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Marxismo y Educación

Introducción
Para Marx poder entablar o provocar una revolución contra el sistema que tanto critica,
como el capitalismo, necesita de la educación y del trabajo para liberar a la sociedad.
Es por esto que propone un pensamiento mas enfocado a lo pluralista. Marx dice que
“lo que yo hago de mi, lo hago para la sociedad” , aun cuando parece actuar como
individuo aislado porque los medios que usa (lenguaje, etc) son sociales y su actividad
tiene siempre directa o indirectamente una influencia sobre la sociedad.
Para lograr esto toma la escuela como una base, proponiendo en ésta un cambio, dando
un enfoque ateo, mas inclinado a las ciencias exactas (empírico) ya que para él todo lo
espiritual relacionado con Dios provoca que el hombre se pierda a si mismo (alineación
religiosa), así también igualdad para todos, es decir, toda escuela debe ser equitativa con
las mismas oportunidades.
En el Marxismo la educación o sistema educativo es una forma de revolución, y a partir
de ésta empieza a desarrollar el cambio del hombre aliejenado hacia el hombre total,
crear, intervenir en la historia, pensar y actuar para los demás.

Marxismo y educación
La perspectiva de Marx consiste en una enseñanza que se base únicamente en cosas
ciertas y en instrumentos para su adquisición y su uso. Pero, ¿es en realidad cierta y
absoluta esta distinción? ¿Y no hay cabida definitivamente en la enseñanza para las
ciencias mentales?
La distinción entre ciencias humanas y ciencias matemático-naturales, entre materias
literarias y materias científicas, entre las artes del trivio y del cuadrivio, artes
sermocinales y artes reales. ¿Acaso están desprovistas de “voz” estas ultimas? Por
ejemplo, y para mantenernos en el campo de la enseñanza ¿comportan las matemáticas
modernas discusiones menores que la historiografía? Resulta evidentemente ilusoria
toda discusión rigurosa que sea llevada junto a esta discriminante de lo opinable y de lo
cierto.
De todos modos, nos parece que el discurso de Marx, fundado en este distinción, no es
arbitrario; tiende a excluir de la enseñanza toda propaganda, todo contenido que no sea
una adquisición inmediata de saber, tiende a construir una enseñanza rigurosa de
nociones y de técnicas.
- Escuela y sociedad
Para Marx la estructura escuela queda esencialmente destinada al conocimiento de lo
que es necesario al hombre en el “reino de la necesidad”; lo demás, lo que le coloca en
el “reino de la libertad”, él, muy lejos de negarlo, lo remite mas bien a la vida cotidiana,
en el trato espiritual con los adultos. Estamos, en definitiva, frente a una determinada
concepción de la relación escuela-sociedad, del sitio de la escuela --- lugar de trabajo de
los niños --- puede tener en ésa. Marx, frente a la tendencia objetiva de la industria de su
tiempo a atraer a niños y adolescentes de ambos sexos al trabajo de la producción social
--- una tendencia, según él, progresiva, saludable y justa, a pesar del modo horrible
como se realizaba bajo el dominio del capital ---, la consideraba como un hecho
permanente, inherente al sistema de producción moderno, correspondiente a una
“situación racional de la sociedad”. Por otra parte, ¿no había atraído siempre, todo
sistema de producción en su actividad también a los niños? Frente a esta tendencia
objetiva y progresiva, planteaba la demanda --- que surgía también de la realidad --- de
asociar ya la enseñanza al trabajo de fabrica. El papel social de la escuela se configura
pues, sobre todo para él, como una integración de la fabrica, así como el aprendizaje de
los oficios era una integración del taller artesano.
- El carácter de clase del sistema de enseñanza en la sociedad burguesa
Las tesis fundamentales marxistas respecto de la educación en el capitalismo se basan
en la tesis de su carácter de clase, que esta encubierto por la fraseología ideológica. La
educación es un instrumento en manos de la clase dominante que determina su carácter
adecuadamente a los intereses de clase, así como el ámbito que abarca la enseñanza para
su propia clase y para las clases oprimidas. Pero como la burguesía presenta al
capitalismo como la realización completa del orden de vida “natural y racional”, el
sistema de enseñanza y educativo que en realidad es un instrumento de sus intereses, se
embellece con bonitas frases acerca de la libertad y de las posibilidades de desarrollo.
Marx desenmascara constantemente esta cuestión e indica también lo que significa
realmente la enseñanza en la sociedad capitalista para las distintas clases.
- La educación y enseñanza de los hijos de los obreros en el capitalismo
El carácter de clase de la enseñanza burguesa se manifiesta todavía con mayor claridad
al ocuparnos de la enseñanza que se concede a los hijos de obreros y campesinos y no la
que la burguesía reserva para sus propios hijos y los de la nobleza. La educación de los
hijos de la clase dominante se basa en la mentira y el fraude, y la educación para los
hijos de la clase oprimida, en lo indispensable. Sin embargo, lo que es indispensable lo
deciden los capitalistas y no las necesidades de los niños o las necesidades generales de
la sociedad .
Marx da en El Capital ejemplos convincentes de la miseria y explotación de las familias
obreras, que se ven forzadas a alquilarse a los capitalistas como fuerza de trabajo
“barata”. Los capitalistas consideran que “la jornada de trabajo abarca las 24 horas del
día, descontando únicamente las pocas horas de descanso, sin las cuales la fuerza de
trabajo se negaría en absoluto a funcionar. Nos encontramos con la verdad de difícil
comprensión que el obrero no es, desde que nace hasta que muere, mas que fuerza de
trabajo ; por tanto, todo su tiempo disponible es, por obra de la naturaleza, y por obra
del derecho, tiempo de trabajo y pertenece, como es lógico, el capital para su
incrementación.

