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ARMONÍA
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IDEA BOOKS, S.A.
ROSELLÓN, 186, 1', 4' - 08008 - BARCELONA
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Tr~due,;':;" d~ l.u" Rom~I\'\ H~es
Revisi6n de Ju~"Jo,é Qlivcs P~l enzueb
Dis~ño cubÍ<::ru de earl",1 Aznar
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l' edic ión en ¡. cokcóón ¡del Música. 1998 <_ """ •......,. _¡"'Id4
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época de la historia de la música-, que cuesta trabajo entender por qué funda , y en cualquier caso no facilitará la enseñanza de la armonía, pero
la enseñanza de la armonía ha renunciado prácticamente a comunicar desde luego la aproxima al arte.
todo este atractivo por mor de una composición estricta; que, por mo- Los dos primeros capítulos son en sí cursos de composición aislados.
tivos de comodidad en la enseñanza y en los exámenes, se ha entresa- El primero conduce a un gran arte , que hasta ahora, que yo sepa, no
cado de compositores tales como Hassler, Praetorius y Osiander, que ha sido revelado en ninguna parte de la enseñanza de la composición:
no cuentan entre los más grandes de la historia de la música. El que en la homofonía en torno a 1600. Esta música, ya no contrapuntística, pero
composición coral se incluyan acordes del romanticismo como herra- tampoco ligada aún a las tonalidades, era hasta ahora una apátrida entre
mienta en la vida de los futuros profesores de música, directores de or- las cátedras de las disciplinas teóricas. Empezar con este fascinante mun-
questa, instrumentistas y cantantes de ópera, es algo que clama al cielo. do sonoro es de gran efecto metodológico. La música bien temperada
Pero no, no hay quien clame. Sólo responde en silencio la desgana de de Bach se nos revelará como una renuncia al acorde natural puro. El
los estudiantes ante las materias obligatorias. establecimiento y la resolución de la cadencia, libres de una ideología
Para acudir a los exámenes habituales no existe una preparación me- de lo «natural» y de lo «original» aparecerán como estadios de una evo-
jor que aprender la armonía sistemática vigente. Mi libro servirá muy lución que, tanto antes como después, habrán permitido la existencia de
poco para esa preparación, pero tratará de promover una enseñanza más una gran música homófona.
centrada en el arte y una forma de hacer los exámenes más viva y más El segundo capítulo, el de más envergadura, es el que más se acerca
artística. «La modulación, sus tareas y sus técnicas en la evolución de a la antigua teoría de la armonía, si bien toma todas sus indicaciones de
la historia de la música .. , «las diferencias esenciales de la armonía hacia las obras de la época de Bach y no va más allá del vocabulario armónico
1600 y en la época de Bach», «las técnicas de mixtura en Debussy», los de ésta. Los capítulos dedicados a un solo compositor (Schumann, Wag-
«problemas especiales de la armonía en la ópera .. , «el camino de Liszt ner, Liszt, Debussy ... ), modelos de diferentes puntos de vista, sirven de
hacia la atonalidad.. , las «diferentes formas cadenciales en Handel y Mo- ejemplo a otros no incluidos aquí, pudiendo muy bien incitar a tratar
zart», los «acordes de cuatro notas en Wagner», «el papel estructural de de modo similar la armonía de Brahms, Bruckner, Mussorgski, etc. Es
la cadencia en Mozart», «la fuerza armónica en Hindemith», «la técnica sobre todo en estas exposiciones individuales donde se patentiza el que
de enlace de acordes de SchOnberg»; estos y otros innumerables temas, los acordes y sus encadenamientos constituyen siempre, en el curso de
en breves referencias con demostraciones al piano, favorecerán los exá- la evolución de la historia de la música, un material que tiene poco de
menes después de un curso de formación basado en este libro. Es in- anónimo, convirtiéndose cada vez más en un objeto de la invención in-
dudable que al adquirir conocimientos en torno a estos temas -y ca- dividual.
pacidad para impartirlos-- saldrá ganando el trabajo profesional de los Los tratados de armonía existentes hasta ahora, empeñados en la
músicos, los profesores de música y los musicólogos. compilación sistemática de todos los medios del sonido, se vieron a la
Los grandes compositores se convierten por vez primera en este libro fuerza casi imposibilitados de tener en cuenta ese aspecto. Armonía sig-
en los únicos maestros de música. No ha salido de mí ninguna regla ni nificaba armonizar, y esto equivalía a emplear correctamente el material.
ninguna prohibición; todas las indicaciones han sido extraídas de las La errónea y extendida creencia de que las melodías se inventan y la
composiciones, habiéndose comprobado su validez en numerosas obras. composición, en cambio, se hace, si bien no fue alimentada de ,ese modo,
Para no meter en un mismo saco muchos' siglos de evolución, este nuevo por lo menos tampoco fue combatida suficientemente. En cambio, pro-
curso formativo se dividirá en capítulos independientes con un regla- mover la comprensión del aspecto individual de la invención armónica
mento variado, según sea la evolución de la historia de la música. Ha y desarrollar la captación de ésta es, a mi modo de ver, una de las tareas
dejado de existir el acorde de sexta como tal. En el capítulo 3 es un más importantes de una enseñanza de la armonía con enfoque artistico.
acorde diferente que en el capítulo 1, y la tríada mayor con una séptima Todos los ejercicios han sido tomados de obras de la época estudiada
menor no será en el Wagner tardío un acorde de tensión con carácter en cada caso o bien se han ceñido con precisión a su estilo. Así, la crea-
de dominante como lo era antes. En Schonberg las consonancias ne- ción de los ejercicios cambiará de 'un capítulo a otro de acuerdo con el
cesitan una legitimáción especial para conducir las voces; en los capí- estilo personal o de época respectivo. Por lo tanto, no se despreciará en
tulos anteriores la necesitaban las disonancias. Puede ser que esto con- absoluto la composición a cuatro voces, y se enseñará completamente a
de r¡;:
o de O'), .J9v (en vez de J9~ o de 19) y ~7 (en vez de ~ o de
VII'), con el fin de no tener que seguir clasificando los acordes de la
época de Bach y del período clásico como derivaciones de estructuras
de acordes aparecidas mucho más tarde, asl como para clasificar tam-
bién con mayor precisión las combinaciones de funciones ..
Mi atrevimiento no llegó más allá de Debussy. Quedo muy agra-
decido al doctor Wolfgang Rehm no sólo por su paciente y tenaz ayuda
y por su asesoramiento en materia editorial, sino sobre todo por su in-
sistencia en la continuación de este trabajo hasta bien entrado el si·
glo xx. Después de haberlo concluido creo que estaba en lo cierto, ya
que el mundo sonoro de esta época apenas está delimitando aún el cua-
dro de su evolución . Agradezco a Jürgen Sommer su inteligente ayuda
en materia de redacción.
En el número 3/1972 de la revista Musica publiqué, junto con mis
antiguos alumnos Renate Bimstein y Clemens Kühn, «Pladoyer für eine
Reform der Harmonielehre,,) (Informe para una reforma de la teoría
de la armonia), que me ha proporcionado muliitud de cartas alenta-
doras. El comienzo de sus actividades docentes, en Lübeck y Berlín,
respectivamente , frustró mi plan de elaborar el libro entero bajo su crí-
tica atenta y enriquecedora colaboración. AsI, no trabajamos conjun-
tamente más que hasta los «relativos en menor», del capítulo 2, motivo
suficiente para que esté cordialmente agradecido a la señora Bimstein
y al señor Kühn, que hasta entonces me evitaron lo peor. Gracias tam-
bién por las muchas sugerencias de colegas que han quedado incluidas
en este trabajo. Todas ellas van muy por delante del material de ense-
ñanza de los libros sistemáticos y siguen el camino que apunta hacia una
enseñanza basada en el análisis. Es ahora, por fin, cuando le corres-
ponde a este manual dar también ese paso.
El lector sacará mejor provecho de este libro si lee Allgemeine Mu-
......................... XIX ....................... .
• • • • • •• • • • • • • • • • • • • • • • • XVIII · ••••••••••••••••••••••
Armrmia,
tNDICE
Presentación ....... .. ... ....... ..... ... ... ..... ..... .... .... ... .. ... .. ..... VII
Notas y aclaraciones a la traducción de algunos términos ale-
manes ..... .. .... ........ ..... ..... .. .... ..... .... .. .... .... .. ... .. ... .. .. [X
Prólogo .. .. .. ... ...... .... .. ...... ........... .... ..... .... ........ ... ... .. .. xv
Lasso-Palestrina-Lechner-Cavalieri (1600) ...... .... .............. 1
Bach-Hiindel-Vivaldi-Telemann (1700-1750) .. .. .. .. .... ... .... .. 21
Correspondencia de quinta en modo mayor .. ................. 21
El acorde de sexta ... ............. .. .. .. .... .. .............. .. ... ..... 30
El acorde cuarta y sexta ......... .. ..... .. .. .... .. .. ... ... ...... ..... 36
Disonancias características .... .. ..... .. .... .. ....................... 40
Notas extrañas a la armonía .. .... ........ ... .. ... ....... ... .. .... . 52
El modo menor .... .. .. .. .. .... .. ............ ... ...... .. ........... .. .. 67
La tríada aumentada, el acorde de sexta napolitana .. .. .... 79
El retardo de novena y el acorde de séptima disminuida .. 83
Acordes relativos .... .. ........ .. ... ... .... .. .. .... ............ .. .. .... 92
Relativos en mayor ........ .... ........ .. ....................... .. .... 96
Relativos en menor .... .. ..... .. ..... .... .. ... .. .. .. ... .. ... .. ........ 101
Progresiones de quinta descendente en mayor y menor ; el
acorde de séptima ..... .. .. ...... ...... .. .... .. .. .. ... .. .... .... .. . 104
Amp.üación del espacio cadencial .. ..... .. ........ .. .. .. .... . .... . 110
19,§ y (D) en modo menor ......... .. .... .. .. .... .. .. .. .. .... .. .. 118
El acorde de séptima disminuida como dominante inter-
media .. .. .... ...... ... .. ....... ... ...... ... ..... .. .......... ... .. .... . 120
Conversión en menor del modo mayor .. .... .. .. .. ......... .... . .. 125
Haydn-Mozart-Beethoven (1770-1810) ... ........ ... ... .. ......... . 127
~ :.>;..
El JllIpe1 estructural de la cadencia .. .. .. .. .. .... .... .... ....... .. 132
~,G.. .
~~., ..
La a7 . .. .... .. ...... ... ... .. ....... ... ................. . .... . .... ~ •••• • ••• 133
La modulación ...... .............................. .... ...... ....... .. .. 134
Modulaciones al segundo tema .. .. .... .... .. .... ....... .. ........ . 135
La modulación en el desarrollo ..... .... .. ........ ... .. .. ....... .. 140
Acordes alterados ...... .................. .. ... .......... .. .......... .. 144
La annonía en las introducciones lentas .. .. ............. .... .. . 150
Schubert-Beethoven (1800-1828) ... .. ... .. .. .. ...... ... ..... ... ... ... ,155
Correspondencia de tercera ................... ..... .... ... .. .. ..... 155
Correspondencia de sensibles ........... .... ......... ....... .. ... .. 165
Transformación cromática del acorde nota a nota .. .. ..... .. 166
• ••••••••••••••••••••• X)Q •••••••••••••••••••••••
Dletber de la Molle
Annonía
Schumann ~1830-1850) ........... .. ..... ...... ........ ....... .......... . m LASSQ-PALESTRINA-LECHNER-CAVALIERI (1600)
Series de D 7 de libre función .................. ................... . 173
Superposición inferior de terceras a un acorde .. .. .... ..... . . m
El acorde de séptima y novena de dominante .. ..... ... ... .. . 177
¿Un acorde de séptima y novena de dominante abreviado? 18()
El temperamento igulll. que divide la octava en doce partes iguales,
La liberación de la tónica ..................... ........ .......... ... . no se impuso hasta la época de Bach. Desde entonces no existe, además
185
del de octava, ningún intervalo puro , ni tampoco ningún intervalo no
La ópera (1600-1900) ... ........... ....... .... .... .... ................. . 19C aprovechable. Todas las trÍadas fueron exploradas en la composición,
El trazo amplio .................. ......... ............ ................ . 19C pudiéndose formar, desde entonces, escalas que prescindían de la pu-
Armonía de confirmación y de acción (el aria y la escena) 192 reza de los intervalos, antes objeto de todas las consideraciones.
La sensible descendente italiana ...... .... ....................... . 196 Con doce quintas construidas sobre Do se alcanza la nota Si soste-
Un peligro inminente ........... ....... ......... .................... . 198 nido, que supera en una «coma pitagórica» la altura de la 7." octava de
La salvación ........................................................... . 202 Do: así, no será posible un círculo acabado de quintas puras. Con cuatro
El punto culminante ..................... .. .......................... . 203 quintas construidas sobre Do se alcanza un Mi, que supera en una .coma
La disposición tonal de la gran forma .. ....................... .. 208 sintónica» la segunda octava de la tercera pura mayor Mi a partir de Do:
Wagner (11157-1882) ................. ........................ ........... . 212 las quintas puras y las terceras mayores puras se excluyen entre sí. Como
Cadencias en espacio atónico ....... .............. ....... ......... . 212 quiera que la teoría musical medievo l le había concedido prioridad a la
Puntuación interna del texto poético ........................... . 214 quinta pura (afinación pitagórica), se hicieron esfuerzos en los siglos XVI-
Cuatríadas de libre función con enlace de sensible ........ .. 216 XVIII para lograr un compromiso entre las quintas y terceras lo más puras
El acorde de Tristán .................... .. .......................... .. 225 posible (afinación en semitonos) , con lo que se compró la cuasi total pu-
Expresividad de los retardos ... ... .... .......... ........ ... ...... .. 229 reza de las triadas contiguas a costa de una acusada impureza de las
Un modelo de análisis ... ..................... ........... .... ....... . 231 tríadas más alejadas , que por ese mismo motivo resultaban inaplicables.
Liszt (1839-1885) ....................... ... ................. ....... ...... . 239 Por diferentes que fuesen los cálculos respectivos, tuvieron siempre
.11 penseroso» .......................................... ......... ...... . 239 en común el que las tec/as negras sólo se pudiesen afinar como Do sos-
La tonalidad como recuerdo ....... .... .... .... ....... .. ... ... .. .. . 241 tenido, Mi bemol, Fa sostenido, Sol sostenido y Si bemol. Por lo tanto,
El fin de la teoría de la armonía ........ .... ......... .. ......... .. 244 eran inaplicables el Re bemol, el Re sostenido, el Sol bemol, el La bemol
Dos caminos hacia la atonalidad ................................. . 248 y el La sostenido: la nota Do sostenido que tan bien sonaba en La-Do
sostenido-Mi, utilizada en cambio como Re bemol, por ejemplo en Re
Debussy (1900-1918) ...................... .. .. .......... .... .. ......... . 251 bemol-Fa-La bemol, habría producido un sonido impuro y desagrada-
El slendro y la escala de tonos enteros ........................ . 251 ble, y así sucesivamente.
Texturas ... .... .................... .. .... ........................ ...... .. 254 Un caso extraordinario como el del sorprendente cromatismo de un
Mixturas ............................. ................ .................. .. 256 Gesualdo, quedó limitado a la música exclusivamente vocal, mientras
La armonía y la estructura compositiva como unidad de in- que en toda la música instrumental o que tuviese que contar con la cola-
vención ... .... .... ... ..... ......... .. ........................ ...... .. . 261 boración de instrumentos , las disponibilidades de notas se limitaban a:
De Schónberg a la actualidad (desde 1914) ..................... .. 264
La armonía atonal (Skriabin, Schonberg) ..................... . 264
El acorde y la estructura (Webern) .... .... ...... ... ... .... .... ..
La fuerza armónica (Hindemith) .... .. .. .... ................... ..
269
272
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....... - ..... MI •••
El acorde como tema (Messiaen) ... .... ...... .. ....... .......... . 278 quedando excluidas:
Discusión de acordes seleccionados ......... .................... . 280
Explicación de los signos convencionales .. ...................... .. 287 i. ID' ."..
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• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • XX11 •••••••••••••••••••••••
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Dicrher de /tI M Olle .-! r nuJllia
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Acordes:
Mi bemol Si bemol
••••••• -•••••••••• ~ • • • •• 4 Fa Do Sol Re La Mi
•••••••••••••••••••• do sol re la
Diether de la Motte
~t ;PI ;
. l ' ti tensiones de voces. Escribir en el re-
tríados menores duplican en la mayoría de los casos la nota fundamental. Ejercicio. ElegIr y casI Icar C;x posible de acordes individuales
Una duplicación ocasional de las terceras se ve legitimada en el aspecto gistro de V?Z elegido el may~r ~)n::~~ el fin de aprender a reconocer
melódico en virtud del movimiento contrario. Vemos, por ejemplo, en (¡no combmaclOnes de acor es. , raves' notas muy contiguas y
Lechner: todas las posibilidades: acord~s agudos Y~tros d~ voces Yexperimentar
Eh tTtr
La música coral cuenta hoy en día con la siguiente extensión de los
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voces:
-
Hacia 1600 ya no eran permitidos, o casi nunca', ¿por qué?
)
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-- I
9:
--.1 .-.E r1
......... ~
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••••••••••••••••••••••• 9 •••••••••••••••••••••••
• • •• • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 8 ••••••••••••••••••••••
Dietber de la .tloUe
Lo usual consiste más bien en rodear los grandes saltos con un mo. economía correspondiente, dando preferencia. en ese caso , a las formas
vimiento en sentido opuesto. En el contralto de Lechner:
suavizadas. . é . .
.....,......- Prohibición de movimientos paralelos. Cualqul~r t COlca composl'
~í 6J:¡ J J
tiva rohíbe la conducción paralela de dos voces a Intervalo.de octava
~ t Y on razón , pues no tendría sentido dquerer
o qUIn a , c '
constItuIr como
I las ue
base de una enseñanza aquellas poquísimas
. con UCClOnes para e q
Siendo el SOprano la voz más llamativa , dominan en ella los movi. dejaron pasar los grandes composItores.
mientos de segunda y tercera. Se trata de evitar todos los intervalos
aumentados y disminuidos con excepcióri de la primera aumentada, es
decir, la alteración cromática del mismo grado. Este fortísimo medio de
expresión -a>mpuesto absolutamente como tal y como tal oído también
hacia 1600, preservándolo los compositores del desgaste por un uso exa.
gerado- aparece empleado con parquedad en Lasso: Do-Do sostenido
al principio en el soprano, Fa-Fa sostenido hacia el final en el contralto.
En otras obras de esa época se hallan también Si-Si bemol, Sol.Sol sos. Son usuales dos argumentaciones de esa prohibición:
tenido, Mi-Mi bemol y otros más.
1) Debido especialmente a proporciones osci~atori~s simples, se fun·
La alteración cromática de un grado en otra voz recibe el nombre
den casi completamente las notas situad~s a dIstancIa .de un~ octava
de falsa relación cromática. He aquí dos ejemplos de Heinrich Schütz
(Es ist erschienen, 1648): (1'2) yen su mayor parte las situadas a dIstanCIa de qUInta (2:3). Una
a) e-¡¡ otra octava: co~d~cción paralela en esa distancia .de fusión hace peligrar la Indepen-
H
dencia de las voces o incluso la supnme. .
B
2) Los movimientos paralelos de octava y qUInta suenan mal.
II '-'
Estas dos argumentaciones son objetables. b'é
Con respecto a la primera: ¿Por qué no se advierte entonces tam I n
en contra de las cuartas paralelas (3:4)?
r dM sid. stUo.~ fi'r WM$
b) en la misma posición, aunque suavizada por una pausa: . 9 l' ~
J
Fis_ y a la segunda: ¿Por qué suena mal de buenas a primer~s a~go que
para los compositores medievales er~ lo.úni~ que sonaba bIen. En un
Conductus del siglo XIU tenemos lo sIguIente.
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r.1...1-' r'1 I
.J.
fi"f~~ 1'"
,-(el.
: .J J ~ l'
1. .L.L ~
I J I 1T I T J I I
Gallus falso:
Armonfa
Dietber de la Motte
$~J Jlie ItfíilliJ,JI,,~d~JJ I En cualquiera de los ejercicios siguientes están señaladas las tríadas
mayores y menores que fueron empleadas en el original, lo que no sig-
19 ' -elj..L J) d I
-e- nifica, en modo alguno, que haya que atenerse a ellas en la solución de
los ejercicios respectivos. Son posibles muchas otras soluciones, que co-
rresponden asimismo al lenguaje de la época.
(Estúdiese también la formación de retardos libres en Cavalieri: la
consonancia de tercera del soprano cambia primero a la cuarta de re- Lasso (Sibylla Samia, 1600)
tardo. En Lechner ese mismo proceso en el contralto se ve interrum-
pido, además, por una consonancia tomada por salto.) I~)\" I¡¡" Ii> e r 1" r I Ir!' r 01 f' r r
También la composición coral a cuatro voces de esa época emplea
la totalidad del espectro de acordes disponible. He aquí, como ejemplo,
una composición de Osiandro de 1586 que utiliza once tríadas mayores
~Cl~i'~'~I~Iª"~~!~~~I~~
~ : r Fr [ Mi bemol Si bemol Fa Do Sol Re La Mi
do sol re
I
y menores. El que no aparezca ningún acorde de sexta constituye la
excepción, no la regla. Las conclusiones de los versículos están en Fa Lasso (Sibylla Cumana)
mayor, La mayor y Re mayor, así como en re menor y la menor.
t:'I P''' 1f' r I.r ir 1e I r d' Irr r' pi f' r1
'):
r
I 1
r" F Pir IíF.
I r rF 'r1 I [Si bemol Fa Do Sol Re La I
F do re
I
I
I
I
•• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 21 •••••••••••••••••••••••
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 20 •••••••••••••••••••••• ~
Die/be,- de la i.\Jotte
1 fí 4 f 4 f T
:
4> T s T D T
~-~--L--_-J
Ambos contienen las notas 4 y 6 de la escala, la cual de ese modo Pavana
está enteramente contenida tanto en la serie de acordes 1-2-5-1 como
en la de 1-4-5-1. Ambas series poseen dos quintas descendentes ('--.,) +-te. :'.-::::t::: _.
y las dos tienen una parte débil, o sea, una sucesión de acordes sin
[' rr-e- ~~: .I~ I r 1""- r-r-e-
~
,
1 :1 J J
,
- - F'
vínculo, sin notas comunes ( i ).
.2- 5
1
, 1
:1 J
,
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d.J. ~
T~T
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J.-el.,lJ..
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5 1
~:cL.J.-eI. -el- .sL : .d.-eL ,
-t-:±c .
descendente de quinta constituía para Rameau una dominante. Así tam- IS_ 'D~T T D T D
bién, en Do mayor Re-Fa-La-Do, o bien La-Do-Mi-Sol, y sólo por la s D
1;-1- T l
adición de una sexta mayor (sixte ajoutée) se convertían en acordes de
subdominante; de ese modo en Do mayor Do-Mi-Sol-La podía ser tam-
bién subdominante.
Muchísimo antes que en la música eclesiástica, se desarrolló en el
campo secular una armonía cadenciaJ. Los ejemplos siguientes, de At-
l'
J
rr
J.J.l .•lJ
1 I r
I
t1r-:e:
1I
taignant (hacia 1530), están ya inventados prácticamente a partir de tres
acordes determinantes de la tonalidad:
.T
,s _l _
,s,__ ' T ......
••••••••••••••••••••••• 22 •••••••••••••••••••••••
·'-D - T
Dietber de la Motte Armonía
En el conjunto de la.música entre 1700 y 1850, desempeñan esos tres wd4.as C;¡ott ""'" - ...... se,.. H",..,- __
acordes un papel de tal modo decisivo que desde Riemaon se habla de
tres funciooes fundamentales, interpretándose todos los demás acordes "
como sus representantes. Todos los acordes funcionan como ceotro to-
nal (T), como tensión existente hacia ese centro (D) o como alejamiento ~
distendido respecto de él (S).
Wilhelm Maler identificó el contenido armónico de la S como lo ca- S T, S 1; S
T 1 5 Ti 1 1
racterístico. Búsquese la S en el coral de Bach .
PIf. . I I
, r I I , 1 r
lt Otfrp~, +:Ii¡r,~r¡ ~IM , , , .J , I J
T S T
r-rS p"• • s
--
T D s T, D 1 Los ejemplos de Charpentier y Handel son típicos, mientras que el
fragmento del coral de Bach constituye más bien una excepción. Por lo
, iot .... -t~ - - --- - general. la situación armónica es más complicada en Bach, y en los pa-
sajes escuetamente cadenciales se aprecia la tendencia a refinar los as-
pectos lapidarios a base de procesos lineales:
iot .... tcnu.m
.l
T S T r r D1 T S
~e ~-
~
T D~3 T D, ~ -r;~ S"---g-
8 .,
D~ ) T
Pero hay también procesos cadenciales que subyacen a desarrollos
armónicos de la época aparentemente complicados. El siguiente coral
de Bach. que emplea un total de ocho acordes -los de Do. Re. Mi. Fa.
Sol y Si mayores y los menores de mi y la-. está trabajado en base a
cadencias sencillas que se refieren a diferentes tonalidades intermedias.
.... ~, ,.,.. ,gott ,..... - -lF ,11 .."...,-- V. T - ....
~ess[ as
I I
oIa_' gol!
r 11H~T1"- I I
J r"",.OT I 1"
D r D 1 T 5 D
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D ietber- de la M ulft!
. - - - ---_._- -- -_ ..- - -- - - -- - _._--_.
(lo)
r' -¡; r
D r:; 1 S. 1
La cosa va más lejos en el caso de la licencia mencionada en el primer
I I
capítulo: la voluntad melódica puede chocar contra la regla de la per-
manencia de las notas comunes . En los saltos de varias voces procede,
como mejor posibilidad, el movimiento contrario. No son permisibles
" I I "1 , ,. ro ,.
los grandes movimientos por salto de todas las voces .
J,. J,. 1. .J.... #.J 0li6!¡ J- ~.i
Bach, Coral:
.......... , ... bien mal
51) D, 1 t D r.J T D
T.) ~5 T
~~ salIO grande
salIo más pequeño -~
Prescindiendo de las notas añadidas (S~ y de los retardos (D~l), la
sen~ T SeD T, q~e conslttuye el punto de partida de la mayoría de las
teonas de armoma, aparece en la música con mucho menos frecuencia
_ti 4 movimiento de grado
~ movimiento contrario
,J/.J.
, i
que I~s formas cadenciales siguientes, las cuales se utilizan en todas las P
tonahdad~s. La sensible (tercera de la dominante) conduce a la tónica;
las notas Iguales permanecen en una misma voz. En cuanto a las octavas y quintas paralelas, vale lo que hemos dicho
en el primer capítulo.
Como la S en posición fundamental en la época de Bach nunca sigue
a la O , sólo se dan en principio las progresiones siguientes:
T5TDTSDT
.34 d.ll d J 1.1 .1 .1 Id·
ras T D T T
3
sT D T TS"S T D T
Al hacer todo~ los exámenes tanto escritos como prácticos, se ha de
:!>/'t J I el J Id J .1 al Id I
empezar por ~uphcar la nota fundamental del acorde. Debido a la irre- If/lt d J J I01 011 d. J lo
gular condUCCIón d~ la voz .de soprano, con frecuencia la sensible, si-
tuada en las voces IDtermedias, desciende, con objeto de proporcionar Ejercicio. Toque y realice las figuras rítmicas dadas y otras de in-
un acorde resultante completo. vención propia. Ponga ritmo a versículos de salmos, fijando uno o varios
Presentarn~ ahora tres fragmentos de corales de Bach y ponemos procesos funcionales y realizarlos para coro. Al hacerlo, piense menos
entre paréntesIS, <tentro de eUos, una progresión de conformidad con la en Bach que en Handel, pues en éste aparecen con más frecuencia series
no~a de C?ndu~ón. de las voces. En (1) y en (3) nos darla una so-
de acordes de ese tipo, por ejemplo:
nondad posIble Sin qUIDta . ,. pn r'\ "n, sonnr;A,¡j imp<'sihle sin t e r rpfO
• •••••••••••••••••••••• 27 •••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••• 26 •••••••••••••••••••••••
Annonia
Diether de ¡" Molle
I I
I I
I
I d
I . I
I
fU·jIª" ci =
si ..L..L .d. d · fjr'F) Ir :::,·:-
Aprenda a pe nsar en funciones; aprender a oír las funciones es lo
S""'9~' de ... rHeTTn ei.n más importante. Trate de clasificar funcionalmente los siguientes frag-
T
mentos. No limitándose por supuesto en la composición original a unos
La fantasía rítmica puede rastrear un medio importante de encade- simples acordes fundame ntales, tendrán entonces que ser inventados a
namiento sonoro: el olvidar las no tas comunes. partir del proceso cadencia" En varios puntos se presentan dife rentes
soluciones.
s." - - - - 9&tct. .. H<TTO""ne" • - - es Li.ci Cante la melodía y toque al piano las funciones respectivas :
I
r I i Ir - .
fí¡ .p
Ir
..
