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5 REGÍMENES TOTALITARIOS
El sistema totalitario como régimen político fue una realidad específica del siglo XX. El
nacionalsocialismo y el comunismo, cuyas profundas afinidades mostró Hannah Arendt, fueron
sus máximos exponentes. A diferencia de los regímenes autoritarios, los regímenes totalitarios
no ambicionan sólo instaurar un monolitismo puramente exterior, es decir, un orden público
aparente, sin discordancias audibles. Precisan la adhesión activa e incondicional de la población
a su proyecto de sociedad. Según Arendt: “El totalitarismo es diferente por naturaleza de las
otras formas de opresión política que conocemos, como el despotismo, la tiranía y la dictadura
[...] El régimen totalitario transforma siempre a las clases en masas, sustituye el sistema de
partidos no en dictaduras de partido único, sino en un movimiento de masas, cede el poder a la
policía y pone en práctica una política exterior que tiende abiertamente a la dominación del
mundo”. El régimen totalitario se basa en cuatro elementos: la exaltación de la figura del líder,
el monopolio ideológico, el control de todos los medios de poder y de persuasión, y el sistema
policial y de campos de concentración.
Sistemas republicanos
Una república es una organización de un estado en la que todos los cargos públicos son
escogidos democráticamente. No obstante algunos gobiernos dictatoriales, unipartidistas a
menudo utilizan el termino “república” para referirse al régimen de gobierno aunque los
funcionarios públicos no sean elegidos de manera democrática. Las listas siguientes
incluyen a todas las repúblicas según su régimen interno constitucional independientemente
de que se hayan elegido democráticamente o no.
Parlamentarismo
Presidencialismo
Semipresidencialismo
Las repúblicas unipartidistas son estados en los que un partido único tiene todo el poder
gobierno o estados en que la estructura del partido es a la vez la estructura del gobierno y
que no permiten la creación de otros partidos (o si existen otros partidos, tienen una
representación muy limitada). En los estados apartidistas no se permite la creación de
ningún partido político
Monarquías
Las monarquías son sistemas de gobierno en que el jefe de estado no es elegido de manera
democrática (a menudo es un cargo hereditario)
Monarquías absolutas
Las monarquías absolutas son regímenes monárquicos en los que el monarca tiene el poder
absoluto
El Reino de la Mancomunidad Británica de Naciones está integrado por todos los estados
de los cuales es jefe de estado la reina Isabel II del Reino Unido. Ella es la monarca de cada
uno de los estados y por tanto toma el titulo correspondiente (p. ej. reina de Australia, reina
de Canadá, etc.). La reina designa un Gobernador-General para cada estado (excepto para el
Reino Unido) como representante suyo con poderes ejecutivos limitados y ceremoniales. El
primer ministro es el jefe de gobierno de la rama ejecutiva de cada uno de los estados del
Reino de la Mancomunidad Británica de Naciones, el cual proviene del cuerpo legislativo
como líder del partido o coalición con más representación. Excepto de la existencia del
Gobernador-General como representante del jefe de estado, los estados que conforman el
Reino de la Mancomunidad Británica de Naciones son monarquías constitucionales y de
hecho sistemas parlamentarios. El Reino de la Mancomunidad Británica de Naciones está
integrado por los siguientes estados:
América • Jamaica
Oceanía
• San Cristóbal y Nieves
• Antigua y Barbuda • Santa Lucía
• Australia
• Bahamas • San Vicente y las
• Nueva Zelanda
• Barbados Granadinas
• Papúa Nueva Guinea
• Belice
• Islas Salomón
• Canadá Europa
• Tuvalu
• Granada • Reino Unido
Federación
Una federación (del latín fœdus, "pacto") es un Estado conformado por la reunión de varias
entidades territoriales. También suele denominarse estado federal o república federal y,
generalmente, tiene un sistema político republicano y excepcionalmente monárquico.
Ética específica del Profesional del derecho
Los deberes esenciales del abogado son: la probidad, independencia, moderación y la confraternidad.
Partimos de que la probidad es la representación que hace un abogado a nombre de su cliente, la cual debe
ser llevada con un alto nivel de dignidad. La independencia del abogado es propia del perfil de la carrera
porque estamos ante un profesional liberal, que no se encuentra subordinado a un superior, sino a lo que sus
principios y su preparación académica le pauten. La moderación implica en no incurrir en abusos, es obedecer
ciertos parámetros éticos y morales que le exige su oficio. La confraternidad consiste en no incurrir en una
competencia desleal respecto de sus colegas abogados, respetando la labor de los demás como la propia.
