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INDUSTRIALES
INTRODUCCION
Pregunta: ¿qué tienen en común las películas de cine, las baldosas de cerámica, los
instrumentos quirúrgicos, electrónica o los automóviles y confección? Respuesta: la
mayor parte de su producción se concentra en unos pocos lugares. Gran parte de las
películas procede de Los Angeles (Hollywood) y Bombay (Bollywood). Si uno
compra azulejos o baldosas, es muy probable que hayan sido fabricados en Sassuolo
(Italia) o en Castellón de la Plana (España) pero también en Criciuma, Santa Catarina
en Brasil . Un volumen desproporcionado de la producción mundial de instrumentos
quirúrgicos procede de Tuttlingen (Alemania) y Sialkot (Pakistán). Electrónica en el
Silicon Valley, Estados Unidos, y el Silicon Glen en Escocia, pero también en
Guadalajara, México, y en Penang, Malasia; industria del automóvil en Detroit,
Estados Unidos, y en Vigo, España, pero también en Tianjin, China, donde Toyota
ha impulsado un cluster; Calzado en Brenta, Italia, y en Elche, España, pero también
en León, Guanajuato, México, y en Marikina, Filipinas; textil y confección en
Reutlingen, Alemania, pero también en Itají Valley, en Brasil y en las Islas Mauricio.
Los servicios financieros en New York, en Londres y en Francfort, Alemania, pero
también en Hong Kong y Shangai, en China.
Durante las dos últimas décadas ha renacido el interés por la localización de la
actividad productiva, y la literatura presenta y analiza una gran cantidad de casos de
clusters y sistemas productivos locales en los que se producen todo tipo de
actividades y que se localizan en regiones y países con diferentes niveles de
desarrollo .
Esta realidad múltiple y cambiante se ha tratado desde enfoques muy diferentes,
sin duda debido a que sociólogos, geógrafos y economistas entendían que en el
momento actual se asiste a una profunda transformación en la organización de la
producción, en la que los modelos jerárquicos, característicos de la gran empresa
fordista, reducen su hegemonía y dan entrada a formas de organización más flexibles
y descentralizadas. Ello ha dado lugar a múltiples interpretaciones, como la de los
distritos industriales (Becattini, 1979), la especialización flexible (Piore y Sabel,
1984), los nuevos espacios industriales (Scott, 1988), los clusters industriales (Porter,
1990), la economía del conocimiento (Cooke, 2002), la nueva geografía económica
(Krugman, 1990; Fujita, 2000), la teoría de los entornos innovadores (Aydalot, 1986;
Maillat, 1995), o la sociología económica (Granovetter, 1985).
La dificultad viene determinada ante todo por una enorme variedad
terminológica: se habla, en efecto, de «clusters», «distritos industriales», «zonas
técnicas» (o «industriales»), «complejos de producción» y de otras cosas. Parece
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evidente que a una definición científica ponderada le cueste dar el paso con un
crecimiento tan rápido del interés público hacia el fenómeno.
Por lo demás, y entre paréntesis, en la patria de los distritos industriales modernos,
en Italia, han tenido que pasar 20 años antes de que se haya podido alcanzar una
unanimidad terminológica. En estos años, han sido propuestas las más variadas
formulaciones, que iban desde «áreas de nueva industrialización» a «zonas de fábrica
difundida», al «modelo NEC», a los «subsistemas locales» y otros muchos, hasta que
la elección definitiva se detuvo en el actual distrito industrial, que después de todo no
es más que un calco del industrial district inglés, propuesto por primera vez por
Alfred Marshall en los albores del siglo XX.
Es conveniente, sin embargo, trazar desde este momento una frontera divisoria. Es
que no todos los clusters son distritos. La definición de cluster, que pasa de una
intervención a otra, suena como: un conjunto de grupos localizados de pequeñas,
medianas y grandes empresas dedicadas a la producción que se integran
recíprocamente, así como de universidades, centros de estudio, oficinas de proyectos
y sistemas de formación técnico-profesional. Mientras que lo que cuenta, por el
contrario, en la definición del distrito industrial (o bien del «modelo italiano» del
cluster) es la unión de un conjunto de empresas con la comunidad local.
