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RECURSO DE HECHO

El recurso de hecho, llamado en otras legislaciones recurso de queja por denegación, es la garantía procesal
del recurso de apelación.

En sistemas como el nuestro, que confiere al tribunal a quo la facultad de admitir o negar la apelación
interpuesta (Artículo 293 C.P.C. ) , el recurso de apelación podría quedar nugatorio si la negativa de la
apelación o la admisión de la misma en un solo efecto, cuando debía ser oída libremente, no tuviere en el
tribunal superior un contralor de aquella facultad.

Es evidente que en el caso de la absoluta negativa de la apelación, el apelante no tendría ya la oportunidad de


lograr en la alzada la revocación del fallo que le produce gravamen, el cual quedaría con autoridad de cosa
juzgada; y, en el caso de admisión de la apelación en el solo efecto devolutivo, podría ejecutarse en perjuicio
del apelante la sentencia que lo grava, por no producirse el efecto suspensivo de la apelación.

A evitar estos perjuicios al apelante ya asegurar la vigencia de las reglas que determinan el modo de admitir
la apelación, tiende este recurso de hecho, que es en esencia, como se dijo antes, la garantía procesal del
derecho de apelación.

Puede interponerse como recurso ante el tribunal superior contra la decisión del juez a quo que niega la
apelación o la admite en un solo efecto, solicitando se ordene oír la apelación o admitirla en ambos efectos,
conforme a la ley .

Se dice que el recurso de hecho es propiamente un recurso, puesto que impugna una resolución judicial cuya
eficacia trata de eliminar, y debe ser decidido por un tribunal distinto de aquel que dictó la providencia
recurrida.

DEFINICIÓN DEL RECURSO DE HECHO

Se entiende como el medio para reparar el agravio que pretende el interesado, con motivo de haber ejercido
los recursos de apelación obteniendo como resultado una negativa. Puede igualmente definirse como el
recurso que puede interponer el apelante ante el tribunal contra la decisión del Juez a quo que niega la
apelación o la admite en un solo efecto, solicitando se ordene oír la apelación o admitirla en ambos efectos
conforme a la ley

“El Recurso de Hecho es una impugnación de la negativa de la apelación, es decir, un recurso que se dirige
contra el auto que se pronunció sobre la apelación interpuesta, cuando dicho auto la declara inadmisible o la
admite solo en el efecto devolutivo. Por tanto el recurso de hecho constituye una garantía al derecho a la
defensa, en el que está comprendido el recurso de apelación.”

De acuerdo a aportes doctrinarios, se ha definido el recurso de hecho de las siguientes maneras:

“Podemos definir el recurso de hecho contra apelación como el recurso directo que le confiere al justiciable
de llegar al tribunal superior, ante la negativa del tribunal de primera instancia de admitir la apelación o de
haber concedido un solo efecto habiendo solicitado ambos, pidiéndole se admitan....”.

Por su parte el tratadista Duque Corredor citado por Rodrigo Rivera Morales ha señalado:

“Es un recurso de procedimiento breve y objeto limitado pues se agota en el conocimiento del Juez de Alzada
para declarar si la inadmisión de la apelación es correcta o no. Si se declara que es incorrecta debe ordenar la
admisión de la apelación. Es, pues, un recurso muy especial”

BASE LEGAL DEL RECURSO DE HECHO

Ley Orgánica del Tribunal supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, apartes 23, 24, 25
y 26 en su artículo 19:
“El Tribunal Supremo de Justicia será competente para conocer de los recursos de hecho en los casos
contemplados en los códigos o leyes procesales, o cuando el tribunal de instancia haya omitido o se haya
abstenido de hacer una consulta, o de oír un recurso cuyo conocimiento corresponda a éste, o cuando se
abstenga de remitir el expediente o las copias requeridas para decidir la apelación u otro recurso.

