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Cartas Maite
La llamada
1 Domingo 22-VI (1980)
Paz de Dios
Durante la tarde del sábado, la noche y la madrugada, he
rechazado una oportunidad. Este es el principio de mi
testimonio. Ha de ser anónimo, pero no puedo callar la
misericordia de Dios que ama a sus siervos y santifica a su
pueblo.
Te escribo a ti, hermano , no sé por qué.
Esta noche he deseado morir porque mi boda será
el día de mi muerte. Es el Señor quien te ayuda a
caminar, primero un pie hacia delante, luego el otro, y así
no te tuerces, ni tropiezas ni caes; en cuanto soy yo quien
quiere elegir camino, caigo, pero Él recoge con amor a su
siervo y comparte la cruz para que el yugo sea ligero.
Esta noche he entendido que el siervo recibe la luz como la
de un faro intermitente en la noche, porque la luz ha de
atravesar un cuerpo carnal, la luz es permanente pero los
ojos se cierran. Por eso he entendido que el cuerpo
resucitado será luminoso, porque la luz de Dios no entrará
por rendijas engañosas sino que se verá directa, en su
plenitud, sin direcciones, llenándolo todo y atravesando los
cuerpos santos. Por eso, éstos serán transparentes para
la luz de Dios, y serán luminosos por la luz de Dios, y
serán ligeros, pues no habrá que cargar yugos, sino
ensalzar la Gloria de Dios. Así serán fundidos en sus
brazos, en su sabiduría, en su fuerza, en su amor, en
su misericordia, en su poder, en su Gloria, siendo
todos uno como el Padre en el Hijo y el Hijo en el
Padre, así todos uno en Comunión de los Santos.
Esta noche le buscas en el lecho. No puedes dormir. Y el
cuerpo se mueve buscándole, las manos se estiran y abren
queriéndolo coger, el alma se revuelve, las lágrimas son
continuas, como agua caliente que reclama agua viva, y el
espíritu se inquieta porque no hay gobierno ni calma. Y algo
se va metiendo dentro, sin herida pero penetra, algo con lo
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3 S.S. 24-VII-80
Hermano:
Has tenido palabras de amigo y hermano mayor en mi
pobreza.
Alégrate, que Dios elige tu boca, sacerdote santo.
Dios es de generación en generación.
Habrá siempre quien rinda sacrificio en el altar de
mi Dios; eres la prenda mística, sacerdote santo del
pueblo de Dios. Día y noche eres prisionero del altar,
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4 S.S 19-8-80
Yavé ha dicho que habitará en la oscuridad y yo he
edificado una casa de morada para que Él la habite para
siempre...Los cielos y los cielos de los cielos no
pueden contenerte, ¡CUANTO MENOS ESTA CASA QUE
YO HE EDIFICADO!
Jesús está aquí en el corazón; yo tengo un templo para Él,
pero es un templo muy pobre. Lo de alrededor se pone feo,
pero Jesús ha vuelto.
He pasado una pequeña tormenta: o Dios o "lo demás"
sin Dios. Jesús sabe que le quiero a Él, yo sé que lo sabe, y
Él me adelanta las dulzuras de su Amor y me deja ver,
apreciar y disfrutar cosas que otros no ven, no aprecian y
no disfrutan, pero es tan difícil incluir en ese "lo demás" a
mis padres y muy especialmente a mi hermana...
Ella sabía algo de lo que supone para mí mi Dios. Confié
en que podríamos compartir todo juntas, e incluso orar
juntas pero varias veces ha hablado diciendo lo que sabía
en voz alta para que lo oyeran los demás. Me ha dicho que
quizás no vuelva al grupo, piensa que me estoy pasando y
me presiona en las conversaciones. Sé que no ha
comprendido, pero se me ha hecho difícil aceptar esta
realidad. Espero que vuelva a la comunidad.
Que Jesús me perdone por lo que me cuesta aceptar sus
deseos. Pero Él sabe que aceptaré lo que Él me presente, si
es necesario, aunque ruego para que no sea así, la división
de mi familia en mi corazón.
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5 S.S. 30-8-80
Hermano: que Cristo os de su Paz.
Puedes compartir esta carta con Chus. Será la última que
os escriba en mucho tiempo, a no ser que Dios me ordene
hacerlo. Quizás sea la última que recibáis. También es
posible que no me veáis en mucho tiempo y he de
escribiros para explicaros por qué.
Ha ocurrido algo "grave" en mi vida, entendiendo esta
palabra "grave" como algo muy decisivo. Confío en que no
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6 S.S. 12-9-80
A mi hermano Julio:
La Paz de Dios esté contigo.
-Con el apoyo y el mandato de Dios para escribirte, me
atrevo a dirigirte esta carta. Arriesgo mucho en todo esto,
pero sé que acogerás esta carta con misericordia; quizás
pierda ya todo, si es que algo me queda, pero creo
tener el pie bien seguro en la Voluntad de mi Dios.
Al menos tengo en mi favor la pureza de mi
intención.
-Quiero pedirte perdón y a Chus también por mis ofensas.
En la última carta os pedí ayuda pues el Señor me mandó
no perder el contacto con vosotros, pero no supe pedírosla
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7 11-10-80
A mi hermano Julio:
Mi ser entero alaba al Señor por los hombres que
habitan en las entrañas de Cristo Benditos sean.
-La paz de Cristo esté en tu espíritu.
El tiempo va pasando pero nunca se acaba. Hoy soy parte
del pueblo disperso de Israel.
No puedo expresar en voz alta mi fe personal y no puedo
vivirla en comunidad. Tras duras luchas -contra no sé
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Tere
9 M. 3-11-80
CANTARÉ ETERNAMENTE LAS MISERICORDIAS DEL SEÑOR
A mis hermanos Julio y Chus:
-LA PAZ DE JESUS.
-Hermanos míos, el Señor me permite encontrar alivio y
desahogo cuando os escribo. Y quiero agradeceros por la
paciencia, el cariño y la hospitalidad con que me acogéis.
-Os debo mucho; os debo todo, me habéis dado a
Cristo
Y gozosa estoy de haber contraído esta deuda, porque en
ella me ha encontrado Dios y porque en ella he conocido
que sois mis hermanos.
