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V Simposium Internacional de Tecnología de la Información Aplicada a la Minería 14 – 17 de

septiembre, 2004 Lima-Perú

EL “BLASTWARE III” E “MLINREG.BAS” COMO HERRAMIENTAS


PARA LA PREVENCIÓN Y CONTROL AMBIENTAL
DE VIBRACIONES EN VOLADURAS

Vidal Navarro Torres, Ph.D., vnavarr@popsrv.ist.utl.pt


Investigador de FCT y del Centro de Geotecnia del IST de la Universidade Técnica de Lisboa

Pedro Marques Bernardo, M.Sc., pedro.bernardo@ist.utl.pt


Investigador del Centro de Geotecnia y Profesor del IST de la Universidade Técnica de Lisboa

RESUMEN

Trabajos de explotación de minas e excavaciones con uso de explosivos en


áreas próximas a centros urbanos o poblaciones, generan problemas
ambientales diversos y entre ellos los relacionados a las vibraciones, que por
causa de la voladura pueden generar daños de estructuras y también causar
perturbación humana.

Para realizar la prevención y control de vibraciones ocasionadas por las


voladuras, una metodología muy utilizada es establecer la ley de propagación
de la velocidad de partículas considerando el tipo de macizo rocoso, la carga
explosiva y la distancia. Una vez establecida esta ley es posible implementar
medidas de prevención y control que permitan atenuar y evitar los daños
estructurales y humanos.

El trabajo de caracterización de la ley de propagación de la velocidad de


partículas, requiere un cuidadoso trabajo de mediciones en determinadas
condiciones de voladuras y para diferentes distancias utilizando sismógrafos.
Actualmente estos equipos son de alta sensibilidad, e pueden trabajar con
muchos canales y geófonos simultáneamente, registrando en su memoria los
eventos de las vibraciones.

Los eventos de vibraciones guardados en la memoria del sismógrafo pueden


ser transferidos a un ordenador y ser analizados, utilizando el programa
BLASTWARE III, la variación tridireccional de velocidades, las frecuencias
dominantes, etc.

Los resultados del análisis de los eventos de vibraciones permiten obtener


información para determinar la ley de propagación de la velocidad de vibración
de partículas mediante la técnica de regresión múltiple con uso del programa
MLINREG.bas.

El presente trabajo incluye una propuesta de un procedimiento (metodología) a


aplicar a este tipo de situaciones, mostrado en un flujograma que detalla todos
los pasos, ejemplificados con casos portugueses.

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1. INTRODUCCIÓN

La voladura de rocas fue considerada como arte, basada en la experiencia y


pericia de los operadores. En la actualidad y cuando las exigencias
ambientales son cada vez mas restrictivas, se necesita aplicar procedimientos
científicos y fundamentos basados en conceptos de la Dinámica de Rocas,
aspecto que permite conocer mejor la acción de los explosivos en los macizos
rocosos, en función de los mecanismos de rotura y respectivas propiedades
geomecánicas.

La falta de considerar los parámetros geológicos, estructurales y mecánicos de


la roca a ser volada y de los procedimientos de prevención y control, las
voladuras pueden causar grandes magnitudes de impactos ambientales, que
generalmente es debido a la aplicación de excesiva carga explosiva, que pude
ir mas allá de lo requerido para fragmentar la roca.

La mitigación o reducción, de los impactos ambientales relacionados con


voladuras, exige un adecuado dimensionamiento de los parámetros del plano
de perforación y voladura sea en voladura superficial o subterránea. En este
plano deben ser definida una adecuada malla de perforación, su profundidad,
sus respectivas cargas y la secuencia de salida (Bernardo, 2003).

Según Dinis da Gama (1998), sólo cerca de 5 a 15 % de la energía liberada en


la voladura de rocas, son efectivamente aprovechados para fragmentar la roca.
Por lo que la mayor parte de la energía contenida en los explosivos es
transferida al ambiente circundante en forma de efectos colaterales, susceptible
de causar impactos significativos.

De esos efectos, son cinco los que se destacan: vibraciones transmitidas a los
macizos y a las estructuras adyacentes, onda aérea (ondas de choque que se
propagan a través de la atmósfera conocidos como “airblast” y también
manifiestos en forma de ruido), proyección de fragmentos de roca, creación de
polvos y sobrerrotura del macizo rocoso.

Las vibraciones constituyen la causa mas común de las preocupaciones y de


protestas de las personas afectadas en las vecindades de los trabajos de
voladura. En algunos casos estos reclamos pueden ser debido al
desconocimiento de la comunidad o por la acción de sorpresa causada por el
disparo.