Telemann, Minuelo ""_
_r r r r
)()( (")
B<t,h.- J
(re r p lEn FE' p Ir I
noriilc J
5)
HandeJ, El Mesías, -Er war veracbtet»
JI , . J ,)
't ~ L:J
D, l 1 T, J
t>
. } S T
EL ACORDE DE SEXTA
~...J-.J.. ...J-
Hacia 1600 (v . cap. 1) se erigían sobre un bajo la tercera y la quinta
. o la tercera y la sexta. En los acordes de sexta que surgían de ese modo D
D D 1; S T D, J T
se podía duplicar cualquier nota, mientras que en las triadas directas se D T) -1
duplicaba casi sin excepción la fundamental. Sólo en el clasicismo vienés
se llegan a entender los acordes de sexta de modo inconfundible como -1 !r -1 -1 1 1 mm
inversiones de triadas en estado fundamental. Su bajo es entonces la
tercera del acorde directo; nota contraria a la duplicación, expuesta y
delicada del acorde de sexta clásico, la que lo convierte en gracioso,
tierno. menos ro"usto y menos estable, sacando a primer plano su «con-
tenido sonoro» (Wilhelm Maler).
La época de.Bach constituye una situación de transición. Utiliza los D
1'; ) 1 t> ~ 1
acordes de sexta la mayorla de las veces, dándoles el sentido de inver-
A la vista de estos pasajes, hay que formular también con más pre-
P§L1L{frt I
cisión de la habitual la prohibición de la duplicación de la sensible: cuan-
do una dominante se dirige a lit tónica, no se duplica nunca la sensible.
(En el segundo pasaje coral hallamos una duplicación de la sensible en
la dominante que conduce a la SJ-J §tS!fH--E IFr r Ir- f Ir r r I r F r
Los acordes de sexta se alcanzan por grado o por salto del bajo, bien
sea a partir de la misma función o de otra distinta. En el proceso pre-
domina el movimiento de segunda del bajo, comprensiblemente como
un tratamiento cuidadoso de tal sensible sonoridad, a la que falta la
rMlrnIp 01 IP1J J J lr-pr1rr r
estabilidad de la tríada, o bien como paso intermedio hacia la posición
fundamental de la misma función.
Toque y realice en diferentes tonalidades: 12M; -J ;f Ir r J ", riEl r r Ir r ,l II
los bajos dados q~e ~nnteteCs en cambio permiten diferentes re-
(
---
T O) 1 T 1 T) S 1 O 1 O) T 1 S) O 1 T) O 1 T 1 S T) 1 S 1 T 11
---- -
= movimiento de segunda en el bajo después del acorde de
f En
eden está muy claro el curso de las
. nes Los sopranos s l g U l e . ,
uncl? ,
I d'
á si nificativo el interpretar una me o la
solUCIOnes. De aqUl que sea m s gil boriosa composición de un con-
sexta.) cada vez con nuevas armonías, que a a
junto
Hede ellas.
aquf unas cuantas pOSI'b1T1dades de interpretar la séptima nota del
Con frecuencia, los acordes de sexta se suceden. En este caso no
tienen importancia los saltos del bajo. Toque y realice: primer ejercicio:
,) ~) 3) .,.) , 5) I ,
l' I 1'--1
En la ejecución y realización téngase en cuenta la igualdad de de-
I ! I ,I -lIis.d..b~dtr I ::'-~~r
recho a duplicarse de las tres notas en los acordes de sexta; en las triadas J ¿ I JJ '1 ,...., .•lo Jl..
directas, en la mayoría de los casos, habrá que duplicar, en cambio, la
fundamental. ~
T Ir.J 'p ~-'.
~1 T P T3 -'D T D. r., ~
He aquí un ejercicio para las sucesiones D S) Y O) S):
Handel. Te Del/m de Utrecht
b r'prTPr 4- 11 - 1 1 I r 6
't I b1 1 4- 1 1 I -el 8
5' S o
1 H 51 • 5
T______~~~1__~~~3_ -~ f
•••••••• '. • • • • • • • • • • • • •• 36 •••••• ,. •••••••••••••••• • ••••••••••••••••••••• 37 •••••••••••••••••••••••
Annonía
Dietber de la ,Molle
4. El paso gradual del bajo produce un acorde de cuarta y sexta de
paso. El enlace de segunda del bajo legitima el de otra manera inestable
acorde e impide su percepción como estructura disonante.
, -'.1 r
. ~
T ....... 9·J~·
"
an e, erJes
J'
T ________________~~~____~~~ Modelo: ~ J J...J
L
- "
"
" .:f::.c::¡ .
- "
- ....
T
.... iI:. 1 I
-tíP ~=
l
- 1
--=
f1 6 "'Handel, Jerjes
8 .,l. d..
Handel,
~ ~
..
-
- -
Modelo: Concerto grosso T_____ 53 15 S
.
,
I
- En el ejemplo que sigue se conjugan, a causa del tiempo fuerte, los
4'
efectos de retardo y transición: es un acorde de paso de cuarta y sexta
I l t...JL con función de retardo. En su caso son posibles dos clasificaciones fun·
I
J..d. J loE \-- ..L Il~ cionales:
:
.
nmguna
'f
Ejercicio. Toque y realice en diferentes tonalidades.
, ¡¡Il:l• I
~~~'I
I I l. I
, q s•
P •
5'
>
J
D1"5'1
J 1JJ J leJ J I el • I
T D" T} S D TJ •
5'
l
~""~7=.f.
DISONANCIAS CARACTERíSTICAS
1
La séptima menor añadida a una tríada mayor le confiere un claro
carácter de dominante. Igual de definida aparece la función de subdo:' ,
minante cuando se le añade a una tríada mayor la sexta mayor (Rameau:
sute ajoUlée). ~ ,
T
~ lA ",..~cn S.,( ""...~ ...
b) No carece de problemas hablar de una sexta añadida a una tría·
da, como lo hace la teoría armónica surgida de la tríada, dado que tamo
1: 12 ~ bién el empleo de la sexta , en vez de la quinta, constituye una forma de
cadencia muy antigua, originada en una época ·e n la que se podían cons-
Al reunir, según costumbre, estas disonancias características en un truir. sobre el bajo, la tercera y la quinta o también la tercera y la sexta.
capítulo , no hay que perder de vista sus diferencias en cuanto a: a) foro (En la época de Bach se duplica en la S6, en la mayoría de los casos, la
mación, b) construcción y c) univocidad. nota en función de fundamental , mientras que hacia 1600 en todos los
a) La sute ajoUlée es esencialmente más antigua que la séptima de ICOrdes de sexta se podía duplicar por igual cualquier nota; véase el
dominante . Alrededor del año 1600 llevaba ya mucho .tiempo figurando ejemplo de Praetorius.)
entre los medios más importantes de formación de cadencias:
Por ese motivo sería más correcto, en la Sl de la música prebachiana,.
Johann Walter, 1551 Leonhard Schróter, 1578 no hablar de una sexta añadida, sino de conjunción de quinta y sexta.
... I ,
Heinrich Schütz M. Praetorius, 1609
l' 1 I i r r- I-r- cit . .1.l. I I
J j .1 1 1 j
~ •
s l. l. 1, I
E.T
I' , I 1
r ,r irr¡f"'
.J J .J 1 J 1 1 =_U.=:
La Sí posibilita una cadencia en la que todos los acordes están en·' ,
S D 1;
'. l. I .' r
T~ S V T
lazados por notas comunes. A la Sí seguía siempre la 0 :1 o la O, pero
nunca la T. Ejercicio. Tóquese en todas las tonalidades esta cadencia con S·,
la cual desempeña un gran papel en la época de Bach y seguirá desem-
Ejercicio. Deben tocarse las cadencias siguientes en todas las to- peñándolo en la música del período clásico.
nalidades.
• •••••••••••••••••••••• 41 •••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••• 40 •••••••••••••••••••••••
/)lI'Iber de la Mollf' Arnumía
- - - -- - _ . -- - _. _.. - .
J-..j. I
~..
•••••••••••••••••••••••
Dietber de la /I-[ olte
Armonfa
(1.) (3) (l) (If-) (If-).J . Ejercicio. Escríbanse en diferente, IOnalidades acordes de D' en
@ri .. ~ IJ 1+Zr '1'<
T.. , dC- F I +z~
~'" s ,
~f 1
11,,~ todas las posiciones y resuélvanse correctamente. Constituye un buen
autocontrol, al principio, introducir S)' (sensible ascendente) y 7"-
5' D S' D· J S' D S" V· S" D S· Dio (séptima descendente). Puede estar en el bajo cualquiera de las cuatro
notas. Por lo tanto, son posible estas tres inversiones:
La música prebachiana conoció, desde luego , fenómenos que suenan
a nuestros oídos como acordes de séptima de dominante, pero se trataba
simplemente de formas de paso o retardo.
Heinrich Schütz, 1648 Realice este ejercicio en diferentes tonalidades y tóquelo en todas:
...L
TD; T D; 1; D~ 7; D; T D"" r
, ,
~1. t~ ~ r j ~ Con frecuencia el acorde de D 7 surge todavía, como en la época an-
terior, por efecto de un movimiento de paso , como en este ejercicio:
~
o _o _o_~
='§::*
es-
- ~e-
' <.J
-
-
d f
r i - l
L L :.__ . _ ,.~
- ._ ... . .. - -- . t- o t o. ._+-;
.0
o_c;- .,. --
~"G ~: T ~~ T
. La coincidencia de las notas cuarta y séptima de la escala, caracte- Se comprende este acorde como el acorde de séptima de dominante
rística del acorde de D ' , aparece también en un acorde de tres notas, en forma de disonancia de tensión, lo que constituye un interesante
empleado desde luego mucho antes de Bach, aunque concebido también ejemplo de hasta qué punto la consonancia y la disonancia son objeto
de interpretación según los cambios de la historia.
como una forma del acorde de séptima de dominante. ~ era con- Ambas progresiones, a la T y a la T 3 , eran usuales en la época de
Bach. He aquí algunas de El Mesías de Handel :
siderado en los siglos xv yXVI, igual que (1 t!j O§Ocomo un acorde
~T
Ir- -
í'
5
~
Q
.
Praetorius, 1609 no la sensible.
He aquí un ejercicio para tocar y realizar:
~(
11l¡-·""~
.....- -
Una armonización conc1usiva muy frecuente en las composiciones
corales de .Bach se produce al descender hacia la fundamental los finales
de la melodía de muchos corales.
l¡- D,__________~?~--_ T
T Si'onfT ,
He aquí algunas cadencias conclusivas de El Mesías de Handel que
emplean la S; y la D7 de diferente manera:
<lo ~ .;: .. ;.. ...... ¡.. ~. ~~ . ;.
"';S,loi,hd... Vo.tcr V,,·tn -.t FTi.ccic-, IK.. ~t. I L,....J ......
'- '-.'- 1 U
.... ,.... 1\ I r
. El otoño
Vivaldi. ,
-
r
~ 1 ) 1
-r:-: .¡:,
I
1
..... D
J J> T ,5
~ . -11: ~. _ ~ l' r:'" •
3 J LI L.::I [' 1'--= '-' --'
1I
lf- Vivaldi, Co~cerlo grosso
......--- ~
" I I I ~ I • ~ ,-.", ~
• n • I
9:~
1'1 i~'J
I
? S5 T 11 1
~5 ~s " D__ 1; 1; S!S D T
.J. ,..J
Los siguientes pasajes de diferentes compositores pueden atestiguar -.::T
hasta qué punto el acorde de séptima de dominante no sólo sirve para S D~ T
••••••••••••••••••••••• 48 •••••••••••••••••••••• ••• • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 49 •••••••••••••••••••••••
Die/ber de la Multe
"¡'¡íl. r (tr r IF F r r Ir r r E I!' r lE Er! I
~,ít\,r tr r Ir r r r Ir Ej ¡' l' ).\ FI r r Fe
Handel, El Mes(as I i r ~
¡elgtE r r r 1" P I r F Fr Ir Fr r I EF r r
1
~ ) .. J I
T 19 '1FJrfitr r ¡í5'fJ,\e oh I J P F P11" Pr' FI
Un ejercicio muy sugerente consiste en realizar dos veces el bajo
siguiente: una vez, correctamente, con pocas alteraciones en la posición Adagio
I
j
@l¡,' F r F I rJ J I Er r· J l· J I1
I
Ejercicios tomados de la literatura de la época:
Telemann, Suite para cuerdas La Lira
1+ "$ J J J IííI J J I F J J I J J J IJ J ; I
Ii"J
~., J J J ':JI
MI
I , l Ir rE 1;1);IJ JJI
¡
. Semicadencia
" D
sobre la dominante
lfi/iCJJIJJJIJiJJIJ,J la 1I IJ I
ZieL. ~ :¡.
••••••••••••••••••••••• 50 •••••••••••••••••••••••
Armonl'a
D/e/ber de la MOlle
I I ' I I I I I
~ T.,
1 S1-3--
5
. Aquí habría que hablar de una bordadura doble o de un movimiento
IT r UJií ILJ
1 I
por nota de paso continuado por el tenor:
o bien: ¿D W?
~
1; S]
~w I
En el pasaje siguiente, entresacado de una sonata para flauta de
Bach, que emplea la bordadura al modo de las composiciones del ba-
rroco siciliano, hemos de fijarnos en una particularidad: también la voz
I ¡
.J D
D
S
superior del piano. presenta una bordadura, aunque desplazada en el I
r
tiempo, de tal modo que la bordadura del piano y la nota de resolución
de la flauta coinciden. La bordadura del piano enfrenta la gravedad del
Ejercicio previo. Se trata de incorporar a posteriori notas de paso,
tiempo a su comienzo y a su resolución. Por ese motivo tiene más peso y bordaduras a composiciones ya elaboradas. Es fácil que al principiante
y cierto carácter retardante. se le escapen quintas paralelas como las que aquí vemos:
, 1,....."
. En!os bajos que .si~en se esconden problemas de diverso tipo, fá-
CIles e mcluso muy difIClles, aunque atractivos.
U I I I a) Gasificación funcional. Se concebirán la mayoría de las cor-
cheas, aunque no todas, como notas extrañas a la armonla .
..L J I I
b) Escribir una composición sencilla para cémbalo con tres voces
en la mano derecha. Hallar a esta composición concebida como acom-
I I
r pañamiento una melodía adecuada que adquiera vivacidad mediante no-
Desde luego, hallamos también movimientos paralelos originados de tas de paso y bordaduras, acompañando a continuación su canto con la
este modo en obras de grandes maestros, pero se puede comprobar que parte de cémbalo. No tienen importancia los movimientos paralelos en-
con gran frecuencia han sido eludidos conscientemente. tre la melodía y la mano derecha del piano; se trata únicamente de con-
Ejercicio de notas de paso. Al realizar esta melodía a tres o cuatro ducir la melodía correctamente con respecto al bajo.
voces, introduzca notas de paso en las voces inferiores, sobre todo en e) Composición a cuatro voces en la que una de ellas se mueva casi
aquellos compases en los que exista una conducción tranquila de la me- constantemente: t~l como lo .presenta el bajo modelo en sus compases
"J
lodía. de mayor mOVImiento. Escnba preferentemente ese tipo de frases en
Rathgeber cuatro pentagramas.
~I fJ tJ JI; J J 1G J J 1d J
ha.- be .. el.. ':! ]u"9f<,",!oicht ke~-ne !o(.ho" 0.14'>. W~ e', r F' f pi F r I Fpr f¡ 1" r I F" r- " ' r
~@J a 1n J J 1; 1 J I él J 1
®r pr F1F~'F' Ir F f 1J J. I d- I
la.- &Uáf'~ g"'+-schor,-kQ •• ke< n......,"t f4 ku , "'Lr
Rathgeber
~J H IJ J JIJJoJlJ II
ho.b." d.. ~ Poctor,
Ejercicio de bordaduras . Es fácil introducirlas en las voces inferio-
res en simultaneidad con las bordaduras de la melodía, pero no se limite
a ello . fJdJ J J 1 J IJ JJ I J J J I J El Ir I I
3. El retardo. Ya en elcapítulo 1 nos las arreglábamos sin el retardo Modelo de diferentes retardos:
cadencial de cuarta D'3. Al estudiar los acordes de cuarta y sexta
pudimos conocer también el doble retardo D:l y la diferencia existente
entre el retardo libre y el preparado.
Volvamos aquí a un modelo y a unos ejemplos de la literatura mu- T.. , T T .. ~
sical:
@ Los retardos se forman sobre tiempo fuerte . Por este motivo pre-
Modelo: Hiindel, El Mesías domina también el efecto de retardo sobre tiempo fuerte en las nOlas
T S'H
Retardos preparados:
-
~~~
Retardo libre: Esta rigurosa regla se relaja en tiempo de Bach. Ocasionalmente los
,) retardos se resuelven también ascendentemente (1). En este caso ta T
eS alcanzada simultáneamente por un retardo descendénte y otro ascen-
dente (2).
3
8
0) - (2.)
IT :L3 3
D TlII 8
• El movimiento de semicorcheas consecuente conducido en sentido deseen· .-,;-
dente legitima aquí algo que, de otro modo, deberá ser estrictamente evitado' es '[)--!... T1"1 '
decir. que la nota de resolución esté ya sonando en la misma posición de oct~va. ?
Los siguientes ejercicios no hacen justicia a la literatura musical. En
Por lo tanto, habrá que evitar: nuestro caso se trata de practicar todas las posibilidades, y en la práctica
el más frecuente es el retardo de 4 3.
t(1} i 4: Í(¿)i' P F T
J. 1
~
1~lv I
Itk;-J
~t ... orS' r:r T.. 3
1; p't 3
Antes de resolver los ejercicios adjuntos, estudie muy cuidadosa-
Los retardos -aunque sólo los preparados- constituyeron también mente los siguientes pasajes de corales de Bach, en los que aparecen
un medio importante para la música prebachi ana . La resolución tenía señalados todos los retardos (V) , notas de paso (O) y bordaduras (W) .
que efectuarse siempre por descenso de grado. Casi nunca se hallará en Vivaldi tal plenitud de notas extrañas a los
He aquí un pasaje de la Misa del papa Marcel/o de Palestrina, de acordes . y pocas veces en el caso de Handel; estos pasajes son en cambio
alrededor de 1563' típicos del estilo de escritura de Bach .
1. t I t •
~I I I I I ~I-IV 1 T Yp-
JI ..l.J .1 -d. sL--~1
- J. , r
t l'
• • • • • • • • • ••• • • • • • • • • • •• 60 ••••••••••••••••••••••• •• • • • • • • • • •• • • • • • • • • • •• 61 •••••••••••••••••••••••
- --_ .. _. - ----_ ..
An mm;"
Dj('lher d e la Molle
Unser Herrscher, unser Kónig (1680)
~.j.JdlIJJJJIJ
JJ
DJ.JIJJ liJo b 1
Liebster Jesu (1664)
f:
steh mir bei (1741)
... , , , ,
If! J J J 1'1 J jJ J Ibe JI: ,IJ ~ ~:
.n. ~JjJ 1I 1..1rlit Fflt rd1f r;J;1 J.:
1 1J ;;¡
l' 3 11 1
Lt- . J factible
.
I ~ 1 o bienl LJ I I
).. .J. ..L. J..rF.3.l
~ ~ ~T
!T-S
J
I
(,.r I J J J J I J J J F IF J JJI J I
I
Cuando las soluciones así halladas no . .
sayar otras vías armónicas' por' l sean satlsfactonas, puede en- 4. Escapadas. (Notas auxiliares por salto descendente y de ataque.)
, eJemp o:
Las escapadas están en tiempo débil. Se trata de notas situadas a inter·
valo de segunda junto a una nota del acorde, a las que se llega paula-
tinamente (comO nota de paso o bordadura) , experimentando entonces
un salto descendente (notas auxiliares por salto descendente) o ser ata-
D cadas y conducidas después de nuevo paulatinamente (como notas de
paso o bordaduras) (notas auxiliares de ataque). Estas últimas se hallan
en rarísimos casos.
T-- r He aquí cuatro ejemplos tomados de la literatura musical corres·
pondientes al ti.po mucho más frecuente de la nota auxiliar por salto
descendente: la nota auxiliar superior con salto inmediato de tercera
descendente.
Bach
Bach
t . I
••••••••••••••••••••.••• 63 •••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••• 62 •••••••••••••••••••••••
JJl(!th er de /(/ .\folle
~~--------------------------- - - - -- --'-- -- _._ --_ . - Armonla
- -- -- -- -- - - -----'.::..::::=
Tele mann Bach 5. Anticipación. Una voz aleanza en tiempo débil una nota de un
... '*' acorde al que sólo alea'nzarán las demás voce~ en tie~po fuerte. La anti-
cipación de la tónica constituye una caractensllca tlplCa de la fonna de
l' ~ I r 1 1 7 cadencia de Hande !.
:
't J II 1 .,(J :;L
.J-'1 Modelo : Handel, El Mesías
I
l'
...... El Mesías
1'3 .,... i~'- I~; de la 3,
i.¡-
, 1. J
de la 5,
l '.1 i ~ ~ .. :i-r
Ahora se trata de acomparíar al piano la sig uiente melodía de Rat h-
geber. sin tocar a lo sum o más de dos aco rdes por compás. No escriba
I I I rrr
las notas ; li mítese a esbozar las clasificaciones de las funciones tocán-
dolas a continuación y, además, cantándolas. (La melodía conti~ne no-
tas de paso, bo rdaduras, un retardo po r nota de paso y una nota auxiliar
6
por salto descend ente,) Clasifique cualquier nota extraría a la armonía. 8 de la 8 de abajo
Rathgeber, 1733
r Doble an ticipación de la S y T:
Telemann , Tafelmllsik
~ F rrCr Ir ElfJ Ir J .r=ll
....
~ 1
s
o 1 ' 4- '--'" ,
lfÜ r-d F lfrr ~
• __ fa
'1<- r
ji FI •• r~"'I·
=:~r -e
=t:~íFt= :
4- J .1 :'"L sL
,
r
I I I Las anticipaciones se hallan casi exclusivamente en la melodía y ge-
neralmente en los giros finales .
• • • • • • ~ •••• lo • • • .. • • • • • ... () •. ¡ •••••••••••••••••••••••
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• ()5 •••••••••••••••••••••••
r
&
,- -
(l)
• +t • , I
(2)
:$ ti "1
1
Una tercera mayor Y menor, construida sobre el Do como funda-
He aqul una melodía de Rath be ...
Clasifique sus funciones cá t 1ge r con ant!C1paClones ornamentales.
, n e as y acompánelas con el instrumento . mental = Do mayor .
Una tercera mayor Y menor, suspendidas desde el Do como funda-
~ ~
lfd~ ~r f Ir ser fE,
.J,.J.
ro ro~ ID j :11
mental = fa menor .
Para los compositores el modo menor nunca se ha convertido en un
problema. Su menor estabilidad Y claridad tiene más de desafío que de
t .........
•• M
•
anticipaciones; reaUcelo a cuatr~ocesas .o desc:endsllle (escapadas) y <le
Ejercicio de notas auxiJi.ua It
••••••••••••••••••••••• 66 •••••••••••••••••••••••
. •••••••••••••••••••••• 67 •••••••••••••••••••••••
Dietb" de la Motte
-- Armonía
a)
.....
modo eclesiástico eólico - modo menor natural- modo menor
. --- : la tónica es estabilizada por el Sol sost~nido como sensible. Con fre-
cuencia, estas dos notas delimitadoras resultan inseparables.
La séptima disminuida, prohibida hasta entonces como movimiento
melódico, se convierte en la característica predilecta, por lo que el es·
puro; pacio de tensión del modo menor, en la época de Bach, tanto armónico
b) modo menor armónico - modo menor mayor; como melódico, suena as!:
e) modo menor melódico.
, ..
disposición de cualquier composición en' menor. en el que, aliado de la séptima disminuida, se emplearon también mu-
cho las dos quintas disminuidas.
l' •••
ij ea ... .--
La estereotipia de la invención melódica en modo menor es asom-
brosa (todos estos ejemplos han sido transportados a la menor): Si rebasa toda la extensión de la octava, hágalo más en sentido des-
cendente que ascendente. En el descendente se emplea la séptima me-
'.J J ,.J
Handel, El Mesías nor y la sexta menor (1), en el ascendente sólo se puede alcanzar desde
~)I' 't'
L/." s.i~e
r W,,~d.n
j
".5ore
,(mI' ¡' I
He( - - - L"n9
abajo la sensible, el séptimo grado (2) a través del sexto grado elevado.
En consecuencia, podría representarse así la escala completa del
modo menor:
Bach, Ofrenda musical Bach, Clave bien temperado
. .• o.tt! . .
(.)
~; rn~, 11'
Der
r. g
50" ... - Te
j
Weg wirc/ ...ir
,1 J I
2...
J
sch",e1"
I Son muy raros los giros divergentes, como
Bach , Sonata para flauta en mi menor Sonata para flauta en Mi mayor
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 68 ••••••••••••••••••••••• •• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 69 •••••••••••••••••••••••
F
- - - _.--_ ._--
Armo"¡,,
D iel bf!r dI! hl .1/1.111('
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Fantasía para 6rgano
Pureell , Chacona
'3
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L...:/ L-=' '-'"
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I L."j L.:l ' - "
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L.-" 1'--'"" .....,. .......
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• Fuga para órgano .,..
Bach, Coral IlrE'r r E
1( PrRf EJ
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~T 1
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... ...
d .ó
ómala ascendente de los gra-
Las excepciones de una con n an a de Bach incluso
UCCl
dos sexto y séptimo no elevados son raras en la époc ,
,en las voces intermedias.
71 •••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••• 70 ••••••••••••••••••••••• •••••••••••••••••••••
Dtetber de la Morte Armonia
...., algo que en otro caso no está permitido, es ~ecir, la conducciÓn aScen-
denle de los grados sexto y séptimo no elevados: se procede a anular,
destruyéndola de modo ostensivo, la fuerza centrípeta: de la modalidad
",3 'h ~
Bae eonClerto
.1 para órgano
" transcnto
. de IV·lvaldi ' '
menor.
~ _ I I i
-
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Handel, Sonata para flauta
I
~-
-
• =--= .:....________________~) Do mayor ____________
Bach, Coral
I$J F I IJ U Sj ) 11 Ji I
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I ...1 t::T O::J o::J
Do: 1\ T
1'- . :f!: lo -&-
la: é D t
..l.n i
,..-;:::;;;: Bach, Fantasía para órgano en si menor
.s
,
La S, no sesuempleab
a en modo menor en la época de Bach, debido
-"'-19 empleo consecue nte habría traído consigo una duph- b
6015 ~ I~ 4- -- L!J
lal vez a que 'bl dado que la tercera alterada de la su _
cación defectuosa de la sensl e , d'ferencia de la natural en modo ma-
dominante en modo menor -a I
1 4-~ 'T..fJ4
L "
't 3 '..
~, ,',O ~ ..
s el D
,),
0' ,.! I .. - I
D~3
d h ue tener en cuenta la tendencia,
En la conducció~ desde la :ite~ado' sobre todo en la voz aguda.
• • l descendenle del sépnmo grad? no tod~s las ocasiones la serie d s.
Por ese motivo no puede aplicarse en .
••••••••••••••••••••••• 74 •••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••• 75 ••••••••••••••••••••• _e •• ,
r , - -"
I
I
I
r
..
r' F
-
'"
cación de la quinta. En los acordes de sexta, en cambio, la duplicación
de la nota del bajo, o sea, de la tercera de la tríada, es equiparable a la
...,. .... duplicación de la nota fundamental de la tríada.
--
Lo.
1'3 ' !.