-Vosotros también sois mi familia; y quiero que participéis
de lo que me ocurre. Hay una palabra que en este
momento definiría muy bien mi situación y es
"contrariedad".
Me pesa una gran tristeza y, sin embargo, no sufro, me
desespera esperar , y sin embargo, estoy dispuesta a
esperar aún sin esperanza, hasta tal punto que espero sin
esperar; pero esto tampoco es cierto porque espero en
Dios. Vivo sin vivir como si alguien me hubiera robado
el alma; pero esto no es verdad porque si no, no sufriría.
Una locura de Amor me dirige, hasta el punto que me siento
con fuerza de morir por Cristo y arrastrar ese amor por
todos mis hermanos; pero ¿por qué entonces no amo a mis
padres? No es cierto, les quiero, pero ¿por qué entonces
esa falta de amor? No entiendo nada, si no es verdad que
no amo a mis padres ¿por qué me siento culpable? Y si no
amo a mis padres ¿no amo a Dios? ¡no! eso si que no es
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10 Madrid, 3-11-80
Querida Tere:
Acabamos de estar juntos Julio y yo y hablando de mil
cosas, también hablamos de ti y nos hemos separado, cada
uno a su habitación, porque nos han entrado ganas de
escribirte unas letras. Y eso es lo que estamos haciendo
cada uno por su parte.
Como en alguna carta la dices a Julio que puede
compartirla conmigo así lo ha hecho varias veces. Yo te lo
agradezco mucho y le agradezco al Señor que a través de ti
me haya dado paz y alegría. Tus cartas me han producido
este efecto y se lo he agradecido al Señor. Me encanta la
sencillez con que el Señor ha puesto amor en ti y me
encanta tu manera de responder atraída desde tu interior
hacia Él por una fuerza poderosa. Como dices, el Señor
siempre te ha tratado bien, ha sido cariñoso contigo. Te ha
dejado en una gran pobreza, pues tu experiencia
interior no la puedes compartir a diario con
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11 M. 10-11-80
Tere
-Paz de Dios
(Julio, te envío unas medallas de oro; yo no necesito oro;
hubiera ido a la joyería y las hubiera fundido, y con el
dinero darlo a quien lo necesite; pero en la joyería me
conocen. No se te ocurra devolvérmelas; sé lo que hago. Es
muy poca cosa pero puede servir de algo. Gracias. Tere.)
Veo que es peligroso enviarlas por carta, te las daré en
mano.
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18-11-80
No te pido que los saques del mundo pero sí que los
defiendas del Maligno. (Juan 17, 15).
Querida Tere: La Paz y el Amor del Señor estén siempre
contigo.
Te escribimos esta carta como un fruto humilde y sencillo
de la reflexión, oración y discernimiento que durante algún
tiempo hemos compartido Chus y yo. Pedimos al Señor que
estas palabras sean un consuelo para ti y así puedas
“añadir a tu fe la virtud, a la virtud el conocimiento, al
conocimiento la templanza, a la templanza la paciencia en
el sufrimiento, a la paciencia en el sufrimiento la piedad, a
la piedad el amor fraterno, al amor fraterno la caridad” (2 P.
1, 5-8).
El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros
Tomó “carne”, tomó a la amada, a la humanidad
entera. La tomó cuando ésta era pecadora. Se
desposó con ella cuando ésta era pecadora, cuando
era despreciable. No esperó a que la amada fuera
buena, a que cambiaran las cosas para que tuviera
más sentido encarnarse en ella. No tenía sentido hacer
lo que hizo. No tenía sentido aceptar una realidad tan
desagradable. Aceptar meterse en la historia nuestra, en la
carne nuestra, en todas las relaciones humanas de nuestro
mundo, con lo malo y bueno que hay en ellas.
Este Amado que no despreció nada de lo nuestro, nada
de las cosas de aquí abajo, este Amado lo ha trascendido
todo .
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M. 22-11-80
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M. 3.XII.80
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M. 15-12-80
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A mi hermano Julio;
-La Paz del Señor contigo.
Te escribo sólo unas líneas porque no puedo escribir
ahora más. Entre semana intentaré escribirte diciéndote lo
que me ocurre. Te ruego reces mientras tanto. No es que
me ocurra algo malo, sino que necesito ayuda. No se trata
de ninguna circunstancia exterior, y mi fe no peligra; se
trata de las muertes del alma. Creo que paso por una de
las pruebas más difíciles de las que he pasado hasta ahora.
Necesito que alguien ore y que el Señor se apiade de mi
alma. No he podido dormir en toda la noche, una
profunda tristeza mora en mí. Por favor ayúdame a
caminar, reza. No puedo escribir más, pero necesito ayuda
para vivir. Confío en que el Señor también me sacará de
ésta.
Perdóname la letra pero es que tengo mucha prisa.
Ayúdame por favor. El Señor te bendiga.
Con mucho cariño.
Tu hermana Tere .
La paz de Cristo esté contigo -no puedo darte mi
paz- pero sí la del Señor.
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M 17-XII-80
ORACIÓN DE UN ALMA
A mi hermano Julio:
El Señor me ayuda a no "estancarme" en la muerte.
He escrito esta oración que me ha ayudado en la
esperanza. Te la envió por si puedes orar con ella, quizás te
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Con cariño
Tu hermana Tere
PAZ DEL SEÑOR
(Un abrazo a Chus)
A mi hermano Julio:
La Paz y la Salud, del Señor estén contigo.
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M. 19-1-81
A mis hermanos Julio y Chus:
- La paz del Señor esté con vosotros.
-He pasado muy mal la noche por el sabor agrio del
pecado, y por la violencia interior que me agrieta el
corazón. El Padre me ha abierto sus manos y me ha
dicho: "Hija, vomita aquí la espina que te hiere el
corazón". No he sanado, ni he salido del desierto,
pero esto ya no importa porque va siendo la hora de
despertar, de salir del invierno y del letargo en uno
mismo; y de encontrar la primavera que ya nunca
tornará en invierno; no hablemos ya de primavera
efímera, ni de promesas, porque ya se ha glorificado
el Hijo del Hombre. Celebramos el pan de la unidad y
el cáliz de la alianza. Celebramos los esponsales de
nuestras almas. Pronto las vírgenes dejarán de velar
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26-1-81
Querida hermana (Merche):
La Paz y el Amor de Jesús estén contigo.
