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UNIVERSIDAD NACIONAL DEL ALTIPLANO

ESCUELA DE POSTGRADO

MAESTRÍA EN LINGÜÍSTICA ANDINA Y EDUCACIÓN

CURSO : Sociolingüística y Semiótica

DOCENTE : Dr. Nicolás Atencio Maquera

PRESENTADO POR : David Washington Quispe Quispe

FORMA DE TRABAJO - Desarrollo de la evaluación autoinstructiva del material

“sociolingüística”

- Resumen del material “sociolingüística”: 6. política


lingüística nacional pág. 40-72.
-

FECHA DE ENTREGA :05-07-2019 HORA: 06:00 pm


I. DESARROLLO DE LA EVALUACIÓN AUTOINSTRUCTIVA
SOCIOLINGUÍSTICA pág. 60.

1. Haga un diagnóstico del uso de las lenguas de tu comunidad según: niños, jóvenes
y adultos; especificando: contexto de uso con mayor frecuencia de la lengua materna
y el español.

 Hogar

En la provincia de lampa con mucha visión de desarrollo en la lengua materna podemos


mencionar que los padres de familia, los estudiantes y los trabajadores del sector
educación consideran que el quechua tiene un valor de enseñanza para la sociedad en
cualquier campo. Las profesoras de nivel inicial están dando el empuje en los educandos
de primera infancia para que siembren y cosechen la lengua quechua. Las maestras
consideran que la lengua va tomando posición y reconocimiento de manera gradual por
parte del MINEDU y por las instituciones locales. En ese sentido, se puede apreciar que
las lenguas están vigentes en los hogares se habla en español y el quechua a los niños sin
prejuicio, claro que en algunos puntos se hacen la refonologizacion a falta de estudios o
a fala de acuñamientos en el diccionario quechua.

 Escuela

Es las instituciones se habla de la Educación Intercultural Bilingüe tomando en cuenta


la interrelación de la lengua materna y el español. Las lenguas tienen valor para muchos
profesionales y estudiantes. Desde el año 2015 no solo por el empuje de las instituciones
educativas sino de parte de la municipalidad de Lampa ha contribuido con que se pueda
manifestar el quechua con frecuencia, por tal motivo se viene realizando por distintos
motivos ya sea por el aniversario de Lampa u otras actividades en la lengua materna.
Algunos talleres que se realizaron según los maestros son motivos por la revaloración de
las lenguas no solo de los profesionales sino también por parte de los estudiantes.

 Comunidad

En las comunidades existentes alrededor de la provincia con total normalidad se


practica el bilingüismo en personas de todas las edades. En la mayoría se puede
observar en las reuniones cuando alguno de ellos piden la palabra se manifiestan en
su idioma y el encargado aunque dirige la sesión lo traduce al español y responde las
peticiones con normalidad en la lengua materna. Pero sabemos que no podemos
encontrar los términos propios en el quechua y aimara, es ahí donde se va acuñando
y refonologizando algunos términos para su respectiva comprensión.

2. Haga un enfoque analítico de los niveles sociolingüísticos de la realidad


lingüística de su contexto regional.

 En el nivel macro-sociológico

El idioma usado, que según indicaciones adjuntas a las dos obras corresponde al habla
de las provincias de A/ángaro, Lampa y Melgar, presenta una forma idiomática bastante
homogénea, que se acerca más al quechua cuzqueño que a otras variedades conocidas del
mismo, inclusive el quechua boliviano. La diferencia reside, sin embargo, en la presencia
de un gran número de elementos lingüísticos provenientes del aymara tanto en el léxico,
como en el sector de los sufijos verbales. Todas las variedades del quechua, y el quechua
cuzqueño-boliviano más que otras, exhiben cierto grado de influencia recíproca con el
aymara o con lenguas emparentada s con este último idioma. 1 Sin embargo, en el sector
morfológico la división entre los dos grupos idiomáticos se ha mantenido intacta con la
excepción de algunos sufijos de origen común, tales como: -rayhuf-layhu , -puni, -pura,
-kama y -rpari-j-rpava- (Davidson 1980).