El recurso de hecho se deberá interponer en forma oral ante el tribunal que negó la admisión del recurso, en
el lapso previsto en el Código de Procedimiento Civil; para ello el Secretario o Secretaria del tribunal deberá
recoger por escrito y mediante medios audiovisuales grabados, el contenido exacto e idéntico de la
exposición, sin perjuicio que la parte consigne por escrito los términos en que efectuó la exposición oral,
dentro de los tres (3) días siguientes a la exposición; asimismo, dentro de este lapso, la parte deberá consignar
los alegatos necesarios para decidir, en caso que no se hayan presentado al momento de interponer el recurso;
expirado este plazo, el tribunal deberá remitir las actuaciones al Tribunal Supremo de Justicia, dentro de los
tres (3) días siguientes.

El Tribunal Supremo de Justicia, con vista del mismo, sin otra actuación y sin citación, ni audiencia de parte,
declarará, dentro de los cinco (5) días siguientes, si hay o no lugar al mismo.

Declarado con lugar el recurso de hecho, y el alegato fuere suficiente para conocer del asunto principal, el
Tribunal Supremo de Justicia entrará a conocer del mismo, para ello solicitará del tribunal respectivo, el
expediente original del juicio o copia de las actuaciones requeridas para decidir la consulta; el procedimiento
se tramitará en los términos previstos en el Código de Procedimiento Civil.”

NATURALEZA DEL RECURSO DE HECHO

La jurisprudencia venezolana nos señala que “en cuanto a la naturaleza del Recurso de Hecho advierte este
Tribunal que se trata de un recurso especial de procedimiento breve y de objeto limitado que se agota en el
conocimiento del Juez de Alzada para declarar si la inadmisión de la apelación es correcta o no, es decir, se
trata de un recurso que opera ante la negativa del Tribunal de Primera Instancia de admitir la apelación o de
haber concedido en un solo efecto cuando correspondía o se habían solicitado ambos”

Efectivamente el Recurso de Hecho es un recurso especial que en la práctica se convierte en un instrumento


de control de admisibilidad, cuya finalidad es evitar la iniquidad

OBJETO DEL RECURSO DE HECHO

El legislador ha circunscrito en el Art. 305 C.P.C. el objeto del recurso a solicitar que se ordene oír la
apelación denegada o que se le admita en ambos efectos cuando ha sido oída en el solo efecto devolutivo. El
juez de alzada no puede conocer de cuestiones diferentes al objeto propio del recurso.

De modo que los vicios en que haya podido incurrir el tribunal al resolver sobre los recursos interpuestos, son
extraños al recurso de hecho y no pueden hacerse valer por medio de éste. Así, la errónea indicación del
tribunal que debe conocer de la apelación, hecha en el auto de admisión de la misma, no puede ser resuelta
por la vía del recurso de hecho; tanto porque esa errónea indicación de un juez incompetente no equivale a la
negativa de la apelación, que es la materia propia del recurso de hecho, como porque existen los medios
establecidos por la ley para resolver esas situaciones, como son entre otros la solicitud de regulación de la
competencia para que sea dirimida conforme a la ley. Tampoco puede hacerse valer por medio del recurso de
hecho la infracción de normas que darían lugar a la reposición de la causa, solicitada en la instancia inferior y
negada en ésta etc.

Refiere la jurisprudencia en estas palabras:

“Es pues, el medio establecido por el legislador para que no se haga nugatorio el recurso de apelación, pues
de no existir el primero, la admisibilidad del segundo dependería exclusivamente de la decisión del juez que
dictó la sentencia. Su objeto es revisar la resolución denegada.”
SUPUESTOS PARA DAR LUGAR A ESTE RECURSO

Los presupuestos para la procedencia del Recurso de Hecho están contenidos en el Artículo 305 del Código
de Procedimiento Civil, el cual resulta aplicable por remisión del Artículo 11 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, siendo los siguientes: a) La negativa del Recurso Apelación; b) Para la revisión del efecto que se
haya concedido.