L¡- ....El Mesías
"T 'e;J
~ J " ir i
Es típico de la escasa fuerza centrípeta del modo menor el hecho de
que las composiciones se mantengan durante muy poco tiempo dentro
del estrecho ámbito de la cadencia, modulando rápidamente sin esfuerzo
la mayoría de las veces a la tonalidad del relativo mayor. La brevedad
I t d.~ ~lltS' ~ 't~ de los ejercicios corresponde, por lo tanto, a lo que se trata de practicar_
Ejercicios:
En esta misma aria de El Mes[as aparece también el descenso cro-
mático de la voz de bajo tan popular en el barroco. (Su valIdez se con- •• rJ F F F I mir F a I r F r F I F 1" .po;r ret.
D~ t ~~ D t: ~l ~l ~~\-P1 t 1
I
.,l r
serva todavía en el siglo XIX: cualquier tendencia de la sensible se puede t
neutralizar mediante una conducción cromática en el sentido opuesto_) Soprano: H c;.. o;.
El F F I 0iI. eJ
t 1 ~B t /)' D"
¿t 19:'r J J JOf 1.1 ,1 J l);J I
3 t ~~ D~ tl S
Hindel t ~. 1>.
EJ 1 J 1 aJ I n'Jí", 01 :t: ~ +1
I
Toque las cadencias siguientes en todas las tonalidades:
M
I
Ejercicio. t
.. .. .. .. .. .. .. .. .. • .. • .. .. .. .. .. .. • • .. ... 76 ....................... . •• • • • • • • •• • • • • • • • • • • • •• 77 ........................ .
:!rm(mía
Rathgeber
".,. Jl I J .~ I ID 11m I J Jl 1J modula
Semicadencia en la O
lohann Krüger. 1653
~) J J J JI, J t~)n"¡J
4
+
¡ti J J Ij J .s
1>
lfiF'\ J J t¡ j ij J l' J iía 1J J J JI' i I La tríada aumentada no aparece, desde luego, jamás en la época de
Bach tan amontonada como en el ejercicio siguiente:
Comienzo y fin de una melodía coral, que en su parte central : tD'St<s·' D~-;!.~ ItJ~t.o¡ It~B ó} DI t
r.'\
••••••••••••••••••••••• 79 •••••••••••••••••• t"----'
Armonfa
Dietber de la Mane
"eA-:-~bfi ~
nor como retardo de la quinta.
l rI l l I "" <J-IU ~ . u.-e..., - - i4.- - - te,
1I I '1
,."
l
• ..
t ~n D~ t
Or t ~ ... ~ 'DB t
Ya en la época de Bach se suprime ocasionalmente la resolución di-
recta del retardo, dándose entonces diversas posibilidades de empleo del
acorde señalado como s".
1
- - - - lLC.---LQ.--te
~ ( ... y en la
.\ ><) aflicción de mi co-
~.¡¡. - - . - 7t" ... -~r ;¡t: ... - 7 ....
I
'_1,
.... -Lu. - - - La. - - - - -~ 'te. razón,
plañid ... )
plañid,
t -:," O~... 5, t
,
D1B t 3 t
:
-
I 1'1. •D~ 3 t
Alessandro Scarlatti (- 1700)
~
Bach, Pasión según san Mateo Pasacalle para órgano EL RETARDO DE NOVENA y EL ACORDE DE SÉPTIMA DISMINUIDA
J
Con los recursos tonales del modo menor se puede formar el acorde
de séptima disminuida que, si bien caracteriza especialmente el lenguaje
de J . S. Bach debido a una aplicación muy frecuente , es utilizado por
.J todos los compositores de la época .
- D---1 t l1 ~n
El eIave blen temperado
",11 r Séptima
disminuida
.".
Numeración del 3 terceras
. ~
t: -:>~~ - - - - -
bajo cifrado menores
«Was jetzund blüht. kan noch fur Abend gantz zutretten werden. "
«Was ist der Erden Saal? Ein herber Thranen-Thal!,.
.Wir Armen·! ach wie ists so bald mit uns gethan!>. «Quien rebosa salud, puede verse hecho aóicos esa misma tarde, ~
«¿Qu~ es la Tierra? ¡Un valle de lágrimas!.
A. Gryphius 1 «¡Pobres de nosotroS! ¡Ah. q~ pronto nos Deva la trampa! •
~)P r r F r IF ir I II
, n t
1"
p pH t
r triE
D?'S 'tl21 ~ ~
.) '>'>1J 1F J IrJJIJJJI'" 1
l' l'
Como es natural, no aparece en la literatura musical una tal inflación
3 Z" folsGll •• lii9'" 'oiilk, de la novena que atrofiara cualquier efecto sonoro. .' .'
g 'T Encontramos también con frecuencIa el acorde de sepltma dIsmI-
7
nuida como forma de retardo en la D •
Bach, Pasión según san Mateo Fragmento coral
,. Conclusión en mayor de un pasaje en fa sostenido menor, ya que la novena
menor indica la tonalidad menor. (Véase tamhién el «Qui tollis)) de la Misa en
si menor de Sach.)
(.2,)
Sería, pues, muy comprensible interpretar también el acorde de sép-
tima disminuida como una forma de retardo , siempre que la resolución
no tenga lugar antes del cambio de acorde .
t v·"3
D~ D~ t
Es digno de notar, sin embargo, que Bach no introduce la séptima Podríamos denominarlo acorde de dominante con ~a ,u,nda:ee~:: ~~
disminuida en absoluto de acuerdo con la regla del retardo. La hace
aparecer, en casi todos los casos, sin preparación , incluso en aquellos
lasubdomin;~te ~n e~:~~odu~~~~~ ~~ee~:~~g~;r¿:re e:m~:s ~el pasaje
paso más a e an e. . de Rameau no sólo está en juego la subdo-
en los que, inmediatamente antes o después, se preparan retardos de si~uiente de Les dCyclopes de de domi'nante, sino que ese compás per-
acuerdo con la regla; preparados también mediante el acorde de séptima mmante dentro e un acdor el espacio de soberanía de la D en el cuarto
disminuida, que en estos casos asume, por lo tanto, el papel de una teneee a la s, eomenzan o
consonancia de preparación situada sobre tiempo débil. compás:
r r
~ ~~~~
II f r98
I J ..L"'""'..,[J 1 ..... I
t..rir.:r
t
~ I....J l!rJ
t---
(,
't
S
3 qg ~ndudable también que la siguiente D' con la nov~~a en ti bajo
llene una fu nel'ón de subdominante'' es un retardo en la. '
.
••••••••••••••••••••••• 86 •••••••••••••••••••••••
, ...................... 87 ••••••••••• - • .- •• _ •••• _.
Díetber de la Molle
B't
r ~r contenidas
en Sb
~
>
t
"~eS: :
•
~!r ~ ... l t Es cierto que las quintas justas ocultas aparecen de diversas maneras
en las resol uciones de Bach en la b V , pero siguen siendo una excepción.
~? Por ese motivo hay que conducir descendente mente la 5, fundamental
~5
~ DV z• de la $, debido también a que esa quinta es al mismo tiempo 0 7 •
El sonido, en el que se encuentra el ámbito de la no tónica del mode
menor y que representa en extracto el melas característico del mo-
do menor
~Ér;u-
t 1.> t D t
de ambas sensibles, no puede verse mal interpretado por nuestros tardío, La 3 de la b v es libre.
oídos -que lo escuchan todo en una perspectiva de dominante~, edu-
cados por las torres de terceras de la música de la segunda mItad de correcto: hay que evitar:
siglo XIX. Lo clasificaremos, teniendo en cuenta su doble función b v (e,
:~~ttL.!.E : ::::::
decir. $ + O en un acorde de séptima disminuida) .
Clasificar las notas con 3, 5, 7 Y 9 equivaldría a relacionarlas con 1,
fundamental de la dominante, que , hay que advertirlo, no suena jamá,
en la época de Bach formando acorde con ellas. Contaremos por lo tan-
.-.- --
sp-:--. --- - - .- ...
-=- ==
CArne en peine de Couperin presenta dos progresiones diferentes en
to. 1, 3, S, 7, a partir de la sensible. Cuando aparezcan 3, 5 o 7 en e el bajo; observemos que en el segundo casO aparecen las raras quintas
bajo, habrá que señalarlo. justas ocultas:
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 88 •••••••••••••••••••••••
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 89 •••••••••••••••••••••••
.-1rul/l1/ú¡
Die/her de la "lolte
b) Tras haberlo cifrado, realizar la parte del cémbalo, y después
cantarla y tocarla:
Hcu<pt da. ..,. %U T~>Ghe saf>. ...;+ $Q1ben se<..e.. leib zu,",
$_ Ü ,~1!E1 Ei J.,) IfJIJ J J ,1 )""1 JI
f
1>~; .S" D'" t 1); ~-
91Ube lJil1 benilen t !t~ig Sil~,.l¡"ge.
tf!@ J J ,1 " .,. • O 1* F ( r 1" I
., .
Así pues: ,:
~
1..... "f --.. 5.... 3 libre
.~ 's-S- t ~ -ov,S
1-
D*' t
(5*- . . • ,! ; ..
'1/b ;.$ U
..... ¡,,¡, k.¡. T,.~t,-
~r' fe: r
Ic&i" Hetfu ...ido.t ••
I r E I
rJ.J..L J J ~I .J -' .J
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~~1
.,
-
V
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t. 3 T
,
~v
J.J3
L-
t3 2.
~ ~;
• •••••••••••••••••••••• 91 •••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••• 90 •••••••••••••••••••••••
Armonía
Die/ber de la MOl/e
Tras haber desarrollado consecuentemente Wilhelm Maler el sistema'
Handel , El Mesías . , _ &f" de clasificación de las tríadas mayores a base de letras mayúsculas y de
wU' buultt we.ft" (.1" -- (as triadas menores a base de minúsculas, se impuso para el ámbito
, de la modalidad menor la clasificación siguiente:
.rll!llffi J ,:r ffFI fffl J
~J
J ..J fft ft'fI J
:! Q n
tt
- ctc.
• ~
D'-- t
fA f'\CMdt: tP ~ ~p eL dP
En tP aparece claramente que la tónica es una triada menor y que
su acorde relativo (la P mayúscula) es una tríada mayor.
ACORDES RELATIVOS
Todos los acordes relativos tienen dos notas en común con la función
principal. Ya había hecho notar Riemann que dos de estos acordes po-
La menor es la tonalidad que tiene iguales alteraciones que Do ma- drían prestarse a más de una interpretación por tener también dos notas
yor. Ambas son tonalidades relativas entre sí. La tonalidad mayor tiene en común con otra función principal.
por lo tanto su relativa una tercera menor más abajo, y la tonalidad
menor, en cambio, tiene su relativa una tercera menor más arriba.
Tp~.-T
Igual que los acordes fundamentales, las dominantes son también
mutuamente relativas. (1 11_115: tl
5~!
+tI
Desde Grabner llamamos a las lTÍadas secundarias, que representan
a una función principal sin ser su relativa, contraacordes relativos, o,
Q 11 11 11 más abreviadamente, contraacordes.
Esos contraacordes están , por lo tanto , en la modalidad mayor, si-
tuados por encima de la función principal, y en la modalidad menor, por
debajo de ella. Como los relativos, tienen dos notas en común con la
(0 significaba tríada menor. Léase, pues: ~ = tónica menor, ~p = funci ón principal:
relativa de una tónica menor.)
•• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 93 .' ••••••••••••••••••••••
• • • • • • • • • • • • • • .• • • • • • • •• 92 •••••••••••••••••••••••
Anlu}"¡,,
Dietber de Ja .lfolte
r. T 1 I , , , I I I.-J- 1..I....í r
..L.J.J.. J...L J.J..L J. .J J J I I
T. D 'T '
1)pp 35
",1 Ir s~ v leS s D 'r
D bido a la escasez de contraacordes inequívocos, en el ejemplo an-
la menor: t~ t e
~p dP terior aparecen entre paréntesis todos los contraacordes menos uno: el
tG en modo menor, que se percibe inconfundiblemen.te como ~n repr~-
ntante de la t cuando, como ocurre con frecuencIa en la poca e
En menor se indica con una G mayúscula, ya que aquí los contra- se 1 T como cadencia evitada en modo menor.
acordes son como acordes relativos mayores. Bac~~:n~i:~~~t:da: después de la D en modo mayor (la se~si~~ g~
Entretanto, y desde la época de Riemann, ha habido el vano es- neralmente en la voz superior) esperaríamos la T com~.co~~ ~~. ~es~
fuerzo (él denominaba todavía a tG «acorde de bordadura de sensible») una ieza o de una frase, y en su lugar aparece, en cam lO, ,
por buscar una clasificación inconfundible para aquel acorde que, siendo puétde la D en modo menor esperaríamos la t, y en su lugar aparece,
contraacorde, no es paralelo.
en cambio, el tG. . . d d'f tes to
Riemann dio el ejemplo siguiente, que me permito repetir en la ac- E'ercicio. Toque las siguientes cadenetas eVIta as en I eren -
tual notación. nalid~des pero no de modo mecánico: hay que aprender a esc~char el
acorde fi~al de la cadencia evitada, representante aquí de la t?mca. De-
I I
bido al peligro de los movimientos paralelos, se deberá dUPhC~ ~a ter-
l'
, , , I cera en el acorde final de la cadencia evitada (véase '), y tam I n co:
objeto de reforzar de un modo especial en este acorde el elemento t -
"t~ ..J .si-- r--.d ~ ¡-..eL -El nica.
x)
r Tc T. ' ~ l. '-
Sp D Dp T
~.
Aunque en -el caso del tercer acorde se permitió dos interpretaciones,
las dos son poco musicales: Sg S Sp es inverosfmil, dado que nadie com- ---
J. .1 J
-_._*
pone ni percibe tres acordes diferentes consecutivos como versiones de Evitar estos ----
una función. Y T Tg Tp es totalmente imposible: hay que interpretar la movimientos .
elos:
quinta descendente mi menor-la menor como un cambio de función.
Me parece que la única interpretación con sentido es t Dp Tp S Sp
D D 6 T. Es decir, precisamente por el ejemplo aducido por Riemann
para la definición del contraacorde, no creo que haya ningún contra-
acorde. Desde Riemann aparece en la enseñanza y, sin embargo (y con
toda razón), apenas aparece en los ejercicios de los libros de texto.
--
Tal vez sea Convincente el siguiente ejemplo, en el que Mi-Sol-Si
aparece clasificado una vez como Dp y otra como Tg:
95 •••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••• 94 ••••••••••••••••••••••• ••• •• •• • • • • • • • • • • • • • • ••
Dielher d", la Molle
Bach, Coral
.. ..11..
.
~r
.)
I r 1 I , ! .~ ~ ¡=
Sonata para flauta en Mi mayor
.L--i.J..J...f 1 1 ~
• • I
.. T Tp
t~~; t Dnt~ ~
Obsérvense para los acordes relativos las reglas de duplicación dadas lt .'"' .... Handel , El Mesías -""'" 1
para las tríadas en modo mayor y menor y los acordes de sexta.
Inversiones . En el vigoroso modo mayor la transición fugaz al débil , ,.. , , '~l~
ámbito menor paralelo sólo es verosímil cuando los acordes menores
aparecen en su imagen más fuerte y acusada, o sea , nunca en las inver· • j) J. J. .i ..D~ ..;..~
siones. La Sp) se concebiría antes como S6, y la Op) , más bien como 0 6.
En cambio, la transición desde el modo menor al ámbito paralelo, más -;:-o ,
D~~T-
~ - '.
T1 1 1 S D_• Tp 53
fuerte, del modo mayor, aparece verosímil también mediante acordes u./* ,ll- le ~"9.l du Hu""
invertidos. .... 1-- L I .L
Do mayor la menor
~ g B i §
l'
-4.t :t--J - I
~_~- 1
1
1
Hiind~l , C~~/ala I
J:i 1 J. ·i
ITk.hl
-el- J
Interpretación comprensible: s· D' tP~ ~Pl ,
Interpretación remota : SP3 Dp3 eL' t' D3'lo T DI¡. l
T I S T SP 1":3
pTei. - - - - ~e" ¡hrl.
Observación: Tp Sp Op son apenas utilizados como acorde de sexta;
tP sP dP son empleados como acordes de sexta.
d r-::.-....
... .:;:: .ED.
RELATIVOS EN MAYOR
Los relativos aislados situados entre lríadas principales aparecen tan· r r I ,. ¡
r j
I
to en los tiempos fuertes como en los débiles, aunq ue a veces se oiga la Herr Concerto grosso
nada autorizada opinión docente de que son preferibles los tiempos dé·
bi les.
d· ~
~ r 1 I r r í rrr f r cr ur
I J J n I I nJ f"I I I I J
'. ' I r 1
TTpT,S T
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 9ú •••••••••••••••••••••••
Sp T
- - -_._---_
Arme",;a
.
D;("/)(''' cI,· la .\loft(·
- d . . t . rmente elabore primero la serie de funciones
funciones pensa as meno J
Tocar y realizar en diferentes tonalidades la serie de funciones si-
guiente , compuesta en base a elementos de los ejemplos dados. y el bajo . . d triadas secundarias se siguen inmediata-
Con mucha frecuenbcla t~~O cuando están a intervalo de cuarta o de
mente una tras otra, so re T D T
T Tp T) S 1 T D Tp D 1 Dp T S T 1 Sp T) S~ D 1 T 11 quinta; así, por ejemplo, Tp Sp , Tp Dp, Sp p, P p.
..
Handel, El MesÚlS
~ 1
'" I ¡' ~
, 1 1'-' L...,,::'
ni:
1
1
- T S
--
ü""'CIlJut 5t44te.. iR
Sp D I>p
JIA.IUI.,
Tp
Er leo_t..... 90ft •
~
T
. .,
EJerclclO.
D
T
.J.;!:
ti
~..I..I.
1)p
.L.r
T.P
.J
s
.n
T
Toque series de cadencias con estos ejemplos y realícelas
. más largas
tras haberlas combinado en :~~~ah~:;:pos cohere~tes más grandes
Las series de funciones I T Tp 1 S Sp I D Dp 1 Tp S~ I D~~ I Ti! y Es evidente ~e .es ~:~old:e el ámbito del relativo menor, cuando
1T I Tp S I Sp D 1 T 11 figuran entre las vías de pensanúento armónico de tríadas secun artas: . del acorde menor Dp, da prefe-
más importantes de la música barroca. iTóquelas y realícelas en dife-
rentes tonalidades!
debe mantenerse en SI mismo, en V¡:I
mismo rado . Pero de ese modo
rencía a la versión en modo mayor g deba hablarse de
He aqw un atractivo ejercicio: inventar frases a dOs voces, y clasi- se pierde la relación directa con la T, de manera que .
ficarlas funcionalmente, para instrumento melódico y línea del bajo en . una desviación tonal:
el cémbalo. Quien no pueda inventar a la primera melodlas a partir de
••••••••••••••••••••••• 98 •••••••••••••••••••••••
... .................... 99 •••••••••••••••••••••••
Dielber ele /" .\1011(' _ . ..... __ ... _-- .- . - -- - _ .
.4nnonía
-- -- ---- ------------------------~~
Bach, Coral mi menor:
D t RELATIVOS EN MENOR
1; pO> 3 El Mesías
Sol mayor
15)~b r Ir F r r IF Er r Ir r r r I F r , I I I I I oI
,
r r I I I I
9í~H J Ir J r F I f a r J I J ,In Id I
':-1
1:" :i ~ ~ t • '-_.- - I~ ..
Realizarla para cuerdas, escribiéndola en dos sistemas como es usual t -:l, ~ D t -:»1 ctP-
,~_...:..o...-~
tP t ~
en la composición coral.
Ejercicio:
Telemann, minueto de la Suite para cuerdas
1t dP 1tP s' 1D!ll t 1I
t I sP tP 1 s t / sP s I D t /1
La Lira [sección 1.' + 3.'1 Son todavía más numerosos aquellos casos en que tres relativos ma-
yores se conjugan en forma de grupos cadenciales:
~'A.J f) J I J J J , J. 11 J J J IJ J3 j I
Bach, Coral
Ejucicio:
t I,r dP I Ir " I Dlll t 11
Es difícil trazar la frontera -ya que aquí no escuchan igual todos los
oídos- accrca de cuánto tiempo se puede hablar todavía de relativos
en una cadencia en menor y a partir de cuándo se deberá ver una des-
viación tonal o una modulación.
Los siguientes ejemplos de fragmentos corales de Bach con una frase
final con cadencia en modo mayor, serán en cambio percibidos por cual·
quier pe rsona como una transformación del centro lonal :
~i', P U Ce F "1
reciendo engranado en la otra, al hacerlo (2), (3), (4): Estos tres ejem-
PU J J J I plos presentan, además, la popular Progresi6n de acordes de séptima.
-
(2) Concierto de Vivaldi en la transcripción para ór,gar.o de Bach
~ S
... ......... .. .... ..... 106 ••••••••••••••••••••••• • •••••••••••••••••• ~ .. ' i 0-:- •••••••••••••••• ,. ....... .
Dietber de la MOlle
~
I • I I l I
, I 1 r I -L:::f I l 1 1 r
(TI
.J I
.l
J J
I l
.J
I
-.L ~l ..il .J .l ..J.. f.J w..L
• • I .... 17- '7- r I 'T
D " 1
1 o¡. Tp
I •
~ r I I
Siguen algunos ejemplos de fragmentos corales de 8ach de acordes 1 ~ -~~
de séptima sobre diferentes grados en modo mayor y menor.
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 108 •••••••••••••••••••••••
.. 1nmmia
J I <J IIIJJ11JI
T13 Sp"1- D; T~S~ D1 Dp"f,s TTpT-Sp.v-; T •
Ejercicio. Inventar melodías correspondientes a este modelo.
La dominante de la dominante necesaria para la armonización se
et"1- ~ -()p'r d.PcL? tg I,)"r c:L .2. clPtP'T -ó t
1
clasifica como P; Y recibe el nombre de dominante de cambio . Es de
máxima importancia, dado que la desviación hacia el ámbito de la do-
minante representa la más importante ampliación del espacio cadencial
en la música barroca y clásica. Todas las form as de la D están también
AMPUACIÓN DEL ESPACIO CADENCIAL
a disposición de laI9 .
Tocar y realizar la siguiente cadencia en diferentes tonalidades.
en modo mayor: un primer ~~o em~~ó~áS Importantes tipos de melodía
Hacia 1640 se desarrolla u d i '
S DT i I i
I J JJU 1 1
., J tJ J J I~J g El siguiente tipo de melodía, que aparecía también' frecuentemente
en aquella época, pone en claro la diferencia existente entre la semi-
cadencia en la dominante Y la cadencia en la dominante como tónica
•
'Prrr J líJ J J intermedia.
O dass ich tausend Zungen halle (1738)
J JJ
".¡t FJ r I! r r J 1J J J JJ IJ
La D como tónica
T
1
semicadencia sobre
la dominante intermedia
\¡~i)
§§~J~IJ~~r§h~ru~I~lb~~J~F§J~~1
Nundanket aJle Go"
Ich freu mich in dem Herren (1635) Valet will ich dir geben (1615)
,'r JJ J , F L 15h¡ e f I J J J
semicadencia sobre
•
J I J,» i •
I (. ifltJlljJJlél JE1rE JJIEJ :Ia JI
la dominante : La O como tónica flEUrHJJIJJJJ JI 1)3J;1
J. '1 J I
I J .J §J j J J
, 1> Was GOl! tut, das ist
intermedia· - - - - -,
*IíJ
=•
r F r r I r: \r I F r F r J J 3I wohlgetan (1681)
fíJE1rrJ)JIJ J:lrlrrJ.1IrJ JJI
']'~ J J J J I EJ I
Ejercicio. Realizar estas melodías igual que las que dimos al prin-
cipio o bien tocarlas al piano después de haberlas clasificado funcional-
'Id J J J IJ 1 r Ir J J j la J I
mente. Podemos encontramos también desviaciones tonales hacia la S, aun-
En todas ellas se puede proceder desde la perspectiva de relacionar que con mucha menos frecuencia; en ese caso la subdominante de la
con una nueva meta armónica no sólo una sensible, sino una sección subdominante se clasificaría como §, denominándola subdominante de
melódica entera. En ese caso se puede proceder a la clasificación ar- cambio. Puede aparecer también como §ó, así como §~.
mónica intertonal de acuerdo con la regla siguiente: todas las funciones , , ,
puestas entre paréntesis se relacionan con el acorde situado tras el pa-
réntesis , cuya clasificación funcional se efectúa en la tonalidad principal.
Con frecuencia se pueden hacer varias interpretaciones distintas de
(1 ... §~T S
~
.. • ... 1- ....
D ~~ D T D. T
•
~ D
.. - 1'"
D. T--.-
La siguiente melodía, de Gastoldi, permanece tanto tiempo en el
campo de la S, que se recomienda el empleo de un paréntesis más largo
en la clasificación funcional.
Dominantes intermedias, que se clasifican como (D) Yse relacionan con También la T puede convertirse en un acorde de séptima de domI-
el acorde siguiente. Sin embargo, todas las funciones pueden ser tamo nante intermedia hacia la S mediante la adición de la séptima menor.
bién el centro de desviaciones tonales más prolongadas. He aquí la escala cromática, por un lado en el soprano y por otro en
Las melodías siguientes contienen desviaciones tonales (hasta tres en el bajo, posibilitada mediante sensibles de dominantes intermedias. El
una sola melodía) hacia la D, la Tp y la Sp. Gasificarlas funcionalmente, resultado puede parecer sobrecargado, pero este tipo de cromatización
tocarlas y realizarlas. es típico de la música de Bach.
, I J ... J
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Lobet den Herren (1653)
• . .~
J JItE r r p Ir
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¡p íJ I ."' e e Jr FI ~ .J I
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lb. b. --
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1.1 Ol. J .1 -
L.-J
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T Tp 191 1-
D T 5'
.. .. 1 3
Ofrece interés la disposición armónica del Preludio en Fa mayor del
primer tomo del Clave bien temperado de Bach.
I 1 I I r i U I Ante todo, otra explicación de signos: en el compás 11 aparece una
Q Jill;.l dominante intermedia que no alcanza su meta , en este caso la S, y que
I .J... 1 ..1 sin embargo no puede ser clasificada sin ella. Desde Riemann se clasi-
CD.:'!» Dp
, - (P~)S 1;
fica, situándolo entre corchetes, ese objetivo no alcanzado por las do-
minantes intermedias.
D1 1; 1
J n r I eJ d IfJfb, J j el -1 ~ l ~ 5 " 7-
(D.) Tp D T (D:) Sp_(P) D. 1 T
T(01)sl D T I ~ DI (D) Tp r DTp I (D)TpISp('bV)1
.. '1 ' IJ 1'):ftU' r fF r Íp S Iti @(OD)
.
@!d (D~) (~Jp rtD)Sp(01.(D?) I
11) ~ D
....................... 116 ••••••••••••••••••••••• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 117 •••••••••••••••••••••••
Dietber de la MOlle - --- - - -_ ._-- - -- - _ .._--_.. Ann,múl
L
1.. -15 l' 1~ 12
S~, I Di ~Tp /SpDTcP") I S DI T 5 DT 11 l11J
I
'n I1
.L ...::!! *d J.
In
::
..L "~
"l5""
mi:
1. El considerable acervo tonal del ámbito menor, estudiado en el
capítulo del modo menor, que con la s S d O posibilita una armonía Vemos en el primer compás la típica modulación hacia l~ tP. Cla-
mucho más rica con respecto a la de la cadencia en modo mayor, hace sificar tales pasajes en la tonalidad fundamental-aquí tendna que ser
menos necesarias las desviaciones tonales para el enriquecimiento de la t tP (0 1) tP I (SI 0 81) tP I tP O) tP 1- produce un e~~o artificioso
(fY;
vida de los acordes. . . I Vemos en el cuarto compás la rara deSViaCIón tonal en
2. En el campo del modo mayor la O es la meta de la mayoría de y antlmUSlca . I 'ó
menor al ámbito de la dominante (dominante ~enor con con~ USI n
las desviaciones tonales, y en el del modo menor lo es la tP. Su domi- en modo mayor). Clasificar el acorde Fa sostemd.o mayor aquI como
nante (la dP) , que cuando aparece en fonna de aeprde de séptima de @ en mi menor es, en cualquier caso , forzado : mi meno~ está de mo-
dominante está mejor clasificada con (01) tP, desempeña por lo tanto
en el modo menor el paRel que le corresponde a la @ en el modo mayor. mento totaImente oIVI'dado . n"'a sostenido es clara y exclUSivamente una
En el modo menor la ~ es menos frecuente que en .el mayor. dominante hacia Si. . d ó
Veamos ahora dos de los innumerables ejemp!os poSibles e una t -
3. Pero el desarrollo del ámbito del relativo mayor amenaza siem- nka menor, convertida en mayor con una séptima menor, como do-
pre el predominio de la t, la hace caer en el olvido, convirtiendo las
minante intermedia hacia la s.
desviaciones tonales en modulaciones: por ese motivo en el modo menor
aparecen las dominantes intennedias con poca frecuencia y, en la ma-
yoría de los casos, producen un alejamiento del modo menor. Bach , zarabanda ,...