Por lo tanto, los disparos deben ser efectuados en conformidad con la


legislación y en horarios propicios, por que el choque y la ansiedad generados
por los eventos de vibración, estimulan a los propietarios a procurar daños
estructurales en sus propiedades y afecciones físicas.

El limiar de la percepción humana (sujeto a la susceptibilidad de cada


individuo), es muchas veces la base de reclamos por parte de terceros que, al
sentir los disparos, pueden imputar a los trabajos de excavación todos los

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daños ocurridos en sus residencias, a pesar de que las intensidades de


vibración sean considerablemente inferiores a los límites máximos admisibles.

El limiar de la percepción humana, establecidas por varios autores obedecen a


los criterios siguientes:

ü Los que dependen solamente de la amplitud de la vibración– por ejemplo,


Kiely (1999) admite que el limiar de la percepción humana es igual a
0.3 mm.s-1.
ü Los que definen niveles de vibraciones detectables por el hombre, como
resultado del binomio velocidades de vibración y sus respectivas
frecuencias – por ejemplo, Goldman (1948) considera la incomodidad
causada por la velocidad de vibración, decreciente con la frecuencia, como
se observa en la figura siguiente:

Intolerable
V (mm.s )
-1

Estandarización estructural
(valores máximos de la USBM)

Incómodo

Perceptible

f (Hz)
Figura 1. Comparación de la respuesta humana a la vibración mecánica (según
Goldman, 1948) con la normalización estructural
(USBM - RI 8507, 1981)

Según este último criterio, los niveles de vibración detectables por el hombre,
considerando la velocidad de vibración y sus respectivas frecuencias, pueden
clasificarse en tres niveles: perceptibles, objetables (incómodos) y peligrosos
(intolerables).

Éstas últimas son capaces de provocar daños en estructuras y constituyen una


gama de valores para los cuales fueron pensados la mayoría de los estándares
vigentes en diversos países.

Para la evaluación del daño estructural generalmente son utilizados valores


conservadores, y así mismo, pueden superar los límites para el confort
ambiental (Figura 1).

2. EFECTOS DE VOLADURAS Y GESTIÓN AMBIENTAL

Los cinco impactos típicos de las voladuras (antes referidos) pueden ser
asociados al concepto de grado de riesgo, que se puede cuantificar a través del

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producto entre la probabilidad de la ocurrencia de aquél impacto y su gravedad,


en términos del efecto sobre los descriptores ambientales (Clayton, 2001). No
deben ser confundidos los conceptos de Riesgo y Peligro, pues (según,
Guerreiro, 2003):

ü Riesgo - probabilidad del potencial agente expuesto a ser afectado en las


condiciones de uso y/o exposición, interesando la amplitud del daño;
ü Peligro - propiedad o capacidad intrínseca de algo (por ejemplo: materiales,
equipos, métodos y prácticas de trabajo) que tiene una potencialidad para
causar daños.

Considerando estos dos factores, las vibraciones se destacan por el riesgo


asociado, a la energía transmitida al macizo, a la perturbación de estructuras y
personas, si éstos están en las proximidades de los trabajos de voladuras.

Otros impactos son de menor grado de riesgo, por que ocasionan daños
menores o por que tienen menor probabilidad de ocurrencia. Por ejemplo,
estudios estadísticos (Lundborg, 1981 referidos en Dowding, 1992) muestran
que, en circunstancias normales, la probabilidad de la ocurrencia de
proyecciones de fragmento a 600 m es de 1 para 10000000. Además, este tipo
de impactos, pueden ser controlados fácilmente mediante la aplicación de
capas sobre la zona de voladura (blasting barricades).

Los efectos de las voladuras en terrenos y estructuras circundantes pueden ser


expresados en términos de desplazamientos permanentes y transientes de las
partículas constituyentes.

Los efectos permanentes son constituidos esencialmente por degradaciones de


la integridad y desplazamientos efectivos, con deformación no recuperable, de
partes del macizo o estructura. La degradación es normalmente definida como
la intensidad de fisuración resultante y está íntimamente ligada al diámetro del
taladro (directamente proporcional). Los desplazamientos son causados por la
expansión de los gases o por efecto de la vibración y están en función de la red
de fracturación pre-existente.

Los efectos transientes son los que resultan directamente de la naturaleza de la


vibración, expresados en forma de vibraciones en los terrenos y en forma de
onda aérea. En el caso de que no ocurran los efectos permanentes, los
transientes son temporarios, significando esto que las partículas (del terreno o
de la estructura) retornan a sus posiciones originales después del paso de la
onda que transporta la tensión dinámica.