 En el nivel micro-sociológico

En puno se identificaron un total de 1388 comunidades campesinas, y esas comunidades


constituyen el mayor número a nivel nacional. El 41% de las comunidades campesinas
entrevistadas en Puno 17 mencionan que la lengua que usan con mayor frecuencia es el
aimara, porcentaje que representa a 428 comunidades campesinas. Estas comunidades se
ubican en las provincias de Moho, Yunguyo, El Collao, Chucuito, Puno, Huancané y San
Antonio de Putina. En las cuatro primeras provincias mencionadas, según el INEI no
encontraba ninguna comunidad que hable quechua, por lo que se podría decir que estas
provincias son esencialmente aimaras; en las otras tres se encuentra una proporción
variable de comunidades que mencionan el quechua como idioma preferente (18%, 48%
y 70%, respectivamente). Además, el mayor número de comunidades campesinas aimaras
se ubican en las provincias de El Collao, Chucuito, Puno y Huancané. En las zonas
mencionadas el quechua varía en empleo de algunas palabras que en otras etnias pueden
significar de manera distinta pero es entendible.

 El nivel lingüístico
En el nivel lingüístico puede variar tanto en las comunidades como en las ciudades
lingüísticamente el habla aimara y quechua. Por decir en algunas partes a un profesor en
quechua le dicen Amauta, en otros lugares de la comunidad le llaman yachachik, en otros
citios le diran yachay kamayuq. Pero cuando estos términos entran en juego con sus
respectivos hablantes existe una discusión y debate para los mismos hablantes y hasta que
recurren al consenso por razones de variedades dialectales y que es aceptado con el mismo
significado para cada etnia o comunidad donde se practica el quechua.

3. Describa casos referidos al conflicto entre las lenguas en tu comunidad.

En la mayoría de las comunidades existen variedades dialectales y algunos términos


comparten tanto en el aimara y en el quechua. El termino punku es compartido en ambas
lenguas y tiene el mismo significado que es la puerta, pero cuando un término entra en
conflicto es cuando algunos términos se van quedando en quechua cuando es prestado del
aimara, por decir cuando dicen p´iqi en el lado quechua que significa ceso de la cabeza y
ese mismo término en el lado aimara significa propiamente cabeza, ahí es cuando juega
el rol del conflicto entre lenguas diferentes. No solo podemos ver esta situación sino hay
muchos términos que parece que en el lado quechua ha sido influenciado por aimara o es
que existen rasgos aimaras en las zonas quechuas en la actualidad.

4. Enumere las consecuencias del mayor uso de lenguas en tu comunidad.

- Son frecuentes y conocidos por los pobladores puesto que se van poniendo más fuerza
a la palabra.

- Tienen significados lingüísticos acuñados y conocidos por las mismas comunidades.

- Si la palabra es proveniente del español entonces esa misma palabra en la comunidad


va adquiriendo valor y se va convirtiendo un término quechua.

- Las palabras siempre se van formando desde la sociolingüista.

- Cuando una palabra es de mayor uso puede desaparecer y desvalorizar un término


cuando e deja de emplear en el uso frecuente de la palabra en la misma lengua.

5. Escriba una relación de palabras de las variedades dialectales de las lenguas


originarias quechua y/o aimara contrastando con el habla de tu comunidad con otras
zonas, comunidades o provincias.
Las variedades dialectales en Puno son varias y se comprenden de manera normal y se
dan en las silabas o consonantes sombreadas.

II. RESUMEN

SOCIOLINGUISTICA: 6. POLITICA LINGÜÍSTICA NACIONAL pág. 40-72.

POLÍTICA LINGÜÍSTICA NACIONAL

POLÍTICA IDIOMÁTICA EN EL PERÚ

Política idiomática incaica

Según Cerrón-Palomino la situación lingüística del Estado Inca antes de que llegaran
los españoles la lengua estaba de manera general sin ninguna discusión. Desde que
llegaron los españoles problematizaron las lenguas que se estaban desarrollando. Y los
grupos idiomático estaban de la siguiente manera: EL SEC, en Tumbes, Chira y Piura.
EL MUCHI, en el valle de Olmos o Lambayeque hasta el Valle de Chicama. EL CULLI,
en los reinos de Cajamarca y Huamachuco. EL ARU, en las serranías de Lima, también
en Ayacucho, Apurímac, Arequipa, Cusco y Puno. EL PUQUINA, en las zonas costeñas
de Arequipa, Tacna y Moquegua. EL QUECHUA, ocupaba con su variedad estándar en
grupos idiomáticos mencionados anteriormente con su variedad estándar.

