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PROBLEMAS AMBIENTALES EN LAMBAYEQUE Por: Eleazar Mario López Mesones Chiclayo,

06.11.2007 Los problemas ambientales están causando la destrucción de los ecosistemas


naturales, poniendo en inminente riesgo nuestra condición de seres humanos y, por ende, de
la vida social en Lambayeque, al acabarse definitivamente, los recursos naturales. La
degradación ambiental en Lambayeque, es sumamente grave: depredación de los recursos
naturales bióticos y disturbación-destrucción de los ecosistemas de montaña, originada por la
voracidad de la actividad minera, de origen transnacional, como está aconteciendo en
Kañaryaku (Kañariaco) y Qiwamarka (Jehuemarca), en el distrito de Kañaris. Además de una
intensa contaminación en las principales ciudades costeñas y rurales. De manera, que el agua,
el suelo (salinización), parte de las áreas de las Cuencas Atmosféricas, el litoral del Pacífico y las
Islas de Lambayeque, presentan efectos de esta contaminación, de diversos orígenes y
fuentes.

Es insoslayable tener en cuenta, que en la vegetación, flora y fauna, la destrucción y la


ausencia de estudios científicos e inventarios especializados, agrava más esta situación, por
cuanto existen zonas con “vacíos de Información”, localizadas en plena vertiente oriental de la
Cordillera Occidental de los Andes, principalmente en la frontera de Kañaris con el distrito de
Querocotillo y, en los flancos andinos de la Vertiente Occidental del Pacífico, como el Bosque
de Samanga de los centros poblados de Huallabamba y Santa Lucía, en Kañaris.

Entonces, los bosques andinos con predominio forestal, de Cascarilla (que son un relicto en
Penachí, Salas), chachacoma, panchos, cedro, guayacán, morero, acerillo, lanche; ahora, sólo
son “muestras” de un pasado florístico diferente. El año 1994, el joven Felipe Tapia, en los
bosques de La Palma, había cazado un cotomono, confirmando la existencia, por ende, de este
primate, en los pisos bioclimáticos orientales de Kañaris. Estos procesos antrópicos están
generando la destrucción, no sólo de las especies, sino de los ecosistemas; alterando los ciclos
ecológicos y biogeoquímicos. Los Ambientes de Lambayeque. Diversos factores ambientales,
Corrientes Oceánicas y procesos naturales (Corriente Peruana o de Humbolt, Contracorriente
Superficial del Perú, Corriente Oceánica Peruana; Eventos ENSO y la Niña, el Anticiclón del
Pacífico Sur, los Vientos Alisios, la baja altitud de la Cordillera de los Andes, evidenciada en la
Deflexión de Huancabamba y sus áreas de influencia, como los ecotonos de Chiñama-
Laquipampa; el afloramiento marino frente a nuestro litoral: entre los principales),
relacionados con la ubicación geográfica de Lambayeque, han originado una diversidad
extraordinaria de ecosistemas, con inclusive diferentes pisos bioclimáticos y una singular biota,
con especies de “Vegetación Lomal” en pleno desierto (nuestro desierto es prolongación del
Desierto de Sechura) del cerro Reque, donde en forma increíble existen especies florísticas de
Ichu y orquídeas rupícolas. Es por eso, que el “amancae”, Ismene amancaes, restringida a las
lomas de Lima y, en tiempos geológicos anteriores, hasta Arequipa en la Costa y Abancay, en la
zona Andina; se colectó y determinó en la zona de Kerguer (distrito de Salas) a 1500 msnm, en
Lambayeque. El “mito” de las Lomas de Lurín, en Lima, también ha sido encontrado en este
departamento, por el destacado Biólogo, Botánica, Santos Régulo Llatas Quiroz. (Vegetación y
Flora del Perú, Santos Llatas Quiroz, Lambayeque, 2002, pág. 209). Y también es preocupante,
que no existan estudios integrales de flora y fauna, con mamíferos y megamamíferos en
extinción, como el Tapirus pinchaque (sachavaca), los sajinos, úrsidos (el oso de anteojos),
sajinos , felinos (puma y tigrillo) y los cérvidos con astas; los armadillos (sobresale el
Quirquincho) y los cotomonos, ahora casi no predominan.
Sobre ornitología, la información a nivel académico, es casi inexistente en las universidades e
instituciones estatales. Faltan estudios sobre las aves de los ecosistemas de Lambayeque,
principalmente de la zona de la “Nefelohílea”, (ecosistemas de montaña, bosques nublados,
bosques de neblina, bosques de brumas, bosques de lluvias, bosques montanos, Ceja de Selva
Alta), donde es posible que predominen aves nocturnas, aún sin identificar (recordemos que
las fantásticas narraciones orales sobre la “cuda”, son parte de la literatura oral quechua del
campesinado de Kañaris. (Se relata que en las noches, aparece un ser mefistofélico –el diablo-
encarnado en la cuda, ave maléfica. Emite unos cantos lastimeros y es señal de que va a
acontecer un hecho letal e, incluso, va a morir el que ha escuchado sus “gritos”.) El
esplendoroso vuelo del Cóndor y el plumaje –bellísimo- verde-turquesa del pilko, con el ágil
vuelo del picaflor, así como de las especies del “tucán andino” de los bosques de Popa (cerca al
Centro Ceremonial de Congona, en Kañaris), con las “turrichas”; son muestras de esta atractiva
belleza ornitológica, junto con los “Cortarramas” de los Bosques de Pomac. Entonces, aquí
tenemos un grave problema ambiental: inexistente información especializada y científica sobre
todos los ecosistemas de Lambayeque, con sus características bioclimáticas e inventarios de
vegetación, flora y fauna y, por lo tanto, ausencia de conservación sistemática y monitoreo
sobre el estado actual de la biota, su distribución y población; representada en mapas
temáticos.

