Nacidos de nuevo # 6
Movimiento de
Educación Popular Integral y
Promoción Social
Departamento de Pastoral
En estos días pueden resurgir antiguos patrones
que hemos asumido desde nuestra primera
infancia.
 Por ejemplo, el patrón del perfeccionismo
que a tantos hace sufrir. Cuando pensamos
que todo lo que hacemos debe ser perfecto
nos bloqueamos, nos hacemos la vida
imposible y apenas nos podemos alegrar con
lo que Dios nos regala. Si estamos
continuamente girando en torno a la cuestión
de la perfección estaremos continuamente
fijados en nosotros y no encontraremos el
camino del verdadero encuentro con Dios y
con las otras personas. No viviremos nunca
el instante presente, ni estaremos delante del
Dios que nos contempla.
 Otro patrón que muchos arrastramos es la
permanente pregunta acerca de lo que los de-
más piensan de mí. ¿Qué logro con eso? No
soy fiel a lo mejor que Dios puso y creó en
mí. Tampoco lo valoro ni lo cultivo. Me paso
la vida imaginando los pensamientos que
pasan por la cabeza de los otros, respecto de
mí, cuando lo más seguro es que no piensan
nada de mí.
 En esa línea está la compulsión por quedar
bien con todos y que nadie puede estar
descontento conmigo porque eso supondría lo
peor que me pudiera pasar. Detrás de todo
esto se esconde el miedo a dejar de ser
popular. Por esa razón nos adaptamos
continuamente intentando responder a las
presuntas o reales expectativas de los demás
y a quedar bien con todos, menos con los
“pequeños y humildes”. Y así perdemos cada
vez más la sensibilidad para saber lo que Dios
quiere y espera de nosotros.
En la primera carta de Pedro hay unos versícu-
los que dan una respuesta a estos viejos patro-
nes tomados de nuestros padres y que nos
impiden vivir mejor:
«Como hijos obedientes no te amoldes a las
apetencias de antes, del tiempo de tu ignorancia,
más bien, así como el que te ha llamado es santo,
así también tú se santo en toda tu conducta, como
dice la Escritura: «Serán santos porque santo soy
yo». Y si llamas Padre a quien sin acepción de
personas, juzga a cada cual según sus obras,
condúcete con temor durante el tiempo de tu
destierro, sabiendo que has sido rescatado de la
conducta necia heredada de tus padres, no con
algo caduco como oro o plata sino con una sangre
preciosa como de cordero sin tacha, Cristo (1 Pe
1,14-19).
Para Pedro, ser cristiano significa dejar de vivir en
la inconsciencia, no ser manejados por el super-yo,
sino tomar la existencia en nuestras propias
manos. Antes de encontrar a Cristo vivíamos
inconscientemente, ignorantes. Y nos empujaban
las apetencias. Creíamos ser libres y decidirnos
libremente por lo que queríamos, pero, en realidad,
nos dejábamos llevar por los apetitos. Hacíamos lo
que otros también hacían, o lo que otros nos
persuadían. Nos encontrábamos bajo la coacción
del consumo, del éxito, de los propios apetitos, del
disgusto, de los celos, de la ira.
No será nuestro esfuerzo lo que nos hará libre,
sino el encuentro con Jesús. Cuando en mi oración
encuentro a Cristo me hago consciente de lo que
hago y de qué consta mi vida.
Salir al encuentro de Jesús significa ser liberado de
la forma de vida sin sentido, heredada de nuestros
padres1. Actuamos según los patrones de los
padres y madres que hemos encontrado en
nuestras vidas, aunque no nos demos cuenta.
¡Cuántos comportamientos nuestros no son más
que expresiones de esos patrones que hemos
internalizado profundamente! Revisemos: ¿qué
patrones encuentro en mi modo de actuar?
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Modelos educativos, patrones culturales, opiniones,
etiquetas, prejuicios, yo ideales etc.

