You are on page 1of 8

CASO CLÍNICO

Episodio depresivo en adolescente con Trastorno


de Asperger: Reporte de un caso
A case of depression in an adolescent with Asperger’s
Disorder: Clinical presentation
Bernardo Pacheco P.1, Carmen Sandoval C.2 y Claudia Torrealba A.3

Method: The case and treatment of a 14-year-old boy, who had a depressive episode and Asperger’
Syndrome is described. A 14-year-old adolescent developed dissociative behavior and pseudo-
psychotic symptoms; he affirmed that he is a TV actor (humorist). The psychiatric assessment
concluded that he presented a masked depression with dissociative symptoms in a non diagnosed
Asperger’s syndrome. He had a substantial symptoms remission when was treated with behavioral
intervention, antidepressive medication plus atypical antipsychotic. Conclusion: A wide variety
of bizarre behaviors occur in adolescent patients with Asperger’s disorder. But a depressive episode
is not rare and has to be considered as a possible diagnosis in patients with behavioral
manifestations.

Key words: Asperger’s disorder, adolescent, depression, quasi-delirant.


Rev Chil Neuro-Psiquiat 2008; 46 (3): 199-206

Introducción La sintomatología depresiva se ve influida por


el desarrollo mental en su manifestación feno-

L a depresión es un trastorno psiquiátrico fre-


cuente y que a menudo su inicio y detección
ocurre en la adolescencia. El estado depresivo es
menológica. Los niños más pequeños presentan
más síntomas somáticos, en tanto la anhedonia y
el retardo psicomotor tienden a estar más pre-
típicamente multifactorial, afecta al sujeto en su sentes hacia la adolescencia4,5. La depresión ocu-
vida emocional, su pensar, su conducta, sus rela- rre comúnmente con otros trastornos psiquiá-
ciones interpersonales y su estado físico. Es un tricos, principalmente con los trastornos del com-
trastorno con tendencia a la cronicidad y recu- portamiento y por ansiedad6. La comorbilidad
rrencia y puede persistir hacia la adultez1,2. Glo- entre depresión, Síndrome de Asperger (SA) y
balmente su prevalencia se sitúa alrededor de un Autismo; los llamados Trastornos Pervasivos del
2% para los niños y un 4% para los adolescen- Desarrollo (TPD) es relativamente poco conoci-
tes3. da y con frecuencia tiende a ser subdiagnosticada7.

Recibido: 17 de abril de 2008


Aceptado: 9 de agosto de 2008
1
Psiquiatra Infanto Juvenil.
2
Residente de Pediatría.
3
Médico Cirujano.

REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (3): 199-206 www.sonepsyn.cl 199


