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Tuberculosis extrapulmonar

Extrapulmonary tuberculosis

P. Fanlo1, G. Tiberio1

RESUMEN ABSTRACT
A pesar de que el pulmón es el órgano diana por In spite of the lung being the target organ par
excelencia de la tuberculosis, cualquier otro órgano y excellence of tuberculosis, any other organ and system
sistema puede verse afectado. En este trabajo se revi- can be affected. In this article we review the forms of
san las formas de tuberculosis extrapulmonar a excep- extrapulmonary tuberculosis, with the exception of the
ción de la pleural que requieren del facultativo, en oca- pleural form that requires the use of good diagnostic
siones, su más valiosa pericia diagnóstica. Desde la skills. From the dreaded tuberculous meningitis, by
temida meningitis tuberculosa, pasando por la afecta- way of the insidious affectation of the spondylodiscitis,
ción insidiosa de la espondilodiscitis, la llamativa afec- the so-called ganglionary affectation , the
tación ganglionar, la afectación genitourinaria, la peri- genitourinary affectation, pericarditis, and ending with
carditis, para terminar las formas menos frecuentes less frequent forms such as ocular and cutaneous
como la ocular o la cutánea. En cada apartado indica- tuberculosis. In each section we will indicate what is
remos lo más característico con la finalidad de que most characteristic with the aim of providing a
pueda servir de orientación diagnóstica y terapéutica. diagnostic and therapeutic orientation.
Palabras claves. Tuberculosis extrapulmonar. Key words. Extrapulmonary tuberculosis.
Diagnóstico. Tratamiento. Diagnosis. Treatment.

An. Sist. Sanit. Navar. 2007; 30 (Supl. 2): 143-162.

1. Servicio de Medicina Interna. Hospital Vir- Correspondencia:


gen del Camino. Pamplona Gregorio Tiberio López
Servicio de Medicina Interna
Hospital Virgen del Camino
C/ Irunlarrea, 4
31008 Pamplona
E-mail: gregorio.tiberio@unavarra.es

An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2 143


P. Fanlo y G. Tiberio

INTRODUCCIÓN Norte América y Europa Occidental, la


La tuberculosis (TB) extrapulmonar forma dominante en el SNC es la meningi-
supone el 10-20% del total de TB que pade- tis tuberculosa.
cen los enfermos inmunocompetentes, Representa el 5% de los casos de tuber-
aunque esta frecuencia de presentación se culosis extrapulmonar. Es más frecuente
incrementa notablemente en las personas en niños pequeños, pero también afecta a
portadoras de algún grado de inmunodefi- adultos especialmente a aquellos con
ciencia. Los enfermos con TB y SIDA seve- infección VIH.
ramente inmunodeprimidos pueden pre-
sentar localizaciones extrapulmonares Meningitis tuberculosa
hasta en un 60% de los casos.
El diagnóstico precoz de la meningitis
Si exceptuamos la afectación pleural, la
tuberculosa es de capital importancia ya
localización más frecuente es la ganglio-
que el pronóstico depende del estadio en el
nar, seguida de la urogenital y la osteoarti-
que se comience la terapia tuberculostática.
cular, siendo el resto de localizaciones
muy infrecuentes.
Patogénesis
En la práctica totalidad de los casos de
TB extrapulmonar existe un foco primario Después de la primoinfección tubercu-
en el pulmón, que puede ser visible o no en losa o una reactivación se produce una
la radiografía de tórax. Se admite que bacilemia, con la consiguiente disemina-
desde este foco primario pulmonar se ción de focos tuberculosos (tuberculo-
puede producir una diseminación, bien mas) al SNC. El crecimiento y la ruptura de
por contigüidad, bien por vía linfática o un tuberculoma subependimario en el
por vía hematógena, siendo esta última vía espacio subaracnoideo produce una siem-
la causante de la mayoría de las TB extra- bra tuberculosa en el espacio subaracnoi-
pulmonares a excepción de la pleural y la deo con el consiguiente vertido de la pro-
linfática. teína tuberculosa que produce una intensa
La casi totalidad de las TB extrapulmo- reacción de hipersensibilidad y que da
nares tienen baciloscopia negativa, por lo lugar a un proceso inflamatorio predomi-
que su capacidad de contagio es, práctica- nante en la base del cráneo. En esta locali-
mente nula1. zación, esta aracnoiditis localizada en la
base del cráneo constituye masas fibrosas
La afectación pleural por la TB es rela- que envuelven los pares craneales y los
tivamente frecuente y, dado que sus aspec- vasos produciendo una vasculitis con la
tos clínicos y radiológicos se exponen en consiguiente trombosis e infartos. La
otro capítulo de este monográfico y que su extensión de la inflamación a las cisternas
tratamiento es similar al de la TB pulmo- basilares altera la reabsorción del LCR
nar, este trabajo se va a centrar en el resto desarrollando una hidrocefalia comunican-
de formas extrapulmonares de la tubercu- te o arreabsortiva.
losis.
Clínica
TUBERCULOSIS Y SISTEMA
NERVIOSO CENTRAL La sintomatología se puede dividir en 3
estadios:
La afectación del sistema nervioso cen-
tral (SNC) por la TB incluye principalmen- – Pródromos: comienza a las 2-3 semanas
te tres formas clínicas: y se caracteriza por una clínica insidio-
sa, malestar general, cefalea, febrícula
– Meningitis tuberculosa
y cambios en la personalidad.
– Tuberculoma intracraneal
– Fase meníngea : en esta fase aparecen
– Aracnoiditis tuberculosa espinal los síntomas neurológicos como el
De las tres formas clínicas de presenta- meningismo, cefalea intensa, vómitos,
ción, en regiones donde las tasas de inci- confusión y signos de focalidad neuro-
dencia de tuberculosis son bajas como lógica como paresia de pares craneales

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TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR

y déficits motores y sensitivos hemi- obstrucción de la reabsorción del LCR se


corporales. pueden encontrar niveles en torno a 2-6 g/dl
– Fase patética : en esta fase la velocidad de proteinorraquia. Los niveles de glucosa
de la enfermedad se acelera; de un se encuentran por debajo de 45 mg/dl en el
estado confusional se puede pasar 80% de los casos y el contaje celular entre
rápidamente al estupor y al coma, así 100-500 céls; sólo de forma precoz se puede
como se pueden producir crisis con- encontrar un predominio de PMN y, en algu-
vulsivas y hemiparesia. nos casos, al inicio del tratamiento tubercu-
lostático acompañado de un deterioro neu-
La meningitis tuberculosa además se rológico transitorio, es lo que se ha
pueden acompañar de coroiditis tubercu- denominado como “paradoja terapéutica”3.
losa, en el fondo de ojo se pueden objeti-
var tubérculos que aparecen como nódu- La actividad de la enzima adenosina
los de distinto tamaño, estas alteraciones deaminasa (ADA) se encuentra elevada en
pueden hacer sospechar la presencia de el LCR pero su valor diagnóstico está por
una meningitis tuberculosa. definir.

En algunas ocasiones se puede presen- Baciloscopia y cultivo de LCR


tar de forma atípica simulando una menin-
gitis piógena de curso rápido y agudo o a El rendimiento diagnóstico de la baci-
veces con progresión lenta durante meses loscopia y cultivo del LCR se incrementa a
o años, simulando una demencia caracteri- un 87% cuando se examinan cuatro mues-
zada por cambios en la personalidad, pér- tras a pesar del inicio de la terapia tuber-
dida de libido y déficit de memoria. Menos culostática. Se recomienda un mínimo de 3
frecuente es la presentación en forma de punciones lumbares realizadas a interva-
encefalitis con estupor y coma, sin signos los de un día sin que sea necesario pospo-
meníngeos. ner el inicio del tratamiento.
Clásicamente se establecen 3 estadios La sensibilidad aumenta si las mues-
clínicos para determinar el nivel de grave- tras del líquido cefalorraquídeo que se
dad y el pronóstico2 (Tabla 1). examinan son del último líquido extraído,
ya que existe más probabilidad de aislar el
bacilo cuanta mayor es la cantidad de
Diagnóstico
líquido extraída.
La sospecha diagnóstica va a ser vital
para comenzar de forma precoz el trata- PCR (Polymerase Chain Reaction)
miento.
Aunque es un test potente y disponible
con especificidad del 100%, la detección del
Análisis del LCR ADN mediante PCR del M. tuberculosis mues-
El examen del LCR es fundamental en el tra variabilidad en su sensibilidad. En el
diagnóstico precoz. Típicamente el LCR estudio realizado por laboratorios Roche en
muestra proteinorraquia e hipoglucorra- 1998, se comparó la sensibilidad de la PCR
quia con pleocitosis de predominio mono- con la baciloscopia y el cultivo de LCR, obte-
nuclear. La proteinorraquia oscila de 100 a niéndose una sensibilidad del 60% en 15
500 mg/dl, incluso en algunos casos con pacientes clasificados como meningitis

Tabla 1. Estadios clínicos para pronóstico de meningitis tuberculosa.


