QUERIDA FAMILA

“LA NAVIDAD TRAE LA ALEGRIA

AL TRISTE,
AL POBRE,
AL ENFERMO.

QUE TU NAVIDAD
SEA LA NAVIDAD
DE TODOS.
 Se ha vuelto tan festiva la Navidad en un sentido
estrictamente frívolo y materialista, que hemos olvidado poco a
poco su trascendencia espiritual.
En verdad que no vino Dios Hijo a padecer a la tierra para que
en diciembre se adornaran los escaparates, se incrementarán las
ventas, se hicieran fiestas y se intercambiaran regalos.
Vino Jesús, el Mesías, a predicar la humildad.
Por eso seleccionó para nacer en el seno de una modestia familia y
por cuna un simple pesebre. Sin embargo, lo que menos practicamos
en estos días, ciertamente, es la humildad.
Vino a enseñarnos la pureza y por ello seleccionó a su Madre
a la más casta y buena de todas las mujeres.
Pero no es exactamente la pureza de corazón la que inspira todos
nuestros preparativos de esta temporada.
Vino a enseñarnos el amor. Pero estamos tan ocupados
haciendo cuentas de dinero, que con frecuencia no es amor –sino
simple ajuste de quetzales y centavos que inspira la adquisición de
los regalos.
RECTIFIQUEMOS EL CAMINO
La Navidad debe ser alegre, por supuesto. Cómo no a serlo si
estamos celebrando el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo?.
Debemos llenar nuestra casa de luces y adornos. Pero, por
qué no empezar por el corazón?
Antes de iniciar todos los preparativos mundanos,
tengámonos unos minutos a meditar lo que significa la Navidad y
hagámonos espiritualmente dignos de ella, antes de principiar los
arreglos superficiales.
Mucho más importante que enseñar a nuestros hijos los
arreglos y las tradiciones navideñas, es que hablemos con ellos de
Cristo y del mensaje de amor que nos trajo al nacer.
La celebración mundana de la Navidad no es criticable,
cuando la combinamos con la celebración espiritual. Sin esta
segunda parte, debe ser más ofensiva que grata al Señor.
Es en el hogar donde la celebración de la Navidad tiene mayor
importancia y significado.
Siendo, como lo es, una festividad eminentemente
Espiritual, debe servir para el acercamiento de todos los miembros
de la familia.
Debe ser la ocasión para dejar atrás rencores y rencillas. No
hay mejor manera de celebrar el Nacimiento de Jesús que
practicando sus enseñanzas de amor y caridad. Y la caridad, dice el
proverbio popular, empieza en la casa.
La Navidad debe ser la ocasión de estrechar más que nunca
los lazos que nos unen a la familia. Es la oportunidad de llevar las
creencias religiosas a la vida diaria. De incitar a todos los miembros
de la familia a amarse, a comprenderse y a perdonarse.
Es, sobre todo, la oportunidad de orar juntos. Porque, dice
un sacerdote, “ La familia que ora junta permanece siempre unida”.
 En el hogar se debe celebrar gozosamente el Nacimiento de
Jesús. Todos los adornos exteriores deben ser expresión de
nuestro regocijo interior; una expresión material de nuestra sincera
gratitud a Dios por la presencia de su Hijo en la tierra.
EL MENSAJE CRISTIANO ES ALEGRE
Además de la alegría de celebrar la Navidad, estas fechas
deben recordarnos que el mensaje de Cristo es eminentemente
alegre.
El vino a ofrecernos el más bello de los dones: la promesa de
la Resurrección y de la vida eterna.
Y vino a darnos la filosofía del bien y de la dicha en unas
cuantas palabras: “Ama a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo
como a ti mismo”.
Si queremos celebrar dignamente el Nacimiento de Cristo
debemos hacerlo con el corazón henchido de gratitud, de alegría y de
amor.
Esferas y árboles….luces y golosinas….música y
regalos….todo contribuye a poner el espíritu festivo de esta
temporada. Pero la alegría deber ir mucho más allá del aspecto
superficial. Debe nacer de la fe en la promesa de Jesús; debe
expresar el amor a los semejantes que El vino a enseñarnos a costa
de Su preciosa sangre.
De otra manera, convertimos la Navidad en una fiesta
comercial y pagana.
Y no será Jesús el único que llorará la inutilidad de su
