único e irrepetible: incomunicable en entre diversas opciones. Esta libertad, mera-
cuanto al ser pero comunicable en cuanto al mente psicológica, seguramente también la
conocer y el querer. Es comunicabilidad la tiene en cierto grado el famoso asno de la
aptitud para la relación intersubjetiva, es de- fábula - falsamente atribuida al escolástico
cir, la facultad de entrar en relación cognosci- Buridán. Dice que si un asno hambriento es-
tiva y afectiva con todo cuanto existe y muy tuviera ante dos montones de paja exacta-
especialmente con los otros "yo". El yo, de mente iguales moriría de hambre, porque
alguna manera, puede apropiárselo todo me- ambos montones le atraerían con idéntica
diante el conocimiento. Puede salir en cierto fuerza, lo cual para un ser carente de capaci-

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Fundamentos antropológicos de ética racional (11)

dad de autodeterminación supondría una por la categoría, "densidad" o, si se prefiere,


mortal perplejidad. No lo creo,de ninguna "intensidad" de la sustantividad de su ser, que
manera. El asno también es libre de escoger le sitúa por encima de todas las posibilidades
entre dos montones de paja iguales, no mori- de los seres irracionales, por evolucionados
ría de hambre en semejante coyuntura; segu- que sean, por perfectos que hayan llegado a
ro que elegiría uno u otro. Hasta ahí es capaz ser.
de llegar el asno. b) Lo que no tiene el asno es La perfección de la persona no es sólo un
el dominio de sus actos, y el hombre sí. El grado más de una supuesta evolución perfec-
hombre es dueño de sus actos en tanto que se tiva, sino una perfección esencialmente tras-
encuentra radical y operativamente abierto a cendente a todo el cosmos. La persona tiene
la totalidad del ser, de lo verdadero, de lo un principio y un desarrollo vital extra cós-
bueno, de lo bello. Con sus operaciones de micos. Gracias a este dominio sobre sus pro-
entender y querer -si bien imperfectamente- pios actos, el hombre puede llegar a dominar
lo puede abarcar todo, incluso, como ya he- a los demás seres del universo. El Génesis es
mos anotado, de alguna manera, a Dios, al ilustrativo, y aun cuando no se considere aquí
que fácilmente llega si discurre correctamen- su carácter de Libro inspirado por Dios, pre-
te, guiado por una voluntad que aspira no ciso es reconocer que acierta cuando dice que
tanto a bienes particulares como al Bien abso- Dios creó al hombre -macho y hembra los
luto. Esa apertura tensa de la subjetividad creó- y les dijo:"llenad la tierra y dominadla".
-sin dejar de ser intimidad- a todo el horizon-
te del ser, es lo que confiere a la persona la Excelencia del ser personal
superioridad esencial y la dignidad eminente Tomás de Aquino afirma que persona sig-
en el mundo; y revela un ser trascendente al nifica lo que hay de más perfecto en la natu-
mismo, radicalmente extracósmico. raleza. Es lo que participa más plenamente en
La apertura al Bien absoluto origina una el ser; es el más alto grado que puede darse
natural "tensión" de la voluntad a ese Bien, de participación en el ser. La persona es "más
que no puede "descansar" en ningún bien ser" que los demás seres no personales, hasta
particular, finito o limitado. Por eso ninguno el punto de que no puede derivar de nada
de éstos es capaz de dominar o determinar anterior. La persona es de tal entidad que sólo
nuestra voluntad, que ante lo limitado per- puede tener un origen divino, es decir, sólo
manece siempre dueña de sí. No por indife- puede proceder por creación "ex nihilo" (de la
rencia ante los bienes parciales, sino porque nada), por la omnipotencia de Dios.
goza de una tensión más vigorosa al Bien total
que le deja dueño de sus naturales inclinacio- La persona es mas que individuo de una
nes a todo lo que, siendo atractivo, no es el especie
Bien absoluto. Al hombre puede atraerle mu- La persona es, pues, mucho más que un
cho cualquier bien finito, pero como su ser es "simple individuo de una especie". Ya hemos
"tendencialmente infinito" nunca queda de- dicho que posee "interioridad", capacidad de
terminado -atrapado, encadenado- del todo "reflexión" y por ello de "autodeterminación",
por lo finito. Esta superioridad viene dada de "dominio de sí". Es un sujeto "sui iuris",

