RACIONALIDAD ECONÓMICA

No tengo nada en contra de Colombia, de hecho me gusta Colombia, es un buen “vividero”,

el pedazo de lote es hasta bonito; gran variedad de climas, flora y fauna. Un país agradable.
Lo malo es y ha sido durante mucho tiempo el gobierno que se encarga de distribuir
“equitativamente” los recursos para toda la sociedad. Tenemos todo para ser una gran
Nación, pero, ¿Por qué no hemos logrado el desarrollo colectivo y por el contrario solo
unos pocos consiguen progresar mientras que otros (80% de la población colombiana)
seguimos viviendo en condiciones de pobreza o pobreza absoluta? La respuesta es sencilla,
es más, todos la sabemos pero como siempre nos quedamos callados o nos conformamos
con lo que nos brinda el Gobierno con lo que sus corazones les dicte.

Tenemos un suelo fértil que permite hacer buenos cultivos agrícolas, ¿quien no ha visto
crecer cerca de su casa una mata de la conocidísima uchúa? Es más, ¿quien no ha comido
de esas uchúas? Hasta en los caños crecen. Esta es una muestra de que tenemos un país con
mucho potencial agrícola. Otro caso: Somos el país con el mejor café del mundo, somos
uno de los mayores exportadores de carbón, el 90% de las esmeraldas que hay en el mundo
salieron de Colombia, entre muchas otras cosas que hacen de Colombia un país
metafóricamente rico. Pero, ¿A dónde van las ganancias de esto?, ¿Por qué habiendo tanto
alimento sigue habiendo tanta gente con hambre? La mala distribución de los recursos en el
país tiene azotada a la mayor parte de los habitantes de Colombia y a las minorías los tiene
viviendo como reyes. Esas minorías son el mismo gobierno, no todo, pero si la mayoría,
pues se busca sacar provecho de todo esto para beneficio particular y no para el beneficio
de todos. El corazón malo de la gente hace que los privilegios producidos por los recursos
de todo un país generen desarrollo sólo para un individuo y su familia. Así los ricos se
hacen cada vez más ricos y los hijos de esos ricos nacen con su futuro asegurado; mientras
que los pobres se hacen cada vez más pobres y las posibilidades de progreso de esos pobres
cada vez son menos.
La Gerencia como elemento para aglutinar, incorporar y canalizar recursos en beneficio de
la comunidad ha demostrado ser un formidable y valioso instrumento del desarrollo y del
progreso. (Racionalidad económica). Parece que en Colombia esto se ha olvidado.
Comenzaré por hablar de la selección del personal en las empresas (no en todas pero si en
la mayoría) se contrata a la gente no por su competencia y merito, sino porque el futuro
empleado hace parte de la “rosca”, bien sea porque es familiar del dueño, porque viene
recomendado por algún político, etc. Lo que sí es cierto es que “en Colombia la rosca
mueve más montañas que la fé”. Otro punto de vista que desvirtúa a los gerentes es el
hecho de que se abuse del poder. Es decir, se preocupa más por hacer valer su cargo como
alimento ego centrista dejando a un lado las funciones gerenciales tales como: distribución
equitativa de tareas, toma de decisiones, motivar a sus empleados, buscar nuevas estrategias
de mando, etc.