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RESEÑAS SCRIPTA THEOLOGICA 37 (2005/3)
«...porque se creía que eso era lo que le 14,16) está hablando de «otro Mena-
había sucedido a un dirigente mesiáni- hén» otro maestro como él —como
co que había vivido una generación an- Jesús, que se ve a sí mismo como un
tes de Jesús» (p. 23). Menahén más— que enseñe la verdad
(cfr. pp. 91-94).
En efecto, esta obra se centra en se-
guir las huellas de un personaje poco Al leer un texto como el que reseña-
anterior a Jesús con esas características. mos es posible preguntarse dónde está
Para eso dedica unas páginas, a nuestro el límite entre las hipótesis de trabajo
juicio las más importantes, al estudio de razonables en un ensayo histórico y las
dos himnos incluidos entre los frag- insinuaciones de un relato de historia-
mentos del Rollo de acción de gracias en- ficción.
contrado en la cueva 1 de Qumrán,
completados con otras versiones de esos Francisco Varo
mismos himnos halladas en tres manus-
critos de la cueva 4. En ellos el compo- Luis SÁNCHEZ NAVARRO, La Enseñanza
sitor del himno se refiere a sí mismo de la Montaña. Comentario contextual a
con calificativos que sugieren atributos Mateo 5-7, Verbo Divino, Estella 2005,
divinos, a la vez que se identifica con el 207 pp., 14 x 22, ISBN 84-8169-656-0.
Siervo Sufriente de Is 53. Eso le permi-
te concluir a Knohl que ese personaje La presente obra es un comentario
fue considerado por la comunidad co- al «Sermón de la Montaña», según apa-
mo alguien que por medio de sus sufri- rece en los capítulos 5 a 7 del Evangelio
mientos expió por los pecados de todos según San Mateo. La denominación de
los miembros de la secta. «Enseñanza de la Montaña» responde a
Menos convincente resulta el se- las expresiones que el evangelista pone
gundo capítulo, donde se intenta mos- como marco de las palabras de Jesús:
trar que «los discípulos y seguidores del enseñar, didasko (Mt 5,2; 7,29), y ense-
mesías qumránico creyeron que éste ha- ñanza, didajé (7,28). Con ello se quiere
bía resucitado al tercer día y había as- remarcar la presentación de Jesús como
cendido a los cielos en una nube» (p. un Maestro con sus discípulos.
66). Pero no se aporta un solo texto de Este texto de Mateo, como señala el
Qumrán que lo apoye, sino simples mismo A., es de vital importancia; no
conjeturas a partir del capítulo 13 del en vano, ha sido denominado por algu-
Apocalipsis, y del Oráculo de Histapes nos la «carta magna» de la moral cris-
trasmitido por Lactancio. tiana. A ello obedecen, sin duda, los
En el último capítulo se apunta la númerosos comentarios de los que ha
hipótesis de que ese mesías sufriente de sido objeto. Por ello, el A. quiere dejar
Qumrán fuera un personaje de nombre clara cuál es la especificidad de su tra-
Menahén mencionado por Flavio Jose- bajo: no se trata de un comentario crí-
fo, al que la Misná y el Talmud tam- tico, ni de un estudio de citas y parale-
bién aluden en alguna ocasión. Más los bíblicos o extrabíblicos, ni de un
sorprendente es la propuesta, a partir elenco de bibliografía reciente. Estos as-
de la raíz hebrea de ese nombre propio pectos, en diferente medida, están pre-
(nhm) —que significa «compadecerse, sentes. Sin embargo, el presente co-
consolar»— de que cuando Jesús habla mentario se sitúa en una perspectiva
de «otro consolador (parakletós)» (Jn canónica: «Este comentario es —como
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