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La voz del menor

Experimentando a

Ministerios del Niño


División Sudamericana de la IASD
Dirección Editorial: Mirta Samojluk
Tapa y diagramacion: Victor Hugo Flores
Impresión y Finalización: Asociación Casa Editora Sudamericana
www.portaladventista.org
PRESENTACIÓN

Abrir la Palabra de Dios, es la posibilidad divina, de llegar a


nuestros corazones.
Pero abrir la Palabra de Dios a través de la predicación de
un niño o un adolescente, es una ocasión imperdible, que tu
iglesia debe experimentar.
Cuenta el pastor Mark Finley que un niño predicador, después
de su poderoso mensaje, estaba en el momento del llamado.
Después de sus conmovedoras invitaciones a aceptar a
Jesús, muchos respondieron... adultos y menores pasaron al
frente. Pero, tal vez lo que más conmovió esa noche, fue que
él mismo, decidió aceptar “su propio llamado” colocándose
debajo del púlpito junto a las demás personas... volviendo
luego nuevamente a su lugar, para la oración final.
¡Así son nuestros jovencitos! Espontáneos, sencillos y
elocuentes...
La Voz del Menor, es un proyecto que llega a tus manos, querido
líder de MN, pero rogamos a Dios que no quede allí; sino que
estas hojas que incluyen temas preciosos, cobren vida en los
labios de nuestros menores, para alcanzar almas que de otra
forma nunca escucharían el mensaje de salvación.
Los niños y adolescentes tienen la virtud de romper prejuicios...
sino piensa en Aquel niño predicador, Jesús en el templo...
cuando con sólo 12 años habló a los doctores de la ley.
¡Quizá nunca volvieron a escuchar a Jesús como en aquella
oportunidad!.
No había barreras, pues los pequeños con su frescura sólo
erigen puentes, jamás muros. Cada una de las ocho noches
que dura esta programación, invita a predicar al menos a tres
menores. Uno hará la parte de la experiencia, otro narrará
alguna de las historias y por último, otro hará la conclusión y
el llamado.
¡Agradecemos a la profesora Susan Araya de Pérez, líder de
Ministrios del Niño de la Unión Ecuatoriana y su equipo, por
tan valioso aporte!
“Experimentando a Jesús”, será una vivencia única...
¡disfrútala!

Mirta Samojluk
MN - DSA
Texto Clave: Efesios 6:12
“Porque nuestra lucha no es contra sangre ni carne, sino
contra principados, contra autoridades, contra los gobernantes
de estas tinieblas, contra espíritus de maldad en los lugares
celestiales”.

¿Te has caído alguna vez? Lo más probable es que sí. Y también
es probable que hayas oído hablar de la fuerza de gravedad.
Se dice que hace muchos años Isaac Newton (se pronuncia
“Ñúton”) estaba tendido bajo un manzano, meditando, hasta
que le cayó una manzana en la cabeza, o por lo menos, cerca.
Eso le pasa a cualquiera, pero Newton se puso a pensar por
qué ocurría eso, y finalmente descubrió y propuso la Ley de la
Gravitación Universal: Según esta ley de la naturaleza, todos
los cuerpos se atraen, y cuando estudies física, vas a poder
incluso calcular la fuerza con que lo hacen. Como la Tierra es
bastante grande, la fuerza de atracción que experimentamos
hacia ella también es grande, de modo que nos cuesta mucho

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tierra aunque no la veamos ni nos haya preocupado antes su
existencia, o como existe la fuerza electrostática entre cuerpos
cargados de electricidad, también existen influencias de tipo
espiritual que según su origen pueden ser buenas, pero igual
hay otras que son malas, y que están tratando de hacernos
mover en un sentido u otro.

Esas influencias y fuerzas que nos llevan hacia el mal son tan
reales pero tan invisibles como las que produce la gravedad o
la electricidad estática y están a cargo de seres muy inteligentes
y muy bien organizados. El apóstol Pablo dice que forman
principados, tienen autoridad, gobiernan el llamado “mundo
de las tinieblas”, y no son de carne y hueso sino que son
“espíritus” dedicados a la maldad. ¿No les parece peligroso
todo eso? En realidad, es como para sentir miedo, sabiendo
que son esos seres inteligentes los que están tratando por
todos los medios de hacer que te resulte interesante juntarte
con los fumadores, probar algo de alcohol en una fiesta o
salir a tirar algunas piedras durante una protesta estudiantil;
otras veces, puede ser que sientas simplemente el deseo de
desobedecer a tus padres, de pelear con tus hermanos, de
mentir para ocultar algo que hiciste, y que tu mamá no te
rete. Quizá llegas a sentir que no es útil orar con frecuencia
al Señor o te parece que la Biblia y la Lección de la Escuela
Sabática no son tan interesantes como los dibujos animados,
películas y otros programas que vemos en la tele, y de esa
forma vamos perdiendo las ganas de estudiar la lección.

¡Qué feliz debe sentirse Satanás y todo su organizado ejército


cuando ve que somos influenciados como el globo por todas
esas fuerzas cuya intensidad no conocíamos y cuyo origen
no imaginábamos! Yo mismo creía que las cosas malas las
hacía porque sí, sin ningún motivo especial, y a veces de puro
aburrido. Pero ahora me doy cuenta que si caigo al suelo,
es porque la tierra me atrae con la fuerza de gravedad, que
si me acerco a las malas influencias es porque esas malas
influencias son una realidad y que, como el globo, no puedo
por mí mismo evitarlas. Ahora me doy cuenta que Satanás
promueve todo esto, y que le ayuda un ejército de ángeles
caídos. Lo peor, es que también le ayudan muchas personas
que sin darse cuenta, han pasado a ser parte de ese ejército.
Incluso, veo que algunos amigos pueden estar influyendo en
mí invitándome a hacer cosas malas, no sólo en la escuela sino
también en la iglesia. ¿Qué podemos hacer para librarnos de
tanta mala influencia?

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dar saltos altos, y por más que nos esforcemos, volvemos a
caer, tal como caen las manzanas de un árbol, atraídos todos
por la tierra.

Pero la fuerza de gravedad no es la única fuerza que aparece


entre los cuerpos. Vean este hermoso globo que tenemos aquí.
No se cae al suelo, a pesar de la fuerza de gravedad, porque
está amarrado desde lo alto, y no se mueve para el lado a
menos que una corriente de aire u otra influencia desconocida
lo haga moverse, porque los globos como sabemos, no tienen
iniciativa propia. Por eso, si algo le ocurre al globo, debemos
pensar que hay alguien o algo que ejerce sus influencias sobre
él.

Ahora, observen muy bien lo que voy a hacer: Con ayuda de


alguien que lo sujete un poco, voy a frotar el globo con una
bolsa plástica. Yo no sé muy bien explicar qué es lo que pasa,
pero dicen los físicos que el globo se carga de electricidad
estática, porque al frotarlo con un plástico ha pasado una
enorme cantidad de electrones de un cuerpo a otro. Ahora
todos podemos apreciar que el globo no se comporta como
antes. ¿Qué pasa si me trato de alejar del globo? ¿Qué pasa
si estando lejos me acerco de a poco? Se nota que al globo
algo no lo deja tranquilo. A pesar de que no vemos a nadie
haciendo fuerza, el globo sin darse cuenta, responde a algo
que lo está tirando o empujando a actuar de una manera
distinta a lo que hacía antes.

¿Sabías tú que a los muchachos y niñas nos pasa lo mismo? De


repente somos atraídos por ciertas cosas o circunstancias que
no conocíamos, y nos parece divertido. A veces nos toca ver a
compañeros fumando o tomando bebidas alcohólicas. Quizá
hasta los hemos visto usando drogas, y actuando de manera
rara. Como por naturaleza somos curiosos, nos acercamos a
mirar. Tal vez nos parezca interesante ver que niños que eran
medio tímidos, ahora se ponen más habladores y conversan
con chicas que sólo miraban de lejos.

