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C38
Casal H., Jesus María.
Constitucihn y justicia ci~nstitucional: los fundamentos de la
justicia constitucional en la Carta Magna / Jesús María Casal
H. -- Caracas : Universidad Catdlica Andres Bello, 2000.
96 p. ; 22 cm. Al Señor, siempre generoso,
Incluye referencias bibliográficas.
A la Universidad Católica Andrés Bello,
Casa de es tdios y de realizaciones,
1. VENEZUELA - DERECHO CONSTITUCIONAL. 2.
DERECHO CONSTITUCIONAL. l. Título. A lesús y Rodrigo, duendes de la felicidad,
A Soledad, fortaleza de amor.
Jesus María Casal H.

UniversidadCatólica AndrésBello
Montalbán. Caracas (1020)
Apartado 20.332

Diseño y Producción: PUI$UCAI:IONES


UCAB
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O Universidad CatólicaAndrésBello
Primera Edición, 2000
Hecho el Depósito de Ley

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intelectual.
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11. LA APERTURA COMO RASGO DISTINTIVO DE LA 0 ) La negación del exceso de poder como vicio de los actos
ESTRUCTURA NORMATIVA DE LA CONSTITUCI~N ........3 1 legislativos .........................................................60
111. PRINCIPALES IMPLICACIONES DE LA APERTURA
DE LA CONSTITUCIÓN AL PROCESO POLÍTICO ................33
111. LA PROPUESTA DE RECEPCIÓN EN ESPANA DE LA TESIS
1. LA CONSTITUCI~N
COMO DENOMINADOR COMÚN. Y PIEDRA DEL EXCESO DE PODER LEGISLATIVO ................................... 63
ANGULAR. DE LA DEMOCRACIA ............................................... 3 3
2 . PECULIARIDADES
DE LA V I N C U L A C I ~ NDEL LEGISLADOR A LA A ) Discrecionalidad administrativa y libertad del legislador
en la doctrina y jurisprudencia españolas .................. 63

0 ) El rechazo de la doctrina y jurisprudencia españolas


a concebir la Constitución como u n programa . . . . . . . . . . . . . 65

C ) El principio de igualdad y el exceso de poder legislativo . . . . 66


D ) Conclusión .................................................... 67

IV . REFLEXIÓNFINAL (SOBRE LA VULNERABILIDAD


POLÍTICA DE LAS CONSTITUCIONES) ............................... 50 A) El control de la constitucionalidad del fin de las leyes . . . . . . 67
0 ) La abolición de leyes constitucionalmente necesarias . . . . . . .68
CAPITULO TERCERO. ¿Exceso de poder y discrecionalidad del C) La aprobación de leyes orgánicas respecto de materias
legislador? ................................................................... 53
que no le corresponden ...................................... 68
1. Introducción ...................................................................................... 55
D ) Exceso en la regulación de las bases de una materia . . . . . . . 69
11. El exceso de poder del legislador en Italia ......................................... 55
E ) Control de los hechos determinantes ........................ 69
........................................................................ 55
1.. ANTECEDENTES
F ) Control sobre los pronósticos del legislador ................. 70
A) El exceso de poder antes de la Constitución de 1947 ....... 56
IV . REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA DEL DERECHO
0 ) El exceso de poder después de la Constitución de 1947 ....57 VENEZOLANO ............................................................................... 70
2 . LA DOCTRINA Y EL EXCESODE PODER DEL LEGISLADOR .................58
A) La construcción doctrinal del exceso de poder del
legislador ...................................................... 58
CAPITULO CUARTO. Hacia el fortalecimiento y racionalización
de nuestra justicia constitucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73
I . INTRODUCCI~N.......................................................................... 11s
I . INTRODUCCI~N.......................................................................... 75
11. IMPLICACIONES DE LA SENTENCIA SOBRE EL DERECHO
11. PRINCIPALES CARENCIAS O INCONSISTENCIAS DE A LA LIBERTAD PERSONAL .................................................... 116
NUESTRA JUSTICIA CONSTITUCIONAL .............................. 75
1. La comisión de un delito o falta como presupuesto
111. LA DIRECCIÓNEN QUE H A N DE APUNTAR LAS POSIBLES típico de la privación de libertad ............................................... 117
SOLUCIONES ................................................................................. 78
2 . Reconocimiento del principio de reserva judicial ................. 120
1. LA E S P E C I A L I Z A C I ~ YN ROBUSTECIX~IENTO
COMPETENCIAL DE LA
MÁXIMAINSTANCIA DE LA JUSTICIACONSTITUCIONAL ................... 78 111. EL EXAMEN DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LAS
LEYES PRECONSTITUCIONALES ......................................... 122
A) Funciones de la Sala Constitucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
IV. CONTRIBUCIONESA LA TEORIA DEL CONTROLDE LA
a ) Consideraciones generales (Las bases de la justicia
CONSTITUCIONALIDAD ......................................................... 128
constitucional en la nueva Carta Magna) .................... 79
1. Relevancia de la praxis normativa para la determinación
b) Las competencias de control de la constitucionalidad . 84
de la constitucionalidad de una ley ........................................ 128
c) Las competencias en materia de amparo
2 . La inconstitucionalidad de instituciones o sistemas
constitucional ................................................................ 88
normativos ............................................................................. 129
A ) La m1misión del procedimiento de reuisión (la cuestihn
del writ of certiorari) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91
. V . BALANCE GENERAL .................................................................. 130
C) La opción del Tribunal Constitucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .98
2 . ELABANDONO DEL MITO »E CONSIDERAR AL CONTROL DE LA
CCINSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES COMO L E ~ ~ I S L A C ~ ~ N
NEGATIVA ................................................................................. 101

V . POST-SCRIPTUM ........................................................................ 105


En los últimos tiempos han ocurrido e n nuestro país acontecimientos
políticos disíiniles en los que la Constitución ha jugado, para su fortuna o des-
dicha, un papel especial.

Desde 1998 han estado en el tapete de la discusión pública temas como


el alcance del poder constituyente, las funciones de la Constitución, las
materias que debía abarcar y los principios que debían guiar sil gestación. En
inedio de esta discusión, frecuentemente orientada más por las posiciones
políticas asumidas que por convicciones jurídicas, presenciamos el paulatino
hundimiento de la Constitución de 1961, que quedó herida de muerte cuando
se estimó que n o ostentaba legitimidad suficiente como para circunscribir el
proceso constituyente anunciado y, paralelamente, asistirnos a la gestación de
una nueva Carta Magna.

El proceso constituyente que sedesarrolló, e n sus distintas fases, a lo largo


del a ñ o 1999, puso de manifiesto la fragilidad de las Constituciones y,
especialmente, su vulnerabilidad política, su dependencia del contexto político
e n que se insertan. A l mismo tiempo, reveló la enorme importancia de la
Constitución, instrumento imprescindible de la convivencia civilizada, e n
cuanto símbolo y factor de unidad y de certeza y mensurabilidad jurídicas. A l
margen del desenlace de tal proceso y de la valoración que al respecto se pueda
emitir, su desenvolvimiento h a representado una invitación a repensar temas
capitales del Derecho constitucional, corno las peculiaridades de las normas
constitucionales y la significación y funciones de la Constitución, lo cual cobra
mayor justificación ante la instauración de un nuevo diseño constitucional.
Tras momentos de cambio institucional de intención revolucionaria conviene
poner de relieve los pilares permanentes sobre los que h a de erigirse todo orden
constitucional que pretenda ser saludable y duradero.
Alo anterior se suma un perfeccionamiento de la regulaciónconstitucional
relativa a la justicia constitucional, que siembra esperanzas sobre la posibilidad
de que ésta despliegue todas sus potencialidades y se coloque a la altura de la
eximia misión que tiene asignada. La creación de la Sala Constitucional dentro
del Tribunal Supremo de Justicia representa una gran oportunidad para el
fortalecimiento y racionalización de nuestra jurisdicción constitucional, lo cual
exige precisar las competencias de dicha Sala y la forma en que han de ejercerse,
así como tener presentes las singularidades del control de constitucionalidad de
las leyes. Es necesario, además, salir al paso de ciertos mitos de origen kelseniano
que podrían obstaculizar seriamente el desarrollo de nuestra justicia
constitucional

Éstos son, sintéticamente expresados, los temas que se abordan en este


Significación y funciones
estudio, cuyo hilo conductor estriba en subrayar la íntima relación existente
entre el concepto yfunciones de la Constitución y la forma de entender y ejercer
el control judicial de la constitucionalidad de los actos del poder público. En
de la Constitución
todo momento se procura evidenciar que son las dos facetas de una misma
realidad, en la que es preciso indagar acuciosamente. La vigencia efectiva de la
Constitución es confiada a la jurisdicción constitucional, la cual debe ser fiel a
la naturaleza y esencia del bien dado en custodia, a la vez que ha de adaptarlo
a las mutables circunstancias que lo rodeen. Constitución y justicia constitucional
es, pues, una contribución al estudio de esta relevante parcela de la realidad
jurídica, en la que inevitablemente ha de moverse todo operador del Derecho.

Los capítulos centrales de esta obra van seguidos de unas reflexiones


escritas con motivo de la sentencia de la extinta Corte Suprema de Justicia que
declaró la inconstitucionalidad de la Ley sobre Vagos y Malenates, las cuales
gozan de actualidad por anticipar, en parte, el tratamiento que la Constitución
de 1999 daría al derecho a la libertad personal, y por realizar un análisis del fallo
desde la óptica de la teoría del control de la constitucionalidad, incluyendo
temas coino el control de la constitucionalidad de las leyes preconstitucionales.

J.M.C
Montalbán, abril del 2000
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N o es éste el lugar adecuado para extendernos e n el análisis de las jurídica suprema y realmente operativa y, e n consecuencia, dejó de cumplir una
peculiaridades del desarrollo del control de la constitucionalidad e n ambos función meramente retórica o decorativa, la Constitución comenzó a encauzar
continentes. Basta insistir e n la idea central de que la Constitución moderna jurídicamente los fenómenos políticos y a servir de fuente de estabilidad y de paz
surge como u n instrumento p o t e c t o r de las libertades individuales, que se sirvió institucional. Ciertamente, al vincular efectivamente a los detentadores del
d e técnicas organizativas y normativas coino la separación o división de los poder, y al excluir del debate político las materias sobre las cuales elconstituyente
poderes y la reserva legal, a lo cual prontamente se suinaría, e n el caso tomó posición, ella se erige e n factor de estabilidad, por cuanto afianza los
norteamericano, la judicial reuiew. valores que nutren el sistema instaurado y tiende a reducir a una intensidad y
Esta finalidad originaria y aún hoy fundamental de la Constitución se trascendencia menores la conflictividad y rivalidad inherentes a la contienda
encontró desde el principio sólidamente vinculada, al menos e n el sistema democrática.
norteamericano, a lade establecer reglas básicas para el desenvolviiniento de u n
Ello h a repercutido también e n el ámbito político-cultural e incluso e n
sistemadeinocrático y, e n consecuencia, pluralista, e n el que se garantizaran los
las creencias sociales. En contra de lo que pensaban los revolucionarios
derechos de las minorías y la alternabilidad que les permitiera dejar de serlo.
franceses, que intentaron quiinéricamente plasmar e n la Constitución reglas
Aquí reside una de las diinensiones funcionales más trascendentales de la
inmutables de la convivencia política, válidas por siempre y e n cualquier lugar,
Constitución, pues entre los principios que la doininanociipa un lugar destacado
la entrada de la misma e n el torrente de la dinámica histórica, a la vez que reveló
el pluralismo político y social, sin el cual sus normas nunca podrían ser
la falsedad de esa concepción inicial, propició la conversión de la Constitución i
cabalmente interpretadas. i
e n un organismo con vida propia, e n un producto cultural capaz de fortalecer !
Este acervo jurídico-político h a cristalizado e n el Estado constitucional, la unidad política y la integración social.
encuyo seno el propósito de salvaguardar ciertos valores coexiste con ladefensa
En cuanto a los valores misinos objeto de tutela, junto a los clásicos
del pluralismo político, y e n el cual ocupa un lugar capital la ideadel equilibrio,
derechos de libertad el constitucionalismo incorporó derechos de contenido
tempranamente subrayada por Maurice Hauriou y recientemente desarrollada
social, vinculados a los desafíos de la dignidad humana e n medio de nuevas
por Zagrebelsky4.Equilibrio entre los poderes del Estado, y equilibrio entre los
relaciones socio-económicas, y derechos de participación democrática.
valores que han de inspirar su actuación.
Lo expuesto representa, sintéticamente, el sentido o funcicín global de la
Huelgadecir que lanoción de Constitución esbozada se aleja de cualquier
Constitución, cuyos aspectos principales seguidamente intentaremos desglosar.
tentativa de examinarla desde una perspectiva exclusivaincnte formal-
organizativa, según la cual ella sería una norina jurídica escrita del máxiino
rango, que determina los aspectos básicos de la organización política de u n
Estado, prescindiendo de los valores sobre los que gravita. Por el contrario, el
Estado constitucional es necesariamente u n Estado de libertades, como h a de
serlo la Constitución que lo distingue. 1.- CONSOLIDAR
LA UNIDAD POL~TICAY LA UNIDAD DEL ORDENAMltNTO JURIDICO

A estas ideas matrices del constitucionalis~nomoderno la Historia h a


La unidad política que el Estado implica n o debe ser vista simplemente
aunado otras, e n parte insospechadas por los artífices d e las primeras
como algo dado, o como un presupuesto lógico de su existencia. Es también una
Constituciones. Desde el momento e n que fue asumida como una norina
situación que requiere de una constante actualización e n la que la Constitución
cumple una función determinante. Ella coadyuva a "reducir a una unidad de
4 Cfi Hauiiou, M., Pi??zcipiosc¡eDcrcchoPu!)¡ico3, Co~rstitircioizu¡,M'idrid, Recis, 1927, pp. 377 y
s.;Z;igrebelsky, op.cit.,pp. 14 ;i 18 y 109 y SS.
actuación la multiplicidad de intereses, aspiraciones y formas de conducta 2.- LIMITAR
Y CONTROL.-\R EL EJERCICIO DEL PODER
existentes e n la realidad de la vida h u ~ n a n a " ~ .
Como antes dijimos, la Constitución n o puede ser definida acertadamente
El acatamiento y aplicación de la Constitución consolida esa unidad
si es obviada su íntima conexión con el propósito de limitar el poder público.
política, pues ella se erige en punto de encuentro entre los intereses contrapuestos
Para alg~it-iosesta funcióii representa incluso el celos cle toda Constitución6.
que conviven y compiten deinocráticainente. El cuiripliiniento espontáneo o
Antes que robustecer una dominación política o facilitar el ejercicio de la
coercitivo de las reglas d e juego que establece, reafirma su labor orientadora del
autoridad, ella pretende establecer reglas que salvaguarden ciertas libertades
devenir político, y su aptitud para reconducir a la unidad imprescindible la
fundamentales de los excesos que suelen derivarse del uso del poder cuando n o
pluralidad político-social típica del Estado contemporáneo. Esto n o implica
se encuentra sometido a límites expresos y precisos.
que se excluyan los conflictos, naturales y hasta necesarios e n una sociedad
democrática. Se trata simplemente de desdramatizarlos o relativiz.arlos, al Ya nos hemos referido a algunas técnicas que persiguen esa finalidad,
colocar por enciniade los particulares, intereses o concepciones que se defiendan como la separación o división de los pocleres y la reserva legal. Su insuficiencia
unos valores comunes representativos del consenso básico e n el que el sisteina h a quedado evidenciada, sin embargo, por la evolución de las instituciotxs
se sustenta. políticas liberales. La significacicín de la divisi611 de los poderes, e n primer
término, es escasa cuando la lógica del Ilainado Estado de partidos conduce a la
U n a contribución análoga realiza la Constitución respecto del
concentración e n una misma fuerza política del control tanto de la rama
ordenamiento jurídico del que forma parte, al proporcionarle principios rectores
ejecutiva como de la rama legislativa del podcr público. La reserva Icgal, e n
que informan las distintas áreas del ordenamiento y operan como bisagras o
segundo término, disminuye en importancia cuando esa misina Icígica se
elementos de articulacicín de sus componentes. Esta función adquiere una
impone, y resulta incluso riesgosa si n o es plenamente asumida la supreriiacía de
importanciacapital e n la actualidad, dadoelaluviónde instruiner-itos normativos
la Constitución.
que permanentemente es vertido al inundo jurídico, sinque se procure mantener
una mínima sistemática o coherencia. Los principios generales del Derecho, De ahí que sea asegurar la plenitud y efectividad de la tutela
especialmente los de rango constitucional, ayudan a corregir los ilesajustes u jiidicial de los clerechos fundaiiient.ales, pues éstos sólo pueden traducirse en
antinoinias del coinplejo normativo, dotáiidolo de la arinonía necesaria. límites infranqueables al ejercicio del podcr cuando tienen a su scrvicio medios
procesales adecu;idos para lograr su protección oportuna ante iiistaiicias
En suina, la Constitución, tanto en relación con las iliversas expresiones
realrnei-ite independientes e imparciales. Igualinente, c n relacicín con tales
de la dinámica política coino e n lo concerniente a las variadas inanifestaciones
derechos y con la Constitución e n su coiijunto, es capital el descnvolviinicnto
de la producción normativa, actúa corno instruii-iento de coordinación, al
eficaz del control de la constitucionalidad de las leyes.
preservar la unidad esencial sin la cual ni el Estado ni el Derecho serían
reconocibles. N o pretende, e n cambio, una nivelacicín o uniformidad, U n a forma
- " . ~ distinta de control del poder que ha cobrado gn1-i relevancia
,

incompatiblecon el pluralismo político y socio-jurídicodel Estado constitucional. e n el Estado conteinporáneo es la participación ciudadana en los asuntos
públicos. Además del control político inherente al ejercicio del derecho al
sufragio, pilar fundamental de la democracia, en varios países, incluyendo al
nuestro, se han desarrollado medios de participación directa de la ciudadanía e n
la vida política, como los referendos, que le periniten influir en la toma de
decisiones, sin que se abandone el principio de la representación política.

5 Hesse, K., op. cit., p. R


Esas y otras modalidades de control del ejercicio del poder coadyuvan a que impiden el estancamiento y la consccuentc de~com~osicicín
de la savia
mantenerlo dentro de la esfera en que no es dañino para los ciudadanos, sin que democrática.
ello suponga para las autoridades un impedimento e n orden al cuiriplimiento
La exigenciadel pluralisino explica, además, la propia estructura normativa
efectivo de sus funciones.
de la Constitución, por cuanto la configura corno una norma jurídica abierta al
proceso político Ésta no puede ser entendida como un Código de la Política o
corno un sistema cerrado que predcterinina, así sea de manera embrionaria, las
soluciones que han de adoptarse e n cada momento para sal\:aguardar cl interés
El pluralisino posee e n el Estado constitucional una doble significación. público. Por el contrario, es un ainplio marco dentro del cual cabcti las más
Es, por un lado, un presupuesto del sistema político e n que se asienta, por cuanto disímiles concepciones sohre la forma de afrontar los problemas que afecten la
la Democracia resulta inconcebible si n o hay libertad para la defensa de las más vidacolectiva, siempre que nose sobrepasen los límites que la inisina Constitución
diversas ideas políticas; por otro lado, el pluralismo es el principal nutriente de expresa o implícitamente traza.
tal sistema, ya que éste se sustenta en la efectiva repercusión sobre la dinámica
La Constitución n o es autosuficiente, ya que supervivencia depende de
del poder de las corrientes de pensamiento y de las inquietudes políticas
su aptitud para estimular y encauzar el proceso político, lo cual implica que h a
presentes en la sociedad, así coino e n la riqueza de los grupos c instituciones que
de estar abierta a la pluralidad de las corrientes políticas que compiten en el
e n ésta se desenvuelven.
juego democrático, desempeñando, a la vez, una fuiici6n de orientación y de
La implicación esencial del pluralisino político radica e n la protección de barreraode líinitc enrelaciWncon las bases axiológicasdclsisteina. Determinados
las minorías frente a los posibles abusos de la mayoría, y e n propugnar la valores, con los que el Estado constitcicional se coiriproinete de in:inerli resuelta,
alternabilidad e n el ejercicio del poder. Sartori ha explicado lúcidamente que sc encuentran, por ccmsiguiente, en una especial situacicíi-idc iniiiuriidad frente
si algún imperativo es inescindible de la noción de Deinocracia es justamente al combate político.
el de proteger los derechos de la minoría, lo cual supone admitir quc ése es un
sistema regido por el principio de la "iriayoría limitada", e n el que deben estar
salvaguardados los espacios de actuación política de las distintas fracciones del
cuerpo político-social (pueblo), y n o solamente los de la mayoría gobernantei.
La Constituci61-i n o es coinpletaiiieiitc neutral frente a las diversas
En íntima conexión con esta iinplicación del pluralismo político se encuentran
ideologías o visiones del hombre y del Estado iinaginables. N o es un simple
derechos fundamentales corno la libertad ideológica y la libertad de expresión,
armazón formal que establecc determinadas reglas dc juego rectoras de la
que representan pilares básicos del sistema democrático.
confrontaci6n política. Taiiibién consagra ciertos valores esenciales que están
La Constitución, al establecer reglas de juego para el desarrollo de la en la base del sistema pulítico inst;iurado y que son asumidos como indiscutibles
lucha política, relativas al ejercicio del derecho al sufragio tanto activo como e innegociables. Esto sucede, paradigmáticamctite, con los derechos
pasivo, incluyendo preceptos dirigidos a evitar el uso del poder con fines de fundanientales, muchos de 10s cuales responden a la concepción liberal que
ventajismo electoral y la perpetuación en su ejercicio, y al garantizar derechos inspiró las Revoluciones Francesa y Norteaincricana, mientras que otros son
coino los antes mencionados, sirve de baluarte del pluralismo político. Es una tributarios de los reclainos cle justicia surgidos con ocasiGn de la Revolucicín
misión a la que n o puede renunciar si se quieren mantener abiertos los canales Industrial y de la llamada cuestión social, y de la apertura de cauces de
participaci6n políticadei-ivaclos dcl fortalecirnicnto de la Democracia. Algunos,
de inás reciente data, han ernergido a1 hilo de la intci-nacioiializacicí~~ de los
7 CfiiSartori, Giovanni, Teorírc cle la clc??z«cmcirc,hlriclrid, Alianza Editorial, Vol. 1, 1988, derechos humanos y de la preocupación por la preservación dcl entorno natural.
pp. 55 y SS.
Sin renunciar al pluralisiiio, la Constitución deja a salvo de la contienda Lo dicho no implica que en el Estado constitucional se excluyan las
democrática tales valores, obligando a las fuerzas políticas y a los órganos del colisiones o conflictos entre valores o derechos. Al contrario, partiendo de la
poder público a respetarlos e, incluso, a asumirlos como pautas de su actuación. conflictividad inherente a la pluralidad o heterogeneidad de los valores
En este sentido, modernamente la doctrina germánica habla del deber de reconocidos, cuando se presentan conflictos se intenta preservar la armonía del
protección que se deriva de la consagración constitucional de los derechos sistema, no mediante la sumisión total de unos valores a otros, fundamentada
fundamentales, ya que éstos, junto a su dimensión subjetiva, poseen una faceta en la supuesta prevalencia abstracta u ontológica de los segundos, sino tratando
objetiva, en virtud de la cual recae sobre el Estado la responsabilidad de procurar de asegurar, en la mayor medida posible, la observancia de cada valor, fijando
su plena vigencias. el punto de equilibrio en atención a las circunstancias del caso y a los principios
del ordenamiento.
El sistema político connatural al Estado constitucional tampoco es desde
esta óptica el del gobierno ilimitado de la inayoría. Junto a las reglas de juego Zagrebelsky ha puesto de relieve las consecuencias que esta pluralidad
que permitan a las minorías dejar de serlo, se reconocen valores resistentes al valorativa posee en el ámbito de la "dogmátican constitucional:
ímpetu de la inayoría, que se superponen incluso a la voluntad del conjunto de
los actores políticos. La dogniática constitucional debe ser como el líquido donde las sustancias que se
vierten -los conceptos- mantienen su individualidad y coexisten sin choques
En relación con los derechos fundamentales importa aclarar que su destructivos, autique con ciertos movimientos de oscilación, y, e11 todo caso, sin
reconocimiento constitucional no supone su absoluta intangibilidad. Son que jatnás uti solo cotnponente pueda imponerse o eliminar a los demás'' .
susceptibles de restricciones, muchas de las cuales se justifican en la protección
de otros derechos, pero la Constitución limita la fijación de tales restricciones, 5.- SERFACTOR DE I N T E G R A c I ~ NY DE ESTADILIDAL1
de modo que en parte son sustraídos de los avatares del proceso político que se
desarrolla en la instancia legislativa. Corresponde aSmend el mérito de haber destacado la función integradora
Conviene advertir, igiialinente, que ninguno de los valores constitu- propia de la Constitución. En su peiisamiento esta función eclipsaba las
cionalmente reconocidos puede erigirse en un valor absoluto, propenso a restantes dimensionesde laNorma Fundainental, por loque su teoría difícilmente
avasallar a cualcluier otro que se le interponga. Se impone aquí, por el contrario, p e d e ser asumida completamente. No obstante, el énfasis del autor ha servido
la máxima del equilibrio a la que antes nos referimos. Dichos valores están para que la faceta integradora de la Constitución, y su íntima conexión con el
llamados a convivir arinoniosamente, para lo cual es preciso que se produzcan proceso político, ya no pasen inadvertidas.
mutuas concesiones, es decir, que las exigencias diinanantes de cada uno de Para Smend el Estado mismo y la dinámica política son fuente y reflejo
ellos no sean asumidas rígida o dogmáticamente, sino con la flexibilidad de un proceso de integración espiritual o cultural que da vida a las instituciones.
suficiente para posibilitar su concordancia. Valores como el de la igualdad y el El Estado existe a través de los actos en que se exteriorizan sus funciones, los
de la libertad, o derechos como la libertad de expresión y el derecho al honor cuales representan la renovación permanente de una realidad espiritual global.
y a la vida privada, entrarían en un conflicto insalvable si fueran concebidos La peculiaridad de la Constitucióncomo norma jurídica estribaría en el carácter
aisladamente, en lugar de verlos como partes de un conjunto axiológico, como político de su objeto, el Estado, y su principal cometido sería regular, aunque de
piezas de un ordenamiento constitucional que procura la realización de los manera tan sólo parcial, el proceso de integración o de constante renovación
distintos valores sobre los que descansa.

8 Cfr., entre otros, I->ierotli/Sclilink,Gi-iindrechte, Heidell~erg,Müller, 1994, pp. 18 y ss 9 Op. cit., p. 17


de la totalidad vital del Estado, convirtiéndose así, ella misma, e n realidad Mas la interpretación dinámica o evolutiva de la Constitución tiene sus
integradoralo. límites, que comienzan cuando, so pretexto de hacer una lectura de la misma a
la luz de las nuevas realidades, se pretende desconocer sus mandatos. Entonces
Sin perjuicio de la reserva antes formulada, es indudable que la
Constitución, siempre que se haga presente e n las relaciones político-sociales tendrían que entrar en escena los procedimientos de enmienda o reforma de la
como una norma realmente vinculante, se incorpora e n el conjunto de valores Constitución, si las modificaciones de que se trate se estiman realmente nece-
culturales de un pueblo y coadyuvaa lapreservaciónde la unidad imprescindible sarias.
para la buena marchade lavida colectiva. Envirtud de su importancia simbólica Estos procedimientos coadyuvan al desempeñode la función estabilizadora
y de su actuar palpable e n el proceso político, adquiere una significación política que nos ocupa al permitir el cambio del texto constitucional, e n aras de la
y cultural autónoma, que enriquece el patrimonio espiritual o ético de una pervivencia de la Constitución como conjunto o al menos de sus contenidos
nación. básicos. N o obstante, para no desvirtuar el fin perseguido y e n obsequio a la
En estrecha relación con lo anterior se encuentra la función estabilizadora vocación de permanencia propia de la Constitución, el criterio orientador de
o pacificadora de la Constitución. Cuando la Constitución es sentida y vivida las enmiendas o reformas constitucionales debe ser el de su carácter
como un pacto sagrado, coino un punto de encuentro entre las fuerzas que extraordinario, pues las frecuentes modificaciones de la Constitución terminan
compiten e n la arena política, como la encarnación de valores superiores que comprometiendo su fuerza normativa y la hacen menos apta para el cumplimiento
todos deben salvaguardar, ella contribuye firmemente a la moderación de la de las funciones que hasta ahora hemos esbozado.
pugnacidad y a la superación de los conflictos. Desde la perspectiva de los Lo antes expuesto n o significa que una Constitucióngarantice por sí sola
gobernados, la conciencia de que el coinproiniso constitucional no sólo pesa la salud y estabilidad de las instituciones; el tronco constitucional se nutre de
sobre ellos, cual fachada artificial de un sistema socavado, sino que opera la savia que brota de las fuerzas políticas y sociales que mueven al Estado, cuya
verdaderamente como límite de los poderes públicos y coino garantía de sus descomposición repercute e n la Constitución misma. Pero sí puede ser uno de
derechos fundamentales, facilita la aceptación de las naturales deficiencias del sus más recios pilares, mientras goce de la lealtad de los factores de poder.
funcionamiento del Estado e incluso puede hacer de la Constitución un
instrumento motivadorde lacrítica constructiva y de la renovación institucional.

Esta virtud estabilizadora de la Constitución despliega su potencialidad


cuando existe una justicia constitucional efectivaque asegura laobservancia de
La Constitución no puede ser concebida como un programa económico-
los mandatos constitucionales y que, mediante la interpretación, adapta el
social que deba ser desarrollado o ejecutado. Ha de ser solamente una norma
Texto Constitucional a las cambiantes circunstancias que debe arrostrar,
básica que deja e n manos de los responsables del ejercicio del poder, un abanico
incluyendo las variaciones producidas e n las valoraciones e inquietudes sociales.
de posibilidades e n cuanto concierne al diseño y ejecución de políticas
T a n t o e n ésta como e n relación con las demás funciones de la Constitución los
económicas y sociales.
órganos judiciales encargados del control de la constitucionalidad han de
vivificar el documento constitucional, dotándolo de la firmeza y, a la vez, de la N o obstante, las Constituciones contemporáneas, bajo la impronta del
ductilidad requerida para encauzar el torrente del proceso político. modelo del Estado social, no han renunciado al intento, n o de dirigir, pero sí de
orientar e n alguna medida las políticas que en esas áreas h a n de ser definidas por
las autoridades competentes. Mediante la proclamación del principio del
Estado social, el reconocimiento de derechos de igual carácter, incluso de
10 Smrnd, Riidolf, Corzstituci6i~y Dereclio C'orzstit~tciurz~tl,
Madrid, Centro d e Estiidios derechos de prestación, o el establecimientode cometidos estatales de naturaleza
Constitucionales, 1985, pp. 62 y SS. económico-social, muchas Constituciones, como la alemana, la italiana, y la
española, entreotras, coinproineten al Estado con la promoción de determinadas
condiciones sociales de vida, en aras,de la justicia social.

En esta tendencia se inscribe también la Constitución venezolana de


1999, que invoca la justicia social en su Preámbulo y en la definición del sistema
socioeconó~nico(art. 299), y que califica a la organización política instituida
como un Estado deinocrático y social de Derecho y de Justicia, entre cuyos
valores superiores se encuentran la justicia, la igualdad y la solidaridad (art. 2),
y entre cuyos fines esenciales figura el de la construcción de una sociedad justa
(art. 3). Asimismo, contiene un amplio elenco de derechos sociales.

En virtud de esta clase de disposiciones constitucionales "están


reconocidos, de una parte, coino medios legítimos de la actividad estatal la
planificación, dirección y redistribución y, de otra, se ha elevado a rango
normativo el deber de prestaciones sociales a la comunidad y a cada uno de sus La apertura de la Constitución
iniembros". Ello no supone, sin embargo, que la Constitución contenga "una
decisión definitiva a favor o en contra de un determinado sistema social y
econóinico, sino que deja en inanos de la libre correlación de las fuerzas políticas
al proceso político y sus
su desarrollo interno en el inarco del mandato del Estado social"" .

Esta última idea merece ser subrayada. La declaración del carácter social
del Estado, la invocación de la justicia social y deinás forinulaciones análogas
de la Constitución no deben convertirla en una camisa de fuerza, menos aún en
un mundo globalizado en el que se iinpone una cierta flexibilidad en el manejo
de los asuntos econóinicos, sin que ello signifique rcnunciar a la adopción de
medidas encaminadas a promover deterininadas condiciones sociales mínimas
de vida. La diferenciación entrc las medidas lcgítiinainentc adoptadas por la
mayoría gobernante en ejercicio de la libertad de la que goza para definir la
política económica, y aquellas que, por atentar contra los objetivos
constitucionalinentedefinidos en ese campo, sobrepasen el líinitede lo aceptable,
es una de las más difíciles tareas de la justicia constitucional.

11 Schneider, op. cit., pp. 46-47.


1.- PREFACIO

En la fase de robustecimiento de nuestra jurisdicción constitucional a la


que estamos asistiendo, resulta propiciauna reflexión sobre los rasgos distintivos
de la Constitución como norma jurídica, y su repercusión e n la interpretación
constitucional y e n el control judicial del ajuste de las leyes a la Norma
Fundamental. Ese es el objeto del presente estudio, que tan sólo pretende
esbozar las líneas básicas de un tema rico e n planteamientos teóricos y e n
implicaciones prácticas.

11.- LA APERTURA C O M O R A S G O DISTINTIVO DE LA ESTRUCTURA


NORMATIVA DE LA CONSTITUCION

Son muchas las características que suelen atribuirse a la Constitución


como totalidad normativa o a las disposiciones que la componen. Se habla de
suelasticidado flexibilidad, ydesucarácter incompleto, imperfecto, fragmentario
o lagunoso. Incluso, se ha afirmado que los textos constitucionales representan
n o u n continente con lagunas, sino un archipiélago de islas de Derecho
positivo'.

La peculiaridad esencial de la Constitución reside, sin embargo, e n su


aperturaestructura12,en su cualidad de norma básica que sólo intenta establecer
los cimientos sobre los cuales ha de levantarse una obra cuyos perfiles serán

1Al respecto virl.Santamana l'astor, J., Fzlizclamentai de&>'d~oAdrninijtratíw,Maclnd, Centro de


Estudios Ramón heces, 1331, pp. 455 y SS.
2 C7d Schneider,H., op. cit. pp. 53 y SS.; Hesse, K., op. cit., pp. 17 y s.;Zagrelxlsky,G., Orgiustizia
costittlzionalc,Bologna, il Mulino, 1988,pp. 61 y SS.; Pizzoiusso,Alessandro, "Le Controle de
13 Cour Constitutionelle sur l'usage par le legislateur de son pouvoir d' apprecirition
':
dkrerionnriire Annt~rri?+elrztm-?zationaldeJ~~sticc Col.utitt~tiotzl?ellc,
1986,Vol. 11, pp. 39 y s.;
Santarnaría l'astor, op. cit., pp. 455 y SS.
32 + C O N S T I T Ui'CJUSTICIA
~ ~ N CONSTITUC1O'J.U

definidos por los hombres y mujeres que e n cada situación histórica asuman la Está, además, abierta al tiempo, porque si quiere ser "el ordenamiento
responsabilidad de contribuir a la conducción de la sociedad en que viven. juríclicohndamental de lacomunidad"' debe tener una capacidad de adaptación
que garantice su durabilidad y su cercanía a los problemas socio-políticos de
Esta singularidad de la Constitución se explica n o tanto por la manera
cada momento. Los términos vagos o imprecisos que suele emplear son, pues,
como sus preceptos están forinulados, cuanto por el modo como la Constitución
cauces a través de los cuales circulan las demandas de la realidad y, por ende, de
se relaciona con la realidad político-social que le sirve de presupuesto y de
la historia. En lo dicho está implícita, sin embargo, la idea de que la
contexto. Ciertamente, es frecuente e n las normas constitucionales el empleo
Constitución n o renuncia a orientar, a encauzar los fenómenos socio-políticos,
de conceptos genéricos o indeterminados, que deben ser integrados o
e n esto reside su valor normativo o prescriptivo, sin el cual la Constitución n o
concretizados por el intérprete; pero n o es raro encontrar esta clase de conceptos
sería más que una hoja de papel que naufragaría e n medio del torrente de las
endisposiciones legales. LaConstitucióncomo conjunto contiene, noobstante,
fuerzas sociales y políticas.
un plus: su deliberada renuncia a la predeterminación de la vida de la comunidad,
esto es, al establecimiento de un sistema cerrado que defina tanto los fines como Centraremos nuestra atención e n la apertura de la Constitución al
los medios de la acción política. proceso político.
La configuración de la Constitución como un sistema abierto es, funda-
mentalmente, una derivación de la naturaleza democrática del proceso del cual 111.- P R I N C I P A L E S I M P L I C A C I O N E S DE LA APERTURA DE LA
emana y del sistema que instaura, así como de su vocación de permanencia. CONSTITUCIÓNAL PROCESO POL~TICO
Normalmente es el resultado de negociaciones y compromisos que se producen
entre fuerzas políticas dispares, las cuales pugnan por dejar grabado e n la Carta
Fundamental el sello indeleble de su ideario político, sin llegar a conseguirlo 1.- LA CONSTITUCI~N
COMO DENOMINADOR COMÚN, Y PIEDRA ANGULAR, DE LA
plenamente. La equivocidad u oscuridad de muchos de sus preceptos se explica DEMOCRACIA
por el propósito de hallar fórmulas que satisfagan al mayor número posible de
los sectores políticos representados en el órgano constituyente, las cuales a Aunque la Constitución impone ciertas reglas y principios, es inmenso
menudo esconden divergencias ideológicas muy profundas. El espíritu de el ámbito que deja cleliberadamente abierto a la discusión pública. El supuesto
compromiso de los procesos constituyentes también explica las contradicciones carácter lagunoso o fraginentario de la Constitución es, e n último término, un
internas que a veces se observan en los textos constitucionales, e n los cuales no reflejo de su condición de norma inarco, cuya función es regular lo que es
es extraño que convivan mandatos inspirados e n postulados filosófico-políticos verdaderamente esencial para que una comunidad creyente e n un conjunto de
difícilmente conciliables. valores se desenvuelva de inanera pacífica y próspera, e n el entendido de que la
fijación de las pautas de su convivencia incumbe fundamentalmente a las
La Constitución está abierta al proceso político, pues, antes que un "generacicmes vivas"', las cuales están llamadas a resolver los problemas de la
Código exhaustivo de la Política, es un instrumento al servicio del acuerdo y del sociedad de su tiempo.
consenso, al servicio de la democracia y, por tanto, del pluralismo e n que ésta
se sustenta. H a de ser elaborada de modo que todos, o casi todos, la sientan, al Por eso, la Constitución es, o debe ser, realista y modesta. N o debe caer
menos e n lo esencial, como propia, y una vez aprobada debe guiar, n o e n la tentación de regular en detalle todas las materias que aborde, ni mucho
determinar, el devenir político. menos e n la quimera de querer regularlo todo, sino que debe circunscribirse ;i

3 Conforiiie ;i la definición de Constitución propuesta por Hesse, op. cit.,p 10


4 Según la conocida :ihrriiación de Thoinas Jefferson: "La tiesr.1 pei-tei~c.c.c>
I C ' I I I ~ ) I ~.I' 1.1.

gener~cioiiesV~YYS".
J t sus ALw.1 C.IS,U + 35

lo indispensable, pues de lo contrario tenderá a propiciar más el conflicto que


cían, entre otras razones, que la Carta del 61 n o preveía la participación
el consenso, además de correr el riesgo de perecer ante las demandas de una
ciudadana e n la administración de justicia; por el contrario, aludía únicamente
realidad cambiante.
a la necesidad de garantizar la carrera judicial (art. 207). La falta de inclusión,
La interpretación constitucional también ha de estar presidida por esas pues, de un precepto que expresamente se refiriera a tal posibilidad representaba
virtudes. La Constitución n o debe ser interpretada corno si ostentara un ámbito para los impugnantes una prohibición implícita. Esta argumentación fue
material de validez incondicionado, es decir, como si estuviera destinada a obviamente rechazada por la Corte Suprema de Justicia, e n Sala Plena, e n
ofrecer respuestas frente a todo problema jurídico. U n a concepción inaximalista sentencia del 25 de mayo de 1999, ya que una lectura de la Constitución
de la Constitución, que pretendiera obtener de ésta, por vía deductiva, la iluminada por las singularidades de su estructura normativa y por las funciones
soluciónde todo interrogante jurídico, atentaría contra el resto del ordenamiento que h a de curnplir e n u n sistema democrático n o permite entender que los
jurídico y contra el pluralismo político que la misma Constitución propugna, silencios del texto constitucional se equiparen a una exclusión o prohibición de
pues cerraría puertas que ésta h a dejado abiertas al proceso político y al juiciv lalibertad de ~onfi~uraciónnormativadel legislador; la presunción es justamente
de quienes e n cada momento ejercen el poder. la contraria.

Tampoco h a de ser concebida como u n programa político o económict~ Otro interesante ejemplode la incidencia de laaperturade laconstitución
que deba ser cumplido o ejecutado, y que predetermine la actuación de los e n la interpretación de sus preceptos nos 10 ofrece una importante sentencia
poderes públicos, por cuanto ellano contiene, ni siquiera de manera ernbrionaria, dictada por el Tribunal Constitucional español e n relación con el derecho de
el conjunto de objetivos y de medios sobre los cuales puede erigirse una política huelga. En contra de la regulación de tal derecho contenida e n el Real Decreto-
social o econó~nica. Por el contrario, es de la esencia de la Ccinstitución la Ley 17/77 -de 1977-, los recurrentes aducían, entre otros argumentos, que
renuncia al diseño de tal programa y la convicción de que ha de ser elaborado dicho Decreto-Ley, de origen preconstitucional, se inspiraba e n una concepción
a la luz de las mudablcs circunstancias de cada época. restrictiva del derecho de huelga, que n o se avenía con la resultante de su
consagración constitucional. Al abordar este alegato, dicho Tribunal declaró
A veces se incurre en el equívocodequerer fundamentar e n la Constitución que:
todo proyecto o econóinico toda obra lcgislativa, lo cual n o está e n
consonancia con la naturaleza de dicha norma jurídica, que n o pretende abarcar en u n plano hay que situar las decisiones políticas y el enjuiciamiento político
la eiiorine esfera de lci jurídicamente posible. Existen espacios "vacíos de que tales decisiones merezcan, y en otro plano distinto la calificación de incons-
derecho constitucional", dentro de los cuales el legislador se inueve con titucionalidad, que tiene que hacerse con arreglo a criterios exclusivamente
libertad5. La Constitución e n ocasiones enuncia fines políticos, sociales o jurídicos. La Constitución es u n marco de coincidencias siificientemeiite arriplio
como para que dentro de él quepan opciones políticas de miiy diferente signo.
económicos que deben ser perseguidos por los poderes públicos, mas son
La labor de interpretación de la Constitución no consistc necesariamente en
normalmente lo suficientemente genéricos como paraque dencabida a programas
cerrar el paso a las opciones o variantes imponiendo autoritariamente una de
diversos, e incluso opuestos. ellas. A esta conclusión habrá que llegar únicamente cuando el carácter uníuoco
de la interpretación se imponga por el juego de los criterios hermenéuticos.
Nuestro Supremo Tribunal tuvo que enfrentarse con la peculiar textura
Queremos decir que las opciones políticas y de gobierno no están preuiamente
normativa de la Constitución e n la sentencia que se pronunciíi sobre la
programadas de una uez por todas, de manera tal qiie lo zinico qiie cabe hacer
constitucionalidad del Código Orgánico Procesal Penal. Los recurrentes adu- en adelante es desarrollar ese programa preuio. Corresponde, por ello, al
legislador ordinario, que es el representante en cada moinento histórico dc la
5 Cfi: Zagrebelsky, Lngiustizin ..., p. 62. En ig~ialsentido se proniinci:i I'izzorusso, q ~ i i e n soberaníapopiilar, confeccionar iina regulación de las condiciones de ej~~rcicio
habla d e la existencia de leyes que se citú:inpmctc7-coizstitt~tioilern.dada la ausenci~i del derecho, qrle serrín más restrictiuas o abiertas, de acuerdo con las diri.i.trii c.\
de paráinetro constitiicional específico; »p. cit.. p. 4j.
políticas que le impulsen,siempre que no pase más allá de los límites impuestos He aquí la faceta prohibitiva de la caracterización de la Constitución
por las normas co~lstitucionaks(STC 1111 981, F]. 7 ) . como denominador común de la democracia. En cuanto pieha angular de este
La posible diferencia existente entre la visión del derecho de huelga de sistema político, la Constitución consagra una serie de reglas y principios a los
la que partía el Decreto-Ley, y la que nutre a la Constitución española de 1978 que no es posible renunciar sin poner en entredicho el equilibrio del conjunto.
n o bastaba, formulada e n términos tan genéricos, para considerarlo La apertura de la Constitución en modo alguno desdice la función de cierre o
inconstitucional, lo cual n o impidió a dicho Tribunal declarar la de barrera que ésta también desempeña. Por el contrario, el establecimiento y
inconstitucionalidadde aspectos concretos del mismo, como la severa limitación la vigencia efectiva de esas reglas y principios intangibles, cuya garantia se
de las huelgas de solidaridad que preveía (FJ. 21)6. encomienda a la jurisdicción constitucional, es una condición de tal apertura.

del artículo 112 d e 121 Ley Orginica del Poder Judici:il, q u e inodificó el sistema d e
6 Otra aplicación. esta vez muy discutible, del carácter cle denominador coiiiún d e la selección cle los niieiril~rosclel Consejo General del Poder Judicial, con el artíc~ilo
democracia que posee la Constitución se encueiitr:~e n la sentencia d e nuestra Corte 122.3 d e la Coiistit~iciónesp:ihola. Según este precepto consrit~icional,adeinás del
Supreina d e Justicia del 12 d e septieinbre cle 1969, q u e desestiinó la solicit~idd e Presiclente del Tri11~in:ilS~ipreiiio.integrante natural del Consejo. sus rest:inies veinte
inconstit~icionalidadpresentada por el I'resideiite Rafael Calder;~,d e acuerdo con el iiiieinl~rosIian cle ser escogiclos del siguiente iiiodo: "cloce entre jueces y iiiagistrados
artículo 173 d e la Constitución del 61. contra la Ley d e reforma 1':irci:il d e la Ley de todas I~iscategorías judici:iles. eri los t6rniinos que establezc:~la ley orgánica,
Orgánica del Poder Judicial. Diclia solicit~idse fundamentó, entre otras razones, e n cuatro a propuesta del Congreso cle los Dip~itadosy cuatro a propuesta clel Seii:ido.
q u e la ley ot>jetodel veto presidencial n o exigía que los miembros del Consejo d e 1:i elegidos e n ainl~oscasos por iiiayoría d e tres cl~iintoscle sus niieinlirc~s.entre abogados
Judicatura provinieran del I'oder Judicial. lo cual contrari:il~a "las finaliclades, la y otros juristas". La I.ey Orginica del I'ocler Juclicial d e 1980 había disp~iestoq u e
intención y la orientación clel texto constit~icionalvigente", particul;irmente, la finalidad esos doce jueces y inagistraclos debí:in ser elegiclos por los propios integriinies d e las
d e sus artículos 205, 207 y 217. La Corte Supreina afiriiió q u e "¡Yo dice la Coiistitución respectivas categori;is judiciales, iiiientras que 1:i cle 1985 estal~lccióque serían elegidos
cuáles son las condiciones que se requieren para ser riiienibro d e dicho Consejo, por las Cortes Genei-ales. El Trihunal Coiistit~icional debía determinar si esta
razón por la cual lo dejó 211 I ~ u e nsentido del I.egisladorn, y luego :iiiatlió que. si ],¡en riiodific:ición. eii virilid d e la cual los veinte iiiieiiihros electo.; clel Consejo General
era "respetable 1:i preociip;ición del I'resiciente cle la Repúl~lic:~ por lograr clue el del Poder Jiitlicial i l ~ a na ser escogidos por las C5niar:is. coiriportal~auna v ~ i l n e ~ i c i ó i i
Congreso oadopt:ira el sistein:~ niás conveniente para Iii 11~ieiia iii.ircli;i d e la tlel :irtíc~ilo122.5. Los recurrentes :idiici:in cliie esta foriii:~tle elección d e los iiiieiiil~ros
ad~ninistracióncle justicia, (...) iii\,cstido como está el Congreso <le la potestacl d e del Consejo :itentaba contra el autogobierno del Potler J~idicialy 13i-c~picial~a el
legislar, a él corresponde escoger las vías más apropiadas para expresar s ~ vol~int:id
i precloiiiinio tle criterios político-l~artidistas eii la integración ): el fiincionairiiento del
y decidir respecto d e las \.entajas o inconvenientes clel contenido cle uiia ley. Est:iblt:cer Consejo. Siii embargo, cliclio Tril~iiiialdecl:iró sin lugar el recurso iiitei-p~iesto,por
si iina o iiiás noriiias deben o n o incl~iirsee n cleieriiiiiiada Ley o si los iiieclios consiclerar q u e el al-tíciilo 122.3 cle 1:i Constit~icióriesp;iiiola n o exige q u e los cloce
escogidos por el legislador son o no 10s iiiejores para lograr los fines previstos e n la iriieiiibros del Consejo procecleiites clel I'oder J~idici:ilsean escogiclos por jueces y
Constitución so11 cuestiones q u e escapan al control j~irisdiccionalclc la Coi-te s o l ~ r e iiiagistratlos, i i i excl~iyeq u e su cleccióii sea 1eg;ilriiente atril~iiidaa las Cortes Gen-
los actos d e los cuerpos legislalivos nacionales, a inenos q u e se viole un:i tlisposición erales. Segiiii el Tri11~11131 Constitucional, con la ri~iev:~ reg~ilaciónlegal se correría el
expres:i d e la Constitución". riesgo d e q u e la finalidad d e la noriiia constit~icional,q u e ~idicarían o propiamente
en gar:intizar el a~itogobiernoclel Poder Juclicial, siiio e n '.asegurar que la coiiiposición
No parece acertaclo este pronunciariiiento d e nuestro Máxiirio Tril~~in:il, pues ciiando
del Consejo refleje el pluralisiiio exislente e n el se110 d e la sociedad y. iiiuy e n
el artículo 217 d e la Constit~iciónseñalaba q u e e n el Consejo d e la Judicatura .'deberá
especial, e n el seno del I'oder Juclicial", resulte fi.~isti-ada,por c~iaritolas Cáinaras
darse adec~i;idarepresentación a las otras rainas del I'oder I'úblico", iinplicitainente
podrían :ictLi:ir d e a c ~ i e i d ocon la 1ógic;i clel Estado d e partidos. atendiendo a la
estaha diciendo q u e sus integrantes principales eran los jueces, e n cuanto inieinbros
proporción e n q u e las distintas fuerzas 11olíiicas están representadas e n el parlamento,
del I'oder Judicial, a lo cual se sumaría 1:i consideración cle la finalidad d e 1:i norma.
11txc) tliclio riesgo. auiiqiie "p;ii-ece aconsejar su sustit~ición(.. .) n o es f~indaiiiento
En todo caso, la inconstitucioiialidad d e las leyes n o está supeditada a la viol;ición
hastante para cleclarai. sil invalidez, ya q u e e s doctrina constante d e este Tribunal q u e
del texto d e un precepto constit~icional,pudiendo derivarse d e la viilnemción d e su
la validez d e la le): ha d e ser preseivada cuando SLI texto n o iiiipide una interpretación
~ n t i o espíritu o del desconociriiiento d e principios constit~icion:ilesiiiiplícitos.
adecuada a I:i Constitución"
En una dirección similar :i la del pronunciaiiiiento anterior apunta la sentencia del
Esta clecisióii lia merecido ;ilgiinas crític:is. las cii;iles iio l~iceiiinfuiid:id:is, por cuanto
li-il~uii:il Constitucional espafiol 108/1986. e n la cual se exanii~ióla coiiip:itibilidncl
el legislador est:ibleció un régiiiieii que suscita cliid:is a la vista d e lo prescrito e n el
Como h a destacado Hesse, la Constitución "no se limita a dejar abierto peestablecido. A diferencia de la admitiistración, que ha de seguir los de-
sino que establece, con carácter vinculante, lo que n o debe quedar abierton7. rroteros determinados Por la ley, el legislador normalmente ostenta una libertad
Pero incluso de este modo la Cotistitución contribuye al desenvolvimiento de de configuración que abarca tanto los medios como los objetivos mismos de sus
la democracia, pues al establecer de manera vinculante ciertas reglas y principios, obrar, y esta libertad se resiste a la aplicación de las categorías y de los controles
los exime del escrutinio diario de la política y ofrece un núcleo estable que marca propios del Derecho administrativo. En este cainpo del Derecho, la regla es que
los límites del debate. Cuando coloca ciertas inaterias fuera del alcance de las la administración sólo p e d e actuar si y en la medida en que la ley la autorice,
mayorías de turno, trata de asegurar que éstas actúen sin amenazar los valores mientras que el poder legislativo está, e n principio, constitucionalmente
esenciales del sistema y, sobre todo, de evitar que tiranicen a las minorías. Por facultado para regular cualquier materia, dentro de los límites fijados por la
eso, cualquier intento de rnenoscaharlos debe ser rechazado con rotundidad por propia Constitución.
los jueces constitucionales.
La libertad liiilitada de la que goza el legislador contrasta, pues, con la
N o obstatite, como el espacio que está vedado a las mayorías es muchísiino sujeción característica de la admitiistración, lo cual incide e n la articulación del
menor al que es dejado a su discreción, la Constitución traza solarnente los control judicial de sus respectivos actos. Incluso cuando la administración
litideros dentro de los cuales h a de desarrollarse la lucha p l í t i c a . ejerce una potestad discrecional subsiste esa situación de sujeción, por cuanto
entonces se encuentra obligada a adoptar una medida que sea efectivamente y
e n un alto grado, apta ara alcanzar el interés Público legalmente salvaguardado,
2.- PECLILIAIIIDADES
DE L.4 L'IN('LILACION D E L LEGITLADOR 4 LA CONS~ITUCION
pues de lo contrario el acto eiiiitido estaría viciado de nulidad. En cambio, las
decisiones tomailas por el legislador en uso de su libertad de configurricióti sólo
El carácter abierto de la Constitución repercute en sus relaciones con las pueden ser objetadas cuando resulten iiic~rii~atihles con la Constitución.
normas legales, las cuales no pueden ser entendidas como una simple ejecución
de la primera. Aparte de que frecuentemente son múltiples las formas como En este sentido, el Tribunal Constitucional español ha declarado que:
pueden ser concreti-aclos los preceptos constitiicionales, es muy extenso el
ámbito de las inaterias situadas al inargen de la Constitucicin, e n las cuales el La función del Legislador n o dcbe ctitenderse corno zina simple ejecilcióri de
P
legislador interviene con fundamento e n valoraciones exclusivainetite políticas los preceptos constitucionales, pues, sin perjuicio dci la obligaci61i de cumplir
o técnicas. e los inandutos que Iii Constititiión impone, el LegisItdor go:a de itna amplia
libertad de configuración nor~natielapara t r d t c i r en reglas de Derecho las
El control judicial de la compatibilidad de la ley con la Constitución tio plurales opciones políticiis que el cuerpo electoral libremente expresa a trarlO
es, por tanto, idéntico al que se ejerce e n relación con la sujeción de los actos del sistema de representación tjarlamenturio. I'or ello, el Tribunal
Constitucional ha afirtnado tambiin que si el poder legislatiz'o opta por una
administrativos, norinativos o 11~7,a la ley. El segundo es más estricto, dado el
configuración legiil de una d e t e r m i n d matcria o sector del ordenatniento no
carácterservicial de la administración respecto del interés público salvaguardado
es suficiente kz iiiera discrcpanciu política -hsita en otra opciún- para tachar
por la ley. La apertura de la Coiistitución, y el pluralismo político que la nutre, la primerii de arbitraria, confundiendo lo que es arbitrio legítimo con capricho,
excluye, e n cambio, que la constitucionalidad de las leyes pueda por regla inconsecuencia 0 incoherencia creadores de desigwldid o de distorsión de los
general ser apreciada e n función de su sometimiento a un interés público efectos legales(. . .) . Ello habría que r[i:onarlo en detalle y ofrecer, al menos,
una demostración en principio convincente ( S T C 9911 9 8 7 ) .
artículo 122.3. el cual sólo a~i-ib~iye:i las Cániaras la elecci[5il de ocho de los inieilihros
tlel Consejo, y q u e p o n e seriamente e n peligro los fines d e esa disposicií>n Estas son las coordenadas generales dentro de las que se inscribe la
constitucion:il (Al respecto rfirl.Fern5ndez Segicto. Francisco, Elsislo~znco~zstitucionnl sujeción del legislador a la Constitución, las cuales requieren, n o obstante, de
espatiol. hl:itisid, Dykinson, 1C192, pp. 795 y SS.). múltiples matizaciones en función de la materia constitucional implicada y de
7 Op. cit., 19 las particularidades del asunto planteado. Sabido es, por ejemplo, que en el
ámbito de los derechos fundamentales y, concretamente, al establecer En el control de razonabilidad no ostenta la Corte Constitucional una
restricciones a su ejercicio, la esfera de libertad del legislador se reduce competencia cualitativamente idéntica a la del legislador; no le corresponde
significativamente, aunque sin llegar a desaparecer. Sin embargo, resulta útil hacer prevalecer su propio punto de vista, colocando sus criterios de valor por
para la comprensión de las peculiaridades del control de la constitucionalidad encima de los del legisladur; sino elalmar solamente la plausibilidad de la elección
de las leyes, captar las diferencias entre la posición servicial e n que la legislativa, esto es, la sola justificación de esta última9.
administración se sitúa frente a la ley y la posición de libertad política limitada
En el Derecho alemán se h a arribado a conclusiones análogas, hasta el
del legislador frente a la Constitución.
punto de llegar a sostenerse que, e n materia del principio constitucional de
Unsector de ladoctrinaha intentado relativizar enexceso tales diferencias, igualdad y e n otras similares, "el contenido de la regulación constitucional n o
mediante la invocación del principio de interdicción de la arbitrariedad, como posee igual alcance al del control judicial de la constitucionalidad", porque se
parámetro de licitud que permitiría equiparar el control judicial de la actuación censuran solamente las decisiones arbitrarias (wdkurlich) del legislador. El
legislativa con el de la actividad de la administración. Para sustentar esta legislador debe esforzarse por dictar la ley que más se ajuste a la exigencia de la
postura, se acude a los avances que e n países europeos h a n tenido modalidades igualdad o del valor de que se trate, "aun cuando sólo se encuentre sometido a
de control de la legislación análogas al examen de constitucionalidad, que control judicial e n las fronteras extremas de la prohibición de la arbitrariedad"IO.
puede efectuarse con arreglo a tal principio.
U n principio vecino al de la razonabilidad como lo es el d e la
Estimamos, empero, que los ejemplos más significativos ofrecidos e n este proporcionalidad, h a cumplido una función también específica, diferenciada,
campo por el Derecho de los países europeo son una muestra de la-validez de la al insertarse e n el ámbito del Derecho constitucional. La mejor prueba de ello
caracterización general anterior. Así, e n el caso italiano, se h a producido, reside e n la jurisprudencia constitucional que, e n lugar de aplicar rigurosamente
ciertamente, un interesante desarrollo jurisprudencia1 e n torno a la exigencia alas leyes restrictivas de derechos constitucionales el test de la proporcionalidad
de racionalidad y razonabilidad de las leyes, que h a ido un poco más allá del -el cual comprende la elección de la medida que, siendo idónea para alcanzar
ámbito estricto de aplicacihn del principio constitucional de igualdad. N o el fin constitucional trazado, afecte e n menor grado al derecho correspondiente,
obstante, los mismos autores que propugnan la consolidación de esta suele reconocer al legislador un importante margen de decisión, no sólo de
jurisprudencia de la Corte Constitucional italiana subrayan las fronteras que, apreciación1' .
e n consideración al principio democrático y a la distribución constitucional de
El legislador n o puede, desde luego, incurrir impunemente enarbitrariedad,
las funciones públicas, n o deben ser rebasadas por la jurisdicción constitucional.
pues la arbitrariedad es la negación del Derecho, la imposición por la fuerza, a
En tal sentido, se afirma que la necesaria racionalidad (coherencia lógica veces revestida de formas jurídicas, de medidas ilegítimas, injustificadas. En su
de una norma respecto del sistema jurídico) de los productos norinativos n o sentido más estricto, la arbitrariedad se aplica a los actos de los órganos del poder
supone que deba hallarse e n la Constitución un asidero para cada una de las público dictados desconociendo abiertamente los límites impuestos por el
elecciones normativas del legislador. S i así fuese "la actividad legislativa se ordenamiento jurídico, y n o hay razcín por la cual el legislador se encuentre
configuraría e n general como esencialmente vinculada, contraviniendo el exento del control judicial respectivo. Es más, el principio de interdiccicín de
carácter político y tendencialmente libre (...) que a ella corresponde(...). Pero la arbitrariedad puede desempeñar u n importante papel e n la justicia
las cosas no son así, dado el carácter libre, y n o sólo discrecional, de la
l e g i ~ l a c i ó n ." ~
Particularmente, e n relación con la exigencia de razonabilidad
(consonancia de una norma con ciertos valores) se h a sostenido que: 1 0 Hesse, Grunclzlz2cge(les Verfnssu?zgsrechtsclerBti?zdes~
cpllld~kDct~tschlatzdHeidelberg,
Muller, 1995, 1' 189
11 Vid González-Cuéllar, Nicolás, Propoi-ciotlali~l~zd t ~n~ell e s
J. 13e1-echosF ~ i ~ z d c ~ m e ? z e
8 Zagrebelsky, Lagiustizia .... p. 150. P ~ x ~ e Penal,
so Madrid, Colex, 1990, pp. 32'5 y ss.
constitucional, como último recurso técnico al cual acudir, a falta de una embargo, observar que la forma de controlar el ajuste del legislador a tales
modalidad de control específica, para censurar leyes abiertamente contrarias a conceptos no se identifica con el control respectivo ejercido e n el árnhito del
principios fundamentales del Derecho. Esto n o implica, sin embargo, que el Derecho administrativo. El legislador democrático goza de un "ámhito lícito de
estudio de la revisión judicial de la constitucionalidad de las leyes se reduzca a
c o n ~ r e t i z a c i ó n " es
~ ~decir,
, de un margen de apreciación e n la interpretaci6ii de
la invocación del principio de interdicción de la arbitrariedad, ni que ésa sea la los conceptos constitucionales superior al que se reconoce a la administración
técnica norinal recoinendable para ejercer dicha revisión, como tampoco al aplicar conceptos legales indeterminados. Esto implica que un misino
supone que los criterios empleados para determinar la nulidad o anulabilidad de concepto indeterminado adquiere una mayor o menor elasticidad en función
las leyes sean cualitativamente asiinilables a los propios del Derecho del contexto jurídico e n que se inserta.
administrativo. Hay que vencer el mito de la soberanía del legislador, iiias para
lograrlo n o es preciso crear otros nuevos. En este orden de ideas, conviene disipar la confusión que a veces se
produce entre los conceptos jurídicos indeterminados contenidos e n una norma
constitucional y los principios jurídicos empleados para medir la
3 .- Deferencia frente a la incelpretacróii de la Constituciúii 7.eali~adapor el constitucionalidad de las leyes. Así, cuando se afirma en una sentencia que sólo
legzslador e n virtud de ciertos fines de interés público es lícito imponer determinados
límites a un derecho constitucional, la noción de interés púhlico n o es un
La apertura de la Constitución al proceso político supone reconocer un concepto jurídico indeterininado, cuyo uso deba ser controlado según las
papel singular al legislador e n la interpretación constitucional. En cuanto técnicas correlativas, sino una implicación del principio de proporcionalidad,
poder encargadode adoptar las decisiones políticas mjs relevantes, geiieralinente e n virtud del cual las restricciones a los dereclios fundaineiitales sólo son
plasmadas en normas jurídicas del mAs alto rango después de la Constitucicín, legítimas cuando persigan una finalidad constitucionali-iiente plausible, variable
el legislador ocupa una especial posición en cl sisteina jurídico-político, que según la regulación legislativa de que se trate. Los conceptos jurídicos
debe ser tenida e n cuenta por los órganos jurisdiccionales responsables del indeterminados han de estar formulados en el texto constitucional, siendo muy
control de la constitucionalidad. distinta la función que la noción de interés público cumple cuando es utilizada
para inensurar la proporcionalidad de una medida legislativa.
La interpretaciónde 1aConstitucitjn con freciiencia implica la integrac ión,
a la luz de una problemática específica, de conceptos o mandatos genéricos. Esta En tal equívoco incurrió el Tribunal Constitucional español en la
labor, llamada "concretización", norinalmente es ejercida primero por el sentencia en que declaró la constitucionalidad de la Ley del 22 de marzo de
legislaclor, a veces de manera inconsciente. Él cla el primer paso en el 1993, sobre las Camaras Oficiales de Comercio, Industria y Navegacicín (STC
desentrañamientode lasignificaciónde los preceptos constitucionales, y el juez 10711996). En esta sentencia se sostuvo, reiterando lo establecido en fallos
constitucional ha de recoiiocerle u n cierto margen de apreciacicín en el anteriores relativos a la misma materia, que la adscripción forzosa a tales
desempeño de esa función. Esto es lo que la doctrina alemana, sirviéndose de Cámaras, al ser una seria limitación a la libertad de asociacicín, h a de encontrar
una expresión tal vez n o muy afortunada, califica como "la primacía (Vorrang) fundaniento, bien en disposiciones constitucionales, bien en los fines de interés
del legislador e n la concretización de la C o n ~ t i t u c i ó n " ' ~ . público perseguidos. Pues bien, el Tribunal consideró que sí existían fines de
interés justificatorios de la adscripción forzosa que tales C.'din;\rah
Los términos vagos, anihiguos o elásticos característicos de las normas
suponían, porque n o halló "base para concluir que, manificstamente, tales fincs
constitucionales se corresponden con los llamados conceptos jurídicos
podrían obtenerse sin dificultad por una pluralidad de asociaciones o por Iii
indeterminados, conocidos en todas las Areas del Derecho. Es importante, sin
propia Adininistración". Y añadió que no estábamos

13 Giisy, Cliristol->li,"Entscheidung iincl (Reclits-) Kontrolle in ilci i . i . i I I i <I i t . 1 1


12 Cfk Hesse, Escritos, . . p. 32
I<ornpetenzoi.dncing",DOY 1990. pp. 540 11 SS.
en la zona de certeza negati~ladel conceptojurídico indetenni-nado ( . . .) dentro Para algunos ésta es una auténtica presunción jurídica, cuya particularidad
de la cual result'i lícita a este Tribunal la destrucción de la presunción de radica e n que se aplica a la interpretación de textos jurídicos y n o al
constitucionalidad de la Ley, sino en la zona de incertidumbre o penumbra,
establecimiento de hechosI6. A nuestro juicio, su carácter de verdadera
en la que ha de reconocerse al le~sladorun amplio margen de apreciación.
presunción jurídica es más que discutible. Pareciera que se trata, más bien, de
La confusión resulta patente, por cuanto los fines de interés público que u n instrumento tópico o retórico que expresa la posición mental que e n
tuvieron que ser ponderados e n ese caso n o se corresponden con una fórmula principio ha de asumir el juez al enfrentarse a la posible inconstitucionalidad de
o concepto del texto constitucional español, sino que e n verdad son un una ley, y que indica también a su impugnante la actitud pocesal que debe
corolario de la aplicación del principio de proporcionalidad como test de control mantener para lograr su anulación.
de las restricciones legislativas a un derecho fundamental: el derecho de
En cualquier caso, dicha presunción h a de ser entendida como una regla
asociaciói~.
que admite matizaciones e incluso excepciones, y que n o debe traducirse e n la
U n a significativa muestra del especial trato que comúnmente se dispensa exigenciageneral de una inconstitucionalidadgroseraofigrante como condición
a la interpretación de la Constitución efectuada por el legislador, es la técnica para declarar la ilicitud de una ley. En los supuestos e n que opera, debe ser
de la interpretación de las leyes en conformidad con la Constitución. Vista concebida como una presunción moderada de constitucionalidad, ya que puede
como una interpretación salvadora de la ley, no sólo responde a la necesidad de resultar desvirtuada "por la aportación de elementos de cierto peso, aunque el
evitar vacíos normativos, sino también al propósito de respetar e n lo posible la peso de éstos n o llegue hasta el punto de eliminar cualquier resquiciode dudan1'.
función concretizadora del legislador. En esta direccicín se h a pronunciado la Ferreres h a puesto de relieve acertadamente, siguiendo a Ely, que hay dos
jurisprudencia p a t r i a , al sostener q u e "en e l caso d e d e n u n c i a d e ámbitos e n los cuales opera incluso u n a presunción contraria a la
inconstitucionalidad de una norma legal, y existiendo diversas de constitucionalidad de la ley: las leyes que dan u n tratamiento desigual a grupos
interpretación, debe preferirse siempre aquélla que armonice el texto socialn-ientevulnerables, y las que restringen, desde una posición de parcialidad,
constitucional con el de la norma e n discusión"". La deferencia frente al los derechos de participación política".
legislador se manifiesta también e n la doctrina j ~ r i s ~ r u d e n c ide
a l la presunción
Sin perjuicio de estas situaciones extremas e n que sobre la ley recae una
de constitucionalidad de las leyesI5.
sospecha de inconstitucionalidad, el grado de la deferencia que cabe prodigar
La precedente enunciación de los rasgos distintivos del control de la al legislador varía e n función de la naturaleza del parámetro constitucional, del
constitucionalidad de las leyes h a de ser concebida como u n punto de partida, alcance del acto sujeto a control, y de las posibilidades de formarse u n juicio
como u n criterio general orientador para la resolución de los probleinas sólido y completo sobre la materia correspondiente. Cuando se trata de
interpretativos vinculados al ejercicio del control de la constitucionalidad de derechos fundamentales y, sobre todo, de injerencias profundas e n los inismos,
las leyes. N o h a n de asumirse posturas dogmáticas, que oculten la pluralidad de la deferencia tiende a reducirse al mínimo, pasándose del control general de
situaciones o de materias e n que las ideas anteriores sufren u n significativo evidencia o aceptabilidad a uno de contenidoI9.
aten-iperamiento.

En este sentido, lo primero que debe ser rechazado es la tendencia a


aplicar ciegamente la llamada presunción de constitucionalidad de las leyes. 16 Ferreres Comella, Víctor, J~isticiaconstitucional y detnocracia, Madrid, Ceriti-o clc
Estudios Políticos y Constitucionales, 1977, p. 141 y SS.
14 Sentenci;~d e la Corte Suprerr~ade J~isticia,en Pleno, del 17 d e al~rilde 1997; cfi:;
la sentenci:~de la rnisrna Corte, en Pleno. del 26 tle febrero de 1985.
igu:ilinei~~e. 17 Icle~?~,
p. 162.