Tenemos así, que el Recurso de Hecho se puede interponer siempre que la sentencia cuya apelación negó la
primera instancia, este comprendida dentro de los siguientes supuestos:
• Que sea aquella que la ley permite apelar en ambos efectos, y sólo se oyó la apelación en un solo
efecto
• Que sea una sentencia que por su naturaleza procesal tiene apelación, y sin embargo el Juez de
primera instancia se niega a oír el recurso
Dictamen de la jurisprudencia venezolana:

“…procederá el recurso de hecho contra aquellas decisiones que sean definitivas en primera instancia y,
además, de todas aquellas interlocutorias que causen un gravamen contra algunas de las partes involucradas
en un proceso judicial.”

LEGITIMACIÓN PARA EJERCERLO

La legitimación para ejercer el recurso se encuentra únicamente en la persona del apelante a quien se le niega
su derecho, ya que es la parte gravada por la providencia que niega la apelación o la admite en un solo efecto.
La parte contraria sólo tiene la facultad de indicar actuaciones o documentos cuyas copias debe remitir el
tribunal a quo al superior, a costa de esta parte, pero no interviene de otro modo en el recurso.

Nada dispone la ley venezolana, como sí lo hace la española para el caso de que se oiga una apelación
inadmisible o se admita libremente una que debe serlo en el solo efecto devolutivo.
En palabras de Marcano Rodríguez se enuncia que “es evidente el interés que tiene el litigante vencedor en
sostener que la apelación no debe admitirse o únicamente admitirse en un solo efecto: en ambos casos la
sentencia se ejecutoriará en su favor, y en el primero producirá la terminación del juicio; pero es de opinión
que el vencedor carece de la vía del recurso de hecho contrario y que el único medio de que puede hacer uso
contra el auto que en su concepto haya admitido indebidamente la apelación es el de apelar de él para ante el
superior a fin de deferir a éste el poder de juzgar sobre la legalidad o ilegalidad de dicho auto.”

Esta doctrina es exacta, ante el silencio de la ley en la hipótesis considerada; pero rigorista. Pensamos que no
se ofendería ningún principio jurídico esencial, ni la aplicación de alguna disposición de orden público, si se
admitiese a la parte vencedora el recurso de hecho contra la admisión de la apelación inadmisible o la
admisión libremente de aquella que debía serlo en un solo efecto.

Si el recurso de hecho es la garantía procesal de la apelación, ella debe asegurar el cumplimiento de las reglas
de admisión de la apelación en todos sus aspectos, positivos y negativos; y no cabe duda que la hipótesis que
configura el recurso de hecho contrario, lleva consigo la infracción de las reglas pertinentes a la apelación.
Además, siendo al mismo resultado práctico al que conducen, tanto la apelación sugerida por Marcano como
el recurso de hecho contrario y habiendo la misma razón jurídica en uno y otro medio de impugnación, no
vemos por qué deba excluirse una interpretación extensiva en favor del perjudicado.

COMPETENCIA PARA CONOCER DEL RECURSO DE HECHO

Para conocer de un recurso de hecho interpuesto la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la
República Bolivariana de Venezuela, le ha dado un novedoso tratamiento; a tal efecto dispone:

Artículo 19. “El Tribunal Supremo de Justicia será competente para conocer de los recursos de hecho en los
casos contemplados en los códigos o leyes procesales, o cuando el tribunal de instancia haya omitido o se
haya abstenido de hacer consulta, o de oír un recurso cuyo conocimiento corresponda a este, o cuando se
abstenga de remitir el expediente o las copias requeridas para decidir la apelación u otro recurso”.

Según el artículo 305 del código de Procedimiento civil la parte a quien se le niega la apelación, puede
recurrir ante el tribunal de alzada, esto es, ante el tribunal superior a aquel que negó la apelación o la admitió
en un solo efecto

La Jurisprudencia dispone:

“En consecuencia, el Tribunal competente para conocer un recurso de hecho es aquel a quien corresponde ser
alzada del Juzgado que negó la apelación o la oyó en un solo efecto.”
Así mismo, se incluye una novedad jurisprudencial que refiere a la Ley del Estatuto de la función Pública
para aquellos casos en los cuales se trata la negación de la apelación contra sentencias que determinen el
recurso contencioso funcionarial de la siguiente manera:

“Ahora bien, dada la especialidad de la materia funcionarial, es preciso aplicar las normas atributivas de
competencia establecidas en la Ley del Estatuto de la Función Pública, en cuyo artículo 110 se establece que
contra las decisiones dictadas por los jueces o juezas superiores con competencia para conocer del recurso
contencioso administrativo funcionarial, podrá interponerse apelación en el término de cinco días de
despacho contados a partir de cuando se consigne por escrito la decisión definitiva, para ante la Corte
Primera de lo Contencioso Administrativo.”