EPISODIO DEPRESIVO EN ADOLESCENTE CON TRASTORNO DE ASPERGER: REPORTE DE UN CASO

Sin embargo, se ha sugerido que la depresión es escasa agrega dificultad clínica en la identifica-
quizás uno de los diagnósticos psiquiátricos más ción sintomática y el diagnóstico preciso de de-
comunes en los trastornos pervasivos del desa- presión en SA. En ocasiones se ha usado como
rrollo1 y que su prevalencia estimada podría va- herramienta diagnostica el concepto “respuesta
riar ampliamente desde un 2%8 a un 38%9. al tratamiento”, el cual consiste en identificar al
El SA es un trastorno del desarrollo mental en paciente con trastorno del desarrollo, quien pa-
el cual existen anormalidades tipo autísticas, se- rece clínicamente depresivo y se trata con fárma-
mejantes al autismo descrito por Kanner (altera- cos antidepresivos. La respuesta favorable antide-
ción en la interacción social recíproca y un pecu- presiva es considerada confirmación diagnostica
liar patrón de conductas e intereses) pero donde de psicopatología anímica14.
no existe retraso del lenguaje o del desarrollo En concordancia a lo descrito, nuestro repor-
cognitivo10. Su etiología es desconocida y se han te tiene por objetivo dar a conocer el caso de un
postulado como posibles causas factores gené- adolescente portador de un SA no diagnosticado
ticos, metabólicos, infecciosos y ambientales11. El previamente quien en principio se presentó con
SA tiene una prevalencia estimada de 26 a 36 ca- comportamiento bizarro, desadaptado y dijo ser
sos por cada 10.000 niños en edad escolar, con un personaje cómico ficticio de un programa de
cierta predominancia en el sexo masculino y una televisión. En el transcurso de la evaluación e in-
mayor incidencia en familiares de primer gra- tervención farmacológica emerge un estado de-
do10,12. Contrario a la creencia popular, la difi- presivo subyacente, cuya sintomatología se en-
cultad en la expresión emocional y comprensión mascaraba con un fenómeno disociativo.
de la experiencia afectiva que esta presente en los
sujetos con SA no los “inmuniza” a experimentar
afectos negativos como la tristeza o los sentimien- Reporte del caso
tos depresivos13. La manifestación depresiva se ve
afectada debido a la limitación de la expresión N tiene 14 años de edad y vive con sus padres,
emocional propia del trastorno, (lo cual restrin- es el menor de tres hermanos. Su padre confec-
ge el reporte espontáneo de síntomas del pacien- ciona vestuario y su madre es dueña de casa. N
te) y porque también existe superposición y nació de embarazo de término, no planificado,
potenciación de síntomas entre el SA y el cuadro espontáneo y sin complicaciones obstétricas. La
depresivo. Así el ensimismamiento, la disminu- madre realizó sus controles médicos regulares, no
ción de intereses o el retardo psicomotor, expre- reportó problemas obtétricos, si presentó ánimo
siones sintomáticas que están en el paciente con inestable durante el embarazo relacionados a
SA también lo pueden estar en el cuadro depresi- problemas económicos. Al nacer N tuvo pará-
vo. Reconocer a que instancia clínica pertenece metros antropométricos normales, presentó icte-
cada síntoma puede ser difícil para el clínico. ricia neonatal que requirío fototerapia breve. La
Una revisión de casos que describe la feno- lactancia duró un año y la madre dice haber pre-
menología de la depresión asociada a SA y sentado buen apego con su hijo. N tubo dificul-
Autismo encuentra que el ánimo depresivo ex- tades en la regulación del sueño, era activo y a
presado como llanto frecuente, fascies triste o irri- los 5 meses de edad balbuceaba y repetía varias
tabilidad puede ser marcador sintomático repor- palabras. Al año tenía abundante lenguaje y bue-
tado. Otros síntomas como la anhedonia, altera- na dicción. A los padres les llamó la atención que
ciones del apetito y del sueño son poco detecta- dedicara mucho tiempo a jugar con su sombra.
dos. Síntomas como la culpa, el sentimiento de A los 3 años N logra control esfinteriano. A los 4
inutilidad, la disminución de la concentración y años contruye con una caja de cartón lo que él
los pensamientos suicidas son mencionados esca- llama “mi computador”, con éste juega solo e in-
samente11. Esta sintomatología poco específica y cesantemente. Para actividades motoras es torpe

2 0 0 www.sonepsyn.cl REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (3): 199-206


BERNARDO PACHECO P., et al.