sacrifico. Nosotros seremos los grandes perdedores, porque
dejaremos, pasar la oportunidad que esta celebración nos ofrece
una vez al año, de dar un significado más espiritual a nuestra
existencia, de acercarnos un poco más a Dios y tomar de El fuerzas
para seguir adelante en el largo viaje por la vida terrena.
Por eso el tiempo de Adviento es la gran oportunidad que
tenemos las familias cristianas de prepararnos verdaderamente a
la Navidad.
Empecemos por saber qué es ADVIENTO: comienza con los
cuatro domingos antes de Navidad. Con el principio de un nuevo año
Litúrgico los padres de familia encaran la responsabilidad de poner a
sus hijos en relación estrecha con su Madre Iglesia. Es la Iglesia la
que indica el camino a una mayor compresión de los Sagrados
Misterios de nuestra Fe, sabiamente representados y llevados a
cabo a lo largo de las “estaciones” Litúrgicas: Adviento – Cuaresma
– Pascua y Pentecostés.
Aprendamos desde el hogar a penetrar más y más en el
sentido de la Liturgia. Ni aún los más pequeños han de ser excluidos
pues la sencillez de muchas prácticas litúrgicas hogareñas están al
alcance de la simplicidad de los niños.
Percatémonos de que Adviento significa “advenimiento,
venida” y actualiza entre nosotros la preparación y la llegada del
Mesías, como símbolo de su retorno final en el último día.
Para hacer más efectivo el Adviento tengamos en cuenta
cómo puede realizarse:
1. Pongamos en lugar visible una canastita o la cuna vacía que
en el Pesebre o Nacimiento usará el Niño Jesús. Enseñe a
cada miembro de la familia a que en ella pongan una pajita por
cada acto de amor o sacrificio que hagan durante cada día de
 la semana. El Niño nacerá en una cuna con lecho de pajas,
símbolo del amor de toda una familia.
2. Elegir una “consigna penitencial” individual o comunitaria,
como ejemplo: suprimir algún día la mantequilla de la mesa
del desayuno o el postre del almuerzo. Disminuir el número
de horas que se ve T.V. ahorrar en ciertos gastos (dulces,
cine….) y la diferencia darla de limosna en Navidad a una
familia pobre.
3. Meditemos el Mensaje de Navidad “ Paz en la tierra a los
hombres de buena voluntad”. Paz en el corazón, en el interior
del hogar, paz con los hijos, con los compañeros de trabajo,
con los vecinos…..alegría por la venida del Señor….
Reconciliación con las enemistades.
4. Recordemos a los pobres que no podrán festejar estos
días….que no recibirán regalos, a los viejos que están solos;
los niños abandonados que no tendrán regalos; los enfermos
de los hospitales. No despilfarrar para celebrar una fiesta
pagana. Por eso en la alcancía familiar coloquemos cada día
todos aquellos centavos que no quisiéramos malgastar y
que puedan ser la alegría para estas personas.
5. Preparémonos con tiempo para asistir a la Misa de Navidad
leyendo a la familia los comentarios de los días anteriores
que tiene el Misal sobre la Misa de medianoche.
6. Fabrique una Corona de adviento como la se ve a
continuación
El círculo de siempreverde representa el incesante fluir del tiempo;
las velas dividen a éstos en cuatro edades, señaladas por los cuatro
domingos de adviento, durante los cuales el mundo espera la venida
de Cristo. La vela encendida simboliza Cristo “esplendor de eterna
luz”, el cual viene a “iluminar al que está en la oscuridad”
7. coloque un cartel artísticamente dispuesto que recuerde el
mensaje de esperanza del Adviento “EL SEÑOR VIENE”
8. Decore el hogar cristianamente con colgaduras alusivas,
velas rojas y blancas.
9. Prepare el Nacimiento con toda su familia, que colaboren
hasta los más pequeños que puedan hacerlo.
10. El Nacimiento debe ser el centro de la Liturgia
familiar de Navidad, no el árbol.
11. Vayamos pues preparando en nuestros hogares, la
venida de Jesús; que todos demos testimonio de Fe viva, de
Esperanza en nuestro Salvador y de Caridad para quienes no
lo conocen Todo Esfuerzo pues por conseguir:
“UNA FAMILIA MAS FELIZ, EN UN MUNDO MEJOR”
LA CORONA DE ADVIENTO

