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Fecha: 20 de abril de 2005 Versión Doc: 1.0
Autor email: Eva. Auto doc: Maria Eugenia Flores-Quijano
Recopilado por: Dani (trufio) Origen Doc: email
Título: Mastitis Humana
Asunto: Inflamación de la glándula mamaria que se presenta en el postparto
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El contenido de este documento está recogido a través de un correo-e. La publicación en este documento es meramente
de difusión pública debido a su interés en opinión del recopilador y debe ser acogida como tal. Gracias.

Mastitis Humana
MARÍA EUGENIA FLORES-QUIJANO*
*Jefa de Departamento de Investigación en Nutrición. Instituto Nacional de Perinatología (INPer)
PUBLICADO EN: CUADERNOS DE NUTRICIÓN • VOL 28 NÚM. 2 • MARZO/ABRIL 2005

Introducción
La mastitis se define como la inflamación de la glándula mamaria que se presenta en el posparto.
La causa primaria de este padecimiento, es la acumulación de la leche en el tejido mamario por el
abandono repentino de la lactancia o por una disminución en la efectividad de la extracción de la leche.
Estas condiciones, desencadenan un proceso Inflamatorio que va desde una fase subclínica que se
manifiesta por cambios en la concentración de algunos componentes de la leche, hasta la mastitis clínica
que presenta una serie de síntomas dolorosos y molestos para la mujer.

La mastitis, es una causa frecuente del abandono de la lactancia humana y es un factor que
Incrementa el riesgo de transmisión vertical, es decir, las Infecciones pasan directamente de la leche
materna al bebé como el VIH/SIDA. Paradójicamente, se trata de un problema que se puede prevenir
mediante una intervención sencilla de consejería, por lo que es importante dedicar este espacio para
comentar causas, factores de riesgo y recomendaciones para su prevención y manejo.

¿Por qué se presenta la mastitis?


Durante los primeros días posparto, se inicia la secreción láctea controlada por factores endocrinos
(disminución de progesterona y la presencia constante de prolactina), acompañados por una transformación
del tejido de la glándula mamaria en la cual las células alveolares, que son las células productoras de
leche, se adhieren entre si por medio de juntas herméticas, para formar una barrera impermeable entre la
leche y el líquido extracelular. Como resultado de lo anterior, entre el cuarto o quinto día incrementa la
síntesis y secreción de leche, la cual a diferencia del calostro, posee menos iones monovalentes, incluido el
sodio y más lactosa.
A partir de este momento, la lactancia queda establecida y la presencia de las hormonas sigue
siendo Indispensable para que la producción se mantenga, sin embargo el factor determinante del volumen
de leche que se produce y de que la lactancia sea exitosa es la eficiencia y la frecuencia con la que se
extrae la leche de la glándula.
El repentino abandono de la lactancia o bien una Incorrecta técnica o práctica del
amamantamiento, pueden resultar en la acumulación de leche en la glándula mamarla que si no es
extraída en el corto plazo, desencadena una serie de respuestas que pueden terminar en mastitis:
a) En primer lugar, se manifiesta una pérdida en la permeabilidad de la barrera que forman las
células alveolares y por lo tanto, un aumento en la concentración de iones como el sodio y una disminución
de la lactosa en la leche.
b) Disminución en el volumen de leche, lo cual según varios autores se debe a un mecanismo
autócrino local de retroalimentación el cual está mediado por un factor químico, que ha sido identificado
como una proteína del suero denominado "FIL" por sus siglas en inglés (feedback inhibitor of lactation.
Inhibición de la lactancia por retroalimentación), el cual actúa mediante un efecto dosis-respuesta a través
del ciclo de vaciado-llenado de la glándula. También se ha postulado que este factor es el responsable de