Hay mucha miseria en esta carta, y sería esto largo de
explicar. Todo lo que te escribo está envuelto en tajos
de pobreza porque soy demasiado obstáculo; pero hay
algo que debo decirte. Aunque esta carta vaya vestida
de mis harapos, desnúdala, despójala de mis
palabras y, cuando hayas dejado el papel en blanco,
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24-1-81
Señor, déjame cantarte; déjame beber tu consuelo
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AMOR
Esposo: Mientras mi amada dormía se la llevaron al valle
umbrío.
Esposa: "Creí mi hogar apagado y al tocar las cenizas me
quemé", porque Tú eres el ascua encendida que ha
prendido mi corazón.
Esposo: Ha prendido la hoguera santa. No temas. En tu
casa habito yo.
Esposa: Te llamo con tu voz. Te quiero con tu Amor.
Esposo: Palabra quebrada, voz temblorosa, ungida mía,
rosa blanca sobre mi altar.
Esposa: Adoro, aguardo, temo. Mi Señor de la ruina, de la
mies seca, de las cadenas, de las heladas, de las campiñas
rasas, de las chozas que se lleva el torrente, de las cizañas
y de los trigales. Señor de la pobreza y la esperanza.
Esposo: De mis flores amargas sacaré la miel. Esposa
mía, colmena de dolor, gemido, de monte a monte. Yo sé la
flecha en tu corazón y el estrago en tu mejilla.
Esposa: Señor, mira a mis hermanas frágiles como los
juncos cautivas por los guardias de la noche.
INCERTIDUMBRE
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DOLOR
-SANGRA DE AMOR EL ROSAL-
Esposo: Haré brillar tus ojos, esposa mía.
Esposa: Lento martirio... Aguda agonía.
Esposo: Arranca tus lágrimas el limo. Queda desnudo tu
corazón.
Esposa: ¡Oh! ¡Salmo de dolor!
Esposo: Calcinaré tus llagas con mi Amor, sagrada y pura
ofrenda
mi esposa fiel.
Esposa: tortura violenta
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ESPERANZA
Esposo: En mi fuego arderán las ascuas del día, Esposa.
Traigo el incendio del Amor con el resplandor de la aurora y
la llama de la vida. Y mi luz ciega al sol. Asombro, temor...
huyen las sombras de la muerte. De mi flor blanca haré
blanca cera que se vaya consumiendo al calor de mi
Espíritu y te iré poseyendo, esposa mía.
Esposa: Eterna pasión de Amante hasta fundirte en mi
ser...
Esposo: Traigo para ti, mi Esposa, un limpio jarro lleno del
agua santa, que no has de beber de los charcos sino de mis
manos que te brindan la calma y la grandeza del océano y
el dulce agua de los lagos.
Esposa: Haz Señor de mi barro, tu cantarillo. En el mesón
del peregrino entramos mi Amado y yo.
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Jesús en el centro
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6-II-81
A mis hermanos Julio y Chus:
Deseo de corazón que estéis llenos del Espíritu de Jesús y
que también por medio de esta carta podamos disfrutar
juntos de la presencia de nuestro Jesús. Os deseo la Paz del
Señor. Que la Paz de Jesús esté con vosotros.
Una vez más puedo decir que nuestro Señor me enamora
y me sorprende. Mirad qué Dios tan grande tenemos que es
capaz de salirse de sí mismo y de hacerse siervo. Sí, me
deja atónita el poder de Dios, un poder que es ser servidor.
El jueves santo, después de la cena, cuando el Padre puso
todo en las manos del Hijo, no se le ocurre otra cosa que
coger una toalla, ceñírsela y lavar los pies a los apóstoles.
Ahí tenéis a Jesús, sin manto y sin señorío, siervo manso,
siervo. Cuando Pedro se niega a que Jesús le lave los pies,
está aceptando a Dios como Jefe pero no como Amor, que
supera los límites de la lógica, y nos entrega al Hijo total y
absolutamente, hasta el punto de hacerlo nuestro siervo,
por Amor. Cuando de nuevo se pone el manto, no se nos
dice que se quita la toalla y es que nuestro Señor hace de
su poderío el servir.
Jesús sabe amar con desinterés hasta el extremo de
partirse para entregarse Él mismo al Padre y a los hombres.
Deseo profundamente amaros con desinterés; el
amor desinteresado es el Amor del Reino, que supera
todo amor humano, es el Amor alimentado
continuamente por la gracia del Espíritu, el único
Amor capaz de dar la vida y de llegar al extremo de
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15-II-81
Queridos hermanos: (de la Rosa de Sarón)
La Paz del Señor esté con vosotros.
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24-II-81
JESÚS ES SEÑOR
A mi hermano Julio:
La Paz y el Amor de Jesús estén contigo.
La Verdad es que te escribo para pedir ayuda. No sé, pero
necesito un empujón hacia delante, una esperanza, un
consuelo. Y, sobre todo, el perdón de Jesús, su Amor y su
Misericordia. Quizás te parezcan egoístas estas palabras;
no lo sé, no se nada. Pero lo pido porque soy consciente de
mi dependencia y necesidad.
A veces el Señor me deja respirar pero a trompicones: el
retiro del colegio, el otro Sábado en nuestra comunidad...
pero no me basta; siento la necesidad de abrir las
ventanas de par en par y recibir el aire y dejar de vivir lo
que vivo para vivir para Él y en Él. Me gustaría salir al
mundo pagano y gritar el nombre de Jesús; pero sólo puedo
esperar en el silencio, sirviendo al Amor de Jesús. Tengo
miedo, de mí, de la noche de fuera, de la soledad, del
silencio. No recibo esperanza, ni alegría, sino Amor, Amor
de Cristo; no sé cómo lo recibo, no por el mundo. Necesito
compartir esto con alguien, no puedo dejar que se lo
trague ese silencio, ese vacío, esa soledad que obtengo
como respuesta. Es curioso que te escribo con mucha paz;
creo que es porque he perdido la seguridad en mí, y aunque
parezca contradictorio, entonces se tiene paz.