El árbol de Navidad es universalmente conocido y usado, aunque

muchas veces su real significado se pasa por alto. La Corona de
Adviento por otra parte, trasmite su mensaje más
efectivamente, en especial durante el tiempo preparatorio a la
Navidad.
La Corona de Adviento, muy popular en Alemania y de otros
países sajones; se hace de pino, ciprés o pinabete, etc. En esta
deben colocarse cuatro cintas agarradas de cuatro veladoras.
La primera vela se enciende el primer domingo de Adviento y
se deja consumir hasta una quinta parte. Al domingo siguiente
se prenden la primera y segunda vela para dejarlas encendidas
un poco más. El tercer domingo se encienden tres velas y el
anterior a Navidad las cuatro velas juntas; no se dejan consumir
todavía.
La Noche Buena, el día 24, después de media noche se
encienden las cuatro velas y se dejan consumir en honor del Niño
Jesús.
 PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

Hacer la reunión familiar en la que se evoque con devoción el

nacimiento del Redentor. Al ir realizando cada paso de las
celebraciones, explique a sus hijos y familiares lo que éstas
simbolizan.
Hacer notar también el simbolismo del amor cristiano que
hay en los regalos y hacerles comprender que no tiene
importancia su valor material.

INICIACIÓN DE LA CEREMONIA
Se enciende una vela y se hace la oración para la bendición de
la Corona, ésta puede ser dicha por el papá. El encendido de las
velas de la Corona es un privilegio que puede ser concedido a
distintos miembros de la familia como las circunstancias lo
permitan.

PAPA:
Nuestra ayuda está en nombre del Señor.

TODOS:
Que hizo el cielo y la tierra
PAPA:
Permítenos orar: Oh Dios, por cuya palabra todas las cosas
son santificadas, haz descender en adelante tus bendiciones
sobre esta Corona y concédenos, a nosotros que la usamos, que
pueda ella preparar nuestros corazones para la venida de Cristo
y recibir de Ti abundantes gracias. Por Cristo Nuestro Señor.
TODOS:
Amen
MAMA:
Nos reunimos en esta casa, todos con verdadero amor y el
vivo deseo de recordar algunos episodios del Nacimiento del Niño
Jesús y también de su Santísima Madre, la Virgen María.
Para que podamos comprender mejor este grandioso
acontecimiento del Nacimiento del Hijo de Dios, recemos juntos:
Padre nuestro – Ave María – Gloria.
HIJO:
Nuestro Padre está en los cielos, concibió a la virgen María
antes que existiera cosa alguna, y la concibió sin mancha de
pecado original, mancha con la cual venimos todos al mundo
desde la desobediencia de Adán y Eva.
En una pequeña aldea de Nazareth vivían dos santas personas,
un matrimonio, que eran San Joaquín y Santa ana, quienes
fueron escogidos para que de ellos naciera la Virgen Santísima.
Desde su más tierna edad, María fue criada por sus padres
en el amor de Dios y en su corazón fue naciendo el deseo de
dedicarse exclusivamente al Señor. Estaba un día en casa de
sus padres, orando de rodillas y las manos juntas, cuando
detrás de Ella llega el Arcángel Gabriel, enviado de Dios. Al verla,
el Angel que viene del cielo queda en admiración al contemplar
tanta belleza y es que todo su ser está iluminado por los
destellos de su alma purísima. El Ángel le dice: “Dios te salve oh
llena de Gracia”. Se turbó María al oír esta salutación y se
cubrió de rubor su rostro, mas el Ángel le dice: “No temas María,
sabe que el Espíritu Santo descenderá sobre ti y que has de
concebir un hijo, a quien pondrás por nombre JESUS, porque para
Dios nada esimposible”. Entonces María responde: “He aquí la
esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Y como María
estaba prometida para casarse con un hombre íntegro y
virtuoso que se llama José, el Ángel del Señor apareció en
sueños a José y le dijo: “José, hijo de David, no tengas recelo de
recibir a María como esposa tuya, porque el hijo que ella tendrá,
ha sido engendrado por el Espíritu Santo, tendrá por nombre
JESUS y ha librar el mundo de sus pecados.
Así fue como José quedó constituido en protector de la
Santísima virgen y del Hijo que de ella había de nacer. Y se
celebraron los desposorios de José y María. Se instalaron en
una humilde casita de Nazareth. Con su trabajo de carpintero,
José llevaba al hogar lo que era necesario y María se ocupaba de
los menesteres de la casa como corresponde a la esposa en el
hogar.
El corazón de María en aquellos meses rebosaba de alegría al
sentir palpitar y moverse en sus entrañas a su Divino Hijo. Ella,
como todas las madres, se ocupaba en preparar las cositas que
su hijo iba a necesitar; cada puntada que daba era como una
oración; todo era amor y paz en la espera de aquel niño que había
de llegar en diciembre.

Al finalizar las oraciones, cada miembro de familia, enciende lla

vela de color blanco y rante este momento cada quien
individualmente hace su petición (ser mejor esposa
esposa, hija, padre,
mejor cristiano, etc.) y luego se pasa la canastita o el pesebre
para que tomen una pajita y la depositen en él. El niño nacerá en
un acuna llena de todas las bondades de nuestro corazón.