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ocasionar la apertura de los canales interalveolares. Lo anterior se traduce en que cuando la leche no se
extrae de la glándula, el FIL se acumula e inhibe que más leche se siga produciendo, aumenta la
permeabilidad y modifica la concentración de los iones y lactosa. Debido a que es un factor que actúa a
nivel local, sólo actúa en el pecho o incluso sobre el sector del pecho en el que la leche se ha acumulado.
Si posteriormente, se extrae la leche que se había acumulado, se reestablece la producción y la
composición vuelve a lo normal.
c) La acumulación de la leche en los alvéolos, produce una respuesta inflamatoria, que se ha
demostrado por el aumento de agentes de inflamación como son las interleucinas 1 (IL-1, IL-6, IL-8, e IL-
12) en la leche, las cuales tienen la función de proteger a la glándula en contra del desarrollo de una
infección.
Recientemente, investigadores en el campo de la lactancia humana, han establecido una definición
de mastitis subclínica en función del aumento en la concentración de sodio y de interleucinas
proinflamatorias, específicamente la IL-8. Sin embargo, los estudios que se han llevado a cabo hasta este
momento, no han logrado esclarecer si esta inflamación subclínica, se debe a la éstasis de leche en la
glándula como se explicó anteriormente, a la respuesta ante una infección o inflamación sistémica o bien a
la presencia de una infección local que no ha sido diagnosticada.
La mastitis clínica humana por otro lado, se refiere a la inflamación en presencia de signos y
síntomas, los cuales pueden ser locales como: dolor, eritema, congestión y consistencia dura y caliente de
los pechos; y sistémicos como temperatura elevada, malestar y sensación de gripe (cuerpo cortado,
escalofríos). En general, la mastitis clínica puede ser de tipo estéril o infeccioso. Se ha propuesto que la
aparición de síntomas, en ausencia de infección, es el resultado del aumento en la permeabilidad del
tejido alveolar, debido al paso de proteínas desde leche y sangre hacia el espacio intersticial que producen
el edema; por otra parte las citocinas presentes en la leche, ingresan a la circulación y originan una
respuesta sistémica; asimismo es posible que otras sustancias que se desplazan en este sentido produzcan
una reacción antigénica.
La mastitis clínica infecciosa humana, se presenta cuando la estasis de la leche no se resuelve y el
mecanismo natural de enjuague que promueve el flujo de salida de la leche se pierde, la protección que
confieren los factores inmunológicos e inflamatorios de la leche es sobrepasada y se crean condiciones
favorables para la proliferación de microorganismos. Los agentes infecciosos más frecuentemente
implicados en la infección mamaria son: el Staphylococcus aureus y el Staphylococcus coagulasa negativo,
eventualmente también se aislan otros agentes como son el Streptococcus faecalis y enterobacterias como
Escherichia coli y Klebsiella pneumoniae. De igual forma se han documentado casos de mastitis causados
por levaduras como la Cándida albicans.

Consecuencias de la mastitis humana


La mastitis puede traer consigo consecuencias negativas sobre la práctica de la lactancia, el
crecimiento y estado de salud del recién nacido y el bienestar de la madre.
El abandono temprano de la lactancia materna, ha sido identificado por diversos estudios como una
de las consecuencias de la inflamación de la glándula mamaria. Esto puede estar indirectamente
relacionado con la percepción de la mujer de no producir suficiente leche, como consecuencia real del
estancamiento de la teche de la glándula mamaria, o bien directamente por el dolor y los problemas de un
cuadro de mastitis clínica que hacen a la mujer optar por otra forma de alimentación infantil. Incluso, hay
mujeres que argumentan haber abandonado la práctica de la lactancia, como consecuencia del rechazo de
su hijo de amamantar, lo cual se pudiera deber a un cambio en el sabor de la leche debido a la elevada
concentración de sodio.
En estudios llevados a cabo en Bangladesh y en Estados Unidos, la concentración alta de sodio se ha
asociado con una menor ganancia de peso en los niños, incluso también ha sido asociado con cuadros de
desnutrición, deshidratación e hipernatremia entre el día 10 y 15 posparto. Los autores, han propuesto que
esto se puede deber a un insuficiente consumo de leche debido a una inadecuada técnica y práctica de la
lactancia que trae como consecuencia una infrecuente e inefectiva extracción. Otro posible mecanismo es
que la presencia de interleucinas proinflamatorias en la leche podrían dañar el intestino del bebé y
disminuir la absorción.
Por otro lado, se ha observado, que la apertura de los canales interalveolares aumenta el riesgo de
la transmisión vertical del virus del SIDA a través de la lactancia. En un estudio llevado a cabo en Malawi se
observó que las mujeres VIH positivas cuya leche tenia una concentración de sodio consistente con
mastitis, tenían una carga de virus en la leche de 920 copias mL, mientras que las mujeres con una
concentración normal de sodio tenían una cantidad indetectable del virus. Lo anterior, aumenta
sustancialmente la exposición oral de los niños al virus y la posbilidad de contraerlo. El mismo estudio

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informó que el riesgo de transmisión fue del doble en las mujeres con mastitis en comparación con las
sanas.
En cuanto al bienestar de la mujer, la mastitis puede hacer de la lactancia materna una
experiencia incómoda y dolorosa; que si no se cuida y se trata adecuadamente puede volverse un problema
crónico, progresar a formar un absceso mamarioque requiera de cirugía para su eliminación o incluso poner
en riesgo la vida de la mujer si se convierte en una septicemia.

