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Resumen Filosofia de la Educación

Texto 1
Profesora Susana Montaldo.
Texto de cátedra

El conocimiento: dimensión antropológica.


El ser humano conoce porque interactúa y crea la realidad en la que vive: el hombre vive
dentro de una realidad de la cual es parte y que constituye el escenario de sus experiencias.
- En ese espacio/tiempo el ser humano conoce y se conoce, construye su personalidad a la
vez que modifica e inventa nuevas realidades.
- En esta relación con el medio el ser humano se plantea problemas que busca resolver.
- Esta relación del ser humano constituye una compleja trama en la que no hay un
determinismo sino un juego de posibilidades y búsquedas dentro de las cuales el hombre
ejercita la libertad en sus múltiples formas: de elección, compromiso, ruptura.
El ser humano es un ser de palabras: busca conocer, busca ponerle nombres a las cosas,
atribuirles una significación. Posee la capacidad de sustituir el mundo mediante un sistema
de signos. El lenguaje permite organizar las ideas, estructurar la realidad y construir un
orden simbólico.
El ser humano es sobre todo proyecto: es un ser único e irrepetible que se presenta como
un "poder ser".
El ser humano es un buscador de sentido: en cada situación vital, el ser humano busca
descubrir el sentido de su vida donde realiza valoraciones.
Las condiciones sociales de producción del conocimiento varían históricamente, el impacto
de las nuevas tecnologías de comunicación está generando nuevos modos de transmisión
de los conocimientos que están generando el proceso mismo de la producción del
conocimiento.
La distribucion y circulacion del mismo tiene un alto valor estratégico. Por lo tanto el
CONOCIMIENTO es un elemento central en tres aspectos: la lucha por la hegemonía
social, las relaciones de poder y la búsqueda de consensos para lograr cohesión
social. El conocimiento es entonces un bien político y social.
También, el conocimiento es un bien cultural que determina niveles de competencia
cultural. La apropiación del conocimiento posibilita la comprensión de los
significados sociales y da capacidad para tejer vinculaciones en base a las diferentes
"representaciones compartidas". Estas representaciones sirven como un organizador
del pensamiento y de la acción.​ La capacidad de vinculación y comprensión de las
representaciones compartidas proporciona un marco de interpretación de la realidad y
ayuda a construir y a modificar la realidad.

El conocimiento: dimensión ética. Actitudes y valores.


Es crucial que los procesos políticos y sociales de cambio impactan en los sistemas
educativos no sólo en términos del CONOCIMIENTO, sino también en lo relativo a actitudes
y valores.
- Surge la exigencia de profundizar en el criterio de legitimación de la produccion y
circulacion de los saberes, que no puede ser otro que el carácter público, por conformar una
"herencia" que debemos compartir entre todos, por su historicidad y por su carácter de
refutabilidad.
Apel sostiene "en todo juego del lenguaje humano tiene que estar dado, a priori el paso al
discurso argumentativo, como instancia posible de la fundamentación crítica de las normas,
es decir, de legitimación.

El conocimiento: dimensión educativa


La relación del conocimiento con la educación es sustantiva.
El primer criterio para evaluar la calidad de la educación se refiere a la concepción del
conocimiento existente en el sistema educativo, ya que este es el eje estructurante en torno
al cual se organizan las funciones básicas de la escuela.
El conocimiento es parte fundamental de las prácticas educativas. En este sentido la
escuela cumple un rol central, ya que es la institución orientada a la distribución y
circulación en forma sistemática del conocimiento.

La ciencia: desde una mirada ingenua a una mirada crítica.


La ciencia, desde la perspectiva moderna del conocimiento, comienza con Copernico.
Se plantea el conocimiento como imagen del mundo independiente del hombre. Se produce
la primera descentración del hombre en el intento de independizarse de la fe religiosa. La
"realidad en sí", "tal como es", se convierte en el paradigma del conocimiento. Se afirma que
el producto de la percepción y la observación son imagenes de lo que existe en sí,
independientemente del observador.
Berkeley y Hume cuestionan el concepto de percepción que se maneja en el siglo XVIII, por
eso Kant dice que Hume lo despertó de su sueño dogmático. Berkeley sostiene que "sólo
podemos comparar las ideas, pero no las cosas que las ideas deben representar".
Las ideas deben confirmarse en los hechos para alcanzar la objetividad y lograr la
validación. En la medida que el conocimiento científico reproduce especularmente ,los
"hechos" tal cual son adquiere la categoría de: objetivo, racional, neutral y toma distancia de
lo subjetivo y deformante que le aporta el sujeto.
En otra perspectiva se propone un concepto de ciencia. Prigogine expresa: "asistimos a la
emergencia de una ciencia que ya no se limita a situaciones simplificadas, idealizadas, nos
instala frente a la complejidad del mundo real, una ciencia que permite a la creatividad
humana evidenciarse como la expresión singular de un rasgo común en todos los órdenes
de la naturaleza.
Esta perspectiva implica dar una importancia fundamental al sistema de signos, o al
discurso como el prototipo del sistema de signos. El realismo pedagógico peirceano
descubre que tanto las palabras como las cosas comparten un estructura relacional, son
signos.
En el acto de conocer se pueden reconocer tres elementos fundamentales: el sujeto, el
objeto y el lenguaje o sistema de significación.
1. El mundo de la experiencia constituye la piedra de toque de nuestras ideas. Estas se
gestan en la experiencia, como producto de la actividad del sujeto activo que construye el
conocimiento. El conocimiento permite al hombre ordenar la realidad que de otro modo
sería caótica.
2. El conocimiento es producto de una relación entre el sujeto y el objeto que puede
conocerse. Sujeto y objeto forman una unidad. No hay sujeto sin objetos, aunque los
objetos existen independientemente de los sujetos. "Ser sujeto es totalmente diferente de
ser objeto. La función del sujeto consiste en aprehender al objeto, y la del objeto en ser
aprehensible y aprehendido por el sujeto".
3. Un sistema de signos es la condición necesaria para el pensamiento y la construcción de
la realidad. Aprender un lenguaje implica aprender una cultura, es decir una forma de
percibir, de pensar, de sentir, de vivir. Es así que la función semiótica aparece como
condición necesaria para la interpretación del mundo y poder dar validez intersubjetiva a
dicha interpretación.

Rupturas y posibilidades en las concepciones epistemológicas actuales.


Los cambios, quiebres y rupturas, se producen en torno a los siguiente:
- Se abandona la idea de una sola posible interpretación del mundo. Esto sucede porque se
legitiman una pluralidad de agencias interpretativas que permiten la visión de una realidad
múltiple.
- Se reemplaza la noción del tiempo y el espacio como algo dado y lineal frente a la
adaptación de nuevos espacios construidos.
- Se rompe con la idea de una acceso directo a la realidad "tal cual es" y por tanto con la
noción de conocimiento como su reproducción especular. El mundo sólo puede conocerse a
través de los diferentes discursos que lo interpretan.
- Ya no es aceptable la idea del conocimiento científico como incontaminado y por tanto
absolutamente objetivo y neutro.
-El conocimiento separado de la acción y transformación de la realidad, frente a la
concepción del conocimiento como un producto histórico-social que posee un poder capaz
de operar sobre la realidad y transformarla.

Texto 3
Rubén Pardo
Verdad e historicidad.
El conocimiento científico y sus fracturas.

El conocimiento científico: doble sentido y doble sentido.


La comprensión de la realidad que nos toca vivir es imposible e irrealizable si no se tiene en
cuenta la función y el significado que en su constitución ejerce el discurso científico.
Reflexionar sobre nuestro mundo “hoy” es reflexionar sobre la ciencia y la tecnología.
El concepto de ciencia fue un descubrimiento fundamental del espíritu griego y dio origen a
nuestra cultura occidental.
Hoy consideramos los científico como el modelo casi excluyente de todo saber que se
preside de tal. No todo conocimiento es científico. La cientificidad es una categoría que
depende de ciertos requisitos que suelen centrarse en estas características:
-Capacidad descriptiva, explicativa y predictiva. Describir es enunciar las notas distintivas de
un objeto.
La ciencia es un saber que busca leyes mediante las cuales poder describir y explicar la
realidad.
La ciencia es, así, esencialmente explicativa, y no será otra cosa que dar cuenta de hechos
mediante leyes.
-Carácter crítico. La ciencia alude a su caracter problematico y cuestionador: el
pensamiento científico es un pensar interrogante y, por ello, su tarea más propia es la del
preguntar.
La actitud propia del que hace ciencia es la “actitud crítica”. Esto es, la de aquel que
antepone la duda, el examen, el “preguntar crítico” a la doctrina incuestionable.
-Saber fundamentado. La ciencia requiere siempre la fundamentación de sus afirmaciones.
Si bien esta es una condición que recorre la historia del conocimiento científico debe
especificarse que “justificar o fundamentar” supone una referencia a dos dimensiones: una
lógica y otra empírica.
La primera está relacionada con la coherencia entre las proposiciones que conforman la
teoría, mientras que la segunda se agrega a la anterior para las ciencias que estudian los
hechos, e implica la necesidad de justificar sus enunciados mediante contrastación
empírica.
-Carácter metódico. La tendencia fundamental del pensamiento científico moderno es la de
identificar el saber, el conocimiento propiamente dicho, la ciencia, con lo comprobable
empíricamente y, por tanto, la verdad con la certeza. Así, un cuerpo de conocimientos, para
que hoy sea considerado como “científico”, debe seguir, ciertos procedimientos. Si una
investigación emite o elude uno de ellos pierde inmediatamente su pretensión de
cientificidad.
-Sistematicidad. Otra característica está referida a la sistematicidad del conocimiento
científico. Se denomina “sistema” a un conjunto ordenado de elementos, y el carácter
sistemático de la ciencia alude a una unidad armónica, en virtud de la cual nuevos
conocimientos se integran a los ya establecidos.
-Comunicable mediante un lenguaje preciso. La ciencia formula enunciados que deben
responder a esta demanda. Sin embargo, es necesario, formular enunciados precisos.
La ciencia tiende naturalmente a la búsqueda de un lenguaje unívoco, aspira a la posibilidad
de crear un lenguaje ideal que elimine toda equivocidad, que tenga un único sentido posible.
-Pretensión de objetividad. Suele afirmarse que el conocimiento científico es objetivo. Por
objetividad debe entenderse la capacidad del sujeto de elevarse por sobre todo
condicionamiento histórico y subjetivo y de tomar distancia suficiente respecto del objeto a
conocer, como para adoptar el punto de vista de un observador neutral. Ser objetivo
significara todo influencia derivada del que conoce.

Paradigma premoderno
Se encuentran dos periodos diferenciables: la antigüedad clásica y la Edad media.
Del primero de ellos, “el mundo griego” cabe decir que es fundacional. Funda la cultura
occidental y da inicio al proyecto racionalista. El concepto clave es el logos.
En esta contraposición entre mitos y logos se puede encontrar la primera manifestación del
concepto de ciencia: el saber científico pertenece al logos, en tanto es discurso
demostrativo.
Pero existe otra oposición de la cual es posible rastrear el origen de nuestro actual concepto
de “ciencia”. Doxa y episteme es la diferenciación entre la mera “opinión” y el “saber
cientifico”
El término episteme refiere a la racionalidad, y es por eso que en ella se incluye tambien la
filosofia.
Frente a este modo de comprender la realidad y el conocimiento, el mundo de la edad
media aporta todo lo derivado de la concepción cristiana de vida.
La prioridad dada al sentimiento religioso y a la fe por sobre las evidencias de la
racionalidad lógica y epistémica se funda en que el orden a partir del cual es “leída” o
interpretada la realidad es “divino” y no “racional”
Lo que se denomina “paradigma premoderno de ciencia” se sustenta en una comprensión
del mundo muy difícil de entender para nosotros. Dado que, “nuestra” idea actual de lo
científico tiene su origen más reciente en la modernidad.
Paradigma moderno
La modernidad constituye un proceso de secularización. En primer lugar, se comienza a
producir una separación de esferas dentro de la cultura y de la sociedad. Una de las
diferenciaciones fundamentales de lo moderno es la que se da entre la iglesia y el estado y
entre la religión y la ciencia. En segundo lugar, la modernidad alude a un grito profundo y
esencial del pensamiento: el que va del teocentrismo medieval a la centralidad de los
problemas más práctico-mundanos. El núcleo de la orientación de la cultura moderna ya no
será lo divino sino más bien la resolución de aquellos problemas práctico-teóricos
originados por los cambios sociales que tuvieron lugar a partir de la aparición de la
burguesía. Esto implica las siguientes creencias:
1-El mundo posee un orden racional-matemático.
2-”Lo moderno” se caracteriza también por el surgimiento de una confianza absoluta en el
poder de la razón: tanto en su poder cognositivo como práctico. La razón moderna es,
determinación de los primeros principios que rigen el mundo, luego calculo de medios y, en
su última transformación, se reduce a control práctico.
3-A la modernidad le es inherente una idea de conocimiento y de verdad muy “fuerte” que
en ella se confía en la posibilidad de determinar las leyes que han regido y regirán la
naturaleza.
4-Finalmente,el progresivo despliegue y avance del conocimiento científico se traslada a
toda la sociedad, dando lugar a un orden social mejor y más justo. Conlleva el supuesto de
que todo proceso de innovación en ciencia es, bueno. Hoy tampoco es indiscutible que el
desarrollo de la ciencia debe ser absolutamente ilimitado.
Es así como, desde la modernidad “razón” y “verdad” son pensados casi como sinónimos
de “razón científica”. Y es así como la racionalidad es pensada como la racionalidad propia
de la ciencia.
Paradigma actual
No hay que considerar el “pos” del concepto de “posmodernidad” como el señalamiento de
un tiempo superador de lo moderno sino como la indicación de una crisis y la apertura de un
tiempo que mantiene una estrecha relación con ella.
En la posmodernidad se ve un proceso de fragmentación del sentido que se despliega en:
1-Caida de los ideales de conocimiento de la modernidad.Es inherente a la posmodernidad
una idea debil de verdad o cierto relativismo.
2-Crítica y rechazo de los ideales éticos y del progreso social inherentes a la modernidad.
En ella adviene “el fin de las grandes utopías”.
3-Algunos cuestionamientos a la ciencia y al cientificismo. Aparición de ciertas críticas tanto
al desarrollo absolutamente ilimitado de la ciencia, lo que da lugar a una reducción de la
razón a mera racionalidad científica.
Respecto de la crítica a la desmesura cientificista la cultura posmoderna esgrime la
necesidad de ampliar la idea de razón y de verdad.
En síntesis, frente al paradigma científico-filosófico de la modernidad, esta etapa de la
posmodernidad representa una época signada por la fragmentación, por la caída y por el
desencanto. Y por ello, muchos pensadores critican y tachan de “conservadores” o de
“reaccionarios” a los que defienden a rajatablas los beneficios de la posmodernidad.

El proyecto filosófico de la modernidad:


Razón, verdad y objetividad
La esencia del proyecto científico de la modernidad se encuentra en el priori matemático de
su comprensión de la realidad.
La ciencia moderna se funda en una precomprensión del sentido de la realidad en términos
de “aquello que puede ser calculado y medido”. Lo real será “lo calculable”.
Si el orden del universo es racional-matemático, se requerirá de las matemáticas para su
comprensión.
En primer lugar, hay que agregar que a la ciencia moderna le es inherente una
consideración de la naturaleza al modo de un objeto de cálculo.
En segundo lugar, es el supuesto de la objetividad el que sostiene la ambición de
racionalidad plena que se expresa en la modernidad.
La relación hombre-mundo u hombre-naturaleza es pensada como la de un sujeto que se
enfrenta un objeto para su control. El proyecto de razón propio de la modernidad conlleva
una idea de racionalidad ligada a la posibilidad de determinar las conductas. Esto duró
poco, porque el proyecto filosófico-científico de la modernidad hizo devenir esa razón
todopoderosa en mera razón calculante.
Estos son los fundamentos filosóficos del paradigma científico que se genera a partir de la
revolución de los siglos XVI y XVII.

“Ciencia y progreso”
Hay cuatro criterios para clasificar las ciencias: objeto de estudio, metodos, clase de
enunciados y tipo de verdad. Las ciencias se dividen en formales o fácticas.
Las ciencias formales son las matemáticas y la lógica, pues su objeto de estudio se
caracteriza porque solo tiene existencia ideal: tanto los signos del lenguaje matemático
como los del lógico no refieren a una realidad extralingüística sino que son formales, vacío
de contenido. Estos objetos pueden ser “interpretados” estableciendo correspondencia con
los hechos y ser aplicados a la realidad empírica. Los enunciados de este tipo de ciencia
son analiticos, cuyo valor de verdad se determinara de un modo formal. El método es la
demostración lógica: deducir un enunciado de otros por inferencias lógicas, y la verdad de la
ciencias formales ha de ser necesaria.
Por otra parte, están las ciencias fácticas, que informan acerca de la realidad
extralingüística, tienen como objeto de estudio entes materiales y se refieren a la realidad
empírica. Sus enunciados son proposiciones sintéticas, y su método se basa en la
contrastación empírica para constatar si estos enunciados son verdaderos o falsos; de ellos
resulta siempre una verdad contingente y fáctica.
Dentro de las ciencias fácticas suele trazarse una subdivisión entre las naturales y las
sociales.

Contexto de descubrimiento y de justificación/historia externa e interna.


Se distinguen dos contextos: el de descubrimiento y el de justificación.
En el primero importa el hallazgo, la producción, sea de una hipótesis o de una teoría;
corresponde al ámbito de la génesis histórica.
En contraste con este existiría otro contexto que no tendría que ver con lo histórico sino con
todos aquellos elementos que atañen a la validación de una teoría. Es el contexto de
justificación.
En el, intersa la lo concerniente a la verdad, a la elección de hipótesis. De él queda
decididamente excluido todo elemento “externo”, que haga al afuera de la ciencia, vale
decir, a lo histórico.
Lakatos se refirió a esta temática proponiendo la existencia de dos historias de ciencia.
Así, mientras la historia interna sería una suerte de “reconstrucción puramente racional” de
la ciencia, la otra, la externa, daría cuenta al acontecer científico en relación con los
avatares del contexto de descubrimiento.
Facticidad, es decir, historicidad por un lado; validación, osea verdad, por otro.
En síntesis, no se trata de “racionalismo” versus “irracionalismo” ni de “universalismo”
versus “relativismo”. No se trata ni de “verdades objetivas” ni de que “cualquier idea vale
más que otra”.
Partir del reconocimiento del carácter interpretativo y por ende histórico de la racionalidad
no soluciona totalmente las cosas.
Texto 5
FOUCAULT
Ciencia y saber- Descripción arqueológica

Positividades, disciplinas, ciencias.


