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Introducción
La hemorragia digestiva puede ser consecuencia de cualquier lesión
sangrante entre fosas nasales y ano. El sangrado originado en el tubo
digestivo puede ocurrir a cualquier nivel, siendo más frecuente en esó-
fago inferior, estómago, duodeno y colon.
Una hemorragia digestiva de escasa cuantía es un problema rela-
tivamente frecuente y habitualmente autolimitado.
Una anamnesis detallada será, generalmente, la llave diagnóstica,
teniendo una gran importancia el factor edad. Las pruebas comple-
mentarias en muchos casos se limitarán a confirmar la sospecha clíni-
ca.
Dividiremos las hemorragias digestivas en:
1. Hemorragia digestiva alta: sangre procedente de porciones proxi-
males al ángulo de Treitz:
• Hematemesis: vómito de sangre roja fácilmente reconocible.
• Vómitos «en posos de café»: hemorragia, en general, de menor
magnitud. Es consecuencia de la exposición de la sangre a los
jugos gástricos o duodenales.
2. Hemorragia digestiva baja: toda pérdida valorable de sangre por
lesiones que afecten al tubo digestivo más allá del ángulo de Treitz:
• Rectorragia: es la emisión de sangre por vía rectal, cualquiera que
sea su origen.
• Hematoquecia: emisión por el ano de sangre evidente, roja, fres-
ca, brillante, que puede preceder a la defecación, ir mezclada o
ser independiente de ella. Suele ser secundaria a sangrados de
regiones distales del tubo digestivo.
• Melena: sangre ya químicamente alterada y de color negro bri-
llante. Resulta en heces negruzcas, muy pegajosas y mal olien-
tes. En general, ocasionada por sangrados discretos o moderados
de lugares superiores a íleon distal.
3. Sangre oculta en heces. No visible. Este concepto se refiere a la
detección de sangre en heces, mediante técnicas de laboratorio (test
del guayaco) y/o la presencia de anemia por déficit de hierro, sin
que haya evidencia de pérdida macroscópica de sangre.
Diagnóstico topográfico de la hemorragia
Para localizar la hemorragia deberemos tener en cuenta:
1. El aspecto del sangrado. Así la hematemesis y la melena nos orien-
tarán a sangrado digestivo alto, mientras que la hematoquecia y la
rectorragia lo harán a sangrados digestivos bajo. No conviene olvi-
dar que el aspecto de la sangre expulsada por el recto puede ser
de color rojo o rojizo, indicando que la hemorragia puede ser impor-
tante y/o asociada a un tránsito intestinal acelerado.
2. Relación urea/creatinina en suero. En los sangrados digestivos altos,
la digestión de la sangre hace que se incremente el volumen de sus-
tancias nitrogenadas absorbidas por el intestino delgado, eleván-
dose consecuentemente el valor de la urea en sangre. De esta forma,
una relación urea/creatinina > 30 orienta hacia un sangrado diges-
tivo alto.
3. El aspirado gástrico hemorrágico orientará a sangrado digesti-
vo alto, mientras que un aspirado claro lo hará a una hemorra-
gia baja.
Valoración
1. Anamnesis: edad, tos o epistaxis, otros síntomas digestivos, canti-
dad de sangrado, relación con las heces y características de éstas,
tenesmo o dolor al defecar, ingesta de fármacos, antecedentes de
enfermedad digestiva o hepática aguda o crónica, síntomas extra-
digestivos, antecedentes familiares.
2. Exploración física: estado general, color de piel, estabilidad hemo-
dinámica (TA, relleno capilar, FC, FR, Tª), exploración abdomi-
nal, exploración anorrectal, exploración ORL, descartar hemo-
rragia vaginal, examen en fresco de heces o del contenido del
vómito.
3. Causas de falsas hemorragias digestivas:
• Hemorragia verdadera de causa extradigestiva: cavidad oral, epis-
taxis, ORL, ginecológica, alteración de la coagulación.