15 <ti:,entre otrns. la sentencia de la Corte Suprema de J~isticia.cil I'leno. del 31 de 18 Idern. pp. 242 y SS.

octubre de 1775. 17 Cfi: Sclineider, op. cit., p . 60, Hesse, Gr~~tzclziige


.... p. 144.
A veces militan a favor de la reducción de la deferencia judicial hacia el encuentran sometidos a su control, y cuyos pronunciamientos ostentan una
legislador factores externos al contenido mismo de la norma jurídica enjuiciada, rigidez semejante a la del Derecho que les toca aplicar. Además, el poder
como sucede cuando se censuran leyes bien por su indeterminación, dada la legislativo a veces se encuentra e n mejores condiciones para examinar las
incertidumbre que pueden crear respecto de los alcances de las limitaciones circunstancias de diversa índole que deben ser consideradas al concretizar
impuestas a u n derecho fundamental, bien por la forma e n que h a n sido ciertos preceptos constitucionales. Se fundamenta, por otro lado, e n la
usualmente interpretadas y aplicadas por las autoridadeszo. necesidad de evitar el vacío normativo que generalmente acarrea la declaratoria
de la inconstitucionalidad de una ley.
Para Ferreres existen supuestos e n los que la presunción de cons-
ti tucionalidad de la ley se fortalece, llegando e n algunos a hacerse inexpugnable: El reconocimiento de u n amplio margen de apreciación al poder legislativo
la participación del pueblo e n la aprobación de la norma mediante referendo, n o entraea una abdicación de los jueces constitucionales al ejercicio de su
y la existencia de u n elevado consenso parlamentario o extraparlamentario e n misión, ni debe ser entendido como una simple manifestación de autocontrol
torno a una ley. En el primer supuesto la presuncióii de constitucionalidad n o o selfrestrain, sino que es u n correlato de la apertura de la Constitución al
podríaser desvirtuada; e n el segundo sólo losería e n casode inconstitucionalidad proceso político, la cual también debe inspirar la actuación de la jurisdicción
grosera o flagranteZ1.N o compartimos esta posición. La necesidad de respetar constitucional. Esta se encuentra obligada a rechazar las leyes incompatibles
el principio democrático n o convierte al juez coiistitucional e n una marioneta con la Constitución, pero debe tolerar aquellas que, aún cuando n o ofrezcan la
de las mayorías parlamentarias o refrendarias, por más fuertes que sean. La más constitucional de las soluciones imaginables, tengan cabida e n el amplio
misión de la justicia constitucional es más elevada; la Constitución h a colocado marco de lo constitucionalmente permisible.
u n conjunto de reglas y principios por encima de los consensos políticos,
dejando a salvo la excepción limitada del poder constituyente, de manera que
el juez constitucional debe velar por su integridad, aun cuando ciertas mayorías
coyunturales pretendan desconocerlos. Cuanto más próxima se encuentre la
regla o principio comprometidos a la esencia de un ordenamiento constituciomal, U n a de las principales virtudes que el sistema jurídico-político exige de
más enérgica deberá ser la respuesta judicial, que estará llamada a cumplir una los jueces constitucionales es la prudencia, concebida n o como la renuncia al
función aleccionadora y a reconducir el proceso político a sus cauces naturales. ejercicio de las funciones que les incumben, ni como la obligación de dar u n I>
paso atrás cuando el Derecho impone seguir adelante, sino corno una actitud i
El fundamento de la relativa deferencia judicial hacia el poder legislativo mental que h a d e ayudarles a vislumbrar los límites y las modalidades de su obrar. S
radica, por un lado, e n que sus decisiones se originan e insertan e n el libre juego 1
de la democracia: son producto del acuerdo de una inayoría políticainente Este llamado a la prudencia adquiere una gran justificación si tenemos
responsable, y pueden ser modificadas o revocadas cuando esa u otra mayoría lo presente el contenido y las implicaciones políticas de los asuntos que conciernen
estime conveniente. En cambio, las decisiones de la jurisdicción constitucional a la jurisdicción constitucional. Es célebre el cuestionamiento que de la misma
son adoptadas por jueces que n o representan directamente al pueblo n i se realizara Carl Schmitt invocando el carácter eminentemente político y, por
ende, n o justificable de los asuntos que le serían encomendadosz2. Sus
20 Como ejemplos d e la impoitancia q u e puede tener el m o d o d e ap1ic;lción d e la ley objeciones h a n sido superadas tanto e n el plano teórico corno e n el de los
impugnada e n el control d e su constitucionalidad, pueden consultarse las sentencias hechos, pero existe consenso e n admitir que la principal dificultad que lia de
d e nuestra Corte Suprerna d e Justicia, e n Pleno, q u e declararon la inconstitucionalidad arrostrar tal jurisdicción es la estrecha vinculación de dichos asuntos con la
d e l artículo 22 d e la Ley Orgánica d e A m p a r o s o l ~ r eDereclios y Garnntías política.
Constitucionales, y d e la Ley sobre Vagos y Maleantes (sentencias clel 21 d e mayo cle
1996 y del 6 d e rio\~iemlxed e 1997, respectivainente).
21 Op. cit., p p . 227 y SS.; y 275 y SS. 22 Cfi: Schmitt, Carl, LM í)ef¿7zsa de EL'! C ' O I L S ~ ~ Madricl.
~ ~ ~ C ~Tecrios.
Ó ~ Z , I0S.i. 1'1) 2' \ \\
48 IL CONSTITUCI~N
Y JUSTICIA C0NSTlTUCION.U

U n o de los cometidos del Derecho constitucional, y de los órganos científica en ciertas materias, o la definición acabada del tratamiento jurídico
judiciales a los que compete velar por su vigencia efectiva, es juridificar la vida que merecen las uniones de hecho.
~ o l í t i c o,
a mejor dicho, parte de ésta, por lo que nada de sorprendente tiene esa
íntima vinculación. N o obstante, el problema estriba, por un lado, e n que a En segundo término, la prudencia reclama del juez constitucional un
menudo no existe una separación nítida entre el Derecho constitucional y las examen detenido de las consecuencias socio-políticas de su decisión. En el
cuestiones netamente políticas, entre la esfera de lo jurídicamente impuesto y cumplimiento de su misión, debe ser extraño a parcialidad alguna, pero n o ciego
la de la libertad de configuración normativa; y, por otro lado, e n que a veces se a los requerimientos del bien y el sentido común; de allí que la aplicación fría
suscitan litigios constitucionales en los cuales la aplicación rígida o ciega de las de categorías dogmáticas tenga aquí muy poca justificación.
prescripciones constitucionales tendría un costo político elevadísimo, capaz
Esta atención a las implicaciones socio-políticas de sus decisiones, h a
incluso de estremecer los pilares del sistema sobre el cual la jurisdicción
impulsado una fructífera evolución de la jurisdicción constitucional, que cada
constitucional se afinca.
vez la aleja más del papel de simple "legislador negativol'que Kelsen le atribuyó.
Estas consideraciones, aunadas a la escasa precisión de los conceptos a De ahí que e n el Derecho comparado haya sido abandonado el dogma de la
los que frecuentemente deben acudir los jueces constitucionales para motivar vinculación necesaria entre la inconstitucionalidad y la nulidad del precepto
jurídicamente sus pronunciamientos, hacen aconsejable el ejercicio de la legal. En países como Italia, Alemania, Austria y, e n parte, España, entre la
prudencia, la cual demanda, e n primer término, una reflexión concienzuda nulidad del precepto legal cuestionado y la total desestimación del recurso o
sobre la cuestión debatida, realizada n o sólo a la luz de las particularidades del cuesticín de inconstitucionalidad hay un amplio espacio dentro del cual los
caso, sino atendiendo también a la plausibilidad general de la interpretación de Tribunales Constitucionales disponen de una variedad de técnicas, tales como
la Constitución que se propugna. las sentencias interpretativas, que a menudo tienden a subsanar la
inconstitucionalidad parcial de una disposición; la "declaracicín de nulidad sin
El juez debe evitar que su afán de defender el Pacto Fundamental lo alteración del texto", e n virtud de la cual se declara la invalidez de un precepto i
convierta e n u n activista, proclive a extender los imperativos y, con ello, la
rigidez de la Constitución más allá de lo querido por ésta. H a de entender que
legal respecto de un conjunto de supuestos a los que en principio resultaba /I
aplicable, dejando incólume su texto y su validez e n relación con otros
!
a menudo se mueve e n una zona fronteriza entre el Derecho y la Política, en la supuestos; la prolongación por tiempo determinado de la vigencia de la ley
que puede pisar e n falso si n o está suficientemente apercibido de las restricciones declarada inconstitucional; y las sentencias de mera inconstitucionalidad, que
que le impone el principio democrático y el reparto constitucional de los se limitan a declarar la existencia de una ley o de una situación normativa
p d e r e s o funciones públicas. Debe tener presente, e n suma, que "la política contraria a la Constitución, y a exhortar al legislador a corregirla. La Corte ]
configura la vida estatal, el Derecho Constitucional la preserva", y que la Constitucional Italiana ha llegado más lejos, al atreverse a añadir términos al
Constitución "le h a asignado la tarea de mantener el proceso político en los precepto denunciado como i n c o n s t i t ~ c i o n a l ~ ~ .
márgenes del orden competencia1 y de los derechos fundamentales, pero e n
modo alguno de la de participar e n ladefiniciónde los objetivos de lapolítica"2i. En esta tendencia se inscribe un pronilinciamiento de nuestra Corte
Suprema de Justicia mediante el cual se prolongó la vigencia de la ley declarada
Además, el juez n o debe caer en la tentación de cerrar irremisiblemente inconstitucional. Se trata de la sentencia que declaró la inconstitucionalidad
temas que científica o socialmente permanecen abiertos, tales como la precisión de la Ley de División Política-Territorial del Estado Amazonas, e n razón de la
de la influencia que la propaganda comercial, en sus diversas modalidades,
ejerce sobre laconducta humana, ladeterminacióndel ámbitode la investigación
24 Cfia.,entre otros, Schlaich, Kiacis, Deis Bi~izcl~~sz~r?;fi7ss11~?g.~get.ichl,
Miiiiclien. I<c>ck,
1994, [>p. 219 y S S . ; Bi:isco Soto, María. La seizterzcio cit Irt c ' r ~ c s l i t irle
~~
23 Kii-chliof, I->a~il,
"Tai-eas del BundesverEissungsgei-iht en una epoca d e cambios". 13ai.celon:i. Bo>ch, l 9 9 j . pp. 267 y S S : Z:i~rel>c.lsky,LII
ii?cor~.stit~~cioi~~li~~Icirl,
Revistu Esp~~ñolu de Derecho Co~zstitucional,49: 1997, pp. 10 y 32. giz~stizia..., pp. 297 y SS.
violación del derecho constitucional a la participación política de las tribunales, y por la percepción de una corrupción e impunidad generalizadas,
comunidades indígenas. Esta violación obedecía a la falta de participación de como sucedió e n nuestro país, la Carta Fundamental, por inás elogios que
estas comunidades en el proceso de formación de esa Ley y, por tanto, e n el merezca e n cuanto concierne a sus principios, sistemática y formulación,
diseño de la organización municipal que la misma establecía. En su fallo, nuestro termina por sumergirse en el lodazal de la deslegitimación.
Supremo Tribunal, haciendo uso de la potestad que le confieren los artículos
Ello permite explicar que, con el aval de la Corte Supreriia de Justicia, se
119 y 131 de su Ley Orgánica para determinar los efectos de su decisión en el
haya ido a u n procesoconstituyente desarrollado al margen de los procedimientos
tiempo, resolvió, e n obsequio a "la prudencia", prolongar la vigencia de esa Ley
de reforma previstos en la Constitución de 1961. Esto dota a nuestro proceso de
por un período de cuatro meses, para que la correspondiente ordenación
una gransingularidad, ya que ni siquiera laexperienciacolombianaes equiparable,
territorial y político-institucional se mantuviera hasta que fueran electas las
dado el carácter reformista e integrador, más que revolucionario o de ruptura,
autoridades locales con base e n una nueva ley de d i ~ i s i ó n ~ o l í t i cterritorial,
o- en
del proceso constituyente del país vecino. En nuestro caso, la instancia judicial
cuya formación los indígenas debían tener participación 2 5 .
primeramente llamada a velar por la supremacía de la Carta del 61 y por la
Queremos reiterar, por último, que nadade lo dicho debe ser interpretado estabilidad de sus instituciones, respaldó la convocatoria de una Asamblea
como una invitación a la laxitud o a la indulgencia en el ejercicio de las Constituyente que, como el tiempo ha demostrado, en modo alguno iba a
atribuciones propias de la jurisdicción constitucional. Existe un ámbito dentro circunscribirse a la elaboración de un proyecto de Constitución, ni a someterse
del cual ésta puede, y debe, apreciar y censurar sin dificultad los actos de los durante su actuación a los preceptos de la Constitución e n trance de
poderes públicos que sean contrarios a la Constitución. Pero hay también una defenestración. En otras palabras, el Supremo Tribunal dio el visto bueno a la
zona gris o de penumbra e n la cual ha de proceder con cautela, para que el revolución pacífica.
proceso político no sea privado de asuntos que la Constitución misma le
En este orden de ideas, conviene traer a colación unas pertinentes
entregó, y para evitar que sus decisiones generen innecesariamente males
reflexiones de O t t o y Pardo sobre la naturaleza del poder constituyente:
mayores a los que se pretenden censurar.
En una situación di. n o r m a l d d constitucional n d i e ncgaría que una actuación
democrática inconstitucional -supongamos un referéndum a faelor dc la pena
1V.- REFLEXIÓN
FINAL (SOBRE L A VULNERARILIDAD POLÍTICA D E L A S
de muerte celcbrtdo al miirgen de las normas coiistitucionales de refonna-
CONSTITUCIONES).
habría de considerarse carentc dc validez y podría ser declarada nula por el
Tribunal Constitucional: la prohibición constitucioiial de la peno de mucrti. se
La reciente experiencia constituyente venezolana ha puesto de relieve mantendría y la Coiistitución pevulecenafrente a una concreta manifestación
una faceta d e la apertura de la Constitución al proceso político que 'le la voluntad popular llevada a cabo extraconstitucionalmente. Eti otras
frecuentemente pasa inadvertida: su dependencia del contexto político e n que palabras, a h voluntacipopular no se le habría rcconocido en este caso eficacia
se integra. En virtud de su apertura, la Constitución, así como sirve de cauce constituyente. Por el contrario, si una situación de profi~ndacrisis condujera
por el que circula la vida política y social, requiere que ésta ostente una salud a la alteración del ordenamiento constitucional por vías democráticas pero
y energía suficientes para evitar la descomposición institucional. anticonstitucionales nadie negaría la elalidez de la nueva Constitución, una
vez que ésta se hubiere establecido eficazmente. Y la diferente respuesta en un
Si el régimen, n o necesariamente el sistema, político entra en una fase caso y otro no se debenaa diferentes criterios acerca de si el pueblo tiene o no
crítica de decadencia, caracterizada por el descrédito de las instituciones el poder constituyente, sino a una diferencia de hecho: en el primer caso
democráticas, comenzando por los partidos políticos y llegando hasta los negaríbmos validez a unci manifcstación de la voluntad popubr inconstitucional
porque partiríamos dc que en su conjunto la Constitución es reconocida coino
válida por los ciu&lanos y es un orden jurídico eficaz; la conclzisión contraria
2 j Sentencia d e la Corte Suprenia d e Justicia, en Pleno, del 5 de dicienibre de 1996. a que llegaríamos en el segundo caso se debería a un profunilo y generalizado
desajuste entre Ia Constitución y su sustrato político, del que habría nacido
una Constitución nuevaz6.

No es éste el lugar adecuado para entrar en disquisiciones sobre el poder


constituyente y sobre el fundamento último de la validez de un ordenamiento
constitucional. Nos interesa tan sólo subrayar que la relación dc tensión entre
Política y Derecho, tan frecuente en los problemas jurídico-constitucionales, es
un correlato necesario de la significacihn global de la Constitución. En la
conexión íntima de la Constitución con su contexto político se halla, pues, la
base de su implantación y permanencia y, a la vez, el germen de su posible
destrucción.

i Exceso de poder y discrecionalidad


del legislador ?

26 Otto y Pardo, Ignacio de, op. cit.,pp. 55-56,


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A) El exceso de poder antes de ki Constitución de 19472 Todo este bagaje jurídico repercutiría notoriamente en la esfera de la actividad
legislativa.
Antes de la Constitución de la República Italiana de 1947 no existía en
Italia una jurisdicción constitucional, pero sí una jurisdicción contencioso-
B ) El exceso de poder después de la Constilución de 194P
administrativa, cuya cúspide la ocupaba el Consejo de Estado. Y justamente se
hallan en el derecho administrativo, desde la ley de 1899 reguladora de las
Después de la proinulgación de la Constitución de la República Italiana,
funciones de dicho órgano, las bases de lo que después se llamaría exceso de
continuó usándose el exceso de poder en la jurisdicción contencioso-
poder legislativo.
administrativa, pero, además, la doctrina tendió a trasladarlo, junto con otras
La ley mencionada distinguía entre lo que era la legitimidad de los actos elaboraciones conceptuales del derecho administrativo, a la jurisdicción
administrativos, o sea, su conformidad con el derecho, y el mérito de los mismos, constitucional prevista en el nuevo texto fundamental. Poco antes Carnelutti
esto es, suoportunidado conveniencia. Además, preveía tres vicios de legitimidad había dedicado un artículo al Eccesso di potere legislatiuo, y luego la doctrina del
de tales actos: la incompetencia, la violación de la ley, y el exceso de poder. El derecho público en general comenzcí a hablar de la disc~ecionalidaddellegislador,
exceso de poder consistió primeramente en la incompetencia absoluta y del exceso de poder coino límite por excelencia de la misma.
(usurpación de funciones), mas prontamente se produjo, gracias a la
La propiaconstitución de 1947 había propiciado ese camino. Su artículo
jurisprudencia, una expansión de ese concepto que lo convertiría en una
134 dispone: La Corte Constitucional enjuicia: las controuersias relativas a la
categoría residual comprensiva de los nuevos vicios que el Consejo de Estado
legitimidad constitucional de las leyes y de los actos con fuerza de ley del Estado y las
iba hallando en los actos administrativos a inedida que fue incursionando en el
control del ejercicio por la administración de potestades discrecionales. Esta
Regiones" (cursivas nuestras).
nueva configuración del exceso de poder, que se vería reflejada en la ley del La Constitución aludió a la legitimidad constitucional de las leyes, lo que
Consejo de Estado de 1929, permitió que a través del mismo se declarara la incitó a la doctrina a aplicar a las leyes los tlicios de legitimidad ya conocidos en
nulidad de actos administrativos por motivos de ilegitimidad tan variados como
los siguientes: la desviación de poder, la falta de motivación, la ausencia o
.
el ámbito del derecho administrativo. El propio 1egisl.iiior intervino en este
asunto, a través del artículo 28 de la ley del 11 de marzo de 1953, n" 87, según
tergiversación de los hechos determinantes, la ilogicidad del acto, la injusticia el cual: "El control de legitimidad& la Corte Constitucional sobre una ley o acto con
manifiesta y la grave y manifiesta inoportunidad. fuerza de ley excluye cualuier ualoración de naturaleza política, y tacto control sob?-e
La discrecionalidad administrativa, que en teoría era concebida como un el uso del poder discrecional del Parlanit.nto"(cursivas nuestras).
poder que la administración podía utilizar libremente siempre que persiguiera Este precepto generó ásperas críticas, sobre todo de parte dc quienes
los fines para los cuales la ley lo había otorgado, devino entonces efectivamente pensaron que con él se pretendía excluir al exceso de poder como vicio de
controlable. Aunque se consideraba que el juez no podía indagar si los actos legitimidad de las leyes. Se afirmó que era inconstitucional, si pretendía reducir
discrecionales de la administración eran realmente medidas adecuadas para el alcance de las competencias que la Constituci6n confería a la Corte Consti-
alcanzar los fines legalmente prescritos; a través dc los motivos de ilegitimidad tucional, o inútil, si simplemente lo reiteraba. En todu caso, parte de ladoctrina
integrados en el exceso de poder se hizo posible la revisión indirecta de esa estimó y ha seguido estimando que la noción de discrecionalidad, entendida
adecuación, lo que llevó a ladoctrina acalificar tales motivos corno sintomáticos: como poder en principio libre mas sujeto al derecho en cuanto a1 fin, cs
no probaban categóricamente la existencia de una contradicción objetiva entre
unacto administrativo y el fin legal correspondiente, mas permitían presumirla.
3 Vid. I'izzorcisso, Alessanclro. op. cit.. p. 3 j y
S S . ; Lecciolws clc Derecho C ~ I I ~ . ~ / ~ / I I ~ . ~
2 Vid Martín-Retortillo, Sel~astian."El exceso d e poder coino vicio del :icto administrativo", i'vlaclricl. Centro cle Estctdios Constit~icionales,1984, T. 11. p . 10 )r SS.;y I < o t l i i , q i i ~ . / -
Piihlicu, nn. 23, pp. 83 y SS.
e n Rt'uistc~de Admi?listr~tcií)~l Zapata, op. cit..pp. 1.540 )r S S .
aplicable a la función legislativa y que el legislador incurre e n exceso de poder contradicciones que resulten del texto inisriio del acto obligarían a presumir tal
cuando se aparta de los fines estipulados e n la Constitución. disconforinidad, aunque ello no impediría que luego fuere dictado un acto
sustancialmente idéntico siempre que se corrigieren las contradicciones iniciales.
En suina, dice, a pesar de que está vedado a los jueces apreciar la pertinencia de
2.- LA DOCTRINA Y EL EXCESO DE PODER DEL LEGISLADOR la medida e n símisma, cuando es del ejercicio de un poder discrecional,
éstos sí pueden valorar la actividad precedente al acto, de la cual se extraen los
S o n inuy variadas las posturas asumidas por la doctrina italiana ante el síntomas de su distanciamiento respecto del interés público.
denominado exceso de poder del legislador. Ellas van desde los que realizan una
acabada constriicción dogmática del mismo, pasando por quienes lo usan coino Esta concepción del exceso de poder, según Mortati, es aplicable n o sólo
u n simple n o m e n iuris atribuible a una amplia gama de supueatos de a la administración, sino a cualquier autoridad pública, incluido el legislador.
inconstitucionalidad, hasta los que rechazan la adinisibilidad de tal categoría. Concretamente, dice que el legislador incurre e n exceso de poder cuando las
Nos interesa bosquejar soineramente la opinión de algunos de los autores que leyes se apartan de los fines que la Constitución le impone. A severa que la
se sitúan e n los extremos de este p6iidulo doctrinal. Corte Constitucional ha efectuado u n control de ese vicio e n la actividad
legislativa, valiéndose de conceptcx como los de racionalidad, razonahilidad y
otros que ofrecen la ventaja de no ser tan "chocantes" como el exceso de poder.
A) La construcción doctrinal del e~ccsode poder del legislndor
U n poco más lejos que Mortati h a ido Modugrio5 e n la pretensión de
Mortati' fue uno de los primeros autores que esbozó una elaboración realizar una construcción dogmática del exceso de poder legislativo. El estima
dogmática del exceso de poder legislativo. Realizando un tratainiento unitario que la activiclad legislativa dehe ser definida coino una función, o sea, coino un
de todos los actos jurídicos de derecho público y de sus vicios dc lcgitiinidad, poder discrecional conferido a una autoridad para que realice ciertos objetivos
sostiene que uno de esos vicios es, junto con la incompctencia y la violación p o s t u l a d ~ por
s el ordenainiento jurídico. La discrecionalidad es, a su entender,
de la ley (ordinaria o constitucional), el exceso de poder. un concepto unitario que abarca tanto a la actividad administrativa como a la
legislativa, siendo básicamente cuantitativas las cliferencias que pueilari existir
Para él el exceso de poder es el vicio imputable a los actos jurídicos e n el inc~)d«de operar de tal concepto e n cada uno de cscx á~iibitos.La actividad
discrecionales de los entes públicos, consistiendo la discrecionalidad e n u n legislativa, añade, se encuentra vinculada al fin genérico de desarrollar el
poder libre e n cuanto a los términos concretos de su ejercicio, pero vinculado programa cotistitucional, por lo que es válido hablar de un exceso dc poder del
por los fines que lo justifican. Afirrna que el exceso de poder es un tertiumgenus, legislador, como vicio de la función legislativa en el que se incurre cuando las
que se halla entre el control de legitimidad e n sentido estricto y el de mérito, leyes se contraponen a los fines que la Constitución lcs asisiia.
ya que la constatación de su existencia es fruto de una revisión que n o estriba
e n la mera confrontación del acto con u n texto normativo, ni e n el examen de Al igual que Mortati, piensa que 1' través de diversos síntomas es poaiblc
la efectiva idoneidad del inisino para obtener el interés público legalmente detectar la falta de coiicc~)rilanciaentre las leyes y los fines constitucionales -por
definido. Dc a h í que sean singulares, añade, las técnicas mediante las cuales se ejemplo, la existencia de una incongruencia entre la exposición de motivos rlc
articula el control del exceso de poder, caracterizándose ellas por su índole una ley y su texto-, pero al calificar a la Constitución coino u n prograiiia,
sintomática, es decir, por su aptitud para revelar, a título de indicios y aumenta sobremanera el alcance de esa tesis. Él misino reconoce que su postiii-;I
presunciones, la ausencia de concordancia entre el acto de una autoridad e n cuanto al exceso de poder es más amplia y comprensiva que la dc h1ort:iti.
pública y el fin que según el ordenainiento jurídico debe ser logrado; así, las En efecto, e n su opinión toda ley puede ser contrastada con 1aConstitiicicíii coi1
--

4 Cf? Mortati, Costantino, Istituziorzi di Dil-itto Puhblico. 1';idov:i. CEDAM. 1975, T. 1, pp.
239-240 y 2x6 y SS.
60 CONSTITUCI(>N
Y JUSTICIA <:ONSTITUCIONAI

el propósito de determinar si el legislador incurrió en exceso de poder, y no sólo Al referirse a las disposiciones constitucionales que establecen fines u objetivos
aquellas a las que ésta fija fines específicos. Por eso, refiriéndose a la tesis de que los poderes públicos deben procurar, dice que la función de ellas es
Guarino, según la cual la ley, como acto político, se caracteriza por ser libre en fundamentalmente política, pues nada o muy poco puede deducirse de ellas en
el fin, asevera que "...no puede decirse entonces que sea posible propiamente cuanto a los medios a seguir para alcanzarlos, siendo esto, por el contrario,
distinguir fines inmanentes de la legislación de fines descendientes de la producto de un juicio político respecto del cual la Constitución se muestra
Constitución, porque la ley no p e d e inás que concretar y precisar el programa indiferente y en el cual la Corte Constitucional no puede entrar. Afirma que tan
constitucional6. La norma constitucional que permite, en su criterio, ejercer tal sólo excepcionalmente, cuando la ley resulte inconciliable desde todos los
control teleológico sobre cualquier ley es la que consagra el principio de puntos de vista posibles con un fin específico constitucionalmente previsto,
igualdad, puesto que la valoración acerca de la irracionalidad, arbitrariedad o sería correcto declarar su ilegitimidad constitucional. Para este autor "La carta
falta de justificación de una diferencia de tratamiento jurídico hecha por la ley constitucional no es, en suma, un programa político, sino una tabla de valores
no puede dejar de envolver un juicio sobre la compatibilidad de las medidas que orientadores que se impone a todos los poderes políticos ..."lo.Advierte que tesis
ella prevea con los fines constitucionales, con lo cual dicho principio no se minoritarias como las de Modugno, que consideran a la Constitución como el
traduce sólo en la prohibición de discriininaciones arbitrarias, sino que, sobre programa de toda la actividad legislativa, se contraponen a los principios del
todo, "...constituye el canon fundamental para funcionalizar la entera actividad régimen democrático representativo.
legislativa"'.
En el mismo orden de ideas, Pizzorusso'~opina que no es correcto
trasladar el exceso de poder, como vicio de los actos adininistrativos, al campo
B ) La negación del exceso de poder como vicio de los actos legislativos de la jurisdicción constitucional. Escribe que, a diferencia de la actividad
administrativa, "...la actividad legislativa no está vinculada a la persecución de
Además de las tempranas censuras originadas por la pretensión de aplicar un interés público (constitucionalmente definido) que la determine de forma
en el control de las leyes la categoría del exceso de poder, encabezadas por general'"'. Sostiene que el principio del pluralismo excluye un interés público
Guarino y GianniniH,inás recientemente otros autores también la cuestionan. unitario en el que el legislador se deba inspirar, implicando más bien que sean
En esta dirección, Zagrebe1sky"bserva que no tiene sentido llevar al las mudables orientaciones políticas las que vayan trazando los objetivos de la
ámbito de la legislación y de la jurisdicción constitucional los vicios de los actos legislación.
administrativos, porque la ilegitimidad constitucional de las leyes está prevista Agrega ese autor que aunque la Corte Constitucional no ha hecho uso
en el ordenamiento como un heclio unitario, dentro del cual no se distinguen de la categoría del exceso de poder legislativo, sí ha ejercido a menudo un
vicios específicos. Asimismo, sostiene que la discrecionalidad a que alude el control sobre la legislación que tiene en cuenta los fines por ella perseguidos y
artículo 28 de la ley del 11 de marzo de 1953, n" 87, arriba citado, no debe ser su adecuación con los proclamados en la Constitución, sobre todo en materia
entendida en el sentido técnico que ella tiene en el Derecho administrativo, del principio de igualdad. Destaca, no obstante, que existe un sector de la
sino como un ámbito reservado a la autonomía política, a la libertad valorativa actividad legislativa que se encuentra praeter constitutionem, al no representar
del legislador y, por consiguiente, como un "espacio vacío" de control externo. el desarrollo de disposiciones constitucionales específicas cuyos fines puedan
ser invocados como parámetro de constitucionalidad.
6 Idetn, p. 1.034.
7 Idenl, p. 1.035.
8 Acerca de estas posturas cfr. Rodríg~irz-Z:ipat;i,op. cit. p. 1.543 y SS. 11 Cfi Pizzor~isso,Le Contiole de la Cour , p 39 y ss
9 Cfr. Z~agrebelsky,G., La gitrstizia costiti~zio~zalc~
(ed. 19771, p.p. 22 y ss.
Asimismo, Paladin", después de advertir que elexcesode poder legislativo 111.- LA PROPUESTA DE RECEPCIÓN EN ESPAÑA DE LA TESIS DEL
todavía sigue siendo objeto de controversias doctrinales, manifiesta sus reservas EXCESO DE PODER LEGISLATIVO
frente a los intentos de diseñar uria construcción teórica del mismo. Así, dice
que n o cabe trasladar al campo de la 1egislaciOn conceptos propios del derecho
administrativo como el exceso de poder, ya que la actividad legislativa n o puede
calificarse de discrecional e n el sentido técnico de la expresión, por cuanto ella Ya dij irnos que Rodríguez-Zapata ha planteado la adopción e n el Derecho
n o está, a diferencia de la actividad administrativa respecto d e las leyes, español, con algunos matices, de la tesis italiana de1 exceso de poder legislativo.
totalmente vinculada por las indicaciones finalistas de la Constitución. De aquí Conviene advertir que él i-io precisa a cuál de las vertientes de la misma se
que él prefiera llamar libre al poder del legislador. Por otro lado, afirma que, refiere, aunque cabe inferir que sigue a Modugno. Dado que
cuando la Corte Constitucional, e n virtud del principio de igualdad, evalúa la Rodríguez-Zapata se limita, e n su propuesta de recepción, a enunciar
posible irrazonabilidad de las distinciones legislativas, efectúa un control que cas~iísticamentesupuestos e n los que valdría acudir a aquel concepto e n el
n o consiste verdaderamente e n la confrontación de los fines de las leyes c o n los Derecho español, antes de analizar los términos concretos de la misma,
d e la Constitución. El principio de igualdad, dice, "...no es u n fin, sino u n examinaremos si tiene sentido, desde la perspectiva d e la dogmática
criterio que, siempre que sea respetado, perinite al legislador buscar los fines que constitucioi-ial española, extrapolar a este Derecho la construcción teórica
desee"I4. A veces, agrega, la aplicación del principio de igualdad lleva consigo, arriba expuesta.
a través del juicio de razonabilidad, el examen de los fines de las leyes y de su
concordancia con los consagrados e n la Constitución, así coino e n ocasiones
supone la apreciación de la grave y inanifiesta falta de correspondencia entre las
disposiciones legislativas y los hecl-ios que supuestamente las justifican, pero
Dcsarrollarcinos nuestro análisis a partir de las tres ideas que h a n servido
éstas son sólo implicaciones de tal principio y n o la definición del misino.
de base a la tesis del exceso de poder legislativo: la extensión de la noción de
discrecionalidad adiniriistrativa a la órbita de la legislación, la consideración de
la Constitución coino u n programa a realizar, y el reforzainierito de las
disposiciones finalistas de la Constitución e n razón del dilatado uso del
De todo lo expuesto se colige, primero, que el uso por u n sector de la principio de igualdad por la jurisdicción constitucional.
doctrina italiana de la expresión "exceso de poder legislativo" responde a
singularidades de la evolucióndcl Derecho público e n Italia, asícoino, segundo,
A) Viscrecionalidnd adrniriistrativa y libertad del legislador en la doctrina y
que ello es e n gran parte consecuencia de la indebida traslación a la jurisdicción
jurisprudencia es~añolas
constitucional d e categorías propias del Derecho administrativo, luciendo
también claro, e n fin, que la construcción dogmática de tal concepto n o está
El respeto que h a n guardado la doctrina y la jurisprudencia españolas
consolidada ni doctrinal ni jurisprudencialinente e n ese país.
hacia la sustancial distancia que separa a la discrecionalidad administrativa de
la libertad del legislador, explica que n o se haya intentado aplicar a las leyes los
límites propios de aquélla ni, por consiguiente, los vicios d e los actos
administrativos.
I'adova, C E D A M , 1991, pp 164-165 y 758
13 CJj: I'aladin, Livio, Diiitto Cost~tr~noizale,
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la Constitución de 1975 "...prefigura un orden que los poderes del Estado han D)Conclusión
de realizar o desarrollar, ya que, más bien, "...el propio respeto a la Constitución
como norma exige partir del principio inverso de que la Constitución h a de En virtud de todo lo dicho, carecería de basamento conceptual cualquier
mantenerse abierta a configuraciones distintas". Ella "...no puede contener por intento de incorporar e n el Derecho español la tesis del exceso de poder
sí misma ni siquiera e n embrión el régimen jurídico de las instituciones de que legislativo, tal como anteriormente fue expuesta.
se ocupa, sino que deja espacio abierto a la regulación legislativa dentro de los
límites que la Constitución misma establecenz2.Agrega que las normas de
programación final contenidas e n la carta fundamental sólo pueden dar lugar 2.- LA PROPUESTA DE RODRÍGUEZ- ZAPATA'^
I

a la declaración de inconstitucionalidad de una ley cuando ésta vulnere grave


y manifiestamente el fin constitucionalmente previsto. El autor cita a la STC Según este autor, el exceso de poder legislativo es trasladable al Derecho
11/1981, e n la cual se expresó que: "...las opciones políticas y de gobierno n o constitucional español, aunque con ciertas variaciones, entre ellas la de
están previamente programadas de una vez por todas, de manera tal que lo único denominarlo desviación de poder, por ser esta expresión más familiar al derecho
que cabe hacer e n adelante es desarrollar ese programa previo". público español. Considera que el control de la constitucionalidad de las leyes
n o debe consistir exclusivamente e n una confrontación entre normas lo que
llama control "nomofiláctico", sino que éste debe penetrar e n el ejercicio
C ) El principio de igualdad y el exceso de poder legislativo mismo de la función legislativa, para lo cual estima de gran utilidad la figura de
la desviación de poder. Afirma que, si se revisa integralmente la actividad
Vimos cómo según los propugnadores de la doctrina del exceso de poder legislativa, "...debe pedominar una actividad de control n o muy diferente de
legislativo el principio de igualdad funcionaliza toda la actividad legislativa, al las que conoce nuestro Derecho administrati~o"~'.Concretamente, plantea
permitir a la Corte Constitucional el enjuiciamiento de la razonabilidad de que en ciertas materias convendría acudir a aquella figura. Expondremos a
cualquier regulación legislativa a la luz de los fines de la actividad legislativa continuación cuáles son, a su entender, tales materias, y formularemos nuestras
genéricamente proclamados por la Constitución, más allá de la órbita de las observaciones críticas.
discriminaciones arbitrarias. Empero, en Españaniladoctrinani la jurisprudencia
h a n dado tal paso, manteniéndose el principio de igualdad dentro de los
confines del texto constitucional, esto es, traduciéndose, e n lo que se refiere a A) El control de la constitucionalidad del fin de las leyes
la actividad legislativa, e n la proscripción de toda diferencia de tratamiento
jurídico que n o esté justificada. El Tribunal Constitucional n o valora la Estima el autor que la desviación de poder sería una figura útil a la hora
razonabilidad de la regulación legislativa e n sí misma, sino la de las distinciones de enjuiciar la adecuación de los fines de las leyes a los fines constitucionales.
que ella contiene, las cuales son detectadas con apoyo e n u n término de
comparación que emana francamente del ordenamiento jurídico, sin que aquél Empero, antes resaltamos que las disposiciones de programación filial
haya osado inventarloz3. contenidas e n la Constitución sólo brindan fundamento a una declaracihn dc
inconstitucionalidad de una ley cuando exista una contradicción grave y
manifiesta entre ella y el fin constitucional, por lo que el tipo de control a cliic
alude el autor tendría escaso valor práctico. Además, en los supuestos en cliic
exista la contradicción indicada, la cuestión se resolvería aludiendo al prcccpto

22 Idern, p. 47. Rodríg~iez-Zapxrd,op c r t . pp 1547 y


24 S\

23 ~ j % . ' ~ l o n García,
so op. cit.. pp. 206 y SS.
de la Constitución que consagra el fin presuntamente vulnerado, y no a la poder, bastando con acudir al propio artículo 81, como la jurisprudencia del
llamada desviación de poder. Tribunal Constitucional lo ha demostrado y el mismo autor lo reconoce.
Plantea además el autor que en algunas sentencias el Tribunal
Constitucional español ha dado mucha importancia a la tramitación D) Exceso en In regulación de las bases de una materia
parlamentaria y a las exposicionesde motivos de las leyes, lo cual, opina, podría
subsumirse en la desviación de poder.
Afirma que habría desviación de poder cuando una ley estatal, dictada
Sin embargo, la eventual declaración de inconstitucionalidad de una ley, para regular las bases de una materia, vaya más allá, dejando sin contenido la
por haberse infringido en su tramitación el procedimiento legislativo regulado competencia de las Comunidades Autónomas.
en los Reglamentos de las Cámaras, no se fundaría en una supuesta desviación
No obstante, no sería la noción de desviación de poder, sino el artículo
de poder, sino, en último término, en la violación del artículo 89 de la
149 de la Constitución española, cor.cordado con los estatutos de autonomía,
Constitución española. Por otro lado, el examen que haga el Tribunal
el que serviría para valorar la constitucionalidad de tal. ley.
Constitucional de la exposición de motivos de una ley no puede ser más que un
elemento coadyuvante en el proceso interpretativo de la misma, siendo en
definitiva la ley, y no los meros motivos del legislador, los que han de ser E ) Control de los hechos determinantes
confrontados con la Constitución.
Dice que mediante el exceso de poder, funcionalizado a través de los
principios generales del derecho, como el principio de igualdad, sería posible
B ) La abolición de leyes constitucion~linentenecesarias
enjuiciar la veracidad de los hechos que han servido de fundamento a las
Se pregunta el autor si las Cortes Generales podrían abrogar, después de
disposiciones legislativas.
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r 1,
haber sido dictada, una ley orgánica prevista expresamente en la Constitución No es preciso, sin embargo, utilizar el concepto de desviación de poder
(ej. art. 54). Responde negativamente, considerando que el vicio de la ley para aceptar que el Tribunal Constitucional, al aducirse la vulneración del f

respectiva sería la desviación de poder. principio de igualdad, pueda determinar si existen circunstancias fácticas que t

LI '
justifiquen la diferencia de tratamiento jurídico contenida en una ley; por el
No obstante, pareciera que la solución estaría en el propio precepto !
contrario, basta con invocar dicho principio y el precepto constitucional que lo
constitucional que dirige al legislador el mandato de regular, mediante ley i
formula, es decir, el artículo 14 de la Constitución española. Es riesgoso,
orgánica, una materia, de tal modo que la regresión al estado de vacío
además, aseverar que el Tribunal Constitucional puede ejercer ese tipo de
normativo resultaría ilícita, constituyendo aquel precepto, pues, el verdadero
examen en lo concerniente a cualquier principio general del derecho, sin poner
parámetro de la constitucionalidad de la ley abrogatoria.
de relieve los límites que ese Tribunal no debe sobrepasar en resguardo de la
distribución constitucional de las funciones públicas. No corresponde a estos
C ) La aprobaci6n de leyes orgánicas respecto de materias que no le corresponden tribunales valorar, a partir de los hechos determinantes, la adecuación o
conveniencia de una medida legislativa; sólo en situaciones especiales, antc
Señala que podría hablarse de desviación de poder -a través de una de sus posibles violaciones de derechos fundamentales derivadas de la arbitraricdad
especies, la desviación de procedimiento- cuando se regula a través de una ley del legislador,cabe admitir un control que descienda al examen de los presiipucstos
orgánica una materia que no encaja en el artículo 81 de la Constitución fácticos de las decisiones legislativas.
española. Empero, para ello no es preciso apelar a la noción de desviación de
F ) Control sobre los pronósticos del legislador de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Dicha solicitud se fundamentó, entre
otras razones, en que esa Ley no exigía que los miembros del Consejo de la
Aduce, por último, que el Tribunal Constitucional, con apoyo en la Judicatura provinieran del Poder Judicial, lo cual contrariaba "las finalidades,
noción de desviación de poder y en principios como el de igualdad y el de la intención y laorientacióndel texto constitucional vigente", particularmente,
interdicción de la arbitrariedad, podría corregir los pronósticos del legislador, la finalidad de sus artículos 205, 207, y 21 7. La Corte Suprema afirmó que "No
o sea, sus apreciaciones acerca de los efectos sociales de una ley, cuando aquéllos dice la Constitución cuáles son las condiciones que se requieren para ser
se aparten de la racionalidad. miembro de dicho Consejo, razón por la cual lo dejó al buen sentido del
Legislador", y luego añadió que, si bien era
Cabe también ahora argüir que no es la figura de la desviación de poder,
sino la contradicción con preceptos o principios de la Constitución, la que respetable la preocupación del Presidente de la República por lograr que el
habilita a la jurisdicci6n constitucional para ejercer, en algunos ámbitos, un Congreso adoptara el sistema más conveniente para la buena marcha de la
control sobre las leyes basado en criterios como el de la racionalidad o la administración de justicia, ...investido como está el Congreso de la potestad
razonabilidad, el cual, por lo demás, sólo luce aceptable en casos especiales de legrslar, a él corresponde escoger las vías más apropiadas para expresar su
como los antes inencionados. voluntad y decidir respecto de las ventajas o inconveni2ntes del contenido de
una ley. Establecer si una o más normas deben o no incluirse en determinada
Ley o si los medios escogidos por el legislador son o no los mejores para lograr
1V.- REFLEXIONES DESDE L A PERSPECTIVA DEL DERECHO los fines previstos en la Constitución son cuestiont!~que escapan a1 control
VENEZOLANO. jurisdiccional de lacorte sobre los actos de los cuerpos legislativos nacionales,
a menos que se viole una disposición expresa de la Constitución.
En nuestro país no ha sido planteada la recepcicín de la tesis italiana del Dejando de lado la opinión que pueda merecer el fondo del asunto
exceso de poder del legislador, ni ha sido sostenida una tesis similar. Tampoco resuelto por la Corte Suprema de Justicia en dicha sentencia, es preciso advertir
se ha pretendido ceñir la actividad legislativa a los especiales ~noldesconceptuales que el control de constitucionalidad de las leyes no s6lo se ejerce cuaiido se
del Derecho administrativo, como los relativos a la discrecionalidad contraría una disposición expresa de la Constitución, sino también cuando se
administrativa y a sus límites. Bajo el inanto de la presunción de vulneran sus principios fundamentales, los cuales a menudo permanecen
constitucionalidad de las leyes se ha reconocido al legislador una considerable implícitamente en los ciinientos de la estructura constitucional, nutriendo y
libertad en el cumplimiento de su función normativa, la cual es sometida a dotando de sentido a múltiples preceptos constitucionales específicos o a la
límites específicos, como el contenido esencial de los derechos fundamentales, Constitución como totalidad. Con todo, el pronunciainiento judicial citado
entre otros. pone de manifiesto ladistanciaquesepara el control judicial de ladiscrecionalidad
La aceptación de la libertad de configuración normativa del legislador no administrativa del control judicial de la libertad del legislador.
siempre responde, sin embargo, a un desarrollo dogmático sólido propio del La sentencia de la Corte Suprema de Justicia, en Pleno, del 28 cle inayo
Derecho constitucional, sino en ocasiones a factores de diversa índole, incluso de 1998, que declaró la constitucionalidad de la Ley Orgánica que crea el
de naturaleza política. Territorio Vargas, representa otro intento de aplicar la idea de la libertad (Ic
Una aproximación a los principios que han de regir el control judicial de configuración normativa del Parlamento, discutible, no obstante, cn cu;iiito
las conclusiones a las que se arribó en el caso concreto. En esa deci.sitiii cl
la constitucionalidad de las leyes se encuentra en la sentencia de nuestra Corte
Suprema de Justicia del 12 de septiembre de 1969, que desestimó la solicitud de Supremo Tribunal aseveró que:
inconstitucionalidad presentada por el Presidente Rafael Caldera, de acuerdo
con el artículo 173 de la Constitución de 1961, contra laLev de Reforma Parcial
72 4 CONSTITLICI~N
Y JUSTICIA <:ONSTITUCIONAL

Las disposiciones constitucionales, artículo 136, ordinal25, y 139, plantean


los avances de la libertad del legislador después de dictada la Constitución y
los límites de la jurisdicción constitucional. La Constitución como marco
normativo, suele dejar al legislador margenes más o menos amplios, dentro de
los cuales podrá convertir en ley sus juicios políticos y de oportunidad. El
legisMor es libre dentro de los límites que Ia Constitución establece, para
regular tul o cual derecho o institución jurídica, de acuerdo a sus preferencias
y criterios, ya que el legisMor no es un mero ejecutor de la Constitución, sino
que actúa con libertad dentro de los márgenes que ésta le ofrece.
Al mismo tiempo debe señalarse que el Congreso no puede colocarse en el
mismo plano del Poder Constituyente, en el sentido de que la potestad legislativa
tiene sus límites en la propia Constitución, es decir en aquella voluntad del
constituyente.

Bajo estas preinisas, acertadas en lo fundamental, la libertad del legislador


no es asimilable a la discrecionalidad de la Administración. En suina, las críticas
Hacia el fortalecimiento
formuladas respecto de la posible extrapolación de la teoría del exceso de poder
legislativo al Derecho español son extensibles al ordenamiento jurídico y racionalización de nuestra
venezolano.

justicia constitucional
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inconstitucionales y de anular las leyes contrarias a la Constitución respecta, y atrofia constante de una de ellas, la del control difuso. Tanto en Colombia
una difusa, en lo que atañe a la facultad de desaplicar tales leyes e n relación con como en Venezuela esta última, inequívocamente postulada por los textos
el caso concreto que debe ser resuelto. A lo anterior hay que agregar el carácter constitucionales, nunca pasó a la praxis concreta en términos dé podérsele
popular de la acción de inconstitucionalidad y la extensión de la facultad atribuir importancia real, dado que sus manifestaciones fueron escasas y , en
reconocida a todo juez de la República para desaplicar las leyes consideradas lo general, irrelevantes'.
contrarias a la Constitución, la cual no está condicionada por una cuestión de Esta debilidad, antes que irrelevancia, práctica del control difuso e n
inconstitucionalidad, ni por un recurso extraordinario, como ocurre e n otros nuestro país, explicable por la tradición de reverencia de los jueces frente a la
ordenamientos. obra de la instancia político-legislativa y por la precaria independencia judicial,
Esta generosa regulación de la jurisdicción constitucional adolece, n o determinaría que nuestra justiciaconstitucional distara mucho en la realidad de
obstante, de diversas fallas, relativas tanto a su efectividadcomo a su racionalidad. la amplitud o integralidad antes predicada, de n o ser por la operatividad y
eficacia del amparo constitucional.
La amplitud teórica del control de la constitucionalidad de las leyes n o
se ha visto reflejada e n u n ejercicio enérgico y oportuno de los poderes judiciales Por otra parte, nuestra justicia constitucional n o estádotada de la debida
respectivos. En lo atinente al control concentrado de la constitucionalidad, la racionalidad, al menos e n lo que atañe a la articulación entre sus distintos
mejor prueba de lo afirmado es la positiva pero tardía sentencia de la Corte componentes y, particularmente, a la preservación de la seguridad jurídica en
Suprema de Justicia por la que se reconoció la inconstitucionalidad de la Ley un asunto de tal importancia como lo es la determinación de las leyes
sobre Vagos y Maleantes. Su inconstitucionalidad fue declarada más de diez compatibles con la Constitución, por un lado, y la precisión del alcance de los
años después de la interposición del recurso, a pesar de que esta Ley vulneraba derechos constitucionales, por el otro.
flagrantemente, desde distintos flancos, la Constitución de 1961 y los Tratados De ahí que resulte plausible la búsqueda de mecanismos que articulen el
Internacionales sobre Derechos Humanos. Factores de diversa índole, incluso control concentrado de la constitucionalidad con el control difuso, para evitar
política, h a n reducido la sensibilidad de nuestro Máximo Tribunal frente a los los efectos indeseables que el ejercicio de éste puede generar, entre los que
actos violatorios de la Constitución. Junto a ello, es de lamentar el escaso uso destaca la posibilidad de una discrepancia n a siempre superable entre los jueces
que se h a hecho de las facultades que modernamente ejercen los Tribunales
respecto de la constitucionalidad de una norma legal2. Es verdad que entre
Constitucionales al dictar sus fallos, las cuales han permitido diversificar las nosotros, tal como h a sucedido en Colombia, la modalidad difusa del control de
sentencias de inconstitucionalidad, modulando su alcance según las la constitucionalidad h a sido empleada escasamente, lo que tal vez explique la
del caso y, por tanto, sustrayendo al juzgador del dilema de virtual ausencia de planteamientos dirigidos a imponerle correctivos. Sin
escoger entre la anulación de la ley y la declaración pura y simple de su embargo, la reflexión sobre las posibles reformas que demanda nuestra justicia
constitucionalidad. constitucional no puede limitarse a problemas cuya magnitud real los haga
En lo concerniente al control difuso, los jueces ordinarios suelen tener difícilmente soportables, sino que debe cumplir también una función preventiva
una actitud temerosa al enfrentarse a la posible inconstitucionalidad de una ley,
lo que le ha restado relevancia práctica. De ahí que consideremos válida, al
1 Yepes Arcila, Hernando, "Interrogantes sobre la justicia constitucional en Colombia", 11
menos en parte, la reflexión de Yepes Arcila sobre los rasgos distintivos del
Jornadas Colombo-Venezolanasde Derecho Público, Bogotá, Universidad Externado
sistema colombo-venezolano de justicia constitucional. Según este autor: de Colombia, 1996, p. 686.

Se trata, más que de un sistema mixto, de dos modalidades paralelas establecidas 2 Cabe citar, a título de ejemplo, los criterios disímiles iinperantes en relación con el
una al lado de la otra sin conexión entre sí, y su coexistencia sin la producción otorgamiento de la libertad bajo fianza a los procesados por delitos tipificaclos e11 la
Ley OrgLnica de Sustancias Estupefacientes y Sicotrópicas y en la Ley Orginica de
visible de efectos negativos durante las décadBs precedentes es el fruto de la Salvaguarda del Patrimonio Público.
respecto de deficiencias ínsitas a su configuración, aun cuando no hayan latinoamericanos5. Su establecimiento en dichos países ha implicado la
aflorado completamente. incorporación de eleinentos del sistema europeo de control de la
constitucionalidad en ordenamientos cuya tradición ha sido confiar al tribunal
En materiade amparo constitucional, es conveniente aplicar mecanismos situado en la cúspide del Poder Judicial, el control de la constitucionalidad. En
que permitan mantener una cierta uniformidad en la interpretación judicial de atención a esa tradición, se avanzó en la direccicín de especializar el círgano
los derechos fundamentales3. A esto se suma la necesidad de propiciar una responsable de las funciones primordiales de la jurisdicción constitucional, pero
elevación cualitativa de los criterios empleados al interpretarlos, pues lo cierto sin llegar a crear un Tribunal Constitucional situado por encima de la ináxima
es que la enorme expansicín del amparo como instrumento procesal no se instancia judicial ordinaria.
corresponde con el tímido desarrollo dogmático del contenido de tales derechos.
La introducción de dicha Sala en nuestro Tribunal Supremo de Justicia
merece ser celebrada, pero la exacta valoración de las bondades de esta
111.- L A DIRECCIÓN
EN Q U E H A N DE A P U N T A R L A S POSIBLES iniciativa depende en grado sumo del tipo de Sala Constitucional en la que se
SOLUCIONES esté pensando, sobre todode las competencias que se le atribuyan. A continuación
esbozaremos, partiendo de los datos que ofrece el nuevo ordenamiento
La superación de las carencias enunciadas exige, entre otras cosas, la constitucional, la Sala Constitucional que podría dar respuesta, al menos
especialización y robustecimiento competencial de la máxima instancia de la parcialmente, a la problemática esbozada, dejando para el fiiial de este apartado
justicia constitucional ( I ) , así como el abandono del mito de concebir al una reflexión sobre la conveniencia de haber instaurado, en vez de una Sala, un
control de la constitucionalidad de las leyes como una labor de legislación Tribunal Constitucional.
negativa (2).

A ) Funciones de la Sala Constitucional


1.- LA E S ~ E C I A L I Z A C I ~Y NROBUSTECIMIENTI> COMPETENCIAL DE LA M . ~ X I M A
INSTANCIA DE LA IUSTICIA CONSTITUCIONAL
a ) Consideraciones generales (Las bases de la justicia constitucional en
la nueva Carta Magna)
Mucho se ha dicho en los últiinos años en relación con la conveniencia,
o incluso la necesidad, de crear una Sala Constitucional en el Supremo
Tribunal4. En torno a esta idea llegó a tormarse un amplio consenso, que
cristalizó con la reciente aprobación de la Constitución cle 1999. El artículo 336 de la nueva Carta Magna establece:

La idea de instaurar una Sala Constitucional en nuestrc Supremo Son atribuciones de la Sala Constitz~cionaldel Tribunal Supremo de Justicia:
Tribunal tuvo inspiración en iniciativas tomadas por algunos países
1 .- Declarar la nuliáuf total o parcial de las leyes nacionales y demlís actos
con rango de ley de la Astzmblea Nacional que colidnri con esta Constitución.
3 Una muestra d e la fa1t:t d e uniformicl;id de la jurisprucleiicj:~ e n este 5nibiio .;e eiicueiitra
e n los pronunciamientos contrapiiestos einiticlos por los j~ieceseii lo i-el:itivo a 12
2.- Declarar la nulidad total o parcial de lcu Constituciones y leyes estadales,
coi~sonariciacon la li11ert;ici cle expresión d e iiianclatos d e Limlxiro tenclicrites a iriipedir de las ordenanzas municipales y demás actos de los cuerpos deliberantes de los
a una persona la inanifestación de ciertas inhrmacioiies u opiriiories; o respecto de Estados y Municipios dictados en ejecución directa e inmediata de la
la adriiisibilidad del amparo durante los estnclos d e excepción. Constitución y que colidízri con ésta.
4 Cfi:, por todos, Ayala Corao. Carlos. "Reflexiones s o l ~ r ela juriscliccióii cc)nstitiicional e n
. . , p p . 571 y SS.
Venezuela", e n II,Jo~.na~lc~s. 5 Costa Rica, El Salvador y Paraguay
3.- Declarar la nulidad total o parcial de los actos con rango de ley dictados influir de manera determinante en la configuración general del sistema de
por el Ejecutivo Nacional que colidan con esta Constitución. justicia constitucional, así como en su efectividad: el control, concentrado y
difuso, de la constitucionalidad de las leyes y el amparo constitucional.
4.- Declarar la nulidad total o parcial de los actos en ejecución directa e
inmediata de la Constitución, dictados por cualquier otro órgano estatal en Antes de entrar a examinar estas competencias, es preciso, no obstante,
ejercicio del Poder Público. destacar los dos pilares básicos sobre los que se asienta el sistema de justicia
constitucional consagrado en la nueva Constitución: la preservación, con
5.- Verificar, a solicitud del Presidente o Presidenta de la República o de la correctivos, del sistema mixto o integral de control de la constitucionalidad, así
Asamblea Nacional, la conformidad de la Constitución con los tratados
como del amparo constitucional; y la facultad de la Sala Constitucional de
internacionales suscritos por la República antes de su ratificación.
establecer interpretaciones constitucionales vinculantes con efectos erga omnes.
6.- Revisar, en todo caso, aun de oficio, la constitucionalidad de los decretos
El artículo 334 de la Constitución dispone:
que declaren estados de excepción dictados por el Presidente o Presidenta de la
República. Todos los jueces o juezas de la Rep~íblica,en el ámbito de sus competencias y
conforme a lo previsto en esta Constitución y en la ley, están en la obligación
7.- Declarar la inconstitucionalidad del poder legislativo municipal, estadal o de asegurar la integridad de la Constitución .
nacional, cuando haya dejado de dictar las normas o medidas indispensables
para garantizar el cumplimiento de la Constitución, o las haya dictado en En caso de incompatibilidad entre esta Constitución y una ley u otra norma
forma incompleta, y establecer el plazo y , de se necesario, los lineamientos de jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales, correspondiendo a los
su corrección. tribunales en cualquier causa, aun de oficio, decidir lo conducente.
Corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
8.- Resolver las colisiones que existan entre diversas disposicio~ieslegales y de Justicia como jurisdicción constitucional, declarar la nulidad de las leyes y
declarar cwíl de éstas debe prevalecer. demás actos de los órganos que ejercen el Poder público dictados en ejecución
directa e inmediata de la Constitución o que tengan rango de ley.
9.- Dirimir las controversias constitucionalesque se susciten entre cualesquiera
de los órganos del Poder Público. De esta norma se desprende claramente que el constituyente optó por
conservar el sistema mixto o integral de control de la constitucionalidad
10.- Revisar las sentencias de amparo constitucional y de control de tradicional en nuestro país. Dicho precepto obliga a todos los jueces de la
constitucionalidd de leyes o normas jundicas dictadas por los tribunales de la
República a desaplicar las leyes o norinas contrarias a la Coi~stitución,al
República, en los términos establecidos por la ley orgánica respectiva. !,
resolver casos concretos. Además, reserva a la Sala Constitucional del Tribunal
11 .- Las demás que establezcan esta Constitución y la ley Supremo de Justicia la declaración de la nulidad de las leyes u otros actos
dictados en ejecución directa e inmediata de la Constitución. De esta manera
La disposición transcrita invita a múltiples reflexiones sobre figuras sigue coexistiendo el control concentrado de la constitucionalidad, que
felizmente incorporadas en el Texto Fundamental, como la inconstitucionalidad corresponde ala Sala Constitucional, con el control difuso, atribuido a todos los
por omisión, prevista, aunque con indebida redacción, en su numeral 7, o sobre tribunales de la República, incluyendo al Tribunal Supremo de Justicia6.
el control previo de la constitucionalidad de los Tratados Internacionales
(numeral 5). No es nuestra intención, sin embargo, examinar agotadoramente
las atribuciones que ostenta la SalaConstitucional según el Texto Fundamental
vigente, ni las que podría otorgarle laleyorgánica de la jurisdicciónconstitucional. 6 G/;:Brelver-Carias,Allan R . , "La Justici:! Conbtit~icionaien 13 nuei-a Constit~ición",
Re~'r.sllt
El presente análisis se circunscribirá a las competencias cuya definición p e d e 6 1 D~ciz~cho
~~ Cuizstit~~cio?znl, 1, 1999, p. 35 y ss.
82 4 ~ONSTITUCI~
YNJUSTICIA (:ONSTlTUClONAL

La Constitución d e 1999 n o se conforina, sin embargo, con elevar al interpretaciones que establezca la Sala Constitucional sobre el contenido o
rango constitucional la realidad compleja de nuestro sistema de justicia alcance de las normas y principios constitucionales son vincuhntes para las
constitucional, sino que también prevé inecanismos que permiten superar las otras Salas dcl Tribunal Supremo de Jwticia y demás tribunales de la República.
disfunciones que genera la ausencia de articulación entre las dos modalidades
La lectura de la primera parte de esta norma pudiera llevar a pensar que
de control d e la constitucionalidad de las leyes antes mencionadas. En este
la facultad que estamos comentando pertenece, n o a la Sala Constitucional,
sentido, el numeral 10 del artículo 336 faculta a la Sala Constitucional para
sino al Tribunal Supremo de Justicia, que la ejercería e n Sala Plena. Sin
"Revisar las sentencias d e amparo constitucional y d e control d e
embargo, la segunda parte del precepto reserva a la Sala Constitucional la
constitucionalidad de leyes o normas jurídicas dictadas por los tribunales de la
facultad de efectuar interpretaciones constitucionales que vinculen a todos los
República, e n los términos establecidos por la ley orgánica respectiva." Luego
jueces de la República.
analizaremos esta disposición, pero basta por lo pronto observar que la misma
permite introducir correctivos frente a la inseguridad jurídica que puede generar U n a forma de armonizar ambos incisos del precepto es entender que
el ejercicio del control difuso de la constitucionalidad. todas las Salas del Tribunal Supremo de Justicia, e n el ejercicio de sus
competencias específicas, h a n de procurar que, dentro d e sus órdenes
En cuanto al amparo constitucional, se consagra como un derecho
jurisdiccionales, se mantenga una cierta uniformidad e n la interpretación de la
fundamental (art. 27), y se confiere a la Sala Constitucional la facultad de
Constitución, lo cual implica que los tribunales correspondientes h a n de
revisar las sentencias de ainparo dictadas por los tribunales de la República, e n
sujetarse, dentro de ciertos límites, a los precedentes de la Sala respectiva,
los términos que establezca la ley orgánica respectiva (art. 336, numeral 10).
siempre que éstos n o contraríen los de la Sala Constitucional, que prevalecen
Este último precepto confirma implícitamente la competencia general o de
erga omnes.
derecho común de los jueces ordinarios e n materia de amparo, pues la
intervención de la Sala es siinpleinente revisora, lo cual n o excluye que pueda En este ordende ideas, es preciso salir al pasode una idea que erróneamente
ser juez d e atribución e n la materia, e n conformidad con la ley orgánica. suele vincularse a los intentos por crear un órgano judicial especializado e n la
materia constitucional. La creación de una Sala Constitucional -+ de un
La facultad revisora mencionada p c t e n d e asegurar una cierta uniformidad
Tribunal Constitucional- e n modo alguno implica concentrar e n un órgano
e n el funcionamiento del ainparo y e n la interpretación d e los derechos
judicial todas las formas de defensa o de interpretación de la Constitucicín o,
fundamentales, y encuentra u n antecedente bastante cercano, geográfica e
dicho d e otro modo, privar a los demás tribunales d e las facultades
institucionalinente, e n el numeral 9 del artículo 241 de la Constitución
correspondientes. Todas las vías procesales pueden, así sea indirectamente,
colombiana, conforme al cual la Corte Constitucional tiene competencia para
servir d e cauce para la defensa de las reglas y principios constitucionales y para
Revisar, en laforma que determine la ley, las decisiones judiciales relacionadas con la
la interpretación constitucional. Es más, todos los jueces están obligados a
acción de tutela de los derechos constitucionales:
interpretar las normas a la luz de la Constitución, por lo que ésta debe hacerse
El otro pilar del sistema instaurado por la Carta del 99 es la atribución que presente e n su diario trajinar. Lo que comporta el establecimiento de esa Sala
ostenta la Sala Constitucional para establecer interpretaciones vinculantes de es reconocer a la misma su condición d e intérprete máximo, mas n o exclusivo,
los preceptos constitucionales, que obligan a todos los tribunalesde la República, del Texto Fundamental, tal como se colige del artículo 335.
incluso a las demás Salas del Tribunal Supremo. A l respecto, el artículo 335
Es más, e n nuestro Derecho ni siquiera cabría afirmar rigurosamente que
prevé:
la creación de la Sala Constitucional conduce a concentrar e n ella el llamado
El Tribunal Supremo de Justiciagarantizarh In supremacía y efectividad de ias por la doctrina europea "monopolio del rechazo", es decir, la posibilidad de
normas y principios constitucionales;será el máximo y último intérprete de la rechazar o desconocer las leyes consideradas inconstitucionales, ya que e n
Constitución y velará por su uniforme interpretación y aplicación. Las virtud del artículo 334 del Texto Fundamental, todos los jueces de la República
se encuentran obligados a "asegurar la integridad de la Constitución", y a dar o jurisdicción, constitucional)'. Entre los mecanismos que esta ley podrkn
prevalencia a sus disposiciones cuando sean incompatibles con alguna ley o adoptar se encuentra el de un recurso extraordinario que se interpondría contra
norma jurídica. Esto implica que, a diferencia de los sistemas de control de la las sentencias, definitivas o interlocutorias, de última instancia que desapliquen
constitucionalidad usualmente denominados concentrados, todo juez de la una ley por estimarla inconstitucional. U n recurso de esta clase existe en
República está facultado (obligado) a rechazar, mediante su desaplicación al Portugal, país en el que también conviven las modalidades concentrada y difusa
caso concreto, las leyes que estime contrarias a la Constitución. El monopolio de control de la constitucionalidad. Tal ordenamiento jurídico carece de la
que ostenta en Venezuela la Sala Constitucional es, tan sólo, el monopolio de la llamada cuestión de inconstitucionalidad, típica de los sistemas europeos de
a n u h i ó n y de la interpretación constituciona~vinculante con efectos erga omnes. justicia constitucional, pues todos los jueces se encuentran facultados para
desaplicar las leyes que estimen inconstitucionales, pero la decisión
correspondiente es susceptible de recurso ante el Tribunal Constitucional,
recurso que, por cierto, no está sujeto a un trámite discrecional de admisións. El
b.- Las competencias de control de la constitucionalidad numeral 10 del artículo 336 daría pie igualmente para la revisión de oficio, sin
necesidad de recurso previo, de las sentencias antedichas.
A la Sala Constitucional se atribuye el control concentrado de la
No creemos, en cambio, que ese numeral permita la introducción de la
constitucionalidad, que antes ostentaba la Corte en Pleno, lo cual coadyuvará
técnica de la cuestión de inconstitucionalidad, particularmente de la que posee
a dar mayor celeridad a la tramitación de las acciones de inconstitucionalidad
carácter suspensivo, por cuanto el artículo 334 señala que en caso de
y, probablemente, a enriquecer los criterios empleados para su resolución.
incompatibilidad entre la Constitución y una ley "se aplicarán las disposiciones
Además, ello redundará en beneficio de las demás Salas, que dispondrían de más
constitucionales, correspondiendo a los tribunales en cualquier causa, aun de
tiempo para dedicarse a los asuntos propios de sus coinpetencias específicas.
oficio, decidir lo conducente". Por consiguiente, incumbe al propio tribunal
Este control concentrado abarcanosólo el ámbito clásicode ladeclaración que advierte la inconstitucionalidad emitir el pronunciamiento correspondiente,
de la nulidad de las leyes u otros actos de igual rango contrarios a la Constitución sin que esté obligado a consultar a la Sala Constitucional mediante la cuestión
(numerales 1 al 4 y 6 del artículo 336 de la Constitución), sino que a esta de inconstitucionalidad.
atribución se suma la de ejercer el control de constitucionalidad de las
La admisión del recurso extraordinario mencionado, o la revisión de 7
omisiones legislativas y el control preventivo de la constitucionalidad de los
oficio de las sentencias de última instancia en que se ejerza el control difuso de
tratados internacionales (numerales 5 y 7 del artículo 336 eiusdem).
la constitucionalidad, podría efectuarse con arreglo a un mecanismo abso-
En cuanto al control difuso de la constitucionalidad, sabemos que se lutamente discrecional, al estilo del writ of certiorari norteamericano, o con
mantiene, pero se permite que la Sala constitucionalidad sirva de bisagra entre fundamento en supuestos fijados por la ley. En sentido favorable a la recepción
éste y el control concentrado, en virtud de lo dispuesto en el numeral 10 del de la figura del certiorari apuntan, aunque no de manera directa, las sentencias
artículo 336. La facultad que éste prevé, de revisar las sentencias en que los dictadas por la Sala Constitucional el 20 de enero del año en curso (casos Emery
tribunales de la República hayan desaplicado leyes consideradas contrarias a la
Constitución, evitará la convivencia de criterios disírniles entre diversos 7 Nos parece más apropiada la denomin:ición d e ley orgánica d e la jurisdicción
constitucional, pues esta ley n o abarcaría todos los componentes del sistema
tribunales (y regiones) del país sobre la constitucionalidad de determinada
venezolano d e justicia constitucional, sino, básicamente, las competencias que ostenta
norma legal. la Sala Constitucional en el ámbito del control concentrado de la constitucionalidad
y las faciiltades revisoras q u e le otorga el numeral 10 del artículo 336.
No precisa la Constitución la forma en que ha de ejercerse tal facultad,
sino remite esta materia a la ley orgánica respectiva (ley organica de la justicia, 8 Vid Gornes Canotilho, J.J., Direito Co~zstitz~cional,
Coirnbra, Almedina, 1995, pp. 1.051
y SS.
Mata Millán y Domingo Gustavo Ramírez Monja). La primera de ellas, que posibilidad del ensayo-error y de la corrección sin necesidad de modificar la
enuncia con mayor claridad el criterio de la Sala sobre el alcance del numeral Constitución'.
10 del artículo 336 en materia de amparo constitucional, sostiene que:
Importaobservar, por otro lado, que la revisión por IaSalaConstitucional
La labor revisora de las sentencias de amparo que atribuye el numeral 10 del de las sentencias en que se ejerza el control difuso de la constitucionalidad nos
artículo 336 de la vigente Constitución a esta Sala y que será desarrollada por coloca frente a una problemática muy distinta a la que plantea la revisión de las
la ley orgánica respectiva, la entiende esta Sala en el sentido de que en los
sentencias de amparo. Desde una óptica cuantitativa, los casos en que nuestros
actuales momentos una forma de ejercerla es mediante la institución de la
consulta, prevista en el artículo 35 de la Ley Orgdnica de Amparo sobre jueces desaplican leyes por considerarlas inconstitucionales son escasos, tanto
Derechos y G a r a n t h Constitucionales, pero como la institución de la revisión que en ocasiones despiertan suspicacia o son motivo de escándalo. En cambio,
a la luz de la doctrina constitucional es otra, y las instituciones constitucionales el amparo constitucional forma parte del quehacer cotidiano de la mayoría de
deben entrar en vigor de inmediato, cundo fuere posible, sin esperar desarrollos los tribunales del país. Cualitativamente hablando, las decisiones en que se
legislativos ulteriores, considera esta Sala que en forma selectiva, sin atender ejerce el control difuso de la constitucionalidad tienen una significacicín
a recurso específico y sin quedar vinculada por peticiones en este sentido, la general innegable; en ellas se rechaza la aplicación de una ley que en principio
Sala por vía excepcional puede revisar discrecionalmente las sentencias de se encuentra vigente y que puede seguir siendo vrilida para otros operadores
amparo que, de a c w d o con la competencia tratada en este fallo, sean de la jurídicos. Mientras que en el arnparo constitucional prevalece por regla general
exclusiva competencia de los Tribunales de Segunda Instancia, quienes la faceta particular osubjetiva, sin perjuiciode que éste pueda envolver también
conozcan la causa por apelación y que por lo tanto no susceptibles de consulta,
en algunos supuestos una problemática de mayor alcance.
asícomo cualquier otro fallo que desacate la docmna vinculante de esta Sala,
dictada en materia constitucional.. . Por estas razones, la aplicación del numeral 10 del artículo 336 de la
Por tanto, la Sala Constitucional considera que, a falta de un desarrollo Constitución y su desarrollo legislativo ha de variar en función de la materia de
legislativo sobre la materia, se encuentra facultada para revisar discrecionalmente que sc trate. En cuanto al tema que ahora nos ocupa, el control clifiiso de la
las sentencias de amparo de segunda instancia, asícomo cualquier otra sentencia constitucionalidad, estimarnos que la vía reciirsiva ante la Sala Constitucional
de ainparo que contraríe los precedentes establecidos por dicha Sala, lo cual debe estar :ibiertasieiiiprc que uiia sentenciade última instan~iadesaplic~cie
una
pudiera pensarse que resulta extensible a las sentencias en que se ejerza el ley con fundamento en su inconstitucionaliclad. El recurso no procedería con
control difuso de la constitucionalidad. ti11 ainplitud, en cambio, cuando el juez rechace la denuncia de incons-
titucionalidad de una ley formulada p r alguna de las partes.
Más adelante nos referiremos especialmente a la figura del eurit o f
certiorari norteamericano y a los posibles riesgos o beneficios de su introducción El numeral 10 del artículo 336 prevé, en suma, las bases del instrumento
en nuestro sistema. Importa, no obstante, subrayar que, según la sentencia que ha de articularse legalmeiite para asegurar, en lo que al control difuso
precitada, tal forma de revisión de las sentencias de amparo y, por extensión, de respecta, una cierta uniformidad y certeza jurídica en la interpretación de la
las de control difuso de la constitucionalidad, es solamente uno de los posibles Constitución y en la deterinii-iacicín de las leyes que la contraríen. Surge, no
mecanismos constitucionalmente aceptables, no el único, por lo que el legislador obstante, el interrogante de si la Sala Constitucional también podría ejercer sus
orgánico ostenta libertad para prever un sistema distinto. La razón por la cual potestades revisoras sobre sentencias dictadas por otras Salas del Tribunal
se suprimió del numeral 10 del artículo 336, después del verbo "revisar", la Supremo de Justicia.
expresión, "a juicio de la Sala", fue justamente evitar una excesiva rigidez en la
regulación de la figura, y dejar en manos del legislador la adopción del
mecanismo que se estimase más conveniente, con lo cual queda abierta la
9 Al respecto cfr. Haro. José Vicente. jiisticia coilstitucion;ii en Vkileziiela y I:i
Coilstitiición cle 1977".Rc~~ista C o i z ~ t i t z ~ ~ i o 1i z, ~1999,
ríe L)cl'f'f'/)~i ~ l , pp. 151 y S S .
La letra del precepto citado apunta e n sentido negativo, pues alude a las última instancia. Sin embargo, también subrayamos que para esa Sala ésta sería
sentencias de control de la constitucionalidad dictadas por los "tribunales" de una solución provisional, sujeta a modificación o precisión legislativa y, por
la República, lo cual pareciera excluir a las demás Salas del Tribunal Supremo tanto, bajo ningún concepto una solución constitucionalmente necesaria.
de Justicia. La relacicín entre la Sala Constitucional y las restantes Salas de este
Tribunal es bastante sui generis, porque todas, e n cuanto órganos de un solo ente Luego retomaremos esta cuestión, al aludir al writ of certiora~i,pero
jurisdiccional, son iguales e n jerarquía y autónomas e n su ámbito competencial. importa e n este momento aclarar la significación del mecanismo previsto
Sin embargo, el artículo 335 del Texto Fundamental h a reconocido a la Sala embrionariamente e n el numeral 10del artículo 336. Este precepto no contempla
Constitucional una primacía e n lo relativo a la interpretación constitucional, una tercera instancia de amparo; n i siquiera constituye, e n nuestra opinión, una
ya que dispone que las interpretaciones que establezca esta Sala sobre el alcance expresión del derecho al amparo consagrado e n el artículo 27 de la Carta
de los preceptos constitucionales vinculan incluso a las demás Salas del Fundamental. S e trata de u n mecanismo extraordinario e n virtud del cual la
Tribunal Supremo de Justicia. En esta materia, por tanto, la Sala Constitucional Sala Constitucional puede conocer de causas de amparo ya resueltas por los
es primus inter pares. jueces competentes.