ESTADIO I Síndrome meníngeo con nivel de vigilancia normal sin signos de focalidad
neurológica o hidrocefalia
ESTADIO II Síndrome meníngeo más alteración de la conducta y signos de focalidad neurológica
(paresia de pares o hemiparesia)
ESTUDIO III Convulsiones , estupor o coma
Déficit neurológico manifiesto (hemiparesia)

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tuberculosa definitiva o probable4. Se reco- dañino que el comienzo de un tratamien-


mienda, por lo tanto, la realización de PCR to inapropiado.
del LCR siempre y cuando la sospecha clíni- Sobre el tratamiento de las localizacio-
ca sea lo suficientemente elevada para ini- nes extrapulmonares de la TB no existen
ciar el tratamiento empírico y las bacilosco- tantos estudios como los realizados sobre
pias de las muestras iniciales sean la afección pulmonar. Sin embargo no pare-
negativas. Es importante recordar que una cen existir bases teóricas o prácticas que
PCR negativa no excluye el diagnóstico y, desaconsejen la aplicación de terapeúticas
por lo tanto, la continuidad del tratamiento. idénticas en duración y con las mismas
asociaciones en la mayoría de las TB extra-
Neurorradiología pulmonares1.
La tomografía computerizada (TC) con En el caso que nos ocupa se recomien-
contraste puede poner de manifiesto la da el régimen de tres tuberculostáticos
presencia de aracnoiditis basilar, edema, que incluye isoniacida (H), rifampicina (R),
infarto e hidrocefalia. Se ha estimado que pirazinamida (Z) durante 2 meses, seguido
la hidrocefalia se objetiva en el 75 % de los de H y R solas durante 7-10 meses, si la
pacientes, la aracnoiditis basilar en el 38%, cepa es sensible. Se considerará que pue-
los infartos cerebrales del 15 al 30% y los den existir resistencias cuando el paciente
tuberculomas del 5 al 10 % de los casos5. provenga de áreas endémicas, en aquellos
En los pacientes con clínica compatible con historia de tratamiento tuberculostáti-
de meningitis tuberculosa y captación co previo y en aquellos que han estado en
meníngea a nivel basilar combinado con contacto con pacientes con tuberculosis
cualquier grado de hidrocefalia son signos multirresistente.
radiológicos sugestivos de meningitis Aunque no existen estudios adecuados
tuberculosa. que avalen esta recomendación, algunos
El 30% de los pacientes sin focalidad autores recomiendan una duración del tra-
neurológica y sin evidencia clínica de tamiento de nueve meses y, según la CDC,
hidrocefalia presentan TC normal y cerca American y British Thoracic Societies, la
de la totalidad se recuperaran completa- duración del tratamiento debería prolon-
mente con tratamiento tuberculostático. garse a 12 meses; si la pirazinamida no es
Pero además, la existencia de hidrocefalia tolerada o la cepa es resistente a esta,
con afectación basilar es indicativo de recomiendan ampliar el tratamiento a 18
enfermedad avanzada y conlleva un pobre meses6,7.
pronóstico. Existe suficiente evidencia experimen-
La resonancia magnética cerebral es tal para recomendar el tratamiento con
superior a la TC en la definición de los gan- corticoides en la meningitis tuberculosa
glios de la base, troncoencéfalo y en la eva- tanto en adultos como en niños.
luación de la tuberculosis espinal, por lo Para adultos se incluye prednisona 60
que se recomienda esta exploración cuan- mg al día en pauta descendente durante 6
do se sospeche la afectación de esas semanas o dexametasona endovenosa
estructuras. durante las 3 primeras semanas a dosis de
0,4 mg/kg / día e ir disminuyendo a 0,1
Tratamiento mg/kg/día seguido de 4 mg al día vía oral
en pauta descendente de 3 a 4 semanas.
La terapia tuberculostática debe ser
iniciada en base a una fuerte sospecha La cirugía se reserva para aquellos
clínica y nunca deberá ser retrasada por pacientes con hidrocefalia que provoca
la obtención de la confirmación diagnós- estupor o coma o en aquellos en los que
tica, ya que el pronóstico depende en exista un empeoramiento neurológico pro-
gran medida del estadio clínico en el que gresivo.
se comience el tratamiento. El retraso del El pronóstico depende de la edad del
tratamiento incluso en días por la confir- paciente y del estadio de presentación. Los
mación del diagnóstico puede ser más pacientes en estadio III, antes descrito, tie-

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TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR

nen una mortalidad del 30%. Las secuelas del 25 % de los casos de tuberculosis, sien-
graves se objetivan en el 15-20 % de los do más frecuente en pacientes infectados
casos y tienen relación con el proceso de por VIH. En EEUU se objetiva que el 31% de
fibrosis y cicatrización meníngea (aracnoi- los casos8 y en la India en niños mayores
ditis), las principales secuelas son la atrofia de 14 años alcanza el 4,4 por 10.0009.
óptica, panhipopituitarismo, hidrocefalia, En los países desarrollados la mayoría
epilepsia, sordera y parálisis de pares cra- de los casos de linfadenitis tuberculosa se
neales tetraparesia o paraparesia espástica. describen en inmigrantes. En los países en
vías de desarrollo el porcentaje de casos
Tuberculoma puede ascender al 43 % de los casos de
El tuberculoma está constituido por un tuberculosis.
foco de conglomerado de caseum que se La linfadenitis tuberculosa es frecuente
origina a partir de tubérculos tras una en los pacientes infectados por VIH10, ocurre
bacilemia hematógena . hasta en el 60% de los pacientes y frecuen-
Radiológicamente en la TC craneal se temente se asocia a afectación pulmonar.
presentan como lesiones nodulares aisla- Generalmente esta forma extrapulmonar
das o múltiples que captan contraste en tiene lugar con CD4 menor de 300 célu-
paciente con o sin meningitis tuberculosa. las/mL.
La presentación clínica es similar a la de En el pasado esta forma de tuberculosis
una masa cerebral. Dado que el manejo tenía lugar típicamente en la infancia; en la
quirúrgico de estas lesiones se puede com- actualidad la edad media es de 40 años.
plicar con una meningitis fatal, se prefiere
el tratamiento médico conservador, salvo Manifestaciones clínicas
en los casos de hidrocefalia obstructiva o
compresión del troncoencéfalo. La presentación clínica va a depender
de la localización de la linfadenopatía y del
estado inmunológico del paciente. Un ter-
Aracnoiditis tuberculosa espinal cio de los pacientes presentarán antece-
Esta forma de infección tuberculosa en dentes familiares de tuberculosis.
el sistema nervioso central no es común en La forma típica de presentación es en
países de Europa ni América. El mecanismo forma de linfadenopatía indurada crónica,
patológico es similar al de la meningitis no dolorosa, aislada, en paciente adulto
salvo porque el proceso inflamatorio tiene joven sin síntomas sistémicos y que puede
lugar a distintos niveles de la médula espi- tener más de 12 meses de evolución hasta
nal. Los síntomas se producen de forma el diagnóstico. En ocasiones, se pueden
progresiva durante semanas y meses y formar fístulas con la consiguiente salida
puede abocar en un síndrome meníngeo. El de material caseoso al exterior.
paciente debuta con una clínica subaguda
de compresión medular o de raíces nervio-
Linfadenopatía cervical
sas (dolor espinal o radicular, hiperestesia
o parestesias, parálisis de motoneurona Es la localización más frecuente, alcan-
inferior y disfunción vesical o rectal). La zando hasta el 77% de las linfadenitis
asociación de vasculitis podría producir tuberculosas11. Esta forma denominada
trombosis e infarto de la médula espinal. El escrófula en la antigüedad, aparece como
diagnóstico se basa en la proteinorraquia una masa unilateral en el triángulo cervical
del LCR y en los cambios objetivados en la anterior o posterior, pero la localización
RMN. El tratamiento es el mismo que el de submandibular y supraclavicular también
la meningitis tuberculosa. son frecuentes. Las formas bilaterales son
poco habituales ocurriendo en menos del
10% de los casos12.
LINFADENITIS TUBERCULOSA
Introducción y epidemiología Otras localizaciones
Es la causa más frecuente de tubercu- Se han descrito linfadenitis tuberculo-
losis extrapulmonar. Se objetiva en más sa en otras localizaciones como a nivel axi-

