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Antón Makarenko

El Poema Pedagógico; Antón Makarenko

Novela. Métodos pedagógicos. Problemas adolescentes. Disciplina. Respeto. Educación y


aprendizaje. Adolescencia

PRIMERA PARTE (Análisis de texto)

El “Poema Pedagógico” es una obra de estilo novelístico con la característica de que está basada en hechos reales y no
de ficción como pueden presentar algunas novelas. En ésta se nos presentan los diferentes métodos pedagógicos y no
pedagógicos utilizados por Antón Makarenko. El autor nos cuenta paso a paso minuciosamente, la gran cantidad de
problemas que deben solucionar los pedagogos de la colonia y en especial él mismo ya que es el director, dificultades
éstas como: embarazos, robos, suicidios, peleas y un sinfín más de sucesos.

1. La relación que guarda Makarenko con su obra es muy directa porque podemos apreciar durante el transcurso
de la misma como se implica profundamente en ella intentando por todos los medios que sus colonos recibieran la tan
ansiada educación socialista. El autor al principio de la obra no veía nada claro este proyecto, ya que sus seis primeros
colonos presentaban un “pasotismo” muy descarado (Pasotismo: Actitud del que no siente más que desinterés e
indiferencia y no se preocupa por hacer o solucionar cosa alguna. P. Ej.: no me explico tu pasotismo hacia los
problemas de tus padres.), entonces Makarenko comenzó a pensar que si tenía tantos problemas con seis
adolescentes que haría cuando tuviera una multitud. Pero la solución la encontró un día en el cual le hartaron de tal
manera que pegó a uno de ellos, hecho que produjo que los adolescentes tuvieran desde ese día un respeto especial
hacia él, incluso podríamos decir que en algunos momentos hasta miedo.

De lo anterior se deduce la idea principal del libro donde Antón Makarenko se dio cuenta que el respeto, la disciplina, el
trabajo, eran términos muy importantes que él debería inculcar a sus colonos. Los métodos pedagógicos son muy
cuestionados durante toda la obra por el autor y a su vez otros pedagogos critican las prácticas utilizadas por
Makarenko en la colonia Máximo Gorki . Lo que podemos apreciar en la obra es que el autor a través de una disciplina
militar basada en el orden y el respeto mutuo, el trabajo en campo, en la carpintería, etc... consiguió que sus colonos
estuvieran organizados, limpios y en muchas ocasiones felices, algo que posiblemente no habían conseguido hasta ese
momento.

La solución que podemos observar en la obra es la ceder parte del poder a los colonos, el ejemplo que podemos poner
es la creación del Soviet de Jefes en el cual se decidía el precio que tenía que pagar el colono por haberse saltado las
normas, robar u otro tipo de “fechorías”, siempre con la presencia del director pero que es como si no estuviera, porque
él no cambia, ni influye en la decisión adoptada por los colonos. También es destacable la gran confianza que deposita
Makarenko en la mayor parte de ellos; como ejemplo podemos observar que al principio de la obra entregaba a Zadorov
grandes cantidades de dinero para que las llevara al pueblo e incluso el propio Zadorov le dijo alguna vez a su director
que pasaría en el supuesto en que se marchara con el dinero. Makarenko siempre respondía que en él confiaba
plenamente. La solución que expresaba el autor era la gran confianza que hay que darles a los colonos para que se
sientan queridos y parte de la comunidad.

Las fuentes en las que se inspira el autor no son concretas ya que durante toda la obra no consulta libros ni manuales
para seguir unas directrices de tipo metodológico en la educación de sus colonos. La única fuente en que confía el autor
es la disciplina militar para llegar a conseguir la tan ansiada educación socialista.

La influencia que tiene Antón Makarenko sobre otros autores es importante en Rusia al final de su periodo en la colonia
Máximo Gorki, era considerado como un héroe, una persona muy respetable y llena de inteligencia. Aunque sus
métodos fueran puestos en duda y criticados. Podemos observar en multitud de libros como es una de las grandes
figuras de todos los tiempos en la pedagogía, ya que siempre aparece mencionado al lado de: Freinet, Paulo Freire,
Ivan Illich, etc.....