Echo de menos a Jesús; en clase de Teología tengo que
hablar del resucitado; más que hablar de Él tengo ganas de
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2-III-81
A mis hermanos Julio y Chus;
La Paz de Jesús esté con vosotros.
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15-III-81
PAZ Y AMOR DE JESÚS
A mi hermano Julio:
Tengo que decirte algo en nombre de Jesús; iba a escribir
a Merche pero he comprendido que es a ti a quien tengo
que escribir. Necesitas el consuelo del Señor y te escribo
porque necesitas estas palabras en nombre de Jesús. El
Señor, nuestro Dios, sabe de una profunda grieta en tu
corazón por la cruz de Merche, la intensa purificación de
Merche, hacia la Cruz y la Gloria, marcan muy hondo tu
corazón. He de decirte que el sufrimiento de Merche que
mora en ti es de Jesús; cuando sufras por ello, que
sepas que lo que en ti habita es dolor auténtico por
el Amor de Jesús; llora por ello; deja primero llorar a
tu corazón que se agrieta, se contrae, se rompe,
pero esas lágrimas serán angustiadas y dolorosas;
después cuando hayas descubierto ese dolor de tus
lágrimas, deja llorar a Jesús, pues vas a conocer las
lágrimas de Jesús. El Señor te va a inundar de Amor.
Te pido en nombre de Jesús, que abras tu corazón a
este sufrimiento, porque el Señor te va a vestir de
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4-IV-81
“JESÚS ES FUENTE DE VIDA PARA TODOS”
AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS
A mi hermano Julio:
-Paz en tu corazón y amor de Jesús
Te dije que te ayudaría en el Amor de Jesús; sé que lo voy
a hacer, que se me va a dar esto. No me preguntes, pues
yo no sé nada sino lo que se me dice en cada momento;
pero te escribo porque la sanación llega a nosotros y
nuestros espíritus se introducen en nuevos caminos. No sé
nada, no entiendo, no veo, pero nuestros espíritus se
mueven y van a ser arrastrados a un camino de perfección.
No es mi pensamiento ni mi propósito quien escribe. En
estos momentos me duele la mano derecha. Que todo sea
del Señor.
Julio, hermano mío, obedece estas palabras sólo si Cristo
lo quiere. El Señor va desnudando nuestras almas;
nosotros queremos vestirlas pues conocemos la
vergüenza del pecado, pero es necesario
desnudarlas para que la semilla llegue a lo profundo
de nuestro polvo, a lo hondo del alma. Julio, desnuda
tu alma, no temas mirarla, libérate del miedo
dándoselo a Jesús directamente o dándomelo a mí
que se lo daré al Señor; danos todo el miedo que
surja. No es fácil caminar en el alma: hay lugares
muertos y ateos, otros lugares sin paz en los que
luchan el Espíritu del mal y el del mundo, incluso
entre ellos, pues están divididos; también
encontrarás lugares vacíos y desiertos donde no
sientas la presencia del Señor. Encontrarás ramas
del Reino de Dios que han crecido sin saber cómo; no
te gloríes, hermano mío, mira que te fueron dadas.
Llegarás al lugar del alma que no conozcas, donde
será plantada la semilla del amor.
Nuestros espíritus, Julio, no pueden descansar en
las ramas del reino, necesitan continuamente nuevas
semillas de renovación. A mí el Señor me dio una vez
estas palabras: “El agua del río no puede correr y
deslizarse por su cauce si no se alimenta
constantemente de la fuente”. Y es verdad. Y a tu
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M. 5-IV-81
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S.S 21-IV-81
A mi hermana Merche:
con Amor y Paz del Señor.
El mundo está lleno de pobres, todos sufren, todos llevan
una cruz, y de la boca de los más pobres, de los más
sencillos, oigo decir que Dios prepara todos los caminos.
Hay mucha gente sin trabajo, mucha gente sola, muchas
familias que lo están pasando mal; sin embargo, Él
prepara todos los caminos, cuida a sus ovejas, nunca
son abandonadas en el sufrimiento. Jesús teje la
historia de cada uno de los hermanos, se compadece
de sus sufrimientos, llora por ellos, el mundo es tan
pobre... Qué afortunados somos; habiendo tantos
pobres para elegir, qué somos para que el Esposo
quiera amarnos.
Sin duda conoces bien esta pobreza pues Jesús hace
tiempo que te habla de ella. Él te ha elegido como
hermana de la pobreza; como Él me dijo "vestida de luz y
olvido". Tú sabes bien que el Señor hace brotar la vida
de la sangre de los mártires, sabes bien que de la
basura Jesús hace luz, y esto te lo ha revelado el
Señor pues el corazón humano es necio, no ama y no
conoce las cosas de Dios si no es porque Él se lo
revela. Jesús fue rechazado en Nazaret, y Él ha compartido
esto contigo permitiendo que sintieras en tu vida este
rechazo, porque, "no hay profeta sin honor sino en su
tierra, entre sus parientes, en su casa".
Por Amor, este rechazo se ha ido transformando en
sufrimiento para ti pero el Señor te ama mucho en
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S.S. 21-IV-81
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A mi hermano Julio:
El Señor te bendiga con su Paz y Amor.
Me alegra tu corazón agradecido, hermano, porque en él
se regocija el Señor, pero no me agradezcas a mi sino al
Padre lo que es obra de sus manos. Que nuestro Jesús
crezca y nosotros mengüemos»
Quiero decirte algo que me ha dicho el Señor a través del
Evangelio: "Los ojos del Señor son mil veces más
claros que el sol y ven todos los caminos de los
hombres y penetran hasta los lugares más
escondidos". "Nada se esconde a sus ojos".
No hace falta que desnudes tu alma, tu corazón
está en luz porque el Señor lo conoce todo y lo sabe
todo. No se escapa ni un pensamiento, ni una
palabra, ni un deseo. Nada queda oculto, nuestros
corazones están siempre en Verdad, las tinieblas no
ocultan nuestros pecados porque las tinieblas son
luz para el Señor.