4. Oifícilmente hallaremos en el modo menor una §, dado que el
séptimo grado tiene en este modo casi siempre una legitimación más
verosímil que la dP. En cambio, es posible la 9. ~ 1 i I ~r r r II'f
5. TIene importancia en el modo menor como dominante inter- J l:J..l 1 t I i
media sobre todo la (O) hacia la s -que no pone en peligro el espacio
cadencial menor, sino que lo asegura y no nos aleja de él-, o sea, la \.n ,(D"I ~ r w \ ' lo " \ " ?
D
tónica como dominante intennedia.
Yeamos ahora algunos ejemplos de la literatura musical: Motete «Jesu meine Freude»
.,
Bach, motete «lesu meine Freude»
I \ l ,....., ~~~
E~ ¡st n..n
1/ I , , , I 1 r I I I ).....J 1\ \
..L ~1.J. ~DJ J .J. ..l..l ..L.J t (D~) -:>
l
, r He aqul un ejemplo típico de la. débil f~rza antrfpe~ del ~od~
t tP
\
mi: si: ~ t menor. Una dP con una dominante mtennedla a ella refenda. aleja
Sol: Tp
T
....................... 118······················· ; •....•...•...•.•.•.•.• 119 •••••••••••••••••••••••
Dtelber de la ~'tfC!!~e.. .__ __ _ _ _ _ Armonía
motete de sol menor, que es olvidado para no reaparecer hasta después cuyo tenor clasificábamos ya con t>v el acorde de séptima disminuida
de 23 compases. que conduce hacia la t. Esto nos daría aquí la clasificación (b") O, pero
tiene más sentido notar musicalmente aquello que uno oye: las notas Do
Bach. Komm, Jesu, komm y Mi bemol del ejemplo anterior no las percibimos circunstancialmente
el:,e 111M r- h·t
~L urlá áQ~ Le
.- - - ......
- - ben , como ulla subdominante intermedia que conduce hacia la dominante ,
sino ~osa que tiene mucho más sentido-- como una tónica. I9 :t...t se
--' ~ r-::=;,íl r , f, mezclan en este acorde que, por lo mismo, clasificaremos como ,&'v.
Al hacerlo la parte de t aparece incluso como la más fuerte. sobre
l' r
.f>
L
J~..l,
'1 L.
.J.~
..J
.) ~--: - I
todo cuando en vez de ,@vO es la t el camino que conduce a la tónica
sobre el acorde de cuarta y sexta como retardo:
Siendo las dos notas de la tónica las más fuertes, levantan la sensible
hacia la dominante. Tal vez se debe a ello su efecto triunfal, su demos-
tración de fuerza, la victoria de la t.
EL ACORDE DE SÉPTIMA DISMINUIDA COMO DOMINANTE INTERMEDIA Los finales de las grandes obras de Bach para órgano nos propor-
cionan numerosos ejemplos al respecto. He aquí algunos de ellos:
Un importante acorde en modo menor es :se acorde de ~éptima dis- Análisis auditivo:
minuida que se resuelve hacia la O. La tea na de las funclO~es lo de.-
t:-D t
nomina acorde de séptima y novena de la dominante de cambw con eil-
sión de la nota fundamental, fY~ O @'. Dt9D- r.'I t
En do menor:
I I r
1 ;r
t
If D t En los dos ejemplos siguientes, tomados asimismo de obras de Bach,
Colocación preferida: final imponente de composiciones grandiosas toque aparte las voces señaladas Con r - - t . Constituyen inconfundibles
en modo menor. En él aparece aún más clara aquella doble funCIón a elementos de la t:
r-.& " ~
f.'\
Análisis auditivo:
t
1 D
I 1 I r
nn ...L. )1'J. .l .J..
,
t "r
5
O" 3
5 -e- í
1
T
El Concuto
de V' ald' grosso para cu at ro VIO
. l'mes en SI. menor op 3 núm 10
I presenta al final del d .. . .
co de semicadencia formada a p:~Ir~e ~@~~~mlento un ejemplo típi-
IV
t D
El siguiente
componentes deejemplo
la fun ' de
. . Bach
_ _muestra la extraña inversión de los
situadas en el baJ'o' 1yc3lOn. '1 y J, o sea .Ias notas de la tónica, están
, ,en a voz supenor .
, •••••••••••••••••••••• 123 •••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••• 122 •••••••••••••••••••••••
Armonía
DIf!Ibw de la M oIll'
Armonio
HA YDN-MOZART-BEETHOVEN (1770-1810)
Ir J
J.
Tres típicos ejemplos de .~o~
. ann Stamitz (1717-1757) y de su hijo
claramente el cambio de estilo que
Karl Stamitz (1746-1801) nos 1 us ran
tuvo lugar hacia 1750.
Los manuales de costumbre nos dicen ,que, debido a la ausencia de Johann Stamitz, Sinfonía en Sol mayor
la sensible en el «modo menor natural», se aumentaba cromáticamente
el séptimo grado «de la escala menor original», para que contuviese una
D como «estructura originariamente extraña» (Manual de Louis-Thui-
AlltS""
(1)~
...,.. ...1..
t~
1 ~ 1 ¡.,r-'R'" iJ.li-H:1
He). Esos tratados consideran análoga la disminución cromática del sex-
~
T ~ D T
Eiercicio:
T r~n-¡; Is~ D'? I T Karl Stamitz, Cuartelo con orquesta en Do mayor,
T (D~) ~ ~: I D~ f T
T I ~ ~ D?- I TJ IT D;
T' ~ ~ O; I T 3 1. Llega a s~ fin la c~ltura nda ~oz en forma de terceras, flota por
melodía, acompanada por a segu
de l composición a cuatro voces. La
,
••••••••••••••••••• •••• 126 •••••••••••••••••••••••
... .................... 127 •••••••••••••••••••••••
Dif!lber de ItI M otif! Armonfa
encima del más escueto fundamento del bajo. El precario papel de la También allí donde, como en el caso de Bach, una función rige la
viola, en medio de estos procesos, nos prohíbe hablar todavía aquí de mitad de un compás, la reivindicación melódica de seis personas impone
una voz. Con frecuencia aparece conducida en octavas con las cuerdas un tempo moderado: porque lo que comunican esas seis personas, tiene
graves (3). Es 'una absoluta barbaridad el que una voz de viola se con- peso. y fue precisamente la renuncia a ese peso lo que posibilitó el nue-
duzca al principio independientemente, para convertirse después en algo vo encanto que caracterizó a la ligera melodía clásica.
tan superfluo COmO en (2), donde se resigna a las octavas paralelas con
el cello , si exceptuamos unas tímidas ideas propias como las del compás
7 (ivéanse también los primeros cuartetos para cuerda de Haydn!). Las
personas habituadas a pensar en la pulcritud de la composición a varias
voces no pueden hablar con respeto de obras semejantes.
2. El bajo se limita a las tres funciones principales. Si era difícil
encontrar en Bach pasajes con simples funciones de fundamentales, nos
es dificil ahora localizar comienzos de composiciones que vayan más allá
de T , S y D . A consecuencia de ello, ocurre, para empezar, que frente
a much~ notas melódicas hallamos pocos cambios de fundamentales y,
por lo mismo, pocas notas en el bajo: esto es uno de los varios motivos
de esa liviandad e ingravidez del melodismo clásico temprano. La fa-
cilidad de su comprensión, esa iluminación iUlIlI,diata que las caracte-
riza, brotan asimismo de la simplicidad de su armonía temática . Esta es
idéntica en un sinnúmero de composiciones de la época. Una vez que
se conocen algunas de ellas, encontraremos convincente y natura/la in-
vención de cualquier otra .
. 3. La música conquista con esta nueva estructura compositiva un 4. La repetición de compases o de grupos de compases desempeña
nuevo tempo: e/ presto. Casi cada nota de una fluyente voz de bajo ba- un gran papel en los tres ejemplos de los Starnitz; son en ese sentido
rroco se traducía en un nuevo acorde del cémbalo del continuo; apor- característicos de la música de su tiempo. El compás 3 repite el compás
taba -en la formulación actual- un cambio de funci ón. Aquello había 2 en (1) , el compás 3 al 6 es igual que el compás 7 al 10, exceptuando
que entenderlo con el oído, cosa que exige su tiempo. Pero es el número unas desviaciones mínimas en (2). y en el ejemplo (3) aparecen ocho
de cambios de funciones lo que determina el posible tempo de una voz compases escritos aquí abreviadamente: la viola y el cello tocan lo mis-
melódica , mo durante ocho compases. Durante cuatro compases el segundo violín
En el allegro del Quinto concierto de Brandemburgo de Bach una descansa al comienzo del movimiento mientras el primero toca la tercera
corchea es necesariamente mucho más lenta que en los tres ejemplos de inferior de nuestro ejemplo; y a continuación suenan los compases que
los Stamitz: aparecen escritos aquí.
Esta alegre propensión a repetir nos revela dos cosaS: por un lado,
•• _ # - el valor para la solución sencilla , que se manifiesta tanto en la formación
de la melodía como en el material de los acordes. Y por el otro brota
l' de ella también una indicación hacia la nueva vivacidad del tempo: es
I.j!.. .....
- COmo si tampoco en el desarrollo melódico estuviese permitido dar de-
Número de funciones 4 1
1
por compás I 2
punto de Punto culmi- \ Descenso
Bach, Aria Curva de la Tesitura nante hacia la tesi-
media depresión
melodía: \ tura media
\ \
12."""
- ~
nO< - - t4Ai., .~ _ _ .....
'~Tl" .A_ic4 .....""',
··' ~ . HC4--
' M€Is aclaraciones nos ofrecen nueve temas principales de ocho com-
8
pases tomados de sonatas para violin de Mozart.
D "3
T D~ T
KV 30S , 1."' mOYo T T
KV 306, l. CT moYo T S,To S1; S Da
D~ 1 T
KV 301 , I .cr mov. T S t.:s' D'" TS D';' T
KV 376, 3." moYo tT 1:\,1Ii D? T~ 1;; 1
TI DI7I T 31 S í Dll l T+++1 seria un proceso armónico inimaginable se encuentran hasta el proceso de retención del grupo final donde se
para un tema clásico. (La cadencia seguirá siendo por más tiempo un siguen unas a otras, cada vez con más densidad. As! pues, vem~ ya en
medio de la forma conclusiva aun cuando haya dejado de servir debase Mozart la tendencia hacia una cadencia articuladora ' y conc1uslva del
al proceso musical.) proaso musical , si bien ha dejado de ser su fundamento.
3. La serie S D , que habíamos encontrado enteramente en la época
de Bach, no aparece tanto como antes en la música clásica. Una escueta
S sigue a la T o a la Dtl y también la S6 o la SI preceden a una escue-
ta D .
Con excepción de las progresiones sólo hallamos en la música de la
época de Bach el acorde de séptima sobre el séptimo grado en modo
mayor como estructura de transición o de paso. La música del período
EL PAPEL ESTRUCTURAL DE LA CADENCIA
clásico lo conoce en cambio también como acorde. Representa una mez-
cla de las funciones de D y de S de la misma manera que el acorde de
Observemos el papel estructural de la cadencia en el primer movi- séptima disminuida en modo menor era una mezcla de las de D y de s.
miento de la .Sinfonía Haffner», KV 385, de Mozart. Aunque esta gran- En consecuencia, nuestra designación será:
diosa obra contiene muy pocos procesos armónicos complicados, el nú-
<fl.I5:. 1== ...
mero de cade ncias (que aparecen en las versiones S6 O' T, SI D' T,
O T, SI D T. T S6 D T) es muy reducido; sólo seis series de subdomi-
nante-dominan te-tónica hasta el comienzo de la reexposición en el com-
si
--+
D" T
pás 125. ¿Y dónde aparece empleado este medio conclusivo y de arti- Su séptima es aún una séptima igual de clara (y no una novena) como
culación de las secciones? la del b V • Sólo el romanticismo conoce un acorde de séptlma y novena
Una primera cadencia apunta al compás 13; fin del tema . Segunda de dominante abreviado (véase el capítulo de Schumann), que puede
aplicación del tema; superposición canónica; un desarrollo que se libera concebirse -pero no aún- como un acorde de séptima sobre el séptimo
del material del tema; semicadencia sobre la dominante. Una nueva apa- grado si el contexto se presta concr~tamente a ello. .
rición del tema principal en instrumentación pianística (técnica de La progresión que vemos en el ejemplo sigUIente (mmueto del cu.ar-
Haydn; en vez de un segundo tema, presentación del primero bajo una teto de cuerdas opus 76, númeJo 3 de Haydn) nos patentiza la relaCión
fisonomía modificada); modulación definitiva a La mayor. Primera idea de la b v en el menor y de la e' en el mayor.
conclusiva, formada con el tema principal y cerrada con la cadencia nú-
mero 2 en el compás 66. A continuación una segunda idea conclusiva I I ,..., I I--L
llevada por los oboes y cerrada con la cadencia número 3 en el compás
74. En la tercera idea conclusiva otras dos cadencias, construidas sin
duda sobre Tp Sp J I O T, Y un final definitivo de esa idea con la cadencia
1'"
,T
- .J.
,ss
,s ....
J
I
..J..i
'
-' .J
,
.J..
SO
completa número 4 en el compás 88. Se suman inmediatamente las ca-
dencias números 5 y 6; una cadencia repetida sobre un pedal de tónica Do mayor: Tp (?l) Tp1 ,
(compases 90 y 92) al final de la exposición . Y no hay más cadencias
hasta el compás 125.
Sol mayor: S· ~~ r, 1
La semicadencia sobre la dominante, tomada de nuevo tras la pausa prolonga el desarrollo de la transición sobre su dominante, que a ese
general, se convierte en la nueva tónica, o diríamos mejor, va a con- fin, por otra parte, inserta entonces su D.
vertirse, porque tiene que pasar primero por la estabilización a trav~
de su dominante, que la hará verosímil. En casi todos los casos esto He aquí la representación esquemática:
ocurre antes, al preceder la IY a la D, aunque sólo sea en una breve
transición, como en la Sinfonía «1úpiten>, KV 551 de Mozart (compases
35-37): Cfli
Do mayor: T
i§
f
.fi '9
J J 1_./ I ~ I J Sol mayor: D ~. , D
el·S" . ~
--
, i
i I
fe o ' I
, DJ TTp5~~:DJ9:D t! DT Beethoven , nos indica con bastante claridad lo que le puede ocurrir a
uno en el modo menor: con la t dP tP se ha alcanzado ya en el cuarto
mad~n~~O:.:!~~~a I~ tona~dad de ~dominante, estructurada y afir- compás lo que habria tenido que ocurrir 40 compases más tarde de-
biéndose así modular de nuevo a la t. (Aquí, a Beethoven, en este mo-
una breve do' ~ a ayo a de su IY y su O, puede permitirse tras vimiento, no le ha ocurrido nada al anticipar la tonalidad del segundo
incuestionabl~:e~~~e ~:~;~ad et~ansitar la anti~ua T, pe:cibida ;hora tema , pucs la pone . como en algunos de sus movimientos en modo me-
en su Sinfon!a 102 ( 46- a nueva tonahdad. ASI hace Haydn nor, en la dominante menor, si menor.)
compases 58):
La sinfonía en sol menor (núm , 40), KV 550 mantiene la exposición
T(I>;1)Tp(f):)Tplf);)~~D , 2.• tema del primer tema dentro de la cadencia, tomando al comenzar de nuevo
el camino directo, después de una semicadencia en la dominante:
D: p;r D;~ :I1(D:)S(tl)5piD) DT
. Observemos cómo Beethoven se suma a esa técnica modulatoria or
ejemplo en su Sonata para cello opus 102, 2 (compases 18-63) : ,p
sol menor:t
T DrTp (D~)Tp ~~ D Si bemol mayor:
LA MODULACIÓN EN EL DESARROLLO
A. ~ de poder ~mentar el mayor número posible de ejemplos, nos Ambigüedad de una tríada reducida a dos notas. El Si y el R~, ter-
penrutIremos escnbulos en forma de extracto y comentar detall cera y quinta de Sol mayor. se convierten en quinta y séptima de una
puntualmente. es O' en Mi.
Mozart, Sonata para piano en Fa mayor, KV 332: Haydn, Cuarteto para cuerdas Opus 74, 3:
Do: T
...." v. t n'
v' J t <:o. v
..:~ ~) t. Procedimiento similar: el acorde de dos sonidos Do-Mi bemol (com-
<:;ambio de es,,<:cie T t. sua~izado por el enlace de una dominante plemento sugerible Sol) se edifica sobre La bemol como nueva funda-
~mun. Después, SImples cambIOS de significado de la función (la t de mental.
o menor funCIOna como una S de sol menor, etc.).
Haydn, Sinfonía 104:
Mozart, Sonata para piano en Do mayor, KV 279:
¡Importante confusión! Reducción armónica, igualmente, a una sola Alterar es lo mismo que cambiar. Alterar hacia arriba (hacia abajo) im-
nota. Después, falta de claridad en el segundo compás. ¿Progresión? plica una elevacIón (descenso) de una nota, manteniendo, sin embargo,
¿Así pues, La sostenido como sensible de Si? El tercer compás indica la función del acorde.
que esa suposición era falsa: se trata de una nota de paso cromática. Las alteraciones más conocidas son:
Pero ¿qué papel va a desempeñar la nota de resolución Do? Respuesta:
la tercera de La bemol. Rectificación en el compás 4: iDo es la quinta
de fa menor!
Compárese la adopción de esta táctica desconcertante en el Rondó
en Do mayor para piano opus 51, número 1 de Beethoven:
Las notas alteradas están situadas generalmente en el movimiento
direccional de la voz exterior.
Una alteración de especial importancia: la creación de una sensible
adicional en el camino hacia la D.
.sJ.
¿La bemol, que primero fue nota fundamental de La bemol mayor,
debería llamarse propiamente La en el segundo acorde? ¿No sería tam-
menor~:~~~3~~§~'~~~~~~~~~~
bién Fa sostenido creíble como alteración elevada de Fa? (No se de-
berían tomar aquí decisiones definitivas de ningún tipo, «o blanco o ne-
gro,,: porque la ambigüedad identifica a los compositores que se en- si p
frentan a un desarrollo.)
Algo similar le Ocurre a Mozart en el Cuarteto para cuerdas KV 464 El desarrollo de la Sinfonía 103 de Haydn, compases 136-138, nos
(compases 29-33 de la exposición; todos los demás ejemplos están to- resenta otra posibilidad de alteración. La fundamental del a.corde ~e
mados de desarrollos): ~Ptima de la dominante de Re bemol mayor s~fre una ~te~aC\ón
haCia
arriba Se produce entonces un acorde de séptlma dlsmmulda sobre el
La u~, en forma de .@v, conduce a Mi bemol mayor. La sorpresa es
perf~cta, porque ese mismo movimiento de semitono en el baJO había
sido antes una inofensiva bordadura:
Do: T.
mi:
D
..!: ~. ~~¿.~.~~.
:¡: .... .,
••••••••••••••••••••••• 146 •••••••••••••••••••••••
• •••••••••••••••••••••• 147 •••••••••••••••••••••• ~;.:-
Dielber de la M otte Armoníu
- - - _. _ - - - -- ------'-''- '==
'."-- ..
En el siguiente pasaje (Mozart, Sonata para piano en la menor, KV
, p -
310) a Do mayor sigue un acorde de séptima disminuida erigido sobre
También al oyente podrá hacerse evidente la resolución mediant; el Mi , que se queda sin alcanzar la meta (Fa mayor como acorde de cuarta
movimiento de semitono de una voz, cuando éste hace que una D se y sexta), para desenmascararse en cambio como una simple formación
convierta en un claro acorde funcional: de retardo del acorde de séptima de dominante sobre Do. Éste sufre a
continuación un cambio enarm6nico (Si bemol por La sostenido) y la
nueva meta, Si mayor, se concibe entonces como dominante de Mi,
puesto que el último giro armónico es usual como introducción de una
nueva dominante.
t:-e-
Si Sol La .. '.1- " ~~
sostenido bemol
. - ~
~ ~
en Do mayor: T -
También el ejemplo siguiente, tomado de la pequeña Sonata para en Fa mayor: , .. >
piano en Fa mayor en dos movimientos de Mozart , muestra la ml~ma
,
tendencia a la legitimación de la sensIble mediante unos encadenamien- Los tres ejemplos siguientes, tomados de sonatas para piano de Mo-
tos a los qu.e nos parece casi imposible atribuir un carácter funcional: zart reproducidas sencillamente en forma de extracto armónico , nos po_
nen de manifiesto que el cromatismo, como legitimación de la sensible
i *! .,
~! ~! ji!
:;
.:. en los enlaces de los acordes, elude las tríadas estables en modo mayor
y prefiere incluir este material en su forma debilitada como acorde de
re: t +=
D d
-;- 'jO
sexta. Do-Mi-Sol es demasiado fuerte, y se resiste a convertirse en ele-
t~ D~
~
Fa: T,. t mento de ·una continuada cadena de acordes. En cambio, Mi-Sol-Do
p~~~§~~~~~~~~~~~~~
que permite la fuerza centrípeta.
El compositor hace posible esa impresión auditiva a base de pasar
Fa: varias veces por la inmediata cercanla de la T (o la t), reconociendo de
esa manera su poder de soberaoa. La habilidad radica en que aquélla
en mi menor: D 00 vuelve a sooar hasta la semicadencia final sobre la dominante. Es un
arte de rodeos y atajos, de pedales, semicadencia y cadencias evitadas,
~..-.t i-'"U
l. mI:
~
€?~~§"d•
i
t
51M!. 11
ft
de procesos cadenciajes que nunca terminan de cerrar la cadencia.
En este punto, la clasificación de las funciones, completada en esta
fa sostenido: ..." ~.. t' ~ "
re: S'• ",,' 1>1- t) forma por Wilhelm Maler, necesita todo su instrumental.
Sonata en Do mayor, KV 309: t t
~ tI • t· ji 11 ~"Ip
é · ."" ¡ñ~~A ¡"§ .... W=-.<- T Tp TP t? DP tP tp ~p "'p cLP df
Sonata en Re mayor, KV 576: ..
*-Iqg I"EHI! I
fPi ¡!! ¡ro; 'E b::4--
& _ _ _ _ _--..::..
-:. '>q t ~
-!>qID~I>o)tDI")~qID~3TtID~3Tt I D ~v I D 11
canza en muchas ocasiones el ti .t .
cia, podemos en cambio dec .ml e Dllsmo de su competen-
el caso de secciones de la in!ar;r1a .~pro&.lada, muy especialmente, en
dn.. 1 oy~nte de una introducción
uCCl
clásica tardla se acerca a un e:fi
paciales; muchas puertas se 1 I bClo e I~preslonantes dimensiones es- • Estos puntos nos indican muy claramente cómo es eludida la T
una promesa; una tentació e a ren y ~lOguna vuelve a cerrársele. Es sin que por eUo suf.a merma su derecho de soberanía.
dicio de la importancia y e~f:erot n~ aun una consumación. Es uo io- Otra posibilidad: La Sinfonfa eo Si bemol mayor, número 102, de
Cual. . rma o e los hechos que se avecinan Haydn: Se expone la tonalidad. Al principio se abre hacia la dominante.
ráctcr d2:~a~~sea ~¿ ioteoto de traducir eo palabras el especiai ca- Sigue una nueva apertura de uoo de los reinos. vasallos de la t:
uea o, en el foodo ocurre lo siguiente: se trata de
• •••••••••••••••••••••• 151 •••••••••••••••••••••••
•••••••••••••••• .• •••••• 150 •••••••••••••••••••••••
Dielber de la Motte Armonía
T.I S I 1>; TI S,) I p: J I TIeD: JI., )Tp P~I D I vimiento entero es una estupidez y, por mucho que uno se aplique, pura
pereza intelectiva. Vale más que uno mismo se conteste las preguntas
siguientes:
tID~ICSJ';ID)ltP5IDl>'I~v I:DH:I D ¿Cómo es de estable el primer tema en su armonía?
¿ Va dirigida la modulación hacia el segundo tema? ¿Da rodeos o
(tP = relativo mayor del si bemol menor = Re bemol mayor.) presenta ya rasgos de un desa"eglo en el desa"ollo?
¿Domina en la exposición, como seria de esperar, la D y en segundo
Muchas introducciones de sinfonías en mayor empiezan sin más en lugar la T (dado que el segundo tema y el grupo conclusivo están de-
modo menor, con 10 que consiguen ahorrar la tónica hasta el comienzo terminados desde luego por la D) o está poco claro el orden de priori-
del movimiento rápido. dades debido a inclusiones modulatorias?
Obsérvese esto, por ejemplo, en la Sinfonía en Re mayor, número ¿Hay planos de reposo en el desarrollo? Si los hay, ¿dónde están?
101, El reloj, de Haydn: (probablemente al principio y al fin).
.. t:I +_ '5 ») t .... ¿Cómo se desarrolla el tiempo de acción armónica en el desarrollo?
t-rrI~;ID+-I-Il!t;IDU(t>;)IS(D; /r ltl J
..... ... _------
19'; ¿Qué vlas están funcionalmente claras? ¿Cuáles se ven legitimadas
por la sensible? Etcétera .
La clasificación de las funciones debe explicar tanto los acordes por
D;l)ltPID~1 t /D~ID~ltl~Y)~~"IDltgl">ID-l- n
_____ J
separado como, sobre todo, el conjunto de los pasos. Veamos como
ejemplo, en este sentido, los cómpases9-l5 del primer movimiento de
la Sonata para piano en do sostenido menor, opus 27, número 2, de
• Esta T no es la tónica en Re mayor: el entre paréntesis entero se Beethoven:
refiere al acorde tP = Fa mayor que le sigue. Por 10 tanto, la T situada do
dentro del paréntesis es una tónica referida a Fa mayor. sostenido:!: P
L. _ _ _ _ ...J = Toda esta sección podría estar clasificada también
como (Dj) tP"3 (t@; DW) tP, pero creo que tiene más sentido un solo
paréntesis para una relación tonal.
Ejercicios. De la exposición precedente de armonía clásica se de- La clasificación que aquí aparece explica en conjunto los acordes,
duce la falta de sentido que tendría poner ejercicios de composición en pero deja sin analizar los dos pasos decisivos. ¿Con qué cuidado o hasta
este capítulo. La melodía temática y la armonía del desarrollo (mejor qué punto repentinamente se hace el cambio del ámbito de do sostenido
dicho, la técnica de desarrollo, teniendo más importancia en este caso menor al de Do mayor y por último, al de si menor? Respuesta: el se-
el modo de hacer de las modulaciones que la simple serie de grados gundo acorde estaría ya clasificado en la tonalidad de Do como Tg y el
correspondiente) se convierten en logros artísticos individuales. Querer cuarto acorde en el sistema de si menor como sO y Por esa razón se
imitar la composición sería una vana presunción y muy escasa la utilidad habrían dado ya en esa soldadura la clasificación antigua y la nueva de
de las copias estilísticas respectivas. un acorde.
