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Antonio Beneti

La cuestión de las toxicomanías en la contemporaneidad nos permite habla r de un


³¡Todos toxicómanos!´. Una patología del consumo en la cual el malestar se combate
con el uso de drogas como solución: m    
  Es impresionante, en
nuestra clínica cotidiana, la intensidad de la demanda de drogas lícitas, así como la de
la cura de la dependencia de esta tentativa de solución con drogas lícitas e ilícitas. En
fin; los tóxicos (significantes) se hacen presentes en el lazo social analítico. No era así
en el siglo pasado, cuando los ideales tenían un papel preponderan te en relación con
el goce. Hoy eso se invierte:

Y

  Y
 Y
 Y   
 Y

Vale decir: para cualquier malestar, una solución química, fuera de la palabra, que
involucra de manera di recta el cuerpo. Sin embargo, ³un medicamento medica un
cuerpo, pero no medica el alma´.

Otra vertiente tóxica contemporánea son los ° °


m . Lacan preveía que un
cansancio, a largo plazo, iba a llevar al sujeto a ser capturado por los objetos de la
dependencia, incluyendo los ° °
m , propuestos al sujeto contemporáneo por el
discurso capitalista, animado por el discurso de la ciencia y de la tecnología. ³Aspecto
angustiante de una civilización en la que falta la falta y el efecto de fatiga, tedio,
depresión generalizada que produce´ 2.  °
m que ³habitan´ hoy la sesión analítica,
como los celulares que suenan y escuchamos. ³Me olvidé de apagarlo«´, ³Tengo que
atender«´, etc. Nos llegan hoy, de manera cotidiana, sujetos con una demanda de
saber que son, o quiénes son, que no responde adecuadamente Internet, la televisión
o las revistas de amplia circulación con artículos supuestamente científicos.
Consumidores de significantes de nominación identificatoria segregativa, centrada en
la exclusión del sujeto del inconsciente: bipolares, depr imidos, panicosos, TOCs, etc«
¿Se trata ahí de una intoxicación significante ±oriunda del DSM IV ± en el lazo social
con el analista? Esto nos hace pensar en una intoxicación del lazo social ampliada
hacia todos los discursos, a nivel de significantes que nombran y segregan. Con el
agravante de que algunos son significantes encarnados (las drogas) que construy en
un ³Yo soy«³ identificatorio de difícil desintoxicación. Puesto que ±aún cuando
1
El título de este trabajo nos fue propuesto por nuestros colegas de la Red TyA para el ENAPaOL de
agosto 2009 en Buenos Aires.
2
Laurent, E. ͞El objeto a como pivote de la experiencia analítica͟, en: Lo inclasificable de las
toxicomanías, Grama ediciones, Bs. As., 2008.
mortíferas± son soluciones construidas por los sujetos que hacen, a partir de ellas
lazos sociales intoxicados con el Otro social.

Eric Laurent 3, criticando el hedonismo contemporáneo, indica dos límites para él: el
amor y la pulsión de muerte. Nos señala ³el capitalismo global, en tanto actualizador
del plus de gozar´, y que lo más difícil en la civilización del supuesto hedonismo es el
tratamiento de su relación con las adicciones: la toxicomanía es el horizonte autista y
mortífero del goce. Ella, en lo que dice respecto del lazo social y la relación con el Otro
³ciertamente nos separa y nos reinserta en el Otro, y es un hecho de estructura que
hay tratamientos posibles de la adición en la pluralización de tratamientos propuestos
para los sujetos toxicómanos a partir de los cuatro discursos.

En el discurso del analista afirmamos que ³el toxicómano no existe´. El tratamien to


propone una desidentificación con su ser de toxicómano para dar lugar a su división
subjetiva y al goce de la palabra. No sin desintoxicar a la familia y a lo social que
identifican al sujeto a un toxicómano, puesto que para ellos el toxicómano existe . Y
±aún atribuyendo al objeto droga un poder destructiv o de todos los lazos sociales ± él
permite paradójicamente reunir al sujeto con el Otro, con este objeto de goce que ,
aunque éxtimo al sujeto, lo inscribe de una cierta manera con el Otro. Objeto que, lejos
de ser un peligro para el lazo social, es un fundamento del lazo social, en modalidades
según las que, con este objeto de goce ±la droga±, el sujeto se re-lanza con el Otro a
partir del cuerpo.

La triplicidad nodal RSI amarra una relación con el g oce que hace lazo social, a partir
de la construcción de un cuarto término, inscribiendo modalidades de articulación del
cuerpo con la civilización, un modo de vivir la pulsión , un modo de gozar, un nombre
de goce.

Tomemos entonces, la toxicomanía como ejemplo de m


  y lazo social: es de
suturas y enmiendas de lo que se trata en un análisis. El discurso del analista nos
permite deshacer el amarre tóxico y segregativo del sujeto y de la familia,
desintoxicando a la familia que ha tomado al sujeto según su objeto droga y según un
nombre, un S1: toxicómano.

Es el caso de Brad, en el que se trata de desamarrar la nominación intoxicante


sustentada químicamente, y re -amarrar algo en el que el significante ³fotógrafo´ pueda
hacer lazo. En las relaciones entre los miembros de la familia se encuentra, en el lugar
en el que debería advenir la palabra, un vacío impresionante o un S1: el toxicómano.
Hay que desamarrar el lazo familiar que se da a partir de ese S1, con todas las
consecuencias que se puedan producir en la relación de la pareja parental. Brad, 28
años, cuerpo atlético, luchador de 
m, frecuentador de academias, tenista,
también usó anabólicos.

El hace un Brad Pitt, versión      . Fotógrafo premiado, de familia de


élite económica, usa drogas desde la adolescencia, actualmente es usuario de  .
Con un extenso recorrido en centros de tratamiento centrados en los otros tres
discursos, se encontraba bien instalado en la nominación de toxi cómano por el Otro
familiar. En tratamiento hace aproximadamente tres meses, lo atendí algunas veces

3
Ibidem.
con sus padres e intenté, siempre, maniobras desintoxicantes en cuanto a la
nominación. Reduje su medicación a dos tercios: usaba nueve productos diferente s,
entre hipnóticos, ansiolíticos y antidepresivos. Tres veces recurrió al servicio de
urgencia hospitalaria porque tenía ³fisuras´, volviendo a l consumo de crack durante
una noche y pidiendo internarse. No sin, antes, traer tres sueños. No soñaba desd e
que comenzó a usar drogas en la adolescencia, o por lo men os no recordaba.

¿Qué pasó? Salió con una chica y no pudo tener sexo: no consiguió una erección. Me
confiesa que eso ocurrió siempre y terminaba sus noviazgos, siendo dejado por las
mujeres. La desintoxicación de Brad por la palabra en el dispositivo fue rápida e hizo
emerger formaciones del inconsciente (sueños y síntomas).

Traducción Cecilia Gasbarro

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