Pero la primacía de esta Sala n o llega e n el texto constitucional hasta el S u razón de ser es, brísicamente, garantizar una mínima uniformidad e n
punto de someter las sentencias de las demás Salas dictadas e n ejercicio del lo relativo a los perfiles mismos del proceso y derecho de amparo, así como e n
control difuso de la constitucionalidad, o e n materia cle aiiiparo (conjunto o la interpretación de los derechos fundamentales. N o obstante, el legislador, en
sobrevenido), a la revisión de aquélla. Para atribuir a la Sala Co~istitucionaltal uso de la libertad de configuración normativa que le reconoce la Constitución,
potestad, hubiera sido preciso una disposición constitucional expresa. En puede complementar la finalidad señalada, e incluso matizarlasignificativamente.
cualquier caso, la ley orgánica correspondiente podría imponer a las demás Salas U n a experiencia bastante ilustrativa de la idea expresada la encontramos
el deber de remitir a la Sala Constitucional copia de las sentencias e n que
e n la evolución del tráinite de admisión del amparo constitucional e n países que
desapliquen uiia ley e n razón de su inconstitucion:ilidacl, y prever que tal poseen Tribunales Constitucionales. Así, e n Alemania el legislador y la
remisión provocaría la apertura del procedimiento de control coi-icentrado o doctrina se h a n debatido entre un trámite de aclmisión que ponga énfasis e n el
abstracto de la constitucionalidad cle dicha ley. aspecto objetivodel amparo y, por tanto, e n la relevancia jurídico-constitucional
de la cuestión controvertida, y u n tráinite de adinisión que dé preferencia a lo
c.- Lar competencias en materia de amiiaro coiistitucional subjetivo, es decir, al daño que determinada decisión judicial pueda causar al
querellante. Esta disyuntivase ha planteado tambici-i e n el Derecho español. En
La Constitución de 1999, al prever, e n el artículo 336, las atribuciones ei caso alemán, tal evolución ha conducido, después de u n largo proceso de inlís
de la Sala Co~istitucional,le otorga, e n su numeral 10, la facultad de revisar las de cuarenta años, a u n reforzamiento de la faceta objetiva del amparo, que h a
sentencias de amparo dictadas por los tribunales de la República. repercutido e n el correspondiente tráinite de admisión, el cual deja al Tribunal
Constitucional un amplio margen de apreciación y decisión'! En España parte
Este precepto puede ayudar a resolver las deficiencias antes señaladas, de la doctrina propugna una tendencia similar, aunque existen importantes
asegurando una cierta uniformidad e n la interpretación de los derechos resistencias". Luego tendremos ocasión de explicar más detenidamente el
fundamentales. Puede servir, además, para corregir injusticias inanifiestas. La
Constitución remite a la ley orgánica respectiva la determii-iación del inodo e n 10 Acerca d e esta evolución cfr. Eend:i/Klein, Lehrbuch des Cé~:/¿issr/rigsprozeb~-echts,
que se ejercería tal potestad revisora. Ya decíamos que la Sala Constitucional, Heidelberg, Müller, 1991, p. 131 y SS.
e n sus primeros pronunciaiiiientos sobre este asunto, entendió que dicho 11 Vid,por todos. López I'ietsch, I'ablo. ',Objetivar el recurso de amparo. 1:is
numeral le permitía revisar discrecionalinente las sentencias de amparo de recomendaciones de la Comisión i3enda y el clel~ateespañol", Iievistn E.spa/iolcr rle
Derecho Co~zstitucio~znl,
53, 1998, pj). 115 y ss.
estado de la cuestión en estos países, pero lo dicho es una muestra de las conocimiento corresponde al Tribunal Supremo, en virtud de la mayor afinidad.
cambiantes orientaciones que pueden sucederse en esta materia. Donde la doctrina sentada por la Sala Constitucional adolece de fragilidad es
en lo relativo a la competencia para conocer del amparo contra decisiones
Nos parece preferible la previsión de un recurso extraordinario que el judiciales, y de las consultas o apelaciones de sentencias de amparo pronunciadas
reconocimiento de la facultad de revisar cualquier sentenciade última instancia por Juzgados Superiores u otros de similar rango, ya que en estos supuestos la Ley
de amparo que la Sala Constitucional, "sin atender a recurso específico", Orgánica de Amparo sigue el criterio de la superioridad en la organización
considere merecedora de revisión, como se sostiene en la sentencia de esa Sala judicial y en el orden recursivo.
dictada en el caso Emery Mata Milkín y, tácitamente, en el caso Domingo
Gustavo Ramírez Monja. La concentraciónde la competencia para conocer de amparos autónomos,
de primera o segunda instancia, a nivel del Tribunal Supremo en la Sala
Precisado el alcance del numeral 10 del artículo 336, en lo que al amparo Constitucional, ofrece, en cualquier caso, la ventaja de asegurar uniformidad en
respecta, conviene preguntarse si la Sala Constitucional ostenta o puede la jurisprudencia sobre amparo emanada de la máxima instancia jurisdiccional,
ostentar otras facultades en la materia. Sabemos que el artículo 336 sólo le la cual no podría ser alcanzada mediante el mecanismo previsto en el numeral
confiereuna atribución eneste ámbito, previstaen el citadonumeral. ¿Significa 10 del artículo 336, dada su inaplicación respecto de las sentencias dictadas por
esto que la voluntad del constituyente era mantener inalterado el reparto otras Salas del Tribunal Supremo. Por otra parte, podría coadyuvar a elevar
competencia1 establecido en la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y cualitativamente lo doctrina jurisprudencia1 relativa a los derechos
Garantías Constitucionales (Ley Orgánica de Amparo) y, concretamente, fundamentales. Lacompetenciade estas Salas paraconocer de amparos cautelares,
privar a dicha Sala de toda facultad primaria en la materia? Pensamos que no. que conviene preservar, no tiene suficiente peso específico como para desvirtuar
El numeral 11 del artículo 336 permite a las leyes conferir a la Sala los objetivos de uniformidad mencionados.
Constitucional coinpetencias adicionales a las enunciadas en los numerales Sin ~erjuiciode lo expuesto, conviene insistir en que la Constitución no
anteriores, entre las cuales podría encontrarse la de conocer, en ciertos ordena concentrar en la Sala Constitucional las competencias del Tribunal
supuestos, de solicitudes de ainparo constitucional, en primera o segunda Supremo para conocer de amparos autónomos. Esta es una materia entregada
instancia. a la libertad de configuración normativa del legislador, por lo que si la praxis
En esta dirección apuntan las sentencias precitadas de la Sala Consti- judicial indica que la Sala Constitucional no puede ejercer cabalmente la
tucional, de acuerdo con las cuales la entrada en vigor de la nueva Constitución competencia para conocer de amparos autónomos, en primera y en segunda
conduce a que deban concentrase en dicha Sala las coinpetencias para conocer instancia, junto con la facultad de revisión que le confiere el numeral 10 del
de amparos autónoinos, en primera o segunda instancia, que antes estaban artículo 336, la ley podría redistribuir las competencias de amparo.
repartidas entre las distintas Salas de la Corte Suprema de Justicia. Si bien esta
conclusión no viene impuesta por la Constitución, por lo que la ley orgánica de
B) La admisión del procedimiento de revisión (la cuestión del writ of certiorari)
la jurisdicción constitucional podría establecer una regulación distinta, es
aceptable como solución transitoria, pues halla fundamento en el criterio de la
Es indudable que el mecanismo que se establezca para el ejercicio de la
afinidad recogido en los artículos 7 y 8 de la Ley Orgánica de Amparo.
facultad de revisión de sentencias prevista en el numeral 10 del artículo 336
En efecto, creada la Sala Constitucional y siendo el amparo una materia influirá en un grado no desdeñable en el futuro de la nueva jurisdicción
constitucional por excelencia, que sólo secundariamente tiene un carácter constitucional. U n sistema completamente abierto de revisión, que obligase a
contencioso administrativo o electoral, laboral, civil o penal, es razonable que la Sala Constitucional a pronunciarse sobre todas las solicitudes de revisión de
sea tal Sala la competente para conocer de los amparos autónomos cuyo sentencias de amparo dictadas por los tribunales de la República conduciría al
colapso de dicha instancia jurisdiccional. En el otro extremo, un sistema Después de una larga evolución e n la que n o podemos detenernos, el writ
absolutamente discrecional, carente de criterios legalmente preestablecidos ofcertiorari es hoy casi la única forma de acceder a la llamada "jurisdicción de
sobre la admisión a trámite del procedimiento de revisión, y e n el que n o se apelación" del Tribunal Supremo. Abarca desde casos e n que se haya cuestionado
requiera ni la presentación de recurso o solicitud por el interesado ni la la validez de un tratado o la constitucionalidad de una ley federal o estadal, hasta
motivación de las decisiones de inadmisión, restaría transparencia y apariencia causas civiles o criminales13.
de objetividad a la labor de la Sala Constitucional, sobre todo e n la primera fase
de su andadura, dada la ausencia de tradición y de una autoridad consolidada. El certiorari se traduce e n una solicitud que una de las partes e n el litigio
Es pertinente recordar que, e n cuanto concierne a la administración de justicia, correspondiente ha de presentar ante el Tribunal Supremo, sin que esto
importa e n grado sumo su confiabilidad frente a los justiciables, por lo que las suponga el ejercicio de un derecho a la revisión por el peticionario; es
apariencias juegan un papel que n o debe ser despreciado. La propia Sala considerado, más bien, como un privilegio, que permite a dichoTribuna1revisar
Constitucional, e n sentencia del 1 de febrero del 2000, sostuvo que "La justicia el caso objeto del writ. La concesión del writ, que está precedida de una
transparente que garantiza el texto constitucional, significa que las decisiones oportunidad para que ambas partes expongan sus argumentos a favor o e n contra
de los jueces y de los operarios de la justicia, n o deben generar dudas e n quienes de la revisión, n o supone que se otorgue la razón al solicitante, sino que el
las conozcan, sobre los motivs: de las mismas". Tribunal acepta entrar a conocer el caso. Para su admisión es preciso que el caso
sea incluido, por decisión del Presidente o a petición de cualquiera de los
La problemática planteada alcanza especial significación e n el caso del Magistrados, e n la lista de discusión del Tribunal y que se cuente, por regla
amparo constitucional, n o así e n el del control difuso de la constitucionalidad, general, con el voto favorable de cuatro de sus miembros. La negativa a
ya que e n este segundo supuesto, por las razones antes enunciadas, lo adecuado examinarlo n o tiene que ser motivada y de hecho la fórmula usualmente
sería admitir toda solicitud de revisión de sentencias de última instancia e n que empleada es la de petitionfor certiorari denied. Excepcionalmente el Tribunal, al
se haya desaplicado una ley e n razón de su inconstitucionalidad. admitir el certiorari, puede simultáneamente pronunciarse también sobre el
U n a somera aproximación al mecanismo norteamericano del certiorari y fondo, mediante summary disposition,y decidir sobre la confirmación o revocación
a sus intentos de recepción e n países europeos puede sernos de utilidad al de la sentencia del tribunal inferior14.
reflexionar sobre el sistema más adecuado para nosotros. El otorgamiento del certiorari n o depende de criterios fijados por la ley ni
El writ ofcertiorari es una figura del derecho procesal federal norteamericano de criterios generales declarados por el Tribunal Supremo. A l respecto, con-
que entronca con las tradiciones inglesas del common law. En sus orígenes viene reproducir las elocuentes palabras de la Profesora española María Angeles
ingleses fue una institución paralela a la advocatio continental europea, e n Ahumada:
virtud de la cual se podía solicitar a la justicia del rey la revisión de un fallo El aspecto que, por último, queremos des tacar -para finalizar esta introducción
dictado por algún tribunal. Era, junto con los writ ofmandamus y el de prohibition, demasiado larga- es el carácter discrecional del ejercicio de la jurisdicción
un instrumento, n o u n derecho del peticionario, que permitía a la justicia real promovida en certiorari. Este es el rasgo que, por relación a nuestra concepción
ejercer la prerrogativa de corregir errores manifiestos de Derecho o injusticias12. de la jurisdicción, nos resulta más ajeno. En una ocasión, el juez Brandeis ,
refiriéndose al oficio del Tribunal Supremo, manifestó: "The most important
thing we do, is not doing." Esta afirmación sirvió a Akxander Bickel, en un
libro fundamental, para ensalzar lo que denominó virtudes pasivas del

12 Para la explicación sobre el zol-it qfcel-tioruri nos liemos basado en el estudio de María
Ángeles Ahumada ..El certiorari. Ejercicio discrecional de la jurisdicción de apelacion
por el Tribunal Supremo de los Estados Unidos", Retiista Española de Derecho 13 Ahuinada, M.A., op. cit., pp. 109-110
Constitucional, 41, 1994, pp. 89 y SS. 14 Zdem, pp. 111 y ss
94 4 CONSTITUCION
Y rUSTlClA CONSTITUCIONAL

tribunal: decidir, no decidir, o evitar decidir, puede ser la forma óptima de


decisión. Bien es cierto que esta virtud de la abstinencia, consecuencia del u orden de prioridades, sino también su función y de que bajo el mecanismo del
responsable self-restraint del Tribunal, no se predicaba s6b, o en particular, writ se esconda una deficiencia general del sistema judicial que debería ser
para la administración del certiorari, pero el recurso a la paradoja, la afrontada con reformas sustancia le^'^.
importancia de no hacer nada, dice mucho sobre la práctica desconcertante
del Tribunal en esta jurisdicción. Con todo, la aptitud del certiorari para evitar una sobrecarga de trabajo
paralizante en el Tribunal Supremo justifica su existencia en el sistema
En relación con el certiorari, se discute el posible deslizamiento desde la norteamericano y es su mejor carta de presentación ante países europeos cuyos
discrecionalidad a la arbitrariedad o , por utilizar un vocablo menos duro, a la
Tribunales Constitucionales se encuentran agobiados por el volumen de
aleatoriedad. El tribunal Supremo no se ha disciplinado y , más bien, ha
impedido que los criterios para la admisión de casos a revisión consoliden con solicitudes de amparo recibidas anualmente. De ahí que en Alemania, después
el paso del tiempo causas ciertas reconocibb de i d m i s i ó n ( o de admisión, de más de cuarenta años de funcionamiento del Tribunal Constitucional, esté
que sería más fácil). Si la apariencia no engaña, el Tribunal pretende a todo cobrando fuerza la idea de incorporar plenamente el mecanismo del certiorari18,
trance que el certiorari conserve el carácter de prerrogativa y que petición planteamiento del que algunos se han hecho eco en el Derecho español19.
de writ of certiorari siga siendo materia graciable. Así fue en origen y , en
este sentido, la pretensión cuenta con legitimidad histórica, la del common A pesar de ello, no faltan quienes se opongan a su introducción en el
law 15. Derecho alemán, aduciendo que la discrecionalidad en la admisión de los
recursos llevaría a la faltade previsibilidad de las decisiones, lo cual se considera
C o n frecuencia el Tribunal Supremo admite el certiorari cuando existen contrario al principio del Estado de Derecho, además de suscitar sospechas sobre
fallos contradictorios entre tribunales inferiores en relación con la materia en los posibles motivos políticos de tales pronunciamientos y de representar una
cuestión, o cuando estima conveniente establecer un precedente en una amenaza contra el principio de igualdadz0.
materia novedosa, o modificar uno que haya perdido vigencia; tambiénaprovecha
el writ para resolver asuntos de suma relevancia general. No obstante, no es raro En España los planteamientos más autorizados apuntan en la dirección
que a pesar de haber fallos contradictorios de tribunales inferiores rechace el writ no de transplantar ciegamente el certiorari,sino de reformar la Ley Orgánica del
por no estar el asunto suficientemente maduro para su intervención, o que, pese Tribunal Constitucional, que actualmente permite rechazar in limine el recurso
a la relevancia general de la controversia, lo rechace por tratarse de una political de amparo cuando "carezca manifiestamente de contenido que justifique una
question. Se dan incluso casos en que el Tribunal, después de haber admitido el decisión por parte del Tribunal Constitucional" (art. 50.l.d), para "exigir a la
writ, decide no decidir16. demanda de amparo que ostente, en positivo, un contenido que justifique una
decisión sobre el fondo de la misma por parte del Tribunal Constitucional". En
El certiorari ha permitido al Tribunal Supremo desarrollar una política tal sentido, se estima adecuada la dirección trazada por la reforma alemana de
judicial, en virtud de la cual es capaz de confeccionar su propia agenda, y de 199311.
reservar sus fuerzas para los casos de mayor envergadura jurídico-constitucional.
De esta manera, el certiorari es un "filtro inteligente" que sirve para evitar las 17 Idem, pp. 93 a 95,
situaciones de congestionamiento judicial inmanejable. 18 CJk Wahl,Reiner/Wieland,Joachim, "La jurisdicción constitucional como bien escaso.
El acceso al Bundeswrfassungsgerichr'. Revista Española de Derecho Constitucional,
Ello lleva, sin embargo, iinplícito el riesgo, evidenciado por la doctrina 51, 1997, pp. 11 y SS.
norteamericana, de que el Tribunal Supremo termine fijando no sólo su agenda 19 Cfr. López Pietsch, op. cit., pp. 115 y SS.

20 En este sentido, véanse las reservas de la Magistrada Karin Grasshof, recogidas por
15 Idem, pp. 95-96. Pérez Pietsch, op. cit., pp. 130 y SS.
16 Idem, pp.118 y SS. 21 Cruz Villalón, Pedro, "Sobre el amparo",Reuista Española de Derecho Co~zstitucional,
41, 1994, p. 20.
Los que afirman abiertamente que el certiorari es el modelo para la fundamentales, y presuponen la autoridad que e n ese tiempo h a alcanzado el
reforma de la ley antes citada, n o dejan de subrayar la necesidad de su Tribunal Constitucional. En este sentido, Wahl y Wieland señalan:
adaptación, ni de invocar como justificación la experiencia acumulada:
Tras cuarenta y cinco años de jurisprudencia sobre los derechos fundamentales,
El modelo sería el del writ of certiorari, técnica que, como es sabido, emplea no cabe duda de que se ha implantado ya una adecuada comprensión de los
el Tribunal Supremo norteamericano para escoger un número determinado de derechos fundamentales. La gran proporción de recursos inadmitidos pone
asuntos de entre todos los que ingresan cada período, en base a criterios de precisamente de relieve que, tras la tutela de los derechos fundamentales por
pura oportunidad o conveniencia. Como es dudoso que una técnica semejante los tribunales ordinarios, no existe ya la necesidad de correcciones masivas.
resultara compatible con el principio de "legitimaciónpor el razonamiento" En una situación así, la decisión acerca de si, en un caso concreto, el
característico de las decisiones judiciales, podría llegarse a resultados Bundesverfassungsgericht debe intervenir en defensa de los derechos
satisfactorios mediante una interpretación mucho más rigorista, si cabe, o en fundamentales, bien puede quedar en manos del propio Tribunal, que debe
su caso una reforma, de las causas de inadmisión previstas en la L O T C . En guiarse por la encomienda general de velar por la tutela jurídica de los
es te sentido, ha señalado acertadamente Garrorena Morales que "el verdadero individuos, sin que esta encomienda reciba mayor concreción por el propio
writ of certiorari consiste en avanzar con categorías estrictas y muy exigentes ordenamiento jurídico2'.
en la determinación de lo que es constitucional y lo que pertenece tan sólo al
terreno de la mera legalidad". Nuestra opinión es que la absoluta discrecionalidad e n la admisión o
rechazo de la revisión prevista e n el numeral 10del artículo 336, al estilo del writ
La jurisprudencia del T C tiene ya entidad sobrada como para vaticinar que of certiorari, h a de ser vista como un eventual punto de llegada, más que de
cada vez resultará más difícil encontrar supuestos de relieve constitucional partida, para nuestro sistema de justicia constitucional. Sólo después de la
respecto a los cuales no quepa invocar un criterio de decisión establecido " . obtención de una gran autoridad por el órgano especializado que h a sido creado
para encabezar la jurisdicción constitucional podría darse un paso como ése, tan
riesgoso e n nuestro contexto jurídico-cultural.
Los de la doctrina española se hacen, por cierto, desde
En nuestro Derecho, creemos que hemos de transitar, al menos e n una
una perspectiva procesal-institucional que guarda alguna cercanía con la
primera fase, un camino semejante al explorado e n Alemania por la reforma de
nuestra, pues el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional es considerado
la Ley del Tribunal Constitucional Federal de 1993, cuyo artículo 93a dispone
de naturaleza "eventual", a diferencia del procedimiento preferente y sumario
que el amparo será admitido:
ante los tribunales ordinarios (amparo ante los tribunales ordinarios), que viene
exigido inexorablemente por el artículo 53.2 de la Constitución española a ) Cuando ostente una fundamental relevancia jurídico-constitucional:
respecto de los derechos fundamentales que el mismo señala.
b) Cuando ello sea preciso para la efectividad de los derechos mencionados en
En cualquier caso, al valorar la conveniencia de la implantación del el artículo 90.1 , incluso cuando la denegación de una decisión sobre el fondo
certiorari e n el sistema venezolano, hay que tener e n cuenta que su todavía ocasione al demandante un perjuicio especialmente grave 2 4 .
parcial recepción e n Alemania, y la tendencia hacia una recepción completa,
así como las propuestas para su adopción matizada e n España han estado
precedidas de varios lustros de jurisprudencia constitucional sobre los derechos
23 Op. cit., p. 31
24 Lecliner/Zuck, Bz~clest.e~fassz~l~gsgerichtsgcsetr,
Miinclien, Beck, 1996,p. 552. Respecto
22 Revenga Sáncliez,Miguel, "Las paradojas del recurso de amparo tras la primera década de esta reforma cfi., igualmente, Rodríguez Álvarez, José Luis. "Seleccionar lo
de jurisprudencia constitucional (1981-1991)", Revista EspalZola cle Derecho importante: la reciente reforma del trámite de adinisión de la 'Verfassungsbescliwerdeee',
41, 1994, pp. 31-32.
Co~zstitz~cio~zal, Revista Espaiiola de Del-echo Constitzlcio~zal,41, 1994, pp. 139 y ss.
98 t ~ O N S T I T U C I ~ )YNJUSTICIA CONSTITU(:IONAL

Nuestra ley orgánica podría establecer, confundamento en el numeral 10 acercamiento se explica, fundamentalmente, por la creciente relevancia que
del artículo336, causales semejantes para la admisión de un recurso extraordinario ostenta e n los sistemas europeos la cuestión de inconstitucionalidad ( o control
que podría interponerse, ante la Sala Constitucional, contra las sentencias de concreto de la constitucionalidad), que es muy superior a la de la acción de
amparo de última instancia. inconstitucionalidad ( o control abstracto de la constitucionalidad). La cuestión
De esta forma, se reconocería a la Sala un cierto margen de apreciación de inconstitucionalidad, originada e n un caso concreto, opera como un
y decisión, mas n o una discrecionalidad absoluta e incontrolable. La admisión instrumento de diálogo enriquecedor entre los Tribunales Constitucionales y
o el rechazo del recurso extraordinario, lo cual, a diferencia de lo que sucede e n los jueces ordinarios, y e n ella el papel de estos últimos es decisivo2'.
el Derecho alemán, exigiría de una decisión motivada, aunque sucinta, tendría
Es indudable que los Tribunales Constitucionales llevan generalmente
que basarse e n las causales legalmente tasadas, dotando asía1 mecanismo d e una
consigo una dosis significativa de concentración e n el ejercicio del control de
confiabilidad y transparencia mayores a la de la pura discrecionalidad.
la constitucionalidad, pero también la creación de una Sala Constitucional
tiende a producir dicho efecto, tal como ha sido afirmado por la doctrina
C ) La opción del Tribunal Constitucional c~starricense~~.

Por lo que respecta a la dualidad que se presentaría en la cúspide de la


A n t e la reforma de la jurisdicción constitucional, el más ainbicioso de los
administración de justicia y a los conflictos que generaría, la objeción arriba
posibles escenarios era el de la creación de un Tribunal Constitucional. En
esbozada merece mayor atención. Sin embargo, importa señalar que esos
contra de su establecimiento se h a señalado que ocasionaría una dualidad e n la
inconvenientes n o son necesariamente ajenos al establecimiento de la Sala
cúspide de la administración de justicia, lo cual, amén de ser e n parte ajeno a
Constitucional; e n la medida e n que sus funciones alcancen a las demás Salas
nuestra tradición institucional, daría lugar a conflictos innecesarios. Podría
del Supremo Tribunal se producirá tal dualidad, pues e n los asuntos
pensarse, también, que tal Tribunal tiene sentido en los sistemas concentrados
constitucionales e n que aquélla tenga la última palabra actuará como la máxima
de justicia constitucional, que han sido erigidos, a instancias de Kelsen, bajo la
instancia judicial, e n detrimento de las demás Salas. Teniendo e n consideración
premisa de eximir a la ley del control de los jueces ordinarios, reservándolo a u n
las competencias que, según lo antes expuesto, se h a n otorgado a la Sala
órgano situado por encima de los tres poderes clásicos o , e n su condición de
Constitucional, n o será muy significativo el número de los asuntos y el modo en
legislador negativo, al lado del Parlamento.
que se manifestará la primacía de esta Sala sobre las clemrís, si se lo compara con
En nuestra opinión, estas reservas, que guardan cierta justificación, son, la relación que podría entablarse entre el Tribunal Supremo de Justicia y un
e n algunos aspectos, discutibles. En cuanto a la supuesta falta de adaptación de Tribunal Constitucional, pero lo dicho relativiza e n alguna medida la objecióii
los Tribunales Constitucionales a un sistema en el que conviven el control planteada.
concentrado y el control difuso de la constitucionalidad, la propia evolución del
La creación de un Tribunal Constitucional supraordinado al Tribunal
sistema europeo de controlde la constitucionalidad, y la existencia de Tribunales SupremodeJusticia hubiera suscitado, probablemente, conflictos, especialmente
Constitucionales e n países que tienen sistemas mixtos de control, como
I e n su primera andadura, tal como ha sucedido e n Colombia, dada la natural
Portugal, demuestra la debilidad del argumento. N o es aceptable una
resistencia del máximo tribunal de un país a quedar infraordinado a una nueva
contraposición radical entre los sistemas concentrados y los difusos de control
de la constitucionalidad, mucho inenos e n la actualidad, dado el paulatino
acercamiento que se h a producido entre las jurisdicciones constitiiciunales de
los países que representan el paradigma de ambos sistemas (Los Esrados Unidos
1b 25 Vicl., por todos, Rubio Llorente, Francisco, 'Teiiaencias actuales d e kd jorisrlicción
constitucional e n Europa". Estudios sobre jurisclicción constitt~cional,Madrid. Mc
Graw-Hill, 1998. pp. 155 y SS.
de Norteamérica, por un lado, y Austria, Italia y Alemania, por el otro). Este !
26 Cfi: Hernández Valle, Ruben, Dereclio Pi.occ%calCor~stitucio~zal,
San Jose, Jiiricenti.o,
instancia judicial. Pero es razonable presumir que estos conflictos hubieran
perdido paulatinamente importancia e intensidad, a medida que la indiscutible
superioridad jurídica del Tribunal Constitucional resultara avalada por la
autoridad de su obra y por la tradición que inicialmente le era adversa. Desde la célebre polémica sostenida entre Hans Kelsen y Carl Schmitt
en los albores del control de la constitucionalidad de las leyes en Europa, ha sido
En cualquier caso, donde la diferencia entre los tribunales y las salas
cuestionada la naturaleza jurisdiccional de esta función. Pese a lo enconado de
constitucionales se torna cualitativa, y donde pudiera estar la clave para la
esa disputa, ambos contendientes coincidieron en negar, o al menos en poner
determinación de la opción más adecuada, es en el ámbito de la tutela de los
en duda, como en el caso de Kelsen, la naturaleza materialmente jurisdiccional
derechos fundamentales. En las jurisdicciones constitucionales europeas que
de la principal misión de los Tribunales Constitucionales. Para Schmitt esa
poseen el amparo constitucional (como la alemana y la española), éste permite
función era eminentemente política, por lo que no convenía otorgarla a un
someter a la revisión del Tribunal Constitucional decisiones judiciales, siempre
órgano judicial. Para Kelsen su carácter político no era cualitativamente
que se alegue la lesión de un derecho fundamental y previo agotamiento de los
distinto al inherente a toda labor judicial".
recursos posibles ante la jurisdicción ordinaria. El Tribunal Constitucional se
erige, así, en el máximo garante de esos derechos, correspondiéndole censurar La actuación de los Tribunales Constitucionales europeos ha discurrido,
sus violaciones incluso cuando éstas emanen del Tribunal Supremo de la sin embargo, precisamente por el sendero que ellos negaron o menospreciaron:
jurisdicción ordinaria. El control que aquél ejerce recae no sobre la totalidad de el del progresivo reforzamiento de su dimensión judicial o jurisdiccional, es
los aspectos fácticos y jurídicos del caso sometido a su consideración, sino sólo decir, de su aptitud para resolver, con base en el Derecho constitucional,
sobre su dimensión constitucional, particularmente sobre el tratamiento que el conflictos surgidos en relación con los actos estatales de mayor jerarquía después
juez haya dado a un derecho constitucional vinculado al fondo o mérito del de la Constitución. Conviene recordar, en palabras de Otto Bachof, que "se
asunto resuelto o a derechos procesales de alguna de las partes. Como la línea denomina juzgar a toda confrontación preceptiva del comportamiento humano
divisoria entre lo constitucional y lo perteneciente a la interpretación y con el ordenamiento jurídico, ya sea este comportamiento de los gobernados o
aplicación judicial de la legalidad es, sin embargo, difusa, el grado de injerencia de los gobernantes"18. La alta significación política de los asuntos sometidos a
del Tribunal Constitucional en la labor propia de los jueces suele ser oscilante, la jurisdicción constitucional no ha impedido que ésta se consolide como una
por lo que en estos sistemas se produce una tensión que no siempre pasa instancia judicial que resuelve conforme a Derecho, lo cual no supone desconocer
inadvertida. Con todo, el saldo que arroja la actuación de los Tribunales que al aplicarlo debe considerar, como cualquier otro juez aunque en mayor
Constitucionales europeos en esta esfera resulta indiscutiblemente positivo. grado, el contexto político-social de sus pronunciamiento^^^.
La Sala Constitucional, por el contrario, no está facultada para revisar las El aspecto más relevante de la evolución del control de la cons-
decisiones de las restantes Salas del Tribunal Supremo de Justicia, lo cual puede titucionalidad de las leyes en Europa-presente desde sus orígenes en el sistema
obstaculizar el desarrollo de la jurisdicción constitucional. El éxito del sistema norteamericano-, ha sido, justamente, su configuración como una labor
de justicia constitucional contenido en la Constitución de 1999 y, por ende, de auténticamente jurisdiccional, ajena ya al dogma del Tribunal Constitucional
laSalaConstituciona1, depende, en una medida no despreciable, de lacapacidad como simple legislador negativo.
de esta Sala para impulsar una renovación jurisprudencia1 en el campo de los
derechos fundamentales, en sus aspectos sustantivos, y en la disposición de las
demás a observar sus precedentes. Si estos objetivos no se logran, o si se
27 Scliriiitt, C:irl, op. cit., pp. 27 y SS.; Kelsen, Hans, ¿Quiéil debe ser el clqferzsor de 11n
satisfacen sólo de manera parcial, la opción del Tribunal Constitucional CO11sfitl~ci6i?~, M:idrid. Tecrios, 1995, pp. 14 y SS.
resultará insoslayable.
28 Bacliof, Otto, ./ztecesp C'oiistittlcióll, Madrid, Civitas, 1985. 11. 54
29 Iden?, pp. 45 y ss
Según el pensamiento de Kelsen, al realizar tal control dicho Tribunal se la inconstitucionalidad de una ley debía llevar necesariamente aparejada su
coinportaría como un legislador negativo, pues la anulación de una ley anulación. Esto reducía al mínimo las posibilidades decisorias de esa jurisdicción,
inconstitucional implicaría la supresión, mas no la producción, de una norma colocándola en la disyuntiva de o desestimar el recurso interpuesto o declarar
jurídica. Sin embargo, a medida que los Tribunales Constitucionales, después la inconstitucionalidad del precepto legal y, en consecuencia, su nulidad, lo
de la segunda conflagración mundial, han ejercido con mayor rigor e intensidad cual podía propiciar la inhibición en el ejercicio de los poderes de control de la
su función de controlar la constitucionalidad de las leyes, han abandonado el constitucionalidad. De ahí que, en obsequio a la naturaleza prudencial del
paradigma kelseniano, acentuándose su papel de instancia judicial que no proceso de aplicación del Derecho, esos Tribunales hayan desarrollado, al
puede estar encadenada a la única alternativa de anular o declarar la margen e incluso en contra de lo dispuesto en sus respectivas leyes orgánicas,
constitucionalidad del precepto impugnado. Actuandoprudencialinente, como otras modalidades de sentencias, lo que les ha permitido adaptar sus
cualquier otro juez, los Tribunales Constitucionales han diversificado las pronunciamientos a las circunstancias de cada caso. Además de las sentencias
modalidades de su obrar, atendiendo a las particularidades del caso bajo análisis interpretativas, que han servido tarnbi2ri para burlar ese dogma, son dignas de
y a los posibles efectos de sus decisiones. mención las sentencias de mera inconstitucionalidad, mediante las cuales se
declara la inconstitucioiialidad del precepto pero sin declarar su nulidad o
El funcionamiento de esos Tribunales no encaja, pues, en el molde del anulación, dando al legislador la «portunidad de reparar la inconstitticionalidad;
mero legislador negativo. Nótese, en primer lugar, que la mera supresión de como también las sentencias quc difieren a un momento determinado los
algunos vocablos de un precepto puede generar una norma nueva. En segundo efectos anulatorios del fallo.
lugar, importa observar que el desarrollo de la jurisdicción constitucional ha
conducido a que el modo coino ésta normalmente se expresa sea el de las A la acentuación del carácter jurisdiccional del control de la
sentencias interpretativas, las cuales, si bien en el fondo son decisiones constitucionalidad responde igualmente la crecieiite importancia que en los
parcialmente estirnatorias, no anulan el precepto legal impugnado, sino que sistemas europeos ha adquirido la cuestión de inconstitucionalidad, pieza clave
determinan la forma en que el inisino debe ser interpretado para poder convivir del control de constitucionalidad de las leyes, mediante la cual a menudo se
con laconstitución, o excluyen, por inconstitucionales, algunas de siis posibles suscitan, bajo el influjo de las circunstancias dcl caso concreto, problemas de
interpretaciones. Es innegable la carga creativa o jurisdic~ional'~
ínsita en estos constitucionalidad que difícilinente serían objeto de la accií,n de
pronunciamientos, tras los cuales el precepto examinado sufre, en alguna inconstitucionalidad. Esto ha dado lugar a las llamadas sentencias de nulidad
medida, una transformación. Más visible aún resulta, en fin, el carácter parcial cualitativa, por las que se declara la nulidad de la aplicación de tin
innovador de la labor de tales Tribunales cuando éstos se aventuran a añadir precepto a cierta categoría de sujetos, perinaneciendo inalterado su texto y su
palabras al precepto declarado inconstitucional, como sucede en Italia". validez respecto de las deinás situaciones3'.

Otra significativa manifestación de la ductilidad de su actuación se En el ámbito propio de la acción de inconstitucionalidad, la tendencia
encuentra en las sentencias de mera inconstitucionalidad, que suponen una a la judicialización ha llevado a que la determinación de la constitucionalidad
franca ruptura del dogma de la vinculación inescindible entre la de una ley se realice no sólo mediante la confrontación abstracta de sus
inconstitucionalidad y la anulación. Según este dogma, emparentado con el preceptos con los de la Constitucicín, sino tainbién atendiendo a la forma en que
mito del Tribunal Constitucional como legislador negativo, la declaración de esos preceptos legales han sido interpretados y aplicados.

Algunos autores han visto en la tendencia esbozada una transf(~rriiacicín


30 Hat)lamos d e c r a c i ó n no en el sentido d e invención o cleterminaci6n del Derecho k* de los Tribunales Constitucionales en legisladores positivos, que hallaría
aplicable con t u s e en las propikis convicciones políticas, sino como expresión d e la
k~cult:iddel juez d e participar en la ..construcciónMdel Dereclio.
31 Cfi: Zagrebelsky, La giustizia ..., I)P. 296 y SS. 32 c/;ij:Sclil:iicli. op. cit., pp. 223 y as
104 + CONSTITUCI~N
Y JUSTICIA C0NSTITUC:IONAL

justificación e n un replanteamiento de las relaciones de esos Tribunales con el decisiones políticas que los motiven. U n a demostración de fortaleza y de
P a r l a m e n t ~ Estaexplicaciónno
~~. es, en nuestraopinión, acertada. La legislación, prudencia e n el ejercicio de las atribuciones que le corresponden, es tal vez el
e n cuanto configuración, e n principio libre, del contexto normativo, llevada a mejor aporte que la Sala Constitucional puede hacer al país e n estos momentos,
cabo con arreglo a criterios y objetivos políticos, debe seguir e n manos del y el mejor ejemplo y estímulo para los demás jueces de la República.
Parlariiento o Congreso. Es equívoco, pues, calificar a los Tribunales
Constitucionales como legisladores positivos. A lo que h a conducido el
desenvolvimientode la jurisdicción constitucional europeaes al debilitamiento
y virtual disolución de las ataduras que inicialmente le habían sido impuestas V.- POST SCRIPTUM
dogmáticamente y que le impedcan cumplir cabalmente con sus funciones
judiciales. Esta liberación genera, obviariiente, nuevos problemas, y comporta (SOBRE LAS ALTERACIONES DE LA CONSTITUCIÓN CONTENIDAS EN
LA R E I M P R E S I ~ NDE SU TEXTOY EN LA E X P O S I C I ~ NDE MOTIVOS).
riesgos para la preservación del reparto constitucional de las funciones públicas.
Estos son, sin embargo, riesgos necesarios, a los que h a de darse respuesta sin
retornar a riiitos y categorías superadas.
Después de haber culminado estas líneas, se h a publicado una reimpresión
Estimamos que la ley orgánica de la jurisdicción constitucional que debe de la Constitución, junto con la Exposición de Motivos de la Carta
ser dictada en desarrollo de la Constitucicín de 1999 h a de dar cabida a las Fundamentalj4, las cuales ameritan algunos comentarios. En lo que atañe a la
sentencias intermedias entre la inmediata nulidad y la desestimación de la regulación de la justicia constitucional, la novedad digna de mención reside en
acción interpuesta, pues la flexibilidad o riialeabilidad de las categorías e la precisión de que las sentencias de amparo y de control difuso de la
instrumentos jurídicos permitirá la adaptación de la respuesta judicial a las constitucionalidad que pueden ser objeto de lapotestadde revisi6ncontemplada
peculiaridades del caso y, por tanto, redundará e n beneficio de la justicia e n el numeral 10 del artículo 336, son los fallos "definitivamente firmes". Esto
constitucional, que también adquirirá, aunque luzca paradójico, una mayor corrobora parcialmente lo antes expuesto, ya que tal potestad la hemos
robustez y dinamismo. circunscrito a las sentencias de últirna instanciadictadas e n ainparo o e n ejercicio
del control difuso de la constitucionalidad.

S i n embargo, los términos introducidos e n la reirnpresión de la


Constitución restringen el alcance que originalmente cabía otorgar al referido
En orden al funcionainiento adecuado del sisteriia d e justicia numeral 10. La alusión a las sentencias definitivamente firmes coii-iprcnde,
constitucional que establece la Constitución de 1999, es preciso articular con además de las decisiones de amparo de última instancia que resuelvrin el fondo
rigor técnico cada uno de sus componentes, así como dotar a la Sala del asunto planteado, las sentencias de última instanciacon fuerza de definitivas,
Constitucional de facultades suficientes, en extensión y adaptabilidad, para el o sea, las sentencias firmes declaratorias de la inadmisibilidad de Lin amparo
cumplimiento de sus cometidos. I
constitucional, a pesar de que n o se haya abordado el fondo o mérito de la
controversia; igualmente, se extiende a los fallos dictados e n amparos conjuntos
Lo esencial radica, sin embargo, e n las virtudes que la jurisdicción l
o incidentales, pues son sentencias definitivas del amparo, aunque n o lo sean
constitucional h a de exhibir y e n la instauración de un poder judicial realmente
I del juicio principal de que se trate. Hasta aquí la coincidencia práctica entre los
independiente, capaz de enfrentar los actos del poder público que atenten
dos textos es total. Pero con la nueva redacción quedan excluidas las sentencias
contra el Pacto Fundamental, con independencia de su rango y del peso de las i inte'rlocutorias, como las que resuelven una solicitud de medida cautelar, o las
I
33 Aja, Eliseo, Las tensio7ie.s e1ztf.e el T7lhu?ialCo7zstittlciu?zalyel Legislu~¡u?~en
la Europa
actual, U;ircelona, Ariel, 1998, pp. 258 y SS.
1 34 Gaceta Oficial NG 5.453 Extr;iorclinario, d e l 24 de r n a r z o d e 2000.
que se pronuncian sobre la admisión de una prueba, decisiones éstas e n las que que violen la Constitución o las interpretaciones que sobre sus normas o
también se puede ejercer el control difuso de la constitucionalidad. principios establezca la Sala Constitucional. Del mismo modo, lu ley orgánica
deberá consagrar u n mecanismo de carácter extraordinario mediante el cttal
Ello obliga a preguntarse sobre la validez de la restricción introducida por
la Sala Constitucional puedn revisar los actos o sentencias de kis deniás Salas
la reimpresión de la Constitución. A nuestro juicio, tal restricción n o se aviene
del Tribunal Supremo dc Justicia que contraríen la Constitución o las
con la intención del Constituyente, ya que e n las deliberaciones de la Asamblea interpretaciones que sobre sus normas o principios haya prcvianiente fijado ki
Nacional Constituyente relativas a ese numeral nunca se hizo referencia a la Sala Constititciotial. . . .
necesidad de que se tratase d e "sentencias definitivamente firmes". El
constituyente Brewer-Carías, autor, junto conHermannEscarrá, de larespectiva A nuestro juicio, estas aseveraciones distan mucho de corresponder con
propuesta normativa, hizo referencia e n la plenaria al alcance de la facultad la intención de los constituyentes y, e n todo caso, n o tienen asidero alguno e n
prevista e n dicho nuineral, y aludió simplemente a las sentencias "de última el Texto Constitucional. La normativa del Capítulo 1 del Título VI11 de la
instancia"". Además, el texto aprobado por el pueblo mediante referéndum n o Constitución, relativa a la Sala Constitucional, es fruto del consenso que se
incluyó tal limitación, por lo que h a de prevalecer la versión publicada el 30 de alcanzó e n el país e n torno a la conveniencia de adoptar el modelo
diciembre de 1999. Esto implica que corresponde a la ley orgánica de la latinoamericano de Sala Constitucional, como instancia integrada al máximo
jurisdicción constitucional determinar la clase de sentencias que se encuentra órgano de administración de justicia y que, en cuanto tal, ostentaría la misma
sujeta a la potestad revisora contemplada e n el nuineral 1 0 del artículo 336. jerarquía y dignidad que las restantes Salas de dicho órgano jurisdiccional, sin
perjuicio de la primacía que h a de reconocerse a las interpretaciones sentadas
De mayor calado son las inodificaciones que intenta introducir la por dicha Sala e n materia constitucional.
Exposición de Motivos de la Constitución. S o n básicamente dos: la primera
concierne a la naturaleza y a los poderes de la Sala Constitucional, y la segunda Ciertamente, desde hace varios años se fue consolidando la opinión de
a las competencias de esta Sala e n materia de ainparo y, e n especial, a la figura que era necesario fortalecer nuestro sistema de justicia constitucional mediante
del ainparo i n t e r p u e s t o c o n j u n t a i n e n t e c o n acciones c o n t e n c i o s o - la creación de una Sala especializada, lo cual era asumido por algunos coino una
administrativas. solucióndefinitivai\ mientras que para otros representaría un paso intermedio
que podría culminar con 1ii instauracicín de un Tribunal Constitucional". La
En cuanto a la primera, la Exposición de Motivos de la Constitución ideasurgicí bajo el influjo de la experiencia de otros países latinoainericanos, que
afirma: h a n adoptado el modelo de la Sala Constitucional de manera permanente,
como Costa Rica. o que aprovecharon el f~incionamiento de la Sala
Ante IB Asamblea Nacional Constituyente se I~reseiitarniialgunas propuestas
Constitucional para dar el salto hacia un Tribunal o Corte Constitucional,
con el objeto de crear una Corte o Tributial Federal Constitucional, en lugar
de una Sala Constitucional en el Tribunal Supremo delusticia. N o obstante, como sucedió e n Colombia.
prevaleció por consenso esta última tesis. Sin embargo, la Constitución en el C o n apoyo e n esta opinión dominante se elaboraron propuestas de
Capítulo referido a la G a r a n t í a de esti1 Coiistitiicióii, dota a la Sala
reforma de la Constitución encaminadas a prever la Sala Constitucional, así
Constitucional del carácter y de las coml~etenciasque tiene e n derecho
comparado cualquier Corte o Tribunal Constitucional.. .En todo caso, la ley como anteproyectos de ley que desarrollarían el marco constitucional
orgánica respectiva establecerá los correctivos y las sanciones necesarias para correspondiente, como el preparado por la extinta Corte Suprema de Justicia,
aquellas Salas del Tribunal Supremo de Justicia y tribunales de la Rep~íblica
36 Ut:Calcaño de Tenleltas, Josefina. ,'El órgano d e control constitucional y su reforma".
Ponencia presentada e n el V Congreso Venezolano d e Derecho Constitucional (1997 >,
35 Cfi: Diario d e Delmes d e 1:) As:iiril>lea Nacional Constitciyente, sesií>n del 9 d e ['P. 44 ): SS."
noviembre d e 1999.
37 Cfi: Ayala Corao, Carlos. op. cit., pp. 571 y 5s
108 + CONSTITUCI~N
Y JUSTICIA CONSTITLICIONAL

bajo la dirección del Magistrado Hurnberto J. La Roche. Todas estas propuestas Tribunal. Como ha sido tradicional, la Corte Suprema de Justicia, como
concebían la Sala Constitucional corno una instancia de jerarquía equivalente institución, ostenta las competencias que la Ley Fundamental y las leyes le
a la de las demás Salas de la Corte Suprema de Justicia, por lo que resultaba asignan y, luego, por motivo de especialidad, las distribuye de forma exclusiva
impensable la previsión de un recurso o rnecanismo mediante el cual tal Sala entre las diferentes Salas que eti su seno existeti. Y es justamente por la
p d i e r a revisar o anular sentencias de otras Salas. La opción del Tribunal especialización de la Sala Constitucional, por razón de la materia -en el caso,
Constitucional, que h a tenido algunos adeptos7\ era rechazada por ser ajena a la materia constitucional-, que aquélla se erige en voz última de la Corte, y en
nuestras peculiaridades histcírico-institucionales, o era vista como un eventual consecuencia de sus otras Salas y de todo el Poder Judicial, en lo que a la
interpretación de la Constitución respecta.
punto de llegada que debía estar precedido de la experiencia acumulada por el
funcionainiento de dicha Sala". Esta precisión encubre capital importancia y constituye, asimismo, uno dc los
aspectos más elaborados del Anteproyecto, por cuanto del estudio de Derecho
Al respecto, conviene reproducir algunos párrafos de la Exposición de Coinparado surge que la creación de Tribunales o Cortes Constitucionales
Motivos del Anteproyecto de Ley Orgánica de la Jurisdicción Constitucional, que asumen una posición de prevalencia frente a la Corte Suprema de Justicia
elaborado bajo la dirección del Dr. La Roche, los cuales se refieren a las u otros órganos judiciales superiores, a la vez que acarrea problemas en cuanto
relaciones de la Sala Constitucional con las restantes Salas del Máximo al orden de competencias, da pie a innumerables disputas instituciotiales -y
Tribunal: personales- que protlocan serios obstáculos para el buen funcionainiento de la
administración de justicia.
El artículo 3', por su parte, enfrenta el problema de la relación entre la Sala
Constitucional y las demás Salas que conforman la Corte Suprema &Justicia. Este era el estado de la cuestión al momento de discutirse en 1aAsamblea
Nacional Constituyente el tema de los instrumentos judiciales de defensa de la
Se inicia Indisposición ratificando los principios constitucionales y legales acerca
Constitución. De ahíque dicha Asambleano haya deliberado sobre ladisyuntiva
d.el carkter de órgano jurisdiccional superior, en todos los órdenes. del Máximo
Tribunal en cada una de sus Salas. Esa declaración general, que avala la de establecer un Tribunal o una Sala Constitucional; se prefirió partir del
jerarquía uniforme de éstas, no excluye, sin embargo, que debido a la consenso que se había formado en torno a la creación de la Sala Constitucional.
especialidad de la Sala Constitucional en materia de interpretación de la Ley
Por eso, las afirmaciones de la Exposición de Motivos de la Carta Magna
Futidametital sea ella considerada como el órgano superior de la jurisdicción
constitucional y , por tanto, como el máximo y último intérprete de la sobre la naturaleza y los poderes de esta Sala parecen responder, antes que al
Constitución. Este carácter hace que a la Sala Constitucional se asigne como propcísito de explicar los verdaderos motivos, implícitos o explícitos, del
su más fundamental función la de velar por la uniforme aplicación e Constituyente, a la defensa de una determinada visión de la jurisdicción
interpretación de aquélla, por lo cual sc contempla, precisamente, que los constitucional.
criterios que fije sobre el contenido u alcance generalde las normas y principios
constitucionales son vinculantes para todos los tribunales de la República, No es cierto, por lo demás que "...la Constitución en el Capítulo referido
salvo para ella misma. a la Garantía de esta Constitución, dota a la Sala Constitucional del carácter y de
las competencias que tiene en derecho comparado cualquier Corte o Tribunal
Pero lo anterior, como es evidente, no crea -ni podría crear- una relación de
superioridad entre la Sala Constitucional y las otras Salas del Supremo Constitucional....". Si alguna facultad es propia de la mayoría de las Cortes o
Tribunales Constitucionales es la de anular las sentencias emitidas por la
máxima instancia judicial ordinaria, cuando vulnerenderechos constitucionales.
La Constitución venezolana no alude a una facultad semejante, y el asunto es
38 Cfi: Híiro, José Vicente, -L;I J~iriscljcciónConsririicional en Venez~ielíiy líi necesidad
d e un Tribcinal Federal Constitcicional", Rri!istli Ilri-echo Adl?ziizi.stiutioo,N", pp.
de tal envergadura, en lo que atañe a los perfiles jurídicos del sistema de justicia
51 y SS. constitucional, que el silencio de la Constitución no puede ser entendido en el
sentido petendido por la Exposición de Motivos. Si se quería romper con los
39 CJ: los tral,ajos precitíidos d e Josefin'i Calciino d e Temeltas y d e C;irlos Ayala Corao.
modelos de organización de la jurisdicción constitucional que ofrece el Derecho En tal sentido, esta Sala considera que el dispositivo normativo contenido en
comparado, inventando un nuevo genus. una Sala Constitucional que es a la vez el artículo 1 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, que prohibe
Tribunal Constitucional, abandonando con ello el consenso existente e n el la admisión de recurso alguno contra las decisiones dictadas por el Tribunal
país sobre la materia, habría debido incluirse en elartículo336de laconstitución Supremo de Justicia en Pleno o en alguna de sus Salas, lejos de transgredir la
la facultad de dicha Sala de revisar, e n ciertos supuestos, las sentencias de las norma c»nstituciotial, más bien garanti~asu aplicacicín, ya que tal como quedó
expuesto, el Tribtinal Supremo de Justicia se encuentra conformado por las
Salas hermanas del Tribunal Supremo de Justicia.
Salas cjue lo integran, las cuales conservan el mismo grado jerárquico y todas
N o creo, sin embargo, que esa haya sido la intención oculta del represclntan en el ámbito de sus competencias al Tribunal Supremo delusticia
Constituyente. Tal vez esta sea la intención de los redactores de la Exposición como máximo representante del Poder Judicial".(Sentencia del Tribunal
Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, del 28 de marzo de 2000, caso
de Motivos, que n o debería prevalecer sobre el claro diseño sistemático y
Micro Cornp~itersStore, S.A.).
normativo recogido por la Carta Fundamental.
No es descartable, sin embargo, que lo dicho e n la Exposición de Motivos
Surge, además, el interrogante sobre las misteriosas razones que habrían
de la Constitución sea asumiclo coino santa palabra, con lo cual estaremos
llevado al Constituyente a crear un Tribunal Constitucional camuflado,
transitando un camino inexplorado y cuestionable desde el punto de vista
vestido engañosamente con el modesto ropaje de Sala Constitucional, en lugar
dogmático y sistemático. C o n todo, será, coino siempre, la prudencia humana,
de haberlo instaurado con todas las de la ley, de manera diáfana y sin ambages,
junto a la dinámica real dc las instituciones y al espíritu que las anime, la que
haciendo así visibles e incontestables los signos de su superioridad y de su
determinará el éxito o el fracaso del experimento.
mando.
También la Exposición de Motivos alterar la regulación
LaSalaConstitucional h a tenido oportunidad, por cierto, de pronunciarse
constitucional en lo relativo a las coinpetencias de la Sala Constitucional en
sobre la cuestión de las relaciones existentes entre las distintas Salas del
materia de amparo y, e n particular, a la figura del amparo interpuesto
Tribunal Supremo de Justicia, y h a propugnado la igualdad jerárquica entre
conjuntanlente con acciones coi~tericioso-adinii~istrativas ante otras Salas del
ellas:
Tribunal Supremo de Justicia. Al respecto, en la Exposición de Motivos se
"En tal sentido, esta Sala observa que, dentro de la configuración de los asevera que
tribunales de la República, el Tribunal Supremo de Justicia (antes Corte
Suprema de Justicia) es el órgano ináxirno dentro de la administración de ? la Sala Constitucional será competente para resolver la\ acciones
dudo q ~ i s6lo
de amparo 211 el Tribunal Supremo &Justicia, la ley urgiíiiica respectii'a deberá
justicia, n o estando sus decisiones sujetas a control de otro órgano, por estar el
eliminar la acción cautelar de amparo que se ejerce conjuntamente con el
mismo e n la cúspide del Poder Judicial.
recurso contencioso-adrnitiistrativo de nulidad y qucl permite a las Salas
En este orden de ideas, el Tribunal Supremo de Justicia funciona tal como Políticoadministrativa y Electoral, suspender los efectos de los actos
administrativos cuya nulihd 12s corresponde conocer y decidir. Para ello, la
dispone el artículo 262 de la Constitución de 1999, e n Sala Plena, e n Sala I

Constitucional, Político-Administrativa, Electoral, de CasaciónCivil, Casación 1. le,gshción deberá dotar al jzce: contencioso administrativo de todo el poder
cautelar necesario. . .
Penal y de Casación Social.
Estas afirmaciones causan perplejidad por su distanciamiento respecto
Igualmente observa lasala, que dentrode la estructura del AltoTribunal,
del texto y del telos de la Carta Fundamental. Ningún precepto de la nueva
n o se encuentra una Sala que tenga preeminencia sobre el resto de las mismas, Constitución abona la conclusiói~de que la SalaConstitucional debe concentrar
ya que tal como quedó expuesto, todas las Salas conservan el mismo grado de todas las competencias del Tribunal Supreino de Justicia en materia de amparo.
jerarquía dentro de dicho órgano, atendiendo a las materias que le competen a Coinp¿~rtirnosla tesis de que el impacto de la entrada en vigor de la nueva
cada una de ellas.
Constitución en el ordenamiento jurídico permite sostener que la Sala
Constitucional es la Sala cuya coinpetencia general guarda mayor afinidad con
esa materia, lo cual conduce a tal concentración de competencias en lo que al
amparo autónoino respecta, pero esta solución no se desprende directamente de
la Constitución, sino que es una consecuencia de la aplicación de la regla de la
afinidad contenida en la LOA, no en la Norina Suprema. En este sentido han
de ser entendidas, en nuestra opinión, las sentencias emitidas por la Sala
Constitucional el 20 de enero del 2000 (casos Emery Mata Milúín y Gustavo
Ramírez Monja); se trata de decisiones aceptables en cuanto soluciones
provisionales a la cuestión planteada, mas no coino una conclusión derivada de
o impuesta por la Constitución. La ley orgánica de la jurisdicción constitucional
podría regular esta temática de otra forma, redistribuyendo o descentralizando
lo que transitoriamente, y a falta de una normativa específica,fue centralizado
por la Sala Constitucional.

Nunca será ocioso reiterar los riesgos de atribuir a la Constitución y, por


tanto, de petrificar, soluciones que, por inás válidas y plausibles que resulten en
un momento y contexto determinados, son tan discutibles y revisables como
cualquier otra. No deben cerrarse senderos que la Constitución dejó abiertos a
la evolución y, por ende, al proceso de ensayo-error inherente a la producción
legislativa.

Con mayor razón es criticable la apuesta de la Exposición de Motivos por


la eliminación del amparo cautelar (en sil modalidad de amparo conjunto) ante
otras Salas del Tribunal Supreino de Justicia, y su sustitución por el poder
cautelar general. Esta es una opción que puede ser o no compartida, pero que en
modo alguno pertenece al plano de la constitucionalidad, ya que la Carta
Fundamental no la impone. Es inás, cabríadudar de su constitucionalidad, pues
el artículo 27 de la Carta del 99 consagra el amparo como un derecho genérico,
ejercitable tanto de manera autónoma como en forma cautelar. Por otro lado, ,
la Exposición de Motivos incurre en la inconsistencia de no mencionar al
llamado amparo sobrevenido, seguramente porque la tesis de la concentración
1
competencia1 absoluta resultaría en este supuesto insostenible.

En cualquier caso, las críticas forinuladas se refieren a una Exposición de


Motivos, no a la Constitución, siendo ésta última la única que representa una
norma jurídica vinculante para todo operador jurídico público o privado. Esto
aunado ala inexistenciade tal Exposiciónde Motivos al momento de ser votada
la Constitución por el soberano.
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y de los efectos en el tiempo de las sentencias de inconstitucionalidad, así como -
1 . La comisión de u n delito o falta como plesupuesto típico de la privación de
a sus contribuciones a la teoría del control de la constitucionalidad. libertad

11.- IMPLICACIONES DE LA SENTENCIA SOBRE EL DERECHO A LA


LIBERTAD PERSONAL La Corte Suprema de Justicia, al examinar la constitucionalidad de las
medidas de seguridad privativas de la libertad contempladas e n la Ley sobre
La sentencia objeto de análisis h a marcado un hito e n la evolución de la Vagos y Maleantes, y después de reproducir el ordinal 2' del artículo 60 de la
jurisprudenciavenezolana relativaal contenidode los derechos constitucionales Constitución, afirmó que "en general, sólo los Tribunales Penales o los órganos
o fundamentales, por cuanto supone, e n lo concerniente al derecho a la libertad de instrucción dentro del procedimiento penal, puedenaplicar medidas privativas
personal, un franco abandono de criterios inaceptables tradicionalmente de libertad. En citras palabras, p e d e arrebatarse de la libertad a un sujeto,
plasmados e n muchos de nuestros instrumentos legislativos e, incluso, por solamente e n orden a la aplicación de una pena, al ser procesado penalmente;
obligar a una relectura del Texto Constitucional que reduzca a sus justos límites o como ejecución de dicha pena, previa sentencia firme de los Tribunales
algunas de sus disposiciones. Penales...". Y luego añadió que tales medidas de seguridad "son repugnantes a
la Constitución, pues las mismas comportan privación de libertad respecto a un
Para negar la constitucionalidad de la Ley sobre Vagos y Maleantes, el sujeto, sobre la base de supuestos que n o están tipificados coino delitos o faltas".
Máximo Tribunal tuvo que sentar principios relativos a aspectos cardinales del
régimen jurídico del derecho a la libertad personal. En este sentido, e n su N o vamos a detenernos e n el análisis de las singularidades de las medidas
sentencia aseveró que, por regla general, la privación de libertad sólo es objetadas por el Supremo Tribunal, pues lo que ahora importa es considerar la
admisible cuando se fundamenta e n la comisión de un acto legalmente afirmación de alcance general presente e n los prírrafos citados.
tipificado como delito o falta. Igualmente, fue reconocido el principio de U n a lectura descontextualizada de algunos pasajes de su sentencia
reserva judicial y, por tanto, el monopolio judicial que e n principio impera en conduciría a pensar que, según dicho Tribunal, la coinisión de un delito o de una
materia de privación de libertad. La primera afirmación posee una gran
falta es el único supuesto constitucionalinente aceptable de la privación de
relevancia, al poner de manifiesto que la remisión a la ley contenida en el libertad. Esta conclusi6n n o pareciera ser, sin embargo, correcta. Ntjtese que la
artículo 60, ordinal l o , de la Constitución, referida a los casos e n que alguien propia Corte relativiza el valor de su afirmación mediante la expresión "en
puede ser privado de su libertad, n o implica una remisión e n blanco al libre general", razón por la cual la captacicín del exacto sentido de su aseveración
arbitrio del legislador de turno, sino que se encuentra sujeta a un conjunto de exige atender a las particularidades del asunto sometidci a su conocimiento.
límites constitucionales materiales. Lo segundo significa, entre otras cosas, una
ruptura con la tradición de los amplios poderes de la administración restrictivos A este respecto, conviene subrayar que la Corte, antes de abordar los
de la libertad personal. vicios de inconstitucionalidad de la ley impugnada, se esforzó por demostrar que
las privaciones de libertad previstas e n esa ley tenían naturaleza sancionatoria,
A continuación, nos referiremos a la forma en que la sentencia expone lo cual probablemente nos da la clave para la elucidación de la significación
estas ideas, y analizaremos sus implicaciones. cabal de su pronunciainiento: el ordinal 2" del artículo 60 de la Constitución
excluye la imposición de sanciones privativas de la libertad que se funden e n
motivos distintos a la comisión de u n delito o falta.
En cualquier caso, y dejando de lado la valoración que pueda hacerse enfermos mentales, el internamiento de menores con fines educativos, o la
sobre laarguineiitacicí~ise~uida~orla Corte, lo cierto es que nuestraConstitución detención de extranjeros clurante el procedimiento instruido para su expulsión,
e n modo alguno proscribe todas las privaciones de libertad ajenas al proceso por ejemplo. Quedan, en cambio, prohibidas, conforme alaseritenciaprecitada,
penal. El ordinal 2" del artículo 60 lo que hace, e n realidad, es enunciar la las privaciones de libertad de índole sancionatoria que nc) se fundamenten en
prohibición de la prisión por deudas, sin pretender determinar agotaeloramente la comisión de un delito o falta, por lo que están veclaclas las inedidas de
los supuestos en que cabe privar a una persona de su libertad. Así se desprende seguridad preclelictuales privativas de la libertad y, e n general, las sanciones
de su testo, de su proceso de elaboración y de sus antecedentes. La disposición aclministrativas privativas de la libertad. I-Iay que dejar a salvo, n o obstante,
e n cuestión dice: "Nadie podrá ser privado de su libertad por obligaciones cuyo dacla suespecialidad y su diferenciación respecto de las i~iedidasciiestionadas en
incumplimiento no haya sido definido por la ley como delito o falta". Se trata, esa sentencia, las sanciones disciplinarias que pueden adoptarse en el kimbito
e n consecuencia, de impedir que alguien sea privado de su libertad por el castrense, aunque éstas sí se encuentran someticlas, ccirno veremos, al principio
incuriiplimiento de obligaciones civiles o de otra índole, cuando tal de reserva judicial.
incuriiplimiento n o represente, a la vez, un hecho punible. El proceso de
gestación de este precepto abona tal conclusicín. En efecto, según el artículo 18, De lo expuesto se colige claramente que está vedada la posibilidad de
dictar nuevamente, introduciendo correcciones formales y procedirnentales,
ordiiial ? O , de la ponencia que sirvió de base para las deliberaciones de la
una legislación de peligrosidad social ccirno la contenida e n la Ley sobre Vagos
Comisión redactcira elel Proyecto de Constitucií,n, que virtualinente reproducía
y Maleantes, yaque su inconstitucionalidad radicó también en razones sustantivas
el ordinal 7" del artículo 30 de la Constitución de 1947, "Nadie podrá ser
y, particularmente, en la incompatibilidad con la Carta Fundainental de
p i v a d o de lihertad por incuinplimiento de obligaciones civiles no definidas
mediclas de seguridad predelictuales privativas (le la libertad. El solo criterio de
como delito por la leyM.En el curso de las discusiones fue suprimida la alusión
la peligrosidad social n o basta, por tanto, para cercenar la libertad de una
al c a r k t e r "civil" de la ohligacicíti, pero cllo no altertj la significación del
persona. Así, pues, el vacío dcjaclo por 1adecl;iratc)riade In iticonstituciona1icl:id
de dicha ley, que tanto temor suscitó e n algun»s sectores, es e n principio
Lo dicho no i ~ i i ~ l i csin
a , embargo, que cl ordinal2' del artículo 60 c a r e x a itiesorable, al resultar de cuotas de libertad garantizadas por la Constituciiín.
d e relevancia c n cirden a l a d e t e r i n i n a c i ó n d e las liinitaciones Esto no excluye, sin embargo, que se dicte una lcgislaciónsobre faltas coiiiprcnsiva
constitucionalinente acirnisibles del derechi, a la lihertad personal. Al contrario, de ilícitos relacioiiaJos con algunos de los supuestos previstos en esa ley y que
de aquél y del orditial 1" del mismo artículo se deduce que la cornisión de un establezca procecliinieritos especiales para la traiiiitación, necesariamente
delito o falta es un supuesto en el que resulta e n principio legítima la previsión judicial, de los procesos correspondientes.
de una privacicín de libertad. Ello no excluye la licitud de la privación de
Por consiguiente, el ordinallOOdel artículo 60 de la Carta Fundamental,
libertad en otros casos, pero en éstos habría que indagar si la medida de que se
de cuyo texto se infiere la licitucl dc medidas de inter6s social privativas de la
trate tiene un asidero por lo menos implícito en el Texto Constitucional, e n lo
que respecta a la finalidad perseguida, además de examinar su sujeción al libertad aplicables a "sujetos en estadode peligrosidad", ha queeiado circunscrito,
en virtud de una interpretación sistemática y teleológica de laCot-istitucicjtique
principio de proporcionalidad.
ha debido ser más explícita, a las inedidas post-delictuales. De algunos párrafos
N o h a de entenderse negada, por tantci, la constitucionalidad de de lasentenciacabríacleducir que incluso estas últimasserían inconsti tuciotiales,
privaciones de libertad ajenas al proceso penal, corno el internamiento de lo cual supondría borrar del Texto Constitucional dicho ordinal y negar la
licitud de medidas 'le esa índole conteinpladas en leyes vigentes, e n relación,
por ejemplo, con sujetos inimputables que hayan realizado una acción delictiva.
1 Y. -;. Lcl C01istitilci6i~C/C' 1961 J ' /e/ Er,oli~cicii~ Coi~stitifcioizrrl C ~ C10
rlr l ? r i e z ~ / c / fActl/.~
~. N o creemos, sin embargo', que deba llegarse tan lejos, pues cuando sí se produce
i.t'~lc/ctol.c/r l e l P ~ . o ~ ~ ~Cni.;~c;ii;.
C'c~~iiisir;~~ e ~ ~ t o , Congreso ti? 1:i Kel~íil~lic:i, IC171, T. 1, \rol.
1, p1'. 49 y 55.
una franca violación del derecho a la libertad personal, que justifica la
interpretación reductora o restrictiva del Texto Constitucional, es cuando la Implícitamente se reconoce, por tanto, la competencia primaria y e n
privación de libertad puede fundarse e n meras sospechas o conjeturas policiales principio exclusiva del juez e n materia de privación de libertad, aunque se
o, e n otras palabras, e n u n supuesto estado de peligrosidad n o exteriorizado e n admite, a título excepcional, una actuación provisional de las autoridades
acciones concretas penalmente tipificadas. administrativas destinada a salvaguardar, mediante su pronta intervención, la
finalidad perseguida con la privación de libertad. C o n todo, se trat,i de una
intervención temporal y supletoria, llamada por definición a cesar o a desembocar
2.- RECONOCIMIENTO
DEL PRINCIPIO L E RESERVA JUL3ICIAL
en un judicial, sin necesidad de que el afectado lo exija. Este
principio se extiende a todas las formas de privación de libertad.
La sentencia objeto de análisis reconoce que e n materia de privación de
libertad impera el principio de reserva judicial, es decir, la concentración e n los Por ello, n o se avienen con la Constitución las leyes que otorgan a las
jueces, como regla general, de la facultad para ordenar privaciones de la autoridades administrativas poderes para adoptar decisiones estables o definitivas
libertad2.En este sentido, la sentencia establece que nuestro constituyente h a privativas de la libertad, tales como la Ley Orgánica del Distrito Federal3 y los
querido "garantizar que la privación de u n derecho tan sagrado, corno la libertad Códigos de Policía de los Estados', que facultan a autoridades administrativas
personal, se tipifique únicamente dentro de u n proceso judicial, y nunca con para la imposición de sanciones de arresto, bien directamente, bien al prever la
motivode procedimientos de carácter administrativo...". Igualmente, enrelacicín conversión de sanciones administrativas pecuniarias e n arresto proporcional.
con la medida de arresto prevista e n la Ley sobre Vagos y Maleantes, sostuvo que En relación con estos arrestos administrativos, vinculados al mantenimiento de
"éste, por implicar privación de libertad impuesta por un órgano n o judicial, es la seguridad pública, conviene aclarar, como planteamiento de legeferenda, que
de plano inconstitucional". Esa fue una de las razones fundamentales que n o es descartable que la preservación le la seguridad pública demande, e n
condujo a la declaración de la inconstitucionalidad de dicha ley. circunstancias especiales, la toma de medidas privativas de la libertad distintas
a las previstas e n la legislación procesal-penal, pero no podrían ser configuradas
Como se comprenderá, el reconocimiento de este principio e n nuestro
comosanciones administrativas, sino como intervcnciories policiales preventivas
ordenamiento jurídico es, por inúltiples razones, sumamente significativo. La
tendentes a impedir la realización o continuación de u n acto ilícito, cuya
primera y capital es que con ello se clarifica el régimen del derccl-io consagrado
duración habría de ser mínima.
e n el artículo 60 de la Constitución, el cual e n ninguno de sus ordinales rechaza
de manera explícita la licitud de privaciones de libertad basadas e n decisiones Tampoco se ciñen a la Constitucicín los internaniientos aclrninistrativos,
de la administración. como los de extranjeros e n trámite de expulsión o los de enfermos mentales. De
existir urgencia e n la intervencicín, se justificaría una actuación inicial de las
Del ordinal lo del artículo 60 es posible, n o obstante, colegir dicho
autoridades administrativas, pero la privación de libertad tendría que ser
principio, pues este precepto dispone que las medidas adoptadas por las
sometida rápidamente a la consideración de una autoridad judicial, a la cual
autoridades policiales con motivo de la comisión de u n hecho punible son
correspondería la adopción de la decisión respectiva. Esta conclusión es
"medidas provisionales, de necesidad o urgencia, indispensables para asegurar
extensible a las sanciones disciplinarias privativas de la libertad infligidas
la investigación del hecho y el enjuiciamiento de los culpables", y añade que "la
ley fijará el término breve y perentorio e n que tales medidas deberán ser
3 Cfr. arts. 15, nunieral 9, 27, nurneral 5. y 31, numeral 4.d e la Ley Orgánic:~del Distrito
comunicadas a la autoridad judicial, y establecerá además el plazo para que ésta Federal
provea, entendiéndose que h a n sido revocadas y privadas de todo efecto, si ella
4. Esta es una falla d e
1:i que adolecen casi todos los Códigos d e Policía de los Estaclos,
n o las confirma e n el referido plazo".
incluso los que h;in sido reformados recienterncnte: n inoclo d e ejeinplo puecle
consultarse la Ley cle Seguridad y Orclen I'úblico del Estaclo Tácliir;~,clel 22 d e
i t l ~/íls
2 Respecto d e este principio c f k , entre otros, B:itiis/Gusy. Eit~fii/71-1~tzg Shl(lt.~l'e~/lt, diciembre de 1994, reproctucicla e n F o r o ~ ~ ~ ~ ~ IRez8istn
~ í c l i c oclel C'oleg~ode Abogados
Heiclelberg, C. F. Müller, 1991, pp. 277 y SS. de/ Estado Tdchiraj, 1996, pp. 137 y SS..
administrativamente e n el ámbito castrense, cuya imposición n o sería razonable e n la ley derogada, desde el momento e n que se produjo la derogación, 10 cual
sustraer completamente de la competencia de la administración militar, la cual vendría impuesto por el artículo 46 de la Constitución y el artículo 19 de la Ley
puede conservar u n poder de iniciativa que h a de estar, sin embargo, sujeto a la Orgánica de Procedimientos Administrativos.
pronta revisión de una instancia judicial.
Por otro lado, cita sentencias del Tribunal Constitucional español
Comentario aparte merece el artículo 244 de la Constitución, que regula relativas a la posible aplicación retroactiva de la Constitución y luego se hace
las llamadas medidas de alta policía, consistentes e n privaciones de la libertad eco de la postura asumida por dicho Tribunal e n lo concerniente a las relaciones
ordenadas por el Presidente de la República, e n Consejo de Ministros, las cuales existentes entre la inconstitucionalidad sobrevenida y la derogación de leyes
pueden ser adoptadas cuando existan fundados indicios de inminentes trastornos preconstitucionales. Tras éstas y otras someras referencias al Derecho coinparado,
del orden público y cuya duración p e d e alcanzar los 90 días. El Texto la sentencia culmina con una suerte de absolución de la instancia, e n lo que a
Constitucional sólo las somete al control del Congreso o de la Coinisión la determinación de los efectos de la decisión e n el tiempo respecta, limitándose
Delegada. N o obstante, dejando ahora de lado la crítica de fondo que cabe a aseverar que "se acoge e n todas y e n cada una de sus partes, el principio de la
formular e n relación con la razonabilidad o proporcionalidad de tal norma, el nulidad pura y simple".
principio de reserva judicial obliga a entender que tales medidas también se
encuentran sujetas a una pronta revisión judicial5. Conviene examinar con algún detenimiento la problemática que esta
sentencia deja planteada. Para hacerlo cabalmente, es preciso realizar una
precisión conceptual: la inconstitucionalidadsob~eueniáanoes un efecto vinculado
111.- EL EXAMEN DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LEYES PRE- a la derogación de una ley por la Constitución, sino, por el contrario, el
CONSTITUCIONALES concepto que se emplea para referirse a la tesis según la cual la incompatibilidad
de una ley preconstitucional con la Constitución no ha de analizarse solamente
Entre los problemas jurídicos analizados por la sentencia se encuentra el desde la perspectiva del instituto derogatorio, sino, fundamentalmente, desde
del tratamiento que deben recibir las leyes anteriores a la Constitución que la la óptica del control de la constitucionalidd. Ese concepto se corresponde con
contraríen. El carácter preconstitucional de la Ley sobre Vagos y Maleantes otro propio de la Teoría General del Derecho, el de la invalidez sobrevenida -
obligó a la Corte a ocuparse de esta cuestión, que h a sido objeto de posturas distinta a la originaria- de los actos jurídicos, y fue consagrado e n el ámbito del
disímiles e n el Derecho comparado. Derecho constitucional por la Corte Constitucional italiana, la cual h a
considerado que la eventual contradicción con la Constitución de iina ley
El Máximo Tribunal, después de reproducir la Disposición Transitoria
anterior a ésta envuelve un prohleina de control de la constitucionalidad que,
Vigesimatercera de la Constitución, que alude a la derogatoria expresa o
e n consecuencia, h a de ser canalizado, e n principio, por los inismos cauces
implícita del ordenamiento jurídico p e c e d e n t e , recoge algunas posturas
utilizados para el examen de la constitucionalidad de las leyes posteriores a la
doctrinales y jurisprudenciales sobre el punto. Por u n lado, y bajo el concepto
Constitución. Ello implica que, dado el carácter concentrado del sistema
de la llamada "inconstitucionalidad sobrevenida", la sentencia se refiere a una
italiano de control de la constitucionalidad, sólo la Corte Constitucioi~al,y no
tesis doctrinal conforme a la cual la prevalencia de la Constitución, e n cuanto
los jueces ordinarios, puede reconocer y declarar la inconstitucionalidad de una
lex posterior y superior, sobre las leyes precedentes, conduciría a que toclas las
ley preconstituciona16.
leyes preconstitucionales contrarias a aquélla habrían sido derogadas, por lo que
podrían ser desconocidas por cualquier operador jurídico, público o privado.
Esto supondría, además, la nulidad absolutade los actos dictados confundamento il 6 P,ir,i el planteLiiniento general desde ld optica d e 1'1 .leoiia clel Ileiecho cfr D i e ~ -
Picazo, Luis M.,La ~lel-ogncióizcle lelas 1 ~ ~hladrid.
~ ~ ~ Ci\.itas.
s . 1990, pp 165 y ss. y 305
5 En relación con estas medidas cfi*. Casal H.. resíls María, Dictciclura COtzstitl~cio?zlaly y ss.; en relación con el Dereclio italiano cfi- Z;igrebelskv, Gustavo, La gizist~zir~
Libertu~lcsPziblicas. Caracas, EJV, 1993, pp. 106 y SS. costitifzio?zule,Bolonia, il Mulino, 1988, 111,. 140 y ss
La postura alternativa, mas n o necesariamente contrapuesta de manera En lo que concierne a la Ley sobre Vagos y Maleantes, se trataba n o sólo
radical, a la anterior es la que estima que e n tales supuestos nos hallamos n o ante de una norma que estaba revestida de la apariencia de ley, sino de una norma
una inconstitucionalidad sobrevenida, o sea, n o ante la cuestión de la validez que venía siendo aplicada desde la promulgación de la Constitución, lo que
o invalidez de una ley, sino ante el problema de la vigencia de la ley justificaba plenamente que fuera objeto de la acción de inconstitucionalidad.
preconstitucional. N o vamos a ahondar e n la fundamentación teórica de ambas U n a de las consecuencias de esta afirmación, es que correspondía a la Corte
posiciones, pero importa dejar constancia de lo controvertido que h a sido este Suprema de Justicia, a tenor de lo dispuesto e n los artículos 119 y 13 1 de su Ley
asunto, incluso e n países cuyas Constituciones poseen una cláusula derogatoria Orgánica, la determinación de los efectos e n el tiempo de una eventual
mucho más terminante que la nuestra. sentencia estimatoria. El Máximo Tribunal, sin embargo, al declarar la
inconstitucionalidad de tal ley, n o aclaró cuáles serían los efectos temporales de
Nos interesa más reflexionar sobre el tratamiento que h a n de recibir ante
su decisión. La alusión a la nulidad "pura y simple" conduce a pensar que la
la C o r t e Suprema d e Justicia los recursos interpuestos c o n t r a leyes
nulidad operaría únicamente hacia el futuro (ex nunc).
preconstitucionales, y sobre los efectos de un eventual pronunciamiento
estimatorio. Múltiples interrogantes, o más bien reservas, suscita, desde luego, este
pronunciamiento. La razón de nuestra discrepancia n o radica, como p d i e r a
En cuanto a lo primero, estimamos que el control concentrado de la
pensarse, e n la derogación que la Constitución de 1961 habría producido sobre
constitucionalidad ejercido por nuestro Máximo Tribunal h a de comprender a
tal ley, pues ya hemos dicho que a los fines del control concentrado de la
las leyes preconstitucionales supuestamente derogadas por la Constitución,
constitucionalidad ésta debía ser tratada como una ley vigente; n i e n el deber
pues, aun siendo inconstitucionales, existe una apariencia de ley que, e n aras de
de observar lo prescrito e n el artículo 46 de la Constitución -según el cual son
la seguridad jurídica, puede ser necesario destruir. Esta solución ha sido acogida
nulos todos los actos del poder público que lesionen derechos o garantías
por los Derechos alemán, italiano y español, e n los cuales los Tribunales
constitucionales-, por cuanto este precepto n o debe ser interpretado
Constitucionales se h a n declarado competentes para cumplir, mediante la
dogmáticamente, como u n obstáculo insuperable para que nuestra jurisdicción
acción de inconstitucionalidad, como sucede e n el primero, o por medio de la
constitucional module los efectos de sus sentencias estimatorias, tal como lo
cuestión de inconstitucionalidad, como sucede e n los otros dos, sus funciones
hacen los Tribunales Constitucionales europeos, incluso e n materiade derechos
de control de la constitucionalidad7. En España y Alemania esta solución
fundamentalesR.De ese precepto n o debe colegirse que las leyes violatorias de
convive, por cierto, con la de permitir a los jueces ordinarios la desaplicación
derechos o garantías constitucionales estén viciadas de una especie dc nulidad
de las leyes preconstitucionales incompatibles con la Constitución, por su
absoluta, que implicaría la completa e inexorable retroactividad de las sentencias
condición de leyes derogadas, lo cual revela la postura flexible, exenta de
dogmatismos pero apegada a principios cardinales del Derecho como el de la
seguridad jurídica, asumida por dichas instancias judiciales. Por lo demás,
conviene apuntar que, aun e n el supuesto de que se acogiera rígidamente el 8 En la jurisprudencia constitucional española es célebre el caso del recurso de
efecto derogatorio de la Constitución, son susceptibles de control de la inconstitucionalidad interpuesto contra la Ley relativa al Impuesto sobre la Renta de
constitucionalidad las leyes derogadas, e n tanto de ellas se sigan derivando las Personas Físicas, en el cual, aunque se declaró la inconstitucionalidad de algunos
efectos jurídicos. de los preceptos de esta ley por vulnerar, entre otros, el derecho fundamental a la
igualdad, la nulidad sólo operó hacia el futuro, en resguardo de la seguridad jurídica
(STC 45/1989). Los intereses del Fisco también estuvieron presentes en la ponderación
del Tribunal Constitucional, dada la naturaleza tributaria de la ley impugnada. En el
Derecho alemán, son inúltiples las clases de sentencias de inconstitucionalidad,
7 Cfr. García d e Enterría, Eduardo, L a Coristitrició?l con70 norina y el Tribunal distintas a la declaración de nulidad de la ley con efectos ex tunc, que pueden ser
Co?zstitucio?lal. Madrid. Civitas, 1985, pp. 71 y S S . ; Schlaich, Klaiis, Das dictadas cuando se reconoce la lesión de un derecho fundamental; cfr. Schlaich, op.
Bundeszierfassu?zgsgericbt, München, Beck, 1994. pp. 85 y 90-91. cit., pp. 219 y SS.
que declaren su inconstitucionalidad9.Esto supondría trasladar indebidamente Por otra parte, la gravedad de los vicios materiales, y n o simplemente
al ámbito del Derecho constitucional categorías propias del Derecho procedimentales, advertidos por el Supremo Tribunal, que le llevaron a decir
administrativo, e n el cual, por cierto, e n virtud de la teoría de la confianza que las medidas contempladas e n la Ley sobre Vagos y Maleantes eran
legítima, ya n o se admiten con la rigidez que originalmente tuvieron. Pero "repugnantes a la Constitución", y la severidad de la injerencia e n la esfera
tampoco cabe entender que todos los actos del poder público dictados con base subjetiva de la persona que entraña una privación ilegítima de la libertad, n o se
e n leyes luego declaradas inconstitucionales por lesionar algún derecho o avienen con el pronunciamiento dictado. Los intereses patrimoniales del
garantía constitucional están viciados de nulidad absoluta, pues son numerosos Estado, que tácitamente entraron en juego e n esta controversia, son insuficientes
los derechos y demás situaciones jurídico-subjetivas que pueden haberse para legitimar, e n este contexto, una sentencia de inconstitucionalidad cuyos
consolidado con base e n esos actos, entre los cuales tal vez se encuentran n o sólo efectos se limiten al futurolo. La facultad que los artículos 119 y 131 de la Ley
actos administrativos, sino tambiénactos emanadosde los tribunales, típicamente Orgánica de la Corte Suprema de Justicia confieren al Máximo Tribunal para
las sentencias. La desatención de éstos y de otros intereses de relevancia pública determinar los efectos de su decisión en el tiempo, n o es un poder absoluto, que
involucrados en un pronunciamiento de inconstitucionalidad, conduciría a pueda emplearse como una suerte de amnistía judicial. Se trata de una facultad
situaciones e n las que el remedio sería peor que la enfermedad. Se impone, pues, ceñida por el Derecho y que, por tanto, h a de ser ejercida mediante una
e n obsequio, especialmente, al principio constitucional implícito de laseguridad ponderación de los intereses en juego orientada por el conjunto de valores y
jurídica, una interpretación distinta, dominada por la lógicade lo razonable, del principios constitucionales. En todo caso, la sentencia de la Corte, que e n este
artículo 46 de la Constitución. punto tal vez fue deliberadamente ambigua, n o cierra las puertas a la posibilidad
de que los afectados por las medidas declaradas inconstitucionales reclamen la
El motivo de nuestra respetuosadiscrepancia con la sentencia de la Corte responsabilidad patrimonial de la administración, a la cual, por lo demás, tienen
n o consiste, por consiguiente, e n una invocación ciega o dogmática de la derecho e n virtud de lo establecido e n el artículo 9.5 del Pacto lnternacional
cláusula derogatoria de la Constitución o de su artículo 46, sino e n la de Derechos Civiles y Políticos1' .
consideración de las particularidades del caso resuelto. Lo primero que h a de
observarse es que dado el carácter sancionatorio, reconocido por la misma
Corte, de las medidas de seguridad declaradas inconstitucionales, era preciso
establecer que los efectos del fallo alcanzaban a todas las personas que estuvieren 10 La sentencia clel Tribunal Conaiit~icionalespanol citada e n la nota 8 (STC 45/1')89) e s
uii ejeiiiplo de cómo esos intereses p:itriiiioniales e11 ciert~iscircunstanci:~~ p~ieden
privadas de libertad con fundamento e n la ley impugnada, las cuales debían ser contribuir :i la justificación d e L ~ I I Fallo con vfecios liacia el kuturo, aun en presencia
liberadas inmediatamente. Así sucedieron las cosas e n la práctica -aunque n o d e 1:i violación d e un dereclio fui-iclaincnt;il.
de inmediato-, por cuanto el principio contenido e n el artículo 44 de la
11 Según el cual "Toda persona que haya sido ilvg:iliiientc cletenida o presa. tendrá el
Constitución, que prevé la aplicación retroactiva de la ley penal más favorable, dereclio efectivo a obtener reparación". Est;i :iliisión al carácter ilegal d e la privación
obligaba analógicamente aello, pero hubierasido preferible un pronunciamiento de libeitad lia de ser interpretada e n un senticlo ainplio, comprensivo de las privaciones
explícito del Máximo Tribunal. d e libertad efectuadas e n conforrnidacl con una ley nacional pero e n contravención
cle las disposiciones del Pacto. Ello se infiere del nuineral que encabeza el artículo 9,
el cual se refiere tanto a las detenciones ilegales como a las arbitrarias, así como d e
9 Al respecto, e s digna de mención la sentencia d e nuestro hláxiino Tribunal que declaró l;i finalidad de este artículo integralinente considerado. Las privaciones cle libertad
la inconstitucionalidad d e la Ley d e División Político-'IkrritoriaI del Estado Ainazonas, practicadas d e acuerdo con la Ley sobre Xigos y hl;ileantes eran arbitrarias, ya q u e ,
e n la que después d e aseverarse que Iiabían sido v~ilneraclosciertos dereclios lisando ~ ~ a l a b r nclel
s Cornitt. d e la Organización d e las Naciones Unidas encargado
fiindainentales. se difirieron los efectos anulatorios clel fallo o. lo que e s lo mismo, se d e estudiar "el clereclio d e todo individuo a n o ser arbitrariamente detenido, preso ni
prolongó la vid;i cle la ley inconstitucional, e n consideración ;i los graves perjuicios desterrado". fueron realizadas conforine a una ley "incompatible con el respeto del
a la est;il~ilicl:iclii~stitucionalque hubiera oc;isionado un:i sentencia con efectos ex clereclio del iiidividuo a 1:i libertad y la seg~irid:id":e n relación con tal estudio cfr.
tunc, e incliiso una con efectos anulatorios inillediatos (Cfi: sentencia de la Corte (I'Domeii, Daniel. A-otecci6~aI~zternncio~z~~l~lellusDerechosI~~~lrlnciizos,Lima. Cori-iisión
Suprema de Justicia, e n Pleno, del 5 d e diciembre d e 1996j. Andina d e J~iiistas.1989. p 125
1V.- CONTRIBUCIONES DE LA SENTENCIA A LA TEORIA DEL CONTROL Así, pues, entrando e n un terreno que normalmente h a estimado ajeno,
DE LA CONSTITUCIONALIDAD la Corte Suprema de Justicia decidió tener e n cuenta los datos de la realidad, el
contexto fáctico de la ley cuestionada, al estilo d e la jurisprudencia
norteamericanaI2, lo cual es un paso acertado hacia el robustecimiento de
1.- RELEVANCIA
DE LA PRAXIS NORMATIVA PARA LA DE'TERMINACIÓN DE LA
nuestra justicia constituci«nal, que n o siempre puede quedar acantonada e n el
CONSTITUCIONALIDAD DE UNA LEY
plano del razonamiento exclusivamente normativo. En materia de derechos
fundamentales, sobre todo, la apreciación de las iniplicaciones prácticas de las
Singular importancia revisten los párrafos de la sentencia tendentes a leyes resulta de suma importancia, como lo evidencia el criterio consolidado
incluir e n el examen de la constitucionalidad de laLey sobre Vagos y Maleantes según el cual éstas son inconstitucivnales cuando por su ambigüedad se prestan
consideraciones relativas a la forma e n que venía siendo aplicada por las para la realizacicín de actuaciones violatorias de tales derechos. Igualmente, la
autoridades competentes. jurisprudencia del Tribunal Constitucional Federal alemán ofrece muestras de
Primeramente la Corte, antes de declarar que dicha ley vulneraba ciertos lo profundo que puede llegar a ser e n este ríriibito y, concretamente, e n el de las
derechos constitucionales, sostuvo que "existe una considerable distancia, medidas de seguridad post-delictuales privativas de la libertad, el examen de la
entre aquello que allí se dice y su aplicación práctica. En realidad, su amplitud aptitud de la medida limitativa para alcanzar el fin perseguido, como aspecto
h a permitido extenderla hasta aquellas personas a quienes subjetivamente se clave para el control de su constitcicionalidadli .
califica de Vagos y Maleantes, porque alguien, de acuerdo con su criterio, lo h a La sentencia de nuestro Máximo Tribunal adolece, sin embargo, de la
considerado peligroso". Esta aplicación de la ley impugnada representaba u11 falta de mencihn de los datos fácticos que permitieron arribar a la conclusicín
"indiciode un posible defecto interno", un "síntomande su inconstitucionalidad. ya expuesta, cuya veracidad, e n todo caso, n o pretendemos desconocer.
En particular, el Supremo Tribunal censuró la falta de aptitud del sisteina
previsto en esa ley para alcanzar la finalidad impuesta por el ordinal 10' del
artículo 60 de la Constitución y enunciada por la Exposicicín de Motivos de la
misma ley: "la readaptación del sujeto para los fines de la convivencia social".
En este sentido, en la sentencia se asevera que: Otra significativa apnrtiición de la sentencia a la teoría del control de la
cvnstitucicmalidad es la afirriiaciónde que si la institiici6no el sisreiiia regulados
. . .el sistema adoptado por la Ley sobre Vagos y Maleantes.. .no parece ser idóneo en una ley "son e n sí inconstitcicionales, tal incoiistituciori;ilidad revierte sobre
para cumplir los objetivos propuestos. Los hechos, la realidad existente, lo
tocias las normas que 10 coinponen, aun cuando cada rlisFositivo coiisideriiclo en
corroboran.
sí inismo, individualmente, fuera de su contexto, no sea contrario al Texto
E n este orden de motivos, n o parece oculto para esta Corte la circunstancia por la Fundamental". Ello sirvi6 de sustento al Máxiino Tribunal para declarar la
cual, las medidas de seguridad aplicadas e n virtud de la Ley sobre Vagos y inconstitucionalidad total de la Ley sobre Vagos y Maleantes, después de
Maleantes.. .se distancian considerablemente de todo en lo que a readaptación haberla confrontado con varios derechos constitucionales y de constatar su
social concierne. inidoneidad para alcanzar los fines precisados por el ordinal 10' del artículo 60
de la Constitución.
L o anotado es muestra itiequíwoca de la inidoneidad del sistema
adopmdo.. .para cumplir con la finalidad que la Constitución prescribe, lo cual
hace que el mismo, a juicio de la Corte, sea por completo inconstitucional. 17 Al respecto t i d . Aloriso García, Eririq~ie,Lo i~ztt'Q?~'taci(;~z
clt' 10 Cotzstitt[ciÓn,M:lclricl,
Centro d e Estcidios Constitiicionales. lC)84,pp. 539 y ss.
13 Cfi-. Seritcrici,~del Tril,iinal Coristit~icionalFetleral aleiriári clel 16 de iii:irzo d e 1994,
2VSt.Z 1994, pp. 578 y SS.
V.- BALANCE GENERAL

Pese a que la sentencia analizada, en distintos pasajes y en relación con


temas capitales, no ofrece la claridad deseable, como lo advirtieron, aunque
desde una perspectiva distinta, los Magistrados que salvaron su voto, la misma
representa un alentador progreso de nuestra jurisprudencia constitucional. La
orientación garantista de los derechos fundamentales a la que responde debe
consolidarse y hacerse extensiva al conjunto de los derechos constitucionalmente
reconocidos.