Es en 'cambio muy útil y no poco estimulante el análisis armÓnico de La invención de vías propias de modulación tiene únicamente sen-
las obras clásicas, si se tiene en cuenta constantemente al hacerlo el as- tido en el caso de la armonía de las introducciones lentas. No se debería
pecto formal. Ese análisis deberá efectuarse a la vista de la presentación dar aquí como ejercicio otra cosa que el número de compases. Una in-
dada del material: como confirmación de la misma, su complemento troducción de cinco compases adopta un curso diferente que el de una
(descubrir otros procedimientos de modulación) o su correcciÓn crítica. de 30, que exige ya un máximo refinamiento de la disposición (porque
Hacer una clasificación completa de las funciones existentes en un mo- hay que llegar también oportunamente y con seguridad a la D').
nicamente llevado por un pizzicato de la viola -los violines se limitan 4. Ruptura y 5 tónica con una perspectiva ampliada: dos vec~s Mi
a esbozar el acorde en los tiempos débiles--, el primer cello, acompa- bemol mayor-Do bemol mayor en la exposición ~el.último ~ovlmlento
ñado por el le gato del segundo sobre todo en terceras y sextas , canta de la cuarta sinfonía de un Franz Schubert de dleclRueve anos. Tona-
una melodía extrañamente angosta en una tesitura aguda -siempre sin lidad, do menor. .
cesar las mismas notas-- que es repetida a continuación por el primer Cuatro compases de introducción. Sigue un tema en aUegro de dIe-
violín. Asombrosa preponderancia de la nota Sol. ciséis compases no muy alejado de Haydn. Armonía escue~a, s" O tG
Si sumamos los valores separados, ese Sol es en los compases 58 al como hecho más acusado. Repetición con modulación haCla la tP Mi
81 (24 compases) la nota de la melodía durante 56 negras; esto supon- bemol mayor. Una amable melodía de unión a partir del compás 33,
dría, pegadas unas a otras, 14 compases, más de la mitad de toda la regreso al primer tema, de nuevo en do menor. (Como tant~s veces en
melodía. Pues bien, esa melodía tan pobre en movimiento, de tal ma- Schubert: un tema en forma de Iied A-B-A cerrado en si mlsmo:)Ter-
nera encadenada a una nota central. constituye para muchos amigos de minan los hechos melódicos en el compás 63, sección de transIcIón y
la música de cámara la quintaesencia de la melodía, de la amplitud y modulación (bV repetidas veces como medio de modulación). Segundo
profundIdad de la expresión. Nadie se resiente por la estrechez del es- tema a partir del compás 85. Más rico ~~óni~mente que el prime~o,
pacio tonal, nadie percibe un desgaste de la nota central; ¿por qué? Ese aunque tampoco hay en él ningún medIO I~habltual. Grupo conclus~vo
Sol es en el compás 58 una octava de Sol mayor y se convierte en el en el compás 129, claramente refendo al pnmer tema (JJ?TI). Una SIm-
compás 60 en una tercera de Mi bemol mayor. En el compás 65 el Sol ple fórmula repetida T T O O de cuatro co~pase~ en ~I bemol. Y en-
vuelve a ser la octava de Sol mayor, alcanzado, a través de fa menor, tonces, en la tercera entrada, la catástrofe: SIR prev~o aVl~ se ve el oyen-
como semicadencia de dominante de la tonalidad paralela'do menor. El te lanzado al alejado Do bemol mayor. Ruptura, SIR prevIa preparacIón
Sol vuelve a ser tercera de Mi bemol en los compases 66 al 70 para armónica. Posibilitada, tal vez legitimada, por la a~umulada fuerza ~e
convertirse en el compás 71 en quinta de Do mayor. Modulación a la un movimiento de corcheas que durante todo el mOVImIento no se habla
dominante de esta tonalidad: en el compás 79 se alcanza Sol mayor. interrumpido, al menos en una de las voces.
ra:
menor: D--. I:P J> .... D tP T D--. tP
Todas las transformaciones de acordes situadas bajo el Sol mante-
nido son transformaciones de tercera; la sencilla relación O-T (Sol-Do
mi:
mayor) no ha llegado a emplearse. El Sol aparer.e expuesto una y otra
vez de nueva manera como centro de la melodía. Es una nota mante- ta sostenIdo: D
nida. En ella la melodía se eleva hacia la quinta (de Do), alcanza el
Alcanzado de nuevo el Mi bemol mayor, 30 com~ases antes de con-
fundamento seguro (Sol mayor) y flota en suspenso hacia la delicada
cluir la exposición, una primera cadencia de afirmaClón del objetivo .al-
tercera (de Mi bemol mayor): es un movimiento melódico sin camino.
canzado' el viento que concluye su participación en el proceso melódICO
La transformación del fundamento de los acordes crea la impresión de
aclara al'oyente la función cadencial, al limitarse en lo suceSIVO a marcar
una gran amplitud espacial melódica y es percibida incluso como un
acontecimiento melódico. los puntos fuertes de los compases:
~~ Tp TrD1
-..--~-- b~~DJJ
Si:
t
Tt D'
Dp T t
t Mi bemol: Dp T
Schubert, Cuarteto de cuerdas en Do mayor, op. 163, primer mo- tino pianísimo subraya el carácter de impulso hacia lo inesperado. Mo-
vimiento, compases 228 al 251. Aquí se recorre una vez y media el dulación de regreso a través del acorde Do Mi Sol La soslenido como
circulo de quintas a partir de Si mayor, alcanzándose la preparación de ,r9J> Dll en Mi mayor:
la reexposición en Sol mayor, como D7 •
.,
Si: T S O" TI La bemol escrilO
como Sol soslenido
..,
Re: Tp S O" T I O I
Fa: Tp O T I
- La bemol: Tp O T I
Mi: OpTI O I ,.,..
Do: TgO'
Vemos cómo una tónica mayor es convertida en menor cinco veces,
de forma tal que los grandes pasos descendentes (T t = 3 grados) per-
manezcan dentro de los grupos' tonales y los cambios de tonalidad pue-
dan proceder por pasos mínimos (t si menor es la Tp del Re mayor). CORRESPONDENCIA DE SENSIBLES
En el Quinteto con piano en La mayor, op. 114 de Schubert, el de-
sarrollo del primer movimiento constituye un único descenso en el curso Hemos hablado ya de la modulaci6n de sensible en Beethoven como
del cual se disponen breves planos melódicos en los grados recorridos: de un medio modula torio propio de los desarrollos clásicos. Sin embar-
final de la exposición Mi mayor, comienzo del desarrollo en el contra- go, numerosos pasajes de sus obras tardías nos permiten sospechar la
acorde de la variante, Do mayor. Compás 147 Do mayor (o .), compás presencia de otras intenciones compositivas en los. enlaces d~ sensIbles.
161 do menor (3 .), compás 164 Mi bemol mayor (3 .), aquí una mayor No se trata ya sólo de secciones del desarrollo, SIDO tamblen de Ideas
permanencia (tonalidad de trítono de la T La mayor). Compás 185 fa temáticas. Al oír esos pasajes percibimos más bien una ampliación de
menor 4.), compás 189 La bemol mayor (4.), compás 193 Do bemol
un espacio tonal que el abandono del mismo. . .
mayor (7 .) transpuesto como Si mayor (5 .). Compás 196 mi menor
Al comienzo del Cuarteto para cuerdas en mi menor, op. 59, nume-
(11), compás 197 Do mayor (o '), compás 199 fa menor (4.), compás 200 ro 2, y tras unos contundentes acordes en la t D), se presenta el tema,
Re bemol mayor (5 '), escrito como Do sostenido mayor (7 1). Compás
separado mediante pausas generales, bajo dos formas dlstlDtas. Hablar
202 fa sostenido menor (3 .), compás 203 La mayor (3 ,). Compás 210
aquí de t y de movimiento hacia sG sería tal vez un error. Porque lo
comienzo de la reexposición, como suele hacer Schubert, en la subdo-
cierto es que ese Fa no se relaciona con Mi como represe~tante de un
minante Re mayor. (De ese modo se consigu'e que la T no se vea des-
La, sino que está simplemente cerca de él. ElevaCIón cromatlca de una
gastada por toda la reexposición, no alcanzándose hasta la modulación
tónica. Observemos cómo prosigue lógicamente esa tendenCia ascen-
al segundo tema.)
w:
dente en el Fa sostenido de la entrada de la viola.
8. Cadencia evitada (rota): podríamos denominar el repentino mo-
vimiento de tercera en los compases 104-110 del primer movimiento del
mismo quinteto con piano, como un tipo desacostumbrado de cadencia
evitada de especial atractivo armónico. El movimiento ascendente de la
l"tEfrlIr&1 ' !--
voz de cello La Si Si soslenido Do soslenido retarda en el piano el La En su Cuarteto para cuerdas en fa menor, op . 95, después de una
Si Si sostenido, que se desvela inmediatamente como un Do. El repen- semicadencia sobre la dominante en el compás 5 y una pausa general,
~¿ªAJIf" t' I
t---- 1>. - - - - - - - -
y pocos compases después se produce el regreso en unísono
q 11í;m
lfiFta'- JP UDa I . El Do, sexta menor de mi menor (tercera de la s), se convierte ines-
peradamente, por el rebajamiento cromático de la fundamental, en sex-
TRANSFORMACIÓN CRoMÁnCA DEL ACORDE NOT A A NOTA
ta mayor sobre Mi bemol. Vuelve a hacer aqul el Sol, la tercera, de
centro de transformación del acorde. (Por lo demás, esa melod!a en mi
menor no es tan simple, si atendemos a su preparación: una modulación
ya desde la perspectiva de la corres pa:ltu~as de Schubert, estudiadas
Echemos un nuevo vistazo a las .
en unísono había elevado la tónica Mi bemol del compás 661 al funda-
no en Mi bemol mayor, op 100 .pon enCl~ ~e terceras. Trio con pia- mento Mi. La melodía atraviesa en consecuencia por primera vez un
. , pnmer mOVImiento, compases 106-112:
fascinante espacio armónico nuevo, Y el inesperado descenso inmediato
de la fundamental restaura la base original de Mi bemol.)
Ahora sólo una breve indicación sobre otros pasajes que se deberlan
estudiar en las partiruras: Quinteto de cuerdas en do menor, op. 163,
segundo movimientu, compases 47-48:
Quinteto con piano en La mayor, op. 114, segundo movimiento descendentes o ascendentes; segundo, como estrategia de planificación;
compases 80-84: descender de DaD = doce pasos . Plan: 4 + 1 + 3 + 3 + 1.
Solución:
4 1 3 3
en Re : T s
Es digno también de estudio el comienzo de la escena en el Furch¡- en Mi be- Dp T
baTen Waldschluchl del Freischulz de Carl Maria von Weber: mol:
en Sol be- Tp T
mollFa
sostenido:
en Re: Dp Tp S D T
2. Formación del oído: lea los ejemplos utilizados y compruebe si
consigue su representación en acordes. De no ser así, tóquelos al piano
escuchándolos conscientemente. Imagine otras series de acordes (por
ejemplo, Re mayor, Si bemol mayor, si bemol menor) e intente oírlos.
Compruebe al piano si el oído interno los ha percibido correctamente.
Ejercicios. La correspondencia tercera no fue tratada en este pa- Hay que trabajar sobre todo las transformaciones de los acordes nota a
saje como material armónico anónimo que, de acuerdo con las reglas nota .
de uso general (digamos: reglas de resolución de la D\ podría utilizar No tengo inconveniente en admitir que me cuesta esfuerzo repre-
cualquiera en cualquier. momento. La exposición en ocho pequeños ca- sentarme el sonido de series como ésta
pítulos deberá dejar en claro más bien que el efecto artístico de una
progresión armónica de terceras no es lo mismo, de ninguna manera,
en diferentes situaciones musicales concretas. La persona que después
de este razonamiento se sume a mi opinión (<<Una serie D-T es algo que
Por esta razón me uno con mi propio trabajo a este punto. Reco-
se utiliza, una serie de acordes por correspondencia de tercera hay que
miendo este procedimiento: de la audición correlativa a la audición si-
inventarla») no esperará aquí ninguna invitación a componer piezas
multánea. Por consiguiente, me representaría:
schubertianas . En cambio. es necesaria la solución de ejercicios de otro
tipo, y a mi juicio, más eficaz:
Armonía
~~~~
(apremiado por un dolor feroz, de Dichlerliebe núm. 10) le basta s"
OH t.En cambio, cuando el cantante -lívido y sangrante el corazón» U<L- t....,!
(bleich und herzeblulend) «de espaldas a la alegria. (von der Freude weg-
ge Kehrel), acepta la perdida dicha como «tú, mundo mío» (du meine
Well) y, herido de muerte, sigue contemplando y mirando la 'belleza de
ese mundo inasequible para él, se inaugura un nuevo mundo armónico. t'l'ii
.Mein Herz iSI wund, du bist so jung und bist so gesund» (Tengo el Schumann se adelanta acercándose a Oebussy enkel¡ nú~er~ ~!~I~S
corazón herido y tú eres lan joven y estás tan sana), rimó el poeta Cha-
misso (opus 27, 3, .Was soll ich sagen?». Schumann le arranca al can- Lieder con texto de Kemer, opus 35 A~f das T~m ~'~n~:)e Acorde~
tante de corazón afligido en el más auténtico sentido de la palabra, ese benen Fraundes (En el vaso en que dbebla un t~~:ónl para ~nvertirse
de O' sobre Si bemol, Do, La y Fa a qUieren r . _
en un gran plano sorioro liberado de corre~ación func,ona\ha~~~ ~!~~e
lan joven (so jung). A La mayor sigue una O' sobre Fa, seguido de una
O' sobre la base Si. Los tres acordes están unidos por esa La común, man
to de que la clasificación acordes de séptIma de .dom e Todos los
primero una estable octava que , sensibilizada y convertida en una ter-
inadecuada. Como matiz cabe pensar en I~ séptlm~ menor.
cera, acaba tomándose en séptima:
acordes están unidos por una o dos notas comunes.
.
SI
.,
--"""a., .. _____ ___
menor pl'
J
t., ~
Preludio
[rp] ;
La nota Sol es la séptima de la dominante. En lo que sigue, el Re sostenido es rebajado a Re y además situado
En la primera estrofa se suman la voz y el bajo del piano: en superposición inferior de terceras con SI, Sol sostenido y Mi soste.
nido .
I
El Dl (la mayor pane de las veces con novena mayor. y con menos
-Er-
. menor
SI ~ " frecuencia con una menor) desempeña un papel decisivo en el lenguaje
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 177 •••••••••••••••••••••••
• • • • • • • • • • • • • • .. • • • • • • •• 176 •••••••••••••••••••••••
Die/her tlt' lo .\lurte
Ar"w"íll
sol menor/mayor: ~
T
Tema de las variaciones Abegg:
1 1
Lied «Die rote Hanne» op. 31, 3 (Texto de Chamisso):
I
T
Intermezzi op. 4, núm. 1, compás 7:
T
La tendencia a la resolución de la novena es únicamente compren-
t
sible cuando no se la contrae hacia una segunda ni está situada una sép-
tima por debajo de la nota en función de fundamental. En consecuencia.
el ol no es posibie y en el caso de las inversiones usuales Di, Di Y DI
la fundamental tiene que estar lo suficientemente grave en el acorde
como para que se pueda mantener el intervalo d~ novena. (Véase el
ejemplo de la .Kuriose Geschichte».)
•••••••••••••••••••• ••• 178 •••••••••••••••••••••••
•• • •• •••• •• •• • ••• • • • ••• 179 •••••••••••••••••••••••
Armonia
Dietber de la Molte
todavía lo que eran antes, pero hay otros que quieren que se les escuche
Como quiera que 1, 3, 7 Y9 tienen que estar contenidas en el acorde con otros ordos.
de séptima y novena de dominante, en su representación a cuatro voces
hay que suprimir la quinta de la dominante. Por In tanto, el O! sólo es
.'
realizable a cinco voces . " ¡,.,. ~6«f
, I
du Tate,.
~J
¿UN ACORDE DE SÉPTIMA Y NOVENA DE DOMINANTE ABREVIADO? fif1 l...¿,! '--'
~Jt:: ,~.
~_.
_0_
So. ') 9>
El '1)" y el o' son mucho más antiguos que el O, y el O, . Los como
positores y oyentes de la época de Bach no escuchaban el Sol en el Si- Sol bemol: S T
Re-Fa-La bemol y los oyentes de la época clásica no lo escuchaban en Mi bemol:
el Si-Re-Fa-La. pero lo eludían como inherente al mismo . Lo he tenido
en cuenta al clasificar las cuatro notas de este acorde de séptima sobre La situación armónica antes de la segunda barra (Lieder con texto
la sensible 1, 3. 5 y 7 Yal evidenciar la función tal)$o de dominante cOmo
de Kerner, opus 35, núm. 12), referida a Mi bemol mayor, es sin duda
de subdominante de estos dos acordes de b v y lY. alguna de subdominante: secuencia de la serie S-T precedente en Sol
Pero una vez que en el romanlicismo la Ol fue inIroducida en la bemol mayor. Se puede considerar la nola Re como una bordadura. Si
música como acorde con novena mayor y ~on menos frecuencia- con la oímos como un hecho determinan te de la armonía , es desde luego
novena menor, adquiriendo enseguida un significado decisivo, son ad- sensible de la dominante hacia Mi bemol, pero Mi bemol es al mismo
misibles para esos acordes de séptima dos concebibles maneras de au- tiempo abordado desde la subdominante en el bajo. Por esa razón, me
dición : ambos pueden seguir siendo compuestos y percibidos ahora decido aquí por b ~ y considero fuera de lugar a lb;.
como antes (porque también en la cadencia simple, compuesta en tiem-
El afán existente en tiempos de Schumann por una ampliación de
pos de Schumann, sigue sonando el pasado). Pero por otro lado, se pue-
de concebir también su aparición en la nueva música romántica, como los medios de expresión armónicos no produce, si prescindimos del Ol,
la introducción de acordes nuevos, sino de profundizaciones novedosas
una forma incompleta del nuevo 01, inclusive en el caso de que éste les
de acordes ya conocidos, haciéndolos aparecer bajo una luz totalmente
preceda inmediatamente" como en uno de los ejemplos siguientes.
nueva . De ese modo, sobre todo en el caso del acorde de séptima dis-
minuida. se adquiere un nuevo atractivo armónico.
Menor: b V
, ahora eventualmente también lb;', = Si-Re-Fa-La
bemol.
1
I
f r j' r
Mayor: spl o bien VII' en la época de Bac h. en la época clásica b',
ahora eventualmente también lb1, = Si-Re-Fa-La.
Me niego a proponer reglas empíricas definitorias simplificantes a la
'r D; C1t) [ T~ J
vista ¡je estas estructuras. Se trata más bien de adentrarse con el oído
13
. El tercer acorde de este comienzo de Lied del opus 27. núm. 5, per-
en cada caso respectivo y en una situación concreta y elegir entonces la SIgue un mi menor que no aparece, pero debe ser clasificado, ya que el
clasificación adecuada . Al estudiar a Wagner tendremos que tomarnos acorde precedente, como dominante intermedia . sólo se puede clasificar
una molestia similar con otros acordes : algunos de ellos siguen siendo
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 1H 1 •••••••••••••••••••••••
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • _. 180 •••••••••••••••••••••••
ArmorJ ill
' .. 'J., -
.//
'1 tiL!"
~
. auditivamente esperado, al Re sostenido-Fa sostenido-La-Do, o sea, a
la .@v de La mayor. _
Se puede considerar también como cadencia evitada la serie de va-
rios acordes de séptima disminuida, como la que aparece ya en Bee-
thoven, por ejemplo, en el Largo e mesto de su Sonata para piano opus
I~I I 10, número 3. Ocurre que las dos progresiones posibles cumplen con la
expectativa de progresión de una voz (o de dos , respectivamente), pero
La interpretación de este acorde de séptima disminuida como D, enl(añan en las restantes:
sostenido-Mi-Sol-Si bemol, es decir, como (b V ) [Sp] no acaba de con
vencer. Do sostenido es una nota de paso cromática y La sostenido un,
nota auxiliar de ataque por salto. Es decir. T~
,,< DJ. En relación con ello, indiquemos que Schumann recurre con fre-
El acorde de séptima disminuida ,@v tiene gran importancia en est, cuencia al empleo de la cadencia evitada de la subdominante. Estúdiese
época que estudiamos y sobre todo en la siguiente (Wagner) como ca el final de Kind im Einschlllmmern (<<Escenas infantiles» [Kindersze-
dencia evitada. nen]). En modo menor: D 7 s---; así como uno de los Lieder con texto
, I
Modelo : de Kerner, el opus 35, número 11, frase final «si e l.ssen mich nicht
ruhn». 07 T
En modo mayor: 0 7 S, 0 7 , T _ _
] I I
:
J ..!. -J...LLJ
-- LA LIBERACIÓN DE LA TÓNICA
~V D t
Gracias a la evolución precedente, completamente reconocida y con-
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 184 •••••••••••••••••••••• '
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• lB') •••••••••••••••••••••••
...tnmmj{,
-- - -- - _..
Dietbc'r de la .Hvltc'
. . I ma or (compás 33). Ésta aparece en su-
firmada, la cadencia clásica experimenta en los últimos compases de la olla nueva tómca M. hemo . Ymedi;ltamente cuestionándose su es-
gran Fantasía en Do mayor, opus 17, una fascinante ampliación: perposición inferior de terceras lO '
'ti -=:
tabilidad:
~ 11---
j; ~5
-- .L
Compás 36
')= : Compás 33 Compás 34 Compás 35
b~
Sol Sol
Sol Mi bemol Mi bemol
Mi bemol Mi bemol
Se alude incuestionablemente al encadenamiento T (07) Sp O T, y, Do Do
Do
sin embargo, no bastaría tal interpretación con una Sp en posición tan La La
grave. El Re bemol no sólo es aquí un Re muy profundo, sino que tiene Fa sostenido
además el mismo sonido que la precedente sensible Do sostenido. Ésta
se reforzaría en consecuencia, alzándose sobre ella una tríada mayor Do Compás 37: nueva tónica sol menor, en inmediata superposición in-
sostenido-Mi sostenido-Sol sostenido. La clasificación funcional correcta
-aunque ella sola supone poco sin la correspondiente interpretación- ferior de terceras, igualmente.¡. objetivo en el compás 41, siendo
sería: T (07) [SP] O' T. Por otra parte la sG según la clasificación fun- Re menor se conv.erte en e n~e~~ (Si bemol en &uperposición infe-
.G abandonado otra vez en el comp ~ ) Fa mayor nuevo centro a partir
cional de Maler recibiría el nombre de _Napolitana independizada. y su rior de terceras en cadencia eVIta da l' 'ón en el ~ompás 73 como acorde
designación como SN. del compás 62, ~bre una nueva m~o~:~~ida en mayor, es el objetivo en
En cua.1quier caso yo me inclino por emplear esa denominación, re- de O' . La tonahdad relat.va Re, od lacióninmediatamente después del
ferida a una situación histórico-musical precisa, únicamente en aquel el compás 82, abando~ad~l~r:: un~ modulación cromática, se alcanza
acorde en el que la sexta menor de la subdominante constituye una des- calderón. En el comp s , r termina la primera parte principal ~el
ue
cendente y quejumbrosa sensible hacia la t . Sin embargo, esta tendencia la O' de Do m~yor, con. la q 'aI nte después de una nueva desv.a-
(formulada con respecto a Do mayor) parte de un fuerte Re bemol cons- .movimiento ab.erta sem.cadenc. me ntral del movimiento empieza en
truido sobre Re bemol como octava. En consecuencia, prefiero la sG. ción. Sorprendentemente, la parte o': al cabo de cuatrO compases, con-
En esa cadencia de Sehumann suena simultáneamente un recuerdo sol menor que, convert.do. en may
de y una liberación de. Se produce también una liberación de la tónica d . ante haCIa do menor ...
duce como . omlO .onamiento de la nueva Y refinada super-
en el grandioso primer movimiento de la Fantasía. Comienza con apa- Si presclDd.mos del cuestl d os unas clasificaciones funcionales
posición inferior de terceras, ten rem •
sionada expresión el acorde Ol, reducido sólo pasados siete compases a . intensivo del nuevo acorde de D'. Gra-
una O', convirtiéndose
v en el compás 13 en una Tp para modular, a tra- sencillas con aprovecham.ent'::tualizar y reavivar la conocida tensión de
vés de ('J9 oll), a la dominante Sol mayor que, al estar en superpo- cias a él se puede aumentar, a asequible con la antigua tónica, que se
sición inferior de terceras desde Mi, aparece equ!vocamente entre Sol ma- la dominante, c~ que n~ e~a. stilo' 'el fenómeno de desgaste de la
yor y mi menor (compás 17). Por último, alcanza la meta Sol mayor en constituía en dom.~ante a ~eJo e . ón . ; aunque reciba una dosificación
el compás 19, viéndose de nuevo sometido a tensión inmediatamente en tónica! La tensión sl::~~~r~ :~~:sm~. En cambio, la distensión -an-
forma de Ol. La distensión no se produce hasta el compás 27 en la O', mayor, su efecto pe . se convierte en debilidad.
- sario polo contrano-- d os
pero en el compás 28 hay una semicadencia en Or \l>f . tano un nece . este punto la asombrosa cuant!a e proces
No queremos olVld~ e~anos tonales de la música de Sehumann. Que-
cadenciales y de grandes p movimiento de gran envergadura, con
La novena menor La bemol introduce sola la .sección siguiente, dán-
dose el caso que el acorde subyacente modificado sólo en una nota (en remos limitam~s a afirmar ~':emplear planos de cierta extensió.n de-
vez de Re Fa La bemol Si es ahora Fa La bemol Do Re) efectúa una expresión apasIonada, n~ P S diante luminosidad sigue ofreaendo
terminados por una tóruca. u ~ (véase el majestuoso comienzo del
nueva modulación de apertura. En forma de l1>i introduce a través de aún un espacio tonal ya asegura
187 ••••••••• •.•••••••••••••
••••••••••••••••••••••• 186 ••••••••••••••••••••••• ......... ............ .
I
~
Armonía
Die/ber de la Motte
en escritura pianística, es decir, en una densidad armónica libre y cam-
segundo movimiento), pero la tonalidad ha dejado ya de ser un lenguaje biante (de entre tres y seis voces más amenos).
para todo.
Partiendo de las posibilidades del acorde recién introducido de Dl,
Según nos revela el estudio de los Lieder, se le ha quitado el rango
de lenguaje obligatorio general. Se ha convertirlo en un valor expresivo ¡",entar melodías cortas que utilicen a fondo su especial valor tensional;
por ejemplo:
determinado que, al investigar esos Lieder, hemos transcrito en virtud
de los textos de los pasajes respectivos. y la nueva expresión exige ahora
otros medios. En este sentido es suficiente, en primer lugar, mantener
una apertura modulatoria constante.
Está claro que, ante esta evolución de la armonía, la gran época de
la sonata llega a su fin. Recordemos la apasionada Sonata para piano I
en fa menor, opus 57 de Beethoven: grandes secciones tonales cerradas r.1 ~~T
5
p1 r p" 5 T,
1 ~ J
en la exposición (fa menor, La bemol mayor/menor) y en la reexposición
(fa menor, Fa mayor, fa menor), encuadran un desarrollo de salvaje Someter a prueba las vías de modulación mediante la superposición
movimiento modulatorio. A la actividad modulatoria que hace su en- inferior de terceras de los acordes. Procedimiento lógico, por ejemplo:
trada en Schumann en las secciones de exposición, corresponde la irrup-
ción simultánea de una elaboración motívica, y la inmediata transfor-
mación del material expuesto.
Esta irrupción de tendencias de desarrollo en todas las secciones de Objetivo posible: Mi mayor. Es posible incluso en el último acorde
los distintos movimientos suprime la antigua contraposición de la ex- un cambio de interpretación de Do a Si sostenido, y por lo mismo la
posición, desarrollo y reexposición. Los polos opuestos de lo inalterable modulación hacia fa sostenido menor:
y lo movedizo, lo cerrado y lo abierto, pierden todo su papel estructural.
El objetivo se llama ahora desarrollo permanente o variación de desa-
rrollo (Brahms -> Mahler), siendo la disolución de la tonalidad a la vez
causa y efecto de ese desarrollo.
Probar las posibilidades de progresión de un acorde de séptima dis-
minuida; por ejemplo:
Ejercicios. Se trata, mediante la investigación individual de los Lie-
der con piano de Schumann, de comprobar, confirmar, completar y co-
rregir las tesis expuestas en este capítulo. Al hacerlo hay que tener en
cuenta por principio que: el compositor puede optar libremente entre
realzar el contenido expresivo de determinadas palabras o líneas del tex- Fa mayor, sol menor, Do mayor, Mi bemol mayor, si menor, La mayor
to mediante cambios del lenguaje compositivo o dejarse motivar por la
Objetivo:
expresión global de una poesía en el momento de elegir los medios de
expresión musical.