Factores de riesgo
Debido a que la principal causa de la mastitis es la acumulación o estasis de leche en la glándula
mamaria, la mayoría de los factores de riesgo que se han descrito están íntimamente relacionados con el
riesgo de la mujer de tener una extracción infrecuente, incompleta e ineficiente de la leche a través del
empleo de una práctica y técnica de amamantamiento inadecuadas.
• La frecuencia con la que se ofrece el pecho, es un factor que determina la efectividad de la
extracción de la leche. El número de veces y la regularidad con la que se necesita amamantar a un bebé
están definidos por la capacidad de almacenamiento de los pechos de la mujer (lo cual no necesariamente
está determinado por el tamaño de los pechos y puede ser distinto para el derecho e izquierdo) y por el
apetito del bebé. Por lo que la imposición de un horario estricto, puede hacer que el niño no reciba
suficiente leche o que al contrario, no tenga hambre cada vez que se le pretende amamantar y producir
acumulación de leche en la glándula. Lo que se sugiere es que la lactancia se practique a libre demanda.
• El grado al que se logra extraer la leche del pecho, tiene que ver con otras prácticas de lactancia
y la técnica de amamantamiento que sean empleadas:
* La suplementación con otros alimentos, lo cual trae como consecuencia que el bebé tenga menor
apetito y demande menos leche de su madre, lo que hará que parte de ésta se quede estancada.
* Una manera incorrecta de alternar entre los pechos ya sea por que se quiere imponer un tiempo
límite de succión en cada uno, por ejemplo 5 minutos de un lado y 5 del otro, o bien por que la mujer tiene
la percepción de que su bebé prefiere amamantar de un lado, o incluso ella encuentra mayor comodidad al
ofrecer algún pecho, esto también puede predisponer a que la leche se acumule en alguno de los dos. En
este caso la sugerencia es que se permita que el bebé amamante de un pecho hasta que lo suelte
espontáneamente, lo cual se puede interpretar como que ha quedado "vacío". En seguida se le puede
ofrecer el segundo pecho, si todavía tiene hambre, lo tomará para continuar con la tetada. Si no lo toma es
que ha quedado saciado, la siguiente tetada tendrá que comenzar con el pecho que se ofreció en segundo
lugar.
*La técnica de amamantamiento, es decir la posición que la mujer emplea y la forma en que se
acomoda a su bebé al momento de ponerlo al pecho para que éste tome la areola y el pezón y pueda
succionar
Algunos estudios, han relacionado ciertos factores sociodemograficos con la presencia de mastitis,
sin embargo, es importante resaltar que la relación que tienen con que la mujer padezca mastitis está
asociada con el efecto que pueda tener el indicador sociodemográfico sobre la práctica y técnica de
amamantamiento.
En cuanto a la edad de la mujer, por ejemplo, un estudio en Estados Unidos informó que el grupo
de mujeres mayores de 30 años de edad, presentaron una mayor incidencia de mastitis, sin embargo se
encontró que era más probable que las mujeres en este grupo de edad tuvieran un empleo a las siete
semanas posparto, en comparación con las mujeres más jóvenes. Esta asociación entre el empleo y la
presencia de mastitis también ha sido descrita en otros estudios. Otro factor de riesgo de tipo
sociodemográfico que ha sido referido en la literatura, es si la mujer ha tenido experiencias previas de
lactancia materna. Un estudio llevado a cabo en Australia, describió que las mujeres que amamantaban por
primera vez y las que ya tenían experiencias previas, eran vulnerables a diferentes causas de estasis de
leche y mastitis. Las que lo hacían por primera vez, tenían más dificultad para acomodar a su bebé al
pecho, dolor en el pezón y practicaban tetadas más cortas, mientras que las mujeres que habían
amamantado antes, tenían historia previa de haber padecido mastitis, además de que el presente episodio
de mastitis se asociaba con estrés.
Por otro lado, se ha documentado la posible intervención de factores predisponentes de tipo
biológico en el desarrollo de un proceso de inflamación en la glándula mamaria corno son: la deficiencia de
algunos nutrimentos como el hierro, la vitamina A y el selenio, que podría disminuir la respuesta inmune de
la mujer; otros factores de tipo psicológico como el estrés y el cansancio, que también pueden
comprometer al sistema inmunológico.