Los problemas ambientales están causando la destrucción de los ecosistemas naturales,


poniendo en inminente riesgo nuestra condición de seres humanos y, por ende, de la vida
social en Lambayeque, al acabarse definitivamente, los recursos naturales.

Islas y Afloramientos Marinos. Es así, que entre los diversos ambientes, tenemos a las Areas
Insulares, con presencia de vestigios arqueológicos posiblemente de origen Mochica, para
extracción de fertilizantes naturales, producto de las aves guaneras; con presencia de recursos
hidrobiológicos marinos, cefalópodos y moluscos, con las “aves guaneras”. Estas áreas
insulares representan a antiguos ecosistemas, desaparecidos en el tiempo geológico. Las
corrientes marinas y, especialmente la Corriente Peruana, están asociadas a los “Bancos de
Peces” del litoral lambayecano, uno de los siete bancos de recursos hidrobiológicos del Perú,
con una alta biota marina para consumo humano e industrialización. Su presencia es bastante
beneficiosa para la vida social. Las embarcaciones pesqueras de gran dimensión, depredan
con bastante éxito estos recursos hidrobiológicos, llevándolos a sus mercados donde los
precios son muy elevados. Estos “afloramientos” son vitales para los pescadores de los
litorales de San José, Santa Rosa, Pimentel, Puerto de Eten y, en la frontera con La Libertad,
Punta de Chérrepe. Sin embargo, el vertido de las Aguas Residuales Domésticas (ARD) y los
desechos del procesamiento pesquero (“sanguaza”), están contaminando intensamente el
litoral del Pacífico de Lambayeque. Es necesario ver, que en Playa de Lobos, existe una planta
de petróleo de Petroperú. Entonces, la contaminación del mar, por el vertido de las aguas de
los colectores urbanos, con residuos orgánicos, afecta a los peces del litoral (los peces
consumen estos residuos orgánicos de origen antrópico). Como efecto negativo, la pesca a
“Chinchorro”, también acaba con las poblaciones de “alevines”.

En los puertos de Lambayeque se pueden observar las emisiones líquidas en contacto directo y
en plena “playa” (Pimentel y Puerto Eten, así como San José y Santa Rosa), con aves marinas
que los circundan. Hasta casi es su nuevo habitat. Litoral y Desierto de Sechura en
Lambayeque. El litoral lambayecano está formado por diferentes geoformas y afloramientos
rocosos de origen volcánico y plutónico, en algunos casos: Las Rocas, en Pimentel y el Morro,
en Puerto Eten, con evidencias de Gabro (roca de origen magmático y perteneciente –es
posible- al Batolito de la costa-. Incluso, hay “vegetación lomal” en esta zona. Los humedales,
ahora muy restringidos, fueron una fuente de alimentos y recursos para la pesca, como los
totorales. La alfarería mochica ha registrado en los “wakos”, a la próspera diversidad biológica
de aquellos tiempos. Ahora, la salinización, intensificada por el inadecuado uso del agua
agrícola y el vertido de los drenes, han –casi- desaparecido estos ecosistemas. Se pueden
observar entre Puerto Eten y Reque. Aquí, se desarrolló la Formación Social de Cerrillos y,
ahora se puede efectuar una reconstrucción de este habitat. Pero, los Residuos Sólidos
Domésticos (RSD) y las bolsas de plástico, contaminan estos ecosistemas. El Desierto de
Lambayeque, que es una prolongación del Desierto de Sechura (Piura), se caracteriza por la
humedad estacional y escasez de lluvias, con excepción de los eventos El Niño (ENSO). Es por
esto también, que tenemos a la “Vegetación Lomal” del cerro Reque y del Puerto de Eten (la
“Vegetación Lomal también está en condición de relicto, en Punta Illescas, Piura). Este
ecosistema tuvo un auge florístico y faunístico muy significativo, es pasados tiempos
geológicos. Hoy, decenas de kilómetros, en el sur de Chiclayo, desde las áreas adyacentes al
cerro Reque, hasta el cerro La Guitarra (en Mocupe, distrito de Lagunas), están coberturados
por toda clase de Residuos Urbanos. Y, más aún, es uno de los únicos lugares del mundo,
donde se ha oficializado el “ecocidio”, convirtiendo a este ecosistema en un “botadero de
residuos sólidos urbanos”; PUES, Chiclayo no cuenta con Relleno Sanitario. Este es un
problema ambiental que puede ser letal para la población humana. De inmediato, el
ecosistema del Desierto de Reque, donde está esta singular “Formación Lomal”, debe ser
declarada Area Natural Protegida, por su importancia local, regional y mundial. Antes, en estos
ecosistemas, ramoneaban los cérvidos, los felinos, los mamíferos menores y, predominaban –
es posible- los algarrobales, faiques, arbustos, cactáceas, oxalidáceas, orquídeas, las
herbáceas, solanáceas, bromelias, begonias, calceolarias y, el increíble ichu; con una variada
flora y fauna, muy diferente a la actual. Este es un serio problema ambiental, que afecta
directamente nuestra condición de seres humanos en esta parte del planeta Tierra. En las
fronteras del Desierto, se ha desarrollado una vegetación xerofítica y como geoforma, resaltan
las dunas. Al ingresar a la ciudad de Lambayeque y en sus contornos, se observa una
gigantesca duna de origen Pleistocénico, utilizada como fuente de agregado de construcción:
la arena.