Se llama “disciplinas” a unos conjuntos de enunciados que copian su organización de unos
modelos científicos que tienden a la coherencia y a la demostratividad, que son transmitidos
y enseñados como unas ciencias. La arqueología no describe disciplinas y es cierto que las
positividades no son los simples dobletes de las disciplinas instituidas.
Las formaciones discursivas se constituyen sigilosamente: no se hallan en un estado de
subordinación teleologica en relación con la ortogenesis de las ciencias.
La medicina clínica no es ciertamente una ciencia; porque no responde a los criterios
formales ni el nivel de rigor que se puede esperar de la física, de la química y la fisiología,
sino también porque comporta un amontonamiento, de observaciones empíricas, de
pruebas y de resultados brutos, de recetas, de prescripciones terapéuticas, de reglamentos
institucionales. Esta no-ciencia no es exclusiva de la ciencia.
No se pueden identificar las formaciones discursivas a ciencias ni a disciplinas apenas
científicas, ni a unas formas que incluyen desde los comienzos toda cientificidad.
El saber
Las positividades no caracterizan unas formas de conocimiento. No definen tampoco el
estado de los conocimientos en un momento dado del tiempo: no establecen el balance de
lo que hubiera podido ser demostrado y tomar estatuto de saber definitivo.
Analizar positividades, es mostrar conjuntos de enunciaciones, juegos de conceptos, series
de elecciones teóricas. Los elementos así formados no constituyen una ciencia, no son
tampoco conocimientos amontonados.
Son aquello a partir de lo cual se constituyen proposiciones coherentes (o no). se
desarrollan descripciones más o menos exactas, se despliegan teorías. Forman lo previo de
lo que se revelara y funcionará como un conocimiento, una verdad admitida o un error
denunciado, un saber definitivo o un obstáculo superado.
No se trata de un preconocimiento que va del conocer inmediato a la apodicticidad; se trata
de unos elementos que deben haber sido formados por una práctica discursiva para que un
discurso científico se constituya, especificado por los objetos con los que están en relación,
los tipos de enunciación que pone en juego, los conceptos que manipula y las estrategias
que utiliza.
A este conjunto de elementos formados de maner regular por una práctica discursiva y que
son indispensables a la constitución de una ciencia, se le puede llamar saber. Un saber es
aquello de lo que se puede hablar en una práctica discursiva que así se encuentra
especificada: el dominio constituido por los diferentes objetos que adquirirán o no un
estatuto científico; un saber es también el espacio en el que el sujeto puede tomar posición
para hablar de los objetos de que trata en su discurso.
Un saber es también el campo de coordinación y de subordinación de los enunciados en
que los conceptos aparecen, se definen, se aplican y se transforman. En fin, un saber se
define por posibilidades de utilización y de apropiación ofrecidas por el discurso.
Existen saberes que son independientes de las ciencias, pero no existe saber sin una
práctica discursiva definida; y toda práctica discursiva puede definirse por el saber que
forma.
La arqueología recorre el eje práctica discursiva-saber-ciencia. Y encuentra el punto de
equilibrio de su análisis en el saber, es decir en un dominio en que el sujeto está situado y
es dependiente. Solo pertenecen a un dominio de cientificidad las proposiciones que
obedecen a ciertas leyes de construcción; unas afirmaciones que tuvieran el mismo sentido,
que fuesen tan verdaderas como ellas, pero que no nacieran de la misma sistematicidad,
estarían excluidas de ese dominio.
La práctica discursiva no coincide con la elaboración científica a la cual puede dar lugar; las
ciencias aparecen en el elemento de una formación discursiva y sobre un fondo de saber.

Saber e ideología
La ciencia se localiza en un campo de saber y desempeña en él un papel. Papel que varía
según las diferentes formaciones discursivas y que se modifica con sus mutaciones.
El discurso científico no asegura la misma función en el saber económico del siglo XVII y en
el del XIX. En toda formación discursiva se encuentra una relación específica entre ciencia y
saber; y el análisis arqueológico, debe mostrar positivamente como una ciencia se inscribe y
funciona en el elemento del saber.
En ese espacio de juego, es donde se establecen y se especifican las relaciones de la
ideología con las ciencias. El solo juzgar de la ideología sobre el discurso científico y el
funcionamiento ideológico de las ciencias no se articulan al nivel de su estructura ideal, ni al
nivel de su utilización técnica en una sociedad; se articulan allí donde la ciencia se perfila
sobre el saber. Si la cuestión de la ideología puede ser planteada a la ciencia es en la
medida en que esta se localiza en el. estructura algunos de sus objetos, sistematiza algunos
de sus enunciados, formaliza tales o cuales de sus conceptos y de sus estrategias; en la
medida en que la ciencia encuentra su lugar en una regularidad discursiva. En suma, la
cuestión de la ideología planteada a la ciencia es la cuestión de su existencia como práctica
discursiva y de su funcionamiento entre otras prácticas.
La economía política desempeña un papel en la sociedad capitalista, que sirve los intereses
de la clase burguesa, que lleva en fin el estigma de sus orígenes hasta en sus conceptos y
su arquitectura lógica; pero toda descripción más precisa de las relaciones entre la
estructura epistemológica de la economía y su función ideológica deberá pasar por el
análisis de la formación discursiva que le ha dado lugar y del conjunto de los objetos, de los
conceptos y se deberá mostrar cómo la práctica discursiva que ha dado lugar a tal
positividad ha funcionado entre otras prácticas que podían ser de orden discursivo pero
también de orden politico o economico.
Proposiciones:
1-La ideología no es exclusiva de la cientificidad.
2-Las contradicciones, los defectos teóricos pueden muy bien señalar el funcionamiento
ideológico de una ciencia. Pero el análisis de ese funcionamiento debe realizarse al nivel de
la positividad y de las relaciones entre las reglas de la formación y las estructuras de la
cientificidad.
3-Corrigiendose, rectificando sus errores, no por ello un discurso desenlaza su relación con
la ideología. El papel de esta no disminuye a medida que crece el rigor y que se disipa la
falsedad.
4-Ocuparse del funcionamiento ideológico de una ciencia para hacerlo aparecer o
modificarlo: es volver a ponerla a discusión como formación discursiva; es ocuparse del
sistema de formación de sus objetos, de sus tipos de enunciaciones, de sus conceptos. Es
resumirla como práctica entre otras prácticas.
Texto 6
Maturana Romesin
Emociones y lenguaje en educacion publica y politica. Chile

Primera parte: una mirada a la educación actual desde la perspectiva de la biología


del conocimiento.

¿Para qué sirve la educación?


Uno no puede reflexionar acerca de la educación sin hacerlo antes acerca de cómo es el
proyecto de país en el cual están inmersas nuestras reflexiones sobre educación. Tal vez
nuestra gran tragedia actual es que no tenemos un proyecto de país. Sin embargo, como
profesor universitario me doy cuenta de la existencia de dos proyectos nacionales, uno del
pasado y otro del presente; uno que yo viví como estudiante y otro que encuentro se ven
forzados a vivir los estudiantes actuales. Yo estaba inmerso en un proyecto de
responsabilidad social, era partícipe de la construcción de una país.
Al comienzo de mis estudios universitarios, vivíamos nuestro pertenecer a distintas
ideologías como distintos modos de cumplir con nuestra responsabilidad social de devolver
al país lo que habíamos recibido de él, en un compromiso explícito o implícito, de realizar la
tarea fundamental de acabar con la pobreza, con el sufrimiento, con las desigualdades y los
abusos. La situación y preocupación de los estudiantes de hoy han cambiado. Hoy los
estudiantes se encuentran en el dilema de escoger entre lo que de ellos se pide y el impulso
de su empatía social que los lleva a desear cambiar un orden político cultural de
desigualdades.
Cuando yo era estudiante deseaba retribuir a la sociedad lo que de ella recibía. Pero
actualmente este propósito individual y social no se da porque en el momento en que uno
se forma como estudiante para entrar en la competencia profesional, uno hace de su vida
estudiantil un proceso de preparación para participar en un ámbito de interacciones que se
define en la negación del otro bajo el eufemismo: mercado de la libre y sana competencia.
Como fenómeno humano la competencia se constituye en la negación del otro.
Los jóvenes chilenos están ahora empujados por el sistema educacional actual a formarse
para realizar algo que no está declarado como proyecto nacional, pero que configura un
proyecto nacional fundado en la lucha y la negación mutua bajo la invitación a la libre
competencia.

Racionalidad y emoción.
Pensamos en el ser humano, como un ser racional, y que lo que distingue al ser humano de
los otros animales es su racionalidad.
Decir que la razón caracteriza a lo humano es una anteojera, y lo es porque nos deja
ciegos frente a la emoción que queda desvalorizada como algo animal o como algo
que niega lo racional. Al declararnos seres racionales vivimos una cultura que
desvaloriza las emociones, y no vemos el entrelazamiento cotidiano entre razón y
emoción que constituye nuestro vivir humano.​ Desde el punto de vista biológico,
emociones son disposiciones corporales dinámicas que definen los distintos dominios de
acción en que nos movemos. Cuando uno cambia de emoción hay cosas que podemos
hacer y cosas que no podemos hacer.
Todo sistema racional se constituye en el operar con premisas aceptadas a priori desde
cierta emoción. También, todo sistema racional se funda en premisas o nociones
fundamentales que uno acepta como puntos de partida porque quiere hacerlo.
Existen dos tipos de discusiones entre las personas. Hay discusiones, que se resuelven sin
que uno vaya más allá de ponerse colorado. -Si yo digo que dos por dos es igual a cinco y
ustedes me dicen: “¡no hombre, no es así!”, la multiplicación se hace de esta manera, yo
digo, “¡ah! tienes toda la razon, disculpa”. Si esto ocurre, lo peor que puede pasar es que
me ponga colorado y tenga un poco de vergüenza-.
Nuestro desacuerdo era trivial, pertenecía a la lógica. Nunca nos enojamos cuando el
desacuerdo es sólo lógico. Pero hay otras discusiones en las cuales nos enojamos; esto
ocurre cuando la diferencia está en las premisas fundamentales que cada uno tiene. Esos
desacuerdos siempre traen consigo un remezón emocional, porque los participantes en el
desacuerdo como amenazas existenciales recíprocas. Son situaciones que amenazan la
vida ya que el otro le niega a uno los fundamentos de su pensar y la coherencia racional de
su existencia.
Por ejemplo, la guerra en Irlanda del Norte no tiene solución a menos que un acto
declarativo saque a ambos bandos del espacio religioso y los lleve a un dominio de mutuo
respeto.
Ambos bandos están defendiendo sistemas que, tienen premisas fundamentales diferentes
que se excluyen mutuamente, y que sus cultores aceptan o rechazan no desde la razón
sino que desde la emoción: las premisas fundamentales de una ideología se aceptan a
priori y no tienen fundamento racional.
Todo argumento sin error lógico es racional para aquel que acepta las premisas
fundamentales en que este se funda. Lo humano se constituye en el entrelazamiento
de lo emocional con lo racional.

Origen de lo humano: el lenguaje.


La historia del cerebro humano está relacionada con el lenguaje. Lo peculiar está en el
lenguaje y su entrelazamiento con el emocionar. El lenguaje es un sistema simbólico de
comunicación.
El lenguaje tiene que ver con coordinaciones de acciones consensuales.

Emociones.
No hay acción humana sin una emoción que la funde como tal y la haga posible como
acto.
El amor es la emoción que constituye el dominio de acciones en que nuestras
interacciones recurrentes con otro hacen al otro un legítimo otro en la convivencia.
Por esto el lenguaje no puede haber surgido en la agresión que restringe la convivencia
aunque una vez en el lenguaje podamos usar el lenguaje en la agresión. Finalmente, no es
la razón lo que nos lleva a la acción sino la emoción.
Si en la historia de los seres vivos hay algo que no puede surgir en la competencia, eso es
el lenguaje. El lenguaje como dominio de coordinaciones conductuales consensuales,
puede surgir en una historia de coordinaciones conductuales consensuales.

Segunda parte: lenguaje, emociones y ética en el quehacer político.

El conocimiento y el lenguaje.
Los seres humanos somos humanos en el lenguaje, y al serlo, lo somos haciendo
reflexiones sobre lo que nos sucede. Si no estamos en el lenguaje no hay reflexión, no hay
discurso, no decimos nada, simplemente somos sin serlo hasta que reflexionamos sobre el
ser. De igual manera, hay cosas que hacemos fuera del lenguaje, la digestión por ejemplo.
Cuando reflexionamos acerca del lenguaje, ya estamos en el. En estas circunstancias hay
dos actitudes posibles frente al conocer: o uno acepta su capacidad de conocer como una
condición dada, o se pregunta cómo es que uno conoce.

Las explicaciones científicas.


La ciencia y la validez de las explicaciones científicas, no se constituye ni se funda en la
referencia a una realidad independiente que se pueda controlar, sino en la construcción de
un mundo de acciones conmensurable con nuestro vivir. Las explicaciones científicas tienen
validez porque tienen que ver con las coherencias operacionales de la experiencia en el
suceder del vivir del observador, y es allí donde tiene potencia la ciencia.
El criterio de validación de las explicaciones científicas hacer referencia a coherencias
operacionales del observador en la configuración de un espacio de acciones en el que se
tienen que satisfacer ciertas operaciones del observador en un ámbito experiencial.
Por esto, quien describe lo que va a explicar describe lo que uno tiene que hacer para tener
la experiencia que quiere explicar. Las explicaciones científicas no hacen referencia a
realidades independientes del observador.
En el cambio explicativo de la objetividad entre paréntesis hay muchos dominios de realidad
distintos pero igualmente legítimos, aunque no igualmente deseables, cada uno constituidos
como un dominio de coherencias operacionales en la experiencia del observador.
Texto 18
WITTGENSTEIN
Los juegos del lenguaje

El pensamiento de Wittgenstein tiene dos elementos diferenciables, a cada uno de ellos se


los llama sucesivamente-El primer Wittgenstein y el Segundo Wittgenstein.

Del tractatus y los juegos del lenguaje


El método que utiliza Wittgenstein en el Tractatus es el análisis. Considerando desde el
punto de vista formal el Tractatus puede ser llamado un libro de análisis filosófico.
Wittgenstein no propone un sistema filosófico nuevo a partir del cual se pueden resolver
“problemas filosóficos” sino que propone un nuevo modo de pensar filosófico a partir del
cual es posible detectar los pseudo problemas y disolverlos.
Para conocer no es llegar a definir y especificar esencias, sino lograr una estrecha relación
con todas las peculiaridades de eso que deseamos conocer.
El tema de las investigaciones filosóficas es el lenguaje. Para Wittgenstein el lenguaje no se
puede definir, es complejo y en confluyen no solo palabras sino también acciones dentro de
ámbitos institucionalizados posibilitantes de la relación de los diferentes discursos-juegos-de
la vida.
Wittgenstein homóloga lenguaje a juego. El concepto “juegos del lenguaje” es axial y está
unido a la posibilidad de entender el significado de un término prescindido del “uso” que de
él hacemos, porque el significado de las palabras no puede separarse del contexto en que
ellas son utilizadas. Para dar cuenta del lenguaje Wittgenstein no se remite a ninguna
esencia sino a la práctica social referente a cómo el lenguaje se basa y en qué situaciones y
qué criterios. El significado de un término es su uso en el lenguaje.
Wittgenstein reemplazo la noción de “lenguaje” por la de “juegos del lenguaje” y lo que
quiere mostrar es que es falso que todos los juegos tengan algo en común.
Evidentemente si dar la esencia de algo es dar su definición; dar la definición es dar las
condiciones suficientes y necesarias para la aplicación del término definido, entonces no
hay tal cosa como dar la esencia de “juego”.
-Las reglas son públicas, más de una persona puede seguir reglas.
El cumplimiento de la regla o noción de su cumplimiento supone la noción del error. Violar
una regla es hacer algo mal. Seguir una regla es actuar del mismo modo en situaciones
similares. Dice Wittgenstein que el uso de la palabra “regla” está entretejido con el empleo
de la palabra igual porque seguir una regla implica acuerdo para continuar de igual modo,
pero no se aprende el significado de “acuerdo” aprendiendo a seguir una regla.
Las reglas muestran un camino a seguir, determinan procedimientos de acción y demandan
cumplimiento. Lo que hace a una regla capaz de ser aprendida o enseñada es el hecho de
que seguirla implica regularidad en la conducta.
Todo esto vale en el aprendizaje y enseñanza del lenguaje. “Seguir una regla” implica,
entonces, continuidad en la práctica y la referencia a una comunidad que constituye el
sistema de referencias en cuyo contexto las reglas adquieren sentido. Wittgenstein rechaza
la posibilidad de explicar en términos de procesos mentales.
No son las reglas producto de una voluntad individual sino el resultado de un juego
dinámico de intereses, fuerzas, objetivos, etc.
Wittgenstein mira a su alrededor y ve que el lenguaje, como toda forma de vida, se legitima
dentro de los límites de las prácticas sociales que no son cerradas ni constituyen esencias.
Los juegos forman un todo que no es cerrado e inmóvil, algunos son recientes otros muy
antiguos; algunos se dejan de jugar y se inventan otros. Lo mismo ocurre con el lenguaje
que es el entramado de los diversos juegos, pero no es compacto o inamovible.
Las reglas
El lenguaje, al igual que los juegos, tienen reglas. Ambos son actividades humanas
regladas. Hay juegos y lenguajes de reglas muy rígidas y otras de reglas más flexibles.
Jugar un juego y hablar suponen un determinado modo de ser y estar con los otros. Hablar
el lenguaje es parte de una actividad. Wittgenstein insiste en que cuando imaginamos un
lenguaje imaginamos un modo de vivir.
La forma de vida es una estructura social, objetiva, independiente de los individuos aislados,
que rige su modo de pensar y actuar. Dice Wittgenstein seguir una regla, hacer una
promesa, dar una orden, etc. son costumbres, usos, prácticas o instituciones. Las reglas
suponen una sociedad y una forma de vida, toda actividad humana importante supone
“seguir reglas”.
La concepción Wittgensteiniana supone a través de las nociones de “juegos del lenguaje”,
“reglas”, “formas de vida” tiene la virtud de abarcar estas concepciones permitiéndonos:a)
resaltar diferencias y analogías b) no sentir la obligación de optar por una de las
definiciones ensayadas por los diferentes autores c) comprender la riqueza de “juego” como
actividad y comprenderlos en los usos de la palabra d) pensar que la actividad de jugar y el
uso de la palabra pueden ser comparados con otras actividades y usos e) que los juegos
remiten o se legitiman en una sociedad y cultura determinada.