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Frecuencia
Existe controversia sobre la prevalencia de las alteraciones inflamatorias de la glándula mamaria
Estudios llevados a cabo en países desarrollados, han informado incidencias muy distintas, que van desde
2.5% hasta 33%. Estas diferencias pueden deberse a la falta de una definición estándar, de una clasificación
consistente del padecimiento, así como a las limitaciones metodológicas en los estudios o bien, a
diferencias en el riesgo de padecer estos problemas entre las diferentes poblaciones que se han estudiado.
Sin embargo, en estudios prospectivos recientes, realizados en Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos,
se han encontrado cifras que coinciden en el Intervalo de entre el 10 y el 20%.
Debido a la variable exposición a los diversos factores de riesgo que tienen las poblaciones en
países en vías de desarrollo en comparación con las de los países ricos, sería incorrecto pensar que
presentan cifras de mastitis semejantes. Sin embargo, no se tiene conocimiento de estudios de cohorte de
tipo prospectivo llevados a cabo en estos países. Al respecto, se han postulado dos hipótesis: por un lado se
cree que el riesgo podría ser más alto que en los países con mayores ventajas económicas, debido a que la
lactancia en los países más pobres, se practica en general por períodos más prolongados y en condiciones
de higiene desfavorables. Una posición opuesta, propone cifras más bajas que en los países ricos, debido a
que las mujeres que viven en comunidades de países pobres gozan, aparentemente, de una educación
Informal sobre la adecuada práctica de la lactancia, gracias a su interacción con la familia extendida que
les previene de presentar acumulación de leche en los pechos y problemas que desencadenan los trastornos
Inflamatorios en la glándula. También se propone que de acuerdo con la "hipótesis del exceso de higiene"
propuesta por Rook y Stanford, que Indica que las mujeres expuestas a condiciones de insalubridad,
desarrollan un sistema inmunológico más fuerte, con la capacidad de contrarrestar de forma más eficiente
Infecciones como la mastitis, que las mujeres que han vivido en condiciones de higiene muy estrictas.
En cuanto a mastitis subclínica, recientemente se han realizado estudios en comunidades pobres de
tres países en desarrollo en los que se han cuantificado la concentración de iones monovalentes y factores
inmunológicos en la leche de mujeres lactantes, como indicadores de Inflamación, sin embargo, ninguno de
ellos se trata de un estudio prospectivo diseñado para conocer prevalencia representativa. En Bangladesh,
se han llevado a cabo 2 estudios, el primero en la población de Matlab, el cual Informó prevalencias de 25%
y 12% a las dos semanas y tres meses posparto respectivamente, mientras que en una comunidad rural de
Chittagong, se encontró 25% a las 5 semanas posparto. En Tanzania v Malawi. las cifras que se encontraron
fueron de 12%y 15.6%a los tres y uno y medio meses posparto respectivamente.
Es importante mencionar que no se ha descrito la prevalencia de estos trastornos en nuestro país y
que actualmente se está llevando a cabo un estudio transversal descriptivo en el Instituto Nacional de
Perinatología con el fin de dar un primer acercamiento a la magnitud de este fenómeno.