En lo que atañe al objeto específico del pronunciamiento de la Corte


Suprema de Justicia, confiarrios en que éste cerrará definitivamente la oprobiosa
fase de injustificable represión estatal abierta con la Ley sobre Vagos y
Maleantes, y esperamos que estimule la revisión crítica de prácticas policiales
que distan mucho de corresponder con las más elementales exigencias de un
Estado de libertades.
Con mayor razón es criticable la apuesta de la Exposición de Motivo5
por la eliminación del amparo cautelar (en su modalidad de amparo conjunto)
ante otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia, y su sustitución por el poder
cautelar general. Esta es una opción que puede ser o no compartida, pero que
en modo alguno pertenece al plano de la constitucionalidad, ya que la Carta
Fundamental no la impone. Es más, cabría dudar de su constitucionalidad,
pues el artículo 27 de la Carta de 1999 consagra el amparo como un derecho
genérico, ejercitable tanto de manera autónoma como en forma cautelar. Por
otro lado, la Exposición de Motivos incurre en la inconsistencia de no men-
cionar al llamado amparo sobrevenido, seguramente porque la tesis de la con-
centración competencia1 absoluta resultaría en este supuesto insostenible.
En cualquier caso, las críticas formuladas se refieren a una Exposición
La facultad revisora de la Sala Constitucional
de Motivos, no a la Constitución, siendo ésta última la única que representa prevista en el numeral 10 del artículo 336
una norma jurídica vinculante para todo operador jurídico público o privado.
Esto aunado a la inexistencia de tal Exposición de Motivos al momento de ser
de la Constitución
votada la Constitución por el soberano.
las normas constitucionales y, particularmente, de las disposiciones orgánicas jurídica, y a la vez persigue la tutela de los derechos fundamentales frente a
de la Constitución, la faculta para aplicar de inmediato tal precepto, sin esperar violaciones flagrantes de los mismos.
a su desarrollo legislativo, a pesar de la enfática remisión a la ley contenida e n En este orden de ideas, la Sala Constitucional sostuvo, e n sentencia del
el mismo y de la dirección opuesta e n que parece apuntar la Exposición de
2 de marzo de 2000 (no 44), caso Francia Josefina Rondón Astor, que:
Motivos de la Constitución.
...esta novísima figura de la revisión extraordinaria cuyo fundamento es el artículo
C o n base e n este postulado -que por sí solo n o nos merece crítica algu-
336 numeral 10 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
na- los fallos citados siguen caminos similares, aunque n o idénticos, al procurar ha sido creada con la finalidad de uniformar criterios constitucionales, así como
desentrañar el sentido del precepto e n cuestión. Las sentencias, sobre todo la evitar decisiones que lesionen los derechos y garantías que consagra la Carta
segunda de las mencionadas, incurren e n el equívoco de vincular la atribución Magna.

consagrada e n el artículo 336, numeral 10, de la Constitución con el artículo


Igualmente, e n sentencia del 3 de mayo de 2000 (no 298), caso Víctor
35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales
Celso Valor Louera, afirmó que: "...esta revisión está sometida al poder
(Ley Orgánica de Amparo), el cual prevé la apelación o consulta de las
discrecional d e la S a l a y se h a establecido para uniformar criterios
decisiones de amparo. A l margen de esta confusión, advertida por sendos votos
constitucionales, y e v i t a r q u e se lesionen los d e r e c h o s y garantías
concurrentes2, termina concibiéndose la facultad de revisión de sentencias
constitucionales consagrados e n la Carta Magna1'.
contemplada e n el numeral 10 del artículo 336 como un mecanismo excepcional
e n virtud del cual la Sala Constitucional puede revisar discrecional y Esta posición, c o n u n a formulación idéntica o semejante, se h a
selectivamente las sentencias definitivamente firmes dictadas por los tribunales mantenido e n casos ulteriores. En ocasiones tal facultad h a sido definida como
de la República e n materia de amparo y de control difuso de la constitu- un instrumento tendiente a "garantizar la integridad de la interpretación y el
cionalidad, así coino aquellas que desacaten la doctrina constitucional por ella cumplimiento de los valores constitucionales", o a "asegurar la aplicación y
establecida. correcta interpretación de los valores constitucionales" (sentencia del 7 de
junio de 2000, no 520, caso Mercantil Internac~onal,C . A ) . Asimismo, siguiendo
A partir de aquí, se h a desarrollado una relevante jurisprudencia de la
la Exposición de Motivos de la Constitución, se h a sostenido que su finalidad
Sala Constitucional que conviene analizar. Lo haremos desde diversos ángulos:
"es garantizar la uniformidad e n la interpretación de las normas y principios
la finalidad del instrumento procesal, su naturaleza, la forma de ejercerlo, y su
constitucionales, la eficacia del Texto Fundamental y la seguridad jurídica"
ámbito de aplicación.
(sentencia del 27 de octubre de 2000, no 1271, caso Desarrollo Turístico Isla
Bonita C . A ) .
De manera general se h a declarado que la atribución prevista e n el
numeral 10 del artículo 336 n o se ejerce cuando "la decisión que h a de revisarse
Para la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la facultad
e n nada contribuya a la uniformidad de la interpretación de las normas y
contemplada e n el numeral 10 del artículo 336 de la Constitución posee una
principios constitucionales, n i constituya una deliberada violación de los
doble finalidad. Propende a garantizar una cierta uniformidad y seguridad
preceptos de ese mismo rango" (sentencia del 2 de marzo de 2000, no 44, caso
Francia Josefina Rondón As tor).

2 Cfr. los votos concurrentes formulados por el Magistrado Héctor Peña Torrelles e n los dos En relación con esta sentencia, conviene observar, e n primer término,
cacos citados. que la contribución a la uniformidad de la interpretación constitucional, desde
C
la óptica del precepto citado, ha de derivarse no de la sentencia cuya revisión funcionales del amparo y sobre la interpretación general de los derechos
se pide, como asevera la Sala, sino de la revisión misma y, e n segundo término, fundamentales, mientras que la tutela de los intereses subjetivos ligados a tales
que n o debe considerarse determinante el carácter deliberado o n o de la derechos es misión primordial de los tribunales ordinarios, sin perjuicio de los
violación de un derecho constitucional. casos en que la competencia primaria o de alzada corresponde a la propia Sala
Las sentencias reseñadas contienen un criterio discrepante expresado Constitucional. No obstante, la ley orgánica de la jurisdicción constitucional
de manera reiterada por el Magistrado Peña Torrelles, mediante votos salvados podría configurar la revisión como un instrumento principalmente objetivo
o concurrentes. El motivo de su discrepancia, en lo concerniente a la finalidad que también propenda a corregir situaciones d e grave y manifiesto
del instituto, estriba e n que para el entonces Magistrado la revisión desconocimiento de los derechos fundamentales e n que hayan incurrido los
extraordinaria prevista en el numeral 10 del artículo 336 tiene un carácter jueces de amparo en un caso concreto.
objetivo, phes "responde a la necesidad de unificar la doctrina jurisprudencia1 La jurisprudencia de la Sala Constitucional ofrece algunos ejemplos
en materia de interpretación constitucional y amparo constitucional", y no al notables de esta faceta de la revisión. Así, en sentencia del 25 de abril de 2000
propósito de evitar lesiones a derechos constitucionales. Esta última finalidad (no290), caso Marco Antonio Monasterio Pérez, fue admitida la revisión de una
se cumpliría a través del amparo constitucional. sentencia de amparo que confirmaba el rechazo de una solicitud de habeas
Al respecto, hemos sostenido que el mecanismo previsto e n el numeral corpus, presentada ante la presunta desaparición forzada de una persona. La
10 del artículo 336 de la Constitución pretende, en lo que atañe a la revisión Sala sostuvo que "a los fines de juzgar sobre si procede el ejercicio de su potestad
de sentencias de control difuso de la constitucionalidad, asegurar certeza jurídica de revisión en el caso de autos, es pertinente valorar, entre otros elementos, la
en un asunto de tanta importancia general como la determinación de las leyes gravedad del presunto hecho lesivo", la cual motivó el ejercicio de la facultad
compatibles con la Constitución. En lo concerniente a la revisión de sentencias de revisión.
de amparo, se procura, básicamente, el establecimiento de criterios uniformes Esta eventual dimensión subjetiva de la revisicín de sentencias de amparo
sobre el funcionamiento del amparo y la interpretación de los derechos no debe ser confundida con la que es propia del amparo constitucional, cuando
fundamentales, aunque tal atribución puede ser empleada también para corregir se interpone contra decisiones de la rnisrna índole. La advertencia resulta
graves violaciones de derechos constitucionales que hayan cometido o pertinente en virtud de la jurisprudencia de la Sala Constitucional, que tiende
consentido los jueces al resolver peticiones de amparo. a declarar inadmisibles los amparos interpuestos contra decisiones definitivas
En cuanto a lo primero, la facultad de revisión prevista en dicho precepto, de amparo de última instancia, al tiempo que considera posible someterlas a la
al recaer sobre sentencias e n que los jueces hayan ejercido el control difuso de revisión (cfr., entre otras, las sentencias del 2 de marzo, no 44, del 25 de abril,
la constitucionalidad, permite a la Sala Constitucional resolver con carácter no 290, y del 14 de agosto de 2000, no 1024, casos Francia losefina Rondón
definitivo y general las dudas surgidas en torno a la constitucionalidad de una Astor, Marco Antonio Monasterio Pérez, y Rodolfo Eliceo Molina Valero) .
norma legal, que pueden haber conducido a su desaplicación judicial en un En efecto, la praxis judicial muestra que la gran mayoría de los amparos
caso concreto. Aquí la finalidad perseguida es fundamentalmente objetiva, interpuestos ante la Sala Constitucional contra sentencias definitivamente
pues de lo que se trata es de evitar la posible coexistencia de criterios judiciales firmes de amparo de los tribunales del país, cuyo conocimiento le corresponda,
dispares sobre la constitucionalidad de un texto legal. son declarados inadmisibles, con el argumento de que se ha agotado la doble
En la revisión de sentencias de amparo, la finalidad es básicamente instancia de este proceso constitucional. Sólo algunas decisiones, pese a que
objetiva, ya que se persigue la obtención de criterios uniformes sobre aspectos también declaran la inadmisibilidad del amparo, no lo descartan comple-
tamente, sino que se fundan en que no se señalaron nuevos hechos ni los Considera esta Sala que en forma selectiva, sin atender a recurso específico y
sin quedar vinculado por peticiones en este sentido, la Sala por vía excepcional
derechos respectivos3. p e d e revisar discrecionalniente las sentencias de amparo (Sentencia del 20 de
enero de 2000, n o 01, caso Emery Mata Millán).
Importa, pues, observar que la facultad extraordinaria de revisión prevista
en el numeral 10 del artículo 336 de la Constitiición no puede ser invocada
Asimismo, ha establecido que:
para privar a los justiciables del derecho al amparo consagrado en el artículo
27 de la Constitución, cuando se ejerce contra decisiones definitivamente firmes
Esta discrecionalidad que se le atribuye a la revisión a que se ha hecho referencia,
de amparo. Por eso, es imperativo examinar si la acción se fundamenta en n o debe ser entendida como una nueva instancia, ya que como se dijo
hechos distintos a los que motivaron la solicitud original, en cuyo caso el amparo precedentemente, la misma sólo procede e n caso de sentencias ya firmes; esto
debe admitirse. es, decisiones que hubieren agotado todas las instancias que prevé el
ordenamiento constitiicional.
Finalmente, debemos añadir que a veces la Sala Constitucional ha De allí que la Sala no se encontraría en la obligación de pronunciarse sobre
todos y cada uno de los fallos que son remitidos para su revisión, ni podría ser
pretendido atribuir al mecanismo contemplado en el numeral 1 O del artículo
entendida su negativa, como violación dcl derecho a la defensa y al debido
336 un alcance teleológico -y práctico- muy superior al señalado. Ya en el proceso de las partes, por cuanto se trata de decisiones amparadas por el principio
caso Mercantil Internacional, C.A. se asomó implícitamente la posibilidad de de la doble instancia judicial.
que.la potestad revisora consagrada en ese precepto se extendiera más allá del Todo lo anterior facultaría a esta Sala a desestimar la revisión, sin motivación
alguna. (Sentencia de la Sala Constitucional del 2 de marzo de 2000, no 44,
ámbito del amparo y del control difuso de la constitucionalidad, sobre lo cual caso Francia]osefina Rondón Astor).
luego volveremos.
En una reciente sentencia de la Sala Constitucional, en la qiie se recogen
los criterios hasta ahora expuestos por la jurisprudencia constitucional en
relación con el mecanismo de la revisión previsto en el numeral 10 del artículo
Por lo que respecta a la naturaleza de la figura contemplada en el numeral 336, y se condensa y precisa su doctrina sobre esta materia, se reitera que:
10 del artículo 336 de la Constitucicín, la Sala Constitucional la ha considerado
un instrumento procesal de caracter excepcional, discrecional o selectivo, y esta norma constitucional n o intenta de irianer;l alguna crear una tcrcern
instancia e n los procesos d e amparo c o n s t i t u c i o n a l o d e control de
que bajo ningún concepto da lugar a una tercera instancia. Ni siquiera
coiistitiicionalidad de leyes o normas jurídicas. El precepto constitucional referido
constituiría una manifestaciíin del derecho al debido proceso y a la defensa. lo que incorpora es una potestad estrictamente excepcional, exrraordinaria y
Así, la jurisprudencia constitucicinal ha declarado: discrecional para la Sala Constitucional.
En lo que respecta a la admisibilidad de tales solicir~idesde revisión extraordin;tri:i
esta Sala posee una potestad discrecional de admitir o no admitir el recurso
3 Así, en el caso Víctor Celso Valor Lovera, en sentencia del 3 de mayo de 2000, no298, la cuando así lo considere (...) En este sentido, se mantiene el crirerio que ilejí,
Sala Constitiicional, en ponencia del Magistrado Jesús Eduardo Cabrera Romero, no descartó sentado la sentencia dictada por esta Sala e n fecha 2 de m a r o de 2000 (caso:
completamente la admisibilidad del amparo contra tales decisiones, pues señaló que "la Francia Josefina Rondón Astor) en cuanto a que esta Sala no está en la obligación
parre accionante no ha expuesto hechos distinros, ni siquiera señala claramente cuales de pronunciarse sobre todos y cada uno de los fallos que son remitidos para su
serían los nuevos derechos violados y el por qué, por lo que en consecuencia, tratándose de revisión. (Sentencia del 6 de febrero de 2001 11" 93, caso Corporuci(5nde Turismo
la misma situación ya decidida, la presenta acciíin debe considerarse inadmisible". La de Venezueln).
necesidad de distinguir entre la naruraleza y finalidad del amparo contra decisiones de
amparo y la de la revisión prevista en el numeral 10 del artículo 336 fue planteada por el
voto salvado formulado por el Magistrado Peña Torrelles en el caso Marco Antonio Monastei-io
Estos elementos configuran la revisión como un mecanismo especial
Pc'rez (sentencia del 23 de abril de 2000, 11" 290). que no propendería a colocar en manos del particular un instrumento mediante
años frecuentemente fue discutido también, como opción de política legislativa,
el cual pueda exigir justicia ante un tribunal -sin perjuicio de la dimensión para el Tribunal Constitucional Federal. El artículo 93 a, segundo aparte, de
fundamentalmente objetiva de la revisión-, sino que estaría orientado dicha Ley vincula, sin embargo, esa obligación de admisión con condiciones
principalmente a facultar a la Sala Constitucional para desarrollar una política que deliberadamente dejan al Tribunal un significativo margen de decisión5.

judicial, e n el buen sentido de la expresión. Nótese que dicha Sala n o se


En estos sistemas la acción que se intenta es un amparo, mientras que e n
considera obligada a pronunciarse sobre todas las solicitudes de revisión4.
el nuestro se trata de un mecanismo extraordinario de revisión de ciertas
A q u í reside u n o d e los aspectos medulares d e la jurisprudencia sentencias, el cual n o representa un ejercicio del derecho al amparo consagrado
constitucional sobre la revisión de sentencias de amparo o de control difuso de e n el artículo 27 de la Constitución. Pero el legislador puede regularlo de tal
la constitucionalidad. Para la Sala Constitucional el interesado nunca podría modo que dados determinados supuestos legales la revisión deba ser admitida,
esgrimir u n derecho a la revisión, al ser ésta el resultado d e una facultad frente a lo cual el justiciable podría aducir el derecho a la tutela judicial.
discrecional de la misma Sala.
C o n algunas matizaciones, ésta es la orientación que estimamos más
Esta caracterización d e la facultad de revisión le confiere rasgos adecuada para el sistema venezolano, al menos e n esta primera andadura de la
definitorios, y la separa del régimen d e admisión d e ciertas acciones d e justicia constitucional regulada e n la C a r t a Fundamental d e 1999. N o
inconstitucionalidad previstas e n los sistemas europeos, a la par que la aproxima compartimos, por los motivos expuestos e n otro lugar6, el intento de implantar
al modelo norteamericano del certiorari y al modelo colombiano de la revisión e n nuestro país, e n esta fase fundacional de la nueva justicia constitucional, el
de las sentencias de tutela. modelo norteamericano del certiorari. Entre otras razones, importa destacar
En los sistemas alemán y español de justicia constitucional, la admisión que el punto de vista que h a de privar al definir los perfiles del sistema de
del amparo constitucional, pese a que h a sido regulada, sobre todo e n el primer justicia constitucional es el del justiciable. Es preciso garantizarle, dadas las
caso, de tal modo que el Tribunal Constitucional cuente con un amplio margen condiciones extraordinarias que la ley establezca, sin perjuicio del margen de
de apreciación, sigue estando dominada por un régimen legalmente tasado, al apreciación que h a de reconocerse a la Sala Constitucional, el acceso al círgano
ser la ley la que determina los supuestos de admisibilidad, en sentido afirmativo jurisdiccional, como también el conocimiento de los criterios que conducen a
o negativo, por lo que los jueces están obligados a admitir la acción cuando admitir o rechazar las solicitudes de revisión de sentencias de amparo o de
legalmente corresponda, y los justiciables ostentan un derecho correlativo. control difuso de la constitucionalidad. S e trata, además, d e propiciar la
confianza objetiva e n la administración de justicia, tal como h a sido entendida
En este sentido, Schlaich h a puesto de manifiesto que: por el Tribunal Europeo de Derechos urnan nos^. Estos propcísitos pueden
lograrse sin sacrificar la prontitud e n la resolución de los asuntos, siempre que
El artículo 93 a, segundo aparte, de la Ley del Tribunal Constitucional Federal se delimite acertadamente el ámbito de la facultad de revisión de sentencias y
obliga, dadas las condiciones allí señaladas, a la admisión. N o hay discrecionalidad
del Tribunal. C o n ello la Ley se pronunció e n contra de un procedimiento libre
se descargue a la Sala Constitucional de las competencias que provisionalmente
de admisión, como el que practica la Suprema Corte ( e n el ámbito del h a asumido en materia de amparo.
procedimiento de certiorari) en los Estados Unidos de América, que en los últimos

4 Sin embargo, de acuerdo con el precedente sentado en el caso Corporación de Turismo de 5 Schlaich, Klaus, op. cit., p. 171.
Venewela, la Sala Constitucional sí debe por lo menos examinar todas las solicitudes de 6 Vid. supra, capítulo IV.
revisión -aunque no se pronuncia sobre todas ellas-, en atención al derecho a la tutela 7 Vid., entre otras decisiones, la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos kiliiii;iiio~clcl
judicial efectiva. 23 de octubre de 1990, caso Huber, serie A, 188, p. 18.
Con prescindencia, n o obstante, de la opinión que se tenga sobre este cohoncsta con e1 carácter selectivo y discrecional que ella h a atribuido a la
lo cierto es que no existe un perfil constitucional acabado de la
1
i facultad revisora.
facultad d e revisión que se corresponda c o n el dibujado por la Sala
Constitucional. La Constitución entregó al legislador, e n buena medida, la 1 A nuestro juicio, al regular legalmente eí mecanismo de revisión
configuración del mecanismo de la revisión de sentencias de ampare) y de control , c o n t e ~ i i ~ l a deon el numeral 10 del artículo 336 debe distinguirse entre la
difuso de la constitucic)nalidad previsto en el numeral 10 del artículo 336, por revisión de sentencias de control difusci de la constitucionalidad, y la de
lo cual la jurisprudencia de dicha Sala sobre la naturaleza de esta figura sólo sentencias de amparo constitucionallo.
resulta aceptable como un conjunto de criterios transitorios aplicables mientras En lo que atañe a la primera, conviene resaltar que la redacción del
no se dicta la ley orgánica de la jurisdicción constitucional. precepto mencionado, sobre todo después de la mcidificación que sufrió con la
rcimpresión de la Constitución, e n la cual se añadió la referencia al carácter
definitivamente firme de las sentencias objeto de revisión1' -que h a sido acogido
además por la Sala Constitucioi~al-, limita los márgenes de actuació~idel
En lo quc atañe a la forma de ejercicio de la facultad coilteinplada en el legislador, pues este mecanismo ya no puede extenderse a sentencias susceptibles
riuineral 10 del artículo 336, la Sala Constitucional h a fijado, a falta de una ley de apclacióii o de casación. Una fornia de estructurar procesalinente la facultad
que la determine, algunas reglas generales provisionalmente aplicables. de revisión de sentencias definitivamente firmes e n las que se ejerza el control
difuso de la constitucioi-ialidad consistiría e n prever un recurso extraordinario,
L3esde sus priineros proniinciainientos sobre la materia, diclia Sala señ¿iló
inediante el cual la parte interesada tenga la posibilidad de impugnar ante la
que tal facultad poclía ejercerse de oficio o por solicitud del interesado, y afiriníi
Sala Constitucional, dentro del lapso que fije la ley, la sentencia corres-
el carácter discrecional y selectivo de la revisión. Ha sostenido, además, que
pondiente. Este recurso permitiría la rcvisión, e n principio mediante reenvío
las decisiones que nicgiien la rcvisicín n o requieren d e mc,tivacióii8.
al juez de alzada, del inCrito de 10 decidid(-,en el juicio, en aquell,-, que tenga
E11 la práctica, la 1n;iyoría de los proi-iunciainicntos eiiiitidos por la Sala relacihn con la declaratoria de constitucicmalidad o iriconstitiiciorialidad -y
Constitucional con base e n el nu~neral10 del artículo 336 se h a n originado e n eventual nulidad- cle la ley, sieinpre que la Sala se pronuncie dentro de un
una solicitud de la parte interesada. En un caso e n que se trataba de iina plazo razon¿ible legalmente establecido. Vencido este plazo la sentencia
sentencia de aitiparo remitida por el tribunal de últirna instancia para su revisión, devendría irrevisable, y el recurso continuaría su trsrnite pero coriio una acción
esta fue rechazada de plano, por cu:irito los jueces n o se encuentran obligados abstracta de inconstitucionalidad, sin perjuicio de la faciiltad de la Sala de
a remitir a la Sala Constitucional sus sentencias de amparoy. determinar con carácter general, al dictar su sentencia definitiva, los efectos
e n el tiempo de una decisióri eventualmente declaratoria de la inconsti-
La praxis judicial tainhién ii-iclica-pese a lo declarado con caráctcr general
por la Sala- que cuando ésta se ha pronunciado sobre las solicitudes de revisihn, tucionalidad de la ley.
con frecuencia lo h a hecha de manera motivada, normalinente en sentido C o n el mecanismo sugerido se propicia el prcmunciamiento de la Sala
negativo. Pero son iniichas las solicitudes de rcvisión que reposan ante la Sala Constitiiciorial sobre la compatibilidad de la ley con la Norma Fundainet-ital, y
Constitucional sin que hayan sido rechazadas expresamente, lo cual se
10 A l respecto, vid. supra, capítulo IV.
11 Reiteranius i~uestrnsohjecioiies a la ixiodificación (le fondo qiie sufrió la Consticiici(íii : i I
8 Vid., entre otras, las sentencias ilictaiias c11 10s cascis Erne7.y h4atil hiilliíri y Friincia Josefirui
hnher incluido. e n la reimpresión del 2 1 de marzo d e 2000, la alusiGii a1 c.11-;í(i c . 1
Koridóri Astor, ;irites citadas.
"Jefinitivamcnte firme" de las sentencias susceptibles de ser sonictidas al iiirc;iiii\iiii, CIc. 1.1
Sentencia dcl 14 de agosto de 2000 ( n o 1024), casi1 Roaoijo Eliceo .Moliriil Vulo-o.
revisi6n; ~ ' i dsupru,
. capítulo IV.
se hace posible que el criterio del órgano responsable del control concentrado
numeral 10 del artículo 336 no va dirigido a menoscabar esas atribuciones. A
de la constitucionalidad sobre la validez de la ley cuestionada en el juicio previo
los jueces ordinarios corresponde, en principio, proporcionar la tutela judicial
incida en el caso concreto, pero al fijar un plazo para la interposición del recurso reforzada de los derechos fundamentales que la Constitución garantiza.
y para que la sentencia de la Sala repercuta de manera directa en ese caso, se
evita la inseguridad jurídica derivada de la pendencia indefinida de un fallo Por eso, el mecanismo de la revisión ha de ser concebido en este caso
judicial. como un instrumento extraordinario, que propende básicamente a uniformar
criterios jurisprudenciales sobre el funcionamiento del amparo y la
A fin de complementar el mencionado recurso, aunque ya no con interpretación de los derechos fundamentales, aparte de la posibilidad de que
fundamento en el numeral 10 dcl artículo 336 sino en uso de la libertad de
sirva para corregir graves violaciones de estos derechos. De ahí que el acceso
configuración normativa del legislador y en aras de articular el control difuso de los justiciables mediante recurso a ese instrumento deba ser más limitado
con el concentrado de constitucionalidad, la futura ley orgánica de la que en la revisión de sentencias de control difuso de la constitucionalidad.
jurisdicción constitucional podría prever la remisión obligatoria a la Sala
Constitucional de todas las decisiones judiciales dictadas en ejercicio del control U n esquema a seguir consistiría en prever legalmente supuestos especiales
difuso de la constitucionalidad, incluyendo a las decisiones de igual alcance de en los cuales la revisión sería admisible, estando la Sala obligada a motivar
otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia1'. Esta remisión daría lugar al suscintamente la negativa de admisión13.
inicio del proceso abstracto de inconstitucionalidad, que eventualmente Por otra parte, hasta fecha reciente n o había sido establecido el
culminaría con la anulación de la ley, si la inconstitucionalidad resulta procedimiento provisionalmente aplicable a las revisiones, lo que consideramos
confirmada. La sentencia respectiva determinaría, como es lógico, los efectos criticable, pues siempre debe otorgarse a la parte favorecida por la sentencia
de la decisión en el tiempo. Además, en el caso de las decisiones remitidas por cuya revisión se solicita la oportunidad de defender el fallo. Al respecto, en
los tribunales del país, cualquier pronunciamiento desestimatorio o uno de los casos antes citados fue declarada la inexistencia de la sentencia
interpretativo emitido por la Sala Constitucional antes de que se hayan agotado cuestionada, sin que se permitiera el ejercicio del derecho a la defensa respecto
las dos instancias, y el eventual recurso de casación, en el juicio en que se de esta declaratoria14.
suscitó el control de constitucionalidad, tendría fuerza vinculante para ese
Tal omisión se intentó corregir mediante la sentencia de la Sala
proceso, respecto de la compatibilidad con la Constitución de la ley en cuestión
Constitucional del 6 de febrero de 2001 (no 93), caso Corpo~aciónde Tu~ismo
o de su interpretación conforme can la Constitución.
de Venezuela, la cual, con base en el artículo 102 de la Ley Orgánica de la
La revisión por la Sala Constitucional de sentencias de amparo Corte Suprema de Justicia, remitió al procedimiento de apelación de sentencias
definitivamente firmes nos coloca ante una problemática distinta. En este de amparo. S i n embargo, la Ley Orgánica de Amparo n o prevé un
supuesto los tribunales han ejercido, en dos instancias, sus competencias procedimiento a esos efectos, sino que se limita a fijar un lapso de treinta días
constitucionales y legales en materia de amparo, y el mecanismo previsto en el para la adopción de la decisión (art. 35), por lo que el problema sigue planteado.

12 Al respecto, vid. la propuesta tempranamente presentada por Briceño León, Huinberto, La


acción de inconstitucionalidad en Venezuela, Caracas, EJV, 1989, pp. 55 y SS.; así como los
anteproyectos de Ley Orgánica de la Jurisdicción Constitucional elaborados por Carlos
Ayala Corao y Humberto J. La Roche. Vid. también Canova Antonio, "La Futura justicia
13 En relación con estos supuestos vid. supra, capítulo IV
constitucional en Venezuela", Revista de Derecho Constitucional, 2, 2000, pp. 104 y ss.
14 Sentencia del 7 de junio de 2000 ( n o 520), caso Mercantil Internncio~inlC1.A
la nulidad de las normas y actos que se opongan a la Carta Magna. Le ha
correspondido, pues, a esta Sala, la tutela constitucional e n su plena intensidad,
En este apartado nos referiremos primeramente a las sentencias que al punto de constituirse e n el máximo intérprete y custodio de la Constitución,
al tiempo de ser el ente rector del aparato jurisdiccional respecto a su aplicación,
pueden ser objeto de la facultad revisora prevista e n el numeral 10 del artículo lo cual incluye velar por el cumplimiento del deber de todos los Tribunales de la
336, y analizaremos la doctrina jurisprudencia1 según la cual la Sala República, de examinar si las normas aplicables al caso concreto que se debata
Constitucional ostenta poderes para revisar sentencias distintas a las contem- se ajustan a los principios y preceptos constitucioiiales.
Por lo tanto, la hermenéutica aplicable debe compadecerse con la función que
pladas e n dicho precepto. Luego examinaremos de manera particular la cuestión le toca desempeñar a la Sala Constitucional, la cual es vigilar y asegurar que el
de la posibilidad de que la Sala Constitucional revise sentencias de otras Salas principio de supremacía constitucional permanezca incólume. En tal razón, la
del Tribunal Supremo de Justicia. labor que desempeñe la Sala, merced a los diversos medios de acercarse el
interesado a ella, debe atender ~rimordialmentea la determinación de si lo
~ l a n t e a d oafecta, e n al abras de García de Enterría, a la "...eseiicia misiria de la
A) Sentencias objeto de revisión Constitución, a la cuidadosa distribución de ~ o d e r( o a las) correlativas
coiiipetencias por ella operada s u implicación constitucional-, más que a la
Según el numeral 10 del artículo 336 de la Carta Magna, la facultad naturaleza de los actos impugnados, los entes involucrados o la sustancia del
asunto discutido".
revisora allí prevista se extiende a las sentencias definitivamente firmes15
La Sala, entonces, debe desplegar su funcijn de custodio de los principios e
dictadas por los tribunales de la República en materia de amparo o e n ejercicio instituciones constitucionales, en el plan« m i s cercano posible al ciudadano, y
del control (difuso) de la constitucionalidad de las leyes. n o limitarse a revisar discrecionalmente las sentencias que e n vía de amparo se
hayan apartado de la doctriiia de la Sala 0 las proferidas por la iriultiplicidad de
La Sala Constitucional, sin embargo, desde los precedentes sentados e n nuestros tribunales merced al control dif~isode la Constitución -lo cual es
los casos Emery Mata Mlllán y Domingo Gustavo Ramírez Monja ha extendido fundamental-, sino que también d e b e r ~ íejercer la jurisdiccióii p l e n a
constitucional en otras circuiisraricias que 10 ameriten.
dicha facultad más allá de lo dispuesto por el texto de la Constitución. Así, la
En este orden de ideas, en atencicín al principio de supreiriacía constitiicioiial,
h a considerado aplicable a las sentencias de cualquier tribunal del país que se del cual deriva el indisc~itihleciiracter normativo J e todos sus preceptos, y a la
aparten de la doctrina fijada por esa Sala e n asuntos constitucionales. potestad de tutela constitucional que de manera novedusa le asigna la
Constitiicióii, esta Sala deja a salvo la posibilidad ii«rrnativa de revisar los actvs
Posteriormente, e n el caso Mercantil Internacional, C . A . , la Sala, o sentencias de las deiiiás Salas del Tribunal Supremo de Justicia que ccxitraríen
tangencia1 e implícitamente, dejó abierta la posibilidad de que los poderes de la Constitución o las interpretaciones que sobre sus normas 0 priiicipios haya
fijado previamente, según 10 dispuesto e n los artículos 334 y 335 de la
revisión contemplados e n ese precepto se extendieran a cualquier sentencia
Constituci6n de la República Bolivariana de Venezuela.
que contrariara la Carta Fundamental. Esta doctrina termina por hacerse
explícita en sentencia del 24 de octubre de 2000 ( n o 125 1), caso Constructora Para n o dejar lugar a dudas, la Sala Constitucional, luego de declarar
,
Santilli C.A, e n la cual se asevera rotundamente que: improcedente la revisión del fallo sometido a su conocimiento, concluye
enfatizando la amplitud de ese instrumento procesal:
la propia Constitución, a más de haber creado una Sala inédita, e n la tradición
constitiicional de IaRepública, dentro del Máximo Tribunal de Justicia, concibió
Este, como todo medio de protección constitucional, opera de manera oficiosa y
un órgano jurisdiccional con una marcada especialización de tutela, encargado
universal frente a la violación o desconocimiento de preceptos, derechos,
de asegurar el principio de supremacía constitucional.
principios o valores consagrados o reconocidos por el ordenamiento jurídico
Esta especialización se concreta e n el control jurisdiccional pleno de la vigencia
constitucional y, como se dejó dicho, la potestad de ejercerlo coinprendc la
de la Constitución, cuyo ejercicio llega a concretarse e n el pronunciamiento de
posibilidad de ponerlo e n práctica, e n razón de su universalidad. coritra seiirciici;ii
de las demás Salas [le este Alto Tribunal.
15 Vid. la nota 11.
Esta doctrina jurisprudencia1 ha sido confirmada por la antes citada supera posteriormente, en el caso Corporación de Turismo de Venezuela, en el
sentencia de la Sala Constitucional del 6 de febrero de 2001, (no 93, caso cual se aclara que ese precepto sólo comprende la revisión de las sentencias de
Corporación de Turismo de Venezuela). En esta ocasión la Sala asumió amparo o de control difuso de la constitucionalidad, pero a la vez se asevera
frontalmente la tarea de definir el alcance de su competencia para revisar, de que la facultad de revisión puede extenderse a otras sentencias, con base en
oficio o a instancia del interesado, sentencias definitivamente firmes, y arribó otras previsiones constitucionales.
a las siguientes conclusiones:
En estos precedentes se invoca, para fundamentar la universalidad o
amplitud de la facultad revisora de la Sala Constitucional, el artículo 335 de la
Sólo de manera extraordinaria, excepcional, restringida y discrecional, esta Sala
Carta Magna, el principio de supremacía de la Constitución, y la función de
posee la de revisar lo siguiente:
1.- Las sentencias definitivamente firmes de amparo constitucional de cualquier máximo intérprete de la Constitución que dicho precepto atribuiría a la Sala
carácter, dictadas por las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia y por Constitucional. Importa, en consecuencia, examinar si éstos u otros preceptos
cualquier juzgado o tribunal del país.
o principios autorizan a esa Sala para efectuar tal extensión del ámbito de
2.- Las s e n t e n c i a s d e f i n i t i v a m e n t e firmes d e c o n t r o l expreso d e
constitucionalidad de leyes o normas jurídicas por los tribunales de la república aplicación del mecanismo de la revisión.
o las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia.
En lo que atañe al numeral 10 del artículo 336, éste alude claramente a
3.- Las sentencias definitivamente firtnes que hayan sido dictadas por las demás
Salas de este Tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país apartándose las sentencias de amparo y a las de control de constitucionalidad de las leyes
u obviando expresa o tácitamente alguna interpretación de la Constitución dictadas por los jueces de la República. Resulta lógico, por lo demás, que éste
contenida e n alguna sentencia dictada por esta Sala con anterioridad al fallo
haya sido el alcance atribuido a la facultad revisora allí contemplada, pues en
impugnado, realizando un errado control de constitucionalidad al aplicar
indebidamente la norma constitucional. materia de amparo y de control difuso de la constitucionalidad era necesario
4.-Las sentencias definitivamente firmes que Iiayan sido dictadas por las demás prever mecanismos que aseguraran un mínimo de uniformidad de criterios y
Salas de este Tribunal o por los demás tribunales o juzgados del país que de de seguridad jurídica.
manera evidente hayan incurrido, según el criterio de la Sala, e n un error grotesco
e n cuanto a la interpretación de la Constitución o que sencillamente hayan Fuera del ámbito del numeral 10 del artículo 336, el artículo 335 de la
obviado por completo la interpretación de 13 norma constit~icional.En estos
Constitución, al disponer que las "interpretaciones que establezca la Sala
casos hay también un errado control constitucional.
Constitucional sobre el contenido o alcance de las normas y principios
De esta manera, la Sala Constitucional se considera facultada para revisar constitucionales son vinculantes para las otras Salas del Tribunal Supremo de
discrecionalmente, aun de oficio y sin plazo preclusivo alguno, las sentencias Justicia y demás tribunales de la República", podría brindar respaldo a la
pronunciadas por cualquier juez de la República que gocen de la irrevisabilidad posibilidad de que la ley orgánica de la jurisdicción constitucional facultara a
o inmutabilidad propias de la cosa juzgada, si quebrantan la doctrina esa Sala para anular, siguiendo el procedimiento que esta ley determine, las
constitucional sentada por dicha Sala o se estima que contrarían gravemente sentencias de los tribunales del país que contraríen flagrantemente dicha
la Constitución. doctrina vinculante, mas el fundamento de esa facultad no se encontraría de
manera directa y exclusiva en el artículo 335, sino en un conjunto normativo
Aunque n o se diga expresamente, de la parte narrativa de la sentencia
integrado por el propio artículo 335, por el artículo 336, numeral 11, y por las
dictada en el caso Constructora Santilli C . A . , y de la remisión que ésta contiene
disposiciones legales correspondientes. Téngase presente que el legislador puede
a la doctrina sentada en el caso Mercantil Internacional, C . A . , se colige que,
optar por dejar en manos de los jueces y de otras Salas del Tribunal Supremo
para la Sala Constitucional, esa amplia facultad de revisión encontraría respaldo
de Justicia, mediante los recursos ordinarios y extraordinarios de derecho común,
en el numeral 10 del artículo 336 de la Carta Fundamental. Este equívoco se
la corrección de los errores en que incurran los tribunales al inobservar los
138 LA FACLILT.4D REVISORA DE LA SALA
CONSTITUCIONAL
...

precedentes sentados por la Sala Constitucional -dejando a salvo los supuestos Por consiguiente, la garantía de la supremacía e integridad de la
comprendidos por el numeral 10 del artículo 336-, pues no es constitu- Constitución en modo alguno puede ser entendida como una tarea privativa
cionalmente necesaria la intervención de esta Sala a través de un mecanismo de la Sala Constitucional. Además, a tenor del artículo 7 de la Constitución,
específico. ésta es la norma suprema del ordenamiento jurídico, por lo que todos los sujetos
No hallamos apoyo normativo para la tesis de que la Sala Constitucional jurídicos están sometidos a sus preceptos. Esto implica, entre otras cosas, que
ostenta, en virtud de la Constitución y sin respaldo legislativo, un poder genérico los tribunales, en cumplimiento de sus funciones jurisdiccionales, deben
de revisión de cualquier clase de sentencias definitivamente firmes que interpretar la legalidad ordinaria teniendo en consideración la Constitución,
contengan serios errores de interpretación constitucional. A este respecto, no en cuanto norma suprema que irradia los distintos sectores del ordenamiento
es acertado invocar el principio de supremacía constitucional, por cuanto en jurídico, pues de lo contrario incurrirían en una indebida interpretación o
un sistema de justicia constitucional como el nuestro dicho principio vincula aplicación de las leyes que bien p e d e ser corregida mediante los recursos
a todos los jueces del país, los cuales están obligados a proteger la Constitución ordinarios o extraordinarios de derecho común.
y a desaplicar las leyes contrarias a la Constitución. En este sentido, el artículo La preservación de la supremacía de la Constitución, en rigor, es una
334 de la Carta Fundamental reza: misión no de la Sala Constitucional, mucho menos del mecanismo de la
revisión, sino del completo sistema de justicia constitucional. Dentro de este
Todos los jueces o juezas de la República, e n el ámbito de sus competencias y sistema dicha Sala ocupa un lugar capital y le corresponde jugar un papel
conforme a lo previsto e n esta Constitución y e n la ley, están e n la obligación cie
singular, pero el éxito del sistema estriba en que cada una de sus piezas
asegurar la integridad de esta Constitución.
En caso de i~icom~atibilidad entre esta Constitución y una ley i i otra norma desempeñe su función específica. De la significación de la misión de encabezar
jurídica, se aplicar511 las disposiciones constitucionales, correspondiendo a los el sistema de justicia constitucional no cabe inferir poderes genéricos de revisión
tribuiiales en cualquier causa, aun de oficio, decidir lo conducente. de sentencias, que ni siquiera están soinetidos a plazo preclusivo de ejercicio.
Corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia como jurisdicción constitucional, declarar la nuliciail de las leyes y ilernás El argumento de que la Sala Constitucional es el máximo intérprete de
actos de los órganos que ejercen el Poder Público dictados en ejecución directa
la Constitución, y el sano propósito de preservar su integriclad, no debe llevar
e inmediata de esta Constitución o que tengan rango dc ley, cuarido colidan con
aquélla. a alterar el orden procesal y a debilitar la garantía de la cosa juzgada, que si
posee indiscutible fundamento constitucional. La Constitución otorga a dicha
Nótese, además, que el artículo 335 de la Constitucibn atribuye al Sala facultades mediante las cuales puede cumplir la función de máximo
Tribunal Supremo de Justicia, y no solamente a la Sala Constitucional, el deber intérprete d e la Constitución, como el control concentrado de l a
de asegurar la supremacía de las normas y principios constitucionales, lo cual constitucionalidad de las leyes, el control de las omisiones legislativas, y la
es expresión del carácter mixto de nuestro sistema de justicia constitucional y potestad revisora contemplada en el numeral 10 del artículo 336, sin que resulte
de la función que en esta materia ha de ejercer cada uno de los distintos órdenes imperativo reconocerle poderes genéricos de revisión de sentencias.
jurisdiccionales, en cuyo vértice se encuentran las demás Salas de ese Supremo
La afirmación de una de las sentencias citadas, según la cual todo medio
Tribunal16.
de protección constitucional se caracteriza por su universalidad, no se aviene
con los perfiles de nuestra justicia constitucional. La propia Sala Constitucional
h a tenido oportunidad de aclarar, por ejeinplo, que el amparo constitiicioiial
16 Al respecto elid. la opinión de Brewer-Carías, Allan R., El sistema de justicia coriscitucional en sólo procede para la tutela de los derechos y garantías constitucioiiales, y no
la Constitución de 1999, Caracas, EJV, 2000, pp. 77 y SS.
para la salvaguarda de preceptos exclusivamente orgánicos dc 1;i C:onstitucii,ii
(sentencia del 2 1 de noviembre de 2000, no 1395, caso Amparo de Gobernadores Sin embargo, la jurisprudencia de la Sala Constitucional apunta en otra
de Estado). La universalidad puede ser predicada respecto del entero sistema de dirección. Desde el caso Mercantil Internacional, C.A. admitió la posibilidad
justicia constitucional, el cual no admite la exclusión de actos del Poder Público de revisar, con apoyo en el numeral 10 del artículo 336 de la Constitución, las
del examen judicial de su constitucionalidad, pero sus diversos componentes sentencias de otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia. Al igual que en
tienen un ámbito de aplicación y una función específicos. relación con las sentencias de los demás tribunales del país, esta facultad revisora
empezó abarcando esencialmente las decisiones dictadas en materia de amparo
Por lo demás, recuérdese que ni siquiera en los sistemas de control
y de control difuso de la constitucionalidad, pero en la actualidad comprende,
concentrado de la constitucionalidad de las leyes, en los cuales los órganos
según la doctrina sentada en los casos Constructora Santilli C.A. y Corporación
encargados de ejercerlo, normalmente Cortes o Tribunales Constitucionales,
de Turismo de Venezuela, toda clase de sentencias definitivamente firmes que
ostentan el denominado "monopolio del rechazo", se ha asomado la posibilidad
vulneren manifiestamente la Constitución o la doctrina constitucional sentada
de que éstos detenten poderes generales para revisar discrecionalmente y de
por esa Sala.
oficio cualquier clase de sentencias definitivamente firmes que infrinjan
gravemente la Constitución. Aunque en algunos pronunciamientos el ejercicio de tal facultad respecto
de las demás Salas del Tribunal Supremo de Justicia se supeditaba a su inclusión
Corresponderá a la ley orgánica de la jurisdicción constitucional decidir
en la ley orgánica de la jurisdicción constitucionalt8, las decisiones dictadas
si es conveniente que la Sala Constitucional ostente poderes para revisar, en
en los casos pecitados han confirmado su.operatividad inmediata.
determinados supuestos, y bajo el plazo preclusivo que se establezca, sentencias
de los tribunales del país que no puedan subsumirse en el numeral 10 del artículo Esta jurisprudencia constitucional debe ser analizada cuidadosamente,
336. Este es, en suma, un asunto que pertenece a la libertad de configuración teniendo en cuenta el conjunto de disposiciones pertinentes y los principios
del legislador. sobre los que gravita el sistema de justicia constitucional.
El numeral 10 del artículo 336 se refiere con toda claridad a las sentencias
B) Extensión a sentencias de las demás Salas del Tribunal Supremo de .Justicia dictadas, en materia de amparo y de control de la constitucionalidad, "por los
tribunales de la Repúblican, lo que no resulta aplicable a las Salas del Tribunal
Hemos sostenido que la Sala Constitucional, en contra de lo afirmado Supremo de Justicia, que forman parte del mismo tribunal. Cuando la
por la Exposición de Motivos de la Constitución, no puede ser concebida como Constitución quiso comprender a las Salas de ese Tribunal lo hizo expresamente,
un Tribunal Constitucional incrustado en el Tribunal Supremo de Justicia. tal como se colige del artículo 335 de la Carta Magna, que sujeta a "las otras
Particularmente, a dicha Sala no corresponde conocer de acciones de amparo Salas del Tribunal Supremo de Justicia" a las interpretaciones constitucionales
u otras impugnaciones fundadas en la violación de derechos fundamentales sentadas por la Sala Constitucional.
por las Salas hermanas. U n diseño en el cual una Corte o Tribunal especializado
El propio artículo 335 señala que el Tribunal Supremo de Justicia "será
e n materia constitucional fuere competente para conocer de recursos
el máximo y último intérprete de esta Constitución", lo cual se extiende a
interpuestos contra decisiones de cualesquiera de las Salas del supremo órgano
todas las Salas que lo componen. Esta previsión hay que conciliarla, sin embargo,
del poder judicial lesivas de derechos fundamentales, p e d e considerarse
con lo establecido en la segunda parte de este precepto, que ata a las demás
aconsejable, pero obviamente no es el que se encuentra plasmado, ni expresa
ni tácitamente, en la Constitución de 199917.
18 Cfr., entre otras, la sentencia de la Sala Constitucional del 2 de iigosto de 2000 (no 887),
17 Vid. igualmente la opinión de Brewer-Carías, ibídem. caso J.V. Supply, C.A.
Salas de ese Tribunal a la doctrina constitucional sentada por la Sala 1 corresponder con los perfiles reales que está adquiriendo nuestro sistema en
Constitucional, lo cual abona la tesis, sostenida por dicha Sala, de la posibilidad virtud de la jurisprudencia de la Sala Constitucional. En ejercicio de las
de someter sentencias de otras Salas que quebranten abiertamente las facultades interpretativas de la Constitución que indudablemente ostenta, la
interpretaciones constitucionales por ella sentadas a un mecanismo como el Sala Constitucional se está erigiendo en una suerte de cuasi-Tribunal
de la revisión. Ciertamente, los artículos 335, y 336, numeral 11, de la Constitucional inserto dentro del Tribunal Supremo de Justicia.
Constitución, en concordancia con lo que disponga la ley orgánica de la
Sólo el tiempo permitirá medir el exacto alcance de lo que pudiera ser
jurisdicción constitucional, podrían proporcionar asidero a la revisión, por la
una mutacrón constitucional en progrei.eso19,así como realizar un balance de sus
Sala Constitucional, de decisiones de las otras Salas del Tribunal Supremo de
efectos sobre el sistema de justicia constitucional.
Justicia, en los supuestos de franco desacato. Pero ésta es una opción que el
legislador debe
Fuera de este supuesto, las demris Salas del Máximo Tribunal ostentan
la potestad de interpretar y proteger la Constitución, de manera autcínoma y El adecuado ejercicio por la Sala Constitucional de la facultad revisora
definitiva. Esto implica que en nuestro sistema de justicia constitucional todas prevista en el numeral 10 del artículo 336, y de las deiiiAs atribuciones que le
las Salas de ese Tribunal son supremos custodios cle la Constitución en sus otorga de manera directa el artículo 336 de la Constitución, presupone que
respectivos ámbitos jurisdiccionales y dentro de las competencias que el ésta sea liberada de algunos asuntos cuyo conociiniento ha asumido. Me refiero
ordenamiento jurídico les otorga, aunque se encuentran soineticlas a las a la competencia para resolver, en primera o segunda instancia, todos los
interpretaciones que haya efectuado la Sala Constitucional, en cuanto 6rgano ainparos autónomos que cursan ante el Tribrinal Supremo de Justicia.
primus inter pares en materia de interpretación constitucional. Es sabido que la Sala Constitucional, en los casos Emery hiata Millán y
De ahí que Iris sentencias dictadas por las restantes Salas del Tribunal Domingo Gustaelo Ramírez Monja concentró las competenciris para conocer de
Supremo de Justicia no sean susceptibles de revisicín por la Sala Constitucional,
salvo en caso dc franco desacato. La Sala Constitucional y las clemGs Salas de 19 La rnutacióri constitiicio~iales el cambio de sentido ilc iin prccept,? de la Constitiicihri, ci
ese Tribunal se deben mutuo respeto competencial, mas aún al ostentar un de Lin cc~njiiiitode ellos, qiie se produce sin la alteriición forrnal de su texto. Klauj Stcrii
mismo rango, pertenecer al mismo círgario jurisdiccional y compartir la ~nisión explica que las causas de Iiis inutaciones constit~icionnlcsson iiiúitiples: "Uno dc los t:icti~res
m;ís irnportaiites para un:i posible muracihn coristitucional es el 11;isodel tiempi~.A vccci
de interpretar y proteger, al m.ás alto nivel jurisdicciorial, las norinas es explicada incliiso coino In íinica causa. Pero no se negar que t;iinbiéii iiL~cilcii
constitucionales. La Sala Coiistitucional ha de respetar la funcicín de tener influciici;i mutaciones sociales y téc~iicasy coiicretameiite en el ca\o de uiiii
interpretación y defensa últiina de la Constitucibn que el propio artículo 335 constitución la praxis del estado. Por íiltinio, también podría entrar en jiieqo cciiiio caiii;i 1;i
concretiiación dc las norinas jurídico-coristit~icicinales por normas de i i i i nivel i~itcrior;iI
implícitamente atribuye a las deinás, pero éstas deben observar la doctrina de la constitución. 7;impoco se pileden negar los intentos de provocar caniliios jiiríilicos
vinculante que aquélla haya establecido, así como contribuir a que cumpla sus mediante el uso intencionado del lenguaje"; Derecho del Estado de LI liepúhiica Fcderul
funciones de control concentrado de la constitucionalidad, en los términos Alemana,Madrid, Centro de Estudii>sConstirucioiiales, 1987, p. 336. El inisino niitor ;iclarci,
sin embargo, que la mutaciói-i coiistituci«nal, y la interpretación jiidicial de 1;i (:oii\tituciGii,
que la ley determine.
tiene sus límites, pues "la miitación de signific;ido cle un precepto shli~~ x i i d cd;irsc en el
Con todo, somos conscientes de que este esquema de relaciones entre niarco del sentido y finalidad de una norma: ambos son susceptibles J c coiicrecii,ii, pcro iio
discrecionalmente interpretables. Tomar en consideración uii~iin~iraci61icoiistituciorial
las Salas del Tribunal Supremo de Justicia, que seguimos pensando es el de la que pasa por encima de ellos supone abandonar los límites ilc iiii;i iritcrpret;iciiíii segcira y Ic
Constitución de 1999 -con prescindencia de la opinicín que se tenga sobre el !i
está vedada al aplicadar de la norma. Si los traspasa. se convierte cn políticii ilel dereclio";
cliseño de la justicia constitucional deseable para Venezuela-, parece no «p. cit. p. 337.
tales amparos. Esta concentración de competencias debe, sin embargo, ser
interpretada como un criterio provisional, aplicable hasta que la ley orgánica
de la jurisdicción constitucional, o la ley orgánica de amparo, distribuya las
competencias de amparo que correspondan al Tribunal Supremo de Justicia
entre sus distintas Salas, por cuanto la Constitución no ordena concentrar en
la Sala Constitucional estas competencias.
Pues bien, la experiencia acumulada hasta la fecha indica que la Sala
Constitucional, pese a la enorme dedicación y esfuerzo de sus Magistrados, se
está sobrecargando de asuntos, por lo que la ley debería distribuir entre las
otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia la competencia para conocer de
las consultas o apelaciones de sentencias de amparo dictadas por Tribunales
Superiores, o sus equivalentes -con las excepciones que rigen en determinados El control difuso de la constitucionalidad
ámbitos jurisdiccionales-, así como de los amparos interpuestos contra
decisiones judiciales de estos tribunales. Parece razonable que el legislador siga
y sus perspectivas en el Derecho venezolano
en estos supuestos la competencia de la Sala que normalmente estará llamada
a revisar, mediante apelación o recurso de casación, según la Sala de que se
trate, las demás sentencias pronunciadas por esos tribunales2'.
Algo similar sucedería con los amparos interpuestos contra actuaciones
u omisiones de altas autoridades, a los que se refiere el artículo 8 de la Ley
Orgánica de Amparo, pues generalmente corresponde a la Sala Electoral o a la
Sala Político Administrativa pronunciarse sobre la validez o licitud de los actos
o situaciones que son cuestionados mediante tales amparos.

20 Vid., e n igual sentido, aunque partiendo d e otras premisas, Brewer-Carías, Allan R . , op.
cit., p. 25 y SS.
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148 EL CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIONALIDAD
Y SUS PERSPECTIVAS...

valoración global del ejercicio del control difuso de la constitucionalidad y a constitucionalidad de las leyes, en los cuales concurren elementos propios de
una reflexión sobre sus perspectivas, teniendo en cuenta las tendencias de la los modelos concentrado y difuso. Estos sistemas han germinado e n la mayoría
jurisprudencia constitucional. de los países latinoamericanos y han sido instaurados en algunos europeos2.
Con variaciones terminológicas y en ocasiones sustantivas, los sistemas mixtos
11. EL CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIONALIDAD EN o duales consisten en que a la facultad de los jueces de desconocer las leyes
SISTEMAS MIXTOS (O INTEGRALES) DE JUSTICIA incompatibles con la Constitución, al resolver casos concretos. se suma la
CONSTITUCIONAL existencia de un órgano jurisdiccional competente para declarar, con efectos
erga m n e r , la inconstitucionalidad y nulidad de las leyes3.La mixtura o dualidad
del sistema radica en que junto al poder difuso o descentralizado de desaplicación
1. PECULIARIDAD
DE LOS SISTEMAS MIXTOS ( O INTEGRALES) DE JUSTICIA de las leyes incompatibles con la Carta Fundamental se encuentra, pero en
CONSTITUCIONAL manos de un solo tribunal, el poder de anular las leyes que la contraríen. De
esta forma, no se trata en rigor de una convivencia del modelo concentrado
El desarrollo del control judicial de la constitucionalidad de las leyes en
con el difuso, como a veces se señala, pues en su delimitación clásica ambos se
los Estados Unidos dio lugar a un sistema e n el que el examen de la
contraponen, sino de la coexistencia de facultades que en dichos modelos nunca
compatibilidad de las leyes con la Constitución es tarea de todos los jueces, los
convergen. Así, el modelo concentrado de control de la constitucionalidad
cuales están facultados para desaplicarlas en los casos concretos sometidos a su
supone, por definición, que un alto tribunal especializado, situado dentro o
conocimiento. Esto implica la existencia de una modalidad no especializada y
fuera del poder judicial, asuine con carácter privativo el denominado monopolio
desconcentrada en la revisión judicial de la constitucionalidad de las leyes,
del rechazo de las leyes consideradas inconstitucionales, por lo que la supuesta
que ha sido erigida en uno de los modelos de jurisdicción constitucional, el de
coincidencia de este sistema con el difuso sería más bien su negación.
carácter difuso, al cual suele contraponerse el calificado como concentrado, de
origen europeo1. Desde la óptica de la filosofía que los dirige, los sistemas generalmente
llamados mixtos o duales de justicia constitucional procuran asegurar por vías
La caracterización tradicional de los modelos difuso y concentrado como
complementarias la supremacía de la Constitución. Tal supremacía se garantiza
los dos grandes sistemas de control de la constitucionalidad dista mucho de
en el proceso general de aplicación judicial del Derecho, mediante la facultad
corresponder con la heterogeneidad de los sistemas europeos de jurisdicción
constitucional, y con la evolución de éstos y de la revisión judicial de las leyes
en los Estados Unidos. Pero dicha clasificación ha tenido gran importancia 2 Es el caso de Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Perú, República
dogmática y sigue presente, con matizaciones, en el estudio de las diversas Dominicana, y Venezuela, y de Portugal e n Europa, entre otros.
3 Domingo García-Belaúride h a planteado la existencia de un modelo dual o paralelo distinto
soluciones ofrecidas por los ordenamientos para velar por el ajuste de las leyes del llamado mixto: "El modelo dual o paralelo -puede Ilamársele indistintamente- es aquel
a la Norma Suprema. que existe cuando e n un mismo país, e n un mismo ordenamiento jurídico, coexisten el
módelo americano y el modelo europeo, pero sin mezclarse, deformarse ni desnaturalizarse.
A partir de esa gran clasificación se ha reconocido una categoría Y esto, que n o es frecuente, tiene su partida de nacimiento e n la Constitución peruana de
intermedia, representada por los sistemas mixtos o duales de control de la 1979, y ha sido reiterado e n la vigente Carta de 1993.
Por estas razones, y por haber incorporado casi e n bloque el modelo concentrado dentro Jt,
un sistema difuso, sin contaminarlo ni absorberlo, creo que dentrc3de los modelos deriv;iclcls
1 Vid., e n relación con la evolución de estos modelos, Rubio Llorente, Francisco, La forma del y al lado del modelo mixto, debemos colocar al dual o aral lelo, cuya primera forin:~níiicl;i
poder (Estudios sobre la Constitución), Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1997, de manifestaci6n está e n la Constitución peruana de 1979", Derecho Procesal Co~istiru~-ion~d,
p p 463 y SS.,y 541 y SS. Bogotá, Temis, 2001, pp. 133 y 135.
difusa de control, la cual se ve reforzada por la previsión de una acción o solicitud leyes, pronto se admiticí la facultad de todos los jueces para examinar, en casos
de inconstitucionalidad ante el máximo tribunal ordinario o ante un órgano concretos, la constitucionalidad de las leyes y, paralelamente o con poste-
jurisdiccional especializado en los asuntos constitucionales. De ahí que, con rioridad, ae previó la coriipete~lciadel n-iáximo órgano judicial de declarar su
razón, estos sistemas hayan sido denominados integales4, porque lo que los inconstitucionalidad y nulidad, con mucha antelación a la formulación de la
distingue no es tanto la mixtura entre modelos contrapuestos, cuanto la teoría de Kelsen sobre la juricdiccicín constitucional y a su implantación en
amplitud de los poderes de los órganos jurisdiccionales, globalmente Austria.
co~isiderados,para pronunciarse sobre la constitucionalidad de las leyes. Esto t
!
contrasta con los principios que inspiran el modelo concentrado, por cuanto I Tal alianza entre el control difuso y la facultad concentrada de anulación
en éste los Tribunales o Cortes Constitucioiiales nacieron fundamentalmente de leyes contrarias a la Constitución se explica, probablemente, por la insu-
i
1 ficiencia del control puramente difuso en sisteinas que no están regidos por el
como una solución transaccional entre la voluntad de preservar la supremacía
de la Constitución frente al legislador y el propósito de mantener a los jueces principio de stare decisir, ni siquiera en lo que respecta a los precedentes
al margen del control correspondiente, lo que condujo a conferir a las leyes un (verticales) que pudieran emanar del máximo tribunal del país. La incerti-
fuero o tratamiento privilegiado, al eximirlas del control de los tribunales dumbre que surja en torno a la constitucionalidad de un precepto legal, agravada
ordinarios, sin perjuicio de la posibilidad de la simple elevación de la cuestión en ocasiones por sentencias contradictorias de los tribunales, puede disiparse
de inconstitucionalidad ante el órgano competente para resolverla5. gracias al control concentrado que se ejerce ante la supreina instancia del poder
judicial o ante el órgano jurisdiccional cspccializado en los asuntos consti-
Históricamente también se confirma la singularidad del modelo mixto tucionales.
o integral de justicia constitucional. En la consolidación de la base difusa de
este modelo influycí, al menos en Latinoamérica, el constitucionalismo
norteamericano, pero esto no implica desconocer la originalidad de nuestros
'I¡
i
En tal sentido, se ha subrayado que:

sistemas de justicia constitucional, sobre todo en 10 clue atañe al temprano Nótese c6mo el transplantc de la estructura de control vigente en Nortcnniérica
al aii~bientede un <irdenamicnro jurídico de Civil Law, esto es, clc Ucrccho
reconociiuiento del amparo corno medio de protección de los derechos creado mediante estatutos legislativos y juez subordinado a la ley, exigía por sí
constitucionales. En lo que respecta al control de constitucionalidad de las niisriio 1,i introducción en paralelo del Jvblc dispositivo contralor, cl rcprcscntado
por la inaplicación judicial dc la ley i i i c o ~ n ~ a t i hcon
l e la Constituci6n cn cada
caso concreto, y el de invalidación general por una fuente única dcl máximo
rariyo d c la iiuriiia legal traiisgresora e n prclceso abstracto de intención
4 Vid. Gaoiia Cruz, M. "El control de constitucionalitlad de los actos jurídicos en Colombia
iiomofilktica. Ninguno de los dos instrumcntos aisladamente habría bastacio
ante el Derecho Comparnilo", Archivo de Derecho Público y Cieticic~sde LI Administración,
vol. V11, 1986, pp. 54 y ss; y Brewer-Carías, A., Institi~cionespolíticas y constitucionales, tomo para conseguir los mismos efectos de depuración jurídica que la Judicial Review
produce e n su ambiente prupiu, un ordeiiainiento de Coininon Law (...)
VI, Caracas-San Cristóbal, Editorial Jurídica VenezolanaNniversidad Católica del Táchira,
En sustancia, el coi-itrol abstracto por vía de acción que pronuncia la autoridad
1996, pp. 81 y SS.y 505 y SS.
judicial única de rango supremo es el expediente técnico imprescindible que
5 En el diseño de este modelo de control de la constitucionalidad de las leves gravitó, sin
permite la aclimatación de la Judicial Review e n un entorno sistemático
duda, entre otros factores, la desconfianza hacia los jueces. Al respecto, Brewer-Carías ha
divergente de filiación romanísrica. De allí que el control abstracto y concentrado
afirmado: "en los países europeos con tradición de sisteiiiii jurítlico de derecho romano, la
es la traducción del sistema norteamericano de control difuso e n los ordena-
tradicional desconfianza en relación con el poder judicial ha sido la que ha abierto el
mientos latinoamericanos, que de dicho tipo de control difuso por vía incidental,
camino al establecimiento de un sistema exclusivamente concentrado de control de la
tomado aisladamente, solo podrían obtener una parte limitada de los beneficios
constiriicionalidad que, en cicrtv sentido h a provocado el "redescubrimiento" de la
del control coi-istituciona16.
supremacía constitiicional a travGs de otros medios judiciales. Pero esto n o puede conducir
a que se considere el método difuso de control de la coiistiruciona!idad de la legislación
como iricomFatible cori los sistemas jurídicos de derecho romano", Idcm, p. 19. 6 Yepes Arcila, H., op. cit., pp. 671 y 672
Sin negar la influencia del modelo norteamericano, hay que observar, i cionales, llamado a ejercer el control concentrado de la constitucionaldad y
sin embargo, la dinámica histórica singular de la justicia constitucional en otras atribuciones en relación con controversias de índole constitucional. En
Latinoamérica, orientada por la intención de asegurar integralmente la ello fue decisivo el relevante papel institucional desempeñado por los Tribunales
supremacía de la Constitución, así como la plena vigencia de los derechos y Constitucionales en esos países, sobre todo en virtud del desplazamiento de su
garantías constitucionales, lo cual ha signado la configuración de nuestros
, eje de actuación hacia la tutela de los derechos fundamenrales, a través del
sistemas de justicia constitucional, incluyendo la consolidación de instituciones amparo constitucional.
como el amparo, que en muchos países latinoamericanos ostenta una relevancia
práctica superior a la de los demás mecanismos del Derecho Procesal Conviene preguntarse acerca de la repercusión de la instauración de
Constitucional. órganos especializados en controversias de entidad constitucional sobre los
perfiles de sistemas mixtos o integrales de justicia constitucional. Su creación
La convergencia del control difuso o incidental de la constitucionalidad no supone necesariamente una supresión o restricción del control difuso, tal
y del concentrado o abstracto proporciona un arsenal jurídico que, bien como lo enseña la experiencia latinoamericana. Esto se pone de manifiesto
utilizado, propende a garantizar la vigencia de la Constitución en la admi- especialmente en Perú y Colombia, países en los que las atribuciones de control
nistración ordinaria de la justicia, y en la actuación del poder legislativo y de concentrado de constitucionalidad del Tribunal o de la Corte Constitucional
los restantes organismos públicos. No obstante, a menudo no basta con la son paralelas a las que poseen todos los jueces en materia de control difuso.
eventual activación del control concentrado para evitar la inseguridad jurídica
que el uso de la facultad difusa de control puede generar, por lo que se han Sin embargo, la instauración de un órgano jurisdiccional especializado
ensayado, como veremos, instrumentos especiales de articulación entre las dos y supremo en relación con el control (abstracto) de la constitucionalidad y
modalidades de control. otros asuntos constitucionales suele llevar aparejada una modificación en el
funcionamiento del control difuso y del sistema de jurisdicción constitucional
en general, en lo que atañe a las relaciones de tal modalidad incidental de con-
2. LAC R E A C I ~ NDE SALAS O TRIBUNALES CONSTITUCIONALES Y SU POSIBLE trol con las atribuciones de ese órgano especializado. A veces se prevén recursos
INCIDENCIA EN EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA DE JUSTICIA CONSTITUCIONAL
u otros mecanismos procesales que permiten al Tribunal o Sala Constitucional
pronunciarse sobre las sentencias en que los jueces hayan ejercido el control
Después del establecimiento en varios países latinoamericanos de sistemas
difuso de la constitucionalidad, tal como se establece en Guatemala y Venezuela.
mixtos o integrales de control de la constitucionalidad, en 1979 se inició,
Es igualmente el caso de Portugal en Europa. Mecanismos de esta clase también
dejando a salvo algunas previsiones constitucionales anteriores7,una tendencia
se han adoptado en sistemas no especializados de jurisdicción constitucional,
favorable a la creación de Salas o Tribunales Constitucionales, bajo el influjo
como sucede en Brasil. La posibilidad bien de recurrir ante el máximo órgano
de las jurisdicciones constitucionales de Alemania y España, principalmente.
de la jurisdicción constitucional contra las decisiones en que los jueces rechacen
Esta adopción de aspectos estructurales del modelo concentrado de la constitucionalidad de las leyes, o la afirmen y en consecuencia las desapliquen,
control se refiere no al reconocimiento de la competencia para anular leyes como ocurre en Guatemala, o bien de solicitar su revisión ante dicha instancia,
contrarias a la Constitución, que se preveía desde el siglo XIX, sino a la según dispone la Constitución venezolana, asegura una uniformidad de criterios
implantación de un órgano jurisdiccional especializado en asuntos constitu- en relación con la compatibilidad de las leyes con la Constitución, previ-
niéndose así la inseguridad jurídicas.
7 Como la Corte de Constitucionalidad guatemalteca de 1965 y el Tribunal Constitucional 8 Vid. GarcíaBelaúnde, D./Fernández Segado, E, (coordinadores),La]urisdicción constitucioniil
chileno de 1970. en Iberoamérica, Madrid, Dykinson S. L., 1997, pp. 391-397, 717-728, 861-880.
En Costa Rica se regula una consulta que los jueces pueden elevar ante Al respecto, es bastante ilustrativa la opinión del maestro Feo, en sus
la Sala C o n s t i t u c i o n a l , si t i e n e n dudas fundadas respecto d e la comentarios al citado Código de Procedimiento Civil:
constitucionalidad de un precepto legal aplicable a la controversia sometida a
su conocimiento. Dicha consulta posee un carácter simplemente facultativo En los asuntos que lleven a los tribunales, los interesados tienen el derecho de
para el juez, por regla general. Otra forma de articular el control difuso con las objetar y discutir la constitucionalidad de cualquier disposición legal, cuya
aplicación al caso dado, se pretenda hacer y los jueces tienen el deber de examinar,
atribuciones del Tribunal o Sala Constitucional consiste e n prescribir la
y la facultad de dejar de aplicar la ley que manifiestamente colida con la
remisión a este órgano, por el juez que haya ejercido el control difuso de la Constitución. Así lo consagra hoy expresamente el artículo 10 que estudiamos
constitucionalidad, de un informe que da lugar al inicio del procedimiento de (...) Y decimos manifiestamente, porque esa facultad ha de ejercerse con la
control concentrado o abstracto de la constitucionalidad de la norma, tal como mayor discreción y acierto, a fin de no exponerse ni a violar la Constitución
entendiéndola mal, ni a rebelarse, so pretexto de una colisicín dudosa o sólo
se establece en ~ c u a d o r ~ . aparente, contra la ley, que también tienen el deber de cumplir 10s jueces. Están
colocados entonces entre dos obligaciones trascendentales, y entre dos
Todas estas previsiones van dirigidas a perfeccionar el funcionamiento
responsabilidades graves; y es de propio interés desempeñarse con la mayor
del control difuso o, mejor dicho, del entero sistema de justicia constitucional. cordura e n semejante conflicto. Si n o hay acomodo posible entre las dos
disposiciones, la constitucional ha de prevalecer. Si ésta, por el contrario, n o
excluye de modo manifiesto la otra, de suerte que pueda dársele una inteligencia
111. EL CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITUCIONALIDAD EN LA
aceptable sin menoscabo de aquélla, ambas han de quedar e n su puesto, y ser
CONSTITUCI~NDE 1999 respetadas y cumplidas".