Después de esto me he preguntado ¿quien podrá
salvarse? La salvación no está en nuestras manos sino
en nuestro Padre que lo ve todo; El es bueno,
Amante, Amigo, Misericordioso. Viéndolo todo nos ha
llamado Hijos. Estando el Señor con nosotros, todas
sus obras son para nuestra bendición. Descansa tu
alma en el Señor y ya no busques faltas en tu
corazón porque en ti habita la luz; no hay faltas que
delatar en tu corazón porque no hay tinieblas que
las oculten. Antes de que en ti habitara la luz ya
habías sido amado y escogido para el Señor. Estas
son las tres palabras que el Señor me da para ti: Paz,
mansedumbre , confianza. El Señor quiere que te dé
la Paz. Con Jesús te digo: la Paz contigo. El Señor
dice: "Yo soy Paz"
Me alegra de que el Señor acreciente en ti el
hambre de Amor; te aseguro que partirá el pan
contigo. Su palabra dice que Él partirá el pan con los
pobres, estoy segura que saciará a los hambrientos
con el Pan, con Cristo -y te advierto que esto me lo has
enseñado tú-.
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M. 2-V-81
CREE EN EL SEÑOR JESÚS Y SERAS SALVO TÚ Y TU CASA
A mi hermano Julio;
Un abrazo de Paz y de Amor del Señor
Desde la última vez que te escribí fui cayendo en una
fosa de silencio, no podía escribir y he sentido muerte
interior. Pero hoy mi Señor ha roto mi silencio y me da
estas palabras para ti:
“Los días del hombre son como la hierba, tan pronto brota
joven, tierna y desaparece sin más. Tu has sentido la
dependencia de Dios y el temor de la incertidumbre. Sin
embargó, mírate hermano, sacerdote de Dios,
apóstol de Cristo ¿no ves el Amor de la Providencia
para contigo? Este Amor te ha llevado a la Verdad,
este Amor te ha otorgado el privilegio del
sacerdocio. Jesús, Señor de tu corazón, te exhorta a
sentirte amado por la Providencia.
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4-V-81
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14-V-81
A mis hermanos Julio y Chus:
- La Paz y el Amor de nuestro Jesús esté con vosotros.
Os escribo para daros un fuerte abrazo de unidad en la
esperanza de un pueblo que confía. Esta tristeza de nuestro
Papa herido, la transforma nuestro Jesús en la alegría de un
pueblo que se ve protegido por su Dios. Él cuida de nuestro
Papa. Nuestro Jesús es rechazado por el mundo, pero
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26-V-81
A mi hermano Julio:
Descansa en la Paz y en el Amor de Jesús. ,
Gózate en las obras del Padre; Ama la creación
porque Son las obras de nuestro Padre. Alaba al
Señor cuando sale el sol y cuando se pone. Hay un
silencio en el que el siervo escucha el clamor de la
creación; la creación nos revela la cercanía del
Padre. Acoge las lluvias, los pájaros, las nubes, los
vientos, los montes, la hierba, el sol, las estrellas, la
tierra, el aire, la luz, la noche...; cuando temí
escuchar el silencio, la creación me acercó al Padre.
Es cierto el señorío de Jesús; todo cuanto existe le
glorifica y existe en bendición del que cree.
Exhorta a tu cuerpo a vivir y morir en la alabanza.
Acoge la vida de cuanto existe y ofrécela al Padre en
acción de gracias y en alabanza. Participarás en las
bendiciones de la creación. La gloria de Jesús es tan
grande que donde no le alaben los vivos, le alabarán
las piedras. El Señor del silencio me ha mostrado que
esto es cierto. Contempla la creación y gózate en que
Él aleja de nosotros las culpas como tan lejos están
el Oriente y el Occidente.
Mira la pureza del agua y después gózate en que Él
lava tus heridas con el Agua de su Costado. Mira
cómo empapa el rocío la tierra y luego gózate en que
su palabra es más que el rocío que empapa y penetra
en el corazón y no vuelve al Padre sin cumplir su
voluntad. El pastorea entre los lirios. Él elige y
siembra la semilla. Si tala las ramas es para que den
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51-V-81
A mi hermano Julio:
El Señor esté contigo. Paz y Amor en el Señor.
Hermano mío, tengo miedo al escribir esta carta
porque creo que es de Dios y temo su fuerza y su
señorío. ¡Gloria a Dios! No temas, Jesús no te
abandona.
FE Y RESURRECCION - dice Yahvé.
Despierta tú que duermes y levántate de entre los
muertos y Cristo te iluminará. ¿Por qué no reconoces
al RESUCITADO? Paz y Amor de Yahvé. Has nacido
de Dios, hecho a su imagen y semejanza; CREE EN
JESÚS.
"Tres son los que testifican, el Espíritu, el agua y
la sangre, y los tres se reducen a uno sólo"- Alégrate
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7-VI-81
GLORIA AL PADRE, GLORIA AL HIJO, GLORIA AL ESPÍRITU
SANTO. AVE MARÍA.
A mi hermano Julio:
Hermano mío, te escribo para poder compartir contigo lo
que voy viviendo. El Señor te pagará la hospitalidad con
que me acoges. Gracias, Julio, por dejar que te escriba.
Sigo siendo una prostituta de su Amor, tantas
veces le soy infiel con falsos dioses... Pero basta una
sola mirada suya para que mi pecado quede
infinitamente superado en su Amor. Soy inferior a ti,
Julio, y a nuestros hermanos por la grandeza de mi pecado,
aun conociendo que en Él esta la Verdad; es su
misericordia la que me hace digna de ser hija del
Padre. Por eso tanta miseria como soy, es templo de
una luz interior de la que no soy dueña.