La Biblia tiene un versículo escrito por Pablo a los efesios,


y yo voy a invitarlos a leer en el capítulo 6 de Efesios, el
versículo 12, Dice: “porque nuestra lucha no es contra sangre
ni carne, sino contra principados, contra autoridades, contra
los gobernantes de estas tinieblas, contra espíritus de maldad
en los lugares celestiales”. Esto quiere decir que, así como
existe la fuerza de gravedad que nos hace caer hacia la

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Miremos al globo nuevamente. Como está colgado de lo alto,
por más que la fuerza de gravedad tira de él, se mantiene
donde está. El secreto es estar tomado de algo o, mejor dicho,
de alguien que puede contrarrestar las malas influencias,
sostenernos en sus brazos de amor, y hacer que nos den ganas
de hacer las cosas buenas. ¡Ya lo están imaginando! Tenemos
que acercarnos a Jesús y tomarnos de Él. Él es el capitán de
las fuerzas buenas, que se mantuvieron obedientes a Dios,
y que lo ayudan en la tarea de cuidarnos y acompañarnos
si se lo pedimos, así que siempre habrá alguien de su parte
dispuesto a sostenernos.

La Biblia contiene muchas historias que describen con bastante


detalle las influencias que afectaron la vida de algunos
personajes que para nosotros son muy conocidos. Eva es
uno de ellos. Dios la había creado como la compañía idónea
para Adán, que a pesar de gozar de la comunión con los
ángeles y con Dios mismo, así como de innumerables animales
mansos y cariñosos, sentía que estaba solo. Pero ninguno de
los dos estaba realmente solo. Ocultando su verdadera figura
y sus perversas intenciones, andaba por ahí Satanás. Todo
parecía tan lindo: el día de sol, los árboles con sus frutas,
incluso la hermosa serpiente que le habla a Eva desde un
árbol que no le era desconocido a ella, porque Dios mismo se
lo había señalado diciéndole que de sus frutos no deberían
comer jamás, porque si lo hacían, tendrían que morir. Y ahí
entonces se enfrentó Eva con una influencia que la llevaba a
desobedecer la orden de Dios y desafiar Su autoridad. Cayó
y fue arrastrada por esa influencia para desgracia de toda la
humanidad.

David, rey de Israel, seguramente tuvo muchas caídas, pero


me voy a referir solamente a una de ellas. Un día salió a
tomar sol en una de las terrazas de su palacio y de repente
le llamó la atención algo que vio: La hermosa mujer de su
vecino, estaba bañándose desnuda en el patio de su casa, sin
imaginarse que alguien pudiera estar viéndola (2 Samuel 11:2).
David se sintió de inmediato atraído por una fuerza demasiado
potente, preguntó quién era la mujer y la hizo traer. Siendo
Rey como era, podría haber tenido más cuidado, o haber
pensado que alguien podría salir hablando, pero perdió todo
buen criterio y consumó un pecado que se hizo evidente al
poco tiempo, siendo que la mujer quedó embarazada. Y como
suele suceder, para ocultar este pecado que es una abierta
trasgresión a la Ley de Dios, recurrió a la mentira y finalmente

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a tramar la muerte de Urías, el esposo, haciendo todo cada
vez peor.

Un caso más. Pedro, el discípulo y apóstol. Era un hombre


impulsivo pero sincero. Había llegado a amar a su maestro y
cuando vio que una turba guiada por Judas llegaba a prender
a Jesús, no dudó en sacar su espada y usarla contra el primero
que se le pusiera por delante. Él había prometido que no
iba a abandonar a Jesús e incluso que daría su vida por Él.
(Mateo 26:35). Pero por lo visto no contaba con una influencia
poderosa pero oculta: el temor a la vergüenza y, tal vez, al
sufrimiento. Y en una conversación trivial, cuando una criada
insiste que él era uno de los seguidores de Jesús a quien en
ese momento estaban juzgando, Pedro, dejándose llevar por
esa influencia, habla en forma grosera y niega que sea del
grupo de Jesús.

Estos ejemplos nos han mostrado cómo personas “recién


hechas”, como el caso de Adán y Eva, y hombres elegidos
por Dios y amigos de Jesús como David y Pedro, recibieron el
golpe bajo y las influencias hacia el mal que el enemigo de
Dios les había preparado. Esto no es raro, siendo que Satanás
incluso había tratado de tentar y hacer caer al propio Hijo de
Dios al comienzo de su ministerio.

Quiero que nos quede claro que estamos en un mundo en


el cual, así como operan influencias y fuerzas físicas muy
reales que no vemos, en el campo de la realidad espiritual
también se dan estas fuerzas, con una actividad inimaginable.
Si nuestros ojos y nuestra imaginación pudieran penetrar todo
lo desconocido como que fueran rayos X, podríamos ver parte
de esta realidad. Por un lado está Dios y sus ángeles, junto
con muchas personas que están de su parte, tratando que
andemos por el camino del bien. Y por el otro lado, Satanás,
también con sus ángeles y con muchas personas que están
de su parte, tendiéndote trampas y ejerciendo influencias que
no te imaginas, y por los medios que no te imaginas. Estos
medios pueden ser personas muy allegadas a ustedes, tal vez
familiares o amigos de mucho tiempo; podría ser una vecina
–como le pasó a David, o una amiga particularmente cariñosa
con alguno de ustedes; podrían ser cosas que le pasa a la
gente como desgracias o pérdidas que si no entendemos bien
nos harán pensar que Dios no nos ama y no se preocupa por
nosotros; quizás esas fuerzas del mal despiertan en nosotros un
sentimiento de vergüenza ya que tenemos una forma de vida

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que algunos ponen en ridículo, o nuestras creencias no son las
de la mayoría, como podría ser creer en el relato bíblico de
la Creación y no aceptar lo que dicen los profesores y muchos
libros, sobre la Evolución; a lo mejor en la escuela nos están
amenazando de hacernos problema si no asistimos a las clases
o entrenamientos del sábado, o quizá nuestro propio padre ha
perdido el trabajo por tratar de ser fiel a los mandamientos de
Dios. Incluso, podría ser que los profesores estén pensando
que eres un inadaptado social porque no vas a fiestas y te
tomas unas copas con los amigos, siendo que todos lo hacen.

¿Cuál es tu caso? Tal vez te cuesta obedecer las cosas


buenas que te piden tus padres o profesores, como le pasó
a Eva, o incluso tal vez has estado dispuesto a probar “frutos
prohibidos” como algún “pito” de marihuana, sin darte cuenta
de la serpiente que hay detrás. Quizá te atraen las novelas, las
teleseries u otras cosas que se pueden ver desde nuestra propia
casa, como le pasó a David, en la televisión, las películas o
Internet. O quizá has sentido temor decir que eres cristiano,
y niegas a tu Señor como le pasó a Pedro, cuando Satanás
ganó la apuesta.

Lo que importa ahora es que recuerdes que el buen Dios nos


ama tanto, que desde el tiempo de Eva misma ya tenía un
plan para salvar al pecador, si es que aceptamos las buenas
influencias que vienen de su parte. Con ese amor tan grande
por el pecador, Dios tomó la iniciativa, y ahora espera nuestra
respuesta. David, después de vivir enormes amarguras por su
conducta inadecuada, finalmente reconoció todos sus pecados
y errores, y se tomó de la mano del Señor para sobreponerse
a las malas influencias de Satanás. El Salmo 32 nos describe
su experiencia.

Los invito a leer en el Salmo 32, los versos 1 al 5. Dice:


“Bienaventurado aquel cuya trasgresión ha sido perdonada, y
cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová
no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño.
Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo
el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Mi pecado
te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis
transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi
pecado.”

Notemos que la solución para David llegó cuando declaró al

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Señor su pecado y Dios lo perdonó. Otro tanto le ocurrió a
Pedro, que después de reconocer su debilidad, se aferró a su
amado Maestro.