Después de la aprobación del Código de Procedimiento Civil de 1897,


el artículo 106, ordinal 8 O , de la Constitución cle 1901 estableció un original
Los orígenes del control difuso de la constitucionalidad e n Venezuela se mecanismo, en virtud del cual se preveía que los jueces, rnott~popioo a instancia
remontan anuestra primera Constitución, la de 1811, cuyo artículo 227, después de parte, consultaran a la Corte Federal sobre la posible colisión entre una
de consagrar la supremacía de la Constitución y la obligación de observar norma legal y la Constitución. Esta consulta no tenía carácter suspensivo sobre
"religiosainente" sus disposiciones, "sin excusa ni pretexto alguno", preveía el proceso en curso, y se autorizaba a la autoridad judicial para resolver la
que las leyes dictadas en contravención de la Constitución "no tendrán ningú~i controversia con base e n la facultad prevista en el Código de Procedimient»
valor". En igual sentido apuntaba su artículo 199, en lo relativo a las leyes Civil (art. l o ) , si el pro~iunciamientode la Corte Federal no llegaba al tribunal
violatorias de derechos constitucionales. Habría que esperar, sin embargo, al antes de vencerse el plazo fijado para sentenciar.
Código de Procedimiento Civil de 1897 y a la Constitución de 1901 para
Esta novedosa regulación, calificada por algunos, e n perspectiva histórica
encontrar un reconocimiento expreso de la facultad de los jueces de desaplicar
las leyes contrarias a la Carta Fundamental, aunque los autores de la época comparada, de "asombroso atisbo técnico"12, desapareció de nuestras futuras
entendían que se trataba de la formulación normativa de una potestad de la
que los jueces ya gozaban10. y fuente de donde parten: no pudieran atropellarla sin destruir el título de su 1egitiiiiid:icl.
¿Podrá un juez, según este principio, desobedecerá la constitución por acatar una disposiiifin
-
del Congreso? Esto sería atentar contra las garantías sociales y desconocer el princi~iic~
9 ídem, 505-507, 580-581. fundamental de los gobiernos constitucionales"; La jitrisdicción constitucional en el Jlei-echo
10 José Guillermo Andueza ha recordado que: "Nuestro gran Sanojo sostiene que el poder c:enezolano, Caracas, Universidad Central de Venezuela, 1974, p 37.
judicial 'tiene el derecho, ó in5s bien el deber de desatender a una lei opuesta á la 11 Citado por Andueza, J., op. cit., pp. 54-55.
constitución. Esta es la lei fundamental, superior á todas las potencias activas de la sociedad, 12 Yepes Arcila, H., op. cit., p 689.
Constituciones, pero se mantuvo la base legal del control difuso de la Todos los jueces o juezas de la República, en el ámbito de sus competencias y
cons titucionalidad. conforme a lo previsto en esta Constitución y en la ley, están en laobligación de
asegurar la integridad de esta Constitución.
No resulta evidente que el control difuso de la constitucionalidad, aparte En caso de incompatibilidad entre esta Constitución y una ley u otra norma
de la fundamentación positiva antes esbozada, haya alcanzado cierta relevancia jurídica, se aplicarán las disposiciones constitucionales, correspondiendo a los
tribunales en cualquier causa, aun de oficio, decidir lo conducente.
en la praxis judicial. Más bien pareciera que, como ha sucedido en otros países Corresponde exclusivamente a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
latinoamericanos, la limitada independencia judicial y el predominio del Justicia como jurisdicción constitucional, declarar la nulidad de las leyes y demás
caudillismo militar conspiraron contra la vigencia de ésta y otras instituciones actos de los órganos que ejercen el Poder Público dictados en ejecución directa
e inmediata de esta Constitución o que tengan rango de ley, cuando colidan con
constitucionales. Con todo, dicho control ha seguido formando parte de nuestro
aquélla.
sistema de justicia constitucional, y fue ratificado en el Código de Procedimiento
Civil de 1986 y en el Código Orgánico Procesal Penal (1998), antes de que la De esta forma se consolida la tradición de convivencia entre el control
Constitución de 1999 lo consagrara de modo expreso. concentrado o abstracto de constitucionalidad y el de carácter difuso. El artículo
Durante la vigencia de la Constitución de 1961 fue aplicado, aunque 334, además, inscribe esta modalidad de control dentro de la obligación general
tímidamente, por los tribunales. En ejercicio del control difuso la Corte Suprema ! del poder judicial de "asegurar la integridad de la Constitución", lo cual
evidencia la finalidad que ha de orientar al completo sistema de justicia
de Justicia emitió pronunciamientos importantes, como los relativos a la 1
inconstitucionalidad del requisito de solve et repete para acceder a la vía 1 constitucional. Se reserva a la Sala Constitucional, como "jurisdicción cons-
contencioso-administrativa, a la violación del derecho a la defensa por el titucional" e n sentido orgánico-funcional, la declaratoria de la incons-
I
procedimiento de las medidas cautelares mercantiles, y al cómputo de los lapsos
S t titucionalidad, y eventual anulación, de las leyes u otros actos de igual rango.
i
procesales'3, dando este último lugar a críticas doctrinales en relación con el ,o Es preciso aclarar que el deber general de asegurar la vigencia de la
alcance general que se atribuyó al fallo. Pero el resto del poder judicial por lo Constitución, previsto en el párrafo primero del artículo 334, sobrepasa el
general se abstuvo de acudir al control difuso, lo cual quizás obedece a la escasa ámbito del control difuso de la constitucionalidad, contemplado en su párrafo
1
formación judicial en materia constitucional, y al temor de los jueces a l
segundo. Dicho deber se cumple a través del conjunto de procesos y materias
enfrentarse a la ley, fuente del Derecho a la que están habitualmente sujetos y ¡ en que los jueces de la República ejercen las competencias que le atribuyen la
que posee un peso político significativo. ~ Constitución y las leyes. Los diversos instrumentos de la jurisdicción o justicia
1 constitucional, particularmente el amparo y el habeas data, u otros situados
fuera de su seno, como las acciones o recursos contencioso-administrativos u
otros de los que habitualmente conocen los órganos del poder judicial, como
Una de las virtudes de la Constitución de 1999 es haber proporcionado la apelación o el recurso de casación, pueden servir para asegurar la integridad
base constitucional expresa al control difuso de la constitucionalidad de las de la Constitución, es decir, para protegerla, en todo o en parte. La especificidad
leyes, en los términos del artículo 334, el cual dispone: del control difuso, que también persigue la garantía de la Constitución, reside
en la potestad (poder-deber) de los jueces de desaplicar, en los procesos en
curso, las leyes o normas que la contrarían.

13 Cfr. la sentencia de la Corte Suprema de Justicia, en Sala Político Administrativa, del 14 Dada la necesidad de establecer formas de conexión entre la facultad
de octubre de 1990, y las sentencias de su Sala de Casación Civil del 4 de octubre de 1989 difusa de control de constitucionalidad y las funciones de la SalaConstitucion.nl
y del 31 de julio de 1997. del Tribunal Supremo de Justicia, sobre todo en aras de la certeza jurídica en
relación con la validez y aplicabilidad de las leyes, la Constitución atribuye a Los actos singulares de los órganos del Poder Público quedan fuera de la
dicha Sala competencia para revisar las sentencias definitivamente firmes de potestad de control difuso de la constitucionalidad, al carecer de naturaleza
amparo y "de control de constitucionalidad de leyes o normas jurídicas" dictadas normativa. Según jurisprudencia de la Sala Constitucional tales actos son
por los tribunales (art. 336, numeral l o ) , a lo cual luego nos referiremos. extraños al control difuso, aun cuando sean dictados en ejecución directa e
inmediata de la ~ o n s t i t u c i ó n l ~ .
Por tanto, los actos que no posean carácter normativo emanados de
órganos del Poder Público quedan sometidos a las técnicas y controles propios
A) Leyes y demás nomas jurídicas de la jurisdicción constitucional o del contencioso-administrativo, según el
caso, entre los que se encuentra la acción de inconstitucionalidad, el recurso
De acuerdo con el citado artículo 334, el control difuso de constitu- contencioso-administrativo de anulación, y la excepción de ilegalidad ( o
cionalidad comprende las leyes u otras normas jurídicas. Esto implica que son inconstitucionalidad) de los actos administrativos de efectos particulares (art.
objeto del control las leyes u otras normas con rango de ley, como los decretos- 134 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia).
leyes. Dentro de su esfera entran también las leyes estadales y las ordenanzas
Dentro del control difuso ha de incluirse no sólo el supuesto de la norma
municipales.
legal inconstitucional en su totalidad, sino también la inconstitucionalidad de
Cabe preguntarse si el control difuso abarca los reglamentos emanados parte del precepto o de una de sus implicaciones interpretativas y aplicativas.
de la Administración Pública, pues aunque no ostentan rango de ley ni son La posible existencia de normas que sólo resultan inconstitucionales a ciertos
dictados en ejecución inmediata de la Constituci<ín, por lo que son ajenos al efectos o en relación con un grupo determinado de personas o situaciones,
control concentrado de la constitucionalidad ejercido por la Sala Constitucional permaneciendo válidas y aplicables en lo demás, es bastante conocida e n la
del Tribunal Supremo de Justicia, tienen carácter normativo. Para la Sala jurisdicción constitucional comprada, que las controla mediante las sentencias
Constitucional sí son objeto del control difuso de la constitucionalidad, de nulidad parcial cualitativa sin reducción del texto, o de los pronunciamientos
precisamente por su naturaleza normativa. En la misma dirección apunta, entre interpretativos, como ocurre en Alemania y en España, respectivamente'6.
otras decisiones, la sentencia dictada el 13 de agosto de 2002, por la Sala Político
En la jurisprudencia venezolana ha llegado a plantearse la inconsti-
Administrativa del Máximo Tribunal (no01064, caso Almacenadora Mercantil
tucionalidad no del precepto legal en sí mismo o en toda su virtualidad
C.A.,), en la cual se estimó que el Tribunal Superior Noveno de lo Contencioso
normativa, sino en algunas de sus irnplicaciones. Esta forma relativa de
Tributario tenía competencia para el ejercicio del control difuso previsto en el
inconstitucionalidad fue apreciada, por ejemplo, en sentencia de la Corte
artículo 334 de la Constitución respecto de la Resolución No 32 del 24 de
Primera de lo Contencioso Administrativo del 25 de julio de 2002 (caso
marzo de 1995, relativa a la organización y funcionamiento del Servicio
Mercedes Colnienares y otros), en la cual se desaplicó la prohibición de
Nacional Integrado de Administración Tributaria (SENIAT), aunque terminó
acumulación de procesos cuando en uno de ellos hubiere vencido el lapso de
discrepando del criterio del tribunal de la causa en cuanto a la compatibilidad
promoción de pruebas, prevista en el ordinalqOdel artículo 81 del Código de
de tal Resolución con la C o n s t i t ~ c i ó n ' ~ .

15 Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia del 25 de iii;iyci tlc
14 Vid.,como antecedente del citado pronunciamiento, la sentencia de la S ; i 1 ~Político 2001 (no 833), caso lnstituto Autónomo Policía Municipal ck Chacao.
Administrativa del 30 de mayo de 2002 ( n o0756), caso Preparados Alinienticios Intermciomles 16 Schlaich, Klaus, op. cit., pp. 265-267; Rubio Llorente, E/Jiméne: Cainpo, J . , f:\iic(lii~\ \ o l ~ i < .
( P A I C A ) ,C . A . jtirisdicción constitucional, Madrid, McGraw-Hill. 1998, pp. 109 y ss.
Procedimiento Civil. La mencionada Corte no consideró que este precepto libre competencia deben ser preservados. De allí que la Sala Constitucional
fuera inconstitucional per se, sino tan sólo en relación con la causa concreta del Tribunal Supremo de Justicia, e n una muestra d e la deseable
e n curso, dada la imperiosa necesidad de acumular un proceso que ya se corn~lementariedadentre el control difuso y el concentrado, haya establecido
encontraba en estado de sentencia con otro que estaba aún en sustanciación, una interpretación constitucional (o constitucionalizante) del referido precepto,
de cuya resolución dependía la suerte del primero, en aras del adecuado ejercicio que reconoce a la autoridad judicial esa facultad de ponderación18.
del control judicial y, en consecuencia, de la cabal satisfacción del derecho al
debido proceso y a la tutela judicial efectiva.
B) Leyes derogydm 0 a f e c t h de i n ~ 0 n S t i t ~ ~ i 0 ~ sobrevenida
~idnd
En este orden de ideas, otro caso interesante fue el control difuso de
constitucionalidad del artículo 54 de la Ley para Promover y Proteger el Interesa precisar si el control difuso se extiende a las leyes o normas
Ejercicio de la Libre Competencia desarrollado por la Corte Primera de lo derogadas, o a aquellas afectadas de inconstitucionalidad sobrevenida. Las
Contencioso Administrativo, en sentencia del 5 de mayo de 1997 (caso Pepsi primeras pueden ser objeto del control difuso si ha de resolverse una causa que,
Cola).En esta ocasión dicha Corte consideró violatorio del derecho a la defensa a pesar de la derogación de la ley, está sometida a sus preceptos, en virtud de la
de la parte favorecida por la decisión de Procompetencia, la suspensión ultractividad de la ley. En cuanto a las leyes viciadas de inconstitucionalidad
automática de este acto administrativo por la interposición del recurso sobrevenida, también ha de afirmarse la procedencia de tal control, porque al
contencioso, acompañada de la prestación de la caución correspondiente, en derivarse su derogación de su incompatibilidad con la Constitución nos situamos
los términos del citado artículo 54. No se cuestionó la constitucionalidad de ante un examen de constitucionalidad similar al que se ejerce sobre leyes
esta disposición apreciada en abstracto, ni en relación con otros supuestos de posteriores a la modificación constitucional c o r r e ~ ~ o n d i e n t e ' ~ .
aplicación, sino sus consecuencias en el caso concreto a la vista de los intereses
El asunto, sin embargo, no está exento de controversias, sobre todo en
de la contraparte en el procedimiento administrativo y, en alguna medida, de
l sistemas concentrados de jurisdicción constitucional. Mientras que en algunos
los del mercado17. En realidad el problema estaba no sólo en las singularidades I
se ha estimado que el control de la inconstitucionalidad sobrevenida de una
del caso, sino en la formulación de la norma, que no dejaba espacio para una
ley corwsponde con exclusividad a la Corte Constitucional, en otros se ha
valoración judicial sobre la repercusión de la suspensión en los derechos del
sostenido, para permitir que los jueces ordinarios ignoren leyes
otro sujeto privado involucrado o en los bienes públicos que en materia de
preconstitucionales contrarias a la Constitución, que el reconocimiento de la
derogación de tales leyes no implica un control de la constitucionalidad.
17 La Corte Primera de lo Contencioso Administrativo, e n esta decisión, afirmó que el control reservado a la Corte o Tribunal Constitucional. Se trataría, más bien, de la
difuso de la constitucionalidad n o recae sobre la ley considerada e n abstracto, sino sobre su
simple aplicación del Derecho vigente a la controversia objeto del proceso20.
a p l i c a c i ó n a u n a s i t u a c i ó n d e t e r m i n a d a . A l respecto, c o n v i e n e a p u n t a r q u e ,
conceptualmente, el control difuso se refiere a normas e n principio aplicables a un caso
dado, pero en el análisis de suconstitucionalidad ha de tenerse e n cuenta tanto el enunciado
abstracto del precepto legal como sus implicaciones sobre la situación específica objeto del
pronunciamiento judicial. La inconstitucionalidad pudiera originarse e n la misma 18 Cfr. sentencia de la Sala Constitucional del 11 de junio de 2002 (no 1260), caso Víctor
formulación de la disposición, e n todo o e n parte; en algunas de las interpretaciones que de Manuel Hernández y Víctor Rafael Hernández- Mendible.
ella se deduzcan; o en las consecuencias de su aplicación a la situación particular examinada. 19 En cuanto a la procedencia del control concentrado de constitucionalidad sobre lcyc.;
Respecto de esta sentencia, vid. los comentarios de Haro, José Vicente, "El sentido y alcance preconstitucionales cfr. las sentencias de la Sala Constitucional del 19 de octiihre de 2000
del control difuso de la constitucionalidad", Bases y Principios del Sistema Constitucional (no 1225), caso Ascánder Contreras U~cáteguiy del 22 de noviembre de 2000 (11" 142 1 ),
Venezolano (Ponencias del VI1 Congreso Venezolano de Derecho Constitucional), tomo 11, San caso Juan Luis Ybarra Riverol.
Cristóbal, Asociación Venezolana de Derecho Constitucional, 2002, p. 18. 20 Vid. García de Enterría, E., La Constitución.. . , pp. 83-94.
En nuestro sistema mixto o integral de jurisdicción constitucional el interpuesta ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la
efecto práctico que pudiera tener esta discusión, e n el ámbito del control difuso, cual discrepó del criterio de la antigua Corte sobre la inconstitucionalidad del
n o estriba e n la posibilidad de que los tribunales reconozcan la derogación de último aparte del artículo 1.099 del Código de Comercio, y declaró que sólo
leyes anteriores a la Constitución que la contraríen, ya que ello siempre será ella, como máxima instancia de la jurisdicción constitucional, podía declarar,
posible, bien como manifestación del control difuso, bien como parte de la con efectos ergaomnes, la nulidad por inconstitucionalidad de una norma legal.
facultad del juez de determinar el Derecho vigente aplicable a u n caso. Pero sí Dejó entrever, además, que e n el caso Electrospace la Sala de Casación Civil
es relevante esta cuestión, al menos e n teoríaL1,e n lo relativo a la competencia debió acudir, si consideraba inconstitucional dicho precepto legal, al control
de la Sala Constitucional para la revisión de sentencias definitivamente firmes difuso de la c o n s t i t ~ c i o n a l i d a d ~ ~ .
e n las que se realice control difuso de la constitucionalidad, a tenor del artículo
336, numeral 10, de la Constitución. Nos inclinamos a favor de la inclusión
del supuesto analizado dentro del control de c o n s t i t ~ c i o n a l i d a d ~ ~ . C) Normas coiitractuales

La divergencia de posiciones e n esta materia quedó evidenciada e n la Aunque de manera tangencial, la Sala Constitucional h a considerado
sentencia dictada por la extinta Corte Suprema de Justicia, e n Sala de Casación que las normas "contractuales" están comprendidas e n el control difuso de la
Civil, el 3 1 de julio de 1997 (caso Electrospace). En esa ocasión fue reconocida constit~cionalidad~~.
y declarada, con carácter general, la "derogatoria virtual" del último aparte clel
Pareciera que con la expresión "normas contractuales" la Sala Cons-
artículo 1.099 del Código de Comercio, el cual regula las medidas cautelares
I titucional hace referencia a las cláusulas de los contratos, a los cuales se les
que pueden ser adoptadas e n los procesos mercantiles, por ser una norma legal
I suele calificar de ley entre las partes. Es discutible esta extensión del concepto
anterior a la Constitución de 1961 contraria al derecho a la defensa, al no 1
de ley y del ámbito del control difuso de la constitucionaliclad, sobre todo
prever la posibilidad del contradictorio e n la misma instancia procesal, sino
teniendo e n cuenta que los contratos carecen de efectos normativos o generales
tan sólo la apelación de la medida. La sentencia n o se basó e n la potestad de l
y con frecuencia son suscritos entre particulares. Se h a sostenido que los
control difuso establecida e n el artículo 20 del Código de Procedimiento Civil,
contratosson normas individualizadas, pero n o es éste el concepto del que
s i n o que procedió a declarar la derogatoria, por inconstitucic>nalidad
parte la Constitución e n el numeral 1 0 del artículo 336. La eventual con-
sobrevenida, de la disposición citada, por entender que tal control únicamente
tradicción entre cláusulas contractuales y normas constitucionales puede
resulta aplicable respecto de las leyes vigentes. En los votos salvados se sostuvo,
canalizarse jurídicamente por medio de los principios del Derecho Civil que
e n c a m b i o , q u e era necesario acudir a esa modalidad d e c o n t r o l de
imponen límites a la autonomía de la voluntad, tal como lo prevé el artículo
constitucionalidad.
6" del Código Civil.
Posteriormente, ya e n vigencia de la Constitución de 1999, el problema
S i se trata de contratos e n que sea parte la Administración Pública,
volvió a plantearse, esta vez por la vía de una acción de inconstitucionalidad
puede resultar además aplicable, e n el plano procesal, lo establecido e n el
artículo 1 11 de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia.
21 En la actualidad su importancia prictica es relativa, ya cliir la Sala Constitucional ha
extendido su facultad de revisión a toda sentencia definitivaiiierite firme que contenga
errores graves de interpretación de la Constitución. Vid. si~pra,capítulo V.
22 En esta dirección apuntan las citadas sentencias de la Sala Constitucional del 19 de oc~ubre 23 Sentencia de la Snln Constitucional del 20 de frhrero de 2002 ( n o 312), caso Tulio Áluarez.
de 2000 ( n o 1225), caso Asccíndcr Contreras Urcátegui y del 22 de noviembre de 2000 (no 24 Sentencia del 25 (le mayo de 2001 ( n o 833), c,iso Iiistituto Autónomo Pollcía Munlclpal de
142 1), caso l u a n Luis %nrm Riu'erol.
164 EL CONTROL DIFUSO DE LA CONST~TUCIONALIDAD
Y SUS PERCPECTIVAS... JESÚS M A ~CASAL
A H. + 165

Lógicamente, el parámetro del control difuso de la constitucionalidad


' resulta plausible el criterio jurisprudencial, pues los tribunales de la República
están obligados, de conformidad con el artículo 334 de la Constitución, a
desaplicar las leyes contrarias a la Constitución, lo cual presupone que realicen,
es la Constitución vigente. Ello incluye a los tratados internacionales sobre de ser necesario motu propio -ante la ausencia de una interpretación vinculante
derechos humanos ratificados por Venezuela y a los derechos inherentes a la de la Sala Constitucional-, la interpretación de la Constitución, de la cual
persona no reconocidos expresamente ni en el Texto Constitucional ni en inevitablemente forman parte los principios constitucionales, incluso los no
dichos tratados, de acuerdo con los artículos 23 y 22 de la Norma Suprema. escritos pero fácilmente reconocibles en el Texto Constitucional.
La alusión a la Constitución como parámetro del control comprende
tanto a las disposiciones expresas como a los principios que de éstas se deducen,
tal como ocurre con el control concentrado de la constitucionalidad. En sentido
contrario apunta la sentencia dictada por la Sala Constitucional el 25 de mayo El control difuso de la constitucionalidad corresponde a todos los jueces
de 2001 (no 833), en el caso Instituto Autónomo Policía Municipal de Chacao, la de la República, a tenor del artículo 334 de la Norma Suprema. Esto comprende
cual pretendió sentar doctrina vinculante acerca del alcance del control difuso a las diversas Salas del Tribunal Supremo de Justicia y a los demás tribunales
de la constitucionalidad, en un caso en el que la Corte Primera de lo del país, en sus diversos grados y competencias.
Contencioso Administrativo, concatenando diversas disposiciones constitu- Según jurisprudencia de la Sala Constitucional están igualmente
cionales, había estimado que no debía exigirse el agotamiento de la vía cubiertas por el artículo 334 algunas de las instancias que desarrollen medios
administrativa. En este fallo se declaró que: alternativos de resolución de conflictos, como los tribunales arbitra le^^^. En

Distinta es la situación del juez que desaplica una norma porque ella colide con
I cambio, los órganos administrativos no están facultados para el ejercicio del
control difuso, ni siquiera cuando cumplen lo que algunos califican de función
la Constitución, caso e n que la confrontación entre ambos dispositivos (el
constitucional y el legal) debe ser clara y precisa. cuasi-jurisdiccional.
Esto último, conlleva a la pregunta jsi en ejercicio del control difuso un juez
puede interpretar los principios constitucionales, y e n base a ellos, suspender la
No ~bstante,no cabe descartar que la Administración Pública, la cual
aplicación de una norma? se encuentra sujeta a la Constitución, al igual que los demás órganos del Poder
Fuera de la Sala Constitucional, debido a las facultades que le otorga el artículo Público (art. 7), se vea obligada, ante violaciones graves y manifiestas de la
335 d e la Constitución vigente, con su carácter de máximo y última intérprete
Constitución derivadas de una ley o decreto-ley, a ignorar la norma
d e la Constitución y unificador de su interpretación y aplicación, n o pueden los
jueces desaplicar o inaplicar normas, fundándose e n principios constitucionales correspondiente, sobre todo cuando ésta sea lesiva de derechos garantizados
o interpretaciones motu propio que d e ellas hagan, ya que el artículo 334 por la Constitución, ya que su artículo 25 prescribe la nulidad de los actos del
comentado n o expresa que según los principios constitucionales, se adelante tal Poder Público que los vulneren, por lo que la autoridad o funcionario admi-
control difuso. Esta es función de los jueces que ejercen el control concentrado,
con una modalidad para el derecho venezolano, cual es que sólo la interpretación
nistrativo mal podría emitir u ordenar actos de ejecución de una ley que fla-
constitucional que jurisdiccionalmente haga esta Sala, es vinculante para grantemente los cercene. En el caso de los reglamentos, aun si se les considera
cualquier juez, así esté autorizado para realizar control concentrado. comprendidos por el control difuso previsto en el artículo 334, es indudable
que la Administración puede desconocerlos si resultan manifiestamente
No es fácil captar el exacto sentido de estas afirmaciones de la Sala inconstitucionales, pues tiene facultad para ello incluso cuando contrarían la
Constitucional. Si lo que se quiere sostener es que los jueces únicamente están ley que estaban llamados a desarrollar.
facultados para ejercer el control difuso cuando sea literal y evidente la con-
tradicción entre una norma legal y una disposición de la Constitución, no
6. FORMA
DE EJERCICIO DEL CONTROL así como de la significación del precepto legal. Antes de desaplicarlo ha de
explorarse, sin forzar el sentido de la disposición legal, la existencia de una
A tenor del artículo 334 de la Constitución, la desaplicación de las leyes solución interpretativa que la haga compatible con la Constitución. Esta
o normas jurídicas incompatibles con la Constitución n o es una simple facultad
interpretación de la ley conforme a la Constitución n o h a de equipararse
de los jueces, sino u n deber de ineludible cumplimiento. Siguiendo la lógica
completamente a la que debe llevar a cabo la Sala Constitucional e n el ámbito
del control difuso de la Constitucionalidad, los tribunales, al resolver las causas
de sus atribuciones, pues ésta posee poderes más amplios para reinterpretar y
e n que se haya requerido su intervención, deben determinar el Derecho
adaptar la norma legal a la Constitución, estableciendo, con efectos erga omnes,
aplicable, con arreglo al principio iura novit curia, para lo cual h a n de tener e n
la significación que h a recibir a fin de n o entrar e n conflicto con la Norma
consideración, entre otros criterios, la jerarquía normativa. De ahí que otorguen
Suprema. Al respecto, es ilustrativa la distinción que se h a realizado e n la
preferencia a la Constitución frente a las leyes que la contradigan, las cuales
doctrina alemana entre la interpretación conforme a la Constitución y la que
son desplazadas por aquélla e n el acto de realización del Derecho por excelencia está orientada a, o por, la ~ o n s t i t u c i ó nSi
~ ~n.o resulta diáfana, e n el ámbito
como lo es la decisión judicial. Ello ocurre de oficio o a instancia de parte,
del control difuso, la interpretación conforme con la Constitución del precepto
siempre que el juez constate la inconstitucionalidad del precepto legal. legal, h a d e procederse a su desaplicación, correspondiendo a la Sala
El control difuso posee u n carácter incidental, porque se ejerce e n el Constitucional, e n su oportunidad, el ejercicio de la facultad de revisión que
marco de u n proceso que persigue una finalidad distinta. Además, e n dicho le otorga el numeral 10 del artículo 336.
control la declaración de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la
ley nunca será el fin último del mecanismo procesal, aunque el juez llamado a
ejercerlo, a requerimiento de alguna de las partes o por albergar dudas al respecto,
deba efectuar u n examen de la compatibilidad con la Constitución de la norma El control difuso de la constitucionalidad, dado que por definición se
legal correspondiente, que puede conducir a su desaplicación. inscribe e n e l proceso de aplicaci6n del Derecho a una cau5a concreta,
Se h a planteado que el amparo constitucional, cuando se intenta contra reconociendo primacía a la Constituci6n frente a cualquier otra norma, sólo
normas, con base e n el artículo 3 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos se traduce e n el examen de la compatibilidad c o n la Constitución de la
y Garantías Constitucionales, sería una forma n o incidental sino principal de disposición legal cuestionada y, eventualinente, e n el desconocimiento de esta
control difusoz6. La proximidad entre esta clase de amparo y el control difuso disposición, con efectos limitados al caso específico.
de la constitucionalidad es ciertamente grande, especialmente e n los supuestos
e n que el amparo se interpone contra leyes autoaplicativas. Pero subsisten
diferencias entre ambas figuras, e n cuanto a su naturaleza y fundamentación 27 En este sentido, Klaus Stern ha afirmado: "La interpretación conforme a la constitución
ha de ser diferenciada de la interpretación orientada a la constitución, que resiilta de la
jurídica que, e n el caso del amparo, e n todas sus manifestaciones, se encuentra
significación de la constitución para todo el ordenamiento jurídico. Esta ha de ser puesta
e n el artículo 27 de la Constitución. El objeto principal del amparo siempre e n práctica por todo órgano aplicador del derecho. Por el contrario, la interpretación
será la protección de los derechos fundamentales e n juego. conforme a la constitución es un instrumento específico de los Tribunales Constitucionales
e n el procedimiento de control de normas. Es un 'elemento accesorio del procedimiento
La inconstitucionalidad de la norma legal n o h a ser admitida por el juez del control de normas"', op. cit., p. 298.
a la ligera, sino después de un serio análisis del principio o regla constitucional, En sistemas mixtos de justicia constitucional la distinción n o ha de ser entendida de manera
tan categórica, y el concepto de interpretación conforme a la Constitiicicín piicliera aplicarse
de modo general, pero subsiste la diferencia entre las facultades del jiic: ordiriario y los
26 Brewer-Carías, op. cit., pp. 128-130. poderes de reinterpretación o corrección normativa de la Sala Coristi~iici~iiial.
De ahí que usualmente se contraponga la eficacia inter-partes de la La Sala de Casación Civil, con ocasión del conocimiento de manera incidental
de la constitucionalidad del artículo 1.099 del Código de Comercio e n su fallo
declaración de la inconstitucionalidad de una ley proferida en el marco del del 31 de enero de 1997, referido por el accionante, como todo tribunal, h a
control difuso, a la eficacia erga omnes propia de los fallos dictados en podido desaplicar la norma contenida e n el artículo 1.099 del Código de
cumplimiento del control concentrado de la constitucionalidad. Comercio al estimarlo inconstitucional, puesto que así lo permitía el artículo 20
del Código de Procedimiento Civil. Su decisión, e n principio, sólo tendría efectos
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha recogido para el caso concreto e n que se produjo y n o implicaría la anulación de la norma
esta distinción, en los siguientes términos: ni, e n consecuencia, su desaparición del ordenamiento jurídico. Sin embargo,
e n virtud de la facultad para casar los fallos de instancia -incluso de ofici* y e n
Dicho control se ejerce cuando e n una causa de cualquier clase que está virtud de la obligación de los tribunales inferiores de seguir el criterio de la Sala
conociendo el juez, éste reconoce que una norma jurídica de cualquier categoría de Casación, la realidad es que el criterio de esa Sala, desaplicando una norma,
(legal, sublegal), es incompatible con la Constitución. Caso e n que el juez del podría convertirse e n una desaplicación general de la misma, supuesto sin duda
proceso, actuando a instancia de parte o de oficio, la desaplica (la suspende) anómalo en materia de control difuso de la constitucionalidad, pero que es
para el caso concreto que está conociendo, dejando sin efecto la norma e n dicha perfecta consecuencia del régimen casatorio.
causa (y sólo e n relación a ella), haciendo prevalecer la norma constitucional
que la contraría. El alcance general de tales pronunciamientos, como precedentes per-
Por lo t a n t o , el juez que ejerce el c o n t r o l difuso, n o anula la n o r m a suasivos, no es equiparable, sin embargo, al carácter vinculante de las inter-
inconstitucional, haciendo una declaratoria de carácter general o particular e n
pretaciones constitucionales establecidas por la Sala Constitucional, con-
ese sentido, sino que se limita a desaplicarla e n el caso concreto en el que
consideró que los artículos de la ley invocada, o hasta la propia ley, coliden con templado en el artículo 335 de la Constitución. Así, esta misma Sala ha sos-
la Constitución. tenido que la inobservancia por un tribunal civil de los criterios mantenidos
La declaratoria general de inconstitucionalidad de una o un conjunto de normas
por la Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de Justicia en relación con
jurídicas (leyes), corresponde con exclusividad a la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, quien, ante la colisiún, declara, con carácter erga la incompatibilidad de una norma legal con la Carta Magna, en el marco del
omnes, la nulidad de la ley o de la norma inconstitucional. Dicha declaratoria control difuso de la constitucionalidad, no representa una vulneración de
es diferente a la desaplicación de la nomia, tratándose de una decisión de nulidad derechos constitucionales, aunque haya sido aplicado el precepto que aquélla
que surte efectos generales ( n o para un proceso determinado) y contra todo el
mundoz8.
consideró, en otra causa, contrario al derecho a la defensa (art. 701 del Código
de Procedimiento
Ni la declaración judicial sobre la incompatibilidad de una norma legal
con la Carta Magna ni su desaplicación a un caso concreto, en ejercicio del
control difuso, poseen eficacia más allá del proceso correspondiente. Cuando
este control es desarrollado por alguna de las Salas del Tribunal Supremo de
Justicia adquieren, sin embargo, un cierto alcance general, a pesar de que no Con la finalidad de garantizar uniformidad de criterios en una materia
acarrean la anulación de la norma legal, en virtud del rango de tales Salas de tanta importancia para la seguridad jurídica y el respeto del principio de
dentro de la organización judicial y de la posición que ocupan en sus respectivos igualdad como lo es la determinación de la validez y aplicabilidad de las leyes
ámbitos competenciales. Ello h a sido admitido por la jurisprudencia en virtud de su compatibilidad con la Constitución, la Carta Fundamental de
constitucional, en la sentencia relativa a la constitucionalidad del artículo 1999 prevé, en el numeral 10 del artículo 336, la facultad de revisión de
1.099 del Código de Comercio, antes citada: sentencias definitivamente firmes de control (difuso) de la constitucionalidad.

28 Sentencia del 25 de mayo de 2001 (no 833), caso Instituto Autónomo Policía Municipal de 29 Sentencia de la Sala Constitucional del 26 de julio de 2002 (no 1717), caso Importadora y
Chacao. Exportadora Chipendele C . A .
170 Y SVS PERSPECTIVAS...
EL CONTROL DIFUSO DE LA CONSTITL'CIONALIDAD

De esta manera se evita, adicionalmente, u n paralelismo o incomunicación doctrina se h a sostenido sin distinguir entre las sentencias de amparo y las de
indeseable entre el control difuso y la esfera de atribuciones de la Sala Cons- control difuso.
titucional, como máxima instancia de la jurisdicción constitucional.
Dejando de lado otros aspectos de esta doctrina j ~ r i s ~ r u d e n c i aconviene
l,
La alusión a las sentencias definitivamente firmes "de control d e insistir e n que esta determinación de los alcances del numeral 10 del artículo
constitucionalidad de leyes o normas jurídicas" contendida e n dicho precepto 336 ha de entenderse que posee un valor simplemente provisorio, pues será la
se refiere, lógicamente, a aquellas e n que se haya ejercido el control difuso de ley orgánica de la jurisdicción constitucional la que habrá de regular esta
la constitucional, bien para afirmar, bien para negar la compatibilidad de la materia. La Constitución, e n el precepto citado, n o consagra una modalidad
norma con la Carta Magna. Por el contrario, n o está comprendida cualquier específica para el ejercicio de la facultad de revisión de sentencias, sino que
decisión judicial e n la que se haya realizado una interpretación errada de la expresamente remite a la libertad de configuración del legislador orgánico.
Constitución, como lo aseveró la Sala Constitucional e n sentencia del 6 de Ello ofrece la ventaja de permitir una flexibilidad y adaptación normativa que
febrero de 2001 ( n o 9 3 ) , caso Corpoturismo. La atribución prevista e n el n o sería posible si la C a r t a Magna hubiera petrificado u n determinado
mencionado precepto exige que la interpretación de la Constitución se haya mecanismo procedimental.
traducido e n la afirmación o e n la negación de la constitucionalidad de una
C o n esta advertencia, importa señalar que la legislación orgánica
norma jurídica.
respectiva debe atender a una circunstancia que la jurisprudencia esbozada h a
En otro lugar hemos estudiado de inanera particularizada la facultad de soslayado: la diferencia existente entre la revisión de sentencias de amparo y la
revisión de sentencias contemplada e n el artículo 336, numeral 10, de la de sentencias de control difuso de la constitucionalidad. La revisión por la
Constitución, la cual abarca igualmente a las decisiones de amparo dictadas Sala Constitucional de sentencias e n que se ejerza el control difuso, sobre todo
por los tribunales de la ~ e ~ ú b l i cEn
a ~esta
~ . ocasión nos limitaremos a resumir de aquellas e n que se haya desaplicado una ley por su contradicción con la
la doctrina jurisprudencia1 mantenida por la Sala Constitucional respecto del Constitución, n o debe quedar sujeta a u n simple poder discrecional y selectivo
alcance y modo de e~erciciode tal facultad, para luego hacer algunas reflexiones de admisión de la solicitud correspondiente, sino que h a de ser regulada con
y proposiciones acerca de la regulación que ésta podría recibir e n la futura ley criterio de amplitud, con el objeto de procurar un pronunciamiento definitivo
orgánica de la jurisdicción ccmstitucional. sobre la validez y aplicabilidad de la disposición legal. Sin perjuicio de las
correcciones que requiere la doctrina sentada por la Sala Constitucional e n lo
De acuerdo con la jurisprudencia constitucional, el numeral 10 del
concerniente a la admisión de las solicitudes de revisión de sentencias de
artículo 336 permite la revisión, de manera discrecional y selectiva, de las
amparo, resulta patente la distancia que separa el tratamiento de esta materia
sentencias definitivamente firmes e n que los tribunales de la República, o las
del que debe darse a la revisión de sentencias de control difuso.
otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia, se pronuncien sobre solicitudes
de amparo o apliquen el control difuso de la constitucionalidad de leyes o Por eso, es recomendable la previsión de u n recurso extraordinario e n
normas jurídicas. Adoptando, pues, e n gran medida, el modelo norteamericano contra de las sentencias "definitivamente firmesn31e n que se haya ejercido el
del certiorari, aunque previendo la posibilidad de que la revisión se produzca control difuso de la c o n ~ t i t u c i o n a l i d a dque
~ ~ , deba ser admitido por la Sala
incluso de oficio, la Sala Constitucional h a establecido que n o está obligada a
pronunciarse sobre todas las solicitudes de revisión que se le presenten, como 31 Esta mención al carácter definitivamente firme de las sentencias que pueden ser sometidas
a la facultad de revisión de la Sala Constitucional fue introducida por la reimpresión de la
tampoco a motivar las decisiones que dicte rechazando su admisión. Esta Constitución, "por error material", el 24 de marzo de 2000; al respecto uid. sicera, capítulo IV.
32 En relación con la interposición de un recurso de esta clase contra tales decisiones elid.
3 0 V i d . supra, capítulo IV. como antecedente, el Anteproyecto de Ley Orgánica de la JurisJiccidn Constitucional
cumplidos los requisitos legales, y resuelto en un plazo relativamente breve. La de todos los jueces de garantizar la integridad de la Constitución. Se propicia,
interposición de este recurso dentro del lapso legal podría dar lugar a que se además, la racionalización u ordenación en su funcionamiento, mediante la
acuerde la suspensión de la ejecución del fallo, pero la Sala Constitucional previsión de la facultad de la Sala Constitucional de revisar las sentencias
tendría que resolver sobre la compatibilidad de la ley con la Constitución en definitivamente firmes de control de constitucionalidad dictadas por los
un plazo razonable, tal vez no superior a dos o tres meses. Vencido este plazo, tribunales.
decaería cualquier medida de suspensión del fallo recurrido, y el procedimiento
Por otra parte, aunque el Tribunal Supremo de Justicia, en diversas Salas,
ante la Sala Constitucional continuaría, pero ahora bajo la forma del control
h a desaplicado algunas normas legales por su incompatibilidad con la
abstracto de normas. En la sentencia definitiva de este procedimiento abstracto
~ o n s t i t u c i ó nel~ ~
uso
, de este instrumento de protección constitucional sigue
de inconstitucionalidad la Sala Constitucional estaría facultada, como ocurre
siendo escaso, sobre todo entre los tribunales de instancia, lo cual puede
normalmente en estos procesos, para determinar los efectos en el tiempo de su
obedecer, además de a la insuficiente formación de los jueces y a su habitual
pronunciamiento, lo cual pudiera incidir en el proceso previo ya decidido, o
reverencia hacia la ley, a la precariedad en que el poder judicial aún se encuentra
en otros similares, dependiendo de lo que la ley y la jurisprudencia establezcan
en lo que concierne al aseguramiento de su independencia.
en relación con la repercusión de fallos de inconstitucionalidad de leyes sobre
sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada. Se observa, asimismo, en la jurisprudencia de la Sala Constitucional
una inclinación a menospreciar el papel de los jueces ordinarios en la in-
Se han sugerido otras vías de articulación entre el control difuso y el
terpretación y defensa de la Constitución, incluyendo lo concerniente al control
control concentrado, que pudieran complementar la anterior, como la remisión
difuso de la constitucionalidad, y a sobredimensionar su propia misión y campo
de un informe a la Sala Constitucional por parte de cualquier juez que ejerza,
de atribuciones. Ello puede conducir a una inhibición de los tribunales en el
mediante sentencia, el control difuso, el cual activaría el control concentrado
ejercicio de este control, adicional a la que ya les afecta por las causas antes
de la c o n s t i t ~ c i o n a l i d a d ~Incluso,
~. la Sala Constitucional h a llegado a
mencionadas.
establecer la obligación de los jueces de efectuar la remisión de una copia del
fallo en que se hayan desaplicado leyes contrarias a la C o n s t i t ~ c i ó n ~ ~ . Una muestra de tal tendencia, junto a alguna de las sentencias ya citadas
y, en otro ámbito, a la jurisprudencia relativa a la competencia exclusiva de
dicha Sala para conocer acciones en que se invoquen intereses difusos o
colectivos, son los criterios sentados por la Sala Constitucional en relación
La regulación constitucional sobre el control difuso ha representado un
avance en la evolución de nuestro sistema de justicia constitucional, al consagrar
35 Vid., por ejemplo, la sentencia de la Sala Constitucional del 14 de marzo d e 2000 ( n o 871,
expresamente dicha modalidad de control, como una manifestación del deber
caso Elecentro y Ckúela, relativa a la desaplicación de la exclusión de la doble instancia por
el artículo 185, último párrafo, primer inciso, d e la Ley Orgánica de la Corte Suprema d e
elaborado por Carlos Ayala Corao: "Comentarios al Anteproyecto de Ley Orgánica de la Justicia, así como las sentencias de la Sala de Casación Civil y d e la Sala de Casación
Jurisdicción Constitucional", El nuevo Derecho Constitucional venezolano, Maracaibo, Social del 22 de mayo de 2001 (no. 132, caso Jorge Villasmil Dáuila) y del 10 de abril de
Universidad del Zulia (LUZ), 1991, pp. 273 y SS. 2003, ( n o 241, caso David ]osé Gregorio Luces), concernientes a la desaplicación de los
33 A l respecto, vid. el Anteproyecto de Ley Orgánica de la Jurisdicción Constitucional artículos 701 y 324 del Código de Procedimiento Civil, respectivamente, todas relacionadas
elaborado por la Corte Suprema de Justicia (19991, bajo la dirección del Dr. Humberto La con la incompatibilidad de las respectivas disposiciones con el derecho a la defensa y a la
Roche. Vid., también, Briceño León , H., op. cit., pp. 55 y SS. tutela judicial efectiva. Como muestra de u n control difuso implícito, regresivo en el ámbito
34 A l menos e n lo que respecta al examen de constitucionalidad de leyes preconstitucionales; del derecho a la igualdad, cfr. la sentencia de la Sala Electoral del 19 de mayo de 2000, ( n o
cfr. sentencia del 19 de octubre de 2000 ( n o 1225), caso Ascánder Contreras Uzcátegui. 52), caso Sonia Sgambatti.
con la existencia de un "Poder de Garantía de la C o n s t i t ~ c i ó n que
" ~ ~le estaría
reservado -cuya extensión no podemos examinar e n esta ocasión-, lo cual n o
se corresponde con un modelo de justicia constitucional e n que la garantía de
la Constitución es tarea de todos los tribunales, sin perjuicio de la especial
posición que ocupa la Sala Constitucional dentro de ese modelo y de su
condición de máximo intérprete de la Carta Fundamental, ni de las facultades
que ostenta para asegurar uniformidad e n cuanto a la determinación de la
compatibilidad de las leyes con la Constitución.
Es necesario, igualmente, que desde esa máxima instancia de la justicia
constitucional se tracen líneas jurisprudenciales que nutran el acervo cons-
titucional del que h a n de partir los demás órganos judiciales para el cum- La protección de la Constitución frente
plimiento de su relevante papel e n la protección de la Constitución, sobre
todo e n la materia de derechos constitucionales, pues es aquí, como lo enseña
a las omisiones legislativas
la experiencia comparada, donde la jurisdicción constitucional se pone a prueba
y donde puede desempeñar una función capital para el fortalecimiento de la
Democracia, y de los valores del constitucionalismo. Esta jurisdicción ha de
ser ante todo, según la conocida expresión de Capelletti, una jurisdicción
constitucional de la libertad, concebida ésta e n el más amplio sentido, desde la
óptica de un Estado social de Derecho.

~ l 25 de enero de 2001 ( n o 3 3 ) ,
36 Cfr., entre otras, la senrenci,i de la Sala C o n s t ~ t u c i o n ~del
ccisuBaker Hughes.
Este enfoque lo consideramos esencial, pues d e lo contrario se de la legislación anterior a los nuevos dictados constitucionales, sino también
desconocería la amplitud de nuestro sistema de justicia constitucional, pudiendo el de la manera de dar operatividad al Texto naciente hasta que el legislador
formarse la idea errónea de que la acción que cabe deducir del numeral 7 del actúe.
artículo 336 es la única vía judicial por la cual es posible combatir las omisiones
A partir de estas ideas, intentaremos poner de relieve las principales
legislativas o sus efectos.
omisiones legislativas que comportan o pueden traducirse e n una vulneración
Igualmente, una visión de conjunto de las omisiones del legislador que de la Constitución, así como los principales remedios judiciales que ofrece
pueden traducirse e n inconstitucionalidad, y d e los remedios judiciales nuestro ordenamiento jurídico o el Derecho comparado para combatir esas
correlativos, además de facilitar la comprensión de la facultad atribuida a la omisiones. Dejamos de lado los posibles medios n o judiciales de defensa de la
Sala Constitucional por dicho precepto, puede estimular la activación de Carta Magna ante omisiones legislativas, tales como la intervención de la
mecanismos tradicionales de la justicia constitucional que están llamados a Defensoría del Pueblo, que puede desempeñar una relevante función mediante
cuinplir una función capital e n el control de constitucionalidad de las omisiones la exigencia del cumplimiento de los mandatos normativos vinculados a los
legislativas, tal como lo enseña la experiencia comparada. derechos constitucionales, así como abogando por la satisfacción de pretensiones
individuales o colectivas relacionadas con derechos constitucionales que
Esta aproximación a la problemática jurídica planteada por el control
reclaman u n desarrollo legislativo aún n o realizado.
judicial de las omisiones legislativas conduce a apreciar la riqueza de los esfuerzos
realizados e n distintos ordenamientos para asegurar la vigencia d e la El análisis de la temática esbozada conduce inevitablemente a abordar
Constitución a pesar de la inactividad censurable del legislador, los cuales n o cuestiones capitales de la teoría de la Constitución y del control de la consti-
consisten o n o se agotan e n una particular acción de inconstitucionalidad por tucionalidad, que alcanzan toda su agudeza cuando se examinan las distintas
oinisión, que, sin perjuicio de su importancia, es scílo una inanifestación aristas jurídicas de las omisiones legislativas. Así, el estudio de las soluciones
específica, y de formacicín más reciente, de las soluciones aportadas para articular judiciales idóneas para remediar tales omisiones replantea la problemática sobre
dicho control. las posibles distinciones e n t r e normas constitucionales, e n lo que a s u
De este modo, se pretende contribuir al estudio de la facultad establecida operatividad respecta, además de colocar e n u n primer plano las tensiones
entre la jurisdicción constitucional y el legislador -en este caso silente-, así
e n el nuineral 7 del artículo 336, a la vez que se procura evidenciar la relevante
como entre la labor de interpretación y aplicación de la Constitución propia
función que instrumentos ya existentes e n nuestro ordenamiento pueden
de todos los jueces, que e n ocasiones los lleva a colmar lagunas derivadas de los
desempeñar para asegurar la primacía y la fuerza normativa de la Constitución
silencios del legislador, y la función de libre configuración normativa del
frente a las omisiones del legislador, el cual n o es, e n forma alguna y e n ningún
parlamento. Los principios medulares del Estado Democrático de Derecho
caso, dueño de la Constitución, n i artífice de su normatividad y fuerza jurídica.
La garantía de la supremacía y de la fuerza normativa de la Constitución obliga entran e n juego, por tanto, e n el tratamiento del tema escogido, obligando a
compatibilizar la exigencia de vigencia plena e inmediata de la Constituci6n
a afinar el instrumental jurídico apto para arrostrar las inconstituci«nalidades
con el necesario respeto del reparto constitucional de las funciones públicas
originadas e n la pasividad del legislador, tanto como es preciso hacerlo para
que este tipo de Estado presupone.
combatir sus actos contrarios a la Carta Fundamental.
Conviene asimismo observar que la transición entre Constituciones, e n
el mejor sentido de la expresión, plantea n o sólo el probleiiia de la adaptación
180 e LAPROTECC~ONDE LA CONSTITUCI~N
F R E N E A LAS OMISIONES LEGISLATIVAS

II. LOS OBSTÁCULOS PARA LA ACEPTACI~NDEL CONTROL jurídicas que tal pasividad del legislador merece. Para algunos, la inactividad
JUDICIAL DE LAS OMISIONES LEGISLATIVAS Y LA TENDENCIA del legislador, particularmente la de carácter absoluto, h a de tener una lectura
A SU S U P E R A C I ~ N básicamente política, por lo que deben ser políticas las vías empleadas para
superarla2. Otros, sin negar la virtualidad jurídica de dichas omisiones, h a n
dudado de la viabilidad, e n términos prácticos, de su control jurídico3.
A continuación nos referiremos a los principales obstáculos dogmáticos
N o es nueva e n la doctrina constitucional la preocupación por las o prácticos que han sido invocados para rechazar el control judicial de las
violaciones a la Constitución que pueden derivarse de la inactividad del omisiones legislativas, y pondremos de manifiesto su debilidad o inconsistencia,
legislador e n relación con un mandato constitucional de legislar. A ello se concluyendo con una advertencia sobre los riesgos que ahora se ciernen sobre
refirieron Jellinek y Kelsen, y a partir de allí varios autores1. La conciencia ese control, e n un contexto más propicio a su desarrollo.
sobre la vulnerabilidad de la Norma Suprema por omisiones legislativas n o es, Conviene aclarar que al examinar estas objeciones doctrinales debe
pues, exclusiva de la doctrina contemporánea. distinguirse entre aquellas referidas al control judicial de las omisiones
El tema h a cobrado, sin embargo, especial relevancia al hilo del legislativas, y las que se circunscriben a una modalidad específica, poco
constitucionalismo social, así como e n virtud del robustecimiento de los extendida e n el Derecho comparado, de ese control, como lo es la acción directa
mecanismos de control judicial de la constitucionalidad de las leyes. La de inconstitucionalidad por omisión, que ahora encuentra respaldo e n nuestra
proclamación del carácter social del Estado, y la proliferación e n las Constitución (art. 336, numeral 7). La aclaratoria resulta pertinente, pues e n
Constituciones de preceptos de contenido socioeconómico que se traducen e n ocasiones se confunden las objeciones al control judicial de las omisiones
mandatos de desarrollo legislativo, h a n estimulado la reflexión sobre el modo legislativas con las referidas a la existencia e n un ordenamiento de una específica
de articular el control judicial de su cumplimiento. Asimismo, el fortalecimiento acción de inconstitucionalidad por omisión. Una cosa es sostener, por ejemplo,
de la justicia constitucional, que h a ido ocupando progresivamente mayores que las Cortes o Tribunales Constitucionales invaden la competencia
espacios e n el control de la inconstitucionalidad legislativa, ha puesto de relieve constitucional del legislador cuando extienden a un sector omitido por la ley
la necesidad de examinar y combatir desde una óptica jurídica la inactividad u n beneficio contemplado e n ella, con fundamento e n el principio de igualdad,
del legislador que lleve aparejada una vulneración de la Constitución. y otra muy distinta es afirmar que n o corresponde a los órganos judiciales valorar,
a través de un medio constitucional específico, la oportunidad adecuada para
La n o v e d a d y, a l mismo t i e m p o , la polémica v i n c u l a d a a la
la aprobación de leyes relacionadas con preceptos que algunos siguen calificando
inconstitucionalidad por omisiones legislativas ( o inconstitucionalidad por
como programáticos.
omisión sin más), se origina básicamente e n la determinación de las respuestas
La incidencia de ambas formas de control judicial e n las relaciones entre
la jurisdicción constitucional y el legislador n o es necesariamente igual, además.
Cfr. Villaverde Menrtidez, Ignacio, La inconstitucionalidad por omisión, Madrid, McGraw- En u n sistema e n el que el máximo órgano de la justicia constitucional, al
Hill, 1997, pp. 23 y SS.
Cfr. la posición de Georg Jellitiek, reseñada por Villaverde, op. cit., pp. 25 y SS.;cfr. igualmente conocer de la acción directa de inconstitucionalidad por omisión, sólo pueda
Ferreira Filho, Matioel, "Urna Falácia: a inconstitucionalidade por omissao", e n O Estado "declarar" la existencia de una omisión legislativa contraria a la Constitución,
de Sao Paulo, 25 de junio de 1987, p. 32; citado por Fernández Segado, Francisco, "La
inconstituciotialidad por ornisióti: iCauce de tutela de los derechos de naturaleza
socioeconómica?", en Bazán, Víctor (Coord.), Inconstitucionalidadpor omisión, Bogotá Temis,
1997, p. 13. 3 Vid. Kelsen, Hans, Teoiía General del Derecho y del Estado, México, UNAM, 1979, p. 3 10.
como sucede en el Derecho portugués, sin estar facultado para integrar la laguna Las omisiones relativas o parciales del legislador, a veces son reparadas
jurídica que haya podido observar ni para imponer plazos o lineamientos para mediante instrumentos tradicionales del control de la constitucionalidad de
la corrección de la inconstitucionalidad, la repercusión del control judicial las leyes, como ocurre cuando se suprime del precepto legal impugnado un
sobre la esfera de actuación del legislador será menor a la que puede originarse término o frase que atribuía a cierta categoría de personas un beneficio, para
en una sentencia "aditiva", dictada en el marco de procesos tradicionales de hacerlo extensible a otros sujetos. Así, el Tribunal Constitucional español
inconstitucionalidad, por la cual se extienda una disposición legal a supuestos suprimió la expresión "la viuda" de un precepto de la legislación de seguridad
no comprendidos en su texto. Luego volveremos sobre algunos de estos asuntos. social, para que los viudos también pudieran disfrutar, en las condiciones
legalmente establecidas, de la pensión allí contemplada5.
En otros supuestos, ante una omisión relativa o parcial, los tribunales
constitucionales se han aventurado a extender mediante su sentencia a la
categoría de sujetos o a los casos no previstos por la ley el beneficio o regulación
Un primer grupo de argumentos contrarios al control judicial de las
legal, como después expondremos. Esta clase de sentencias puede ser cuestionada
omisiones legislativas resalta la imposibilidad o dificultad de articular
desde el punto de vista de su peligrosa penetración en la esfera funcional del
judicialmente dicho control, en lo que concierne a la capacidad para doblegar
legislador, pero no cabe duda alguna sobre su efectividad.
una eventual renuencia del legislador a regular alguna materia, o a las
restricciones económicas que pueden hacer inviables ciertas "promesas" Si la omisión relativa o parcial se quiere reparar a través de una sentencia
constitucionales. simplemente declarativa de la inconstitucionalidad, sumada a algunas
exhortaciones al legislador sobre el tiempo y el modo en que tal reparación
Ya en los inicios del sistema concentrado de ccintrol de la consti-
debe producirse, la efectividad del fallo es menor, pero no nula, pues a menudo
tucionalidad, Kclsen observó que:
esta clase de sentencias suponen una oportunidad dada al órgano legislativo
Hay una notable diferencia técnica entre los preceptos de la Constitución que para la corrección de la inconstitucionalidad, antes de que sea plante;ido
prohiben cierto coiitenido y los que prescribe11 un determiii,iclo contenido e n nuevamente el asunto, caso en el cual el tribunal podría dictar, esta vez sí, un
relación con leyes futuras. Por regla general. los primeros tienen efectos jurídicos, fallo anulatorio.
n o así Ios segundos. Si el órgano legislativo expide una ley cuyos contenidos
estrín prohibidos por la Constitución, se producen todas las c«nsec~ienciasque El problema de la posible ineficacia o inviabilidad del control de
de acuerdo con Ia Constitución van enlazadas a una ley iiiconstitucional. Sin
constitucionalidad de los silencios legislativos se contrae, pues, básicamente, a
embargo, si el órgano legislativo deja simplemente de expedir la ley prescrita
por la Constitución, resulta prácticamente imposible enlazar a esa omisión la corrección de las omisiones absolutas mediante acción judicial directa
consecuencias jurídicas4. (control abstracto). Es cierto que a través de este instrumento procesal es mrís
difícil remediar la inconstitucionalidad legislativa (pasiva). El reconocimiento
Ciertamente, la declaratoria de la inconstitucionalidad de una ley puede judicial de la existencia de un mandato constitucional de legislar inobservado,
implicar su inmediata anulación y, con ello, su expulsión del ordenamiento con valor meramente declarativo, como acontece c o n la acción de
jurídico, mientras que la remoción de una omisión del legislador es más
compleja, sobre todo si se trata de una omisión absoluta. Conviene, no obstante,
diferenciar entre las variadas hipótesis posibles para evidenciar lo relativo de
5 STC 103/1983; al respecto uid. Jiménez C a m p o , Javier, "La d e c l a r a c i ó n de
la objeción mencionada. inconstitucionalidad de la ley", e n Rubio Llorente, Francisco/ Jiménez Campo, Javier, op.
cit, p. 125.
4 Ibídem, p. 310.
inconstitucionalidad por omisión en el Derecho portugués6, o la inclusión en de Brasil, que faculta a ciertos tribunales para proteger mediante amparo
la sentencia de una orden de legislar dirigida al parlamento, como algunos (mandado de injuncao) a quienes sufran lesiones en sus derechos constitucionales,
entienden posible en el Derecho brasileño7, no garantizan la aprobación de la u otras garantías, a causa de la ausencia de las normas de desarrollo necesariaslO,
ley requerida por la Constitución. demuestran, además, que es posible establecer mecanismos jurídicos que
aseguren una eficacia nada desdeñable en el control judicial de las omisiones
Pero la relativa eficacia de los pronunciamientos judiciales respectivos
legislativas.
no es argumento suficiente para descartar su valor e importancia jurídica.
Conviene recordar que la sola declaración judicial de la inconstitucionalidad En particular, la aplicación directa de la Constitución por los tribunales
de una acción u omisión del legislador representa una consecuencia jurídica en casos concretos, admitida de manera ,general en los ordenamientos
que no debe ser despreciada. Así lo ha demostrado la doctrina y la praxis constitucionales en relación con las normas que ostenten total o parcialmente
constitucional comparada en lo relativo a las sentencias simplemente carácter a ~ t o a ~ l i c a t i v ao ,la que después nos referiremos, abre grandes
declarativas de la inconstitucionalidad de un precepto legal (no anulatorias): posibilidades de protección judicial de la Constitución ante omisiones
"Al juez de la ley cabrá sólo pedirle en muchos casos, y así será bastante, que legislativas relativas o absolutas.
constate el vicio denunciado y lo declare, rompiendo así la presunción de
El control de constitucionalidad de las omisiones legislativas alcanzaría
constitucionalidad de la ley. Tal es el contenido mínimo y esencial de su tarean8.
su mayor eficacia si la máxima instancia de la justicia constitucional estuviera
Algo similar ocurre en relación con el control abstracto de constitucionalidad
facultada para establecer, con efectos erga omnes aunque con carácter transitorio,
de las omisiones absolutas del legislador, pues, ante la imposibilidad de anular
la regulación imprescindible para dar operatividad al precepto constitucional
el silencio del legislador, puede emitirse una declaración judicial de
no desarrollado legislativamente. Esta posibilidad, aunque propugnada por
inconstitucionalidad de la omisión legislativa, cuya consecuencia natural será
algunos autores1', tiende a ser descartada por la doctrinal2 y no ha sido admitida
la adopción de la ley correspondiente por el órgano legislativo moroso.
en la legislación comparada relativa a la jurisdicción constitucional, por lo
Al margen del control abstracto de constitucionalidad, la solución que la dejamos momentáneamente de lado. Luego veremos, sin embargo, que
explorada por el Derecho argentino, en la Provincia de Río Negro, al regular en ocasiones la jurisprudencia constitucional, al toparse con una omisión
la acción directa de inconstitucionalidad por omisión, consistente en facultar legislativa, ha procedido a integrar el orden normativo hasta que el legislador
al Superior Tribunal de Justicia para integrar el orden normativo en el caso intervenga -entre nosotros últimamente bajo la denominación de jurisdicción
concreto, si la orden o intimación judicial de legislar no es atendida en el plazo normatiua-, lo cual, dentro de los estrechos límites que más adelante
fijado, e incluso para imponer una reparación indemnizatoria cuando la intentaremos esbozar, resulta aceptable.
integración normativa no sea posible9,así como la previsión de la Constitución
En otro orden de ideas, antes apuntábamos que se ha puesto en duda la
viabilidad del control de constitucionalidad de las omisiones legislativas en
consideración a las restricciones económicas que con frecuencia impiden

6 Cfr. Fernández Rodríguez, José Julio, La inconstitucionalidad por omisión, Madrid, Civitas,
1998, p. 263-264. 10 Vid. Fernández Rodríguez, op. cit., p. 288 y SS.
7 Ibídem, p. 286-287. 11 Cfr. Da Silva, Jose, Curso de Direito Constitucional Positivo, Sao Paulo, Malheiros, 1992, p.
8 Jiménez Campo, op. cit., p. 114 49, citado por Fernández Rodríguez, op. cit., p. 286-287.
9 Vid. Sagües, Néstor Pedro, "La acción de inconstitucionalidad por omisión en la Constitución 12 Cfr., por todos, Fernández Rodríguez, op. cit., pp. 173 y 287; Villaverde, op. cit., pp. 2 a 5 y
de la Provincia de Río Negro", en Bazán, op. cit., pp. 109 y SS. 183 y SS.
desarrollar mandatos constitucionales de contenido social13, por lo que una Así, e n relación con la previsión de una acción de inconstitucionalidad
intervención del poder judicial dirigida a imponer su cumplimiento carecería por omisión se h a señalado que atentaría contra la libertad de configuración
de virtualidad práctica, y llegaría a comprometer su autoridad. normativa o discrecionalidad del legislador, el cual debe conservar la facultad
d e determinar el m o m e n t o e n que h a d e ser desarrollado u n precepto
A l respecto, es preciso aclarar que el control de constitucionalidad de
constitucional. Ello alcanzaría especial importancia e n el ámbito de las
omisiones legislativas, e n sus plurales manifestaciones, n o siempre se enfrenta
disposiciones relativas a los fines del Estado e n materia económica o social,
con el problema señalado; éste se plantea sobre todo e n relación con la acción
muy frecuentes e n las Constituciones contemporáneas, por cuanto el órgano
específica y directa de inconstitucionalidad por omisión legislativa. Pero el
legislativo es el único idóneo para valorar las circunstancias imperantes e n
reconocimiento de tal acción n o implica que se crea e n una especie de fuerza
tales áreas y para decidir, en función de éstas, la oportunidad de las leyes de
taumatúrgica de las sentencias, como tampoco una invitación a que el poder
desarrollo, según las prioridades trazadas y los recursos disponibles, y conforme
judicial adopte decisiones políticas o de gobierno que n o le competen. Es cierto
a las necesidades de la población.
que las restricciones económicas p e d e n obstaculizar el desarrollo de mandatos
constitucionales legislativos, pero ello n o prueba q u e el c o n t r o l d e Incluso, se h a llegado a sostener que puede resultar conveniente reco-
constitucionalidad de las omisiones legislativas esté desprovisto de sentido nocer al legislador la posibilidad de dejar e n suspenso previsiones consti-
práctico. A menudo, a pesar de existir recursos disponibles, el legislador omite tucionales poco realistas que hayan sido aprobadas en medio del fragor revo-
el cumpiimiento de esos mandatos constitucionales, lo cual puede dar lugar al lucionario o del utopismo que a menudo acompaña la labor de las asambleas
ejercicio del control de constitucionalidad, aunque con las limitaciones arriba constituyentes. En este sentido, se h a expresado que:
mencionadas, e n lo que respecta a su eficacia.
Una alteración radical de la legalidad existente, producto de una acción ilc
Es pertinente recordar que, e n materias vinculadas a muchas exigencias corte revolucionario, trae como consecuencia la aparición de un nuevo ordrn
constitucional basado e n principios antitéticvs a los que regían con anterioridad,
constitucionales de desarrollo legislativo, los Estados han asumido obligaciones
las tlites políticas de ant,iñ» caen y las aistitiiye iin:i clase dirigente que responde
internacionales, como sucede en el ámbito de los derechos económicos, sociales y se mueve por pautas absolutamente enfrentadas a las anteriores. Los nuevos
y culturales. En este campo los respectivos tratados internacionales admiten líderes pueden l~uscar,de maiiera consciente o inconsciente, la insta~iracióride
pretenciosos objetivos con los clue alterar de forma sustanci;il todo el sistema
que el grado de cuinplimiento de las obligaciones correspondientes dependerá
anterior ya superado. Y fruto de estos fines y de sen1ej;inte programa [le
de los recursos disponibles, pero esto n o significa que tales tratados carezcan de actuación quizá sea la instauración e n la Carta Magna, con la que se inteiit;~
fuerza jurídica, por cuanto n o se exime a los Estados del deber de satisfacer esos abrir la nueva época, de desmedidos encargos al legislador, dotados de una fuerrc
derechos tanto como sus recursos lo permitan, y de asegurar u n contenido idea de obligatoriedad con el deseo de que n o se frustre el ansia de construcción
de In futura realidad, diseñada por contraste con la anterior.
mínimo e n relación con ellos. En un supuesto así el devenir de los acontecimientos puede templar la radicaliJac1
inicial e imponer moderación ante el convencimiento de que se actuó por sirnple
3 . LA SUPUESTA V I O L A C I ~ NDEL PRINCIPIO DE S E P A R A C I ~ NO DIVISIÓN
reflejo frente a lo anterior, y no por propia convicción de la bondad del iiuevo
programa constitucional. Este contexto nacido de la crítica constructiva ;i los
DE LOS PODERES
extremismos del cambio revolucionario, esto es, de una racionalidad a posreriori
frente a la irracionalidad inicial, pone en serios problemas la justificación de la
La mayoría d e las objeciones al control judicial de las omisiones omisión inconstitucional. ¿Resultaría adecuada una institución que obligase a
legislativas pueden reconducirse al supuesto desconocimiento del reparto realizar aqiiello que aún resta por hacer cuando ya n o se aviene con las ideas
constitucional de las funciones públicas que comporta. dominan re^?'^.

