EL PODER DE L A PREDICACION

Una oportunidad Raimondi dijo: “El Perú es un mendigo sentado en un

banco de Oro” tratando de expresar que teníamos muchas riquezas y no
sabias aprovecharlas para nuestro beneficio.

Igualmente ocurre con la mayoría de los creyentes, que no saben la

capacidad y el poder que poseen dentro de su vida, por lo cual viven de
la caridad o limosnas de otras personas desaprovechando los recursos
que dentro de sí.

Esto me hace recordar la historia de un hombre que ahorro para viajar

desde Europa hacia América, y una vez que compro su boleto compro
unas provisiones para su viaje, pero como el viaje era largo se le
acabaron las provisiones y cada día que pasaba por el comedor veía
como se alimentaban en el comedor los pasajeros. Y el último día de
viaje casi al bajar hizo amistad con una persona y esta le pregunto como
tantos días de viaje no lo había visto en el comedor; y el respondió que
no sabia que tenia derecho a la alimentación, y al ver este amigo su
boleto vio que efectivamente le correspondía la alimentación.

Muchas veces ocurre lo mismo con los creyentes que no conocen todos
los beneficios de su nueva vida en Jesús.

Esa es la razón por la cual todo creyente debe de saber lo que tiene.

“Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. Entonces él

les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro dijo:
No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”. Hech. 3: 4-6

Pedro sabía lo que tenía ¿Tu sabes lo que tienes?

El era consciente que el poder de la predicación estaba depositado en su

vida y que tenía autoridad en el nombre de Jesús.

PREDICACION: Declarar, Proclamar, Anunciar, Pregonar.

Mucha gente anda sin rumbo en la vida en busca de soluciones para

todos sus problemas y recurren a, Brujos, adivinadores, lindas brujitas,
traga monedas bingos, y lo que lo único que hacen es atar más sus
vidas.

Sin embargo la solución para todos sus problemas están en las manos
de los creyentes es decir nosotros. La predicación es el gran tesoro de
Dios depositado en nuestras vidas.
 “Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a
Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por
amor de Jesús. Porque Dios, que mandó que de las tinieblas
resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros
corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios
en la faz de Jesucristo.
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la
excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”. 2Cor. 4: 5-7

Tenemos un Evangelio completo.-

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el
que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los
que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán
nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren
cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán
sus manos, y sanarán”. Mr. 16:15-18

“El Espíritu del Señor está sobre mí,

Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor”. Luc. 4: 18-19

Sin embargo este mensaje o proclama necesita de un mensajero, para

anunciar las buenas nuevas de Dios, dar a conocer que el trae libertad a
los cautivos y los oprimidos.

ROL O IMPORTANCIA DEL HOMBRE.

 Por esta razón el carácter y el resultado del evangelio de Dios ha

sido confiado, delegado al mensajero (predicador).
 El mensajero es canal a través del cual fluye el aceite divino.
 El mensajero hace y deshace el mensaje de Dios para el hombre.
 El mensaje crecerá si el mensajero crece.
 El mensaje será poderoso si el mensajero es poderoso.

Por esta razón podemos decir que el hombre es el canal o medio a

través del cual Dios hace llegar al hombre el mensaje de salvación y
vida a la humanidad.
Si no hay hombres ni mujeres para transmitir este mensaje quedará
lejos del hombre, Rom 10: 14-15.

El Señor nos ha confiado su gran tesoro y este es el de la predicación

con el fin de que tu y yo levantemos nuestra voz, en medio de un mundo
que cada día se pierde mas y mas.
Pablo dijo: “Porque no me avergüenzo del Evangelio porque es Poder de
Dios”

“Yo se en quien he creído”.

“Yo se lo que tengo”.
Ahora ya sabes lo que tienes: Poder, Unción de Dios para traer libertad a
los cautivos y oprimidos.