El globo que tenemos acá está sometido a las fuerzas que


actúan sobre él, pero es inconsciente de lo que le pasa y
responde en forma natural a esas fuerzas. Pero tú y yo tenemos
la capacidad de pensar y de decidir. Podemos tomarnos del
hilo o soltarlo. Es a sabiendas que nos dejamos invitar por los
amigos a hacer cosas malas y es en uso de nuestra voluntad
que decidimos buscar la ayuda de Dios o rechazamos su
invitación. Bueno sería que usemos estas capacidades que
Dios nos ha dado, para darnos cuenta de las muchas maneras
como Satanás está tratando de influir en nosotros para llevarnos
por malos caminos; pero también, los invito a que podamos
darnos cuenta de la mano que nos tiende el buen Jesús, y
caminando con Él sigamos la senda estrecha hasta alcanzar
la salvación.

Oración: Querido Jesús, te damos gracias por habernos


mostrado hoy en forma más amplia el tipo de poderes ocultos
y de influencias que pueden afectar a nuestra vida actual y
nuestra posibilidad de vida eterna. Gracias porque tú nos amas
y nos invitas a experimentar lo que es tenerte como amigo.
Queremos aceptar esa invitación de modo que podamos luchar
juntos contra las tentaciones del enemigo. Bendice a cada uno
de los jóvenes y demás personas que escucharon este tema, y
acompáñanos siempre. En tu nombre bendito, Amén.

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Texto Clave: Romanos 1:20
“Los atributos invisibles de Dios, su eterno poder y su divinidad,
se ven claramente desde la creación del mundo, y se entienden
por las cosas que han sido creadas; de modo que no tienen
excusa”

¿Te has sentado alguna vez a la orilla del mar con los ojos
cerrados, solo escuchando y sintiendo el viento que pasa por
tu cara? Pero de pronto abres los ojos y no lo ves, pero aunque
no lo veas, puedes sentirlo ¿verdad?

Eso también sucede cuando inflamos un globo, así como éste


(mostrar el globo), no vemos el aire que está dentro, pero
sabemos que dentro de ese hule, el aire permite que esté
inflado, y que aumente o disminuya su tamaño.

¿Qué pasó? El aire que contienen los globos está comprimido


y por lo tanto tiene un peso. Al quitar uno de ellos, la percha
se inclina hacia un lado.

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Imaginémonos que estamos parados enfrente a un muro,
seguimos mirando y se trata de la Gran Muralla China, la cual
tiene un largo de 7.300 kilómetros, cuya construcción demoró
más de 1000 años. Si alguien le dice que por casualidad con
el viento, la lluvia, el polvo y mucho tiempo se podría haber
formado ¿le creería?

Ilustración:
El distinguido astrónomo, Sir. Frederick Hoyle, hablando de la
falta de credibilidad en Dios, dijo: “¿Cuáles son las posibilidades
de que un tornado que pase por un lote de basura que tiene
todas las partes de un avión, accidentalmente se junten y
creen otro avión listo para despegar? Las posibilidades son
tan remotas e insignificantes incluso si un tornado pasara por
todos los lotes de basura del universo”.

Nosotros sabemos que los hombres planificaron y trabajaron


para construir la Gran Muralla China, así también los
aviones.

Cuando consideramos la complejidad de la vida y del universo,


es lógico pensar que existe un Creador inteligente y amoroso
que nos provee todas las cosas que necesitamos. La Biblia
describe a Dios como el autor y sustentador de la vida.

Leamos en nuestra Biblia en Romanos 1:20


“Los atributos invisibles de Dios, su eterno poder y su divinidad,
se ven claramente desde la creación del mundo, y se entienden
por las cosas que han sido creadas; de modo que no tienen
excusa”

Ilustración:
(Para esta historia puedes conseguir un martillo y mostrarlo
cuando se mencione).

Francisco era un hombre que no creía en Dios, y cada vez


se preguntaba para sí ¿cómo es que los cristianos pueden
creer en Dios? Cierto día conoció a un pastor adventista
con el cual comenzó a conversar acerca de Dios… entonces
Francisco le pidió al pastor. “demuéstreme que Dios existe”. El
pastor con mucha tranquilidad le dijo: “necesito un martillo”,
¿Un martillo? preguntó Francisco –Sí, un martillo- Francisco
buscó un martillo y se lo pasó al pastor. El pastor le pidió a
Francisco que pusiera su mano en el suelo, luego el pastor se
la afirmó con la mano izquierda y con la derecha levantó el

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martillo, para martillarle un dedo, al instante Francisco gritó
¡NO! No me martille el dedo, ¿para qué me va a hacer eso?
El pastor bajó el martillo y le dijo: Si yo te hubiera martillado
el dedo, ¿te habría dolido?, ¡por supuesto! dijo Francisco. Y
el pastor le preguntó ¿de qué color es el dolor? Francisco se
quedó callado, el pastor le había preguntado ¿de qué color es
el dolor?... el dolor no tiene color, dijo firmemente. ¿Y cómo
sabes que te duele? Preguntó el pastor y terminó diciendo: Los
cristianos sentimos a Dios y sabemos que él existe, aunque no
lo veamos.

Muchas veces necesitamos ver para creer. El conocer a Dios


necesita de un ingrediente especial: Fe.

Esa misma fe que tuvo el Centurión romano que le pidió a


Jesús que sanara a su siervo paralítico. Un hombre que no
era israelita, cuya formación era totalmente diferente, que no
le enseñaron a creer en Dios, sin embargo él creyó que Jesús
era el hijo de Dios y que solo por Su Palabra su siervo se iba
a sanar. Jesús le dijo a las personas que estaban allí que ni en
Jerusalén había visto tanta fe como en este hombre. Y así fue,
como el paralítico se levantó y fue sano sin que Jesús fuera
hasta allá. ¡Qué increíble la fe del Centurión! Yo quisiera tener
esa fe que hasta puede mover montañas si tan solo creemos
en el poder de Dios.

Ilustración:
En las afueras de cierta ciudad vivía un astrónomo ateo que
decía no creer en Dios porque no lo podía ver jamás, a pesar
de sus potentes telescopios.

Este astrónomo tenía un huerto de manzanas en su granja.


Un día, cuando se ausentaba de su hogar para dirigirse a la
montaña donde tenía su observatorio, recomendó a sus hijitos
que no fueran a arrancar las manzanas del árbol, porque aún
estaban verdes.

Se fue al observatorio, y después de observar el espacio, se


le ocurrió dirigir el lente hacia su propia granja y sorprendió
a sus hijitos saltando el cerco, arrancando las manzanas y
comiéndoselas verdes.
El incrédulo ateo, conmovido dijo: “Pobres hijos míos, ellos no
pueden verme; mas yo sí los puedo ver a ellos. Quizá será lo
mismo conmigo y Dios: yo no lo puedo ver, pero él si me puede
ver a mí.”

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A Dios no lo podemos ver, igual que el aire pues no lo vemos,
pero sí vemos lo que produce cuando está encerrado y
comprimido en un globo. La existencia de Dios se evidencia
en cada planta que crece, en cada bebé que nace, en cada
lágrima que se derrama, en el hecho de poder ver, en cada
canto de un pajarillo, en la perfección de su creación.

Además de todas las evidencias en la naturaleza y en la vida


humana, la Biblia nos muestra cómo es Dios, su carácter, su
amor.

Busquemos en nuestra Biblia el Salmo 145:8-20. Leeremos


todos juntos. Primero las mujeres leerán los versículos pares y
luego los hombres los versículos impares.

¡Qué hermoso es saber que Dios nos ama tanto que se preocupa
por cada uno de nosotros! y que nos promete que cumplirá los
deseos de quienes le honran y aman, oye nuestro clamor, nos
salva y guarda“. (versículos 19 y 20)

¿Amamos a nuestro Dios creador con todo nuestro corazón?


¿Hemos experimentado a Dios en nuestras vidas? ¿Hemos
experimentado Sus bendiciones? ¿Hemos experimentado Su
Justicia?
Si hoy quieres agradecer a Dios por todas las evidencias que
día a día te muestra, ponte en pie para que juntos oremos
agradeciendo a Dios por que Él existe.

Oración: Señor Jesús, muchas gracias porque hemos


experimentado tu cuidado y protección durante toda nuestra
vida. Sabemos que tú existes y que nos amas. Ayúdanos
a mostrar a otros que tú eres real. Por Jesús, te lo pedimos
amén.

