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Leucemias en perros y gatos

Las leucemias son neoplasias malignas que se originan a partir de células


progenitoras en la médula ósea. Las leucemias en el perro constituyen menos del
10% de las neoplasias hematopoyéticas. En el caso de los gatos las leucemias
constituyen un 15% a 35% de las neoplasias hematopoyéticas. Debido a que las
células pueden o no estar presentes en circulación sanguínea en ocasiones se
utiliza el término de leucemia aleucémica en los casos donde la proliferación de
las células malignas se da en la medula ósea, sin embargo no se observan en la
circulación. Las leucemias se clasifican en dos grandes grupos dependiendo del
origen celular en leucemias linfoides o leucemias mieloides; y en base al curso
clínico de la enfermedad se clasifican en leucemias agudas y crónicas.

Clasificación de las leucemias:

Leucemias Agudas:
Leucemias mieloides agudas:
AML-M0 - Leucemia mieloide indiferenciada
AML-M1-2 - Leucemia mielocítica aguda
AML-M3 – Leucemia progranulocítica aguda
AMML; AML-M4 – Leucemia mielomonocítica aguda
AMoL; AML-M5 – Leucemia monoblástica/monocítica aguda
AML-M6 – Eritroleucemia
AML-M7 Leucemia megacarioblástica aguda

Leucemias linfoblásticas agudas:


ALL-L1 – Células pequeñas
ALL-L2 – Células intermedias (variable)
ALL-L3 – Células grandes; a veces vacuoladas
Acute leukemia of large granular lymphocytes (LGL)

Leucemias crónicas:

Leucemias mieloides crónicas:


Leucemia mieloide crónica (CML)
Leucemia mielomonocítica crónica (CMML)

Leucemias linfocíticas crónicas:


Leucemia linfocítica crónica (CLL)
Leucemia linfocítica crónica de linfocitos grandes granulados (CLL-LGL)
Las leucemias agudas se caracterizan por la presencia de células inmaduras de
estado temprano afectando medula ósea, pudiendo o no estar presentes en
circulación. Las leucemias agudas tienen un comportamiento agresivo, que de no
ser tratadas, en general los pacientes mueren en un tiempo corto. Las leucemias
crónicas se caracterizan por tener un curso clínico indolente y las células se
caracterizan por ser precursores tardíos que presentan una buena diferenciación.
Las leucemias agudas difícilmente pueden ser reconocidas utilizando tinciones
comunes de rutina, por lo que la utilización de tinciones especiales como
citoquímica e inmunicitoquímica, así como otros métodos diagnósticos como la
citometría de flujo y prueba para detección de clonalidad de receptores de
membrana por técnica de reacción de polimerasa (PCR) en cadena (PARR) son
de gran utilidad para la clasificación adecuada de las leucemias.

Leucemias agudas en perros

En el perro las leucemias mieloides agudas (AML) llegan a ser más comunes que
las leucemias linfoides agudas (ALL). Aproximadamente 50% o más de las
leucemias agudas son AMLs una vez que son reclasificadas utilizando tinciones
citoquímicas o cuando el inmunofenotipo es determinado por medio de otras
pruebas diagnosticas y aproximadamente 50% de las AMLs son leucemias
mielomonocíticas (AMML).

Los signos clínicos son generalmente inespecíficos como letargo, anorexia,


pérdida de peso, fiebre, claudicación o signos neurológicos inespecíficos. En los
hallazgos físicos es frecuente encontrar evidencia de esplenomegalia,
hepatomegalia, linfadenopatía generalizada leve, fiebre, palidez, presencia de
petequia y/o equimosis. La mayoría de los perros con leucemia aguda se
presentan con signos de enfermedad sistémica. En el hemograma la presencia de
células malignas en circulación puede aparecer tanto en AML como en ALL; sin
embargo la ausencia de células en circulación es más frecuente en AML. La
presencia de otras citopenias, bicitopenia o pancitopenia es detectada en la gran
mayoría de los casos de AML y ALL. Las reacciones leucoeritroblásticas son
comunes en AML y raras en casos de ALL. En general el conteo total de células
inmaduras es mayor en perros con ALL que con AML. En ocasiones es difícil
distinguir entre ALL y linfoma con estado clínico V; sin embargo con la utilización
de citometría de flujo es ahora posible reconocer entre estas dos enfermedades,
utilizando el marcador CD34, siendo positivo en leucemias agudas (ALL o AML) y
es negativo en linfoma. En el aspirado de de medula ósea se encuentra una
población monomórfica de células inmaduras y generalmente provee información
necesaria para establecer el diagnóstico.

Con tratamiento la mayoría de los pacientes con leucemias agudas no suelen


tener tiempos largos de remisión y en especial los pacientes con AML suelen tener
un pronóstico pobre incluso con quimioterapia (generalmente 4 a 8 semanas). Los
protocolos utilizados en AML son protocolos que contienen citarabina (dosis baja y
continua; 10 mg/m2 SC cada 12 hrs por 3 semanas y posteriormente en semanas
alternas) junto con doxorrubicina o mitoxantrona cada 3 semanas. El pronóstico de
ALL es generalmente menos desfavorable que para AML (aproximadamente 50%
de los perros con ALL responden al tratamiento por un periodo de 3 a 4 meses y
menos del 20% alcanzan más de 6 meses). Los protocolos de elección para ALL
son protocolos de inducción L-CHOP (que contengan asparaginasa y
doxorrubicina).