De conformidad con la norma transcrita, aquellas pretensiones procesales o reclamos judiciales derivados de
una relación de empleo público -sea ésta incoada contra la Administración Pública nacional, estadal o
municipal-, y que se diriman a través del recurso contencioso administrativo funcionarial regulado en dicha
Ley -querella funcionarial- corresponde, en primera instancia, a los Juzgados Superiores en lo Contencioso
Administrativos Regionales, y en segunda instancia a la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo.

Con la entrada en vigencia de la nueva Ley del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de
Venezuela la jurisprudencia dicta:

“A diferencia de la regla general contenida en el Código de Procedimiento Civil, el Legislador previó, ahora
de manera obligatoria, la interposición del recurso de hecho ante el mismo tribunal que dictó el fallo o auto
recurrido, para lo cual la parte que interponga el referido recurso deberá efectuar su exposición de forma oral
que deberá ser recogida por el Secretario del tribunal a través de “medios audiovisuales grabados”.”

PROCEDIMIENTO PARA INTERPONER EL RECURSO DE HECHO

a) El recurso se interpone directamente ante el tribunal superior respectivo a quien compete decidir si es o no
admisible la apelación. Es lógico que sea a esa misma superioridad a la que deba ocurrirse cuando el
sentenciador de quien se apele niegue el recurso o lo acuerde en un solo efecto.

Por lo tanto, aquí la expresión "tribunal superior" no está empleada en el sentido que tienen las expresiones
tribunales superiores y juzgados superiores en el título IV de la Ley Orgánica del Poder Judicial que organiza
las atribuciones de los diversos tribunales de la República; sino en el sentido de superior jerárquico, por el
grado de jurisdicción que ejerce en el sistema de las instancias.

Así, el tribunal superior respecto de un juzgado de departamento de la circunscripción judicial del Distrito
Federal y Estado Miranda, lo será un juzgado de primera instancia en lo civil y mercantil; y el superior de
éste lo será un juzgado o corte superior en lo civil y mercantil de la misma circunscripción. En otras palabras,
tribunal superior quiere decir en este caso, tribunal de alzada o tribunal que conocería de la apelación si ésta
fuere admisible.

b) El recurso se propone contra el auto del juez a quo que niega la apelación o la admite en un solo efecto que
es la providencia que causa gravamen al apelante; de modo que no es admisible contra los autos que nieguen
la apelación interpuesta contra actos que no constituyen decisiones judiciales, como ocurriría, si se apelase de
un acto de remate que no tiene tal carácter y se negase el recurso de hecho contra la negativa de dicha
apelación .

c) Debe proponerse dentro del plazo de cinco días más el termino de la distancia, computado conforme a la
regla del Artículo 197 C.P.C. y el término de la distancia, según la regla del Artículo 205 ejusdem, a partir
del día siguiente al de la fecha del auto en que fue negada la apelación u oída en un solo efecto.

“El recurso de hecho debe interponerse dentro de los cinco (5) días de despacho siguientes a la negativa del
tribunal de la causa, más el término de la distancia.”

Este lapso es perentorio y preclusivo, de modo que el recurso interpuesto una vez vencido el mismo, es
extemporáneo y no surte efecto.
Asimismo, debe decidirse en el término de cinco días contados desde la fecha en que haya sido introducido, o
desde la fecha en que se acompañen las copias de las actas conducentes, si el recurso hubiese sido
introducido sin estas copias .

d) Con el recurso debe acompañarse copia de las actas del expediente que el recurrente crea conducentes y de
aquellas que indique el juez de quien se apele (Art. 305 C.P.C. ) ; pero el tribunal superior debe darlo por
introducido aunque no se acompañen con el escrito las indicadas copias de las actas conducentes (Artículo
306 C.P.C.).