PAPA:
En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo

TODOS:
Amén
 SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO
En este segundo domingo dos de las velas son encendidas, antes
de iniciar las oraciones.
PAPA:
Nos reunimos nuevamente, recordando episodios del
nacimiento del niño Jesús y para comprender mejor este gran
Misterio, recemos juntos:
Padrenuestro – Ave María – Gloria.
MAMA:
Un día Cristo nació para Ti, y fue tu Navidad.
Otro día tú naciste para Cristo y fue tu bautismo.
Al recordar la alegría de la Navidad, no olvides el gozo de tu
Bautismo.
NAVIDAD …… es el día en que el AMOR se ha volcado sobre la
tierra.
HIJO:
Por esa época, el Emperador romano decretó levantar un
censo de la población de Judea, con la obligación de que cada cual
se presentase en su lugar de origen a censarse.
Como José era de la casa de David y su origen de Belén, se vio
forzado a obedecer y trasladarse a dicho lugar llevando consigo
a María y dejar con gran pena su casita de Nazareth, en donde
les hubiera gustado tanto esperar la llegada del Niño.
Se pusieron pues en camino José y María, llevando lo mas
indispensable. Siendo pobres, tienen que hacer el viaje a pie y así
se unieron a grupos que iban a Belén. Después de un viaje
bastante fatigoso, llegan José y María a Belén. El pueblecito
presenta una gran animación, muchísima gente en las calles,
todas las posadas están repletas y aún las casas particulares
tienen huéspedes.
Se dice que fueron José y María tocando de puerta en puerta
pidiendo albergue, sin encontrarlo. De aquí nació la costumbre
de las posadas. No encontrando ningún lugar disponible, llegan a
las afueras de Belén a una cueva que servía para los animales.
Allí encuentran un buey y una mula, un piso de tierra, un pesebre y
un poco de paja.
José no pudo encontrar otro lugar donde guarecerse más que
aquel portal, cuando ya María estaba por tener al niño, y así
nació el Hijo de Dios, en un humilde establo, que se iluminó por
una luz sobrenatural al albergar al hijo de Dios y a su Purísima
Madre.
María se inclina amorosa sobre su Hijo, lo toma entre sus
brazos, lo cubre y lo recuesta en el pesebre, sobre un poco de
paja. José de rodillas adora la Niño y con sus grandes y fuertes
manos quiere comunicar calor a la pobre cuna. Es el máximo
ejemplo de humildad del Hijo de Dios.
Jesús ama antes que todo la pobreza y no desdeña venir al
mundo en un portal y tener por primer lecho un poco de paja.
En los campos vecinos a Belén se encontraban unos pobres
pastores velando sus rebaños, cuando de pronto una luz intensa
los envolvió y los sobrecogió de temor. Era el Ángel del Señor,
 quienes les dijo: “ No temáis, os anuncio una gran alegría. Ha Amen.
nacido hoy un salvador, que es el Cristo Señor. Lo encontrareis
envuelto en pañales, recostado en un pesebre”. Al instante se
junto una multitud de ángeles que alababan a Dios diciendo
“Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de
buena voluntad”.
Los pastores se levantaros de inmediato y dijeron: “Vamos a
Belén a ver lo que el Ángel nos ha anunciado”. Llegados al establo
adoraron al Niño y le ofrecieron humildes presentes y se
volvieron glorificando a Dios por lo que habían visto y oído.
Los Magos de Oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron a
Herodes “Dónde está el Rey de los Judíos que acaba de nacer,
porque hemos visto su estrella en el oriente y venimos a
adorarle?”. Herodes les informó que el Mesías anunciado debía
nacer en Belén de Judá y hacia allí envió a los Magos,
encargándoles que a su regreso le dijeran el lugar donde se
encontraba para adorarlo él también.
Cuado llegaron a Belén los Reyes Magos, encontraron al Niño y a
María su Madre en el portal; lo adoraron y le ofrecieron regalos
de oro, incienso y mirra. Luego se regresaron por otro camino
para evitar a Herodes, porque el Ángel del Señor les había
prevenido que Herodes no quería adorar sino matar al Niño
Jesús.