Debe actuar con dignidad tanto en el ejercicio de su dignidad como en su vida privada. Debe ser leal y veraz,
no deberá aconsejar ningún acto fraudulento contrario a sus principios.
No deberá olvidar que como auxiliar y servidor de la justicia, su cometido es defender los derechos de su
cliente con diligencia y estricta sujeción a las leyes.
Sus alegatos verbales o escritos deberán ser siempre moderados y precisos, con una energía adecuada, sin
exigencias sino peticiones, solicitudes humildes pero bien fundadas y con base, tanto legal como en los
hechos. Deberá omitir expresiones sarcásticas o violentas.
Función social del abogado: con el paso del tiempo el Estado comienza a observar que el resultado del
proceso judicial no es extraño al interés, pues en todo proceso se encuentra la aplicación de la ley, o sea, el
respeto de la voluntad colectiva. La sociedad espera que el abogado sea el sostén de sus instituciones
jurídicas.
La moralidad del abogado no se limita al buen ejemplo sino a la acción, al cambio. La abogacía tiene implica
la representación realidad civil de la comunidad. Sin embargo, hoy, ciertos abogados se caracterizan por su
interés lucrativo por encima del interés social. Mientras tanto, nosotros creemos que el abogado debe ser un
defensor del bien común y de la justicia, y que así dirija la conducta de los pueblos hacia la construcción de un
orden social conforme a las condiciones de un ideal más humano, para lo que deberá despojarse de su
egoísmo.
Los deberes, como imponencias indeclinables que forman parte de la responsabilidad del individuo.
• El abogado debe cultivar sus virtudes profesionales y formación integral mediante el estudio y el
seguimiento de las normas morales. Nos referimos en este aspecto al estudio y actualización del
abogado como ente impulsador del cambio en la sociedad. Esto lo llevará a proponer soluciones que
estén orientadas al bien en todos los aspectos que sea posible. Esto va de la mano de su capacidad,
talento y experiencia al servicio de la justicia.
• Debe ser disciplinado, firme y sensible en su vida profesional y privada.
• Debe ser un fiel intérprete de la ley, un guardián y defensor de los principios jurídicos, de la justicia y
la verdad.
• Debe ser responsable, puntual.
• Debe actuar con serenidad y fe en la causa de su cliente.
• Debe ser honesto, veraz, prudente.
• Debe ser digno de fiar y de respeto, incapaz de cometer fraude.
En cuanto al cliente, el abogado tiene un compromiso especial con el cliente, debe actuar con responsabilidad
y diligencia. Debe estar atento de los plazos legales respecto de los actos del procedimiento. Debe
comprometerse a poner todo su esmero, su saber y habilidad para realizar una defensa útil.
Debe adoptar una actitud de servicio. Si por su negligencia pierde una causa es evidente que con ello comete
una injusticia.
La Bondad De Su Papel Consiste, Sobre Todo, En La Absoluta Separación Entre Su Interés Personal Y
El Del Cliente, En La Independencia Desapasionada Del Juicio Que Debe Conservar Frente A Su
Cliente.
Los abogados no podrán pactar convenios cuya cuantía sea inferior al monto mínimo al de los honorarios
establecidos por la ley. No podrán ser tampoco mayor del 30% del valor de los bienes o derechos envueltos
en el litigio, según la ley No. 302 del 18 de junio de 1964 sobre Honorarios de los abogados.
La manifestación del secreto profesional esta penalizado en nuestro país, por tener la intención de dañar. Es
el artículo 377 del Código Penal que castiga con prisión correccional de 1 a 6 meses y multa de 10 a 100
pesos.
El abogado debe observar frente al juez una postura adecuada ya que le debe respeto a las
autoridades públicas y a la ley desde que ingresa a la profesión. Debe tratar al juez con solemnidad,
incluso fuera de la audiencia debe de abstenerse de hablar con el juez e incluso evitar el tono familiar
para con el juez durante la audiencia. Los escritos deben ser leídos con respeto y moderación. La
puntualidad forma parte de su conducta correcta.
Conclusión
Hemos constatado que lo que plantean los textos legales, el Código de Ética e incluso la propia universidad
son la descripción de un profesional ideal, con una probidad extraordinaria, más que un ejemplo a seguir.
Nuestra intención ha sido la de describir cuáles son los lineamientos que prevén los distintos textos en esta
materia sobre cómo debe comportarse y responder ante el diario vivir el profesional del derecho para ser
considerado como un auténtico profesional de las ciencias jurídicas.
Los modales también son un toque distintivo en un abogado, son detalles que dejan huellas enormes en la
referencia que cualquier persona pueda tener del mismo.