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Sin duda, la vía de excreción más importante del K+ es el riñón, aún cuando pequeñas
cantidades del ión son eliminadas por el sudor y las heces (10 mEq/día). La excreción
de K+ depende esencialmente de la secreción del K+ de las células distales hacia la luz
tubular. Casi todo el K+ filtrado se reabsorbe en el túbulo proximal y el asa de Henle; el
K+ excretado, proviene de su secreción por el tubo distal y el colector. Este movimiento
del K+ hacia la luz tubular parece ser pasivo y por tanto es función de la concentración y
de los gradientes eléctricos que se establecen a través de la membrana celular y la luz
tubular.
HIPOKALEMIA
Patogenia y diagnóstico
Pérdidas renales
El aumento del flujo tubular de Na+ a las porciones más distales del nefrón se presenta
en cualquier condición en que la reabsorción de Na+ y agua está disminuida en el tubo
proximal y la rama ascendente del asa de Henle, tal es el caso de los diuréticos tipo
furosemida, ácido etacrínico, acetazolamida, tiazidas y diuréticos osmóticos, que
consecuentemente aumentan la secreción de K+. Ya que los diuréticos producen
depleción de volumen, si las pérdidas urinarias no son reemplazadas, la secreción de
aldosterona aumenta, vía la estimulación del sistema renina angiotensina, aún en
pacientes
edematosos; este hiperaldosteronismo secundario puede contribuir aún más a la pérdida
urinaria de K+. Existe además un grupo de nefropatías perdedoras de sal que en casos
graves pueden contribuir a pérdida de K+ muy importante, mayor de 200 mEq/día. La
ingestión de una dieta rica en Na+ también incrementa el flujo distal y por tanto el
intercambio Na+ K+; en sujetos normales, esta maniobra dificilmente produce
hipokalemia, debido en parte a que la administración de sal reduce la secreción de
aldosterona; sin embargo, la administración de sal a pacientes con aldosteronismo
primario produce un déficit rápido de K+, lo que se ha utilizado como prueba de
detección de la enfermedad.
Pérdidas extrarrenales.
Cuadro clínico
Tratamiento
La sal preferencial para tratar los déficits de K+ es el KCl, que además corrige la
alcalosis y la deficiencia de Cl, condiciones que con frecuencia acompañan a la
hipokalemia. Se pueden emplear sales orgánicas, como citrato o gluconato, en casos con
depleción leve, o como suplementos en pacientes que reciben diuréticos en forma
crónica.
El uso de sales de K+ por vía endovenosa, debe restringirse a pacientes con vómitos
incoercibles, cetoacidosis o depleción grave de K+. Es importante que la concentración
de K+ en las soluciones no pase de los 60 mEq/L y que la velocidad de infusión no
sobrepase 20 mEq/hora, sin administrar más de 200 a 250 mEq/día, a no ser que las
condiciones del paciente así lo requieran; es fundamental que
se controle muy de cerca a estos pacientes ya que pueden pasar de hipo a hiperkalemia
en horas y aún en minutos. El mejor método es la medición de K+ sérico, y la valoración
clínica de la debilidad muscular y la hiporreflexia. El electrocardiograma es un
instrumento fundamental para evitar la toxicidad por hiperkalemia cuando la corrección
es muy brusca.
HIPERKALEMIA
Etiopatogenia
Cuadro clínico
Los síntomas y signos que aparecen con la hiperkalemia se limitan a debilidad muscular
y a trastornos en la conducción eléctrica del corazón.
Diagnóstico
Tratamiento
Calcio
Na+ hipertónico
Glucosa e insulina
NaHCO3
Solución salina hipertónica
Remoción de K+ corporal
Diuréticos
Resinas de intercambio catiónico
Diálisis peritoneal o hemodiálisis
Ninguna de las medidas descritas son capaces de eliminar el potaiso corporal; para esto,
se deben utilizar resinas de intercambio catiónico de sulfato sódico de poliestireno que
se pueden aplicar como enemas o por vía oral. Para pacientes con insuficiencia renal
crónica terminal muy avanzada, habrá que emplear la diálisis peritoneal o la
hemodiálisis. Ambos métodos se emplean también en pacientes con insuficiencia renal
aguda hipercatabólicos, en los que la destrucción celular facilita la salida de K+ al
líquido extracelular en grandes cantidades. En estos casos, es preferible el empleo de
hemodiálisis, ya que la velocidad de extracción del K+ es mucho mayor que con la
diálisis peritoneal. Sin embargo, todos estos métodos son lentos y en presencia de
hiperkalemia aguda, que ponga en peligro la vida con graves síntomas clínicos y
electrocardiográficos, deben emplearse en primer lugar los métodos rápidos descritos
antes.
Dr. Felipe Mota-Hernández
• Nefrólogo Pediatra.
• Jefe del Departamento de Medicina Comunitaria e Hidratación Oral del Hospital Infantil
de México Federico Gómez.
• Miembro Titular de la Academia Nacional de Medicina y de la Academia Mexicana de
Pediatría.
• Investigador Titular "C" de los Institutos Nacionales de Salud.
• Investigador Nacional Nivel II del Sistema Nacional de Investigadores, SEP.
• Profesor de Pediatría de la Universidad Nacional Autónoma de México. Nefrólogo
certtificado por el Consejo Mexicano de Nefrología.
• Ex-Director del Programa Nacional de Control de Enfermedades Diarreicas.