PAPA:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

TODOS:
 TERCER DOMINGO DE ADVIENTO
En este tercer domino tres de las velas son encendidas,
antes de iniciar las oraciones.
PAPA:
Pidamos de nuevo a Dios que nos permita amar los misterios
del Nacimiento de Jesús y el mensaje que El nos trae.
MAMA:
En esta Navidad, una sonrisa para todas las alegrías
sencillas y puras.
Una lágrima par todos los sufrimientos
Un consuelo para todas las miserias.
Una disculpa para todos los fallos.
Una oración para todas las necesidades.
Sigue habiendo muchos hombres con un hilito pequeño de
esperanza y han de ser tus manos, las que les lleven esta
caricia…..en Navidad.
HIJO:
Después que los Reyes Magos se volvieron al Oriente, el
Ángel del Señor se apareció en sueños ya José y le dijo: “Levántate,
toma al Niño y a su Madre y huye a Egipto que quédate allí hasta que
yo te avise, porque Herodes buscará al niño para quitarle la vida”.
Aquí se muestra de nuevo la obediencia de José que es inmediata y
sin vacilaciones. Se levanta presuroso, arregla lo que tiene y
despertando a María, toman al Niño y emprenden lo que va a ser un
largo viaje, a través del desierto. A paso lento fueron siguiendo sin
duda alguna el trayecto de las caravanas menos frecuentadas,
puesto que debían estar temerosos de la persecución de Herodes.
Y así llegaron a Egipto, donde cabe pensar que tuvieron las mismas
penalidades que sufren las personas que se encuentran en un país
extraño del cual no conocen el idioma y cuyas costumbres difieren
tanto de las propias. No tienen amigos ni familiares.
Esta es una prueba más de cómo José y María supieron cumplir con
la misión que se les encomendó, y un ejemplo que debemos seguir
cuando en el cumplimiento de nuestro deber encontremos
dificultades y nos parezca que es demasiado duro.
Después de algún tiempo, el Angel de nuevo se apareció a José ,
anunciándole la muerte del cruel Herodes y ordenándole que volviera
con la Madre y el Niño a tierra de Israel.
La obediencia de José se manifiesta como otras veces, sin
vacilaciones y de manera inmediata y se organiza para volver a su
patria preparando lo necesario para el viaje. Y es así como la Santa
Familia vuelve a la pequeña aldea de Nazareth.
Cuando llegaron a Nazareth, el Niño tendría alrededor de dos años,
estaba pues en la época más graciosa de la infancia. José se
encontraba en la plenitud de su vida, hombre fuerte y entero.
Su origen era distinguido, puesto que pertenecía a la rama del Rey
David, aún cuando su oficio fuera bastante humilde. El fue el hombre
escogido por su humildad y su integridad para cuidar del precioso
tesoro de María y del Niño, papel que supo desempeñar sabiendo
siempre pasar inadvertido.
María se ocupaba contenta de los menesteres de su modesta
casita, en la cual no tiene ninguna de las comodidades a las cuales
nosotros estamos acostumbrados. Inclusive tiene que ir hasta la
fuentee para buscar el agua necesaria, pero siempre está con el
corazón contento.
Jesús, como todo niño, es alegre, creciendo día en día, obediente y
muy amoroso
PARA SER LEIDAS POR ALGUN OTRO MIEMBRO DE LA FAMILIA O
AMIGO INVITADO:
1. Navidades con abundante provisión. visión. Si has estado
preocupado por los gastos, si ha estado inquieto por la
apariencia de escasez en tus asuntos, acepta las riquezas
de Cristo en las Navidades.
Las Navidades son un tiempo de riqueza, un tiempo de
desbordamiento, un tiempo en que el bi bien de Dios se vierte
abundantemente.
Tú eres rico en Cristo y de esta interna riqueza vienen las
ideas, la guía, la ayuda que necesitas para hacer que tu vida y
asuntos sean prósperos y satisfactorios.
Jesús dijo: “todo lo que pidiereis orando, creed que llo
recibiréis y os vendrá.”
El dijo también que el Padre sabe las cosas que necesitas.
Cristo te trae renovada fe en Dios como tu inagotable
fuente.
Cristo te bendice ricamente en las Navidades con regalos
que exceden con mucho tu más acariciadas esperanzas
esperanzas.
2. En esta gozosa estación, doy amorosamente y recibo
abundantemente. El gozo de la Navidad es que es una
estación en la que se da. Doy regalos externos y también
reglaos internos. Con cada regalo, regalo una oración, regalo
fe, regalo armonía.
Todo regalo lo externo va acompañado de un regalo interno.
Envuelvo cada regalo en amor invisible. La Navidad es