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lar, inguinal, mesentérica, mediastínica e bio, en los pacientes infectados por VIH las
intramamaria13. alteraciones radiológicas son mucho más
La tuberculosis mediastínica se puede frecuentes, de tal forma que 9 de cada 10
presentar en forma de disfagia, perfora- pacientes VIH + presentan una radiología
ción esofágica, parálisis de cuerdas voca- torácica sugestiva de tuberculosis activa
les y oclusión de la arteria pulmonar simu- pulmonar en asociación a la linfadenitis
lando un TEP. tuberculosa8.
La linfadenitis tuberculosa intrabdomi-
Punción aspiración con aguja fina
nal generalmente afecta a los ganglios peri-
(PAAF)
portales seguido de los peripancreáticos y
de los mesentéricos. En pacientes VIH negativos la realiza-
ción de citología, baciloscopia y cultivo de
La afectación de los ganglios periporta-
las muestras obtenidas por punción aspi-
les puede manifestarse en forma de icteri-
ración con aguja fina puede producir resul-
cia, trombosis venosa portal e hiperten-
tados variables, habiéndose objetivado
sión portal. Se han descrito casos de
que sin embargo en pacientes VIH + el ren-
hipertensión renovascular por compresión
dimiento de esta prueba es mucho mayor.
de arterias renales por linfadenitis tuber-
El rendimiento de la PAAF se puede incre-
culosa.
mentar si se realiza PCR para ADN del baci-
En los pacientes con infección VIH o lo en las muestras obtenidas. Incluso aun-
estadio SIDA es más frecuente encontrar que se realice PCR en las muestras, se
casos de diseminación linfática con afecta- recomienda la realización del cultivo ya
ción de más de una localización; también de que permitirá obtener el antibiograma.
forma más frecuente estos pacientes sufren
síntomas generales como fiebre, sudoración Biopsia del nódulo linfático
y pérdida de peso. Todo ello obliga a realizar
un diagnóstico diferencial con: Cuando no haya sido posible llegar al
diagnóstico por medio de PAAF, estará
– Neoplasias (linfoma Hodgkin y no indicado la realización de biopsia ganglio-
Hodgkin, metástasis). nar. La presencia de granulomas caseifi-
– Otras infecciones ( micobacterias atípi- cantes en la histología podrá sugerir el
cas, enfermedad del arañazo del gato, diagnóstico pero no será definitivo ya que
hongos y adenitis bacteriana ). existen otras patologías que pueden pro-
– Sarcoidosis. ducir esta histología. Se prefiere la biopsia
excisional a la incisional por el riesgo de
producir tractos fistulosos. Si la adenopa-
Diagnóstico tía es de localización mediastínica, se
El diagnóstico definitivo se realiza requerirá la realización de una mediasti-
mediante la histología y el cultivo del noscopia. En la pieza quirúrgica, se realiza-
material linfático. rá examen histológico, baciloscopia, culti-
vo y si es posible PCR para Micobacterium
PPD (Tuberculina) tuberculosis.
Es positiva en la mayoría de los pacien-
tes con linfadenitis tuberculosa sin embar- Pruebas de imagen
go, un test negativo en pacientes VIH+ no Por medio de pruebas de imagen como
excluye el diagnóstico8. la ecografía se puede diferenciar las ade-
nopatías cervicales tuberculosas de las de
Radiología torácica causa tumoral en función del tamaño, eco-
En algunos pacientes se podrá objeti- genicidad, la afectación del tejido celular
var en las radiografías de tórax un engro- subyacente y la presencia de necrosis.
samiento pleural o fibrosis apical residual Pero sobre todo la ecografía servirá de
de un proceso tuberculoso previo. En una guía para la realización de la PAAF.
minoría se encontrarán alteraciones pro- En la TC con contraste la evidencia de
pias de una tuberculosis activa. En cam- adenopatías paraórticas superiores, mesen-

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TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR

téricas o pararrenales con captación de con- Pronóstico


traste periférico y apariencia multiloculada Se han descrito hasta un 3,5 % de reca-
será sugestiva de tuberculosis14. ídas en pacientes tratados de linfadenitis
La RMN también es capaz de sugerir tuberculosa y una minoría de los pacientes
datos de causa tuberculosa cuando las tratados adecuadamente pueden presen-
adenopatías aparecen en forma de masas tar adenopatías residuales17.
confluentes con necrosis periférica acom-
pañado de edema de tejidos blandos circu- TUBERCULOSIS RENAL Y DE VÍAS
lantes15. URINARIAS
En todo paciente con el diagnóstico de Introducción
tuberculosis ganglionar conviene solicitar
serología para la infección VIH y se reco- La tuberculosis puede afectar princi-
mienda siempre descartar la coexistencia palmente al sistema urinario, con infección
de tuberculosis pulmonar16. directa al riñón y vías urinarias o produ-
ciendo secundariamente una amiloidosis
renal.
Tratamiento En los países occidentales sólo de un 8
Aunque en ocasiones se ha propuesto a 10% de los pacientes con tuberculosis
que la biopsia excisional podría ser el tra- pulmonar desarrollan una tuberculosis
tamiento definitivo en pacientes inmuno- renal. Es más frecuente en adultos jóvenes
competentes, lo cierto es que en la actuali- y varones.
dad se recomienda el tratamiento En el aparato genitourinario el riñón, el
tuberculostático en todos los pacientes. El epidídimo y la próstata son las localizacio-
tratamiento se podrá iniciar sin previa con- nes de inicio de la infección; el resto de los
firmación del cultivo en los casos en que la órganos genitourinarios se pueden afectar
histología muestre granulomas caseifican- por diseminación ascendente o descen-
tes, el paciente provenga de un área endé- dente. Los testículos se pueden afectar por
mica especialmente con clínica sugestiva y vía epididimaria.
PPD positivo y en los casos en los que no
se vaya a realizar biopsia ganglionar.
Infección del tracto urinario
El tratamiento tuberculostático es el La enfermedad renal comienza tras la
mismo que el de la forma pulmonar. Pro- siembra hematógena de una tuberculosis
bablemente la duración óptima del trata- primaria pulmonar o más raramente tras
miento sean 6 meses. Los estudios realiza- reactivación de una tuberculosis miliar.
dos comparando pautas de 6 y 9 meses no
han mostrado diferencias en adultos en las Como consecuencia de esta siembra se
tasas de recaídas siempre y cuando dentro producen granulomas en los glomérulos y
del régimen terapéutico se utilice fárma- regiones peritubulares, que en la mayoría
cos de primera línea como la H y la R. En de los casos se resuelven sin llegar a pro-
niños, por el contrario, son precisos más ducir enfermedad renal. Sin embargo, algu-
estudios confirmatorios. nos de estos granulomas se pueden rom-
per dentro de la luz tubular incluso
Se contemplará ampliar el tiempo de después de 30 años de la infección. Poste-
tratamiento en los pacientes inmunodepri- riormente, los bacilos penetran en el
midos o en aquellos con intolerancia o intersticio medular produciendo la forma-
resistencia a fármacos de primera línea ción de granulomas. Lesiones similares se
como la isoniacida o rifampicina. pueden producir en los uréteres, vejiga,
próstata y epidídimo18.
En el 30% de los pacientes puede obje-
tivarse un aumento de tamaño de las ade-
nopatías al inicio del tratamiento; este Manifestaciones clínicas
fenómeno paradójico se produce ante la El comienzo suele ser insidioso con
respuesta inmune por la resolución de la disuria y hematuria macroscópica como
infección9. síntomas más frecuentes. El cólico renal