Política idiomática colonial

Durante los primeros años de la llegada de los europeos a América y al Perú, el término
lengua podía aludir a aquellos extranjeros que hablaran lenguas exóticas o a indígenas
que dominaran el castellano o el portugués. La legislación española los denominó
intérpretes, y hubo otros nombres menos empleados, como ladino y lenguaraz; no
obstante, son precisamente estos tres términos los que aparecen en los documentos
estudiados aquí. En la terminología de la época, los intérpretes indios fueron denominados
en general. En los documentos del Perú del siglo XVI, dichos actores sociales seguían
una tradición que venía de las estrategias de conquista española en el viejo mundo y la
Nueva España, donde los viajeros en búsqueda de nuevas tierras solían llevar consigo
intérpretes para que pudiesen ayudar en los primeros intentos de acercamiento y
dominación pacífica de lugares recién descubiertos. Así, el sistema jurídico reinante en el
Perú del siglo XVI tuvo una serie de normas, basadas en esas experiencias, que
reglamentaron la conducta de los personajes históricos. El castellano trataba de desplazar
al Quechua. Al promediar del siglo XVII se advierte cambar en la política de apoyo
decidido a las lenguas vermiculares.

Política idiomática Republicana

Con la independencia política del Perú, no hay muchos cambios de la situación de las
lenguas nativas pues siguen relegadas. Los criollos herederos del gobierno sienten
desprecio por la cultura y la lengua nativas. La desestructuración de las comunidades
andinas, iniciada en la Colonia, se acelera en la República, además se produce la privación
de las Las lenguas originarias son aquellas que se empleaban antes de que el castellano
llegara y se preservara en el ámbito del territorio nacional. En conjunto, estas lenguas
representan la expresión de una identidad colectiva, así como una manera distinta de
entender y describir la realidad.

Familias lingüísticas y lenguas peruanas

Durante siglos, las lenguas originarias han sido consideradas como dialectos (variantes
de una lengua), y se las ha tratado de inferiores frente al castellano. También se creía que
estas lenguas originarias de nuestro país no tenían gramáticas; sin embargo, a través de
diversas investigaciones en las últimas décadas, se ha logrado clasificarlas en familias
lingüísticas. ¿Cuántas lenguas originarias existen en el Perú? Según el texto y las
investigaciones actualizados en nuestro país existe un total de 48 lenguas originarias: 44
amazónicas y 4 andinas, las cuales están agrupadas en 19 familias lingüísticas y
constituyen medios de comunicación de 55 pueblos indígenas u originarios. Las lenguas
originarias son idiomas oficiales, además del castellano. Las lenguas andinas: aimara,
cauqui, jaqaru y quechua. Lenguas amazónicas: achuar, amahuaca, arabela, ashaninka,
awajún, bora, capanahua, cashinahua, chamicuro, ese eja, harakbut, iñapari, iquitu,
isconahua, kakataibo, kakinte (caquinte), kandozi-chapra, kukama-kukamiria, madija
(culina), maijuna, matsigenka, matses, muniche, murui-muinani, nanti, nomatsigenga,
ocaina, omagua, resígaro, secoya, sharanahua, shawi, shipibo-konibo, shiwilu, taushiro,
tikuna (ticuna), urarina, wampis, yagua, yaminahua, yanesha, yine, yora, (nahua).Esas
lenguas se agrupan en distintas familias lingüísticas, teniendo en cuenta las emparentadas
entre sí y que comparten un origen. Las familias lingüísticas pueden estar conformadas
por una o más lenguas. En el Perú existen 19 familias lingüísticas: 2 andinas (Aru y
Quechua) y 17 amazónicas (Arawa, Arawak, Bora, Cahuapana, Harakbut, Huitoto,
Jíbaro, Kandozi, Muniche, Pano, Peba-yagua, Shimaco, Tacana, Tikuna (Ticuna),
Tucano, Tupí-guaraní y Záparo. ¿Qué lenguas originarias del Perú se hablan en otros
países? Algunas de las lenguas originarias habladas en el territorio peruano también se
hablan en otros países de Sudamérica, como Argentina (2), Chile (2), Ecuador (3),
Colombia (6), Bolivia (5) y Brasil (10). Estas lenguas son:

-Colombia: quechua, ticuna, murui-muinani, bora, ocaina y secoya.

-Ecuador: quechua, secoya y achuar.

-Bolivia: aimara, quechua, yine, yaminahua y ese eja.

-Argentina y Chile: quechua y aimara.