Según el ISTAT, «el distrito industrial es una unidad socio- económica con base
territorial local, en la que intervienen una comunidad de personas y un determinado
número de medianas-pequeñas empresas que participan en un mismo proceso
productivo»
Existen otras definiciones distintas, además, pero en el centro de las mismas
encontramos precisamente estos dos órdenes de características del distrito industrial;
como una estructura económico organizativa localizada en el espacio y como proceso
de la interacción de factores socioculturales («comunidad de personas») y técnico-
productivos, que es lo que, en último término, comunica al distrito su dinamismo y
su vitalidad
La principal diferencia entre el cluster y el distrito industrial resulta más clara
si comprobamos la distribución de los acentos más significativos en los dos modelos
analíticos: el de Michael Porter, al que debemos la conceptualización más
convincente de los industrial clusters modernos, y el de los estudiosos italianos, que
han hallado por primera vez un elemento de convergencia conceptual en los distritos
industriales :
■ El concepto del que parte Porter se encuentra representado por el sector, mientras
que lo que cuenta en el distrito industrial es una trama indescifrable entre el perfil
productivo sectorial y la sociedad local.
■ Porter utiliza el concepto del espacio (es decir, un dato natural), mientras que el
distrito tiene que ver con el territorio, un concepto cercano al del «paisaje
culturizado» , en el que se distinguen lugares de concentración de una determinada
producción y de una determinada sociedad dotada de sus propios caracteres
peculiares.
■ Porter habla de empresas sin hacer diferencias entre las pequeñas y las grandes,
mientras que la literatura de los distritos pone siempre de manifiesto el papel
constituyente de la pequeña empresa.
■ La dimensión que prevalece claramente en el análisis de Porter es la vertical
(representada por la relación con los proveedores y con los compradores); como
consecuencia, las relaciones entre los productores terminan reduciéndose a la
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competencia (no resulta casual que la presencia, en el cluster, de organismos
cooperativos, como, por ejemplo, los consorcios, sea considerada como un hecho
negativo). Por el contrario, en el modelo italiano, las relaciones verticales están
consideradas a la par de las horizontales, mientras que la competencia y la
cooperación llegan a formar un único todo simbiótico.
Con todas las diferencias respecto al cluster, el distrito industrial no se configura
por lo tanto como una alternativa al primero, sino más bien como una específica
versión del mismo. Aquello que se presenta como un denominador común entre los
dos es ese tipo de interacciones entre las empresas, que constituye el factor principal
de atracción de dichas redes empresariales. Éstas, a pesar de que a menudo aparecen
descritas con la ayuda del término clustering, en realidad, y como sin duda se podría
afirmar, logran expresar la máxima eficacia precisamente en la versión italiana del
cluster.
Los clusters se definen como una aglomeración territorial de industrias
estrechamente relacionadas entre sí, y en su mayoría nacen debido a una coincidencia
histórica. En general, los hechos se suceden como sigue: alguien instala una fábrica
de confección y, como el fundador de la empresa es competente y el mercado está en
proceso de desarrollo, la empresa crece rápidamente. Algunos de sus gerentes
deciden instalar su propia empresa haciendo lo que mejor saben hacer, prendas de
vestir. Otros empresarios perciben las oportunidades que genera una concentración
local de fabricantes de prendas de vestir y comienzan a proveerles tela, hilo, botones,
etiquetas y otros insumos. Los vendedores de empresas fabricantes de máquinas de
coser y otros bienes de capital se ocupan de canalizar la demanda creciente. Luego
los expertos en tecnología de la información comienzan a desarrollar paquetes de
programas especializados para los fabricantes locales.
Los productores originales no podrán encontrar trabajadores calificados, pero con
el paso del tiempo se formarán bolsas de trabajo en los diferentes niveles de
especialización y en algún momento se crearán a nivel local centros especializados
de capacitación. Las empresas pueden crear una asociación empresarial que quizás
disponga de un laboratorio para la prueba de insumos y la certificación de productos
finales, actividad que evolucionará hasta convertirse en un centro de investigación y
desarrollo.