y lento. N se obscesionaba con repetir comercia- res al observar la rigidez y persistencia del com-
les televisivos y reconocía muchos logotipos de portamiento bizarro, creen que N se ha trastor-
marcas comerciales. A los 5 años inicia su escola- nado y les exigen a los padres que sea evaluado
ridad ya conociendo la lectoescritura. En la es- por un psiquiatra. El paciente es llevado
cuela es descrito como tranquilo, aislado, sin ami- forsozamente a consultar ya que niega tener un
gos y de juego solitario. Destaca por su excelente problema. Se irrita e insulta a sus padres si es
rendimiento escolar. Dada su notable habilidad tratado como N y no como ChB.
para las matemáticas y computación a sugeren- Al momento de consultar, el paciente se pre-
cia de los profesores desde segundo año básico senta como ChB, con modismos y conducta
asistió a un colegio para niños superdotados o estereotipada acorde al personaje. Esta molesto
con habilidades especiales. En este nuevo colegio por ser evaluado pero responde a las preguntas
destaca por su gran capacidad de memorizar da- con atención siempre que se refieran a él como
tos y adquirir nuevos conocimientos, pero man- ChB. No explica su comportamiento demostran-
tiene su tendencia al aislamiento y se incorpora a do escasa empatía e irritándose al señalarse lo
actividades grupales sólo cuando se trata de jue- extraño de su conducta. No desconoce a sus pa-
gos de competición de conocimientos. Hasta en- dres pero evita llamarlos por sus nombres. A su
tonces no hay quejas por parte de los padres. En madre se refiere como “ésa, la entrometida”. Su
la secundaria N ingresa a un nuevo colegio con discurso y conducta consiste en relatos de situa-
alta exigencia académica. En su adaptación no ciones o chistes sacados de los episodios del pro-
hace amigos y se mantiene distante. Por su com- grama televisivo. Respecto a su colegio y amista-
portamiento descrito como extraño, su vestimen- des dice que ellos tienen un problema y no él. En
ta desarreglada y su modo de hablar comienza a las siguientes sesiones de entrevista su conducta
recibir burlas de sus compañeros. Usa acento y general se modifica escasamente manteniéndose
modismo mexicanos tomados de un personaje alterado su modo de interactuar y comunicarse.
comico televisivo llamado Chaparrón Bonaparte En consideración a su conducta bizarra e inflexi-
(ChB)*. Este personaje admirado por N ha sido ble se decide iniciar medicación con Risperidona
para él su gran entretención televisiva estando en hasta 2 mg por día, con la hipótesis diagnóstica
casa. de estar frente a un paciente con un trastorno
Los padres notan que en ese período de adap- pervasivo del desarrollo tipo Síndrome de Asper-
tación escolar, N paulatinamente se ha tornado ger. El examen mental del paciente, el análisis de
más retraído, distante y que comienza a imitar a la historia del desarrollo y sus dificultades de
ChB más de lo habitual. Cuando los padres co- adaptación social y escolar en los últimos años
rrigen este comportamiento N responde molesto aportan a éste diagnóstico clínico.
y se irrita. Trascurrido algunos meses N dice ser En los siguientes controles el paciente mantie-
ChB y no tolera ser llamado por su verdadero ne su exigencia de que sea llamado ChB pero pau-
nombre, su conducta se asemeja a la del persona- latinamente durante las entrevistas comienza a
je realizando los mismos gestos, modo de hablar hablar de su colegio y de sus padres. Mantiene la
y las mismas conductas bizarras, absurdas y có- idea de que su madre no lo deja tranquilo y es
micas que el personaje presenta en su programa muy exigente. Hacia su padre se muestra menos
televisivo. Esto que ocurre tanto en casa como en molesto y más tolerante. Frente a la exigencia de
el colegio, convierten a N en la gran burla y atrac- que debe colaborar para una mejor comprensión
ción para los compañeros de curso. Los profeso- de lo que le ocurre, accede sólo si el entrevista-

* Personaje cómico de TV interpretado por Chespirito, actor mexicano. ChB es un señor que maneja un lenguaje
prosopopéyico y absurdo causando confusión a quien lo escucha. Por su mirada tan particular de la realidad podríamos
decir que ChB parece un psicótico.

REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (3): 199-206 www.sonepsyn.cl 201