Parecidos familiares
Cuanto más examinamos al lenguaje en acto, más pronunciado es el conflicto que presenta
con nuestro requerimiento.
Al hablar, sacamos a las palabras de su espacio natural, y suponemos que se refieren a
alguna esencia que intentamos definir.
Debido a que la palabra tiene una apariencia uniforme, se refiere a una entidad uniforme,
sobre la cual podemos generalizar.
La palabra​ bueno​ no remite ni a una sola propiedad común. Aunque analicemos las
palabras, no llegaremos a la esencia o al elemento a partir del cual se formó el concepto.
Si comparamos a los miembros de una familia, vemos que pueden tener ciertas
características en común, como los rasgos faciales, el color y el tipo de pelo, etc.
Es como una soga: su fuerza no reside en uno solo de los hilos que la componen, sino en el
entrelazamiento de muchos.
-Los juegos del lenguaje y los parecidos familiares son dos conceptos centrales en las
últimas teorías de Wittgenstein y las definen mejor como rizomáticas que como arbóreas.
La filosofía tradicional, es como un árbol. Busca las raíces sobre las cuales se construyó su
objeto. Desea encontrar el principio fundador de las cosas y así dar una explicación de
aquello que es distinto contrastandolo con lo que es igual.
Un rizoma se asemeja más a una red, una multiplicidad, que tiene diversas formas
ramificadas en todas direcciones.
No hay un punto ideal que sirva como base.
Modifica su naturaleza a medida que va teniendo más conexiones pero sigue las líneas.
No responde a ningún modelo estructural ni generativo.
La experiencia no es específica; el juego del lenguaje si lo es, y nos permite explicar cuales
son nuestros deseos, intenciones, significados, etc.
Componen una familia de casos, ya que si bien están en la mente, mantienen complejos
parentescos entre sí.
El significado no depende de la representación, sino de la expresión.
Texto: Bachelard
Capítulo 1: “La formacion del espiritu cientifico”

La nocion de obstaculo epistemologico puede ser estudiada en el desarrollo histórico del


pensamiento científico y en la práctica de la educación.
En las ciencias experimentales, es siempre la interpretación racional la que ubica los
hechos en su lugar exacto. Es sobre el eje experiencia-razón, y en el sentido de la
racionalización, donde se encuentran, al mismo tiempo, el riesgo y el éxito. Solo la razón
dinamiza a la investigación, pues solo ella sugiere, más allá de la experiencia común
(inmediata y especiosa), la experiencia científica (indirecta y fecunda). El historiador de la
ciencia debe tomar las ideas como hechos. El epistemólogo debe tomar los hechos como
ideas, insertándose en un sistema de pensamientos.
En la educación, la noción de obstáculo pedagógico es igualmente desconocida.
La tarea más difícil: es poner la cultura científica en estado de movilización permanente,
reemplazar el saber cerrado y estático por un conocimiento abierto y dinámico, dialectizar
todas las variables experimentales, dar finalmente a la razón motivos para evolucionar. Por
otra parte, estas observaciones pueden ser generalizadas; ellas son más visibles en la
enseñanza científica, pero tiene cabida en todo esfuerzo educativo.
La experiencia básica o la observación física es siempre un primer obstáculo para la cultura
científica. Veremos así el espíritu científico trabado desde su nacimiento por dos obstáculos,
la ocasión de captar el pensamiento empírico en una oscilación llena de sacudidas y de
tirones, y finalmente, todo desarticulado.
Es necesario que el pensamiento abandone al empirismo inmediato. El pensamiento
empírico adopta, un sistema. Pero el primer sistema es falso; es falso, pero tiene por lo
menos la utilidad de desprender el pensamiento alejándose del conocimiento sensible,
entonces el espíritu, constituido en sistema, puede volver a la experiencia con
pensamientos barrocos pero agresivos.
Por otra parte, los obstáculos a la cultura científica se presentan siempre dos pares. A tal
punto que podría hablarse de una ley psicológica de la bipolaridad de los errores. En cuanto
una dificultad se revela, puede asegurar que al tratar de eludir, se tropezara con un
obstáculo opuesto. Poco a poco, nos vemos conducidos a convertir nuestras objeciones en
objetos,a transformar nuestras críticas en leyes.

Capítulo 2: El primer obstáculo: La experiencia básica

En la formación de un espíritu científico, el primer obstáculo es la experiencia básica, es la


experiencia colocada por delante y por encima de la crítica.
La tesis filosófica que sostendremos: el espíritu científico debe formarse en contra de la
Naturalez en contra de lo que es, dentro y fuera de nosotros, impulso y enseñanza de la
Naturaleza, en contra del entusiasmo natural. El espíritu científico debe formarse
formándose.

Texto Popper: “El desarrollo del conocimiento científico”

La verdad, la racionalidad y el desarrollo del conocimiento científico.


Se destaca la importancia de un aspecto particular de la ciencia: la importancia de examinar
es su importancia intelectual, el desarrollo es esencial para el carácter racional y empírico
del conocimiento científico; es la forma de su desarrollo lo que hace a la ciencia racional y
empírica; la forma en que el científico discrimina entre las teorías y elige la mejor, o la
manera en que ofrece razones para rechazar todas las teorías disponibles.
Cuando hablo del desarrollo del conocimiento científico, es el repetido derrocamiento de
teorías científicas y su reemplazo por otras mejores.
El examen crítico de nuestras teorías nos conducen a experimentos y observaciones con el
fin de testar nuestras teorías. Quiero destacar la importancia de este aspecto de la ciencia y
resolver algunos de los problemas vinculados con las nociones de progreso científico y de
discriminación entre teorías rivales.
El método de aprendizaje por el ensayo y el error de aprender de nuestros errores: estoy
interesado en la teoría del conocimiento en gral, pero creo que el estudio del desarrollo del
conocimiento científico es la manera más fructífera de estudiar el desarrollo del
conocimiento en gral. ​Puede decirse que el desarrollo del conocimiento científico es el
desarrollo del conocimiento humano común en sentido amplio.
Dentro de la ciencia, en cambio, tenemos un criterio de progresos inclusive antes de
someter una teoría a un test empírico podemos decir si, en caso de que se resista ciertos
tests específicos, será o no un avance con respecto a otras teorías. ​Sabemos cómo
tendría que ser una teoría científica y aun antes de ser testada que tipo de teoría seria
mejor siempre que resista test cruciales. Y es ese conocimiento (metacientífico) que
permite hablar de progreso en la ciencia y de elección racional entre teorías.
El estudio del contenido de una teoría, se basó en la idea simple y obvia de que el
contenido informativo de la conjunción, ab, de los enunciados cualesquiera a y b; será
siempre mayor, o al menos igual que el de cualquiera de sus componentes.
Si aumenta el contenido, disminuye la probabilidad y viceversa; el conocimiento significa
que operamos con teorías de contenido creciente, ello debe significar también que
operamos con teorías de probabilidad decreciente.
El criterio de la satisfactoriedad potencial es, pues, la testabilidad o improbabilidad; solo es
digna de ser testada una teoría altamente estable o improbable, y es realmente satisfactoria
si se resiste los tests severos, que podemos señalar como cruciales para la teoría aun antes
de que se los lleve a cabo.
La ciencia progresa de teoria en teoria y que consiste en una sucesión de sistemas
deductivos cada vez mejores. Debemos ver la ciencia como ​Progresando​ de problemas a
problemas, a problemas de creciente profundidad.
Una teoría científica es un intento por resolver un problema científico, la ciencia sólo
comienza con problemas. Los problemas surgen, especialmente cuando nos vemos
defraudados en nuestras expectativas o en contradicciones y estas pueden surgir dentro de
una teoría o entre dos teorías diferentes o como resultado de un conflicto entre nuestras
teorías y nuestras observaciones. La ciencia parte de problemas y no de observaciones,
aunque estas pueden dar origen a un problema.

- La teoría de la verdad objetiva: la correspondencia con los hechos


Hasta ahora hemos hablado de la ciencia y de su progreso y de su criterio de progreso sin
haber mencionado siquiera ​la verdad​. Es posible argumentar ciencia sin hablar nunca
acerca de la verdad de sus teorias, la teoria objetiva, absoluta o de la correspondencia
acerca de la verdad. La verdad como correspondencia con los hechos.
Tarski. La gran realización de Tarski y la verdadera importancia de su teoría para la filosofía
de las ciencias empíricas residen, creo, en el hecho de que restablecio una teoría de la
correspondencia de la verdad absoluta u objetiva en la que se mostró que podemos usar
libremente la idea intuitiva de la verdad como correspondencia con los hechos. Es aplicable
a cualquier lenguaje consistente de las ideas de Tarski, si decidimos explícitamente tomar
“verdad” como sinónimo de “correspondencia con los hechos”, y luego (olvidando todo lo
referente a la “verdad”), procedemos a definir la idea de “correspondencia con los hechos”.
Consideramos primero las dos formulaciones siguientes, cada una de las cuales fórmula
que condiciones determinada afirmación (de un lenguaje de objeto) corresponde con los
hechos.
La idea de verdad objetiva o absoluta estos es, de la verdad como correspondencia con los
hechos- parece ser aceptada por todos los que la comprenden. Las dificultades para
comprenderlas dos fuentes:
● Primero: ​la combinación de una idea intuitiva sumamente simple con un cierto grado
de complejidad en la ejecución del programa técnico al que da origen.
● Segundo:​ el dogma equivocado de que una teoría satisfactoria de la verdad debe
ser una teoría de la ​creencia verdadera.

Las tres rivales de la teoría de la correspondencia:


● Teoría de la coherencia: que confunde la consistencia con la verdad.
● Teoría de la videncia: que confunde “verdadero” con “conocido como verdadero”.
● Teoría pragmatista o instrumentalista: que confunde la utilidad con la verdad.
Son todas ellas teorías de la verdad subjetivas, en contraposición con la teoría objetiva. Son
subjetivas en el sentido de que todas ellas parten de la posición subjetivista fundamental
que sólo puede concebir el conocimiento como un tipo especial demasiado mental, como
una disposición o creencia.
Si partimos de nuestra experiencia subjetiva del acto de creer y, así consideramos el
conocimiento como un tipo especial de creencia, fundado o bien justificado. Esto significaria
que debe haber un criterio más o menos efectivo, para establecer si una creencia está o no
bien fundada; algún síntoma por el cual diferenciar la experiencia de una creencia bien
fundada de las otras experiencias de creencias. Puede mostrarse que todas las teorías
subjetivas de la verdad aspiran a hallar tal criterio; operaciones de verificación. Todas ellas
afirman, que la verdad es lo que se justifica que creamos o aceptemos, de acuerdo con
ciertas reglas o criterios acerca de los orígenes o las fuentes de nuestro conocimiento.
La teoría objetiva de la verdad da origen a una actitud muy diferente. esto puede verse en el
hecho de que nos permite hacer afirmaciones como las siguientes: una teoría puede ser
verdadera, aunque nadie crea en ella y aunque no tengamos razón alguna para aceptarla o
para creer que es verdadera; y otra teoría puede ser falsa aunque tengamos razones
relativamente buenas para aceptarla.
Esas afirmaciones parecían contradictorias desde el punto de vista de cualquier teoría
subjetiva de la verdad. Pero dentro de la teoría objetiva, no solo son consistentes, sino
también obviamente verdaderas. Pero solo la obra de Tarski ha permitido eliminar la
sospecha de que la teoría objetiva de la verdad como correspondencia con los hechos
puede ser contradictoria, en el sentido de que podemos prescindir de ella.
La búsqueda de conocimiento, tratamos de hallar teorías verdaderas, o al menos, teorías
que están más cerca de la verdad, que correspondan a los hechos; mientras que en la
búsqueda de teorías sean instrumentos poderosos para ciertos propósitos, en muchos
casos nos sirven teorías de las que sabemos que son falsas.
Una gran ventaja de la teoría de la verdad objetiva es que nos permite afirmar que
buscamos la verdad, pero puede suceder que no sepamos si la hemos hallado o no; no
tenemos ningún criterio para establecer la verdad; no obstante lo cual nos dejamos guiar
por la idea de la verdad como principio regulador, aunque no hay ningún criterio general
mediante el cual reconocer la verdad, hay algo similar a criterios de progreso hacia la
verdad. Habrá casos en los que estaremos totalmente seguros de que no hemos alcanzado
la verdad, la coherencia, no es un criterio de verdad, simplemente porque hasta los
sistemas cuya consistencia es demostrable pueden ser falsos, la incoherencia o
inconsistencia permiten establecer la falsedad; podemos descubrir inconsistencias y usarlas
para establecer la falsedad de algunas de nuestras teorías.
La teoría subjetivista de la probabilidad, que interpreta los grados de probabilidad como
grados de creencia racional, surge directamente del enfoque subjetivista de la verdad, en
especial de la teoría de la coherencia. Aún es defendida por los filósofos que han aceptado
la teoría de la verdad de Tarski. algunos de ellos, se han vuelto a la teoría de la probabilidad
con la esperanza de hallar en ella lo que había esperado de una teoría subjetivista del logro
de la verdad con a través de la verificación; esto es una teoría de la creencia racional.
Todas estas teorías subjetivistas son irrefutables, pueden eludir cualquier crítica muy
fácilmente. Pues siempre es posible defender la idea de que todo lo que decimos acerca del
mundo o todo lo que publicamos debe ser reemplazado por un enunciado de creencia.
Teorías Objetivas, Lógicas u Ontológicas Teorías subjetivas, psicológicas o
epistemológicas

● La verdad como correspondencia ● la verdad como propiedad del


con los hechos estado de nuestra mente,
● Probabilidad objetiva (inherente a la conocimiento o creencia
situación y testable mediante test ● probabilidad subjetiva(grado de
estadísticos). creencia racional basado en nuestro
● azar objetivo (estadísticamente conocimiento total)
testable). ● falta de conocimiento
● equiprobabilidad(simetría física o ● falta de conocimiento
situacional)

-​Verdad y contenido: verosimilitud y probabilidad


● Los verificacionistas: ​defienden la tradición del racionalismo. Pues sostienen que
solo debemos aceptar una creencia si es posible justificar mediante elementos
positivos; es decir mostrar que es verdadera o altamente probable. Sostienen que
solo debemos aceptar una creencia si es posible verificarla, o confirmar
probabilísticamente.
● Los refutacionistas:​ irracionalistas-. han descubierto argumentos lógicos que
muestran la imposibilidad de llevar a cabo; nunca podemos dar razones positivas
que justifiquen la creencia de que es verdadera una teoría. La racionalidad de la
ciencia reside en el enfoque crítico, en una actitud que supone, el uso crítico, de
datos empíricos.
Para nosotros, la ciencia no tiene nada que ver con la búsqueda de la certeza, de la
probabilidad. No nos interesa establecer que las teorías científicas son ciertas o probables,
sólo nos interesa criticarlas y testearlas, con la esperanza de descubrir en que estamos
equivocados de aprender de nuestros errores y si tenemos suerte, de lograr teorías
mejores. La idea de la verdad nos permite hablar con sensatez de errores y de crítica
racional, y hace posible la discusión racional, la discusión crítica en busca de errores, serio
propósito de eliminar la mayor cantidad de estos que podamos para acercarnos más a la
verdad. La mera verdad no basta, lo que buscamos son respuestas a nuestros problemas.
El progreso del conocimiento científico, aunque no sepamos cuán lejos o cuán cerca
estamos de la verdad, tenemos la posibilidad de acercarnos cada vez más a la verdad.

Texto Lakatos​: “La metodologia de los programas de investigación”

¿Que distingue al conocimiento de la superstición, la ideología o la pseudo-ciencia?

La demarcación entre ciencia y pseudociencia no es un mero problema de filosofía de


salón; tiene una importancia social y política vital.
Muchos filósofos han intentado solucionar el problema de la demarcación, constituye
conocimiento si cree en el suficientemente elevado de personas, ningún grado de
convencimiento con relación a ciertas creencias las convierte en conocimiento. La profesión
de fe ciega en una teoría no es una virtud intelectual sino un crimen intelectual.
El valor científico y objetivo de una teoría es independiente de la mente humana que la crea
o la comprende. Su valor científico depende solamente del apoyo objetivo que prestan los
hechos a esa conjeturas.
En el razonamiento científico las teorías son confrontadas por los hechos y una de las
condiciones básicas del razonamiento científico es que las teorías deben ser apoyadas por
los hechos. Las teorías no probadas por los hechos eran consideradas como pseudociencia
pecaminosa; una herejía en el seno de la comunidad científica.
El probabilismo, en lugar de suministrar una distinción en términos de blanco y negro
entre la ciencia y la pseudociencia, suministra una escala continua desde las teorías
débiles.

Popper, defendió que la probabilidad matemática de todas las teorías científicas o


pseudocientíficas, para cualquier magnitud de evidencia, es cero. Si Popper tiene razón las
teorías científicas no solo son igualmente incapaces de ser probadas, sino que son también
igualmente improbables. Se requiere un nuevo criterio de la demarcación y Popper propuso
uno magnífico. Una teoría puede ser científica incluso si no cuenta con la sombra de una
evidencia favorable, y puede ser pseudocientífica aunque toda la evidencia disponible le sea
favorable. El carácter científico o no científico de una teoría puede ser determinado con
independencia de los hechos. Una teoría es “científica” si podemos especificar por
adelantado un experimento crucial (o una observación) que puede falsarla, y es
pseudocientífica si nos negamos a especificar tal “falsador potencial”. El criterio de Popper
ignora, la tenacidad de las teorías científicas. Los científicos, no abandonan una teoría
simplemente, porque los hechos la contradigan, inventan alguna hipótesis de rescate para
explicar lo que ellos llaman despues una simple anomalía.

¿Qué es entonces lo que distingue a la ciencia?


Tras descubrir la ingenuidad del falsacionismo de Popper. Si Kuhn tiene razón, entonces no
existe demarcación explícita entre ciencia y pseudociencia ni distinción entre progreso
científico y de cadencia intelectual. La metodología de los programas de investigación
científica, defiendo que la unidad descriptiva típica de los grande logros científicos no es
una hipótesis aislada sino más bien un programa de investigación. Cuatro leyes sólo
constituyen el “núcleo firme” del programa newtoniano. Pero este núcleo firme está
tenazmente protegido contra las refutaciones mediante un gran “cinturón protector” de
hipótesis auxiliares. Y tiene una heurística poderosa maquinaria para la solución de
problemas que, con la ayuda de técnicas matemáticas sofisticadas, asimila las anomalías e
incluso las convierte en evidencia positiva. Todos los programas de investigación que
admiro tienen una caracteristica comun. Todos ellos presiden hechos nuevos, hechos que
previamente ni siquiera habían sido soñados o que incluso habían sido contradichos por
programas previos rivales.
Ejemplo: El programa de Einstein hizo la predicción de que si se mide la distancia entre dos
estrellas por la noche y si se mide la misma distancia de dia, las dos mediciones serán
distintas. En un programa de investigación progresivo, la teoría conduce a descubrir hechos
nuevos hasta entonces desconocidos. Sin embargo, en los programas regresivos las teorías
son fabricadas sólo para acomodar los hechos ya conocidos. Lo que realmente importa son
las predicciones dramáticas, inesperadas, grandiosas; si la teoría se retrasa con relación a
los hechos, ello significa que estamos en presencia de programas de investigación pobres y
regresivos.
Texto Klimovsky​ “La sociedad inexplicable”

Conocimiento y epistemología: “Epistemología”: Remite a lo que en filosofía se denomina


“teoría de conocimiento”, es decir, a una disciplina que se ocupa de aclarar que es como
podemos fundamentar lo que llamamos “​conocimiento”​ ya sea científico u ordinario. En la
actualidad se piensa a la epistemología como el estudio de las condiciones de producción y
de validación del conocimiento científico y, en especial, de las teorías científicas. Sin
embargo, debemos distinguir claramente a la epistemología de la metodología de la
investigación científica, disciplina en la que se intentan desarrollar estrategias y tácticas
para hacer progresar la producción de conocimiento científico.
Las estructuras de la teoría, que es de carácter lógico y lingüístico, no siempre refleja los
procesos y conflictos inherentes a la actividad científica.