La expedición de las copias solicitadas, es un deber imperativo del juez de la causa y la negativa de las
mismas, o él retardo injustificado en su expedición, son causa de una multa que debe imponer el tribunal de
alzada al juez negligente, la cual no será menor de quinientos bolívares ni mayor de dos mil; todo sin
perjuicio del derecho de queja de la parte perjudicada por la negativa o por el retardo (Art. 308 C.P.C.).

Es difícil precisar, en general, cuáles son las actas conducentes cuyas copias deben ser anexadas al recurso,
pero es evidente que no deben faltar: la copia de la sentencia apelada; de la diligencia de apelación y la copia
del auto que niega la apelación o la oye en un solo efecto, y cualquiera otra parte recurrente, la contraparte o
el tribunal indiquen como conducente para el recurso, de todas las cuales aparecerá la naturaleza del fallo
apelado; las razones del tribunal para negar la apelación o admitirla en un solo efecto; la fecha del auto
respectivo u otros elementos que permitan al superior decidir no solamente sobre el fundamento del recurso,
sino también sobre su admisibilidad misma, su extemporaneidad o caducidad.

Las expresadas copias excluyen, en nuestro sistema, el pedido de informes del superior al inferior, previsto
en otras legislaciones. que puede asumir la forma del "pedido de informes con autos", que obliga al inferior a
remitir el expediente, con la consiguiente paralización del asunto y suspensión de la ejecución del auto
recurrido .

Es evidente que sin la presentación de las copias, no puede el superior dictar decisión sobre el recurso; y se
ha planteado en la práctica del foro la cuestión del tiempo necesario para la caducidad o perención del
mismo. y mientras una jurisprudencia de la antigua Corte Federal y de Casación sostenía que no podía darse
por perecido el recurso sino hasta después de transcurrido el término ordinario de la perención 10, en cambio,
decisiones más recientes han establecido para el recurso de hecho ante casación, previsto en el Art. 427
C.P.C. de 1916 (ahora Art. 316 del nuevo código) que él debe ser decidido dentro de los cinco días siguientes
a la fecha de recibo de las copias, pero que este término no puede ser indefinido, por lo cual, introducido el
recurso sin las copias, si éstas no son producidas dentro de los cinco días fijados en el primer aparte del Art.
316 C.P.C., más el término de distancia previsto en el Art. 305 C.P.C., no le queda otra cosa al alto tribunal,
sino decidir" el recurso, para cumplir así con lo ordenado en el citado aparte segundo del Art. 316.

Aceptar que las copias puedan presentarse en un tiempo mayor, dice la Corte, por lo menos durante los años
fijados para la perención y no en el término arriba señalado y que, por tanto, hasta que eso ocurra debe la
Corte demorar su decisión, sería contrariar los principios que se dejan sustentad y que encontraron con
consagración en los artículos citados. Decisión que será, necesariamente, la de declarar que no hay materia
sobre qué decidir, toda vez que no se acompañaron las copias que constituían los elementos de juicio para ese
pronunciamiento.
La falta de presentación de las copias al tribunal superior, impide pues a éste conocer del recurso y provoca
en muchos casos la caducidad del mismo.

Tal ocurre, cuando la falta de presentación de las copias se prolonga a tal punto que el recurso se encuentre
en suspenso al momento de dictarse la sentencia definitiva sobre el fondo de la controversia que ha pasado al
conocimiento del superior, pues en este caso, no es permitido al tribunal conocer del recurso de hecho en la
sentencia definitiva.

Lo mismo ocurriría, cuando siendo la sentencia apelada interlocutoria, se hubiere dictado después la
definitiva y ésta se hubiere ejecutoriado por no haber sido apelada. En este caso, el juicio ha terminado en lo
principal y lógicamente también en lo accesorio.

Pero en la misma hipótesis, si la definitiva fuere apelada, el superior conocerá de ella sin atender al recurso
de hecho, que indudablemente habrá caducado por no tener ya el objeto.