Juego cadencial con ,@v como cadencia evitada:
Convendría conocer el encanto armónico de las series de acordes de
D 7 mediante la improvisación de esas series al piano. Hay que hacerlo
sin un plan preconcebido. Decisión momentánea: esta séptima debe
mantenerse y convertirse en tercera; ahora se convertirá en fundamen-
tal. La 3 y la 5 de este acorde deben convertirse ahora en 5 y 7, Y así
sucesivamente.
Realizar por escrito series de acordes de Dl y todas sus inversiones
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 189 ............................ .
• .. • • • • • • • • • • • • • • • • • • • ... 1HH •••••••••••••••••••••••
Anl/vl/¡l/
IJ;c,tb(.'r de la ..1!olle -,,------- - - -- -- ----
LA ÓPERA (1600-1900)
EL TRAZO AMPLIO Ese sendero conduce a una octava más grave: ni un solo caso está
as.~o,ycd ada uno de ellos lleva a una. tríada aumentada quelfu~
, por
Un cartel que deba captar a los transeúntes exige, en formato y co- así decirlo, obliga a los que bajan a recumr a las manos, ya que e _
lorido, cosas distintas que una ministura, que puede contar con un sujeto damento del acorde no permite estar de pie. La Idea es gemal y cons
contemplador que quiere ver y que llega a verla por iniciativa propia. tituye un típico recurso operístico. .
El tipo de música al que la ópera también pertenece (con un porcentaje Arda acto cuarto, segunda escena. Radamés se entera por Amnens
de atención del 20 al 80 %, rara vez del lOO % como la de concierto) de ue Aída vive y sólo ha muerto su padre. Subyace a la narraCión de
tiene que llamar la atención de un modo más drástico que el cuarteto los ~ramáticos sucesos un inventivo. compás de paulatmo y progresIvo
de cuerda, que no tiene por qué temer ninguna distracción. ascenso cromático, tonalmente ambiguo.
Un decorado de 20 x 10 m de formato se pinta con diferentes pin-
celes que una acuarela de un formato de 50 x 70 cm. Una forma musical h."h-
~)!" lo h M ; , •
-
R.: Pronto a morir son gia! to de la escena. Las unidades tonales están indicadas debajo de él; in-
dicamos con .... las modulaciones lógicas y comprensibles, y con .l\r-
= ~ ;;a ;S
"" ;S $O ;S $O •• o o las vías de modulación inesperadas y caóticas. Las situaciones tonales
de matiz equívoco están señaladas con un ?
1 15"11" VI> u -e- If-& Véanse en este sentido las páginas 194-195.
Jo~
La brevedad de las unidades tonales correspondientes a Donna Anna
~o ... -e-~
indica lo afectada que está por el terrible suceso. Las órdenes de Ot-
tavio, en cambio (<<Ah, soccorrete amici ... »/«Celate, allontanate ... ») o
I I I I I I
• • SUS objetivas afirmaciones (.¡¡ duolo estremo») delatan su superioridad
y su distancia mediante una disposición en grandes planos. El infalible
He aquí el extracto armónico de los cuatro grupos dialogados. Son
instinto de Mozart sitúa el punto culminante del embrollo tonal en la
dos grupos idénticos: una octava vacía se llena dando lugar a una D7'
exclamación de Donna Anna «padre amato».
Pero esa séptima, correctamente resuelta, no se convierte en la tercera
de una tónica, sino en fundamental de otra D 7, cuya tercera, tomada Es algo muy ingenioso en esta situación el que también permanezcan
abiertos los tres cortos fragmentos orquestales: los dos primeros ter-
como octava vacía, se convierte en fundamental de la siguiente D7' Am-
plificación en la tercera fase del diálogo: cuatro acordes en vez de tres; minan semicadencialmente en la dominante, el tercero en una cadencia
tres movimientos cromáticos ascendentes en vez de uno en la voz su- evitada (Sol mayor como tG en si menor). E incluso a nivel del nexo
más pequeño, la parte orquestal se encarga de neutralizar todas las es-
perior; en vez de una o dos, tenemos ahora tres sorprendentes progre-
siones armónicas (señaladas con !). Cuarta fase del diálogo: clara re- tructuras cadenciales finales, puesto que cualquier acorde, concebible
como conclusión de tónica, se convierte inmediatamente en punto de
nuncia, disposición a la muerte. Inequívoca cadencia en do menor.
partida de una nueva modulación,
Ambos pasajes de esta escena, a pesar de ser tan diferentes, emplean
He aquí dos ejemplos:
el mismo medio de indefinición tonal (¿qué nota constituye la base?) y
el mismo cromatismo en progresión ascendente. Extienden de ese modo D. O.: O Himmel ...
el estado de tensión sobre un gran plano, algo muy indicado en la ópera.
~o/
D. A.: Vater...
9.:~
D. A.: Ach, dieser Morder
§$
ª~
erschlug ihn mir?pp I
O. O.: Signora ... O. A.: Ah, I'assasino mel trucido. Quel sangue ...
:o
~. quella piaga ... quel volto .. . lineo e ooperto
del color di morte ...
mio ... caro padre ... padre amato ... lo manco ...
Mi bemol
? ../)r mayor JV- re menor ./"\v- la menor
•
••
• O. O .: Ah, soccorrete
•• io moro ...
• amici I il mío tesoro
Cercatemi. .. recatemi ...
•
• ~ mi menor
•
•• sposa ...
•• Ah. non tardale ... Donn' Anna ...
qualche odor, qualche spirlo ...
•
i la menor! -+ Do mayor
-+ ¿Sol mayor? -+ ¿la menor?
• -+ ¿Do mayor?
•
• Oatele
• il duolo estremo O. A .: Ahi! D. O .: Gia rinviene ...
..... amaca ...
~ la me,chinella ucci<.le!
• _ sol menor
•
•• -+ do menor
•
•• D. O .: Celate. allontanate agli occhi suoi
nuovi a¡uli ... D. A .: Padre mio ... quat'oggello d'orrore .
•
•
• ~
•
••
•• fa core!
• consolati ...
• Anima mia ...
• 11.
•• la menor
~ remenor
•
•
Dielber de la Molle
Armonia
refolZada férreamente por el juramento de venganza; unidad de los
amantes en el sufrimiento). (Abruzos)
Musik (música de segunda mano) del siglo XIX. En tal discrepancia entre
la conducción de la meloriía y la energía de la escala ven criterios ob- (Duque de Mantua J
jetivos para la insulsez de determinada música. Sólo una escasez de co-
No siendo acaso en un principio otra cosa que una de tantas posi-
nocimientos de la literatura musical puede conducir a tamaño malen-
bilidades de formación melódica, este giro se convierte en la ópera ita-
tendido , dado que la sensible descendente tiene una antigua tradición y
liana del siglo XIX, cada vez con más claridad, en el vehículo de la ex-
toda una gloriosa historia.
presión pasional. El canto del fuego amoroso , del deseo vehemente y
Veamos, para empezar, algunos ejemplos de antiguas canciones po'
de la nostalgia halla en ese giro su apogeo melódico.
pulares italianas.
Veamos unos ejemplos de Rigolello y Aída, como también de
(Venecia) Carmen.
Rigoletto, número 8:
Sólo podemos percibir la inminencia de un peligro cuando la sección
...... ...wt.r;.... ~cI.& rocU.r~ ~ anterior nos ha dejado en el oído un mundo seguro. Difícilmente puede
5&::' ,t r TD r r f r I r r:
[Rlgoletto)
un compositor por sí solo imponer la adecuada disposición de los medios
expresivos; ya antes del comienzo de su trabajo tienen que estar co,
rrectamente delineados los cambios de vías. Es tarea del libretista fa-
cilitar al compositor un empleo idóneo de sus medios de expresión.
Aída, número 6 (utiliz d i · Fidelio, final del acto 1. ~O welche Lust in freier Luft» (Oué plarer
ópera): an o e moltvo que inicia el Preludio de esta estar al aire libre) y ~Wir sollen mit Vertrauen auf Golles Hilfe bauen»
(Debemos confiar en la ayuda de Dios). Dos secciones de música sobria,
de armonía preclásica, en Si bemol mayor y Sol mayor respectivamente,
mientras los presos disfrutan de una corta libertad en el patio de la pri-
sión. Breve modulación, semicadencia en Fa mayor. Octava sostenida
en Fa. Anotación: .Entonces hace su aparición un oficial sobre el muro
Arda, número 12: y vuelve a alejarse •. Brusca subida cromática de la octava a Fa soste-
Kla.- ~ nido, desaparece la seguridad tonal y reina en el ambiente una sensación
e~.----
. r pie 1 ,
de inseguridad. Siembra angustia, acto seguido, el súbito cambio de los
medios armónicos. Un plano cerrado de acordes de séptima, sin salida,
[Aída) sostiene el siguiente Coro de los prisioneros (.Seid leise ... wir sind be-
Carmen, dueto, número 6: lauscht .. ,' [Hablad bajo ... nos escuchan)) . El esqueleto armónico de
Die. )fut1er j{drf 1'0f' ""'1'", U'I¡ ~,,'"C J(i.",~ I".~ ., ' ., ~ estos 22 compases es senci 110:
Ir ppu ,,(; G IJ
.. ~ UO\ W'CAII .....
lante y por último como ejecutor de una sentencia. Se añade a eUo esa
fuerza expresiva, conocida ya por otros ejemplos, de unos acordes de
séptima disminuida que aparecen apiñados, siendo continuados, en la
mayoría de los casos , inesperadamente. Es digna de observación la ar-
monización que emplea aquí Mozart, basada en un modelo que volve-
remos a encontrar en numerosas obras de los períodos clásico y román-
tico. Un ascenso cromático del bajo con esta repetitiva serie de acordes:
acorde de séptima disminuida, acorde menor de cuarta y sexta, acorde
de séptima de dominante: .
. #-e-. .e.. ve;'
vestuario e iluminación, consigue gracias al empleo posterior de un me- Cierto es que ocasionalmente hallamos un unísono de la voz y el bajo
dio de armonización muy singular, separar en la composición la apari- de la orquesta en arias para bajo. Pero en esos casos el cantante canta
ción del Comendador de las demás criaturas de carne y hueso. Para inconfundiblemente la parte del bajo de la partitura, dejándoles la me-
empezar, la impasibilidad de su canto /10 es de esle mundo. (Recitación lodia a los instrumentos. Lo vemos, por ejemplo , en el aria de Sarastro
sobre una nota, soportada por unas armonías cambiantes.) Pero después (<<O lsis und Osiris» de La flauta mágica de Mozart:
está aquella invitación, realmente terrible, hecha a Don Giovanni. El
lento ascenso cromático de la voz no está armonizado aquí como de
costumbre por acordes sustentadores: ella misma es a la vez melodía y JI .........
fundamento del acorde. (¿O ninguna de las dos cosas?) Dicho escue- l·
tamente: conducción en octavas de la voz y el bajo de la orquesta. loE .J l.l
~ , I
Comendador está representada en la inesencialidad de unos acordes que Aída está encerrada con su amado Radamés en una bóveda subte-
carecen de lo superior y de lo inferior, de peso terrenal alguno: nada rránea. Cuando Verdi escribió esta ópera en 1870, las correspondencias
los sustenta y no sustentan nada. de tercera no constituían ya ningún medio fuera de serie. Pero en el
Conviene escuchar este pasaje a base de tocarlo y cantarlo muchas entorno momentáneo de este pasaje, el canto previo de Radamés «Mo-
veces; se torna aún mucho más terrorífico para un oído muy atento: se rir! si pura e bella!» y el comienzo de la cantilena de Aída «Vedi? di
convierte en algo que se sale del lenguaje de la época. Porque habrán morte l'angelo» están compuestos con la sencillez del ca~to i'0p~lar .en
de pasar cien años para que esa técnica de tratamiento de los, acordes el lenguaje de la armonía funcional clásica, «Gla veggo 11 Clel dlschm-
se convierta en lenguaje de la época en la música de Debussy. Esta sus- dersi» merced a la entrada inmediata de una serie de acordes en co-
tituye la armonía funcional por una serie de acordes que no diferencia rrespondencia de tercera. Veamos el esquema armónico:
entre voces participantes como sustentadoras y como sustentadas, sino
que avanza encerrada en una voz marco que suena por encima y por
debajo.
LA SALVACIÓN
- ~
ilustrar, junto a una semejanza total de los mediOS armómcos utIlizados,
dos tipos opuestos de compositor. Las vocesde Beethoven expresan, los
cantantes de Verdi cantan. El canto expreSIvo de Beethoven corre pe-
ligro de sobrepasar los límites de lo técnicamente posible; el canto de
....................... 202· ................... ··• ....................... 203·······················
Dietber de la Motte
.ArmonÚl
._ - -- - AnnOt,iI,
--"'-
Como polo opuesto del pasaje de Fidelio, este proceso casi escon- . ) de FIo restán
dido está enmarcado en un inocuo La mayor en las voces exteriores: a un asesmo , suena en un marco- cadenciald sinI compro-
r
. d al curso ulterior de la escena nos a a exp .ca-
miso. SÓIOti~?:::ma ases mas adelante: _Leonora se lanza hacia ade-
c.ón.Ve~~ en d un griro desgarrador y protege a F10restán con su prop.o
cuerpo_ E·se momen
lante em. o to , sobre el que se enfoca la
. .acción entera 11deg lar
, '. n nuevo punto culminante armomco que, para e a
E' tnuLi
,
- +ort ópera, reqUIere
a ser eficaz u . a su vez el contraste del plano. precedente.
necesita La En el
' . . .rrum Pe una progresión convenCIonal en mayor
qmom~nto
~
decd·s.vo • t se acelera hacia el punto culminante: un Mi sos-
ue mespera amen e, I d M'
temdo.' (como tercera de.Do . sostenido mayor) aparece en ugar e 1
E tnI4i - forI ~ - nI..
como fundamental de M. mayor:
Noc4 ~,-&l !:"'f jo(. &.¡ ",.u ~ ~1.~"'<1
t
9 \rtf E!P
1
La '!: I
r li tF Si / '
PE ID~~.-==t~
sosten.d?,
"'-i le_ .. e,. : .z.a.~.
~ HE E. P le FE e
t t !Ir·D.l,",II..J-
o/ -]-
Prima la bella, convincente y llana conducción de las líneas en la voz ...... """" ..... A...... U4d<.-.I~ 1>044 ...
y los instrumentos. Do sostenido _ _ _ Re ---.... Mi sostenido
' ---,Re
El público queda desconcertado al comienzo del cuarteto número 14 S' . edialamente después una vuelta del lenguaje musical a lo
(Fidelio, 2.· acto) ante el cambio de entonación de un Pizarro lleno de
usual,'gue .~md o po's'ble , nueve compases más adelante, el efecto del si-
hac.en
odio que se da a conocer a F10restán cuando está a punlo de asesinarlo.
guiente punto culminante inesperado:
(<<Er soll erst wissen, wer ihm sein stolzes Herz zerfleischt .. . Pizarro '"
steht nun als Racher hier. [Debe saber primero, quién va a desgarrarle - dIr-
el soberbio corazón .. . Pizarro .. . está aquí ahora como vengador].) Bajo Le.
el canto bcerhoveniano que renuncia a toda belleza melódica
fr*e4-
:zr.
".. t.....
q .....
in
b- ... ' ......
¡: b .. " . . . . . ",t. ,~
mayor. Nueve compases .en cuarteto, en un convencional Sol mayor se men, Kanig, in Brabant» (Bienvenido a Brabante, majestad). De nuevo
dirigen hacia una nueva culminación: Leonora canta (<<cubriendo de resuena sobre el escenario la llamada real en Do mayor de las cuatro
nuevo a su esposo con su cuerpo») «Tat erst sein Weib» (iMata primero trompetas; el rey Enrique se vuelve a los brabantinos: a través de la
a su mujer!) en el inesperado cambio de tonalidad Sol mayor-Mi bemol nota común Mi; modulación intratonal hacia Mi mayor.
mayor (T tG), y así sucesivamente. La narración del rey sobre las noticias angustiosas Drangsals Kunde
La discreción del lenguaje de la época sólo permite puntos ctdmi- y el furor de los húngaros (der Ungarn WUl) recorre muchas tonalidades
nantes y breves secciones culminantes. Únicamente la música nacida en- entre Mi mayor y la sostenido menor. Sólo se introduce Do mayor cuan-
tre Wagner y Mahler conocerá extensos planos extáticos (tras lo cual do se recuerda la miseria del Imperio, como también al final, en las
~omo reacción extrema- frecuentemente veremos en la obra de palabras .Was deutsches Land haisst» (Lo que se llama Tierra alemana).
Webem notas individuales convertidas en concentrados puntos culmi- Inmediatamente en una tríada en Do mayor, la conformidad de sajones
nantes. y turingios: .Wohlauf! Für deutschen Reiches Ehr!» (¡Adelante! ¡Por el
Así, cuando en las óperas clásicas los momentos especiales se su- honor del Imperio alemán!).
ceden en apretada secuencia, como en la escena hablada, el compositor Federico de Telramund, llamado por el rey para que le informe de
se ve obligado a reducir drásticamente la intensidad del lenguaje en los la suerte corrida por los hijos del fallecido duque de Brabante (EIsa y
períodos intermedios. Ningún oyente percibirá esta reducción: sólo que- Gottfried) y del .Verwirrung» (desconcierto) y las «wilden Fehde»
darán grabados en la memoria esos momentos de gran relieve plástico. (abiertas hostilidades) motivadas al parecer por EIsa, inicia su informe
Estúdiese esa escena entera de Fidelio; constituye un ejemplo de la mientras la atención se separa totalmente de la temática actual en Do
moderación lípica del arte clásico de Beethoven. mayor dominante hasta entonces, que corresponde a la visita del rey.
El Do mayor se apaga, dando lugar a la tonalidad de paso de Do bemol.
, . ni, '4, S, 6, 7, 8, 9:
I
17.18,19.
I i "
36,38,39, 82,83.
I
'-..:......- 1-"':""- J4" ... l- Las fanfarrias reales suenan seis veces, en las páginas
E .. 39, 82/83
..'-~ 4, 6, 17, 36,
~ .,..... =- Entre los grupos de fanfarrias h~y
Do mayor constituye el marco tonal de los fragmentos siguientes. La
19 páginas, i43 páginas!
misma tríada Do mayor aparece en las palabras que están en cursiva, 11 páginas,
siendo así apertura o cierre de las frases:
Naturalmente, este recuento de las páginas no constituye ning~n mé-
Heraldo: Soll hier nach Recht und Macht Gericht gehalten sein? todo exacto, pues contienen distinto númer~ de compases. Pero ,~c1uso
Rey: Nicht eh'r soll bergen mich der Schild, bis ich gerichtet streng un recuento de los compases seguiría siendo tnex.acto, porque habna q~e
und mi/d. tener en cuenta los cambios de tempo. La medIda más correcta e~tana
Hombres: Nicht eh'r zur Scheide kehr' das Schwert, bis ihm durch en el tiempo de duración de la representaCIón, pero éste vale umca-
Urteil Recht gewáhrt. ' mente para cada representación concreta. De una manera u ?tra, de lo
expuesto ha quedado clara una tendencia, y no nos propomamos otra
Ha transcurrido una cuarta parte del acto primero: en el resto, la cosa.
región de EIsa es La bemol mayor, la de Lohengrin La mayor, y el final,
tras la victoria de Lohengrin, está en Si bemol mayor. Pero sólo dos
veces más aparece Do mayor: una en el grito del rey, quien por
dos veces pregunta quién está dispuesto a combatir a favor de EIsa; la
segunda en la señal regia que inicia el duelo como juicio de Dios.
Do mayor constituye pues, en este acto, tanto un leitmotiv (Deutsch,
Konig, Reich, Deutschen Reiches Ehr, Recht [alemán, rey, honor del
Imperio alemán, justicia]) como también un medio de articulación. Por
esta razón, la estrechez inicial de los intervalos de tiempo que median
entre las regiones en Do mayor y su posterior ensanchamiento cOntinuo,
sólo pilede sorprender a aquellas personas que no crean aún en las con-
diciones psicológicas de la música como arte temporal. (Esa tendencia,
observable en los rondós, a alargar continuamente el «episodio~ en el
curso de la pieza, es una prueba más, en otro género, de esa misma
necesidad en la disposición de un arte temporal.)
En mi reduoción para piano el acto primero ocupa desde la página
4 a la 106. Éstas son las páginas en que aparece la región de Do mayor:
WAGNER (1857-1882)
D '"
, D o mayor; acto segUIdo,
. la T (19) como dominante intermedia
CADENCIAS EN ESPACIO ATÓNICO que no se resuelve. La alteración ascendente de la fundamental (20) nos
lleva a re menor que, sin embargo, es primero eludido mediante una
He aquí treinta compases de la tercera escena del acto primero de cadencia evitada (22), apareciendo después (23), como acorde de paso.
la ópera Tristán e Isolda, reducidos al extracto armónico del proceso. El ascenso cromático del bajo tiende a sol menor, relacionado con re
menor mediante
v una sexta añadida; lo mismo ocurre a los acordes si-
15 19 ~o 43 guientes 'IY D.
~
r r o&- jJ-- !'te- ,J.$ I#"'~ Compás 27: cadencia evitada en Si bemol mayor, convertido en me-
nor inmediatamente y caracterizado como sl y relacionado de este modo
_.!lo"" 1'.0. 11.0 <:> con fa menor (28). La siguiente b~ que tiende asimismo al fa menor,
se resuelve (cambio de interpretación de Re bemol por Do soslenido)
como una by hacia Re mayor, que funciona como IY en Do mayor,
• • • • • • • • • • • • • • .• • • • • • • •• 212 ••••••••••••••••••••••• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 213 •••••••••••••••••••••••
Dl<'rher de la .l/out'
Arm(JIl;a
-- ._ - - --
seguida de Dll. Una nueva cadencia evitada: tG La bemol mayor (33),
es conducido acto seguido a fa menor mediante una superposición in-
ferior de tercera (34). Su dominante se convierte en menor, caracteri-
zándose simultáneamente como sl del sol menor.
Esta evolución y la que sigue corresponde como progresión a los
compases a partir del 27. Esta vez, el inesperado objetivo se Dama re
M.-t.>..... "'W.~'~:"
1 '~
~I..... l' ¡"- t.~·ilnR""'":t ,,F<o.t.- ~ 1 &t-
r" "ffi El G1 !
.........,
menor (38) . y aunque esta tonalidad se extiende a lo largo de siete com-
pases, pierde su seguridad debido a repetidas superposiciones inferiores '1 ¡ ., IJ -1
,-J !
.1
, •
I t
1.,
,
bargo, en ese momento como objetivo de un acorde de 0 7 sobre La
berrwl, se alcanza Re bemol, que cambia de notación acto seguido por d/.v._NQ..- ~ rl .......d lJjl•.
Do sostenido como tercera de un acorde de sexta en La mayor ... ~u.J J. I.h EJ id -
Los medios cadenciales y modulantes del pasaje estudiado no son
~agner mantie~~ d;n~~la eo~~e~~ción es susceptible de inversión:
nuevos: es la técnica del desarrollo clásico. Sólo que antes la encontrá- d . mo espacio tonal los párrafos que
bamos entre una exposición tonal estable y una reexposición que lo era
aún más. Por su parte. la ópera clásica estaba equilibrada entre un aria constitu~~n ~naun~.t~ ;onal de la voz están situados de tal modo que
de tonalidad estable y una armonia escénica de acción. En cambio, aquí, los caro lOS e am l . n unidades pequeñas como si fueran su pun_
aunque ciertamente ha habido también, en algunos pasajes concretos, articulan el texto poétiCO e l s unidades tonales si tenemos
'ó a Todavía serán menores a
relaciones de acordes cadenciales clásicos, nos encontramos a gran es- tuaCl n sonor . . l' la voz de cuyas escasas notas no se
en cuenta la partitura orquesta , l ~ permite haoer una interpre-
cala en un espacio carente de centro, en un espacio atónico. (¡Comparar deducen siempre unos acordes muy e ar , .
las tendencias observadas en Schumann!)
tación más amplia. . I o están separadas por pausas, halla-
Ejercicio.Estúdiense en el curso ulterior de esta escena: Cuando las seCCIones tonaá eSb.nt introducido de un modo cauteloso
a) las cadencias que alcanzan su tónica, y frecuencia al nuevo m I o, al .
mos .con 1a sensl'ble , lo que hace la transición convincente
mediante tiempo
b) las cadencias que la eluden mediante una cadencia evitada, y
compruébese la extensión de los pasajes relacionados con una tonalidad. que apoya su canta~ili~ad. . a1abras de Klingsor en el se-
En el ejemplo s~gUlente ;;;n~~:o!' cinco cambios de sensible de
gundo aeto de Parsifal- est sen .
PtmruAC/óN INTERNA DEL TEXTO POmco
IIJ Isolda:
d.<.. EJ......·., z"~.
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nes tonales de una voz, con y sin enlace de sensible. (Por descontado,
ese tipo de ejercicios sólo tienen sentido asumiendo previamente que -e- - -#''t:7'~~.
.·t n llfH/Ic,
~ ~-~ - - - - ~ --
.¿ 1 :¿1 V 1 v -
mKundry: l. Los acordes consonanle~lasificados en los ejemplos con 00-
apenas aparecen ya; acordes de cuatro nolas dominan la partitura. Sólo
rn
en suena un acorde de sexta en la menor, estabilizado además por la
dominante que '.0precede. Por lo demás, sólo hay tres consonancias, en
duración de corchea, rn el ejemplo !!l, destacando que, en el tercer
v v compás, se trala ambas veces de consonancias de paso ,Justificadas de
la misma manera que anteriormente se hacia con las disonancias de
paso. Sólo en el primer compás dell!l se puede percibir la última cor-
chea del tresillo en el sentido convencional de resolución de la disonan-
cia.
En semejante mundo armónico, el ofdo somele a revisión su con-
cepción del acorde de cuarta y sexta , concibiéndolo también como una
consonancia relaliva (clasificada comolK?\ en el ejemplo GID, cuando,
como en el penúltimo compás del rn,
no se le trata a la manera tradi-
cional de retardO disonante eadencialde cuarta y sexta (lo cual es ex-
perimentado por el oyente sólo a trav6s del acorde que le sigue) .
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••• 218
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• . . . . . . . . . . . . .. .. , •••• •• 219 •••••••••••••••••••••••
Dtelber de la ."IOIle
Armonía
"-
11. En los acordes de cuatro notas nos llama la atención la evitación Prevengo. por lo tanto , contra estas dos posibles tesis:
de disonancias punzantes (segunda menor, séptima mayor). El frag.
mento está determinado por capas de dos a tres terceras menores y en a) Wagner dio preferencia a esos acordes de cuatro notas y alcanzó
ningún caso más de una tercera mayor. gracias a ellos la sensibilización total en su obra.
b) El empeño de Wagner por conseguir un enlace de sensible de
Intervalo que completa la octava los acordes, lo llevó a dar preferencia a estos acordes de cuatro notas
estratificados en terceras, especialmente indicados para ese fin.
tercera menor seg. mayor seg. mayor seg. mayor
,,( F F•~
al bajo. En la interpretación funcional de estos acordes la función de
fundamental puede ser desempeñada por varias notas. En este ejemplo,
Si, Re y Sol.
En el enlace de estos acordes dominan las notas comunes y los mo-
,t~ ~Tp I'~ t~tqI:~ ~
p~ D1- D~ Tp D1- Tp
le
D1- t~
I
vimientos de sensible de segunda menor. Bajo el ejemplo ~ esto apa·
rece notado concretamente, aunque pueda aplicarse en general. Guar· 3. Otro enfoque más: sensible --> tónica en la voz superior, con otro
démonos, sin embargo, de una interpretación exagerada de esa cir- acorde cualquiera debajo.
cunstancia, iporque los enlaces que no son de sensible de estos acordes
no son posibles! En el caso de las terceras menores cada nota interna Lo más frecuente :
del acorde podría ser sensibilizada; y como quiera que estos cuatro tipos
de acordes no contienen más de una sola tercera mayor, habrá , cuando
más, una nota que no será resuelta, en el acorde siguiente , como sen·
sible: ¡la nota de resolución está situada en medio de la tercera mayorl
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Dietber d e la :l/olI!'