EPISODIO DEPRESIVO EN ADOLESCENTE CON TRASTORNO DE ASPERGER: REPORTE DE UN CASO

dor acepta referirse a él como ChB y no por su cupado de continuar asistiendo a clases y no ba-
verdadero nombre. En las siguientes sesiones jar sus calificaciones escolares. Los padres corro-
estrategicamente la entrevista se desarrolla en una boran que su hijo esta más activo luego de haber
conversación en tercera persona, permitiendo que estado varios días triste y retraído. En casa acep-
el personaje representado por el paciente se ex- ta y tolera ser llamado por su nombre, la con-
prese. Ocurre que el paciente en breves momen- ducta excéntrica e irritabilidad es cada vez me-
tos habla como N y comenta con mucha rabia y nos frecuente aunque la relación con su madre se
tristeza que “ellos (los compañeros de curso) si mantiene tensa.
quieren reirse de mi ahora lo pueden hacer y con
razón”. En aisladas ocasiones llora y dice que “la
gente no acepta a los diferentes” y asevera que Discusión
“los locos son los cuerdos”. Se muestra acongoja-
do, luego cambia y continúa negándose a hablar Desde temprana edad N presentó dificultades;
del tema volviendo a actuar como ChB. En las al ingreso al sistema escolar se observó que tenía
siguientes sesiones reaparece la rabia y pena rela- dificultad en la interacción social y emocional,
cionadas con la escuela, se resiste a ahondar en escasa participación en actividades grupales. Pre-
sus emociones, refugiándose persitentemente en sentó intereses peculiares y habilidades especia-
el personaje. Los padres dicen que en casa N se les. Destacó por su gran memoria y habilidad lin-
ha mostrado más irritable, retraído y solitario. güística, con retención de conocimientos inu-
En consideración al estado emocional de des- suales para su escolaridad, lo cual contrastaba
animo que fue emergiendo en las últimas sesio- con su tendencia al aislamiento social y bajo in-
nes, nos pareció que bajo el personaje cómico de terés del juego colectivo, esperable en niños en
ChB, se refugiaba un adolescente de ánimo de- edad escolar. En consideración a estos anteceden-
presivo, cuasi delirante y disociado en una iden- tes del desarrollo infantil, nuestro caso lo enten-
tidad bizarra que lo protegía del sufrimiento pro- demos como el de un paciente con un diagnosti-
vocado por la falta de adaptación escolar. Deci- co tardio de trastorno del desarrollo tipo Sín-
dimos asociar a la medicación antipsicótica fár- drome de Asperger. Este trastorno del neuro-
macos antidepresivos (Sertralina, titulada hasta desarrollo se caracteriza por presentar deficit tan-
alcanzar 100 mg por día). Nuestra hipótesis diag- to en la integración cognitiva como afectiva15, el
nostica de trabajo fue que nuestro paciente esta- paciente con SA tiene dificultad para compren-
ba cursando un episodio depresivo comorbido a der sus propias emociones y la de los otros, ma-
un trastorno disociativo de la identidad tenien- nifestando un rango de expresión emocional res-
do a la base un Síndrome de Asperger que a la trictivo sin inmunidad a trastornos psiquiatricos
fecha no había sido diagnosticado como tal. emocionales o mayor resistencia a experiencias
A las semanas la respuesta a la terapia farma- afectivas negativas como pudiera creerse13. Se ha
cológica combinada fue clínicamente satisfacto- sugerido que la depresión y ansiedad que ocu-
ria, mejorando el estado de ánimo del paciente, rren en el SA es reflejo de una mayor capacidad
disminuyendo su irritabilidad y mostrándose no- de insight, aunque parcial en casos del trastorno
toriamente más tolerante en las sesiones de en- más leve16 y que la conducta no social se relacio-
trevista. Pudo paulatina y parcialmente renun- na a deficit primarios de la capacidad empatica17.
ciar a la actuación de su personaje, conservando Podríamos decir que N al ser “menos anormal y
un poco su acento mexicano y su tendencia hu- de funcionamiento más alto” comparado a los
morística. En el transcurso del tratamiento N pacientes autistas, se expone más a sintomato-
tiende a no hablar espontáneamente de sus senti- logía ansiosa-depresiva reactiva. En este caso,
mientos pero notamos disminución de su irrita- nuestro paciente al enfrentar el desafío de la in-
bilidad y labilidad emocional. Se muestra preo- corporación a un nuevo colegio, nivel de escola-

2 0 2 www.sonepsyn.cl REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (3): 199-206


BERNARDO PACHECO P., et al.