Con relación a los macizos rocosos o estructuras afectadas, estos efectos


transitorios pueden ser divididos (por orden creciente de distancia a la
voladura) en: distorsiones estructurales, aumento o propagación de fisuras pré-
existentes, caída de objetos, daños cosméticos, afección de instrumentos
sensibles, percepción humana y el ruido. Las cuatro primeras consecuencias
señaladas (que son relacionadas con la respuesta de la estructura), no llegan a

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ocurrir cuando los límites máximos admisibles son considerados para prevenir
los daños cosméticos.

Los efectos ambientales referidos requieren ser abordados no solo mediante


procedimientos técnico-científicos apropiados, sino que también mediante una
gestión ambiental que permita mitigar o atenuar éstos efectos a niveles
permitidos por las normas o estándares existentes. En tal sentido, el modelo de
gestión aplicable a este caso puede ser el desarrollado en el Centro de
Geotecnía del Instituto Superior Técnico de Lisboa (Figura 2).

Necesidad de aplicar voladura de rocas en .ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN


zonas próximas a una población EXISTENTE
o Litología y estructuras consideradas
o Plano de perforación y voladura usado
No o Posibles daños registrados en la voladuras
Proyecto nuevo? o Leyes de propagación obtenidas

Si

CARACTERIZACIÓN
o Ámbito de acción y situación Identificación del riesgo
voladura-estructuras Base de datos o impacto ambiental
o Situación de referencia y ley de
propagación v = a.Q b .D c
No Riesgo o
Aplicación de medidas preventivas Monitorización y control impacto
o correctivas negativo?

Si
Reporte final y revisión por la Si es aprobado Búsqueda de medidas
autoridad competente
preventivas y correctivas

Figura 2. Modelo para la gestión ambiental de vibraciones para voladuras


(Navarro Torres, V.F. et al., 2004)

3. PREVENCIÓN Y CONTROL AMBIENTAL DE VIBRACIONES EN


VOLADURAS

Según Holmberg los fenómenos de rotura de roca por acción explosiva, son
caracterizados por velocidades de vibración en orden de 700 a 1000 mm.s-1
(Hustrulid, 1982), por lo que los impactos ambientales por las voladuras, son
esencialmente debido a la vibración. Pero; las vibraciones causadas por los
equipos son menos importantes.

Los problemas ambientales generados por las voladuras se tornan importantes


cuando la explotación de minas u obras de excavación se realizan próximo a
áreas urbanas, por que las comunidades vecinas exigen, cada vez mas, la
garantía de la integridad física de sus construcciones y el confort ambiental.

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Los factores que influencian la atenuación de las vibraciones con la distancia


son (Sarsby, 2000): la expansión geométrica de las ondas, la progresiva
separación de las tres componentes (horizontal, transversal y vertical), la
presencia de discontinuidades en los macizos (causando reflexiones,
refracciones, difracciones y dispersiones) y la fricción interna dinámica de las
rocas.

Bajo ciertas condiciones las ondas no se atenúan necesariamente con la


distancia. Por ejemplo en medios estratificados y si su geometría favoreciera,
las ondas pueden concentrarse o sobreponerse a otras reflejadas, siendo
posible medir mayor amplitud de vibraciones en puntos mas distantes (Azevedo
& Patrício, 2001).

Los efectos de las vibraciones sobre las estructuras, no dependen solo de la


distancia y del tipo de estructura, sino también de la litología local y de los
materiales de fundación.

3.1. Definición de los parámetros fundamentales

Según Kramer (1996), las principales características de las vibraciones son: la


amplitud (expresada por el desplazamiento, velocidad y aceleracón de las
ondas), la frecuencia y la duración.

Investigaciones emprendidas en diversos países son concordantes en admitir


que los daños estructurales se correlacionan con la amplitud de las ondas
sísmicas y que entre los parámetros físicos mas representativos es la velocidad
de vibración de partículas (Dinis da Gama, 1998).

Dowding (1992) considera que, por ocurrir los daños estructurales debido a las
tensiones inducidas, la velocidad máxima puede ser usada como un indicador
de las tensiones dinámicas (Ecuación 1).

σ d = ρ .c.v (Ecuación 1)

En que, σd representa la tensión dinámica, ρ.c representa la impedáncia de la


roca (ρ es masa específica, c e la velocidad de propagación de las ondas P) y
v es la velocidad de vibración de partículas en el macizo.

Investigaciones realizadas demuestran que la afección transiente y


permanente, son función inversa de la frecuencia. Así, por ejemplo, una
residencia es menos afectada por una vibración de velocidad pico a una
frecuencia de 80 Hz, a comparación de una frecuencia de 10 Hz (Dowding,
1985) (Figura 1).