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puede ocurrir hasta en el 10% de los casos. vías urinarias inferiores es altamente
También se acompaña en ocasiones de sín- sugestiva de tuberculosis urinaria20.
tomas generales (fiebre, pérdida de peso, La confirmación diagnóstica se realiza-
tos y hemoptisis). rá con la demostración del bacilo en la
La manifestaciones extrarrenales inclu- orina, bien sea con la baciloscopia de
yen estenosis ureteral (únicas o múltiples), orina, aunque los resultados falsos negati-
vejiga hipertónica y calcificaciones de vasos vos pueden ser habituales, como con el
deferentes, vesículas seminales y próstata. cultivo de orina para micobacterias. Para
maximizar el rendimiento del cultivo de
Algunos pacientes se encuentran total- orina se recomienda de 3 a 6 muestras de
mente asintomáticos, objetivando piura y/o orina de primera hora de la mañana. Se
hematuria microscópica de forma inciden- pueden encontrar falsos negativos en
tal. Estas alteraciones del sedimento se aquellos casos en que el paciente esté reci-
encuentran hasta en el 90% de los casos. biendo tratamiento tuberculostático o
Generalmente la creatinina en plasma se antibióticos de amplio espectro que pue-
encuentra dentro de la normalidad y es raro dan inhibir el crecimiento de la micobacte-
hallar proteinuria y cilindros celulares en el ria. La baciliuria ocurre de forma intermi-
sedimento urinario. En algunos casos, la tente por lo que se pueden encontrar
estenosis ureteral puede producir una uro- cultivos positivos solamente entre el 30 y
patía obstructiva con la consiguiente pérdi- el 40% de los casos si las muestras son ais-
da renal19. ladas21.
La hipertensión arterial refractaria es En los pacientes con estenosis ureteral
una complicación rara de la tuberculosis se recomienda control por medio de uro-
renal, pero se puede producir por la proli- grafía endovenosa o ecografía renal cada 6
feración intimal de vasos en áreas cerca de meses durante los 2 primeros años para
la inflamación granulomatosa, por isque- detectar una posible uropatía obstructiva.
mia segmentaria y por la consiguiente libe-
ración de renina. Amiloidosis secundaria
Una amiloidosis secundaria puede ocu-
Diagnóstico rrir en cualquier patología inflamatoria
crónica que cursa con niveles elevados del
Se debe sospechar tuberculosis urina-
reactante de fase aguda como la proteína
ria en pacientes con síntomas urinarios,
amiloide tipo A. Esta patología debe ser
antecedentes personales de tuberculosis y
sospechada en todo paciente con tubercu-
PPD positivo.
losis que comienza con proteinuria gene-
El cultivo de orina es clásicamente ralmente en rango nefrótico. El diagnósti-
estéril, pero concomitantemente puede co de confirmación se realizará al objetivar
existir bacteriuria, acompañado caracte- depósitos de amiloide en la biopsia rectal,
rísticamente por un pH ácido. Un cultivo renal o de la grasa abdominal.
positivo para otro germen, no excluye una
tuberculosis renal. TUBERCULOSIS GENITAL
La urografía endovenosa puede ayudar Endometritis tuberculosa
al diagnóstico, aunque puede ser normal al
La tuberculosis con afectación del trac-
inicio de la enfermedad. Los hallazgos
to genital superior es una patología muy
radiológicos característicos son erosión
rara en los países desarrollados. Frecuen-
de los cálices renales con hinchazón de los
temente ocurre en mujeres jóvenes proce-
mismos (ectasia calicial), necrosis papilar
dentes de países endémicos y en mujeres
y calcificación del parénquima renal. Estos
ancianas con tuberculosis previa sin trata-
cambios son similares a los hallados en
miento tuberculostático adecuado.
pacientes con pielonefritis crónica o
necrosis papilar secundaria por ejemplo a
AINES. A nivel ureteral se puede encontrar Patogenia
estenosis a distintos niveles. La combina- La afectación genital generalmente se
ción de alteraciones en el tracto renal y en produce por siembra hematógena de un

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TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR

foco pulmonar. La diseminación genital tanto de la pericarditis tuberculosa en los


desde un foco intraabdominal o vía sexual países industrializados, la pericarditis
a través de una epididimitis de la pareja es tuberculosa sigue siendo un problema
muy infrecuente. importante por su dificultad diagnóstica y
En las mujeres la localización en trom- las serias consecuencias que conlleva el
pa y en endometrio es más frecuente, aun- no tratamiento de la infección.
que el ovario y el cérvix pueden afectarse
también. Incidencia
La afectación vulvar y vaginal es muy La pericarditis tuberculosa se estima
infrecuente. que ocurre entre 1-2 % de los pacientes con
tuberculosis pulmonar. Pero existe variabili-
Manifestaciones clínicas dad entre países incluso desarrollados. En
España en una serie publicada en 1988 reali-
Las manifestaciones clínicas pueden
zada en 294 pacientes inmunocompetentes
aparecer hasta 10 años después de la infec-
con pericarditis aguda se diagnosticó en 13
ción. La infertilidad es el principal motivo
(4,4%) pericarditis tuberculosa23.
de consulta en mujeres jóvenes22. La afec-
tación genital sin afectación urinaria es
más frecuente en mujeres que en hombres. Patogenia
Otras formas de presentación son metro- Puede ocurrir por extensión local de la
rragias, amenorrea y sangrado postmeno- infección desde el pulmón, bronquios, gan-
páusico. El 25% de las pacientes aquejan glios linfáticos adyacentes, esternón y por
dolor pélvico crónico insidioso. siembra peritoneal. En muchos pacientes
la pericarditis tuberculosa constituye una
Diagnóstico reactivación de la enfermedad sin que en
muchos casos se conozca el foco primario.
Un histerosalpingografía realizada
como parte de estudio de infertilidad Algunos autores dividen la pericarditis
puede mostrar saculaciones, formaciones tuberculosa en 4 estadios24: estadio seco,
fistulosas y patrón de pelvis rígida. estadio de derrame, fase absortiva, fase
constrictiva.
El diagnóstico de confirmación se reali-
zará con la histología o la baciloscopia, el El estadio seco es de difícil diagnóstico
cultivo de la muestra del sangrado mens- ya que requiere de biopsia o necropsia
trual o de la biopsia endometrial20. donde se objetivará granulomas aislados
en el pericardio. La fase precoz es un pro-
ceso inflamatorio que puede reflejar una
Tratamiento
reacción de hipersensibilidad a la tubércu-
La pauta de tratamiento con tubercu- lo proteína.
lostáticos será la misma que para la TB
En el estadio de derrame pericárdico, el
pulmonar (2HRZ/4HR). La cirugía puede
derrame es típicamente serohemorrágico
estar indicada si a pesar del tratamiento
con elevadas concentraciones de leucocitos
médico existe persistencia de síntomas o y proteínas pudiendo progresar a inflama-
si el cultivo o la biopsia muestran organis- ción granulomatosa y necrosis caseosa. El
mos resistentes. 50% de los pacientes que presentan una
La histerectomía con salpingooforecto- pericarditis aguda con derrame secundario
mía bilateral es el procedimiento de elec- a tuberculosis reabsorben el derrame y los
ción, pero en mujeres con deseo reproduc- síntomas se resuelven sin tratamiento en un
tivo se prefiere tratamiento conservador periodo de 2 a 4 semanas.
médico. Algunos pacientes, en cambio, progre-
san a la fase constrictiva. En este estadio el
PERICARDITIS TUBERCULOSA engrosamiento del pericardio visceral
debido a la fibrosis y a la calcificación pro-
Introducción duce cambios típicos de constricción,
A pesar de la disminución de la inci- mientras que en la fase de derrame, la pre-
dencia global de tuberculosis y por lo sión del fluido pericárdico produce altera-