-Los contextos de descubrimiento, justificación y aplicación. Las cuestiones relativas a la


producción, la validación y la utilización del conocimiento científico presentan una distinción
entre los llamados contextos de descubrimiento, justificación y aplicación de las teorías.
En el contexto de ​descubrimiento ​ se discute lo que concierne al carácter histórico,
práctico o psicosociológico de la producción de conocimiento. Abarca, todo lo que atinente
que los científicos arriban a sus conjeturas. Se debaten temas tales como en qué momento
se hizo un descubrimiento, como era la sociedad en que surgió, quien tuvo la prioridad de
las ideas, por qué y de qué modo se concibieron esas ideas y no otras. Se comprende que
tienen que darse ciertas condiciones históricas, culturales y sociales para que los científicos
se les presenten ciertos problemas e intenten solucionarlos. Los aspectos psicológicos que
atañen a la imaginación, creacion e innovacion en ciencia merecen ser estudiados
sistemáticamente.
El contextos de ​justificación​ comprende todas las cuestiones relativas a la validación del
conocimiento que se ha producido. Es distinguir el buen conocimiento del que no lo es,
dirimir cuando una creencia es correcta o incorrecta y evaluar qué criterios pueden admitirse
para elegir racionalmente entre teorías alternativas.
El contexto de ​aplicación (o tecnológico)​ está integrado por lo que concierne a las
aplicaciones de la ciencia. Toda acción racional presupone conocimientos, y estos no
pueden relacionarse.
Muchos filósofos no están totalmente convencidos de la distinción. Piensan que el proceso
de descubrimiento conlleva a la justificación del conocimiento científico, esto no es así, y la
historia de la ciencia muestra una colección de “descubrimientos” invalidados, por un control
basado en experiencias. factores sociales, políticos, psicológicos y culturales que pueden
inducir a un científico a privilegiar cierto caminos teóricos, es muy diferente de la verificación
o del sustento lógico o empírico que puedan tener sus afirmaciones.

Texto Rorty​ “ Objetividad, relativismo y verdad”

En nuestra cultura, las nociones de “ciencia”, “racionalidad”, “objetividad” y “verdad” están


soldadas entre sí. Se piensa que la ciencia ofrece la verdad “dura” y “objetiva”: la verdad
como correspondencia con la realidad.
Tenemos a identificar la búsqueda de la “verdad objetiva” con el “uso de la razón”, y
consideramos a las ciencias naturales como el paradigma de la nacionalidad. También
concebimos la racionalidad como algo consistente en seguir los procedimientos fijados, de
seguir un proceder “metódico”.
Las inquietudes acerca del “estatus cognitivo” y la “objetividad” son características de una
cultura secularizada en la que el científico constituye al sacerdote. Se considera al científico
como la persona que mantiene a la humanidad en contacto con algo que está más allá de sí
misma.
La verdad se concibe así ahora como el único punto en el que el ser humano es
responsable frente a algo no humano. El compromiso con la “racionalidad” y el “método” se
considera un reconocimiento de esta responsabilidad.
No se trata de criticar o degradar al científico natural, sino sólo de dejar de considerarlo un
sacerdote. Tenemos que dejar de concebir la ciencia como el lugar en el que la mente
humana enfrenta al mundo, y el científico como una persona que muestra una adecuada
humildad ante fuerzas sobrehumanas.
“Racionalidad” El ya aludido, ser racional es ser metódico; es decir, tener criterios de éxito
fijados, considerar a la ciencia natural como el paradigma de racionalidad.
Las humanidades se refieren a fines más que a medios, no hay forma de evaluar su éxito en
términos de criterios especificados. Si pensáramos que conocemos de antemano los fines
de la cultura y de la sociedad, no tendrían utilidad alguna las humanidades.Pero si ser
racional significa satisfacer criterios, este proceso de redefinición está condenado a no ser
racional. Así, si las humanidades han de considerarse una actividad racional, tendremos
que concebir la racionalidad como algo distinto a la satisfacción de criterios especificables.
“Racional” significa algo como “sensato” o “razonable” en vez de “metódico”. Designa un
conjunto de virtudes morales; tolerancia, respeto a las opiniones, disposición a escuchar.
Tanto los humanistas como el público en general anhelan una racionalidad en el sentido
que se asocia a la verdad objetiva, la correspondencia con la realidad, el método y los
criterios.
Algunos tipos de verdades son “objetivas” mientras que otras son meramente “subjetivas” o
“relativas”, Conservar de la tesis de que la indagación racional convergerá en un único
punto es la afirmación que debemos ser capaces de explicar porque en el pasado se
tuvieron concepciones falsas, y explicar así como conseguir reeducar a nuestros
antepasados.
Otra forma de caracterizar esta línea de pensamiento es decir que los protagonistas quieren
desechar la idea de que los seres humanos son responsables ante un poder no humano.
Esperamos una cultura en la que resulten igualmente ininteligibles las cuestiones sobre la
“objetividad del valor” o la “racionalidad de la ciencia”. Los hábitos de recurrir a la
persuasión antes que a la fuerza, de respetar las opiniones de los colegas, de sentir
curiosidad y avidez nuevas ideas y datos, son las únicas virtudes que tienen los científicos.
Con esta concepción no hay razón para elogiar a los científicos por ser más “objetivos” o
“lógicos” o “metódicos” o “devotos de la verdad” que los demás. La racionalidad puede
resumirse diciendo que el único sentido que tiene la ciencia es ejemplar es que es un
modelo de solidaridad humana.

Texto Verón​ “la semiosis social”

-Lo ideológico y la cientificidad

Semejanzas y diferencias entre ciencias e ideología. La ciencia está del lado de la


verdad, y la ideología del lado del error, de la ilusión. ​Una teoría de las fundaciones, que
difiera a la vez de las perspectivas inspiradas por la noción de “ruptura epistemológica” y de
los puntos de vista “progresivos” o “continuistas” acerca del surgimiento y el desarrollo del
conocimiento científico.
El principal defecto de los enfoques continuistas es su carencia de criterios teóricos
específicos para redefinir el carácter histórico del objeto cuya historia dichos enfoques
pretenden trata; el conocimiento científico.
Es posible afirmar la naturaleza discontinua del proceso histórico de producción de
conocimientos, sin abandonar el modelo biográfico. Porque se puede ser simultáneamente
discontinuista y “progresivo” las críticas dirigidas a los enfoques continuistas por los
partidarios de la “ruptura” a propósito de la idea racionalista de un progreso lineal y
necesario de la razón científica hacia la verdad y el conocimiento, no me parece que lleguen
a tocar lo esencial de la diferencia entre estos dos puntos de vista; las descripciones en
términos de “ruptura” están a su vez muy fuertemente marcadas por la convicción profunda
de que lo que se encuentra después de la “ruptura” es, a la vez diferente y mejor que lo
había antes. Las aproximaciones que se dicen continuistas suponen una concepción
profundamente discontinua del tiempo histórico.
En oposición a las perspectivas continuistas, los enfoques que se inspiraron en la noción de
“ruptura epistemológica” tratando de incorporarla a un cierto discurso marxista, propusieron
criterios estructurales sobre la naturaleza del conocimiento. La teoría de la “ruptura” solo ha
sido, de hecho, contra-ideológica de los enfoques continuistas.
El problema ciencia-ideología, ​estamos de acuerdo con los partidarios de la “ruptura” en
un punto esencial; hace falta darse los medios para concebir el “conocimiento” y su historia
como un sistema productivo. El “conocimiento científico” y su historia conciernen a la
producción de una cosa muy particular, el sentido, el sentido solo existe en sus
manifestaciones materiales, e las materias significantes que contienen las marcas que
permiten localizarlo. ​El sentido producido que tradicionalmente se llama “
conocimiento científico” aparece, ya bajo una forma práctica (“efectos prácticos”;
tecnologías y operaciones sobre lo real), ya bajo una forma teórica (los discursos de
las ciencias). Es decir “el conocimiento” ​como un sistema de efectos de sentido
discursivos.
Este principio, que relaciona la noción “conocimiento científico” con la noción de efectos de
sentidos discursivos, nos lleva de inmediato a una observación; la cuestión ciencia-ideología
sólo concierne; un muy pequeño fragmento del universo de funcionamiento de lo ideológico.
En otras palabras, lo ideológico existe fuera del discurso de las ciencias y fuera de los
discursos sociales en general. Lo ideológico puede investir cualquier material significante.
La cuestión ciencia-ideología está muy lejos de agotar la problemática propia a una teoría
general de lo ideológico.
Más fácil afirmar una diferencia absoluta entre “ciencia” e “ideología” que comprender las
relaciones necesarias entre lo ideológico y la cientificidad. Para llevar a término (bien o mal).
El punto de vista según el cual hay dos instancias (“ciencia” e “ideología”) cuya diferencia
absoluta hace falta establecer para poder fundar un cierto concepto de conocimiento, no
solo ha sido el patrimonio de todas las formas de positivismo, empirismo y cientificismo,
interpretaciones formuladas por el Marxismo cayeron en la misma trampa; denunciando la
naturaleza “ideológica” de los de los discursos sociales y fundándose a sí mismo como el
discurso de la Ciencia, cada uno de estos “marxismo vulgares” reprodujo la ideología de la
diferencia absoluta entre el Error (las ideologías de las clases dominantes) y la Ciencia, la
Verdad (del lado de la clase obrera revolucionaria). Todas las perspectivas que plantean el
problema entre dos instancias, llegan al mismo resultado; separar el producto del
conocimiento del sistema productivo, esconder la verdadera naturaleza de lo que se llama
una “ciencia” (a saber, ser un sistema productivo) e ignorar, en consecuencia que lo
ideológico es una dimensión constitutiva de todo sistema social de producción de sentido.
“Ciencia” e “Ideología” ​dos nociones no se refieren a “objetos” comparables. La noción de
“ciencia” o “actividad científica” designa un conjunto de instituciones y de sistemas de
acciones y de normas (lo que llamamos un sistema productivo). Lo ideológico no es el
nombre de un tipo de discurso, sino el nombre de una dimensión presente en todos los
discursos producidos en el interior de una formación social, en la medida en que el hecho
de ser producidos en formación social ha dejado sus “huellas” en el discurso.
La noción de discurso corresponde por lo tanto a un cierto enfoque teórico en relación un
conjunto significante dado.
Cualquiera sea el nivel de pertinencia elegido para la lectura de un conjunto textual dado, el
enfoque orientado por la noción de discurso consiste en descubrirlo como un sistema de
operaciones discursivas. El sistema de operaciones que define el nivel de lectura.
“Procesos de producción” no es más que el nombre del conjunto de huellas que las
condiciones de producción han dejado en lo textual, bajo la forma de operaciones
discursivas.
Sistema productivo está constituido por una articulación entre producción, circulación y
consumo.
Los discursos de las llamadas “comunicaciones masivas” se caracterizan por un proceso de
circulación-consumo que se podría llamar ​instantáneo ​; la distancia histórica entre
producción y consumo es prácticamente nula.
“Ideológico”​ es el nombre del sistema de relaciones entre los discursos y sus condiciones
de producción, las condiciones de producción no son tales sino en la medida que se trata de
un conjunto de determinaciones que han marcado el discurso, que han dejado sus huellas
en él.
Todo discurso está sometido a condiciones de producción determinadas. Cuando estas
condiciones conciernen a las determinaciones sociales que proceden de los mecanismos de
base de la formación social, estamos en el dominio de lo ideológico, por lo tanto, no es
posible distinción alguna entre una instancia “ciencia” y una instancia “ideología”.
“Ciencia” sería entonces sinónimo de expresiones tales como “práctica de producción de
conocimientos”; estas expresiones designan un conjunto de instituciones, de
infraestructuras tecnológicas, de relaciones sociales, de normas, etc… En este conjunto
productivo produce conocimientos cuya forma teórica es la de un sistema de efectos de
sentido discursivos. Con mayor precisión; este conjunto productivo produce discursos que
pueden ser el lugar de manifestación de un efecto de sentido particular que se llama el
“conocimiento científico”.
La “cientificidad” es el efecto de sentido por medio del cual se instaura, en relación con un
dominio determinado de lo real, lo que se llama el “conocimiento científico”; puede tener
lugar en el interior de un certo tipo de discurso (el de la ciencia) que está (como todo
discurso socialmente producido) determinado ideológicamente en el nivel de sus
condiciones de producción.
“ideológico” la anulación de toda posibilidad de desdoblamiento; bajo el efecto ideológico, el
discurso aparece como teniendo una relación directa, simple y lineal, con lo real; dicho de
otra forma; aparece como siendo el único discurso posible sobre su objeto, como si fuese
absoluto. El efecto de sentido “ideológico” es la forma “espontánea” de todo discurso. El
efecto de sentido “cientificidad” ha sido a la vez producido históricamente y pensado bajo
formas idealistas, en un único y mismo movimiento. El núcleo esencial de estas formas
idealistas es algo que pertenece al orden de la verdad (la ciencia) y algo que pertenece al
orden del Error (la ideología).
Hablar de “ideología” es tratar de hablar de la naturaleza productiva de todo fenómeno de
sentido, ya que esta noción “ideológico” no es ni más ni menos que el nombre del sistemas
de las relaciones entre el sentido (siempre discursivo) el sistema productivo.
Lo ideológico está siempre necesariamente presente en el discurso de la ciencia; está
presente como todo discurso, está sometido a condiciones de producción determinadas. La
distinción entre la cientificidad y el efecto ideológico es un asunto de reconocimiento y no de
producción.

Texto Morin
Pensamiento complejo de E. Morin

Este paradigma de quien Morin se reconoce como un anunciador, más que como su artífice
es el de la ​Complejidad. ​Se va constituyendo a partir del pensamiento complejo.Este
pensamiento se opone al paradigma de la simplicidad que explica los fenómenos de modo
lineal, mecánico, causa-efecto que elimina las contradicciones considerándose como
errores, como ignorancia o irracionalidad. ​El paradigma de la simplicidad ​se reconoce en
la concepción de Ciencia que surge en la modernidad. Las nociones de orden, verdad,
certeza, precisión, medida constituyen conceptos claves de esta concepción que intenta
explicar la realidad a partir de leyes universales. Con esa voluntad de simplificación se
combate el desorden se separa lo que está ligado, se unifica lo diverso, por reducción.
Según el segundo principio de la Termodinámica el universo tiende al desorden y por otra
parte ese mismo universo se organiza, complejiza y desarrolla.
Es el pensamiento complejo, el que permite acercamiento a la realidad en la que los
opuestos se unen: orden desorden, vida, muerte, materia no materia, etc. La realidad es
compleja, multidimensional, incierta, diversa.
En este paradigma de la complejidad, se plantea el ​concepto de autoorganizacion. ​A
partir de este concepto puede ir comprendiendo otro concepto clave el de autonomía y el de
sujeto.
Para Morín ser sujeto ​es ponerse en el centro de su propio mundo, es ocupar el lugar del
yo. Este sujeto es autónomo siendo a su vez dependiente,. Para llegar a ser uno mismo se
necesita de los otros, la autonomía se desarrolla con la dependencia a una cultura, a un
lenguaje.
La complejidad recupera al mundo empírico, de evitar las contradicciones. Las
contradicciones a las cuales no podemos acceder con nuestra lógica.

-Tres principios para poder pensar la complejidad

● El principio dialógico ​que permite mantener la dualidad, por ejemplo: orden y


desorden son antagónicos y a la vez complementarios.
Hay dos lógicas: una, la de una proteína inestable, que vive en contacto con el
medio, que permite la existencia fenoménica, y otra, que asegura la reproducción.
Nos permite mantener la dualidad en el seno de la unidad. Asocia dos términos a la
vez complementarios y antagónicos.

● El principio de recursividad organizacional, ​este principio rompe con el


pensamiento lineal causa-efecto.
Un proceso recursivo es aquel en el cual los productos y los efectos son, al mismo
tiempo, causas y productores de aquello que los produce.
La idea de recursiva es, entonces, una idea que rompe con la idea lineal de
causa\efecto, de producto\productor, de estructura\superestructura, porque todo lo
que es producido reentra sobre aquello que lo ha producido en un ciclo en sí mismo
auto-constitutivo, auto-organizador, y auto-productor.

● El principio hologramático ​relación de funcionalidad y dependencia del todo con


pal parte y de la parte con el todo.
No solamente la parte está en el todo, sino que el todo está en la parte.
La idea, entonces, del holograma, trasciende al reduccionismo que no ve más que
las partes, y al holismo que no ve más que el todo.
Entonces podemos enriquecer al conocimiento de las partes por el todo y del todo
por las partes, en un mismo movimiento productor de conocimientos.
-Paradigma de la complejidad en las prácticas educativas
En el terreno pedagógico desde las prácticas educativas, la interacción que se produce en
las aulas entre docentes, alumnos y conocimiento nadie puede predecir con certeza qué es
lo que va a ocurrir. El docente tiene que estar dispuesto a sostener cierto orden, en el
desorden, cierta unidad en la diversidad que son sus alumnos. Estar atento a los procesos
de aprendizaje que tienen diversos ritmos, avances, estancamientos. Estar abierto a las
dudas, los errores, dispuesto a revisar y reflexionar sobre su práctica.
La noción de sujeto caracteriza al sujeto que estamos educando, alguien que puede ocupar
el lugar del yo, progresar hacia la autonomía. Para lograr depender de la cultura, del
lenguaje, de los saberes, de las formas de comunicación que la institución escolar propone.
La unidad en la diversidad, la continuidad en el cambio, son desafíos a los que tienen que
enfrentarse las instituciones educativas. La tarea de educar que puede concebirse como
reproducción y al mismo tiempo transformación de conocimientos.
Las prácticas educativas son multidimensionales, y es por ello que este paradigma puede
arrojar mucha luz para ir descartando las miradas superficiales, lineales, simplistas que
pretenden lograr la homogeneidad, el disciplinamiento, la objetividad y neutralidad del
discurso pedagógico.

-Razón, racionalidad, racionalización


​La​ ​razón corresponde a una voluntad de tener una visión coherente de los fenómenos, de
las cosas y del universo. La razón tiene aspecto indiscutiblemente lógico.
La racionalidad es el juego, el diálogo incesante, entre nuestro espíritu, que crea las
estructuras lógicas, que las aplica al mundo, y que dialoga con ese mundo real. No tiene
jamás la pretensión de englobar la totalidad de lo real dentro de un sistema lógico, pero
tiene la voluntad de dialogar con aquello que lo resiste.
La racionalización consiste en querer encerrar la realidad dentro de un sistema coherente.

-Hacia la complejidad
El paradigma de complejidad provendrá del conjunto de nuevos conceptos, de nuevas
visiones, de nuevos descubrimientos y de nuevas reflexiones que van a conectar y reunirse.
Si el pensamiento simplificante se funda sobre la dominación de dos tipos de operaciones
lógicas: disyunción y reducción, ambas brutalización y mutilantes, los principios del
pensamiento complejo, entonces, serán necesariamente los principios de distinción,
conjunción e implicación.
El principio de la complejidad, de alguna manera, se fundara sobre la predominancia de la
conjunción compleja.
La complejidad es la unión de la simplicidad y de la complejidad; es la unión de los procesos
de simplificación que implican selección, jerarquización, separación, reducción, con los otros
contra-procesos que implican la comunicación, la articulación de aquello que está disociado
y distinguido; y es el escapar de la alternativa entre el pensamiento reductor que no ve más
que los elementos y el pensamiento globalista que no ve más que el todo. La idea de
complejidad no es que la esencia del mundo es compleja y no simple. Es que esa esencia
es inconcebible.