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3.2. Obtención de los parámetros fundamentales

La determinación de las propiedades dinámicas de los macizos donde detonan


explosivos, recorriendo a las mediciones de vibraciones y posterior tratamiento
de los datos, posee una doble finalidad: la caracterización de los tipos de roca
presentes y la utilización de estos datos en la previsión de los mecanismos de
propagación de las vibraciones en el macizo (Dinis da Gama, 1988).

Es fundamental obtener, a partir de mediciones de vibraciones, los parámetros


que permiten el análisis de las vibraciones, la velocidad de vibración de
partículas y la frecuencia. La obtención de esos datos experimentales (trabajos
de campo) es hecha con sismógrafos de ingeniería dotados de geófonos
múltiples, apropiadamente localizados en el terreno con relación a la geometría
de la voladura. Los geófonos transforman la energía mecánica de vibración en
energía eléctrica con intensidad proporcional al movimiento de oscilación del
macizo.

Después de cada detonación los geófonos reciben los impulsos sísmicos, en


diferentes instantes, registrándolos. En ese registro, dependiendo de los límites
de detección del equipo y del “trigger” (valor mínimo de activación, definido
para dar inicio la medición), queda señalado el instante de la detonación, que
constituye el inicio del conteo del tiempo, relacionado a ese evento de
vibración.

Las ondas sísmicas inducidas por las voladuras al macizo tienen tres
componentes: longitudinal (L) en dirección horizontal que pasa por los puntos
de detonación y de medición), transversal (T) perpendicular al anterior y vertical
en dirección vertical y ortogonal a las anteriores (V), pudiendo aún ser medida
la onda aérea.

t
T(mm.s-1) V(mm.s-1) L(mm.s-1)

B
Leyenda:
Ú: trigger (t=0)
A: pico de L t
B: pico de V
C
C: pico de T
tA ≠ tB ≠ tC
t

Figura 3. Ejemplo de un registro de vibraciones


(registrado por BLASTWARE III)

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El valor máximo de la velocidad, registrado en el evento vibratorio,


normalmente designado por PVS (“peak velocity sum”), es presentado en los
sismogramas como el resultado del cálculo de la resultante del vector (L,V,T),
correspondiendo a las tres coordenadas al mismo instante de tiempo (t)
(Ecuación 2) y no el resultante del vector con las componentes máximas
(puntos A,B,C de la Figura 3) en instantes de tiempo distintos (Ecuación 3). Es
usual que ocurra en el instante de tiempo correspondiente al mayor de las
componentes registradas (A, B o C), siendo generalmente 5 a 10 % mayor que
este pico (Dowding, 1992).

v máx = v L2 (t ) + vV2 (t ) + vT2 (t ) (Ecuación 2)

v máx < [ ] [ ] [
máx. v L2 (t A ) + máx. vV2 (tB ) + máx. vT2 (tC ) ]
(Ecuación 3)

Es sabido que los dos componentes típicos de los macizos rocosos son las
partículas y las superficies de discontinuidad (fracturas, fallas, etc.). Así, en
función a éstos parámetros cada macizo se comporta de forma singular al paso
de las ondas de tensión, originando un efecto de filtro sobre este sistema de
ondas, de modo a vibrar para una estrecha banda de frecuencias, que
habitualmente se designa por frecuencia dominante. Esta frecuencia es
independiente de la amplitud de las vibraciones y por lo tanto, del peso del
explosivo detonado.

En la práctica, los registros presentan el régimen de variación de la frecuencia


típicamente transitorio, debido precisamente a las heterogeneidades del macizo
y a la complejidad en el mecanismo de disipación de la energía. Así, según
Siskind et al. (1980) es recomendable buscar la frecuencia dominante del
evento en solo medio ciclo, done corresponde al PPV “peak particle velocity”,
Figura 4 y Ecuación 4).

Pico PPV (vmáx)


V (mm.s-1)

t (s)

(Ecuación 4)

Figura 4. Estimación de la frecuencia dominante a través del PPV


(adaptado de Siskind et al., 1980; referido por Dowding, 1992)

Sin embargo, siempre que sea posible, la frecuencia dominante debe ser
buscada mediante observación del espectro de frecuencias obtenido por

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aplicación de la transformada de Fourier, análisis que es ofrecida por los


paquetes de interpretación de registros (software) asociados a la mayoría de
los sismógrafos actuales, por ejemplo el programa BLASTWARE III.

