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La edad preescolar engloba el periodo desde que el niño adquiere autonomía en la marcha
hasta que empieza a asistir regularmente a la escuela. En esta etapa se establecen las
preferencias y aversiones alimenticias que estarán condicionadas por las costumbres
familiares. Es una época de formación del gusto alimentario, para el que existen
condicionantes genéticos, sociales, culturales e intrafamiliares. Se come en función de lo
que se ve comer a los mayores. Se debe establecer hábitos alimentarios beneficiosos para la
salud del niño y sembrar las bases de su futura alimentación. Las costumbres alimenticias
instauradas en esta edad serán luego difíciles de modificar. El objetivo prioritario en esta
edad es tratar de educar al niño en hábitos dietéticos adecuados y un estilo de vida
saludable.
Requerimientos nutricionales.
Energía.
Las necesidades calóricas bajan, pero las proteicas, sin embargo, aumentan por el
crecimiento de los músculos y otros tejidos. Las necesidades energéticas dependerán del
gasto calórico necesario para mantener el metabolismo basal, la termorregulación, la
actividad física y el crecimiento. Aunque existen otros factores que también pueden influir
como son la fiebre, la temperatura ambiente y el sueño.
Deben formar parte de la dieta tanto las proteínas animales como las vegetales.
Hidratos de carbono.
Deben de aportar la mitad de la energía total necesaria (50-55%). El 10% debe proceder de
los azucares de absorción rápida mono y disacáridos (glucosa, fructosa y sacarosa) y el
90% restante de los hidratos de carbono complejos de absorción lenta. Las necesidades son
130 g/día para ambos sexos.
Las necesidades diarias de fibra son de 19 g/día para la edad de 1 a 3 años y de 25 g/día
para la edad de 4 a 8 años. Los alimentos integrales, además de interferir en la absorción
mineral, tienen una acción irritante sobre el tubo digestivo y no deben ser incorporados a la
alimentación hasta después de los 7 años.
Grasas.
Conviene que aporten del 30-35% de las calorías de la dieta. Recomendaciones generales:
- Menos del 10% de los ácidos grasos deben ser saturados.
- No más del 10% de ω3 y ω6, y dentro de ellos un 1-2% de acido linoleico.
- 10-15% monoinsaturados.
Minerales.
● Calcio: son necesarios 500 mg al día para los niños de 1 a 3 años. Desde
esta edad y hasta los 8 años los requerimientos suben a 800 mg al día, para cubrir las
necesidades óseas de crecimiento, prevención de la osteoporosis y evitar la hipoplasia del
esmalte dentario. Se lograrán con una ingesta diaria de 500 cc de leche entera o sus
correspondientes derivados. Además de la leche y sus derivados también tienen calcio los
pescados que se ingieren con espina (boquerón, sardina).
● Fósforo: sus necesidades son parecidas a las del calcio, de 450-500
mg/día.
● Hierro: las recomendaciones están en 7-10 mg/día.
● Zinc: las recomendaciones son alrededor de 10 mg/día para el preescolar.
Es indispensable para el aumento de la masa muscular y ósea y para la madurez sexual, por
lo que con cifras más bajas se estaciona el crecimiento.
● Flúor: los requerimientos están entre 0,9 y 1 mg/día y siempre hay que
tener presente la fluoración de las aguas de donde se vive. Se debe dar si sus niveles están
por debajo de 0,7 mg/l. Su exceso en la ingesta va a dar lugar a la fluorosis, que aparecerá
en el niño preescolar cuando la ingesta es superior a 2 mg/día.
● Yodo: es muy importante el uso generalizado de sal yodada en toda la
población, por supuesto sin subir el aporte de sal de la dieta.
Vitaminas
En España es raro encontrar deficiencias vitamínicas en niños sanos preescolares que
consumen una dieta variada y equilibrada, no siendo necesario que sean suplementadas.
Aunque la escolarización oficial se inicia hoy en día a los tres años, se sigue manteniendo
como definición de edad escolar la que se inicia a los 6 años y abarca hasta los doce años
aproximadamente, cuando empieza la pubertad.
Vitamina D1
Vitamina E1
Vitamina K1
Vitamina C1
Tiamina1
Riboflavina1
Niacina1
Vitamina B61
Folato2
Vit. B122
Ac.pantotenico1
Biotina2
Colina1
Sexo
Calcio1
Cromo2
Cobre2
Flúor1
Yodo2
Hierro1
Magnesio1
Manganeo1
Molibdeno2
Fósforo1
Sexo
ALIMENTACIÓN EN LA ADOLESCENCIA
Requerimientos nutricionales.