En la oración a Cristo liberador, podremos
caminar hacia una mayor aceptación personal y
mejor manejo de estas situaciones. Pedro nos
hace la siguiente invitación:
“Porque has vuelto a nacer, y no de una semilla
mortal, sino inmortal, por medio de la Palabra
de Dios viva y permanente” (1 Pe 1,23)
Este es el hecho fundamental: no
estamos condenados a repetir lo que
aprendimos o padecimos de niños.
Nos hemos vuelto nuevos.
Además de hijos de nuestros padres, somos
hijos de Dios. No vivimos para llenar las
expectativas de “nuestros padres”, sino que
hemos sido llamados para conformar la imagen
única que Dios se ha hecho de nosotros.
Entramos en contacto con esta imagen  Quizás nos asustemos al ver cuántas cosas
verdadera cuando nos liberamos de la
«conducta necia heredada de nuestros padres,
de nuestro pasado, de patrones de conductas
heredados».
Revisemos y respondamos:
 ¿Cuál es nuestra absurda forma de vida
heredada de nuestros padre? ¿Cuáles son
nuestros antiguos patrones que nos
desvían de la verdadera vida?
 Revisemos cómo está nuestro de cambiar, su perplejidad ante la invitación de
perfeccionismo…
 Quizás sea el rigorismo y la dureza
consigo mismo, autocastigo, insatisfacciones, necesidad de cambio. Escucha lo
intranquilidad constante bajo la creencia
de que Dios exige renunciar a cualquier
necesidad… Revisamos estos donde le presentes lo que llevas por dentro.
comportamientos.
 Quizás persistimos en la ilusión de poder
vivir sin culpa alguna. Ninguno de nosotros
está libre de culpa y por esta razón algunas
personas pueden tener fácilmente poder sobre
nosotros si nos hacen sentir culpables. En la
oración a Jesús, que perdona todas nuestras
ofensas, podemos quedar libres de esa idea.
En ese ofrecernos a Cristo, acercarnos a lo
central de su mensaje, a cómo vivió su vida
Nacidos de Nuevo
Anselm Grün
quizá podamos reconocer dónde radica la
verdadera culpa y dónde estamos simplemente
sometidos a los patrones heredados de los
padres.
También te propongo anotar/revisar todas las
cosas que haces un día normal, desde que te
levantas hasta que te acuestas. Haz una lista lo
más completa posible
 Después preguntaremos a Jesús en la oración si
Él quiere que hagamos todas esas cosas que
hacemos, si no nos estaremos rigiendo por
algunos modelos determinados, si nuestra
actividad sale del corazón o si simplemente
estamos llenando con ella las expectativas de
otros, si vivimos de adentro hacia afuera o si
estamos determinados por lo exterior.
tenemos que achacar a la absurda forma de vida
heredada de los padres. El encuentro con
Jesucristo en la oración nos liberará de antiguos
patrones e ilusiones a fin de que sigamos en
nuestro corazón la suave voz de Dios que nos
invita a vivir y, de esta forma, vivamos en
verdad libres como hijos e hijas de Dios.
Acércate al encuentro de Jesús y Nicodemo (Jn.
Cap. 3) Contempla la escena, entra en la persona
de Nicodemo, su insatisfacción con el cúmulo de
sabiduría que tiene, siendo él maestro… su deseo
nacer de nuevo… Comprende lo que vive y
experimenta.
Y luego ponte en su lugar; preséntale tus deseos,
que te dice Jesús, cae en cuenta de tu perplejidad y
reacción ante ello. Mantén un diálogo con El
Oración
Señor Jesús, Tú me has liberado del agobiante
poder de mi pasado. Me has regalado una vida
nueva, que me corresponde a mí y a mi verdad, y
que responde a la imagen que Dios se ha hecho de
mí. Te doy gracias porque me has arrebatado del
sinsentido de antiguos patrones y coacciones.
Concédeme tu espíritu para que viva
conscientemente lo que has previsto para mí y
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 Nacidos de Nuevo
Anselm Grün

para que verdaderamente viva mi propia vida,

a la que Tú me has llamado. Amén.