Professional Documents
Culture Documents
Sesión n° 7
Contenido
como funciones del tiempo (Fig. n° 1.2). Cuando se aplica este método a un fluido fluyente, se
le llama descripción lagrangiana del movimiento de fluido, en honor al matemático italiano
Joseph Louis Lagrange (1736-1813). El análisis
lagrangiano es análogo al análisis de sistemas que se
aprendió en la clase de termodinámica; es decir, se
sigue una masa fija.
Como el lector puede imaginar, ¡este método de descripción del movimiento es mucho más
difícil para los fluidos que para las bolas de billar! En primer lugar, no se pueden definir e
identificar con facilidad las partículas de fluido conforme se desplazan en todas direcciones. En
segundo lugar, un fluido es un continuum (desde un punto de vista macroscópico), de modo que
las interacciones entre las parcelas de fluido no son tan fáciles de describir, como son las
interacciones entre objetos distintos, como las bolas de billar o los discos de hockey. Además,
las parcelas de fluido se deforman de manera continua a medida que se mueven en el flujo.
Desde el punto de vista microscópico, un fluido está formado por miles de millones de moléculas
que se golpean continuamente entre sí, como las bolas de billar; pero la tarea de seguir un
subconjunto de estas moléculas es bastante difícil, aun para las computadoras más rápidas y
más grandes. Sin embargo, existen muchas aplicaciones prácticas de la descripción lagrangiana,
como seguir el rastro de escalares pasivos en un flujo, en los cálculos de la dinámica de los gases
rarificados referentes al reingreso de una nave espacial en la atmósfera terrestre y en el
desarrollo de sistemas de medición del flujo basado en la formación de imágenes de las
partículas.
Un método más común de descripción del flujo de fluidos es la descripción euleriana del
movimiento de fluidos, nombrada así en honor al matemático suizo Leonhard Euler (1707-1783).
En esta descripción del flujo de fluidos, se define un volumen finito, llamado dominio del flujo o
volumen de control, a través del cual un fluido fluye hacia dentro y hacia fuera. No es necesario
seguir el rastro de la posición y la velocidad de una masa fija de partículas de fluido. En lugar de
ello, se definen variables de campo, funciones del espacio y el tiempo, dentro del volumen de
control. Por ejemplo, el campo de presión es un campo de variable escalar; en caso general para
un flujo tridimensional no-estacionario, en coordenadas cartesianas:
(1)
(2)
(3)
De manera colectiva, estas variables de campo (y otras) definen el campo de flujo. El campo de
velocidad de la ecuación (2) se puede desarrollar en las coordenadas cartesianas como:
(4)
La diferencia entre estas dos descripciones se aclara más cuando se imagina a una persona que
se encuentra en una ribera midiendo sus propiedades. En el enfoque lagrangiano, lanza al río
una sonda que se desplaza corriente abajo con el agua. En el euleriano, ancla la sonda en una
posición fija en el agua.
Aun cuando existen muchas ocasiones en las que la descripción lagrangiana resulta útil, con
frecuencia la euleriana es más conveniente para las aplicaciones de la mecánica de fluidos.
Además, en general, las mediciones experimentales se ajustan más a la descripción euleriana.
Por ejemplo, en un túnel de viento, por lo general se colocan las sondas de velocidad y de presión
en una ubicación fija en el flujo, midiendo
(5)
donde Fpartícula es la fuerza neta que actúa sobre la partícula de fluido, mpartícula es su masa y
apartícula es su aceleración (Fig. n° 1.4). Por definición, la aceleración de la partícula de fluido es
la derivada respecto al tiempo de la velocidad de la misma:
(6)
Sin embargo, en cualquier instante t, la velocidad de la partícula es igual al valor local del campo
de velocidad en la ubicación (xpartícula(t), ypartícula(t), zpartícula(t) de la misma, ya que, por definición,
la partícula de fluido se desplaza con el propio fluido. En otras palabras,
Por lo tanto, para tomar la derivada respecto del tiempo en la ecuación (6), debe aplicarse la
regla de la cadena, ya que la variable dependiente
(7)
Figura n° 1.4. Segunda ley de Newton aplicada a una
partícula de fluido; el vector de aceleración (flecha grs
oscuro) está en la misma dirección que la del vector de
fuerza (flecha negra), pero el vector de velocidad
(flecha gris claro) puede actuar en una dirección
diferente.
(fig. n° 1.5) en donde u es la componente x del vector velocidad definido por la ecuación 4-4. De
manera análoga
Además, en cualquier instante que se esté considerando, el vector de posición material (xpartícula,
ypartícula, zpartícula) de la partícula de fluido en el marco de referencia lagrangiano es igual al vector
de posición (x, y, z) en el marco euleriano. La ecuación (7) queda:
(8)
donde también se usó (obvio) de que dt/dt = 1. Por último, en cualquier instante t, el campo de
aceleración de la ecuación (3) debe ser igual a la aceleración de la partícula de fluido que llegue
a ocupar la ubicación (x, y, z) en ese instante t, ya que, por definición, la partícula de fluido se
está acelerando con el flujo del fluido. De donde, se puede reemplazar apartícula con a(x, y, z, t) en las
ecuaciones (7) y (8) para realizar la transformación del marco de referencia lagrangiano al
euleriano. En forma vectorial, la ecuación (8) se puede escribir como:
(9)
(10)
(11)
Una línea de corriente es una curva que, en todas partes, es tangente al vector velocidad local
instantáneo.