también una estación para aceptar regalos amorosamente.
Acepto los regalos materiales, símbolos de mayores regalos
del Espíritu, pero también estoy más consciente de mi
necesidad de aceptar los siempre presentes regalos del
Espíritu, esos regalos que están a la mano cada día del año,
no solamente durante las Navidades. Dejo que los dones de
la substancia divina enriquezcan mi vida. Acepto el don del
amorr divino fluyendo a través de mi mente y cuerpo,
sanándome, perfeccionándome y fortaleciéndome. En esta
gozosa estación, doy amorosamente y recibo
abundantemente.
PAPA:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
TODOS:
Amén.
 CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO
En este cuarto domingo, cuatro de las velas son encendidas,
antes de iniciar las oraciones.
PAPA:
Todos reunidos nuevamente pidamos a Dios que abra
nuestro corazón a su mensaje de AMOR..
Padrenuestro – Ave María – Gloria.
MAMA:
Si en algún momento hay un tiempo apropiado para la paz, es
ahora en la Navidad.
Entra dentro del espíritu de la Navidad, dejando que la paz de Cristo
reine en tu mente, en tu corazón, en tu vida.
Acepta el regalo de la paz de Cristo. Recuerda la promesa: “La paz
os dejo; mi paz os doy”.
Cristo trae la paz al mundo; El trae la paz a tu mundo.
La dirección del mundo está sobre sus hombros; la dirección de tu
mundo está sobre sus hombros.
Cristo renace. Cristo aparece a través de ti y a través de toda
persona que se abre a El. Cristo aparece y renace en tu vida como
paz.
Donde hay discordia, Cristo trae armonía; donde hay confusión, El
trae orden; donde hay tensión, El trae liberación.
Cristo es tu paz que renace en la Navidad.
HIJO:
El pueblo judío tenía entre sus normas las peregrinaciones a
Jerusalén, a las cuales acudía una multitud enorme. La
peregrinación de Pascua se llevaba a cabo en el mes de Nisan, que
corresponde más o menos al tiempo comprendido entre mediados
de marzo y mediados de abril actuales. Entre las ceremonias se
llevaban a cabo sacrificios de animales en enormes cantidades.
Aún cuando solo era obligatoria para los hombres y los varones de
más de 12 años, a menudo la esposa y los hijos pequeños
acompañaban al padre. Es así como esta vez fueron José, María y
Jesús, que ya tenia 12 años, a Jerusalem para estas ceremonias.
En el momento del regreso, José y María se pusieron en marcha
pensando que Jesús venía caminando en compañía de algún otro
grupo de amigos y seguros de encontrarlo al acampar ese
atardecer.
Cuando llegaron al final de la primera jornada, comenzaron a
preocuparse al ver que Jesús no llegaba; lo esperaron un tiempo
prudencial y luego principiaron a buscarlo entre los diferentes
grupos sin encontrarlo.
Al día siguiente partieron de regreso a Jerusalem, siempre
buscando y preguntando por El entre los grupos que encontraban.
Así emplearon un día. A la llegada a la ciudad lo buscaron por donde
pensaban encontrarlo, pero todo resultó en vano; el joven estaba
perdido y la angustia de los padres es fácil de imaginar. Al tercer día
lograron José y María penetrar en el templo y en uno de los atrios
del mismo, en donde se reunían los Doctores y Escribas a discutir,
entre ellos y con algunos peregrinos, tuvieron la alegría inmensa de
encontrar a Jesús.
Jesús estaba sentado en medio de los Doctores, escuchándoles e
interrogándoles; todos los que le oía estaban admirados por su
inteligencia y respuestas. Viéndole su Madre, le dijo: “Hijo, por qué
has obrado así con nosotros? He aquí que tu padre y yo te
buscábamos doloridos”. Empero El les dijo: “Porqué me buscabais?
No sabíais que es necesario que yo me ocupe de las cosas de mi
Padre? Ellos no comprendieron esta respuesta porque Jesús se
estaba refiriendo aquí a su padre Celestial.
Después de este notable incidente, regresaron juntos José, María y
José en el trabajo, progresando en edad, en sabiduría y en Gracia
delante de Dios y de los hombres .
de Jesús, hechos tan solo para salvarnos a nosotros los pecadores.
Tengamos siempre en nuestros ojos y en nuestro corazón el ejemplo
de la Santa Familia. Sepamos gozar de los momentos placenteros
pero también cuando sobrevengan las dificultades sepamos
aceptar la voluntad de Dios y siempre debemos dejar también un
lugar para ayudar a los demás en sus necesidades.
Preparémonos para esta Navidad con el corazón lleno de amor a
Dios y a todos los hombres.