-Brasil: quechua, yine, yaminahua, ticuna, murui-muinani, ashaninka, madija, kukama


kukamiria, sharanahua y matsés. Etnias selváticas para que no exista esa población bajo
los regímenes de la religión.

El dialecto y sus limitaciones

El estudio de la variac1on lingüística presupone en ten~ der el problema del cambio


lingüístico. Diremos que empíricamente ~ te el cambio lingüístico ha sido reconocido
desde la antigüedad. El tratamiento como principio científico sólo se produce con el
nacimiento de la lingüística moderna que parte comprobando la semejanza entre varios
idiomas y llega, por la vía del comparativismo a formular leyes del cambio o
transformación.

Los dialectos han de ser entendidos como variantes geográficas condicionadas


históricamente, esto es, la historia de los contactos lingüísticos es el factor que determina
la diferenciación dialectal. Como causas de la variación dialectal se señalan,
habitualmente. El origen de los pobladores que, hablando la misma lengua, ya
presentaban diferencias dialectales de origen. La influencia de otra lengua sobre una parte
del dominio lingüístico; y la separación territorial que da lugar a evoluciones
diferenciadas. Con todo, la delimitación del concepto de dialecto es un proceso delicado
en lingüística, porque exige una adecuada caracterización de la lengua del territorio, la
precisión de su filiación histórica y unos rigurosos análisis sociolingüísticos y estudios de
actitudes lingüísticas por parte de los hablantes. Además, obliga a manejar también un
determinado concepto de lengua, respecto del que se define el primero, algo que no está
tampoco exento de dificultades.

El Quechua

La familia lingüística quechua se extiende desde el sur de Colombia hasta el norte de


Chile y Argentina. Abarca los países de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y
Argentina. Además del quechua de los Andes, también se hablan variedades quechuas en
algunas áreas de la ceja de selva, y de la selva baja del Perú y el Ecuador. La mayor
extensión geográfica y la mayor diversidad de idiomas quechuas se encuentran en el Perú.
A menudo se sostiene que el quechua del Cusco es la lengua materna de todos los
quechuahablantes. Muchos creen que el quechua es un solo idioma con muchos dialectos
regionales. El quechua es una familia lingüística con una variedad de idiomas, muchos de
los cuales tienen dialectos dentro de la región geográfica donde se habla. Según Alfredo
Torero (1964), las formas más antiguas del quechua, las primigenias, se hablan en
Ancash, Cerro de Pasco, Junín, Huánuco y la sierra de Lima. “Las variedades de la familia
lingüística quechua se clasifican en dos grandes grupos de idiomas: 1) las habladas en
Ancash, Huánuco, Pasco, Junín y algunas provincias del departamento de Lima, y 2) las
habladas en Apurímac, Huancavelica, Ayacucho, Cusco, Puno, Lambayeque, Cajamarca,
San Martín, Amazonas y algunas zonas de Loreto” (Coombs, comunicación personal).
Las diferencias que existen entre los idiomas quechuas son comparables con las
diferencias que existen entre el castellano, el portugués, el francés y el italiano. Muchos
de los quechuahablantes no se refieren a su idioma como “quechua”. Los nombres varían
según la zona. Por ejemplo, en Colombia se llama inga, en San Martín llakwash, en
Cajamarca lingwa. En el sur del Perú el nombre que se le da es runa simi o runa shimi,
que significa ‘idioma del hombre’ o ‘boca del hombre’. Sin embargo, en la actualidad los
quechuahablantes del departamento de Huánuco y de algunos otros lugares se refieren a
su idioma como “quechua” o “gechwa”. Parece que la palabra “quechua” surgió de un
error cometido por los españoles que tomaron la palabra qheswa de la denominación del
dialecto qheswa simi que significa ‘idioma del valle’, para referirse al idioma. En los
Andes del Perú los quechuahablantes han incorporado a su lengua varias palabras
castellanas. Es un fenómeno que se encuentra en castellano y en todos los idiomas vivos,
que poco a poco incrementan su propio vocabulario con préstamos de otros idiomas. En
la selva peruana, algunos idiomas han incorporado muchas palabras quechuas. Este
fenómeno está cambiando, ya que se están incorporando más préstamos del castellano en
el proceso de crecimiento y desarrollo.