SEGUNDA PARTE (Comentario de texto)

El objetivo principal de la Teoría Pedagógica es el insertar a los educandos en la sociedad habiendo aprendido un oficio
mediante la disciplina y la educación socialista siendo el “objetivo último” el que el individuo sea productivo y positivo
para el interés general del proyecto socialista. Esto es criticable ya que en algunas cuestiones el espacio que el autor
ofrece a los educandos es excesivo a la hora de tomar ciertas decisiones de peso, poniendo como ejemplo otra vez el
Soviet de Jefes.

Se ha de tener en cuenta que las causas por las que los educandos llegan a la colonia son de diferentes tipos: robos,
pertenencia a bandas, etc... Pero todos ellos tenían en común el desarraigo producido por la carencia de familia, unos
por fallecimientos de los padres, otros por abandono, desatención, etc... Por esta razón tiene que enfrentarse con todo
tipo de casos y destacar que no todos pueden ser medidos por el mismo rasero.

El conocimiento más importante para el autor era la educación socialista y ésta quería que fuera aprendida por todos
sus pupilos . Para Makarenko este aprendizaje era el OBJETIVO PRINCIPAL y los métodos utilizados para inculcarla
era mediante las clases en las aulas, las lecturas de libros, el trabajo y el día a día con todos los camaradas.

El libro, desde mi punto de vista, es muy bueno y ameno en su mayor parte aunque en algunas partes es sumamente
denso y detallado. En esta obra surgen una multitudinaria serie de problemas los cuales para mí no tienen siempre una
solución correcta y para corroborarlo pondré una serie de ejemplos:

 La expulsión de Mitiagin y Karavanov como podemos hablar de otras tantas no parecen adecuadas debido a
que los colonos tienen que ser educados y no expulsados ya que fuera volverían a realizar los mismos actos
que los llevaron a la colonia.

 Los castigos eran excesivos por ejemplo, en la colonia de Kuriazh en la cual estuvieron un mes sin hablar con
un colono que era apartado a la hora de comer y trabajar. Esta situación desde mi punto de vista llegó a
constituir un verdadero maltrato psicológico.

 El último ejemplo que se va a exponer trata sobre el embarazo de una residente, señalado este caso en el
tercer libro, donde ella pedía por favor a Makarenko que le diera el papel con la autorización para abortar pero
este no fue concedido por el director. Esto supuso un largo periodo de súplicas por parte de la residente y de
negativas por parte de Antón M. El desenlace de este suceso cuando la residente dio a luz fue la alegría que la
invadía y el agradecimiento a Antón M. Todo esto no me parece correcto ya que la libertad de decisión que
Makarenko daba a los colonos no se vio reflejada en este caso adoptando una postura muy conservadora.

Lo que si me pareció una actitud valiente por parte del autor fue el traslado a Kuriazh, colonia la cual estaba destrozada
y los colonos sufrían tanto por el frío como por el hambre y las enfermedades. Todo esto fue un periodo de adaptación
en el cual otros trescientos adolescentes, aproximadamente, tuvieron la oportunidad de sentirse personas y parte de
una comunidad.