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Texto clave: Mateo 18:21,22
“Entonces Pedro se acercó y le preguntó: Señor, ¿cuántas
veces tendré que perdonar a mi hermano, si peca contra mí?
¿Hasta siete? Respondió Jesús: No te digo hasta siete, sino
hasta setenta veces siete”

Introducción:
Este día vamos todos a experimentar con el poder del viento.
Miren lo que sucede cuando yo soplo entre medio de estas dos
latas de gaseosa. ¿Qué sucede con las latas? ¿Qué era lo más
lógico? . . . Separarse, cierto. Sin embargo. . . ¿qué pasó? En
términos físicos al soplar entre las latas se disminuye la presión
del aire en esa región. El aire estacionario que rodea las latas
se mueve a la región de menor presión, movimiento que junta
las latas en vez de separarlas. En palabras comunes el aire

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que soplé entre las latas rompió la columna de aire existente
entre las latas, esto provocó inmediatamente la reconstrucción
de esta columna usando el aire que esta alrededor de las
latas, al moverse este aire juntó las latas. Esta vez el viento
ayudo a unir y no a separar.

Aplicación:
Ahora sustituyamos cada material de este experimento en
nuestras propias vidas, nosotros seremos las latas y el viento
simbolizará el Espíritu Santo.
¿Qué pasa cuando estamos en discordia? ¿Qué sucede si nos
ofendemos, o nos peleamos unos con otros? ¿Somos capaces
por nuestra propia cuenta de reconciliarnos, de perdonarnos?

Muchas veces la respuesta no es agradable. Terminamos


amistades, rompemos fuertes vínculos, destrozamos corazones
y hasta a veces nos enfermamos por resentimientos del
pasado.

Así como las dos latas por si solas no pueden unirse, de la


misma manera el ofendido y el ofensor no se perdonan ni se
unen y viven sin paz. Pero, si el poder del viento aparece,
entonces la historia cambia, sí, el viento puede destruir esa
columna de indiferencia, de rencor y transformarla en un
hermoso puente de unión. Si pedimos la intervención del
Espíritu Santo en nuestro corazón de manera real seremos
capaces de buscar y entregar el perdón. No es un proceso
fácil, “perdonar es la tarea más difícil del amor” y el amor es
un fruto del Espíritu Santo. No podemos amistarnos de nuevo a
menos que el Espíritu de Dios nos ayude.

Ilustración:
“Se cuenta que una mujer estaba gravemente enferma y junto
con sus dolores, revelaba tener una gran ansiedad. Hasta que
un día le contó a su enfermera lo que ocurría, ella estaba
enemistada con su vecina y deseaba reconciliarse antes
de morir. Resultado: La vecina fue llamada, y se efectúo la
reconciliación. Pero mientras la señora se despedía con visible
emoción, la señora enferma alcanzó a decirle: ¡Sepa que si no
muero, quedamos como antes, eh! (Chaij, 1112p)
El perdón otorgado por la mujer enferma es un perdón falso,
proviene de un corazón sin arrepentimiento, de un corazón
egoísta. El verdadero perdón proviene de un corazón guiado
por el Espíritu Santo, así lo dice en Romanos 8:14 “Todos los
que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de

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Dios” y este perdón debe ser entregado cuantas veces se lo
pida (Mateo 18:21,22).

¿Cómo te ayuda el Espíritu Santo a perdonar? (Kuzma, 154p)


Te ayuda a reconocer el problema, a darte cuenta de que se
necesita una reconciliación.
Te ayuda a aceptar la responsabilidad personal, porque
cuando hay enfrentamientos siempre existe 2 o más personas.
En este caso el Espíritu Santo te ayuda a reconocer cual fue tu
responsabilidad en el problema.
Te ayuda a tener una actitud de arrepentimiento y perdón y
puedes decir desde tu corazón: Lo siento, perdóname. Y eso,
ocurre cuando la ira y el enojo se apaciguan con la ayuda del
Consolador.
Te ayuda a trabajar en pro de la reconciliación, a buscar
maneras de reconstruir esa relación.
Te ayuda a olvidar – o decidir no recordar ese acontecimiento
doloroso porque “el amor cubre multitud de faltas.” (Prov.
10:12)

Ilustración:
“Era una señorita ante cuyos ojos un enemigo político había
dado muerte al hermano de ella. Tiempo más tarde, mientras
la joven trabajaba como enfermera en un hospital, reconoció
entre sus pacientes al asesino de su hermano. Del cuidado
de ella dependía la vida de ese hombre. Pero en lugar de
vengarse, decidió perdonarlo, luchó por salvarle la vida y
lo consiguió. Cuando el hombre supo quien había sido su
enfermera con asombro le preguntó: ¿Por qué no me dejó
morir? Ella simplemente contesto: ‘Señor, soy cristiana. Mi
Maestro perdonó a sus enemigos que lo crucificaron. Yo debo
hacer lo mismo por amor a Él.’ ¡Cuán admirable es el espíritu
perdonador de los verdaderos hijos de Dios!” (Chaij, 1105p)

Una situación similar le sucedió a David. Su máximo enemigo,


el rey Saúl lo buscaba para matarlo. Vez tras vez, de un lado
hacia el otro, David se escondía del rey, y los intentos de
muerte por parte de Saúl eran infructuosos. Un día, cuando
David huía del rey, encontró donde esconderse, en una cueva
oscura y húmeda. Estaba allí, en silencio aguardando el
momento para poder seguir su camino, pero de pronto sintió
que alguien se acercaba. Era el rey Saúl que estaba entrando
a la cueva, allí mismo donde estaba David escondido. ¡Esta
era la gran oportunidad! David tenía la espada en su mano y
podía hacer cualquier cosa en contra de ese rey que sin razón

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lo buscaba para matarlo. Sin embargo, David le perdonó la
vida al rey Saúl. Cuando éste salió de la cueva, David salió
detrás de él y le dijo: “Tus ojos han visto hoy que el Señor te
puso en mis manos en la cueva. Y me dijeron que te matara,
pero te perdoné, porque dije: No extenderé mi mano contra mi
señor, porque es el ungido de Jehová” (I Samuel 24:10). David
tuvo que elegir entre hacerle mal al rey o perdonarlo, él eligió
lo correcto; el perdón.

¿Qué estás eligiendo hoy? ¿Hacer el mal a quien te ofende


o permitir que “el poder del viento” actúe en tu vida? Jesús
quiere por medio del Espíritu Santo unir corazones así como
Él nos unió con su Padre (Col 1:14; Juan 17: 20,21). Permitamos
que Su Espíritu obre en nosotros, si tenemos algún problema
con nuestro hermano, vecino, compañero o amigo, oremos
fervientemente y experimentemos “el poder del viento”.

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Texto clave: Mateo 14: 28-30
“Entonces respondió Pedro: “Señor, si eres tú, manda que yo
vaya a ti sobre el agua. Jesús le dijo: Ven. Y Pedro descendió
de la barca, y anduvo sobre el agua en dirección a Jesús. Pero
cuando Pedro vio el viento fuerte, tuvo miedo, y empezó a
hundirse. Entonces gritó: ¡Señor, sálvame! “

Introducción:
¿Por qué hay cosas que flotan en el agua mientras que otras
se hunden? ¿Podemos hacer algo para evitar que un objeto se
hunda?

Hoy veremos que sí es posible evitar que un objeto se hunda


en el agua. Conoceremos también la historia de Pedro, un
discípulo de Jesús que flotó en el mar y luego se hundió ¿Qué
hizo que Pedro no pueda seguir flotando? Nuestro experimento
de hoy nos dará una idea de lo que Pedro pudo hacer para
seguir a flote.