La escuela y la iglesia
Marx, en este sentido, es insistente en decir que la escuela debe estar desligada de la
iglesia. Su argumento es claro: “materias que admiten una interpretación de partido o de
clase”, que, como la economía política o la religión, “admiten conclusiones diferentes”,
no deben encontrar sitio en las escuelas de ningún tipo. En la escuela hay que enseñar
materias tales como las ciencias naturales y la gramática, que “no verían al ser
enseñadas por un creyente o por un libre pensador”; todo lo demás, los jóvenes deben
aprenderlo de la vida, del contacto directo con la experiencia de los adultos.

La escuela y el estado
El punto de vista de Marx resulta claro y actual todavía hoy día. A la concepción de
quienes, por estatolatria o por estatofobia --- la cosa poco importa --- no saben imaginar
la enseñanza estatal si no es como una enseñanza controlada por el gobierno, replica con
la evidente, pero con frecuencia olvidada observación, de que Estado y gobierno son
dos cosas diversas, y que “la enseñanza puede ser estatal sin estar bajo el control del
gobierno”. Observación evidente, pero a menudo olvidada. No faltan, es cierto,
ejemplos en nuestro o en otros países con diversos regímenes sociales, de enunciaciones
(diferentes o simplemente contrarias en sus fines, por parte liberal, clerical o socialista)
en las que se deplora, se desea o se realiza el estatalismo siempre dentro del esquema de
una sustancial identificación Estado-gobierno.

Análisis
Además de discriminar las ramas inexactas, Marx nos plantea distintos puntos respecto
del sistema educacional.
Primero, nos encontramos con una separación del Estado de la escuela. No obstante,
ésta última debe estar, según Marx, supervisada por su Estado, mas sin
ningún tipo de intervención en lo que a enseñanza se refiere.
Lo mismo nos señala de la Iglesia , la que debe estar absolutamente desligada de la
escuela .b Esto, dice Marx, por que en la escuela sólo deben enseñarse áreas exactas y
de una sola interpretación. Las demás, se las deja al aprendizaje basado en las propias
experiencias, y a su entorno cultural.
En lo que a educación en las clases sociales respecta, Marx realiza una crítica
incansable a la burguesía al considerarla falsa e hipócrita. Pues de pretender constituir
una sociedad de hombres iguales, en realidad se convirtió en un orden social con
antagonismos de clase todavía más irreconciliables. La burguesía proclama educación
igualitaria para generar un desarrollo que en lo real y concreto, sólo será de su exclusivo
beneficio.
Juicio critico
Con respecto al planteamiento que hace Marx sobre la iglesia, como grupo a nosotras
nos parece adecuado la existencia de escuelas desligadas de la religión ya que de esta
manera la sociedad tiene la opción de elegir entre una enseñanza orientada a este
aspecto o no, lo que se ve claramente en la actualidad.
Ahora bien, analizando a Marx desde el punto de vista educativo y estado, hemos
encontrado contradicciones que el mismo autor propone. Por ejemplo, cuando él plantea
que la educación debe ser supervisada por el estado, pero éste no puede inmiscuirse en
los asuntos de enseñanza; es ahí donde nosotras nos cuestionamos ¿cómo realizar una
educación mas igualitaria, si no en todas las escuelas enseñan lo mismo? Es evidente
que con este sistema solo algunos se verán favorecidos, y es totalmente opuesto al
pensamiento marxista.
Por otro lado, también el autor nos dice que el estado no debe pagar la educación; aquí
nuevamente nos encontramos con una contradicción y con un utopismo, ya que es
imposible para los pertenecientes a la clase obrera costear una buena educación para sus
hijos. De ésta manera la enseñanza se convierte sólo en el privilegio de unos pocos.
En general, el pensamiento de Marx es muy utópico para la realidad actual. Tal vez
existan fabulosas ideas que ayuden a la mejora del sistema. Sin embargo, el
planteamiento Marxista busca una perfección prácticamente inalcanzable, considerando
que su gran propósito era lograr la “igualdad” donde las oportunidades nunca
alcanzaran para todos.