ridad y grupo de pares de alto rendimiento y como traumática por su carácter negativamente
competitividad, vivenció intensos sentimientos intenso y acumulativo. Lo traumático como even-
depresivos al sentirse criticado y excluido por su to estresante altera la modulación y expresión
comportamiento diferente y excéntrico y falta de afectiva, estimulando el afloramiento de oscila-
habilidad en la práctica social. Se agrega a esto el ción anímica y sentimientos depresivos, altera los
deficit en la mentalización y metacognición, fre- impulsos y el sentido del self provocando difu-
cuentes en este tipo de pacientes18. Los problemas sión de identidad. A nuestro parecer N, frente a
de mentalización pueden ser relevantes a la hora la experiencia traumática escolar falla en lograr
en que N deba resolver tareas prácticas y senci- una adecuada modulación afectiva e integración
llas como vestir ropa adecuada a las circunstan- del evento y primariamente reacciona con res-
cias y edad. Estos comportamientos más ajusta- puesta anímica depresiva. Fenomenológicamente
dos a la norma son considerablemente impor- este estado pudo haber tomado en N un curso
tantes a la hora de socializar entre pares adoles- hacia un estado de identidad disociativa (cuando
centes. El interés de N en vestimenta adecuada asume que es ChB), que es una manera de encap-
podría entenderse como falta de comprensión por sular el evento traumático (maltrato escolar) y
parte de él del efecto social que tiene cada perso- de este modo contener la respuesta depresiva. En
na sobre otra. Si el objetivo es adaptarse a un este estado disociativo N puede conservar otra
curso (manifestación de un deseo o motivación) y dimensión de su persona que es la de continuar
no comprendemos con claridad que “yo y mi siendo alumno del curso y rendir académicamente,
modo de interacción tienen efecto sobre los otros” esto en parte lo refuerza y estimula. Desde nues-
entonces se verá afectado el logro del objetivo. tra observación clínica pensamos que en N el
Este déficit lo interpretamos como la “falta de ha- fenomeno depresivo se ocultó bajo la forma de
bilidad para mentalizar sobre la importacia del otro un estado disociativo de identidad representado
en mi y de yo en los demás”. La presencia de esta en un personaje cómico que deja atrás la emo-
habilidad ayuda a la conservación armónica de cionalidad negativa, apoyándose en la esfera del
la experiencia emocional. pensamiento con ideas cuasidelirantes. Esta alte-
N nos relató en una sesión sentir mucha rabia ración del pensamiento (“soy ChB”) la interpre-
y dolor por las burlas de sus compañeros de cur- tamos como una idea sobrevalorada, sostenida
so. La expresión emocional de estas experiencias con un pensamiento no delirante pero sí con una
negativas en pacientes con SA puede manifestar- rigida persistencia ideacional de carácter patoló-
se en conductas sintomáticas reactivas de tinte gico acrecentada por lo afectivo, que nos evoca
depresivo pocas habituales. Estudios con perso- cierta semejanza con las obsesiones que con fre-
nas con SA demuestran que los que experiencian cuencias estan presentes en los pacientes con SA.
más eventos adversos vitales, tienden a desarro- Nos parece que si bien N presenta una actitud de
llar más depresión clínica que los grupos contro- seguridad al decir que él es ChB, en su relato y
les 19,20. En nuestro caso la emergencia de la conducta diaria faltan actos enajenados como si
sintomatología depresiva en N es una manifesta- realmente se tratase de un fenómeno delirante ge-
ción de la dificultad que los pacientes con TPD nuino, con juicio de realidad totalmente altera-
tienen para elaborar e integrar las experiencias do. Ante la confrontación de su extraña idea de
adversas al sí mismo. Esta dificultad de integra- ser ChB, N se mostraba evitativo y oposicionista
ción afectiva restringe aún más sus capacidades de profundizar y describir el fenomeno aparen-
comunicativas, capacidades a las que podría re- temente delirante. Esta conducta nos pareció más
currir “cuando necesite comunicarme a mi mismo de tendencia disociativa que psicótica.
y a los otros lo que me sucede y me provoca sufri- Como ya lo hemos planteado, la “nueva per-
miento”. La experiencia adversa (burlas y desa- sonalidad” de N la entendimos más como un fe-
daptación escolar) que aquejaron a N es vivida nómeno disociativo que psicótico, es decir un es-

REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (3): 199-206 www.sonepsyn.cl 203