An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2 151


P. Fanlo y G. Tiberio

ciones típicas de taponamiento cardiaco. Electrocardiograma


La existencia de una pericarditis constric-
tiva no es patognomónico de tuberculosis, Los signos electrocardiográficos son
ya que se puede encontrar en otros proce- también inespecíficos, se puede objetivar
sos como la malignidad, la radioterapia, el bajos voltajes y ondas T invertidas. Otro
hemopericardio y muy raramente en la signo que puede objetivarse es la alternan-
infección viral. cia eléctrica que se caracteriza por cambio
de morfología de QRS de latido a latido
sobre todo en derivaciones anteriores de
Manifestaciones clínicas V2 a V4.
Los síntomas son inespecíficos pudien-
do cursar con fiebre, pérdida de peso y
Ecocardiograma
sudoración nocturna. Generalmente, estos
síntomas preceden a los síntomas cardio- Es fundamental para confirmar la pre-
pulmonares. En el 20-25% de los casos el sencia de derrame pericárdico y detectar
inicio es brusco y dramático. La frecuencia signos de taponamiento. Pacientes con
de presentación de síntomas25 según algu- tuberculosis pericárdica típica presentan
nas series es de tos 94%, disnea 88%, dolor engrosamiento pericárdico con dilatación
torácico 76%, sudoración nocturna 56%, auricular y de vena cava.
ortopnea 53 %, pérdida de peso 48%.
Sin embargo, la frecuencia de estos sín- Diagnóstico
tomas es variable. La mayoría de los
pacientes se presentan con síntomas típi- La no existencia de un estudio diagnós-
cos de pericarditis (dolor torácico y roce tico que sea altamente específico al mismo
pericárdico) o directamente con un tapo- tiempo que seguro y fácil de realizar hace
namiento cardiaco. Una minoría de los que el diagnóstico en muchos casos se
pacientes presentan como debut una peri- retrase produciendo un aumento de la
carditis constrictiva. mortalidad y de las complicaciones.
La PPD se encuentra positiva en el 85%
Exploración física de los pacientes inmunocompetentes con
Entre los signos que se pueden encon- pericarditis tuberculosa aguda o crónica,
trar se incluye fiebre, taquicardia, derrame por lo que un prueba de PPD negativa indi-
pleural, ingurgitación yugular, hepatome- ca baja probabilidad de pericarditis tuber-
galia, ascitis y edemas periféricos. El roce culosa. En pacientes VIH positivos, al igual
pericárdico y los soplos cardiacos son que ocurre en otras localizaciones tuber-
otros hallazgos frecuentes. culosas, una prueba PPD negativa no des-
En la pericarditis constrictiva se puede carta el diagnóstico.
objetivar el signo de Kussmaul (la ausen- En la pericardiocentesis, el líquido
cia de disminución de la presión venosa pericárdico muestra un exudado con ele-
con la inspiración). En caso de tapona- vación de proteínas y leucocitos en torno a
miento podremos encontrar el signo del 770 a 5400/ml.
pulso paradójico.
Sólo el 40-60 % de los pacientes presen-
tan baciloscopias del líquido positivas, el
Radiología
rendimiento aumenta con el cultivo.
Radiología torácica
Según las recomendaciones de la Socie-
La existencia de signos radiológicos de dad Europea de Cardiología del año 2004
tuberculosis pulmonar es un hallazgo se deberá realizar PCR para Micobacterium
importante para la sospecha diagnóstica. tuberculosis en líquido pericárdico26.
La cardiomegalia y el derrame pleural se
presentan en la mayoría de los pacientes. Los tejidos obtenidos tras la realización
Las calcificaciones pericárdicas se pueden de biopsia pericárdica deberán ser remiti-
objetivar en cualquier forma de pericardi- dos para la realización de baciloscopia y el
tis crónica. examen histológico para granulomas.

152 An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2


TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR

La especificidad del cultivo de líquido ción de esputo, diseminación hematógena


pericárdico o de la biopsia pericárdica es desde el pulmón, ingesta de comida o
del 100%. leche contaminada, diseminación por con-
La sociedad Europea de Cardiología tigüidad.
recomienda la realización de adenosindea- La localización más frecuente es la
minasa (ADA) en el líquido pericárdico región iliocecal. Parece ser que esta locali-
para el diagnóstico26. zación no es fortuita y que se explica en
parte por el estasis venolinfático y el abun-
Tratamiento dante tejido linfoide. El bacilo penetra en
la mucosa y se localiza en el tejido linfoide
El inicio del tratamiento tuberculostáti- submucoso donde se inicia la reacción
co ha reducido de forma evidente la mor- inflamatoria con linfangitis, endarteritis,
talidad o el desarrollo de pericarditis cons- formación de granulomas, necrosis caseo-
trictiva. sa y ulceración mucosa.
El tratamiento de elección al igual que Las lesiones macroscópicas se pueden
en la mayoría de las formas de TB extra- caracterizar como:
pulmonar es el mismo que en la TB pulmo-
nar (2HRZ/4HR). – Ulcerativas en el 60% de los casos; este
patrón se ha asociado a mayor agresi-
En pacientes con pericarditis constric- vidad.
tiva la administración de corticoesteroides
se ha objetivado que reduce la mortalidad – Hipertróficas en el 10 % de los casos;
y la necesidad de pericardiocentesis. caracterizadas por lesiones pseudotu-
morales.
La Sociedad Europea de Cardiología en
– Ulcerohipertróficas el 30%; es la forma
el año 2004 pronunció que el uso de corti-
más frecuente de afectación iliocecal.
coesteroides es controvertido, sin embar-
go la Sociedad Americana y la Sociedad de
Enfermedades Infecciosas Americana reco- Manifestaciones clínicas
miendan la terapia coadyuvante con corti- Los síntomas son inespecíficos y
coides durante 11 semanas e ir disminu- vagos, la presentación puede ser aguda,
yendo en pauta descendente27. Las dosis crónica o subaguda por lo que el diagnós-
iniciales en adultos son de 60 mg/día y en tico es difícil en algunas ocasiones y
niños de 1 mg/kg al día. requiere alta sospecha clínica sobre todo
La pericardiectomía se reserva para en pacientes de riesgo.
aquellos pacientes con derrame recurren- El síntoma más frecuente es dolor
te o persistencia de elevación de la PVC abdominal crónico inespecífico en el 80%
después de 4 a 6 semanas de tratamiento de los casos. Pueden encontrarse además
médico. Este procedimiento también se anorexia, astenia, fiebre, sudoración noc-
recomienda realizarlo en las primeros esta- turna, pérdida de peso, diarrea, estreñi-
dios ya que es peor tolerado y tiene peor miento y rectorragias. La palpación de
pronóstico en la fase constrictiva. masa abdominal en fosa iliaca derecha se
Se recomienda la realización de peri- suele objetivar entre el 25 y el 50% de los
cardiectomía ante la existencia de pericar- pacientes29. Se han descrito casos de per-
ditis constrictiva a pesar del tratamiento foración colónica y obstrucción de intesti-
médico27. no delgado. La ascitis puede ayudar a dis-
tinguir la tuberculosis iliocecal de la
enfermedad de Crohn ya que la ascitis es
TUBERCULOSIS Y APARATO infrecuente es esta última.
DIGESTIVO
Enteritis tuberculosa Pruebas de laboratorio
En la analítica se puede objetivar ane-
Patogenia mia leve y aumento de la velocidad de
La patogénesis se ha atribuido esen- sedimentación globular en el 50 al 80% de
cialmente a cuatro mecanismos28: deglu- los pacientes.