• Falsa hemorragia: alimentos, aditivos, fármacos, excipiente, deglu-
tida de la madre en RN. Así pueden aparecer heces de aspecto
rojizo ante la ingesta de algunos dulces, ponches de frutas, remo-
lacha, algunos laxantes o rifampicina, o de aspecto negruzco tras
la ingesta de espinacas, regaliz, morcilla, carbón activado o hie-
rro.
4. Sustancias que interfieren con las pruebas del guayaco para detec-
tar sangre oculta en heces:
Tabla I. Valoración de los grados de shock en la hemorragia digestiva
1. Grado I
• Pérdida sanguínea < 15%.
• Presión arterial normal.
• Incremento del pulso en un 10-20%.
• Relleno capilar conservado.
2. Grado II
• Pérdida sanguínea 20-25%.
• Taquicardia > 150 l/mn.
• Taquipnea 25-40 resp/mn
• Relleno capilar prolongado.
• Disminución de la presión arterial.
• Hipotensión ortostática.
• Diuresis > 1 ml/kg/h.
3. Grado III
• Pérdida sanguínea del 30-35%.
• Signos de la clase II.
• Diuresis < 1 ml/kg/h.
• Letargia.
4. Grado IV
• Pérdida sanguínea del 40-50%.
• Pulso no palpable.
• Paciente comatoso.
3. Melena:
• Divertículo de Meckel.
• Intolerancia a proteínas de leche de vaca.
• Neoplasias (linfomas).
• Púrpura de Schönlein-Henoch.
Invaginación intestinal
Ver capítulo específico.
Fisura anal
Es la causa más frecuente de sangrado digestivo bajo en todas las
edades, sobre todo en menores de 2 años.
Emisión de sangre roja, brillante, asociada habitualmente a estre-
ñimiento y dolor con deposición.
Más allá del período de lactante suele tener una localización pos-
terior, a veces recubierta de un capuchón cutáneo (ectropión cutá-
neo).
La hemorragia es mínima, unas gotas de sangre que recubren las
heces o manchan el papel al limpiarse.
La identificación de una o varias fisuras en la inspección anal con-
traindica la realización de un tacto rectal.
Tratamiento: evitar estreñimiento y valorar tratamiento tópico sin-
tomático con pomada corticoide y lidocaína.
Vólvulo intestinal
Suele asociarse a malrotación o a falta de fijación del colon.
Clínica obstructiva intestinal (vómitos biliosos, distensión abdo-
minal y a veces melenas), habitualmente acompañada de estado de
shock, que predomina sobre el sangrado digestivo. Es más frecuente en
los 2-3 primeros años de vida.
Pólipos intestinales
1. Pólipos juveniles: 85% de los pólipos colorrectales infantiles:
• «Pico» entre los 2 y los 4 años.
• Localización: recto 70%; sigma 10%. Suelen ser solitarios (múl-
tiples el 10%).
• Emisión de sangre roja, indolora, en episodios recidivantes.
• No asociación a neoplasias, pero se indica polipectomía en todos
los casos.
2. Pólipos adenomatosos: múltiples. Presentación familiar. Asocia-
ción con carcinoma de colon.
3. Síndrome de Peutz-Jeghers: pólipos hamartomatosos + manchas
melánicas en mucosa oral, palmas, dedos y regiones periumbilical
y perianal. Presentación familiar.
Divertículo de Meckel
Es el vestigio del conducto onfalomesentérico.
Clínica: suele dar síntomas en los 2 primeros años de vida. Gene-
ralmente debuta por medio de una hemorragia anal indolora, de dife-
rente aspecto o severidad (sangre oscura mezclada con las heces, mele-
na, sangre roja, hemorragia masiva, etc.), que tienden a repetirse. Puede
presentarse como una obstrucción intestinal, actuando como cabeza de
invaginación.
Diagnóstico: gammagrafía intestinal con 99Tc, que tiene una sensi-
bilidad y especificidad del 95 y 85% respectivamente, para detectar la
ectopia gástica.
Tratamiento quirúrgico programado.
Pruebas complementarias
No rutinarias.