~-_ . ~ - --- _ .__ . -
4. E~laces similares, en los cuales sensible _ tónica no está en la
voz supenor. Estudiemos el tratamiento que da Wagner a los otros tres acordes
5. En su sentido más amplio: cualquier ~nducción de una 0 7 que de cuatro notas.
resuelva en un acbrde que no contenga la tónica. ' [!J, segundo compás: mediante un movimiento de semitono se ori-
gina un acorde de séptima disminuida , que desaparece por otro movi-
rrecto del tipo s!, SI, f,', O de un acorde de séptima menor, y que la
normal resolución de las notas es generalmente desviado: el awrde del
segundo compás de rn no es ni Re-Fa-La bemol-Do, es decir, 6' en Mi
bemol mayor, ni Fa-La bemol-Do-Re, sl en Do mayor o menor.
En vista de los encadenamientos precedentes, lo único que, COn es-
fuerzo , se podría interpretar funcionalmente -como por arte de ma-
gia- sería: Mi sostenido-Sol sostenido-Si-Re como un l)v relaciona-
do con Fa sostenido mayor, con lo cual se alteraría el Si a Si sostenido:
l)~s < . Pero ¿qué tiene que ver semejante gimnasia intelectiva con la
música de Wagner?
IV. Los cuatro acordes, conocidos ya por la música anterior, y ca-
racterizados am por unas tendencias inconfundibles, se han convertido
en material armónico libre; ya no se puede esperar, intuir con antelación
sus acordes resolutivos. Las notas antes claramente definidas en su re-
solución, han dejado de tender a. Las disonancias contenidas en esos
acordes ya no son como ocurría antes, características de una función de
S o de O .
Es común a los cuatro acordes el suave nivel disonante _ Cuando hay
disonancias más punzantes, como la séptima mayor, la novena menor o
la segunda menor, son siempre conducidas en movimiento de segunda
y resueltas en acordes con un nivel de disonancia más suave. En los
ejemplos están indicadas con una V las estructuras de retardo.
m, primer compás: novena menor Sol-La bemol. El La bemol es
••••••••••••••••••••••• 222
••••••••••••••••••••••• . .....•..•.•....•.••.•. 223··.····.······ •• ······•
[)s'etber de la MOlle Armonía
resuelto ascendentemente en La y el Si bemol siguiente, que representa acorde consonante produzca una disonancia, y quede obligada a com-
una fuerte disonancia con respecto a Si, es resuelto en un Si. portarse y resolverse de forma determinada, sino de que el acorde cua-
m, cuarto compás: la voz y la orquesta contienen con su Re sosteni- tría~a w~gneriano es una unidad armónica compuesta por cuatro notas
de Igual. ImportancIa, que hay que tratar de la misma manera y de las
do y su Fa, fuertes disonancias respecto a Mi, r<"<o"~éndose ambas en
un Mi .. cuales runguna es ya una nota añadida a un acorde fundamental.
Los últimos cinco compases de m
presentan en la voz aguda de la VI . Las sensibles tendían antes a la tónica, la séptima de dominante
a una resolución en sentido descendente, la disonancia de segunda entre
orquesta punzantes disonancias que resuelven a veces descendentemen-
te (séptima mayor en menor, novena menor en octava) y a veces as- la qUIDta y la sexta característica de la subdominante tendía a una re-
cendentemente (novena menor en mayor, séptima mayor en octava). solución en la tercera (ya fuese SI D o SI 0.'). Casi todas las notas de
En el caso de las disonancias fuertes se puede hablar perfectamente las composiciones wagnerianas resuelven, pero les falta aquella expec-
por lo tanto, en el sentido tradicional, de retardos, pese a que ya no tatIva de resolución característica de las sensibles de antes. Sólo a pos-
está reglamentada la dirección de la resolución. Pero el cuadro armónico tenon sabemos qué notas de un acorde cuatrfada wagneriano debería-
se nos toma confuso por el hecho de que tam bién los restantes movi- mos haber percibido como sensibles; las tendencias resolutivas pueden
mientos de segunda que determinan la partitura sugieren una resolución ser, sólo tras la audición de un segundo acorde, proyectadas hacia el
de retardos. El hecho de que en Wagner quede suprimido el efecto de primero, si bien no son identificables en éste. El oyente escucha esta
suavizamiento del nivel de disonancia, no es válido como argumento, mús~ca y la rec~erda después, pero no puede seguir siendo aquel oyente
puesto que desde la época de Bach (véanse las resoluciones de acordes .a.ctlvamente sIDtétlCO» de Beethoven que, por así decirlo. compone al
de séptima con salto descendente de quinta) sabemos de la existencia mIsmo hempo que escucha, tal como formulara Besseler en su escrito
de resoluciones en acordes también disonantes. Nos sentimos por lo tan- digno de lectura, .Das musikalische Hóren der Neuzeil». '
to inclinados, por un lado , a considerar todos los movimientos de se- La situación es ahora , naturalmente, distinta , y de nuevo más cer-
gunda como resoluciones de retardo, y por otro, en sentido totalmente ca?~ a la música antigua, en sus estructuras de progresión. que en la
opuesto, a distanciamos completamente del concepto de retardo. mUSlca de Wagner ocupan un lugar totalmente decisivo y cuyo sentido
V. Ejemplo [!J, segundo compás: Mi y Si bemol, la tercera y la puede ser clarificado a partir de la complejidad de la partitura. (Véase
séptima de la dominante, son desviadas en contra de su tendencia tra- la progresión de tercera menor descendente en m
y la progresión de
dicional en la D7 . Pero, para empezar, la nota más estable del acorde, qUIDta descendente del principio en @l.)
la fundamental Do, se comporta como un retardo y se resuelve hacia Naturalmente. aquí vuelve a brindársele al oyente la posibilidad de
Re bemol. La conducción de Mi hacia Mi bemol origina en la última una predecibilidad momentánea, lo mismo que en las reapariciones de
corchea del compás un D7 Re bemol-Mi bemol-Sol-Si bemol, con lo cual los denominados leilm?live, siempre que éstos no sean alterados por la
precisamente la nota disonante Re bemol se comporta como fundamen- armomzaclón . La técmca de la progresión y los leitmotive devuelven al
tal y demuestra su estabilidad con un gran salto descendente, mientras oyente lo que le había quitado la impredecibilidad de la armonía re-
que las tres notas consonantes son conducidas como sensibles. La fun- volucionaria. Puede parecernos la armonía inextricable en sus nume-
damental de la D7 es conducida descendentemente en el antepenúltimo rosos detalles e insoportable la cantidad de reapariciones de los leit-
compás de m. motive; una cosa por complicada, la otra por primitiva: cada una de ellas
m, primer compás: situado entre Fa y Sol soslenido, el Sol ejerce en es el necesario contrapeso de la otra. Aquí, como siempre, el secreto
la última negra de la voz central el efecto de una nota de paso, aunque del l.enguaje artístico reside en el equilibrio entre el aburrimiento por
se trata de la fundamental Sol mayor. lo tnvlal y el aburnmlcnto por lo inextricable.
Aunque comprobamos de esta manera que las notas consonantes y
disonantes de los acordes reciben ahora el mismo tratamiento, todavia EL ACORDE DE TRIST ÁN
no damos con la verdad. Porque ¿qué es una nota disonante en una
partitura semejante? Se esfuma la diferencia tradicional entre las notas Uno de los siete capítulos de la extensa obra Romantische Harmonik
propias y las añadidas. No se trata ya de que una nota añadida a un und ihre Krise in Wagners Trislan. de Ernst Kurth (1919), tiene como
título "El primer acorde)~. Trata del llamado acorde de Trist6n, al que Karl Mayrberger (1878): El acorde inicial es un acorde híbrido, cuyo
desde luego se le .ha dedIcado una bibliografía más extensa que a nin- Fa procede de la menor mientras que su Re soslenido lo hace de mi
guna otra mnovaCIón armónica. En vista de las contradicciones existen- menor ... Entiende el autor por acorde híbrido lo mismo que se conocía
tes en las distint~s inte~retaciones, será tal vez lo mejor, para la for- antes como acordes alterados, y lo mismo que entendemos actualmente
macIón del propIo cnteno del lector, citar los análisis más importantes por acordes del sistema menor ampliado. El que la primera denomi-
e interesantes del mismo. nación sea la más acertada se debe a que un acorde puro de ese lipa no
pertenece ni a una tonalidad ni a otra, y por ello contiene algo de am-
biguo_
Alfred Lorenz (1926): El mejor modo de entender la estructura del
tema principal reside en unir cada dos compases en un gran compás,
esquematizando simultáneamente el resultante compás 12/8 en 4/4 ~Io
mismo hizo, según supe posteriormente, Johannes SChreyer ... , pero dIS-
poniendo de modo distinto las barras del compás, con lo cual los acentos
.,Ernsl Kurth: La forma fundamental de esta primera cadencia es: s¡7- dinámicos de los motivos principales recaían sobre la mitad de los com-
MI , o sea, una cadenci~ de dominante (cuyo mismo final es precisa- pases ... ), y liberando los acordes de todos los retardos y notas no esen-
mente el. acorde de dommante de la tonalidad del Preludio, la menor). ciales, para dejamos sólo un escueto armazón armónico. Resultaría así
La sucesIón de estos acordes experimenta insersiones de notas auxiliares el siguiente esquema:
crO~áticas: La quinta Fa sostenido del acorde Si-Re sostenido-Fa sos-
temt!o.-La(voz más grave) sufre una agudización de la tensión melódica s
(ding¡da contra el Mi siguiente), al aparecer como un Fa rebajado en
ese acorde. El Sol sostemdo de la voz superior del motivo entra en el
a~rd~ con la fuerza tensional de una nota auxiliar cromática libre en
dlrCCCIón a la nota del acorde, La; en la resolución al nuevo acorde
aparece con la nota de paso cromática La sostenido antes del Si aún un
cromatis~o del tipo de retardo. (La conducción de la voz Re sdstenido- (:¡ D)[Tp) (P) D
Re, por ejemplo, nos demuestra aquí que la conducción cromática de
las voces también avanza.) Vemos aquí como resultado en cada uno de estos grandes compases
El Trafllda de :trmonfa de Rudolf Louis y Ludwig Thuille (1901): en compuestos un compás fuerte con semicadencia femenina. Después del
con.1ra de lo. antenor, hablando del famoso acorde del comienzo del Pre- sexto gran compás aparece un calderón auténtico, justamente en el sitio
ludio .de Tns~, es más correcto interpretar el Sol sostenido de la voz donde, desde tiempo inmemorial, en miles y miles de melodías, se hacía
supenor ~el mIsmo modo en que es oído en realidad: es decir, como un una parada ... La estructura entera del tema principal es de una sencillez
r~tardo (li~re y de.~nducción ascendente), por lo que el acorde en cues- fenomenal.
tIón no sena perCIbIdo como VII grado (o sea, como dominante), sino Horst Scharschuch (1963) «Gesamtanalyse der Harmonik van ri-
como 11 grado (y por lo tanto como subdominante): chard Wagners Musikdrama Tristan und Isolde». Compás 1: tónica me-
nor La con un retardo de semitono superior de la quinta Mi de cinco
corcheas de duración. Compás 2: se puede percibir el Sol soslenido como
semitono inferior respecto al La, de lo que resultaría la segunda do-
minante sobre Si con una quinta Fa alterada en menos, y la séptima La;
7
esta segunda dominante resuelve en la primera dominante E • Las notas
en la meoor 11 (IV) V Fa-Si-Re sostenido-Sol sostenido forman al sonar conjuntamente ellla-
yoo VII (V) Y mado acorde de Trist4n en la tradicional figura de un acorde de sexta
de subdominante menor, en este caso Sol sostenido-Si-Re sostenido-Mi pretación actualmente extendida como J9:~ D: <" dominante en forma
sostenido o también Fa en lugar de Mi sostenido. de un acorde de doble sensible ...
Este acorde aparece con frecuencia a lo largo de la ópera, y nuestro De acuerdo con nuestra clasificación ya dada de los acordes de cua-
oído se habitúa de tal manera al retardo, que termina no oyendo ya la tro notas preferidos por Wagner, el primer compás está determinado
nota Sol sostenido como retardo de semitono inferior respecto al La, durante cinco corcheas por un acorde del grupo 2 y, acto seguido, por
sino como componente armónico de Fa-Si-Re sostenido. De ese modo, una nota de paso en el discanto, a la que sigue en el segundo compás
este acorde se convierte en acorde de doble sensible de Mi mayor; es un acorde del grupo 4 con retardo.
decir. las notas Sol sostenido y Si son en este caso 3 y 5 de Mi mayor, Es digno de mención, además, el reconocimiento de Kurth del efecto
miemras que las notas Fa y Re sostenido son las dos sensibles, superior de reposo del acorde final, que por lo general, y con demasiada ligereza,
e· inferior, que tienden hacia la fundamental Mi. En este caso especial, es clasificado como dominante debido a su séptima menor, antes nota
que se repite tanto en el curso de la obra, el Re sostenido del compás 3 característica de la función de dominante. Con lo cual el primer acorde
no es conducido ascendentemente hacia Mi, sino descendentemente ha- sería explicado como una dominante doble. Kurth nos da la explicación
cia la 7 Re, con lo que se origina una séptima paralela Fa Re sostenido- de que los acordes de séptima, en este nuevo entorno de acordes ten-
Mi Re de intenso efecto disonante. si anales, «avanzan tanto técnicamente como en su efecto hacia un lugar
Se produce aquí, percibido desde una perspectiva moderna y debido como el que les correspondiera antes únicamente a las tríadas conso-
a la modificación funcional de la nota Sol sostenido, tercera de Mi, como nantes>,.
retardo de semitono inferior de La, un cambio f~"cional del acorde en-
tero, que se convierte de una segunda dominante en la primera domi-
nante de La. Esta modificación funcional trae consigo un empobreci- EXPRESIVIDAD DE LOS RETARDOS
miento de la cadencia y un desvanecimiento de su conciencia funcional,
ya que la segunda dominante es sustituida por el acorde de doble sen- Tratar de interpretar funcionalmente toda la música del Wagner tar-
sible de Mi. dío es una vana obstinación. Pero la propensión a querer echar por la
Según la antigua manera de oírlo, sería: tónica menor, segunda do- borda a las primeras de cambio cualquier noción de funcionalidad pasa
minante, primera dominante en la menor. De acuerdo con la nueva hay al extremo opuesto. No hay que olvidar que, tanto en Tristán como en
que decir: tónica menor, primera dominante en forma de acorde de do- la obra posterior de Wagner, se hallan extensos pasajes basados en sen-
ble sensible, primera dominante en la menor. cillos encadenamientos cadenciales. En este caso Wagner evita el «abu-
rrimiento» a base de una refinada aplicación de los retardos (tanto pre-
parados como, sobre todo, libres).
y terminan las citas. (En la última hemos cambiado algunas clasi- Un ejemplo al respecto se encuentra hacia el final de la tercera es-
ficaciones demasiado especiales , que habrían exigido una explicación, cena del primer acto de T,istán . Brangane se dispone a recomendar
por otras de entendimiento general.) Diremos todavía que el primer encarecidamente a ¡solda «el más sublime de los filtros». «Se acerca a
acorde es concebido por Kistler como séptimo grado de la menor (Sol ¡solda con halagos y caricias. » En este interludio de Brangane hay una
sostenido-Si-Re-Fa) con alteración en más del Re a Re sostenido (con lo preocupación por resolverlo de forma sencilla.
que Sol sostenido es por lo tanto nota del acorde, y no un retardo), y J
es interpretado por Jadassohn como séptimo grado de fa sostenido me-
nor: Mi sostenido-Sol sostenido-Si-Re sostenido. Vale la pena señalar
aqui que Jadassohn confiere a cada una de las cuatro notas de la melodia
Sol sostenido, La. La sostenido y Si una distinta interpretación armÓ-
mca .
El primer acorde es . por lo tanto , VII en la menor, VII en fa sos-
Ienido menor. subdominante en La . doble dominante según la inter- DJ'--- ~------ S-'---
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Anl/(JJ l ítl
- --"-
R~:~~~ ~~ ~~tr~~~~:~
vue ven no son ya nunca las mismas debido al ' rencia cadencial queda neutralizada , (En el compás 6 nO la séptima y la
orquestales, De acuerdo .con lo precedente, el novena, sino la fundamental Mi , que desdende a Re, mientras en el
cantante,
d'ata es unafu octava
' Incuestionable , pero ha VI'sto ca mb'la da IOme-
' compás 9 se mantiene sin resolver retardo de sexta, desplazando a su
I mente su nClón a sexta sobre Fa Y si e l ' L b nota de resolución . lp quinta Si, que suena ya al mismo tiempo que él.
tercera sob F. 1 ' pnmer a emol es
' y00' re , a. e segundo La bemol es una séptima disminuida sobre en sentido descendente hacia el Si bemol,) Lo mismo ocurre en los com-
S, , _ sucesIVamente, pases 14-15: interpretar el compás 14 como un sl~ en fa menor se hace
Por una vez el propio W h '
tante el cambio 'de Significado~gner a espeCIficado claramente al can- imposible debido al enlace Sol-Sol bemol como primera etapa de un
movimiento armónico que culmina en el compás 16, repitiéndose de . Pero el Sol bemol mayor es puesto en cuestión: los ceUos están a!
nuevo en sentido descendente en el compás 17. nusmo tiempo ya en Sol y atraen hacia él, dos COO!pase5 después, a la
En el compás 6 aparece un primer acorde de cinco notas, cuya gran orquesta entera. (El Re ~ la orquesta es todavía 'en el compás 21, la
disonancia de novena menor está suavizada por la tercera. Es decidi- novena menor de la donunante de Sol bemol-Mi bemol, por lo tanto
damente más punzante la séptima mayor no suavizada del acorde de sobre Re bemol-, convertido en el compás 22 ea la octava de la voz
cinco notas del compás 9, seguido a su vez, en el compás lO, por un cantante en la dominante de Sol.)
acorde de cinco notas de aún mayor disonancia. Tras este punto cul- . La vo~ del ce~lo del compás 21 da a! principio la impresión de haber
minante de la tensión de la disonancia, grande es el contraste de la triada Sido esenta sencillamente por error como Do sostenido en vez de Re
mayor del compás 11, que es retrasada por un retardo triple (de nuevo bemol.
con una fuerte disonancia: ¡Mi-Fa!). Por lo demás, sólo en este compás el compás 21 debería sonar:
11 el oyente experimenta, a posteriori, el contenido tensiona! de la voz
en el compás lO, que habría tenido que ser con Re bemol-La bemol (..... Compás 11
Sol); toda una plétora de hechos que le confieren a la sección compuesta
, por los compases 9-11 un efecto culminante.
Tiene importancia la pausa de los cellos al final del compás: el Re
p"
~ ji.: 4íIí se establece como objetivo, y ya no es sólo melódicamente una nota
auxiliar superior respecto de Re bemol y, armónicamente la novena de
El Fa adquiere por la repetición de la cadencia y la reiterada variante la dominante. Como se demuestra al fina! del compás 22, el Re de los
conclusiva en menor, un carácter de tónica , cuyo dominio se ve refor- cellos del compás 21 es ya, sobre la tónica Sol bemol, la dominante de
zado además por un pedal: Sol. Es un pasaje bitonal de un encanto extraordinario.
1(,
~5'-
,~diIJ •• yES·'U.-r'w' $
negra seguirá siendo el mismo Fa del comienzo del compás.) Los mo-
vimientos siguientes neutralizan acto seguido el efecto de sute ajoutée
y la referencia tonal de los acordes hasta que en el compás 20 la cadencia
D1.T a Sol bemol mayor da la apariencia de crear de nuevo un breve e) Escribir ejercicios similares e~ dos pentagramas. Se pueden in-
campo tonal. (La novena menor reside esta vez sólo en la orquesta; hay clUir también a voluntad formas de D y triadas aisladas en modo mayor
que interpretar el, Re como un Mi doble bemol.) o menor. No hay que obligarse a permanecer en la conducción a cuatro
~I ,77li*ii~fl'~~1~;~lon:*~ Ib:Stl~
descendente de una nota que se da a conocer por su resolución como
retardo:
1
EL FIN DE LA TEORÍA DE LA ARMONíA
b) En el Sonetto 47, estudiado ya antes detalladamente, hallamos
Los pasajes de Liszt más interesantes en su aspecto armónico ~e sus- una solución totalmente distinta a un planteamiento similar. También
traen al intento de una exposición sistemática como la que era aun pe- se trata en este caso de un cambio de un acorde de dos notas, sólo que
sible en los acordes de cuatro notas de Wagner. No presentan una ten- el acorde central puede interpretarse funcionalmente, en este caso, cla-
dencia unitaria en el tratamiento de los acordes; no permiten reconocer, ramente como D 798 • En cambio, el acorde que lo enmarca es tanto una
en absoluto nuevos materiales armónicos desarrollados susceptibles de T 3 como un acorde de resolución, que na llega a realizarse.
ser aislados ~ verificados mediante ejercicios. Se trata más bien de casos
aislados, de soluciones originales únicas en cada caso. En una mverslón
total del ordenamiento jerárquico clásico, Liszt inventa acorde~ y e?-
laces armónicos y utiliza también material melódico. Pero la InsplraclOn
no es algo transmisible. La teOIía de la armonía ha llegado a su fin, y
hay que darle el relevo a la interpretación ar~ón~ca en forma de un
reconocimiento de situaciones concretas. He aqUl el mtento de comentar
adecuadamente algunas de estas invenciones armónicas.
a) La tríada aumentada aparece en el Sonelto 104 de Petrarea El La bemol, situado después del compás precedente en Mi mayor,
(1839) de dos formas en la cadencia final ; 12 compases antes del final podría seguir sicndo percibido como tercera mayor, es decir, como Sol
la encontramos dos veces con figuración , en los últimos compases en sostenido sobre Mi, pero debido a la nueva fundamental Fa se convierte
forma de acorde y en todos los casos entre compases en la tónica . La en su tercera menor o quinta sobre Re bemol. Esta última interpretación
fundamental y la tercera de Mi mayor se mantienen, el baJO salta haCia se ve confirmada como auténtica por el acorde siguiente. La voz aguda
Do como fundamental y vuelve a la fundamental Mi. Vemos, en con- del piano, que en ambos compases muestra un jugueteo invariable del
secuencia, que ninguna de las tres notas indica una necesidad de reso- La bemol. se halla acompañada en cambio ahora por una segunda voz
lución, pues la estabilidad del movimiento del bajo. aboga en contra de que pone en entredicho la interpretación armónica. Convierte en Si·Re·
la suposición de que Do sea una bordadura supenor de. SI, como nOS Fa-La bemol al primer compás (La bemol con un Si bemol como nota
hubiera podido hacer creer la tercera de las voces supenores de la ca- auxiliar superior), que es por lo tanto un b v en do menar. Sólo el se-
dencia final. gundo compás deja claro que b v en do menor ha de ser oído correc-
Un novedoso y sensacional tratamiento de la dis~nancia: ninguna tamente como una T3 de Re h~mol mayor, con lo que las oscilantes
nota anuncia una necesidad de resolución . (La resolUCIón de la senSIble corcheas Si-Re se declaran como retardos inferiores de Do-Mi bemol,
nos permitía hasta ahora , sin duda, deducir a posteriori la nota que de- alcanzado en el compás siguiente.
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 244 ••••••••••••••••••••••• • • ~ • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 24"5 •••••••••••••••••••••••
,
.-1rnUHlía
- - -- -- - - - - --- - -- ----
Este pasaje se nos hará más digno de atención si nos ocuparnos aún ,.~. ~ • ..
más de su estudio auditivo. Por un lado, la encubierta T J es objetivo y
-..--- ......
acorde de reposo tras el acorde de la dominante, pero percibimos al
mismo tiempo lo contrario: tras ponerse en entredicho la tónica como
.~ ~
~
11
.!.
f"L
estratificación de terceras menores sin una fundamental clara, el ine-
quívoco compás de la dominante, al restablecer la claridad armónica, se '~)1 ~
...: /
convierte en objetivo y cuasirresolución de la disonancia.
y cuando apenas nos hemos hecho a la idea del primer compás como d) La lúgubre góndola, una de las piezas tardías para piano de
tónica por la repetición del grupo de dos compases, se decide el quinto Liszt , empieza con un recitativo atonaL Hayun sent.do OSCilante de la
compás a favor de una interpretación en b v: deberíamos escribir aquí nota Do: .a Fa sosrenido-La-Do-Mi bemol slg~e Fa-La bemol-Da-Re.
Sol sostenido-Si-Re-Fa, siendo que el sorprendente camino de este com- Acto seguido un retardo de séptima en conducCIón ascendente a Re be-
,-
pás Sllena O" 1' . En esta relación constituye al principio del compás mol mayor, por último un retardo descendente a Si-Re-Fa-La bemol,
la bordadura superior de la voz de discanto el elemento extraño: Sol por 10 que Do se puede interpretar Igualmeme como componente del
sostenido-La-Sol sostenido habría sido 10 correcto de acuerdo con la con- acorde (Fa-La bemol-Da-Re), y el Si que le Sigue, por lotanto,como
ducción ulterior, pero suena aquí en vez de ello Sol sostenido-La sos- nota de paso. Ese Si, sensible en b~ o nota de paso, da la Impresión de
tenido-Sol sostenido escrito La bemol-Si bemol-La bemol): querer ir a parar a la tónica cO?,o un recu~rdo en una sola voz de un
giro cadencial consagrado por SIglos de uso.
:n rI ----~-,
l' .. . .... •
, ~
71'
PecI.
~ I ..
•
Transposiciones: Al final del segundo pasaje , Re-Fa sostenido-Si be-
mol + Do; en el tercer pasaje, Mi-Sol sostenido-Do + Re.
Dos CAMINOS HACIA 1::' ATONALIDAD El lenguaje melódico es equivalente al armónico en el alejamiento
de los modelos tradicionales. La ya mencionada Lúgubre góndola ter-
En 1885 compuso Liszt una Bagatela sin tonalidad. La escasa reper- mina en un recitativo a una voz, que durante varios compases se puede
cusión de su creación en la evolución general , que siguió desarrollando entender en sol sostenido menor, teniendo en cuenta sobre todo que ese
a pasos más 'lentos lo, que Liszt había alcanzado ya para él, se pone acorde precede precisamente al recitativo. Pero cinco compases antes
también de manifiesto en el hecho de que una composición tan notable de la conclusión no se puede ofr ya el Sol como la sensible Fa doble
no se publicase hasta 1956. Sus acordes no son explicables ya en gr~n sostenido, puesto que le sigue la segunda mayor superior La. La pieza
parte en capas de terceras, mientras que sale a la luz más bien una ten- termina , por lo tanto, en una atonalidad oscilante. (iEstán ya muy cerca
dencia, característica de la obra de Debussy , a establecer como base de los recitativos de las violas en la JO." Sinfonta de Mahler!)
una pieza una idea armónica central. Ésta crea una cohesión como lo
hacía antes la relación funcional de todos los acordes respecto a una
tónica. En esta composición esa idea es la tríada aumentada con una
segunda mayor añadida (l)o-sostenido·Fa·La + Si) .
He aquí tres pasajes como muestra del procedimiento de Liszt de
derivar de esta idea armónica diferentes posibilidades:
• -, ,
l' ~ ~
~ «
FI
f:r 1tf 1'" i
I
. Pero existe todavía otro camino hacia el futuro, que es concreta-
, , , -. mente el que se refiere a un pasado remoto. El oyente se da menos
cuenta en este caso del alejamiento de la tonalidad, debido a que el
;¡) material armónico empleado es nuestra familiar tríada. Aquí se aban-
.
dona el mundo de los acordes relacionados por funciones , debido a un
1" -7 "lit "7 7 acercamiento a la técnica de enlace de acordes de 1600, expuesta en el
--~
--- -- -& ~,g.
~ -e-
1 TambiéJi1a armonización de la melodía de la sección central apunta
¡'-Q
'lO
"
~_
--
11'''"'
b <">
.,<5'"
posee consecuentemente un instrumental de pelog y otro de slendro,
El pelog posee siete notas, dos de las cuales apenas se utilizan en
realidad , Los intervalos son sumamente diferentes: semitono, tono en-
tero, tercera mayor. Las piezas para pelog despiertan en nuestro oído
asociaciones con el modo frigio:
-
• i •
?fJ~r Jh~_ Estos dos planos sonoros se hallan en una situación de equilibrio
Co .
mo qUIera que el contrapunto
'P ''ti indiferenciado: La y Si son en los dos casos dos notas del bajo a distancia
dencia de las voces sino de nde .no s.gOl lca precisamente indepen- de segunda mayor que tienen la misma importancia (y que por ese mo-
la polifonía javanes~ de Deb':sy n~a, :e~ccllón de unas frente a otras, tivo suenan también al mismo tiempo en ambos pasajes) iSon pasajes
considerarse contrapuntística ni r' ~Clnb~a a e eyes armó.mcas , no puede
Ir esa ,d enorrunaclOn. típicos de Debussy! La exacta colocación sobre la fundamental de una
nota de una melodía clásica es lo que le da a esa nota melódica su color
TEXTURAS característico y su preciso valor.