An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2 153


P. Fanlo y G. Tiberio

La mayoría de los pacientes presentan tuberculosa ya que se puede producir una


una PPD positiva pero esta prueba tiene un siembra miliar peritoneal secundaria
valor limitado porque no permite diferen- (Tablas 2 y 3).
ciar entre enfermedad activa, vacunación
o contacto previo. Diagnóstico

Radiología El diagnóstico de presunción se puede


realizar en presencia de tuberculosis pul-
Los signos radiológicos son inespecífi- monar activa y hallazgos radiológico-
cos siendo difícil realizar el diagnóstico endoscópicos sugestivos de tuberculosis
diferencial con la enfermedad de Crohn, intestinal. Pero en menos del 50% de los
linfoma o el carcinoma cecal. casos la radiología de tórax se encuentra
En el enema opaco puede verse ulcera- alterada.
ciones de la mucosa y estenosis, deformi-
El diagnóstico definitivo se realizará
dad cecal e incompetencia de válvula ilio-
con la tinción Ziehl-Neelsen y el cultivo de
cecal.
las muestras de biopsia. La combinación
El TC abdominal es la prueba más útil del examen histológico, la baciloscopia y
para valorar patología intraluminal y extra- el cultivo puede establecer el diagnóstico
luminal. El hallazgo más frecuente es un hasta en el 80% de los casos.
engrosamiento de la región iliocecal con o
sin dilatación proximal intestinal. Un La PCR de la muestra de la biopsia
engrosamiento asimétrico cecal no es fre- puede facilitar el diagnóstico ya que la
cuente. especificidad y la sensibilidad es mayor
que la del cultivo y el resultado se puede
En el mesenterio contiguo se puede obtener a las 48 horas.
objetivar linfoadenopatías de centro hipo-
denso representando el caseum. El diagnóstico diferencial puede incluir
la actinomicosis, amebiasis, yersinia ente-
Los hallazgos endoscópicos incluyen
rocolítica, enfermedad de Crohn, el linfo-
úlceras, estenosis, pseudopólipos, bandas
ma y el adenocarcinoma.
fibrosas, fístulas y deformidad de la válvu-
la iliocecal29. El principal diagnóstico dife- Se recomienda que en pacientes con
rencial se debe realizar con la enfermedad lesiones ileocecales compatibles, historia
de Crohn. La diferencia entre estas dos de exposición previa a tuberculosis, tuber-
entidades es de gran importancia; el inicio culina positiva, alteraciones radiológicas
de tratamiento corticoesteroideo para la sugestivas de tuberculosis o aquellos
enfermedad de Crohn puede ser catastrófi- pacientes procedentes de áreas endémi-
co si el paciente presenta una enteritis cas, iniciar tratamiento tuberculostático a

Tabla 2. Hallazgos endoscópicos diferenciales entre la enteritis tuberculosa y Enfermedad de Crohn.


Enteritis tuberculosa Enfermedad de Crohn
Úlcera Cincunferenciales Aftosas
Mucosa adyacente Inflamada Respetada o empedrada

Tabla 3. Diferencias histológicas entre la enteritis tuberculosa y la enfermedad de Crohn.


Enteritis tuberculosa Enfermedad de Crohn
Submucosa Mucosa
Grandes Pequeñas
Granulomas Confluentes No concluyentes
Necrosis caseosa No caseosas

154 An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2


TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR

pesar de la ausencia de confirmación diag- Manifestaciones clínicas


nóstica histológica o microbiológica. Aproximadamente el 70% de los pacien-
La mayoría de estos pacientes desarro- tes presentan síntomas durante más de 4
llarán una rápida mejoría tras inicio del meses de evolución, debido al inicio insi-
tratamiento. Pero si esta mejoría no se evi- dioso y al retardo del diagnóstico. En los
dencia en 2 semanas se recomienda la rea- pacientes en diálisis peritoneal la sintoma-
lización de laparotomía diagnóstica. tología es similar a la de una peritonitis
bacteriana.
Tratamiento Las manifestaciones clínicas en orden de
El tratamiento tuberculostático es alta- mayor a menor frecuencia son30: ascitis
mente efectivo para la forma intestinal. El (93%), dolor abdominal (73%), fiebre (58%).
tratamiento es similar al de la forma pul- Los estudios de laboratorio pueden
monar. La adherencia terapéutica es el mostrar una moderada anemia normocró-
principal determinante del éxito del trata- mica normocítica. La radiología de tórax
miento. sólo se objetiva en el 33% de los pacientes.
La cirugía se reserva para aquellos
casos con complicaciones como la perfo- Diagnóstico
ración, los abcesos o fístulas, sangrado
masivo o la obstrucción intestinal. La peritonitis tuberculosa se debe sos-
pechar ante cualquier paciente con ascitis
La obstrucción intestinal es la compli- de predominio linfocítico y gradiente albú-
cación más frecuente. La obstrucción mina suero/líquido ascítico <1,1 g/dl.
puede ser una complicación frecuente
durante el inicio del tratamiento tubercu- El gold-standard para el diagnóstico es
lostático debido al proceso de cicatriza- el cultivo del líquido ascítico y la biopsia
ción. peritoneal. El PPD es positivo en el 70 % de
los pacientes.
Peritonitis tuberculosa
Radiología
Patogenia La radiología torácica muestra signos
Es una forma infrecuente de tuberculo- de tuberculosis antigua en el 20-30% de los
sis extrapulmonar. El riesgo está aumenta- casos mientras que los signos de tubercu-
do en pacientes con cirrosis, infección VIH, losis activa son todavía menos frecuentes.
diabetes mellitus, malignidad, tras trata- En el TC abdominal, la combinación de
miento con anti-TNF y en pacientes en diá- signos más frecuente son: la ascitis, los
lisis peritoneal. implantes peritoneales y la linfoadenopa-
La infección ocurre generalmente tras tía. Otro signo importante es el engrosa-
la reactivación de un foco latente de tuber- miento peritoneal.
culosis en el peritoneo que se ha produci-
do por la diseminación hematógena de un Análisis del líquido peritoneal
foco primario pulmonar. Menos frecuente-
mente se produce por diseminación conti- Se objetiva una pleocitosis con un
gua a través de una salpingitis tuberculosa recuento de leucocitos de 150 a 4000/dl
o enteritis. Conforme la enfermedad pro- con predominio linfocítico. La concentra-
gresa el peritoneo parietal y visceral se ción proteica suele ser > 3 mg/dl en más
llena de tubérculos. La ascitis aparece del 95% de los casos. En pacientes no
secundaria a la exudación de líquido pro- cirróticos el gradiente albúmina en suero/
teináceo desde los tubérculos. El mecanis- líquido es <1,1 g/dl, mientras que los
mo es similar al que se produce en una car- pacientes con cirrosis, aproximadamente
cinomatosis peritoneal. Más del 90 % de el 50% , el gradiente es >1,1 g/dl.
los pacientes presentan ascitis en el La sensibilidad de la tinción de Zielh-
momento del diagnóstico, mientras que el Neelson es muy baja, del 0 al 6%. Del mismo
resto se encuentran en fase fibroadhesiva, modo la positividad del cultivo del líquido
sin ascitis. en algunas series es baja en torno al 20%.

An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2 155


P. Fanlo y G. Tiberio

La reacción en cadena de la polimera- La mitad de los pacientes con afecta-


sa (PCR) para la detección de ADN del ción musculoesquelética tienen como
bacilo, promete ser una prueba diagnós- localización preferente la columna verte-
tica útil y rápida. No se ha constatado bral, en segundo lugar se encuentra la
todavía el rendimiento de esta prueba en artritis tuberculosa seguida de la osteo-
el líquido ascítico. mielitis extraespinal.
El ADA tiene una sensibilidad y especi- La tuberculosis vertebral, también
ficidad en la ascitis tuberculosa del 100% y denominada como enfermedad de Pott o
del 97% respectivamente cuando se utili- espondilitis tuberculosa, afecta principal-
zan valores de corte por encima de 33u/l. mente a la columna lumbar y a la dorsal
Sin embargo la sensibilidad disminuye sus- baja. Se puede asociar a un abceso para-
tancialmente en los pacientes con cirrosis vertebral bilateral.
aproximadamente al 30%. Por lo que la La artritis tuberculosa tiende a locali-
determinación de ADA es altamente renta- zarse en las articulaciones que soportan
ble en los pacientes no cirróticos. peso como la cadera y la rodilla, general-
mente es del tipo monoarticular.
Tratamiento
El régimen tuberculostático es el Patogenia
mismo al utilizado en la forma pulmonar. El La infección tuberculosa primaria pro-
tratamiento corticoideo es controvertido; duce una bacilemia diseminada, los cuer-
algunos recomiendan utilizarlo durante los pos vertebrales son vulnerables a esta
primeros 2 ó 3 meses para reducir la inci- siembra debido a la gran vascularización
dencia de complicaciones como la obs- que presentan incluso en la edad adulta.
trucción intestinal debidas a la fibrosis, sin Los focos de diseminación permanecen
embargo para otros clínicos el uso de este- latentes controlados por mecanismos
roides se debería evitar por el riesgo de inmunes locales y en situaciones como la
diseminación miliar en el caso de una desnutrición, la edad avanzada, la infec-
forma multirresistente. ción por VIH, o el fallo renal en los que
En más del 90% de los casos existe estos mecanismos se alteran se produce
mejoría de la ascitis en semanas de inicio una reactivación con progresión de la
del tratamiento. enfermedad osteomuscular.