BIOGRAFIA E IDEAS DEL AUTOR

Antón Semionovitch Makarenko, pedagogo soviético (1888 Ucrania-1939 Moscú). Sus primeras experiencias
pedagógicas, realizadas como maestro, coincidieron con la revolución de 1905, que influyó de manera decisiva en sus
concepciones, por otra parte muy marcadas por la obra de Gorki. En 1914 entró en el Instituto Pedagógico de Poltava.
En 1917, un mes y medio antes de la revolución de octubre, pasó a ser director de la escuela primaria superior de
Kriukov. Comprometido a fondo en la nueva sociedad que se iba gestando, fue encargado en 1920 de organizar una
colonia para adolescentes delincuentes. Se creó la colonia Máximo Gorki, descrita en el “Poema Pedagógico” (1933-
1936) y por la película de EKK “El Camino de la Vida” (1931), a pesar de los incidentes y los desacuerdos. Los internos
vigilaron carreteras y realizaron tareas de policía en el sector, luego se dedicaron a la reconstrucción de la casa y por
último a la implantación de una verdadera colectividad agrícola. En 1926, para estimular radicalmente el espíritu “ de los
de Gorki”, Makarenko decidió una transferencia total de la colectividad al monasterio de Kuriaje, donde una colonia de
280 niños tenía aterrorizada a la población y a los educadores. El sistema de Makarenko se basaba en dos opciones: el
afrontamiento educativo mediante el trabajo colectivo y una militarización pedagógica de éste trabajo ( los internos
llevaban uniforme y estaban distribuidos en destacamentos, con “comandantes”). Constituía una reproducción en
pequeño de la sociedad bolchevique de los años 20: asambleas generales, rotación de los mandos para que no se
formara una “aristocracia”, y un consejo de comandantes; la experiencia inspiró directamente a C. Freinet, a la
pedagogía institucional y a F. Deligny. De 1927 a 1935 Makarenko se ocupó de una nueva colonia para niños
abandonados: la comuna Dzerzhinski, cerca de Jarkov (Banderas en las Torres, 1938). A pesar de la oposición de los
responsables de la pedagogía, Makarenko reanudó sus métodos de organización, centrando esta vez el trabajo en la
producción industrial.

Antón M. está considerado en la actualidad como el máximo pedagogo de la Rusia Soviética, demostrando casi
constantemente una desconfianza aún mayor que la de Freinet por lo que él llamaba “Olimpo Pedagógico”. Vio en la
revolución de octubre una apertura de “inmensas perspectivas” incluso en el plano educativo, y puso alegremente
manos a la obra para transformar la escuela en sentido socialista, es decir, imponiéndole el carácter colectivista y
productivo de la nueva sociedad.

Sin embargo, tropezó con enormes dificultades que no solo eran de carácter contingente. Muchos de los marxistas
rusos que habían conquistado el poder, entre los que figuraba el mismo Lenin, consideraban que también la escuela era
superestructura que reflejaba a la sociedad burguesa y que, por consiguiente, estaba destinada a desaparecer en las
formas en que estamos habituados a considerarla al transformarse radicalmente la sociedad en sociedad socialista.
Esta “teoría de la muerte de la escuela”, ligada a la de la “desaparición gradual del estado después de la expropiación
de la burguesía” implicaba que la función escolar habría de convertirse en una función natural de la comunidad del
trabajo: la escuela y la fábrica habrían terminado por coincidir.
Este clima constituía un terreno favorable para difundir, aunque fuera con carácter de experimental, teoría y métodos del
extranjero, sobretodo anglosajones, enderezados a conectar la escuela con la vida y, por lo tanto, a encauzar a la
primera hacia la transformación final. Como quiera que sea, habiendo liberado la revolución socialista no sólo al hombre
sino también al niño, en los primeros años el clima general de la pedagogía soviética fue de tendencias libertarias
acordándose la más ilimitada confianza a las fuerzas espontáneas del niño.

Por el contrario, Antón Makarenko, enemigo jurado de la “pedagogía blanda” de la que era encarnizado enemigo
también Dewey, maduraba ideas muy diversas. El principio fundamental de Makarenko es que para educar hay que
exigir mucho, no tanto de nosotros mismos cuanto de los educandos, lo que supone la aplicación de una sólida
disciplina y una actividad intensa no carente de esfuerzo.

En consecuencia, se pensó que era más apto para dirigir una colonia de reeducación de adolescentes extraviados y
pequeños vagabundos que para realizar experimentos con muchachos normales y se le puso al frente de la que más
tarde llamó “colonia de trabajo Gorki” cerca de Poltava. De ella nos habla en su “Poema Pedagógico” 1935, narración
extraordinariamente eficaz de sus experiencias vivas, entremezclada aquí y allá con meditaciones pedagógicas.