Consolándome, Él me recuerda que del templo de
Jerusalén, de mármoles blancos y chapas de oro, no
quedó piedra sobre piedra, porque Él vino a derribar
a los poderosos y a ensalzar a los pequeños. Por eso
Él derriba los muros que he edificado con mi orgullo,
rasga las vestiduras con que he querido
sobrevestirme, rompe mi corazón que he endurecido
con las riquezas de este mundo y, sin embargo, me
regenera desde dentro y construye su templo con mi
polvo, mi impotencia, mi debilidad, mi ruina, con mi
pobreza bañada en la sangre de Jesús; no hay
material más precioso para construir el templo sino
esta miseria bañada en la sangre de mi Jesús. Por
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S.S. 15-7-81
“Ave María”
A mi hermano Julio:
Bendito seas hermano; la Paz y el Amor del Señor
contigo. Hoy he entendido la promesa del Señor de nuevas
vocaciones. Hace tiempo sé que he de esperar, pero el
Señor, nuestro Dios, me prometió la alegría de este modo:
¡Alégrate, hija de Jerusalén! ¡Alégrate, hija de Sión!
con la alegría del segador y el sembrador; supe que
era la alegría de la vocación de los hermanos y así,
cuando se marchó Merche, busqué como fruto del
Amor libre ese gozo profundo de los Amados. Toda la
alegría y complacencia del Señor en la elección de
Merche y la alegría de Merche por su Esposo y Señor
Cristo, es también mía porque uno es el cuerpo. Es
una alegría que corre por debajo de nuestros ojos.
Cava un poco la tierra y mira cómo brota el agua; es
el agua de la Vida y del gozo y la alegría, ha estado
oculta durante tiempo para nuestros ojos ciegos pero
es hora de beberla. El Señor me ha dejado beber
alegría de la vocación de Merche.
Al venir aquí hace 3 días, he pasado tentaciones contra la
unidad de la Iglesia, confusiones que me presionaban a
dividir la Iglesia en sectas, a separar la Iglesia de Roma de
la Renovación, a dudar de la autenticidad de mi relación
con Dios e incluso de su existencia; pero creo que he sido
fiel, excepto en Madrid que os negué. También he tenido
tentaciones de insulto a Dios, rechazo a María y contra
vosotros; se me insinuaban peticiones como la de pedir a
Dios que cediera su divinidad a uno de vosotros.
Sentimientos de vanidad y de orgullo, de deleite en el mal,
fariseísmo y gran rechazo a María.
Esta mañana pensé que la espera y la confianza
tienen su fruto y que el Señor es poderoso para traer
Paz; el Señor me calmó un poco con su palabra sobre la
incertidumbre. En medio de la confusión me he sentido
juzgada y, sin embargo, yo no sé lo que he hecho o lo que
he dejado de hacer, no entiendo el engaño y el Amor de mi
vida, no sé discernir lo que he hecho bien o mal pero amo lo
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S.S. 18-7-81
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¡AVE MARÍA!
A mi hermano Julio:
El Señor te bendiga con Paz y Amor.
¡Bendito sea mi Señor!
Si yo me tenía por saber orar, qué he sido y qué
soy sino una ciega, una principiante en la oración,
más torpe en el andar que un niño recién nacido.
Con la vanidad, la soberbia y el orgullo quise subir
más alto de lo que el Señor me otorgaba y me
otorga, buscando signos, señales sobrenaturales;
qué lejos de la mansa humildad, de la humildad
sincera, sencilla. Qué virtud más pura la humildad.
Si me han atemorizado los demonios y las tentaciones
¿acaso no me he engañado yo? ¿Acaso no les he entregado
yo mi cobardía, dejándolos crecer? ¿Acaso no he querido yo
escandalizarme? Santa Teresa decía que el Señor está más
cerca de nosotros que el propio cuerpo y yo, necia de mí, le
he hablado a gritos, deleitándome en la oratoria. ¿Dónde
está el humilde silencio? Si el Señor me dio un alma
tierna y me ayudó a amarle en su Humanidad, ¿qué he
hecho que le he ofendido en ella? Y es cierta la realidad
de mi pecado, hermano mío, ya que, queriendo o sin
quererlo, parece exteriormente que soy buena y el
pecado es interior. Oh cuánto Amor el de mi Dios, mi
Señor, cuánto Amor ha de tenerme para arrancarme
del infierno que me gano con mi profunda y grave
falta de respeto. Hermano mío, qué vanidad tan
grande la de esta hermana tuya, sierva insolente,
engreída, ahora temerosa de un sólo castigo; que mi
alma pierda al Señor, que mis ojos pierdan la imagen
de mi Amado, esa imagen que han amado y visto sin
ver. Quisiera llorar mis pecados, mas qué son mis
lágrimas sino las “sucias aguas de un pozo”, de bajo
precio para compensar traiciones e infidelidades,
aunque sé que mi Amado bien las ama. No, no son
lágrimas lo que vale sino el Amor que Él pone en mi
alma aunque sea ésta ruin muy ruin, muy baja.
Hermano mío, soy un desastre; en mi mente hay
graves faltas de respeto y necedad, en mi alma hay
mucha vanidad e insolencia, y mi espíritu está
atemorizado ¡qué poco amo!
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S.S. 19-7-81
La Paz y el Amor de Cristo estén contigo.
Bendito sea mi Jesús que si no se me dan las cosas
gratis no puedo yo alcanzarlas. Bendito sea mi Señor
que si no recibo lo que quiero, no tengo, y si no
tengo, camino hacia la nada
La nada es un hermoso don, es un lugar, estado y
modo de encuentro y Cristo nos hace nada para
recibir. Sigo en gran vanidad con un corazón muy
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S.S. 1-IX-81
Amado hermano en Cristo:
La Paz y el Amor de nuestro Dios contigo.
Mi Amado es para mí, y yo soy para mi Amado. El
Señor me quiere para Él en solitario; a veces pienso
en la clausura como algo que me va a pedir, la
soledad de una celda guarda grandeza que me
atemoriza: la soledad de Dios. Soy cautiva del Señor,
prisionera de su celda, de su corazón, de sus manos,
de sus deseos, de su Amor. Nada más distinto a la
santidad que yo y, sin embargo, la deseo, no sé si
por vanidad ¡qué importa! Sólo sé que Amo porque
Dios me ha amado siempre.