13 Cfr. las referencias de Fernández Rodríguez, op. cit., pp. 179 y SS. 14 Fernánde: Rodríguez, op. cit., p. 174
188 + LA P R ~ T E C C I ~DE
N LA CONST~TUCI~N
FRENTE A LAS OMISIONES LEGISLATIVAS

i
Por otro lado, ha suscitado cierto rechazo la posibilidad de que los órganos : especializada en el control de la constitucionalidad, implica por definición un
judiciales colmen lagunas jurídicas derivadas de la falta de sanción de leyes ; condicionamiento externo de la acción del legislador, que no tiene de suyo
necesarias para la plena efectividad de preceptos constitucionales. Ello nada criticable, pues con ello se garantiza la supremacía de la Constitución y
implicaría una amenaza a las funciones propias del legislador y colocaría a los de los derechos que consagra, sin perjuicio del abuso e n que puede
jueces en riesgo permanente de incurrir en usurpación de funciones. Especial eventualmente incurrirse en el ejercicio de ese control.
reserva ha sido formulada, desde la perspectiva de un sistema concentrado de
control de la constitucionalidad erigido sobre la tradicional desconfianza hacia La aceptación de la fuerza normativa de la Constitución, hoy indiscutible,
obliga a proteger la Norma Suprema de toda acción u omisión de los poderes
los órganos del Poder Judicial, en relación con la posibilidad de que los jueces
públicos violatoria de sus disposiciones, sin que sea lícito reconocer al legislador
ordinarios estén facultados, mediante el amparo constitucional, el control difuso
un espacio de inmunidad al control judicial cuando el desconocimiento de la
de la constitucionalidad u otros medios procesales, para cumplir esa tarea
integradora15. Constitución se origina en su inactividad. Frente a lo que ha sido denominado
expresivamente como "agresión omisiva"17de la Constitución, el ordenamiento
Por último, se ha observado que el control judicial de las omisiones jurídico no puede mantenerse pasivo, sino que debe abrir caminos para la
legislativas entraña un enorme peligro de politización de la jurisdicción aplicación del control judicial de la constitucionalidad de la omisión legislativa
constitucional, más aún cuando la omisión legislativa es producto no de una y, de manera general, para asegurar la vigencia de la Constitución ante el
inadvertencia del legislador, sino de una decisión deliberada16. proceder omisivo de uno de los poderes constituidos.
Las objeciones señaladas, si bien ponen de manifiesto lo delicado del El legislador no está facultado para disponer sobre la obra del poder
terreno que se pisa cuando se ejerce el control de constitucionalidad de las constituyente, ni siquiera cuando ésta pueda parecer en el futuro errada o
omisiones legislativas, no resultan fundadas cuando se pretende negar la inconveniente en sus consecuencias. Sin perjuicio de las posibilidades de
posibilidad o conveniencia de articular dicho control. Objeciones análogas se adaptación de la Constitución a nuevas circunstancias, de la interpretación
esgrimieron en su día contra el control judicial de constitucionalidad de las progresiva de sus preceptos e incluso de la mutación constitucional, la apelación
leyes, que han servido para subrayar las peculiaridades de este control y sus al poder constituyente es la única vía válida para enmendar las disposiciones
límites, no para negar su procedencia. constitucionales que se estimen equivocadas, no siendo lícito erigir al legislador
La división de los poderes no puede ser concebida como la atribución, en juez de la pertinencia y aplicabilidad de los preceptos constitucionales.
con carácter de exclusividad, de cada una de las principales funciones públicas En el ejercicio del control de constitucionalidad de las omisiones
a conjuntos orgánicos determinados, por cuanto son múltiples los supuestos de legislativas debe reconocerse al legislador un amplio margen de apreciación e n
interrelación y de mutua influencia entre cada uno de éstos. La razón la determinación de los recursos disponibles para el desarrollo de los preceptos
fundamental que sigue proporcionando justificación a ese principio reside en constitucionales, así como para el establecimiento de las prioridades en materia
el necesario aseguramiento de un equilibrio entre los poderes, en resguardo de económica y social y la fijación de la oportunidad de ese desarrollo legal, pero
la libertad y de la Democracia. En tal sentido, el establecimiento por la ello no ha de conducir a negar la viabilidad y licitud de tal control en un
Constitución de un tribunal o corte constitucional, u otra máxima instancia Estado Social y Democrático de Derecho. La posibilidad de armonizar las
2

15 Villaverde, op. cit., pp. 160 y SS.;Fernández Rodríguez, op. cit., pp. 49-50.
17 BazAn, Víctor, "Hacia la plena exigibilidad de los preceptos constitucionales: el control de
16 Cfr. las referencias de Villaverde, op. cit., p. 31-32.
las omisiones inconstitucionales", e n Bazán (Coord.), op. cit., p. 45.
190 + LA PROTECC~ÓN
DE LA C O N S T ~ ~ FRENTE
U C I ~ANLAS OMISIONES LEGISLATIVAS

exigencias de control de constitucionalidad de las omisiones legislativas con Constitución, la facultad de desplazar e n su aplicación a la ley que estimen
contraria a la Constitución, o la de colmar las lagunas legislativas, interpretando
el reparto constitucional de las funciones públicas se h a puesto de relieve e n y deduciendo por sí mismos reglas de derecho para el caso concreto que deban
ordenamientos que poseen la acción específica y directa de inconstitucionalidad atender. Reglas que pueden alcanzar una eficacia similar a la de la ley si emanan
por omisión, como el Derecho portugués, e n el que el Tribunal Constituciorial de las sentencias de los Tribunales superiores, cuya función es la de unificar la
doctrina jurisprudencial, o de normas reglamentarias de eficacia general. Si esto
h a reconocido al legislador cierta discrecionalidad e n la deterniitiacióri del
fuere así, se vaciaría de contenido el principio de legalidad y se vulneraría la
momento e n que debe ser dictada una regulación legal requerida por la reserva de ley al ser sustituido el legislador por los otros Poderes del Estado,
Constitución "en lo tocante a una jerarquización y definicicín de prioridades cuando el sentido de ambos principios es el de asegurar el carácter insustituible
de realización de los diversos fines estadales o de las diversas necesidades de la ley como mediadora entre la Constitución y el Estado y la Sociedad, y su
función concretadora de las normas constitucionales e n el seno del ordenamiento
públicas"'8. jurídico".
Lo que no aceptarse, como luego expondremos, es que el legislador
Huelga apuntar que tal advertencia doctrinal descansa, e n algunos
ostente libertad para determinar si y e n qué medida desarrolla los preceptos
aspectos, sobre una concepción de las relaciones entre los jueces y la legislación
constitucionales, cualquiera sea su tipo o naturaleza, pues todos s o n
propia de los sistemas de control concentrado de la constitucionalidad,
componentes de u n conjunto jurídico de normatividad inobjetable frente al
particularmente e n lo que atañe al alcance que se le atribuye a la presunción
legislador y deinás órganos del Poder Público.
de constitucionalidad de la ley, que eximiría a ésta del control de los jueces
ordinarios, sólo facultados para plantear la cuestión de inconstitucionalidad si
estiman que la ley e n principio aplicable al caso es contraria a la Constitución.
Pero la objeción tiene una significación más general cuando se refiere a la
En íntima conexión con la objeción antes reseñada, se aduce que una tarea integradora que los jueces podrían desempeñar a n t e las omisiones
intervención judicial dirigida a colmar una omisión legislativa representaría legislativas, pues la existencia e n u n ordenamiento de u n sistema de control
también un quebrantamiento del principio de legalidad y de la reserva legal, difuso ( o mixto) de la constitucionalidad n o excluye la vigencia del principio
ya que los jueces n o actuarían con sujeción a la ley sino, precisamente, e n democrático y del Estado de Derecho, e n virtud de los cuales el órgano
ausencia de la inisma, y establecerían, mediante sus sentencias, los criterios legislativo, c o m o instancia deliberante y representativa, políticamente
jurídicos aplicables e n la materia carente de regulación legislativa, aun cuando
responsable, d e b e a d o p t a r las decisiones jurídico-Políticas d e mayor
ésta fuera de la expresa reserva legal. Según esta posición, claramente reseñada trascendencia, las cuales, al quedar e n leyes, trazan el marco dentro
por Villaverde:
del cual los tribunales h a n de cumplir la función jurisdiccional. Ello cobra
especial importancia cuando se trata de las materias cuya regulación está
El principio de legalidad y la reserva de la ley emergen. pues, como expresiones cotistitucionalmente reservada al parlamento.
de la posición del legislador conio custodio de la Constitución y de las libertades
individuales en ella garantizadas. De otra fornia, si n o pesara sobre la actuación S i n embargo, el principio de legalidad y la reserva legal n o deben ser
de la Administración y de los Tribunales la presunción iure et de iure de la
entendidos como u n obstáculo a la labor de interpretación e integración del
constitucionalidad de la ley, se atribuirán. por mor de In eficacia directa de la
Derecho que los jueces estári llamados a cumplir cotidianamente. El Estado de
Derecho presupone la existencia de un poder judicial capaz de administrar
justicia c o n independencia y d e tutelar de manera efectiva los dereclio:,

1 8 Sentencia 27611989, citada por Fernánde: Rodríguez, op clt , p. 155. 1 9 Op. cit., p. 28.
192 + LA P R O T E C C ~ ~DE
N LA C O N S T ~FRENTE
C ~ ~ANLAS OMISIONES LEGISLATIVAS

constitucionalmente reconocidos, lo cual con frecuencia exigirá atemperar el 5. EL ABANDONO DEL SUPUESTO AXIOMA DE LA JURISDICCI~N CONSTITUCIONAL
COMO LEGISLADOR NEGATIVO
texto de las disposiciones legales, en vista de las particularidades del caso, o
reinterpretarlo a la luz de la Constitución, como también acudir a preceptos C o n frecuencia se aduce, para fundamentar el rechazo a ciertas mo-
que regulen situaciones similares o a los principios generales del Derecho. Nada dalidades de control de la constitucionalidad de las omisiones legislativas, que
de esto choca con los principios señalados. los tribunales constitucionales deben mantenerse dentro del ámbito de su
Pero la labor integradora desempeñada por los jueces ante las omisiones función específica, la cual consistiría, guardando fidelidad con el pensamiento
legislativas puede ir más allá, es preciso observarlo, de las facultades indicadas, de Kelsen, en la de actuar como un legislador negativo.
que hoy son consubstanciales a la función judicial. Este plus estriba en que,
Es sobradamente conocida la caracterización kelseniana de los tribunales
ante la falta de regulación legislativa en una materia que constitucionalmente
constitucionales como legisladores negativos, conforme a la cual la anulación
la requiere, el juez, a partir de los datos que le ofrece el ordenamiento
de una ley como consecuencia necesaria de la declaratoria de su incons-
constitucional y legal pero sin que aquél predetermine una única solución como
titucionalidad sería una manifestación, e incluso un ejercicio, de poder
válida, procedería a cubrir la omisión legislativa para dotar de eficacia al
legislativo, pero de signo negativo o abrogatorio. Al parlamento, como legislador
precepto constitucional, con efectos en principio limitados al caso concreto
positivo, estaría reservada la creación de la ley, mientras que el tribunal
pero que se generalizarían en virtud de reglas jurídicas que puedan entrar en
constitucional participaría de la función legislativa, negativamente, al anular
juego, como la del precedente o la que establece, en nuestro Derecho, el carácter
las leyes que declare contrarias a la Constitución.
vinculante de las interpretaciones constitucionales sentadas por la Sala
Constitucional. Al respecto, dicho autor sostuvo:
Es aquí donde debe situarse el quid de la cuestión; no en la posibilidad
de que los jueces integren lagunas de la ley, ante la necesidad de resolver un El órgano al que está encomendada la anulación de las leyes inconstitucionales,
aunque reciba -por la indePendericia de sus m i e m b r o s la organización propia
caso no previsto expresamente en ella pero que está comprendido por su
de u n Tribunal, n o ejerce, sin eiribargo, verdaderainente una función
programa normativo, lo cual está fuera de discusión, sino en la facultad de los jurisdiccional. En la medida e n que se puede distinguir entre ellas, la diferencia
tribunales para colmar una laguna de la lepslación q u e de acuerdo con la entre la función jurisdiccional y la función legislativa reside ante todo e n que
Constitución no debería existir-, ante la necesidad de resolver un caso respecto esta crea normas generales mientras que aquélla sólo crea normas individuales.
( Puede dejarse aquí de lado el hecho de que incluso esta distinción de principio
del cual la Constitución sólo establece algunos parámetros de solución, sin y, e n particular, que el legislador -especialriiente el Parlamento- puede dictar
descender a todos los detalles, cuya determinación ha sido encomendada al también norriias individuales.) Ahora bien, anular una ley es dictar una norma
legislador. Luego analizaremos con mayor detenimiento esta problemática, general; porque la anulación de una ley tiene el mismo carácter de generalidad
cuando nos refiramos a lo que la Sala Constitucional del Tribunal Supreino de que su producción y no es, por así decirlo, sino producción con un signo negativo
y, por tanto, una función legislativa. U n Tribunal que tiene el p d e r de anular
Justicia ha denominado la "jurisdicción normativa". Por lo pronto, conviene las leyes es, por consiguiente, un órgano con Poder Legislativo. La anulaciíin de
afirmar que, si bien en principio sólo resulta lícito a los jueces constitucionales las leyes por un Tribunal puede, pues, interpretarse con igual razón más como
integrar lagunas de la legislación cuando es posible deducir de la Constitución reparto del Poder Legislativo entre dos órganos que como una intrusión e n el
Poder Legislativo2@.
la única solución correcta para el caso concreto sometido a su consideración,
no puede descartarse completamente que, para no desconocer la eficacia del
contenido mínimo o básico de alguna norma constitucional y dentro de los
límites que se mencionarán, los tribunales deban integrar provisionalmente
los parámetros constitucionales para dotarla de operatividad. 20 Kelsen, ¿Quién debe ser.. . , pp. 37-38.
Obsérvese que Kelsen, con el á n i m o d e hacer más aceptable la Esta visión kelseniana de la afinidad entre la función de los
introducción de la justicia constitucional e n Europa y de obviar los reparos y la de los tribunales constitucionales, ambas significativamente unidas al tejido
que ello podía generar desde una visión rígida de la separación de los poderes, de la política, menosprecia la sustancia propiamente jurisdiccional del control
aproximó los tribunales constitucionales cuya instauración preconizaba al poder judicial de la constitucionalidad de las leyes, y n o se corresponde, como
legislativo, aunque sin perder de vista completamente la diferencia entre las posteriormente reiteraremos, con la evolución de la justicia constitucional e n
funciones propias del parlamento y las de los tribunales constitucionales. Él el Derecho comparado, signada más bien por el afinamiento de la técnica
mismo aclararía que n o pueden identificarse, pues la libre creación del Derecho jurídica y por la búsqueda de la autoridad a través del Derecho. Sin embargo,
para la que aquél está facultado difiere de la labor de u n tribunal que, al anular históricamente h a tenido enorme repercusión la caracterización d e la
una ley, debe actuar fundamentalmente e n aplicación de las normas de la jurisdicción constitucional como legislación negativa, e n el sentido de conferir
Constitución2l. a los órganos que ejercen dicha jurisdicción una misión revisora de leyes ya
C o n todo, el pensamiento del autor sobre este asunto, inevitablemente dictadas, encaminada a depurar el ordenamiento jurídico de aquellas contrarias
teñido por su concepción general sobre el Derecho y la jurisdicción, n o separaba a la Norma Fundamental.
cualitativamente el ámbito de la decisión política perteneciente al legislador Ello también h a incidido e n la temática e n estudio, pues nada o muy
de la esfera interpretativa e integradora del Derecho propia de los tribunales, poco tendría que decir la jurisdicción constitucional ante la ausencia, total o
incluyendo a los constitucionales. A l igual que en relación con las sentencias parcial, de una previsión legal que de acuerdo con la Constitución debería
de tribunales que conozcan de cualquier otra materia (civil, penal o mercantil), existir. Ya n o se trataría del cuestionamiento de una norma dictada, con el
y aún en mayor grado, los pronunciamientos dictados e n ejecución del contro! propósito de expulsarla del ordenamiento, sino de proteger la Constitución
de constitucionalidad de las leyes contendrían importantes elementos políticos: ante la omisión del legislador. El acervo conceptual sobre el cual se levantaron
"Entre el carácter político de la legislación y el de la jurisdicción hay sólo una los tribunales constitucionales europeos, que ha influido significativamente
diferencia cmlitativa, n o c u a n t i t a t i ~ a " ~ ~ . e n muchos países latinoamericanos, no era el adecuado para responder a esta
Ahondando e n esta idea, Kelsen agregaría que: exigencia de la supremacía y, sobre todo, d e la fuerza normativa de la
Constitución.
La de que una Icy expcdida por el órgano legislativo sea anulada por Pero la visión de la jurisdicción constitucional como legislación negativa,
otro tjrgnrio. constitiiye una notable restricción al poder del primero, esta
posibilidad signitica qiic, al lado positivo, existe un legislador negativo, un órgano aunque h a repercutido poderosamente e n el devenir de la justicia constitucional
que piiede integrarse dc acuerdo con un principio totalmente diferente del que y ocasionalmente reaparece por inercia e n la jurisprudencia, ha sido solamente
sirve 'le base a la eleccicíri del parlamento por el pueblo. En esta hipótesis, casi un mito, que hoy se encuentra francamente superado.
resulta. ine~itrihlcun contlicto entre los dos legisladores, el positivo y el negativo.
La pugna puede aminorarbe, si se establece que los miembros del tribunal U n mito, porque los postulados sobre los que se asienta el control de la
constitucional deberán ser electos por el parlamentoZ3. constitucionalidad de las leyes, como lo son la garantía de la supremacía de la
Constitución y de su fuerza normativa, y los principios que le imponen
limitaciones, como la división de los poderes y el principio democrático, n o
21 Kelsen, "La garantie jurisdictionnelle de la Corirtirutio~i",Rrtiue dc droit public, 1928, p. exigen que los jueces o tribunales constitucionales actúen sólo negativaiiieiire,
226. con pronunciamientos de efectos ablativos o supresores sobre la ley. Lo cliic
22 Kelsen, ¿Quién debe ser.. . , op. cit., p. 19. reclaman es la protección de la Constitución frente a las acciones u oiiii>ioiic.:,
23 Kelsen, Teoría. . . , op. cit. p. 318.
legislativas, mediante instrumentos procesales que h a n de ejercerse siii risiirpir
196 LAP R O T E C C I ~ NDE LA CONSTITUCI~N
FRENTE A LAS OMlSIONEC LEGISLATIVAS JESÚS MAR~A
CASAL
H. 197

1:
la potestad legislativa, lo cual no necesariamente ha de lograrse, una vez que la ordenamiento- e n cualquiera de los sistemas asentados de jurisdicción
, ! constitu~ional~~.
inconstitucionalidad ha sido constatada, por medio de una sentencia anulatoria. 1 ,

La respuesta anulatoria puede en ocasiones resultar más dañina, desde la óptica


En este contexto, pierde consistencia cualquier crítica al control de
de los bienes constitucionales involucrados y del principio de división de los
constitucionalidad de las omisiones legislativas que intente apoyarse en una
poderes, que la supervivencia de la ley cuestionada hasta la intervención del
concepción de la jurisdicción constitucional corno legislación negativa, por
legislador, en los términos y plazos que el propio fallo puede establecer; e n
carecer de respaldo teórico y estar alejada de la realidad.
otros casos, la anulación resulta simplemente imposible, como ocurre cuando
nos hallamos ante una omisión absoluta del legislador. Es preciso, sin embargo, advertir que la transformación producida en el
funcionamiento de los órganos de la jurisdicción constitucional, en lo que
Por estas y otras razones que no sería pertinente abordar aquí, las cortes
concierne a la diversificación de los fallos de inconstitucionalidad, no debe
o tribunales constitucionales, europeos24y latinoamericano^^^, acuden, cada
crear la falsa impresión de que ahora se perfilan como legisladores positivos, en
vez con más frecuencia, a tipos de sentencia que difieren de la completa
virtud de las facultades que se les reconocen para dictar, junto a las clásicas
desestimación de la inconstitucionalidad y de la anulación inmediata del
sentencias anulatorias del precepto legal inconstitucional, pronunciamientos
precepto, tales como las sentencias interpretativas, que determinan la
que salvan la ley cuestionada mediante su reconstrucción interpretativa o
significación que debe atribuirse al precepto para excluir la inconstitucionalidad
mediante una simple declaración de inconstitucionalidad acompañada de
o que desechan una interpretación del precepto considerada contraria a la
directrices sobre la forma en que debe ser corregida.
Constitución; las de nulidad parcial cualitativa (para algunos una modalidad
de las anteriores), que sustraen del ámbito de aplicación de un precepto, sin La jurisdicción constitucional, si quiere seguir siéndolo, no puede asumir
alterar su texto, situaciones que podían estimarse incluidas en el mismo; las la posición del legislador en el proceso de creación del Derecho. No es legislador
que difieren los efectos anulatorios; las aditivas, llamadas así por la doctrina ni negativa ni positivamente, pues cuando anula un precepto legal lo hace
italiana porque extienden el alcance de un precepto a supuestos n o porque la preservación de la supremacía de la Constitución impone la exclusicín
comprendidos en el enunciado legal; y las de incompatibilidad con la de una ley incompatible con sus disposiciones, y cuando acude a otras
Constitución o meramente declarativas de la inconstitucionalidad de la norma modalidades de sentencias, lo hace por entender que son un medio más efectivo
legal, desprovistas de efectos anulatorios, a menudo acompañadas de y razonable para proteger la Constitución globalmente considerada, no porque
reco~nendacioneso exhortaciones dirigidas al legislador. pretenda establecer la regulación jurídica que le parezca más conveniente en
una determinada materia. Tanto en el primero como en el segundo caso, la
De ahí que en la doctrina española se haya aseverado que, ante las
intervención de la jurisdicción constitucional puede tener una incidencia
sentencias mediante las cuales los tribunales constitucionales rompen con el
positiva sobre el legislador, por cuanto la anulación de un precepto legal
molde artificial que equiparaba su función a una legislación negativa:
frecuentemente motiva la aprobación de un precepto sustitutorio, conforme
con la Constitución, elaborado teniendo en cuenta los fundamentos de la
Poco han de valer exorcismos doctrinales e n torno a una imagen del 'legislador
negativo' que no fue nunca realidad generahada e n sitio alguno y que hoy, sentencia correspondiente. En ambos, por otro lado, puede resultar alterada la
resueltamente, carece de toda verosimilitud -por causa de la complejidad del distribución constitucional de las funciones públicas, ya que la libertad de
configuración normativa o libertad política del legislador se ve menoscabada
24 Jiménez Campo, op. cit., pp. 124 y ss. por todo pronunciamiento que abandone los parámetros jurídicos que el
25 Lozano Villegas, Germán, El valor normativo de las sentencias de la Corte Constitucional,
Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2000. 26 Jiménez Campo, op. cit., p. 114.
198 + LA PROTECCI~N
DE LA C O N S T ~ UFRENTE
CI~N A LAS OMISIONES LEGISLATIVAS

i~
Derecho constitucional ofrece y se centre en valoraciones de oportunidad o para aludir a violaciones de la Constitución derivadas no de una acción sino
conveniencia, o que produzca un efecto normativo no querido por el legislador de una omisión del legislador, y sólo de éste27;en catnbio, otros, bajo la óptica
ni exigido por la Constitución, sin que sea relevante la forma expresiva, positiva del ordenamiento jurídico q u e analizan, incluyen d e n t r o d e la
o negativa, empleada en la sentencia. inconstitucionalidad por omisión los diversos supuestos de inconstitucionalidad
originados en la falta de producción de normas jurídicas, aunque no deban
No se pretende negar la carga política que suele ir adosada a los fallos
emanar del legislador, como sucede en la doctrina argentina, dado que la
constitucionales. Pero ello no debe conducir a desconocer la especificidad de
Constitución de la Provincia de Río Negro, única que contiene en ese país
la labor jurisdiccional cumplida por las cortes o tribunales constitucionales, u
una regulación específica sobre la materia, n o limita la acción de incons-
órganos similares, los cuales han de resolver las cuestiones planteadas dentro
de los linderos de la interpretación constitucional y del Derecho que le sirve titucionalidad por omisión al ámbito de actuación del legislador (provincial)28.
de base, sin perjuicio de los ingredientes políticos que puedan entrar en juego. Por otro lado, algunos consideran más exacta la alusión a la "dejación o
Estas observaciones poseen especial relevancia en relación con la inactividad" del legislador, por la vinculación del término "omisión" al Derecho
regulación de la declaratoria de inconstitucionalidad por omisión e n la penal y a la responsabilidad individual, mientras que para otros el vocablo
Constitución venezolana, pues e n ella se alude a la facultad de la Sala inactividad posee una neutralidad de la que aquél carecería, al estar el concepto
Constitucional para indicar, de ser necesario, los "lineamientos" que h a de de omisión relacionado con la infracción de normas jurídicas, por lo que
seguir el legislador para reparar la omisión inconstitucional constatada (art. consideran preferible este último29.
336, num. 7), facultad que debe ser ejercida con suma prudencia y siempre con En este sentido, es frecuente observar en la doctrina que el concepto de
base en el Derecho, como luego explicaremos. En modo alguno cabe ver en "oinisión legislativa" implique por sí solo la inobservancia de la C o n s t i t u ~ i ó n ~ ~ ,
esa previsión constitucional una invitación al cumplimiento, por la Sala mientras que se acude a las expresiones "inactividad" o "silencio" cuando la
Constitucional, de funciones legislativas de las que carece. pasividad del legislador no es censurable constitucionalinente, dado quc la
Constitución a menudo faculta al legislador pero no lo obliga a legislar en una
III. EL CONCEPTO DE OMISIÓN LEGISLATIVA materia determinada, amén de la existencia de silencios del legislador que
(INCONSTITUCIONAL) desde el punto de vista temporal pueden ser tolerados.
E En vista de tales divergencias, resulta conveniente, antes que perderse
1 en la multiplicidad de términos y concepciones relacionados con la materia
Son múltiples las perspectivas desde las cuales se examina el concepto objeto de estudio, reiterar que en este trabajo se analizan los silencios o la
de omisión legislativa, n o existiendo coincidencia ni siquiera en relación con inactividad del legislador desde la perspectiva del control judicial dirigido a
la terminología empleada para identificar la figura. proteger la Constitución de las violaciones a sus preceptos que de aquéllos
puedan derivarse. Escapa a nuestros fines el examen del control judicial de la
Esto se explica bien por diferencias de criterio respecto de su significación
o alcance, bien por la variada regulación del instituto, o la ausencia de la misma,
en los distintos países en que ha sido objeto de estudio.
27 Fernándei Rodríguez, op. cit., pp. 81 y SS.
Se suele emplear la expresión "inconstitucionalidad por omisión" para 28 Cfr. Sagiies, op. cit., pp. 109 y SS;y, del mismo autor, La interpretaciónjudicial de laConstitución,
Buenos Aires, Depalma, 1998 pp. 175 y SS.
referirse a la figura, pero hay diferencias importantes al definir el abanico de 29 Cfr. Fernández Rodrígiiez, op. cit., pp. 68 y SS.
situaciones comprendidas en ella. Así, algunos autores emplean tal expresión 30 Cfr. Gomes Canotilho, Direito.. ., pp. 1089 y SS.
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creemos que deba incluirse e n el concepto de inconstitucionalidad por omisión se emplea para referirse a los derechos fundamentales. En cualquier caso, importa
la alusión al transcurso de un tiempo "excesivamente largono "demasiado largo". observar que la imposibilidad de calificar una norma constitucional como
Resulta preferible aludir, siguiendo a Sagües, al concepto de "plazo r a ~ o n a b l e " ~ ~ , generadora de u n mandato concreto de legislar, n o implica que deba quedar
n o exento de contornos poco nítidos pero preferible a expresiones y visiones fuera de consideración al apreciar la existencia de una inconstitucionalidad
que ponen el acento e n la discrecionalidad del legislador e n la elección del por omisión, ya n o por la falta de desarrollo del mandato, sino por la regulación
momento e n que h a de ser desarrollada una norma constitucional. incompleta o deficiente de alguna materia, e n contravención de la Cons-
titución.
La alusión a la existencia de un mandato concreto de legislar, que tiene
i m p o r t a n c i a e n r e l a c i ó n c o n a l g u n a s d e las m a n i f e s t a c i o n e s d e la La referencia a un mandato constitucional de legislar implica que el
inconstitucionalidad por omisión, parte de la distinción entre las exigencias legislador carece de libertad e n cuanto a la determinación de la necesidad del
constitucionales concretas de legislar y el deber general de legislar que puede desarrollo legislativo, pues el mandato entraña una orden o exigencia relativa
colegirse de ciertas normas-fin o normas-tarea abstractamente impositivas a la aprobación de una norma. Así, encontramos u n mandato de legislar e n el
contenidas e n las Constituciones. Entre las primeras se encontrarían, según artículo 70 de la Constitución, según el cual: "La Ley establecerá las condiciones
Gomes Canotilho, las normas de la Constitución portuguesa que obligan al para el efectivo funcionamiento de los medios de participación previstos e n
establecimiento y actualización del salario mínimo nacional; a la organización este artículo". Esta remisión a la ley n o cumple sólo la función propia de la
coordinación y financiamiento de u n sistema de seguridad social unificado y reserva legal, cual es habilitar exclusivamente al legislador para regular esta
descentralizado; y a la creación de u n sistema nacional de salud. Entre las materia, sino que además comporta una orden de proceder e n tal sentido.
segundas se mencionan los principios rectores de la organización económica,
En cambio, a menudo la Constitución remite al legislador la regulación
como "promover el aumento del bienestar social y económico y de la calidad
de una materia sin imponerle el deber de hacerlo, por lo que n o cabría hablar
de vida del pueblo, e n especial de las clases más desfavorecidas". La falta de
de mandato. Esta clase de remisiones la encontramos, por ejemplo, e n el artículo
desarrollo de estos principios sería contraria a la Constitución, "pero su
44, numeral 1, de la Constitución, con arreglo al cual la persona detenida por
concreción depende esencialmente de la lucha política y de los instrumentos
imputársele la comisión de u n hecho punible "Será juzgada e n libertad, excepto
derno~ráticos"~~.
por las razones determinadas por la ley y apreciadas por el juez o jueza e n cada
S e suele considerar que n i d e los valores superiores o principios caso". Esta alusión a la ley n o implica u n mandato de legislar, sino que se
constitucionales, n i de la Constitución como conjunto normativo puede traduce e n la prohibición de que las excepciones al juzgamiento e n libertad
derivarse u n mandato concreto de legislar34. Esto resulta aceptable hasta u n sean fijadas por una norma o acto distinto a la ley. S i n embargo, corresponde al
cierto punto. Así, cabe afirmar que del reconocimiento del valor superior de la legislador decidir si conviene establecer tales excepciones y e n qué términos,
libertad y de la justicia, o de la proclamación del Estado como u n Estado social, que deben ser compatibles con la proclamación constitucional de la libertad
n o se deducen tales mandatos. Pero n o puede rechazarse de plano la presencia personal y de la presunción de inocencia.
de éstos e n normas contentivas de principios constitucionales, sobre todo si
En estos supuestos de simple remisión y autorización al legislador para
tenemos e n cuenta los diversos sentidos e n que se usa este concepto, que incluso
regular una materia, n o existe mandato alguno de legislar, sino una facultad
que el legislador puede emplear e n uso de su libertad de configuración nor-
32 "La acción de inconstitucionalidad...", op cit., pp. 112 y cs. mativa, siempre dentro de los límites constitucionales. Por tanto, la falta de
33 Op. cit., p. 1089-1090. aprobación de la legislación correspondiente n o comportaría una incons-
34 Fernández Rodríguez, op. cit. p. 87. titucionalidad por omisión.
n o sobre lo que la norma constitucional ordena o permite hacer, prescripciones
El mandato concreto de legislar cuya falta de desarrollo puede originar
que obligan desde la entrada en vigor de la Constitución''.
una inconstitucionalidad por omisión no necesariamente ha de estar
expresamente formulado en un precepto constitucional, como en alguna ocasión Para Villaverde, la omisión legislativa se produciría en virtud de una
sostuvo el Tribunal Constitucional español. Puede encontrarse implícito en norma implícita (por lo general excluyente) que se derivaría del silencio del
tal precepto. Así, del artículo 81 de la Constitución se desprende un mandato legislador, la cual podría dar lugar a la creación o conservación de una situación
concreto de legislar en relación con la promoción de la igualdad de contraria a la Constitución. Frente a estas omisiones el remedio no consistiría
oportunidades de las personas con discapacidad o necesidades especiales, a en un control abstracto de la constitucionalidad de la omisión, sino en la
pesar de que la remisión a la ley contenida en este precepto no esté formulada utilización de los instrumentos ordinarios de la justicia constitucional para
de modo imperativo ("de conformidad con la ley"). Este mandato puede ser contrarrestar sus efectos, tales como el amparo ante el Tribunal Constitucional.
desarrollado mediante una ley especial o mediante la reforma de algunas leyes
A nuestro juicio, el enfoque del autor, aunque tiene la virtud de poner
vigentes. Igualmente, del artículo 84 de la Constitución se colige un mandato
de relieve la pluralidad de respuestas jurídicas articulables ante las omisiones
concreto de legislar, aunque carezca de una remisión expresa a la ley.
legislativas y sus efectos, excluye sin razón del concepto de omisión
Se ha criticado la inclusión, dentro de las manifestaciones de la inconstitucional supuestos que indudablemente lo conforman, como la falta
inconstitucionalidad por omisión, de los supuestos en que el legislador de desarrollo de mandatos constitucionales de legislar dentro de un plazo
permanece pasivo o silente ante un mandato de legislar, particularmente cuando razonable. Además, no podemos compartir la tesis de que esté reservada al
nos hallamos ante una omisión absoluta y la Constitución no ha fijado un legislador la valoración sobre la oportunidad para la aprobación de las leyes
plazo para la aprobación de la normativa respectiva. En este sentido se ha exigidas por preceptos de la Constitución, por la sola circunstancia de que ésta
expresado: no haya precisado el plazo específico en que cada una debe ser dictada. Por
otro lado, la admisión de una acción directa y abstracta contra omisiones
El hecho de que la Constitución n o imponga plazo alguno a los cometidos absolutas del legislador dependerá de la regulación de cada ordenamiento
encomendados al legislador debe interpretarse, según nuestro parecer, como un jurídico, y obviamente no excluye la protección de la Constitución ante
permiso al legislador para que sea él quien decida sobre el momento oportuno
para realizar la encomienda. Ese juicio de oportunidad pertenece al ámbito situaciones concretas lesivas de sus preceptos derivadas del silencio legislativo,
competencial del legislador y a nadie más. Por este motivo la cuestión del plazo aún antes de que éste merezca ser censurado, en abstracto, por inconstitucional.
es irrelevante para determinar si el silencio vulnera o n o la Constitución, pues En el examen de la constitucionalidad de cstas situaciones concretas, la
la existencia de la vulneración es independiente del transcurso del tiempo. El
plazo, si la Constitución no lo impone expresamente, pertenece, a estos efectos
razonabilidad del tiempo transcurrido puede jugar, por cierto, un papel relevante,
al mundo de La decisión política, n o a la jurídica. El deber constitucional n o en ocasiones determinante.
consiste el hacer algo en un determinado plazo, sino e n hacerlo desde el niomento
en que la Constitución está vigente; aunque la fijación de ese momento quede Es determinante cuando del propio precepto constitucional se deriva la
al albur de la decisión del legislador. Si el legislador puede decidir sobre cuándo necesidad de adaptar algunas situaciones jurídicas a las circunstancias
cumplir con el permiso la orden constitucional sobre la determinación del imperantes en cada momento. Así, en Argentina, la Corte Suprema de Justicia
momento temporal para cumplir la encomienda constitucional hace preciso,
para transformar el silencio legislativo e n una omisión inconstitucional, que ese
de la Nación, al conocer de un recurso extraordinario contra la sentencia dictada
silencio conserve o genere una situación contraria a la Constitución. Este es el en una acción de amparo interpuesta por jueces que consideraban vulnerada
preciso instante e n el que se infringe la Constitución, y no a partir del cómputo
de cierto plazo razonable para cumplir con el mandato o permiso constitucionales.
Ese permiso sobre el plazo para ejecutar el mandato recae sobre el cuándo, pero
35 Villaverde, op. cit, p. 44.
posible, al estribar la ilicitud de la ley en su silencio o parquedad, contrarios a
la garantía de intangibilidad de las remuneraciones judiciales reconocida por
una exigencia c o n s t i t ~ c i o n a l ~ ~ .
la Constitución argentina, confirmó la protección de los actores ante la falta
de actualización de sus sueldos a pesar de la inflación producida, omisión
imputable al legislador36.
El paso del tiempo puede igualmente ser relevante en los casos de
Son múltiples las clasificaciones de las omisiones legislativas que han
inconstitucionalidades por omisión que se derivan no de la completa ausencia
sido efectuadas por la doctrina. No pretendemos exponerlas en su totalidad,
de una regulación legal postconstitucional sobre alguna materia, sino de la
sino tan sólo referirnos, en primer lugar, a las de mayor aceptación, para luego
falta de adaptación o mejora de tal regulación, ante un cambio de circunstancias
ensayar una tipología que tenga en cuenta no tanto las dimensiones de la
que se aparta del pronóstico que sirvió de base a la legislación existente 37 .
omisión, cuanto la causa que la produce.
Finalmente, es preciso referirse a una vertiente formal del concepto de
omisión legislativa, como lo es la distinción entre los casos en que la
A) Omisiones absolutas y relativas
inconstitucionalidad se subsume en el esquema clásico de las acciones
legislativas y los que pertenecerían a la categoría de las omisiones legislativas.
Es bien conocida la distinción de Wessel entre omisiones legislativas
Al respecto, h a sido defendida la tesis de la intercambiabilidad entre absolutas y relativas. Las primeras se producirían en virtud de la total ausencia
impugnaciones por comisión o por omisión, o sea, la tesis según la cual la de desarrollo legal de la norma constitucional, mientras que las segundas
inconstitucionalidad por omisión observada en una ley siempre podría ser implicarían la regulación parcial de una materia, con exclusión de supuestos o
reconducida a una inconstitucionalidad por comisión o acción de la misma relaciones que no debían ser omitidos en atención al principio de igualdad. A
ley, por lo que la diferencia entre ambas categorías sería sólo una cuestión de partir de esta distinción se han incluido denrro de la omisión relativa o parcial
perspectiva, carente de contenido sustancial3Y .
otros casos en que el tratamiento incompleto o defectuoso de una materia
Tal tesis se h a propuesto, lógicamente, respecto de las omisiones relativas, lcsiona la C o n s t i t ~ c i ó n ~ ~ .
pues es aquí donde podría presentarse la confusión. Estimamos, sin embargo, La omisicín absoluta lesiva de la Constitucicín presupone un deber de
que sí existe una diferencia objetiva entra ambas modalidades de inconsti- legislar no desarrollado, en tanto que la omisión relatlva se origina no
tucionalidad: la inconstitucionalidad por acción legislativa se produce cuando simplemente en la regulación parcial de una materia, que por sí sola no entraña
lo sostenido o establecido en el texto legal es contrario a la Constit~ción, 1 inconstitucionalidad alguna, sino en la regulación parcial o incompleta de
mientras que la inconstitucionalidad por omisión legislativa existe cuando el una mareria cuando la Constitución exigía que tuviera mayor alcance. Al
vicio de la ley reside n o en lo que dice sino en lo calla. En ambos supuestos la respecto, conviene aclarar que, como manifestación de su libertad de
ley estaría viciada de inconstitucionalidad, pero en el primer caso es posible configuración normativa, el legislador puede optar entre dictar una regulación
referir directamente la ilicitud de la ley a lo afirmado en artículos, párrafos,
frases o incisos de un precepto legal, en tanto que en el segundo ello no será

i 39 En igual sentido, pero basándose e n el concepto dc norma implícita, vid. Villaverde, op.
3 6 Cfr. Bazán, op. cit., pp. 8 6 y SS. cit., p. 52 y 191.
37 Cfi-. Schlaich, Klaus, op. cit., pp. 292 y SS.;Canotilho, op. cit. p. 1091.
40 Cfr. Ahumada Ruiz, María Angeles, "El coritrol de consritucionalidad de las omisiones
3 8 Es la tesis de Peter Lerche y Requejo Pages, recogida por Villaverde, ol>.cit., pp. 131 y 191, legislativas", Revista del Centro de Estudios Constitucionales, 8 , 1991, p. 172.
entre Otras.
208 + LA P R C ~ ~ E C CDE
I~NLA CONST~TUCI~N
FRENTE A LAS OMISIONES LEGISLATIVAS JESÚS MAR~A
CASAL
H. • 209

unitaria de una materia o hacerlo de manera ~ a r c i aol sucesiva, a menos que la b) Por violación (omisiva) de directrices constitucionales sobre contenido de
Constitución imponga el deber de seguir la primera alternativa. las leyes

Sin desconocer la importancia de esta clasificación general, es preciso En íntima conexión con el supuesto anterior se encuentran los casos en
esbozar los principales supuestos que pueden generar una omisión legislativa que los preceptos constitucionales enuncian directrices sobre el contenido de
inconstitucional, sea ésta absoluta o parcial, que serán enunciados a las leyes que sean dictadas para desarrollarlos, cuyo incumplimiento puede
continuación. revestir la forma de la omisión legislativa. Se trataría de omisiones relativas,
pues no habría una absoluta dejación legislativa, sino una actuación legislativa
que merece ser censurada por parcial o incompleta a la luz de lo ordenado por
B) Las omisiones legislativas según sus causas
el precepto constitucional. Así, la legislación que debe dictarse para proteger
-
los derechos de los pueblos y comunidades indígenas, en los términos del artículo
a) Por inobservancia de mandatos concretos de legislar 119 de la Constitución, sería inconstitucional, por omisión, si n o garantiza su

El supuesto más claro de inconstitucionalidad por omisión, pese a que participación en la demarcación del hábitat indígena, como también lo sería
no está exento de polémicas y ulteriores distinciones, a las que ya nos referimos, la legislación sobre régimen municipal, si no establece las opciones para la
es el del incumplimiento de mandatos constitucionales de legislar. Esta clase organización del gobierno y administración local e n los Municipios con
d e omisiones, q u e Sagües certeramente designa c o n la expresión población indígena, a tenor del artículo 169 de la Constitución.
inconstitucionalidad por "mora"41, suponen la falta de desarrollo legal de algún
precepto constitucional dentro del plaz« establecido por la Constitución O c ) Por incumplimiento del deber de protección de los derechos constitucionaíes
dentro del plazo razonable que se pueda deducir de las circunstancias. La
inactividad del legislador durante esos lapsos es lo que permite hablar de una La teoría general de los derechos fundamentales ha evolucioria~~», en
violación de la Constitución, aun cuando antes del vencimiento de los lapsos medio de importantes polé~nicasque no pueden considerarse cerraclas, en la
respectivos, el fijado por la Constitución o el que se derive de la valoración dirección de añadir a la sustancia original de los derechos fundamentales cc)Ino
judicial, el legislador haya incurrido en una inactividad o silencio. Nótese que, derechos subjetivos que reconocen al individuo esferas de libertad, elcinentos
cuando la Constitución prevé un lapso para la aprobación de alguna ley, suele objetivos que, sin negar esa base subjetiva, enfatizan su signific;ición insti-
establecer un plazo máximo, no un término, por lo que la sanción de la ley tucional o gcneral en el sistema jurídico, así como las implicaciones de la fclnción
justo antes de que ese plazo venza no es indiferente para la Constitución, aunque objetiva que tales derechos están llamados a cumplir en un Estado Social y
no inuedaser tildado de inconstitucional. Algo similar ocurre con las omisiones Democrático de Derecho.
legislativas que puedan ser calificadas de razonables, a pesar de su duración, en Expresión de esa conceptualización de los derechos fundainentales es el
atención a las particularidades de cada caso. reconoci~nientode los deberes de actuación o prestación que la consagración
constitucional de estos derechos comporta para el Estado, entre los cuales
subresale la obligación de protegerlos frente a las amenazas o daños que puedan
sufrir por la acción de los órganos del Poder Público o de los particulares. A
partir de la influyente, aunque no exenta de críticas, construcción doctrinal
de Haberle sobre los derechos fundamentales en el Estado de prestaciones, se
41 "La acción de inconstitucionalidad...", op. cit., p. 112. han desarrollado tales obligaciones de protección (Schut:pflichten), en virtud
unitaria de una materia o hacerlo de manera parcial o sucesiva, a menos que la b) Por violación (omisiva) de directrices constitucionales sobre el contenido de
Constitución imponga el deber de seguir la primera alternativa. las leyes

Sin desconocer la importancia de esta clasificación general, es ~ r e c i s o En íntima conexión con el supuesto anterior se encuentran los casos en
esbozar los principales supuestos que pueden generar una omisión legislativa que los preceptos constitucionales enuncian directrices sobre el contenido de
inconstitucional, sea ésta absoluta o parcial, que serán enunciados a las leyes que sean dictadas para desarrollarlos, cuyo incumplimiento puede
continuación. revestir la forma de la omisión legislativa. Se trataría de omisiones relativas,
pues no habría una absoluta dejación legislativa, sino una actuación legislativa
que merece ser censurada por parcial o incompleta a la luz de lo ordenado por
B) Las omisiones legislativas según sus causm
el precepto constitucional. Así, la legislación que debe dictarse para proteger
los derechos de los pueblos y comunidades indígenas, en los términos del artículo
a) Por inobservancia de mandatos concretos de legislar 119 de la Constitución, sería inconstitucional, por omisión, si no garantiza su
participación en la demarcación del hábitat indígena, como también lo sería
El supuesto más claro de inconstitucionalidad por omisión, pese a que
la legislación sobre régimen municipal, si no establece las opciones para la
no está exento de polémicas y ulteriores distinciones, a las que ya nos referimos,
organización del gobierno y administración local en los Municipios con
es el del incumplimiento de mandatos constitucionales de legislar. Esta clase
población indígena, a tenor del artículo 169 de la Constitución.
de omisiones, que Sagües certeramente designa c o n la expresión
inconstitucionalidad por "mora"41, suponen la falta de desarrollo legal de algún
precepto constitucional dentro del plazo establecido por la Constitución o c ) Por incumplimiento del deber de protección de los derechos constitucionales
dentro del plazo razonable que se pueda deducir de las circunstancias. La
inactividad del legislador durante esos lapsos es lo que permite hablar de una La teoría general de los derechos fundamentales ha evolucionada, en
violación de la Constitución, aun cuando antes del vencimiento de los lapsos medio de importantes polémicas que no pueden considerarse cerradas, en la
respectivos, el fijado por la Constitución o el que se derive de la valoración dirección de añadir a la sustancia original de los derechos fundamentales como
judicial, el legislador haya incurrido en una inactividad o silencio. Nótese que, derechos subjetivos que reconocen al individuo esferas de libertad, elementos
cuando la Constitución prevé un lapso para la aprobación de alguna ley, suele objetivos que, sin negar esa base subjetiva, enfatizan su signific.1-' , ~ i c í ninsti-
establecer un plazo máximo, no un término, por lo que la sanción de la ley tucional o general en el sistema jurídico, así como las i~nplicacionesde la f~inción
justo antes de que ese plazo venza no es indiferente para la Constitución, aunque objetiva que tales derechos están llamados a cumplir en un Estado Social y
no ~ u e d ser
a tildado de inconstitucional. Algo similar ocurre con las omisiones Democrático de Derecho.
legislativas que puedan ser calificadas de razonables, a pesar de su duración, en Expresión de esa conceptualización de los derechos funciamentales es el
atención a las de cada caso. reconocimiento de los deberes de actuación o prestación que la consagración
constitucional de estos derechos comporta para el Estado, entre los cuales
sobresale la obligación de protegerlos frente a las amenazas o daños que puedan
sufrir por la acción de los Grganos del Poder Público o de los A
partir de la influyente, aunque no exenta de críticas, construcción doctrinal
'
de Haberle sobre los derechos fundamentales en el Estado de prestaciones, se
41 "La acción de inconstitucionalidad...", op. cit., p. 112 han desarrollado tales obligaciones de protección (SchiitzfZichtrn), en virtud
de las cuales, por ejemplo, la libertad de expresión obligaría al Estado a dictar Las leyes violatorias de ese reparto competencia1 a menudo lo serán por acción,
medidas, normalmente legislativas, para asegurar un mínimo pluralismo en el pero en ocasiones emerge la figura de la inconstitucionalidad por omisión.
ámbito de los medios de comunicación y su independencia respecto del Estado; Es ilustrativo un caso de la jurisprudencia constitucional española
los derechos a la vida y a la integridad personal, en conexión con el deber de examinado por Jiménez Campo, que podría visualizarse bajo la óptica de la
preservar un ambiente sano, habrían de traducirse en la necesaria existencia inconstitucionalidad por omisión. La Ley General Presupuestaria, en una
de procedimientos participativos para la adopción de las decisiones públicas materia que repercutía en las competencias de las Comunidades Autónomas,
que afecten dichos bienes jurídicos; y la libertad científica, en el ámbito tan sólo establecía que éstas debían ser "oídas", lo cual fue considerado
universitario, exigiría garantías de organización, y de procedimiento (y insuficiente por el Tribunal Constitucional, que exigió al legislador articular
participación), adecuadas para que ese derecho pueda ejercerse efectivamente4'. una forma más intensa de cooperación43.
A ello se suman las obligaciones internacionales del Estado venezolano
en materia de derechos humanos, entre las que sobresale la obligación de respeto
e) Por vulneración del principio de igualdad
y garantía de estos derechos, consagrada en los principales tratados
internacionales sobre derechos humanos, hoy constitucionalizados (art. 23), Como ya señalamos, los casos más enlblenláticos de inconstitucionalidad
la cual implica no sólo una abstención de las autoridades, sino también el por omisiones relativas del legislador, se relacionan con la exclusión (silente)
deber de amparar estos derechos frente a las lesiones de que puedan ser objeto. de algunas categorías de personas o situaciones del ámbito de aplicación de un
Pues bien, la inconstitucionalidad de la ley que regule o afecte un derecho precepto que concede algún beneficio, contraviniendo el principio de igualdad,
constitucional puede derivarse del incumplimiento de ese deber de protección, que también representa un derecho constitucional.
que frecuentemente se originará en una omisión de la ley correspondiente, La jurisprudencia constitucional alemana ha declarado, por ejemplo, la
aunque no exista una directriz específica en el artículo que consagra el derecho incompatibilidad con la Ley Fundamental (art. 3 11) de una norma de una ley
de que se trate. Es preciso aclarar, no obstante, que. el control judicial ejercido estada1 que garantizaba a las mujeres trabajadoras con un hogar a su cargo un
frente a estos defectos o insuficiencias de la legislación no estaría dirigido a día libre al mes para el trabajo en casa, pero que no decía nada respecto de los
asegurar un nivel óptimo de protección de tales derechos, sino un mínimo 1
imprescindible. 1
La expresión "exclusión arbitraria o discriminatoria de beneficio", bajo
i
1
el influjo de la jurisprudencia constitucional alemana, comprende estos
d ) Por desconocimiento del reparto constitucional de competencias supuestos, que ofrecen ciertas dificultades desde el costado de la respuesta
jurídica adecuada para afrontarlos. Los tribunales constitucionales han
En ocasiones la jurisprudencia constitucional ha acudido a la figura de i encarado, sin embargo, estas omisiones legislativas, bien sea a través de los
la omisión legislativa al examinar leyes contrarias al reparto constitucional de pronunciamientos meramente declarativos de la inconstitucionalidad omisiva
competencias, que no reconocían la participación de los entes federados en la d e la ley, que remiten por entero al legislador la correcci6n de la
toma de decisiones que incidían en competencias concurrentes o compartidas. inconstitucionalidad, bien sea mediante sentencias que, adicionalmente,
-

42 Vid. Alexy, Robert, Teoría de los Derechos Fundanientales, Madrid, Centro de Estudios
Constitucionales, 1993, pp. 454 y SS.;Sachs, Michael, Verfassungsrecht I I (Grundrechte), 43 Op. cit., p. 124.
Springer, BerlinIHeidelbergmew York, 2000, pp. 41 y SS. 44 Cfr. Schlaich, op. cit. p. 281
2 12 LAP R O T E C C ~ ~DE
N LA CONST~TUCI~N
FRENTE A LAS OMISlONES LEGISLATIVAS

exhortan a los jueces ordinarios para integrar e n los casos concretos las lagunas La diferencia fundamental, sin embargo, que generalmente pasa
generadas hasta que se produzca la intervención legislativa, o extienden inadvertida, entre la omisión legislativa y la laguna estriba e n que ésta última
inmediatamente los efectos de la ley a las situaciones indebidamente preteridas, e n principio presupone la necesidad y la posibilidad de ser colmada mediante
como luego reiteraremos. los métodos jurídicos de i n t e g r a ~ i ó n mientras
~~, que la primera no. Se habla
de laguna cuando la ley reclama úna solución jurídica e n relación con un caso
n o contemplado e n ella y que debe ser resuelto, atendiendo al plan de la ley,
mediante la integración. En cambio, la omisión legislativa es u n n o hacer del
legislador que, según las circunstancias, puede merecer el reproche de la
C o n frecuencia se relaciona el concepto de omisión legislativa con el de inconstitucionalidad, pero n o necesariamente implica n i genera una laguna.
laguna, bien para subrayar sus profundas diferencias, bien para poner de relieve La falta de sanción de la legislación sobre las haciendas públicas estadales o
su íntima conexión. Conviene aproximarnos a la distincihn entre ambas sobre el cuerpo d e p o l i c í a n a c i o n a l , por e j e m p l o , c o m p o r t a u n a
nociones, para luego examinar el importante papel de la aplicación directa de inconstitucionalidad por omisión, al haber transcurrido el plazo establecido
las normas constitucionales como respuesta jurídica ante la inactividad del e n la Constitución para su aprobación, pero n o genera una laguna e n sentido
legislador. estricto, que pueda ser llenada mediante la integración. Simplemente se
mantiene el status quo imperante hasta que el legislador actúe.
Las lagunas legales h a n sido definidas como "una incompletez contraria
al plan de la ley"q5. S e trata, pues, de la ausencia d e una regulación legal e n Las omisiones legislativas pueden, n o obstante, producir lagunas. Es lo
relación con un asunto que, de acuerdo con el plan de la ley, objetivamente que ocurre cuando, al intentar aplicar preceptos inmediatamente operativos
considerado, debió haber sido resuelto por ésta. A falta de esa solución expresa de la Constitución pero que reclaman una intervención del legislador para
y específica e n la ley, el juez acude generalmente a la analogía o a los principios asegurar su plena eficacia, el juez se encuentra con una omisión legislativa
generales del Derecho para la integración de la laguna. generadora de una laguna que lo lleva a acudir a las técnicas de integración.
La l a g u n a n o implica, a diferencia d e la o m i s i ó n legislativa Este fue el camino que debieron seguir nuestros tribunales de instancia,
(inconstitucional), tal como svstuvo Mortati, la desatención de una obligación primero, y la Corte Suprema de Justicia, después, para dar operatividad al amparo
jurídica de hacer46, pues n o existe un deber jurídico de regular todos los constitucional previsto e n el artículo 49 de la Constitución de 1961. En vista
supuestos posiblemente comprendidos dentro del plan de la ley. La existencia de la mora del legislador e n la aprobación de la regulación del amparo, tuvieron
de lagunas es, más bien, un fenómeno absolutamente normal e n la dinámica que acudir a la analogía para determinar las reglas de competencia y de
del Derecho que n o merece en sí mismo censura alguna. La falta de aprobación procedimiento aplicables hasta que fuera dictada la ley respectiva. En este
de leyes exigidas por la Constitución, dentro de un plazo razonable o dentro caso la laguna consistía precisamente e n la ausencia de previsión legal respecto
del que fije la propia Constitución, o la regulación incompleta o deficiente de de la competencia para conocer de esa acción y del procedimiento que debía
una materia, e n contravención a lo dispuesto e n la Constitución, sí es seguirse para su tramitación, lo cual, sobre todo después de haber transcurrido
censurable, e n cambio, desde una óptica jurídico-constitucional. más de veinte años desde la entrada e n vigor de la Constitución, n o podía ser
un impedimento para que la Corte Suprema de Justicia, e n su célebre sentencia

45 Larenz, Karl, Metodología de LI Ciencia del Derecho, Barcelona, Ariel, 1994, p. 366.
46 En relación con In tesis de Mortati sobre el concepto de omisión legislativa cfr. Ahumada, 47 Sobre la existencia de lagunas no colmables según los métodos jurídicos ordinarios cfr.
op. cit. pp. 170-171y 177. Larenz, op. cit., pp. 396 y ss.
2 14 LAPROTECCIÓN DE LA CONST~~UCIÓN
FRENTE A LAS OMISIONES LEGISLATIVAS

del 20 de octubre de 1983 (caso Andrés Velásquez), reconociera y facilitara la sin llegar a establecer que debe reconocerse como objetor a todo aquel que
vigencia del instituto. En esa ocasión, el Supremo Tribunal, en Sala Político alegue tal condición, al margen de toda regulación, otorga protección al derecho
Administrativa, declaró: constitucional hasta que el legislador intervenga, mediante la suspensión de la
obligación de incorporación a filas en relación con quienes hagan valer esa
Al adtriirir la posibilidad del ejercicio actual del recurso de amparo, n o puede la condición. De esta forma se garantizaba el "contenido mínimo", inmedia-
Corte dejar de advertir que los Tribunales de la República deben hacer un uso tamente aplicable, de ese derecho constitucional, respetando a la vez la "reserva
pmdente y racional de la norma contenida e n el artículo 49 de la Constitución, de configuración legal".
tratando de suplir por triedio de la analogía y demás instrumentos de
interpretación de que los provee el sistema jurídico venezolano, la lamentable 1 Se ha sostenido que los supuestos en que procede la aplicación inmediata
ausencia de una ley reglamentaria de la materia. I
de una norma constitucional excluyen la existencia de una laguna y, por tanto,
1
La jurisprudencia española ofrece muestras de la función que puede la integración, a pesar del silencio l e g i ~ l a t i v o Esta
~ ~ . aseveración resulta, sin
cumplir la aplicación directa de la Constitución y la integración judicial del embargo, discutible. Si la norma constitucional regula de manera autosuficiente
1

Derecho en la reparación de la inconstitucionalidad por omisión. Así, el una materia o asunto, sin requerir de complementación legislativa para asegurar
Tribunal Constitucional, ante la falta de desarrollo legislativo del derecho de su plena eficacia (cuando reconoce el derecho del detenido a comunicarse
objeción de conciencia (art. 30.2 de laconstitución española), el cual permite inmediatamente con una persona de su confianza, o cuando prohíbe la censura,
que sean eximidos del cumplimiento de obligaciones militares quienes rehúsen p. ej.), es obvio que la ausencia de regulación legal no puede calificarse de
hacerlo por razones de conciencia, en los términos legalmente establecidos, laguna, porque no estamos en presencia de una omisión legislativa. Cosa distinta
afirmó: ocurre cuando la norma constitucional reclama una complementación legal;
I así, en la sentencia antes citada, la omisión legislativa generó una laguna en
l
cuanto al tratamiento que debían recibir los casos que se presentaran antes de
Es cierto que cuando se opera con esa reserva de configuración legal el mandato
consrirucional puede n o tener, hasta que la regulación se produzca, más que un la aprobación de la ley correspondiente, la cual fue colmada por el Tribunal
mínimo contenido que e n el caso presente habría de identificarsc con la Constitucional mediante la aplicación directa del "contenido mínimo" del
suspensión provisional de la incorporación a filas, pero ese mínimo contenido
derecho constitucional. La circunstancia de que una laguna pueda ser llenada
h a de ser protegido, ya que de otro modo el amparo previsto e n el artículo 53.2
de la Consriruci6n carecería de efectividad y se produciría la negación radical fácilmente no implica su inexistencia, sobre todo si tenemos en consideración
de un derecho que goza de la máxima protección constit~icionalen nuestro que normalmente las lagunas se constatan después que el aplicador del Derecho
ordenamiento jurídico. La dilación e n el cumplimiento del deher que la ha hallado e n el ordenamiento la norma o principio que permite dar al caso
Constitución impone al legislador n o puede lesionar un derecho reconocido e n
ella.
planteado una solución adecuada.
Para cumplir el mandato constitucional es preciso, por tanto, declarar que el
Algo similar sucedi6 con la citada sentencia de nuestro Supremo Tribunal
objetor de conciencia tiene derecho a que su incorporación a filas se aplace
hasta que se configure el procedimiento que pueda conferir plena realización a del 20 de octubre de 1983: la omisión legislativa no obstaba a la operatividad
SU derecho 0bjetor4~. . inmediata del derecho al amparo consagrado en el artículo 49 de la Consti-
tución, pero había una laguna en lo relativo a la competencia judicial y al pro-
En consecuencia, frente a la inactividad del legislador y dada la existencia cedimiento, que debía ser llenado por los jueces ordinarios mediante la analogía,
de una materia que debía ser regulada por la ley, el Tribunal dicta un fallo que, básicamente, siguiendo las directrices sentadas por el Máximo Tribunal.

48 STC 1511982. 49 Villaverde, op cit., p. 73-74, entre otras.


Luego mencionaremos otros ejemplos de nuestra jurisprudencia y expresión en nuestro país antes de la célebre sentencia de la extinta Corte
aludiremos al problema de las lagunas no colmables mediante la intervención Suprema de Justicia, en Sala Político Administrativa, del 20 de octubre de
judicial. 1983 (caso Andrés Velásquez). A partir de esta sentencia, y de la praxis judicial
que acompañó el ejercicio del amparo constitucional en los distintos tribunales
de la República, se creó una sólida conciencia sobre la fuerza normativa de
IV. EL CONTROL JUDICIAL DE LAS OMISIONES LEGISLATIVAS
todos los preceptos constitucionales, y sobre su operatividad, particularmente
de los que consagran derechos constitucionales, a lo cual ahora se suma el
¡ reconocimiento de la aplicabilidad directa e inmediata de los tratados inter-

Antes dijimos que era importante tener una visión de conjunto de las
1 nacionales sobre derechos humanos, que está en consonancia con la

1
confirmación constitucional del principio de eficacia de todo derecho inherente
respuestas jurídicas que, tanto en el nuestro como en otros ordenamientos
a la persona, aun a falta de ley reglamentaria (artículos 22 y 23 de la
jurídicos, se ofrecen para proteger la Constitución frente a las omisiones
: Constitución) .
legislativas, más aún al ser disímiles las manifestaciones que éstas pueden tener,
como también el tratamiento jurídico que merecen. Ello n o impide, sin embargo, diferenciar entre variados grados de
operatividad de las normas constitucionales, para lo cual algunos autores
La experiencia comparada enseña que la acción específica o directa de
latinoamericanos emplean, con un alcance diverso al que tuvo entre nosotros,
inconstitucionalidad por omisión es sólo uno de los instrumentos, no siempre
el concepto de normas programáticas50.Sin pretender ahondar en esta temática,
adecuado, que puede emplearse para controlar los silencios del legislador. Antes 1
resulta claro, por ejemplo, que no es idéntica la eficacia del artículo 57 de la
o paralelamente a su reconocimiento en algunos países como un mecanismo
Constitución, que consagra la libertad de expresión, o de su artículo 236,
de control de las omisiones legislativas, se desarrollaron formas de control de
numeral 9, que faculta al Presidente de la República, en Consejo de Ministros,
las mismas en el plano de la aplicación judicial del Derecho o de las vías
para convocar a la Asamblea Nacional a sesiones extraordinarias, con la de sus
tradicionales de control de la constitucionalidad de las leyes, que siguen
artículos 296, en lo que atañe a la facultad de la sociedad civil de postular a
teniendo vigencia.
tres de los integrantes del Consejo Nacional Electoral, o 3 12, conforme al cual
Sin ánimo de exhaustividad, presentaremos un elenco de esas respuestas la ley debe fijar límites al endeudamiento público. Aunque todos son preceptos
jurídicas, la mayoría de las cuales son extensibles al Derecho venezolano, que con fuerza vinculante, los últimos requieren de la intervención del legislador
también ha realizado contribuciones importantes, para luego examinar en para alcanzar plena eficacia.
particular la acción de inconstitucionalidad por omisión.
Al respecto, interesa poner de relieve que, cuando la naturaleza de la
norma constitucional lo permite y, concretamente, cuando la Constitución
no reserva al legislador la realización de una valoración y elección política en
temas económicos o sociales, las omisiones legislativas pueden ser arrostradas
mediante la aplicación inmediata y directa del precepto constitucional no
A) La aplicación directa de la Constitución y la integración normativa (en
procesos constitucionales u ordinarios) desarrollado, aunada en ocasiones a la integración de la laguna normativa que
esa omisión haya generado. Esta función aplicativa de la Constitución e inte-
Hoy no es posible sostener la categoría de las normas constitucionales
meramente programáticas, al menos en el sentido que se atribuyó a esta 50 Vid. Sagües, Lu interpretación.. . , pp. 178 y SS.
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desarrollarse sin marco regulatorio previo, dada la imposibilidad de que dicho libertad del legislador e n cuanto a la determinación del alcance económico de
Tribunal asumiera la función de ordenación o asignación de frecuencia^^^. ciertas prestaciones o beneficios a cargo del Estado. Ejemplo de ello es, e n
parte, la sentencia del Tribunal Constitucional español que, al declarar
H a n sido planteadas algunas ideas e n relación con las lagunas originadas
inconstitucional la exclusión (silente) de las parejas de hecho del régimen de
e n omisiones legislativas que n o serían subsanables mediante la integración
subrogación arrendaticia, aplicable en caso de fallecimiento de alguno de los
normativa. En tal sentido, se h a expresado que n o es posible hacerlo:
cónyuges según la legislación preconstitucional, facultó a los jueces para
extender esa regulación, al resolver demandas concretas, "a quien hubiese
-Cuando la regla de derecho necesaria n o es deducible de los principios y normas
constitucionales. N o cabe la 'concretización'.
convivido de modo marital y estable con el arrendatario falle cid^"^^.
-Cuando la adopción del derecho que colma la laguna es ejercicio de una opción
La integración de lagunas generadas por exclusiones legislativas (silentes)
política (ámbito de discrecionalidad del legislador).
-En los propios límites del empleo de la analogía: plantea, e n los sistemas de control concentrado de la constitucionalidad de las
a) La aplicación analógica es incompatible con el principio de legalidad penal leyes, problemas especiales, pues los jueces ordinarios n o podrían rechazar la
( S T C 75/84,27 de junio, F] 5 y 6). De acuerdo también con el tenor del art. ley omisiva, pero e n casos como el citado el pronunciamiento previo del
4.2 Cc.
b) Es imposible cuando el legislador ha pretendido regular restrictivamente
Tribunal Constitucional los habilita para tal intervención integradora.
una materia ('singularia non sunt extendenda'). Son los supuestos e n que la
La jurisprudencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
omisión se identifica con exclusión.
c ) La analogía n o es utilizable para restringir derechos ('odiosa sunt Justicia h a dado pasos interesantes e n cuanto a la cobertura de lagunas originadas
restingenda"'). e n silencios legislativos, a los que nos referiremos a continuación.
d ) N o se puede suplir por vía analógica la falta de desarrollo legal. Son estos,
entre otros, los supuestos de omisión 'absoluta'j4.
B ) La llamada "jurisdicción normatiwa"
Estos criterios orientadores merecen alguna matización a la luz de la
praxis de los tribunales constitucionales. Así, e n ocasiones el juzgador se ve La labor de cubrir vacíos normativos relacionados con silencios legis-
forzado a acudir a la analogía para hacer viable algún precepto constitucional lativos realizada por la Sala Constitucional del Máximo Tribunal h a sido
aún n o legislado, a pesar de que la solución "extrapolada" n o necesariamente calificada recientemente por ésta como "jurisdicción normativa", en la sentencia
se deduce de la Constitución, hasta el punto de que el legislador puede apartarse del 22 de agosto de 2001(n0 1571), dictada en el caso ASODEVIPRILARA.
de ella cuando regule la materia. Esto luce aceptable sobre todo cuando se N o obstante, dicha labor se remonta a sus primeras decisiones, y h a signado la
trate de aspectos adjetivos o procedimentales complementarios a la normativa jurisprudencia constitucional posterior, por lo que tal sentencia h a venido tan
constitucional. Por otro lado, si el legislador h a pretendido regular restricti- sólo a sistematizar elementos anteriores y a precisar algunas ideas sobre el alcance
vamente una materia y ello se traduce e n una omisión legislativa excluyente y y justificación de esa jurisprudencia.
discriminatoria, n o está completamente descartada la extensión de la regulación
En efecto, desde los fallos dictados e n los casos Emery Mata Millán y
de que se trate al sector o a la categoría de personas omitida, cuando ella sea la
Domingo Gustavo Ramírez Monja, del 20 y 21 de enero de 2000, la Sala
única solución compatible con la Constitución y n o resulte menoscabada la
Constitucional debió afrontar la cuestión de la aplicabilidad inmediata de las
normas constitucionales y de la necesidad de cubrir lagunas normativas cuando

53 Ibídem, p. 441.
54 Ahumada, op. cit., p. 178. 55 S T C 22211992.
fuera imprescindible para dotarlos de eficacia. En particular, la Sala se pronunció modificar el procedimiento legalmente estable cid^^^; la vigencia del derecho-
sobre la posibilidad de ejercer la facultad de revisión de sentencias prevista en garantía de habeas data consagrado en el artículo 28 de la Carta Fundamental,
el numeral 10 del artículo 336 de la Constitución, aunque no hubiese sido en lo concerniente a la posibilidad de hacerlo valer judicialmente a través del
dictada la regulación legal a la que ese mismo numeral remite. La Sala sostuvo: amparo o de procesos ordinarios, según el caso, atendiendo a los criterios de
fondo y de competencia que la propia Sala e ~ t a b l e c i ó la
~ ~operatividad
; del
Si bien es cierto, que la Constitución dispone la promulgación de una Ley derecho a requerir la tutela judicial invocando intereses difusos, dentro de las
Orgánica para regular el ejercicio de la facultad prevista e n el numeral 10 del limitaciones que la Sala fijó en relación con la representación de la sociedad
artículo 3 3 6 de la Constitución, es principio aceptado e n la doctrina
constitucional, que los preceptos orgánicos son de inmediata aplicación por I civil en juicio, y con el reconocimiento de su propia competencia para conocer
todos los poderes públicos, y, e n particular, por los órganos a los que la disposición 1l de las acciones respectivas, prescindiendo de las reglas generales de
constitucional se refiere. Existan o n o las normas que desarrollen la regulación competencia58.
constitucional, ésta es plenamente eficaz por sí misma y, por lo tanto, establece 1
pautas para el funcionamiento del órgano al que se refiera la norma constitucional. Aunque de manera general resulta plausible esta tendencia de la
En consecuencia, aún cuando n o haya sido dictada la ley que desarrolle el j
jurisprudencia constitucional a vitalizar la Constitución cuando el legislador
precepto constitucional, la disposición contenida e n el numeral 10 del artículo
336 de la Constitución, es de aplicación inmediata por la Sala Constitucional. no ha actuado, en lugar de adormecerla, como a veces ocurrió durante la
vigencia de la Constitución de 1961 respecto de algunas de sus disposiciones,
Luego reiteró que: "las instituciones constitucionales deben entrar en las sentencias dictadas en algunos de los casos citados merecen una reflexión
vigor de inmediato, cuando fuera posible, sin esperar desarrollos legislativos crítica desde la óptica de los límites de la jurisdicción constitucional. No parece,
ulteriores", y concluyó en el sentido siguiente: en primer término, que el reconocimiento constitucional del carácter oral del
amparo justifique la supresión por vía juris~rudencialde la presentación, por
considera esta Sala que e n forma selectiva, sin atender a recurso específico y sin el presunto agraviante, del informe previsto en el artículo 23 de la ley de la
q~iedarvinculado por peticiones e n este sentido, la Sala por vía excepcional materia, entre otras razones porque el procedimiento allí contemplado ya tenía
puede revisar discrecionalmente las sentencias de amparo que, de acuerdo a la
competencia tratada e n ese fallo, sean de la exclusiva competencia de los ; una importante dosis de oralidad, aunque no alcanzara el óptimo constitucional
Tribunales de Segunda Instancia, quienes conozcan la causa por apelación y que que es tarea del legislador procurar. El procedimiento preconstitucional
por lo tanto no susceptible de consulta, asícomo cualquier otro fallo que desacate 2 establecido en la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
la doctrina vinculante de esta Sala, dictada e n materia constitucional, ello
Constitucionales era suficiente para dar aplicación al principio constitucional
conforme a lo dispuesto e n el numeral 10 del artículo 336 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela. de oralidad hasta que el legislador interviniese, para lo cual los jueces podían,
bajo la exhortación de la Sala Constitucional, superar la práctica de las
De esta forma, a pesar de que la Sala afirmó que en supuestos como éste audiencias constitucionales meramente rituales.
la regulación constitucional "es plenamente eficaz por sí misma", ferminó
En segundo término, algunos de los pronunciamientos relativos a la
admitiendo implícitamente la existencia de una laguna y procedió a colmarla,
representación de la sociedad civil en juicio y a la actuación de organizaciones
indicando el modo en que ejercería la facultad de revisión de sentencias.
Una posición semejante ha mantenido en relación con la aplicación
inmediata del principio constitucional de oralidad y de otros principios previstos 56 Sentencia del 1 de febrero de 2000 (no 07), casolosé Amando Mejía.
en el artículo 27 de la Constitución a las acciones de amparo, que le llevó a 57 Sentencia del 14 de marzo de 2001 ( n o 332), caso INSACA, entre otras.
58 Sentencias del 3 0 de junio ( n o 656) y del 21 de noviembre de 2000 (11' 1 1 9 í ) , ( . i i o i
Defensoría del Pueblo y Gobernadores, entre otras.
sociales e n la defensa judicial de intereses difusos, introducen una serie de jurídica e n tanto regulatoria de relaciones o situaciones jurídicas aún n o
condicionamientos no previstos n i derivados de la Constitución, n i originados abordadas por el legislador, aunque ostentaría carácter transitorio.
e n una integración del Derecho con base e n el método jurídico, lo cual escapa A l respecto, la Sala h a sostenido que:
a la función de los jueces constitucionales, llamados más bien, como lo h a
aseverado la propia Sala, a tornar plenamente operativos sus preceptos, e n lo En base a dicha norma (artículo 335), en los casos concretos donde surge alguna
posible. Igualmente, la competencia especial que la misma Sala se atribuye e n infracción constitucional, la Sala ha ejercido la jurisdicción e n forma normativa,
relación con las acciones de amparo basadas en la libertad informativa prevista dánclole vigencia inmediata a la norma constitucional, y señalando sus alcances
0 formas de ejercicio, así no existan leyes que la desarrollen directamente.
e n el artículo 28 de la Constitución o de aquellas en que se invoquen intereses
Se trata de interpretaciones vinculantes que obran como una normativa
difusos o colectivos, ya de por sí discutible, e n modo alguno puede entenderse restringida, hasta que la Asamblea Nacional legisle sobre la materia.
como exclusiva, pues entonces nos hallaríamos también ante una limitación, Por esta vía n o sólo se han colmado normas constitucionales que carecían de
más que ante un despliegue, de la fuerza normativa del precepto constitucional, cualquier desarrollo legal, como ocurrió e n los fallos que tratan sobre los derechos
e intereses difusos o colectivos (Casos: Deknsoría del Pueblo del 30-06-00;
ya que la concentración de competencias e n esa Sala conspira contra la William Ojeda del 31-08-00; Veedores de la U C A B del 23-08-00); o el que sc
efectividad ratione loci del instrumento procesal, y cercena la doble instancia. refirió a la legitimación e n juicio de la sociedad civil (Caso: Gobernadores del
21-1 1-00); o el que resolvió lo relativo al habeas clara (Caso: lnsaca del 14-03-
De manera global se echa de menos en algunas de las sentencias la 01), sino que e n casos donde había que aplicar leyes que chocaban con la
distinción entre aquello que la Sala, conforme a los procedimientos jurídicos C o n s t i t u c i ó n , se d e j a r o n s i n e f e c t o artículos d e d i c h a s leyes, y
de integración, puede establecer como criterios provisionales, válidos hasta la j ~ r i s ~ r u d e n c i a l m e n tse
e sustituyeron las normas inconstitucionales, por
interpretaciones de cómo se debía actuar, a fin que la institución prevista eri la
intervencihn del legislador y, por tanto, susceptibles de modificación, y lo que Constitución pudiera aplicarse. Esto último sucedió, por ejemplo, con el
es una iiiterpretación vinculante n o sólo para los jueces sino también para el procedimiento de amparo (Caso: José Arinando Mejía del 01-02-00).
legislador futuro, por derivarse, como solución necesaria, de la propia Este ejercicio de la jurisdicción con efecto noriiiativo provisorio, ha fuiicionado
cuando se ha plaiiteaclo u n caso de violación coiistitucional concreto que h;i de
Constitución. U n o de los temas e n que h a existido confusión respecto del
ser resuelto, n o siendo ello posible, cuando lo que se pide es una interpretación
alcance de los criterios sentados por la jurisprudencia constitucional es el de la constitucional e n abstracto, si es la ley aún n o dictada quien dehe desarrollar la
forma de ejercicio y la extensión de la facultad de revisión de sentencias. norma constitucional (sentencia del 5 'le octubre de 2000. Exp. 00-1236, Caso
Hermann Escarrrí).
Recientemente la Sala Constitucional h a afirmado la naturaleza provisional
A esta especie de ejercicio ile la jurisdicci6n se le critica que es fuente J e
de las reglas establecidas para cubrir la ausencia de normas legales e n los incertidu~iihre,que no se encuentra prevenida e n la ley, y que afecta la seguridad
supuestos reseñados59, a u n q u e e l l o n o e x c l u y e q u e las s e n t e n c i a s jurídica por falta de predictihilidad. Sobre la crítica, la Sala considera que el
correspondientes contengan interpretaciones permanentes de la Constitución artículo 335 Constitucional permite la jurisdicción normativa, sobre todo coii
relación a normas prograniríticas existentes dentro de la Carta Fundamental,
en relación con algunos aspectos de la materia tratada. que quedarían en suspenso indefinidamente hasta que el legislador tuviere a
bien desarrollarlas, quedando e n suspenso su efectividad e n el tiempo. Por ello,
La labor cumplida e n este ámbito por la Sala Constitucional del Tribunal
tal inmovilismo constitucional h a sido rechazado por esta Sala, por aplicación
Supremo de Justicia h a sido recogida últimamente bajo la categoría de la inmediata de los principios constitucionales (ver sentencia José Armando Mejía).
"jurisdicción normativa", es decir, una jurisprudencia que tendría valor de norma Ha sido así, quc esta Sala, fundada cn el artículo 335 constitucional, para que
los principios, derechos, garantías y deberes constitucionales tengan aplicaci6n
inmediata ha ido creando interpretaciones vinculantes que llenen los vacíos
provenientes de la falta de desarrollo legislativo de las nornias constitucioiialer.
o de la existencia de una situación de desarrollo atrofiado de las misnias, prociuc~o
59 Adcm;ís de la sentencia dictad'i e n el caso ASODEVIPRILARA, puede consultarse la
de la ley.
sentencia del 14 de diciembre de 2001 ( n o 26731, caso DHL Fktes aéreos C A.