• Si sangrado abundante (siempre si melena):
– Hemograma completo.
– Ionograma, urea, creatinina.
– Valorar pruebas de coagulación.
• Valorar coprocultivo si hemorragia digestiva baja.
• Si melenas, valorar sonda nasogástrica para orientar mejor el ori-
gen del sangrado.
• Endoscopia: excepcional en la edad pediátrica.
Estado hemodinámico
Comprometido No comprometido
• Alta • Ingreso
• Evitar AINE • Evitar AINE
• Valorar protección • Valorar anti H2
gástrica omeprazol
• Control por su • Tratamiento etiológico
pediatra si procede
• Valoración por
Cirugía Infantil
Actitud en Urgencias
En la mayoría de los casos, el sangrado gástrico es autolimitado y
cede con reposo digestivo durante algunas horas ± tratamiento médico.
1. Evaluación ABC. La valoración adecuada del estado hemodinámi-
co: color piel, temperatura, pulsos periféricos, frecuencia cardíaca,
tensión arterial, nos orientará a la hora de tomar decisiones en el
tratamiento (Fig. 1).
2. En los casos de hemorragias altas leves: reposo digestivo, evitar
AINE. Se puede recomendar el uso de un gastroprotector, como
el sucralfato: 0,5-1 g cada 6 horas VO (Urbal®, sobres de 1 g),
ranitidina u omeprazol. Si es algo más intensa realizar SNG para
determinar cuantía, valorando instilación de suero salino a tem-
peratura ambiente: hacer pases hasta aclarar el contenido gástri-
co.
3. Si la hemorragia es moderada:
• Es necesario canalizar 1 o 2 vías periféricas, realizar analítica
sanguínea, iniciar perfusión de SF o cristaloides, valorando la
necesidad de administrar sangre.
• Anti-H2: ranitidina, en casos de sangrado agudo administrar por
vía IV 1-1,5 mg/kg/6-8 horas. Posteriormente pasar a VO 1,25-
2,5 mg/kg/12 h (máx. 300 mg/día).
• Omeprazol: es otra alternativa.
– Vía IV: dosis de carga 60-80 mg/1,73 m2, seguido de 40 mg/1,73
m2 /12 h, o 0,25-0,5 mg/kg/12-24 h, a pasar lento.
– Vía oral: 0,5-1 mg/kg/12-24 h (<20 kg: 10 mg; > 20 kg: 20 mg).
• Endoscopia: raramente indicada de manera urgente en sangrados
digestivos en la infancia. De manera urgente, estaría indicada
como método diagnóstico-terapéutico en sangrados digestivos
altos o bajos incoercibles o con compromiso hemodinámico. Pre-
viamente es necesario realizar lavado gástrico con soluciones
templadas, pudiéndose utilizar como hemostásico tópico adre-
nalina al uno por diez mil. Si el cuadro no cede es conveniente
su traslado a una unidad de UCIP. En el resto de los casos es con-
veniente realizarla en las primeras 24 horas tras el sangrado, tras
la estabilización hemodinámica del paciente.
4. En el caso de hemorragias altas severas, secundarias a varices eso-
fágicas, después de su estabilización hemodinámica precisarán ingre-
so en UCIP para tratamiento específico:
• Vasopresores:
– Vasopresina: bolo IV, 0,3 U/kg, en 2 ml/kg de SF o dextrosa a
pasar en 30 min, continuando con perfusión continua a 0,2-0,4
U/1,73 m2/min.
– Octeótrido: bolo IV, 1 microgramo/kg/dosis, seguido de per-
fusión a 1 microgramo/kg/hora.
• Tratamiento endoscópico: mediante sustancias esclerosantes, ban-
das elásticas o sonda de Sengstaken-Blakemore.
5. La observación de una melena cuyo origen no puede ser orientado por
la anamnesis y la exploración física obligará a programar un estudio
posterior, realizando de forma sucesiva una endoscopia alta, un trán-
sito digestivo superior baritado y una gammagrafía intestinal con 99Tc.
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