Professional Documents
Culture Documents
!1
Complejo Pénfigo
Reseña
Anamnesis
!2
confundida con piodermia y se la medica con antibióticos. Ante la falta de respuesta
de una supuesta piodermia a la administración de antibióticos se debe considerar la
posibilidad de una dermatopatía autoinmune.
• La administración reciente de medicamentos puede ser indicativa de
pénfigo inducido por drogas.
• Muchas de estas enfermedades empeoran con la exposición solar
(especialmente el lupus discoide y el pénfigo eritematoso) por lo que suele haber
recaídas en el verano.
Examen Clínico
!3
márgenes entre porciones afectadas y sanas y de las áreas eritematosas que rodean
costras y úlceras. La ubicación de la acantólisis es indicativa del tipo de pénfigo que
se trata (superficial para el pénfigo eritematoso y foliáceo, suprabasal para el
pénfigo vulgar y vegetante, y con separación de la membrana basal para el
penfigoide). En el caso de lupus, los hallazgos son más inespecíficos, observándose
dermatitis de interfase, engrosamiento de la membrana basal, ocasionales cuerpos
apoptóticos entre las células basales y muchas veces vasculitis dérmica asociada.
Los estudios histopatológicos también permiten diferenciar enfermedades de
presentación similar a las autoinmunes.
b) Inmunohistoquímicas: Es una técnica que permite evaluar el depósito
de anticuerpos en determinadas áreas cutáneas. Resulta muy útil a la hora de
categorizar enfermedades que afectan la membrana basal como la Epidermolisis
Bullosa o el Penfigoide Bulloso, aunque su utilidad se extiende también a otras
enfermedades autoinmunes mediadas por anticuerpos como el complejo pénfigo
c) Citología: es una técnica útil para la aproximación diagnóstica al
paciente con pénfigo. Lo ideal es que la muestra provenga de un extendido obtenido
de una pústula intacta. Si esto no es posible, la muestra puede provenir de improntas
de lesiones, especialmente en las zonas periféricas de las mismas. Para tomar este
tipo de improntas conviene levantar las costras periféricas de las lesiones y tomar la
muestra de los bordes o en su defecto de la parte inferior de la costra. Mediante esta
técnica se intenta localizar acantocitos, que son células epiteliales libres,
generalmente rodeadas de neutrófilos sin cambios líticos. La presencia de
acantocitos es sumamente sugestiva de pénfigo (prueba muy específica) aunque su
ausencia no permite descartar la enfermedad (prueba poco sensible). En este sentido
es menester recordar que algunas cepas de Staphylococcus intermedius son
productoras de enzimas acantolíticas y por lo tanto pueden producir acantocitos.
Manejo Clínico
!4
La terapia de las enfermedades autoinmunes tiene 2 etapas básicas:
Inducción y Mantenimiento. Y se podría mencionar una tercera etapa llamada
Reinducción.
• Inducción: Es el inicio de la terapia y lo que se busca es poner al paciente en
remisión clínica. La etapa de inducción finaliza cuando el paciente ya no tiene signos
clínicos o estos son mínimos y están quiescentes (es decir no empeoran mi mejoran).
Los medicamentos más utilizados para esta etapa de manejo son los corticoides a
dosis altas inmunosupresoras.
• Mantenimiento: En esta etapa se busca que el paciente se mantenga en
remisión. Aquí usamos corticoides a las dosis mínimas efectivas y alternándolos con
otras drogas inmunosupresoras como la Azatioprina y el Clorambucilo. La etapa de
mantenimiento finaliza cuando el paciente empeora su sintomatología clínica y se
hace necesaria otra inducción.
• Reinducción: Se realiza cuando el paciente que estaba en remisión (en
mantenimiento) tiene recaídas en su signología. Aquí se usan nuevamente corticoides
en dosis inmunosupresoras hasta lograr nuevamente la remisión.
Las drogas de elección para la terapéutica de las enfermedades autoinmunes
son:
✓ Glucocorticoides: se prefiere los de acción corta como la prednisona o
prednisolona. Las dosis iniciales recomendadas son de entre 2 a 4 mg/kg de peso,
inicialmente 2 veces por día (durante la etapa de inducción), disminuyendo luego la
frecuencia a una vez / día y luego a días alternos (cada 48 hs o más) durante la etapa
de mantenimiento. Muchos pacientes, especialmente los afectados de enfermedades
más leves o no generalizadas, responden a dosis menores de prednisolona, sin
embargo algunos casos graves pueden ser refractarios a cualquier dosis de
prednisolona. Estos corticoides de acción corta debieran utilizarse en la etapa de
inducción a dosis altas inmunosupresoras y en la etapa de mantenimiento a la dosis
mínima efectiva y siempre intentar administrarlos a días alternos. El día en el que no
se administran puede ser aprovechado para suministrar otras drogas que potencien
su acción, como azatioprina o clorambucilo. Bajo situaciones especiales pueden
utilizarse otro tipo de glucocorticoides en la etapa de inducción, como el succinato
sódico de metil prednisolona a dosis de 10 mg/kg EV, preferentemente aplicado
durante 60 minutos. Es útil en terapias iniciales de rescate en pacientes gravemente
afectados. Esta terapia puede repetirse cada 24 hs durante 2 a 4 días. La
dexametasona puede ser efectiva en algunos pacientes a dosis de 0,1 a 0,2 mg/kg
cada 12 a 24 hs. La flumetasona y la mometasona en crema pueden utilizarse en
lesiones localizadas, especialmente de lupus discoide o de pénfigo eritematoso en las
etapas de mantenimiento.