1.
226 LA PROTECCI~NDE LA CO~U'STTTUCI~N
FREhTE A LAS OMlSlONES LEGISLATlVAS

Esta doctrina jurisprudencia1 pareciera contradecir los criterios sentados por la Sala Constitucional cuando colma vacíos legislativos para hacer
en sentencia de la misma Sala Constitucional del 19 de julio de 2001, no 1309 operativos ciertos preceptos constitucionales -que la sentencia denomina
(caso Hermann Escarrá) , en la cual se estableció una distinción rotunda entre impropiamente como "programáticosn-, estribaría sólo en los efectos generales
la labor desempeñada por la Sala al resolver casos concretos, mediante amparo (erga omnes) de los criterios sentados sobre el modo de aplicación de la
constitucional u otros instrumentos de la justicia constitucional, y la cumplida disposición constitucional hasta la intervención del legislador. Una visión
al conocer y resolver, con fundamento en el artículo 335 de la Constitución, distinta de esta cuestión convertiría la Ilaniada jurisdicción normativa en
recursos de interpretación constitucional. La primera sería una auténtica jurisdicción legislativa, lo cual no es aceptable en un Estado Democrático de
jurisdictio, que produce una norma individualizada cuya eficacia se limita al Derecho.
caso resuelto, sin perjuicio de su efecto vinculante para otros órganos
Por otra parte, dado que la Sala Constitucional fundamenta la tarea
jurisdiccionales con base en la técnica del precedente; mientras que la segunda
desempeñada en esos supuestos en el artículo 335 de la Constitución, que,
sería inás bien una "verdadera jurisdactio", que tendría efectos erga omnes y pro
entre otras cosas, prevé el carácter vinculante de las interpretaciones consti-
futuro, y consistiría en proferir una interpretación general o abstracta, y
tucionales establecidas por ella, conviene advertir que, en rigor, la potestad
cuasiauténtica o paraconstituyente, de la Constitución, en relación con la
judicial de aplicar directamente la Constitución y, eventualmente, de integrar
materia o los artículos objeto del recurso.
lagunas de la legislación para permitir la operatividad de normas consti-
La contradicción, o por lo menos la matización, residiría en que la tucionales, es una consecuencia de la fuerza normativa y de la supremacía de la
"jurisdicción normativa" pareciera traspasar los confines que esta sentencia Constitución, y del deber de todos los jueces de asegurar su integridad, a tenor
atribuye a la jurisdictio, pues establece criterios de efectos vinculantes generales, del artículo 334 de la Constitución. La aclaratoria resulta necesaria, pues la
pero no llega a ser propiamente jurisdactio, dado el carácter provisional de los invocación del artículo 335 de la Constitución podría inducir a pensar que
mismos. De cualquier modo, tal distinción, que resulta discutible en algunos sólo el Tribunal Supremo de Justicia, en especial a través de su Sala Consti-
aspectos que debemos dejar de lado en este trabajo, no es aceptable cuando tucional, estaría facultado para ejercer tal potestad, lo cual no es cierto. El
pretende conferir a la función prestada por la Sala Constitucional un carácter artículo 335 brinda fundamento a los efectos generales de las interpretaciones
para o cuasiconstituyente que en modo alguno ostenta, ni siquiera cuando conoce constitucionales establecidas por la Sala Constitucional.
del recurso de interpretación constitucional.
En cuanto a los conceptos emitidos por la Sala Constitucional al formular C ) El control de la con~titucionalidadde las leyes
su doctrina sobre la "jurisdicción normativa", importa observar, para evitar
equívocos, que la facultad de la Sala Constitucional de integrar la,ounas o vacíos El control de constitucionalidad de las leyes h a sido empleado frecuen-
jurídicos vinculados a silencios legislativos en modv alguno puede ser concebida temente para afrontar las omisiones legislativas. Más aún, fue en el contexto
ni aplicada como una potestad legislativa paralela a la del legislador ordinario, del mismo que comenzaron a plantearse los jurídicos relacionados
que se distinguiría de ésta por su provisionalidad. La jurisdicción, incluso la con el control judicial de los silencios legisl,itivos y que éste empezó a ejercerse
constitucional, es por definición un proceso básicamente aplicativo y cognitivo de manera efectiva.
que, sin perjuicio de los aspectos creativos que posee y de su contribución
Este instrumento se ha desarrollado, como es lógico, en relación con las
decisiva a la "consrrucción" del Derecho, carece de la libertad política y de
omisiones relativas, mediante una extensión del control de constitucionalidad
configuración normativa que, dentro de los límites de la Constitución, es propia
de lo afirmado o previsto por la ley a lo que la ley calla o silencia. Tal modalidad
del legislador. La naturaleza "normativa" de la función jurisdiccional cumplida
de control ha sido aplicada en países europeos con sistemas de jurisdicción
228 LAFROTECCIÓN DE LA CONST~TUCI~N
FRENTE A LAS OMISIONES LEGlSLAT1VA.S

constitucional concentrada, fundamentalmente en el marco de la cuestión de sobrepasará el propósito de la decisión judicial, pues los beneficios concedidos
inconstitucionalidad, es decir, del planteamiento al tribunal o corte consti- por la ley a algún colectivo, o la regulación de algunas situaciones contenida
tucional por los jueces ordinarios de una "cuestión" sobre la posible inconsti- en la ley, en sí mismas no censurables y en algunos casos constitucionalmente
tucionalidad de una ley relacionada con el caso examinado. En lo concerniente exigidas, también resultarían anulados. De ahí que se apele a pronunciamientos
a las omisiones legislativas, esta forma de control concreto de la constitu- que simplemente declaran la inconstitucionalidad o la incompatibilidad con
cionalidad se ha ejercido especialmente sobre los silencios de la ley que pueden la Constitución de la ley omisiva, lo cual ofrece la ventaja adicional de permitir
traducirse en la exclusión discriminatoria de algunas personas del disfrute de al legislador ponderar las circunstancias y tomar una nueva elección normativa
algún beneficio, pero también ha sido utilizado en otros casos de omisiones dentro del marco constitucional. El legislador podría suprimir sin más el
relativas. beneficio, si la Constitución lo permite, al considerar excesiva la carga
Así, la Corte Constitucional italiana se ha pronunciado sobre la posible presupuestaria que supondría extenderlo a todos los sectores que según la
inconstitucionalidad del artículo 304 del Código de Procedimiento Penal, que sentencia merecen igual tratamiento, como también reducir la cuantía o
permite la intervención del defensor en ciertos actos procesales, pero guarda magnitud del beneficio, para hacerlo extensivo a todos ellos.
silencio en relación con otros, como el interrogatorio del imputado o el registro Mientras la intervención legislativa se produce, la ley incursa en
personal. La Corte declaró la inconstitucionalidad de ese precepto, en lo relativo inconstitucionalidad por omisión puede seguir siendo aplicada si el tribunal
a la falta de previsión del derecho del defensor de participar en estos actos constitucional lo considera necesario, sin perjuicio de la interrupción del
procesales. El problema no se planteó desde la óptica del principio de igualdad, proceso en que se originó la cuestión de inconstitucionalidad o el amparo, y de
sino del alcance del derecho a la defensab0. otros procesos referidos a la misma norma legal, hasta la actuación del legislador.
Ante la omisión relativa, la corte o tribunal constitucionril al que se Esa ultractividad de la ley declarada inconstitucional se justifica especialmente
eleva la cuestión de inconstitucionalidad puede adoptar decisiones de variada en los casos de la negación arbitraria de un beneficio, ya que el sector favorecido
índole. Aparte de la desestimación total de la cuestión suscitada, se adoptan por la regulación no debe resultar perjudicado por la exclusión de otras personas,
pronunciamientos meramente declarativos de la inconstitucionalidad, correspondiendo al legislador la revisión global de la materia62.
originados en la jurisprudencia constitucional alemana, a veces aunados a un Las sentencias "manipulativas", en su vertiente "aditiva", según la
llamado r i la integracicín por los jueces de la laguna relacionada con la terminología italiana, son empleadas:
inconstitucionalidad advertida; y en ocasiones se dictan fallos que extienden
al sector o a las situaciones omitidas la regulación legal, denominados sentencias
cuando una disposición tiene u n alcance normativo menor al que, consti-
manipulativas o aditivas por la doctrina italiana6'. tucionalmente, debería tener. La Corte Constitucional interviene e n estos casos
declarando inconstitucional la disposición e n la parre e n que n o prevé aquello
Esta diversificación de las sentencias de inconstitucionalidad cobra que debería prever. Lo que resulta constitucionalmente incorrecto e n estos casos
especial significación en el control de las omisiones legislativas. Si la omisión n o es una previsión negadora contenida en la ley (una excepción, una limitación,
(relativa) de la ley es inconstitucional por discriminatoria o por otra razón, i etc.): la ley e n realidad calla. Pero justamente e n este silencio estriba su
inconstitucionalidad. La decisión de inconstitucionalidad se dirige por tanto a
una sentencia que declare la nulidad de la ley o norma omisiva normalmente I una omisión del legislador y partiendo de tal declaración de inconstitucionalidad
i
se razona como si la norma faltante se tornase existente6'.
j
60 Zagrebelsky, Gustavo, L a giustizia.. . , p. 298.
62 Schlaich, op. cit., pp. 280 y SS.
61 Ibídem, pp. 292 y SS.;Schlaich, op. cit., pp. 269 y
63 Zagrebelsky, La giustitia. .., p. 298.
230 + LA PROTECCI~NDE LA CONST~TUCI~N
FRENTE A LAS OMISIONES LEG1SLATIV.G

Es indudable la carga creativa o constructiva que poseen estas decisiones, Por otra parte, importa señalar que en ocasiones los clásicos pronun-
tras las cuales el precepto legal sufre un cambio en su significación, que no se 1 ciamientos anulatorios, y las sentencias propiamente interpretativas, han
servido para la corrección de omisiones legislativas relativas, como lo pone de
produce como simple derivación o efecto reflejo de la sentencia que ejerce el
control de constitucionalidad, sino que representa la sustancia misma del manifiesto el fallo, ya mencionado, del Tribunal Constitucional español que
control, encaminado precisamente a dotar al precepto de un alcance normativo anuló la expresión "la viuda" de una ley relativa a la seguridad social para
extender a los viudos el disfrute de las pensiones allí establecidas.
del que originalmente carecía. Especial relevancia ostentan las sentencias
aditivas en el ámbito de las discriminaciones normativas (omisivas),
i
En lo que respecta al Derecho venezolano, tanto el control concentrado
permitiendo a la Corte extender determinados beneficios a colectivos n o como el control difuso de la constitucionalidad de las leyes pueden ser utilizados
enunciados en la disposición. Así lo ha hecho, por ejemplo, para comprender para reparar omisiones legislativas relativas, sin que se planteen los numerosos
dentro de los favorecidos por una previsión legal sobre la pensión de problemas que se suscitan en los sistemas de jurisdicción constitucional
sobrevivientes al pariente que estuviera a cargo del difunto, aunque no fuera concentrada, a causa de la prohibición de los jueces ordinarios de desaplicar
su cónyuge, siendo ésta la condición textualmente requerida64. leyes viciadas de inconstitucionalidad, por acciiin o por omisión. La posibilidad
Son variadas las críticas que suelen suscitar las sentencias esbozadas, a j de que, en nuestro sistema, se produzcan decisiones divergentes en torno a la
las que también ha acudido el Tribunal Constitucional español y, en menor constitucionalidad de una ley omisiva, y la manera de corregir su incons-
medida, el alemán. Las críticas obedecen bien al supuesto quebrantamiento de titucionalidad en cada caso, puede ser solventada mediante la intervención de
los límites de la jurisdicción constitucional que llevan aparejadas, la cual no la Sala Constitucional, con base en la facultad de revisión prevista e n el artículo
debería desempeñar un papel activo en la creación del Derecho, bien al carácter 336, numeral 10, de la Constitución.
político de los criterios (de oportunidad o conveniencia) frecuentemente em- La facultad de los tribunales y de la propia Sala Constitucional del
pleados para la ampliación de las implicaciones normativas del precepto legal. Tribunal Supremo de Justicia para controlar la constitucionalidad de leyes
Sin pretender entrar en esta polémica, conviene subrayar que para la omisivas se fundamenta e n el artículo 334 de nuestra Carta Magna, que los
jurisprudencia esa clase de sentencias sólo resultan admisibles: obliga a garantizar la integridad de la Constitución. Además, en relaciGn con
la Sala Constitucional es relevante el último párrafo del artículo 334, en lo
cuando la solución reparadora no deba ser el fruto de una valoración discrecional, concerniente a la posibilidad de declarar la nulidad de leyes omisivas, el artículo
sino consecuencia necesaria del juicio de legitimidad (constitucionalidad), de
335, y el propio numeral 7 del artículo 336 de la Constitución, que la autoriza
tal forma que la Corte e n realidad proceda a una extensión lógicamente requerida
e incluso implícita e n la potencialidad interpretativa del contexto normativo para declarar la inconstitucionalidad de las omisiones legislativas, absolutas y
e n que se inserta la disposición impugnada6'. relativas, y nada impide que esta atribución se ejerza en el marco de la acción
de inconstitucionalidad, cuando se esté en presencia de una omisión relativa.
Se trataría, pues, de los casos en que la solución aditiva adoptada en la
sentencia viene impuesta por la interpretación de la Constitución o del
ordenamiento, por lo que el aspecto creativo que posean se produciría, en D) El recurso de interpretación constitucional
realidad, en palabras de Crisafulli, a rime obbligate.
La jurisprudencia de nuestra Sala Constitucional, al crear pretoria-
namente una acción o recurso específico de interpretación constitucional, le
ha otorgado un alcance que, al menos en la primera configuración de ese
64 ídem.
65 Ibídem, p. 304. instrumento, repercute en la materia objeto de estudio.
232 LA PROTECCIÓNDE LA CONSTITUCIÓN
FRENTE A LAS OMISIONES LEGlSLATIVAS

En la sentencia del 22 de septiembre de 2000 ( n o 1077) dictada en el general dudas relativas a la aplicabilidad y alcance de preceptos constitucionales
caso Servio Tulio León Briceño, que reconoció la admisibilidad de ese recurso aún no desarrollados legalmente han quedado reducidas al mínimo, en virtud
con fundamento en el artículo 335 de la Constitución, se enunciaron los de la tendencia jurisprudencia1 a declarar inadmisibles los recursos de
distintos supuestos en los que podría emplearse, entra los que se encuentra el interpretación referidos a normas constitucionales cuya regulación es materia
siguiente: de la reserva legal, las cuales, se afirma, deberían ser precisadas por la ley, no
por la Sala Constitucional, criterio que se ha aplicado incluso a derechos
Ha sido criterio de esta Sala, que las normas constitucionales, e n lo posible, c o n s t i t u ~ i o n a l e sLo
~ ~que
. antes era un supuesto para la admisión del recurso
tienen plena aplicación desde que se publicó la Constitución, e n todo cuanto de interpretación, esto es, la existencia de una norma constitucional que reclama
n o choque con el régimen transitorio. desarrollo legal pero que no debe esperar a éste para hacerse operativa, es ahora
Muchas de estas normas escin e n espera de su implemencación legal producto
de la actividad legislativa que las desarrollará. una causal de inadmisibilidad del mismo recurso, pues esa exigencia de desarrollo
El contenido y alcance de esas normas vigentes, pero aún sin desarrollo legislativo, legislativo se traduce normalmente en una reserva legal.
n o puede estar a la espera de acciones de amparo, de inconstitucionalidad o de
la facultad revisora, porque de ser así, e n la práctica tales derechos en Con todo, esta tendencia j~ris~rudencial, al margen de la contradicción
suspenso indefinido. en que incurre con el pronunciamiento antes citado y de las reservas que
Corno paliativo ante esta situación, las personas pueden pedir a esta Sala que
formularemos, parece, en parte, acertada, pues el recurso de interpretacion
señale el alcance de la normativa, conforme a la vigente Constitución, lo que
hizo la Sala, sin que mediase petición al respecto, e n la sentencia del 1 de Febrero constitucional, por su naturaleza en gran medida abstracta y por ser, en el
de 2000, cuando indicó el desenvolvimiento del proceso de amparo, adaptando supuesto que nos ocupa, previo a la intervención del legislador, puede cercenar
la ley especial a la Constitución vigente. indebidamente su labor de concretización de los preceptos constitucionales.
Además, de n o ser objeto de interpretación, e n la actualidad tales normas se
harían nugatorias, ya que sus posibles a ~ n b i ~ ü e d a d ye sobscuridades, n o podrían
Más aún cuando se entiende que los criterios establecidos mediante ese recurso
ser solucionadas, o lo serían en forma caótica, mientras n o se dicten las leyes representan "una interpretación cuasiauténtica o paraconstituyente, que
que las desarrollen. profiere el c o n t e n i d o constitucionalmente declarado por el texto
constitucional". Sin embargo, si se admite la existencia de un recurso de
Así, pues, el recurso de interpretación serviría para determinar el alcance
interpretación directamente deducible del artículo 335 de la Constitucicín, no
de los preceptos constitucionales que reclaman desarrollo legislativo, con lo
cabe descartar cornpletamente que en relación con el contenido constitucional
cual se aseguraría su aplicabilidad ordenada hasta la intervención del legislador.
del derecho o precepto vinculado a una reserva legal, el cual no es disponible
Las acciones de amparo y otros mecanismos de protección de la Constitución
por el legislador, sea preciso ejercer facultades interpretativas.
no lograrían ese propósito.
Conviene, por otra parte, señalar que resulta discutible la práctica de
La evolución de la jurisprudencia constitucional en este particular ha
aprovechar casos que son sometidos a la consideración de la Sala Constitucional
sido, sin embargo, un poco distinta a la anunciada en esa sentencia. Los fallos
para establecer, de manera general y abstracta, con base en el artículo 335 de
más importantes, algunos anteriores a tal sentencia, dictados para facilitar la
la Constitución, una interpretación vinculante de las normas constitucionales,
operatividad de normas constitucionales que en alguna medida exigen desarrollo
n o conectada directamente con el caso concreto planteado. La tarea
legislativo, se han emitido en procesos de amparo o, más recientemente, en
desempeñada por la Sala Constitucional cuando resuelve casos concretos es
solicitudes de revisión, en lo que atañe a la finalidad y supuestos de ejercicio
de la facultad prevista en el numeral 10 del artículo 336. Por otro lado, las
posibilidades de acudir al recurso de interpretación para resolver con carácter 66 Cfr., entre otras, la sentencia dictada en el caso Hermann Escarrcí ( n o 1309), del 19 de julio
de 2001.
rigurosamente jurisdiccional, por lo que debe centrarse en las singularidades omisión legislativa, en los términos que establezca la ley orgánica de la
de la situación que examina, sin perjuicio de que, en estrecha conexión con jurisdicción constitucional, aunque ello no obsta a la operatividad inmediata
ella, se emitan pronunciamientos de mayor alcance. de este instrumento tutelar de la Constitución.

Dicho precepto, apoyándose en lo establecido en el Anteproyecto de


Ley Orgánica de la Jurisdicción Constitucional aprobado por la extinta Corte
A partir de su consagración en la Constitución yugoslava de 1974 y en Suprema de Justicia, elaborado bajo la dirección de Humberto J. La Roche,
faculta a la Sala Constitucional para:
la Constitución portuguesa de 1976, se ha ido extendiendo el reconocimiento
de una acción directa y específica de inconstitucionalidad por omisión
I
legislativa, dirigida a obtener un pronunciamiento judicial que declare la Declarar la inconstitucionalidad de las omisiones del poder legislativo municipal,
estadal o nacional, cuando haya dejado de dictar las normas o medidas indis-
existencia de la inconstitucionalidad por omisión y que, según la regulación pensables para garantizar el cumplimiento de esta Constitución, o las haya dictado
de cada sistema jurídico, ordene la aprobación de la ley correspondiente en un e n forma incompleta; y establecer el plazo y, de ser necesario, los lineamientos
plazo determinado, sin perjuicio de la adopción de medidas complementarias de su corrección.

de resultar incumplido este mandato.


De esta forma, se reconocen amplios poderes a la sala Constitucional
La figura nació al hilo del constitucionalismo social, en el marco de en orden a la corrección de las omisiones legislativas, tal como luego seña-
procesos políticos de talante revolucionario, con el propósito de ofrecer un laremos al referirnos a la sentencia que puede ser dictada con ese propósito.
instrumento que permitiera verificar la observancia y desarrollo del proyecto
constitucional. En su evolución terminó perfilándose, sin embargo, como un
mecanismo más de la justicia constitucional, que pretende complementar la B) Objeto del control
protección de la Constitución que los demás medios procesales son capaces de
El objeto del control previsto en el numeral 7 del artículo 336 son las
brindar ante las omisiones legislativas.
omisiones legislativas, tal como anteriormente fueron definidas. Por tanto, la
Después de su expresa admisión en los Textos Constitucionales citados, acción que se colige de este precepto puede incoarse contra las omisiones de la
fue recogida en la reforma de la Constitución portuguesa de 1982, en la Asamblea Nacional, los Consejos Legislativos de los Estados o los Concejos
Constitución brasileña de 1988, en la Constitución de 1988 de la Provincia de Municipales, que se deriven del incumplimiento de mandatos constitucionales
Río Negro, en Argentina y, recientemente, en la Constitución venezolana de concretos de legislar o de la aprobación de una normativa que resulta incompleta
1999, entre otros ejemplos del Derecho comparado. Seguidamente nos o defectuosa, desde la óptica de los preceptos constitucionales, en los términos
referiremos a los aspectos fundamentales de esta acción en el Derecho ya expuestos. No obstante, en virtud de lo dispuesto en el numeral 7 del artículo
venezolano, teniendo en cuenta, cuando corresponda, los aportes del Derecho 336, debe incluirse dentro del ámbito de ejercicio de esta acción la falta de
comparado.
/ adopción de las "medidas" indispensables para asegurar el cumplimiento de la
Constitución, lo cual pudiera comprender la toma de decisiones que de acuerdo
con la Constitución corresponden al órgano legislativo pero que son ajenas a
A) Fundamento constitucional
su función legislativa, como la elección de ciertas altas autoridades. El objeto
El numeral 7 del artículo 336 de la Constitución brinda fundamento central de la facultad prevista en ese precepto son, en cualquier caso, las
normativo para el ejercicio de una acción directa de inconstitucionalidad por omisiones legislativas propiamente dichas.
!l
N o son objeto de control mediante esta acción, a tenor del artículo 336, sostenido que esta acción sólo procede cuando la norma constitucional
numeral 7, de laconstitución, las omisiones e n que ~ u e d a nincurrir el Ejecutivo presuntamente vulnerada n o sea ejecutable por sí misma o autoaplicativa. Esta
Nacional, u otros órganos del Poder Público, e n el ejercicio de su función posición, que es discutida en el Derecho comparado, n o debe ser extrapolada
normativa. sin más a nuestro sistema jurídico.
El numeral 7 del artículo 336 de la Constitución, al prever los supuestos
Conforme al precepto citado, son objeto de control tanto las omisiones
de ejercicio de la facultad allí contemplada, alude a la omisión "de las normas
legislativas absolutas como las relativas. Si se trata de las segundas, existe la
o medidas indispensables para garantizar el cumplimiento de esta Constitución".
posibilidad, tal como lo muestra el Derecho comparado, de interponer una
La necesidad de garantizar el cumplimiento de la Constitución n o queda
acción de inconstitucionalidad contra la ley omisiva, por lo que pareciera n o
descartada por el h e c h o d e que la norma constitucional e n juego sea
tener mucho sentido el solapamiento d e ésta c o n la acción directa de
inmediatamente aplicable, pucs ya hemos puesto de manifiesto los numerosos
inconstitucionalidad por omisión. Más lógico y sistemático resulta entender
problemas que se pueden suscitar para asegurar su plena operatividad a través
que la facultad prevista e n el numeral 7 del artículo 336 puede ser ejercida por
de los mecanismos de integración del Derecho, cuando el silencio legislativo
la Sala Constitucional e n el ámbito de la acción de inconstitucionalidad contra
genera lagunas que dcben ser colmadas con el objeto de lograr la concreta
la ley omisiva, si estamos ante una omisión relativa, todo lo cual deberá ser
operatividad dcl precepto constitucional. Esta eficacia directa del precepto
resuelto por la ley orgánica de la jurisdicción constitucional. En cualquier caso,
c o ~ s t i t u c i o n a ln o siempre podrá equipararse a la eficacia plena que la
la interposición de la acción de inconstitucionalidad contra la ley omisiva será
Constitución reclama, a cuyo servicio se encuentra el control judicial de la
preferible, especialmente, cuando un pronunciamiento anulatorio p e d a reparar
la inconstitucionalidad advertida. Estos problemas se resolverían, e n gran inconstitucionalidad por omisión, como han subrayado Fernández y
medida, previendo un solo cauce procesal para el planteamiento, ante la Sala 1 Fernández R ~ d r í ~ u e La
z ~aplicación
~. directa de las normas constitucionales

i
n o exime al legislador, por lo demás, dcl cumplimiento de los mandatos de
Constitucional, de las distintas pretensiones relacionadas con el control de
legislar que éstas puedan contener69.
constitucionalidad dc los actos u omisiones del legislador, como se procura e n
el Anteproyecto de Ley Orgánica de la Jurisdicción Constitucional. Piénsesc, por ejemplo, c n la labor pretoriana que debió desempeñar
nuestra judicatura para hacer operativo al amparo constitucional, ante la mora
del legislador. Dicha labor permitió la eficacia del artículo 49 de la Constitución,
C ) Supuestos de procedencia
cuya aplicación n o debía esperar a la aprobación de la ley de la materia, pero
Para que sea estimada favorablemente la acción objeto de análisis es ello n o significaba que el legislador estuviera relevado de su deber constitucional
preciso que nos hallemos ante una omisión legislativa (inconstitucional), tal de desarrollar ese precepto, más aún cuando la regulación legal de una materia
como antes fue definida. La inconstitucionalidad del silencio legislativo puede ofrece unas garantías de claridad y seguridad jurídica que la jurisprudencia
derivarse, como ya dijimos, del incumplimiento de mandatos concretos de normalmente n o es capaz de proporcionar. Igualmente, si tomamos antecedentes
legislar, de la inobservancia de las directrices constitucionales relativas al del Derecho comparado encontramos que la aplicación inmediata del derecho
contenido de leyes de desarrollo, de la violación del deber de protección de los de objeción de conciencia o del derecho de reunión, a la que ya nos referimos,
derechos constitucionales o del establecimiento omisivo de discriminaciones
lesivas del principio de igualdad, entre otros supuestos. 67 Op. cit., pp. 11 y 17.
68 Op. cit., pp. 89 y SS.
Algunos autores, a partir de la regulación de la acción de inconstitu- 69 Como lo ha sostenido Gomes Canotilho, citado por Fernández Segado, op. cit. p. 17
cionalidad por omisión e n u n ordenamiento jurídico determinado, h a n
238 N LA CONSTITL~CL~N
LA P R O ~ E C C I ~DE FRENTE A LAS OMISIONES LEGISLATIVAL

D ) Legitimación activa y yrocedimiento


no significaba que las exigencias constitucionales estuvieran completamente
satisfechas, ya que en el primer caso había que esperar a la aprobación de la
En cuanto a la legitimación requerida para la interposición de la acción
legislación respectiva para que la expectativa de ser reconocido como objetor directa de inconstitucionalidad por omisión, estimamos que han de manejarse
pudiese devenir en derecho, y en el segundo la legislación preconstitucional los mismos criterios de legitimación que rigen para la acción de incons-
no necesariamente llenaba completamente los requerimientos constitucionales,
tituciowalidad contra leyes, pues no encontramos razón alguna por la cual las
aunque fuera aceptable como normativa transitoria. Algo distinto sucede, como posibilidades de acceso al control de las omisiones del legislador deban ser
ya dijimos, cuando la norma constitucional es autosuficiente, en el sentido distintas a las del control de sus actos legislativos. Mucho menos cuando, como
expuesto, pero en este supuesto no cabe hablar de omisión legislativa. hemos visto, algunas omisiones legislativas pueden ser reparadas mediante la
Por otra parte, si la omisión legislativa se basa en el incumplimiento de acción de inconstitucionalidad contra leyes. Esto implica que la acción directa
mandatos concretos de legislar, dado el silencio del legislador frente al precepto contra las omisiones legislativas posee carácter popular, al ser ésta la legitimación
constitucional, surge la cuestión del tiempo que ha de transcurrir para que la tradicionalmente admitida en nuestro país para el ejercicio de la acción de
inactividad del legislador pueda ser considerada inconstitucional. En muchos incons titucionalidad.
casos nuestra Constitución ha establecido plazos específicos para la observancia A falta de una regulación legal sobre el procedimiento aplicable, puede
de tales mandatos, corno lo revelan sus Disposiciones Transitorias. En los demás, acudirse analógicamente a las reglas procesales relativas a los juicios de nulidad
sin embargo, la duda sigue abierta, porque la previsión contenida e n la contra actos de efectos generales, de acuerdo con los artículos 112 y siguientes
Disposición Transitoria Sexta, que ordena a la Asamblea Nacional legislar, en de la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, con las adaptaciones
un plazo de dos años, sobre todas las materias de la competencia nacional, es ,
necesarias, sin perjuicio de la facultad de la Sala Constitucional de establecer
demasiado genérica para considerar que no cabe efectuar un análisis caso por i
I el procedimiento correspondiente, con base en el artículo 102 de esta Ley.
caso sobre el cumplimiento por el legislador de su obligación de legislar.
1
Fuera de los supuestos en que la Constitución fija un para la
E ) Sentencia
aprobación de la legislacibn de desarrollo de la norma constitucional, habrá
pues que ponderar los valores e intereses involucrados y considerar las La sentencia que se dicte en virtud del ejercicio de la acción direct'i
circunstancias del caso, para pronunciarse sobre la eventual c o n t r a omisiones legislativas puede declarar Ia existencia d e un,i
inconstitucionalidad de la inactividad del órgano legislativo. Conviene aclarar inconstitucionalidad por omisión, absoluta o relativa. El numeral 7 del artículo
que no debe pensarse que el legislador posee libertad para la determinación del 336 permite implícitamente que esta declaración vaya acompañada de un,]
momento más oportuno para la aprobación de las leyes que la Constitución , orden de legislar dirigida al órgano renuente o moroso, y alude expresamente ,I
exige. La propia noción de mandato hace patente el carácter imperativo de la i la facultad de fijar el plazo dentro del cual la omisión debe ser reparada.
norma en lo que a su desarrollo legislativo se refiere, a lo cual se suma la
De ser necesario, la Sala Constitucional puede establecer "los linea-
existencia en nuestro ordenamiento de un precepto como la mencionada
mientos de SLI corrección", atribución que ha de ejercer con suma prudenci;~y
Disposición Transitoria Sexta de la Constitución. No obstante, la Sala
teniendo presente los límites de la jurisdicción constitucional. Esto signific:~
Constitucional debe reconocer al legislador un amplio margen de apreciación
que la Sala Constitucional no está facultada para formular recomendacioiic.x
en la determinación de las pioridades legislativas, y tener en cuenta el contexto
sobre el contenido de leyes futuras con base en criterio~sde oportuniil;i<l o
de las tareas legislativas.
conveniencia. Sus recomendaciones o exhortaciones al legislador, I i o y f;-c.
240 + LA DE LA
PROTECCLÓN CONCTITUC~ÓN
FRENTE A LAS OMISIONES LEGISI.ATIVAS

cuentes e n la jurisdicción constitucional, deben basarse e n la Constitución, estaría autorizada para legislar con carácter provisional. Se trataría, sim-
siendo aquí precisamente donde estribará su autoridad, pues el desconocimiento plemente, d e que pueda facilitar la operatividad d e los preceptos cons-
de las mismas e n la ley futura puede acarrear su inconstitucionalidad y nulidad. titucionales no desarrollados, como lo hizo nuestra Corte Suprema de Justicia
En algún ordenamiento, particularmente e n la Constitución de la para vitalizar el amparo constitucional y lo ha hecho la Sala Constitucional e n
Provincia de Río Negro (Argentina), se faculta al órgano judicial para que, e n algunas materias, tarea que no resulta extraña, como antes apuntamos, a otros
caso de incumplimiento de la orden judicial d e legislar, integre el orden sistemas de justicia constitucional.
normativo e n el caso concreto e incluso fije, si la integración normativa no es
posible, una indemnización a favor de quien haya sufrido daños en sus derechos
a causa de la omisión legislativa. Conviene preguntarse si nuestra Sala
Constitucional ostenta tales poderes. Esperamos haber puesto de relieve la significación de las cuestiones
jurídicas envueltas e n e1 control de constitucionalidad de las omisiones
Al responder este interrogante ha de tenerse presente que e n la Provincia
1 legislativas, y la variedad de reacciones defensivas del organismo constitucional
de Río Negro la acción de inconstitucionalidad por omisicin la interpone quien
ante las vulneraciones o amenazas a sus preceptos derivadas no de la acción
se sienta afectado e n un derecho individual o colectivo, no cualquier persona,
sino de la inactividad del legislador.
lo cual está e n consonancia con el tipo de pronunciamientos que el órgano
judicial competente puede adoptar. En cambio, el carácter popular y abstracto El estudio de la materia tratada indica que la articulación de un sistema
que, al menos hasta la intervención del legislador, ha de atribuirse a nuestra eficiente de protección de la Constitución ante las omisiones legislativas, que
acción directa contra omisiones legislativas sitúa la cuestión en otras coor- a la vez sea respetuoso del reparto constitucional de las funciones públicas y
denadas. del principio democrático, exige de los jueces firmeza e n el aseguramiento de
la fuerza normativa de la Constitución, así como conciencia de los límites de
Es obvio que no cabría admitir un pro~~unciamiento indemnizatorio,
sus poderes y una prudente aplicacibn de los mismos. Del lado del legislador, es
por ser extraño al objeto d e la acción, n i una integración e n el caso
necesaria una cierta diligencia e n el cumplimiento de sus tareas legislativas, y
dado el carácter abstracto de la acciíin. Las reclamaciones inclemnizatorias
el acatamiento de la intimación a legislar que provenga del Tribunal Supremo
originadas e n silencios legislativos pueden hacerse valer, pero según las reglas
de Justicia, pues ante una situacicin generalizada de pasividad del legislador se
sustantivas y procesales de la responsabilidad patrimonial del Estado, y la
corre el riesgo bien de restar virtualidad jurídica a la acción de inconsti-
integración del orden normativo e n casos concretos pueden realizarla los jueces
tucionalidad por omisión, bien de propiciar un deslizamiento de las instancias
al conocer de acciones de amparo 0 incluso en el ejercicio ordinario de su fun-
judiciales hacia espacios extraños al ámbito natural de ejercicio de sus com-
ción jurisdiccional, como ya pusimos de relieve, cuando la situación planteada
petencias.
lo permita.
Lo que sí podría hacer la Sala Constitucional es establecer criterios
jurídicos para la inmediata aplicación judicial de la norma constitucional
afectada por el silencio legislativo, cuando el silencio legislativo conspire de
alguna forma contra su plena eficacia y la naturaleza de la norma constitucional
lo permita. Estos criterios sólo serían aceptables cuando se originen en métodos
jurídicos de interpretación o integración, por lo que la Sala Constitucional no
11. LOS EFECTOS DE LAS SENTENCIAS CONSTITUCIONALES llevar esa declaración a su realización concreta3. En lo que atañe a las sentencias
I constitucionales, ello se traduce e n la declaración de certeza sobre la
La determinación de los efectos de las sentencias constitucionales ha conformidad con la Constitución de la ley impugnada o cuestionada, en el
dado lugar a innumerables controversias, hasta el punto de ser cuestionada la ámbito de los procesos de control de la constitucionalidad, o sobre la
aplicabilidad en este ámbito de las categorías ordinarias del Derecho Procesal. vulneración de algún derecho fundamental por actos u omisiones, si se trata de
El tratamiento de este tema en el Derecho y en la doctrina comparada un amparo constitucional, y así sucesivamente según el proceso incoado. Tal
no es en modo alguno uniforme, lo que complica su análisis y exposición. Así, declaración lleva aparejadas consecuencias aplicativas que varían en función
en algunos sistemas la jurisprudencia tiende a comprender los principales efectos del objeto del proceso.
de las sentencias constitucionales bajo el concepto de la cosa juzgada, como se Esa declaración de la certeza del derecho incierto o controvertido ostenta
observa en los pronunciamientos de la Corte Constitucional colombiana1, lo ciertas peculiaridades en la jurisdicción constitucional, sobre todo en lo relativo
cual también ha ocurrido, en parte, hasta fecha reciente en Venezuela, mientras a su mutabilidad en los procesos de control de la constitucionalidad de las
que en otros se distingue entre el efecto vinculante, la cosa juzgada y la fuerza leyes, pero dicha construcción dogmática sirve de punto de partida para la
de ley o eficacia general2.Juega asimismo un papel relevante en esta materia la determinación de las consecuencias de los fallos constitucionales. En algunos
noción de precedente constitucional, que ha sido utilizada e n distintos supuestos la declaración de certeza sobre la constitucionalidad o inconsti-
ordenamientos, incluso en países con tradición jurídica romano-canónica (civil tucionalidad de una disposición legal, o sobre la vulneración de un derecho
hw) . fundamental, acarreará la anulación de la disposición, mientras que en otros
La dificultad se agrava si consideramos la heterogeneidad de los procesos desembocará en su desaplicación o en una sentencia interpretativa o aditiva, o
constitucionales cuyas sentencias son objeto de estudio, desde la óptica de sus en un mandato de restablecimiento del derecho constitucional vulnerado. La
efectos, pues no son idénticos los problemas que suscita la determinación de la declaratoria de la nulidad del precepto legal impugnado tendrá una eficacia
eficacia de las sentencias de amparo a los que generan los fallos dictados en pro futuro (ex nunc) o retroactiva (ex tunc), sin perjuicio de la eventual
procesos de control de constitucionalidad de leyes u otras normas de igual rango. postergación de los efectos anulatorios, en los sistemas en que ello se admite.

No obstante, intentaremos esbozar, sin ánimo de exhaustividad, los Esta diversidad de pronunciamientos puede ser sometida a distintas
principales efectos de las sentencias dictadas por los Tribunales o Salas clasificaciones, según el criterio que se emplee. Cabe diferenciarlos, por ejemplo,
Constitucionales, u otros órganos jurisdiccionales competentes para emitir la en función de sus efectos en el tiempo; o del contenido de la decisión, siguiendo
última palabra en la interpretación de la Constitución. Ello con el objeto de categorías generales (sentencia declarativa, constitutiva o de condena) o espe-
precisar la eficacia específica de los fallos constitucionales comprendida bajo cíficas del Derecho Procesal Constitucional (sentencias anulatorias, inter-
las categorías del efecto vinculante y de la cosa juzgada. pretativas, de mera inconsticucionalidad, etc.).

La eficacia natural de toda sentencia consiste, siguiendo a Calamandrei, Pero e n el Derecho Procesal Constitucional a menudo se utiliza, par-
en declarar oficialmente la certeza del derecho incierto o controvertido, y en ticularmente en relación con los procesos de control normativo, una distinción
no del todo homogénea que atiende a las pincipales implicaciones de las
sentencias constitucionales sobre los órganos jurisdiccionales, los demás órganos
1 Cfr. Lúpez Medina, Diego, El Derecho de los jueces, Bogotá, Legis, 2000. pp. 14 y SS.
2 En relación con esta distinción cfr. BendaIKlein, Lehrbuch des.. . , pp. 500 y SS.;Caamaño,
Francisco v otros, lurisdicción y brocesos constitucionales, Madrid. McGraw-Hill, 1997. 3 Calamandrei, Piero, lnstituciones de Derecho Procesal Ciuil, Buenos Aires, EJEA, 1973, Vol.
del Poder Público y los Se trata de la diferenciación entre la cosa En igual dirección apunta la extendida opinión de restar significación a
juzgada, el efecto vinculante y la fuerza de ley o eficacia general. A ella la eficacia de las sentencias definitivas pero no firmes, por ser aún susceptibles
aludiremos a continuación, sin perder de vista que lo primordial de las sentencias de impugnación, y de vincular estrechamente la noción de cosa juzgada y la
constitucionales reside en el mandato o consecuencia jurídica que establecen, inmutabilidado inimpugnabilidadque comporta, con la de imperatividad o carácter
cuyo alcance y completa virtualidad, sin embargo, depende de la concurrencia obligatorio de la sentencia para las partes, como efecto esencial del pro-
de los efectos que examinaremos. nunciamiento judicial. Para Chiovenda "La sentencia sometida a recurso...no
l existe como declaración de derecho: no es más que un elemento de una posible
l declaraciónn5,y Camelutti identificaba la imperatividaddel fallo con el concepto
1 de cosa juzgada material6.
La cosa juzgada, importa aclararlo desde ahora, no es, en nuestra opinión, Esta visión resulta perfectamente explicable en la esfera del proceso civil,
el único ni tampoco necesariamente el pincipal efecto de las sentencias pues la pendencia indefinida de recursos contra una sentencia de mérito, o la
constitucionales, aunque sí puede ser una condición para que el fallo posibilidad de revisar en un proceso futuro lo resuelto en un juicio mediante
constitucional confirme su eficacia. El estudio del Derecho comparado en esta sentencia definitivamente firme, privaría al proceso de la función pacificadora
materia indica que junto a la cosa juzgada, que no siempre es aceptada como o componedora de conflictos subjetivos que, junto a la justicia, le es esencial.
categoría válida para los procesos constitucionales, especialmente para los que Sin la posibilidad de someter el debate y controversia judicial sobre un conflicto
conducen al control de constitucionalidad de normas legales, se atribuye a de derechos o intereses a la preclusión de la vía recursiva y a una resolución
dichas sentencias otros efectos relevantes, adosados al contenido del fallo. definitiva, el proceso civil no es capaz de cumplir los fines que lo justifican,
Convine señalar, en orden a la distinción entre los diversos efectos de ello sin perjuicio de los supuestos excepcionales en que puede ser enervada la
fuerza de la cosa juzgada. De ahí que la res iudicata o litigio juzgado, que según el
las sentencias constitucionales, que la virtualidad jurídica específica de la cosa
conocido aforismo latino p ~ veritate
o habetur, arrope bajo su manto los efectos
juzgada es la de representar un impedimento para la introducción de un nuevo
recurso o la prosecución de un nuevo proceso en relación con el mismo litigio fundamentales de la sentencia. Con todo, algunos procesalistas han advertido
que la cosa juzgada es la inmutabilidad del mandato que nace de una sentencia7,
o caso previamente resuelto (identidad de partes, de objeto y de causapetendi).
En lo que atañe a la cosa juzgada material, ello supone la articulación de siendo este mandato más un presupuesto que un efecto de aquélla.
mecanismos procesales que permitan hacer valer la fuerza obstativa que le es De cualquier modo, los postulados dogmáticos del proceso civil, relativos
propia, entre los que se destaca la excepción de cosa juzgada (exceptio rei a la eficacia de la sentencia, no se corresponden completamente con la
iudicatae). naturaleza y fines de los procesos constitucionales y de la jurisdicción
De acuerdo con la Teoría General del Proceso Civil, en la cosa juzgada constitucional en un aspecto capital: el punto de equilibrio entre las exigencias
de la seguridad jurídica y las de la justicia u otros valores colectivos contra-
reside el efecto principal (y normal) de la sentencia y del proceso mismo. Así,
Couture sostuvo que "La sentencia tiene como efecto fundamental la puestos. Los objetivos de seguridad o certeza jurídica no son ajenos a los procesos
producción de la cosa juzgadav4.
5 Chiovenda, Giuseppe, Instituciones de Derecho Procesal Ciuil, Madrid, Ed. Revista de Derecho
Privado, 1954, T. 111, p. 372.
6 Carnelucti, Francisco, Sistema de Derecho Procesal Civil, Buenos Aires, UTEHA, 1944, T. 1,
4 Couture, Eduardo, Fundamentos del Derecho Procesal Ciuil, Buenos Aires, Depalma, 1981, pp. 321 y SS.
p. 327. 7 Liebman, Enrico, Manual de Derecho Procesal Civil, Buenos Aires, EJEA, 1980, pp. 569 y ss.
constitucionales, sobre todo a aquellos que se vinculan con el concepto de litis, tucionales, lo cual comprende no sólo la observancia del mandato que tales
como el juicio de amparo, por cuanto en éstos puede ser relevante cerrar la decisiones puedan dirigir a alguna autoridad, sino también el sometimiento de
controversia intersubjetiva existente, pero en tales procesos converge una todos los organismos públicos a las consecuencias jurídicas del pronunciamiento.
finalidad pública que frecuentemente se superpone a los otros intereses
La primera singularidad que la doctrina alemana reconoce a este efecto
involucrados: la garantía de la supremacía y funcionalidad de la Constitución.
vinculante frente a las consecuencias propias de la cosa juzgada, concepto que
Particularmente, en los procesos de control normativo la doctrina y también es aplicado, con matices, a las sentencias del Tribunal Constitucional
jurisprudencia constitucional comparada procuran dejar abierta la posibilidad Federal, estriba en su alcance general, que sobrepasaría los límites subjetivos
de reconsideración de los criterios interpretativos de la Constitución previa- de la res iuciicata. Además, la jurisprudencia de ese Tribunal ha sostenido
mente sostenidos, de modo que la línea divisoria entre la constitucionalidad y reiteradamente que el carácter vinculante de sus decisiones abarca tanto el
la inconstitucionalidad no es definitiva ni del todo rígida. Incluso, en la doctrina dispositivo del fallo contentivo de la anulación del precepto, del mandato de
española algunos han acuñado, a partir de datos de Derecho positivo presentes restablecimiento del derecho o de otra consecuencia propia de los procesos
en muchos otros ordenamientos jurídicos (renovación periódica del Tribunal constitucionales-, como las razones principales que lo fundamentan (tragende
Constitucional -u órgano equivalente- y publicidad de los votos particulares), Gründe), concernientes a la interpretación constitucional. Este alcance general
un "principio de reversibilidad de los pronunciamientos constitucionales"8, de sus pronunciamientos frente a los jueces se justifica invocando el papel
que daría una particular ductilidad a la cosa juzgada, si es que algo queda de institucional del Tribunal Constitucional como máximo intérprete y guardián
ella para los defensores de tal principio. Con base en estas consideraciones, supremo de la ConstituciónlO.
algunos autores niegan incluso la aplicabilidad de la categoría de la cosa juzgada De este modo, se adopta una regla similar a la del precedente judicial
a las sentencias desestimatorias de acciones o cuestiones de inconsti- (stare decisis), siendo vinculante para los otros tribunales la ratio decidendi de
tucionalidad9. las sentencias constitucionales. Esta manifestación del efecto vinculante no
es, sin embargo, rígida, pues los tribunales ordinarios, además de poder
diferenciar entre las razones fundamentales del fallo y las que no lo son, y de
distinguir el caso del cual conocen del que se encuentra cubierto por el
El efecto vinculante de las sentencias dictadas por los Tribunales precedente, están facultados para plantear ante el Tribunal Constitucional una
Constitucionales u otras máximas instancias encargadas de ejercer la cuestión de inconstitucionalidad en relación con la misma ley o precepto ya
jurisdicción constitucional se encuentra reconocido en la regulación de algunos declarado compatible con la Constitución, en los supuestos que luego veremos,
sistemas de justicia constitucional. Lo contempla la Ley del Tribunal siempre que cumplan con el deber de justificar suficientemente su apartamiento
Constitucional Federal alemán en su artículo 3 1.1, al disponer que las decisiones del precedente, que no pueden ignorarll.
de este Tribunal "vinculan" a los órganos constitucionales de la Federación y Algo parecido ocurre en España, donde la Ley Orgánica del Poder Judicial
de los Estados así como a todos los tribunales y autoridades administrativas. prevé que todos los jueces y tribunales interpretarán las leyes y reglamentos
Este efecto vinculante (Bind~ngswirkun~) consiste en la obligación de respetar "según los preceptos y principios constitucionales, conforme a la interpretación
y acatar lo establecido en las sentencias dictadas en los procesos consti- de los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Consti-
tucional en todo tipo de procesos" (art. 5.1). En igual sentido apuntaba ya,
8 Rubio Llorente, Francisco/Jiménez Campo, Javier, op. cit, p. 84.
9 Marín Pageo, Encarnación, Ln cuestión de inconstitucionalidad en el proceso ciuil, Madrid, 10 Cfr. Benda/Klein, op, cit., pp. 51 1 y SS.;Schlaich, Klaus, op. cit., pp. 326 y SS.
Civicas, 1990, pp. 312 y SS. 11 ídem.
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dispositivo del fallo, según prevé el Derecho alemán, lo cual es simplemente principios, un marco de posibilidades, un cauce por el cual discurre el proceso
una obligación impuesta legal o constitucionalmente por razones de seguridad político democrático, que pretende encauzarlo de manera duradera a pesar del
jurídica, y aparte de la extensión de la obligatoriedad de las sentencias carácter cambiante de la realidad subyacente y de las demandas sociales, es
respectivas a los particulares, no parece que la fuerza de ley o la eficacia general obvio que las sentencias proferidas en los procesos constitucionales no pueden
añada una consecuencia relevante no comprendida ya en el efecto vinculante poseer una rigidez ni producir un efecto que conspire contra la adaptabilidad y
arriba examinado. dinamismo de la Constitución.
1
En relación con esta especificidad de la jurisdicción constitucional es
111. LA COSA JUZGADA EN LOS PROCESOS CONSTITUCIONALES preciso dejar parcialmente a salvo, sin embargo, procesos constitucionales como
el amparo, en los cuales los requerimientos de la seguridad jurídica no son tan
distantes de los propios del proceso civil. Ciertamente, en el proceso de amparo,
junto al propósito de garantizar un derecho fundamental, se encuentran
intereses subjetivos que reclaman una solución del conflicto jurídico-consti-
Posteriormente nos referiremos a las manifestaciones concretas de la
tucional. N o obstante, la cosa juzgada e n estos supuestos ofrece algunas
ductilidad de la cosa juzgada en la jurisdicción constitucional, de las cuales
peculiaridades, como luego veremos, y en ningún caso acarrea una petrificación
sólo algunas son fácilmente subsumibles en los moldes clásicos de tal concepto,
de la interpretación constitucional que sirvió de fundamento a la sentencia.
pero antes es preciso poner de relieve las razones fundamentales que justificarían
Los conflictos constitucionales entre entidades públicas se contraen igualmente
esa flexibilidad o dinamismo en una materia que pareciera predicar rigidez y
a una disputa entre potestades e intereses concretos, que debe ser zanjada.
permanencia.
En primer término, conviene tener presente los fines propios de la
jurisdicción constitucional y, en especial, del control de la constitucionalidad
de las leyes. Este control va dirigido a preservar la supremacía de la Constitución,
Sin llegar a negar la existencia de la cosa juzgada en los procesos
antes que a cerrar o resolver de manera definitiva un conflicto intersubjetivo.
constitucionales, es indudable que la cosa juzgada constitucional (giudicato
Aun en el ámbito del control difuso de la constitucionalidad, en aquellos
costituzionale) se distingue de la que rige en otros procesos.
sistemas difusos o mixtos de jurisdicción constitucional, o de la cuestión de
inconstitucionalidad, en los que la determinación de la compatibilidad de una En los procesos constitucionales, la posibilidad de revisar a través de
norma legal con la Constitución se produce a partir de un litigio concreto, recursos lo decidido mediante sentencia resulta frecuentemente descartada por
como paso previo para su resolución, el control de constitucionalidad conserva el rango del órgano jurisdiccional que la emite, cuyos pronunciamientos no
una autonomía de fin frente al que es inherente al proceso en que la sentencia son impugnables. Esta sola circunstancia se corresponde con una de las ver-
es dictada. En el control de la constitucionalidad, las exigencias de la seguridad tientes del concepto bajo examen: la cosa juzgada formal. En los sistemas que
jurídica ostentan una intensidad menor a la que es característica de los procesos autorizan a los jueces ordinarios para conocer de tales procesos o para ejercer
ordinarios, ya que prevalece el interés en salvaguardar la Constitución, con el control (difuso) de constitucionalidad de las leyes, el agotamiento o la falta
todo lo que ello implica. de interposición de los recursos disponibles produce el mismo efecto, sin per-
juicio de los poderes extraordinarios de revisión de sentencias que ostente la
Aquí reside la segunda explicación de las singularidades de la cosa juzgada
máxima instancia de la justicia constitucional.
en materia constitucional: si la Constitución es un orden abierto de reglas y
Las dificultades comienzan al examinar las implicaciones de la cosa sin perjuicio de su eventual contradicción con normas constitucionales que se
juzgada material e n la jurisdicción constitucional. El tratamiento adecuado de introduzcan con posterioridad, de acuerdo con los procedimientos de revisión
esta cuestión obliga a distinguir entre los siguientes procesos: de la Constitución (inconstitucionalidad sobrevenida). Asimismo, la decla-
ración de la inconstitucionalidad de una ley determinaría n o sólo su anulación,
1 sino además una prohibición permanente para el legislador futuro, que n o podría
A) La acción directa y la cuestión de inconstitucionalidad reeditar la ley censurada, e n virtud de la cosa juzgada material ya recaída.
l
i
En sistemas de control concentrado de la constitucionalidad, erigidos z Pero las singularidades de la jurisdicción constitucional, y las funciones
sobre la base del modelo austríaco, los procesos constitucionales de control j que la Constitución debe cumplir, n o admiten tal congelamiento de la
normativo son, por lo general y principalmente, dos: la acción directa de 1 interpretación constitucional y de los márgenes de actuación del legislador.
inconstitucionalidad d e las leyes, que permite impugnar ante el Tribunal De ahí que e n los supuestos señalados la doctrina o jurisprudencia consti-
Constitucional la ley considerada contraria a la Constitución, y la cuestión de tucionales admitan una flexibilización de los efectos de las sentencias que se
b
inconstitucionalidad, e n virtud de la cual los jueces deben someter a la aparta de los moldes clásicos de la cosa juzgada. Tal vez ello explica que, con
consideración de tal Tribunal la posible inconstitucionalidad de una norma ii frecuencia, la posibilidad de replantear judicialmente problemas relativos a la
legal relevante para la resolución de un caso concreto. La acción directa de compatibilidad con la Constitución de normas legales sea examinada desde la
inconstitucionalidad existe también e n sistemas mixtos o integrales de j óptica de los efectos vinculantes de las sentencias constitucionales, antes que
jurisdicción constitucional, como el venezolano. bajo la categoría de la cosa juzgada.

La aceptación rigurosa de una cosa juzgada material e n tales procesos Conviene analizar los alcances de los fallos constitucionales, para apreciar
impediría replantear ulteriormente el asunto decidido, e n cuanto concierne a la flexibilización mencionada, comenzando por las sentencias estimatorias de
la constitucionalidad o inconstitucionalidad del precepto impugnado19. Más la inconstitucionalidad de una norma legal. Suele considerarse que lo resuelto
aún si se piensa que el carácter objetivo de tales procesos de control normativo por una sentencia declaratoria de la inconstitucionalidad de una ley n o se
determina que pierdan relevancia los límites subjetivos de la cosa juzgada20. extiende a disposiciones análogas contenidas en otros instrumentos legales, lo
La ley declarada constitucional lo sería de manera absolutamente definitiva, cual se aviene con los límites objetivos propios de 12 cosa juzgada. Los problemas
se suscitan al precisar la incidencia de estas sentencias sobre la actuación futura
del legislador, en lo concerniente a la posible reiteración de la norma censurada
19 Esta concepcicín se ve reflejada e n un dictamen de nuestra Procuraduría General de la
República: "La sentencia de inconstitucionalidad, como toda sentencia judicial, produce por inconstitucional.
cosa juzgada. La que se obtenga en la jurisdicción objetiva, ya sea estimatoria o desestimatoria,
produce siempre efectos erga omnes. De este principio se desprenden consecuencias de gran
Al respecto no existe e n la doctrina y jurisprudencia una solución uná-
interés práctico como la de irrevocabilidad. Cuando la Corte Federal declara sin lugar el N nime. Para algunos ello sería siempre un ilícitc~c o n ~ t i t u c i o n a lOtros
~ ~ . opinan
recurso por n o contener el acto estatal impugnado los vicios denunciados, esa decisión n o que la sentencia declaratoria de la inconstitucionalidad de una ley n o impide
podrá ser revisada por gozar de las características de toda sentencia que produce cosa juzgada:
al legislador sancionar otra ley de igual contenido, siempre que n o pretenda
la indiscutibilidad y la inmutabilidad.
Para el caso de que la Corte Federal haya declarado sin lugar un recurso de inconstitu- ! abarcar las relaciones o situaciones cubiertas por el previo fallo anulatorio, es
cionalidad y sin embargo se le vuelve a impugnar por las mismas razones y con apoyo de las 1
mismas disposiciones constitucionales, la Corte deberá aplicar de oficio su anterior sentencia
o decidir la excepción de cosa juzgada opuesta por el Procurador de la Nación". Doctrina
PGR, 1963, Caracas, 1964, pp. 199 y ss.
20 Es la opinión de Benda y Klein, op. cit., p. 504. 21 Rubio Llorente/Jiménez Canipo, op cit., p. 76.
258 + COSA JUZGADA Y EFECTO VINCULANTE EN LA TUSTiCIA CONSTITUCIONAL

decir, siempre que sus efectos sean hacia el futuro. La ley reproductiva de la la misma, el replanteamiento de su posible incompatibilidad con la Cons-
anterior nacería bajo la amenaza de ser declarada inconstitucional por adolecer titución. Como la impugnación directa de las leyes se encuentra sujeta en
de los mismos vicios que su predecesora, y la máxima instancia de la jurisdicción algunos de los sistemas a plazos breves de caducidad, la nueva consideración
constitucional, o los jueces competentes para el eventual planteamiento de la de la compatibilidad de la norma legal con la Constitución puede producirse a
cuestión de inconstitucionalidad, ~ o d r í a nestar relativamente vinculados por través de la elevación por algún juez de una cuestión de inconstitucionalidad
el pecedente, pero no operaría la cosa juzgada (material)22,la cual daría lugar en relación con el mismo precepto ya declarado constitucional con ocasión de
a pensar en formas de ejecución de la sentencia ya dictada, sin la necesaria una acción directa, lo cual es generalmente aceptado, teniendo en cuenta,
apertura de un nuevo proceso. Para justificar la inexistencia de una prohibición entre otras razones, las diferencias entre el control normativo directo y el que
de reiteración de la norma declarada inconstitucional, se apela a la necesidad se ejerce incidentalmente, bajo el influjo del caso en que la cuestión se plantea.
de evitar una parálisis en la evolución jurídica y a la libertad de configuracicín En algunos sistemas se permite incluso la interposición de una nueva acción
normativa del legislador23. directa basada en los mismos argumentos antes rechazados, o la elevación por
Esta problemática parece n o admitir respuestas dogmáticas. La otro juez, en la misma causa (juez de alzada, p. ej.) o en una distinta, de una
reproducción de la ley declarada inconstitucional ha de considerarse en cuestión de inconstitucionalidad en relación con el precepto ya impugnado o
principio ilícita, por añadir al vicio de inconstitucionalidad antes advertido el cuestionado y con base en razones semejantesz5.
desacato a un pronunciamiento del órgano supremo de la justicia constitucional. Lo expuesto denota una importante matizacicín, cuando no un abandono,
Pero tal reproducción puede considerarse aceptable cuando ha ocurrido un de los efectos inherentes a la cosa juzgada material. Algunos de los signos de
cambio en las circunstancias imperantes, en el contexto normativo, o en las ductilidad de las sentencias constitucionales puestos de relieve podrían ser
concepciones jurídicas predominantes. Tampoco cabe descartar una recti- explicados a partir de tal categoría, pues la inmutabilidad que es propia de la
ficación de la jurisprudencia previamente establecida, ligada a una alteración cosa juzgada, en su vertiente material, cedería ante un cambio de las circuns-
en la composición del tribunal competente. El legislador puede provocar la tancias fácticas imperantes al momento de dictar la sentencia que adquiricí
revisión del criterio antes sustentado por la jurisdicción constitucional, y ésta firmeza. Pero en otros aspectos tal ductilidad va más allá de lo permitido por
tendrá la última palabra. dicho concepto, como ocurre con las sentencias desestimatorias de la
En lo que atañe a las sentencias desestiinatorias, tampoco se extienden inconstitucionalidad, cuando se permite sin limitaciones un nuevo examen de
a normas similares previstas en otros textos legales24.En lo que respecta a la la validez constitucional de la ley, o cuando ello es posible si ha ocurrido una
modificabilidad del criterio establecido en relación con la constitucionalidad variación no en los hechos, sino en las ideas jurídicas o sociales prevalecientes.
del precepto examinado, se suele admitir, a veces en virtud de texto legal Además, aun en los supuestos en que el r ~ ~ l a n t e a r n i e n de
t o una acción o
expreso, o invocando los límites temporales de la cosa juzgada o la ausencia de cuestión de inconstitucionalidad referida a la misma ley y a idénticos preceptos
constitucionales se supedita a la presentación de otros argumentos, su admisión
22 Vid. la reseña de esta posición, m u y difundida e n la doctrina italiana, e n Zagrebelsky, G., rompe con los moldes de la cosa juzgada, pues ésta no resulta enervada por un
La giustizia.. . , pp. 327 y SS.;así como la tesis del autor sobre esta cuestión.
23 Respecto de la admisibilidad de la reiteración del precepto declarado inconstitiicio~ialha
existido una divergencia entre las Salas del Tribunal Constitucional Federal alemán, vid.
Schlaich, op. cit., pp. 324 y SS. 25 Cfr. el artículo 87 de la Ley de la Jurisdicción Constitucional de Costa Rica, según el ciial
24 Vid. la sentencia de la Sala Político-Administrativa de la extinta Corte Suprema de Justicia las sentencias desesrimatorias de la inconstitucionalidad no producen cosa juzgada. Vid.,
del 12 de diciembre de 1963, y los comentarios de Brewer-Carías, Allan, e n Instituciones igualmente, Hernández Valle, Rubén, op. cit., pp. 388 y SS.;y, en la doctrina italiana,
Políticas y Constitucionales (justicia Constitucional), T. VI, pp. 306 y ss. Zagrebelsky, La giustizia..., pp. 255 y SS.
simple cambio e n la argumentación del accionante, si se mantiene la identidad contra sentencias que se interpone ante el Tribunal Constitucional, tras el
de sujetos, de objeto y de título jurídico. agotamiento de los recursos judiciales previos, la sentencia de fondo dictada
1' e n el amparo posee efectos definitivos, sea para desechar la alegada violación
de determinados derechos constitucionales y confirmar de manera indirecta lo
B ) El control difuso de la constitucionalidad
decidido e n las instancias ordinarias, sea para anular lo resuelto e n tales
En los países que siguen, parcial o totalmente, el modelo norteamericano instancias. Pero la interpretación de la Constitución que le haya servido de
de control difuso de la constitucionalidad, las sentencias firmes dictadas e n fundamento puede ser modificada e n casos futuros, como también sucede e n el
causas e n las que hayan surgido objeciones relativas a la compatibilidad de proceso civil, e n relación con la interpretación de la ley. N o obstante, la
alguna ley con la Constitución adquieren la autoridad de la cosa juzgada, e n ulterior declaratoria de la inconstitucionalidad de la ley que sirvió de base a las
sus vertientes formal o material, o e n ambas, según la naturaleza del proceso y sentencias n o consideradas lesivas de derechos constitucionales por el Tribunal
de la pretensión aducida. Pero un pronunciamiento del tribunal favorable a la Constitucional, podría incidir e n el proceso previo, según apuntaremos e n el
inconstitucionalidad de la ley no acarreará su nulidad, y sólo podrá tener alcance , apartado siguiente.
general con arreglo al principio de stare decisis, o e n virtud de la posición Por el contrario, e n los sistemas e n que el amparo se concibe como una
institucional del órgano que lo dicte. acción sumaria, de cognición abreviada y contradictorio limitado, generalmente
Si el planteamiento de la invalidez de la norma legal es desechado, una sólo se atribuye a sus sentencias el efecto de cosa juzgada formalz6, ya que es
eventual declaración posterior de su inconstitucionalidad y nulidad, emitida posible discutir nuevamente sobre el conflicto intersubjetivo subyacente
por el tribunal u órgano judicial encargado del control concentrado de la mediante otras vías roce sal es, o incluso a través de otro amparo constitucional,
constitucionalidad, allí donde exista, puede afectar lo decidido e n aquellas si h a habido u n cambio e n las circunstancias. A l respecto, es preciso advertir,
causas, de acuerdo con el régimen establecido e n relación con los efectos sin embargo, que el efecto impeditivo ínsito a la cosa juzgada material sí opera
temporales de las sentencias de inconstitucionalidad. Por otro lado, e n el cuando se intenta una nueva acción de amparo entre las mismas partes, e n
Derecho venezolano se reconoce a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo relación con hechos idénticos e invocando igual derecho y pretensión27.
de justicia la facultad de revisar, de manera excepcional, las sentencias e n que I En Venezuela y Colombia las sentencias de amparo o tutela dictadas por
los jueces ejerzan el control difuso de la constitucionalidad -afirmando o E los tribunales sujetas a una facultad extraordinaria de revisión por la
negando la compatibilidad con la Constituci6n de la ley objetada-, lo cual se Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia o la Corte Constitucional,
configura como u n motivo extraordinario para la revisicín de fallos investidos respectivamente, lo cual puede incidir e n la cosa juzgada de los fallos
de la autoridad de la cosa juzgada. correspondientes.

C ) La acción de ambaro

Los efectos de este proceso constitucional pueden avenirse c o n la


categoría de la cosa juzgada. A l presuponer normalmente u n conflicto
intersubjetivo, el amparo reclama una cierta garantía de seguridad jurídica e n / 26 Sagües, Néstor, op. cit., p. 233.
27 Lo que h a sido denominado, por nuestro Tribunal Supremo de Justicia, cosa juzgada
relación con la resolución judicial de la controversia. De a h í que, e n los países
constitucional; cfr. sentencia de la Sala Constitucional del 1 6 de febrero de 2002 (no 3265),
donde el amparo constitucional funciona principalmente como u n recurso caso Raúl Benigno Marín Delgado.
de la Sala Constitucional ni de todo lo afirmado en éstas, sino de las
interpretaciones constitucionales establecidas por la Sala Constitucional. Es
U n asunto que sobrepasa los límites temáticos de este estudio, pero que importante precisar, e n consecuencia, de qué forma este órgano jurisdiccional
se encuentra relacionado con el mismo, es el de la repercusión de sentencias sienta criterios vinculantes en los términos del artículo 335, lo cual a nuestro
constitucionales, particularmente de las dictadas en procesos de control juicio ha de producirse fundamentalmente mediante la técnica de los
normativo, sobre decisiones emitidas por tribunales de los distintos órdenes precedentes, como luego tendremos ocasión de exponer.
jurisdiccionales que hayan alcanzado la fuerza de la cosa juzgada. La posibilidad
de que éstas sean afectadas por la posterior declaratoria de la incons- Para abordar estas cuestiones es conveniente referirse, primeramente, a
titucionalidad de la ley que fue aplicada en el caso concreto varía según la la postura que ha mantenido la Sala Constitucional en relación con la
regulación de cada ordenamiento. Se suele reconocer que una sentencia de significación del artículo 335 de nuestra Carta Magna, en lo que atañe al carácter
inconstitucionalidad con efectos retroactivos (ex tunc) puede quebrar la cosa vinculante de las interpretaciones constitucionales sentadas por aquélla.
juzgada cuando las normas anuladas tienen carácter sancionatorio. A este respecto, lo principal que debe ser destacado de la jurisprudencia
de la Sala Constitucional es la visión según la cual el artículo 335, en
concordancia con los artículos 7 y 334 de la Constitución, le confiere com-
IV. EL EFECTO VINCULANTE DE LA JURISPRUDENCIA DE LA
SALA CONSTITUCIONAL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE petencia para velar por la correcta interpretación y aplicación de la Carta
JUSTICIA Magna por los tribunales y demás operadores jurídicos. Tal facultad se ejercería
acudiendo bien a mecanismos previstos expresamente en la Constitución o en
las leyes, bien a otras vías que esa Sala estime adecuadas para cumplir esta
función interpretativa. Para llegar a esta conclusión se apoya en un Poder de
Una de las principales novedades de la Constitución de 1999 consiste Garantía Constitucional que le sería propio, y que representaría una mani-
en haber creado la Sala Constitucional, como órgano especializado en la materia festación del control concentrado de la constit~cionalidad~~.
constitucional, que ostenta primacía en la interpretación de la Norma Salta a la vista la distancia que separa algunos de los aspectos de esta
Fundamental. De allí que su artículo 335 atribuya fuerza vinculante a las doctrina de los fundamentos de un sistema de justicia constitucional mixto o
interpretaciones que establezca la Sala Constitucional "sobre el contenido o integral como el venezolano, en el cual la garantía de la Constitución incumbe
alcance de las normas y principios constitucionales". Conforme a tal precepto, a todos los jueces, tal como ésta lo dispone en su artículo 334, de tal modo que
los criterios sentados en dicho ámbito por la Sala Constitucional obligan a en último término la garantía constitucional depende del entero sistema de
todos los tribunales de la República y a las demás Salas del Tribunal Supremo justicia constitucional, en el que la Sala especializada en dicha materia debe
de Justicia. sin duda jugar un papel capital, dentro del marco de las atribuciones efec-
La alusión a las "normas o principios constitucionales" como objeto de tivamente otorgadas por el ordenamiento. No es acertado, por tanto, extender
la tarea interpretativa revestida del especial efecto mencionado, comprende el monopolio del control concentrado de la constitucionalidad, que sólo se
toda norma constitucional, noción dentro de la cual se puede distinguir entre refiere a la declaratoria de la inconstitucionalidad de leyes u otros actos de
las reglas y los principios, siguiendo la difundida clasificación de Ross, Dworkin
y ~ l e xLa~fuerza~ ~ vinculante,
. por otro lado, no dimana de cualquier decisión 29 Cfr., entre otras, las sentencias del 9 de noviembre de 2000, del 25 de enero y del 6 de
febrero de 2001 (nos. 1347, 33 y 93), casos Ricardo Combellas, Baker Hughes S.R.L., y
28 Vid., por todos, Alexy, Robert, op. cit., pp. 81 y SS. Corpoturismo, respectivamente.
igual rango y a su eventual anulación, al campo de la interpretación o de la Así se expresó e n sentencia del 19 de julio de 2001, en la cual se
garantía de la Constitución. estableció, invocando los artículos 334 y 335 de la Constitución, una discutible
distinción dentro del ámbito de atribuciones de dicha Sala. Por un lado estaría
Es pertinente observar que en la consolidación de otros sistemas de
la jurisdictio, como labor de resolución de casos concretos, de la cual emergen
justicia constitucional ha sido primordial la existencia de un diálogo ins-
normas individualizadas cuya obligatoriedad "sólo podría invocarse conforme
titucional constante entre la máxima instancia de interpretación constitucional
a la técnica del precedente", y por el otro se encontraría la jurisdatio, basada en
y los tribunales ordinarios, lo cual presupone la adecuada estimación de la
la interpretación general o abstracta de la Constitución, que tendría efectos
función que éstos deben desempeñar e n la precisión del alcance de las
erga omnes y representaría "una interpretación cuasiauténtica o paracons-
disposiciones constitucionales, a la luz de los múltiples casos concretos en los
tituyente, que profiere el contenido constitucionalmente declarado por el texto
que deben aplicarlas, lo que les permite también confrontar los criterios sentados
fundamental".
por dicha suprema instancia con las exigencias de la situación particular objeto
de c o n o c i r n i e n t ~ ~ ~ . Interesa reproducir parte de las afirmaciones de tal sentencia:
Pero no es posible analizar aquí todas las aristas problemáticas de la
Como puede verse, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
esbozada doctrina de la Sala Constitucional, siendo preciso subrayar la
n o duplica e n estos artículos la competencia interpretativa de la Constitución,
perspectiva desde la cual ésta examina el artículo 335 constitucional. En su sino que consagra dos clases de interpretación constitucional, a saber, la
criterio, este sería un precepto que le permite desempeñar un cometido de interpretación individualizada que se da e n la s e n t e n c i a c o m o norma
garantía sobre la correcta y uniforme interpretación de la Constitución, con lo individualizada, y la interpretación general o abstracta prescrita por el artículo
335, que es una verdadera jurisdutio, en la medida e n que declara, erga omnes y
cual la Sala Constitucional se erige no sólo en la máxima instancia de la justicia pro futuro (ex n u n c ) , el contenido y alcance de los principios y normas
constitucional, como ciertamente lo es, sino que además se reserva la facultad constitucionales cuya interpretación constitucional se insta a través de la acción
de emitir, cuando lo juzgue necesario, la última palabra en todo asunto ligado extraordinaria correspondiente. Esta jurisdatio es distinta d e la función que
controla concentradamente la constitucionalidnd de las leyes, pues tal función
a la cabal interpretación de la Norma Suprema. iiomofiláctica es, como lo h a dicho Kelsen, una verdadera legislación negativa
Los criterios constitucionales sentados por la Sala en cumplimiento de que decreta la invalidez de las normas que colidan con la Constitución, aparte
que la interpretación general o abstracta mencionada n o versa sobre normas
esa misión resultarían vinculantes, conforme al artículo 335. Según algunos subconstitucionales sino sobre el sistema constitucional mismo. El recto sentido
pronunciamientos de la Sala Constitucional la mayor relevancia del artículo del artículo 335 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
335, desde esta óptica, estribaría en servir de fundamento a una facultad de la hace posible la acción extraordinaria de interpretación, ya que, de otro modo,
dicho artículo sería redundante e n lo dispuesto e n el artículo 334 eiusdem, que
Sala para interpretar la Constitución en abstracto, mediante el denominado sólo puede dar lugar a normas individualizadas, como son, incluso, las sentencias
recurso de interpretación constitucional, y no en su repercusión sobre las sen- de la Sala Constitucional e n materia de amparo. La diferencia entre ambos tipos
tencias dictadas en los específicos procesos constitucionales ligados a situaciones de interpretación es patente y produce consecuencias jurídicas decisivas e n el
ejercicio de la jurisdicción constitucional por parte de esta Sala. Esas
concretas. 1
consecuencias se refieren al diverso efecto de la jurisdictio y la jurisdntio y ello
i porque la eficacia de la norma individualizada se limita al caso resuelto, mientras
que la norma general producida por la interpretación abstracta vale erga omnes
y constituye, como verdadera jurisdutio, una interpretación cuasiauténtica o
3 0 Especialmente ilustrativa a este respecto es la experiencia de la jurisdicción constitucional paraconstituyente, que profiere el contenido constitucionalmente declarado por
e n Italia y e n los Estados Unidos; cfr. Zagrebelsky, La giusti:ia.. ., pp. 167 y SS.,y Magaloni el texto fundamental.
Kerpel, Ana, El precedente constitucional en el sistema judicial norteamericano, Madrid, Mc Por supuesto que la eficacia de la norma individualizada para el caso resuelto
Graw-Hill, 2001, pp. 157 y SS. implica la interpretación vinculante de las normas constitucionales que ha sido
establecida para resolver el problema, ya que, siendo la norma individualizada, En segundo lugar, el artículo 335 es básicamente una disposición que
eo ipso, decisión del caso concreto, el contenido y el alcance de su motivación
normativa quedan ligados, tópicamente, al problema decidido, y su obligatoriedad
define el status del Tribunal Supremo de Justicia y de su Sala Constitucional
sólo podría invocarse conforme a la técnica del precedente (stare decisis) e n el ámbito de la interpretación de la Constitución, y prevé el carácter
[precedente vinculante, aceptar lo decidido]." vinculante de las interpretaciones de la Norma Suprema establecidas por
aquélla. Tales interpretaciones han de provenir de los procesos específicos en
En decisiones posteriores la Sala Constitucional ha aclarado que el
los que dicha Sala desarrolla sus atribuciones jurisdiccionales, incluyendo los
artículo 335 también fundamenta la fuerza vinculante de los precedentes que
mecanismos vinculados al control de constitucionalidad de las leyes. Hasta la
se establezcan al dilucidar casos concretos, en estos términos:
solicitud o recurso de interpretación (directa) de la Constitución, si se considera
que su artículo 335 le brinda respaldo, debe ser inscrita dentro de esta órbita
A lo ya dicho conviene agregar que la doctrina que se derive de la interpretación jurisdiccional, y en esta dirección apunta la exigencia jurisprudencial de que
de los preceptos constitucionales, sea que la conclusión a que arribe la Sala n o
resuelva un caso concreto (solicitud de interpretación), sea que aproveche a la exista una duda que "afecte" de manera actual o futura al accionante, y "un
solución de una concreta controversia e n tanto contenga el modo e n que los marcado problematismo bien sea para la buena marcha de las instituciones,
valores, principios y reglas constitucionales exigen que se tome una decisión e n para el ejercicio de los derechos fundamentales o para el mantenimiento del
un sentido determinado, tiene en ambos casos efecto vinculante. Tal aclaratoria
desea resolver alguna duda que pudiera surgir e n cuanto al alcance de la
orden público y la paz No se trata, pues, de una vía destinada a resolver
vinculación de la función interpretativa que toca desplegar a esta Sala conforme planteamientos puramente abstractos, que e n ningún caso podrían ser
al citado artículo 335 de la Carta Fundamental, la cual, pueda que llegue a simplemente teóricos o académicos. A ello se refirió la propia Sala Consti-
asociarse, erróneamente, a la desnuda interpretación de un precepto cons-
tucional en la sentencia que inauguró esta vía judicial:
titu~ional~~.