Así, con el correr del tiempo ha surgido un conglomerado diferenciado de
productores e instituciones de apoyo especializados en un solo producto, prendas de
vestir.
Ha surgido de manera no planificada, impulsado por la mano invisible del
mercado, y se lo percibe como el centro productivo en ese ramo. En un lugar como el
mencionado los fabricantes gozan de obvias ventajas.
Encontrar insumos y maquinaria es fácil. Los problemas en la contratación de
mano de obra calificada son escasos. Incluso la comercialización y las ventas son
más sencillas que en otras partes pues los clientes acuden a este lugar en multitud.
Pero al mismo tiempo los fabricantes también enfrentan ciertas desventajas. La
competencia no radica solamente en la mano invisible del mercado sino que se
manifiesta bajo la forma de la fábrica ubicada al otro lado de la calle. En un
conglomerado existe una fuerte rivalidad local que a menudo es uno de los
principales motores de su crecimiento y competitividad. Las ventajas y desventajas
que el conglomerado ofrece a las empresas se refuerzan mutuamente: la fácil
disponibilidad de insumos y factores de producción reduce los costos de transacción
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y los obstáculos al ingreso, y la rivalidad estimula la competencia en la innovación
de productos motivada por la innovación. Esto último también afecta a los
proveedores locales y lleva a un incremento en la calidad de los insumos, al tiempo
que los precios se reducen debido a la rivalidad local.
La principal desventaja de los clusters es que pueden recalentarse. Con el
transcurso del tiempo pueden tornarse no competitivos debido a la intensa
competencia y a los costos de material y mano de obra. La zona local depende en
forma desproporcionada de una o dos industrias clave y por ello el declive de éstas
puede causar un impacto socio económico mucho mayor.
Una lección importante a tener en cuenta es que la promoción de los clusters debe
equilibrarse con iniciativas que fomenten la diversidad dentro del sector de las
PYME.
El motivo personal de tratar este tema viene de mi interés sobre un aspecto que yo
creo que puede mejorar: los PYMES. Los clusters se tienen que estudiar mas
porque sino no van a poder sobrevivir frente a las multinacionales que dominan hoy
en día el mundo. Presté mas atención sobre este tema desde el modulo I del master
porque era una pregunta del examen y me parecí muy interesante como en el mundo
de las grandes compañías las empresas pequeñas aun pueden tener beneficios.
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HYPOTESIS
Evaluación /
“Benchmarking” - ¿Cómo mejoramos la situación actual?
• ¿Cuáles son las medidas potenciales para enfrentar los obstáculos clave?
• ¿Cuáles prácticas y políticas de los clusters de otras regiones pueden servir de
modelos para realizar mejoras?
• ¿Cuáles recomendaciones específicas deben implementarse?
-- medidas para influir sobre la política pública
-- iniciativas del sector privado
Implementación- Acción/Cambio
METODOLOGIA DE ANALISIS
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ÍNDICE POR CAPÍTULOS Y TEMAS
1. Introducción
1.1. Desarrollo económico y organización espacial de la producción
1.2. Recopilación de definiciones de cluster industrial
1.3. Diversidad y dinámica de los clusters y sistemas productivos locales
1.4 La cooperación empresarial como esencia de la formación de clusters
1.5 Tipologías de los clusters
1.6 ¿Por qué quienes formulan las políticas se interesan en los clusters?
Anexos
CONCLUSIONES
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suficiente que les permita alcanzar unas mayores pautas de crecimiento, aprovechar
mejor las posibilidades de inversión, de colaboración formal e informal, y de
compartir e intercambiar conocimiento.