AHORA MEDITEMOS UN POCO:

La venida al mundo de Jesucristo, es el hecho más trascendental del
cristianismo, por el cual se nos ha dado la posibilidad de ser Hijos de
Dios, a todos los que en El creemos.
La encarnación del Hijo de Dios es un hecho sobrenatural que
nosotros no podremos nunca comprender. Sabemos solamente que
por designios de Dios, Jesús se encarnó en el seno purísimo de la
Virgen María, por obra del Espíritu Santo.
Por este acto, para nosotros incomprensible, Dios ha deseado
darnos a los hombres una participación en sus designios. Nos
corresponde poner nuestra voluntad dispuesta a seguir la voluntad
de Dios en todo lo que nos pide, poniendo para ello todo el esfuerzo
de que seamos capaces.
Entonces es el momento de detenernos a ver qué es lo que debe
representar para nosotros la Navidad. Agradezcamos y pensemos
en los sacrificios de María y José, en todos los dolores y sacrificios
 DIA 24
Para este día es muy importante una celebración especial. Busque
una hora adecuada.
Prepare a toda su familia para una reunión íntima en la que estén
presentes TODOS los que la integran para realizar la Ceremonia de
la Navidad.
Reunidos alrededor de la Corona de Adviento, se procede a encender
las cuatro velas y todo el resto de las velas que se encendieron
durante el Adviento:
ORACIÓN DEL PAPA
Gracias, Señor porque naciste, viviste y moriste por
nosotros.
Pero gracias especialmente, Señor, por las enseñanzas inolvidables
que nos dejó tu paso por la tierra.
Por la humildad que nos mostraste al elegir el lugar de tu
Nacimiento.
Por el amor ilimitado en que está basada tu doctrina.
Por la ternura que representa tu Madre, La Virgen María.
Por la generosidad con que compartiste con nosotros el Reino de tu
Padre.
Por la entrega total que nos hiciste a través de la Eucaristía.
Por el sacrificio de una muerte cruel, que aceptaste por nosotros.
Por las promesa feliz contenida en tu Resurrección.
Señor, no permitas que esta Navidad me olvide de ti. Haz que toda
mi alegría dicembrina esté basada en mi gratitud por todas las
cosas que me has dado sin merecerlas.
Gracias por las luces y las fiestas: por las golosinas y los regalos;
por el amor de mi familia; por la presencia de mis amigos; por la paz
del mundo y tranquilidad de mi hogar.
Pero gracias, especialmente, Señor, porque te conozco y te amo.
Gracias por haber nacido una helada noche de diciembre, en la más
humilde de las condiciones, sólo para traernos una luz de Verdad,
que no habrá de apagarse nunca, en tanto haya una sola alma que
evoque el mensaje de los Angeles a los Pastores la noche de tu
Nacimiento: “Gloria a dios en las alturas y paz en la tierra a los
hombres de buena voluntad”.
ORACIÓN DE LA MADRE:
Doce buenos propósitos para 20__:
1 vamos a vivir con sencillez, a contentarnos con las pequeñas
cosas y a no exigir lo extraordinario por puro placer.
2 Nos vamos a retirar del “Círculo del Síntoma diario” o sea, de
la sociedad de lo que a penas despiertos, empiezan la jornada
preguntándose qué les duele.
3 Vamos a aprender a amar nuestro trabajo. Debemos
recordar todos los días del año que quien no hace nada no es
feliz y quien hace su trabajo sin gusto vive repitiendo
monótonamente la emociones ingratas.
4 Nos propondremos a aficionarnos a algo recreativo que sea
diferente de los que hacemos profesionalmente.
5 Aprenderemos a resignarnos cuando nos podamos cambiar
el curso de los acontecimientos.
6 Amaremos a nuestro prójimo y nos consideraremos parte
integrante de la comunidad.
 7 Trataremos de decir siempre una palabra amable, de tener
un pensamiento positivo. Recordaremos que en la vida hay
muchos momentos en que obtenemos ventajas con sólo un
poco de buen humor.
8 Afrontaremos la adversidad y trataremos de convertir
nuestros fracasos en victorias.
9 Resolveremos todos nuestros problemas con decisión.
10 Simplificaremos las cosas y adoptaremos una actitud
serena y tranquila.
11 Viviremos solo con la inquietud y a la expectativa de toda
nueva experiencia que pueda servirnos para mejorar el
presente.
12 No haremos a nadie víctima de nuestra ira, ni de nuestras
pasiones.
ORACIÓN DE LOS HIJOS:
Gracias, Señor, por todo lo que en este año nos diste!
Gracias por los días de sol y los nublados tristes!
Gracias por las noches tranquilas y por las inquietas horas
oscuras!
Gracias por la salud y la enfermedad!
Por la penas y las alegrías!
Gracias por todo lo que nos prestaste y después nos pediste!
Gracias, Señor, por la sonrisa amable y la mano amiga, por el
amor y todo lo hermoso y dulce!
Por la flores y las estrellas y la existencia de los niños y de las
almas buenas!