Evaluación de la lactancia y diagnóstico de la mastitis


La evaluación de la lactancia se debe basar en:
a) Interrogatorio sobre las características de la práctica de la lactancia (frecuencia, si es exclusiva
o mixta etc.) así como algunos antecedentes que pudieran dar indicio de alguna causa o factor de riesgo
específico.
b) Observación a la tetada para valorar la técnica de amamantamiento.
c) Exploración física de la glándula mamarla para detectar algún signo o síntoma físico que indique
: problemas con la lactancia o la presencia de mastitis clínica.
El diagnóstico específico de mastitis subclínica se ha realizado con fines de Investigación, y
requiere del análisis bioquímico de una muestra de leche, para determinar la concentración de sodio como
indicador de estado de la permeabilidad del tejido mamario (la concentración normal de sodio en la leche
es de 5 a 6 mmol/L, se ha propuesto que una concentración mayor a 12 mmol/L, equivalente a más de tres
desviaciones estándar o bien la relación entre el sodio y potasio, la cual se utiliza para controlar la
variación del sodio durante la tetada , es Indicador de aumento en la permeabilidad cuando es mayor a
0.6) y de la cuantificación de indicadores de inflamación como la IL-8. Es importante mencionar que debido
a que el problema puede ser unilateral se toma una muestra de cada pecho y se analiza
independientemente.
Thomsen y Moller en 1983, propusieron unos criterios para el diagnóstico y diferenciación de la
mastitis infecciosa y no infecciosa con base en las cuenta de leucocitos y bacteriológica de muestras de
leche, y propusieron tres categorías: Estasis de leche (leucocitos <106/mL, y muestra estéril o con la
presencia de flora de piel), mastitis no infecciosa (leucocitos >106/mL, y <103/mL bacterias) y mastitis
infecciosa (leucocitos >106/mL, y >103/mL bacterias). Sin embargo hay un estudio que propone tomar con
cautela estos indicadores, ya que las cuentas microbiológicas no siempre corresponden a las cuentas
elevadas de leucocitos. Adicionalmente se ha observado que con cuentas bacterianas muy bajas se han
aislado agentes patógenos que causan infecciones localizadas. Se propone que esta situación se debe a que

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en contraste con la ubre de las vacas (en donde todos los conductos drenan la leche a una cisterna común
antes de ser extraída), en la glándula mamaria humana, la leche se secreta desde sectores independientes
que fluyen hasta los pezones sin haberse mezclado. Además si uno de los conductos se encuentra
bloqueado, puede ser que la muestra no incluya leche del sector afectado.

Tratamiento
Existen cuatro principios para el tratamiento de la mastitis que son: la consejería de apoyo en la
técnica y práctica de la lactancia, el tratamiento de los síntomas y el uso de antibióticos; los cuales son
utilizados dependiendo del tipo y la gravedad de los sintomas
Consejería de apoyo, se refiere a la información y a la motivación que la mujer necesita en ese
momento, aunque seria mejor adquirir esa información desde antes. Normalmente estos episodios tienen
un efecto negativo sobre la confianza que siente la mujer sobre su capacidad de seguir amamantando y de
producir suficiente leche para su hijo además de que se percibe ansiosa y fatigada. Cuando son episodios
dolorosos y con clara evidencia de inflamación y de infección la mujer duda sobre la seguridad de seguir
ofreciendo su leche "infectada" a su hijo. Es importante aclarar cualquier duda que tenga la paciente y las
personas que pudieran influir sobre la decisión de la mujer de continuar amamantando y motivarlos a que
siga amamantando ya que incluso eso la hará sanar más pronto.
La consejería en práctica y técnica de lactancia, para promover una eficiente extracción de la
leche de la glándula.
El tratamiento de los síntomas, lo cual muchas veces es suficiente para que la mujer se sienta
mejor, cuando lo que presenta es una inflamación en ausencia de infección. Lo que se recomienda es que
se evite usar ropa que haga presión sobre el pecho, descanso, utilizar calor húmedo antes de la tetada o de
la extracción de la leche, dar masaje con cuidado en la zona afectada para que la leche fluya con mayor
facilidad y tomar líquidos. Cuando sea necesario también se puede tomar algún analgésico como el
ibuprofeno o paracetamol.
El tratamiento con antibióticos es necesario cuando se ha realizado un cultivo en la leche que
indique la presencia de infección, la mujer tiene grietas en los pezones que pudieran estar infectadas, los
síntomas son muy severos desde el principio del episodio o bien, cuando los síntomas no disminuyen
después de 12 a 24 horas de que se ha mejorado la extracción de la leche. Es importante que el médico sea
quien determine el tipo de antibiótico que se necesita para erradicar al microorganismo especifico que está
causando el problema y que sea compatible con la práctica de la lactancia. Asimismo es muy importante
que la mujer complete el tratamiento por el tiempo indicado para evitar recaídas y que se convierta en un
problema crónico.

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