Frecuencia dominante
(4 a 11 Hz ⇒ PELIGRO para L
algunas
estructuras)

Figura 5. Estimación de la frecuencia dominante con aplicación de la


transformada de Fourier - FFT (obtenido por el BLASTWARE III)

3.3. Previsión de las cargas máximas admisibles por retardo

Los intentos de modelizar el comportamiento de las estructuras, debido a las


vibraciones originadas por voladuras han demostrado su ineficácia, debido a la
enorme variabilidad y complejidad de los parámetros que intervienen en la
propagación de las ondas. Por esa razón, generalmente se busca cuantificar
los criterios de daño estructural, a partir de datos experimentales.

Conocidas las amplitudes de la vibración (Figura 3, Ecuación 2) y respectiva


gama de frecuencias dominantes (Figura 5), se puede prever las circunstancias
de peligro para la estabilidad de estructuras vecinas a través del cálculo con
relaciones empíricas.

Varios autores (Hustrulid, 1999; Dinis da Gama, 1998; López Jimeno et al.,
2003; etc.) reconocen que, actualmente, la ecuación mas usada por la
comunidad técnica y científica, para definir la ley de propagación de las
vibraciones en los macizos causado por las voladuras (independientemente de
su forma geométrica, localización y cantidad), es el recomendado por Johnson
(1971), que tiene la siguiente forma general (referida por Gama & Bernardo,
2001):

v = a.Q b .D c (Ecuación 5)

en que: v es la velocidade de vibración de partículas máxima resultante (PVS)


[mm/s], D es la distancia entre los puntos de detonación y de medición [m] y Q
es la carga explosiva por retardo [Kg]. Las constantes a, b y c son
características del local y de las particularidades de las voladuras.

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Esas ecuaciones empíricas usan metodologías basadas en criterios de


retroanálisis, para determinar los valores de las constantes empíricas (a, b y c)
en función de la mejor correlación estadística posible (usando la técnica de la
regresión linear múltiple).

De la ecuación 5 y con velocidad de vibración admisible por la norma aplicable


VLim se puede deducir una relación (Ecuación 6) para determinar la carga
máxima admisible por retardo Qmáx, de manera a proteger de los daños las
instalaciones próximas a la voladura.

[ ]
1
Qmáx = v Lím .a −1 .D −c b (Ecuación 6)

De ésta forma, se genera una herramienta útil de trabajo, ya que es posible


establecer con rigor curvas de isovalores de velocidades de vibración
previsibles en las inmediaciones de los disparos, definiendo áreas que, en
cualquier instante, pueden ser comparadas con las estructuras que ocupan la
superficie, acorde al avance de los trabajos de voladura, sea alejándose o
aproximándose a las estructuras.

Para casos que exista la necesidad de realizar la protección ambiental debido a


vibraciones producidas en excavaciones subterráneas en zonas urbanas o
próximo a zonas urbanas, es posible aplicar la ecuación 7 (Navarro Torres,
V.F., 2004), desarrollada en el Centro de Geotecnia del Instituto Superior
Técnico de Lisboa.
b
 L 
dx
v = a q ∫  (Ecuación 7)
 o 2 
[ ]
c

 h + x2 2b

donde: q es la concentración lineal de la carga explosiva, h es la profundidad


en la que se localiza el túnel o cualquier abertura subterránea, dx y x
representan la diferencial de la variación de la longitud del taladro y L es la
longitud de la columna de carga explosiva.

4. PROPUESTA DE LA METODOLOGÍA PARA LA PREVENCIÓN Y


CONTROL DE VIBRACIONES EN VOLADURAS

4.1. Metodología para la prevención e control de vibraciones en voladuras

En seguida (Fig. 6) se propone una metodología que permite simular y


determinar las cargas máximas admisibles para una determinada situación,
conocida la distancia a(las) estructura(s) a proteger y la respectiva gama de
frecuencias característica en el macizo rocoso en estudio, incluyendo como
herramientras los programas BLASTWARE III e Mlinreg.bas.

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La implementación de ésta metodología en gabinete de estudios de la empresa


que realiza voladuras, juntamente con la disponibilización de medios técnicos y
humanos, permitiría su máxima rentabilidad, constituyendo una herramienta
con inmediatos, cada vez que sea necesario estudiar qualsquier alteración a
los planos de perforación y voladura.