Las líneas de corriente son útiles como indicadores de la dirección instantánea del movimiento
del fluido en todo el campo de flujo. Por ejemplo, las regiones de recirculación del flujo y de
separación de un fluido de una pared sólida se identifican con facilidad por el patrón de líneas
de corriente. Las líneas de corriente no se pueden observar directamente de manera
experimental, excepto en los campos de flujo estacionario, en los cuales coinciden con las líneas
de trayectoria y las líneas de traza, que se estudian a continuación. Sin embargo, desde el punto
de vista matemático, se puede escribir una expresión sencilla para una línea de corriente con
base en su definición.
por definición de línea de corriente. Mediante sencillos argumentos geométricos, con el uso de
triángulos semejantes, se sabe que las componentes de
De donde:
(12)
En la figura
N° 2.2, la ecuación 4-15 se ilustra en dos dimensiones por sencillez. Para un campo conocido
de velocidad, se puede integrar la ecuación 4-15 con el fin de obtener ecuaciones para las
líneas de corriente. En dos dimensiones, (x, y), (u, v), se obtiene la ecuación diferencial
siguiente:
(13)
Figura n° 2.2.
En algunos casos sencillos, la ecuación (13) se puede resolver en forma analítica; en el caso
general, debe resolverse en forma numérica. En cualquiera de los dos casos aparece una
constante arbitraria de integración y la familia de curvas que satisfacen la ecuación 4-16
representa las líneas de corriente del campo de flujo.
Un tubo de corriente consta de un haz de líneas de corriente (Fig. n° 2.3), de forma muy
semejante en la que un cable de comunicaciones consta de un haz de cables de fibras ópticas.
Dado que las líneas de corriente son en todo punto paralelas a la velocidad local, por definición
un fluido no puede cruzar una línea de corriente. Por extensión, el fluido que se encuentra
dentro de un tubo de corriente debe permanecer allí y no puede cruzar la frontera de éste. Se
debe tener presente que tanto las líneas de corriente como los tubos de corriente son
cantidades instantáneas, definidas en un instante en particular según el campo de velocidad en
ese instante. En un flujo no estacionario, el patrón de las líneas de corriente puede cambiar de
manera significativa con el tiempo. Pero, en cualquier instante, el gasto de masa que pasa a
través de cualquier rebanada entre dos secciones transversales de un tubo de corriente debe
seguir siendo el mismo. Por ejemplo, en una parte convergente de un campo de flujo
incompresible, el diámetro del tubo de corriente debe disminuir conforme la velocidad
aumenta, a fin de que la masa se conserve (Fig. n° 2.4 a). Del mismo modo, el diámetro del tubo
de corriente aumenta en las partes divergentes del flujo de fluido incompresible. (Fig. n° 2.4 b).
Líneas de trayectoria.
Una línea de trayectoria es la trayectoria real recorrida por una partícula de fluido durante algún
periodo.
Las líneas de trayectoria son los patrones de flujo más fáciles de entender. Una línea de
trayectoria es un concepto lagrangiano en el que sencillamente se sigue de una partícula de
fluido conforme se desplaza en el campo de flujo (Fig. n° 2.5). De donde, una línea de trayectoria
es lo mismo que el vector de posición material (xpartícula(t), ypartícula(t), zpartícula(t)), al que se le sigue
el rastro durante algún intervalo finito. En un experimento físico, el lector puede imaginar una
partícula trazadora del fluido marcada de alguna manera —mediante un color o haciéndola que
brille— tal que se puede distinguir con facilidad respecto de las partículas circundantes del
fluido. Ahora, imagine una cámara con el obturador abierto durante un cierto periodo, tinicio < t
< tfin, en el cual se registra la trayectoria de la partícula; la curva resultante se llama línea de
trayectoria. En la figura n° 2.6, se muestra un ejemplo interesante para el caso de las olas que
se desplazan a lo largo de la superficie del agua en un tanque. Partículas trazadoras,
neutralmente flotantes, están suspendidas en el agua y se toma una fotografía con exposición
de tiempo durante un periodo completo de la ola. El resultado son líneas de trayectoria que
tienen forma elíptica, que muestran a las partículas de fluido que se mecen hacia arriba y abajo,
y hacia delante y atrás, pero regresan a su posición original después de completar un periodo
de la ola; no se tiene un movimiento neto hacia delante. El lector puede haber experimentado
algo semejante cuando se mece hacia arriba y abajo sobre las olas del océano.
En una técnica experimental moderna conocida como velocimetría por imagen de partículas
(PIV, particle image velocimetry, por sus siglas en inglés) se utilizan las líneas de trayectoria de
partículas para medir el campo de velocidad sobre un plano en un flujo (Adrian, 1991). (Avances
recientes extienden también la técnica a tres dimensiones.) En la PIV, se suspenden diminutas
partículas trazadoras en el fluido, de modo muy semejante a cómo se ilustra en la figura n° 2.6.
Sin embargo, el flujo se ilumina por medio de dos destellos (por lo general de un láser, como en
la figura n° 2.7), para producir dos puntos brillantes sobre la película o fotosensor por cada
partícula en movimiento. Entonces, se puede inferir
tanto la magnitud como la dirección del vector de
velocidad en cada ubicación de la partícula,
suponiendo que las partículas trazadoras son
suficientemente pequeñas como para que se
muevan con el fluido. La fotografía digital moderna y
la velocidad de respuesta de la computadora han
permitido que se pueda realizar la PIV con rapidez
suficiente para que también se puedan medir las
características no estacionarias del campo de flujo.