Durante la adolescencia se producen cambios importantes en la composición corporal
acompañados por la aparición de los caracteres sexuales secundarios. En este periodo tiene
lugar un ritmo de crecimiento elevado y fenómenos madurativos importantes que afectan al
tamaño, la forma y la composición corporal, procesos en los que la nutrición juega un papel
determinante. Estos cambios son específicos de cada sexo. En los chicos aumenta la masa
magra más que en las chicas. Por el contrario, en las niñas se incrementan en mayor medida
los depósitos grasos. Estas diferencias en la composición corporal van a tener una
repercusión importante en las necesidades nutricionales. El principal objetivo de las
recomendaciones nutricionales en este periodo de la vida es conseguir un estado nutricional
óptimo y mantener un ritmo de crecimiento adecuado. Además, también se pretende
proporcionar unos aportes nutricionales que contribuyan a un mejor estado de salud en esta
etapa y en la edad adulta, es decir, aportes que contribuyan a la prevención de
enfermedades crónicas que se manifestarán en etapas posteriores de la vida.
Las ingestas recomendadas en la adolescencia no se relacionan con la edad cronológica,
sino con el ritmo de crecimiento. De hecho, algunos autores sugieren que se expresen en
función del peso corporal, la talla o la edad biológica.
Dado que en la actualidad son cada vez más los niños que utilizan los comedores escolares
para su alimentación diaria, éstos constituyen una excelente oportunidad para ofrecerles
una alimentación equilibrada y saludable, que siga las guías recomendadas específicas para
la edad, con una ingesta de energía adecuada al gasto energético y de grasa saturada y trans,
para permitir la adquisición y asentamiento de buenos hábitos alimenticios y para una
intervención activa en su educación nutricional.
Características generales.
Es importante el entorno en el cual se desarrolla la comida, tanto en lo que se refiere a la
estructura como a la calidad del servicio y a las formas de presentación de los platos, pues
todo ello va a contribuir a la función educativa:
1. Local: la comida debe realizarse en un marco físico adecuado. Deberá al menos:
- Disponer de sistemas de ventilación adecuados y suficientes en todos los locales.
- Iluminación adecuada.
- Mesas y sillas adaptadas a las dimensiones del niño.
- Instalaciones y medios adecuados para garantizar la conservación de los productos
en correctas condiciones de temperatura, higiene y limpieza.
- Lo ideal es que el espacio físico destinado a comedor escolar no sea una sala de
usos múltiples sucesivos y, en caso contrario, deberá airearse de forma óptima.
- Contar con la autorización sanitaria correspondiente.
2. Ambiente: hay que procurar que las comidas se realicen en ambientes tranquilos,
distendidos, compaginando una buena nutrición con una buena convivencia, sin música
ambiental ni televisión ni proyección de películas.
3. Tiempo: se aconseja que el tiempo necesario para comer no sea inferior a 20
minutos.
Sistemas de suministro.
El tipo de servicio del comedor depende de las características de cada centro. Existen dos
modalidades:
- Mediante un sistema de cocina autónoma: la elaboración de los platos se realiza en
la propia cocina del centro. Esto requiere que el centro docente disponga de personal de
cocina y servicio de comedor propio.
- Empresa de catering externo que prepara los menús en sus cocinas centrales y los
distribuye a cada centro en condiciones óptimas para su consumo desde el punto de vista
higiénico-sanitario y organoléptico.
Las empresas de alimentación contratadas, bien para la elaboración de la comida en las
instalaciones del centro o bien para suministrar comidas preparadas al centro, deberán estar
en posesión del Número de Registro General Sanitario de Alimentos.
Recursos humanos.
El comedor escolar debería contar con personal especializado:
- Personal encargado del servicio de comedor, cocineros y personal auxiliar.
Seguridad e higiene.
Deberá prestarse atención especial a las condiciones higiénicosanitarias, no sólo de los
productos alimenticios que se elaboran, sino de las instalaciones y del estado sanitario del
personal manipulador.
La seguridad alimentaria comprende un conjunto de medidas y condiciones necesarias para
controlar los peligros y garantizar la aptitud de los productos alimenticios para el consumo
humano. Por todo ello, además de los controles oficiales, es fundamental la implantación
del programa de autocontrol basado en el sistema de Análisis de Peligros y Puntos de
Control Crítico (APPCC), con lo que se pretende detectar de forma preventiva todo riesgo
que pueda conllevar la práctica diaria del transporte, almacenamiento, manipulación y
servicio de los alimentos, obteniendo mediante su control una mayor garantía de higiene,
seguridad y salubridad de los alimentos que se sirven en el comedor escolar.
El sistema de autocontrol será realizado por los encargados del comedor escolar en función
de las características de este, mediante la utilización de checklists o listas rápidas de control
que contemplen:
Orientaciones específicas:
- Siempre se recomienda que los primeros platos sean legumbres, verduras, pasta y
arroz y los segundos estén compuestos y servidos de forma alternativa por carne, pescado y
huevos con una guarnición a base de verduras y ensaladas.