Ciencia y humanismo total - Municio

​ l nivel de calidad de vida hace alusión a varios


Calidad de vida - calidad de cultura: E
niveles de generalización pasando por sociedad, comunidad, hasta el aspecto físico y
mental, por lo tanto, su significado es complejo, se encuentra inmerso en el conjunto de
ingredientes científicos, económicos, y sociales, que contribuyen en cada momento a la idea
de bienestar lo que supone el acceso a:
Condiciones económicas, condiciones sociales, políticas, condiciones de salud, condiciones
naturales, Y por supuesto a la cultura.
La idea de calidad de vida sustituye su complejidad a la calidad de cultura que es una
manera de vivir, es una costumbre, es una actitud.
Cultura es el conjunto de creencias, valores, razas, lenguas, rasgos políticos, hábitos
alimentarios, etc. Que son compartidos por los miembros de un grupo, hay diferentes
modalidades: cultura cristiana, cultura popular, cultura del consumo, etc.
Esta cultura dá al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace
de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente
comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de
ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto
inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas
significaciones, y crea obras que lo trascienden. Cada sociedad tiene su cultura, su forma
muy particular de hacer las cosas, sus valores propios y su historia, en otras palabras, cada
sociedad tiene un estilo de vida, de trabajo y de comportamiento únicos.
La calidad de vida de una población cuando es alta implica un sistema educativo complejo y
bien formado, lo cual impacta en la calidad de cultura de las personas de forma positiva.
La ciencia, tecnología, cultura y sociedad, son variables de una ecuación compleja, son un
toma y daca que dura ya varios miles de años cuya resultante es la evolución cultural o
sucesión de culturas humanas en la que el período del ritmo va siendo cada vez más corto,
y en la que, el cambio de las estructuras sociales tiene una interpretación fundada en los
avances científicos y tecnológicos
El mundo civilizado está modulado por la ciencia.
La imagen del mundo de la gente culta viene conformada por los descubrimientos
científicos, de forma que se habla de la imagen científica del mundo.
La ciencia cointerpreta, la posición del hombre en el universo, y es ingrediente esencial de
la fábrica de la cultura, su arte, su literatura, su ética y sus instituciones sociales.

Ciencia y filosofía: ​formaron durante bastantes siglos una unidad, que se puso de
manifiesto con los filósofos griegos que cultivaron la ciencia, y tuvieron en Aristóteles el
representante más ferviente, capaz de recopilar en el siglo IV a.c todo el saber científico de
la época
Para Aristóteles, la filosofía de la naturaleza se define como “el conocimiento perfecto del
ser sujeto a movimiento”en el sentido de que sujeto a movimiento significa que el
movimiento y el cambio son lo más característico de las cosas naturales y dan la clave de lo
que son, y la razón por la cual las cosas cambian es que conllevan un principio de
movimiento, llamado naturaleza. Aristóteles y los pensadores de la edad media apenas
lograron diferenciar filosofía natural y ciencia natural.
A partir de Nietzsche, Heidegger y Hegel, la filosofía se recluye en un debate con su propio
pasado, dejando de lado su relación con la ciencia, la concepción de ciencia natural y
filosofía natural ha ido evolucionando desde Aristóteles , también es cierto que las
exageradas actitudes escatológicas de la patrística medieval, favorecían bastante poco el
deseo de investigar la naturaleza. Ocurría, además, que el entorno medieval de la ciencia
venía siendo terriblemente limitado y pocas alegrías científicas permitía, de un lado, por los
vaivenes económicos en los que tomó parte la economía feudal, y, de otro, por la
vinculación casi exclusiva de la ciencia al alumbramiento de las verdades teológicas y de
una sabiduría global al servicio de Dios. La iglesia, los monarcas y la misma literatura de la
época lanzaron sus sátiras y sus condenas sobre la ciencia de entonces, la alquimia por
ejemplo. Francis Bacon proclamó que la ciencia podía salvarnos, fue, el preceptista de la
ciencia experimental moderna. Sus escritos permitieron ver las raíces del cientifismo y una
anticipación del entusiasmo de la ilustración por la ciencia.
​ l advenimiento de la edad moderna aportó la
Libertad científica. Juicios de valor: E
reivindicación de sectores de la vida social y política con pretensión de “autonomía” ; tales
fueron la autonomía del arte propugnada por Kant, la autonomía de la política reclamada
por Maquiavelo, la autonomía de la economía exigida por los maestros del pensamiento
liberal británico, la autonomía de la ciencia reivindicada por Galileo. Y de este terreno de la
autonomía de la ciencia se iba a desgajar, primero, y a solapar, a continuación, la idea de
libertad de la ciencia. Anclando en el tiempo, y nosotros mismos somos ya testigos, esta
libertad, fruto de la autonomía de la ciencia, ha debido enfrentarse en ocasiones, y guiarse
por una elección basada en juicios de valor.
La filosofía que 20 siglos antes acaparó la casi totalidad de la observación en la incipiente
ciencia y consolidaba aquella extraordinaria unificación cultural, fue después la que, filosofía
y ciencia, iba a liberar a la ciencia de sus cortapisas y a crear el pensamiento racionalista,
influencia de Descartes y de Leibniz, la ciencia tiene que organizar sus instituciones de
investigación y administración y las relaciones con su entorno social.
La aspiración humana del progreso: La emergencia de la ciencia moderna en los siglos XVI
y XVII, edad moderna del saber, desprendida de la actitud metafísica frente a las realidades
naturales, reconoce un avance en la mejora de las condiciones de vida, elaborando merced
a la prosperidad en la segunda mitad del siglo XVII y en el XVIII, y a los notables
descubrimientos llevados a cabo por los científicos.
La idea de progreso comienza a representar una aspiración humana como pudieran serlo la
convivencia y la libertad. Ideas que se engarzan con los cambios sociales y culturales del
siglo XIX y del siglo XX , con la superación crítica de muchas doctrinas establecidas por los
cambios científicos van a tener consecuencias sobre la estructura interna de la ciencia y
sobre fenómenos sociales como la riqueza, el empleo, el liderazgo, la solidaridad y la
calidad de vida.
El cientifismo es la impregnación por la ciencia de multitud de hechos familiares; es su total
vinculación a los problemas económicos, sociales y culturales. Y es en este ambiente que
nadie medianamente culto puede ignorar, en el que la ciencia comienza a jugar un papel
decisivo. Tras el antiguo desarme filosófico de la ciencia ante la repercusión de la tradición
intelectual de la ciencia, y ante la nueva visión de la vida y del mundo, nos encontramos en
los comienzos de una nueva cultura dirigida por los hechos de la ciencia que despierte a
una adormilada filosofía de la naturaleza y alcance hasta la mismísima creación literaria. El
humanismo total, a fin de cuentas.
El desarrollo de las “ciencias de la educación” y los fundamentos del renacimiento de
la reflexión filosófica en el campo de la educación en Francia - Guy Avanzini

El autor propone la idea de que la reflexión sobre educación no puede prescindir de la


dimensión filosófica.
El estudio de la práctica educacional va por dos caminos. El primero, de tipo normativo, se
propone imponerla, mientras el segundo la contempla como un fenómeno cultural cuyo
funcionamiento analiza y cuyos efectos evalúa. De esta manera, llega a conocer tanto las
instituciones en cuyo ámbito se desarrolla como los temas sobre los cuales trabaja. De ahí
vienen las aproximaciones sicológica, psicológica, histórica, que comparten el hecho de
tomar en cuenta situaciones reales. Cualquier comportamiento educativo remite, a una
concepción del hombre que le es inmanente, le da vida y reglas. Esto puede incentivar la
constitución de una doctrina filosófica que se dedica a darles fundamento a las normas
puestas en obra o justificar otras nuevas. La corriente normativa procede de 3 orígenes: la
filosofía, la teología y la política, cada una conlleva una visión del destino, hacia el
conocimiento al que pretende llevar el sujeto. A este proceso normativo le corresponde la
noción de “pedagogía” de la que posiblemente dio Durkheim la mejor definición: “no
consiste en la acción sino en teoría consiste en reflexionar en las cosas de la educación” la
palabra remite etimológicamente al niño, hasta el siglo XX, sólo a él, se miraba como objeto
de educación.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX se observa una desvalorización de la
aproximación filosófica a favor del de “ciencia de la educación”. Dicho cambio quería indicar
que se daba fin a un tratamiento exclusivamente doctrinal de los problemas de tipo
educacional. Se trataba de ahora en adelante de entender mejor los procesos educativos
para mejorar su funcionamiento. De esta manera, Durkheim condena las doctrinas que, en
vez de dedicarse al conocimiento “de la génesis o del funcionamiento de los sistemas
educativos”, siguen siendo especulativas: su objetivo no es tanto describir o explicar lo que
es o lo que fue sino decidir lo que ha de ser. No se proponen expresar unas realidades
dadas, sino dictar reglas de conducta. “La pedagogía muy a menudo no fue más que una
forma de literatura utópica”.
En el clima intelectual de la época, presentar el advenimiento de la ciencia de la educación
como el paso de lo empírico a lo racional, de lo subjetivo a lo objetivo, de lo caprichoso a no
serio.
La competencia entre psicología y sociología, asignaturas que lucharían por el monopolio
del saber en educación, su incapacidad a proponer unas “leyes” testigos de su cientificidad
que hubieran sido útiles a la práctica, la constatación de un positivismo negando lo valioso
de una reflexión crítica, lo ambiguo de una “pedagogía científica” que valdría para indicar la
aproximación objetivo de un campo como el anhelo de llevar científicamente a la educación,
todo esto no tardó en perjudicar a “la ciencia de la educación”.
Hoy en día a esta “ciencia” se le sustituyeron las “ciencias de la educación”.
La palabra “pedagogía” había llegado a ser equívoca: porque, dado que la formación ya no
interesaba únicamente a niños y adolescentes, sino a sujetos de todas las edades, ya no se
podía utilizar el vocablo sin dar una explicación etimológica; además de manera errónea se
utiliza como sinónimo de didáctica; por otra parte, pasa por alto la pluralidad de las
aproximaciones de la que la educación es motivo, estos motivos, facilitaron el rápido uso de
“ciencias de la educación” en el lenguaje epistemológico.
Esta expresión resulta incompleta, no incluye la aproximación filosófica. Los autores se
vieron ante una alternativa incluirla entre las ciencias, pero pasando por alto su
especificidad metodológica, cometiendo un error de sentido semántico y aceptar la noción
de ciencia como sinónimo de saber, algunos investigadores no son tan ingenuos. La noción
de “ciencias de la educación” sigue no adecuada para abarcar todos los estudios a los que
remite. Parece partidaria de la exclusión, cabe observar, que la educación también remite a
valores a unas normas que la regulan y piden una aproximación original, conforme su
naturaleza. Precisan la elaboración de doctrinas y el recurso (uso) a una filosofía.
M. Duborgel en “el sentido, las exigencias y condiciones de ejercitar un cuestionamiento
filosófico de los fenómenos educativos” distingue 4 modalidades:
La primera sería elaborar una relación histórica de las doctrinas filosóficas comprometidas
con la educación.
La segunda tiene el papel de evaluar la cientificidad de las aproximaciones que remiten a
las ciencias de la educación.
La tercera es la de estudiar el valor y las finalidades de los sistemas educativos: una tarea
filosófica.
La cuarta sería convocar los aportes de ciencias de la educación, subrayar el sentido de su
diversidad, indicar los méritos y límites de cada aproximación, e ir más adelante para
entender la educación como la manifestación de una actividad humana superior, que revela
al hombre como a un ser de cultura, como una capacidad para imaginar, animada por la
idea del proyecto que la incentiva.
Avanzini distingue 3 funciones de la filosofía de la educación: una de elucidación, otra de
anticipación y otra epistemológica. Un ejemplo de la primera es cuando se precisa la
diferencia entre enseñanza y adoctrinamiento.
El hombre necesita educación, no es un lujo, sino una necesidad: no puede prescindir, a no
ser que se atreva a sobrevivir o que estas carencias no le perjudiquen. La postulación, el
descubrimiento y la exploración siempre más atrevida de su educabilidad dinamizan el
proceso educativo.
El papel de la filosofía es el de participar en la reflexión a propósito de las finalidades
previsibles, de los valores, los principios por difundir, papel importante, y más aún en una
sociedad dislocada, frente a un estado que quiere educar sin saber a qué ni cómo, frente a
una sociedad civil que carece de un mínimo consenso. Paradójicamente, nunca fue tan
fuerte la voluntad de educar, pero sin saber para qué ni por qué. Por lo tanto el papel de la
filosofía será el de proponer finalidades legítimas e inteligibles.
La educación tiene que ver con lo político, es algo demasiado serio para abandonársela sin
vigilarlo continuamente, sin criticarlo cuando el discurso resulta confuso, equivocó, erróneo
o ingenuo. El educador ha de desear que todos salgan bien, pero al filósofo le toca
interrogarse sobre lo que sería una sociedad compuesta de sujetos que hubieran salido bien
en la escuela, y también en la vida.
El filósofo desempeña un papel de experto reflexivo que ayude a ser ojo alerta a la opinión
burlada y a los que deciden de manera poco lúcida.
La función epistemológica de la filosofía de la educación: en el clima neopositivista que
rodeó el nacimiento de las cs de la educación, el paso del singular al plural “las cs de la
educación” no manifiesta solamente el deseo de cambiar de lenguaje. Denota una mutación
epistemológica, ya que significa que el estudio de las prácticas educativas se vale de
diversas aproximaciones. Cada una facilita el conocimiento de las otras, desde un ángulo
determinado. Pero la evolución hacia el plural también plantea problemas. El primero tiene
que ver con la relación de cada una de estas aproximaciones con su “disciplina-madre”. Sin
embargo esta fuente de conflicto de fronteras no tiene porqué ser dramática, la solución es
sencilla. Es imprescindible no confundir una investigación sobre las prácticas educativas
para contribuir el conocimiento de un proceso psicológico para captar los motivos del éxito o
fracaso de una empresa educativa. En el primer caso se trata de psicología, en el segundo,
de cs de la educación. Lo que especifica una investigación en cs de la educación es que
procede de una problemática que no se puede reducir de ninguna manera a las
investigaciones de cualquier otra asignatura. Los materiales pueden ser los mismos, las
problemáticas no. Las cs de la educación cuya finalidad es la inteligibilidad de las prácticas
educativas, cualquiera que sea el lugar y la época de su desarrollo pasado o actual.
Un segundo problema tiene que ver con las relaciones entre las asignaturas nuestras. Ya
que son “plurales” las cs de la educación, sus relaciones, en el ámbito de las secciones
universitarias y de la dinámica de la investigación, son complejas y movedizas.
Tal como escribe Michel Soëtard “el espectáculo que brindan las cs de la educación es el de
un amontonamiento universitario en el que se juntan sociología, psicologías, psicoanálisis,
antropología social, estadísticas, historia, filosofía, para llegar a una amplia mezcolanza sin
verdadera unidad”.
Otras veces amenaza el dominante de una de las Cs que pretende el monopolio y ejerce su
hegemonía, negando toda complementariedad. O bien se llega a la interacción, se va de la
pluridisciplinariedad a la interdisciplinariedad, se entrecruzan las metodologías y se
comparan conclusiones de su aplicación. Esto podría legitimar y validar
epistemológicamente el concepto de “Cs de la educación”. En efecto, su pluralidad
constituye un bien definitivo. La diversidad ha de valerse para una interacción, sin dar lugar
a conflictos, lejos de embotar las teorizaciones de cada asignatura, ha de llevarlas a
enfrentarse para conseguir un conocimiento fino y complejo del hecho educativo.
Cuando se muestran fieles a sus exigencias es cuando llegan a serles útiles a los que están
en la práctica, si tratan de cuestiones actualmente discutidas, funcionan como ciencias que
pueden aclarar el tema para el responsable político o el educador básico. Pero no pueden
restarle responsabilidades en nombre de su cientificidad.
Las Cs de la educación pueden tener efectos en el ámbito de las prácticas
Y esta posibilidad depende de la actitud inventiva y pensada de los de la práctica
Posiblemente será lo que quiere dar a entender M. Stoëtard, combinar la “perspectiva
filosófica”, la que indica el camino y aclara el sentido, la “perspectiva científica”, que brinda
un mejor conocimiento del educando, y “la perspectiva práctica” que decide de manera
aleatoria los quehaceres cotidianos. La praxis educativa funciona en la articulación de esas
variables heterogéneas.
Filosofía y ciencias se llaman una(s) a otras y se entretejen. Sin filosofía, las ciencias
resultan inhibidas, ciegas ya que no saben sobre qué pueden funcionar sus procesos. Sin
ciencias, es paralítica la filosofía, ya que no tienen medios para alcanzar los ideales
considerados. No compiten sino que se complementan.
Otro falso problema suscita sobre las relaciones entre Cs de la educación y didáctica. El
objeto de ésta es estudiar los métodos de la docencia y trabajo en las distintas asignaturas,
cada una se da según 3 variables.
Su estructura interna que conlleva un orden de sucesión de las nociones, una manera de
presentarlas según el quehacer intelectual específico con el que cuenta.
También la finalidad tomada en cuenta, toda docencia va a un tipo de hombre y cultura
determinados.
Finalmente, la representación que uno se hace del educando y su receptividad mental. Eso
remite a factores de tipo psicológico y sociológico: edad, nivel intelectual, ambiente social,
origen cultural.
Hoy en día, la didáctica remite a objetivos, a valores. Tiene un sentido que vale en un
contexto y hace falta comprenderlo y subrayarlo.
Las intenciones que dominan todas las discusiones sobre los procesos de la docencia:
Se oponen 2 visiones antagónicas: una desprecia lo “pedagógico” en nombre de los
saberes, como si sólo existieran didácticas heterogéneas; la otra desprecia los saberes en
nombre de las modalidades de transmisión, como si no hubiera mas que una didáctica
general. La primera es insuficiente ya que, la didáctica podría elaborarse por los solos
representantes, quienes reaccionan de manera abusiva a una negligencia también abusiva
de lo específico de los contenidos a favor de una “pedagogía general”, se articularía con
una visión, la del sujeto epistémico con referencia a quehaceres cognitivos, como si éstos
resultaran autónomos. No toma en cuenta el alcance de los métodos intelectuales del
aprendizaje. La didáctica resulta ser las ciencias de la educación cuando se dedican al
estudio de este particular aspecto de su objeto que son los procesos de docencia. También
resulta falso considerar que son 2 terrenos distintos, al contrario, se puedan fusionar y
reducir las segundas a la primera.
La salvación y el porvenir de la ciencias de la educación están en la elaboración de saberes
que no engañan sobre su estatuto y tampoco se avergüenzan. Están en el trabajo de
investigadores quienes desconfían de la demagogia altisonante, pero quienes, al estudiar
las prácticas educativas, ayudan a los de la práctica a mejorar las suyas. Están en el
esfuerzo de quienes quieren servir y no abusar.
Las ciencias de la educación tienen en común considerar un objeto que no es “objeto” sino
“sujeto” en vía de formación, es decir, alguien sobre quien se ejerce una acción relacionada
con principios.
El campo abierto a los investigadores es menos un “objeto” que un “objetivo”, es decir una
categoría de hombre a quien nos proponemos elevar. Y aquí viene el papel de la filosofía.
Esta insuficiencia de las “ciencias” como tales es definitiva y necesaria. La organización de
la educación nunca dependerá solamente de ellas. Las ciencias de la educación sufren una
carencia constitucional, puesto que el debate relativo a las finalidades tiene que ver
constitucionalmente con la ética y la axiología.
Díaz Esther - “Investigación básica, teológica y sociedad. Kuhn y Foucault”
Foucault: es un filósofo de la cultura, no es epistemólogo. Analiza la ciencia como
acontecimiento histórico-cultural. Para este autor la actividad científica conforma un
dispositivo de saber-poder avalado por la racionalidad de sus discursos y sus prácticas.
Para Foucault no existe una verdad inamovible que persiste a través del tiempo. Las
prácticas sociales de una época determinada generan saberes considerados sólidos, serios,
confiables. A partir de ellos se constituyen nuevos objetos de estudios, nuevos conceptos,
nuevas técnicas, y nuevos valores. Esta elementos configurarán nuevos sujetos de
conocimientos.
El espíritu de la modernidad exaltó la libertad e implantó al mismo tiempo el rigor de las
disciplinas. Disciplinas en las prácticas sociales, puesto que se comenzaron a establecer
controles rigurosos en el ejército, la justicia, los colegios, los hospitales, las cárceles,
lugares de trabajo y sociedad en general. Disciplinas en el saber, puesto que toda forma de
conocimiento que aspira a ser reconocida como científica debía regirse por el modelo de la
física y la matemática modernas. De este modo las Cs. Sociales se comienzan a construirse
como saber científico a partir del siglo de las Luces.
La postura de Foucault intenta señalar que la razón y la verdad no son sustancias eternas y
trascendentes sino construcciones históricas e inmanentes. Su discurso es racional, pero
desmitificador. Cumple con las reglas establecidas para que un discurso sea racional pero
se resiste a aceptar los estrechos límites de la racionalidad científica como sinónimo de
razón universal.
En la modernidad se impuso una racionalidad a imagen y semejanza de la razón científica
moderna, en la que no había lugar para el caos, azar, la indeterminación, etc. Esa
racionalidad estableció un territorio teórico que Foucault denomina “episteme moderna”. La
episteme hace referencia a las condiciones de posibilidad de los saberes sólidos contenidos
en una época histórica determinante. Así en el desarrollo de la historia han existido
diferentes epistemes, pues lo que es saber sólido para una época puede no serlo para otra.
Pj El agua para algunos pueblos arcaicos era una divinidad y para nosotros es un cuerpo
formado por la combinación de un volumen de oxígeno y dos de hidrógeno. Es evidente que
el agua no cambió en su manera de estar presente en la naturaleza sino cambio la
comprensión que tenemos de ella, desde dos epistemes distintas, desde dos imaginarios
sociales diferentes.
Para Foucault, la episteme moderna se caracteriza por considerar que la representación es
el modo privilegiado de acceder a cualquier tipo de conocimiento sólido. Luego señala que
en el S XIX se fue produciendo una fractura epistémica: la representación le estaba dejando
su lugar a la historicidad, que comenzó a considerarse en los procesos estudiados por la
ciencia. Finalmente considera que coexisten rupturas epistémica que separan las diferentes
épocas, considera así mismo discontinuidades , es decir permanencias históricas.

