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APUNTES FRAGMENTARIOS PARA UN POSIBLE MANIFIESTO DE

LIBERACIÓN MASCULINA

El amor, el auténtico amor entre un hombre y una mujer, no es cuestión de


manejo de poder. Sin embargo, parece que algunas mujeres siguen
entendiendo las relaciones amorosas como una guerra. Esta guerra entre
hombres y mujeres hace pensar en los instinos atávicos, como cuando un
gato y una gata copulan: cuando termina el acto sexual, el gato tiene que
salir corriendo, porque si no lo hace, la gata lo trata de matar. Porque, según
los antropólogos, el erotismo en el fondo tiene mucho que ver con el manejo
del poder.
Sin embargo, el amor auténtico no se puede reducir al encuentro erótico, ni
al despliegue de la pasión sensual.
Por eso, queremos manifestar, como hombres heterosexuales y amantes de
las mujeres:
- Nos gustan muchísimo y nos atraen las mujeres, no somos un movimiento
gay ni homosexual, somos hombres masculinos, amamos a las mujeres.
- Pero, tampoco somos machistas, no defendemos ni el machismo, ni
buscamos ninguna forma de nuevo machismo, ni de opresión del hombre
sobre la mujer.
- Apoyamos el movimiento feminista bien entendido, como reivindicación de
la dignidad y de los derechos auténticos de la mujer. Es justo que la mujer
no sea oprimida por el macho, o por el sistema social y cultural.
-Pero estamos en contra del hembrismo furioso y resentido en el que ha
derivado en forma equivocada cierta clase de feminismo.
No consiste en invertir la situación que se dio en el pasado, y que seamos
ahora los hombres los oprimidos por el sistema social y la cultura, y
oprimidos por el resentimiento colectivizado de muchas mujeres.
- No queremos un nuevo machismo. Apoyamos el movimiento feminista bien
entendido: reivindicación de las mujeres como seres humanos con derecho
a desarrollar todas sus potencialidades y también con derecho a una plena
realización personal. La liberación masculina debe ser anti-machista.
- Estamos en contra del MACHISMO, pero también en contra del
HEMBRISMO. Ante todo somos personas, seres humanos; no somos
simplemente hembras o machos humanos.
- Las mujeres son seres humanos con una dignidad y unas potencialidades
muy grandes, pero los hombres también lo somos en la misma medida.
- Estamos en contra de la opresión sobre las mujeres, pero también en
contra del creciente auge de la opresión sobre los hombres.
- Es necesario impulsar, paralelo al movimiento de liberación femenina, un
movimiento de liberación masculina, y los dos movimientos luchar contra el
machismo y el hembrismo reinantes en nuestra cultura postmoderna.

*****
Al mencionar la opresión, nos referimos al abuso, la manipulación, la
utilización y explotación de la energía vital que es ejercida por miembros de
un sexo sobre el otro, o institucionalizada socialmente y hasta jurídicamente,
en forma abierta o sutil y consetudinariamente.
La opresión sobre la mujer a través de la historia humana es bien conocida,
por la denuncia escandalosa y publicitaria que de ella han hecho los
movimientos de liberación femenina.
La opresión sobre el hombre es más sutil y disimulada, y más reciente, pero
igualmente eficaz, y a veces evidente y apabullante, pero muy aceptada
socialmente en esta sociedad postmoderna que tiende aceleradamente y en
forma regresiva hacia un matriarcado no natural, resentido y agresivo. Esta
opresión es notoria en la utilización que hacen las mujeres de sus bellos
encantos para manipularnos a nosotros los hombres heterosexuales.
También, la manipulación se ejerce en forma muy disimulada sobre la
necesidad nuestra de afecto y compañía femenina.

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Nosotros planteamos la necesidad de una RECONCILIACIÓN de los dos
sexos.
Que a través de una lucha conjunta de los dos sexos, se logre poner fin a la
manipulación y al abuso mutuo.
Que finalmente nos podamos mirar a los ojos los hombres y las mujeres,
como seres humanos ambos, NO solamente como machos y hembras de la
misma especie.
Solamente cuando se logre eso, limpios todos los rencores mutuos y los
ánimos de guerra, la mujer y el hombre se podrán encontrar, en un
verdadero encuentro amoroso, despojados de los atavismos y violencias
ancestrales e irracionales.
IMPORTANTE: Para que este encuentro real de los sexos se pueda realizar,
hay que partir del principio de que el auténtico amor entre hombres y
mujeres tiene que tener un carácter mucho más abierto y humano que lo que
implica sus connotaciones eróticas, pasionales e instintivas. No hay que
negar el instinto, sino ubicarlo dentro del contexto de lo propiamente
humano, que es la cultura y la convivencia.
Hay que abogar para que la relación amorosa entre el hombre y la mujer
cobre un matiz de amistad, compañerismo, colaboración, cooperación,
ternura, respeto, comprensión, cariño, perdón, además de lo erótico,
emocional y sexual.

EL AMOR NO ES UNA GUERRA.

Queremos que llegue el día en el cual hombres y mujeres dejemos de


mentirnos mutuamente, y que dejemos de actuar con segundas intenciones,
dejemos de entender el amor como un campo de batalla, dejemos de jugar al
gato y al ratón.
El movimiento feminista, bien entendido, no debería estar en contra de los
hombres, sino en contra de la opresión que hombres y mujeres hacen sobre
las mujeres: debería abogar por los derechos de las mujeres a realizarse
como seres humanos y a vivir una vida más plena, sin opresión, provenga de
donde provenga.