En el trayecto al cerro La Guitarra, se notan dunas medianas en permanente formación por la


intensa corriente del viento que erosiona el suelo de origen aluvial-fluvial.

Los problemas ambientales están causando la destrucción de los ecosistemas naturales,


poniendo en inminente riesgo nuestra condición de seres humanos y, por ende, de la vida
social en Lambayeque, al acabarse definitivamente, los recursos naturales. Bosques Secos y
Flancos Occidentales de los Andes. El principal problema ambiental en estos ecosistemas, es
la deforestación selectiva, como el palo santo, guayacán, zapote, algarrobo y, últimamente el
faique. Este último recurso forestal es utilizado para construir lanchas (su costo oscila entre
$50 a $150 000 dólares USA) y hasta las llanuras del Centro poblado de Cojal, en el distrito de
Cayaltí, se constituyen los compradores, quiénes pagan de 20 a 30 Nuevos Soles, por cada
“tronco” de faique. La “veda forestal” es sólo una acción impresa, sin ejecución. Mientras
tanto, las grandes “pollerías al horno”, “pizzerías”, fábricas de “parquet”, “cajoneros” que
fabrican cajas de madera para frutas tropicales; han pasado de la “acumulación primitiva del
capital” a la etapa de amasar ingentes fortunas personales. Aquí también se encuentra la
mayor población rural. Al ingresar a Batangrande, el impacto agresivo y negativo de los
Residuos Sólidos, es muy fuerte; de igual manera, al ingresar por el área sur, a la altura del
Desierto de Reque, lo primero que predomina, aparte del ecosistema, son las colosales
extensiones de Residuos Sólidos y, el paisaje, es sustituido, por las bolsas de polietileno,
envases, escombros y la infaltable “quema de basura”.

Bosques Montanos y Páramo. El problema ambiental principal, es la destrucción de los


Bosques Montanos Relicto y, la deforestación de las especies forestales (chachacoma,
guayacán, cedro, cascarilla, palmeras, helechos arbóreos, lanche, panchos, morero, acerillo,
entre otros); además, de una caza irracional de las especies en “peligro de extinción”, como el
oso de anteojos, el cotomono, el tapir de montaña, la taruka e inclusive, el armadillo. Aún
existen “vacíos de información” y no se ha realizado ninguna investigación biológica en los
ecosistemas de las áreas del cerro Capitán Samana, Montañas de San Lorenzo, cerro Negro,
Kañaryaku, cerro Kutilla, Ninapampa, Huacapampa, Shin Shin y la impresionante laguna de
origen glaciar (Pleistoceno): la laguna de “Shin Shin”, ubicada a 3600 msnm; tampoco se han
efectuado investigaciones biológicas, en el corredor de La Beatita hasta Palacio y Chiñama; aún
permanece inédito el Bosque de Samanga, en plena Vertiente del Pacífico y el más extenso
ecosistema de “Ceja de Selva Alta” en esta zona, único en esta vertiente. La actividad minera
generada por una empresa transnacional en las minas de Jehuemarca y Kañariaco, ha
producido la destrucción de los Bosques Montanos Relicto, el alejamiento de la megafauna,
aves y una potencial contaminación por relaves de estas cuencas, que drenan a la Sub Cuenca
Alta del río Huancabamba para ser trasvasadas por el Proyecto Olmos. El Páramo, con escasos
estudios, entonces, progresivamente está siendo destruido y, se observan grandes “trochas”
carrozables en este ecosistema. Frente a estos problemas ambientales, intensamente
destructivos, sólo queda efectuar consistentes estudios de campo, inventarios y trabajar con el
campesinado para conservarlos, superando el “ecocidio” y haciendo prevalecer la interacción
racional y armónica con las leyes que rigen a los ecosistemas.

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