Como se ve, dice Marcano Rodríguez, en ambas hipótesis caduca el recurso por la naturaleza de las
circunstancias y la presentación de las copias carecerá en absoluto de oportunidad y de finalidad práctica

INCOMPARECENCIA A LA AUDIENCIA:

Si el recurrente no compareciere a la audiencia, se declarará desistido el Recurso de Casación y el expediente


será remitido al Tribunal correspondiente.

EFECTOS DEL RECURSO DE HECHO.

Estando circunscrita en el Art. 305 C.P.C. la materia del recurso de hecho a estas dos cuestiones: negativa de
la apelación, o su admisión en un solo efecto, la resolución del mismo por el juez de alzada tiene estos
efectos naturales: ordenar que se oiga la apelación denegada por el juez a quo, o disponer que oiga en ambos
efectos, cuando la ha oído en el solo efecto devolutivo.
Esto supone, naturalmente, que el superior ha examinado el asunto y considerado el mérito del recurso a la
luz de las pruebas que resultan de las copias presentadas con el recurso, y que lo ha encontrado fundado.

Pero si lo encuentra infundado y lo declara sin lugar, el efecto consiste, simplemente, en que el auto del juez
a quo queda ejecutoriado.

El juez de alzada infringiría el Art. 305 C.P.C. cuando habiendo negado la apelación el juez inferior, resulta
comprobado con las copias certificadas aportadas al expediente del recurso de hecho, que la apelación debe
ser oída porque la decisión apelada lo merece y, sin embargo, declara sin lugar el recurso de hecho; o cuando
a la inversa, aparece demostrado en unas que la apelación no debe ser oída por impedirlo la naturaleza de la
decisión apelada y, no obstante, declara con lugar el recurso de hecho anunciado.

Es necesario distinguir bien los efectos propios del recurso de hecho, de otros efectos consecuenciales que se
producen una vez decidido el recurso, pero que no son efectos propios de éste. Así, la ejecutoria de la
sentencia apelada, que se produce cuando se declara sin lugar el recurso contra el auto denegatorio de la
apelación, es un efecto de la sentencia que ha quedado sin apelación, pero no un efecto del recurso de hecho;
del mismo modo.

La revisión en alzada de la sentencia apelada y su ejecución por el juez a quo, que se produce cuando el
recurso de hecho por haberse admitido la apelación en un solo efecto, es declarado sin lugar, es un efecto de
la apelación oída en el solo efecto devolutivo, pero no u efecto del recurso de hecho; y, finalmente, la
rescisión en alzada de la sentencia apelada y la suspensión de su ejecución, cuando el recurso de hecho por
apelación oída en el solo efecto devolutivo, es declarado con lugar, es un efecto de la apelación oída
libremente, pero no un efecto del recurso de hecho.

En resumen, se tiene que los efectos del recurso de hecho, no son otros sino la revocación o la confirmación
del auto del juez a qua sobre la apelación.

Para concluir, debemos observar que, como el recurso de hecho no suspende el curso del procedimiento. y el
juez a quo puede dictar providencias, pues sólo pierde la jurisdicción sobre el asunto en el momento en que
oye la apelación (Art. 293 C.P.C.), la ley establece que si por no haberse admitido la apelación, o por haberla
admitido en un solo efecto, el juez de la causa hubiere dictado providencias, éstas quedarán sin efecto si el
juez de alzada ordenare que se oiga la apelación libremente (Art. 309 C.P.C.). Como se observa de esta
disposición, la ineficacia o nulidad de las providencias sólo alcanza a las dictadas después de negada u oída
la apelación en un solo efecto; nada dice el legislador acerca de las providencias dictadas antes de esa
determinación cuando no ha devuelto al superior su competencia de conocer. pero la jurisprudencia estima
que no está facultado el juez para extender los efectos del recurso más allá del texto expreso de la ley, y que
las posibles o providencias comprendidas en el lapso que va desde la sentencia hasta la admisión del recurso
del recurso, sería materia apelable y su validez o ineficacia dependerán de los que resuelva el superior, no
como efectos propios o consecuencias del simple hecho de haberse estampado diligencias de apelación.

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