Kuhn y los Paradigmas. Foucault y las epistemes: Los Paradigmas en Kuhn y las
Epistemes en Foucault tienen similitudes y diferencias:
Para Kuhn los Paradigmas se constituyen en el ámbito de las comunidades científicas. Para
Foucault no privilegiada el estudio de la decisión de los científicos para sus análisis.
Ambos son epocales, aunque las epistemes de Foucault son más abarcativas que los
Paradigmas de Kuhn, porque la episteme es científico-social, en cambio el paradigma es
sólo científico.
Episteme como Paradigmas conforman una especie de marco-teórico o imaginario social
para la producción de discursos considerados verdaderos en determinados momentos
históricos.
Existe cuenta confidencial en la noción de revolución científica en Kuhn y de ruptura
epistémica en Foucault. Teniendo en cuenta la salvedad de que Kuhn piensa las
revoluciones sólo en el ámbito del saber científico, mientras Foucault concibe las rupturas
epistémica como el pasaje de una época histórica a otra.
Foucault considera que también existen continuidades , levemente similar a Kuhn que
considera , que si bien los Paradigmas son inconmensurables entre sí, existe la posibilidad
de interpretar o traducir los términos de un paradigma a otro(esto también sería una especie
de continuidad)
Foucault rechaza la idea de progreso como una necesidad histórica de alcanzar una meta
superior o mejor. Kuhn también rechaza esa idea de progreso lineal y general.
Tanto para Foucault y Kuhn no hay mayor racionalidad en una teoría que vence a otra.
El éxito se produce dentro de una reestructuración que no obedece a un acercamiento a
una verdad intemporal sino a un cambio de paradigma en Kuhn y a una nueva episteme en
Foucault.
Kuhn pone acento en la ciencia y Foucault en la sociedad, discursos, y las prácticas.
Estos pensadores se diferencian por el tipo de ciencia sobre las que reflexionan: Kuhn se
refiere a las Cs. naturales, en cambio Foucault a las Cs. Sociales.
Kuhn desplazó la reflexión sobre la ciencia, logró superar el simple análisis lingüístico formal
de las teorías y les inyectó historia. Foucault trató de encontrar en la historia de las ciencias
algo así como su inconsciente.
Si imaginamos la Ciencia como un iceberg, Kuhn estudio la parte emergente, la que se ve,
indicó que existen presiones mucho más poderosas que la validez formal de una teoría
científica. Foucault trato de ver la parte sumergida del Iceberg: las prácticas sociales, los
interés, el deseo y las luchas de poder.

Zelmeman, hugo “Problemas antropológicos y utópicos del conocimiento”​ El colegio


de México.
​ uturo como ciencia y utopía plantea una tensión entre
El futuro como ciencia y utopía: F
estas dos. El problema de la ciencia y la utopía, puede trabajarse desde muchas
perspectivas, pero se plantea dos formas básicas que tiene el hombre de colocarse ante el
mundo: situarse en el tiempo ante el futuro o en el futuro.
Si se utiliza un discurso productivo estamos ante el futuro, pero si se utiliza el discurso
utópico está en el futuro. Para encaminar el problema en el marco de las Ciencias
Humanas, estas se sitúan en el futuro , pues si no los hace de allí no son nada. Esto
significa prever como un científico o que pretendamos construir realidades desde lo
potencial (en ambos casos el futuro estará presente).
El problema que deriva esto, ya sea en concebir como previsión o construcción, está en el
tiempo que plantea la cuestión relativa a la necesidad de lo inacabado. Esta necesidad de lo
inacabado, no se puede confundir con el transcurrir de las cosas, que pueden reconocer y
que reconocen sus leyes. Sino que el tiempo surge como la necesidad de trascender lo
infinito propio de los sujetos mortales. El tiempo aparecerá como camino hacia lo inacabado
y en este sentido, el tiempo puede ser sinónimo de esperanza. Pero luego se plantea que el
problema es más complejo. Ya que lo anteriormente dicho trasciende o cuestiona las
significaciones antropocéntricas del tiempo, reconociendo la función reduccionista que
tienen para el pensamiento los parámetros conformadores de la especificidad de lo humano,
con el fin de poder abrir el conocimiento a otras realidades.
Por lo mismo, el tiempo deviene en la necesidad de aquello que excede los límites de lo
dado, ya sea en el plano del pensamiento o en el de más cosas. A partir de esto se podría
decir que el tiempo es el sentido de lo posible, se única la necesidad utópica, lo que es una
idea fundamental en el ámbito de las Ciencias Humanas , para no quedar en la mera
descripción de situaciones dadas y observables.
En este marco, se menciona la relación del tiempo con naturaleza de los discursos. Hoy en
día se habla de dos tipos de discursos: los discursos de la apropiación de la realidad y los
discursos olvidados.
El primero es el discurso propio de la ciencia, los discursos sobre objetos y asociados al
esfuerzo y a la sistematicidad de dar cuenta de ellos, de explicar lo propio de esos objetos,
de construir teorías sobre ellos. Es el discurso clásico de la relación sujeto-objeto, en el que
coinciden prácticamente todos los paradigmas , desde el que pueda provenir del
pensamiento crítico, pasando por el paradigma de inspiración fenomenológica y las
estructuralismo, hasta la teoría de sistemas, etc.
El segundo es el discurso excluido por lo menos desde los siglos XVII y XVIII, pero que
fuera de ese momento tenía el mismo rasgo que el discurso de apropiación
El problema antes estos dos discursos es que: el primero obliga a colocar el surgimiento del
pensamiento científico, esto es , de los discursos de la ciencia, en un marco mucho más
amplio del que pueda estar definida por el discurso estrictamente teórico y por el discurso
meramente técnico. La relación de segundo tipo de discurso con el tiempo es más bien una
suerte de negación del límite.
El problema del tiempo en el discurso de las ciencias humanas, donde asume
características específicas como la predominancia del tiempo vinculado a la exigencia de lo
utópico, o bien, como podría ser la importancia que en el ámbito de las ciencias sociales
tiene la colocación. A su vez si utilizamos los discursos de colación estamos situados frente
a una realidad que concebimos como horizontes de sentido.

Orden epistemológico; orden político. La apuesta por la alternativa – Silvia Rivera.


La palabra alternativa supone la referencia a un orden preestablecido que en el campo
epistemológico, se conoce bajo el nombre de concepción heredada, se trata de una
tradición heredada porque nos precede siempre, porque la encontramos ya
institucionalizada en el momento de iniciar el camino reflexivo. Alternativa es un término
relacional en tanto se define por aquello que supone, aquello en función de lo cual la
alternativa se constituye como tal. Explorar las bases de la epistemología resulta
imprescindible para poder apreciar su especificidad de otras propuestas o alternativas.
Junto con el desarrollo de la ciencia moderna se despliega una maquinaria conceptual
orientada a justificar un particular modo de apropiación del mundo, tanto natural como
social. Aún más: el discurso sobre el conocimiento y la ciencia no solo legítima prácticas
sino que las atraviesa, formando dispositivos complejos en los que tal discurso deviene aun
condición histórica de posibilidad.
La teoría del conocimiento primero, y la epistemología después de constituyen así en
discursos del orden, es decir, discursos destinados a prescribir los pasos necesarios para la
producción de verdades a través de diversos procedimientos de normalización de los
sujetos.
La relevancia de las Cs Ss: estas permiten mostrar esos mecanismos de explotación de
cuerpos, anulación de voces y postergación de saberes sobre los que se afianza el orden
que impone el modelo de racionalidad occidental.
Para que las Cs Ss puedan asumir una función crítica es preciso revisar los supuestos de la
concepción de ciencia que manejamos. En todo caso, deben comenzar asumiendo su
carácter alternativo.
Muchos movimientos y autores han intentado expandir los estrechos límites de la
concepción epistemológica heredada, llamada también cientificista o positivista. Javier
Echeverría realiza un relevamiento de lo que podríamos caracterizar como ampliaciones de
la tendencia cientificista hegemónica, indicando que las une el de hecho de compartir una
concepción de ciencia diferente. No ya ciencia como conocimiento sino ciencia como
actividad, es decir, como práctica social que se desarrolla en marcos institucionales
específicos. Entre estas ampliaciones se destaca el programa fuerte en sociología de la
ciencia, que impone un análisis de la relación ciencia- filosofía.
Centrando la atención en torno de los sujetos de producción del conocimiento, encontramos
los llamados estudios sobre ciencia y género y , a partir de ellos, vemos emerger una tema
central; el de los valores. Los estudios sobre ciencia, tecnología y sociedad, así como los
estudios sobre bioética se presentan como ampliación de la concepción heredada, al
proponer un abordaje interdisciplinario de problemáticas complejas, que se ubican en la
intersección entre la teoría y la praxis.
Los movimientos y los autores permiten relevar algunos de aquellos temas dejados de lado
por la tradición positivista. Suponen una ampliación del positivismo. El potencial de tales
propuestas resulta con frecuencia opacado al ser colonizadas por teorías epistemológicas
globales y envolventes. Esto acontece cuando las ampliaciones no logran romper con
algunos supuestos estructurales de la tradición moderna, quedando atadas a aquellos viejos
ídolos ya denunciados por Nietzsche como la autonomía del sujeto de pensamiento y del
lenguaje, la relación lenguaje- mundo, la verdad, la aplicación como bajada controlada de la
teoría a la praxis, entre otros.
Es por esto que se impone la necesidad de recuperar los temas instaladas por estas
propuestas ampliadas- las practicas, los valores , el lenguaje- iluminadas desde el
pensamiento de autores clásicos por la radicalidad de su pathos critico que expande la
capacidad de acción, enriqueciendo las posibilidades de intervención de intelectuales e
investigadores.
Ludwig Wittgenstein es uno de estos clásicos y también lo es Foucault, nos habla de
episteme, discurso y dominios de saber.
Frente a propuestas epistemológicas ampliadas estos pensadores alcanzan a subvertir
tanto a la estructura lingüística interna de las teorías científicas como los procesos de
producción de los saberes desde la contundente afirmación de la contingencia y la
historicidad. Se suman a ellos pensadores de la tradición marxista, exponentes de una
radical revisión de la ciencia en sus condicionantes lingüísticos y en sus efectos de poder.
Oscar Varsavsky precursor de la construcción de alternativas epistemológicas en el
“pensamiento latinoamericano en ciencia y tecnología” su énfasis en la dimensión política
constitutiva de todo saber, pero en especial del “científico”, devela los compromisos
ideológicos presentes en el modelo epistemológico dominante. Como afirma Varsavsky:
“La misión del científico rebelde es estudiar con toda seriedad, y usando todas las armas de
la ciencia, los problemas del cambio de sistema social, en todas las etapas y en todos los
aspectos teóricos y prácticos. Esto es hacer ” ciencia politizada.”
Arar la totalidad del lenguaje o también practicar la “anti ciencia”, como indica Foucault:
“Construir una práctica científica con la potencialidad de resquebrajar el orden dominante,
ese que se reserva en cada caso el derecho de imponer la representación “verdadera” del
mundo. Porque quienes definen la legitimidad científica, instalando mecanismos de gestión
institucional para regir los parámetros de evaluación de la producción intelectual, definen
también la legitimidad política. Practicar la anti ciencia supone la subversión del modelo
naturalizado de gestión de la investigación, asumiendo que la justificación de las instancias
que en cada caso erigimos en “fundamento” escapa a parámetros epistémicos.
La ética del investigador se construye en el reconocimiento de un orden
lingüístico-conceptual elegido como instrumento de trabajo por considerarlo relevante, justo
o fértil en su potencial heurístico, a pesar de su arbitrariedad e irremediable contingencia.
Tal como afirma ​Wittgenstein: ​“Sólo podemos, pues, salir al paso de la injusticia
exponiendo el modelo como lo que es, como objeto de comparación, como, por así decirlo,
una regla de medir; y no como prejuicio al que la realidad tiene que corresponder”.
● Los aportes de autores nos acercan material para una revisión crítica de las ciencias
sociales que exceda ampliaciones, y se instale definitivamente en el terreno de la
alternativa. Romper las cadenas de un modelo “patológico” que nos opaca como
creadores de conceptos y de valores es condición de posibilidad para que podamos
asumir la responsabilidad que nos cabe a la hora de proponer alternativas críticas y
transformadoras para las ciencias sociales.
Repensar las ciencias sociales implica revisar la ciencia en su conjunto. Cuando la tarea se
realiza desde el lugar afirmativo de la “alternativa”, entonces la axiología, el lenguaje y la
política emergen como aquellos horizontes que iluminan una tarea intelectual crítica y
transformadoras.

LA CIENCIA
Su método y su filosofía

Mario Bunge
1.​ Introducción

La ciencia es un conjunto de ideas que puede caracterizarse como conocimiento racional,


sistemático exacto, verificable y factible. La ciencia como investigación pertenece a la vida
social ya que trabaja dentro de ella para mejorar el modo de vida, mejorando nuestra
calidad de vida construyendo y mejorando distintos materiales denominados Tecnología. La
ciencia es como una actividad productora de nuevas ideas (investigación científica).

2.​ Ciencia formal y ciencia fáctica

No toda la investigación científica procura el conocimiento objetivo. Así, la lógica y la


matemática son racionales, sistemáticos y verificables, pero no son objetivos; La lógica y la
matemática tratan de entes ideales; estos entes, tanto los abstractos como los
interpretados, sólo existen en la mente humana. A los lógicos y matemáticos no se les da
objetos de estudio: ellos construyen sus propios objetos.
la lógica formal: algunas de sus partes pueden hacerse corresponder a aquellas entidades
psíquicas que llamamos pensamientos. Semejante aplicación de las ciencias de la forma
pura a la inteligencia del mundo de los hechos, se efectúa asignando diferentes
interpretaciones a los objetos formales. Estas interpretaciones son arbitrarias se justifican
por el éxito, la conveniencia o la ignorancia. El significado fáctico o empírico que se les
asigna a los objetos formales no es una propiedad intrínseca de los mismos. ​Las ciencias
formales en rigor no se aplican a la realidad, sino que se emplean en la vida cotidiana
y en las ciencias fácticas a condición de que se les superpongan reglas de
correspondencia adecuada​. La lógica y la matemática establecen contacto con la realidad
a través del puente del lenguaje, tanto el ordinario como el científico.

Tenemos así una primera gran división de las ciencias, en formales (o ideales) y
fácticas (o materiales). Esta ramificación preliminar tiene en cuenta el ​objeto ​de las
respectivas disciplinas; la diferencia de especie entre los enunciados que se
proponen establecer las ciencias formales y las fácticas: mientras los enunciados
formales consisten en relaciones entre signos, los enunciados de las ciencias
fácticas se refieren, en su mayoría, a entes extracientíficos: a sucesos y procesos.
Tiene en cuenta el ​método ​por el cual se ponen a prueba los enunciados verificables:
mientras las ciencias formales se contentan con la lógica para demostrar
rigurosamente sus teoremas, las ciencias fácticas necesitan de la observación y/o
experimento.
ivo: que el teorema de Pitágoras haya sido el resultado de un largo proceso de inducción
conectado a operaciones prácticas de mediciones de tierras, es objeto de la historia, la
sociología y la psicología del conocimiento.