El Aimara

La lengua aymara hoy es hablada por más de dos millones de hablantes ubicados en los
países de Bolivia, Perú, Chile y Argentina. Aymara se habla en el nor-oeste y la parte nor-
central de Bolivia (sobre todo en la ciudad de La Paz, la zona lacustre del lago Titicaca y
la mayor parte de del Altiplano), en el sur de Perú (en los departamentos de Puno, Tacna,
Moquegua y Arequipa y toda la zona lacustre), en el norte de Chile (en la sierra fronteriza
con Bolivia como en las ciudades de Arica, Iquique y Antofagasta), y la parte norte de
Argentina (en la sierra jujeña y salteña, y en las provincias del mismo nombre), además
de la población migrante en la ciudad de Buenos Aires. En el caso de Bolivia que
enfocamos aquí, según el último censo (INE 2001), los 1.462.285 hablantes (mayores de
6 años) conforman ahora 20.97% de la población nacional, en comparación con 29% en
1976. A éstos habría que sumar otro medio millón en el Perú y unos 20.000 en Chile (sin
mencionar quienes se sienten Amara aunque ya no hablan esta lengua). El territorio donde
se habla Aimara estaba en plena expansión desde las migraciones masivas de los años 50.
Actualmente los Aimara hablantes, al igual que los quechuas, habitan en casi todo el
territorio nacional de Bolivia, incluso en los departamentos de Beni, Pando, Santa Cruz.
Además, con la globalización económica de las últimas décadas, los hablantes Aimaras,
en busca de trabajo, han emigrado a los países vecinos de Argentina y Brasil, y más allá,
a los EE.UU. y a España y otros países europeos. Como resultado, ya se hallan fiestas,
música y bailes Aimaras en varias partes del mundo. Si bien la región Aimara está
dividida políticamente por las fronteras nacionales entre el Perú, Bolivia, Chile y
Argentina, la comunidad de hablantes tiene mucho en común en su lengua como en su
cultura, y las diferencias dialectales son mínimas así como las diferencias culturales. En
su gran mayoría, los hablantes Amaras en los países andinos son bilingües en castellano
y algunos son trilingües con la adición del quechua y en algunos casos del Uru. Sólo
algunas personas mayores son aún monolingües en esta lengua.

Distribución dialectal del castellano en el Perú

Hablando históricamente hasta estos días cuando las tropas de Pizarro llegaron a
Tumbes se precipitó el ocaso de lo que antiguamente fue el Tahuantinsuyu. Esos soldados
y futuros colonos, que en oleadas sucesivas se habrían de asentar en los territorios que
irían sometiendo en su marcha hacia el sur, habían traído consigo una lengua común: el
castellano. Así fue contradicha la hegemonía del quechua o runasimi, la lengua general
de la sociedad inca, y de esa forma empezó la interacción de los mundos andino e
hispánico y el contacto entre ambas lenguas. Aunque el nivel lingüístico sólo es una
dimensión de dicho proceso, constituye una ventana singular en el empeño de
aproximarnos a los fenómenos sociales que conducen a nuestra realidad global
contemporánea. Para el estudio que intentamos, vale recordar que la lengua venida con
las huestes hispánicas poseía entonces caracteres distintos de los que hoy apreciamos en
el castellano o español, cualquiera sea el término que usemos. Como es sabido y
entendido en torno de la naturaleza, distribución, destino y nombre del español en el
Nuevo Mundo, constituye un capítulo importante de la filología hispánica, y en él
contribuyeron algunos personajes eminentes en nuestra historia cultural (Bello 1847;
Cuervo 1901, 1903; Menéndez Pidal 1918, 1957; Lenz 1893, 1940; Alonso 1935;
Henríquez Ureña 1921, 1940; Rosenblat 1933, 1962; etc.). Hay consenso en este punto
acerca del estado del castellano en el XVI y cada vez documentación más precisa respecto
de la inmigración, origen y variedad idiomática de los nuevos pobladores; inclusive de
los avecindados en Lima (Menéndez Pidal 1952, 1957; Lapesa 1968; Alonso 1930, 1953;
Zamora 1960; Boyd-Bowman 1964, 1968 y 1974). No puede ignorarse, por tanto, que la
lengua de los conquistadores reflejó la fase del castellano del XVI; tampoco que la
migración hispánica se compuso tanto de los que llegaron en las primeras horas del
descubrimiento, como de los que vinieron en fecha ulterior, desplazando las figuras del
visionario y del aventurero por las del burócrata y el administrador, tal como sucedía en
la sociedad peninsular.

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