✓ Azatioprina: es un inmunosupresor antagonista de las purinas que inhibe
la mitosis. Suele ser muy bien tolerado y presenta pocos efectos tóxicos en
comparación con otras drogas inmunosupresoras. Su efecto suele ser notorio entre
las 4 a 6 semanas de iniciado el tratamiento. No es una buena opción en las etapas de
inducción y se lo utiliza en etapas de mantenimiento. No suele administrarse de
manera inicial o única, sino que se indica cuando el corticoide es administrado a días
alternos, aprovechando el día intermedio. La dosis recomendada es de 2,2 mg/kg
!5
cada 48 hs. Puede ocasionar leucopenia y trombocitopenia. No puede ser utilizado
en gatos.
✓ Clorambucilo: es una droga alquilante antineoplásica. Se la utiliza como
adyuvante en la terapia de las enfermedades autoinmunes, generalmente en forma
conjunta con prednisolona a días alternos, el día que no se administra prednisolona.
No se lo utiliza en la etapa de inducción. Puede producir mielosupreción con
leucopenia, trombocitopenia y anemia. Su efecto es lento. La dosis recomendada es
de 0,1 a 0,4 mg/kg cada 48 hs. Puede ser utilizado en gatos.
✓ Ciclosporina: es un polipéptido inmunosupresor con actividad
antilinfocítica, inhibiendo algunas interleucinas intervinientes en las respuestas
inmunes. Presenta muy pocos efectos colaterales. Su efecto comienza entre las 2 a 3
semanas de iniciada su administración. La dosis recomendada es de 5 a 10 mg/kg/
día, pudiendo pasarse cada 48 hs luego de 30 a 60 días de terapia. Resulta más útil
en aquellas enfermedades autoinmunes mediadas por células (Lupus)
✓ Tacrolimus: es una droga con efectos muy similares a la ciclosporina. Si
bien existen presentaciones parenterales, por su elevado costo se la utiliza de forma
tópica en cremas. Es muy útil en lesiones localizadas de pénfigo eritematoso y lupus
discoide.
✓ Ciclofosfamida: al igual que el clorambucilo es un inmunosupresor
alquilante derivado de la mostaza nitrogenada, con actividad antineoplásica. Se lo
utiliza a dosis de 50 mg/m, vía oral 4 días a la semana. Se lo suele utilizar en forma
conjunta con glucocorticoides en las etapas de mantenimiento. Puede producir
mielosupreción con anemia, leucopenia y trombocitopenia.
✓ Pentoxifilina: es una xantina inhibidora de múltiples interleucinas que
además favorece la microcirculación. Es una droga muy segura con mínimos efectos
colaterales. Se la utiliza a dosis de 10 a 15 mg/kg cada 8 a 12 hs. La eficacia clínica
es variable.
✓ Tetraciclina más niacinamida: la tetraciclina, además de sus propiedades
antibióticas, tiene propiedades inmunosupresoras, inhibiendo la migración
neutrófilos, la producción de anticuerpos y múltiples sustancias pro inflamatorias.
La niacinamida (nicotinamida o vitamina B5) posee también propiedades
antimastocíticas, inhibiendo en parte su desgranulación y la liberación de proteasas
celulares. Se utiliza esta combinación en pacientes afectados de formas lupus
discoide, pénfigo eritematoso y formas leves de pénfigo foliáceo. La dosis
recomendada es de 500 mg de cada una de las drogas cada 8, 12 o 24 hs. oral, y 250
mg para perros de menos de 10 kg con igual frecuencia. Los efectos colaterales son
mínimos, especialmente vómitos, los cuales muchas veces son causados por
intolerancia gástrica a la niacinamida y desaparecen con el uso de tetraciclina
aislada.
✓ Vitamina E: es una vitamina liposoluble con importantes propiedades
antioxidantes. Es útil como coadyuvante en múltiples cuadros autoinmunes como el
lupus discoide, pénfigo eritematoso, pénfigo foliáceo y penfigoide bulloso. La dosis
recomendada es de 5 a 30 UI/kg de peso cada 12 a 24 hs. Prácticamente no presenta
efectos colaterales.
✓ Dapsona: es una sulfa que, además de sus propiedades antimicrobianas
tiene la capacidad de inhibir la quimiotaxis de neutrófilos, la liberación de enzimas
!6
lisosomales y la síntesis de anticuerpos y la respuesta de los linfocitos T. Es
potencialmente hepatotóxica y puede producir anemia, neutropenia y
trombocitopenia en algunos pacientes. Estos posibles efectos colaterales deben ser
adecuadamente monitorizados. Se la utiliza en aquellas enfermedades con
acumulación local de neutrófilos como la dermatosis pustular subcornea, el pénfigo
eritematoso y el pénfigo foliáceo. En los pénfigos resulta beneficiosa para reducir
las dosis de otros inmunosupresores como la prednisolona. La dosis recomendada es
de 1 mg/kg cada 8, 12 o 24 h durante no más de 30 días.