La matemática y la lógica son, en suma, ciencias deductivas. El proceso constructivo, en


que la experiencia desempeña un gran papel de sugerencias, se limita a la formación de los
puntos de partida (axiomas). En matemática la verdad consiste, por esto, en la coherencia
del enunciado dado con un sistema de ideas admitido previamente: por esto, la verdad
matemática no es absoluta sino relativa a ese sistema, en el sentido de que una proposición
que es válida en una teoría puede dejar de ser lógicamente verdadera en otra teoría. Las
teorías matematicas abstractas, en cuanto "llenamos" la forma vacía con un contenido
específico (pero todavía matemático), obtenemos un sistema de entes lógicos que tienen el
privilegio de ser verdaderos o falsos dentro del sistema dado de proposiciones.
Las ciencias fácticas no emplean símbolos vacíos (variables lógicas) sino tan sólo símbolos
interpretados, la sumisión a algún sistema de lógica es necesaria pero no es una garantía
de que se obtenga la verdad. Además de la racionalidad, exigimos de los enunciados de las
ciencias fácticas que sean ​verificables en la experiencia, ​sea indirectamente (en el caso de
las hipótesis generales), sea directamente (en el caso de las consecuencias singulares de
las hipótesis). Unicamente después que haya pasado las pruebas de la verificación empírica
podrá considerarse que un enunciado es adecuado a su objeto,
La coherencia es necesaria pero no suficiente en el campo de las ciencias de hechos: para
anunciar que un enunciado es (probablemente) verdadero se requieren datos empíricos.
Sólo la experiencia puede decirnos si una hipótesis relativa a cierto grupo de hechos
materiales es adecuada o no. La experiencia no garantizará que la hipótesis en cuestión
sea la única verdadera: sólo nos dirá que es ​probablemente ​adecuada. El conocimiento
fáctico, aunque racional, es esencialmente probable: la inferencia científica es una red de
inferencias deductivas (demostrativas) y probables (inconcluyentes).

Las ciencias formales demuestran o prueban: las ciencias fácticas verifican


(confirman o disconfirman) hipótesis que en su mayoría son provisionales​. La
demostración es completa y final; la verificación es incompleta y por eso temporaria.
Los rasgos esenciales del tipo de conocimiento que alcanzan las ciencias de la naturaleza y
de la sociedad son la ​racionalidad y​ la ​objetividad. ​Por conocimiento racional se entiende:

a- que está constituido por conceptos, juicios. El científico percibe, su punto de partida como
el punto final de su trabajo son ideas;

b- que esas ideas pueden combinarse de acuerdo con algún conjunto de reglas lógicas con
el fin de producir nuevas ideas (inferencia deductiva).
c- que esas ideas no se amontonan caóticamente, se organizan en sistemas de ideas esto
es en conjuntos ordenados de proposiciones (teorías).

Que el conocimiento científico de la realidad es objetivo, significa:


a- que concuerda aproximadamente con su objeto; vale decir que busca alcanzar la verdad
fáctica;

b- que verifica la adaptación de las ideas a los hechos recurriendo a un comercio peculiar
con los hechos (observación y experimento), intercambio que es controlable y hasta cierto
punto reproducible.

Ambos rasgos de la ciencia fáctica, la racionalidad y la objetividad, están íntimamente


soldados.

3.​ Inventario de las principales características de la ciencia fáctica

a. El conocimiento científico es fáctico: ya que parte de los hechos, de la realidad objetiva.


b. El conocimiento científico trasciende los hechos, descarta hechos produce hechos y los
explica
c. La ciencia es analítica, intentando descubrir y/o describir los elementos que componen
cada totalidad y sus interconexiones.
d. La investigación científica es especializada.
e. El conocimiento científico es claro y preciso, sus problemas son distintos sus resultados
son claros.
f. El conocimiento científico es comunicable, no es privado sino público.
g. El conocimiento científico es verificable, deben ser puestas a prueba.
h. La investigación científica es metódica, es planeada, disminuyendo los errores.
i. El conocimiento científico es sistemático.
j. El conocimiento científico es general, ubica los hechos singulares en pautas generales.
k. El conocimiento científico es legal, busca leyes de la naturaleza y la cultura para luego
aplicarlas.
l. La ciencia es explicativa, intenta explicar los hechos en términos de leyes, y las leyes en
términos de principios.
m. El conocimiento científico es predictivo. trasciende la masa de los hechos de experiencia,
imaginando cómo puede haber sido el pasado y cómo podrá ser el futuro.
n. La ciencia es abierta, puede cambiar o ser mejorada.
o. La ciencia es útil, porque busca la verdad

En resumen, la ciencia es valiosa como herramienta para domar la naturaleza y remodelar


la sociedad; es valiosa en sí misma, como clave para la inteligencia del mundo y del yo; y es
eficaz en el enriquecimiento, la disciplina y la liberación de nuestra mente.

¿Cuál es el método de la ciencia?

1.​ La ciencia, conocimiento


verificable
Todo conocimiento debe ser verificado, no ser aceptado como verdad absoluta sin antes
pasar por distintas pruebas, inclusive lo que estoy escribiendo puede ser refutado, ya que
ningún presunto criterio de verdad garantiza la objetividad y el conocimiento objetivo es la
finalidad de la investigación científica. Aquello que caracteriza al conocimiento científico es
su verificabilidad.

2.​ Veracidad y verificabilidad

Un dato será considerado verdadero hasta cierto punto, siempre que pueda ser confirmado
de manera compatible con los cánones del método científico.

En consecuencia, para que un trozo de saber merezca ser llamado “científico”, no basta que
sea verdadero. Debemos saber, en cambio, cómo hemos llegado a saber, o a presumir, que
el enunciado en cuestión es verdadero: debemos ser capaces de enumerar las operaciones
(empíricas o racionales) por las cuales es verificable (confirmable o discon-firmable) de una
manera objetiva al menos en principio.
Ahora bien, para verificar un enunciado no basta la contemplación y ni siquiera el análisis.
Comprobamos nuestras afirmaciones confrontándolas con otros enunciados. La verificación
de enunciados formales sólo incluye operaciones racionales, en tanto que las proposiciones
que comunican información acerca de la naturaleza o de la sociedad han de ponerse a
prueba por ciertos procedimientos empíricos tales como el recuento o la medición. Pues,
aunque el conocimiento de los hechos no provienen de la experiencia pura —por ser la
teoría un componente indispensable de la recolección de informaciones fácticas— no hay
otra manera de verificar nuestras sospechas que recurrir a la experiencia, tanto “pasiva”
como activa.

3. ​Las proposiciones generales


Verificables: hipótesis científicas

En primer lugar si hemos de tratar el problema de la verificación, debemos averiguar qué se


puede verificar, ya que no toda afirmación —ni siquiera toda afirmación significativa— es
verificable.
La verificación torna más exacto el significado, pero no produce significado alguno. Más
bien al contrario, la posesión de un significado determinado es una condición necesaria para
que una proposición sea verificable.

Cuando un enunciado verificable posee un grado de generalidad suficiente, habitualmente


se lo llama hipótesis científica. O, lo que es equivalente, cuando una proposición general
(particular o universal) puede verificarse sólo de manera indirecta —esto es, por el examen
de algunas de sus consecuencias— es conveniente llamarla “hipótesis científica”.
se comprende que el núcleo de toda teoría científica es un conjunto de hipótesis
verificables. Las hipótesis científicas son, por una parte, remates de cadenas inferen-ciales
no demostrativas (analógicas o inductivas) más o menos oscuras; por otra parte, son puntos
de partida de cadenas deductivas cuyos últimos eslabones —los más próximos a los
sentidos, en el caso de la ciencia fáctica—, deben pasar la prueba de la experiencia.
Más aún: habitualmente se concuerda en que debiera llamarse “hipótesis” no sólo a las
conjeturas de ensayo, sino también a las suposiciones razonablemente confirmadas o
establecidas. Tenemos dos razones para llamarla hipótesis: la primera es que ha pasado la
prueba sólo un número finito de veces; la segunda, es que hemos terminado por
aprehender que incluso ese célebre enunciado de ley es tan sólo una primera aproximación
de un enunciado más exacto incluido en la teoría general de la relatividad, que tampoco es
probable que sea definitiva.

4. ​El método científico


¿ars inveniendi?

Ya se dijo que debería haber un método que indique cual podría ser verdadero y cual no,
ese método es el método científico. La investigación no es errática sino metódica una de las
reglas para facilitar la investigación es la de formular hipótesis, existiendo muchas formas
de formular hipótesis​.

5. ​El método científico, técnica


de planteo y comprobación

El estudio del método científico es, en una palabra, la teoría de la investigación. Esta teoría
es descriptiva en la medida en que descubre pautas en la investigación científica. La
metodología es normativa en la medida en que muestra cuáles son las reglas de
procedimiento que pueden aumentar la probabilidad de que el trabajo sea fecundo. Pero las
reglas discernibles en la práctica científica exitosa son perfectibles, no garantizan la
obtención de la verdad; pero, en cambio, facilitan la detección de errores.

La mera referencia a los hechos no basta para decidir qué herramienta, si el análisis o la
experiencia, ha de emplearse. Para convalidar una proposición hay que empezar por
determinar su status y estructura lógica. En consecuencia, ​el análisis lógico (tanto sintáctico
como semántico), es la primera operación que debiera emprenderse al comprobar las
​ sta norma debiera considerarse como una regla
hipótesis científicas, sean fácticas o no. E
del método científico.

Los enunciados fácticos no analíticos tendrán que concordar con los datos empíricos o
adaptarse a ellos. Esta norma es la segunda regla del método científico. Podemos
enunciarla de la siguiente manera: ​El método científico, aplicado a la comprobación de
afirmaciones informativas, se reduce al método experimental.

6. ​El método experimental

La experimentación involucra la modificación deliberada de algunos factores debidamente


controlados. Pero el método experimental va más allá, puede hacerse fuera de un
laboratorio e inclusive mediante cálculos en el cerebro, como los matemáticos. En este texto
aparecen otras cuatro máximas mas del método científico:
Obsérvense singulares en busca de elementos de prueba universales.

Formúlese preguntas precisas.

La recolección y el análisis de datos deben hacerse conforme a las reglas de la estadística.

No existen respuestas definitivas, y ello simplemente porque no existen preguntas finales.

7.​ Métodos teóricos

El tipo de hipótesis característico de la ciencia moderna no es el de los enunciados


descriptivos aislados cuya función principal es resumir experiencias. Lo peculiar de la
ciencia moderna es que consiste en su mayor parte en teorías explicativas, es decir, en
sistemas de proposiciones que pueden clasificarse en: principios, leyes, definiciones, etc.

Las teorías dan cuenta de los hechos no sólo describiéndolos de manera más o menos
exacta, sino también proveyendo modelos conceptuales de los hechos, en cuyos términos
puede explicarse y predecirse, al menos en principio, cada uno de los hechos de una clase.
Las teorías no se constituyen ex nihilo, sino sobre ciertas bases: éstas las sostienen antes y
después de la prueba; la prueba misma, si tiene éxito, provee los apoyos restantes de la
teoría y fija su grado de confirmación. Aun así el grado de confirmación de una teoría no
basta para determinar la probabilidad de la misma.

8. ​En qué se apoya


una hipótesis científica

Una hipótesis de contenido fáctico no sólo es sostenida por la confirmación empírica de


cierto número de sus consecuencias particulares (por ej. predicciones). Las hipótesis
científicas están incorporadas en teorías o tienden a incorporarse en ellas; y las teorías
están relacionadas entre sí, constituyendo la totalidad de ellas la cultura intelectual. Por
esto, no debiera sorprender que las hipótesis científicas tengan soportes no sólo científicos,
sino también extra-científicos: los primeros son empíricos y racionales, los últimos son
psicológicos y culturales.
En cuanto a los soportes extracien-tíficos de las hipótesis científicas, uno de ellos es de
carácter psicológico: influye sobre nuestra elección de las suposiciones y sobre el valor que
le asignamos a su concordancia con los hechos. Este carácter no sólo está vinculado a
características personales, sino también sociales.

Lo que hemos llamado soporte cultural de las hipótesis fácticas consiste en su


compatibilidad con alguna concepción del mundo. Es obvio que tendemos a asignar mayor
peso a aquellas hipótesis que congenian con nuestro fondo cultural y, en particular con
nuestra visión del mundo, que aquellas hipótesis que lo contradicen. La función dual del
soporte cultural de las conjeturas científicas se advierte con facilidad: por una parte, nos
impulsa a poner atención en ciertas clases de hipótesis y hasta interviene en la sugerencia
de las mismas; por otra parte, puede impedirnos apreciar otras posibilidades, por lo cual
puede constituir un factor de obstinación dogmática.
Los soportes empíricos y racionales son objetivos, en el sentido de que en principio son
susceptibles de ser sopesados y controlados conforme a patrones precisos y formulables.
En cambio, los soportes extracientíficos son, en gran medida, materia de preferencia
individual, de grupo o de época; por consiguiente, no debieran ser decisivos en la etapa de
la comprobación, por prominentes que sean en la etapa heurística.

9. ​La ciencia: técnica y arte

La investigación científica es legal, pero sus reglas no son simples, ni infalibles ni bien
conocidas. El arte de formular preguntas y probar respuestas, no es un conjunto de recetas
y tampoco es técnica, por tanto se tiene que desconfiar de toda descripción de la vía de la
ciencia; pero no se debe descuidar ninguna.

La investigación científica es practicada en gran parte como un arte no tanto porque carezca
de reglas cuanto porque algunas de ellas se dan por sabidas, y no tanto porque requiera
una intuición innata cuanto porque exige una gran variedad de disposiciones intelectuales.
Los escritos sobre el método científico pueden iluminar el camino de la ciencia, pero no
pueden exhibir toda su riqueza, y sobre todo, no son un sustituto de la investigación misma,
del mismo modo que ninguna biblioteca sobre botánica puede reemplazar a la
contemplación de la naturaleza, aunque hace posible que la contemplación sea más
provechosa.

10.​ La pauta de la investigación


científica

1. PLANTEO DEL PROBLEMA

1.1. ​Reconocimiento de los hechos: ​examen del grupo de hechos clasificación preliminar y
selección de los que probablemente sean relevantes en algún respecto.

1.2. ​Descubrimiento del problema: ​hallazgo de la laguna o de la incoherencia en el cuerpo


del saber.

1.3. ​Formulación del problema: r​ educción del problema a su núcleo significativo,


probablemente soluble y probablemente fructífero, con ayuda de conocimiento disponible.

2. CONSTRUCCION
DE UN MODELO TEORICO

2.1. ​Selección de los factores pertinentes: ​ invención de suposiciones plausibles relativas a


las variables que probablemente son pertinentes.

2.2. ​Invención de las hipótesis centrales y de las suposiciones auxiliares: ​propuesta de un


conjunto de suposiciones concernientes a los nexos entre las variables pertinentes.
2.3. ​Traducción matemática: c​ uando sea posible, traducción de las hipótesis, o de parte de
ellas, a alguno de los lenguajes matemáticos.

3. DEDUCCION DE CONSECUENCIAS PARTICULARES

3.1. ​Búsqueda de soportes racionales: ​deducción de consecuencias particulares que


pueden haber sido verificadas en el mismo campo o en campos contiguos.

3.2. ​Búsqueda de soportes empíricos: ​ elaboración de predicciones (o retrodicciones) sobre


la base de modelo teórico y de datos empíricos, teniendo en vista técnicas de verificación
disponibles o concebibles.

4. PRUEBA DE LAS HIPOTESIS

​ lanea-miento de los medios para poner a prueba las


4.1.​ Diseño de la prueba: p
predicciones; diseño de observaciones, mediciones, experimentos y demás operaciones
instrumentales.

4.2. ​Ejecución de la prueba: ​realización de las operaciones y recolección de datos.

4.3. ​Elaboración de los datos: ​clasificación, análisis, evaluación, reducción, etc., de los
datos empíricos.

4.4.​ Inferencia de la conclusión: i​ nterpretación de los datos elaborados a la luz del modelo
teórico.

5. INTRODUCCION DE LAS
CONCLUSIONES EN LA TEORIA

5.1. ​Comparación de las conclusiones con las predicciones: ​contraste de los resultados de
la prueba con las consecuencias del modelo teórico, precisando en qué medida éste puede
considerarse confirmado o disconfirmado.

5.2. Reaju​ste del modelo: ​eventual corrección o aun reemplazo del modelo.

5.3. ​Sugerencias acerca de trabajo ulterior: ​búsqueda de lagunas o errores en la teoría y/o
los procedimientos empíricos, si el modelo ha sido desconfirmado; si ha sido confirmado,
examen de posibles extensiones y de posibles consecuencias en otros departamentos del
saber.

11. EXTENSIBILIDAD DEL METODO CIENTIFICO

Todo método científico puede extenderse ilimitadamente ya que este no tiene límites en sus
conocimientos, por ejemplo: la física con nuestra tecnología actual puede extenderse a
campo universal tratando temas como la gravedad a velocidad C (velocidad de la luz).
11.​ El método científico:
¿un dogma más?

El dogmático es aquel que no acepta algunas cosas que contradigan su idea por más que
éste esté equivocado, en cambio para la ciencia todo conocimiento es falible pero
perfectible, por eso el filósofo científico no se apegará aferradamente a un solo saber, ya
que el método científico no da resultados definitivos.

12. ¿Qué significa “ley científica”?

Las leyes científicas se designan de la siguiente manera:


Ley 1 ley simple: denota toda pauta inmanente del ser o del devenir esto es, toda relación
constante y objetiva en la naturaleza, en la mente o en la sociedad.
Ley2 ley nomológico: designa toda hipótesis general que tiene como referente mediante una
ley1 y que constituye una reconstrucción conceptual de ella.
Ley3 ley nomopragmático: designa toda regla mediante la cual puede regularse
(exitosamente o no) una conducta. Las leyes3 son casi siempre consecuencias de leyes2
en conjunción con ítems de información específica.
Ley4 ley metanomologico: designa todo principio general acerca de la forma y/o alcance de
los enunciados de ley pertenecientes a algún capítulo de la ciencia fáctica.
La estructura de las revoluciones cientificas: Thomas S. Kuhn.