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¿Ven este huevo? Está crudo, lo pondremos en este vaso
(solo agua), el huevo se hunde completamente. Miren ahora
lo que sucede cuando lo pongo en este otro vaso (agua y
2 cucharaditas de sal), parece que flota. Ahora vean lo
que pasa cuando lo colocamos en este otro vaso (agua y 4
cucharaditas de sal), ¡flota! Esto es increíble… ¿y saben por
qué sucede esto? Porque existe una lucha entre dos fuerzas.
El huevo hace una fuerza hacia abajo llamada peso. Por otro
lado el agua, aunque no lo creas, también ejerce una fuerza
que hace resistencia al peso del huevo. ¿Has intentado cargar
a una persona en una piscina? ¿No te parece que está más
liviana? No es que la persona perdió peso, sino que el agua
ofrece una resistencia a su peso que te ayuda a levantarla.
Ahora, ¿qué sucede cuando agregamos sal al agua? Hicimos
que la resistencia del agua sea “más fuerte” que el peso del
huevo. La sal es un mineral que se une con el agua, creando
una especie de red invisible por eso la resistencia aumentó.
La red es suficientemente fuerte como para soportar al huevo.
Nota que si el objeto es más pesado, la red debe ser más
fuerte. Como una telaraña atrapa un mosquito, pero no a una
persona.

Aplicación:
Una noche, los discípulos de Jesús estaban en medio del mar en
una noche de tormenta. Jesús acudió a ellos caminando sobre
el agua. Sin duda Él quería socorrerlos en esa tormenta.

Leamos lo que sucedió en Mateo 14:28-30…

Entonces Pedro lo vio a lo lejos y le dijo: Señor, si eres tú,


manda que yo vaya a ti sobre las aguas. Y él dijo: -Ven. Pedro
descendió de la barca y caminó sobre las aguas, y fue hacia
Jesús. Pero al ver el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a
hundirse. Entonces gritó diciendo: --¡Señor, sálvame!

¿Qué mantuvo a Pedro flotando? Cuando Pedro se hundió,


las palabras de Jesús fueron: “Hombre de poca fe, ¿por qué
dudaste?” La poca fe que tuvo lo mantuvo flotando unos pocos
pasos hasta que vino el viento fuerte. Tuvo miedo y dejó de
confiar en el poder de Jesús para mantenerlo a flote. La fe fue
para Pedro lo que la sal es para el huevo. Es aquel ingrediente
que hubiera impedido que se hunda.

Elías pudo haberse hundido también, pero no literalmente si


no que él pudo haber pasado por un momento de dificultad si

19
no confiaba en que Dios lo ayudaría. En I Reyes 18:20 al 39 se
nos relata la historia cuando el pueblo de Israel, influenciado
por las malas costumbres de los pueblos paganos, querían
tener como dios a Baal. Elías, el profeta de Dios, mediante
una prueba, quiso que todo el pueblo pudiera ver quién era
el Dios verdadero. Entonces les ordenó que los profetas de
Baal construyeran un altar donde pusieran allí un becerro y
que pidieran que Baal encendiera fuego y se consumiera el
animal. Por horas pidieron que Baal actuara, sin embargo
nada sucedió. Hasta que Elías se puso de pie, construyó su
altar y puso el becerro encima, el profeta de Dios, pidió que
mojaran con agua el altar, el animal y la leña. Oró a Dios para
que le mostrara a todo el pueblo que él era el Dios verdadero.
Fue así como de pronto fuego cayó del cielo y consumió todo,
incluso las piedras y la tierra. ¡Qué impresionante confianza!
Elías confió en Dios y Dios no lo defraudó, lo mantuvo a flote,
lo cuidó y lo utilizó para su causa.

¿Quisiéramos ser como Elías, que no se hundió en las aguas


de la desesperación? Que cuando tengamos que testificar de
Dios, confiemos plenamente en él, para mantenernos a flote.
Hoy tenemos dos opciones: Confiar en Dios o hundirnos. Para
flotar debemos confiar en Dios, porque esa será la red invisible
que nos sostenga. Si vienen vientos fuertes como dificultades o
pruebas, que pongan más peso a nuestra vida para hundirnos,
añadamos más fe a nuestra vida, como se agrega sal al agua
para hacer resistencia al peso del huevo.

20
Textos claves:
“Yo, cuando sea levantado de la tierra, a todos atraeré a mí
mismo.” (Juan. 12:32)
“Lo atraje con cuerdas de ternura, lo atraje con lazos de amor.”
(Oseas 11:4)

Introducción
Quiero que todos pongamos atención a lo que voy a hacer
(realizar el experimento). ¿Vieron lo que sucedió? ¡Es increíble!
El huevo se introdujo dentro de la botella. Este fenómeno es
causado por una diferencia de presión. Cuando encendimos
el papel dentro de la botella, el fuego comenzó a consumir
el oxígeno que había dentro, bajando la presión dentro de la
botella, y con esto permitió que el huevo fuera atraído hacia el
interior de la botella.

De la misma forma nos sucede a nosotros ¿Te has puesto a


pensar por qué hay personas que nos atraen más que otras?

21
La mayor parte de la gente se siente atraída por actores
famosos del cine, cantantes populares, deportistas de sus
equipos favoritos. A otros les atraen las personas que son
lindas, o las que tienen mucho dinero, o poder e influencia.
A otros les atraen las personas inteligentes, o las que tienen
capacidades especiales, como médicos que pueden sanar,
filósofos que saben pensar, o personas que saben expresarse
en público y cautivar a sus oyentes.

Hay muchas cosas que atraen de las personas y hacen que las
admiremos, pero también es cierto que muchas de estas cosas
no duran mucho tiempo. Cuando el tiempo y las circunstancias
cambian muchas cosas que hacen atractivas a las personas,
desaparecen. Los actores y cantantes son remplazados por
otros más populares, los deportistas no rinden igual cuando
envejecen, la belleza, el dinero, todo puede acabarse un
día. Hasta las ideas y pensamientos importantes de algunas
personas son olvidadas en algún rincón de la biblioteca.

Jesús de Nazaret atrae a las personas de una manera diferente.


Su atracción alcanza a personas de todas las razas, de todas
las épocas, a jóvenes y a adultos, a pobres y ricos. Lo más
impresionante es que su atracción hace que las personas
atraídas comiencen a parecerse a él. Su atracción cambia a
las personas. Esta atracción nunca, nunca deja de existir.

¿Qué es lo que atrae de Jesús a las personas?


Jesús de Nazaret fue alguien extraordinario. Aún habiendo
pasado más de dos mil años desde que estuvo en Israel
sigue atrayendo a multitudes de personas. Son más y más las
personas que lo admiran.

Aunque Jesús era agradable, su apariencia física no era lo que


más atraía a las personas. En la Biblia se dice de él:
“No había en el belleza ni majestad alguna; su aspecto no era
atractivo, y nada en su apariencia lo hacía deseable”. (Isaías
53:2)

Algunas de las cosas por las cuales la gente se siente atraída


por Jesús son: Su fama (Lucas 4:13), su capacidad de sanar
(Lucas 6:19), sus milagros (Marcos 3:7-10, Mateo 11:20), su
liderazgo (Marcos 3:7, 8), su sabiduría (Marcos 6:2), su poder
(Lucas 6:19), su forma de hablar (Juan 7:46), su autoridad
(Mateo 9:26, 7:29), su enseñanza (Lucas 6:17), su conocimiento
de las escrituras (Lucas 24:32, 44, 45).

22
¿Cuál es la diferencia entre la atracción de Jesús y la de otros
famosos?. Si han puesto atención seguramente se han dado
cuenta que las mismas cosas que la gente buscaba en Jesús
son las que la gente puede buscar en otros personajes de hoy
día: fama, capacidad de sanar, liderazgo, sabiduría, poder,
forma de hablar, autoridad, enseñanza, conocimiento de las
Sagradas Escrituras.

Hoy en día existen personas muy famosas, personas que sanan,


personas con poder y liderazgo que nos inspiran respeto y
autoridad, maestros que conocen muy bien las Escrituras.