Aporte de grupo
Marx pensaba que el hombre era esencialmente trabajo. La actividad, y no el
pensamiento, es lo que define al hombre, lo que termina convirtiéndolo en un ser
humano. La dimensión práctica del hombre predomina sobre la teórica. El hombre se
siente a gusto cubriendo sus necesidades, transformando la naturaleza. Así, no hay nada
más inhumano que un hombre parado, un hombre sin un quehacer. Por esto, es que un
hombre sin trabajo se siente inútil, insevible . Para Marx el capitalismo transforma ésta
situación, pues según él, no le permite al hombre realizarse, sino que lo aliena, lo
convierte en otra cosa distinta, lo deshumaniza. Esto y no otra cosa es la alienación.
Muchos piensan que el marxismo está muerto como coriente de pensamiento, y que de
hecho debería dejar de explicarse en las aulas y universidades. La realidad parece
haberle dado la vuelta al marxismo, el capitalismo (moderado por ocacionales
intervenciones del estado), parece haber triunfado sobre el resto de teorías o sistemas.
Sin embargo a nuestro alrededor seguimos viendo personas “deshumanizadas”, por no
tener trabajo, o por sentirse puros objetos de una cadena de producción determinada
No queremos convertir este aporte en un debate alrrededor del marxismo. Preferimos
enfocar cuestiones o problemas actuales. Podemos seguir preguntándonos entonces si
realmente el trabajo, en las condiciones actuales, contribuye a la realizacón humana o si,
por el contrario, termina convirtiéndose en una esclavitud, en algo a lo que estamos
encadenados. Y de que forma influye la educacion de hoy, en la manera en que
asumimos nuestro rol laboral. ¿Vocación, o esclavitud?. El debate está abierto...

Conclusión
Marx, que criticó al socialismo utópico parece haber caído en el mismo error de pensar
que tenía una fórmula del devenir de la historia, el bienestar general y el fin de la lucha
de clases, las bases de su teoría son también mera intuición, no se basan en hechos
concretos ni en lógica pura. El tan sólo hecho de que la burguesía haya acabado con el
feudalismo no es motivo suficiente para afirmar con tal certeza que el proletariado daría
lugar al comunismo. Otra observación es que Marx suponía que al cambiar las
relaciones de producción o fuerzas de producción, (cosas que tampoco define
claramente) también cambian los parámetros políticos, religiosos, jurídicos, etc., pero su
teoría sobre el nacimiento del comunismo y la dictadura del proletariado no supone
ningún cambio en las fuerzas productivas como tal, las fuerzas productivas siguen
siendo las mismas creadas por la burguesía en aquella primera revolución industrial. La
revolución en esta teoría se da pues, porque el proletariado iría poco a poco
convirtiéndose en una mayoría organizada, educada, comunicada y descontenta con el
sistema lo cual lo haría reaccionar contra él.

Bibliografia
• M. A. Manacorda (1969) Marx y la pedagogia moderna
• Eduardo Kinnen(1969) El humanismo social de Marx
• Suchodolski, Bogdan (1966 ) Teoria marxista de la educación

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