El involucramiento positivo de agentes económicos, sectores sociales e
instituciones regionales permite el desarrollo de un clima sinérgico que garantiza el
logro de objetivos compartidos, el carácter dinámico e innovativo de la actividad
económica, la estabilidad de las acciones implementadas, la creación de marcos
institucionales para la solución de controversias de intereses y conflictos, etc. La
convergencia de acciones e intereses potenció el desarrollo de ventajas sistémicas de
competitividad, una cierta equidad distributiva y una mayor participación de la
comunidad local en el desarrollo regional
Una de las características de la dinámica económica actual es la configuración de
espacios productivos muy diferenciados, localizados en un grupo singular de
ciudades y regiones de los países desarrollados y de los países en desarrollo. El
desarrollo de las fuerzas económicas está impulsando la diversidad productiva y la
aparición de múltiples formas de organización de la producción: distritos
industriales, complejos industriales, clusters, entornos innovadores y redes de
empresas.
La introducción de innovaciones en el sistema productivo, la integración de los
mercados y la búsqueda, por parte de las empresas, de rentabilidad para sus
inversiones, explicaría el cambio de las estrategias de las empresas, de sus modelos
de organización y de sus decisiones de inversión y de localización.
La promoción de clusters y de redes de empresas, la atracción de proyectos
singulares, el fomento de institutos tecnológicos y parques científicos, el estímulo de
iniciativas para el desarrollo urbano sostenible, el diseño y ejecución de planes
estratégicos y acciones participativas, son algunas de las respuestas de las
comunidades locales a los desafíos de la globalización.
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BIBLIOGRAFIA
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(versión en castellano: Mejora de la competitividad en clusters y cadenas
productivas en América Latina -El papel de las políticas).
- Porter, Michael E. (1990), The Competitive Advantage of Nations. New
York: The Free Press. (versión en castellano: Las Ventajas Competitivas de
las Naciones)
- Porter, Michael E. (1998), “Clusters and the New Economics of Competition”
en Harvard Business Review, Vol. 76, Nº 6, págs.77-90.
- Raines, Philip (2000), Euro-Cluster: Final Report. Glasgow: University of
Strathclyde.
- Rosenfeld, Stuart A. (2002), “Just Clusters. Economic development
strategies that reach more people and places.” Carrboro: Regional
Technology Strategies, Inc.
- Schmitz, Hubert (1995), “Small Shoemakers and Fordist Giants: Tale of a
Supercluster” en World Development, Vol. 23, Nº 1, págs. 9-28.
- Simmie, J. y J. Sennett (1999). “Innovative clusters: Global or local
linkages?”
- Tallman, S., M. Jenkins, N. Henry y S. Pinch (2004).“Knowledge, clusters
and competitive advantage”.
Paginas web:
- http://www.eumed.net/tesis/ata/d11.htm
- http://www.iberpymeonline.org/Documentos/comopromoverclusters.pdf
- http://www.eumed.net/cursecon/libreria/lhp/2a.htm
- http://idbdocs.iadb.org/wsdocs/getdocument.aspx?docnum=906686
- http://www.mityc.es/NR/rdonlyres/770680B5-7AA6-4F4E-8C1C-
50C271E99079/0/1P89a94.pdf
- http://www.mityc.es/NR/rdonlyres/F5395F1C-4A58-4B2C-9C6A-
5595F66154F3/0/1P113a125.pdf
- http://www.mityc.es/NR/rdonlyres/4A409CA1-3F0A-4F49-B9ED-
FDCC822D0ED4/0/2P127a146.pdf
- http://www.italtrade.com/invest_in_italy/espanol/pagine/settori_chiave_econ
omia.htm
- http://www.conindustria.org/CLUSTERSCOMPETITIVOSsept2001.pdf
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CRONOGRAMA DE LAS TAREAS A REALIZAR
Sep Oct Nov Dic Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
Recopilación
bibliográfica
Elaboración
proyecto
Presentación
proyecto
Ampliación
bibliografía
Análisis
bibliográfico
Modificaciones al
proyecto
Elaboración
Capítulo 1
Elaboración
Capítulo 2
Correcciones
Capítulo 1 y 2
Elaboración
Capítulo 3
Corrección
Capítulo 3
Elaboración
Capítulo 4
Corrección
Capítulo 4
Elaboración
conclusiones
Entrega final
tesina
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