La gente buscó en Jesús lo mismo que busca en otras personas,


pero lo extraordinario es que su atracción no se acaba. No
es actor, pero se siguen haciendo películas sobre él. No es
cantante, pero hay millares de canciones que se cantan
para recordarlo. No es deportista, pero la gente de todos los
tiempos continúa exaltándolo. No es el más hermoso, pero la
gente desea verlo. No tiene título de médico, pero sana al que
cree en él. Es sencillo y humilde, aunque sus riquezas y poder
no tienen límites. Se escriben miles de libros sobre él y las
personas no dejan de leerlos.

Entonces podríamos preguntarnos ¿Qué es lo que tanto atrae


de Jesús? ¿Da lo mismo cualquier otra persona que Jesús?
¿Cuál es la diferencia entre la atracción de Jesús y la de otras
personas? ¿Qué sucede con nosotros si somos atraídos por
Jesús?

Es común que la gente como tú y yo nos sintamos atraídos por


personas que admiramos o por personajes famosos. Pero la
verdad es que muchas de estas personas no nos conocen. No
saben ni siquiera nuestro nombre. En la Biblia dice que Jesús
NOS AMA. Esto si que es verdaderamente diferente a los otros
personajes famosos.

¿Por qué la atracción de Jesús es tan fuerte?

Porque a diferencia de otras personas que nos puedan atraer,


Jesús nos ama. Es verdad que hay otras personas que nos
aman y esto es maravilloso. Pero el amor de Jesús es diferente,
es muy, muy grande.

Jesús nos ama a pesar de que nos conoce. Cuando alguien


nos conoce descubre también los defectos que tenemos. Jesús

23
aún así nos ama. En la Biblia puedes leer como amó a Israel a
pesar de sus defectos en Oseas 11:1-4. De esta misma manera
te ama a ti.

Nos conoció antes que nosotros supiéramos de él, porque sabe


nuestros nombres (Apocalipsis 3:5), donde vivimos, lo que
pensamos y lo que necesitamos.

Jesús se interesa en nosotros. El no nos busca por su propia


conveniencia. Otras personas sí lo hacen y pueden herirnos.
En la Biblia dice que el verdadero amor “no busca lo suyo.”
(1 Corintios13:5), porque Jesús se interesa por nuestras
necesidades, por nuestros problemas y desea ayudarnos a
encontrar la solución.

Jesús nos ama como a sus amigos. La amistad de Jesús es la


más grande porque está dispuesto a dar todo por ti hasta su
propia vida. La Biblia dice: “Nadie tiene mayor amor que el
que da su vida por sus amigos.” (Juan 15:13)

Conclusión
Tómate el tiempo para pensar cuan importante es el amor de
Jesús para tu vida. Jesús no es solo alguien poderoso que vivió
hace mucho tiempo. En la Biblia dice que él está vivo hoy.
Está dispuesto a interceder por ti para que todo lo que necesites
y le pidas a Dios en oración, se haga.

Está dispuesto a darte su compañía y amistad en los momentos


más difíciles, cuando más lo necesites. También desea estar
contigo en otros momentos de alegría, como tu amigo.

Está dispuesto a hacerte un lugar en su casa para que puedas


vivir cómodo y feliz cuando este mundo se acabe.

Está dispuesto a ayudarte a ser diferente si lo deseas, porque


su amor transforma a las personas. Está dispuesto a todo por
ti. Jesús te ama.

Así como el huevo fue atraído gracias al fuego e introducido


a la botella, deja que el fuego del amor de Jesús arda en tu
corazón para que pueda atraerte hacia él y puedas vivir junto
a alguien que te ama con amor verdadero.

24
Texto Clave: I Corintios 12: 12
“Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros,
pero todos los miembros de cuerpo, siendo muchos, son un
solo cuerpo, así también Cristo”.

¿Qué creíste que sucedería con el globo con agua? Seguramente


te tapaste los oídos porque pensaste que también explotaría.
Alguno de ustedes quizás ya estaba preparado para mojarse
o buscar algo con que secar el agua que saldría del globo
reventado. Pero no fue así, gracias a la propiedad que tienen
los cuerpos que se llama “calor específico”, el agua dentro del
globo almacena el calor que provenía del fósforo encendido,
y esto produjo que el globo no explotara. ¡Qué interesante!
¿Verdad?

Sabes, algo parecido nos sucede a nosotros. Si abrimos


nuestra Biblia en I Corintios 12:12 encontraremos un pasaje
muy especial e interesante. (Leamos. Déjelo marcado porque
volveremos a este pasaje).

25
No sé cuantos de nosotros nos hemos puesto a analizar la
importancia que tiene cada parte de nuestro cuerpo.

Quiero que pienses en estos momentos en la parte de tu cuerpo


que te gusta más. ¿Ya pensaste? ¿Cuál parte es? Quizá sean tus
ojos color azul, verde o negro. Te gustan bastante y los cuidas.
Cuando vas a la playa o hace mucho solo te colocas un par
de lentes para el sol para proteger tus lindos ojos. O cuando
te entra una basurita dentro del ojo, rápidamente tratas de
cualquier forma de ayudar tus lindos ojos.

Pero quizás a otros les gusta su cabellera. Ya sea esta negra,


café, roja o amarilla. Te gusta mucho tu cabello y de igual
forma lo concientes. Te compras un shampoo especial para
el tipo de cabello que tienes. Si es lacio, ondulado de color
natural o pintado. La cosa es que lo cuidas mucho porque te
gusta y quieres a tu cabello.

Ahora, una cosa distinta es cuál es la parte de tu cuerpo que


más te guste y otra distinta es cuál es la parte de tu cuerpo
que es más importante. Quizá tu respuesta ahora si varíe, ¿o
no? Piensa en la parte de tu cuerpo que según tú es la más
importante ¿Ya la tienes?.

Alguno quizás piense que no hay duda en que la parte más


importante de nuestro cuerpo sea el corazón ¿Cómo podríamos
vivir sin él? ¿Qué otra parte bombearía la sangre y a través de
ella el oxígeno para que pudiésemos vivir?.

Claro está que la mayoría no coincide en que la parte que


más le guste de su cuerpo sea la más importante.

Dejando de lado esta comparación, creo que todos estamos


de acuerdo que no importa si nos gusta mucho o no, si lo
podemos ver o no, cada parte de nuestro cuerpo por pequeña
que sea es importante y cumple una función dentro de nuestro
organismo.

Como al principio leíamos en el texto bíblico en I Corintios


12: 12, la palabra de Dios nos recuerda que a pesar de tener
muchos integrantes, como los ojos, el cabello, manos, pies,
etc., el cuerpo humano es uno solo. Así también nosotros
somos llamados a ser un solo cuerpo en Cristo. Pero ¿Cómo es
esto? ¿Cómo podemos ser uno solo si somos tantos miembros
dentro de esta iglesia? Eso es fácil de explicar. Si seguimos

26
leyendo I Corintios 12 desde el verso 15 en adelante se nos
hace una ilustración interesante. Se nos dice que el pie debe
estar contento de ser pie y no ser envidioso de la mano. El
ojo debe estar contento con ser ojo y no oído. ¿Se pueden
imaginar que solo fuésemos oídos? Nos veríamos chistosos y
solo serviríamos para escuchar y no podríamos hablar ni ver.

El ojo no le puede decir a la mano: No te necesito, eres muy


pequeña o muy larga, no me gustas. La cabeza no le puede
decir a la nariz: No te necesito eres muy larga o grande.

La Biblia nos dice que Dios ordenó tu cuerpo (I Corintios 12: 24)
como él quiso. Si tenemos las manos donde están, es porque
ese es el mejor lugar que Dios pensó que deberían estar.

¿Alguno de ustedes se ha golpeado alguna vez algún dedo


de su mano o pie? Creo que a la mayoría nos ha sucedido.
Por ejemplo si alguien cierra la puerta del auto en uno de tus
dedos, créeme que te va a doler no solo el dedo o la mano,
sino todo el cuerpo sufre junto con el dedo, ¿sabes porqué?
Porque como dice en la Biblia: somos un solo cuerpo y nos
compadecemos porque formamos parte del mismo.