EPISODIO DEPRESIVO EN ADOLESCENTE CON TRASTORNO DE ASPERGER: REPORTE DE UN CASO

tado conductual discreto, organizado y limitado nalidad” (su sí mismo); de este modo creemos que
alrededor de un afecto prevalente. El estado se evita que ocurra una desintegración yoica ca-
disociativo psicológicamente encapsula las viven- tastrófica si el paciente se ve enfrentado brusca-
cias y afectos intolerables por medio de mecanis- mente a su estado depresivo. Por otra parte, y a
mos cognitivos. El Modelo de Estado Conductual modo de interpretación terapeútica, al tratar a
conceptualiza el trastorno disociativo como ex- N como un paciente primariamente depresivo y
presión de una falla en el funcionamiento mental posteriormente disociado y no como un paciente
donde la experiencia traumática impide que el psicotico delirante, reconocemos en principio jun-
sujeto consolide un sentido de sí mismo unifica- to con él la “legitimidad emocional de la elección
do21. El encapsulamiento del evento traumático de su personaje” como un fenómeno auténtico y
le permite al sujeto poder mantener funcionan- justificado para la contensión de su sufrimiento
do otras dimensiones de la estructura mental, es traumático.
decir, éste mecanismo psicológico permite que En suma, la medicación antipsicótica (cuyo
otras funciones mentales esten libres de “conte- uso tuvo por objetivo lograr flexibilización de la
nido traumático”. En nuestro caso interpretamos conducta y del pensamiento) y la medicación
que en N la circunscripción del evento trumático antidepresiva (con el fin de tratar y lograr un
depresivo le permitió por una parte dar conti- mejor estado de expresión y modulación emo-
nuidad a la dimensión educativa-aprendizaje- cional) permitieron que N paulatinamente
alumno. Observamos una función ganancial al retomara el control de sí mismo tomando con-
asumirse que se es ChB, es decir, un personaje tacto gradual con su mundo afectivo. La inter-
cómico que lo aleja del sufrimiento de la burla, y vención terapéutica breve consideró la verbaliza-
que, por otro lado, le evita el rechazo de sus pa- ción emocional usando al personaje legitimado
res incorporándose al curso como una especie de para una comunicación en tercera persona, al-
buen bufón. Si bien la pseudopsicosis disociativa ternada con intervensión directa entre N y el te-
en este caso funciona como un escape para el su- rapeuta. El decidido interes de los padres por el
frimiento, este camino pone en evidencia que la tratamiento de su hijo, a nuestro parecer cola-
experiencia de burla escolar quizás manejable y boraron en la evolución satisfactoria del pacien-
tolerable en sujetos sanos, en los pacientes con te en un tiempo relativamente breve.
SA conecta el impacto emocional del evento, con La variada comorbilidad que presentan los su-
las menores habilidades comunicativas y relacio- jetos con SA, plantea la necesidad de que los clí-
nales propias de estos pacientes. Tenemos pre- nicos estemos alertas a presentaciones primarias
sente también que la conducta disociativa pseu- de sintomas emocionales y conductuales que pue-
dopsicótica puede funcionar como una conducta dan emerger en estos pacientes. Una evaluación
homeostática reguladora entre la depresión y el clínica amplia e integral del estado mental esta
SA. Esta función podría explicar el empeño que indicada para detectar precozmente una posible
N puso en mantener su comportamiento biza- comorbilidad poniendo el foco en la interpreta-
rro. Esta importante observación debe tenerse en ción de la sintomatología depresiva expresada en
cuenta en el diseño de la intervensión terapéuti- diversas manifestaciones conductuales.
ca. Al momento de intervenir para tratar y con- El caso presentado también ilustra la eficacia
trolar los síntomas, el paciente debe tener cierto del uso de antidepresivos ISRS en la reducción de
grado de control sintomático o por lo menos la la sintomatología depresiva en un paciente con
sensación que controla parte de su “nueva perso- SA.

2 0 4 www.sonepsyn.cl REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (3): 199-206


BERNARDO PACHECO P., et al.

Resumen

Los sujetos con Síndrome de Asperger (SA) tienen menor habilidad lingüística para verbalizar
los cambios que ocurren en su ánimo y los sentimientos depresivos que emergen durante un
estado depresivo. Esta limitación hace que un episodio depresivo sea particularmente difícil de
diagnosticar en este tipo de pacientes. Existe considerable superposición de síntomas entre el SA
y la depresión. Los síntomas depresivos pueden exacerbar conductas de retraimiento o estimular
un desajuste conductual. Los autores describen el caso de un paciente con SA no diagnosticado
con anterioridad quien presentaba al momento de la derivación oscilaciones anímicas y conducta
bizarra, diciendo ser y comportándose como un personaje televisivo cómico ficticio. Finalizada
la evaluación psiquiátrica los autores concluyen que el paciente presenta un trastorno depresivo
el cuál ha sido enmascarado con fenomenológica disociativa pseudopsicótica cuasidelirante.
Nuestro propósito es dar a conocer la presentación inusual y el tratamiento de un trastorno
depresivo en un paciente con SA.

Palabras clave: Enfermedad de Asperger, adolescente, depresión, semi-delirium.

Referencias people with autism: A review of published cases.