Recordemos cómo lo supo valorar Schubert. Bajo la nota melódica
Se trata de un tejido fabricado con h ' . , . .
y de una consistencia uniforme: intent:'~s ~s h!l?~. SID pnnClplO ~i .fin Do, el colocar primero Do mayor, después La bemol, significaba un
de Debussy como, por e 'em lo El escn 1T una ~mp?sIClón aumento del valor interválico desde la octava a una delicada tercera.
~dimiento ta.n TC:giamentesJ,li~e c:~' :~ee::::~~7a ~~gu~ pro-
Pero las voces más agudas de Debussy no tienen esta o aquella exacta
colocación sobre el fundamento , sino que están situadas en alguna parte.
m tampoco mngun procedimiento de _. za ana,
no, como en una voz mozamana d ~col mpanarruento en segundo pla- También aquí se patentiza, en consecuencia, al transmitirse a nuestro
E! "d e ViO a. material armónico, el efecto sienu.,w de la ausencia de nota funda-
mar, teJI o con cinco notas de .
sostenido-Sol sostenido (p. 4) una escala: La-S,-Do sostenido, Fa mental, de la supresión de gravedad y ligereza.
Se acusa también una indiferenciación parecida en otra dimensión,
en el curso cronológico. del dónde y el adónde. Las melodías clásicas,
sostenidas por los procesos armónicos, tenían punto de partida y obje-'
tivo. También en el tejido de Debussy sale a menudo al primer plano
algún proceso. Pero en tales casos todas las notas de esa voz, o la ma-
yoría de ellas, son al mismo tiempo componentes de ese plano sonoro
de tranquilo movimiento sin objetivo ni propósito . De tal manera la
melodía termina por convertirse en inaudible. sin conclusión; y se retira
del primer plano con un decrescendo.
Veamos ahora un ejemplo de El mar. Las noltas de la voz del primer
plano extrañas a la textura están señaladas mediante notas gruesas. El
compositor señaló claramente la entrada de esa voz mediante un Do
MIXTURAS
profunda (16') y/o de las dos octavas más agudas (4', 2'), esta manera
de registración, de uso general, podría recibir el nombre de mixtura de
octavas. Pero se denomina mixtura, en especial, un registro específico
l::i:~ t:.~
a
!jF~
",~ -~ .. - .~~
d) Mixtura modulante ,
En manera alguna se puede confundir la armonla de las mixturas de
Debussy con un automatismo armónico , Ocurre que la mayoría de los
pasajes infringen el principio por él mismo elegido, cosa que llena de
el S;g~~~~~~yera~~~:sIOtohnaaYletn'dadas tonales durante dos compases, en vida la impresión de conjunto de los mismos, sin que el oyente llegue a
s e cuarta y sexta
En «Brouillards» (Preludios l/) se ' d ' , percibir en detalle esta desviación como tal.
tonal la triada disminw'da Es' t mtro uce tambIén con la mixtura
, m eresante la comple t 'ó '
notas respectivas siempre libres en 1
efecto de estéreo compositivo:
...-...
d men aCl n medIante
a mano erecha; una especie de
~E:l
-
.,
~I'~ ~: f!PI J I r'J Tri 'rr ~.- ---"-- ~- .; ~
S
•
En el caso de este ejemplo de los «Minstrels» (Preludios 1) se podria
J t-I" r 1= hablar de una mixtura modulante, Los dos primeros compases emplean
-~
e) Mixtura atonal.
-' .-:......;.......
'- -" exclusivamente las notas de Mi mayor (que da, sin embargo, la impre-
sión de un colcreado La mey"'), Y el compás final se alza en un Sol
mayor enriquecido con un Sol sostenido,
En «General Lavine» (Preludios l/) cambia de t •
~a~c~:;/s~e~o:~s, ~~tegeneralmente faltan las nota~ d~:e~~::d::, el Mixtura de encuadre,
El fascinante comienzo de «Les sons et les parfums» (Preludios 1)
de segunda ~e la ~tu~as~ p~d~ce forzosam "nl" en los movimientos sólo conduce paralelamente las voces exteriores, (Véanse aqul también
e a as, y provoca también en los movi-
g) Polifonía de mixturas.
A menudo dos mixturas son conducidas polifónicamente una contra
otra. Estúdiese a ese fin, por ejemplo, la parte central de «La terras-
se ... » (Preludios l/).
58 !f) "1
Cambio ~~~ Mixtura de
sol menor:: Si-
trfa4as
la menor pp
aumentadas
un enlace de tritono: es un al~jamiento manifiesto del acorde mayor- libertad la trata Skriabin (a diferencia de numerosas obras vulgares de
menar determmado por la qumta y una destitución de la función de segunda clase y realizadas posteriormente que se atienen estrictamente
soporte que hasta entonces ejercían las notas del bajo. Todas las notas a la prohibición de la octava de la teoria dodecafónica, sin dejar que el
del acorde adquieren la misma importancia. oído decida entre un caso y otro).
I;-a física denomina estado de equilibrio indeterminado a aquella si- En el segundo acorde del primer ejemplo, que va completándose de
tuaClón en la q~e no está claramente definido lo superior y lo inferior, arriba abajo , el La-La del bajo constituye, naturalmente, una octava,
lo pesado y lo ligero, y lo que sustenta o lo que es sustentado. Sin em- la misma nota, exactamente igual que, en el último acorde del primer
bargo, lo superwr es cuidadosamente tratado ejemplo, las notas superiores de la mano izquierda: Mi-Si bemol-Mi es
El intervalo más agudo (el oyente escucha' por lo general en sentido oído sin duda como un grupo . como una octava con un tritono añadido.
descendeme a p~rtir de la superficie del acorde, y por lo tanto percibe Otra cosa diferente son las duplicaciones de los tres acordes mar-
con espeClal clandad el intervalo más alto) es en la mayoría de los acor- cados con ~ , en los que la segunda octava es en cada caso una nota
des ~na tercera o .una sexta, lo que les confiere a los acordes sensualidad, nueva, que eclipsa a aquélla en el espacio intermedio de la nota en cues-
suaVIdad, contemdo armónico y dulzura. Dígase lo que se diga, las con- tión por la séptima mayor o la novena menor:
sonanCIaS pe~e~tas, la quinta y la cuarta, en acordes situados fuera de
la a~onfa tnádl~ ejercen un efecto disonante, áspero, carente de sen- .....J... J>_~ " ....
sualIdad y duro. Nmgún oyente diría que es consonante el intervalo más
alto: cuando se tocan acordes como los siguientes:
~.,·)V I\;.c&fdt/
4 Para el Do, el Re bemol constituye una nota nueva, y respecto al Re
~:: :,,: bl bemol, el Do vuelve a constituir para mi oído una nota nueva no utili-
T" ~:::- j i - t: -- 1> __ zada . El oído me obliga a revisar en estos tres acordes el dato número
de notas diferentes mediante los números anotados en el círculo. Pero
Todos los acordes contienen también disonancias punzantes como la tengo que invitar insistentemente al lector a que pregunte aquí a su pro-
séptima mayor o la novena menor. (Las segundas mayores, las séptimas pio oído y saque su propia conclusión; lo que acabo de comunicar sobre
men~res y las novenas mayores tienen, en cambio, un grado de diso- el problema de las octavas es una explicación de mi experiencia auditiva
nanaa más
, . suave.
. . ,. .Pertenecen además a este grupo las dlS'onanclOS• y mi opinión, sin intención de convertirla en una teoría obligatoria.
c?racteT/Sllcas ,r4u"H.>n~I~s.) Llama la atención que se excluyen asocia-
CIones de acordes tradICIonales mediante la evitación u ocultamiento Ejercicios. En ia invención de series de acordes, de acuerdo con el
consecuente de las quintas. conjunto de reglas halladas mediante análisis, y como resultado de lo
que acabamos de exponer, se deberá trabajar siempre con un instru-
En el acorde ~crito a partir de la nota del bajo: mento, haciendo comprobaciones y profundizando as! la percepción au-
r ---------- .., r---------- ditiva; ya que estos ejercicios tienen como principal objetivo la sensi-
Fa soslenido Do S~I Re bemol Mi l bilización del oído. Conseguiremos así una sonoridad plausible de las
~ ~ . ~bemOI series de acordes de invención propia cuando una o más de las voces
completen su camino hasta su nota siguiente mediante pequeños pasos
~. 265, arriba, penúltimo acorde) melódicos, como ocurre en Skriabin. Procedimiento: primero, el si-
dornman ~os relaciones de trítono y la tríada superíor aumentada. De guiente acorde; después, el camino de la melodía, y viceversa.
las tres qwntas contenidas en el acorde, son precisamente aquellas dos En los dos ejemplos siguientes, tom¡.dos del Pierrot lunaire (1914)
que están formadas por una ~ota extr~ma (= la nota más grave y la miÍ, de SchOnberg, he ~uprimido la voz de la melodía hablada, lo cual, sin
a~da, por ser las que se peraben con especial claridad), las que resultan duda, no será considerado justo por algunos lectores.
extmgwdas por las notas insertadas entre eUas. Número 15: el clarinete, el violin y cuatro voces del piano producen
Obsérvese también qué diferente puede sonar una octava y con qué este fragmento a seis voces :
••••••••••••••••••••••• 266 ••••••••••••••••••••••• ••••••••••••••••••••••• 267 •••••••••••••••••••••••
DIiItm ik la MOlle Armonía
~
aj"1 ahe¡ i""
te .... ~ ...
tranLa segunda mitad de la serie es la retrogradación de la primer~ Ahora bien, lo inusual de esta exposición -y de aquí nuestra aten-
es i;r~t7caadaa alal trietono. Es decyir, que la retrogradación de la serie enter~ ción- es que en estos 25 compases sólo suenan las notas siguientes (1),
de la s . d'f s ne mIsma. por lo mIsmo,
. en vez de cuatro formas cuya disposición resulta ser un ensamblaje de dos cadenas de cuartas
_ ene I erentes
• (R t H JI 11 Jasa b
J , er.' R = sene
. U = .Inversión K (2) , a la que se ha añadido como eje simétrico (3) la nota La que no
-rbeltrobgradaclón, KU = inversión de la retrogradación) hay sólo d'os participa en este encadenamiento:
Do e arra al cabo de 25 com V . '
puede recibir el antiguo térmi:~:'expe~~:ioo-snque esta pnmera secciÓn (1)
A t' . .
~u:te~~~~!~!~~s~~{~~!oYdd~~;!srid~e;~!s1~~~::~~~, :~~~!i~7~e~
, e acuer o con su pertenencia a la serie:
La contiene la misma frecuencia de entrada de las notas y la misma su- en los que se evitan la segunda menor y la séptima mayor-, se reve-
ma de duración de éstas, como en el espacio tonal situado por debajo la en la obra tardía de Wagner una clara tendencia en dirección a un
del La. mundo armónico uniforme. Ese mismo camino siguieron hasta las úl-
timas consecuencias Skriabin y Schónberg. Con sus acordes de cinco y
Mi 10 Duración seis notas, de disonancias siempre penetrantes, que contienen o hien un
Si 10 total de tritono o bien la triada aumentada, crearon un mundo armónico hasta
Fa sostenido Número de 12 las notas
veces en negras: tal punto homogéneo-en la renuncia a contrastes y tensiones contra-
Mi bemol 5
que (Las apoya- rias- y de tal manera limitado en su posibilidad de desarrollo, que ese
l~¡
Do sostenido
Si bemol aparecen turas lenguaje no podía seguir siendo ya el lenguaje de las futuras generacio-
La
Sol sostenido
las notas
en la }~ están
señaladas
nes de compositores.
Pero fue sólo una consecuencia de ese tipo en el tratamiento del
Fa exposición: 10 con un as- material armónico lo que permitió superar (y no sólo ampliarlo intere-
Mi bemol 5 terisco) santemente) el lenguaje musical que determinara antes el barroco, el
Do 12 periodo clásico y el romancitismo: un lenguaje cuyo fundamento residía
Sol 10
en la tensión y distensión armónica, en la contraposición del ámbito de
Re 10
la dominante y del de la tónica, un pensamiento armónico en el método
Ejercicio. Para empezar, un ejercicio de oído. Se trata de escuchar y el objetivo, en el alejamiento y el regreso. La eliminación que hace
esa exposición en un disco repetidas veces, concentrando el oído cada Schónberg de la consonancia y la emancipación de la disonancia retira
vez en un estrecho y delimitado punto de atención distinto, a fin de de la circulación esos dos términos. Sólo quien oiga rara vez la música
distinguir dentro de esa esfera auditiva el correspondiente sonido. Ex- de Schónberg y por lo mismo no esté capacitado para percibirla como
tiéndase, por último, la atención del oído al espectro sonoro total. un lenguaje en sí mismo, yen cambio compare cada acorde con aquellos
Después dejaremos descansar -ya fue suficiente-- la cuenta de se- de otra música que le son familiares, puede calificar a Schónberg de
ries dodecafónicas. Y estudiaremos más bien en el resto de esta com- disonante .
posición , su modificación armónica , lo cual significa en esta obra: la En cambio, juzga correctamente quien encuentra pasajes disonantes
diferente importancia de las tesituras. El acorde empieza por extenderse en Hindemith . Es cierto que éste emplea normalmente acordes mucho
hacia arriba (¡apenas quedan notas más graves a disposición de los ins- menos tensos que Sch6nberg, y que utiliza la quinta vacía y triadas en
trumentos empleados!), hasta que en la tercera parte de la composición modo mayor y menOr. Es decir, Hindemith no sigue en absoluto el ca-
el acorde queda situado muy arriba: mino de Wagner, sino que más bien se atiene al lenguaje de Bach o
r'--' Haydn. El antiguo concepto de consonancia y disonancia, de tensión y
¡:-- distensión experimenta en su música una nueva diferenciación.
He aquí las tesis principales de su Unterweisung im Tonsatz : a di-
ferencia de todas las teorias armónicas anteriores, que sólo trataban una
selección de acordes, Hindemith adopta una clasificación de todos los
El Do más grave del celIo en el compás 66a, está condicionado por acordes posibles en seis grupos con subdivisiones en cada uno de ellos.
el signo de repetición , es decir, que pertenece a la parte central de la De acuerdo con esa división queda determinada la fuerza armónica
composición. de los grupos de acordes. A cada intervalo le corresponde una nota fun-
damental: en el caso de la quinta , las dos terceras y séptimas de la nota
LA FUERZA ARMÓNICA (HINDEMITH)
inferior; en el de la cuarta, las dos sextas y segundas de la nota superior.
La nota fundamental del mejor intervalo de un acorde (sucesión de series
Con el continuado arrinconamiento que sufre la tríada y la prefe- 54 +3 -6 -3 +6 +2 -7 -2 +7) es determinada como nota funda-
rencia dada a las cuatro disonancias suaves -<:uatro formas de acorde mental del acorde . En el curso de la composición los acordes se fusio-
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . •• 272 ••••••••••••••••••••••• • •••••••••••••••••••• •• 273 •••••••••••••••••••••••
ArllHJllía
- - - - - -- . - - - - -- - - 7
. . '6 de descanso. (¡Obsérvese la diferencia existente con la D
nan , dando lugar a unidades armónicas de más envergadura (grados), slva sltuaCl n ., I
La sucesión de esos centros tonales recibe el nombre de progresión de tradicional .como acorde d~ tenSlo~ ' lca aparece ya al principio de una
grados , Esta. ~lIsma orgamzaclOn a¡,:~~o «Reihe kleiner Stücke» (Serie de
Sin embargo, hay que defender la música de Hindemith contra su compo~lclón suya (<<L.ed») de eextraordinario encanto. Y, curiosamente,
propio Unterweisung , No cabe duda de que las directrices allí propuestas pequenas p.ezas) de 1927, d. escritas las coloraturas de la voz supe-
para lograr una audición diferenciada y controlar el empleo del material poco mterpretadas. (No, estan, . ece aquí en forma de un arco
. ) La curva de tenslOn armomca apar . Ó .
armónico tiene gran mérito; pero es problemático que él mismo valore
o descalifique, respectivamente, esas posibilidades armónicas. Al refe-
:~~ ~,,;do doe ~d';';;';d :';.~"';~
t .*
rirse a un grupo de acordes los califíca de «extraña calaña de acordes
~4f~ rll$
exagerados, chillones y groseros», mientras que califica a la tríada mayor
y menor como «el más noble de todos los acordes». Leemos también,
lamentablemente , expresiones como más valiosos que. 51 5~ K
.f.f \r :F,
S.. 5.. S.. W S,
Porque lo cierto es que sólo pueden ser problemáticas composiciones
enteras (cuando no tienen categoría alguna) , pero no se puede hablar Ex licación de los signos _totalmente adecuados según mi expe-
de la «exageración», «grosería», o «nobleza. de unos acordes determi- rienci!- que he utilizado aquí para des.g nar los acordes.
nados de una obra lograda , ni decir que son «más valiosos>; que otros,
Una obra bien lograda en la que todo concuerda, pierde esa coherencia
cuando se sustituye en ella un acorde supuestamente «exagerado» por R = Acorde de descanso, quinta y octava pura .,
d d ' 'fícado' predominan las tnadas mayores Y
otro supuestamente más valioso: para la obra en conjunto, cualquier K = Acor e e s.g~.. s' o~es También: predominio de las ve-
menores Y sus mver 1 -
acorde bien situado tiene el mismo valor. Claro está que esto lo sabía
perfectamente Hindemith como compositor. Vamos a preguntárselo a ~~~~~~s d:ep~:~;a~rado; dominan las segundas mayores y/o
su legítimo testamento, a su música, 51 = é timas menores, así como las cuartas. ,
Empezaremos por los dos primeros compases de su Sonata para pia- ~:nsión de segundo grado; las segundas menores Y las sep-
no de 1934: 52 = . a ores determinan el acorde,
J it.J I f'I ~~n7i¿;' del acorde; sobresalen claramente el trítono o la
W =
tercera aumentada.
rl I I ' r
'fi 'ó es posible una diferenciación com-
Mediante l~ doble clas' c:c. t n el signo corre>pondiente al elemento
pletamente lÓgIca;. se pone de an e
nrmónico predommante.
...
SS.!.II.
.. ~ W K
Ocho acordes. A pesar de una breve pausa , una frase que es iniciada
y concluida con la tríada mayor, no aparece ni una sola vez más en me-
tE,; ~ tE
l \(....
s.. -s..
ti {
~
S..W 5...
.. 11. \(\oJ
~
¡
t"1'W
~
dio de la frase, Acordes 2 al 4 de suave disonancia. Aumenta inmedia-
tamente la acritud de los acordes. La séptima mayor, escondida en el toda enercla en contra del vano intento de
interior del quinto acorde, sale a primer plano en el intervalo más agudo Advierto, sin embargo, con d finición "en un sistema perfecto.
del sexto acorde. Un trítono en el penúltimo acorde, que no contiene convertir esta propuesta ~e deble clasificación, algunas personas oirán,
ninguna otra disonancia fuerte, ~uena suavemente; y resuelve. Con fre- Incluso en el caso de a o era diferente. En cualquier caso, esta
cuencia Hindemith introduce, de esta manera, acordes con trítono de valorarán Y clasl·~cafi rá~6~ed::': música de Hindemith deducida por mf
propuesta de c ast caCl
disonancia suave que mitigan las tensiones, concudiendo a una conclu-
275 •••••••••••••••••••••••
••••••••••••••••••••••• 274 ••••••••••••••••••••••• •••••••••••••••••••••••
, ; DWlIwr .. la Mene Armonía
podría ser más practicable que la propia clasificación de Hindemith: su celencia de fuerza armónica en lo que respecta al aumento y reducción
grupo tercero (<<con segundas y séptimas») no establece ,incomprensi- de la tensión.
blemente una diferenciación entre los dos grados de disonancia, a di-
ferencia del Hindemith compositor, y en ninguno de los acordes se tie-
nen en cuenta las vecindades de nota (el orden de colocación de las
notas).
También en este arte de colocar las notas, la música de Hindemith
hace una diferenciación mucho más exacta. En un punto culminante en
fortissimo de . Ia tentación de San Antonio» (De «Matías 'el pintor») se
contenta el clásico Hindemith, como de costumbre, con un orden de
colocación de las notas suavemente disonante (1), que se produce siem-
pre que se da preferencia a las vecindades de segunda mayor y cuarta,
mientras que las notas contenidas en el penúltimo acorde (2), dispuestas
de otra manera, permiten acordes sumamente diferentes, por las ter-
ceras como por las disonancias mucho más fuertes (3).
Esto debería, en mi opinión , estimulamos a emplear una clasifica-
ción valorativa, al contrario de Hindemith, que habría clasificado por
igual todos los acordes. (De acuerdo con el sistema de notación de Hin-
demith, sólo se habría modificado la posición de la nota fundamental.)
Teniendo en cuenta esta segunda solución , no deberíamos sumarnos
a ese juicio tan en boga que condena en conjunto al Hindemith tardío;
esta solución convence sin duda alguna, Sin embargo, hay en las obras
escritas después de su Unterweisun8 demasiadas frases construidas exac-
tamente del mismo modo, y rara vez se consigue la fascinación sin nin-
guna sorpresa, Si uno oye varias obras de esa época, se sabe a menudo
de antemano lo que va a ocurrir.
Es interesante fijarse en lo cercano y lejano al mismo tiempo a
Schonberg que nos suena el preludio para piano de la primera versión
(,2,) de la «Anunciación de María» (Maria Verkündigung).
[}
....
KS,(..) Sl/1
....-
Si/:/. WK NicU ~
....-
----
He aquí el comienzo del preludio al último Lied de . Maricnleben.
de Hindemith en su primera versión de 1922-1923 yen la nueva versión
de 1948. La primera versión se queda esencialmente en un plano ar-
mónico. mientras que la versión nueva constituye un ejemplo por ex-
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •• 276 •••••••••••••••• o •••••• • •••••••••••••••••••••• 277 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
.. _,.l-n -l/(ll/i(/-
Dietberae la .\Jotte
(,1)- jI_.
(2.) L'i:~ ~~
wn ~
1-
't 3
Fue ya· idea de Debussy desarrollar una composición partiendo ex-
clusivamente de las posibilidades armónicas de la tercera en sus «Tierces e~~-··~ .. ~
¿¡, 1 .2. l¡-
tono producen desde luego unas disonancias muy fuertes; es una dureza
armónica que no empleará el Hindemith posterior.
Convendria añadir aquí otro signo convencional armÓnico de carác-
ter definitorio negativo) S:!, J(: ya que el componente tercera-sexta es
ahorrado en lo posible. (La sexta Mi-Do no aparece en el primer plano
del efecto armónico producido por el acorde.)
2. Alban Berg, ..Suite lírica» para cuarteto de cuerdas (1926;
p. 69). Los instrumentos de cuerda repiten diez veces en fff, con la mis-
ma métrica, las dobles notas (1). Se origina así UD acorde repetido de
L.. __•
~
ocho notas, las cuales (2) están relacionadas entre sí a distancia excepto
una vez, que aparece una tercera menor
entrar las notas una a una y suaviza considerablemente las aristas di- multánea del ámbito mediante el Do y el Do sostenido como nuevo lí-
sonantes forzosamente existentes . Se trata de un acorde que percibirá mite tonal .
el oyente como radiante y magnífico y nunca como cortante en extremo. 5. El acorde y su posición. Ejemplos de la ópera Wozzeck . • Woz-
Referente al componente tercera-sexta, constituye el antípoda extremo zeck, acabará usted en un manicomio», canta el doctor. Hay dos ele-
del acorde número 1 de Hindemith . . mentos sin ningún enlace con la estructura del acorde, disposición y arti-
4. Gustav Mahler, 10 .. Sinfonía. En el único movimiento que dejó culación que actúan como imagen representativa de un espíritu humano
terminado Mahler, se siguen en apretada sucesión los dos únicos tutti que está perdiendo todas sus fuerzas . Un agudo y denso mI menor re-
puntos culminantes en fí. El primero en forma de un acorde en la bemol petido en staccato en contraposición a una séptima menor grave man-
menor en una disposición llamativamente aguda. A continuación, tras tenida. La posición usual de los clarinetes, una octava más grave, habría
una sección de cinco compases en maderas, trompas y arcos, esta cons- destruido ese efecto (p. 133\.
trucción de acordes hacia el segundo tutti culminante, se completa en . o.· · . ...... .
el cuarto compás con la entrada de las trompetas: 14 R,
~6~~~I~~ill~5
, , 4 Ciar.
~~~~~~~~~~~~_ 2 trompas
cuerdas graves
verse resaltado o destruido por la instrumentación. Wozzeck. acto pri- timo un acorde de .~~o notas (1) . Los cinco primeros grupos lo hacen
mero. escena cuarta. Acordes graves en cuartas de las cuerdas. (Es lo ·en fpp o ffp y no InIetan su crescendo hasta que ha entrado el último
usual en Hindemith ; pero en el caso de Berg. un acorde sin tercera cons- g~upo de maderas. Pero éste hace salir claramente al primer plano me-
tituye una ráreza que llama nuestra atención.) En contraposición a esa diante un f. la desnuda segunda menor Do sostenido-Re (2). Por su-
vacía oscuridad. el curioso resplandor rojo de las cuatro flautas en doble puesto que esa disonancia se vería muy atenuada si por la incorporación
tríto.no. Lo primero que nos hace inteligible la situación es la separación de las notas contenidas ya en el acorde. la última entrada del forte so-
de los grupos de instrumentos. Si Berg hubiese situado el Fa sostenido nara algo así como (3):
y el sol en las cuerdas. habría saltado al primer plano una séptima mayor 3 Tna. Viol Ob .• Ciar.
oculta como aspereza armónica. Si . en cambio. la cuarta flauta se hu-
biese ocupado del Sol y la viola hubiese cambiado al Si bemol. se habría
debilitado el efecto del doble trítono.
enlra~d~a~~c~u~e~rd~as~~~!~~!~
Wozzeck: «Está oscuro y luce sólo un resplandor rojo al oeste~.
4
Orden d.
de Jos disto gru';.,.: graves
Hans Werner Henze , .Neapolitanische Lieder» (Canciones napoli- Séptima mayor que contiene cuarta ·y tritono, o novena menor que
tanas, 1957). Un primer acorde de la orquesta largamente mantenido contiene quinta y trítono; ambas sin el componente de tercera-sexta . Se
tras un recitativo sin acompañamiento del cantante. La insinuación a la trata de la figura armónica dominante en much.as obras de Webern y de
guitarra (las cuerdas tocan las notas de las cuerdas al aire de la guitarra) la Escuela de Kranichstein, que se basa en él. La posible clasificación S,
se destruiría por supuesto del mismo modo que el encantador contraste W Jé, está indicada siempre que aparece un acorde de este tipo en Hin-
tensional del acorde entero, si Henze hubiese colocado notas entre los demith, pero pierde desde luego su sentido cuando una figura armónica
instrumentos de viento y las cuerdas o hubiese hecho una instrumen- tal determina una obra entera, dado que cualquier clasificación de un
tación mixta. valor armónico supone la existencia de relaciones con otros acordes de
la misma obra .
• •••
Así pues, sólo podemos aplicar las categorías de contenido armó-
•
Cuerdas
.--- .
Total de notas
nico, tensión o aspereza. suavidad y reposo en el caso de compositores
Viento~ como Hindemit, Berg, Henze y otros muchos compositores más jóvenes
empleadas
de la actualidad que emplean la paleta entera de los acordes posibles;
9', • hay algunos que lo hacen todavía, y hay otros que por fin , vuelven a
hacerlo.
Pero la instrumentación puede lograr también una especial acidez en Por lo tanto , y antes de ponernos a analizar determinados acordes,
los acordes . • Es como si el mundo fuera a incendiarse», canta Wozzeck, es indispensable analizar la paleta total sonora empleada en la obra en
también en la cuarta escena del acto I. En ese momento los grupos de cuestión. Ella constituye el camino a seguir para la adecuada audición
instrumentos de la orquesta entran sucesivamente hasta formar por úl- de esa obra , así como para la valoración de los diferentes acordes .