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Antonio Orozco Delclós

como de antiguo se dice. Su "yo"es singular, -por decirlo de algún modo-, tan suavemente,
insustituible, intransferible e irrepetible. Na- que lo que es suyo -el ser y la dignidad- pasa
die puede decir "yo" en su lugar. LLegamos a ser, por participación, verdaderamente
así al punto que nos habíamos propuesto nuestro. De manera que mi yo sin Dios no es
desde el principio y que consideramos de nada, pero por El y sobre todocon El y ante
enorme interés. Quizá no se había llegado a El, mi yo es tan mío que es -si nos está permi-
una formulación precisa y coherente de ello tido hablar así- enteramente mío y yo mismo.
hasta estos últimos lustros. Y ha pasado al Mi vida es un don divino,tan divino que pa-
dominio general de los estudiosos gracias, rece autosuficiente, tan divina que cabe sentir
principalmente, a la antropología filosófica y la tentación de querer "ser Dios". Es cierta-
teológica de Juan Pablo II. Con su magisterio, mente algo tan divino la persona, que Dios
ha hecho posible que ya nadie pueda pensar me quiere por mí mismo. "El hombre -enseña
que ofende a Dios si dice que la persona es un el Concilio Vaticano II y repite incansable-
fin en sí misma. No hay dialéctica entre la mente Juan Pablo II-, es la única criatura que
gloria de Dios y la gloria del hombre, al con- Dios ha querido por sí misma", es el único ser
trario, la gloria de Dios es como dice un Padre de este universo que Dios quiere por sí mis-
de la Iglesia precisamente "que el hombre mo. Dios me ha creado no para servirse de mí.
viva"; en otros términos, que el hombre llegue ¿En qué podría yo servir a Dios, en el sentido
a ser todo lo que deba ser, que aparezca con de aportar algo a su Vida? ¿Hay algo que Dios
toda la dignidad que le corresponde por ser no tenga que yo le pueda dar? Dios me ha
criatura, hecha por Dios a su imagen y seme- creado para darse El a mí, para que yo -que-
janza. rido por mí mismo- sea eternamente feliz con
Es Dios quien esta interesado en subrayar El, en El y por El, con su Amor, en su
la dignidad de la persona humana, de modo Amor,por su Amor.
que no le hacemos ofensa, al contrario, cuan-
do nosotros la subrayamos. Lo absurdo, o si La persona es un fin en si misma
se prefiere, "in-sostenible" sería -es- presentar La persona, para Dios, no es un medio,
esa dignidad desvinculada de la dignidad de sino un fin; tiene dignidad no de medio, sino
Dios creador. Este fue el pecado de Eva y de de fin; no de instrumento, sino de sujeto con
Adán: quisieron ser como Dios, pero no como valor último. Con motivo infinitamente más
los hijos se asemejan a sus padres, sino como grave, ninguna criatura tiene derecho a tratar
dioses autónomos y autosuficientes; como si a otra persona como "su" medio o "su" instru-
pudiesen organizarse una existencia estu- mento. La persona creada no puede conside-
penda al margen de Dios, como si ellos pu- rarse como un simple medio para la perfec-
dieran sostener por sí mismos su ser y su ción del mundo o de una especie, aunque se
dignidad. Esto es el pecado, ésta es la gran trate de la humana. La persona no existe sólo
mentira. Nuestra dignidad es prestada, como para representar una especie, como acontece
nuestro ser. Lo que sucede es que Dios nos da a los individuos irracionales, que no tienen
el ser, y con el ser la dignidad que le corres- dominio de sí, ni del mundo, ni saben lo que
ponde, y lo hace con tan generosa perfección, hacen, ni para qué lo hacen, ni para que sir-