Gracias por la soledad, por el trabajo, por las dificultades y las
lágrimas, por todo lo que nos acercó, a Ti más íntimamente!
Gracias por tu presencia en el Sagrario y la gracia de tus
Sacramentos!
Gracias por habernos dejado vivir!......
ORACIÓN PARA OTRO DE LOS HIJOS
Y da la vuelta otra hoja del libro de nuestra vida.
Que traerá el año que empieza?
Lo que tú quieras Señor!
Pero te pido Fe para mirarte en todo.
Esperanza para no desfallecer.
Caridad perfecta en todo lo que hagamos, pensemos y
queramos.
Danos paciencia y humildad.
Danos desprendimiento y un olvido total de nosotros mismos.
Danos señor, lo que Tú sabes nos conviene y nosotros no
sabemos pedir.
Que nosotros podamos amarte carda vez más y hacerte amar
de los que nos rodean!.
Que nosotros seamos grandes en lo pequeño!
Que siempre tengamos el corazón alerta, el oído atento, las
manos y la mente activas, el pie dispuesto!.
Derrama Señor tus gracias sobre todos los que queremos.
Nuestro amor abarca al mundo y aunque somos muy pequeños,
sabemos que todo lo colmas con tu bondad inmensa!
QUE TODA LA FAMILIA LIA EN PROCESIÓN LLEVEN AL NIÑO A SU
PESEBRE.
a) El mayor de los hijos lleva la vela.
b) El más pequeño lleva al niño.
 NACIMIENTOS
Dulce es el recuerdo de Jesús,
Que da verdaderamente gozos al
Corazón; pero más dulce que la
Miel y que todo, es Su presencia.
(Himno del Siglo XII)
SAN FRANCISCO DE ASIS, el santo varón que de modo fiel imitó la
humildad de Nuestro Señor Jesucristo, nació, como El, en un
pesebre. Esto fue como una presagio divino de su destino, porque
San Francisco perteneció a una familia acomodada y fue solo lo
intempestivo su llegada al mundo lo que hizo a su mare refugiar en el
lugar más cercano que encontró – y que resulto ser un establo- para
el alumbramiento. Tal vez esta razón, San Francisco fue
especialmente devoto al Niño Jesús.
Se cuenta que - ya adulto y convertido en el dulce apóstol que
habría de ser hasta su muerte - recorrió la campiña cercana a la
pequeña población de Rieti, en el invierno de 1223.
La navidad de ese año lo sorprendió en la ermita de Greccio y
fue allí donde tuvo la inspiración de reducir en vivo el misterio del
Nacimiento del Redentor, para acrecentar el fervor religioso de los
habitantes de aquella remota región.
Construyó una casita de paja, a modo de portal, puso un
pesebre en su interior, trajo un buey y un asno de los vecinos del
lugar e invitó a un pequeño grupo de gente local a reproducir la
escena de la adoración de los pastores.
Tanto el Santo como todos los campesinos de los
alrededores y sus familias oraron esa noche ante el primer
nacimiento. Y cuenta la historia del Santo, que cuando éste se
quedó solo, todavía elevando sus oraciones al cielo , se le apareció el
Niño Jesús en la forma de un hermoso niño acostado en el pesebre.
Por mucho tiempo se guardó la paja de éste, a la que se atribuyeron
propiedades milagrosas.
La idea de reproducir el Nacimiento se popularizó
rápidamente en todo el mundo cristiano. De los seres vivos se pasó
a la utilización de figuras. Y esta piadosa costumbre ha sobrevivido
a través de los siglos, especialmente en los países católicos.
LOS ELEMENTOS DEL NACIMIENTO
Se considera “Nacimiento” cualquier reproducción en
volumen, con profundidad, del misterio de la Navidad de Jesucristo.
Los elementos fundamentales que constituyen esta reproducción
son:
LA SAGRADA FAMILIA:
La Santísima Virgen María, Señor San
José y el Niño Dios. En Guatemala, se acostumbra colocar al Niño,
en la noche del 24 de diciembre.
LOS ANIMALES:
El asno y el buey que , según los textos
sagrados, dieron calor al Niño con su vaho.
LOS PASTORES:
La escena generalmente representa la
adoración de los pastores y de los Reyes Magos: como se
recordará, los Reyes eran magos de Oriente a quienes se reveló el
Nacimiento de Dios. Y los Pastores eran hombres rústicos a los que
un Angel fue a anunciarles el acontecimiento. Fue precisamente el
ambiente pastoral de la región en que se encontraba la que inspiró al
Santo la idea de reproducir el misterio.
EL PORTAL
Caca época y cada persona da su propia versión del
portal, que simboliza la entrada a la gruta en que se encontraba el
establo donde nació Jesús. El establo pertenecía al mesón que dio
albergue, en Belén a la Sagrada Familia. Siendo simbólico, el portal
se puede realizar al arbitrio de cada persona.
EL PESEBRE:
Debe ser siempre el punto de interés central en el
Nacimiento, puesto que fue el Pesebre la humilde cuna que dios Hijo
seleccionó para iniciar su vida entre los hombres.
LA ESTRELLA:
Evoca la mágica estrella que condujo a los Reyes
Magos hasta Belén y simboliza, al mismo tiempo, que Cristo es la luz
del mundo.