Journal of Autism and Developmental Disorders
1. Belsher G, Costello C G. Relapse after recovery 1994; 24: 587-601.
from unipolar depression: a critical review. Psychol 8. Ghaziuddin M, Tsai L, Ghaziuddin N. Comorbidity
Bull 1998; 104: 84-96. of autistic disorder in children and adolescents.
2. Birmaher B, Ryan N D, Brent D, Dah R E, European Child and Adolescent Psychiatry 1992;
Kaufman J, William D E. Child and adolescent 1: 209-13.
depression, part I: a review of the past ten years. J 9. Lainhart J E. Psychiatric problems in individuals
Am Acad Child Adolescent Psychiatry 1996; 35: with autism, their parents and siblings. Interna-
1427-39. cional Review of Psychiatry 1999; 11: 278-98.
3. Fleming J E, Offord D R. Epidemiology of 10. Khouzam R, El-Gabalawi F, Pirwani N, Priest F.
childhood depressive disorders: a critical review. J Asperger’s disorder: A review of its diagnosis and
Am Acad Child Adolescent Psychiatry 1990; 29: treatment. Compr Psychiatry 2004; 45: 184-91.
571-80. 11. Stewart M, Barnard L, Pearson J, Hasan R, O’Brien G.
4. Carlson G A, Kashani J H. Phenomenology of Presentation of depression in autism and Asperger
mayor depression from childhood through Syndrome: a review. Autism 2006; 10: 103-16.
adulthood: analysis of three studies. Am J 12. Ehlers S, Gillberg C. The epidemiology of Asperger
Psychiatry 1998; 145: 1222-5. syndrome. A total population study. Journal Child
5. Kovacs M. Presentation and course of mayor Psychology and Psychiatry 1993; 34: 1327-50.
depressive disorder during childhood and later yea 13. Ghaziuddin M, Ghaziuddin N, Greden J. Depression
s of the life span. J Am Acad Child Adolescent in persons with autism: Implications for Research
1996; 35: 705-15. and Clinical Care. Journal of Autism and Develop-
6. Angold A, Costello E J, Erkani A. Comorbidity. J mental Disorders 2002; 32: 299-306.
Child Psychol Psychiatry Allied Disciplines 1999; 14. Perry D W, Marston G M, Hinder S, Munden A C,
40: 57-87. Roy A. The phenomenology of depressive illness
7. Laihart J E, Folstein S E. Affective disorders in in people with a learning disability and autism.

REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (3): 199-206 www.sonepsyn.cl 205


BERNARDO PACHECO P., et al.

Autism 2001; 5: 265-75. Psychology and Psychiatry 1988; 29: 245-53.


15.- Holaday M, Moak J, Shipley M A. Rorschach 20. Happe F, Frith U. Theory of mind and social
protocols from children and adolescents with impairment in children with conduct disorder.
Asperger‘s disorder. J Pers Assess 2001; 76: 48-495. British Journal of Development Psychology 1996;
16. Ghaziuddin M, Leininger L, Tsai L. Brief report: 14: 385-98.
Thought disorder in Asperger’s Syndrome: 21. Ghaziuddin M, Alessi N, Greden J. Life events and
Comparison with high-functioning autism. J depression in children with pervasive developmental
Autism Dev Disord 1995; 25: 311-7. disorders. Journal of Autism and Developmental
17. Lord C, Rutter M. Austism and pervasive Disorders 1995; 25: 495-502.
developmental disorders. In M. Rutter, E. Taylor, 22. Kim J A, Szatmari P, Bryson S E, Streiner D L,
L. Hersov. Child and Adolescent Psychiatry. Wilson F J. The prevalence of anxiety and mood
Modern approaches. 3rd Ed. 1994 Oxford: problems among children with autism and Asper-
Blackwell. ger Sindrome. Autism 2000; 4: 117-32.
18. Wing L. Asperger Syndrome: A clinical account. 23. Putnam F W, Loewenstein R. Dissociative identity
Psychological Medicine 1981; 11: 115-29. disorder. In: Comprehensive Textbook of Psychia-
19. Tantam D. Asperger Syndrome. Journal Child try Kaplan & Sadock’s 7th Ed 2002.

Correspondencia:
Dr. Bernardo Pacheco P.
Departamento de Psiquiatria Pontificia
Universidad Católica de Chile,
Avenida Camino El Alba 12351 Las Condes.
Fono 7548873 Fax 7548878
E-mail: bejupa@vtr.net

2 0 6 www.sonepsyn.cl REV CHIL NEURO-PSIQUIAT 2008; 46 (3): 199-206

You might also like