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Fundamentos antropológicos de ética racional (JI)

ven. La persona no ha sido creada por otro fin es el amor más alto y perfecto, este es el amor
distinto de ella misma. La persona no es con que Dios lo ama todo, que en la criatura
"para" nadie en el sentido de "medio" o "ins- (que nunca pueda ser infinita en acto perfec-
trumento" utilizable para alcanzar los fines to), con lleva el riesgo de poder elegir no amar
de "otro", ni siquiera de Dios. y no querer al Amor. Misterio no pequeño,
ciertamente, es esa "predilección" de Dios por
Las personas creadas no son fin de si el amor dedilección, que lo quiere de tal modo
mismas que corre el riesgo de la traición. Esto no lo
Ahora bien, no es menos cierto que siendo entendemos del todo porque no podemos
la persona un fin en sí misma no es en modo tampoco entender hasta el fondo la hondura
alguno fin de sí misma. Las personas creadas de un Amor infinito. En la medida en que se
no son "último fin de sí mismas". Ultimo fin conoce el Amor -es el caso de los santos- se
sólo es Dios. Pero insisto, Dios nos crea no entiende la decisión divina. Cuando alguien
como "medios" para obtener El algo que no está muy unido a Dios por el amor, entiende
tenga o no pueda. Esto es imposible. Si deci- más el amor, la libertad, el infierno y el cielo,
mos que el fin del hombre es dar gloria a Dios, en fin, el valor inmenso de cada persona, la
no queremos decir que Dios"necesite" que le encarnación del Verbo, su nacimiento en Be-
demos gloria, sino que nosotros necesitamos lén, su trabajo en Nazaret, su salir al encuen-
dar gloria a Dios para ser hombres cabales, tro de las gentes, su pasión, su cruz y su
perfectos, intelectual y afectivamente "satis- resurrección.
fechos". Dios no me ha creado para convert-
irme en "medio" de conseguir algo "para El". Lo justo es el amor
No; El me ha creado por amor, porque El es El valor de la persona es tal -escribía el
amor. Y me ha creado para el amor, para amar- entonces Cardenal Karol Wojtila, hoy Roma-
me y para que yo encuentre en Ella infinitud no Pontífice Juan Pablo II- que ante ella sólo
de la perfección, que no es otra cosa que el amor es la actitud justa. Y el amor quiere al
Amor.En rigor, a Dios sólo le interesa el amor, otro por sí mismo, no porque le sirva o resulte
precisamente porque El es Amor. Tan es así, útil. La persona no se encuentra en la lista de
tanto ama nuestra personeidad, y nuestra li- las cosas "útiles" o "instrumentales". Por eso
bertad, que incluso corre el riesgo de que la dice A. Rodriguez Luño: "siempre que tu ac-
usemos mal y nos condenemos eternamente ción se refiera a la persona, propia o ajena, no
a no amar ya nunca más; que elijamos la olvides que no estás ante un simple medio
aberración de no amarle. Porque lo único que instrumental; ten en cuenta, por el contrario,
le interesa es que amemos, y no de cualquier que ella tiene también su propia finalidad."
manera, como, por ejemplo, el ratón ama el Dios no nos crea y ama porque le resultemos
queso y va flechado a él si tiene hambre; sino "útiles".
como seres libres, que quieren porque quie- Dios nos amaría aunque estuviésemos
ren, en otras palabras, que aman porque eli- paralíticos del todo, aunque "no sirviéramos
gen amar, es decir, que aman con un amor que para nada". Dios no nos ha creado para "ser-
no es de necesidad sino de á dileccióná. Este vir-le" sino para amar, para amarnos y para