1. Introducción: Un papel para la historia​ Si la historia se considera como algo más que
un depósito de anécdotas o cronología, puede producir una transformación decisiva de la
imagen que tenemos actualmente de ciencia. Ésta imagen actual fue dada por los científicos, a
través del estudio de los logros científicos, que se encuentran en los libros clásicos y en los de la
lectura para los estudiantes científicos, la finalidad de estos libros es persuasiva y pedagógica. El
autor, traza un bosquejo de lo que es la ciencia totalmente distinto a lo que se puede encontrar
en los registros históricos anteriormente mencionados. La ciencia es una constelación de
hechos, teoría y métodos, que teniendo o no buenos resultados, se ha esforzado en contribuir
con uno u otro elemento a esa constelación particular. La historia de la ciencia se convierte en
una disciplina que relata y registra esos incrementos sucesivos y los obstáculos que ha inhibido
su acumulación. Entonces el historiador tiene dos tareas fundamentales, la primera establecer
en que momento fue inventado y descubierto cada hecho, ley o teoría científica contemporánea,
y por otra parte debe describir el conjunto de errores, mitos y supersticiones que impidieron la
acumulación más rápida de información.​ ​El autor esto lo cuestiona porque dice que cuando se
estudia la dinámica aristotélica, la química flogística, o la termodinámica calórica, tanto más se
sienten seguros de estas visiones corrientes no son menos científicas, ni mas el producto de la
idiosincrasia humana que las actuales. ​El principio de que las teorías anticuadas no dejan de
ser científicas porque han sido descartadas, hace difícil poder considerar el desarrollo
científico como un proceso de acumulación. ​Gradualmente los historiadores de las ciencias
han establecido líneas paralelas que poco tiene que ver con la acumulación. Tratando de poner
en manifiesto la integridad histórica de esa ciencia en su propia época. Por ejemplo con Galileo,
y las ciencias modernas más que establecer la relación con esta, ver la relación existente entre
sus opiniones y las de sus contemporáneos, maestros, sucesores inmediatos en las
ciencias.Alexander Koyle, decía que, la ciencia no parece en absoluto la misma empresa
discutida por los escritores pertenecientes a la antigua tradición histografica. Sugieren por ello, la
posibilidad de una imagen nueva para la ciencia. El aspecto más destacado desde este punto de
vista, es la insuficiencia de las directrices metodológicas, para dictar por si mismas, una
conclusión sustantiva única a muchos tipos de preguntas científicas. Las conclusiones
particulares a que llegue estarán determinadas, probablemente por su experiencia anterior en
otros campos, por los accidentes de su investigación, y por su propia preparación individual. ​Las
primeras etapas del desarrollo de las ciencias se han caracterizado por una competencia
continua entre una serie de concepciones distintas de la naturaleza, cada una de las
cuales se derivaba parcialmente de la observación y del método científico, y hasta cierto
punto todas eran compatibles entre ellas. No existía un error metodológico sino que la
experiencia y la observación deben limitar drásticamente las creencias científicas, o de la
contrario no habría ciencia, pero por si solas no pueden determinar un cuerpo particular
de tales creencias, sino que derivan también de elementos arbitrarios tales como
incidentes históricos y personas, pero no quiere decir que un grupo de científicos no
podría practicar su profesión sin un conjunto dado de creencias recibidas, ni hace menos
importante la constelación particular que profese efectivamente el grupo en un momento
dado​. La investigación efectiva apenas comienza antes de que la comunidad científica crea
haber encontrado respuestas firmes a preguntas que se encuentran enclavadas firmemente,
entre ellos. Éstas a su vez, se posicionan en la educación y prepara y da licencia a los
estudiantes para la práctica profesional. Como la formación es bastante rígida, influye bastante
en la mentalidad científica. En las capítulos; III, IV; y V, se habla de que la naturaleza, se hace
entrar por los cuadros conceptuales entregados por la educación. Este elemento de
arbitrariedad, se encuentra presente y tiene un efecto importante en el desarrollo científico, la
ciencia normal, se supone que sabe como funciona el mundo. Esto se trata en el capitulo, VI, VII,
y VIII. Además​ el éxito de la ciencia normal se debe a que esta defiende su posición, y
suprime fuertemente innovaciones que resultan subversivas a sus compromisos básicos.
Pero la naturaleza misma de la investigación asegura que la innovación no va a ser suprimida
durante mucho tiempo, esto se da cuando la profesión no puede pasar por alto las anomalías
que surgen de las practicas científicas, entonces se empiezan a ver nuevos tipos de practicas,
en esos episodios en los cuales tiene lugar ese cambio de compromisos profesionales, son lo
que se denomina en este ensayo Rev. Científicas. Los ejemplos más evidentes se tratan en el
cap. IX y X. Unos de los principales puntos de viraje, están asociados a Copérnico, Lavorsier, y
Einstein. Todas ellas pasaron por un rechazo de la comunidad científica antes de ser
reconocidas. Cada una de ellas producía un cambio en los problemas disponibles para el
análisis científico, y las normas por las cuales algo se considerara como problema. Pero también
nos encontramos con sucesos que fueron revolucionarios para un grupo de investigadores
solamente, como las ecuaciones de Maxwell, fueron tan revolucionarias como las de Einstein. La
asimilación de esta requiere la reconstrucción de la teoría anterior, y la reevaluación de hechos
anteriores, es un proceso por eso no es extraño que los historiadores hayan tenido problemas
para asignar fechas. No son solo las teorías la que tiene un efecto sobre la comunidad científica,
sino también, descubrimientos como el oxigeno o los rayos X, cambian las practicas
profesionales. Los hechos y las categorías no son separables, excepto quizás dentro de una
tradición única de una practica científica normal. Finalmente en el capitulo XIII, se hace la
pregunta como puede ser compatible el desarrollo de las revoluciones científicas, con el carácter
permanente del progreso científico único.
Capítulo 2: Camino hacia la Ciencia Normal En este ensayo, ciencia normal, significa
investigación basada firmemente en una o más realidades científicas pasadas,
realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo,
como fundamento para su practica posterior. Esas realizaciones son relatadas, aunque
raramente en su forma original, por los textos de libros científicos, tanto elementales
como avanzados. Estos exponen el cuerpo de la teoría aceptada, e ilustran muchas o
todas sus aplicaciones apropiadas y comparte y comparan estas con experimentos y
observaciones de condición ejemplar.​ Antes de que esos libros se popularizaran, a
comienzos del siglo XX, muchos de los libros clásicos de ciencia desempeñaban una función
similar. La física de Aristóteles, el Almagesto de Tolomeo, los Principios y la Óptica de Newton ,
la Electricidad e Franklin, la Química de Lavoisier, y la Geología de Lyell, sirvieron para definir
los problemas y métodos legítimos de un campo de la investigación para generaciones
sucesivas de científicos. Estaban en condiciones de hacerlo así, por 2 características
fundamentales:carecía de precedentes, como para atrae a un grupo duradero de partidarios,
alejándolos de los aspectos de competencia de la actividad científica. Simultáneamente eran lo
suficientemente incompletas para dejar muchos problemas para ser resueltos por una red
limitada de grupo de científicos. Las realizaciones que compartes estas dos características se
llaman ​Paradigmas​, y​ este termino esta muy relacionado con la ciencia normal.​ Estas son
las tradiciones que los historiadores describen bajo rubros como la “Astronomía Tolemaica (o de
Copérnico), Dinámica Aristotélica (o newtoniana), óptica corpuscular (u óptica de las ondas), etc.
Los hombres que aprenden las bases de su campo científico a partir de los mismos modelos
concretos, raramente despertada desacuerdos sobre los fundamentos claramente expresados.
La gente cuya investigación se basa en paradigmas compartidos están sujetos a las mismas
reglas y normas para la práctica científica. El historiador tendrá la posibilidad de seguir la pista al
conocimiento científico de cualquier grupo seleccionado de fenómenos relacionados, tendrá la
posibilidad de encontrarse con alguna variante menor de un patrón que ilustramos aquí a partir
de la historia de la óptica física. En la actualidad los libros de física, indican que la luz es fotones,
es decir, entidades mecano-cuánticas que muestran ciertas características de ondas y otras de
partículas, antes de que esta teoría fuera desarrollada por Plack, Einstein, otros a comienzos de
este siglo indicaban que la luz era movimiento ondulante transversal, concepción fundada en el
último paradigma, fundado en los escritos de óptica de Young y Fresnel, a comienzos del siglo
XIX: tampoco fue la primera teoría aportada por los profesionales de la ciencia óptica. En el siglo
XVIII, la óptica de Newton, enseñaba que la materia era corpuscular, y buscaban pruebas de las
ondas lumínicas prisinando a los cuerpos.​ La transición sucesiva de un paradigma a otro por
medio de la revolución es el patrón usual de desarrollo de una ciencia madura,​ sin
embargo no es el patrón característico del periodo anterior de Newton y tal es el contraste, que
no nos interesa en este caso. En ningún periodo desde la antigüedad más remota hasta fines del
siglo XVIII, en que existiera una opinión única aceptada sobre la naturaleza de la luz. Existían
numerosas escuelas y subescuelas, competidoras, que aceptaban una u otra variante de la
teoría epicúrea, Aristotélica o platónica. Uno de los grupos consideraba que la luz estaba
compuesta de partículas que emanan de cuerpos materiales, para otros era una modificación del
medio existente entre el objeto y el ojo. y otros en cambio señalaban que era la interacción entre
el medio y una emanación del ojo. Cada una de las escuelas correspondientes tomaba fuerza de
su relación con alguna metafísica particular. En varias épocas, todas esas escuelas llevaron a
cabo contribuciones importantes al cuerpo de conceptos, fenómenos y técnicas del que sacó
Newton el primer paradigma casi uniformemente aceptado para la óptica física. Aunque en ese
campo científico, el resultado neto de su actividad era algo que no llegaba a ser ciencia. Al no
tener sentado ningún caudal común de creencias, cada escritor de óptica física se sentía capaz
de construir su propio campo completamente desde los cimientos. Es por ello que en su elección
de observaciones y de experimentos que lo sostuvieran era relativamente libre, ya que no existía
ningún conjunto ordinario de métodos o fenómenos que cada escritor sintiera obligado a emplear
y explicar. El dialogo de los libros resultantes iba dirigido por lo general a los miembros de otras
escuelas. Este patrón no es desconocido y aún se emplea, en numerosos campos creadores, ni
es incompatible con descubrimientos e inventos importantes. Sin embargo no es el patrón de
desarrollo después de la óptica física de Newton, y lo que se reconoce hoy en las ciencias
naturales. ​En la historia de la investigación eléctrica del siglo XVIII, se aprecia mejor como
se desarrolla la ciencia, antes de que cuente con su primer paradigma universalmente
aceptado. En esa época había distintas posturas y experimentos sobre la electricidad,
como los de Hauksbee, Gray, Desaguliers, Du fay, Nollett, Watson, Franklin, y otros. Pero
todas estas versiones derivaron en algo en común, una versión de la filosofía mecano-
corpuscular que guiaba las investigaciones científicas de esa época. Además todos eran
componentes de teorías científicas reales. Aunque todos los experimentos eran eléctricos
y la mayoría de los experimentadores leían las obras de los demás, sus teorías no tenían
un mero aire de familia.​ Un grupo temprano de teorías seguidas de la practica del siglo XVII,
consideraba la atracción y la generación friccional como el fenómeno eléctrico fundamental, y la
atracción y la repulsión loo consideraban un efecto secundario, por otra parte otros electricistas
como consideraban estas ultimas igualmente fundamentales en la electricidad., pero este grupo
era pequeño ni siquiera Franklin considero la repulsión y la atracción. Pero ambos grupos
tuvieron problemas para explicar simultáneamente ambos efectos que no fueran los más simples
de la conducción. , así también un tercer grupo la consideraba como un fluido que circulaba a
través de los conductores y un efluido que no circulaba a través de ellos.
Excluyendo las matemáticas, y la astronomía, que son paradigmas fuertes que vienen de la
prehistoria, y la bioquímica que surge de la combinación de especialidades, la mayoría de los
paradigmas que se ocupan ahora son recientes como la química de Boyle, etc. ​A falta de un
paradigma o de algún candidato a paradigma, todos los hechos que pudieran ser
pertinentes para el desarrollo de la ciencia dada tienen probabilidades de ser igualmente
importantes.​ Por lo tanto la primera reunión de hecho es fortuita, que la que resulta familiar
para el desarrollo científico subsiguiente. Además la primera recaudación de hechos queda
limitada en caudal de datos que dispone. En el instrumental resultante de hechos están los
accesibles a la observación y la experimentación casual, y la observación casual, junto con
datos esotéricos procedentes de artesanías establecidas, tales como la medicina, la confección
de calendarios y la metalurgia. Es por ello que las tecnologías has tenido un papel fundamental
en el desarrollo de las ciencias porque no se pueden acceder fortuitamente a ellas. Las historias
bacónicas del siglo XVII, hablan sobre el calor, el color, el viento, la minería, etc. Están llenos de
informes, algunos de ellos recónditos. pero yuxtaponen hechos que más tarde resultaran
reveladores, junto con otros que durante cierto tiempo continuarían siendo demasiado complejos
como para poder integrarlos a una teoría bien definida. La historia se supone que debe ser
parcial pero en el caso de la historia natural no es así, y los autores suelen omitir ciertos
comentarios, como el hecho de que las granzas atraídas a una varilla de vidrio frotada, son
despedidas nuevamente, parecía un fenómeno mecánico y era eléctrico. Además que quien
reúne los datos no tiene tiempo de ser crítico, por lo que las historias naturales se yuxtaponen.
Como en los casos de la estética, o la óptica geométrica antigua que no tienen una guía teórica
establecida. Esta es la situación que crea las primeras escuelas características de las primeras
etapas del desarrollo de una ciencia. Y no puede interpretarse ninguna historia natural sin antes
tener cierto caudal implícito de creencias metodológicas, y teorías entrelazadas que permiten la
selección, la evaluación y la critica. Si este caudal de creencias no se encuentra explicito en la
colección de hechos deberá ser proporcionado del exterior por alguna metafísica corriente, por
otra ciencia o por otros incidentes personales, es normal esto en el nacimiento de las ciencias,
pero lo sorprendente es que estas diferencias llegan a desaparecer, y es causada por el triunfo
de un paradigma. Un ejemplo es que triunfo la concepción de que la electricidad es un fluido, y
por consiguiente le dieron importancia a la conducción, y también fue que en la botella de
Leyden, un artefacto que nuca podría haber sido descubierto por un hombre que exploraba la
naturaleza al azar, que tenia la finalidad de conservar el fluido de electricidad, en los comienzos
de 1740, franklin explico, el funcionamiento de la botella. Tanto la reunión de datos y hechos
como la formulación de teorías se convirtieron en actividades dirigidas. Proporcionando eficacia
y apoyo a la versión de Francis Bacón. ​El nuevo paradigma implica una definición nueva y
más regida del campo. Quienes no deseen o no sean capaces de ajustar su trabajo a ella
deberán continuar en aislamiento o unirse a algún otro grupo. Las ciencias forman
sociedades, grupos especializados, y la exigencia de un lugar especial en el conjunto,
bueno con excepción de la medicina, y la tecnología que tienen una necesidad social. Una
de las consecuencias de la definición más rígidas del grupo científico, es que como ya
están definidos principalmente los paradigmas, no es necesario para el científico en una
publicación volver a explicar nuevamente todas las bases conceptuales que sostienen su
teoría, cuando publica el resultado de algún trabajo, sino que por el contrario, de esto se
preocupan los escritos, y el científico solamente se dedica de escribir un pequeño
articulo, en el cual explique los hallazgos de sus experimentos, o el resultado de sus
labores.

Prigogine:
El triunfo de la ciencia clásica, por importante que haya sido para el progreso de nuestros
conocimientos, trajo consigo un divorcio entre el hombre y el mundo cuya importancia nunca
podrá subrayarse suficientemente. Por un lado, el mundo exterior aparecia como un
autómata, como un reloj ajustado para siempre, absolutamente opuesto a nuestro mundo
interior en el que, con razón o sin ella, vivíamos un tiempo que crea la novedad y en el que
nos reconocemos una libertad de elección que fundamenta la idea de racionalidad. Ahí tiene
origen una dicotomía que afecta a todo el pensamiento de occidente desde el nacimiento de
la ciencia moderna.
La contribucion del siglo XX a la investigación científica y técnica es inmensa. La dinámica
clásica marco la eclosion de la ciencia occidental.
Vivimos una revolución en la dinámica clásica. Un ejemplo que hizo época fue la
observación del metereologo Edward Lorenz. Comprobo éste que dos secuencias
temporales de variación de la temperatura pueden ser sumamente diferentes por mucho que
se superpongan en el momento inicial. Es la característica de los sistemas dinamicos
inestables. En cambio, es posible predecir la posición de la Tierra en un plazo de cinco
millones de años ya que el movimiento de la misma alrededor del sol corresponde
esencialmente a un sistema dinamico estable. Pero solo podemos predecir la evolución del
clima terrestre durante periodos relativamente breves porque se trata de un sistemas
dinamico inestable.
La nocion de inestabilidad, de caos y de amplificación son hoy un aspecto esencial de las
preocupaciones de investigadores en aspectos que van desde las matematicas hasta la
economía. El famosos “lunes negro” del 19 de octubre de 1987 sera probablemente una
fecha importante en la historia de la ciencia, porque a partir de ese dia los principales diarios
norteamericanos empezaron a publicar artículos sobre la dinámica caotica, de manera que
nociones como fluctuación, la amplificación y la bifurcación se han abierto camino hasta el
gran publico, algo asi como había ocurrido hace algunos años con las nociones de “big
Bang” o de agujero negro.
La concepción clásica, reductora del universo, concepción que intentaba circunscribir la
descripción del universo a un ensamblaje de entidades estables, definidas de una vez para
siempre, ya se trate de partículas elementales, de atomos o de moléculas. Actualmente
existen fenomemos globales que no admiten este análisis.
El siglo XX habrá aportado unos descubrimientos que constituyen una ruptura esencian con
el pasado. Hoy en dia no podemos ya identificar la certidumbre con la razón ni la
probabilidad con la ignorancia. Para la ciencia clásica el orden iba asociado con el equilibrio
y el desorden con el no-equilibrio. Esta relacion se halla invertida en la actualidad. El no
equilibrio crea estructuras cuya coherencia sobrepasa ampliamente la de las estructuras de
equilibrio que describia la ciencia clásica.
Un ejemplo de esto es que en la actualidad sabemos que, incluso en el caso de los
fenómenos gravitacionales, desde el momento en que pasamos del estudio de los
movimientos de un sistemas de dos cuerpos al de uno de tres cuerpo aparecen nuevos
regímenes de comportamiento que recuerdan, desde numerosos puntos de vista, los
sistemas tradicionales considerados como complejos. Como consecuencia, el foso existente
entre los sistemas que se daba en llamar, simples y complejos han desaparecido en su
mayor parte. Este nuevo estado de cosas permite un traspaso de conocimientos que era
inconcebible hace algunos años.
El bioquímico y premio nobel francés Jacques Monod dice: “se ha roto la antigua alianza; el
hombre sabe por in que esta solo en la inmensidad indiferente del Universo de donde ha
surgido por casualidad.” El conflicto descrito por Monod entre las leyes estaticas del mundo
inanimado y el hecho evolutivo descrito por la bilogía esta superado actualmente en gran
medida. La imagen que tenemos del mundo exterior y la de nuestra propia actividad interna
son ahora convergentes. El siglo XX aporta asi, la esperanza de una unidad cultural y de
una visión no reductora, mas general. Las ciencias no reflejan la identidad estatica de una
razón a la que habría que someterse o resistir; en realidad, participan en la creación del
sentido del mismo modo que el conjuntos de las practicas humanas.
Paul watzlawich: La realidad inventada

¿ como sabemos que creemos saber? Esta pregunta corresponde a tres orbitas de
problemas que han ocupado el pensamiento humano durante milenios.
El ​que ​sabemos se refiere en general a los resultados de nuestra indagacion de la realidad.
el sano entendimiento humano supone que esa realidad puede ser encontrada. El ​como
sabemos es ya un problema, para penetrarlo el entendimiento debe salirse de si mismo y
observar como trabaja. Si el ​que​ del conoc. esta determinado por el proceso cognitivo (el
como),​ luego nuestra imagen de la realidad no depende de lo que es exterior a nosotros,
sino que inevitablemente depende de como concebimos ese ​que​. Creer en la interrogacion
introductoria, se trata del punto de vista segun el cual toda realidad es la construccion de
quienes creen que descubren e investigan la realidad. La realidad supuestamente hallada es
una realidad inventada y su inventor no tiene conciencia del acto de su invencion, sino que
esa realidad es algo independiente de el y que puede ser descubierta; por lo tanto, a partir
de esa invencion, percibe el mundo y actua en el.
en lo que se refiere al tercer aspecto, en los ultimos años comienza a imponerse en la
expresion de constructivismo.

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