Medición de la vibración Perforación y carga de taladros Disparo

Localização del Resultados de la medición y análisis con


sismógrafo el programa BLASTWARE III

Distancia (D) Carga (Q) Velocidad (v)

Frecuencia (f)
Archivo de datos Base de datos
(Base de datos inicial
logarítmica)
Contrastar
con la
Base de datos geologia,
Representación representativa distancia
gráfica

Regresión lineal múltiple con el


Retirar los programa MLINREG.bas Análisis del
valores anómalos espectro de
No frecuencias
otros ensayos Correlación aceptable ? (FFT)

Si
Constantes empíricas de la equación (a, b, c)

Ley de propagación característica Carga máxima por retardo


v = a.Qb.Dc (basado en la legislación)

Figura 6. Metodología propuesta para la prevención y control de vibraciones de


voladuras

4.2. La utilización del MLINREG.bas

Una de las contribuciones de este estudio es precisamente una propuesta de


articulación entre el conjunto de variables y procedimientos intervenientes en el
control de vibraciones. Esta metodología comprende, en primer lugar, crear una
base de datos para el local del trabajo capaz de determinar los parámetros
característicos del macizo (a, b y c, Ecuación 5), para que en cualquier

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momento y en tiempo real se puedan simular situaciones pertinentes a la


resolución de problemas.

La determinación de esos parámetros (a, b y c) es hecha a través del


MLINREG.bas. La designación de ése programa es compatible con el método
estadístico que aplica para esa determinación, la regresión lineal múltiple. Así,
el nombre del programa significa Multiple LINear REGression.

La aplicación de un método numérico de regresión lineal para determinar la ley


de propagación de vibraciones en macizos (Ecuación 5), obliga aplicar
logaritmos a ambos términos de la ecuación, para transformar los exponentes
en coeficientes.

v = aQ b D c ⇔ log(v) = log( a ) + b. log(Q) + c. log( D) (Ecuación 8)

De esta forma, se obtiene una expresión equivalente a la que pueden ser


asociadas otras variable: Y, X1 e X2, en vez de v, Q e D, respectivamente,
siendo: Y= log(v), X1 = log(Q) e X2 = log(D); obteniéndose una otra ecuación
(Ecuación 8) en la que la variable dependiente (Y) pasa a ser función de dos
variables independientes (X), con la vantaja de que éstas presentan
exponentes igual a la unidad, permitiendo aplicar una regresión lineal múltiple
con dos variables (X1 y X2).

Y = bo + b1 . X 1 .b2 . X 2 (Ecuación 9)

Por lo tanto, la función del programa MLINREG.bas es simplemente determinar


los coeficientes b0, b1 e b2, que representan la mejor correlación estadística
entre las variables Y y X, considerando el conjunto de datos de “input” del
problema.

En vista de que esos datos de “input” son experimentales, se admite que


ocurram desviaciones y por eso es necesario extraer valores anómalos
(“outliers”), pudiendo ser usado un proceso gráfico y verificado por
comparación de los coeficientes de correlación de la regresión. Una vez
determinados los coeficientes que maximicen ésta correlación, deben ser
transformados los coeficientes b0, b1 e b2, en coeficientes a, b y c originales.
Para tal, deben ser consideradas las siguientes igualdades: a=10bo, b=b1 y
c=b2.

En seguida se hace una revisión de las preguntas que aparecen para el


utilizador del programa a nivel del “input” (Figura 7). Básicamente, el utilizador
es preguntado sobre:
1) El tipo de regresión que pretende aplicar (escoja: Regular = normal).
2) Si pretende calcular el coeficiente Durbin-Watson, muy usado cuando
una de las variables es el tiempo, que no es el caso (escoja: N = no).
3) El número de vaiables independientes (escoja: 2 ≡ X1 y X2).
4) El nombre del archivo de “input” (formato ASCII) que contiene los datos
experimentales a ser correlacionados (en este caso: teste.txt). Aquí el

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programa indica el número de columnas que identifica en el archivo


indicado y pregunta al utilizador si pretende asociar cada columna a una
vaiable. En caso afirmativo, va considerar que la primera columna (“data
field”) es la vaiable dependiente (Y= log[v]) y que las siguientes son las
vaiables independientes (X, siendo X1 = log[Q] e X2 = log[D]).
5) Finalmente, el programa pregunta sobre cómo el utilizador pretende
visualizar los resultados (escoja: S = Screen, o sea el monitor del
ordenador).

Figura 7. Fase de la definición de “inputs” en el programa MLINREG.bas

En seguida se ilustra la forma de obtención y el contenido del archivo (ASCII)


intitulado “teste.txt”, que en este caso resultó de un conjunto de disparos
realizados e una cantera de caliza en la región de Lisboa - Portugal.