Esto quiere decir que nuestro cuerpo esta interconectado, es


dependiente, lo cual quiere decir que cada parte de nuestro
cuerpo se preocupa por la otra, ya que es indispensable
y valiosa. Nada sobra o nada es menos importante.
Aparentemente no es así, pero hemos recordado que cada
parte de nuestro cuerpo cumple una función y tiene un lugar
importante dentro del cuerpo humano.

De igual manera nosotros estamos aquí sentados en esta


iglesia. Hay niños, jóvenes y adultos. No importa la edad que
tengas, el tamaño o inclusive el cargo que tengas en la iglesia.
Cada uno de nosotros es un miembro importante del cuerpo de
Cristo que es la iglesia y por lo tanto deberíamos valorarnos,
respetarnos, cuidarnos, pero sobre todo AMARNOS, porque
todos SOMOS UNO EN CRISTO JESÚS. Si estamos unidos
seremos como el globo con agua que a pesar de que el fuego
lo atacó no exploto. Así también nosotros si permanecemos
unidos podremos vencer cualquier problema en el nombre de
Dios.

Pero quizá alguno de nosotros no se sienta importante o


integrado en la iglesia o quizá sintamos que nos falta unión y

27
amor los unos por los otros. La clave esta en vivir al lado de
Jesús la fuente de verdadera unidad y amor.

Ilustración
Un hombre muy importante y con mucho dinero recibió una
noticia trágica y muy triste para él. Su único hijo decidió ir a
la guerra a defender a su país. Este padre amante le pidió,
hasta le suplicó que no fuese a la guerra, pero su hijo estaba
decidido. El padre le pidió un último favor. Quería quedarse
con un retrato de su único hijo. Así que trajo un pintor, el cual
dejo en las manos de este preocupado padre la pintura de su
hijo antes de partir.

Los días y semanas pasaron y la trágica noticia llegó a este


anciano padre. Su único hijo había muerto valientemente en
el campo de batalla. El dolor de esta pérdida consumió a este
padre que poco tiempo después murió.

Este hombre poseía muchas riquezas y durante su vida había


coleccionado grandes obras de arte famosas y muy costosas.

Pronto en los principales medios de comunicación se informó


que habría una subasta, o sea se vendería las pertenencias
de este millonario.Muchas personas viajaron de diferentes
lugares para adquirir esas preciadas propiedades.

El día llego y el subastador comenzó leyendo el testamento


en el cual el primer punto mencionaba que ante de vender
cualquier cuadro o pintura, primero se subastaría el retrato que
había mandado hacer antes que su hijo fuera a la guerra.

El retrato de su hijo fue presentado ante la audiencia, pero


nadie mostró ningún interés en comprarlo. El subastador
comenzó con $1000 luego $500, $100, $50, $10, $5 dólares.

Al fondo un anciano con una vestimenta humilde levantó


su mano y dijo: yo doy $5 dólares. La gente se preguntaba:
¿Quién es este hombre? Rápidamente el comentario circuló.
Era el anciano jardinero de este hombre millonario que había
conocido y cuidado a este joven desde que era un bebé.

Muy bien dijo el subastador. Vendido al señor por $5 dólares.


Y luego mencionó algo que dejó a sorprendidos a todos
los asistentes: Muchas gracias por su asistencia. La subasta
ha terminado. A continuación leyó la parte que seguía del

28
testamento dejado por le anciano millonario. Dejo todos mis
cuadros y antigüedades a aquella persona que compre el
retrato de mi amado hijo.

Apreciados hermanos, si tenemos al Hijo que es Jesucristo,


tendremos todo, incluyendo el amor para poder llegar a ser
una iglesia unánime. La iglesia es un solo cuerpo cuya cabeza
es Jesús.

29
Equilibrio
Texto Clave: Marcos 3:17
“Santiago y su hermano Juan, hijos de Zebedeo, y los apellidó
Boanerges, que es hijos del trueno.”

Una de las actividades de un circo que más llama la atención


son los equilibristas, personas que pasan caminando de un
punto a otro por un cable tensado a bastante altura. Es una
actividad que requiere de mucha responsabilidad, mucho
tiempo de entrenamiento, preparación física, concentración,
atención a las indicaciones del entrenador, confianza en lo que
se está haciendo, uso de los equipos adecuados. A pesar de
saber todo esto han ocurrido desgracias por no seguir algunas
de las indicaciones o por motivos externos.

Cómo seres humanos y cristianos debemos tener equilibrio


físico, mental social y espiritual. Salomón en Eclesiastés 3:1
escribió: “Todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su tiempo,
todo tiene su hora.” Hay que tener equilibrio, la pregunta es:

30
¿cómo lo hacemos?

La Biblia dice que cuando Jesús caminaba por la ribera del


mar de Galilea vio a dos hermanos y los llamó. Más adelante
vio a otros dos hermanos. Estos eran Santiago y Juan hijos
de Zebedeo. Por el orden en que los nombran las escrituras,
podemos suponer que Juan era el hermano menor, y además
era muy joven, ambicioso y podríamos decir que inmaduro.

Marcos 3:17 dice que los llamó “hijos del trueno”. En Lucas
9:54 ambos le preguntaron a Jesús si quería que mandasen
que descendiera fuego del cielo para destruir a los que no lo
recibieron. ¡Qué carácter! Sin embargo Jesús les reprendió.

Esto hermanos también revelaron egoísmo, cuando Juan solicitó


junto con su hermano ocupar lugares de honor junto a Jesús en
su reino futuro. Pero a pesar de eso, Jesús discernió un corazón
ardiente, sincero y amante cuando Juan tomó sobre si el yugo
de Cristo. Al estar y aprender de Jesús, ellos transformaron su
carácter y toda su vida. Juan sintió el deseo de asemejarse a
su maestro.

Durante su relación con Jesús, Juan parece haberse entregado


plenamente a la influencia suavizante del Salvador, y
como resultado su carácter fue transformado. Entró en un
compañerismo mucho más profundo con el Maestro que
los demás apóstoles. Fue parte del círculo íntimo de Jesús.
Presenció la resurrección de la hija de Jairo (Marcos 5:37),
estuvo presente en la transfiguración (Marcos 9:2) y también
en el Getsemaní (Marcos 14:33). En la última cena ocupó un
lugar junto a Cristo (Juan 13:23). Cuando Jesús fue arrestado,
lo siguió hasta el palacio del sumo sacerdote y más tarde al
calvario (Juan 18:15; Juan 19:26). Todo esto nos lleva a pensar
que Juan era el discípulo a quien Jesús amaba (Juan 21:20).

¡Qué gran transformación! ¡Qué cambio tan grande de hijo


del trueno a discípulo amado! Más tarde, queda demostrado
que Juan sufrió una transformación sincera cuando escribe en
una de sus epístolas, en I Juan 2:1: “Hijitos míos, esto os escribo
para que no pequéis.”

¡Hijitos míos! qué persona más amorosa, nadie hubiera creído


cómo había sido el carácter de Juan antes de conocer a Jesús.
Jesús cambió el carácter de Juan, porque Juan permitió que
Jesús entrará en su ser.

31
El Señor nos ha entregado dones, a cada uno según cómo el
Espíritu lo ha dado, dones que debemos poner en práctica,
pero esto depende del equilibrio de nuestro carácter, mental,
físico, social y espiritual. Dones, que si no tenemos un carácter
equilibrado, se pueden utilizar para destruir y no para salvar.

Ahora bien, veamos qué sucede con este vaso. Este vaso
nos representa a cada uno de nosotros (no encienda aún el
ventilador). A veces estamos en períodos de paz y tranquilidad
en nuestra vida, sin embargo cuando de pronto las aflicciones
y los problemas (encender el ventilador al mínimo) nos
encuentran, no sabemos qué hacer, nos desestabilizamos,
vamos de un lado hacia el otro, sin rumbo, nos desequilibramos.
Sin embargo, es muy diferente cuando estamos llenos del
Señor (apague el ventilador y agregue agua al vaso, ahora
enciéndalo nuevamente), pueden haber conflictos o malos
entendidos, pero existe una gran diferencia, tenemos a Cristo
en nuestra vida.