Mi corazón es Jesús y la virtud que deseo el Amor,
y no sé en qué hallar más gozo si en que me Ame o
en Amarle. Julio, no sabes la cantidad de imperfección que
es quien esto te escribe; ¿puede la pobreza Amar?
¿Puede Amar la imperfección? Sí. Amo. El Poderoso
puede hacer que esta sierva suya le Ame. Soy algo
pequeñito e insignificante para que mi Dios se
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S.S. 13-IX-81
AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS COMO YO OS HE AMADO
Amado hermano en Cristo: La Paz de Dios contigo.
El Amor de Dios contigo. No quiero escribir palabras
vacías de mi Dios. Triste está mi alma por la pena, el
Señor me envía pobreza. Cristo nos quiere libres, y Él
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S.S. 7-8-81
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Tu hermana Tere.
El Señor es la PAZ y el AMOR que buscas. Él sea contigo.
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10-X-81 - 11-X-81
Amado hermano en Cristo; la Paz y el Amor del Señor
contigo.
Te escribo compartiendo cosas que estoy aprendiendo;
unas me las has enseñado tú -gracias hermano- y los
hermanos, otras me las va enseñando Jesús directamente o
a través de sus obras, de la Biblia, o de los libros como en
esta caso "Pustinia". Son cosas que sin duda sabes, pero
que es necesario que el Señor nos las vaya haciendo
entender en el espíritu. Sé que hay sufrimientos y
tristezas en nuestros corazones, pero si escuchamos
al Señor, amaremos y gozaremos en todo, porque su
enseñanza es que lo que vivimos los hermanos de
Cristo, es de Cristo
Ahora puedo entender que la invitación del Señor
es:
"TOMA MI CRUZ Y SIGÚEME... YENDO A LOS
POBRES, SIENDO POBRE, SIENDO UNO CON ELLOS... y
CONMIGO". Él es el Pobre y su invitación es una
invitación a la cruz -que le pertenece- y a ser un
pobre con Él. Y así veo que en la Verdad todo el
sufrimiento es de Cristo Así como toda la pobreza
(esto me lo has enseñado tú, y el Señor me lo ha hecho
entender en el espíritu). Su pobreza y su gratuidad
están íntimamente unidas, no sé expresarlo. ¡Cómo
no llorar el sufrimiento de la Iglesia y del mundo!,
pero ¡cómo no Amarlo con Paz -la Paz es de Cristo- y
aceptarlo si la Esposa se casa con el Pobre! Incluso la
pobreza y el sufrimiento se hacen miel para la
Esposa porque Cristo es el Pobre y suya es la Cruz.
La Esposa al casarse con el Esposo se hace pobre con
Él. La pobreza y el sufrimiento de los hermanos son
alimento para la fe y el Amor, hemos de unirnos a los
hermanos que sufren y sufrir con ellos, sin
condiciones, pero siendo conscientes de que el
sufrimiento de los hermanos y el nuestro no nos
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12-X-81
¡Ave María! La Paz y el Amor de Cristo contigo.
Pienso que todas nuestras vidas son como un
milagro continuo. Dependo toda del Señor. Él es
bueno conmigo; me cuida y me protege en todo
momento. Me da salud, gobierna mis sentimientos; si
me hieren se los lleva y los calma y me deja en la
Paz; me escucha y habla conmigo, me acompaña,
guarda mi espíritu... yo no sé vivir, es Él el que se
encarga de todo. No me siento juzgada ante Él,
porque Él, que lo sabe todo, no me acusa. Si me
dejara, no sabría vivir; si Él está conmigo, sabré vivir
en pobreza sin perder la Paz. Hace bastante tiempo
que el Señor me sacó de la soledad porque es Jesús
quien me hace compañía. Ahora me lleva por
caminos de pobreza, pero si Él está conmigo no temo
Ayer en la misa decíamos: HABITARÉ EN LA CASA DEL
SEÑOR POR AÑOS SIN TÉRMINO. Deseo habitar en la casa
del Señor para siempre... me gustaría mucho vestir un
hábito e irme a la casa del Señor. A veces me pregunto si el
Señor me concederá el ser religiosa, me gustaría mucho, lo
dejo en su voluntad, pero preséntame a Sto. Domingo, Julio,
¡quién sabe!
Sé que oras por mí y te lo agradezco mucho, pero no
pidas en alto por mí -y no te enfades-. Quiero agradecerte
el que me ayudes tanto, hermano, y no sé cómo
agradecértelo. Te pido que nos sigas presentando a
todos muy dentro del cáliz. Pido por todos y por ti.
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M. 9-XI-81
AVE MARÍA
Amado hermano por Cristo: nuestro Señor esté siempre
contigo. Paz y Amor de Cristo No soy muy consciente de la
realidad y no la veo con la lógica de siempre. Sólo soy
consciente de que vivo en un presente en el que Dios nos
mantiene. Ahora no soy capaz de analizar las
circunstancias, no me entero muy bien de lo que significan
las cosas.
Todo es presente, no sé, quizás sea cosa mía; el día y la
noche no son cosas distintas, no son rupturas, son
presente. Imagina 2 personas hablando, una joven y otra
anciana. Para la persona anciana su juventud es pasado;
para la joven su juventud es presente. El tiempo en que
cada una encuadra su vida es un tiempo sujetivo, formado
por la sucesión lineal de la vida de cada uno, un tiempo
distinto para cada uno. Y, sin embargo, el anciano y el joven
hablan en un mismo momento, viven en un mismo tiempo
que subyace a la sucesión lineal de cada vida, que subyace
a lo que nace y muere, y que es presente. Fuera de lo que
empieza y acaba no hay tiempo.
Por pobre que sea este presente, el Señor quiere
que lo viva; no he de huir de él en planes y
proyectos, ni tampoco he de quedarme juzgando o
encerrada en lo que ha sido hecho. Las cosas que he
hecho mal, y son muchas, ahí quedan; vendrán a
decir que sólo Dios es Santo. Antes hubiera querido
rectificar los testimonios que he dado de Cristo
porque en ellos siempre aparece mi barro mezclado
con la luz; pero ahora no, porque es más importante
su obra que el instrumento, y es el Señor quien elige
el instrumento del cual servirse; además es voluntad
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15-XI-81
¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!