Tabla 1. Obtención del archivo teste.txt (de acuerdo con la Ecuación 7)


v Q D Archivo : teste.txt v Q D Archivo : teste.txt
(mm/s) (kg) (m) Log v Log Q Log D (mm/s) (kg) (m) Log v Log Q Log D
36.98 47.53 36 1.568 1.677 1.556 10.69 44.98 95 1.029 1.653 1.978
7.29 47.53 100 0.863 1.677 2.000 36.39 42.46 28 1.561 1.628 1.447
20.18 31.26 40 1.305 1.495 1.602 45.71 34.99 33 1.660 1.544 1.519
4.73 31.26 120 0.675 1.495 2.079 30.90 34.99 43 1.490 1.544 1.633
7.40 46.45 96 0.869 1.667 1.982 18.88 44.98 42 1.276 1.653 1.623
16.98 46.45 73 1.230 1.667 1.863 6.19 44.98 106 0.792 1.653 2.025
27.10 39.99 42 1.433 1.602 1.623 56.23 48.19 32 1.750 1.683 1.505
15.10 39.99 65 1.179 1.602 1.813 17.62 48.19 72 1.246 1.683 1.857
35.89 37.50 42 1.555 1.574 1.623 58.08 39.99 24 1.764 1.602 1.380
10.40 39.99 74 1.017 1.602 1.869 26.12 39.99 38 1.417 1.602 1.580
29.99 41.02 46 1.477 1.613 1.663 23.71 44.98 40 1.375 1.653 1.602
29.79 42.46 25 1.474 1.628 1.398 11.99 42.46 49 1.079 1.628 1.690

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Con base en el archivo antes definido, fue posible obtener los siguientes
resultados del programa (Figura 8).

Figura 8. Fase de presentación de “outputs” del programa MLINREG.bas

Con las igualdades establecidas entre los coeficientes (Ecuaciones 5 y 6),


pueden ser expresados los principales resultados de la aplicación del programa
a aquellos datos (Tabla 2).

Tabla 2. Transformación de los coeficientes (en base a las Ecuaciones 7 y 8)


Ecuación Coeficientes Regresión
Y = b0+ b1.X1 + b2.X2 b0 = 3.104194 b1 = 0.3236973 b2 = -1.366577
equivalencia a=10bo b=b1 c=b2 R2 ≈ 85 %
v = a.Qb.Dc a ≈ 1271 b ≈ 0.32 c ≈ -1.37

Es recomendable que los valores obtenidos (a, b y c), sean con otros
anteriormente obtenidos en el caso de existir o con informaciones de la
literatura de la especialidad en la que sean definidos semejantes coeficientes
para este tipo litologia. La tabla 3 presenta algunos valores, para algunas
litologías.

Tabla 3. Coeficientes típicos para varias litologías


Macizo rocoso Fuente a b c
Basalto Dinis da Gama (1997) 2000 0.7 -1.9
Caliza (tipo no especificado) Dinis da Gama (1997) 580 0.6 -1.4
Caliza pisolítico VISA Consultores (1999) 500 0.42 -1.22
Granito, Gneiss, Pegmatito Holmberg (1982) 700 0.7 -1.5
Hematita Dinis da Gama (1979) 380 0.73 -1.87
Equisto-grauwaca (Algarve) Remísio (1994) 1598 0.88 -2.06

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Comparando los valores de las tablas 2 y 3, se verifica que el valor del


coeficiente ‘c’ tiene buena semejanza a las referencias bibliográficas. Por otro
lado, los valores de los coeficientes ‘a’ y ‘b’ se alejan ligeramente de los
previstos lo que puede ser explicado por la mayor competencia del macizo y
por la reducida variación de las cargas explosivas usadas (Tabla 1),
respectivamente.

Además del análisis efectuado debe referirse que solo el coeficiente ‘c’ es
negativo, tal como sería de esperar, ya que la relación entre ésa distancia y la
velocidad de vibración de las partículas del macizo es inversa y la carga
explosiva (Q) presenta un coeficiente positivo, pues el aumento de ésta
representa siempre un aumento de la vibración.

Finalmente, ésta caracterización del macizo, mediante la determinación de los


coeficientes (a, b y c) permite la representación de curvas de isovalores de
velocidad, muy útiles para prever las cargas máximas por retardo que pueden
ser usadas, aspecto que es el objetivo final de ésta metodología.

Esas representaciones son mediante gráficos de v en función de Q y D (Figura


9.a) los que en el terreno permiten comparar los niveles de vibración a los que
serán expuestas las estructuras vecinas a los trabajos de voladura (Figura 9.b).

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Cargas (kg)

a)
b)
1

Cantera 2

0,1
Cantera 1
v=10mm/s
v=20mm/s
v=60mm/s Estructuras
0,01
10 Dist. (m) 100

a) Curvas v=f(Q, D) b) Isovalores de velocidad en las inmediaciones de


canteras

Figura 9. Curvas de isovalores de la velocidad de vibración

4.3. La utilización del BLASTWARE III

La utilización de un software de interpretación de mediciones de vibraciones


provocadas por voladura de rocas, como el BLASTWARE III, presenta muchas
ventajas, tales como:

1) Definición de los valores pico de la amplitud en cada dirección del


espacio (PPV) y tiempos representativos de ocurrencia.