¿Cómo reaccionas a cada uno de los eventos que la vida te


presenta? ¿Cómo es tu temperamento? ¿Está Cristo llenando
tu vida?

El Señor nos llama a tener equilibrio en la fe y la obediencia,


equilibrio en el temperamento, equilibrio en nuestra vida.
Ese equilibrio solo se puede lograr si como Juan queremos
asemejarnos al Maestro, estar llenos de El, eso nos entregará
felicidad, seguridad y tranquilidad al caminar por este mundo
lleno de pecado.

Oración: Jesús ayúdanos a ser personas equilibradas, para


que podamos poner en práctica nuestros dones y así otros te
conozcan y puedan ser salvos.

32
Texto clave:
“Yo Soy la Vid, vosotros los pámpanos. El que permanece en
mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto. Porque separados de mí,
nada podéis hacer.” Juan 15:5

El mundo y todo lo que vemos fue creado por Dios como lo


dice el relato bíblico en Génesis. El hombre especialmente
fue creado a imagen y semejanza de Dios, tal como lo dice su
Palabra en Génesis 1:26-28.

Cuando Adán salió de las manos del Creador, llevaba en


su naturaleza física, mental y espiritual, la semejanza de su
Hacedor.

33
Peron ¿con qué propósito fue creado el hombre? La Pluma
Inspirada en uno de sus escritos dice: “Creó Dios al hombre
a su imagen con el propósito de que cuanto más viviera, más
plenamente revelará esa imagen, más reflejará la gloria del
Creador”. (White)

Reflejar la imagen de Dios debiera ser la meta de cada cristiano.


Pero hoy en día las metas de las personas son muy diferentes,
como acumular dinero, vivir una vida sin compromisos, correr
tras las diversiones, tener poder, parecerse a su deportista
favorito, o tal vez a un cantante o actor famoso, tanto así que
hasta te vistes igual, haces cosas igual que ellos, o te compras
unas zapatillas como las que usan los famosos.

Puede ser que tu meta sea andar a la moda o tener el último


i-Pod o juego electrónico.

Un maestro aconsejaba a sus alumnos que no hicieran del


ganar dinero, el poder o la fama, su meta en la vida. “Porque
un día tropezarán con alguien que no se preocupa por estas
cosas y entonces se darán cuenta de cuán pobres son ustedes”,
les dijo.

El afanarse por las metas del mundo nos empobrece de tal


forma que no nos daremos cuenta hasta cuando Cristo venga
por segunda vez, puesto que a los que su meta fue ser como
Cristo tendrán la mayor de las recompensas que alguien
puede recibir, la de la Vida Eterna con Cristo en sus Mansiones
Celestiales. Pero llegar a la meta no es algo fácil.

Alguien le preguntó a una gran pianista cómo había llegado a


poseer tanta habilidad. Ella respondió que mediante el “olvido
planificado”. Al ver la cara de asombro del que preguntaba,
añadió:”Sí, mediante el olvido consciente de todo aquello
que no estuviera relacionado con mi meta y contribuyera a
su logro”.

El cristiano que tiene clara su meta, se olvida de las demás


cosas que le distraen, porque su meta es tener una vida noble
obtenida mediante la contemplación de Cristo. Sí, una vez que
la mirada se fija en él, la vida encuentra su sentido.

El entusiasmo de la juventud o de cada uno de nosotros


encuentra su verdadero objetivo en el servicio a Dios. Incluso
podemos ver los frutos del Espíritu en cada una de nuestras

34
vidas, que según Gálatas 5:22 y 23 son el amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y
dominio propio.

Honrar a Cristo, parecerse a él, trabajar por él es la máxima


meta de la vida de un cristiano y es su mayor gozo.

Pero ¿Cómo llegamos a alcanzar esa meta? La Hna. White en


el libro La Educación dice: “El éxito en cualquier ramo requiere
un blanco definido, una meta, un propósito. El que quiere
lograr el éxito en la vida debe mantener constantemente en la
vista el blanco, en aquel que es digno de su esfuerzo.” p255.

Ilustración
Busquemos en nuestra Biblia el libro de Daniel capítulo 1
versículo 8 donde dice: “Y Daniel propuso en su corazón no
contaminarse con la comida ni el vino del rey. Por eso pidió al
jefe de los eunucos permiso para no contaminarse”.

La tentación de comer la misma comida del rey estaba


presente. Era una comida diferente, tal vez podría haber
probado un poquito y si no le gustaba, entonces pedir una
comida diferente, total era solo probar, nadie le iba a decir
nada, porque todos los elegidos comerían de la comida del
rey. Sin embargo, Daniel conocía los beneficios de una buena
alimentación, por lo tanto tenía claro a dónde quería llegar.
Daniel tenía una meta clara, no contaminarse.

El fue probado por un tiempo, pero las evidencias de una sabia


elección no demoraron en aparecer. Sus rostros mostraban
vigor y salud.

Hermanos, cada meta tiene su recompensa, y la recompensa


de Daniel y sus amigos fue que Dios los bendijo y les dio gran
inteligencia.

Daniel fue fiel a su meta. Su vista no se apartó del blanco ni


a izquierda ni a derecha. ¿Qué meta te has propuesto y hoy
estás gozando de la recompensa? ¿O será que las tentaciones
del mundo son tan fuertes que tu vista pierde el foco?

Ilustración
Por muchos años Monterrey, California, fue un paraíso para
los pelícanos. La ciudad era el lugar de muchas fábricas de
conservas de pescado.

35
A los pelícanos les encantaba la ciudad porque allí los
pescadores limpiaban la pesca desechaban los intestinos
y las aves marinas se daban un festín con esas sobras. En
Monterrey cualquier pelícano se podía alimentar bien sin tener
que trabajar por su comida.

Sin embargo, con el paso del tiempo se redujo la cantidad de


peces a lo largo de la costa de California y las fábricas de
enlatados fueron cerrando una por una. Fue entonces cuando
los pelícanos se vieron en problemas. Estas aves marinas son
excelentes pescadores por naturaleza.

Vuelan en grupos sobre las olas marinas y cuando encuentran


un cardume se lanzan al agua y atrapan su presa. Pero los
pelícanos de Monterrey no habían pescado en años.

Habían engordado y se habían vuelto perezosos. Y ahora


que ya no tenían alimento fácil estaban pasando hambre de
verdad.

Los ambientalistas de la región se rompieron la cabeza


pensando en una forma de ayudar a los pelícanos y finalmente
idearon una solución.

Importaron pelícanos de otra región que salieran a buscar


alimentos cada día y los pusieron con las aves locales. Los
recién llegados comenzaron de inmediato a pescar su alimento
y al poco tiempo las hambrientas aves nativas se unieron y
empezaron también a pescar para comer.

Las mayoría de las personas son como los pelícanos nativos,


muy cómodos, todos haciendo lo mismo, esperando subsistir
a costa del trabajo de otros. Por otro lado, el cristiano debe
ser como los pelícanos importados, cuya meta está clara, el
esforzarse para tener alimento y ser una buena influencia
para los otros que nos miran, de tal forma que ellos quieran
imitarnos, así como nosotros queremos imitar a Jesús, nuestro
mayor ejemplo.

El blanco del cristiano entonces, es ser como Jesús, sin embargo


podremos alcanzar esa meta si estamos tomados de la mano
de él. Juan 15:5 dice: “…separados de mi nada podéis hacer”
y Filipenses 4:13: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Nosotros intentamos muchas veces alejarnos del camino por

36
nuestros impulsos naturales e ir hacia otro lado, así como le
sucedía a los globos, que aunque tratábamos que llegaran
al blanco, se desviaban, pero cuando estuvieron afirmados
al hilo de pescar lograron el blanco. Al estar tomados de la
mano de Jesús, como el globo al hilo, seremos conducidos por
Dios hacia la meta.

Querido hermano, ¿Cuáles son tus metas? ¿A quién tienes


como ejemplo? Quiera Dios ayudarnos a experimentar a Jesús
en nuestras vidas de tal forma que nos mantengamos tomados
de su mano, porque separados de él, nada podemos hacer.

37

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