La mortalidad varía según las series del Raramente la tuberculosis osteomus-


8 al 50%. La edad avanzada, el retraso en el cular se produce por contigüidad. Se han
tratamiento y la asociación de cirrosis descrito casos de tuberculosis atlo-axoi-
aumentan las tasas de mortalidad. dea secundarios a focos de tuberculosis
pulmonar apical.
La tuberculosis espinal afecta preferen-
TUBERCULOSIS Y SISTEMA
temente a la parte antero-inferior del cuer-
MUSCULOESQUELÉTICO po vertebral produciendo destrucción
Introducción y epidemiología ósea y necrosis caseosa. Posteriormente,
la infección se disemina a través del liga-
Existe evidencia de la afectación espi- mento anterior afectando al cuerpo verte-
nal tuberculosa en momias egipcias que bral adyacente. La destrucción local puede
datan del año 4000 antes de Jesucristo así producir colapso del cuerpo vertebral y la
como en restos óseos precolombinos por herniación discal con deformidad en la
lo que podemos definirla como una de las columna en forma de cifosis o giba y com-
afecciones extrapulmonares tuberculosas presión medular llegando a producir en
más antiguas. ocasiones paraplejia.
La afectación ósea y articular por Los abcesos tuberculosos epidurales
tuberculosis supone el 35% de todas las pueden producir presión en la médula
formas de tuberculosis extrapulmonar y el espinal y los extraespinales pueden erosio-
2% de todos los casos de tuberculosis31. nar las costillas y estructuras vecinas; los

156 An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2


TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR

abcesos del psoas se pueden diseminar a articular. El mecanismo patogénico es des-


través del retroperitoneo hasta los liga- conocido pero se sugiere un respuesta
mentos inguinales. autoinmune a la infección por M. tuberculo-
En la artritis tuberculosa los cambios sis. La co-infección VIH es un factor de ries-
granulomatosos se acompañan de prolife- go. El cuadro articular se resuelve en
ración sinovial con fusión articular y des- semanas con el inicio del tratamiento
trucción cartilaginosa con posterior desor- tuberculostático.
ganización de la arquitectura articular y
deformidad. Infección articular protésica
Los pacientes con prótesis articulares
Manifestaciones clínicas presentan una reactivación de tuberculo-
En muchas ocasiones se produce un sis ósea.
retraso del diagnóstico y del tratamiento
Una artritis tuberculosa puede ser un
debido al curso insidioso e indolente de la
hallazgo inesperado al realizar una artro-
tuberculosis osteomuscular con conse-
plastia. En esos casos el pronóstico es
cuencias devastadoras para el paciente.
favorable tras inicio de tratamiento tuber-
culostático a pesar de no retirar la próte-
Tuberculosis vertebral sis.
El síntoma más frecuente es una lum-
balgia acompañada de contractura muscu- Los pacientes que presentan artritis
lar y rigidez con empeoramiento progresi- tuberculosa sobre una articulación proté-
vo en semanas o meses. Acompañando a sica previa, presentan dolor, disfunción
este cuadro podemos encontrar un síndro- protésica, y en estos casos la retirada de la
me constitucional hasta en el 40% de los prótesis es necesario para el tratamiento.
casos32. La complicación más temida es la
compresión medular con la consiguiente Osteomielitis tuberculosa extraespinal
paraplejia (Paraplejia de Pott).
Potencialmente cualquier estructura
ósea se puede afectar. Se han descrito
Artritis tuberculosa casos de tuberculosis esternal tras cirugía
Generalmente es monoarticular, la cardiovascular, tuberculosis costal mani-
localización más frecuente es la cadera. festándose como masas en parrilla costal,
Cursa clínicamente con dolor, hinchazón y tuberculosis en los huesos de la mano sin
pérdida de la movilidad articular que pro- signos de tuberculosis pulmonar, mastoidi-
gresa lentamente en semanas y meses. Los tis tuberculosa diseminada a cráneo con
signos de infección aguda local (eritema, paresia de pares craneales.
calor) están generalmente ausentes.
Las lesiones tuberculosas líticas en sín-
Los síntomas constitucionales pueden fisis del pubis, la articulación sacro ilíaca,
acompañar al cuadro hasta en el 30% de y del codo pueden confundirse con metás-
los casos32. tasis óseas.
En los pacientes con curso latente se
puede producir destrucción articular con Diagnóstico
deformidad local y rigidez articular; en
algunos casos muy avanzados se pueden La sospecha diagnóstica viene dada
producir fístulas que drenan material de por la historia clínica del paciente que
necrosis caseosa. debe recoger datos como el país de origen,
la historia familiar de tuberculosis, los
Enfermedad de Poncet antecedentes personales de tuberculosis o
de los posibles contactos.
Es una poliartritis reactiva simétrica
con afectación de articulaciones de peque- La causa más frecuente de retraso del
ño y mediano tamaño asociada a tubercu- diagnóstico es no considerar la tuberculo-
losis activa extrapulmonar, pulmonar o sis como causa en aquellos pacientes con
miliar sin evidencia de infección activa radiografía torácica normal.

An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2 157


P. Fanlo y G. Tiberio

En pacientes que presentan fístulas La RNM es la prueba de imagen de elec-


cutáneas y en los que el cultivo o el exuda- ción para valorar la extensión a tejidos
do revelan una bacteria o un hongo coloni- blandos y la compresión medular en el
zador, el asumir este patógeno como cau- caso de la espondilodiscitis. En el Mal de
sal puede llevar a un error diagnóstico. Pott en la RNM se objetivará hiperintensi-
dad T2/STIR/T2 supresión grasa del disco
El 90% de los pacientes inmunocompe-
y de los platillos vertebrales adyacentes
tentes, con tuberculosis ósea presentan
junto a hipointensidad en T1 con un impor-
una prueba de tuberculina positiva33, pero
tante realce tras la administración de con-
no hay que olvidar que una PPD negativa
traste tanto en el disco como en los plati-
no excluye el diagnóstico. En los pacientes
llos. Además se define meticulosamente la
VIH con niveles de CD4 altos, sin otros sín-
existencia de abcesos óseos, epidurales e
tomas de tuberculosis y con PPD negativa
intradurales.
se puede equivocadamente obviar el diag-
nóstico. Siempre que sea posible se debe obte-
ner la confirmación diagnóstica mediante
En la tuberculosis espinal (mal de Pott) histología o microbiología del material
la afectación de más de un área vertebral óseo infectado35. Tanto la PAAF como la
al mismo tiempo (dorsal y lumbar por biopsia se recomiendan sobre todo en el
ejemplo) es rara, pero la afectación de vér- caso de la espondilodiscitis.
tebras contiguas es frecuente. La infección
se localiza preferentemente en la parte El análisis del líquido de artrocentesis
anterior del cuerpo vertebral con desmi- no tiene en el caso de la tuberculosis
neralización y pérdida de la definición del mucha utilidad, si lo tiene y es una de las
borde óseo. Progresivamente el espacio indicaciones la realización de biopsia sino-
intervertebral se oblitera con acuñamiento vial. La realización de PCR para M. tubercu-
y angulación anterior. En algunos pacien- losis en el líquido articular no es un test en
tes se presenta como lesiones puras oste- la actualidad validado y en muchos labora-
olíticas sin afectación del espacio discal34. torios todavía no es un test disponible.
En la artritis tuberculosa se pueden Siempre que sea posible el diagnóstico
encontrar cambios inespecíficos como de confirmación lo obtendremos por
osteopenia yuxtaarticular, lesiones óseas medio de la histología y el cultivo del mate-
localizadas en la periferia y estrechamien- rial obtenido por medio de PAAF o de la
to gradual del espacio interarticular. A biopsia.
estos tres signos radiológicos se les cono-
ce como la tríada de Phemister. Tratamiento
La TC, mielografía y la RNM son de uti- Se basa en el régimen de tres tubercu-
lidad limitada en el diagnóstico de tuber- lostáticos similar a la forma pulmonar. Se
culosis ósea, ya que no existen caracterís- recomienda tradicionalmente una dura-
ticas patognomónicas radiológicas de la ción de tratamiento de 6 meses para cual-
tuberculosis esquelética. quier forma de tuberculosis de cualquier
localización a excepción de la meníngea36.
En las pruebas de imagen en el caso de
la espondilodiscitis va a favor de un origen Se recomienda tratamiento quirúrgico
tuberculoso si se encuentra preservación además del médico en los pacientes con:
y destrucción discal más lenta, con mayor – Déficit neurológico avanzado.
destrucción ósea de platillos, fragmenta-
ción y grandes deformidades cifóticas resi- – Déficit neurológico progresivo a pasar
duales. Formación de abcesos intraóseos y del tratamiento médico.
extensión vertebral vía subligamentaria. – Confirmación diagnóstica.
No se asocia a esclerosis marginal ni
periostitis y son típicos los grandes abce- – Cifosis de más de 40 grados en el
sos frios osifluyentes calcificados y fístu- momento de la presentación.
las a partes blandas. La TC será sobre todo El mejor indicador de la respuesta al
útil para guiar la PAAF o biopsia. tratamiento es la mejoría en la evolución.