Para Makarenko, los adolescentes “malos” o extraviados si se exceptúan unos cuantos casos patológicos, lo son por
falta de un buen condicionamiento social. Es necesario condicionarlos oportunamente, lo que no se obtiene con leche y
miel y recetitas psicológicas, sino introduciéndolos en una experiencia social verdadera e importante, manteniéndoles
en ella lo quieran o no, hasta que aprendan a apreciar los valores de la socialidad y se produzca su regeneración
interior. Makarenko cuenta de un caso en que se vio obligado a pegar duramente a un muchacho insolente solo porque,
de no haberlo hecho, prácticamente se hubiera disgregado el “colectivo”. El “colectivo”, es decir, la comunidad
constituida por los huéspedes de la colonia Gorki, debía su existencia material a la cohesión y al trabajo productivo de
sus componentes: en los años terribles de la guerra civil y las crisis económicas había que subvenir por sí mismos a las
necesidades materiales de la colonia. Este carácter de “autenticidad” de la vida social de la colonia constituía para ésta
un precioso factor educativo: trabajo, disciplina, sentimiento del deber y espíritu de emulación (personal y de equipo)
adquirían significado por el valor que tenían para la existencia misma del “colectivo” cuyo carácter de célula de la gran
sociedad comunista se gravaba en la mente de los miembros de la colonia en forma concreta y no mediante discursos
retóricos.

Por otra parte, Makarenko no pretende negar el derecho del niño a la felicidad, pero cree que cualquier niño y que
cualquier muchacho, extraviado o normal, no puede ser feliz sino en un ambiente social donde puedan afirmar en
igualdad de condiciones su iniciativa y su espíritu de solidaridad.

El pensamiento pedagógico de Makarenko no solo tuvo en Rusia el reconocimiento que merecía, sino que se convirtió
casi en el credo oficial de la escuela soviética, pero solo en los últimos años de la vida del autor y después de su
muerte. Cumplida la obra gigantesca de proporcionar una educación de base casi universal a un pueblo que en el
momento de la revolución tenía 80% de analfabetos, la unión soviética se enfrentó con el problema de organizar una
sólida estructura educativa totalmente estatal, habiéndose revelado falaz o por lo menos inoportuno el mito de la
“extinción” del Estado.

La enseñanza revistió un carácter “politécnico”, es decir, con el propósito no de conferir directamente títulos
profesionales sino de familiarizar a los alumnos con las bases científicas y con los aspectos técnicos-prácticos de las
principales actividades productivas, tanto agrícolas como industriales. Estos magnos esfuerzos no tenían otro fin que
hacer de la URSS un país industrial moderno.

La idea pedagógica de Makarenko, con su insistencia en el “exigir mucho”, en la disciplina, en el servicio al “colectivo”,
estuvieran destinadas a predominar no solo en la escuela sino también en la organización juvenil del partido comunista
(KOMSOMOL) y en otras asociaciones de juventudes (Pioneros).

Sin embargo, no se logró mantener la estrecha fusión que existía en Makarenko entre trabajo manual y trabajo
intelectual, que es otro de los postulados marxistas originales. La escuela decenal única tendía a convertirse en escuela
intelectual, más preocupada de formar jóvenes destinados a los estudios superiores que de formar a los que, terminado
el decenio, pasan directamente a integrarse en el mundo productivo. Esta situación favorece la división de la sociedad
en nuevas capas, pues los vástagos de padres más cultos y acomodados encuentran un ambiente escolar que continúa
el ambiente familiar, lo cual los coloca en una situación de ventaja respecto de los hijos de los obreros y campesinos.
Para superar estos inconvenientes se intentó en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas una nueva
reforma por la cual se redujera la escuela única a 8 años, cumplidos los cuales todos los jóvenes pasarían al trabajo
productivo, seguirían estudiando a medio tiempo y más tarde reanudarían, en forma progresiva, los estudios a tiempo
completo, pero solo en el caso que se demuestre aptitudes relevantes para la cultura superior

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