*****
Por otro lado, hay muchas mujeres, llámense feministas o no, que actúan
como machistas. Con su comportamiento perpetúan y reproducen el
machismo dominante en nuestra sociedad.
Por otro lado, el feminismo, (MAL ENTENDIDO), se ha desvirtuado en
muchas ocasiones y se ha convertido en un verdadero HEMBRISMO,
alimentado por el furor, el resentimiento y el odio de ciertas mujeres contra
el macho que oprimió y sometió a la mujer durante siglos.
Este HEMBRISMO es un falso feminismo, cuyo objetivo principal y central es
la VENGANZA CONTRA EL MACHO, no la reivindicación de la dignidad de
las mujeres.
Este ánimo de venganza ha desorientado de sus objetivos más importantes
a mucha parte del Movimiento de Liberación Femenina Contemporáneo.

ANOTACIONES SOBRE ALGUNOS PRINCIPIOS DE UN POSIBLE


MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN MASCULINA.

= Estamos en contra de la concepción de la mujer como mujer-objeto, pero


también en contra de la concepción del hombre como hombre-objeto
( sexual, utilizable, desechable, etc.).
= NO QUEREMOS UN NUEVO MACHISMO, no planteamos un “modelo para
un nuevo machismo”(Ver libro de Esther Vilar).
= Reivindicamos la liberación del varón domado, pero también la liberación
de la mujer domada.
= Somos anti-machistas, pero también anti-hembristas; somos primero
personas humanas todos nosotros, hombres y mujeres; hembras y machos
son los animales.

= Tampoco podemos estar de acuerdo con las MUJERES MACHISTAS:


Las mujeres machistas han desarrollado tácticas sutiles de dominación
sobre los hombres. Utilizan una aparente sumisión como forma para lograr
manipular las situaciones de relación con los hombres, y lograr así una
utilidad de poder a favor de ellas. Hay un manejo sutil y subterráneo del
poder en la aparente sumisión, pero igualmente eficaz y efectivo. Son lobos
disfrazados de corderos. Reproducen el machismo reinante, porque les
conviene a ellas y a sus intereses egoístas.
Utilizando nuestro interés y afecto hacia ella, la mujer machista lo que busca
en el fondo es domesticar al hombre, reducir al hombre a su más mínima
expresión como persona libre y creativa, matar nuestro potencial interior,
castrar toda posibilidad de realización personal íntima, castrar nuestro
potencial espiritual, artístico; anular nuestra capacidad lúdica; negar nuestra
búsqueda, someternos a rígidos esquemas de comportamiento y de
pensamiento, domesticar nuestro potencial humano.
Este manifiesto de liberación masculina se opone a la venganza furiosa y
egoísta de las HEMBRISTAS, pero también a esa domesticación impositiva y
sutil que quieren las mujeres machistas aplicarle a todo hombre que caiga
en sus redes, redes de araña.
Abogamos por el derecho del hombre de liberarse de esta sutil opresión que
sobre él ejercen las mujeres machistas, el derecho del hombre a que se le
considere como persona y como ser humano y NO SIMPLEMENTE COMO
MACHO.
Abogamos por el derecho de los hombres a realizar plenamente sus
potencialidades y a vivir una vida más digna y auténtica, que la de mero
MACHO DOMESTICADO.
Muchas mujeres machistas les hacen a los hombres un juego sutil y
disimulado:
Aprovechan sus encantos femeninos para manipular a los hombres y
simultáneamente, utilizan la culpabilización y todo su arsenal de
resentimiento acumulado y de odio latente hacia el macho, que se muestra y
aparece a veces en forma de “enamoramiento”, para hacer caer a los
hombres en las redes de su juego de domesticación. En este juego se mueve
por parte de ellas, la atracción/repulsión hacia el macho deseado/odiado.
Hay algunas mujeres machistas que solamente son capaces de ver en el
hombre, aunque sea el hombre amado, UN MACHO, no una persona, un ser
humano.
Para un hombre no-machista es muy difícil construir una amistad auténtica
con una mujer machista: siempre está obsesionada con la presencia de un
macho, parece incapaz de mirar al HOMBRE. Esta obsesión está marcada
por un resentimiento arcaico hacia el macho, del cual ella hace un uso sutil y
aparentemente inconsciente o inocente. En el caso de la mujer HEMBRISTA,
ella muestra abiertamente su odio, afán de venganza, resentimiento y
agresividad hacia el hombre, que ella considera simplemente un odioso
MACHO. Las mujeres machistas quieren al hombre domesticado y oprimido
por su voluntad en forma disimulada. En cambio, las hembristas
abiertamente y de frente odian al macho o al ACUSADO DE MACHISMO, y
anhelan venganza y desquite sobre este macho (sea un detestable machorro
o un ingenuo total).
Para las mujeres machistas, la ecuación es: HOMBRE igual a MACHO.
Para los hombres machistas, la ecuación es: MUJER igual a HEMBRA.
Las dos concepciones SON MACHISTAS.
El machismo es sexista.
El hembrismo es sexista.
Hay que rescatar al hombre y a la mujer, ambos como seres humanos y
personas.

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