No obstante, la concepción del artículo 335 mantenida por la Sala Pero como n o se trata de una acción popular, como n o lo es tampoco la de
Constitucional y la distinción trazada en la citada doctrina jurisprudencial es, interpretación de ley, quien intente el "recurso" de interpretación constituciorial
sea como persona pública o privada, debe invocar un interés jurídico actual,
por varias razones, objetable. En primer lugar, porque la Constitución no autoriza legítimo, fundado e n una situación jurídica concreta y específica en que se
a dicho órgano para dar Derecho constitucional de modo similar o aproximado encuentra, y que requiere necesariamente de la iriterpretación de normas
a la forma como lo hace un cuerpo constituyente, por lo que no le corresponde constitucionales aplicables a la situación, a fin de que cese la incertidumbre que
impide el desarrollo y efectos de dicha situación jurídica. En fin, es necesario
adoptar una posición para o cuasiconstituyente.Sin perjuicio de la faceta creativa que exista un interés legitimo, que se manifiesta por n o poder disfrutar correc-
que acompaña la interpretación y aplicación de las normas jurídicas y, e n tamente la situación jurídica en que se encuentra, debido a la incertidumbre, a
particular, de la posible inclusión de la jurisprudencia constitucional entre las la duda g e n e r a l i ~ a d a ~ ~ .
fuentes de esta rama del Derecho, las funciones de la Sala Constitucional han
La propia evolución de la jurisprudencia constitucional contrasta, por
de ser jurisdiccionales, y en ejercicio de las mismas ésta siempre ha de someterse
a los dictados constitucionales, así éstos sean genéricos o indeterminados y, otra parte, con la tajante distinción establecida entre la jurisdictio y la jurisdatio,
por consiguiente, abiertos a una dialéctica permanente con la realidad y con ya que ha sido en el curso de procesos constitucionales dirigidos a resolver
las situaciones que deben regir. casos concretos, como el amparo constitucional, que la Sala ha proferido muchas
de sus interpretaciones constitucionales vinculantes de alcance general, no

31 Sentencia del 19 de julio de 2001 ( n o 1309), caso Hennann Escarrá. 33 Ibídem.


32 Sentencia del 5 de octubre de 2001 ( n o 1860), caso Consejo Legislativo del Estado Barinns. 34 Sentencia del 22 de septiembre de 2000 ( n o 1077), caso Servio Tulio León.
268 + COSA TUZGADA Y EFECTO VINCULANTE EN LA JUSTICIA CONSTITUCIONAI

siempre, por cierto, como luego veremos, de acuerdo con la técnica del a la ratio decidendi del fallo, siempre que estén relacionadas de manera directa
precedente. La experiencia comparada e n el ámbito de la jurisdicción con el caso sometido a su consideración.
constitucional enseña igualmente que es al hilo de la normal actividad Una ojeada al Derecho Comparado, al cual ya aludimos, muestra la
jurisdiccional de los tribunales respectivos, y dentro del cauce de procesos tendencia, en sistemas jurídicos de civil Iaw, a atribuir fuerza vinculante general
constitucionales cuyo fin directo o principal no es la interpretación abstracta a la jurisprudencia constitucional. En esta dirección apuntan, en Alemania, el
de la Constitución, que se ha formado y enriquecido la doctrina constitucional artículo 3 1.1 de Ley del Tribunal Constitucional Federal; en España, los artículos
vinculante. 164.1 de la Constitución, 38.1 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional
En suma, la primacía de la Sala Constitucional en la interpretación de y 5.1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial; y en Costa Rica, el artículo 13 de
la Norma Fundamental, que indudablemente ostenta, no debe afectar el la Ley de la Jurisdicción Constitucional. En Colombia, ha habido algunos
adecuado funcionamiento del sistema de justicia constitucional. Para evitarlo obstáculos para el reconocimiento de la obligatoriedad de las interpretaciones
es primordial, además de superar equívocos como los mencionados, definir el constitucionales sentadas por la Corte Constitucional, en virtud de lo dispuesto
alcance de la fuerza vinculante contemplada en el artículo 335, a lo cual se en el artículo 230 de la Constitución de ese país, el cual expresamente señala
destina el próximo apartado. que la jurisprudencia es un simple criterio auxiliar de la actividad judicial, así
como por los intentos del Congreso de restringir el alcance de los fallos
constitucionales. Pero la doctrina de la Corte Constitucional propende a la
consolidación del carácter vinculante de sus interpretaciones, para lo cual ha
acudido a la técnica del precedente, distinguiendo entre la argumentación que
A) El artículo 3 3 5 como fundamento de la jurisprudencia constitucional guarda una relación directa y necesaria con la parte resolutiva de la sentencia
eiinculante (obligatoria), y la de índole t a r ~ ~ e n c i a l ~ ~ .

El artículo 335 de la Constitución, al prever la obligatoriedad de las En estos sistemas jurídicos, la previsión de la fuerza vinculante de la
interpretaciones constitucionales establecidas por la Sala Constitucional, fija jurisprudencia constitucional se fundamenta en la posición institucional de
las bases de la jurisprudencia constitucional vinculante. Dentro de este concepto los Tribunales, Cortes o Salas Constitucionales, en su condición de máximas
están comprendidos los precedentes propiamente dichos que se deriven de las instancias de interpretación de la Constitución. En ocasiones se ha querido
sentencias de la Sala Constitución, como también, dentro de ciertos límites, invocar el principio de igualdad en la aplicación del Derecho como basamento
las interpretaciones constitucionales sentadas expresamente por ella al conocer de tal fuerza vinculante, mas ello no basta para explicarla, pues en los demás
de acciones o recursos de naturaleza constitucional. ámbitos jurisdiccionales normalmente impera un precedente meramente
persuasivo respecto de las futuras decisiones de otros tribunales, lo cual no
La fuerza vinculante de la jurisprudencia constitucional se traduce,
supone por sí solo una vulneración del principio de igualdad. Algo distinto
fundamentalmente, en la aplicación de la regla del precedente (obligatorio)
f sucede en el Derecho norteamericano, en lo concerniente a las interpretaciones
en esta materia, lo cual implica que la ratio decidendi o holding de las sentencias
constitucionales emanadas de la Suprema Corte, porque allí tradicional y
que resuelvan disputas constitucionales debe ser seguida por todos los órganos
naturalmente rige, sin necesidad de fórmula legal o constitucional expresa, el
jurisdiccionales, tal como luego explicaremos. Adicionalmente, pareciera que
stare decisis.
el artículo 335 reconoce carácter vinculante a las interpretaciones constitu-
cionales sentadas por la Sala Constitucional con motivo de la resolución de
controversias de esa misma índole, aunque no se circunscriban estrictamente
1 15 Cfl. López Medina, op. cit., pp. 14 y ss.
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Por último, importa señalar que del artículo 335 de la Constitución se 19, 23 y 31 de la Constitución, la cual aún n o h a sido acogida por la
desprende claramente que el efecto vinculante allí previsto se circunscribe a la jurisprudencia c o n s t i t ~ c i o n a l ~ ~ .
interpretación de las normas y principios constitucionales, lo cual, como ya
apuntamos, puede equipararse a la distinción entre reglas y principios
generalizada en la Teoría del Derecho. Se trata, pues, de la interpretación de B) Significacióny alcance del precedente constitucional
normas constitucionales de cualquier índole, incluso de principios cons-
La pieza central para la construcción de la jurisprudencia constitucional
titucionales no escritos, dimanantes del ordenamiento jurídico-constitucional.
vinculante ha de ser el precedente constitucional. Su particular autoridad halla
Al respecto, puede surgir un interrogante acerca de la posible extensión justificación en que se sitúa en la médula de la tarea jurisdiccional, al contener
del efecto vinculante del artículo 335 a interpretaciones de disposiciones legales las razones necesarias para entender por qué una controversia jurídica ha sido
realizadas por la Sala Constitucional. Es indudable que la pura interpretación resuelta en un determinado sentido. La ubicación de la Sala Constitucional en
legal llevada a cabo por dicha Sala, al resolver una acción, solicitud o recurso, la cúspide del sistema de justicia constitucional y las peculiaridades de las normas
no posee fuerza vinculante. Pero sí pueden ostentarla las aseveraciones de dicha constitucionales n o privan a la función que desempeña de naturaleza
Sala acerca de la interpretación constitucionalmente necesaria de una jurisdiccional, lo cual implica que es mediante la resolución de problemas
disposición legal o, en sentido inverso, acerca de la interpretación cons- jurídico-constitucionales concretos surgidos en la realidad que se elabora la
titucionalmente excluida de un precepto legal. Esta clase de pronunciamientos jurisprudencia constitucional.
no es extraña a la jurisdicción constitucional, sobre todo e n virtud de la
La noción de precedente no es del todo ajena a los ordenamientos
superación de la visión de los Tribunales Constitucionales como simples
jurídicos de civil law o de Derecho continental, sobre todo en su modalidad de
legisladores negativos. En ejercicio del control concentrado de consti-
precedente persuasivo, como son los que emanan de las sentencias dc las Cortes
tucionalidad de las leyes resulta a veces aconsejable, en lugar de caer en el
o Salas de Casación o, en general, de los tribunales ubicados en la cúspide de la
dilema de la anulación de la norma legal o la total desestimación del recurso
organización judicial. Pero se ha desarrollado y adquirido plena vigencia en los
interpuesto en su contra, determinar el sentido en el cual esta norma es
sistemas de commonlaw, como expresión del principio de stare decisis. En tales
compatible con la Constitución o, al contrario, precisar aquel que debe ser
sistemas, este principio guarda relación con los valores esenciales de su tradición
rechazado por vulnerar la Carta Fundamental. Estas interpretaciones quedan
jurídica e incluso con postulados del rule of law, como lo son la certeza y
comprendidas por el artículo 335 y son obligatorias para los tribunales de la
predictibilidad del Derecho, el rechazo a la desigual aplicación de la ley, y el
República.
respeto al relevante papel del juez en la producción jurídicaqO.De esta forma,
También es conveniente referirse al papel de la Sala Constitucional en el principio de stare decisis no es una camisa de fuerza para la administración de
la interpretación de los tratados internacionales sobre derechos humanos la justicia, sino más bien el cauce natural por el cual ésta discurre, pues es a
ratificados por la República, a los que la Constitución reconoce jerarquía partir de los casos concretos, y de los pecedentes y distinciones que con base
constitucional (art. 23). Tanto dicha Sala como las restantes del Tribunal
Supremo de Justicia y los demás tribunales del país ostentan la facultad de
interpretarlos, pues éste es un paso necesario para su aplicación. Pero al hacerlo
39 La cual apunta más bien e n dirección contraria. Cfr. el acuerdo de la Sala Plena del Tribunal
quedan sujetos a los criterios establecidos por las instancias que de acuerdo Supremo de Justicia del 25 de julio de 2001, emitido a raíz de las críticas que provocó la
con tales tratados tienen la competencia de determinar el alcance de sus sentencia 1.013/2001 de la Sala Constitucional, ya citada; y la sentencia de la Sala
disposiciones. Ésta es una de las consecuencias que cabe atribuir a los artículos Constitucional del 7 de agosto de 2001 ( n o 1393), caso Fermín Toroliménez.
40 Vid. Magaloni Kerpel, op. cit., pp. 185 y SS.
en los mismos se puedan establecer, que avanza el Derecho de creación judicial, la concreta decisión adoptada ante unos hechos específicos, no la motivación
el cual ocupa un lugar capital en dichos sistemas. que la haya fundamentado, también denominada rationale. Por otro lado, en lo
que atañe a la forma de establecer los precedentes, se piensa, desde una óptica
La aplicación del principio stare decisis y de los precedentes implica
maximalista, que el tribunal puede servirse de los hechos del caso para establecer
determinar l c contenidos
~ de las sentencias que resultan obligatorios en procesos
reglas generales vinculantes, sobre todo si se trata de un tribunal que ocupa los
futuros. De ahí surge la distinción entre la ratio decidendi o holding y los obiter
grados superiores en la estructura judicial.
dicta o dicta. La primera está compuesta por las razones básicas y necesarias que
fundamentan la parte resolutiva o dispositiva de la sentencia, mientras que los La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha acudido
segundos son afirmaciones complementarias o tangenciales emitidas en el con frecuencia a la categoría del precedente, y a la noción de ratio decidendi,
pronunciamiento judicial. Sólo la ratio decidendi integra el precedente para delimitar los efectos vinculantes de sus pronunciamientos. Tanto en la
vinculante, que rige los casos sustancialmente iguales que se presenten sentencia antes comentada (caso Hermann Escarrá) como en decisiones
posteriormente, y se extiende a otros casos con base en el razonamiento posteriores, al distinguir entre la interpretación directa o abstracta de la
analógico. Cabe, sin embargo,hacer distinciones entre los hechos que generaron Constitución y la que se produce en situaciones particulares, ha señalado que
la regla contenida en el precedente y las circunstancias del nuevo caso sometido en este último supuesto la obligatoriedad de su sentencia se limita a casos
a consideración judicial, para evidenciar que determinado precedente no es similares al resuelto, que queden cubiertos por el precedente. En tal sentido,
aplicable a este ú1timo4l. ha aseverado que:
3
El precedente puede serlo vertical u horizontalmente, dependiendo de
Las interpretaciones de esta Sala Constitucional, e n general, o las dictadas e n
si vincula a los tribunales que se encuentran en niveles inferiores de la escala i vía de recurso interpretativo, se entenderán vinculantes respecto al núcleo del
judicial, o a los tribunales situados en un mismo grado, incluyendo al que I
caso estudiado, todo ello e n un sentido de límite mínimo, y n o de frontera
establece el precedente. En el ámbito de la jurisdicción constitucional la mayor intraspasable por una jurisprudencia de valores oriunda de la propia Sala, de las
i demás Salas o del universo de los tribunales de instancia ( . )
significación la ostenta el precedente vertical, y se estima que, en esta materia, f Los pronunciamientos que, sin referirse al núcleo central del debate objeto de la
la Corte Suprema norteamericana está sujeta a un precedente horizontal
,:
1
decisión, afectan a un tema colateral relevante para la misma, normalmente
flexible, dada la necesidad de adaptar sus pronunciamientos a realidades vinculados con los r'tzonamientos jurídicos esbozados para afincar la solución al
caso, n o serán por lógica, vinculantes, ni e n este ni e n otro sentido4'
cambiantes, lo cual comprende las transformaciones producidas en las ideas
dominantes en la sociedad42.
1 i Igualmente, ha declarado:
Esta es, grosso modo, la forma en que opera el precedente judicial en
sistemas de common law, pero esta visión esquemática es susceptible de muchas
ia Recuérdese que, desde un punto de vista formal, los efectos de la sentencia e n
otras precisiones y matizaciones, derivadas, en buena medida, de las diversas ! nuestro ordenamiento jurídico n o se extienden más allá de los límites que impone
la cosa juzgada; es decir, n o tienen efectos vinculantes respecto a casos o sujetos
concepciones sobre el stare decisis que existen en la doctrina y jurispmdencia
ajenos al hecho controvertido. El fallo es, n o obstante, una norma jurídica, pero
anglosajonas. Así, desde una perspectiva minimalista respecto del alcance de una norma jurídica individualizada, de la cual n o pueden seguirse efectos
los precedentes, se sostiene que lo vinculante para casos futuros sería solamente generales. Se deja a salvo, por supuesto, el efecto vinculante que ostenta la ratio

41 ídem, pp. 76 y ss.


42 Cfr. Iturralde, Victoria, El precedente en el common law, Madrid, Civitas, 1995, p. 138.;
ll 43 Sentencia del 9 de noviembre de 2000 ( n o 1347), caso Ricardo Combellas; cfr. también

Rubio Llorente, Francisco, La forma.. ., p. 470.


de este Supremo Tribunal. Este artículo plantea la generación y desarrollo de u n
decidendi, es decir, la razón que sirve de justificación al fallo, de las sentencias
sistema de precedentes judiciales que garantice la coherencia de la interpretación
de la Sala Constitucional, cuando interpreten, dentro de los límites del caso
de la nueva Constituciún a todos los niveles de la Justicia. Tal sistema, exige, e n
planteado. el sentido y alcance de una norma perteneciente al bloque
aras de su solidez dogmática, que los fallos que sean dictados de conformidad
constit~cional~~.
con esas decisiones vinculadas se hallen debidamente fundamentados, definiendo,
tanto el alcance de la decisión citada como precedente, como las características
En ocasiones la Sala Constitucional ha establecido de manera expresa del supuesto concreto que lo hacen regulable por aquél.
el carácter vinculante de la ratio decidendi, y ha ordenado la publicación de la En ese orden de ideas, siendo el régimen competencia1 materia de orden público,
sentencia correspondiente en la Gaceta Oficial: la declaratoria realizada por esta Sala e n el caso Dilia Parra es netamente de
carácter provisional, derivado del ejercicio de la jurisdicción normativa por parte
de esta Sala, mientras se desarrolla una normativa legal, promulgada por el Poder
Finalmente, debido a la relevancia de las consideraciones emitidas e n el fallo Legislativo, que efectivamente establezca un régimen competencia1 claro para
bajo examen y, además, por haber reflexionado la Sala sobre el alcance de este tipo de acciones4'.
principios elementales de nuestro ordenamiento jurídico constitucional, corno
lo son el derecho a la libertad y la garantía de presunción de inocencia, declara Es digna de mención la significación que en este fallo se atribuye al
vinculante la ratio decidendi que condujo a la decisión definitiva del presente
fallo. Por tal motivo, se ordena la publicación de la presente sentencia e n la
artículo 335, como generador de "un sistema de precedentes judiciales", lo
Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela. Así mismo, se ordena cual exige, ciertamente, fundamentar la aplicación del precedente, precisando
remitir copia certificada del presente fallo a los Presidentes de los Circuitos su alcance y su correspondencia con el caso concreto bajo análisis. Es llamativo,
Judiciales Penales del país, quienes, a su vez, ditundirán el contenido de la decisión
sin embargo, que la Sala Constitucional invoque, en este contexto, una
por medio de copias certificadas a los jueces de primera instancia y superiores
que conforman los Circuitos Judiciales Penales de la R e p ú l ~ l i c a ~ ~ . sentencia en la cual la ratio decidendi pareciera no comprender la interpretación
del artículo 26 de la Constitución a la cual se alude, relativa, entre otras cosas,
También h a dictado pautas de actuación específicas dirigidas a los jueces a su competencia exclusiva para el conocimiento de acciones interpuestas
de la República, respecto de la materia objeto de decisión. Así lo hizo, por invocando intereses difusos o colectivos, ya que la decisión señalada, dictada
ejemplo, al pronunciarse sobre el tratamiento que debía darse a procesos en el caso Dilia Parra Guillén, estimó improcedente in limine litis, por razones
iniciados con base en un litisconsorcio contrario a la ley46. ajenas a dicha interpretación, el amparo incoado por la Defensoría del Pueblo
Asimismo, al referirse a la fuerza vinculante de una interpretación en defensa de intereses difusos o colectivos, e n un asunto en el cual la
previamente establecida por la Sala en relación con su competencia exclusiva competencia, de acuerdo con la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
para conocer acciones interpuestas en defensa de intereses difusos o colectivos, Garantías Constitucionales, n o podía ser sino de la Sala Constitucional, tal
sostuvo: como ésta lo declaró, por haber sido señalada la Comisicín Legislativa Nacional
como el ente agraviante. Tal vez ello explica la mención del carácter directo de
En este sentido, observa la Sala que la decisión que recayó e n el caso Dilia Parra
la interpretación del artículo 26 de la Constitución establecida e n tal
(sentencia N o 656 del 3 0 de junio de 2000) fue producto de la interpretación pronunciamiento, que la propia Sala Constitucional en esa y en otras ocasiones
constitucional directa del artículo 26 de la Carta Magna, la cual, de acuerdo al ha inscrito dentro de la llamada jurisdicción normativa.
artículo335 del mismo Texto Fundamental, presenta carácter vinculante respecto
de las decisiones de todos los Tribunales de la República y de las restantes Salas En lo que atañe al precedente horizontal en el seno de la Sala Consti-
tucional, ésta ha declarado que sus precedentes o interpretaciones no la vinculan

44 Sentencia del 19 de julio de 2001 (no 1269), caso RichardJose'0rope:a.


47 Sentencia del 15 de agosto de 2002 ( n o 1935), caso Asociación Ciq~ilPro Defetisa y Rescate de
45 Sentencia del 27 de noviembre de 2001 ( n o 2426), caso Víctoi. Giovaiitiy Día7 Barón
los Servicios Públicos.
46 Sentencia del 28 de noviembre de 2001 ( n o 2458), caso Ae~oexpresosEjecutivos.
e ~ t r i c t a m e n t e lo
~ ~cual
, no debe conducir a una completa negación de la precedente no es propiamente aquella parte de una sentencia que un tribunal
influencia de los pronunciamientos de dicho órgano jurisdiccional en sus futuras impone o declara como tal, sino la ratio esencial de la decisión, con el nivel de
decisiones, en atención no tanto al artículo 335 de la Constitución, sino al generalidad que le atribuyan los jueces en casos futuros, todo ello sin perjuicio
mandato de coherencia que ha de presidir la actuación de todo alto tribunal de las facultades que ostenta un tribunal ubicado en la cúspide de la estructura
cuyas sentencias pretendan estar revestidas de especial autoridad, y al principio judicial para hacer respetar la cabal interpretación de los criterios sentados en
de igualdad en la aplicación del Derecho, que opera en ciertos supuestos cuando sus pronunciamientos, o para acoger la lectura del pecedente proveniente de
se trata de medir la actuación de un mismo tribunal. De ahí que la Sala los jueces de instancia.
Constitucional deba justificar la adaptación o modificación de su jurisprudencia. Estos planteamientos son válidos, con las debidas matizaciones, respecto
de los precedentes (en sentido propio) de la Sala Constitucional del Tribunal
C) Aplicación, adaptación y garantía del precedente constitucional Supremo de Justicia. Estos no cierran las puertas a la labor interpretativa de los
jueces ordinarios o de otras Salas del Tribunal Supremo de Justicia, que,
La aplicación (y extensión analógica) de pecedentes permite establecer mediante técnicas como la de la distinción o la de la aplicación estricta de la
de manera paulatina una línea juri~~rudencial o doctrina judicial vinculante, ratio decidendi, p e d e n contribuir a adaptar y, por tanto, a vitalizar la doctrina
dotada de una especial solidez, al ser fruto de la confrontación reiterada con la constitucional vinculante, generando una comunicación institucional siempre
casuística jurídica. A la vez, los precedentes llevan implícitos la energía saludable. Ello no significa, no obstante, que la Sala Constitucional deba
transformadora necesaria para la adaptación de tal doctrina judicial, por cuanto forzosamente acoger la propuesta de entendimiento del pecedente nacida de
la regla que de éstos se colige rige en relación con determinados hechos y otros órganos judiciales, ya que pudiera hacer uso de la facultad de revisión de
circunstancias, susceptibles de distinción, y queda abierta la posibilidad de sentencias definitivamente firmes que incurren e n abierto desacato a la
reducir el ámbito de su obligatoriedad interpretándolo de manera restrictiva, interpretación vinculante previamente sentada por la Sala con base en el
cuando el sometiiniento ciego a lo afirmado en la ratio decidendi de una sentencia artículo 335. En ocasiones la Sala ha ido más allá, y ha declarado, después de
conduzca a resultados manifiestamente erróneos o injustos. rechazar la solicitud de revisicín de una sentencia interlocutoria, la aplicación
En este orden de ideas, resulta de sumo interés aludir someramente a la al caso de su jurisprudencia obligatoria, para garantizar, entre otras cosas, "la
dinámica del stare decisis, en lo que atañe al modo de construir la doctrina estabilidad y uniformidad de los criterios interpretativos de la Constitución
judicial obligatoria, mediante precedentes. Según el principio de stare decisis, establecidos por esta Sala ~ o n s t i t u c i o n a l " ~ ~ .
el Derecho de creación judicial se conforma gradualmente con fundamento en
sucesivas decisiones que encadenadamente integran una doctrina
jurisprudencia1 vinculante. En palabras de Llewellyn, "ningún caso puede tener
significado por sí mismo"49. En la formación del pecedente interviene tanto
el tribunal que dicta una decisión capaz de vincular a otros órganos judiciales,
como el juez que la examina posteriormente para determinar si representa un
precedente respecto del caso que está conociendo. En consecuencia, el

48 Sentencia del 19 de julio de 2001 (no 1309), caso Hermann Escarrá


49 Citado por Magaloni Kerpel, op. cit., p. 160. 50 Sentencia del 13 de marzo de 2003 (no 522), caso Samtronic.
presente no debería estar sometida a la voluntad de quienes vivieron hace más constitucionalmente posible, como la "tiranía de la Historian7,que apela a las
de 200 años, sino dispuesta a asumir sus propios retos y a ofrecer solución a los valoraciones concretas de los autores de una Constitución.
problemas ínsitos al devenir histórico, lo cual implica aceptar, de la mano de la Al respecto, conviene observar que la materia constitucional no escapa
jurisprudencia de la Suprema Corte, una liuing constitution4. a cuestiones planteadas desde una perspectiva más general en la teoría de la
No es nuestro propósito ahondar en el rico debate norteamericano sobre interpretación jurídica. Wróblewski ha distinguido entre dos ideologías
la interpretación constitucional, pero lo dicho permite ilustrar las dificultades principales de la interpretación legal: la estática y la dinámica. La primera,
que comporta la precisión de la actitud que han de tener los jueces ante la dominada por el valor de la certeza, se remonta retrospectivamente a la voluntad
Constitución, así como la delimitación del ámbito que no deben sobrepasar en del legislador histórico para encontrar el significado exacto de las normas
su labor interpretativa. El interpretiuism, signado por el originalismo que, con jurídicas, y se resiste a aceptar un cambio interpretativo de los preceptos que se
variados matices, distingue al pensamiento constitucional norteamericano, produzca al margen del legislador. Por el contrario, la segunda sostiene que la
representa un esfuerzo por anclar la misión del juez constitucional en elementos interpretación permite la adaptación del Derecho a las necesidades sociales,
objetivos, de modo que se reduzca el espacio de discrecionalidad o de valoración siendo ésta su aspiración fundamental, y reconoce un papel determinante al
política. Pero el intento ha sido fallido, como lo demuestra la evolución de la contexto funcional (presente) de las normas, es decir, al conjunto de con-
jurisprudencia constitucional norteamericana. Prueba de ello es, por ejemplo, diciones sociales, culturales y de otra índole que rodean el proceso her-
el giro que dicha jurispmdencia impulsó en el tratamiento del derecho a la menéutico8.
igualdad, al censurar el modelo educativo de segregación racial (iguales pero
Esta distinción es extensible al ámbito constitucional, siendo no obstante
separados), por cuanto el exhaustivo estudio elaborado por Alexander Bickel,
tan pronunciada en este sector del ordenamiento la incidencia del contexto
a solicitud del Justice Frankfurter, sobre la intención de los constituyentes en
funcional de la interpretación9, que las corrientes doctrinales tienden a admitir,
relación con la enmienda número XIV (equal protection) y la segregación en
a veces de manera indirecta y con énfasis variable, modos de adecuación de las
las escuelas públicas, reveló que al aprobarla no existió una voluntad ni favorable
normas constitucionales a la realidad cambiante. Esta peculiaridad se explica
ni contraria a dicha situación. La Suprema Corte debía decidir, pues, en solitario,
por la presencia de cláusulas generales o conceptos indeterminados en la
con apoyo en su propia interpretación de la Constitución, como no dudó en
hacerlo al dictar uno de los fallos más significativos de su jurispmdencia (Brown Constitución, que a su vez se encuentra íntimamente ligada a su esencial
us . Board of ~ d u c a t i o n ) ~ . apertura al proceso político y a la historia.

Sin embargo, la respuesta ante el problema de los límites de la inter- El interrogante sobre el alcance de la interpretación constitucional no
pretación constitucional no estriba simplemente en la admisión de una liuing admite, pues, soluciones simples o dogmáticas. Pareciera, más bien, que ésta
constitution o de la soberanía que reposa en la generación actual, aunque éstos ha de ser concebida como un proceso complejo en el que caben distintos
sean elementos relevantes en la discusión. Lo importante es hallar bases métodos hermenéuticos y en el que también son diversos los datos tomados en
objetivas para la interpretación constitucional que excluyan tanto la "tiranía consideración. El elemento literal, sistemático, histórico-subjetivo y el
judicialn6, fundada en criterios preponderantemente subjetivos sobre lo teleológico tienen un papel que jugar, bajo el influjo de un contexto funcional
en el cual concurren circunstancias políticas actuales que repercuten
4 Vid. Lively, op. cit. p. 176-177; Beltrán, op. cit., p. 45 y SS.
5 Cfr. Schwartz, Bernard, A History ofthe Supreme Court, New York/Oxford, Oxford University
Press, 1993, pp. 286 y SS. 8 Wróblewski, Jerzy, Constitución y teoría general de la interpretación jurídica, Madrid, Civitas,
6 Rechazada por Robert Bork, citado por Beltrán, op. cit., p. 73. 1988, pp. 72 y SS.
7 Criticada por Beltrán, op. cit., p. 90. 9 ídem, pp. 56 y 78 y SS.
inevitablemente e n el desarrollo de la interpretación, sin que deban supeditarla Por otro lado, la relación entablada entre la jurisdicción y la Constitución
a vaivenes o intereses partidistas. n o es singular sino plural o sistemática, porque ningún órgano judicial ostenta
un monopolio sobre la interpretación o protección de la Constitución. En los
La tarea interpretativa de la Constitución n o es n i puro descubrimiento países que poseen u n modelo concentrado de control de la constitucionalidad
n i mera creación normativa. Aunque el criterio orientador h a de ser el se suele reconocer a los Tribunales Constitucionales una función directiva e n
reconocimiento del Derecho aplicable, esta búsqueda obliga frecuentemente a este ámbito, pero a la vez se destaca la importante colaboración que deben
realizar distinciones, correlaciones e integraciones que terminan nutriendo la prestar los tribunales ordinarios. En ordenamientos como el nuestro el papel
solución jurídica del caso, dotándola de una significación que n o e s t a b a de los jueces ordinarios es aun más relevante, dado el carácter difuso del modelo
predeterminada por los preceptos aplicables. y la tarea que a éstos incumbe en la garantía de la integridad de la Constitución.
En suma, la relación deseable d e los jueces c o n la Constitución La insuficiente visión sistémica o plural de la justicia constitucional y de la
pudiéramos calificarla como de lealtad racional, porque los jueces, cualquiera protección e interpretación constitucional es, sin embargo, otra d e las
que sea su jerarquía, n o ostentan un poder constituyente o cuasi-constituyente, deficiencias observadas e n la jurisprudencia de nuestra Sala Constitucional.
como ya advertimos, que los faculte para "dictar" o "dar" l'a normatividad
constitucional que estimen más adecuada o conveniente, n i para alterar la
111. ENTRE LOS JUECES (CONSTITUCIONALES) Y LA LEY
Constitución que deben salvaguardar. Sin embargo, su lealtad a la Constitución
a veces exige abandonar concepciones superadas por el devenir social que O t r o asunto álgido dentro de la jurisdicción constitucional se relaciona
pudieron inspirar la aprobación de algunos preceptos, e incluso matizar su con su incidencia sobre la actuación del legislador y sobre su obra, la ley, dado
sentido literal, si así lo imponen los valores superiores o la preservación de la que, e n ejercicio del control de constitucionalidad, las Salas o Tribunales
coherencia y adaptabilidad de la Constitución, que n o resulta por esta razón Constitucionales pueden censurar las opciones políticas acordadas por el órgano
traicionada sino salvada e n su funcionalidad y perdurabilidad mediante la parlamentario, si son violatorias de la Constitución. .
oportuna intervención de sus guardianes.
La posibilidad de que u n círgano judicial deje sin efecto la voluntad de
N o es de recibo que mediante la justicia constitucional se intente u n cuerpo plural, representativo y democrático por excelencia como lo es el
introducir e n el plano de la constitucionalidad una determinada concepción parlamento, h a dado lugar a enconados debates e incluso a cuestionarnientos a
subjetiva o política sobre las nociones constitucionales. Este equívoco se pone la existencia misma de la jurisdicción constitucional, que si bien pueden
de manifiesto e n algunas sentencias de nuestra Sala Constitucional, como las considerarse superados e n muchos aspectos, sobre todo e n sus versiones más
relativas a la libertad de expresión e información y al concepto de sociedad extremas, reaparecen de cuando e n cuando para aducir el supuesto carácter
civil, anteriormente comentadas. Invocando el artículo 335 de la Constitución contramayoritario de tal jurisdicción.
y los poderes que le conferiría para la interpretación vinculante de la
La d o c t r i n a más autorizada se h a encargado d e desvirtuar tales
Constitución, o bien la existencia de una omisión legislativa, dicha Sala h a
cuestionamientos, recordando que la legitimidad de la jurisdicción cons-
pretendido petrificar, o imponer transitoriamente, una visión particular, n o
titucional y del control de constitucionalidad de las leyes se deriva de la
prevista e n la Constitución, sobre el ejercicio de la libertad de expresión e
Constitución y, por tanto, del pueblo como titular del poder c o n s t i t ~ ~ e n t e ' ~ .
información y sobre el tipo de sociedad civil llamada a participar e n las instancias
o cauces contemplados constitucionalmente. Ello se aleja del recto sentido de
la interpretación constitucional y es un ejemplo de los peligros del inadecuado
10 Vid., por todos, García de Enterría, Eduardo, Lu Constiti~sión... , pp. 175 y ss.
manejo de las técnicas de la jurisdicción constitucional.
Adicionalmente, conviene observar que la Democracia, cabalmente entendida, constitucional, que carece de iniciativa para la configuración política12,ejerce
n o es el !gobierno de las mayorías, pura y simplemente, sino el "gobierno limitado una revisión ulterior del acto legislativo, bajo parámetros jurídicos y sin poder
de la mayoría", como enseña Sartori1l, siendo preciso contener al órgano sustituir la decisión legislativa por sus criterios o inclinaciones subjetivas. Más
legislativo mediante el funcionamiento de una jurisdicción constitucional que aún, dentro de ciertos límites h a de guardar deferencia hacia la interpretación
rechace sus excesos, particularmente e n lo que atañe a la garantía de los derechos de la Constitución implícita e n la decisión legislativa, e n los términos
fundamentales de la persona. examinados e n este estudio.
No detenemos e n esta polémica, sino tan solo señalar que Pero la forma como la jurisdicción constitucional está incidiendo e n la
la tensión constante entre la jurisdicción constitucional y el legislador se pone significación o hasta e n el tenor literal de preceptos legales que aun estando
actualmente de manifiesto e n el ámbito de la diversificación de los fallos de viciados de inconstitucionalidad n o lo están tanto como para que resulte forzoso
inconstitucionalidad, que h a generado diversas reacciones doctrinales. La declarar su anulación, nos coloca ante una nueva dinámica de creación
acentuada tendencia a acudir a las llamadas sentencias intermedias (situadas normativa que se h a generalizado e n países europeos, h a alcanzado u n a
entre la nulidad y la desestimación) y, sobre todo, a los pronunciamientos manifestación singular e n el Derecho colombiano, y ya se h a hecho presente
interpretativos, h a conducido, junto al intento de fijar límites a los poderes de entre nosotros a través de categorías como la de la jurisdicción norniatiwa13.
las instancias judiciales competentes, a u n replanteamiento del papel de la
La expresicín doctrinal más rotunda de la relectura de las funciones de la
jurisdicción constitucional e n el sistema político y e n el proceso de producción
jurisdicción c o n s t i t u c i o n a l q u e t a l f e n ó m e n o m o t i v a se e n c u e n t r a
del Derecho.
probablemente e n la obra de Dominique ~ o u s s e a uquien ~ ~ , sostiene, a la luz
Las opiniones proclives a aceptar una tarea de legislación positiva de la reciente evolución de la jurisdiccicín constitucional e n Europa, que la
cumplida por los Tribunales, Cortes o Salas Constitucionales suscitan serias labor de producción legislativa está sufriendo una transformación profunda,
dudas, por cuanto la superación del inito kelseniano de considerar a dichos caracterizada por la desaparición del monopolio del sobre la
órganos legisladores negativos n o debe llevar, como ya hemos afirmado e n este legislación. Hoy la enunciación de las normas sería una tarea concurrei-icial e n
trabajo, a la admisión de una función legislativa e n manos de tales órganos la que participan el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y la jurisdiccicín
jurisdiccionales. Aunque ello n o implica desconocer los cambios producidos constitucional. El primero por su indiscutible predominio e n la preparación de
e n sus relaciones con la instancia legislativa ni los retos que éstos suponen los proyectos de ley y e n la iniciativa legislativa, el segundo porque conserva
para los juristas. sus funciones de discusión y aprobación de las leyes, y la tercera por cuanto
La distinción de principio es clara. La tarea legislativa es una competencia está facultada n o sólo para anular o rechazar la norma inconstitucional, sino
propia del parlamento como cuerpo representativo y deliberante, sin perjuicio también para determinar la interpretación vinculante que ella h a de recibir, e
de las atribuciones normativas reconocidas a instancias ejecutivas, pues la incluso para rescribirla, y para dirigir al parlamento toda clase de admoniciones
libertad de configuración normativa que aquél ostenta, la cual es expresión de o directrices respecto de la legislación futura.
su facultad de valoración y elección política, le permite dictar las normas más 13 Los casos de Alemania, Italia y España han sido referidos e n capít~ilosprevios. La situacií,n
convenientes para la consecución del bien colectivo e n las diversas esferas del colombiana puede ser consultada e n Morelli, Sandra, op. cit. En cuanto a Venezuela, at1cin;ís
quehacer social y económico. Mientras que el órgano rector de la jurisdicción de las sentencias sobre la jurisdicción normativa, basta con examinar las sentencias dictad;ia
por la Sala Constitucional el 24 de septiernllre de 2002 ( n o 2241) y el 20 de novieinhrc LIC
2002 ( n o 2855), en relación con la Ley Orgrínica de la Administración Fin;incicr,i i l c l
11 0 p . cit.,Vol. 1,pp. 5 5 y s s . Sector Púlico y Ley de Tierras y Des,irrollo Agrario, respectivarriente.
12 Tal como lo subrayíi Orto Bachof, up. cit., p. 59. 14 En la obra La justice constiti~tionneke n Eiirope. París, Montchrestieii, 1992, pp. 140 y \ \
294 ENTRE LOS JUECES, LA LEY Y LA CONSTITUCI~N
(A MODO DE CONCI~USIÓN)

La Democracia continua se alcanza mediante el robustecimiento de los


11 iv. COLOFON
mecanismos de participación ciudadana, tales como las diversas modalidades
No parece fácil que el Derecho constitucional, tan lleno de conceptos
de referendo, la rendición de cuentas, la garantía del acceso a la información
indeterminados o nociones valorativas, tan sensible al contexto funcional,
pública, entre otros. Las acciones judiciales, sobre todo cuando tienen carácter
ofrezca base normativa suficiente para mantener a la jurisdicción constitucional
popular o colectivo, también pueden traducirse en formas de intervención de
dentro de cauces jurídicos. Pero esta difícil tarea no es imposible, como la
la sociedad en asuntos públicos. En materia constitucional juega además un
experiencia histórica lo demuestra. Con sus luces y sombras, pasando por muchas
papel muy relevante la opinión pública y la doctrina jurídica, como "sociedad
vicisitudes e incluso por momentos críticos, dicha jurisdicción se ha consolidado
abierta de intérpretes constitucionales"15, que repercute en la consolidación o
en la mayoría de las Democracias y desempeña un papel institucional capital
revisión de criterios jurispmdenciales y, en consecuencia, en la constmcción
en orden al mantenimiento de la estabilidad constitucional, de la fluidez de
del Derecho constitucional. Todas estas aperturas democráticas son aceptables
los canales democráticos y de la vigencia de los derechos humanos.
y aconsejables, sin que ello comporte trastocar el reparto constitucional de
competencias. La función de interpretación y garantía última de la Constitución debe

Por tanto, el protagonismo de la jurisdicción constitucional en los


corresponder a órganos jurisdiccionales,
. . versados en el método jurídico e
imbuidos de la actitud mental propia del juez. Este método, junto a esa
sistemas políticos contemporáneos y su afán por ampliar sus instrumentos de
inclinación a hallar el Derecho aplicable antes que a establecerlo y a ponderar
control e n aras de la supremacía constitucional, no debe desconocer los límites
los argumentos e intereses en juego, lo califica para el cumplimiento de su
que le impone la esencia de la propia Constitución que están llamados a
tarea y coloca frenos importantes ante los riesgos de politización de la
salvaguardar. La búsqueda de principios y técnicas que permitan canalizar la
jurisdicción constitucional. Conviene no olvidar las aleccionadoras palabras
nueva fuerza contralora y heurística de la jurisdicción constitucional, sin atentar
de Otto Bachof:
contra la seguridad jurídica ni contra los fundamentos de la Democracia, es
uno de los retos más apasionantes de la jurisdicción constitucional de nuestro
se ha explicado con frecuencia y, entre todos, con gran acierto por Willielm
tiempo. Wengler, cómo y por qué el carácter político d e un acto n o excluye un
conocimiento jurídico del mismo, ni el resultado político de dicho conocimient»
Zagrebelsky ha sabido resumir luminosamente el equilibrio al cual hay
le despoja de sil carácter jurídico. C o n ello n o puede desconocerse que el juez
que tender y la trascendencia de la solución a que se arribe: puede estar vinculado a prejuicios propios de su origen social, de su concepciún
política o de su visión del mundo; que e n ningún hombre se puede eliminar un
último resto de subjetividad. Pero el juez experimentado conoce los peligros del
el legislador debe resignarse a ver sus leyes tratadas como 'partes' del derecho, y
trasfondo emocional e irracional de su actividad y, precisamente, por regla general
no como 'todo el derecho'. Pero puede pretender, tanto de los jueces como de la
sabe eliminarlos. Toda su formación profesional, la necesidad de un continuo
Corte constitucional, que se mantengan abiertas las posibilidades de ejercitar su
enfrentamiento con otras opiniones, el ininterrumpido 'diálogo' al que ya nos
derecho a contribuir políticamente a la formación del ordenamiento jurídico.
hemos referido: todo esto garantiza un nivel de objetividad que, aunque n o sea
Si este derecho n o se respetase, tal vez tendríamos un Estado más constitucional,
absoluto, es muy elevado. Si se necesitase aún otra prueba, la jurisprudencia del
pero desde luego ya n o un Estado constitucional democrático16.
Tribunal Constitucional la ha aportado, eliminando todas las especulaciones
iniciales sobre las diversas tendencias políticas de sus salas17.

15 Conforme a la teoría de Peter Haberle: Teoría de la Constitución como ciencia de k~ cultura,


Madrid, Tecnos, 2000.
16 El Derecho.. . . , p. 153. , 17 0 p . cit., p. 61.
REFLEXIONES SOBRE EL DERECHO A LA LIBERTAD PERSONAL Y
SOBRE EL CONTROL DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LAS LEYES
(A P R O P ~ S I T ODE LA SENTENCIA DE LA CORTE SUPREMA DE
JUSTICIA QUE DECLAROLA INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY
SOBRE VAGOS Y MALEANTES)

A pcsar de su origen pre-constitucional y de su inspiración e n una


concepción autoritaria de las relaciones entre el individuo y el Estado, la Ley
sobre Vagos y Maleantes de 1956 superó, al menos e n el plano de las apariencias
jurídicas y de la eficacia, el escollo de la instauración de un sistema democrático
y de la aprobación de una Constitución auténtica. Pervivió más de 40 años e11
nuestro ordenaiiiiento jurídico, de los cuales la mayoría se consumieron en la
actual era democrática, con grave daño para los derechos elementales de las
mayorías marginadas de nuestra población.
Aun partiendo de la premisa de quc las medidas privativas de libertad
adoptadas conforme a esa ley n o fueron tan numerosas -como algunos sostienen
con base e n estadísticas oficiales- debe afirmarse con rotundidad que la pérdida
de libertad y los desafucros que su aplicaciGn comportó representan un negro
episodio de nuestra historia institucional.
En todo caso, nuestra Corte Suprema d e Justicia h a reaccionado
certeramente al declarar la inconstitucionalidad de tal ley, en una sentencia
que mcrccc, desde distiritos ángulos, un análisis crítico, cuyo saldo final es
indiscutiblemente positivo. Nuestros comentarios a esa sentencia se centrarán
; e n sus implicaciones sobre el régimen constitucional del derecho a la libertad
pcrsorial, lo cual nos llevara a precisar los límites que, desde esta óptica, se
iiiiponen al legislador futuro e n la prevención de la criminalidad. Pero cambien
nos referiremos a aspectos más ,generales del fallo, como la forma en que aborda 1. LA COMLSIÓNDE UN DELITO O FALTA COMO PRESUPUESTO T~PICODE LA PRIVACI~N
DE LIBERTAD
la problemática del examen de la constitucionalidad de una ley pre-
constitucional y d e los efectos e n el t i e m p o de las sentencias d e La Corte Suprema de Justicia, al examinar la constitucionalidad de las
inconstitucionalidad, así como a sus contribuciones a la teoría del control de medidas de seguridad privativas de la libertad contempladas en la Ley sobre
la constitucionalidad. Vagos y Maleantes, y después de reproducir el ordinal 2
' del artículo 60 de la
Constitución, afirmó que
11. IMPLICACIONES DE LA SENTENCIA SOBRE EL DERECHO
A LA LIBERTAD PERSONAL e n general, sólo los Tribunales Penales o los órganos de instrucción dentro del
procedimiento penal, pueden aplicar medidas privativas de lihertad. En otras
La sentencia objeto de análisis, dictada por la Corte Suprema de Justicia, palabras, puede arrebatarse de la libertad a un sujeto, solamente e n orden a la
aplicación de una pena, al ser procesado penalmente; o como ejecución de dicha
en Pleno, el 6 de noviembre de 1997, h a marcado un hito e n la evolución de la
pena, previa sentencia firme de los Tribunales Penales.
jurisprudencia venezolana relativa al contenido de los derechos constitucionales
o fundamentales, por cuanto supone, en lo concerniente al derecho a la libertad Y luego añadió que tales medidas de seguridad "son repugnantes a la
personal, un franco abandono de criterios inaceptables tradicionalmente Constitución, pues las mismas comportan privación de libertad respecto a un
plasmados e n muchos de nuestros instrumentos legislativos e, incluso, por sujeto, sobre la base de supuestos que no están tipificados como delitos o faltas".
obligar a una relectura del Texto Constitucional que reduzca a sus justos límites
No vamos a detenernos en el análisis de las singularidades de las medidas
algunas de sus disposiciones.
objetadas por el Supremo Tribunal, pues lo que ahora importa es considerar la
Para negar la constitucionalidad de la Ley sobre Vagos y Maleantes, el afirmación de alcance general presente en los párrafos citados.
Máximo Tribunal tuvo que sentar principios relativos a aspectos cardinales del
U n a lectura descontextualizada de algunos pasajes de su sentencia
régimen jurídico del derecho a la libertad personal. En este sentido, en su
conduciría a pensar que, según dicho Tribunal, la comisión de un delito o de
sentencia aseveró que, por regla general, la privación de libertad sólo es
una falta es el único supuesto constitucionalmente aceptable de la privación
admisible cuando se fundamenta en la comisión de un acto legalmente tipificado
de libertad. Esta conclusión no pareciera ser, sin embargo, correcta. Nótese
corno delito o falta. Igualmente, fue reconocido el principio de reserva judicial
que la propia Corte relativiza el valor de su afirmación mediante la expresión
y, por tanto, el monopolio judicial que en principio impera en materia de
"en general", razón por la cual la captación del exacto sentido de su aseveración
privación de libertad. La primera afirmación posee una gran relevancia, al
exige atender a las particularidades del asunto sometido a su conocimiento.
poner de manifiesto que la remisión a la ley contenida en el artículo 60, ordinal
l o ,de la Constitución de 1961, referida a los casos en que alguien puede ser A este respecto, conviene subrayar que la Corte, antes de abordar los
privado de su libertad, no implica una remisión en blanco al libre arbitrio del vicios de inconstitucionalidad de la ley impugnada, se esforzó por demostrar
legislador de turno, sino que se encuentra sujeta a un conjunto de límites que las privaciones de libertad previstas e n esa ley tenían naturaleza
constitucionales materiales. Lo segundo significa, entre otras cosas, una ruptura sancionatoria, lo cual probablemente nos da la clave para la elucidación de la
con la tradición de los amplios poderes de la Administración restrictivos de la significación cabal de su pronunciamiento: el ordinal 2' del artículo 60 de la
libertad personal. Constitución excluye la imposición de sanciones privativas de la libertad que
se funden e n motivos distintos a la comisión de un delito o falta.
A continuación, nos referiremos a la forma e n que la sentencia expone
estas ideas, y analizaremos sus implicaciones.
En cualquier caso, y dejando de lado la valoración que pueda hacerse N o h a de entenderse negada, por tanto, la constitucionalidad de
sobre la argumentación seguida por la Corte, lo cierto es que nuestra privaciones de libertad ajenas al proceso penal, como el internamiento de
Constitución e n modo alguno proscribe todas las privaciones de libertad ajenas enfermos mentales, el internamiento de menores con fines educativos, o la
al proceso penal. El ordinal 2" del artículo 60 lo que hace, e n realidad, es detención de extranjeros durante el procedimiento instruido para su expulsión,
enunciar la prohibición de la prisión por deudas, sin pretender determinar por ejemplo. Quedan, en cambio, prohibidas, conforme a la sentencia precitada,
agotadoramente los supuestos e n que cabe privar a una persona de su libertad. las privaciones de libertad de índole sancionatoria que n o se fundamenten e n
Así se desprende de su texto, de su proceso de elaboración y de sus antecedentes. la comisión de un delito o falta, por lo que están vedadas las medidas de seguridad
La disposición en cuestión dice: "Nadie podrá ser privado de su libertad por predelictuales privativas de la libertad y, e n general, las sanciones adminis-
obligaciones cuyo incumplimiento n o haya sido definido por la ley como delito trativas privativas de la libertad. Hay que dejar a salvo, n o obstante, dada su
O falta". S e trata, e n consecuencia, de impedir que alguien sea privado de su especialidad y su diferenciación respecto de las medidas cuestionadas e n esa
libertad por el incumplimiento de obligaciones civiles o de otra índole, cuando sentencia, las sanciones disciplinarias que pueden adoptarse e n el ámbito
tal incumplimiento n o represente, a la vez, un hecho punible. El proceso de castrense, aunque éstas sí se encuentran sometidas, como veremos, al principio
gestación de este precepto abona tal conclusión. En efecto, según el artículo de reserva judicial.
18, ordinal 2", de la ponencia que sirvió de base para las deliberaciones de la
De lo expuesto se colige claramente que está vedada la posibilidad de
Comisión redactora del Proyecto de Constitución, que virtualmente reproducía
dictar nuevamente, introduciendo correcciones formales y procedimentales,
el ordinal 7" del artículo 30 de la Constitución de 1947, "Nadie podrá ser
una legislación de peligrosidad social como la contenida e n la Ley sobre Vagos
privado de libertad por incumplimiento de obligaciones civiles n o definidas
y Maleantes, ya que su inconstitucionalidad radicó también e n razones
como delito por la leyn. En el curso de las discusiones fue suprimida la alusión
sustantivas y, particularmente, en la incompatibilidad con la Carta Fundamental
al carácter "civil" de la obligación, pero ello n o alteró la significación del
de medidas de seguridad predelictuales privativas de la libertad. El solo criterio
de la peligrosidad social n o basta, por tanto, para cercenar la libertad de una
Lo dicho n o implica, sin embargo, que el ordinal2" del artículo 60 carezca persona. Así, pues, el vacío dejado por la declaratoria de la inconstitucionalidad
d e r e l e v a n c i a e n o r d e n a l a d e t e r m i n a c i ó n d e las l i m i t a c i o n e s de dicha ley, que tanto temor suscitó e n algunos sectores, es e n principio
constitucionalmente admisibles del derecho a la libertad personal. A l contrario, inexorable, al resultar de cuotas de libertad garantizadas por la Constitución.
de aquél y del ordinal l odel mismo artículo se deduce que la comisión de un Esto n o excluye, sin embargo, que se dicte una legislación sobre faltas
delito o falta es un supuesto e n el que resulta e n principio legítima la previsión comprensiva de ilícitos relacionados con algunos de los supuestos previstos e n
de una privación de libertad. Ello n o excluye la licitud de la privación de esa ley y que establezca procedimientos especiales para la tramitación,
libertad en otros casos, pero e n éstos habría que indagar si la medida de que se necesariamente judicial, de los procesos correspondientes.
trate tiene un asidero por lo menos implícito e n el Texto Constitucional, e n lo Por consiguiente, el ordinal 10" del artículo 60 de la Carta Fundamental,
que respecta a la finalidad ~ e r s e ~ u i dademás a, de examinar su sujeción al de cuyo texto se infiere la licitud de medidas de interés social privativas de la
principio de proporcionalidad. libertad aplicables a "sujetos e n estado de peligrosidad", h a quedado circunscrito,
e n virtud de una interpretación sistemática y teleológica de la Constitución
que h a debido ser más explícita, a las medidas post-delictuales. De algunos
1 Cfr. La Constitución de 1961 y la Evolución Constitucional de Venezuela, Actas de la párrafos de la sentencia cabría deducir que incluso estas últimas serían
Comisión redactora del Proyecto, Caracas, Congreso de la República, 1971, T. 1, Vol. 1, pp.
49 y 55. iiiconstitucionales, lo cual supondría borrar del Texto Constitucional dicho
ordinal y negar la licitud de medidas de esa índole contempladas e n leyes autoridades policiales con motivo de la comisión de un hecho punible son
vigentes, e n relación, por ejemplo, con sujetos inim~utablesque hayan realizado "medidas provisionales, de necesidad o urgencia, indispensables para asegurar
una acción delictiva. N o creemos, sin embargo, que deba llegarse tan lejos, la investigación del hecho y el enjuiciamiento de los culpables", y añade que
pues cuando sí se produce una franca violación del derecho a la libertad personal, "la ley fijará el término breve y perentorio e n que tales medidas deberán ser
que justifica la interpretación reductora o restrictiva del Texto Constitucional, comunicadas a la autoridad judicial, y establecerá además el plazo para que
es cuando la privación de libertad puede fundarse e n meras sospechas o ésta provea, entendiéndose que h a n sido revocadas y privadas de todo efecto,
conjeturas policiales o, e n otras palabras, e n u n supuesto estado de peligrosidad si ella no las confirma e n el referido plazo".
n o exteriorizado e n acciones concretas penalmente tipificadas.
$
Implícitamente se reconoce, por tanto, la competencia primaria y e n
principio exclusiva del juez e n materia de privación de libertad, aunque se
2. RECONOCIMIENTO
DEL PRlNClPlO DE RESERVA JUDICLAL . admite, a título excepcional, una actuación provisional de las autoridades
administrativas destinada a salvaguardar, mediante su pronta intervención, la
La sentencia objeto de análisis reconoce que e n materia de privación de finalidad perseguida con la privación de libertad. C o n todo, se trata de una
libertad impera el principio de reserva judicial, es decir, la concentración e n intervención temporal y supletoria, llamada por definición a cesar o a
los jueces, como regla general, de la facultad para ordenar privaciones de la desembocar e n un procedimiento judicial, sin necesidad de que el afectado lo
libertadz. En este sentido, la sentencia establece que nuestro constituyente ha exija. Este principio se extiende a todas las formas de privación de libertad.
querido "garantizar que la privación de un derecho tan sagrado, como la libertad
Por ello, no se avienen con la Constitución las leyes que otorgan a las
personal, se tipifique únicamente dentro de un proceso judicial, y nunca con
autoridades administrativas poderes para adoptar decisiones estables o
motivo de procedimientos de carácter administrativo". Igualmente, e n relación
definitivas privativas de la libertad, tales como la Ley Orgánica del Distrito
con la medida de arresto prevista e n la Ley sobre Vagos y Maleantes, sostuvo
'?edera13 y los Códigos de Policía de los h a d a 4 , que facultan a autoridades
que "éste, por implicar privación de libertad impuesta por un órgano n o judicial,
administrativas para la imposición de sanciones de arresto, bien directamente,
es de plano inconstitucional". Esa fue una de las razones fundamentales que
bien al prever la conversión de sanciones administrativas pecuniarias e n arresto
condujo a la declaración de la inconstitucionalidad de dicha ley. proporcional. En relación con estos arrestos administrativos, vinculados al
Como se comprenderá, el reconocimiento de este principio e n nuestro mantenimiento de la seguridad pública, conviene aclarar, como planteamiento
ordenamiento jurídico es, por múltiples razones, sumamente significativo. La de lege ferendn, que no es descartable que la preservación de la seguridad
primera y capital es que con ello se clarifica el régimen del derecho consagrado demande, e n circunstancias especiales, la toma de medidas privativas de la
e n el artículo 60 de la Constitución, el cual e n ninguno de sus ordinales rechaza libertad distintas a las previstas e n la legislación procesal-penal, pero n o p d r í a n
de manera explícita la licitud de privaciones de libertad basadas e n decisiones ser configuradas como sanciones administrativas, sino como intervenciones
de la Administración. policiales preventivas tendentes a impedir la realización o continuación de un
acto ilícito, cuya duración habría de ser mínima.
Del ordinal l o del artículo 60 es posible, no obstante, colegir dicho
principio, pues este precepto dispone que las medidas adoptadas por las 3 Cfr. arts. 15, numeral 9, 27, numeral 5, y 31, numeral 4, de la Ley Orgánica del Distrito
Federal.
4 Esta es una falla de la que adolecen casi todos los Códigos de Policía de los Estados, incluso
los que han sido reformados recientemente; a modo de ejemplo puede consultarse la Ley de
2 Respecto de este principio cfr., entre otros, BattislGusy, Einführung in das Staatsrecht, Seguridad y Orden Público del Estado Tichira, del 22 de diciembre de 1994, reproducida
HeideIbeq, C. E Müller, 1991, pp. 277 y SS. en Foro Jurídico (Revista del Colegio de Abogados del Estado Táchira), 1996, pp. 137 y SS.
Tampoco se ciñen a la Constitución los internamientos administrativos, implícita del ordenamiento jurídico precedente, recoge algunas posturas
como los de extranjeros en trámite de expulsión o los de enfermos mentales. doctrinales y jurisprudenciales sobre el punto. Por un lado, y bajo el concepto
De existir urgencia en la intervención, se justificaría una actuación inicial de de la llamada "inconstitucionalidad sobrevenida", la sentencia se refiere a una
las autoridades administrativas, pero la privación de libertad tendría que ser tesis doctrinal conforme a la cual la prevalencia de la Constitución, en cuanto
sometida rápidamente a la consideración de una autoridad judicial, a la cual lex posterior y superior, sobre las leyes precedentes, conduciría a que todas las
correspondería la adopción de la decisión respectiva. Esta conclusión es leyes preconstitucionales contrarias a aquélla habrían sido derogadas, por lo
extensible a las sanciones disciplinarias privativas de la libertad infligidas que podrían ser desconocidas por cualquier operador jurídico, público o privado.
administrativamente en el ámbito castrense, cuya imposición no sería razonable Esto supondría, además, la nulidad absoluta de los actos dictados con
sustraer completamente de la competencia de la administración militar, la cual fundamento en la ley derogada, desde el momento en que se produjo la
puede conservar un poder de iniciativa que ha de estar, sin embargo, sujeto a la derogación, lo cual vendría impuesto por el artículo 46 de la Constitución y el
pronta revisión de una instancia judicial. artículo 19 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.
Comentario aparte merece el artículo 244 de la Constitución, que regula Por otro lado, cita sentencias del Tribunal Constitucional español
las llamadas medidas de alta policía, consistentes en privaciones de la libertad relativas a la posible aplicación retroactiva de la Constitución y luego se hace
ordenadas por el Presidente de la República, en Consejo de Ministros, las cuales eco de la postura asumida por dicho Tribunal e n lo concerniente a las relaciones
pueden ser adoptadas cuando existan fundados indicios de inminentes trastornos existentes entre la inconstitucionalidad sobrevenida y la derogación de leyes
del orden público y cuya duración puede alcanzar los 90 días. El Texto preconstitucionales. Tras éstas y otras someras referencias al Derecho
Constitucional sólo las somete al control del Congreso o de la Comisión comparado, la sentencia culmina con una suerte de absolución de la instancia,
Delegada. No obstante, dejando ahora de lado la crítica de fondo que cabe en lo que a la determinación de los efectos de la decisión en el tiempo respecta,
formular en relación con la razonabilidad o proporcionalidad de tal norma, el limitándose a aseverar que "se acoge en todas y en cada una de sus partes, el
principio de reserva judicial obliga a entender que tales medidas también se principio de la nulidad pura y simplew.
encuentran sujetas a una pronta revisión judicial5.
Conviene examinar con algún detenimiento la problemática que esta
sentencia deja planteada. Para hacerlo cabalmente, es preciso realizar una
111. EL EXAMEN DE LA CONSTITUCIONALIDAD DE LEYES PRE- precisión conceptual: la inconstitucionalidad sobrevenida no es un efecto vinculado
CONSTITUCIONALES
a la derogación de una ley por la Constitución, sino, por el contrario, el concepto
Entre los problemas jurídicos analizados por la sentencia se encuentra el que se emplea para referirse a la tesis según la cual la incompatibilidad de una
del tratamiento que deben recibir las leyes anteriores a la Constitución que la ley preconstitucional con la Constitución no ha de analizarse solamente desde
contraríen. El carácter preconstitucional de la Ley sobre Vagos y Maleantes la perspectiva del instituto derogatorio, sino, fundamentalmente, desde la óptica
obligó a la Corte a ocuparse de esta cuestión, que ha sido objeto de posturas del control de la constitucionalidad. Ese concepto se corresponde con otro
disímiles en el Derecho comparado. propio de la Teoría General del Derecho, el de la invalidez sobrevenida distinta
a la originaria- de los actos jurídicos, y fue consagrado en el ámbito del Derecho
El Máximo Tribunal, después de reproducir la Disposición Transitoria constitucional por la Corte Constitucional italiana, la cual ha considerado
Vigesimatercera de la Constitución, que alude a la derogatoria expresa o que la eventual contradicción con la Constitución de una ley anterior a ésta
cnvuelve un problema de control de la constitucionalidad que, en consecuencia,
5 En relación con estas medidas cfr. Casal H., Jesús María, Dictadura Constitucional y Libertades
Ii;i de ser canalizado, en principio, por los mismos cauces utilizados para el
Públicas, Caracas, EJV, 1993, pp. 106 y SS.
examen de la constitucionalidad de lis leyes posteriores a la Constitución. convive, por cierto, con la de permitir a los jueces ordinarios la desaplicación
Ello implica que, dado el carácter concentrado del sistema italiano de control de las leyes preconstitucionales incompatibles con la Constitución, por su
de la constitucionalidad, sólo la Corte Constitucional, y no los jueces ordinarios, condición de leyes derogadas, lo cual revela la postura flexible, exenta de
puede reconocer y declarar la inconstitucionalidad de una ley dogmatismos pero apegada a principios cardinales del Derecho como el de la
preconstituciona16. seguridad jurídica, asumida por dichas instancias judiciales. Por lo demás,
La postura alternativa, mas no necesariamente contrapuesta de manera conviene apuntar que, aun en el supuesto de que se acogiera rígidamente el
radical, a la anterior es la que estima que en tales supuestos nos hallamos no efecto derogatorio de la Constitución, son susceptibles de control de la
ante una inconstitucionalidad sobrevenida, o sea, no ante la cuestión de la constitucionalidad las leyes derogadas, en tanto de ellas se sigan derivando
validez o invalidez de una ley, sino ante el problema de la vigencia de la ley efectos jurídicos.
preconstitucional. No vamos a ahondar en la fundamentación teórica de ambas En lo que concierne a la Ley sobre Vagos y Maleantes, se trataba no sólo
posiciones, pero importa dejar constancia de lo controvertido que ha sido este de una norma que estaba revestida de la apariencia de ley, sino de una norma
asunto, incluso en países cuyas Constituciones poseen una cláusula derogatoria que venía siendo aplicada desde la promulgación de la Constitución, lo que
mucho más terminante que la nuestra. justificaba plenamente que fuera objeto de la acción de inconstitucionalidad.
Nos interesa más reflexionar sobre el tratamiento que han de recibir Una de las consecuencias de esta afirmación, es que correspondía a la Corte
ante la Corte Suprema de Justicia los recursos interpuestos contra leyes Suprema de Justicia, a tenor de lo dispuesto en los artículos 119 y 131 de su
preconstitucionales, y sobre los efectos de un eventual pronunciamiento Ley Orgánica, la determinación de los efectos en el tiempo de una eventual
estimatorio. sentencia estimatoria. El Máximo Tribunal, sin embargo, al declarar la
inconstitucionalidad de tal ley, no aclaró cuáles serían los efectos temporales
En cuanto a lo primero, estiinamos que el control concentrado de la de su decisión. La alusión a la nulidad "pura y simplev conduce a pensar que la
constitucionalidad ejercido por nuestro Máximo Tribunal h a de comprender a nulidad operaría únicamente hacia el futuro (ex nunc).
las leyes preconstitucionales supuestamente derogadas por la Constitución,
pues, aun siendo inconstitucionales, existe una apariencia de ley que, en aras Múltiples interrogantes, o más bien reservas, suscita, desde luego, este
de la seguridad jurídica, puede ser necesario destruir. Esta solución h a sido pronunciamiento. La razón de nuestra discrepancia no radica, como pudiera
acogida por los Derechos alemán, italiano y español, en los cuales los Tribunales pensarse, en la derogación que la Constitución de 1961 habría producido sobre
Constitucionales se han declarado competentes para cumplir, mediante la tal ley, pues ya hemos dicho que a los fines del control concentrado de la
acción de inconstitucionalidad, como sucede en el primero, o por medio de la constitucionalidad ésta debía ser tratada como una ley vigente; ni en el deber
cuestión de inconstitucionalidad, como sucede en los otros dos, sus funciones de observar lo prescrito en el artículo 46 de la Constitución -según el cual son
de control de la constitucionalidad7. En España y Alemania esta solución / nulos todos los actos del poder público que lesionen derechos o garantías
constitucionales-, por cuanto este precepto no debe ser interpretado dogmá-
ticamente, como un obstáculo insuperable para que nuestra jurisdicción
6 Para el planteamiento general desde la óptica de la Teoría del Derecho cfr. Diez-Picazo,
Luis M., Laderogaciónde las leyes,Madrid, Civitas, 1990, pp. 165 y SS.y 305 y SS.;e n relación
constitucional module los efectos de sus sentencias estimatorias, tal como lo
con el Derecho iraliano cfr. Zagrebelsky, Gustavo, La giustizia costituzionak, Bolonia, il hacen los Tribunales Constitucionales europeos, incluso en materia de derechos
Mulino, 1988, pp. 140 y SS. fundamentaless. De ese precepto no debe colegirse que las leyes violatorias de
7 Cfr. García de Enterría, Eduardo, La Constitución como norma y el Tribunal Constitucional,
Madrid, Civitas, 1985, pp. 71 y SS.;Schlaich, Klaus, Das Bundesverfassungsgericht, München, 1 8 E n la ~ u r i s p r u d e n c i aconstitucional española es célebre el caso del recurso d e
Reck, 1997, pp. 91 y 96. 1 inconstitucionalidad interpuesto conrra la Ley relativa al Impuesro sobre la Renta de las
derechos o garantías constitucionales estén viciadas de una especie de nulidad cláusula derogatoria de la Constitución o de su artículo 46, sino en la
absoluta, que implicaría la completa e inexorable retroactividad de las sentencias consideración de las particularidades del caso resuelto. Lo primero que ha de
que declaren su inconstitucionalidad9. Esto supondría trasladar indebidamente observarse es que dado el carácter sancionatorio, reconocido por la misma
al ámbito del Derecho constitucional categorías propias del Derecho Corte, de las medidas de seguridad declaradas inconstitucionales, era preciso
administrativo, en el cual, por cierto, en virtud de la teoría de la confianza establecer que los efectos del fallo alcanzaban a todas las personas que estuvieren
legítima, ya no se admiten con la rigidez que originalmente tuvieron. Pero privadas de libertad con fundamento en la ley impugnada, las cuales debían ser
tampoco cabe entender que todos los actos del poder público dictados con liberadas inmediatamente. Así sucedieron las cosas en la práctica -aunque n o
base en leyes luego declaradas inconstitucionales por lesionar algún derecho o de inmediato- por cuanto el principio contenido en el artículo 44 de la
garantía constitucional están viciados de nulidad absoluta, pues son numerosos Constitución, que prevé la aplicación retroactiva de la ley penal más favorable,
los derechos y demás situaciones jurídico-subjetivas que pueden haberse obligaba analógicamente a ello, pero hubiera sido preferible un pronuncia-
consolidado con base en esos actos, entre los cuales tal vez se encuentran no miento explícito del Máximo Tribunal.
sólo actos administrativos, sino también actos emanados de los tribunales, Por otra parte, la gravedad de los vicios materiales, y no simplemente
típicamente las sentencias. La desatención de éstos y de otros intereses de procedimentales, advertidos por el Supremo Tribunal, que le llevaron a decir
relevancia pública involucrados en un pronunciamiento de inconstitu- que las medidas contempladas en la Ley sobre Vagos y Maleantes eran
cionalidad, conduciría a situaciones en las que el remedio sería peor que la repugnantes a la Constitución", y la severidad de la injerencia en la esfera
enfermedad. Se impone, pues, en obsequio, especialmente, al principio subjetiva de la persona que entraña una privación ilegítima de la libertad, no
constitucional implícito de la seguridad jurídica, una interpretación distinta, se avienen con el pronunciamiento dictado. Los intereses patrimoniales del
dominada por la lógica de lo razonable, del artículo 46 de la Constitución. Estado, que tácitamente entraron en juego en esta controversia, son insu-
El motivo de nuestra respetuosa discrepancia con la sentencia de la Corte / ficientes para legitimar, en este contexto, una sentencia de inconstitucionalidad
cuyos efectos se limiten al futurolo. La facultad que los artículos 119 y 131 de
no consiste, por consiguiente, en una invocación ciega o dogmática de la
la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia confieren al Máximo Tribunal
para determinar los efectos de su decisión en el tiempo, no es un poder absoluto,
Personas Físicas, en el cual, aunque se declaró la inconstitucionalidad de algunos de los que pueda emplearse como una suerte de amnlstía judicial. Se trata de una
preceptos de esta ley por vulnerar, entre otros, el derecho fundamental a la igualdad, la facultad ceñida por el Derecho y que, por tanto, ha de ser ejercida mediante
nulidad sólo operó hacia el fururo, e n resguardo de la seguridad jurídica ( S T C 4511989). una ponderación de los intereses en juego orientada por el conjunto de valores
Los intereses del Fisco también estuvieron presentes en la ponderación del Tribunal
Constitucional, dada la naturaleza tributaria de la ley impugnada. En el Derecho alemán,
y principios constitucionales. En todo caso, la sentencia de la Corte, que en
son múltiples las clases de sentencias de inconstitucionalidad, distintas a la declaración de este punto tal vez fue deliberadamente ambigua, no cierra las puertas a la
nulidad de la ley con efectos ex runc, que pueden ser dictadas cuando se reconoce la lesión posibilidad de que los afectados por las medidas declaradas inconstitucionales
de un derecho fundamental; cfr. Schlaich, op. cit., pp. 260 y ss.
reclamen la responsabilidad patrimonial de la Administración, a la cual, por
9 Al respecto, es digna de mención la sentencia de nuestro Máximo Tribunal que declaró la
inconstitucionalidad de la Ley de División Político-Territorial del Estado Amazonas, e n la
que después de aseverarse que habían sido vulnerados ciertos derechos fundamentales, se
difirieron los efectos anulatorios del fallo o, lo que es lo mismo, se prolongó la vida de la ley
inconstitucional, en consideración a los graves perjuicios a la estabilidad institucional que 10 La sentencia del Tribunal Constitucional español citada en la nota 8 ( S T C 4511989) es un
hubiera ocasionado una sentencia con efectos ex runc, e incluso una con efectos anulatorios ejemplo de cómo esos intereses patrimoniales en ciertas circunstancias pueden contribuir a
inmediatos (Cfr.sentencia de la Corte Suprema de Justicia, en Pleno, del 5 de diciembre de la justificación de un fallo con efectos hacia el futuro, aun e n presencia de la violación de
1996). un derecho fundamental.
lo demás, tienen derecho en virtud de lo establecido en el artículo 9.5 del artículo 60 de la Constitución y enunciada por la Exposición de Motivos de la
Pacto Internacional de Derechos Civiles y olí tic os". misma ley: "la readaptación del sujeto para los fines de la convivencia social".
En este sentido, en la sentencia se asevera que:
IV. CONTRIBUCIONES DE LA SENTENCIA A LA TEORÍA DEL el sistema adoptado por la Ley sobre Vagos y Maleantes (...) n o parece ser idóneo
CONTROL DE LA CONSTITUCIONALIDAD para cumplir los objetivos propuestos. Los hechos, la realidad existente, lo
corroboran.
En este orden de motivos, no parece oculto para esta Corte la circunstancia por
1. RELEVANCIA
DE LA PRAXIS NORMATIVA PARA LA D E T E R M ~ N A C I ~DE
N LA la cual, las medidas de seguridad aplicadas e n virtud de la Ley sobre Vagos y
CONSTITUCIONALIDAD DE UNA LEY Maleantes (...) se distancian considerablemente de todo en lo que a readaptación
social concierne.
Singular importancia revisten los párrafos de la sentencia tendentes a Lo anotado es muestra inequívoca de la inidoneidad del sistema adoptado ...p ara
cumplir con la finalidad que la Constitución prescribe, lo cual hace que el mismo,
incluir en el examen de la constitucionalidad de la Ley sobre Vagos y Maleantes a juicio de la Corte, sea por completo inconstitucional.
consideraciones relativas a la forma en que venía siendo aplicada por las
autoridades competentes. Así, pues, entrando en un terreno que normalmente ha estimado ajeno,
la Corte Suprema de Justicia decidió tener en cuenta los datos de la realidad,
Primeramente la Corte, antes de declarar que dicha ley vulneraba ciertos
el contexto fáctico de la ley cuestionada, al estilo de la jurisprudencia
derechos constitucionales, sostuvo que "existe una considerable distancia, entre
norteamericana12, lo cual es un paso acertado hacia el robustecimiento de
aquello que allí se dice y su aplicación práctica. En realidad, su amplitud ha
nuestra justicia constitucional, que no siempre puede quedar acantonada en el
permitido extenderla hasta aquellas personas a quienes subjetivamente se
plano del razonamiento exclusivamente normativo. En materia de derechos
califica de Vagos y Maleantes, porque alguien, de acuerdo con su criterio, lo ha
fundamentales, sobre todo, la apreciación de las implicaciones prácticas de las
considerado peligroso". Esta aplicación de la ley impugnada representaba un
leyes resulta de suma importancia, como lo evidencia el criterio consolidado
"indicio de un posible defecto interno", un "síntoma" de su inconstitucionalidad.
según el cual éstas son inconstitucionales cuando por su ambigüedad se prestan
En particular, el Supremo Tribunal censuró la falta de aptitud del sistema
para la realización de actuaciones violatorias de tales derechos. Igualmente, la
previsto en esa ley para alcanzar la finalidad impuesta por el ordinal 10" del
jurisprudencia del Tribunal Constitucional Federal alemán ofrece muestras de
lo profundo que puede llegar a ser en este ámbito y, concretamente, en el de las
11 Según el cual "Toda persona que haya sido ilegalmente detenida o presa, tendrá el derecho
medidas de seguridad post-delictuales privativas de la libertad, el examen de la
efectivo a obtener reparación". Esta alusión al carácter ilegal de la privación de libertad ha aptitud de la medida limitativa para alcanzar el fin perseguido, como aspecto
de ser interpretada e n un sentido amplio, comprensivo de las privaciones de libertad clave para el control de su constit~cionalidad~~.
efectuadas e n conformidad con una ley nacional pero en contravención de las disposiciones
del Pacto. Ello se infiere del numeral que encabeza el artículo 9, el cual se refiere tanto a las La sentencia de nuestro Máximo Tribunal adolece, sin embargo, de la
detenciones ilegales como a las arbitrarias, así como de la finalidad de este artículo
1 falta de mención de los datos fácticos que permitieron arribar a la conclusión
integralmente considerado. Las privaciones de libertad practicadas de acuerdo con la Ley
sobre Vagos y Maleantes eran arbitrarias, ya que, usando palabras del Comité de la
1 ya expuesta, cuya veracidad, en todo caso, no desconocer.
Organización de las Naciones Unidas encargado de estudiar "el derecho de todo individuo
a no ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado", fueron realizadas conforme a una 12 Al respecto oid. Alonso García, Enrique, Ln i~iterpretaciónde In Constitución, Madrid, Centro
ley "incoriipatible con el respeto del derecho del individuo a la libertad y la seguridad"; e n de Estudios Constitucionales, 1984, pp. 539 y SS.
relación con tal estudio cfr. O'Donnell, Daniel, Proteccióii Internacional de los Derechos 1 3 C h . Sentencia del Tribunal Constitucional Federal alemán del 16 de marzo de 1994, NStZ
Humanos, Lima, Comisión Andina de Juristas, 1989, p. 125. 1994, pp. 578 y SS.
Otra significativa aportación de la sentencia a la teoría del control de la
constitucionalidad es la afirmación de que si la institución o el sistema regulados
en una ley "son en sí inconstitucionales, tal inconstitucionalidad revierte sobre
todas las normas que lo componen, aun cuando cada dispositivo considerado
en sí mismo, individualmente, fuera de su contexto, no sea contrario al Texto
Fundamental". Ello sirvió de sustento al Máximo Tribunal para declarar la
inconstitucionalidad total de la Ley sobre Vagos y Maleantes, después de haberla
confrontado con varios derechos constitucionales y de constatar su inidoneidad
para alcanzar los fines precisados por el ordinal 10" del artículo 60 de la
Constitución.

V. BALANCE GENERAL

Pese a que la sentencia analizada, en distintos pasajes y en relación con


temas capitales, no ofrece la claridad deseable, como lo advirtieron, aunque
desde una perspectiva distinta, los Magistrados que salvaron su voto, la misma
representa un alentador progreso de nuestra jurisprudencia constitucional. La
orientación garantista de los derechos fundamentales a la que responde debe
consolidarse y hacerse extensiva al conjunto de los derechos constitucional-
mente reconocidos.
En lo que atañe al objeto específico del pronunciamiento de la Corte
Suprema de Justicia, confiamos en que éste cerrará definitivamente la oprobiosa
fase de injustificable represión estatal abierta con la Ley sobre Vagos y
Maleantes, y esperamos que estimule la revisión crítica de prácticas policiales
que distan mucho de corresponder con las más elementales exigencias de un
Estado de libertades.
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EDITORIAL TEXTO. C.A.

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