Paz y Amor de Cristo
Los pobres vivimos en el temor; en una inseguridad
suave y continua que es siempre calmada por la
confianza.
Te escribo el mismo día, aunque esta vez por la mañana;
se ve la luna y un pájaro blanco ha dado unos cuantos
revuelos. ¿Por qué no dar gracias al Señor por el día y por la
creación? Sí, entre los edificios y la contaminación de esta
mañana hay vida. No hace falta buscar a Dios muy
lejos; Él viene a mezclarse con la pobreza de esta
realidad. Aquí, donde tenemos que vivir, aquí está
Dios, por pobre que sea la realidad. Admiro a las
gentes sencillas, a las que viven esta realidad pobre
con sencillez. Sólo unos ojos sencillos pueden ver a
Dios, el Señor se hace tan pequeño que es el espíritu
sencillo el que goza de Él.
Me acompaña ese temor del que hablaba pero el
Señor se encargará de todo. Siempre puedo decir
que Jesús no me abandonó nunca. Quiero dar gracias
al Señor por el presente; quiero dejarle todo en sus
manos, aunque hay que ver lo que me cuesta...
siempre con miedo de lo que me pueda pedir,
siempre con miedo al compromiso. Y Él me sigue
queriendo aun en esta pobreza. Le pido al Señor que
me siga guardando, que no me siento capaz de
enfrentarme, tengo miedo a ser juzgada, le pido que
todavía no; como ves, Julio, no soy modelo de entrega, Pero
¿sabes lo que te digo? que estoy segura de que Él está
conmigo y me guarda, y de que antes que se rompan las
cosas me avisará para darme fuerzas y saber que me Ama.
Quiero decirte, hermano, que no escribo sobre cosas
abstractas; escribo lo que vivo, y lo comparto contigo para
darte fuerzas y ánimo. Quiero darte testimonio de que
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22-XI-81
NADA PODRÁ SEPARARNOS DEL AMOR DE CRISTO
Amado hermano en Cristo: la Paz y el Amor de nuestro
Señor Jesús estén contigo. Recibe la bendición del Padre y
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24-XII-81
"TUYO ES EL REINO, TUYO EL PODER Y LA GLORIA POR
SIEMPRE SEÑOR".
Es un regalo de Dios vivir esta noche en el mundo,
en la misma pobreza que eligió Dios para encarnarse,
formando parte de ella. Así estamos, todos pobres,
esperando que nuestro Dios se encarne en nosotros
Hoy nos reunimos todos en Belén y ahí empezaremos
el camino, todos los días con Dios dentro; que Él
vaya creciendo. Alejamos demasiado a Dios de
nosotros, por eso nos cuesta crecer. Ahora se pone el
sol y me doy cuenta de que este mismo sol fue visto
por María poco antes de dar a luz. Echo un poco de
menos a Dios en cuanto a que muchos hacen de esta noche
sólo una fiesta profana.
Me gustaría mucho ir esta noche a la misa del gallo pero
no me atrevo a decir nada. De todos modos hoy Dios
nace para todos y le podré encontrar en todos. Cada
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M. 25-XII-81
GLORIA A DIOS EN EL CIELO Y EN LA TIERRA PAZ A LOS
HOMBRES QUE ÉL AMA
Amado hermano en Cristo: La Paz y el Amor de nuestro
Señor contigo. Quiero compartir contigo algunas cosas.
Ayer, antes de cenar, rezamos todos juntos el rosario.
Aunque no fui a la misa del gallo me uní muy fuerte a
vosotros y a toda la Iglesia y pude seguir durante un rato
por la tele la misa desde Roma. De haber dicho que quería
ir a la misa, seguro que me hubieran dejado pero no me
atreví. Me alegro de que nos haya nacido este Niño, nuestro
Cristo Ayer pude sentirme cerca de María y ver un poquito
que esto es realidad. Hoy es día de gracia y bendición para
todos. Espero que aunque el otro día me encontraras
distinta, sigas queriéndome como hermana. Lo necesito
aunque no lo merezco ni puedo pagarte. Ayúdame Julio,
porque si no, no sé qué hacer. Estoy bien pero no es fácil
vivir esperando. No tengo prisa pero me falta algo; a veces
la carga no pesa, pero otras me inquieta. Sólo me pasa que
espero. Ayúdame, hermano, a perseverar; necesito esta
ayuda. Durante un tiempo en que no os he visto pensé que
el Señor no quería que os siguiera viendo, Por otra parte me
molestaba en la conciencia el mentir. Así que os entregué al
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M.26-XII-81
Ave María. La Paz y el Amor de Cristo contigo, hermano.
Ayer el Señor me dijo algo para ti: deja todos los
esquemas y vuelve a la Biblia. Para la predicación
busca siempre el encuentro con Cristo y sustituye las
charlas y los esquemas por la Biblia. Quizás me digas
que siempre predicas con la Biblia, no lo sé; pero es
del Señor que vuelvas a ella. En ella está una fuente
inagotable de sabiduría. Deja que el Señor te hable
a través de la Biblia. Confía un poco en la
Providencia. Busca tu encuentro con Cristo vuelve a
la Biblia y confía, no temas; el Señor también te
sacará de ésta. Dile a "nuestro padre" Domingo que
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Post Data: Esta última carta del 26 de Diciembre de 1981
ya no la recibió Julio. El Prior de Ocaña me la entregó en
mano. Dos días después de escrita, Julio tuvo el accidente,
viniendo de Ocaña a Madrid, que le costó la vida. Sobre la
muerte de Julio y todas sus circunstancias ya se habla en
otros lugares.
Todo el grupo de personas mencionadas en estas cartas
vivió intensamente el inesperado acontecimiento, que nos
dejó a todos mudos de estupor. Tere no dejo por ello de
escribir. Hacia el 20 de Enero reanudó su correspondencia.
De momento el resto de los manuscritos los dejaremos
descansar.
En mí, esta carta última marcó un gran cambio. Al leer lo
que Tere le dice a Julio sobre la predicación sentí muy claro
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