!7
El prurito de estos pacientes es variable estando ausente en muchgos de ellos
y siendo moderado en unos pocos
Los diagnósticos diferenciales mas importantes son las piodermias, algunas
presentaciones clínicas de la dermatofitosis por Trichophyton Mentagrophytes
(Dermatofitosis pustular) y demodicosis entre otras. También debe diferenciarse de
otras enfermedades autoinmunes de presentación similar.
El diagnóstico se realiza por Citología y por Histopatología (siendo de ayuda
la Inmunohistoquímica). Para ambas técnicas la muestra ideal proviene de una vesículo-
pústula intacta.
• Citología: Uno de los principales objetivos es diferenciar entre pústula
bacteriana o aséptica. En el Pénfigo Foliáceo se observan neutrófilos sin cambios
loíticos, ausencia de bacterias y queratinocitos
aislados llamados acantocitos. Estas últimas
cñelulas son las características del Pénfigo
Foliáceo. Sin embargo debe tenerse presente que
algunas cepas de Staphylococcus intermedius
son productoras de toxinas acantolíticas y por lo
tanmto algunas pústulas bacterianas pueden
tener también acantocitos.
• Histopatología: Es el método de
elección. Se observa una acantolisis subcornea
con neutrófilos y acantocitos. La localización
subcornea de la acantolisis se relaciona con el tipo de antígeno que esta siendo objeto
del ataque. La Desmocolina 1 se halla en desmosomas de queratinocitos subcorneos
por tanto alli se produce la lesión. Los desmosomas de queratinocitos basales carecen
de Desmocolina 1 y por lo tanto no son inicialmente afectados. En las muestras se
puede observar también una dermatitis linfocítica de interfase. Exactamente lo mismo
ocurre con la Desmogleina 1 en el Pénfigo Foliáceo Humano (en solo una pequeña
proporción de perros afectados de Pénfigo Foliáceo es la desmogleina 1 el anígeno
incolucrado)
La terapia se realiza según antes se explico usando con drogas de inducción a
los corticoides sistémicos (mas raramente puede intentarse el uso de corticoides orals
diarios y azatioprina diaria en pacientes que no muestran respuesta solo a corticoides).
Para el mantenimiento se utilizan corticoides orales a la mínima dosis efectiva cada 48
horas (o mas) junto a azatioprina, clorambucilo (en gatos) o ciclofosfamida.
➢ Pénfigo eritematoso:
!8
lesiones empeoran con la exposición solar siendo por
tanto más marcadas en épocas de verano.
Los diagnósticos diferenciales incluyen
L u p u s D i s c o i d e , D e r m a t o f i t o s i s P u s t u l a r,
Demodicosis y Piodermia Nasal entre otros.
El diagnóstico definitivo es
fundamentalmente histopatológico donde pueden
observarse la acantólisis subcornea junto a una
dermatitis linfocítica de interface.
La terapia consiste en la administración de
corticoides tópicos o sistémicos. Según la gravedad del cuadro clínico puede optarse por
no inmunosuprimir al paciente y administrar otras drogas no corticoideas como
Tetraciclina-Niacinamida, Pentoxifilina o Tacroimus en crema. Todos los pacientes
deben ser protegidos del sol.
➢ Pénfigo vulgar:
Es una rara enfermedad que cursa con un cuadro mucho más ulcerativo que
costroso. El antígeno involucrado es la Desmogleina 3 (aunque algunos pacientes
presentan también anticuerpos contra Desmogleina 1), presente en Queratinocitos
basales por lo que las lesiones son suprabasales.
No parece haber predisposición etaria aunque si racial (el Collie y el Ovejero
Alemán parecieran estar predispuestos).
Se suelen afectar las mucosas orales con
úlceras y vesículas flácidas (lo cual puede ser una
diferencia con la Epidermolisis Bullosa Adquirida y
el Penfigoide Bulloso). Otras mucosas (conjuntival,
vaginal o rectal) también pueden estar afectadas.
Las áreas cutáneas más frecuentemente afectadas
son el puente nasal, la región peripalpebral, la
narina y la cara interna de los pabellones
auriculares. Pueden estar afectadas otras áreas
cutáneas con ulceras y costras.
El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos, la exclusión de los
diagnósticos diferenciales (especialmente otras enfermedades autoinmunes con afección
mucosa o mucocutánea) y la realización de estudios histopatológicos.
La biopsia muestra una acantólisis suprabasal con dermatitis de interfase y la
formación de hendiduras sobre la membrana basal. Sobre la lámina basal pueden
observarse queratinocitos basales aislados (aun adheridos a la membrana basal) dando
un aspecto de lápidas.
La terapia se realiza con corticoides sistémicos para inducir y luego una
combinación de Prednisolona (a las mínimas dosis efectivas) y Azatioprina a modo de
mantenimiento.
!9