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Antonio Orozco DeIclós

que le amemos. y resulta que al amarle, nues- cias que pueden ser muy nobles, pero que no
tro mayor gozo es servir a sus designios de justifican la reducción de lo que sustancial-
amor sobre la Humanidad. En el fondo, cuan- mente es fin, a un simple "medio para mí". Ya
do el hombre es generoso con Dios, al querer se comprende que instrumentalizar, objetua-
a Dios, quiere lo que Dios quiere, y sin querer lizar, cosificar de un modo u otro la persona
está sirviendo a toda la humanidad y a sí es algo monstruoso: éticamente, o lo que es lo
mismo. Dios nos trata con gran "reverencia", mismo, humanamente hablando es una bar-
dice la Escritura. Pues bien, si esto es así, si baridad, un acto salvaje, vale decir un "sacri-
Dios se niega a tratarnos como "medios" o legio", porque no en balde se ha dicho siem-
simples "instrumentos", quiere decir que pre en el cristianismo y aun al margen de él,
cuando la criatura humana trata a otra cria- que la vida humana - toda vida humana - es
tura humana como "medio" de satisfacer sus sagrada. Y lo es cualquiera que sea su raza, su
caprichos o sus apetencias personales, por buena o mala formación o su pequeño o gran-
legítimas que éstas sean de suyo, ofende gra- de tamaño.
vemente al Creador, porque está tratando a la
persona como una cosa, está asumiendo un Finitud e indigencia
dominio sobre el otro que ni siquiera Dios La persona humana no puede vivir sólo
reclama para sí. en su intimidad y de su intimidad. La auto-
posesión y autonomía no equivale a autofun-
Una consecuencia práctica para la bioé- damentación o autosuficiencia. La persona
tica humana no sólo tiene un cuerpo que requiere
La pareja que se crea con "derecho" a "te- de un ámbito del que nutrirse, en el que
ner un hijo", está negando al hijo la cualidad moverse y respirar, en definitiva, subsistir. Su
y los derechos de la "persona"; niega de hecho ser y su vivir es finito: no es pleno ni autosu-
que sea" un fin en sí mismo" y lo convierte en ficiente. Incluso su vida intima necesita nu-
"medio" para satisfacer las propias apeten- trirse de lo que no es él mismo: del conoci-
cias, cosa que no hace ni el mismo Dios. No miento de cosas que no son "yo" y del amor
cabe olvidar que en ningún caso el fin bueno de "yo es" que no son "yo".
justifica un comportamiento intrínsecamente
malo. Y, sin duda, tratar a la persona como La persona no crea el sentido de su exis-
medio, es muy grave. tencia
La persona que se arroga el "derecho" no No es creadora de sí. Su sentido se lo da
de engendrar mediante un acto de amor (úni- el Creador. Está sujeta a un orden ético obje-
co modo digno de poner en la existencia a una tivo. Esta obligada a ciertas prestaciones so-
persona), sino de "producir" el ser de otra ciales y profesionales. Incluso en casos extre-
persona, está tomando a la persona no como mos puede y debe hacer un sacrificio perso-
lo que es y ha de ser -un don del Creador-, nal notable y total, que coincida con la reali-
sino como una cosa de la que puedo disponer zación más excelsa y la valoración más plena-
a mi antojo, como algo que está a "mi servi- de su personalidad ética.
cio", como un "medio" de satisfacer apeten- Todo esto se encuentra en las raíces éticas

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Fundamentos antropológicos de ética racional (JI)

de nuestra civilización y su fundamentación la dimensión inconmensurable de la persona,


última se halla en el hecho de la Creación es lo que todos, científicos y humanistas,
(Dios). Además, a la luz de la Revelación la obreros y empresarios, eruditos o ingenuos,
personase ve realizada al presentarse como habríamos de hacer sin cansancio. Si así lo
imagen hecha a semejanza de Dios y llamada hacemos, estoy convencido de que el futuro
a la filiación divina en Cristo Jesús. Dios ha nos va a sonreir. Pero cuando alguien habla
creado al hombre para que sea señor de sí con "esperanza en el futuro", yo le pregunto
mismo y del mundo: "Creced y multiplicaos o, al menos, me pregunto: " y ¿quién es el
y dominad la tierra ... " Todo el universo nues- futuro? ¿quién es "ese señor"? La respuesta
tro ha sido creado para ser dominio del hom- habría de ser: ese "señor" al que me refiero -si
bre; para que el hombre sea señor del univer- es alguien- no puede ser otro que el Señor de
so. ¿Cómo se hará esto? Mediante el conoci- la Historia. Es Dios, que no era ni será, sino
miento científico y las técnicas que de él se que sencilla y magnificamente ES. Y así la
derivan. Pero la ciencia y la técnica servirán esperanza no es un simple deseo de que las
al señorío del hombre sólo si de veras "sirven" cosas vayan mejor, sino un saber cierto: si yo
al hombre, es decir, si respetan y velan por la hago esto, es seguro que el futuro me sonríe.
dignidad de la persona humana, si tratan a la Mi deseo, al terminar por hoy estas reflexio-
persona no como un medio, sino como un fin. nes en voz alta, es que, de hecho y de verdad,
Pero si la ciencia y la técnica se utilizan para el futuro les sonría a todos ustedes, amplia-
"cosificar" al hombre, para convertirlo en un mente. Nada más.
medio para otros individuos o colectivos, en
objeto de experimentación o en simple instru-
mento de placer, entonces sería mejor igno- (La Primera parte de este estudio se publicó en la
rarlas completamente. Desvelar cada vez más revista Cuademos de Bioética, n° 13, l' 1993)

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