158 An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2


TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR

OTRAS MANIFESTACIONES por extensión de foco tuberculoso subya-


cente como los huesos, las articulaciones,
Tuberculosis cutánea tendones o ganglios o bien por extensión
La tuberculosis cutánea fue ya descrita hematógena o linfática desde un foco visce-
en Palestina en los tiempos de Jesucristo, ral. En la forma exógena el bacilo invade la
la escrofuloderma y el lupus vulgar se piel desde el exterior bien en forma de pri-
denominaron como “el mal de los reyes”, moinfección o por reactivación cutánea.
ya que se consideraba que eran curables Las distintas manifestaciones cutáneas
sólo por el contacto con el monarca rei- se pueden clasificar según la infección
nante. haya sido exógena o la diseminación haya
La tuberculosis cutánea sólo constitu- sido endógena (Tabla 4)38.
ye el 1% de los casos de tuberculosis extra-
pulmonar37. En los últimos años ha existido Diagnóstico
una reemergencia asociada al advenimien- El diagnóstico de confirmación requie-
to de la epidemia de VIH en los países re la evidencia del bacilo en las secreccio-
ricos. Es de vital importancia mencionar la nes o en las muestras de biopsia de las
tuberculosis cutánea en la infancia ya que lesiones cutáneas o su aislamiento en el
se observa mundialmente una mayor inci- cultivo. Pero en algunos casos es difícil el
dencia en niños menores de 10 años. aislamiento para lo cual se han empleado
La tuberculosis cutánea principalmente unos criterios diagnósticos (Tabla 5).
es una tuberculosis de reactivación, se pro-
duce generalmente en pacientes que ya han Tratamiento
sufrido una primoinfección pulmonar, ya Se basa en el mismo régimen de trata-
que la primoinfección cutánea es casi miento tuberculostático que la forma pul-
excepcional. La lesión se puede producir monar. Se requerirá desbridamiento qui-

Tabla 4. Clasificación de tuberculosis cutánea.

Tuberculosis por inoculación primaria (completo tuberculoso


Infección exógena primario, chancro tuberculoso)
Tuberculosis verrucosa cutis
Lupus vulgaris
Escrofuloderma
Diseminación endógena Abceso tuberculoso metastático (goma tuberculoso)
Tuberculosis miliar aguda
Tuberculosis orificial

TB debida a vacunación por BCG Becegeitis


Liquen escrofulosorum
Tuberculide papulonecrótica
Tuberculosis Vasculitis nodular
Eritema indurado de Bazin

Tabla 5. Criterios diagnósticos de tuberculosis cutánea.

Cultivo positivo para M. tuberculosis


Criterios absolutos
PCR para M. tuberculosis positiva
Hª clínica y exploración compatibles
TBC activa en otra localización
PPD positivo
Criterios relativos Histología compatible
BAAR presente en la lesión
Respuesta al tratamiento específico

An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2 159


P. Fanlo y G. Tiberio

rúrgico en las formas de escrofuloderma y cuente. Principalmente se describió en


TBC gomosa. pacientes con tuberculosis miliar, espe-
cialmente en aquellos que asociaban
Tuberculosis ocular meningitis. En el estudio de fondo de
ojo se pueden objetivar fundamental-
Puede afectar a cualquier parte del ojo. mente 3 patrones: coroiditis miliar,
En un estudio realizado en España en 1997 tubérculo solitario y tuberculoma.
en 100 pacientes diagnosticados de tubercu-
losis pulmonar se realizó estudio ocular – Uveitis anterior tuberculosa: general-
objetivando que el 18% de los casos presen- mente la forma de presentación es una
taban tuberculosis ocular, además el 60% pérdida de visón unilateral. En la explo-
presentaban infección VIH y más de la mitad ración se objetivan células en la cáma-
no presentaban sintomatología ocular39. ra anterior. Si progresa se puede pro-
La tuberculosis puede afectar tanto ducir una panoftalmitis.
estructuras extraoculares como intraocu- – Retinopatía tuberculosa: la afectación
lares. aislada de la retina es infrecuente Se
suele asociar a extensión de una coroi-
Formas extraoculares ditis. Una forma de vasculitis retiniana
– Tuberculosis orbitaria: es más frecuen- se puede asociar con la infección tuber-
te en niños, por diseminación hemató- culosa sistémica. La enfermedad de
gena o por sunipatía adyacente, el diag- Eales es una vasculitis retiniana asocia-
nóstico se realiza por la histología de la da a tuberculina positiva pero se ha
biopsia. postulado que esta afectación vascular
podría estar en relación a una reacción
– Tuberculosis palpebral: ocurre por autoinmune de los vasos de la retina a
extensión de la tuberculosis en la piel, la infección tuberculosa.
lupus vulgaris o como abceso palpe-
bral. La afectación del tarso puede pre- – Toxicidad ocular por fármacos tuber-
sentarse como un abceso o una masa culostáticos: el etambutol, fármaco de
chalación-like. primera línea en el tratamiento de la
tuberculosis, causa toxicidad ocular, en
– Dacrioadenitis tuberculosa: es indistin- forma de neuritis óptica.
guible de la bacteriana. Se sospecha
ante la ausencia de respuesta al trata- El tratamiento de la tuberculosis ocular
miento antibiótico de amplio espectro. se realiza con el mismo régimen que el uti-
– Conjuntivitis tuberculosa: se puede lizado en la tuberculosis pulmonar. En la
presentar en forma de úlcera, nódulo afectación retiniana se recomienda asocia-
subconjuntival, pólipo pediculado y ción de corticoides en dosis de 60 a 80 mg
tuberculoma conjuntival. El diagnósti- vía oral al día.
co requiere la biopsia.
– Queratoconjuntivitis tuberculosa: se CONCLUSIONES
presenta como dolor ocular y fotofo- – La TB extrapulmonar, en su conjunto,
bia. Se acompaña de linfadenopatía, supone el 10-20% del total de TB que
uveitis anterior y /o conjuntivitis. padecen los enfermos inmunocompe-
– Tuberculosis escleral: es de gran difi- tentes.
cultad diagnóstica. Se debe sospechar
– Su presencia se incrementa en las per-
ante la evidencia de escleritis en un
sonas portadoras de algún grado de
paciente con tuberculosis activa en
inmunodeficiencia.
otra localización.
– Si exceptuamos la afectación pleural, la
Formas intraoculares TB ganglionar es la forma más frecuen-
te.
– Coriditis tuberculosa: fue la forma más
precoz descrita de tuberculosis intrao- – La casi totalidad de las TB extrapulmo-
cular y sigue siendo la forma más fre- nares tienen baciloscopia negativa.

160 An. Sist. Sanit. Navar. 2007 Vol. 30, Suplemento 2


TUBERCULOSIS EXTRAPULMONAR

– En un alto porcentaje de casos existe tuberculosis in nothern Germany: a clinical


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– Salvo escasas excepciones el trata- 12. ARTESNTEIN AW, KIM JH, WILLIAMS WJ, CHUNG
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