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2) Definición del valor resultante de la amplitud de vibración (PVS,


Ecuación 2).
3) Definición de las frecuencias asociadas al evento de vibración.

Como fue referido, la definición de los niveles máximos de vibración admisibles


depende no solo de la amplitud, sino también de la frecuencia (Tabla 4). De
hecho, la mayoría de las normas internacionales, por ejemplo USBM - RI 8507
(1981, USA), DIN 4150 (1984, Alemania), Norma UNE 22-381 (1993, España),
entre otras, establecen los criterios de daño para estructuras sometidas a
vibraciones, a partir de una serie de amplitudes (normalmente velocidades de
vibración) que son directamente proporcionales a la frecuencia de la vibración.

Se puede ver que, no todas esas normas trabajan con los valores de (PVS,
“peak velocity sum”). Algunas consideran la mayor de las componentes (PPV)
asociadas a la medición.

A manera de ejemplo se presenta en la figura 10, un sismograma, obtenido a


partir del software BLASTWARE III, que corresponde a una medición hecha
próximo a la fundación de un edificio y pro acción de una voladura e 9 taladros
retardados de 25 milisegundos entre si.

V Resumen

↑trigger
L

Figura 10. Principales resultados proporcionados por sismograma típico


(CEGEO, Instituo Superior Técnico de Lisboa)

Las informaciones en la tabla resumen de la Figura 10, incluyen las frecuencias


correspondientes a los instantes de tiempo en que se acontecen las amplitudes
máximas. De esta manera la frecuencia mas importante (de mayor amplitud),
denominada como frecuencia dominante, no es forzosamente coincidente con

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la frecuencia correspondiente a cualesquiera de los valores pico de la velocidad


(PPV). Además, generalmente ocurre que la frecuencia dominante no es
discreta, una vez de que resulta de la sobreposición de varias ondas,
denominadas como gama de frecuencias dominantes. Este intervalo debe ser
obtenido mediante análisis del espectro de frecuencias (Figura 11), obtenido a
través de la transformada de Fourier (FFT – “Fast Fourier Transform”) en las
tres direcciones, análisis que permite hacer el software BLASTWARE III.

Seguidamente son presentados algunos ejemplos sobre la determinación de la


frecuencia dominante, considerando las tres componentes de vibración.

cursor

Figura 11. Ejemplos de análisis FFT para definición de la frecuencia dominante

Las figuras anteriores demuestran que la determinación del valor de la


frecuencia dominante es compleja, pues hay que considerar los valores según
las tres direcciones del espacio. En primer lugar hay que verificar en cual de
éstas direcciones la amplitud de la frecuencia es máxima (en mm.s-1). Por
ejemplo en la primera figura tenemos, para la frecuencia 29 Hz, T=1.72 mm.s-1,
V=0.769 mm.s-1 e L=2.31 mm.s-1. En este caso, la componente longitudinal
tendría prioridad en la definición de la frecuencia dominante, en el caso de que
otros valores máximos (según las otras direcciones) no fuesen coincidentes
con el mismo valor de abcisa de 29 Hz.

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La ventaja de la utilización del BLASTWARE III consiste no solo en el uso para


esa decisión, sino permite usar la línea de cursor para verificar cualquier otro
punto de abcisa que se pretenda analizar, comparando los valores
correspondientes de amplitud en ese punto.

5. CONCLUSIONES

Los impactos ambientales resultantes del uso de explosivos en la excavación


de macizos rocosos son fenómenos explicables, mesurables, previsibles y
controlables, de manera que se realicen sin alcanzar los límites establecidos
oficialmente. En caso de que tales límites sean sobrepasados se generan
costos adicionales a comparación de alcanzado con una adecuada
optimización (Dinis da Gama & López Jimeno, 1993).

Del punto de vista estructural, cuando los trabajos de excavación se aproximen


demasiado a cualquier tipo de estructuras deben ser ajustadas las cargas
usadas por retardo, siendo posible inclusive mantener las cargas específicas
mediante retardos entre o dentro de los taladros.

La metodología propuesta puede permitir prevenir y controlar los impactos


ambientales causados por las voladuras.

Tal como la velocidad de vibración, la frecuencia es un parámetro importante


en la prevención y control de daños ambientales provocados por voladuras
próximas a estructuras, necesitando en ambos casos poderosas herramientas
informáticas para su análisis.

En este contexto la conjugación de dos programas (MLINREG e BLASTWARE


III) sirven como herramientas importantes, para la prevención y control que
eviten al máximo las perturbaciones estructurales y si es posible para
humanos.

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