Leucemias crónicas en perros

La leucemia linfocítica crónica (CLL) es relativamente común, mientras que la


leucemia crónica mieloide (CML) es muy poco común en el perro. Los signos
clínicos generalmente son inespecíficos y de curso crónico (meses) e incluyen
letargo, pérdida de peso, anorexia, vomito, diarrea, polidipsia/poliuria y
linfadenopatía generalizada leve. Muchos de los casos (más del 50%) son
diagnosticados incidentalmente durante la evaluación clínica y exámenes de
laboratorio de rutina. La anormalidad más común en el hemograma de perros con
CLL es la presencia de linfocitosis con morfología normal y un conteo de 8.0 a
más de 100.0 x 109/l. La presencia de anemia es encontrada en la mayoría de los
casos y de trombocitopenia en aproximadamente la mitad de los casos. En el
aspirado de médula ósea generalmente se encuentra un numero incrementado de
linfocitos, sin embargo no siempre es diagnóstico, ya que se puede llegar a
encontrar un número dentro de valores normales de linfocitos. Aunque la
presencia de gamopatía monoclonal es frecuente en humanos, en el perro no se
presenta con tanta frecuencia, ya que la mayoría de las CLL en el perro son de
origen celular T, mientras en el humano son de origen celular B. Como diagnóstico
diferencial debe de ser excluida la posibilidad de otras enfermedades que causan
linfocitosis como ehrlichiosis, hipoadrenocorticismo, babesiosis y leishmaniasis; sin
embargo, en general, una linfocitosis mayor a 20.0 x 10 9/l, generalmente indica la
presencia de CLL. El diagnóstico de CML requiere de la exclusión de otras causas
de neutrofilia. El tratamiento de CLL generalmente está indicado en el caso de que
el paciente presente signos clínicos de enfermedad o si el conteo linfocitico es
mayor a 50.0 x 109/l. El tratamiento de elección es clorambucilo 20 mg/m2 oral
cada dos semanas junto con prednisona. Generalmente la linfocitosis y signos
clínicos se resuelven después de varias semanas a meses después de haber
iniciado el tratamiento. Otra opción es utilizar un protocolo COP (vincristina,
Ciclofosfamida y prednisona) como inducción y continuar con un protocolo de
mantenimiento con clorambucilo y prednisona. El pronóstico generalmente es de
más de 2 a 3 años de supervivencia. En el caso de CML el fármaco de elección es
la hidroxiurea (50 mg/kg PO cada 24 hrs por 2 semanas y luego cada 48 hrs) y el
pronóstico es variable de 4 a 15 meses.
Leucemias agudas en gatos

Aproximadamente más del 50% de las leucemias agudas en el gato son mieloides
(AML) y muchos patólogos clínicos prefieren el nombre de desordenes
mieloproliferativos (MPD) sobre AML. El virus de la leucemia viral felina (FeLV)
esta comúnmente involucrado, así como probablemente también lo esté el virus de
la inmunodeficiencia felina (FIV); por este motivo los gatos, con sospecha o
confirmación de que tengan leucemia aguda, deben de ser evaluados para FeLV y
FIV. Los signos clínicos son generalmente inespecíficos como letargo, anorexia,
pérdida de peso y fiebre. En los hallazgos físicos frecuentemente se encuentra
evidencia de esplenomegalia, hepatomegalia, linfadenopatía, fiebre y palidez. La
mayoría de los gatos con leucemia aguda se presentan con signos de enfermedad
sistémica, citopenias y evidencia de malignas circulantes. Para establecer el
diagnostico, es recomendado realizar una citometría de flujo.

Los gatos con leucemia linfoblástica aguda (ALL) que reciben tratamiento,
generalmente tienen mejor pronóstico que los gatos con leucemia mieloide aguda
(AML). El pronóstico de sobrevivencia en gatos con ALL y que reciben
quimioterapia es de 2 a 6 meses; mientras que los gatos que padecen de AML y
que reciben tratamiento tienen una media del tiempo de supervivencia de <1 a 2
meses. El tratamiento de elección para ALL es el uso de quimioterapia combinada
que contenga L-asparaginasa y doxorrubicina (L-CHOP) mientras que el
tratamiento de elección para AML es dosis bajas de citarabina junto con
antibióticos antitumorales como doxorrubicina o mitoxantrona y agentes
alquilantes como Ciclofosfamida.

Leucemias crónicas en gatos

Generalmente los pacientes con leucemia linfocítica crónica (CLL) son


diagnosticaos de manera incidental durante exámenes de rutina, aunque algunos
gatos son presentados por signos clínicos inespecíficos como letargo, anorexia y
pérdida de peso. Los hallazgos en el laboratorio incluye la presencia de linfocitosis
compuesta por linfocitos bien diferenciados de aspecto maduro tanto en
circulación como en la médula ósea. En general los gatos con CLL responden al
tratamiento con clorambucilo y prednisona y el tiempo de sobrevivencia
generalmente es mayor a 1 año (1 a 2 años) con una buena calidad de vida. En
gatos, la leucemia mielocítica crónica (CML) es muy poco frecuente y se requiere
de la exclusión de otras causas de neutrofilia para realmente establecer el
diagnóstico. En el caso de que el diagnóstico sea confirmado, el tratamiento de
elección es la utilización de hidroxiurea.

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